PRESUPUESTO Y HACIENDA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 418
Secretario Administrativo Dr. Seguí Ariel
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2444 Internos 2416/2310
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- PRESUPUESTO Y HACIENDA
Reunión del día 02/05/2018
- TARIFAS
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los dos días del mes de mayo de 2018, a la hora 14 y 22:
SR. PRESIDENTE LASPINA Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda para tratar el dictamen de mayoría y el dictamen de rechazo que fueron firmados en la primera y segunda competencia que han tratado los proyectos relativos a cuestiones tarifarias, tal cual fue solicitado por este presidente el 24 de abril.
Tengo dos temas de orden para repasar antes de dar inicio y conceder el uso de la palabra a los señores diputados. El primero es que el diputado Lousteau solicitó poner en consideración en esta reunión un proyecto de su autoría -el expediente 2310-d-2018-, relativo al mismo tema, que no fue presentado ni girado a las comisiones precedentes. De modo tal que formalmente no lo podemos incluir en el temario de la comisión, pero el diputado Lousteau -que seguramente va a hacer uso de la palabra- pidió incluirlo dentro de la consideración de los señores diputados en el tratamiento de esta reunión del día de hoy.
De la misma forma, el diputado José Luis Ramón presentó el proyecto 1322-d-2018, del interbloque Social Demócrata en el mismo sentido. Los dejamos a consideración de los señores diputados.
En segundo lugar, tal como lo dije en la reunión pasada, he solicitado a la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación la elaboración de un informe relativo al dictamen de mayoría que salió de las comisiones precedentes, de modo tal de tener una idea aproximada de qué estamos hablando en materia de las implicancias de este proyecto en términos de costo fiscal.
La oficina de Presupuesto del Congreso me remitió en el día de hoy una nota técnica de respuesta, la cual he girado a los señores vicepresidentes de esta comisión: a los diputados Diego Bossio, Marcos Lavagna y Axel Kicillof. Básicamente, la nota sostiene la necesidad de tomarse unos días más para elaborar un dictamen técnico fundado sujeto a un requerimiento amplio de información que ya mismo está cursándose a la Jefatura de Gabinete de Ministros.
De modo tal que es probable que tengamos este dictamen técnico en los próximos días, calculamos que en una semana más.
Creo que esto es parte del tratamiento habitual que deben tener los proyectos que se elaboren y que pasen por esta Comisión de Presupuesto y Hacienda. Así que, según lo que ocurra hoy, es probable que lo tengamos en los próximos días y podamos entonces considerarlo en el recinto, si se llega a tiempo.
En esa misma nota, el director general de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el licenciado Marcos Makón, plantea una serie de preguntas y dudas que dejo como inquietudes a los señores vicepresidente de esta comisión, y que son aclaratorias de algunas cuestiones del dictamen. De modo tal que les solicito de alguna forma que se comuniquen con él y le hagan las aclaraciones necesarias o que a lo largo de esta reunión se aclaren estas dudas. Son cuatro o cinco preguntas relativas al dictamen que creo que pueden ayudar a dar precisiones e ir a un cómputo más preciso del impacto fiscal que tiene el dictamen que viene con mayoría de las comisiones precedentes.
Con estas dos aclaraciones o informaciones metodológicas, vamos a dar inicio a la reunión.
Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
Tengo dos temas de orden para repasar antes de dar inicio y conceder el uso de la palabra a los señores diputados. El primero es que el diputado Lousteau solicitó poner en consideración en esta reunión un proyecto de su autoría -el expediente 2310-d-2018-, relativo al mismo tema, que no fue presentado ni girado a las comisiones precedentes. De modo tal que formalmente no lo podemos incluir en el temario de la comisión, pero el diputado Lousteau -que seguramente va a hacer uso de la palabra- pidió incluirlo dentro de la consideración de los señores diputados en el tratamiento de esta reunión del día de hoy.
De la misma forma, el diputado José Luis Ramón presentó el proyecto 1322-d-2018, del interbloque Social Demócrata en el mismo sentido. Los dejamos a consideración de los señores diputados.
En segundo lugar, tal como lo dije en la reunión pasada, he solicitado a la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación la elaboración de un informe relativo al dictamen de mayoría que salió de las comisiones precedentes, de modo tal de tener una idea aproximada de qué estamos hablando en materia de las implicancias de este proyecto en términos de costo fiscal.
La oficina de Presupuesto del Congreso me remitió en el día de hoy una nota técnica de respuesta, la cual he girado a los señores vicepresidentes de esta comisión: a los diputados Diego Bossio, Marcos Lavagna y Axel Kicillof. Básicamente, la nota sostiene la necesidad de tomarse unos días más para elaborar un dictamen técnico fundado sujeto a un requerimiento amplio de información que ya mismo está cursándose a la Jefatura de Gabinete de Ministros.
De modo tal que es probable que tengamos este dictamen técnico en los próximos días, calculamos que en una semana más.
Creo que esto es parte del tratamiento habitual que deben tener los proyectos que se elaboren y que pasen por esta Comisión de Presupuesto y Hacienda. Así que, según lo que ocurra hoy, es probable que lo tengamos en los próximos días y podamos entonces considerarlo en el recinto, si se llega a tiempo.
En esa misma nota, el director general de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el licenciado Marcos Makón, plantea una serie de preguntas y dudas que dejo como inquietudes a los señores vicepresidente de esta comisión, y que son aclaratorias de algunas cuestiones del dictamen. De modo tal que les solicito de alguna forma que se comuniquen con él y le hagan las aclaraciones necesarias o que a lo largo de esta reunión se aclaren estas dudas. Son cuatro o cinco preguntas relativas al dictamen que creo que pueden ayudar a dar precisiones e ir a un cómputo más preciso del impacto fiscal que tiene el dictamen que viene con mayoría de las comisiones precedentes.
Con estas dos aclaraciones o informaciones metodológicas, vamos a dar inicio a la reunión.
Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
SR. LAVAGNA Había pedido la palabra simplemente porque quería saber cuál había sido la nota que se había remitido a la Oficina de Presupuesto del Congreso pidiéndole información, porque creo que deberíamos incluir una serie de preguntas.
Vuelvo a sostener lo que dije en el recinto. La Oficina de Presupuesto del Congreso todavía no tiene acceso a los sistemas, no tiene oficinas y no tiene el personal técnico contratado. Entonces, corremos el riesgo de estar ensuciándola si empieza con este tema.
Pido que se tenga cuidado y que la Oficina de Presupuesto no empiece con el pie izquierdo por no tener el acceso y la información que corresponde.
Dicho esto, si igualmente va a haber un informe, me gustaría que discutamos sobre qué tipo de preguntas tiene que responder el informe. Porque no se trata simplemente de leer el informe sino de todo el contexto que tiene que ver con la cuestión federal de las tarifas a lo largo del país. Si eventualmente hay un informe de la Oficina de Presupuesto tendría que incluirlo y tendría que responderlo.
También me gustaría saber cuál es el impacto de la recaudación del IVA al haber pasado de una inflación del 10 por ciento, como estaba prevista en el presupuesto, a una inflación que todos sabemos que va a estar cerrando más cerca del 25 por ciento que del 10 por ciento en el año. Eso le genera al Estado una cantidad de recursos adicionales que también puede servir para justificar eventualmente alguna disminución en el IVA de las tarifas.
Por eso creo que deberíamos juntarnos y ver qué preguntas tiene que responder el informe que la Oficina de Presupuesto del Congreso envíe a esta comisión.
Vuelvo a sostener lo que dije en el recinto. La Oficina de Presupuesto del Congreso todavía no tiene acceso a los sistemas, no tiene oficinas y no tiene el personal técnico contratado. Entonces, corremos el riesgo de estar ensuciándola si empieza con este tema.
Pido que se tenga cuidado y que la Oficina de Presupuesto no empiece con el pie izquierdo por no tener el acceso y la información que corresponde.
Dicho esto, si igualmente va a haber un informe, me gustaría que discutamos sobre qué tipo de preguntas tiene que responder el informe. Porque no se trata simplemente de leer el informe sino de todo el contexto que tiene que ver con la cuestión federal de las tarifas a lo largo del país. Si eventualmente hay un informe de la Oficina de Presupuesto tendría que incluirlo y tendría que responderlo.
También me gustaría saber cuál es el impacto de la recaudación del IVA al haber pasado de una inflación del 10 por ciento, como estaba prevista en el presupuesto, a una inflación que todos sabemos que va a estar cerrando más cerca del 25 por ciento que del 10 por ciento en el año. Eso le genera al Estado una cantidad de recursos adicionales que también puede servir para justificar eventualmente alguna disminución en el IVA de las tarifas.
Por eso creo que deberíamos juntarnos y ver qué preguntas tiene que responder el informe que la Oficina de Presupuesto del Congreso envíe a esta comisión.
SR. PRESIDENTE LASPINA Se puede discutir y se puede ampliar. Es obvio que uno no le va a pedir a la Oficina de Presupuesto que rediseñe todo el presupuesto en función a la ley.
A mi criterio, tenemos que concentrarnos en qué implica esa ley. Después habrá una discusión política. Tampoco es intención debatir acá la cuestión de la inflación. Pero una inflación más alta también implica gastos más amplios. De modo tal que no necesariamente eso es una mejora real de los recursos del Estado.
Siempre que tratemos una norma va a haber un aspecto que tiene que ver con su cuantificación, y después va a haber una discusión de cómo se financia esa legislación. Ese debería ser el debate racional.
A la Oficina de Presupuesto del Congreso le podremos pedir una solución en algunos casos, pero no en todos. Lo que sí tenemos que tener es una dimensión a priori, debido a las limitaciones que usted mismo señala, de tiempo, de capacidad técnica y de acceso a la información que todavía tiene la Oficina de Presupuesto del Congreso que se ha puesto en función hace muy poco tiempo. Por eso nos hemos limitado a calcular lo que ya de por sí es extremadamente complejo, que es una estimación.
Por eso, la Oficina de Presupuesto del Congreso ha sido prudente y, en preservación de su propia reputación, ha solicitado más datos y más tiempo para ver si puede elaborar un dictamen final.
Con respecto al tema del IVA, lo podemos ampliar. Pero, insisto, sería entrar a una discusión más compleja respecto del impacto de la inflación sobre el presupuesto, sabiendo que gran parte de éste se encuentra indexado por inflación.
Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
A mi criterio, tenemos que concentrarnos en qué implica esa ley. Después habrá una discusión política. Tampoco es intención debatir acá la cuestión de la inflación. Pero una inflación más alta también implica gastos más amplios. De modo tal que no necesariamente eso es una mejora real de los recursos del Estado.
Siempre que tratemos una norma va a haber un aspecto que tiene que ver con su cuantificación, y después va a haber una discusión de cómo se financia esa legislación. Ese debería ser el debate racional.
A la Oficina de Presupuesto del Congreso le podremos pedir una solución en algunos casos, pero no en todos. Lo que sí tenemos que tener es una dimensión a priori, debido a las limitaciones que usted mismo señala, de tiempo, de capacidad técnica y de acceso a la información que todavía tiene la Oficina de Presupuesto del Congreso que se ha puesto en función hace muy poco tiempo. Por eso nos hemos limitado a calcular lo que ya de por sí es extremadamente complejo, que es una estimación.
Por eso, la Oficina de Presupuesto del Congreso ha sido prudente y, en preservación de su propia reputación, ha solicitado más datos y más tiempo para ver si puede elaborar un dictamen final.
Con respecto al tema del IVA, lo podemos ampliar. Pero, insisto, sería entrar a una discusión más compleja respecto del impacto de la inflación sobre el presupuesto, sabiendo que gran parte de éste se encuentra indexado por inflación.
Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
SR. LAVAGNA Señor presidente: considero que parte de la función de la Oficina de Presupuesto del Congreso es informar si los recursos están disponibles para poder solventar un eventual gasto que puedan tener. Por eso hay que hablar acerca de cómo viene el presupuesto y cuáles van a ser los recursos.
Voy a mencionar algunos números. La estimación del presupuesto en cuanto al gasto primario tenía una ampliación del 15 por ciento. Eso representa dos billones setecientos mil pesos de gasto primario. Este dato está basado en la estimación de la inflación que ustedes colocaron. En este caso lo estoy ampliando, porque claramente el gasto va a ser más alto. De esta forma, la suma que me da es dos billones novecientos mil de gasto primario. Eso significa que el Estado va a gastar doscientos mil millones adicionales que no estaban en el presupuesto. Además, va a aumentar la recaudación. Entonces, pasamos de dos billones cien mil pesos, que tenía el presupuesto estimado en cuanto a recaudación tributaria, a un valor de casi dos billones quinientos mil pesos a raíz del aumento de la inflación. Entonces, la cifra alcanzada es de trescientos trece mil millones. Es decir, un gasto de doscientos mil millones adicional y un ingreso adicional de trescientos trece mil millones. Me sobran los recursos para poder solventar algún gasto que claramente no tienen nada que ver con los gastos que dejaron ver desde el Poder Ejecutivo en el último fin de semana.
Justamente, por esta discusión, considero que el debate sobre el presupuesto se tiene que dar. La Oficina de Presupuesto del Congreso nos tiene que informar si están los recursos disponibles o no en función de cómo financiar un proyecto.
Voy a mencionar algunos números. La estimación del presupuesto en cuanto al gasto primario tenía una ampliación del 15 por ciento. Eso representa dos billones setecientos mil pesos de gasto primario. Este dato está basado en la estimación de la inflación que ustedes colocaron. En este caso lo estoy ampliando, porque claramente el gasto va a ser más alto. De esta forma, la suma que me da es dos billones novecientos mil de gasto primario. Eso significa que el Estado va a gastar doscientos mil millones adicionales que no estaban en el presupuesto. Además, va a aumentar la recaudación. Entonces, pasamos de dos billones cien mil pesos, que tenía el presupuesto estimado en cuanto a recaudación tributaria, a un valor de casi dos billones quinientos mil pesos a raíz del aumento de la inflación. Entonces, la cifra alcanzada es de trescientos trece mil millones. Es decir, un gasto de doscientos mil millones adicional y un ingreso adicional de trescientos trece mil millones. Me sobran los recursos para poder solventar algún gasto que claramente no tienen nada que ver con los gastos que dejaron ver desde el Poder Ejecutivo en el último fin de semana.
Justamente, por esta discusión, considero que el debate sobre el presupuesto se tiene que dar. La Oficina de Presupuesto del Congreso nos tiene que informar si están los recursos disponibles o no en función de cómo financiar un proyecto.
SR. PRESIDENTE LASPINA Ojalá tengamos esos datos, señor diputado.
Por el momento sabemos que hay una meta del 3,2 por ciento del producto de déficit primario para este año y eso es lo que el gobierno espera cumplir. Las proyecciones apuntan a que efectivamente se van a cumplir. Por ello, en principio, no habría tal excedente. Pero es parte de la discusión saber cuánto cuesta este proyecto que estamos analizando hoy aquí.
A continuación, daremos inicio al debate.
Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
Por el momento sabemos que hay una meta del 3,2 por ciento del producto de déficit primario para este año y eso es lo que el gobierno espera cumplir. Las proyecciones apuntan a que efectivamente se van a cumplir. Por ello, en principio, no habría tal excedente. Pero es parte de la discusión saber cuánto cuesta este proyecto que estamos analizando hoy aquí.
A continuación, daremos inicio al debate.
Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
SR. BOSSIO Señor presidente: no me quiero detener en cuestiones vinculadas con la Oficina de Presupuesto ni en los debates presupuestarios a los que haremos mención.
Deseo que esta comisión comience a discutir un tema que no es un problema de los dirigentes políticos ni de los diputados; es un problema que tiene gran parte de la sociedad argentina. Me refiero a las familias que no llegan a fin de mes y que tienen una carga tarifaria enorme. También hago alusión a las pymes y empresas que tienen serias dificultades. Justamente, en el día de la fecha estuvieron presentes en este Congreso intendentes de todo el país -no solamente de la provincia de Buenos Aires- que manifestaron lo que significa la carga tributaria y de las tarifas en la prestación de los servicios de alumbrado.
Por ello, considero que aquí no estamos discutiendo un tema ajeno a la sociedad. Estamos analizando un asunto que se encuentra en el seno de la sociedad y de los diferentes sectores productivos.
Hemos leído con atención alguna declaración reciente del señor jefe de Gabinete. No vamos a entrar en la cuestión dicotómica acerca de qué es racional y qué es irracional. Somos los mismos que hemos tenido que arremangarnos y dar el debate en los momentos que teníamos que hacerlo. Alguien soslayó por ahí que los problemas que teníamos en los mercados financieros se debían a una simple reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. No es así. Acá no estamos discutiendo gobernabilidad ni tampoco quién tiene más o menos poder. Lo que estamos analizando es ver si razonablemente podemos encontrar una solución a un problema que tienen miles y miles de argentinos. Es más: este debate no lo trajimos nosotros a la mesa; lo trajo la propia coalición gobernante.
Nosotros hemos escuchado las declaraciones originales del presidente de la UCR. Incluso hemos escuchado las declaraciones de diputados que forman parte del oficialismo y siempre hemos estado dispuestos a debatir, así como hemos debatido otras leyes.
Y se lo digo, señor presidente, porque usted sabe que hemos firmado parte de ese debate, que ha sido firme y sobre la base de las convicciones. Pero bajo ningún punto de vista vamos a aceptar que permanentemente estén presionando y articulando determinadas cuestiones para que no se traten temas que son una preocupación de miles y miles de argentinos.
Las tarifas, o los aumentos tarifarios, si no se pueden pagar no son aumentos tarifarios posibles. Hoy nos decía un intendente que la panificadora del pueblo pasó de pagar 56.000 a 250.000 pesos de luz. Y así hay un montón de ejemplos, que seguramente ustedes viven cotidianamente en la fundición, en las clínicas, en los sanatorios. De manera que queremos colocar esta discusión en un marco absolutamente racional.
El presidente Macri dice que no hace magia. ¿Hace magia una pyme? ¿Hace magia una clínica? ¿Hace magia una familia que no llega a fin de mes? Cuando vemos la ecuación de sustentabilidad la tenemos que analizar desde todos los lados del mostrador. Y no estamos planteando un congelamiento de tarifas, en absoluto. Estamos planteando poder debatir un tema que afecta a miles, a cientos de miles.
Entonces, nos ponen la cuestión presupuestaria sobre la mesa y se convoca a la Oficina de Presupuesto. Bienvenida sea la convocatoria. ¿También la vamos a convocar para redefinir el presupuesto? Un día después de aprobado el presupuesto en el Senado de la Nación, el Poder Ejecutivo cambió todas las metas inflacionarias. Las mismas que defendieron en esa silla, Dujovne las cambió al otro día de aprobar el presupuesto.
Recién lo decía el señor diputado Marco Lavagna, ¿cuánto aumentó el IVA neto de reintegros en el primer trimestre del año? Un 47 por ciento en enero febrero y marzo; 242.000 millones de pesos fue la recaudación del IVA neta de reintegros. Esa fue la recaudación del IVA, con las pautas inflacionarias que hay hoy en la Argentina, con un tipo de cambio que el ministro Dujovne dijo aquí, en esta misma oficina, que iba a ser punta a punta de 19,3. Sin embargo, hoy estamos viendo que el tipo de cambio es de 21 pesos hoy, mayo. También dijo que los índices de precios iban a aumentar en promedio el 15,7 por ciento. Sin embargo, hoy están por encima del 20 por ciento.
Efectivamente, hay una recaudación excesiva, producto de la variación del tipo de cambio, producto de más importaciones, producto de una economía que está creciendo en línea con lo que planteaba el propio gobierno, pero fundamentalmente con una inflación muy por encima de lo que nos planteó el ministro en este recinto.
Nosotros creemos que este año se va a recaudar 120.000 o 140.000 millones más de IVA del previsto presupuestariamente. Ojalá podamos recaudar más; es más para las provincias, más para los municipios, más para el Estado. Bienvenido sea, pero acotemos esta discusión en el marco de la racionalidad.
Nosotros no estamos poniendo en juego acá el déficit fiscal. Usted, señor presidente, en la famosa discusión del IVA con respecto a los jubilados y a la Asignación Universal, nos dijo que tenía un costo de entre 17.000 y 20.000 millones de pesos. ¿Es así, señor presidente?
El año pasado se ejecutaron 1.947 millones, entre el 10 y el 12 por ciento. Para este año la ejecución es un poco mayor. Cuando le planteábamos que teníamos que ampliar el efecto, nos decían; "No, tiene un costo fiscal excesivo." Entonces yo le planteo una decisión política, acá no estamos en contra de que las cuentas vayan en un orden. Nosotros no. Nosotros somos muy conscientes de la necesidad de que las cuentas estén equilibradas. Y podemos discutir todos los temas que tengamos que discutir.
Acá estamos discutiendo si con estas tarifas es sustentable o no la evolución económica de las familias, de las pymes, de los pequeños comerciantes, de la Argentina federal. Queremos ponernos de ese lado del mostrador. Y ustedes nos van a decir: las tarifas no aumentaron lo suficiente, y las empresas van a tener problemas de inversión. Entonces, miremos las catorce empresas que cotizan en bolsa, que están vinculadas a la energía. Todas han multiplicado su valor en dólares, en pesos, todas, con una correlación directa con el aumento tarifario.
Todas aumentaron las ganancias en miles de millones. Bienvenido sea, porque tienen más recursos para invertir. Pero además, autorizados por los entes reguladores, pagaron dividendos.
Les comento cuánto pagaron algunas empresas de dividendos: Central Puerto, 1.060 millones de pesos, empresa que genera energía y está acá cerquita; Transportadora Gas del Norte -TGN-, 370 millones de pesos el 12/4/18 -hace pocos días. Es decir, son ganancias; después de la inversión, quedaron recursos, se hizo una Asamblea y preguntaron: "¿Qué hacemos con la plata? ¿La reinvertimos o la distribuimos? La distribuimos." Transportadora Gas del Sur -TGS-, 460 millones; Distribuidora Gas Cuyana, 620 millones en este año -hace pocos días-, y 49 millones el año anterior. Edesal Holding 136, 100 y 66 millones en 2017, 2016, y 2016. No distribuyeron dividendos Gas Camuzzi, Gas Natural Ban, Edenor, Transener, Pampa, ni Metrogas. Es decir, decimos quiénes no y quiénes sí distribuyeron dividendos.
Por lo tanto, no es un problema de mejorar la estructura tarifaria para darle ganancias a las empresas y que, como producto de esas ganancias, haya más inversión y se presten mejores servicios. Ese es un camino que se inició en el 2016 y en el 2017, que se discutió en el Congreso y que hubo un fallo de la Corte. La Corte dijo muy claramente: "No solamente miren la estructura de costos, sino también a los usuarios".
Revisamos todas las resoluciones de los entes reguladores de gas, de agua y de luz, y observamos que no hablan del usuario sino de los costos; hacen referencia a las inversiones, y a las reinversiones. Si quieren, les doy los números de las resoluciones para que ustedes las lean.
Entonces, tenemos la obligación de ponernos del lado del usuario, de ponernos en los zapatos de la pyme que efectivamente no puede sobrevivir con estas tarifas. Esa es la discusión que queremos dar.
Nos encantaría sentarnos con el oficialismo y discutir la letra fina de estos aspectos. ¿Hay un problema con el IVA? Discutámoslo. Estamos trabajando con los ministros provinciales y los gobernadores. La cuestión no pasa por que el IVA es muy alto, sino por el esquema tarifario. Si hay que discutir el IVA en el marco de una mayor recaudación de ese impuesto, discutámoslo. Debatamos si el IVA es el problema. Discutamos también qué vamos hacer con la ejecución presupuestaria.
La ejecución presupuestaria del año pasado fue un 5 por ciento menor a la que votó este Congreso, y este año sigue siendo un 5 por ciento menor. Bienvenida sea esta discusión porque quizás es la manera de ordenar las cuentas fiscales. Nosotros no tenemos ninguna dificultad en ese sentido.
Los aumentos que aprobaron los cuadros tarifarios en un sistema de audiencias públicas fueron: Edenor, 68, 59, 50 y 54 por ciento según el consumo de luz; Metrogas, entre diciembre y febrero de este año, 48, 48-79, 40-69, 36-62 por ciento; Camuzzi Pampeana 37-38, 40-31, digo los extremos, 43-43 por ciento. Ahora bien, cuando uno mira las facturas ve mayores valores porque también se sacaron subsidios a los tramos de transportes.
Entonces, señor presidente, creemos que hoy debemos firmar un dictamen, porque consideramos que las comisiones de Obras Públicas y de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia han trabajado bien. Esto no lo decimos desde ninguna demagogia; somos conscientes de que este es un tema que hay que discutir y que hay que hacerlo en el Congreso.
Nos encantaría, como en otras oportunidades, sentarnos en una mesa y discutir punto por punto, de manera de hacerlo sustentable y de encontrar una solución concreta para todos, desde los mendocinos hasta los salteños, pasando por los entrerrianos y el sur de la Argentina, porque tenemos que encontrar una mirada federal.
El otro día, un diputado de nuestro bloque, Javier David, mostraba la factura de un servicio del barrio de Recoleta y comparada con una del interior del país se pueden observar unas diferencias enormes.
Entonces, si van a seguir así, discutámoslo; debatamos cómo debe haber un criterio federal, pero no es desde la intransigencia, y no pensando que nos van a vetar la norma, que no están dispuestos a discutir este tema o hay que cumplir con un presupuesto.
Cumplamos con el presupuesto. ¿Saben qué? El presupuesto que nosotros aprobamos en este recinto -no todos, algunos no lo aprobaron, pero yo formé parte de quienes aprobaron- tenía una pauta inflacionaria de entre el 8 y el 10 por ciento.
Tenía un tipo de cambio de 19,3 y una inflación de 15,7; ya va el 7 por ciento los tres primeros meses.
Entonces, si quieren racionalidad, discutamos con racionalidad y con todos los números en la mesa. ¿Quién discute que este tema no había que tratarlo? ¿Quién discute que sobre estos temas no había que tener una actualización? Si hemos dado una discusión en ese y en otros sentidos, sin hipocresía.
Por eso nuestro planteo, por un lado, es político. No vamos a permitir que nos traten de irracionales ni de demagógicos. No lo vamos a permitir bajo ningún punto de vista porque hemos tenido muchas discusiones y esas discusiones las vamos a seguir dando. Acá no está en juego la gobernabilidad. El tipo de cambio no se mueve por una reunión de comisión; se moverá por otras cuestiones, Pero no nos quieran dar la responsabilidad a los diputados acerca de los problemas financieros que pueda llegar a tener la balanza de pago o el Banco Central.
Queremos encontrar una solución concreta al tema de las tarifas. No se trata de una solución a la política. Es una solución a las pymes, a los sectores productivos. Leí un comunicado de Convergencia Empresarial, de las cámaras empresariales, en el que decía que no tienen problemas tarifarios. No es lo que nos dicen a nosotros las pymes ni las pizzerías ni el bar de la esquina ni la fundición de la provincia de Buenos Aires -no quiero dar nombres-; pero si efectivamente las empresas no tienen problemas, bueno, está bien, sacaremos el beneficio que pusimos en materia de IVA. Evidentemente, no tienen dificultades en materia de esquemas tarifarios. Por lo menos es lo que plantean públicamente.
Nosotros estamos dispuestos a dar todos los debates y estamos absolutamente convencidos de que este proyecto no solo es racional, sino que sigue los criterios de la Corte, se pone en el zapato del usuario y además es un debate que han iniciado ustedes -fundamentalmente, el bloque del radicalismo- y que nosotros queremos continuar en este recinto. No queremos que la intransigencia o aquellos sectores que no quieren escuchar dominen este debate. Hay que encontrar una solución a las tarifas.
Lo que hemos presentado no solo es racional sino que efectivamente cumple con el mandato de que siga los lineamientos de los salarios y la inflación mayorista para darle equilibrio y razonabilidad a las tarifas.
Deseo que esta comisión comience a discutir un tema que no es un problema de los dirigentes políticos ni de los diputados; es un problema que tiene gran parte de la sociedad argentina. Me refiero a las familias que no llegan a fin de mes y que tienen una carga tarifaria enorme. También hago alusión a las pymes y empresas que tienen serias dificultades. Justamente, en el día de la fecha estuvieron presentes en este Congreso intendentes de todo el país -no solamente de la provincia de Buenos Aires- que manifestaron lo que significa la carga tributaria y de las tarifas en la prestación de los servicios de alumbrado.
Por ello, considero que aquí no estamos discutiendo un tema ajeno a la sociedad. Estamos analizando un asunto que se encuentra en el seno de la sociedad y de los diferentes sectores productivos.
Hemos leído con atención alguna declaración reciente del señor jefe de Gabinete. No vamos a entrar en la cuestión dicotómica acerca de qué es racional y qué es irracional. Somos los mismos que hemos tenido que arremangarnos y dar el debate en los momentos que teníamos que hacerlo. Alguien soslayó por ahí que los problemas que teníamos en los mercados financieros se debían a una simple reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. No es así. Acá no estamos discutiendo gobernabilidad ni tampoco quién tiene más o menos poder. Lo que estamos analizando es ver si razonablemente podemos encontrar una solución a un problema que tienen miles y miles de argentinos. Es más: este debate no lo trajimos nosotros a la mesa; lo trajo la propia coalición gobernante.
Nosotros hemos escuchado las declaraciones originales del presidente de la UCR. Incluso hemos escuchado las declaraciones de diputados que forman parte del oficialismo y siempre hemos estado dispuestos a debatir, así como hemos debatido otras leyes.
Y se lo digo, señor presidente, porque usted sabe que hemos firmado parte de ese debate, que ha sido firme y sobre la base de las convicciones. Pero bajo ningún punto de vista vamos a aceptar que permanentemente estén presionando y articulando determinadas cuestiones para que no se traten temas que son una preocupación de miles y miles de argentinos.
Las tarifas, o los aumentos tarifarios, si no se pueden pagar no son aumentos tarifarios posibles. Hoy nos decía un intendente que la panificadora del pueblo pasó de pagar 56.000 a 250.000 pesos de luz. Y así hay un montón de ejemplos, que seguramente ustedes viven cotidianamente en la fundición, en las clínicas, en los sanatorios. De manera que queremos colocar esta discusión en un marco absolutamente racional.
El presidente Macri dice que no hace magia. ¿Hace magia una pyme? ¿Hace magia una clínica? ¿Hace magia una familia que no llega a fin de mes? Cuando vemos la ecuación de sustentabilidad la tenemos que analizar desde todos los lados del mostrador. Y no estamos planteando un congelamiento de tarifas, en absoluto. Estamos planteando poder debatir un tema que afecta a miles, a cientos de miles.
Entonces, nos ponen la cuestión presupuestaria sobre la mesa y se convoca a la Oficina de Presupuesto. Bienvenida sea la convocatoria. ¿También la vamos a convocar para redefinir el presupuesto? Un día después de aprobado el presupuesto en el Senado de la Nación, el Poder Ejecutivo cambió todas las metas inflacionarias. Las mismas que defendieron en esa silla, Dujovne las cambió al otro día de aprobar el presupuesto.
Recién lo decía el señor diputado Marco Lavagna, ¿cuánto aumentó el IVA neto de reintegros en el primer trimestre del año? Un 47 por ciento en enero febrero y marzo; 242.000 millones de pesos fue la recaudación del IVA neta de reintegros. Esa fue la recaudación del IVA, con las pautas inflacionarias que hay hoy en la Argentina, con un tipo de cambio que el ministro Dujovne dijo aquí, en esta misma oficina, que iba a ser punta a punta de 19,3. Sin embargo, hoy estamos viendo que el tipo de cambio es de 21 pesos hoy, mayo. También dijo que los índices de precios iban a aumentar en promedio el 15,7 por ciento. Sin embargo, hoy están por encima del 20 por ciento.
Efectivamente, hay una recaudación excesiva, producto de la variación del tipo de cambio, producto de más importaciones, producto de una economía que está creciendo en línea con lo que planteaba el propio gobierno, pero fundamentalmente con una inflación muy por encima de lo que nos planteó el ministro en este recinto.
Nosotros creemos que este año se va a recaudar 120.000 o 140.000 millones más de IVA del previsto presupuestariamente. Ojalá podamos recaudar más; es más para las provincias, más para los municipios, más para el Estado. Bienvenido sea, pero acotemos esta discusión en el marco de la racionalidad.
Nosotros no estamos poniendo en juego acá el déficit fiscal. Usted, señor presidente, en la famosa discusión del IVA con respecto a los jubilados y a la Asignación Universal, nos dijo que tenía un costo de entre 17.000 y 20.000 millones de pesos. ¿Es así, señor presidente?
El año pasado se ejecutaron 1.947 millones, entre el 10 y el 12 por ciento. Para este año la ejecución es un poco mayor. Cuando le planteábamos que teníamos que ampliar el efecto, nos decían; "No, tiene un costo fiscal excesivo." Entonces yo le planteo una decisión política, acá no estamos en contra de que las cuentas vayan en un orden. Nosotros no. Nosotros somos muy conscientes de la necesidad de que las cuentas estén equilibradas. Y podemos discutir todos los temas que tengamos que discutir.
Acá estamos discutiendo si con estas tarifas es sustentable o no la evolución económica de las familias, de las pymes, de los pequeños comerciantes, de la Argentina federal. Queremos ponernos de ese lado del mostrador. Y ustedes nos van a decir: las tarifas no aumentaron lo suficiente, y las empresas van a tener problemas de inversión. Entonces, miremos las catorce empresas que cotizan en bolsa, que están vinculadas a la energía. Todas han multiplicado su valor en dólares, en pesos, todas, con una correlación directa con el aumento tarifario.
Todas aumentaron las ganancias en miles de millones. Bienvenido sea, porque tienen más recursos para invertir. Pero además, autorizados por los entes reguladores, pagaron dividendos.
Les comento cuánto pagaron algunas empresas de dividendos: Central Puerto, 1.060 millones de pesos, empresa que genera energía y está acá cerquita; Transportadora Gas del Norte -TGN-, 370 millones de pesos el 12/4/18 -hace pocos días. Es decir, son ganancias; después de la inversión, quedaron recursos, se hizo una Asamblea y preguntaron: "¿Qué hacemos con la plata? ¿La reinvertimos o la distribuimos? La distribuimos." Transportadora Gas del Sur -TGS-, 460 millones; Distribuidora Gas Cuyana, 620 millones en este año -hace pocos días-, y 49 millones el año anterior. Edesal Holding 136, 100 y 66 millones en 2017, 2016, y 2016. No distribuyeron dividendos Gas Camuzzi, Gas Natural Ban, Edenor, Transener, Pampa, ni Metrogas. Es decir, decimos quiénes no y quiénes sí distribuyeron dividendos.
Por lo tanto, no es un problema de mejorar la estructura tarifaria para darle ganancias a las empresas y que, como producto de esas ganancias, haya más inversión y se presten mejores servicios. Ese es un camino que se inició en el 2016 y en el 2017, que se discutió en el Congreso y que hubo un fallo de la Corte. La Corte dijo muy claramente: "No solamente miren la estructura de costos, sino también a los usuarios".
Revisamos todas las resoluciones de los entes reguladores de gas, de agua y de luz, y observamos que no hablan del usuario sino de los costos; hacen referencia a las inversiones, y a las reinversiones. Si quieren, les doy los números de las resoluciones para que ustedes las lean.
Entonces, tenemos la obligación de ponernos del lado del usuario, de ponernos en los zapatos de la pyme que efectivamente no puede sobrevivir con estas tarifas. Esa es la discusión que queremos dar.
Nos encantaría sentarnos con el oficialismo y discutir la letra fina de estos aspectos. ¿Hay un problema con el IVA? Discutámoslo. Estamos trabajando con los ministros provinciales y los gobernadores. La cuestión no pasa por que el IVA es muy alto, sino por el esquema tarifario. Si hay que discutir el IVA en el marco de una mayor recaudación de ese impuesto, discutámoslo. Debatamos si el IVA es el problema. Discutamos también qué vamos hacer con la ejecución presupuestaria.
La ejecución presupuestaria del año pasado fue un 5 por ciento menor a la que votó este Congreso, y este año sigue siendo un 5 por ciento menor. Bienvenida sea esta discusión porque quizás es la manera de ordenar las cuentas fiscales. Nosotros no tenemos ninguna dificultad en ese sentido.
Los aumentos que aprobaron los cuadros tarifarios en un sistema de audiencias públicas fueron: Edenor, 68, 59, 50 y 54 por ciento según el consumo de luz; Metrogas, entre diciembre y febrero de este año, 48, 48-79, 40-69, 36-62 por ciento; Camuzzi Pampeana 37-38, 40-31, digo los extremos, 43-43 por ciento. Ahora bien, cuando uno mira las facturas ve mayores valores porque también se sacaron subsidios a los tramos de transportes.
Entonces, señor presidente, creemos que hoy debemos firmar un dictamen, porque consideramos que las comisiones de Obras Públicas y de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia han trabajado bien. Esto no lo decimos desde ninguna demagogia; somos conscientes de que este es un tema que hay que discutir y que hay que hacerlo en el Congreso.
Nos encantaría, como en otras oportunidades, sentarnos en una mesa y discutir punto por punto, de manera de hacerlo sustentable y de encontrar una solución concreta para todos, desde los mendocinos hasta los salteños, pasando por los entrerrianos y el sur de la Argentina, porque tenemos que encontrar una mirada federal.
El otro día, un diputado de nuestro bloque, Javier David, mostraba la factura de un servicio del barrio de Recoleta y comparada con una del interior del país se pueden observar unas diferencias enormes.
Entonces, si van a seguir así, discutámoslo; debatamos cómo debe haber un criterio federal, pero no es desde la intransigencia, y no pensando que nos van a vetar la norma, que no están dispuestos a discutir este tema o hay que cumplir con un presupuesto.
Cumplamos con el presupuesto. ¿Saben qué? El presupuesto que nosotros aprobamos en este recinto -no todos, algunos no lo aprobaron, pero yo formé parte de quienes aprobaron- tenía una pauta inflacionaria de entre el 8 y el 10 por ciento.
Tenía un tipo de cambio de 19,3 y una inflación de 15,7; ya va el 7 por ciento los tres primeros meses.
Entonces, si quieren racionalidad, discutamos con racionalidad y con todos los números en la mesa. ¿Quién discute que este tema no había que tratarlo? ¿Quién discute que sobre estos temas no había que tener una actualización? Si hemos dado una discusión en ese y en otros sentidos, sin hipocresía.
Por eso nuestro planteo, por un lado, es político. No vamos a permitir que nos traten de irracionales ni de demagógicos. No lo vamos a permitir bajo ningún punto de vista porque hemos tenido muchas discusiones y esas discusiones las vamos a seguir dando. Acá no está en juego la gobernabilidad. El tipo de cambio no se mueve por una reunión de comisión; se moverá por otras cuestiones, Pero no nos quieran dar la responsabilidad a los diputados acerca de los problemas financieros que pueda llegar a tener la balanza de pago o el Banco Central.
Queremos encontrar una solución concreta al tema de las tarifas. No se trata de una solución a la política. Es una solución a las pymes, a los sectores productivos. Leí un comunicado de Convergencia Empresarial, de las cámaras empresariales, en el que decía que no tienen problemas tarifarios. No es lo que nos dicen a nosotros las pymes ni las pizzerías ni el bar de la esquina ni la fundición de la provincia de Buenos Aires -no quiero dar nombres-; pero si efectivamente las empresas no tienen problemas, bueno, está bien, sacaremos el beneficio que pusimos en materia de IVA. Evidentemente, no tienen dificultades en materia de esquemas tarifarios. Por lo menos es lo que plantean públicamente.
Nosotros estamos dispuestos a dar todos los debates y estamos absolutamente convencidos de que este proyecto no solo es racional, sino que sigue los criterios de la Corte, se pone en el zapato del usuario y además es un debate que han iniciado ustedes -fundamentalmente, el bloque del radicalismo- y que nosotros queremos continuar en este recinto. No queremos que la intransigencia o aquellos sectores que no quieren escuchar dominen este debate. Hay que encontrar una solución a las tarifas.
Lo que hemos presentado no solo es racional sino que efectivamente cumple con el mandato de que siga los lineamientos de los salarios y la inflación mayorista para darle equilibrio y razonabilidad a las tarifas.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Luis Pastori.
SR. PASTORI Señor presidente: con el mismo respeto a las familias, a las pymes, a los usuarios de los servicios públicos, lamentablemente, no coincido con el diputado preopinante. Me voy a permitir calificar al proyecto de ley de uno de los dictámenes -porque acá estamos tratando dos dictámenes que vienen de las comisiones de Obras Públicas y de Defensa del Consumidor, del Usuario y la Competencia, uno con un proyecto de ley y otro con un rechazo a una veintena de proyectos diferentes- como de absoluta irracionalidad, porque no está dotado de razón. Si les molesta la palabra, puedo decir que es absurdo, descabellado, disparatado, inverosímil, ilógico. Le tiré todos los sinónimos de la palabra irracional; es irracional.
Voy a tratar de explicar por qué es irracional. Me voy a ceñir estrictamente al proyecto que tenemos en consideración, uno de los dictámenes, el que contiene el proyecto de ley.
Primero, declara una emergencia tarifaria de los servicios establecidos en el artículo siguiente, es decir, en el 2º. En el artículo 2º hay dos fechas, dos términos, uno que habla del 1º de noviembre de 2017, más el 2018 y 2019. Es decir, que estaríamos por aprobar una emergencia con varios meses de atraso; una emergencia retroactiva.
Ahí empezamos ya con lo ilógico. Pero más adelante habla de otro plazo. Dice que las tarifas tendrán una estabilidad mínima de doce meses, plazo durante el cual no se podrá incrementar el monto por ningún mecanismo de actualización tarifaria.
¿Cuál es el plazo de la emergencia tarifaria? Sabemos todos que no se puede aprobar ni dictar una emergencia de cualquier orden sin que tenga un plazo determinado.
¿Cuál es el plazo? ¿El 1° de noviembre? ¿Es retroactiva hasta el 2019? Supongo que será el 31 de diciembre. No lo dice. ¿O son los doce meses que regirán quién sabe a partir de cuándo? ¿Cundo la ley entre en vigencia? ¿Cuál de los dos es el plazo de la emergencia? Este es el primer gran problema.
Por otro lado, en este artículo 2° se habla de la ley de regulación del gas natural, de la energía eléctrica, del agua, de las cloacas, del transporte terrestre -supongo que será el de pasajeros-, del transporte ferroviario -supongo que será el de pasajeros- y de peajes nacionales. El proyecto declara en emergencia tarifaria al sistema de peajes nacionales, "para los usuarios y consumidores residenciales", dice. Perfecto.
Pero después, el artículo 3° establece un régimen diferente para las pymes -micro, pequeñas y medianas empresas-, donde la variación no es por el coeficiente de variación salarial sino por la variación de las tarifas. Sería por el índice de precios del INDEC al por mayor, el IPIM. Pero están en el artículo 3°. Y el artículo 1° dice que la emergencia es para lo que está en el artículo 2°.
Entonces: ¿la emergencia alcanza o no alcanza a las pymes? Porque las pymes están desarrolladas con un régimen diferencial en el artículo 3°, no están en el artículo 2°; y el artículo 1° dice que lo que entra en emergencia es lo que está en el artículo 2°. La verdad que es una ensalada fenomenal. Le doy un premio al que pueda descifrar este verdadero intríngulis.
Pero no termina acá la cosa. Suponiendo que las pymes sí están comprendidas por alguna interpretación que nunca falta, ¿cuál es el período de emergencia para las pymes? ¿Los nueve meses que dice el artículo de las pymes? ¿Los doce meses que dice el artículo 2°? ¿O también es retroactivo al 1° de noviembre de 2017? Seguramente, alguien podrá dilucidarlo. No sé de qué manera, cuándo ni cómo.
No me voy a referir a los peajes, pero están en ese artículo 2° y después no se los vuelve a mencionar en toda la ley. Lo pusieron en el artículo 2° pero después se olvidaron del tema de los peajes.
Asimismo, el artículo 4° genera un crédito fiscal a todos los usuarios de servicios públicos como luz, agua, gas, cloacas, transporte automotor y ferroviario de pasajeros; aquí sí lo aclara.
Establece entonces, que se le va a generar un crédito a favor pero que será computable al próximo período del consumo. Y da 30 días de plazo a todas las empresas concesionarias y prestatarias para cumplir con ese artículo. Lo que no sabemos es cumplir con qué.
Pienso que tal vez ese plazo de 30 días es el que tengan las empresas para determinar cuál es el crédito de todos y de cada uno de los usuarios de todos estos servicios desde el 1° de noviembre de 2017. Es decir: noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Los últimos seis meses. Y las empresas van a tener que establecer, caso por caso, cuál es su supuesto crédito para ser computable en el próximo período de consumo.
Y si el próximo período de consumo no alcanza a absorber ese crédito, ¿qué pasará con la diferencia de dicho crédito? ¿Lo pierde el usuario? No dice nada sobre eso. ¿Le queda un saldo a favor para computarlo algún día vaya a saber contra qué? Tampoco lo dice. Exactamente dice así: "...al próximo período de consumo".
En el caso de quien se mueve mediante el transporte ferroviario o en el automotor de pasajeros y tenga un crédito que le va a cubrir muchos viajes, ¿lo podrá usar solo en el próximo viaje? ¿Cómo lo va a poder demostrar? ¿Cómo se va a canalizar esta imposición legal? Es un intríngulis absolutamente irracional.
El artículo 5° se refiere a la baja de la alícuota del IVA de aquellas que están alcanzadas por el 27 por ciento. Básicamente, se trata de las ventas a responsables inscriptos y monotributistas de servicios regulados por medidor. La baja es del 27 por ciento al 10,5. Lo reduce a la mitad de la alícuota general que es del 21 por ciento. Es decir, son 16 puntos y medio de rebaja. Pero allí también incluye a las telecomunicaciones al decir: "...demás prestaciones comprendidas en los puntos 4, 5 y 6 del inciso e) del artículo 3° de la ley 23.349". Esta norma -la 23.349- es la del Impuesto al Valor Agregado. ¿Qué sucede con las telecomunicaciones? Las incluimos en este proyecto de emergencia tarifaria y lo hicieron "de prepo" en el artículo 5°. ¿Qué va a suceder entonces con quien es usuario de telefonía móvil o fija respecto de esta inclusión? ¿Habrá algún crédito o solamente se hará una rebaja en el caso de que sea responsable inscripto o monotributista y esté alcanzado por la alícuota del 27 por ciento?
El artículo 6° dice así: "No será aplicable para la categoría de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, según los términos del artículo 1° de la ley 25.300 y sus normas complementarias, el párrafo segundo y tercero del artículo 28 de la ley número 23.349". ¿Qué alícuota le aplicamos a las pymes? Si están incluidas en el artículo 5°, ¿para qué existe el artículo 6°? Creo que el artículo 6° no tiene ningún sentido.
En el artículo 7° encontramos otro problema. Allí se hace referencia a los créditos fiscales del Impuesto al Valor Agregado y hace alusión a los servicios de transporte y distribución de gas natural y energía eléctrica y empresas prestadoras de los servicios de transporte y distribución de gas natural y energía eléctrica. ¿Qué sucede con el agua? Se olvidaron. Quizás las empresas prestatarias del servicio de agua y cloacas no están incluidas en este artículo. ¿Se puede explicar esta discriminación o es una simple omisión?
En el día de la fecha escuchamos las quejas de muchos intendentes y algunos gobernadores respecto del proyecto de ley presentado en el Senado por varios senadores con el fin de transparentar la factura de los servicios públicos. Concretamente, el artículo 8° se refiere a eso, aunque en otras palabras, está peor redactado. Dice así: "No se podrán crear nuevos cargos a la demanda de servicios públicos regulados por la presente ley ni aplicarse cargos existentes que conlleven de cualquier manera a un incremento tarifario". Este artículo no define cuáles son los cargos. ¿Acaso este proyecto señala lo mismo que el presentado en el Senado respecto de que hay que eliminar esos cargos existentes y en el futuro no aplicar ningún cargo nuevo? Por cargo se entendería cualquier gravamen que se pueda aplicar al consumo de todos estos servicios públicos. ¿Qué fue lo quisieron decir con este artículo 8°?
Está en la misma línea, en la misma sintonía que el proyecto que está en el Senado, pero acá dicen que eso no sirve, que no va; pero acá lo ponen.
Entonces, ¿esto es irracional? Por lo menos es absurdo, descabellado y disparatado, si no es irracional.
El artículo 9° supongo que es un error. Dice: "La reducción de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado dispuesta en el artículo 6° de la presente ley tendrá vigencia por doce meses." La verdad que en el artículo 6° no hay ninguna disminución del IVA. Quienes han firmado este dictamen, revísenlo, seguramente se habrán querido referir al artículo 5°, que sí es el que dispone la reducción de las alícuotas del IVA.
El artículo dice también que el Poder Ejecutivo podrá prorrogar por igual período, por doce meses más, el plazo de recomposición de las alícuotas del IVA a las tarifas, pero de no hacerlo debe informar por qué no lo hizo. Es decir, le damos la facultad de hacerlo, y si no decide hacerlo, debe informar por qué no decidió hacerlo.
La verdad, le dimos la facultad, pero si no lo hace tiene que informar por qué no lo hizo. Si era facultativo, podía o no hacerlo.
Voy a saltear varios artículos, señor presidente, porque podría hacer observaciones artículo por artículo.
Voy a tratar de explicar por qué es irracional. Me voy a ceñir estrictamente al proyecto que tenemos en consideración, uno de los dictámenes, el que contiene el proyecto de ley.
Primero, declara una emergencia tarifaria de los servicios establecidos en el artículo siguiente, es decir, en el 2º. En el artículo 2º hay dos fechas, dos términos, uno que habla del 1º de noviembre de 2017, más el 2018 y 2019. Es decir, que estaríamos por aprobar una emergencia con varios meses de atraso; una emergencia retroactiva.
Ahí empezamos ya con lo ilógico. Pero más adelante habla de otro plazo. Dice que las tarifas tendrán una estabilidad mínima de doce meses, plazo durante el cual no se podrá incrementar el monto por ningún mecanismo de actualización tarifaria.
¿Cuál es el plazo de la emergencia tarifaria? Sabemos todos que no se puede aprobar ni dictar una emergencia de cualquier orden sin que tenga un plazo determinado.
¿Cuál es el plazo? ¿El 1° de noviembre? ¿Es retroactiva hasta el 2019? Supongo que será el 31 de diciembre. No lo dice. ¿O son los doce meses que regirán quién sabe a partir de cuándo? ¿Cundo la ley entre en vigencia? ¿Cuál de los dos es el plazo de la emergencia? Este es el primer gran problema.
Por otro lado, en este artículo 2° se habla de la ley de regulación del gas natural, de la energía eléctrica, del agua, de las cloacas, del transporte terrestre -supongo que será el de pasajeros-, del transporte ferroviario -supongo que será el de pasajeros- y de peajes nacionales. El proyecto declara en emergencia tarifaria al sistema de peajes nacionales, "para los usuarios y consumidores residenciales", dice. Perfecto.
Pero después, el artículo 3° establece un régimen diferente para las pymes -micro, pequeñas y medianas empresas-, donde la variación no es por el coeficiente de variación salarial sino por la variación de las tarifas. Sería por el índice de precios del INDEC al por mayor, el IPIM. Pero están en el artículo 3°. Y el artículo 1° dice que la emergencia es para lo que está en el artículo 2°.
Entonces: ¿la emergencia alcanza o no alcanza a las pymes? Porque las pymes están desarrolladas con un régimen diferencial en el artículo 3°, no están en el artículo 2°; y el artículo 1° dice que lo que entra en emergencia es lo que está en el artículo 2°. La verdad que es una ensalada fenomenal. Le doy un premio al que pueda descifrar este verdadero intríngulis.
Pero no termina acá la cosa. Suponiendo que las pymes sí están comprendidas por alguna interpretación que nunca falta, ¿cuál es el período de emergencia para las pymes? ¿Los nueve meses que dice el artículo de las pymes? ¿Los doce meses que dice el artículo 2°? ¿O también es retroactivo al 1° de noviembre de 2017? Seguramente, alguien podrá dilucidarlo. No sé de qué manera, cuándo ni cómo.
No me voy a referir a los peajes, pero están en ese artículo 2° y después no se los vuelve a mencionar en toda la ley. Lo pusieron en el artículo 2° pero después se olvidaron del tema de los peajes.
Asimismo, el artículo 4° genera un crédito fiscal a todos los usuarios de servicios públicos como luz, agua, gas, cloacas, transporte automotor y ferroviario de pasajeros; aquí sí lo aclara.
Establece entonces, que se le va a generar un crédito a favor pero que será computable al próximo período del consumo. Y da 30 días de plazo a todas las empresas concesionarias y prestatarias para cumplir con ese artículo. Lo que no sabemos es cumplir con qué.
Pienso que tal vez ese plazo de 30 días es el que tengan las empresas para determinar cuál es el crédito de todos y de cada uno de los usuarios de todos estos servicios desde el 1° de noviembre de 2017. Es decir: noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Los últimos seis meses. Y las empresas van a tener que establecer, caso por caso, cuál es su supuesto crédito para ser computable en el próximo período de consumo.
Y si el próximo período de consumo no alcanza a absorber ese crédito, ¿qué pasará con la diferencia de dicho crédito? ¿Lo pierde el usuario? No dice nada sobre eso. ¿Le queda un saldo a favor para computarlo algún día vaya a saber contra qué? Tampoco lo dice. Exactamente dice así: "...al próximo período de consumo".
En el caso de quien se mueve mediante el transporte ferroviario o en el automotor de pasajeros y tenga un crédito que le va a cubrir muchos viajes, ¿lo podrá usar solo en el próximo viaje? ¿Cómo lo va a poder demostrar? ¿Cómo se va a canalizar esta imposición legal? Es un intríngulis absolutamente irracional.
El artículo 5° se refiere a la baja de la alícuota del IVA de aquellas que están alcanzadas por el 27 por ciento. Básicamente, se trata de las ventas a responsables inscriptos y monotributistas de servicios regulados por medidor. La baja es del 27 por ciento al 10,5. Lo reduce a la mitad de la alícuota general que es del 21 por ciento. Es decir, son 16 puntos y medio de rebaja. Pero allí también incluye a las telecomunicaciones al decir: "...demás prestaciones comprendidas en los puntos 4, 5 y 6 del inciso e) del artículo 3° de la ley 23.349". Esta norma -la 23.349- es la del Impuesto al Valor Agregado. ¿Qué sucede con las telecomunicaciones? Las incluimos en este proyecto de emergencia tarifaria y lo hicieron "de prepo" en el artículo 5°. ¿Qué va a suceder entonces con quien es usuario de telefonía móvil o fija respecto de esta inclusión? ¿Habrá algún crédito o solamente se hará una rebaja en el caso de que sea responsable inscripto o monotributista y esté alcanzado por la alícuota del 27 por ciento?
El artículo 6° dice así: "No será aplicable para la categoría de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, según los términos del artículo 1° de la ley 25.300 y sus normas complementarias, el párrafo segundo y tercero del artículo 28 de la ley número 23.349". ¿Qué alícuota le aplicamos a las pymes? Si están incluidas en el artículo 5°, ¿para qué existe el artículo 6°? Creo que el artículo 6° no tiene ningún sentido.
En el artículo 7° encontramos otro problema. Allí se hace referencia a los créditos fiscales del Impuesto al Valor Agregado y hace alusión a los servicios de transporte y distribución de gas natural y energía eléctrica y empresas prestadoras de los servicios de transporte y distribución de gas natural y energía eléctrica. ¿Qué sucede con el agua? Se olvidaron. Quizás las empresas prestatarias del servicio de agua y cloacas no están incluidas en este artículo. ¿Se puede explicar esta discriminación o es una simple omisión?
En el día de la fecha escuchamos las quejas de muchos intendentes y algunos gobernadores respecto del proyecto de ley presentado en el Senado por varios senadores con el fin de transparentar la factura de los servicios públicos. Concretamente, el artículo 8° se refiere a eso, aunque en otras palabras, está peor redactado. Dice así: "No se podrán crear nuevos cargos a la demanda de servicios públicos regulados por la presente ley ni aplicarse cargos existentes que conlleven de cualquier manera a un incremento tarifario". Este artículo no define cuáles son los cargos. ¿Acaso este proyecto señala lo mismo que el presentado en el Senado respecto de que hay que eliminar esos cargos existentes y en el futuro no aplicar ningún cargo nuevo? Por cargo se entendería cualquier gravamen que se pueda aplicar al consumo de todos estos servicios públicos. ¿Qué fue lo quisieron decir con este artículo 8°?
Está en la misma línea, en la misma sintonía que el proyecto que está en el Senado, pero acá dicen que eso no sirve, que no va; pero acá lo ponen.
Entonces, ¿esto es irracional? Por lo menos es absurdo, descabellado y disparatado, si no es irracional.
El artículo 9° supongo que es un error. Dice: "La reducción de la alícuota del Impuesto al Valor Agregado dispuesta en el artículo 6° de la presente ley tendrá vigencia por doce meses." La verdad que en el artículo 6° no hay ninguna disminución del IVA. Quienes han firmado este dictamen, revísenlo, seguramente se habrán querido referir al artículo 5°, que sí es el que dispone la reducción de las alícuotas del IVA.
El artículo dice también que el Poder Ejecutivo podrá prorrogar por igual período, por doce meses más, el plazo de recomposición de las alícuotas del IVA a las tarifas, pero de no hacerlo debe informar por qué no lo hizo. Es decir, le damos la facultad de hacerlo, y si no decide hacerlo, debe informar por qué no decidió hacerlo.
La verdad, le dimos la facultad, pero si no lo hace tiene que informar por qué no lo hizo. Si era facultativo, podía o no hacerlo.
Voy a saltear varios artículos, señor presidente, porque podría hacer observaciones artículo por artículo.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PASTORI Voy a saltearlos en razón de que no quiero abusar del tiempo.
Habla de las tarifas, de la tarifa social, y hace una nueva definición de quiénes son los usuarios de tarifa social, cambia el modo. Es decir, actualmente la tarifa social comprende a aquellos que están encuadrados en una situación objetiva, es decir, consumir hasta tantos kilovatios/hora mensuales.
En mi provincia, Misiones, este valor está fijado en 300 kilovatios/hora mensuales. Es decir, el que consuma hasta 300 kilovatios tiene la tarifa social, costo cero, paga únicamente el valor agregado de distribución. Ahora hacen toda una extensa enumeración de los beneficiados por la tarifa social: "comprende a jubilados, pensionados o trabajadores en relación de dependencia que perciban una remuneración bruta igual o menor a tres salarios mínimos". Los jubilados y pensionados no perciben remuneraciones, esto está claro, perciben haberes pasivos. Remuneración es solo para los trabajadores activos.
Habla de "los trabajadores monotributistas inscriptos en una categoría cuyo ingreso anual mensualizado no supere en tres veces el salario mínimo vital y móvil", inciso b), pero al final, el inciso n), habla de "pequeños emprendimientos comerciales y de servicios cuya condición tributaria sea monotributista".
¿Cuál es la diferencia entre el n) y el b)? Estamos hablando de monotributistas, están repetidos. Pero además, al cambiar el criterio, ya no es una condición objetiva consumir hasta equis cantidad de kilovatios, sino tener ahora una condición subjetiva: ser monotributista, ser empleado en relación de dependencia hasta tantos salarios, o ser excombatiente de Malvinas, percibir un seguro de desempleo, o tener una pensión vitalicia, etcétera, son varios incisos.
No sé si se pusieron a pensar que con esta nueva definición de beneficiario de tarifa social, de aprobarse este proyecto mucha gente que hoy está siendo beneficiaria quedaría excluida, un absurdo.
Por ejemplo, alguien que esté desocupado y que hoy esté consumiendo hasta 150 kilovatios mensuales, hoy es beneficiario de una tarifa social. Con este proyecto, quedaría afuera, no está comprendido porque no reúne ninguna de las calidades subjetivas que menciona el artículo 12 de este proyecto de dictamen.
Voy a saltear varios artículos más, si no, no termino más.
Mejor salteo dos y voy al artículo 15 que dice: "La alícuota del IVA será cero para todos los usuarios de servicios públicos de gas natural y energía eléctrica..." -acá ya no es el agua-, "...que se encuentren contemplados dentro y cuenten con el régimen de tarifa social." Me pregunto, ¿dentro de qué?, porque dice: "...que se encuentren contemplados dentro". Lo primero que pensé fue dentro del régimen de tarifa social, pero después aclara "...y estén dentro del régimen de tarifa social". Entonces, me pregunto dentro de qué.
Por otro lado, el artículo 17 es un absurdo legislativo. Dice: "Las empresas prestatarias de servicios públicos no deberán incumplir sus obligaciones en perjuicio de los usuarios y consumidores en virtud de la disposición de la presente ley". Es como decir: "Vos no podés incumplir con la ley." Esto es nunca visto; en una ley se deben contemplar las cosas que se deben cumplir, pero no se deben poner que las empresas no pueden incumplir. ¡Por supuesto que no pueden incumplir! Ahora, ¿qué pasa si incumplen? Nada, absolutamente nada, porque está previsto, el proyecto dice "Usted no puede incumplir", pero, "Si incumplo, ¿qué?" Estamos en paz, no pasa nada, no hay ninguna sanción prevista.
Voy a ir al último artículo porque no quiero monopolizar el tiempo. El artículo 21 dice: "Todas las disposiciones referidas al tema impositivo tendrán vigencia para los hechos imponibles que se perfeccionen a partir del primer mes de entrada en vigencia de la presente ley." Y termina con algo que es un absurdo total, la frutilla del postre, porque dice: "El costo fiscal de la presente ley será soportado por el Estado nacional." Yo pregunto cómo. Ni aunque quisiera puede hacerlo porque si se recauda 100, se coparticipa 100, pero si se recauda 70 se coparticipa 70, es decir, se coparticipa lo que se recauda. Inevitablemente el costo fiscal lo van a soportar las provincias y los municipios en la parte que les corresponda.
¿Cómo hace la Nación? Tengamos un exceso de imaginación y supongamos que la Nación esté enamorada de este proyecto y lo quiera aplicar. No lo va a poder hacer ni aunque quisiera porque cómo se va hacer cargo de un costo fiscal cuando recaudó 70 y tiene que coparticipar 70 si antes recaudaba 100. Es imposible.
Hice un cálculo rápido. Se habla de un costo fiscal todavía no determinado por la Oficina de Presupuesto, pero más o menos de 100.000 millones de pesos para este año y 125.000 para el año que viene, pero no es solo del IVA, sino que están también los subsidios, etcétera. Si calculáramos solamente el IVA, de acuerdo a trabajos que hicieron técnicos de nuestro interbloque, es decir el IVA solamente y no los subsidios, andaría en el orden de los 49.300 millones de pesos en los años 2018 y 2019, solo para gas y luz, o sea, no están contemplados el agua, transporte, peajes ni cloacas. Tomemos estos 49.300, que es lo que se pudo determinar más o menos fehacientemente. Sabemos que de la recaudación, un 11 por ciento va a la ANSES, serían 5.423 millones de pesos, por lo que quedarían 43.877 millones, que es lo iría a la masa coparticipable, para la distribución primaria de la coparticipación. De eso, se destina el 1 por ciento a ATN, el 37,89 por ciento al Tesoro Nacional, el 3,75 por ciento a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el 57,36 por ciento a las provincias. Es decir que las provincias estarían perdiendo 25.168 millones de pesos. Solamente para la provincia de Misiones, que tiene un bajo índice de coparticipación -3,43 por ciento- serían 863 millones de pesos.
No lo digo yo, lo dice claramente el ministro de Hacienda de la provincia de Misiones -contador Safrán-, que no es de nuestro espacio político. Hoy, en el diario El Territorio -si hay algún legislador del oficialismo misionero, lo puede cotejar-, aparece el título: "Si baja el IVA, la provincia debe subsidiar la energía". Señaló asimismo que "ninguna medida es mágica", y que "si se reduce el IVA en las tarifas, las provincias serán las que se verán perjudicadas." Continúa diciendo el artículo del diario: "En este punto, reconoció que no es conveniente que a las provincias se les reduzca el IVA, ya que el 89 por ciento del ingreso se coparticipa. Si se baja el IVA, las provincias somos las que terminaríamos financiando o subsidiando la energía,..."
Esto dice el ministro de Hacienda de la provincia. Creo que en la comisión hay un diputado que responde a ese espacio político, espero que lo haya leído. Por lo menos, si vota de otra manera, que sepa lo que dice el ministro de Hacienda de su provincia.
Señor presidente: coincido en que tenemos que emitir dictamen, el cual, por las razones que he expuesto, no puede ser otra cosa que un absoluto y total rechazo a lo más profundo del archivo. (Aplausos.)
Habla de las tarifas, de la tarifa social, y hace una nueva definición de quiénes son los usuarios de tarifa social, cambia el modo. Es decir, actualmente la tarifa social comprende a aquellos que están encuadrados en una situación objetiva, es decir, consumir hasta tantos kilovatios/hora mensuales.
En mi provincia, Misiones, este valor está fijado en 300 kilovatios/hora mensuales. Es decir, el que consuma hasta 300 kilovatios tiene la tarifa social, costo cero, paga únicamente el valor agregado de distribución. Ahora hacen toda una extensa enumeración de los beneficiados por la tarifa social: "comprende a jubilados, pensionados o trabajadores en relación de dependencia que perciban una remuneración bruta igual o menor a tres salarios mínimos". Los jubilados y pensionados no perciben remuneraciones, esto está claro, perciben haberes pasivos. Remuneración es solo para los trabajadores activos.
Habla de "los trabajadores monotributistas inscriptos en una categoría cuyo ingreso anual mensualizado no supere en tres veces el salario mínimo vital y móvil", inciso b), pero al final, el inciso n), habla de "pequeños emprendimientos comerciales y de servicios cuya condición tributaria sea monotributista".
¿Cuál es la diferencia entre el n) y el b)? Estamos hablando de monotributistas, están repetidos. Pero además, al cambiar el criterio, ya no es una condición objetiva consumir hasta equis cantidad de kilovatios, sino tener ahora una condición subjetiva: ser monotributista, ser empleado en relación de dependencia hasta tantos salarios, o ser excombatiente de Malvinas, percibir un seguro de desempleo, o tener una pensión vitalicia, etcétera, son varios incisos.
No sé si se pusieron a pensar que con esta nueva definición de beneficiario de tarifa social, de aprobarse este proyecto mucha gente que hoy está siendo beneficiaria quedaría excluida, un absurdo.
Por ejemplo, alguien que esté desocupado y que hoy esté consumiendo hasta 150 kilovatios mensuales, hoy es beneficiario de una tarifa social. Con este proyecto, quedaría afuera, no está comprendido porque no reúne ninguna de las calidades subjetivas que menciona el artículo 12 de este proyecto de dictamen.
Voy a saltear varios artículos más, si no, no termino más.
Mejor salteo dos y voy al artículo 15 que dice: "La alícuota del IVA será cero para todos los usuarios de servicios públicos de gas natural y energía eléctrica..." -acá ya no es el agua-, "...que se encuentren contemplados dentro y cuenten con el régimen de tarifa social." Me pregunto, ¿dentro de qué?, porque dice: "...que se encuentren contemplados dentro". Lo primero que pensé fue dentro del régimen de tarifa social, pero después aclara "...y estén dentro del régimen de tarifa social". Entonces, me pregunto dentro de qué.
Por otro lado, el artículo 17 es un absurdo legislativo. Dice: "Las empresas prestatarias de servicios públicos no deberán incumplir sus obligaciones en perjuicio de los usuarios y consumidores en virtud de la disposición de la presente ley". Es como decir: "Vos no podés incumplir con la ley." Esto es nunca visto; en una ley se deben contemplar las cosas que se deben cumplir, pero no se deben poner que las empresas no pueden incumplir. ¡Por supuesto que no pueden incumplir! Ahora, ¿qué pasa si incumplen? Nada, absolutamente nada, porque está previsto, el proyecto dice "Usted no puede incumplir", pero, "Si incumplo, ¿qué?" Estamos en paz, no pasa nada, no hay ninguna sanción prevista.
Voy a ir al último artículo porque no quiero monopolizar el tiempo. El artículo 21 dice: "Todas las disposiciones referidas al tema impositivo tendrán vigencia para los hechos imponibles que se perfeccionen a partir del primer mes de entrada en vigencia de la presente ley." Y termina con algo que es un absurdo total, la frutilla del postre, porque dice: "El costo fiscal de la presente ley será soportado por el Estado nacional." Yo pregunto cómo. Ni aunque quisiera puede hacerlo porque si se recauda 100, se coparticipa 100, pero si se recauda 70 se coparticipa 70, es decir, se coparticipa lo que se recauda. Inevitablemente el costo fiscal lo van a soportar las provincias y los municipios en la parte que les corresponda.
¿Cómo hace la Nación? Tengamos un exceso de imaginación y supongamos que la Nación esté enamorada de este proyecto y lo quiera aplicar. No lo va a poder hacer ni aunque quisiera porque cómo se va hacer cargo de un costo fiscal cuando recaudó 70 y tiene que coparticipar 70 si antes recaudaba 100. Es imposible.
Hice un cálculo rápido. Se habla de un costo fiscal todavía no determinado por la Oficina de Presupuesto, pero más o menos de 100.000 millones de pesos para este año y 125.000 para el año que viene, pero no es solo del IVA, sino que están también los subsidios, etcétera. Si calculáramos solamente el IVA, de acuerdo a trabajos que hicieron técnicos de nuestro interbloque, es decir el IVA solamente y no los subsidios, andaría en el orden de los 49.300 millones de pesos en los años 2018 y 2019, solo para gas y luz, o sea, no están contemplados el agua, transporte, peajes ni cloacas. Tomemos estos 49.300, que es lo que se pudo determinar más o menos fehacientemente. Sabemos que de la recaudación, un 11 por ciento va a la ANSES, serían 5.423 millones de pesos, por lo que quedarían 43.877 millones, que es lo iría a la masa coparticipable, para la distribución primaria de la coparticipación. De eso, se destina el 1 por ciento a ATN, el 37,89 por ciento al Tesoro Nacional, el 3,75 por ciento a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el 57,36 por ciento a las provincias. Es decir que las provincias estarían perdiendo 25.168 millones de pesos. Solamente para la provincia de Misiones, que tiene un bajo índice de coparticipación -3,43 por ciento- serían 863 millones de pesos.
No lo digo yo, lo dice claramente el ministro de Hacienda de la provincia de Misiones -contador Safrán-, que no es de nuestro espacio político. Hoy, en el diario El Territorio -si hay algún legislador del oficialismo misionero, lo puede cotejar-, aparece el título: "Si baja el IVA, la provincia debe subsidiar la energía". Señaló asimismo que "ninguna medida es mágica", y que "si se reduce el IVA en las tarifas, las provincias serán las que se verán perjudicadas." Continúa diciendo el artículo del diario: "En este punto, reconoció que no es conveniente que a las provincias se les reduzca el IVA, ya que el 89 por ciento del ingreso se coparticipa. Si se baja el IVA, las provincias somos las que terminaríamos financiando o subsidiando la energía,..."
Esto dice el ministro de Hacienda de la provincia. Creo que en la comisión hay un diputado que responde a ese espacio político, espero que lo haya leído. Por lo menos, si vota de otra manera, que sepa lo que dice el ministro de Hacienda de su provincia.
Señor presidente: coincido en que tenemos que emitir dictamen, el cual, por las razones que he expuesto, no puede ser otra cosa que un absoluto y total rechazo a lo más profundo del archivo. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
SR. LAVAGNA En primer lugar, quiero hacer algunas reflexiones sobre las palabras del diputado Pastori. Me parece que muchas de las objeciones que hace el diputado son de índole de técnica legislativa.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. LAVAGNA ¿Puedo terminar de hablar? Yo escuché con mucha atención. Estaría bueno que si queremos hacer un debate en serio escuchen lo que uno tiene para decir.
El primer punto que hacía referencia a la emergencia, le podemos poner el plural y ya solucionamos todas las dudas que tiene sobre los artículos. La parte que es técnica legislativa, lo invito ahora a firmar el dictamen en disidencia y lo resolvemos en el recinto. No vamos a tener ningún problema en eso, seguramente.
Con respecto a los 100.000 millones de costo fiscal que recién acaba de mencionar, me hace acordar mucho a otras estimaciones de gasto que tienen cuando hacen los cálculos, como por ejemplo el que recién hacía mención el diputado Bossio, que cuando aprobamos la devolución del IVA a jubilados, decían que iban a gastar 30.000 millones de pesos. No llegamos ni a los dos mil, con lo cual permítanme dudar de la calculadora que están utilizando para estimar el costo fiscal.
Otro dato adicional: hablaban de que el costo fiscal del IVA solo era de 40.000 millones. ¡Lindísimo!, porque sobre todo el IVA de servicios recaudan 23.500 millones, con lo cual es muy lindo que podamos llegar a los 49.000. Esto no lo digo yo, sino que entre los gobernadores estuvo circulando un mail que les mandó el Ministerio del Interior asustándolos por el costo fiscal. Acá hablaba sobre todos los costos que son muy distintos a los 100.000 millones que tienen ustedes. De manera que les recomiendo que se pongan de acuerdo entre ustedes mismos sobre cuál es la cifra que van a tirar para los medios.
No me terminó de quedar claro si el oficialismo está de acuerdo o no con que las tarifas no aumenten más que los salarios. Tampoco me quedó claro si el oficialismo está dispuesto a discutir una baja de la carga impositiva en las tarifas de luz, gas o agua.
Si están de acuerdo con eso, nos sentamos y en dos minutos corregimos el dictamen para la hora en que se firme y luego lo votamos en el recinto con las correcciones que puedan aportar y con el enriquecimiento que le puedan hacer al proyecto.
Una de las grandes virtudes que ha tenido este Congreso a lo largo de estos dos años es que hemos enriquecido todos los proyectos, tanto los de la oposición como los que venían del Ejecutivo o de la bancada del oficialismo de la Cámara. Bienvenido, entonces, que nos podamos sentar para corregir el proyecto.
Pero lo primero que me gustaría saber es si están de acuerdo con que las tarifas no aumenten más que los salarios. Esto es de una lógica muy sencilla. El Poder Ejecutivo nos había dicho que, a esta altura, íbamos a tener una inflación de entre el 8 y el 12 por ciento. Pero vamos a tener una inflación del 25 por ciento. Nos habían dicho que íbamos a tener una economía donde el poder adquisitivo de la gente se iba a estar recuperando. Sin embargo, todavía no terminamos de recuperar la pérdida del salario real del año 2016.
Entonces, cuando cambian las premisas básicas sobre las cuales idearon el aumento tarifario, corresponde que después adapten lo que habían planeado.
De tal manera que reitero la pregunta: ¿están de acuerdo con que las tarifas no aumenten más que los salarios, sabiendo que el Ejecutivo incumplió con el objetivo de bajar la inflación y de hacer crecer la economía para que les llegue a todos? Esa es la discusión.
La técnica legislativa la resolvemos en dos minutos. Hemos corregido miles de cosas en el recinto. Si hay que cambiar el número de un artículo porque quedó mal en el dictamen, no tenemos problema en hacerlo.
Me gustaría que el oficialismo me aclare si está dispuesto o no en avanzar en la solución de esto.
Voy a darles el costo fiscal según mis cálculos porque mezclan un poco cuando lo calculan, incluso cuando el Poder Ejecutivo manda el mail está mezclado. Mi cálculo me está dando una reducción del IVA por arriba de los 5.200 millones para lo que es residencial y un poquito menos de 1.000 millones para las pymes. Esto me da un costo fiscal un poco por debajo de los 7.000 millones, de los cuales a las provincias irían nada más que 3.500 millones.
El artículo que incorporamos es para que el costo de 3.500 millones, que correspondería a las provincias, lo absorba la Nación. Esto es porque la Nación les pide a las provincias que bajen impuestos y al mismo tiempo les pide que cumplan con el pacto fiscal. Entonces le dan de un lado o del otro.
Lo que no puede pasar es que el Poder Ejecutivo le pida esfuerzos solo a las provincias y no se esté dispuesto a hacer ningún tipo de esfuerzo a nivel nacional.
La carga tributaria que tienen las tarifas es muy alta a nivel nacional. Hay provincias que ni siquiera tienen cargas tributarias sobre las tarifas.
Pero como decía el diputado Bossio, estamos dispuestos a discutirlo, a verlo, a analizarlo. No es la parte sustancial del proyecto. La parte sustancial es que las tarifas no aumenten más que los salarios.
Incluimos lo de las pymes con el IPIM, que es el índice de precios mayoristas, porque en términos de costos es como si fuera el salario de las pymes. Por eso suena lógico tener diferencial.
Eso no es muy difícil porque hoy mismo hay un marco tarifario diferenciado entre lo que es residencial y lo que es industrial, pymes, empresas o comercio. Con lo cual no hay ningún problema en utilizar distintos parámetros.
Reitero, si las críticas del oficialismo se pueden subsanar con técnica legislativa, estoy seguro de que vamos a poder votar un dictamen que tenemos que firmar próximamente para poder encarar una solución real y no el chiste de pagar las tarifas en cuotas y con intereses.
Muchas gracias, señor presidente. Espero que podamos firmar el dictamen cuanto antes, que trabajemos con el oficialismo y corrijamos los puntos que hay que corregir. (Aplausos).
El primer punto que hacía referencia a la emergencia, le podemos poner el plural y ya solucionamos todas las dudas que tiene sobre los artículos. La parte que es técnica legislativa, lo invito ahora a firmar el dictamen en disidencia y lo resolvemos en el recinto. No vamos a tener ningún problema en eso, seguramente.
Con respecto a los 100.000 millones de costo fiscal que recién acaba de mencionar, me hace acordar mucho a otras estimaciones de gasto que tienen cuando hacen los cálculos, como por ejemplo el que recién hacía mención el diputado Bossio, que cuando aprobamos la devolución del IVA a jubilados, decían que iban a gastar 30.000 millones de pesos. No llegamos ni a los dos mil, con lo cual permítanme dudar de la calculadora que están utilizando para estimar el costo fiscal.
Otro dato adicional: hablaban de que el costo fiscal del IVA solo era de 40.000 millones. ¡Lindísimo!, porque sobre todo el IVA de servicios recaudan 23.500 millones, con lo cual es muy lindo que podamos llegar a los 49.000. Esto no lo digo yo, sino que entre los gobernadores estuvo circulando un mail que les mandó el Ministerio del Interior asustándolos por el costo fiscal. Acá hablaba sobre todos los costos que son muy distintos a los 100.000 millones que tienen ustedes. De manera que les recomiendo que se pongan de acuerdo entre ustedes mismos sobre cuál es la cifra que van a tirar para los medios.
No me terminó de quedar claro si el oficialismo está de acuerdo o no con que las tarifas no aumenten más que los salarios. Tampoco me quedó claro si el oficialismo está dispuesto a discutir una baja de la carga impositiva en las tarifas de luz, gas o agua.
Si están de acuerdo con eso, nos sentamos y en dos minutos corregimos el dictamen para la hora en que se firme y luego lo votamos en el recinto con las correcciones que puedan aportar y con el enriquecimiento que le puedan hacer al proyecto.
Una de las grandes virtudes que ha tenido este Congreso a lo largo de estos dos años es que hemos enriquecido todos los proyectos, tanto los de la oposición como los que venían del Ejecutivo o de la bancada del oficialismo de la Cámara. Bienvenido, entonces, que nos podamos sentar para corregir el proyecto.
Pero lo primero que me gustaría saber es si están de acuerdo con que las tarifas no aumenten más que los salarios. Esto es de una lógica muy sencilla. El Poder Ejecutivo nos había dicho que, a esta altura, íbamos a tener una inflación de entre el 8 y el 12 por ciento. Pero vamos a tener una inflación del 25 por ciento. Nos habían dicho que íbamos a tener una economía donde el poder adquisitivo de la gente se iba a estar recuperando. Sin embargo, todavía no terminamos de recuperar la pérdida del salario real del año 2016.
Entonces, cuando cambian las premisas básicas sobre las cuales idearon el aumento tarifario, corresponde que después adapten lo que habían planeado.
De tal manera que reitero la pregunta: ¿están de acuerdo con que las tarifas no aumenten más que los salarios, sabiendo que el Ejecutivo incumplió con el objetivo de bajar la inflación y de hacer crecer la economía para que les llegue a todos? Esa es la discusión.
La técnica legislativa la resolvemos en dos minutos. Hemos corregido miles de cosas en el recinto. Si hay que cambiar el número de un artículo porque quedó mal en el dictamen, no tenemos problema en hacerlo.
Me gustaría que el oficialismo me aclare si está dispuesto o no en avanzar en la solución de esto.
Voy a darles el costo fiscal según mis cálculos porque mezclan un poco cuando lo calculan, incluso cuando el Poder Ejecutivo manda el mail está mezclado. Mi cálculo me está dando una reducción del IVA por arriba de los 5.200 millones para lo que es residencial y un poquito menos de 1.000 millones para las pymes. Esto me da un costo fiscal un poco por debajo de los 7.000 millones, de los cuales a las provincias irían nada más que 3.500 millones.
El artículo que incorporamos es para que el costo de 3.500 millones, que correspondería a las provincias, lo absorba la Nación. Esto es porque la Nación les pide a las provincias que bajen impuestos y al mismo tiempo les pide que cumplan con el pacto fiscal. Entonces le dan de un lado o del otro.
Lo que no puede pasar es que el Poder Ejecutivo le pida esfuerzos solo a las provincias y no se esté dispuesto a hacer ningún tipo de esfuerzo a nivel nacional.
La carga tributaria que tienen las tarifas es muy alta a nivel nacional. Hay provincias que ni siquiera tienen cargas tributarias sobre las tarifas.
Pero como decía el diputado Bossio, estamos dispuestos a discutirlo, a verlo, a analizarlo. No es la parte sustancial del proyecto. La parte sustancial es que las tarifas no aumenten más que los salarios.
Incluimos lo de las pymes con el IPIM, que es el índice de precios mayoristas, porque en términos de costos es como si fuera el salario de las pymes. Por eso suena lógico tener diferencial.
Eso no es muy difícil porque hoy mismo hay un marco tarifario diferenciado entre lo que es residencial y lo que es industrial, pymes, empresas o comercio. Con lo cual no hay ningún problema en utilizar distintos parámetros.
Reitero, si las críticas del oficialismo se pueden subsanar con técnica legislativa, estoy seguro de que vamos a poder votar un dictamen que tenemos que firmar próximamente para poder encarar una solución real y no el chiste de pagar las tarifas en cuotas y con intereses.
Muchas gracias, señor presidente. Espero que podamos firmar el dictamen cuanto antes, que trabajemos con el oficialismo y corrijamos los puntos que hay que corregir. (Aplausos).
SR. PRESIDENTE LASPINA Más allá de las observaciones técnicas mencionadas por el señor diputado Pastori, obviamente hay observaciones de fondo que tenemos que discutir en esta comisión respecto de lo que implica el fondo del proyecto.
Tiene la palabra el señor diputado Kicillof.
Tiene la palabra el señor diputado Kicillof.
SR. KICILLOF Señor Presidente: nuestro bloque ha concurrido a esta reunión con la expectativa de firmar hoy un dictamen.
¿Por qué digo esto? Porque ya hemos presenciado, atestiguado y sufrido las mil y una dilaciones que el Poder Ejecutivo fue introduciendo para que en este Parlamento ni siquiera se pueda discutir la cuestión tarifaria. Me refiero a sesiones a las que el oficialismo no concurrió, hasta algún quórum que no se logró por no llegar al número suficiente de diputados y con grandes dudas acerca de la metodología del impedimento de dicho quórum. Hace unos días, en una de estas sesiones, el oficialismo concurrió al recinto pero no permitió -con los dos tercios de los presentes- la discusión de los proyectos que se habían puesto en tratamiento.
Hoy, en esta comisión, nos estamos disponiendo a firmar un dictamen que ha sido unificado con los bloques opositores más importantes. ¿Cuál es el objetivo? No me refiero al hecho de dejar tranquilo a algún señor diputado que tiene un problema con minucias que se presenten en un determinado artículo. Estoy hablando de que hay que darle una clara perspectiva a los hogares, los trabajadores, los jubilados, las pymes, los comercios y a los pequeños productores, o sea a toda la economía real, de que no vamos a seguir avanzando en este país en el pedido de las grandes empresas energéticas argentinas que dolarizan las tarifas y las ponen a valor internacional a un precio absolutamente impagable. Ese era el programa que el gobierno tenía previsto para nosotros y el resto de la sociedad.
Nosotros representamos al sector enormemente mayoritario -esto surge de los distintos sondeos y de lo que dice la calle- que no puede pagar estas tarifas, no está de acuerdo con esto y no cree que en las audiencias públicas que se hicieron al respecto se hayan escuchado las razones por las cuales esto no corresponde. Asimismo, esa inmensa mayoría no está de acuerdo con que el único sujeto importante aquí sean las empresas energéticas, a las que se ha beneficiado desde todas las formas posibles. Por ello, queremos darle racionalidad a esta cuestión, tal como lo señaló además el fallo de la Corte Suprema. ¿Qué quiere decir? Significa que desde una fecha, que hemos consensuado en noviembre del año pasado, habría que dejar congeladas las tarifas y a partir de ese momento poner un criterio de actualización que no pueda superar el coeficiente de variación salarial, es decir, el crecimiento de los salarios y de los haberes jubilatorios. En conclusión, hacer que las tarifas puedan ser asequibles y accesibles por quienes están utilizando los servicios.
Asimismo, considero que la anteúltima excusa para no debatir el tema ha sido la de convocar a la Oficina de Presupuesto de la Cámara a fin de que nos haga un estudio al respecto. A esto debo agregarle la presencia de una campaña inaudita. Hace unos instantes, un diputado oficialista señaló una cifra absolutamente irracional e inverosímil refiriéndose a lo que iba a ser el costo fiscal. Pero además implicaba sumar no sé cuántos años de presupuesto. Es decir, estamos discutiendo todo el presupuesto en base anual menos lo que el Poder Ejecutivo no quiere afrontar. Súmenlo por toda la eternidad; lo que se pierde será infinito. O sea que no es un cálculo riguroso, no está bien hecho y se encuentra agitado. Aquí debemos agregar la consabida, conocida e irritante presión a los gobernadores y legisladores para que no se apruebe nada que vaya en contra del gobierno nacional, si eso significa estar a favor de la gente. Eso es lo que rechazamos hoy aquí.
Nosotros hemos firmado el dictamen de mayoría y presentamos alguna disidencia. Por supuesto, nos disponemos a discutirlo abiertamente en la sesión, tal como lo queríamos hacer la última vez, con el objeto de llegar al mejor proyecto. Esa predisposición está en toda la oposición. No queremos más dilaciones y la gente tampoco.
Vinimos hoy a firmar ese dictamen y el miércoles próximo iremos al recinto a aprobarlo, con la mayoría necesaria, si no media ningún tipo de suceso extraordinario como ya lo hemos visto en otras oportunidades. Me refiero a que cuando estamos cerca del número para aprobar alguna iniciativa comienzan las presiones, se llega al recinto y pasa todo lo contrario. Sin embargo, en esta oportunidad hay una decisión muy clara -al igual que en el tratamiento de la ley antidespidos- de impedir que se siga aplicando un programa tarifario que va absolutamente en contra de cualquier racionalidad para la economía argentina. Eso no se puede defender y por ello hay que inventar números enormes y situaciones que no existían.
Esto es lo que explícitamente queremos y lo que quisimos discutir. Ahora se habla de la Oficina de Presupuesto de la Cámara. Bienvenida su presencia, pero está recién conformada, no tiene recursos, le falta llenar cargos y prácticamente se le quiere descargar la responsabilidad de colocar un esquema tarifario.
No corresponde.
Vayamos al recinto, discutámoslo; ya lo hemos macerado, lo hemos visto. Hemos visto las operaciones del gobierno en todos los diarios para decir que con esto se acaban las inversiones, como sucedió cuando votaron el pago a los fondos buitre -inversiones que nunca llegaron-, o como ocurrió con la devolución del IVA a los jubilados, que nunca se hizo. Es decir, toda esa serie de situaciones que después en la práctica no se dan. No se van a dar tampoco ahora.
Si este proyecto se aprueba, vamos a tener el alivio de las familias, el alivio de la sociedad, el alivio de la producción y no vamos a tener ninguna de las catástrofes que se han pronosticado, aun exagerándolas de modo absolutamente escandaloso.
Entonces, nuestro bloque se predispone hoy a firmar el dictamen de mayoría que viene de las otras comisiones, a hacer las observaciones que ya hemos hecho, y a discutirlo en el recinto, tal como lo hemos conversado con otro bloque de la oposición, para lo cual invitamos al oficialismo.
Si tienen tantas dudas y quieren cambiar tantos detalles, pueden venir al recinto y proponerlo, van a ser escuchados. Lo que no pueden proponer es que este Congreso trabaje, como lo ha hecho el gobierno, solo a favor de las empresas y nunca a favor de los argentinos. (Aplausos.)
¿Por qué digo esto? Porque ya hemos presenciado, atestiguado y sufrido las mil y una dilaciones que el Poder Ejecutivo fue introduciendo para que en este Parlamento ni siquiera se pueda discutir la cuestión tarifaria. Me refiero a sesiones a las que el oficialismo no concurrió, hasta algún quórum que no se logró por no llegar al número suficiente de diputados y con grandes dudas acerca de la metodología del impedimento de dicho quórum. Hace unos días, en una de estas sesiones, el oficialismo concurrió al recinto pero no permitió -con los dos tercios de los presentes- la discusión de los proyectos que se habían puesto en tratamiento.
Hoy, en esta comisión, nos estamos disponiendo a firmar un dictamen que ha sido unificado con los bloques opositores más importantes. ¿Cuál es el objetivo? No me refiero al hecho de dejar tranquilo a algún señor diputado que tiene un problema con minucias que se presenten en un determinado artículo. Estoy hablando de que hay que darle una clara perspectiva a los hogares, los trabajadores, los jubilados, las pymes, los comercios y a los pequeños productores, o sea a toda la economía real, de que no vamos a seguir avanzando en este país en el pedido de las grandes empresas energéticas argentinas que dolarizan las tarifas y las ponen a valor internacional a un precio absolutamente impagable. Ese era el programa que el gobierno tenía previsto para nosotros y el resto de la sociedad.
Nosotros representamos al sector enormemente mayoritario -esto surge de los distintos sondeos y de lo que dice la calle- que no puede pagar estas tarifas, no está de acuerdo con esto y no cree que en las audiencias públicas que se hicieron al respecto se hayan escuchado las razones por las cuales esto no corresponde. Asimismo, esa inmensa mayoría no está de acuerdo con que el único sujeto importante aquí sean las empresas energéticas, a las que se ha beneficiado desde todas las formas posibles. Por ello, queremos darle racionalidad a esta cuestión, tal como lo señaló además el fallo de la Corte Suprema. ¿Qué quiere decir? Significa que desde una fecha, que hemos consensuado en noviembre del año pasado, habría que dejar congeladas las tarifas y a partir de ese momento poner un criterio de actualización que no pueda superar el coeficiente de variación salarial, es decir, el crecimiento de los salarios y de los haberes jubilatorios. En conclusión, hacer que las tarifas puedan ser asequibles y accesibles por quienes están utilizando los servicios.
Asimismo, considero que la anteúltima excusa para no debatir el tema ha sido la de convocar a la Oficina de Presupuesto de la Cámara a fin de que nos haga un estudio al respecto. A esto debo agregarle la presencia de una campaña inaudita. Hace unos instantes, un diputado oficialista señaló una cifra absolutamente irracional e inverosímil refiriéndose a lo que iba a ser el costo fiscal. Pero además implicaba sumar no sé cuántos años de presupuesto. Es decir, estamos discutiendo todo el presupuesto en base anual menos lo que el Poder Ejecutivo no quiere afrontar. Súmenlo por toda la eternidad; lo que se pierde será infinito. O sea que no es un cálculo riguroso, no está bien hecho y se encuentra agitado. Aquí debemos agregar la consabida, conocida e irritante presión a los gobernadores y legisladores para que no se apruebe nada que vaya en contra del gobierno nacional, si eso significa estar a favor de la gente. Eso es lo que rechazamos hoy aquí.
Nosotros hemos firmado el dictamen de mayoría y presentamos alguna disidencia. Por supuesto, nos disponemos a discutirlo abiertamente en la sesión, tal como lo queríamos hacer la última vez, con el objeto de llegar al mejor proyecto. Esa predisposición está en toda la oposición. No queremos más dilaciones y la gente tampoco.
Vinimos hoy a firmar ese dictamen y el miércoles próximo iremos al recinto a aprobarlo, con la mayoría necesaria, si no media ningún tipo de suceso extraordinario como ya lo hemos visto en otras oportunidades. Me refiero a que cuando estamos cerca del número para aprobar alguna iniciativa comienzan las presiones, se llega al recinto y pasa todo lo contrario. Sin embargo, en esta oportunidad hay una decisión muy clara -al igual que en el tratamiento de la ley antidespidos- de impedir que se siga aplicando un programa tarifario que va absolutamente en contra de cualquier racionalidad para la economía argentina. Eso no se puede defender y por ello hay que inventar números enormes y situaciones que no existían.
Esto es lo que explícitamente queremos y lo que quisimos discutir. Ahora se habla de la Oficina de Presupuesto de la Cámara. Bienvenida su presencia, pero está recién conformada, no tiene recursos, le falta llenar cargos y prácticamente se le quiere descargar la responsabilidad de colocar un esquema tarifario.
No corresponde.
Vayamos al recinto, discutámoslo; ya lo hemos macerado, lo hemos visto. Hemos visto las operaciones del gobierno en todos los diarios para decir que con esto se acaban las inversiones, como sucedió cuando votaron el pago a los fondos buitre -inversiones que nunca llegaron-, o como ocurrió con la devolución del IVA a los jubilados, que nunca se hizo. Es decir, toda esa serie de situaciones que después en la práctica no se dan. No se van a dar tampoco ahora.
Si este proyecto se aprueba, vamos a tener el alivio de las familias, el alivio de la sociedad, el alivio de la producción y no vamos a tener ninguna de las catástrofes que se han pronosticado, aun exagerándolas de modo absolutamente escandaloso.
Entonces, nuestro bloque se predispone hoy a firmar el dictamen de mayoría que viene de las otras comisiones, a hacer las observaciones que ya hemos hecho, y a discutirlo en el recinto, tal como lo hemos conversado con otro bloque de la oposición, para lo cual invitamos al oficialismo.
Si tienen tantas dudas y quieren cambiar tantos detalles, pueden venir al recinto y proponerlo, van a ser escuchados. Lo que no pueden proponer es que este Congreso trabaje, como lo ha hecho el gobierno, solo a favor de las empresas y nunca a favor de los argentinos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Una aclaración respecto al dictamen de la Oficina de Presupuesto. No va a ser una traba para que esta comisión avance y que el Congreso pueda trabajar. Además, cuando ese dictamen esté listo, va a pesar sobre las bancas del Senado de la Nación porque va a ser tratado en una comisión bicameral, de modo tal que ese informe va a estar en el Senado cuando se trate este proyecto de ley.
Insisto, no está pensado como una traba sino como un ejercicio de discusión racional de cómo tiene que plantearse el debate de las leyes en la Argentina. Ese fue el objetivo del proyecto cuando lo empujamos entre distintos bloques.
Tiene la palabra el diputado Cano.
Insisto, no está pensado como una traba sino como un ejercicio de discusión racional de cómo tiene que plantearse el debate de las leyes en la Argentina. Ese fue el objetivo del proyecto cuando lo empujamos entre distintos bloques.
Tiene la palabra el diputado Cano.
SR. CANO Señor presidente: me sumo al análisis del diputado Pastori. Cabe recordar que el diputado preopinante fue parte de un gobierno que destruyó la matriz energética en la Argentina. En cuanto a la cuestión tarifaria y con respecto a la pregunta del diputado Lavagna, obviamente nosotros estamos convencidos que las tarifas deben estar ajustadas a la capacidad de pago de la gente.
Ahora bien, hay quienes han tenido la enorme responsabilidad de haber perdido el autoabastecimiento energético y de que muchos conciudadanos nuestros, que viven en las zonas más postergadas de la Argentina, no tengan gas natural.
También hay que refrescar la memoria para recordar que en los años 2005 y 2006 había un proyecto interesante del Poder Ejecutivo nacional de ese momento, que tenía que ver con inversiones para el Gasoducto del Norte y para el Gasoducto del Sur. Se empezó con un presupuesto de 560 millones de dólares y terminó siendo un fondo fiduciario con Odebrecht por más de 2.400 millones de dólares. Esa fue una de las últimas causas por la cual fue imputado el exministro de Planficación Federal, Inversión Pública y Servicios, y no tan solo sucedió eso, sino que la obra no se hizo.
Entonces, me parece que no se puede venir acá a hablar tan alegremente como si no hubieran tenido responsabilidad en lo que viene ocurrido en la Argentina con la matriz energética. Es más, en el año 2008 dictaron una resolución de la Secretaría de Energía por la cual se cobraba de acuerdo a los niveles del consumo domiciliario, residencial.
Entonces, a mí me quedan algunas dudas cuando se quiere aprobar una ley de estas características, porque hay dos etapas. ¿A qué tarifas se refiere el artículo 2º? ¿A la generación y al transporte, por un lado, o a la distribución? Y la verdad, señor presidente, el Poder Ejecutivo Nacional solamente tiene facultades para fijar el valor de distribución en Edenor, Edenorte y Edesur. El Congreso no tiene facultad para avanzar con respecto a los cuadros tarifarios de distribución porque los convenios los tienen las provincias y porque las tarifas se fijan por audiencia pública.
Además, porque el componente de la tarifa tiene que ver con un programa de inversión y con los convenios particulares que tiene con las provincias. Es más, en mi provincia se ajustaban las tarifas cada seis meses y de manera retroactiva. Es decir, cuando uno ya había cancelado la tarifa, en el mes de agosto se aplicaba el nuevo cuadro tarifario y lo hacían retroactivo a lo que ya se había pagado.
En ese momento era legislador, presenté un amparo y finalmente para la cuestión de fondo, la Justicia resolvió a favor de los usuarios. Entonces yo creo que este proyecto en ese artículo es claramente inconstitucional. Nosotros no podemos avanzar sobre los convenios que tienen las provincias con las distribuidoras para fijar los cuadros tarifarios. Me parece que es un grave error.
Debemos discutir para encontrar una solución de fondo y poner en valor lo que el gobierno nacional ha hecho en estos dos años y meses de gestión. Por ejemplo, en energía renovable, en Renovar 1 y Renovar 2, la planta de energía solar que se está haciendo en la puna jujeña. Son 700 hectáreas de paneles solares con una inversión de más de 350 millones de dólares.
Acá se ha hablado de la matriz energética. El diputado preopinante era ministro de Economía cuando la ex presidenta anunció que el 9 de julio se incrementaría el corte de las naftas con bioetanol; las tres provincias del norte estaban en una situación de quebranto con la bolsa de azúcar a valores del año 2010, e inexplicablemente no se lo hizo. Una de las primeras medidas que nosotros tomamos fue pasar el corte del 10 al 12 por ciento, y eso hizo que hoy muchos ingenios del norte estén invirtiendo.
Entonces no solamente debemos discutir el cuadro tarifario. La cuestión de fondo es cómo resolvemos el desquicio, el desaguisado, que hizo el kirchnerismo durante doce años, destruyendo la matriz energética en la Argentina y privilegiando a los sectores que más recursos tenían.
Les quiero decir una cosa a los que hablan de los desequilibrios que hay entre lo que pagamos por las tarifas en el norte y en el centro del país. Ese desequilibrio lo instaló el kirchnerismo, no lo hicimos nosotros y esa diferencia se va a achicando con las medidas que viene tomando el gobierno nacional.
Por lo tanto, solicito que se analice el artículo 2° porque creo que no tenemos facultades para legislar con respecto a la distribución de la energía por los convenios que tienen las provincias con las empresas.
Ahora bien, hay quienes han tenido la enorme responsabilidad de haber perdido el autoabastecimiento energético y de que muchos conciudadanos nuestros, que viven en las zonas más postergadas de la Argentina, no tengan gas natural.
También hay que refrescar la memoria para recordar que en los años 2005 y 2006 había un proyecto interesante del Poder Ejecutivo nacional de ese momento, que tenía que ver con inversiones para el Gasoducto del Norte y para el Gasoducto del Sur. Se empezó con un presupuesto de 560 millones de dólares y terminó siendo un fondo fiduciario con Odebrecht por más de 2.400 millones de dólares. Esa fue una de las últimas causas por la cual fue imputado el exministro de Planficación Federal, Inversión Pública y Servicios, y no tan solo sucedió eso, sino que la obra no se hizo.
Entonces, me parece que no se puede venir acá a hablar tan alegremente como si no hubieran tenido responsabilidad en lo que viene ocurrido en la Argentina con la matriz energética. Es más, en el año 2008 dictaron una resolución de la Secretaría de Energía por la cual se cobraba de acuerdo a los niveles del consumo domiciliario, residencial.
Entonces, a mí me quedan algunas dudas cuando se quiere aprobar una ley de estas características, porque hay dos etapas. ¿A qué tarifas se refiere el artículo 2º? ¿A la generación y al transporte, por un lado, o a la distribución? Y la verdad, señor presidente, el Poder Ejecutivo Nacional solamente tiene facultades para fijar el valor de distribución en Edenor, Edenorte y Edesur. El Congreso no tiene facultad para avanzar con respecto a los cuadros tarifarios de distribución porque los convenios los tienen las provincias y porque las tarifas se fijan por audiencia pública.
Además, porque el componente de la tarifa tiene que ver con un programa de inversión y con los convenios particulares que tiene con las provincias. Es más, en mi provincia se ajustaban las tarifas cada seis meses y de manera retroactiva. Es decir, cuando uno ya había cancelado la tarifa, en el mes de agosto se aplicaba el nuevo cuadro tarifario y lo hacían retroactivo a lo que ya se había pagado.
En ese momento era legislador, presenté un amparo y finalmente para la cuestión de fondo, la Justicia resolvió a favor de los usuarios. Entonces yo creo que este proyecto en ese artículo es claramente inconstitucional. Nosotros no podemos avanzar sobre los convenios que tienen las provincias con las distribuidoras para fijar los cuadros tarifarios. Me parece que es un grave error.
Debemos discutir para encontrar una solución de fondo y poner en valor lo que el gobierno nacional ha hecho en estos dos años y meses de gestión. Por ejemplo, en energía renovable, en Renovar 1 y Renovar 2, la planta de energía solar que se está haciendo en la puna jujeña. Son 700 hectáreas de paneles solares con una inversión de más de 350 millones de dólares.
Acá se ha hablado de la matriz energética. El diputado preopinante era ministro de Economía cuando la ex presidenta anunció que el 9 de julio se incrementaría el corte de las naftas con bioetanol; las tres provincias del norte estaban en una situación de quebranto con la bolsa de azúcar a valores del año 2010, e inexplicablemente no se lo hizo. Una de las primeras medidas que nosotros tomamos fue pasar el corte del 10 al 12 por ciento, y eso hizo que hoy muchos ingenios del norte estén invirtiendo.
Entonces no solamente debemos discutir el cuadro tarifario. La cuestión de fondo es cómo resolvemos el desquicio, el desaguisado, que hizo el kirchnerismo durante doce años, destruyendo la matriz energética en la Argentina y privilegiando a los sectores que más recursos tenían.
Les quiero decir una cosa a los que hablan de los desequilibrios que hay entre lo que pagamos por las tarifas en el norte y en el centro del país. Ese desequilibrio lo instaló el kirchnerismo, no lo hicimos nosotros y esa diferencia se va a achicando con las medidas que viene tomando el gobierno nacional.
Por lo tanto, solicito que se analice el artículo 2° porque creo que no tenemos facultades para legislar con respecto a la distribución de la energía por los convenios que tienen las provincias con las empresas.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Ramón.
SR. RAMÓN Señor presidente: agradezco la predisposición de la Comisión para poner en tratamiento el expediente
1322-d-2018. Si bien trata sobre un rinconcito de la Argentina como es la provincia de Mendoza, los conceptos por los cuales estamos pidiendo la aprobación de este proyecto de ley por el que otorga a Mendoza una tarifa diferenciada de la que rige en el norte de la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal son importantes.
El concepto sobre el que se basa nuestro proyecto de ley tiene que ver con que necesitamos tener una visión distinta de cómo se trata a los usuarios y consumidores de la Argentina.
En el año 1994 se sancionó la nueva Constitución que establece en el artículo 42 muy claramente que, sin necesidad de que haya ningún operativo de ley -es decir, no se necesita ninguna ley-, cuando se trata de un servicio público, el funcionario público, la empresa que tiene la concesión o quien fuere el encargado de prestar ese servicio lo tiene que hacer en condiciones que le asegure a los usuarios, ciudadanos y consumidores, antes que nada el derecho a la información. Es decir, que sepa qué es lo que se le está cobrando. Pareciera ser que las empresas y los funcionarios que manejan la cuestión del servicio público lo desconocieran. Debemos tener derecho a la información adecuada y veraz. Son muchas cosas lo que incluye ese término.
Por otro lado, el servicio público tiene que ser prestado en condiciones que garantice una prestación segura y que proteja la salud. Vaya tema: la salud. Sobre todo, para esta prestación que, económicamente hablando, pareciera ser que se lo desconoce desde los entes reguladores y desde los funcionarios que dicen que este aumento tiene que producirse necesariamente porque si no hay un descalabro de las cuentas de las empresas y de las cuentas del Estado.
Desde hace mucho tiempo, cuando se presta el servicio público se está obviando este imperativo de la Constitución que es asegurar el interés económico del usuario.
Nosotros estamos intentando en todos los ámbitos de este Congreso hacer que se trate el proyecto de la tarifa diferenciada para Mendoza. Esto tiene relación con todos estos aspectos y desde el punto de vista constitucional de los usuarios.
¿Por qué lo digo? Porque allá por el año 2008, cuando se estableció este régimen de establecimiento de cuadros tarifarios para toda la República Argentina, a la provincia de Mendoza se la consideró con las mismas condiciones climáticas que tiene el norte de la provincia de Buenos Aires.
¿Qué quiero decir con esto? Enseguida lo voy a ejemplificar. No se puede tratar como iguales a todos los sectores de la Argentina -los sectores territorialmente hablando- porque sería una desigualdad tremenda si pretendemos aplicar una ley para iguales.
Escuchaba al ministro de Energía y al presidente de la Nación decir que había que ahorrar energía. Yo les quiero decir esto: no es lo mismo que ahorre una casa con dos estufas, un calefón y una cocina en el norte de la provincia de Buenos Aires durante el rigor del invierno, que le mandemos a ahorrar a una familia que vive en San Carlos, Tupungato o Tunuyán, en la provincia de Mendoza, lugares todos ubicados cerca de la Cordillera de los Andes.
De manera tal que a un usuario del norte de Buenos Aires se lo categoriza en este cuadro tarifario como residencial R2, es decir, una persona que consume y puede ahorrar y bajar su tarifa porque el período del invierno es de un mes. Ahora, en Mendoza, en San Carlos, en Tupungato, en el Valle de Uco, en San Rafael, en General Alvear y en cualquiera de los departamentos de Mendoza, el período del invierto es mucho más largo: dura casi tres meses.
Entonces, si aplicamos en Mendoza ese cuadro tarifario igual al que existe en el norte de Buenos Aires, no hay manera de producir un ahorro porque en el rigor del invierno al ser tan largo, al mendocino se lo categoriza como R33, derrochón de energía. Si en una familia donde haya un anciano o niños se pretende ahorrar para llegar a ser un residencial R2, como en el norte de la provincia de Buenos Aires, se afecta el derecho a la salud, establecido en el artículo 42 de la Constitución Nacional.
Todo esto que estoy diciendo está en el marco de una crisis desde el punto de vista de los servicios públicos, donde pareciera ser y es un escándalo la manera en que se los administra desde el Estado. ¿Por qué? Porque todos los entes reguladores tienen una obligación en su artículo 2º, de creación de la ley, que es asegurar la prestación del contrato del servicio público; pero la principal obligación establecida en el artículo 2º es asegurar el interés económico del usuario.
En la provincia de Mendoza con este cuadro se está aplicando un cuadro para iguales con una tremenda desigualdad que es climática. No hay manera de ahorrar.
Espero haber sido claro con el ejemplo porque acá se está tratando de la afectación económica de familias, que no son aquellas que están alcanzadas por el sistema de la tarifa social o porque utilizan otro tipo de energía alternativa. Estamos hablando de un sector de la sociedad que son los que hacen al motor de desarrollo de la provincia. Es la persona que es maestra, policía, el comerciante que levanta su persiana a la mañana para abrir su negocio, el hombre que consume energía para ir a hacer su trabajo productivo. Les doy un ejemplo, aquel que produce ciruelas para la exportación en Mendoza, es una pequeña o mediana empresa. Aquí quiero hacer un paréntesis con todo el respeto que me merece el diputado Pastori, pero recién escuchaba que de manera socarrona -por decirlo de alguna forma- trataba este sistema económico de las pequeñas y medianas empresas. Las pymes son el motor de desarrollo de la Argentina.
Este proyecto de ley que intentamos que se incorpore al estudio de esta Comisión de Presupuesto y Hacienda, no tiene un argumento solamente de tipo político; tiene dos informes: uno es un informe científico elaborado por el doctor Federico Norte, que es un científico reconocido en la Argentina y que estableció luego de un estudio que Mendoza se encuentra en las mismas condiciones climáticas que la provincia de La Pampa. En dicha provincia se realizó un estudio de factibilidad económica, de recursos económicos, financieros, impositivos y sociales.
Según este estudio científico, la provincia de La Pampa, con el mismo clima, tiene un cuadro diferenciado que se estableció en el 2008. Ese cuadro diferenciado de la provincia de La Pampa -donde hace mucho frío en el rigor del invierno y se consume más gas por una cuestión de salud, ya que si alguien está sometido a condiciones extremas de frío se va a enfermar- permite que una familia pague 2,72 pesos el metro cúbico de gas.
¿Saben qué significa eso? Que esa misma familia, si estuviese ubicada en Mendoza, con el cuadro de hoy, pagaría 6,39 pesos el metro cúbico de gas. Como ven, hay un desequilibrio tremendo.
El desequilibrio no es solamente de las cuentas públicas, por el IVA que se va a dejar de pagar y por todos los accesorios que hacen al cobro del servicio público del gas. Esto hace a la posibilidad de tener acceso un servicio.
Por eso digo que en el estudio que se realizó estamos a contramano de todo el país. Porque cada uno de los especialistas habla de las finanzas del Estado, de las finanzas de las empresas, etc. Pero nadie habla de algo que los que tenemos una imposición constitucional por el artículo 42, tenemos que cumplir. Me refiero a lo que la Corte, en 2016, hizo saber al presidente, a los ministros y a todos los que administran los servicios públicos: el servicio público tiene que administrarse para que haya posibilidad de acceso. Por eso, la tarifa que se cobre por la prestación del servicio tiene que asegurar el interés económico del usuario, no las cuentas públicas ni de las cuentas de las empresas que prestan los servicios.
Aclaro que acá no estamos hablando de la época en que la izquierda pretendía estatizar los servicios y la derecha, la privatización absoluta. Hablo de quien presta un servicio público, sobre todo de ese pequeño grupo de empresas muy grandes, que están atadas a la teta del Estado.
Cuando un servicio es público, no es algo que está en el comercio. El valor que tiene la prestación del servicio no es un precio de supermercado o de un consumidor que va a un shopping. Al usuario de un servicio público se le cobra una tarifa que tiene un valor, no un precio de mercado. Ese valor de la tarifa tiene que estar protegido por el ente regulador, por el presidente de la Nación, por los gobernadores y por aquel al que le toque controlar y asegurar el interés económico del usuario. No es poca cosa.
Por eso el eje de la discusión es muy bueno. Estamos en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, pero no olvidemos que tenemos un mandato constitucional.
Yo no sé si la prestación del servicio va a ser pública o privada. Pero le digo a los señores administradores del Estado: en la prestación de los servicios públicos no pueden mirar para el costado de los usuarios.
Este proyecto específico para la provincia de Mendoza ha ingresado a la Cámara en el mes de marzo. Pero es un proyecto que existe en el expediente 23043887, caratulado "Sottile, Carlos c/ENARGAS" del año 2008, y el expediente 10.266 caratulado "Protectora C/ENARGAS". Recuerdo estos números porque he sido el abogado por parte de la sociedad civil que llevó adelante los procesos judiciales, donde la Justicia Federal protege el interés económico del usuario mendocino.
Pero necesitamos que no se defienda a través de un proceso judicial. Cambian los jueces federales y cambia el tema de las tarifas de Mendoza. Cambió el juez federal y la medida cautelar que protege al ciudadano mendocino no sale. Por eso es necesario que se trate acá, con esta óptica de proteger el interés económico del usuario.
Las empresas y el Estado tienen que lograr que la ley que se dicte tenga un sentido. Esto es un principio del derecho financiero y del derecho impositivo. No se puede sacar de un cajón para meter en el otro.
Fíjense lo que pasa en La Pampa, y no digo esto porque compitamos con esa provincia. Yo festejo que hayan tenido gobernadores que han apoyado este sistema y que han protegido a sus ciudadanos.
A nosotros nos cuesta mucho. Hace unos días, el gobernador de Mendoza, en su cargo de presidente del Partido Radical -con todo el respeto que me merecen los diputados radicales que puedan estar aquí-, fue a la provincia con un mensaje exitoso. Dijo que había protegido el interés económico de los ciudadanos mendocinos y del país y que el aumento tarifario se iba a cobrar en cuotas, ya que había que seguir protegiendo a las empresas que prestan el servicio. A su vez, había creado una financiera nueva, que en el caso de Cuyo era la empresa Ecogas, para que cobre con intereses el pago en cuotas. Una barbaridad.
Por ello, señor presidente, solicito que este proyecto que involucra a la provincia de Mendoza sea incluido en esta comisión -debido a que ya tiene giro- y pueda contar con un dictamen favorable de la misma.
El concepto sobre el que se basa nuestro proyecto de ley tiene que ver con que necesitamos tener una visión distinta de cómo se trata a los usuarios y consumidores de la Argentina.
En el año 1994 se sancionó la nueva Constitución que establece en el artículo 42 muy claramente que, sin necesidad de que haya ningún operativo de ley -es decir, no se necesita ninguna ley-, cuando se trata de un servicio público, el funcionario público, la empresa que tiene la concesión o quien fuere el encargado de prestar ese servicio lo tiene que hacer en condiciones que le asegure a los usuarios, ciudadanos y consumidores, antes que nada el derecho a la información. Es decir, que sepa qué es lo que se le está cobrando. Pareciera ser que las empresas y los funcionarios que manejan la cuestión del servicio público lo desconocieran. Debemos tener derecho a la información adecuada y veraz. Son muchas cosas lo que incluye ese término.
Por otro lado, el servicio público tiene que ser prestado en condiciones que garantice una prestación segura y que proteja la salud. Vaya tema: la salud. Sobre todo, para esta prestación que, económicamente hablando, pareciera ser que se lo desconoce desde los entes reguladores y desde los funcionarios que dicen que este aumento tiene que producirse necesariamente porque si no hay un descalabro de las cuentas de las empresas y de las cuentas del Estado.
Desde hace mucho tiempo, cuando se presta el servicio público se está obviando este imperativo de la Constitución que es asegurar el interés económico del usuario.
Nosotros estamos intentando en todos los ámbitos de este Congreso hacer que se trate el proyecto de la tarifa diferenciada para Mendoza. Esto tiene relación con todos estos aspectos y desde el punto de vista constitucional de los usuarios.
¿Por qué lo digo? Porque allá por el año 2008, cuando se estableció este régimen de establecimiento de cuadros tarifarios para toda la República Argentina, a la provincia de Mendoza se la consideró con las mismas condiciones climáticas que tiene el norte de la provincia de Buenos Aires.
¿Qué quiero decir con esto? Enseguida lo voy a ejemplificar. No se puede tratar como iguales a todos los sectores de la Argentina -los sectores territorialmente hablando- porque sería una desigualdad tremenda si pretendemos aplicar una ley para iguales.
Escuchaba al ministro de Energía y al presidente de la Nación decir que había que ahorrar energía. Yo les quiero decir esto: no es lo mismo que ahorre una casa con dos estufas, un calefón y una cocina en el norte de la provincia de Buenos Aires durante el rigor del invierno, que le mandemos a ahorrar a una familia que vive en San Carlos, Tupungato o Tunuyán, en la provincia de Mendoza, lugares todos ubicados cerca de la Cordillera de los Andes.
De manera tal que a un usuario del norte de Buenos Aires se lo categoriza en este cuadro tarifario como residencial R2, es decir, una persona que consume y puede ahorrar y bajar su tarifa porque el período del invierno es de un mes. Ahora, en Mendoza, en San Carlos, en Tupungato, en el Valle de Uco, en San Rafael, en General Alvear y en cualquiera de los departamentos de Mendoza, el período del invierto es mucho más largo: dura casi tres meses.
Entonces, si aplicamos en Mendoza ese cuadro tarifario igual al que existe en el norte de Buenos Aires, no hay manera de producir un ahorro porque en el rigor del invierno al ser tan largo, al mendocino se lo categoriza como R33, derrochón de energía. Si en una familia donde haya un anciano o niños se pretende ahorrar para llegar a ser un residencial R2, como en el norte de la provincia de Buenos Aires, se afecta el derecho a la salud, establecido en el artículo 42 de la Constitución Nacional.
Todo esto que estoy diciendo está en el marco de una crisis desde el punto de vista de los servicios públicos, donde pareciera ser y es un escándalo la manera en que se los administra desde el Estado. ¿Por qué? Porque todos los entes reguladores tienen una obligación en su artículo 2º, de creación de la ley, que es asegurar la prestación del contrato del servicio público; pero la principal obligación establecida en el artículo 2º es asegurar el interés económico del usuario.
En la provincia de Mendoza con este cuadro se está aplicando un cuadro para iguales con una tremenda desigualdad que es climática. No hay manera de ahorrar.
Espero haber sido claro con el ejemplo porque acá se está tratando de la afectación económica de familias, que no son aquellas que están alcanzadas por el sistema de la tarifa social o porque utilizan otro tipo de energía alternativa. Estamos hablando de un sector de la sociedad que son los que hacen al motor de desarrollo de la provincia. Es la persona que es maestra, policía, el comerciante que levanta su persiana a la mañana para abrir su negocio, el hombre que consume energía para ir a hacer su trabajo productivo. Les doy un ejemplo, aquel que produce ciruelas para la exportación en Mendoza, es una pequeña o mediana empresa. Aquí quiero hacer un paréntesis con todo el respeto que me merece el diputado Pastori, pero recién escuchaba que de manera socarrona -por decirlo de alguna forma- trataba este sistema económico de las pequeñas y medianas empresas. Las pymes son el motor de desarrollo de la Argentina.
Este proyecto de ley que intentamos que se incorpore al estudio de esta Comisión de Presupuesto y Hacienda, no tiene un argumento solamente de tipo político; tiene dos informes: uno es un informe científico elaborado por el doctor Federico Norte, que es un científico reconocido en la Argentina y que estableció luego de un estudio que Mendoza se encuentra en las mismas condiciones climáticas que la provincia de La Pampa. En dicha provincia se realizó un estudio de factibilidad económica, de recursos económicos, financieros, impositivos y sociales.
Según este estudio científico, la provincia de La Pampa, con el mismo clima, tiene un cuadro diferenciado que se estableció en el 2008. Ese cuadro diferenciado de la provincia de La Pampa -donde hace mucho frío en el rigor del invierno y se consume más gas por una cuestión de salud, ya que si alguien está sometido a condiciones extremas de frío se va a enfermar- permite que una familia pague 2,72 pesos el metro cúbico de gas.
¿Saben qué significa eso? Que esa misma familia, si estuviese ubicada en Mendoza, con el cuadro de hoy, pagaría 6,39 pesos el metro cúbico de gas. Como ven, hay un desequilibrio tremendo.
El desequilibrio no es solamente de las cuentas públicas, por el IVA que se va a dejar de pagar y por todos los accesorios que hacen al cobro del servicio público del gas. Esto hace a la posibilidad de tener acceso un servicio.
Por eso digo que en el estudio que se realizó estamos a contramano de todo el país. Porque cada uno de los especialistas habla de las finanzas del Estado, de las finanzas de las empresas, etc. Pero nadie habla de algo que los que tenemos una imposición constitucional por el artículo 42, tenemos que cumplir. Me refiero a lo que la Corte, en 2016, hizo saber al presidente, a los ministros y a todos los que administran los servicios públicos: el servicio público tiene que administrarse para que haya posibilidad de acceso. Por eso, la tarifa que se cobre por la prestación del servicio tiene que asegurar el interés económico del usuario, no las cuentas públicas ni de las cuentas de las empresas que prestan los servicios.
Aclaro que acá no estamos hablando de la época en que la izquierda pretendía estatizar los servicios y la derecha, la privatización absoluta. Hablo de quien presta un servicio público, sobre todo de ese pequeño grupo de empresas muy grandes, que están atadas a la teta del Estado.
Cuando un servicio es público, no es algo que está en el comercio. El valor que tiene la prestación del servicio no es un precio de supermercado o de un consumidor que va a un shopping. Al usuario de un servicio público se le cobra una tarifa que tiene un valor, no un precio de mercado. Ese valor de la tarifa tiene que estar protegido por el ente regulador, por el presidente de la Nación, por los gobernadores y por aquel al que le toque controlar y asegurar el interés económico del usuario. No es poca cosa.
Por eso el eje de la discusión es muy bueno. Estamos en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, pero no olvidemos que tenemos un mandato constitucional.
Yo no sé si la prestación del servicio va a ser pública o privada. Pero le digo a los señores administradores del Estado: en la prestación de los servicios públicos no pueden mirar para el costado de los usuarios.
Este proyecto específico para la provincia de Mendoza ha ingresado a la Cámara en el mes de marzo. Pero es un proyecto que existe en el expediente 23043887, caratulado "Sottile, Carlos c/ENARGAS" del año 2008, y el expediente 10.266 caratulado "Protectora C/ENARGAS". Recuerdo estos números porque he sido el abogado por parte de la sociedad civil que llevó adelante los procesos judiciales, donde la Justicia Federal protege el interés económico del usuario mendocino.
Pero necesitamos que no se defienda a través de un proceso judicial. Cambian los jueces federales y cambia el tema de las tarifas de Mendoza. Cambió el juez federal y la medida cautelar que protege al ciudadano mendocino no sale. Por eso es necesario que se trate acá, con esta óptica de proteger el interés económico del usuario.
Las empresas y el Estado tienen que lograr que la ley que se dicte tenga un sentido. Esto es un principio del derecho financiero y del derecho impositivo. No se puede sacar de un cajón para meter en el otro.
Fíjense lo que pasa en La Pampa, y no digo esto porque compitamos con esa provincia. Yo festejo que hayan tenido gobernadores que han apoyado este sistema y que han protegido a sus ciudadanos.
A nosotros nos cuesta mucho. Hace unos días, el gobernador de Mendoza, en su cargo de presidente del Partido Radical -con todo el respeto que me merecen los diputados radicales que puedan estar aquí-, fue a la provincia con un mensaje exitoso. Dijo que había protegido el interés económico de los ciudadanos mendocinos y del país y que el aumento tarifario se iba a cobrar en cuotas, ya que había que seguir protegiendo a las empresas que prestan el servicio. A su vez, había creado una financiera nueva, que en el caso de Cuyo era la empresa Ecogas, para que cobre con intereses el pago en cuotas. Una barbaridad.
Por ello, señor presidente, solicito que este proyecto que involucra a la provincia de Mendoza sea incluido en esta comisión -debido a que ya tiene giro- y pueda contar con un dictamen favorable de la misma.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Del Caño.
SR. DEL CAÑO Señor presidente: en primer lugar, quiero señalar algo que se mencionó al pasar. Mientras estamos debatiendo este tema hoy aquí, hace pocas horas el señor jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, ratificó que cualquier ley que se apruebe en este Congreso que pueda poner aunque sea un freno parcial a los tarifazos va a ser vetada por Mauricio I o el Capitán Veto, tal como se lo nombraba popularmente en la ciudad de Buenos Aires en su momento.
Creo que nos están tomando el pelo. Estamos debatiendo el tema en comisión, luego lo haremos en el recinto y, si se aprueba, pasará al Senado. Pero es sorprendente cómo el oficialismo tiene rapidez para venir a sentarse acá a defender los intereses de las petroleras y, al mismo tiempo, nos habla de racionalidad. El oficialismo habla de racionalidad para defender un tarifazo brutal contra el pueblo trabajador. Lo único que hacen con esto es darle ganancias y una rentabilidad extraordinaria a las petroleras y a las empresas de servicios públicos privatizadas de las que forman parte los amigos del presidente como, por ejemplo, los "Caputo". Estas empresas han ganado millones y, sin embargo, nos vienen a hablar de racionalidad. Esa es la racionalidad que defiende este gobierno. La mayoría de las familias del pueblo trabajador no pueden pagar las tarifas. Aquí no existe un problema de voluntad, es decir, no se trata de que la gente no quiera pagar porque desea que la tarifa sea gratis. Esas cosas que escuchamos nos dan mucha bronca. Concretamente, no se pueden pagar estas tarifas.
Lo único racional es avanzar en un sistema energético nacionalizado bajo la gestión de los trabajadores y el control de los usuarios populares. Esto se podría hacer de manera sencilla, mediante audiencias públicas en cada localidad, donde participen asociaciones de defensa del consumidor, sindicatos y centros vecinales. Se podría efectuar un control popular de una gestión hecha por los únicos interesados en un servicio eficiente y accesible para las grandes mayorías. Sin embargo, nos señalan que tiene que haber recursos. Ahora nos marcan que, para un freno parcial de este tarifazo que plantean algunos bloques de la oposición, se va a desfinanciar el Estado. ¡Qué caradurez tiene el oficialismo al decir que se va a desfinanciar el Estado! En realidad, hoy están financiando desde el propio Banco Central una fuga monumental de capitales. Hoy mismo se están yendo miles de millones. El dinero que tenía el Banco Central lo había obtenido del endeudamiento que vamos a pagar todos. Son miles de millones y se los están fugando. Dicen que no hay recursos cuando en realidad se los llevan los especuladores financieros. A eso hay que agregar las tasas que pagan de Lebacs.
Nosotros estamos absolutamente en contra de esta especulación financiera. Si ustedes, en vez del 5 por ciento aplicaran un impuesto del 35 por ciento destinado a todos los especuladores extranjeros, se podrían recaudar 130 mil millones de pesos.
Para las grandes empresas eso no es nada. Solamente de intereses de la deuda, este año se van a pagar 400.000 millones de pesos. Y nos dicen que no hay plata y que por eso, como las tarifas supuestamente estaban regaladas -eso es lo que dice Macri permanentemente- ahora hay que bancársela. Las familias del pueblo trabajador son las que siempre tienen que pagar. Siempre son las familias del pueblo trabajador las que tienen que pagar las crisis.
Entonces, uno ve esta situación y escucha una probable ley del Congreso. Nosotros insistimos apenas con que se tienen que retrotraer los aumentos a enero de 2016. ¿Por qué sectores de la oposición plantean convalidar este esquema? Porque ya dijeron que estaban de acuerdo. En realidad, ellos están de acuerdo con que las petroleras ganen miles de millones porque les estamos pagando. Cuando el costo del millón de BTU es de apenas dos dólares, se le está pagando más de siete. ¡Más de siete!
Entonces, cuando Aranguren estuvo en las audiencias públicas nunca contestó. O sea, de lo que no quieren hablar es de cuánto es el costo real. ¿Cuánta es la ganancia que se han llevado durante todos estos años y también con los gobiernos anteriores?
Entonces, acá parece que en realidad estuviéramos discutiendo con un bloque de las petroleras, es como que vengan los gerentes de las petroleras a decirme: "no, en realidad, no estamos ganando lo suficiente".
Nosotros hemos insistido, por supuesto, con nuestro proyecto de anulación del tarifazo y con que se haga una auditoría para determinar qué pasó con los subsidios millonarios que recibieron estas empresas de servicios públicos, privatizadas en los gobiernos anteriores. A nuestra salida de fondo podríamos agregar no solo la nacionalización del petróleo y de toda la energía, sino que también ante esta fuga de capitales habría que nacionalizar la banca y establecer el monopolio estatal del comercio exterior.
¿Cómo se va a parar esta sangría, que después es más ajuste contra el pueblo trabajador? ¡No mientan más!
Con la reforma previsional, primero pudieron ganar por los votos que les dieron lo que les votaron todo, los diputados de algunas provincias, del PJ, pero perdieron el debate. Primero decían que los jubilados no iban a perder, eso decían. ¿Se acuerdan? Ustedes decían que no. Tonelli había dicho que iban a perder plata pero no poder adquisitivo, lo cual era ya una burla.
Y ahora, justamente, tenemos que debatir. Ya están perdiendo el debate, no solo porque no se pueden pagar sino porque es irracional. Es mentira lo que decía el diputado del oficialismo, que es irracional un freno a las tarifas. Irracional es lo que está pasando en el país, que las grandes empresas se están llenando los bolsillos con ganancias extraordinarias y que ustedes insisten con que eso va a garantizar las inversiones. Además dicen que eso va a garantizar las inversiones y que vamos a tener una soberanía energética; pero ese cuento ya lo vimos, es un verso, ¿quién garantiza eso?, ¿quién garantiza que van a estar las inversiones? ¡Es mentira! Podemos plantear además, por supuesto, dejar de pagar la deuda externa. ¡Si dinero hay de sobra!
Ahora, y con esto finalizo, señor presidente, yo creo que no solamente hay que actuar frente a un eventual veto presidencial de una ley que frene el tarifazo. El Frente de Izquierda viene insistiendo en la propuesta de llevar adelante movilizaciones. Hay organizaciones sindicales que lo han hecho pero de una manera discontinua. Hay que llevar a cabo un verdadero plan de lucha y un paro activo nacional no solamente ante un eventual veto presidencial. Los dirigentes sindicales no lo hicieron cuando el presidente vetó la ley antidespidos. Recuerden ustedes que en ese momento la CGT, como casi siempre, se mandó a guardar y no hizo absolutamente nada. Por eso, existe el club del 15 por ciento que se pasea con Triaca por Europa, y después algunos que convocan a marchas, algunas velas. Pero eso no alcanza para quebrar la voluntad de un gobierno que defiende los intereses del gran capital.
Acá está claro: ustedes son como el "Chirolita" de las petroleras, es como hablar con un sirviente de las petroleras.
Entonces, lo que digo concretamente y lo que planteamos desde el Frente de Izquierda es que no podemos dejar que esto pase. Para frenar este tarifazo y esta política de ajuste contra el pueblo trabajador, vamos a insistir en todas las organizaciones de trabajadoras y trabajadores, y entre la juventud, en la necesidad de salir a la calle, de retomar esas movilizaciones de diciembre y plantear un verdadero plan de lucha, un paro activo nacional para terminar con este tarifazo que, insisto, para la familia del pueblo trabajador es impagable.
Ya sabemos que ustedes no lo entienden o creen que tienen que venir a defender a las petroleras. Pero nosotros defendemos a los trabajadores y a los sectores populares, no solo dentro del Congreso sino en la calle, y por eso hacemos este planteo.
Creo que nos están tomando el pelo. Estamos debatiendo el tema en comisión, luego lo haremos en el recinto y, si se aprueba, pasará al Senado. Pero es sorprendente cómo el oficialismo tiene rapidez para venir a sentarse acá a defender los intereses de las petroleras y, al mismo tiempo, nos habla de racionalidad. El oficialismo habla de racionalidad para defender un tarifazo brutal contra el pueblo trabajador. Lo único que hacen con esto es darle ganancias y una rentabilidad extraordinaria a las petroleras y a las empresas de servicios públicos privatizadas de las que forman parte los amigos del presidente como, por ejemplo, los "Caputo". Estas empresas han ganado millones y, sin embargo, nos vienen a hablar de racionalidad. Esa es la racionalidad que defiende este gobierno. La mayoría de las familias del pueblo trabajador no pueden pagar las tarifas. Aquí no existe un problema de voluntad, es decir, no se trata de que la gente no quiera pagar porque desea que la tarifa sea gratis. Esas cosas que escuchamos nos dan mucha bronca. Concretamente, no se pueden pagar estas tarifas.
Lo único racional es avanzar en un sistema energético nacionalizado bajo la gestión de los trabajadores y el control de los usuarios populares. Esto se podría hacer de manera sencilla, mediante audiencias públicas en cada localidad, donde participen asociaciones de defensa del consumidor, sindicatos y centros vecinales. Se podría efectuar un control popular de una gestión hecha por los únicos interesados en un servicio eficiente y accesible para las grandes mayorías. Sin embargo, nos señalan que tiene que haber recursos. Ahora nos marcan que, para un freno parcial de este tarifazo que plantean algunos bloques de la oposición, se va a desfinanciar el Estado. ¡Qué caradurez tiene el oficialismo al decir que se va a desfinanciar el Estado! En realidad, hoy están financiando desde el propio Banco Central una fuga monumental de capitales. Hoy mismo se están yendo miles de millones. El dinero que tenía el Banco Central lo había obtenido del endeudamiento que vamos a pagar todos. Son miles de millones y se los están fugando. Dicen que no hay recursos cuando en realidad se los llevan los especuladores financieros. A eso hay que agregar las tasas que pagan de Lebacs.
Nosotros estamos absolutamente en contra de esta especulación financiera. Si ustedes, en vez del 5 por ciento aplicaran un impuesto del 35 por ciento destinado a todos los especuladores extranjeros, se podrían recaudar 130 mil millones de pesos.
Para las grandes empresas eso no es nada. Solamente de intereses de la deuda, este año se van a pagar 400.000 millones de pesos. Y nos dicen que no hay plata y que por eso, como las tarifas supuestamente estaban regaladas -eso es lo que dice Macri permanentemente- ahora hay que bancársela. Las familias del pueblo trabajador son las que siempre tienen que pagar. Siempre son las familias del pueblo trabajador las que tienen que pagar las crisis.
Entonces, uno ve esta situación y escucha una probable ley del Congreso. Nosotros insistimos apenas con que se tienen que retrotraer los aumentos a enero de 2016. ¿Por qué sectores de la oposición plantean convalidar este esquema? Porque ya dijeron que estaban de acuerdo. En realidad, ellos están de acuerdo con que las petroleras ganen miles de millones porque les estamos pagando. Cuando el costo del millón de BTU es de apenas dos dólares, se le está pagando más de siete. ¡Más de siete!
Entonces, cuando Aranguren estuvo en las audiencias públicas nunca contestó. O sea, de lo que no quieren hablar es de cuánto es el costo real. ¿Cuánta es la ganancia que se han llevado durante todos estos años y también con los gobiernos anteriores?
Entonces, acá parece que en realidad estuviéramos discutiendo con un bloque de las petroleras, es como que vengan los gerentes de las petroleras a decirme: "no, en realidad, no estamos ganando lo suficiente".
Nosotros hemos insistido, por supuesto, con nuestro proyecto de anulación del tarifazo y con que se haga una auditoría para determinar qué pasó con los subsidios millonarios que recibieron estas empresas de servicios públicos, privatizadas en los gobiernos anteriores. A nuestra salida de fondo podríamos agregar no solo la nacionalización del petróleo y de toda la energía, sino que también ante esta fuga de capitales habría que nacionalizar la banca y establecer el monopolio estatal del comercio exterior.
¿Cómo se va a parar esta sangría, que después es más ajuste contra el pueblo trabajador? ¡No mientan más!
Con la reforma previsional, primero pudieron ganar por los votos que les dieron lo que les votaron todo, los diputados de algunas provincias, del PJ, pero perdieron el debate. Primero decían que los jubilados no iban a perder, eso decían. ¿Se acuerdan? Ustedes decían que no. Tonelli había dicho que iban a perder plata pero no poder adquisitivo, lo cual era ya una burla.
Y ahora, justamente, tenemos que debatir. Ya están perdiendo el debate, no solo porque no se pueden pagar sino porque es irracional. Es mentira lo que decía el diputado del oficialismo, que es irracional un freno a las tarifas. Irracional es lo que está pasando en el país, que las grandes empresas se están llenando los bolsillos con ganancias extraordinarias y que ustedes insisten con que eso va a garantizar las inversiones. Además dicen que eso va a garantizar las inversiones y que vamos a tener una soberanía energética; pero ese cuento ya lo vimos, es un verso, ¿quién garantiza eso?, ¿quién garantiza que van a estar las inversiones? ¡Es mentira! Podemos plantear además, por supuesto, dejar de pagar la deuda externa. ¡Si dinero hay de sobra!
Ahora, y con esto finalizo, señor presidente, yo creo que no solamente hay que actuar frente a un eventual veto presidencial de una ley que frene el tarifazo. El Frente de Izquierda viene insistiendo en la propuesta de llevar adelante movilizaciones. Hay organizaciones sindicales que lo han hecho pero de una manera discontinua. Hay que llevar a cabo un verdadero plan de lucha y un paro activo nacional no solamente ante un eventual veto presidencial. Los dirigentes sindicales no lo hicieron cuando el presidente vetó la ley antidespidos. Recuerden ustedes que en ese momento la CGT, como casi siempre, se mandó a guardar y no hizo absolutamente nada. Por eso, existe el club del 15 por ciento que se pasea con Triaca por Europa, y después algunos que convocan a marchas, algunas velas. Pero eso no alcanza para quebrar la voluntad de un gobierno que defiende los intereses del gran capital.
Acá está claro: ustedes son como el "Chirolita" de las petroleras, es como hablar con un sirviente de las petroleras.
Entonces, lo que digo concretamente y lo que planteamos desde el Frente de Izquierda es que no podemos dejar que esto pase. Para frenar este tarifazo y esta política de ajuste contra el pueblo trabajador, vamos a insistir en todas las organizaciones de trabajadoras y trabajadores, y entre la juventud, en la necesidad de salir a la calle, de retomar esas movilizaciones de diciembre y plantear un verdadero plan de lucha, un paro activo nacional para terminar con este tarifazo que, insisto, para la familia del pueblo trabajador es impagable.
Ya sabemos que ustedes no lo entienden o creen que tienen que venir a defender a las petroleras. Pero nosotros defendemos a los trabajadores y a los sectores populares, no solo dentro del Congreso sino en la calle, y por eso hacemos este planteo.
SR. PRESIDENTE LASPINA Diputado: le recuerdo que este gobierno ganó por las mayorías populares. No ganó por una dictadura militar ni por hacer un piquete en la calle. Ganó con los votos. (Aplausos.)
SR. DEL CAÑO Ganó con mentiras, presidente.
SR. PRESIDENTE LASPINA Los trabajadores nos votaron a nosotros.
SR. DEL CAÑO Ganó con mentiras.
SR. PRESIDENTE LASPINA Ganamos la elección el año pasado. Hace seis meses.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Entonces, le pido que mantenga las formas. No podemos faltarnos el respeto...
SR. DEL CAÑO Ganaron con mentiras, presidente.
SR. PRESIDENTE LASPINA Yo no le falto el respeto a nadie. No se le puede decir a un diputado "Chirolita", no se le puede decir a un diputado "gerente de las empresas".
SR. DEL CAÑO Señor presidente: ¡ganaron con mentiras porque nunca hablaron de estos tarifazos!
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Esto no es un debate, solo estoy manteniendo las formas de esta Comisión.
No se le puede decir "Chirolita" ni gerente de una compañía a un diputado.
No se le puede decir "Chirolita" ni gerente de una compañía a un diputado.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Estoy manteniendo el orden de la Comisión y el respeto que nos debemos tener entre todos los diputados que estamos presentes.
Si yo te digo a vos "Chirolita", ¿no te falto el respeto? Por favor...
Tiene la palabra la señora diputada Vallejos.
Si yo te digo a vos "Chirolita", ¿no te falto el respeto? Por favor...
Tiene la palabra la señora diputada Vallejos.
SRA. VALLEJOS Hay unas facturas que dan miedo...
Señor presidente: voy a tratar de ser breve porque se han dicho muchas cosas no solamente en esta Comisión, sino que este es un debate que viene desde hace tiempo.
Me parece que los argumentos están bastante claros para todos, incluso para aquellos que desde una necedad muy difícil de entender siguen sosteniendo una política que va a contramano de la vocación de la enorme mayoría de la sociedad argentina. No hablo solamente de las familias, porque cuando uno a veces habla de la política tarifaria parece que estuviera aludiendo a la familia argentina, al usuario residencial, que por supuesto está sufriendo mes a mes cada vez que le llegan las boletas.
Decía que hay familias que trajeron hasta este lugar las boletas de electricidad, de gas o de agua que les han llegado y vemos que realmente son montos impagables.
Hacíamos el cálculo de que hoy por hoy un trabajador en la Argentina, con el promedio de los valores que tienen las tarifas de los servicios básicos -el agua, la luz, el gas-, está destinando por lo menos el 32 por ciento del salario mínimo, vital y móvil solamente al pago de esos servicios.
Después, empieza a pensar en si come, si puede comprar útiles a los chicos para que vayan a la escuela, si puede comprarles zapatillas ahora que viene el invierno y hace frío, etcétera. Ni hablar de hacer un consumo cultural, tener una escapada o un momento de ocio. Hace dos años que los argentinos se han olvidado de disfrutar de eso.
No obstante, esta política efectivamente irracional de tarifazos que ha impuesto el gobierno de Cambiemos, no solamente afecta a las familias argentinas sino también a la industria, al comercio y a todos los sectores que producen.
Esto llama realmente la atención porque este es un gobierno que se ha llenado la boca hablando de la importancia de la competitividad y de conceptos de esa naturaleza. Pareciera que se olvidan o que nos toman de tontos a los argentinos, al pretender que nos olvidemos que la energía es precisamente uno de los vectores de competitividad más importantes que cualquiera que produce pueda tener.
Por eso, y no por capricho ni por otra razón, es que los países desarrollados del mundo subsidian fuertemente la energía, porque protegen y cuidan a aquellos que producen dentro de sus economías.
Lamentablemente, esta política de tarifazos que comenzó hace dos largos años con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, está dificultando y llevando a la quiebra a muchas de nuestras pymes en combinación con otros efectos nocivos de la política económica en general que ha desplomado la demanda, que ha desplomado el consumo y que, como si fuera poco, abre indiscriminadamente las importaciones generando así un coctel explosivo para la Argentina.
Se hablaba de la sustentabilidad fiscal de las propuestas que puntualmente se están tratando en esta comisión. Nuevamente uno se siente sorprendido frente a las expresiones del oficialismo porque -voy a repetir algo que sostuve en el recinto el miércoles pasado en la sesión especial- este gobierno y este sector político que está preocupado y manifiesta una sensibilidad fiscal es el mismo gobierno que hace pocos meses atrás aprobó una reforma tributaria, que no es la primera que instrumenta.
Este gobierno ha decidido, por vocación propia y aún con la oposición en contra, aprobar una reforma tributaria mediante la cual ha resignado enormes recursos tributarios de los que el Estado disponía, en todo caso, para financiar estas y otras políticas, por no mencionar el recorte en bienes personales que se instrumentó con la mal llamada ley de reparación histórica, por la que se decidió dejar de cobrarles impuestos a los patrimonios de los ricos; por no mencionar la eliminación de retenciones a los sectores concentrados de la exportación o la minería, o la reducción de la alícuota de las retenciones a la soja.
Hay un montón de ejemplos de recursos que el gobierno ha decidido resignar, privando al Estado contar con esos recursos con los que hoy bien podría sostener esta política por la que, de repente, parecen estar rasgándose las vestiduras.
También llama la atención la preocupación repentina por cómo se va a financiar esta política después de -como ya dije- haber resignado todos estos recursos.
Este es el gobierno que cuando implementó esta política salvaje de tarifazos, en ningún momento se preguntó cuál era la sustentabilidad de las familias argentinas para sostener esta política.
A una familia de compatriotas les llegó una factura de electricidad -aquí me la alcanzan- de casi 43.000 pesos.
Que me diga el presidente, sus ministros o cualquiera de los colegas diputados que bancan esta política, cuántos trabajadores en la Argentina pueden hacer frente a una factura de más de 40.000 pesos. Esto, sin contar los otros gastos que tiene la familia.
Tampoco se preguntó este gobierno cuál era la sustentabilidad para la competitividad de la economía argentina cuando instrumentó esta política brutal de tarifazos.
Pero, además, conforme van pasando los días nos quedamos con un montón de preguntas y por ello quiero redondear algunas de las cuestiones que me preocupan en esta instancia. Durante estas horas, y mientras debatimos en esa comisión, estamos siendo testigos de una corrida en el mercado cambiario que no sabemos cuándo se va a detener, y que debería preocuparnos a todos.
¿Y por qué lo traigo a colación en una reunión donde estamos debatiendo tarifas? Porque la racionalidad de la política económica de conjunto que ha instrumentado el gobierno de Cambiemos genera preocupación. Entre otras cosas, han dolarizado las tarifas de los servicios públicos argentinos. Entonces, si en medio de una inflación galopante se aplica una política de tarifazos y se devalúa, obviamente todo se va a trasladar a los precios. Ahora bien, más que un traslado, han decidido dolarizar las tarifas.
Me gustaría que alguien nos cuente, ya que han mandado a consultar a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de esta Cámara, cuál va a ser el impacto y qué es lo que vamos a ver en la próxima revisión tarifaria si no corregimos rápidamente esta política, después de la profunda devaluación que hicieron. Calculamos casi un 22 por ciento de devaluación en los últimos meses hasta la fecha, en medio de una corrida que el Banco Central de la República Argentina está dejando que avance.
De manera que podríamos hacer esa consulta a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, ya que se trata de un tema muy importante. Efectivamente, se están jugando las divisas que se han acumulado con el esfuerzo del trabajo de todos los argentinos, y con el esfuerzo del trabajo futuro también, porque muchas de esas divisas se han acumulado a través del endeudamiento externo que seguiremos pagando nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.
Traer un poco de racionalidad a esta casa, y a la política económica de nuestro país, implica avanzar responsablemente en la construcción de una respuesta a esta política tarifaria que no pueden sostener las familias, las industrias, las pymes ni los comercios en la Argentina. La unidad de la oposición no cristaliza en otra cosa que en la profunda vocación de la enorme mayoría de los argentinos y argentinas para que se construya una respuesta a esta política irracional, brutal y salvaje de tarifazos que resulta insostenible.
Me complacería enormemente que el oficialismo también aportara una dosis de responsabilidad y racionalidad para construir una respuesta que los argentinos y argentinas están reclamando para nuestro país, ante la cual no podemos seguir haciéndonos los distraídos. (Aplausos.)
Señor presidente: voy a tratar de ser breve porque se han dicho muchas cosas no solamente en esta Comisión, sino que este es un debate que viene desde hace tiempo.
Me parece que los argumentos están bastante claros para todos, incluso para aquellos que desde una necedad muy difícil de entender siguen sosteniendo una política que va a contramano de la vocación de la enorme mayoría de la sociedad argentina. No hablo solamente de las familias, porque cuando uno a veces habla de la política tarifaria parece que estuviera aludiendo a la familia argentina, al usuario residencial, que por supuesto está sufriendo mes a mes cada vez que le llegan las boletas.
Decía que hay familias que trajeron hasta este lugar las boletas de electricidad, de gas o de agua que les han llegado y vemos que realmente son montos impagables.
Hacíamos el cálculo de que hoy por hoy un trabajador en la Argentina, con el promedio de los valores que tienen las tarifas de los servicios básicos -el agua, la luz, el gas-, está destinando por lo menos el 32 por ciento del salario mínimo, vital y móvil solamente al pago de esos servicios.
Después, empieza a pensar en si come, si puede comprar útiles a los chicos para que vayan a la escuela, si puede comprarles zapatillas ahora que viene el invierno y hace frío, etcétera. Ni hablar de hacer un consumo cultural, tener una escapada o un momento de ocio. Hace dos años que los argentinos se han olvidado de disfrutar de eso.
No obstante, esta política efectivamente irracional de tarifazos que ha impuesto el gobierno de Cambiemos, no solamente afecta a las familias argentinas sino también a la industria, al comercio y a todos los sectores que producen.
Esto llama realmente la atención porque este es un gobierno que se ha llenado la boca hablando de la importancia de la competitividad y de conceptos de esa naturaleza. Pareciera que se olvidan o que nos toman de tontos a los argentinos, al pretender que nos olvidemos que la energía es precisamente uno de los vectores de competitividad más importantes que cualquiera que produce pueda tener.
Por eso, y no por capricho ni por otra razón, es que los países desarrollados del mundo subsidian fuertemente la energía, porque protegen y cuidan a aquellos que producen dentro de sus economías.
Lamentablemente, esta política de tarifazos que comenzó hace dos largos años con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, está dificultando y llevando a la quiebra a muchas de nuestras pymes en combinación con otros efectos nocivos de la política económica en general que ha desplomado la demanda, que ha desplomado el consumo y que, como si fuera poco, abre indiscriminadamente las importaciones generando así un coctel explosivo para la Argentina.
Se hablaba de la sustentabilidad fiscal de las propuestas que puntualmente se están tratando en esta comisión. Nuevamente uno se siente sorprendido frente a las expresiones del oficialismo porque -voy a repetir algo que sostuve en el recinto el miércoles pasado en la sesión especial- este gobierno y este sector político que está preocupado y manifiesta una sensibilidad fiscal es el mismo gobierno que hace pocos meses atrás aprobó una reforma tributaria, que no es la primera que instrumenta.
Este gobierno ha decidido, por vocación propia y aún con la oposición en contra, aprobar una reforma tributaria mediante la cual ha resignado enormes recursos tributarios de los que el Estado disponía, en todo caso, para financiar estas y otras políticas, por no mencionar el recorte en bienes personales que se instrumentó con la mal llamada ley de reparación histórica, por la que se decidió dejar de cobrarles impuestos a los patrimonios de los ricos; por no mencionar la eliminación de retenciones a los sectores concentrados de la exportación o la minería, o la reducción de la alícuota de las retenciones a la soja.
Hay un montón de ejemplos de recursos que el gobierno ha decidido resignar, privando al Estado contar con esos recursos con los que hoy bien podría sostener esta política por la que, de repente, parecen estar rasgándose las vestiduras.
También llama la atención la preocupación repentina por cómo se va a financiar esta política después de -como ya dije- haber resignado todos estos recursos.
Este es el gobierno que cuando implementó esta política salvaje de tarifazos, en ningún momento se preguntó cuál era la sustentabilidad de las familias argentinas para sostener esta política.
A una familia de compatriotas les llegó una factura de electricidad -aquí me la alcanzan- de casi 43.000 pesos.
Que me diga el presidente, sus ministros o cualquiera de los colegas diputados que bancan esta política, cuántos trabajadores en la Argentina pueden hacer frente a una factura de más de 40.000 pesos. Esto, sin contar los otros gastos que tiene la familia.
Tampoco se preguntó este gobierno cuál era la sustentabilidad para la competitividad de la economía argentina cuando instrumentó esta política brutal de tarifazos.
Pero, además, conforme van pasando los días nos quedamos con un montón de preguntas y por ello quiero redondear algunas de las cuestiones que me preocupan en esta instancia. Durante estas horas, y mientras debatimos en esa comisión, estamos siendo testigos de una corrida en el mercado cambiario que no sabemos cuándo se va a detener, y que debería preocuparnos a todos.
¿Y por qué lo traigo a colación en una reunión donde estamos debatiendo tarifas? Porque la racionalidad de la política económica de conjunto que ha instrumentado el gobierno de Cambiemos genera preocupación. Entre otras cosas, han dolarizado las tarifas de los servicios públicos argentinos. Entonces, si en medio de una inflación galopante se aplica una política de tarifazos y se devalúa, obviamente todo se va a trasladar a los precios. Ahora bien, más que un traslado, han decidido dolarizar las tarifas.
Me gustaría que alguien nos cuente, ya que han mandado a consultar a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de esta Cámara, cuál va a ser el impacto y qué es lo que vamos a ver en la próxima revisión tarifaria si no corregimos rápidamente esta política, después de la profunda devaluación que hicieron. Calculamos casi un 22 por ciento de devaluación en los últimos meses hasta la fecha, en medio de una corrida que el Banco Central de la República Argentina está dejando que avance.
De manera que podríamos hacer esa consulta a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, ya que se trata de un tema muy importante. Efectivamente, se están jugando las divisas que se han acumulado con el esfuerzo del trabajo de todos los argentinos, y con el esfuerzo del trabajo futuro también, porque muchas de esas divisas se han acumulado a través del endeudamiento externo que seguiremos pagando nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.
Traer un poco de racionalidad a esta casa, y a la política económica de nuestro país, implica avanzar responsablemente en la construcción de una respuesta a esta política tarifaria que no pueden sostener las familias, las industrias, las pymes ni los comercios en la Argentina. La unidad de la oposición no cristaliza en otra cosa que en la profunda vocación de la enorme mayoría de los argentinos y argentinas para que se construya una respuesta a esta política irracional, brutal y salvaje de tarifazos que resulta insostenible.
Me complacería enormemente que el oficialismo también aportara una dosis de responsabilidad y racionalidad para construir una respuesta que los argentinos y argentinas están reclamando para nuestro país, ante la cual no podemos seguir haciéndonos los distraídos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Amadeo.
SR. AMADEO Señor presidente: si buscáramos alguna de las razones del drama argentino -no haber sido lo que quisimos, ser un país pobre, etcétera-, probablemente la encontraríamos en la permanente derrota que ha tenido la construcción del futuro frente al presente. La obsesión de que todo tiene que ser presente y nada tiene que ser futuro. Me acuerdo, por ejemplo, del "deme dos", y de las búsquedas permanentes del consumo en detrimento del ahorro y la inversión.
Esa historia es parte de lo que queremos cambiar. Queremos construir un país nuevo, con un equilibrio razonable entre las necesidades del presente y la demanda de futuro. Buena parte de lo que estamos sufriendo hoy ha sido consecuencia del desastre que nos dejaron aquellos que regalaban energía para que la Argentina batiera récords en venta de aparatos de aire acondicionado o de piletas calefaccionadas con gas, mientras que del otro lado del alambre del country las madres seguían arrastrando las garrafas.
Este es uno de los grandes desafíos que tenemos. Es una de las razones por las cuales desde Cambiemos vamos a ser duros y vamos a acompañar al gobierno nacional en su decisión de no permitir que esto vuelva a repetirse.
Hablando del presente, oímos todo el tiempo planteos ridículos respecto de lo que se paga de tarifas. Si creemos en el INDEC, podemos decir que hoy en día, a diferencia de lo que pasó en la llamada "década ganada", sólo el 7 por ciento del ingreso de los argentinos se dedica a gastos de servicios.
Todos estos datos surgen de las facturas.
El 60 por ciento de los usuarios pagará menos de 1.000 pesos mensuales a partir de abril de 2018; el 20 por ciento pagará entre 1.000 y 2.000 pesos; el 10 por ciento pagará entre 2.000 y 3.000 pesos y el otro 10 por ciento pagará más de 3.000 pesos. Entonces, no es cierto que el 90 de los argentinos va a recibir facturas de entre 20.000 a 45.000 pesos como se dijo. No es cierto.
Incluso, con respecto al tema del sector productivo, los precios regulados -que eran los que venían del festival- en noviembre de 2015 eran un 67 por ciento menor a los del 2001, mientras que los bienes y servicios habían aumentado entre el 33 y el 27 por ciento. Esto quiere decir que buena parte del sector productivo ganó un 90 por ciento por encima de lo que habían aumentado las tarifas. Esa ganancia en algún lugar está.
De todas formas, es cierto que para algunos es duro, sobre todo para los más pobres. Por eso, hay cuatro millones de personas que tienen tarifa social. Entonces, no es cierto que nos estamos olvidando de los pobres. Por el contrario, la tarifa es muy creciente para los consumos muy altos, lo que constituye una manera de subsidiar a los pobres porque se supone que los ricos consumen más. A éstos les podemos cobrar más para aplicarlo a la tarifa social.
No demos vuelta el argumento. La década ganada fue claramente "Hood Robin". Debemos desdramatizar este tema que se ha convertido en una jugarreta política que está enturbiando la discusión. Esto con respecto al pasado y al presente.
En cuanto al futuro, no es chiste lo que se está plateando en términos de la reconstrucción del sistema energético argentino. Es un camino muy finito. La inversión y la confianza son caminos finitos que se pierden enseguida.
Si se aprueba este proyecto, estaremos dando la señal de que vamos a sacar un naipe de abajo y que el RTI y todo lo que estamos planteando en términos de inversión va a entrar en un tembladeral que va a afectar a los pobres y a las provincias.
A continuación, les daré algunos datos acerca de lo que estamos haciendo y que puede verse afectado si se convierte en ley esta iniciativa o con otros movimientos políticos similares.
Recuerdo lo que dijo el diputado Pastori. ¿Qué dicen los misioneros? ¿Van a seguir con garrafa? Estamos construyendo 4 gasoductos, 31 centrales térmicas y 2.825 kilómetros de transmisión eléctrica. Destinamos 1.800 millones de dólares en energías renovables; 45.700 millones de dólares en inversión para la industria extractiva en los próximos diez años -ya tenemos a Vaca Muerta produciendo "a full"-, y 8.700 millones de dólares en generación.
Entonces, señor presidente, no se puede jugar con esto. Es por eso que nuestro Poder Ejecutivo está tomando esta posición que nosotros acompañamos. Está apostando al futuro. Está apostando a que la señora que arrastra la garrafa del otro lado del alambre del country tenga pronto gas natural. No está apostando a que nosotros podamos calefaccionar nuestras piscinas con el gas regalado.
Hay mucha gente que apuesta al futuro. Apostaron al futuro los dirigentes petroleros de Neuquén cuando convinieron con el gobierno y con el sector productor un acuerdo de competitividad que va a permitir que vuele la producción gasífera y petrolífera en esa provincia.
Estas son las razones por las que nosotros rechazamos este proyecto. No queremos que se vuelva otra vez a premiar al presente en detrimento del futuro.
No nos quedamos quietos, señor presidente. Hemos planteado varias medidas que sirven para ayudar en los casos en que las facturas son demasiado altas.
La propuesta de aplanarlas y repartirlas en el tiempo es una de ellas sin ninguna duda. La ley de transparencia energética es otra y, como bien se dijo aquí, va a conseguir que las tarifas dejen de engañar a los consumidores poniendo cosas que no tienen nada que ver con la energía.
También está la propuesta de nuestros socios de la Coalición Cívica de hacer un análisis cuidadoso de las inversiones de las empresas. Por lo tanto, no nos vamos a quedar de brazos cruzados, vamos a hacer mucho, pero no vamos a volver a hipotecar el futuro de la Argentina una vez más. (Aplausos.)
Esa historia es parte de lo que queremos cambiar. Queremos construir un país nuevo, con un equilibrio razonable entre las necesidades del presente y la demanda de futuro. Buena parte de lo que estamos sufriendo hoy ha sido consecuencia del desastre que nos dejaron aquellos que regalaban energía para que la Argentina batiera récords en venta de aparatos de aire acondicionado o de piletas calefaccionadas con gas, mientras que del otro lado del alambre del country las madres seguían arrastrando las garrafas.
Este es uno de los grandes desafíos que tenemos. Es una de las razones por las cuales desde Cambiemos vamos a ser duros y vamos a acompañar al gobierno nacional en su decisión de no permitir que esto vuelva a repetirse.
Hablando del presente, oímos todo el tiempo planteos ridículos respecto de lo que se paga de tarifas. Si creemos en el INDEC, podemos decir que hoy en día, a diferencia de lo que pasó en la llamada "década ganada", sólo el 7 por ciento del ingreso de los argentinos se dedica a gastos de servicios.
Todos estos datos surgen de las facturas.
El 60 por ciento de los usuarios pagará menos de 1.000 pesos mensuales a partir de abril de 2018; el 20 por ciento pagará entre 1.000 y 2.000 pesos; el 10 por ciento pagará entre 2.000 y 3.000 pesos y el otro 10 por ciento pagará más de 3.000 pesos. Entonces, no es cierto que el 90 de los argentinos va a recibir facturas de entre 20.000 a 45.000 pesos como se dijo. No es cierto.
Incluso, con respecto al tema del sector productivo, los precios regulados -que eran los que venían del festival- en noviembre de 2015 eran un 67 por ciento menor a los del 2001, mientras que los bienes y servicios habían aumentado entre el 33 y el 27 por ciento. Esto quiere decir que buena parte del sector productivo ganó un 90 por ciento por encima de lo que habían aumentado las tarifas. Esa ganancia en algún lugar está.
De todas formas, es cierto que para algunos es duro, sobre todo para los más pobres. Por eso, hay cuatro millones de personas que tienen tarifa social. Entonces, no es cierto que nos estamos olvidando de los pobres. Por el contrario, la tarifa es muy creciente para los consumos muy altos, lo que constituye una manera de subsidiar a los pobres porque se supone que los ricos consumen más. A éstos les podemos cobrar más para aplicarlo a la tarifa social.
No demos vuelta el argumento. La década ganada fue claramente "Hood Robin". Debemos desdramatizar este tema que se ha convertido en una jugarreta política que está enturbiando la discusión. Esto con respecto al pasado y al presente.
En cuanto al futuro, no es chiste lo que se está plateando en términos de la reconstrucción del sistema energético argentino. Es un camino muy finito. La inversión y la confianza son caminos finitos que se pierden enseguida.
Si se aprueba este proyecto, estaremos dando la señal de que vamos a sacar un naipe de abajo y que el RTI y todo lo que estamos planteando en términos de inversión va a entrar en un tembladeral que va a afectar a los pobres y a las provincias.
A continuación, les daré algunos datos acerca de lo que estamos haciendo y que puede verse afectado si se convierte en ley esta iniciativa o con otros movimientos políticos similares.
Recuerdo lo que dijo el diputado Pastori. ¿Qué dicen los misioneros? ¿Van a seguir con garrafa? Estamos construyendo 4 gasoductos, 31 centrales térmicas y 2.825 kilómetros de transmisión eléctrica. Destinamos 1.800 millones de dólares en energías renovables; 45.700 millones de dólares en inversión para la industria extractiva en los próximos diez años -ya tenemos a Vaca Muerta produciendo "a full"-, y 8.700 millones de dólares en generación.
Entonces, señor presidente, no se puede jugar con esto. Es por eso que nuestro Poder Ejecutivo está tomando esta posición que nosotros acompañamos. Está apostando al futuro. Está apostando a que la señora que arrastra la garrafa del otro lado del alambre del country tenga pronto gas natural. No está apostando a que nosotros podamos calefaccionar nuestras piscinas con el gas regalado.
Hay mucha gente que apuesta al futuro. Apostaron al futuro los dirigentes petroleros de Neuquén cuando convinieron con el gobierno y con el sector productor un acuerdo de competitividad que va a permitir que vuele la producción gasífera y petrolífera en esa provincia.
Estas son las razones por las que nosotros rechazamos este proyecto. No queremos que se vuelva otra vez a premiar al presente en detrimento del futuro.
No nos quedamos quietos, señor presidente. Hemos planteado varias medidas que sirven para ayudar en los casos en que las facturas son demasiado altas.
La propuesta de aplanarlas y repartirlas en el tiempo es una de ellas sin ninguna duda. La ley de transparencia energética es otra y, como bien se dijo aquí, va a conseguir que las tarifas dejen de engañar a los consumidores poniendo cosas que no tienen nada que ver con la energía.
También está la propuesta de nuestros socios de la Coalición Cívica de hacer un análisis cuidadoso de las inversiones de las empresas. Por lo tanto, no nos vamos a quedar de brazos cruzados, vamos a hacer mucho, pero no vamos a volver a hipotecar el futuro de la Argentina una vez más. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado David.
SR. DAVID Señor presidente: voy a tratar de ser breve porque ya se ha hablado bastante sobre algunos temas y también en honor a que los dictámenes ya están circulando para la firma. Además, es la cuarta o quinta vez que tratamos este tema en pocas semanas y muchos de nosotros ya lo venimos haciendo desde 2016. En aquel momento, en este lugar, tuvimos una férrea discusión con el ministro Aranguren vinculada a lo que era el esquema de aumentos tarifarios que el gobierno proponía.
Pero por qué estamos aquí. Estamos aquí porque el tema está instalando en la agenda de los argentinos. No me cabe duda de que hoy el tema de las tarifas está al tope de las preocupaciones, incluso, por encima del empleo y la inseguridad que durante mucho tiempo han sido los que ocupaban la mesa de los argentinos.
Hoy es el tema de las tarifas el que está instalado desde hace tres o cuatro semanas. Pero no porque lo inventó un argentino o porque a nosotros se nos ocurre inventar este tema, sino porque llegaron las boletas con un aumento absolutamente desproporcionado, injusto e inequitativo.
Un aumento que atraviesa todos los sectores sociales. Me ha tocado hablar con jubilados a los que le llegaron boletas de 3.000 o 4.000 pesos, pero también hablé con productores que pasaron de 180 mil pesos a un par de millones; también con comerciantes del centro de la ciudad de Salta que hoy pagan entre 80.000 y 90.000 pesos de energía. El tema es preocupante y lo que no puedo entender -lo digo con absoluta honestidad-, es por qué en estas tres o cuatro semanas, el gobierno no se sentó a ver qué soluciones se pueden dar.
Yo comparto lo que el gobierno ha repetido hasta el cansancio respecto de que es un tema que lo puede resolver el Poder Ejecutivo. Pero si hoy se está tratando en el Congreso es porque el Ejecutivo no escucha. Tampoco está abierto a reconocer que cuando hay tanto ruido algo pasa. Hay una realidad señores, no se guíen solo por las planillas, yo también en 2016 vi las planillas que dicen que el 38 por ciento está aquí y el 40 está allá. Pero después se olvidan del IVA, de los impuestos, se olvidan de los demás servicios y de la parte de la distribución de la energía; todo eso va juntando otros miles por encima.
Podemos discutir y echarnos culpas. El gobierno actual le puede echar la culpa al anterior o la Nación le puede tirar la pelota a las provincias o a los municipios. Pero en el fondo está la gente, argentinos que en muchos casos no pueden pagar o necesitan hacer un esfuerzo descomunal para hacerlo y además están angustiados.
Esto se advierte cuando uno recorre la provincia, como yo lo hago en la mía. Hay gente que llama por teléfono, otro que te agarra en la puerta de un canal de televisión y te traen la factura. Entonces, no es solo discutir de forma abstracta si la factura es cara o no, tienen la angustia absoluta de no saber cómo pagarla. Tienen una angustia absoluta y cuando miran hacia el Congreso o ven los diarios, les dicen que se está trabajando en el tema, pero nadie da una solución.
Yo creo que este es el tema por el que estamos aquí. El aumento no solo es exagerado, sino que en muchos casos está mal hecho y lo vengo sosteniendo desde hace bastante.
Cuando observo que en el centro de la Capital sigue habiendo subsidios en las tarifas es porque algo está mal. Lo vengo diciendo desde hace muchísimo tiempo. No se trata de cómo se hace, de si el aumento es mucho o poco, sino que simplemente está mal.
Todavía no empezamos a discutir qué pasa con los servicios nacionales o con los servicios de los que se hace cargo el Estado Nacional, como Edenor o Edesur, porque tendríamos que debatir gran cantidad de cuestiones de la realidad de nuestro país.
Quizás la Argentina tenía otro esquema en el momento en el cual todavía no se le había subido un punto de coparticipación a la Capital Federal como hizo este gobierno apenas asumió, o no se había resuelto devolverle en los próximos años a la provincia de Buenos Aires varios miles de millones de pesos.
Entonces, existe inequidad y esta situación hay que corregirla. No se puede decir "veníamos así" ni utilizar como justificación que los subsidios en las clases más altas venían del gobierno anterior. Si algo estaba mal, había que corregirlo. Si no lo corrigieron durante el primer, segundo o sexto mes, no puede seguir siendo una justificación y que lleven más de dos años sin modificarlo, porque se soluciona presionando una tecla en la computadora.
La gente viene aguantando desde los primeros aumentos, viene sosteniendo a este gobierno en su gran mayoría -más allá de estar o no de acuerdo políticamente-, viene haciendo un esfuerzo inclusive cuando la inflación es más alta de lo que habían prometido, tolerando que los salarios estén perdiendo poder adquisitivo y soportando que muchas cuestiones con las que se habían comprometido no las cumplieran.
Por ello, es muy difícil decir a la gente que no nos importa, que no la vamos a escuchar, que vamos a seguir con el mismo programa económico aunque hayamos fracasado en todos los indicadores, y que lo relativo a las tarifas lo vamos a seguir igual y que se lo vamos a tirar por encima a cada argentino.
Les reconozco que es probable que haya una pyme, una empresa, un comerciante o un residencial que tenga una tarifa razonable. No voy a decir que está todo mal, o sea que está todo "patas para arriba", y que no hay gente que reciba una tarifa razonable. Pero quiero puntualizar que hay miles y miles de argentinos que están recibiendo tarifas absolutamente desproporcionadas, y no ha llegado la parte importante de la facturación del gas, que será en los próximos meses, y que ya nos dio más de un dolor de cabeza en 2016 y 2017.
Muchos de los expositores se refirieron a la responsabilidad que tenemos en cuanto a ver de dónde sale el dinero, de qué es lo que pasará con el IVA con una inflación del 20 por ciento en este año y de cómo se resolverá que el presupuesto estuviese armado con un porcentaje que oscilaba entre el 8 y el 10 por ciento de inflación, pero tendrá más del 20 por ciento. Todo eso hace a los recursos del Estado y la gran mayoría ya lo sabe.
Tampoco voy a entrar en la disquisición de que para resolver los temas de la gente vamos a ver si está mal puesta una coma, si está mal citado un artículo, etcétera. En este sentido, ¡han preparado una iniciativa con dos artículos iguales y la mandaron al Senado! La realidad es que todas esas cuestiones las podemos discutir pero el tema es ver si existe voluntad para que realmente revisemos si el tema de las tarifas está bien implementado.
Creo que así como a los productores del Norte les iban a compensar el flete y no pasó, así como se iban a rebajar aportes y se subieron, así como muchos de los que pagábamos bienes personales hoy no los pagamos, así como la famosa reparación histórica de los jubilados sirvió para que cobren mucho dinero los que más ganaban en jubilaciones o quienes tenían montos más grandes, es un momento para revisar y para ver.
Ojalá que en los próximos días el presidente, en vez de amenazar con el veto o con lo que sea, pueda sentar a sus ministros para revisar qué es lo que está pasando, a fin de llevar a los argentinos una mayor tranquilidad, que es lo que en definitiva quiere este proyecto de ley.
Pero por qué estamos aquí. Estamos aquí porque el tema está instalando en la agenda de los argentinos. No me cabe duda de que hoy el tema de las tarifas está al tope de las preocupaciones, incluso, por encima del empleo y la inseguridad que durante mucho tiempo han sido los que ocupaban la mesa de los argentinos.
Hoy es el tema de las tarifas el que está instalado desde hace tres o cuatro semanas. Pero no porque lo inventó un argentino o porque a nosotros se nos ocurre inventar este tema, sino porque llegaron las boletas con un aumento absolutamente desproporcionado, injusto e inequitativo.
Un aumento que atraviesa todos los sectores sociales. Me ha tocado hablar con jubilados a los que le llegaron boletas de 3.000 o 4.000 pesos, pero también hablé con productores que pasaron de 180 mil pesos a un par de millones; también con comerciantes del centro de la ciudad de Salta que hoy pagan entre 80.000 y 90.000 pesos de energía. El tema es preocupante y lo que no puedo entender -lo digo con absoluta honestidad-, es por qué en estas tres o cuatro semanas, el gobierno no se sentó a ver qué soluciones se pueden dar.
Yo comparto lo que el gobierno ha repetido hasta el cansancio respecto de que es un tema que lo puede resolver el Poder Ejecutivo. Pero si hoy se está tratando en el Congreso es porque el Ejecutivo no escucha. Tampoco está abierto a reconocer que cuando hay tanto ruido algo pasa. Hay una realidad señores, no se guíen solo por las planillas, yo también en 2016 vi las planillas que dicen que el 38 por ciento está aquí y el 40 está allá. Pero después se olvidan del IVA, de los impuestos, se olvidan de los demás servicios y de la parte de la distribución de la energía; todo eso va juntando otros miles por encima.
Podemos discutir y echarnos culpas. El gobierno actual le puede echar la culpa al anterior o la Nación le puede tirar la pelota a las provincias o a los municipios. Pero en el fondo está la gente, argentinos que en muchos casos no pueden pagar o necesitan hacer un esfuerzo descomunal para hacerlo y además están angustiados.
Esto se advierte cuando uno recorre la provincia, como yo lo hago en la mía. Hay gente que llama por teléfono, otro que te agarra en la puerta de un canal de televisión y te traen la factura. Entonces, no es solo discutir de forma abstracta si la factura es cara o no, tienen la angustia absoluta de no saber cómo pagarla. Tienen una angustia absoluta y cuando miran hacia el Congreso o ven los diarios, les dicen que se está trabajando en el tema, pero nadie da una solución.
Yo creo que este es el tema por el que estamos aquí. El aumento no solo es exagerado, sino que en muchos casos está mal hecho y lo vengo sosteniendo desde hace bastante.
Cuando observo que en el centro de la Capital sigue habiendo subsidios en las tarifas es porque algo está mal. Lo vengo diciendo desde hace muchísimo tiempo. No se trata de cómo se hace, de si el aumento es mucho o poco, sino que simplemente está mal.
Todavía no empezamos a discutir qué pasa con los servicios nacionales o con los servicios de los que se hace cargo el Estado Nacional, como Edenor o Edesur, porque tendríamos que debatir gran cantidad de cuestiones de la realidad de nuestro país.
Quizás la Argentina tenía otro esquema en el momento en el cual todavía no se le había subido un punto de coparticipación a la Capital Federal como hizo este gobierno apenas asumió, o no se había resuelto devolverle en los próximos años a la provincia de Buenos Aires varios miles de millones de pesos.
Entonces, existe inequidad y esta situación hay que corregirla. No se puede decir "veníamos así" ni utilizar como justificación que los subsidios en las clases más altas venían del gobierno anterior. Si algo estaba mal, había que corregirlo. Si no lo corrigieron durante el primer, segundo o sexto mes, no puede seguir siendo una justificación y que lleven más de dos años sin modificarlo, porque se soluciona presionando una tecla en la computadora.
La gente viene aguantando desde los primeros aumentos, viene sosteniendo a este gobierno en su gran mayoría -más allá de estar o no de acuerdo políticamente-, viene haciendo un esfuerzo inclusive cuando la inflación es más alta de lo que habían prometido, tolerando que los salarios estén perdiendo poder adquisitivo y soportando que muchas cuestiones con las que se habían comprometido no las cumplieran.
Por ello, es muy difícil decir a la gente que no nos importa, que no la vamos a escuchar, que vamos a seguir con el mismo programa económico aunque hayamos fracasado en todos los indicadores, y que lo relativo a las tarifas lo vamos a seguir igual y que se lo vamos a tirar por encima a cada argentino.
Les reconozco que es probable que haya una pyme, una empresa, un comerciante o un residencial que tenga una tarifa razonable. No voy a decir que está todo mal, o sea que está todo "patas para arriba", y que no hay gente que reciba una tarifa razonable. Pero quiero puntualizar que hay miles y miles de argentinos que están recibiendo tarifas absolutamente desproporcionadas, y no ha llegado la parte importante de la facturación del gas, que será en los próximos meses, y que ya nos dio más de un dolor de cabeza en 2016 y 2017.
Muchos de los expositores se refirieron a la responsabilidad que tenemos en cuanto a ver de dónde sale el dinero, de qué es lo que pasará con el IVA con una inflación del 20 por ciento en este año y de cómo se resolverá que el presupuesto estuviese armado con un porcentaje que oscilaba entre el 8 y el 10 por ciento de inflación, pero tendrá más del 20 por ciento. Todo eso hace a los recursos del Estado y la gran mayoría ya lo sabe.
Tampoco voy a entrar en la disquisición de que para resolver los temas de la gente vamos a ver si está mal puesta una coma, si está mal citado un artículo, etcétera. En este sentido, ¡han preparado una iniciativa con dos artículos iguales y la mandaron al Senado! La realidad es que todas esas cuestiones las podemos discutir pero el tema es ver si existe voluntad para que realmente revisemos si el tema de las tarifas está bien implementado.
Creo que así como a los productores del Norte les iban a compensar el flete y no pasó, así como se iban a rebajar aportes y se subieron, así como muchos de los que pagábamos bienes personales hoy no los pagamos, así como la famosa reparación histórica de los jubilados sirvió para que cobren mucho dinero los que más ganaban en jubilaciones o quienes tenían montos más grandes, es un momento para revisar y para ver.
Ojalá que en los próximos días el presidente, en vez de amenazar con el veto o con lo que sea, pueda sentar a sus ministros para revisar qué es lo que está pasando, a fin de llevar a los argentinos una mayor tranquilidad, que es lo que en definitiva quiere este proyecto de ley.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Camaño.
SRA. CAMAÑO Señor presidente: quiero realizar algunas consideraciones sobre la base de lo que aquí se ha expuesto.
En principio, quiero agradecer la mirada crítica del diputado Pastori, aun cuando el diputado Lavagna le señaló cuestiones que están para la corrección en el recinto, y seguramente se sumarán otras de este tenor.
Por otro lado, quiero hacer una reflexión en relación con lo que acaba de decir el señor diputado Amadeo.
Muchos de los que están ahí al frente y que hoy son oficialismo saben que no todos somos iguales; saben que muchos compartimos que la Argentina sufrió un default energético por una mala política del gobierno anterior. También saben que compartimos la necesidad de resolver el problema. Ahora bien, muchachos, la responsabilidad de gobierno no implica solamente tirar una política en la materia, pegarle al pasado y obcecarse con que eso es lo mejor.
¿Ustedes no se preguntan por qué algunos de nosotros estamos en la misma posición de aquellos a los que criticábamos? ¿No se preguntan que quizás haya algo que estén haciendo mal? ¿No se preguntan que quizás la resolución que les propusieron desde el Poder Ejecutivo no alcanza, cuando ustedes mismos plantearon que había un problema serio en la sociedad con relación a las tarifas? ¿Ustedes no se han dado cuenta de que las políticas distractivas no alcanzan?
Acá un diputado, con un discurso encendido, acaba de hablar de la necesidad de mantener el rumbo porque así se defienden las inversiones. Yo le recuerdo a ese diputado que es el ministro de Energía quien ha dicho que no trae sus inversiones porque no confía en el país. ¿Quieren algo más abrumador para que nadie venga a invertir a la Argentina? Esto es así, a menos que se trate de un excelso negocio vinculado con las desgraciadas apreciaciones en materia de las fortunas personales de los funcionarios del Poder Ejecutivo y de los que tienen cuentas off shore, y que dicen que son virtuosas.
Todos aquí sabemos -porque hemos discutido durante años la necesidad de la adhesión al GAFI primero, de la constitución de la UIF después, e hicimos un camino interesante en materia legislativa para resolver el ocultamiento-, que el drama de los paraísos fiscales realmente despluma a los países que tienen sueños de futuro y productividad.
Creo que hay un montón de cosas que ustedes están haciendo mal y que desincentivan la inversión, y lo digo desde una oposición que está escuchando que la gente tiene problemas. Los números que acaba de dar el diputado Amadeo, ¿a qué servicios y a qué categorías se refieren? Porque, como todos ustedes saben, en materia energética existe una mirada múltiple.
Es decir que no hay una mirada única -y ese es el error que cometió el gobierno-, sino que es múltiple, porque nosotros tenemos una amplia geografía territorial, tenemos todos los climas y todo tipo de producciones. Entonces, las categorías se dan según el servicio. Es decir que tenemos tarifas para diferentes categorías y para distintas regiones del país. Además, como tenemos una desmonopolización vertical, tenemos diferentes tipos de servicios en ese sentido.
Entonces, ¿a qué se refieren cuando tiran números, muchachos? Apunten y digan "esto es así". Porque si no, solamente están alimentado el relato.
Señor diputado Amadeo: me estoy refiriendo a ese relato que tanto despreciábamos, y al hecho de que se justifique la política desde el relato que se construye en las planillas Excel o en las mentes afiebradas.
¿Saben por qué está mal el tema de las tarifas y por qué va a seguir así de mal? Porque nosotros no llegamos a esta cuestión de las tarifas hoy, ustedes lo saben.
Desde el primer momento en que el gobierno trajo el tema tarifario discutimos todo. Lo dijimos todo y lo hicimos todo. Hace dos años y medio que se lo venimos diciendo, y el Poder Ejecutivo corrige de a poquito.
El tema de las audiencias ahora es la justificación para decir que las tarifas están bien fijadas. Las audiencias se las arrancamos con amparos, porque ustedes querían hacer valer las del año 2005. Ustedes son dirigentes políticos. ¿En qué cabeza cabe que una audiencia de 2005 pueda tener vigencia para una tarifa que se quiso movilizar en el año 2015 o 2016? El Poder Ejecutivo se empecinó y ustedes, que son parte del oficialismo, como decía una diputada del anterior gobierno, "bancaban los trapos". Tuvo que ir la Corte y decirles: "Señores, tienen que hacer la audiencia pública". Se los dijo la Corte. Porque, reitero, hay que leer el fallo de la Corte. La audiencia pública es no vinculante, pero esa condición no significa que el Poder Ejecutivo no tenga que advertir las cuestiones que se discuten en la audiencia pública.
Fueron tres días, porque nosotros sí fuimos. Lo digo para algunos comunicadores del Boletín Oficial: nosotros sí fuimos a la audiencia pública. La presidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor de ese momento, la exdiputada Liliana Schwindt, tiene su ponencia registrada. También fueron las oficinas de defensa del consumidor de todos los municipios. Lo hicieron durante tres días. ¿Y saben una cosa? Nos quejábamos porque habían programado la audiencia de un viernes a un domingo, con el fin de desestimar el entusiasmo de la gente para participar. Aun así, durante tres días asistieron defensores de organizaciones no gubernamentales y expertos en el tema de tarifas de diferentes colores políticos. En esa audiencia vi discutir lo que se estaba haciendo a algunos honorables y distinguidos señores con mucho conocimiento en materia energética, pertenecientes a la Unión Cívica Radical.
Este tema está mal parido, ese es el problema. En diecisiete días, tal como consta en el expediente, se resolvió la tarifa. A posteriori, se llegó a la audiencia pública y se aceptó la posibilidad de la tarifa social. En cuanto al gas, luego se estableció un techo de 500 por ciento para ese año. ¿Por qué está mal parido? Porque las personas que tuvieron la revisión integral de la tarifa lo hicieron en tiempo récord. Además, porque representaban intereses empresariales. Lo voy a decir con nombre y apellido: el señor Tezanos, en esa misma oficina y adelante nuestro, nos dijo que pertenecía a la empresa Metrogas y representaba sus intereses. Era el señor que tendría que haber estado dirigiendo el único órgano de control que tenemos creado por ley, porque este también es un problema. No podemos seguir haciéndonos los distraídos. No podemos seguir con órganos de control de los servicios públicos que parecen inexistentes. Esta revisión tarifaria estuvo dirigida por funcionarios de las empresas.
El otro empresario que vimos era Daniel Perrone, de Transportadora de Gas del Sur. Ese es el problema, o el huevo de la serpiente. Por eso, cada vez que los miro apelo a ustedes como dirigentes políticos. Esta historia ya la conozco, ya la vi. Hablo de los dirigentes políticos que por disciplina partidaria vienen al Congreso para representar solamente al Poder Ejecutivo.
Esto no debería ser así; debería haber un equilibrio. Ustedes son el oficialismo y yo lo entiendo. Muchas veces pueden tener que votar algo sin querer hacerlo, ¿pero todo? Se van a transformar en los diputados del período de los brazos con yeso. Hay demasiada inteligencia en ustedes como para que esto ocurra.
Se hicieron muchas maniobras para tratar de eludir el tema y de construir un relato por arriba. ¿Saben por qué no tienen éxito, muchachos? Porque los está superando la realidad. Nosotros somos meros transportadores -no intérpretes porque sería ponernos un título que no tenemos- de la inquietud que vemos en la calle, que es la misma que ven ustedes.
Desde el chiste de las cuotas -me lastimó el alma ver al diputado Negri en la puerta de la Casa de Gobierno diciendo que la solución eran las cuotas, y esto lo digo con honestidad- hasta la puesta en escena de Vaca Muerta, era tan evidente que no querían parecerse al anterior presidente. Había que buscar un escenario distinto pero el contenido es el mismo; el contenido es un relato.
Siguiendo con el tema del costo del impuesto, de discutir tarifa a discutir impuesto, hemos traído a un hombre que vino con un concurso público y que tiene un curriculum vitae para sacarse el sombrero, para obligarlo a que en una semana nos diga cuánto cuesta el IVA. Mientras tanto, el gobierno nos dice en todos los diarios que son 225.000 millones de pesos, porque para desvirtuar la discusión se ponen los montos en la cara.
Agradezco de corazón la nota que hizo la comisión. Vamos a tener una muy buena Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación.
Pasando por el tema de la demagogia, son todos lo mismo, son caca y demagogos; especialmente si tenemos en cuenta que la gente les está diciendo a ustedes mismos que no puede pagar las tarifas.
Por último, quiero referirme a la solicitada del lobby empresarial de ayer. Tengo un enorme respeto por muchas de las personas que firmaron esa nota. Los conozco, en algún momento estuvimos en los mismos reclamos y con honestidad digo que respeto que tengan otra visión. Pero, ¿qué han creído? ¿Creyeron que con eso nos iban a apretar? ¿Pensaron que nosotros íbamos a suponer que esa serie de sellos de conspicuos empresarios de la Argentina son las pequeñas y medianas empresas, los comercios de mi barrio o la gente que la está yugando en cada una de las provincias de nuestro país? Eso es corporativo.
Que nos reunamos, discutamos y emitamos resoluciones es democrático porque somos representantes del pueblo, mal que le pese a más de uno. (Aplausos.) Nos pelamos el traste buscando nuestros votos para venir a representar al pueblo. Y como descuento que vamos a firmar el dictamen que corresponde, en nombre del pueblo los invito a que tengamos en el recinto un debate serio.
Donde no hagamos aportes caligráficos, donde no nos detengamos en la chicana, en la minucia y podamos aportar gobernabilidad para el gobierno. Pero fundamentalmente, aportar soluciones para los argentinos. Son ellos los que están viendo el futuro negro, con una procesión de cuestiones económicas que no se resuelven, pero sí se sostiene aquello que va en detrimento de sus bolsillos.
Nosotros vamos a firmar como lo hicimos en la Comisión de Obras Públicas y en la Comisión de Defensa del Consumidor, el Usuario y la Competencia, y vamos a seguir insistiendo en la necesidad de que el Ministerio de Energía sea para todos los argentinos y no solamente para los intereses económicos del sector empresarial.
¿Sabe otra cosa, señor presidente? Acá se habló de las divisas que se liquidaron, pero no se podrían haber hecho si el Enargas no lo hubiera autorizado. Entonces, hay un empresariado enquistado en el Ministerio de Energía y está haciendo pingües negocios en detrimento de los argentinos. (Aplausos.)
En principio, quiero agradecer la mirada crítica del diputado Pastori, aun cuando el diputado Lavagna le señaló cuestiones que están para la corrección en el recinto, y seguramente se sumarán otras de este tenor.
Por otro lado, quiero hacer una reflexión en relación con lo que acaba de decir el señor diputado Amadeo.
Muchos de los que están ahí al frente y que hoy son oficialismo saben que no todos somos iguales; saben que muchos compartimos que la Argentina sufrió un default energético por una mala política del gobierno anterior. También saben que compartimos la necesidad de resolver el problema. Ahora bien, muchachos, la responsabilidad de gobierno no implica solamente tirar una política en la materia, pegarle al pasado y obcecarse con que eso es lo mejor.
¿Ustedes no se preguntan por qué algunos de nosotros estamos en la misma posición de aquellos a los que criticábamos? ¿No se preguntan que quizás haya algo que estén haciendo mal? ¿No se preguntan que quizás la resolución que les propusieron desde el Poder Ejecutivo no alcanza, cuando ustedes mismos plantearon que había un problema serio en la sociedad con relación a las tarifas? ¿Ustedes no se han dado cuenta de que las políticas distractivas no alcanzan?
Acá un diputado, con un discurso encendido, acaba de hablar de la necesidad de mantener el rumbo porque así se defienden las inversiones. Yo le recuerdo a ese diputado que es el ministro de Energía quien ha dicho que no trae sus inversiones porque no confía en el país. ¿Quieren algo más abrumador para que nadie venga a invertir a la Argentina? Esto es así, a menos que se trate de un excelso negocio vinculado con las desgraciadas apreciaciones en materia de las fortunas personales de los funcionarios del Poder Ejecutivo y de los que tienen cuentas off shore, y que dicen que son virtuosas.
Todos aquí sabemos -porque hemos discutido durante años la necesidad de la adhesión al GAFI primero, de la constitución de la UIF después, e hicimos un camino interesante en materia legislativa para resolver el ocultamiento-, que el drama de los paraísos fiscales realmente despluma a los países que tienen sueños de futuro y productividad.
Creo que hay un montón de cosas que ustedes están haciendo mal y que desincentivan la inversión, y lo digo desde una oposición que está escuchando que la gente tiene problemas. Los números que acaba de dar el diputado Amadeo, ¿a qué servicios y a qué categorías se refieren? Porque, como todos ustedes saben, en materia energética existe una mirada múltiple.
Es decir que no hay una mirada única -y ese es el error que cometió el gobierno-, sino que es múltiple, porque nosotros tenemos una amplia geografía territorial, tenemos todos los climas y todo tipo de producciones. Entonces, las categorías se dan según el servicio. Es decir que tenemos tarifas para diferentes categorías y para distintas regiones del país. Además, como tenemos una desmonopolización vertical, tenemos diferentes tipos de servicios en ese sentido.
Entonces, ¿a qué se refieren cuando tiran números, muchachos? Apunten y digan "esto es así". Porque si no, solamente están alimentado el relato.
Señor diputado Amadeo: me estoy refiriendo a ese relato que tanto despreciábamos, y al hecho de que se justifique la política desde el relato que se construye en las planillas Excel o en las mentes afiebradas.
¿Saben por qué está mal el tema de las tarifas y por qué va a seguir así de mal? Porque nosotros no llegamos a esta cuestión de las tarifas hoy, ustedes lo saben.
Desde el primer momento en que el gobierno trajo el tema tarifario discutimos todo. Lo dijimos todo y lo hicimos todo. Hace dos años y medio que se lo venimos diciendo, y el Poder Ejecutivo corrige de a poquito.
El tema de las audiencias ahora es la justificación para decir que las tarifas están bien fijadas. Las audiencias se las arrancamos con amparos, porque ustedes querían hacer valer las del año 2005. Ustedes son dirigentes políticos. ¿En qué cabeza cabe que una audiencia de 2005 pueda tener vigencia para una tarifa que se quiso movilizar en el año 2015 o 2016? El Poder Ejecutivo se empecinó y ustedes, que son parte del oficialismo, como decía una diputada del anterior gobierno, "bancaban los trapos". Tuvo que ir la Corte y decirles: "Señores, tienen que hacer la audiencia pública". Se los dijo la Corte. Porque, reitero, hay que leer el fallo de la Corte. La audiencia pública es no vinculante, pero esa condición no significa que el Poder Ejecutivo no tenga que advertir las cuestiones que se discuten en la audiencia pública.
Fueron tres días, porque nosotros sí fuimos. Lo digo para algunos comunicadores del Boletín Oficial: nosotros sí fuimos a la audiencia pública. La presidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor de ese momento, la exdiputada Liliana Schwindt, tiene su ponencia registrada. También fueron las oficinas de defensa del consumidor de todos los municipios. Lo hicieron durante tres días. ¿Y saben una cosa? Nos quejábamos porque habían programado la audiencia de un viernes a un domingo, con el fin de desestimar el entusiasmo de la gente para participar. Aun así, durante tres días asistieron defensores de organizaciones no gubernamentales y expertos en el tema de tarifas de diferentes colores políticos. En esa audiencia vi discutir lo que se estaba haciendo a algunos honorables y distinguidos señores con mucho conocimiento en materia energética, pertenecientes a la Unión Cívica Radical.
Este tema está mal parido, ese es el problema. En diecisiete días, tal como consta en el expediente, se resolvió la tarifa. A posteriori, se llegó a la audiencia pública y se aceptó la posibilidad de la tarifa social. En cuanto al gas, luego se estableció un techo de 500 por ciento para ese año. ¿Por qué está mal parido? Porque las personas que tuvieron la revisión integral de la tarifa lo hicieron en tiempo récord. Además, porque representaban intereses empresariales. Lo voy a decir con nombre y apellido: el señor Tezanos, en esa misma oficina y adelante nuestro, nos dijo que pertenecía a la empresa Metrogas y representaba sus intereses. Era el señor que tendría que haber estado dirigiendo el único órgano de control que tenemos creado por ley, porque este también es un problema. No podemos seguir haciéndonos los distraídos. No podemos seguir con órganos de control de los servicios públicos que parecen inexistentes. Esta revisión tarifaria estuvo dirigida por funcionarios de las empresas.
El otro empresario que vimos era Daniel Perrone, de Transportadora de Gas del Sur. Ese es el problema, o el huevo de la serpiente. Por eso, cada vez que los miro apelo a ustedes como dirigentes políticos. Esta historia ya la conozco, ya la vi. Hablo de los dirigentes políticos que por disciplina partidaria vienen al Congreso para representar solamente al Poder Ejecutivo.
Esto no debería ser así; debería haber un equilibrio. Ustedes son el oficialismo y yo lo entiendo. Muchas veces pueden tener que votar algo sin querer hacerlo, ¿pero todo? Se van a transformar en los diputados del período de los brazos con yeso. Hay demasiada inteligencia en ustedes como para que esto ocurra.
Se hicieron muchas maniobras para tratar de eludir el tema y de construir un relato por arriba. ¿Saben por qué no tienen éxito, muchachos? Porque los está superando la realidad. Nosotros somos meros transportadores -no intérpretes porque sería ponernos un título que no tenemos- de la inquietud que vemos en la calle, que es la misma que ven ustedes.
Desde el chiste de las cuotas -me lastimó el alma ver al diputado Negri en la puerta de la Casa de Gobierno diciendo que la solución eran las cuotas, y esto lo digo con honestidad- hasta la puesta en escena de Vaca Muerta, era tan evidente que no querían parecerse al anterior presidente. Había que buscar un escenario distinto pero el contenido es el mismo; el contenido es un relato.
Siguiendo con el tema del costo del impuesto, de discutir tarifa a discutir impuesto, hemos traído a un hombre que vino con un concurso público y que tiene un curriculum vitae para sacarse el sombrero, para obligarlo a que en una semana nos diga cuánto cuesta el IVA. Mientras tanto, el gobierno nos dice en todos los diarios que son 225.000 millones de pesos, porque para desvirtuar la discusión se ponen los montos en la cara.
Agradezco de corazón la nota que hizo la comisión. Vamos a tener una muy buena Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación.
Pasando por el tema de la demagogia, son todos lo mismo, son caca y demagogos; especialmente si tenemos en cuenta que la gente les está diciendo a ustedes mismos que no puede pagar las tarifas.
Por último, quiero referirme a la solicitada del lobby empresarial de ayer. Tengo un enorme respeto por muchas de las personas que firmaron esa nota. Los conozco, en algún momento estuvimos en los mismos reclamos y con honestidad digo que respeto que tengan otra visión. Pero, ¿qué han creído? ¿Creyeron que con eso nos iban a apretar? ¿Pensaron que nosotros íbamos a suponer que esa serie de sellos de conspicuos empresarios de la Argentina son las pequeñas y medianas empresas, los comercios de mi barrio o la gente que la está yugando en cada una de las provincias de nuestro país? Eso es corporativo.
Que nos reunamos, discutamos y emitamos resoluciones es democrático porque somos representantes del pueblo, mal que le pese a más de uno. (Aplausos.) Nos pelamos el traste buscando nuestros votos para venir a representar al pueblo. Y como descuento que vamos a firmar el dictamen que corresponde, en nombre del pueblo los invito a que tengamos en el recinto un debate serio.
Donde no hagamos aportes caligráficos, donde no nos detengamos en la chicana, en la minucia y podamos aportar gobernabilidad para el gobierno. Pero fundamentalmente, aportar soluciones para los argentinos. Son ellos los que están viendo el futuro negro, con una procesión de cuestiones económicas que no se resuelven, pero sí se sostiene aquello que va en detrimento de sus bolsillos.
Nosotros vamos a firmar como lo hicimos en la Comisión de Obras Públicas y en la Comisión de Defensa del Consumidor, el Usuario y la Competencia, y vamos a seguir insistiendo en la necesidad de que el Ministerio de Energía sea para todos los argentinos y no solamente para los intereses económicos del sector empresarial.
¿Sabe otra cosa, señor presidente? Acá se habló de las divisas que se liquidaron, pero no se podrían haber hecho si el Enargas no lo hubiera autorizado. Entonces, hay un empresariado enquistado en el Ministerio de Energía y está haciendo pingües negocios en detrimento de los argentinos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Para una aclaración tiene la palabra el señor diputado Amadeo.
SR. AMADEO Señor presidente: quiero hacer una aclaración porque me parece que contribuye a la sanidad del debate y además no acostumbro a mentir. Para aclaración de la señora diputada, me referí a las tarifas del gas que crecieron más que las tarifas eléctricas.
Según el INDEC, a quien todos le creemos por suerte, el total de los servicios públicos: gas, electricidad, agua y transporte; representa el 8 por ciento del gasto de un hogar promedio. La observación que se podría hacer es que el hogar promedio no es el hogar pobre. Para incluir a los pobres, la tarifa social federal en vigencia alcanza al 25 por ciento de los usuarios de gas natural, uno de cada cuatro; al 30 por ciento de los hogares con suministro eléctrico, uno de cada tres. Además, en hogares con mayores necesidades básicas insatisfechas, el porcentaje de población alcanzado por la tarifa social alcanza coberturas muy superiores: el 82 por ciento de los usuarios de electricidad en Formosa, los muy pobres; el 77 por ciento de los usuarios en Corrientes están cubiertos por tarifa social, los pobres. Además, en zonas de clima adverso y situaciones sociales complejas como la Puna, Patagonia, Malargüe y Sur de la provincia de Buenos Aires, todavía los niveles de cobertura de la tarifa federal son mayores.
Quiero cerrar con un pequeño comentario sobre el tema del relato, señora diputada, porque he tenido el enorme placer de ser compañero suyo en los tiempos difíciles de 2009 a 2013. La gran diferencia, es que juntos sacamos en este Congreso 180 proyectos de ley, y buena parte de ellos, mejorados gracias a la intervención de su bloque y de otros. Quiere decir que el relato es flexible.
Según el INDEC, a quien todos le creemos por suerte, el total de los servicios públicos: gas, electricidad, agua y transporte; representa el 8 por ciento del gasto de un hogar promedio. La observación que se podría hacer es que el hogar promedio no es el hogar pobre. Para incluir a los pobres, la tarifa social federal en vigencia alcanza al 25 por ciento de los usuarios de gas natural, uno de cada cuatro; al 30 por ciento de los hogares con suministro eléctrico, uno de cada tres. Además, en hogares con mayores necesidades básicas insatisfechas, el porcentaje de población alcanzado por la tarifa social alcanza coberturas muy superiores: el 82 por ciento de los usuarios de electricidad en Formosa, los muy pobres; el 77 por ciento de los usuarios en Corrientes están cubiertos por tarifa social, los pobres. Además, en zonas de clima adverso y situaciones sociales complejas como la Puna, Patagonia, Malargüe y Sur de la provincia de Buenos Aires, todavía los niveles de cobertura de la tarifa federal son mayores.
Quiero cerrar con un pequeño comentario sobre el tema del relato, señora diputada, porque he tenido el enorme placer de ser compañero suyo en los tiempos difíciles de 2009 a 2013. La gran diferencia, es que juntos sacamos en este Congreso 180 proyectos de ley, y buena parte de ellos, mejorados gracias a la intervención de su bloque y de otros. Quiere decir que el relato es flexible.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Del Plá.
SRA. DEL PLÁ Señor presidente: creo que en esta reunión ha ido cambiando bastante el humor del bloque oficialista. Empezaron mofándose de proyectos de varios bloques y del dictamen que van a firmar.
Por más que tengamos algunas diferencias nos parecía un tono un poco inadecuado para analizar un problema tan profundo como el de las tarifas. Ahora resulta que se ofenden ante cualquier mención de lo que realmente está pasando aquí, que es un intento de frenar cualquier tipo de medida que afecte los intereses de los empresarios de las empresas de energía, de las petroleras, etcétera.
Y mientras se ponen nerviosos sobre este tema, hasta el acting, nos piden que tengamos tranquilidad frente a la fuga masiva de capitales que está ocurriendo en el país. Ya van 4.500 millones de dólares de fuga para sostener la bicicleta financiera del carry trade.
¡Los trabajadores sí nos ponemos nerviosos, porque estamos muy lejos de los dólares, de la cotización y demás! ¡Nosotros cobramos en pesos! ¡Los jubilados cobran 7.760 pesos! Cuando el dólar aumenta se desvaloriza todo, y cuando se fuguen los capitales, me van a decir que aumentó el déficit fiscal y que toman más deuda a tasas enormes, que por supuesto luego beneficiarán a las empresas donde negocia el ministro Caputo y otros.
Entonces, efectivamente estamos discutiendo temas muy de fondo que para la mayoría de la población merece la profunda atención.
En ese sentido, quiero volver a referirme a un tema del proyecto que presentamos respecto de las garantías a estas empresas, que son las mismas que amenazan este debate con esa carta de las cámaras empresarias en la que se señala que no harán más inversiones.
¡Las inversiones están completamente paradas porque todo el tiempo quieren algún resarcimiento y una garantía más como, por ejemplo, la reforma laboral que acaban de enviar al Senado!
Un señor diputado preopinante bien ha mencionado un tema como parte de un elogio, pero yo lo voy a señalar como un cuestionamiento. Me refiero al acuerdo con la burocracia sindical petrolera para Vaca Muerta, que ha modificado las condiciones de trabajo en ese lugar, colocando a los trabajadores en riesgo de seguridad y de vida en su habitual tarea. ¡La modificación de las condiciones de trabajo pone en riesgo la vida de los trabajadores para garantizar esta explotación empresaria!
Por eso, mientras algunos diputados se ponían nerviosos por algún tema de redacción de un proyecto con el que tengo diferencias -porque no entiendo que se resuelva el problema de las tarifas simplemente llevando el IVA a la mitad y demás-, pensaba qué les pasaría si discutiéramos a fondo nuestra iniciativa. Por ejemplo, cuando se señala que hay que reestatizar el conjunto de las empresas de energía, las petroleras, para dejarlas bajo el control de los trabajadores. ¡Creo que de inmediato habría que pedir una ambulancia, no sea cosa que alguno se descompense!
¡Realmente esas serían las soluciones de fondo a los problemas que estamos discutiendo, porque veo que los nervios son discrecionales! Es decir, cuando se afecta o se quiere discutir la ganancia empresaria, cuando se plantea que no se puede sostener el aumento de tarifas de varios cientos y hasta miles por ciento con topes paritarios del 15 por ciento, dado que más de la mitad de los asalariados ganan sueldos que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Se han compartido muchas cifras del INDEC pero no se mencionó que la mayoría de los asalariados están por debajo de la línea de pobreza y tienen que pagar tarifas de miles de pesos, ¡que son impagables! ¡No solo los servicios! ¡El transporte es impagable! ¡La garrafa es impagable, porque ya supera los 216 pesos y sigue subiendo para hogares donde esa es la única forma de acceder a algún tipo de calefacción!
En este punto quiero mencionar otra cuestión, porque aquí se pretendió cuestionar cómo se determina que una familia o una persona tienen la necesidad de una tarifa diferencial y se planteó que tenía que ser de acuerdo con el consumo. ¿Cómo se va a determinar de acuerdo al consumo quién puede o no acceder a una tarifa social?
Justamente sabemos que, en muchos casos, las casas precarias, los asentamientos y demás impiden tener medios de ahorro de energía. ¡Por lo tanto, muchas veces las casas con menores recursos gastan más en energía que aquellos que pueden acceder a electrodomésticos nuevos, con control y bajo consumo, cambiar el alumbrado, etcétera!
Entonces, efectivamente acá hay contrastes enormes y debemos ponerlos de relieve.
Es por eso que desde el Partido Obrero y desde el Frente de Izquierda nos parece importante discutir el fondo del tema. Nos hubiera gustado que el oficialismo, en vez de bloquear el debate de cada uno de los proyectos de ley, hubiese aceptado discutir todos los matices, los 29 proyectos, en la sesión especial. Seguramente todos hubiéramos aprendido muchísimo, pero justamente cada cuestión ponía de relieve este interés de clase, de clase patronal, de defensa de las ganancias de todas estas empresas, que tampoco es privativo de este gobierno. Eso ya todos lo saben.
Nosotros hemos cuestionado enormemente los miles de millones de subsidios de la década anterior, que también sirvieron a la concentración de empresarios como Mindlin, que utilizaron los subsidios para comprar otras empresas y que ahora quieren discutir la privatización total de Transener.
Vuelvo a decir lo que mencioné en la sesión especial: ¿dónde vamos a discutir la privatización de Transener? Eso no puede pasar por oficinas y por pasillos alejados de este Congreso, porque se estaría cometiendo un enorme desfalco a la población.
Entonces, como recién señalé los subsidios del gobierno anterior, también voy a mencionar los de este gobierno. Acá se dice que van a defender el tarifazo como una forma de sanear las cuentas del país: falso. Defienden el tarifazo, pero además les dan 125.000 millones de pesos en forma sistemática a las empresas.
Además, el único parchecito que quieren poner sobre las tarifas significa reducir impuestos que en todos los casos van a aumentar el déficit y van seguir sosteniendo los cobros de las tarifas.
También quiero decir que efectivamente el tema de las tarifas vino para quedarse, porque no se está discutiendo solo el esquema tarifario: se está debatiendo también el esquema de la privatización de las empresas de energía y el saqueo de las petroleras con el decreto que liberó, entre otras cosas, el precio de las naftas. En ese sentido, ahora están desesperados por ver si logran postergar hasta junio el aumento previsto en el precio de los combustibles, porque todavía tienen que seguir dibujando el índice de inflación para que no les quede todo tan desfasado.
Entonces, si bien desregularon el mercado de las naftas, están pidiendo por favor a las empresas que no actúen con tanta libertad, que los aguanten un cachito. Esto es realmente una vergüenza, porque todo sigue al servicio del saqueo a los bolsillos de los trabajadores y los usuarios.
Con la amenaza del veto presidencial y con la idea de tratar de apretar a aquellos que presentan una posición contraria con relación a este tema -como intentaron hacer en algunas intervenciones-, acá se empezó a decir: "el oficialismo tal cosa", "si el diputado de tal provincia tal otra", "si lee; si no lee", "si deja de leer", etcétera. Se trata de señales para condicionar los votos y las firmas respecto de esta iniciativa.
Efectivamente el oficialismo quiere seguir barriendo bajo la alfombra este problema crucial, que es que el tema tarifario está poniendo de relieve este régimen de sostén de las empresas, de los bancos y de la especulación financiera a costa de los recursos del país, de los ingresos de los trabajadores y de esquilmar a los jubilados y a los usuarios.
Esta situación está alcanzando un punto límite, y eso podrán verlo con las enormes movilizaciones y con el pronunciamiento de los trabajadores en cada uno de sus sindicatos, que empiezan a ponerse de pie para rechazar estas medidas, así como también la reforma laboral, que quieren resolver mientras suponen que los trabajadores vamos a estar distraídos durante el mundial de fútbol.
Eso no va a ocurrir, sépanlo desde ya. Van a tener que resolver este tema de la manera que la población les va a imponer: poniendo en primer lugar, aunque les pese, las necesidades de la gente. (Aplausos.)
Por más que tengamos algunas diferencias nos parecía un tono un poco inadecuado para analizar un problema tan profundo como el de las tarifas. Ahora resulta que se ofenden ante cualquier mención de lo que realmente está pasando aquí, que es un intento de frenar cualquier tipo de medida que afecte los intereses de los empresarios de las empresas de energía, de las petroleras, etcétera.
Y mientras se ponen nerviosos sobre este tema, hasta el acting, nos piden que tengamos tranquilidad frente a la fuga masiva de capitales que está ocurriendo en el país. Ya van 4.500 millones de dólares de fuga para sostener la bicicleta financiera del carry trade.
¡Los trabajadores sí nos ponemos nerviosos, porque estamos muy lejos de los dólares, de la cotización y demás! ¡Nosotros cobramos en pesos! ¡Los jubilados cobran 7.760 pesos! Cuando el dólar aumenta se desvaloriza todo, y cuando se fuguen los capitales, me van a decir que aumentó el déficit fiscal y que toman más deuda a tasas enormes, que por supuesto luego beneficiarán a las empresas donde negocia el ministro Caputo y otros.
Entonces, efectivamente estamos discutiendo temas muy de fondo que para la mayoría de la población merece la profunda atención.
En ese sentido, quiero volver a referirme a un tema del proyecto que presentamos respecto de las garantías a estas empresas, que son las mismas que amenazan este debate con esa carta de las cámaras empresarias en la que se señala que no harán más inversiones.
¡Las inversiones están completamente paradas porque todo el tiempo quieren algún resarcimiento y una garantía más como, por ejemplo, la reforma laboral que acaban de enviar al Senado!
Un señor diputado preopinante bien ha mencionado un tema como parte de un elogio, pero yo lo voy a señalar como un cuestionamiento. Me refiero al acuerdo con la burocracia sindical petrolera para Vaca Muerta, que ha modificado las condiciones de trabajo en ese lugar, colocando a los trabajadores en riesgo de seguridad y de vida en su habitual tarea. ¡La modificación de las condiciones de trabajo pone en riesgo la vida de los trabajadores para garantizar esta explotación empresaria!
Por eso, mientras algunos diputados se ponían nerviosos por algún tema de redacción de un proyecto con el que tengo diferencias -porque no entiendo que se resuelva el problema de las tarifas simplemente llevando el IVA a la mitad y demás-, pensaba qué les pasaría si discutiéramos a fondo nuestra iniciativa. Por ejemplo, cuando se señala que hay que reestatizar el conjunto de las empresas de energía, las petroleras, para dejarlas bajo el control de los trabajadores. ¡Creo que de inmediato habría que pedir una ambulancia, no sea cosa que alguno se descompense!
¡Realmente esas serían las soluciones de fondo a los problemas que estamos discutiendo, porque veo que los nervios son discrecionales! Es decir, cuando se afecta o se quiere discutir la ganancia empresaria, cuando se plantea que no se puede sostener el aumento de tarifas de varios cientos y hasta miles por ciento con topes paritarios del 15 por ciento, dado que más de la mitad de los asalariados ganan sueldos que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Se han compartido muchas cifras del INDEC pero no se mencionó que la mayoría de los asalariados están por debajo de la línea de pobreza y tienen que pagar tarifas de miles de pesos, ¡que son impagables! ¡No solo los servicios! ¡El transporte es impagable! ¡La garrafa es impagable, porque ya supera los 216 pesos y sigue subiendo para hogares donde esa es la única forma de acceder a algún tipo de calefacción!
En este punto quiero mencionar otra cuestión, porque aquí se pretendió cuestionar cómo se determina que una familia o una persona tienen la necesidad de una tarifa diferencial y se planteó que tenía que ser de acuerdo con el consumo. ¿Cómo se va a determinar de acuerdo al consumo quién puede o no acceder a una tarifa social?
Justamente sabemos que, en muchos casos, las casas precarias, los asentamientos y demás impiden tener medios de ahorro de energía. ¡Por lo tanto, muchas veces las casas con menores recursos gastan más en energía que aquellos que pueden acceder a electrodomésticos nuevos, con control y bajo consumo, cambiar el alumbrado, etcétera!
Entonces, efectivamente acá hay contrastes enormes y debemos ponerlos de relieve.
Es por eso que desde el Partido Obrero y desde el Frente de Izquierda nos parece importante discutir el fondo del tema. Nos hubiera gustado que el oficialismo, en vez de bloquear el debate de cada uno de los proyectos de ley, hubiese aceptado discutir todos los matices, los 29 proyectos, en la sesión especial. Seguramente todos hubiéramos aprendido muchísimo, pero justamente cada cuestión ponía de relieve este interés de clase, de clase patronal, de defensa de las ganancias de todas estas empresas, que tampoco es privativo de este gobierno. Eso ya todos lo saben.
Nosotros hemos cuestionado enormemente los miles de millones de subsidios de la década anterior, que también sirvieron a la concentración de empresarios como Mindlin, que utilizaron los subsidios para comprar otras empresas y que ahora quieren discutir la privatización total de Transener.
Vuelvo a decir lo que mencioné en la sesión especial: ¿dónde vamos a discutir la privatización de Transener? Eso no puede pasar por oficinas y por pasillos alejados de este Congreso, porque se estaría cometiendo un enorme desfalco a la población.
Entonces, como recién señalé los subsidios del gobierno anterior, también voy a mencionar los de este gobierno. Acá se dice que van a defender el tarifazo como una forma de sanear las cuentas del país: falso. Defienden el tarifazo, pero además les dan 125.000 millones de pesos en forma sistemática a las empresas.
Además, el único parchecito que quieren poner sobre las tarifas significa reducir impuestos que en todos los casos van a aumentar el déficit y van seguir sosteniendo los cobros de las tarifas.
También quiero decir que efectivamente el tema de las tarifas vino para quedarse, porque no se está discutiendo solo el esquema tarifario: se está debatiendo también el esquema de la privatización de las empresas de energía y el saqueo de las petroleras con el decreto que liberó, entre otras cosas, el precio de las naftas. En ese sentido, ahora están desesperados por ver si logran postergar hasta junio el aumento previsto en el precio de los combustibles, porque todavía tienen que seguir dibujando el índice de inflación para que no les quede todo tan desfasado.
Entonces, si bien desregularon el mercado de las naftas, están pidiendo por favor a las empresas que no actúen con tanta libertad, que los aguanten un cachito. Esto es realmente una vergüenza, porque todo sigue al servicio del saqueo a los bolsillos de los trabajadores y los usuarios.
Con la amenaza del veto presidencial y con la idea de tratar de apretar a aquellos que presentan una posición contraria con relación a este tema -como intentaron hacer en algunas intervenciones-, acá se empezó a decir: "el oficialismo tal cosa", "si el diputado de tal provincia tal otra", "si lee; si no lee", "si deja de leer", etcétera. Se trata de señales para condicionar los votos y las firmas respecto de esta iniciativa.
Efectivamente el oficialismo quiere seguir barriendo bajo la alfombra este problema crucial, que es que el tema tarifario está poniendo de relieve este régimen de sostén de las empresas, de los bancos y de la especulación financiera a costa de los recursos del país, de los ingresos de los trabajadores y de esquilmar a los jubilados y a los usuarios.
Esta situación está alcanzando un punto límite, y eso podrán verlo con las enormes movilizaciones y con el pronunciamiento de los trabajadores en cada uno de sus sindicatos, que empiezan a ponerse de pie para rechazar estas medidas, así como también la reforma laboral, que quieren resolver mientras suponen que los trabajadores vamos a estar distraídos durante el mundial de fútbol.
Eso no va a ocurrir, sépanlo desde ya. Van a tener que resolver este tema de la manera que la población les va a imponer: poniendo en primer lugar, aunque les pese, las necesidades de la gente. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Pertile.
SRA. PERTILE Señor presidente: muy buenas tardes.
Debo decir que este tema de los incrementos tarifarios generan al pueblo argentino -y me quiero referir particularmente a mi pueblo del Chaco- una preocupación muy grande. No es tema de risa, y nos debe llamar seriamente a buscar una solución.
Desde el interbloque Argentina Federal hemos trabajado muy seriamente para aportar una solución. Hay cuestiones que merecen debate, abocarnos a ellos, detenernos especialmente. Vale el tema y la circunstancia para que nos dediquemos realmente.
Nosotros planteamos razonabilidad. ¿Qué más razonable que hablar del comportamiento de los salarios, de tener una guía para los precios mayoristas, de analizar los componentes impositivos para encontrar una solución? No nos tenemos que detener en si hay falencias o no en las técnicas de la práctica legislativa. Nuestro interés está en la búsqueda de soluciones de fondo. Por eso este tema no nos causa risa ni gracia.
Debo decir también que todo aquel que trabaja en un proyecto, se comparta o no, en todo o en parte, sin duda está movido por la muy buena intención de hacer un aporte valioso. Esa fue la intención de varios bloques de esta Cámara de Diputados. Por eso nosotros hicimos en su momento una conferencia de prensa formal al ingresar a la Cámara, tocando el tema que hoy está en debate.
Fíjese, señor presidente, que no en vano digo que me preocupa mi pueblo del Chaco. Nosotros tenemos catorce parques industriales, con muchas pymes adentro. Esto no me lo cuentan porque las visité. Me reuní en varias oportunidades con la Unión Industrial del Chaco, ¿y sabe qué? Es muy preocupante la realidad que están atravesando estas empresas. Esto no es de ahora. Ahora la crisis está agravada. Estoy hablando de un tiempo atrás, donde ya se decía que se estaba luchando no para crecer o desarrollarse sino para mantenerse.
La realidad que vivimos es muy preocupante. Causa tristeza ver cómo la realidad de nuestro pueblo es impactada por la situación de las tarifas. Fíjese, señor presidente: en la sesión especial donde hubo veintinueve proyectos para tratar no conseguimos acompañamiento. Pero uno de esos proyectos era del oficialismo, y justamente tenía que ver con el incremento del cuadro tarifario del servicio de energía eléctrica que dejaba sin efecto, para aquellas regiones geográficas, que no dispusieran de redes domiciliarias de provisión de gas natural. El Chaco es una de las provincias afectadas. Vaya si teníamos interés. Pero era un proyecto del oficialismo y lo votaron en contra. Si le daban tiempo para debatirlo, bienvenido era. Si había que darle más tiempo al oficialismo para presentar un proyecto alternativo, también era válido. ¿Pero saben qué? Parecía que hoy estábamos en una sesión de desguace de nuestro proyecto, que era un aporte hecho con las mejores intenciones. Entonces, ¿cuál es el proyecto del oficialismo que se antepone al nuestro, que suma o que complementa? Hay tiempo para seguir trabajando. Si hay defectos, hay que superarlos. Bienvenido. Para eso son proyectos. Recién después son aprobados definitivamente como leyes.
Yo no hablé de montos ni de cifras; no hablé de números. Sólo voy a decir que hoy el dólar cerró a 21,40 pesos, pero ese no tiene que ser el indicador de las tarifas sino que el salario debe serlo. Por eso es que decimos que el acompañamiento del ritmo del salario es lo que verdaderamente justifica poder hablar de la razonabilidad del comportamiento de las tarifas.
Uno de los diputados que me precedió en el uso de la palabra dijo que las tarifas tienen que estar dentro de las posibilidades de pago. No hay otra posibilidad de pago que el salario, ya que es lo único que le ingresa al trabajador.
Si nosotros no tomamos la temperatura de la realidad, nos vamos a encontrar con un pueblo endeudado, pero no porque va a sacar créditos en los bancos sino porque no va a poder pagar las tarifas. Todos sabemos que en cualquier hogar el orden de los gastos es: alimentos, salud, educación y, finalmente, las demás obligaciones cuando no alcanza.
Hoy escuché decir que es bueno pensar en el futuro. Claro que sí lo es, porque si no el ser humano no tendría proyección hacia adelante ni motivos para vivir. Pero para poder llegar al futuro hay que vivir hoy; y para vivir hoy hay que meter la mano en el bolsillo, conocer la capacidad adquisitiva que tiene el trabajador y ser conscientes de que no le alcanza.
Hoy el pueblo nos está diciendo "no nos alcanza para vivir" y nos claman a nosotros, sus representantes, por una solución.
Por eso es que estoy de acuerdo con el proyecto sobre razonabilidad. No me da ninguna gracia el tema ni el proyecto pero lo he firmado con toda seriedad y con toda la trayectoria que uno trae en representación de su propio pueblo, en mi caso del Chaco. Pero no es la única provincia que está en esa situación. Pertenezco al bloque Argentina Federal en donde hemos puesto en común el hecho de que todas las provincias estamos viviendo la misma realidad, lo que es más que preocupante.
Debo decir que este tema de los incrementos tarifarios generan al pueblo argentino -y me quiero referir particularmente a mi pueblo del Chaco- una preocupación muy grande. No es tema de risa, y nos debe llamar seriamente a buscar una solución.
Desde el interbloque Argentina Federal hemos trabajado muy seriamente para aportar una solución. Hay cuestiones que merecen debate, abocarnos a ellos, detenernos especialmente. Vale el tema y la circunstancia para que nos dediquemos realmente.
Nosotros planteamos razonabilidad. ¿Qué más razonable que hablar del comportamiento de los salarios, de tener una guía para los precios mayoristas, de analizar los componentes impositivos para encontrar una solución? No nos tenemos que detener en si hay falencias o no en las técnicas de la práctica legislativa. Nuestro interés está en la búsqueda de soluciones de fondo. Por eso este tema no nos causa risa ni gracia.
Debo decir también que todo aquel que trabaja en un proyecto, se comparta o no, en todo o en parte, sin duda está movido por la muy buena intención de hacer un aporte valioso. Esa fue la intención de varios bloques de esta Cámara de Diputados. Por eso nosotros hicimos en su momento una conferencia de prensa formal al ingresar a la Cámara, tocando el tema que hoy está en debate.
Fíjese, señor presidente, que no en vano digo que me preocupa mi pueblo del Chaco. Nosotros tenemos catorce parques industriales, con muchas pymes adentro. Esto no me lo cuentan porque las visité. Me reuní en varias oportunidades con la Unión Industrial del Chaco, ¿y sabe qué? Es muy preocupante la realidad que están atravesando estas empresas. Esto no es de ahora. Ahora la crisis está agravada. Estoy hablando de un tiempo atrás, donde ya se decía que se estaba luchando no para crecer o desarrollarse sino para mantenerse.
La realidad que vivimos es muy preocupante. Causa tristeza ver cómo la realidad de nuestro pueblo es impactada por la situación de las tarifas. Fíjese, señor presidente: en la sesión especial donde hubo veintinueve proyectos para tratar no conseguimos acompañamiento. Pero uno de esos proyectos era del oficialismo, y justamente tenía que ver con el incremento del cuadro tarifario del servicio de energía eléctrica que dejaba sin efecto, para aquellas regiones geográficas, que no dispusieran de redes domiciliarias de provisión de gas natural. El Chaco es una de las provincias afectadas. Vaya si teníamos interés. Pero era un proyecto del oficialismo y lo votaron en contra. Si le daban tiempo para debatirlo, bienvenido era. Si había que darle más tiempo al oficialismo para presentar un proyecto alternativo, también era válido. ¿Pero saben qué? Parecía que hoy estábamos en una sesión de desguace de nuestro proyecto, que era un aporte hecho con las mejores intenciones. Entonces, ¿cuál es el proyecto del oficialismo que se antepone al nuestro, que suma o que complementa? Hay tiempo para seguir trabajando. Si hay defectos, hay que superarlos. Bienvenido. Para eso son proyectos. Recién después son aprobados definitivamente como leyes.
Yo no hablé de montos ni de cifras; no hablé de números. Sólo voy a decir que hoy el dólar cerró a 21,40 pesos, pero ese no tiene que ser el indicador de las tarifas sino que el salario debe serlo. Por eso es que decimos que el acompañamiento del ritmo del salario es lo que verdaderamente justifica poder hablar de la razonabilidad del comportamiento de las tarifas.
Uno de los diputados que me precedió en el uso de la palabra dijo que las tarifas tienen que estar dentro de las posibilidades de pago. No hay otra posibilidad de pago que el salario, ya que es lo único que le ingresa al trabajador.
Si nosotros no tomamos la temperatura de la realidad, nos vamos a encontrar con un pueblo endeudado, pero no porque va a sacar créditos en los bancos sino porque no va a poder pagar las tarifas. Todos sabemos que en cualquier hogar el orden de los gastos es: alimentos, salud, educación y, finalmente, las demás obligaciones cuando no alcanza.
Hoy escuché decir que es bueno pensar en el futuro. Claro que sí lo es, porque si no el ser humano no tendría proyección hacia adelante ni motivos para vivir. Pero para poder llegar al futuro hay que vivir hoy; y para vivir hoy hay que meter la mano en el bolsillo, conocer la capacidad adquisitiva que tiene el trabajador y ser conscientes de que no le alcanza.
Hoy el pueblo nos está diciendo "no nos alcanza para vivir" y nos claman a nosotros, sus representantes, por una solución.
Por eso es que estoy de acuerdo con el proyecto sobre razonabilidad. No me da ninguna gracia el tema ni el proyecto pero lo he firmado con toda seriedad y con toda la trayectoria que uno trae en representación de su propio pueblo, en mi caso del Chaco. Pero no es la única provincia que está en esa situación. Pertenezco al bloque Argentina Federal en donde hemos puesto en común el hecho de que todas las provincias estamos viviendo la misma realidad, lo que es más que preocupante.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Borsani.
SR. BORSANI Señor presidente: en esta reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda estamos asistiendo a un debate más que interesante que se viene trasladando desde hace ya algunas semanas y que acapara nuestra atención. La Comisión de Obras Públicas ha emitido un dictamen que en este momento estamos considerando y que nosotros ya hemos anticipado que vamos a rechazar.
Vamos a rechazarlo porque consideramos que no tenemos que ofrecer una alternativa -como recién dijo la diputada- al proyecto que han presentado los bloques opositores, ya que entendemos que la política energética y tarifaria nacional es resorte del Poder Ejecutivo.
Así como en la división de poderes observamos las pertinencias y las exclusividades que tienen el Poder Judicial o el Poder Legislativo, en este caso justamente estamos ante una competencia específica del Poder Ejecutivo que, por supuesto, siempre puede encaminarse o canalizarse por ley. Pero tenemos que entender que la política energética y tarifaria debe ejercerla el Poder Ejecutivo nacional.
Actualmente estamos asistiendo al ordenamiento de la matriz energética argentina que fue desguazada por el gobierno anterior.
Vamos a rechazarlo porque consideramos que no tenemos que ofrecer una alternativa -como recién dijo la diputada- al proyecto que han presentado los bloques opositores, ya que entendemos que la política energética y tarifaria nacional es resorte del Poder Ejecutivo.
Así como en la división de poderes observamos las pertinencias y las exclusividades que tienen el Poder Judicial o el Poder Legislativo, en este caso justamente estamos ante una competencia específica del Poder Ejecutivo que, por supuesto, siempre puede encaminarse o canalizarse por ley. Pero tenemos que entender que la política energética y tarifaria debe ejercerla el Poder Ejecutivo nacional.
Actualmente estamos asistiendo al ordenamiento de la matriz energética argentina que fue desguazada por el gobierno anterior.
SR. KICILLOF ¿No por el menemismo?
SR. BORSANI No, diputado. Por el gobierno anterior, justamente del que usted fue ministro de Economía.
No nos podemos hacer los distraídos cuando, en definitiva, de tener superávit energético pasamos a tener déficit energético y problemas muy complicados con la balanza comercial a tal punto que se estableció el cepo cambiario. Si nos olvidamos de estas cosas vamos tener problemas para entender la realidad.
Problemas que venimos acarreando como la alta inflación. Porque cuando hay que cuidar el bolsillo de los argentinos lo tenemos que hacer con tarifas moderadas, y esto porque hay que restablecer un sistema energético, donde todos sabemos que son necesarios algunos incrementos para poner la matriz energética en funcionamiento, para que existan inversiones y poner en relación a lo que cuesta producir la energía, transportarla y distribuirla en el sistema energético nacional.
Es allí donde nosotros tenemos que ver el peso que tienen los subsidios en el déficit primario. Casi el 60 por ciento del déficit primario se explica por los subsidios de los servicios públicos. Entonces, cuando hablamos del peso de las tarifas, también tenemos que cuidar a los usuarios y a los argentinos del peso de la inflación.
Hay que ver de qué manera avanzamos con soluciones en materia de análisis general, acompasadamente y con sentido común, por parte del Congreso de la Nación y especialmente de esta Comisión de Presupuesto y Hacienda, cuando analizamos los números del presupuesto nacional.
Es tan difícil fijar desde el Congreso las tarifas, por cuanto hay tantas tarifas como provincias y más también, porque tenemos los municipios o localidades que justamente tienen distribución y concesiones de distribución. El valor de facturación tiene que ver con un 40 por ciento en la generación, ya sea del gas o la electricidad, mientras que un 1 por ciento es de transporte, un 31 o 32 por ciento es de distribución, y otro 28 por ciento son los impuestos. En muchos casos son impuestos provinciales y municipales. Allí también debemos hacer los esfuerzos del caso.
Nosotros formamos parte de una coalición de gobierno en la que estamos preocupados por esto. Inclusive miembros de la coalición, concretamente, el presidente de mi partido ha llevado propuestas de solución a los efectos de aminorar cualquier sobrepeso que pueda tener la cuestión del cuadro tarifario. Se han visto los resultados porque se han logrado mejoras en ese sentido.
No tenemos dudas de que un proyecto de ley que tenga que ver con la transparencia en la facturación energética también nos ayudará, de modo tal de ir poniendo el blanco sobre el negro y saber cuánto se está pagando de energía, cuánto de distribución, cuánto de transporte como también de impuestos locales. Es allí donde la gente y los usuarios tenemos que estar convenientemente informados. Me animo a decir que vamos a estar todos atentos una vez que se ponga en funcionamiento el aumento tarifario.
Por otro lado, este aumento viene como consecuencia de una propuesta que ya estaba establecida y lo sabíamos porque han habido audiencias públicas, porque hubo una resolución de la Corte, porque se puso en funcionamiento un esquema de incrementos tarifarios que era por todos conocido. Es cierto que es necesario hacer sintonía y también amortiguar en algunos casos. Habrá que tener la sensibilidad en cada caso para que ello se resuelva.
Nosotros tenemos sensibilidad y especialmente por todos aquellos que están en condiciones humildes y tienen una tarifa social. Justamente, las capas medias de nuestra sociedad y las pymes son el centro de nuestra atención, por eso la propuesta de aminorar y amesetar el cuadro tarifario. Vamos a estar atentos para que las tarifas puedan ser pagadas en todos los casos; nada puede funcionar si las tarifas son impagables.
Por lo tanto, oficialismo y oposición vamos a estar todos atentos respecto de esto. Pero no vamos a estar de acuerdo en trasladar la toma de decisión al ámbito legislativo cuando, en definitiva, tiene que ser un resorte exclusivamente del Poder Ejecutivo todo lo que tiene que ver con las concesiones de producción energética.
Así como las concesiones que tienen que ver con la distribución y, por supuesto, con el transporte eléctrico y energético.
Nosotros, con nuestro voto no vamos a avalar volver al pasado, justamente a la década perdida en materia energética. Por lo tanto, vamos a rechazar este proyecto de ley que viene de la Comisión de Obras Públicas.
No nos podemos hacer los distraídos cuando, en definitiva, de tener superávit energético pasamos a tener déficit energético y problemas muy complicados con la balanza comercial a tal punto que se estableció el cepo cambiario. Si nos olvidamos de estas cosas vamos tener problemas para entender la realidad.
Problemas que venimos acarreando como la alta inflación. Porque cuando hay que cuidar el bolsillo de los argentinos lo tenemos que hacer con tarifas moderadas, y esto porque hay que restablecer un sistema energético, donde todos sabemos que son necesarios algunos incrementos para poner la matriz energética en funcionamiento, para que existan inversiones y poner en relación a lo que cuesta producir la energía, transportarla y distribuirla en el sistema energético nacional.
Es allí donde nosotros tenemos que ver el peso que tienen los subsidios en el déficit primario. Casi el 60 por ciento del déficit primario se explica por los subsidios de los servicios públicos. Entonces, cuando hablamos del peso de las tarifas, también tenemos que cuidar a los usuarios y a los argentinos del peso de la inflación.
Hay que ver de qué manera avanzamos con soluciones en materia de análisis general, acompasadamente y con sentido común, por parte del Congreso de la Nación y especialmente de esta Comisión de Presupuesto y Hacienda, cuando analizamos los números del presupuesto nacional.
Es tan difícil fijar desde el Congreso las tarifas, por cuanto hay tantas tarifas como provincias y más también, porque tenemos los municipios o localidades que justamente tienen distribución y concesiones de distribución. El valor de facturación tiene que ver con un 40 por ciento en la generación, ya sea del gas o la electricidad, mientras que un 1 por ciento es de transporte, un 31 o 32 por ciento es de distribución, y otro 28 por ciento son los impuestos. En muchos casos son impuestos provinciales y municipales. Allí también debemos hacer los esfuerzos del caso.
Nosotros formamos parte de una coalición de gobierno en la que estamos preocupados por esto. Inclusive miembros de la coalición, concretamente, el presidente de mi partido ha llevado propuestas de solución a los efectos de aminorar cualquier sobrepeso que pueda tener la cuestión del cuadro tarifario. Se han visto los resultados porque se han logrado mejoras en ese sentido.
No tenemos dudas de que un proyecto de ley que tenga que ver con la transparencia en la facturación energética también nos ayudará, de modo tal de ir poniendo el blanco sobre el negro y saber cuánto se está pagando de energía, cuánto de distribución, cuánto de transporte como también de impuestos locales. Es allí donde la gente y los usuarios tenemos que estar convenientemente informados. Me animo a decir que vamos a estar todos atentos una vez que se ponga en funcionamiento el aumento tarifario.
Por otro lado, este aumento viene como consecuencia de una propuesta que ya estaba establecida y lo sabíamos porque han habido audiencias públicas, porque hubo una resolución de la Corte, porque se puso en funcionamiento un esquema de incrementos tarifarios que era por todos conocido. Es cierto que es necesario hacer sintonía y también amortiguar en algunos casos. Habrá que tener la sensibilidad en cada caso para que ello se resuelva.
Nosotros tenemos sensibilidad y especialmente por todos aquellos que están en condiciones humildes y tienen una tarifa social. Justamente, las capas medias de nuestra sociedad y las pymes son el centro de nuestra atención, por eso la propuesta de aminorar y amesetar el cuadro tarifario. Vamos a estar atentos para que las tarifas puedan ser pagadas en todos los casos; nada puede funcionar si las tarifas son impagables.
Por lo tanto, oficialismo y oposición vamos a estar todos atentos respecto de esto. Pero no vamos a estar de acuerdo en trasladar la toma de decisión al ámbito legislativo cuando, en definitiva, tiene que ser un resorte exclusivamente del Poder Ejecutivo todo lo que tiene que ver con las concesiones de producción energética.
Así como las concesiones que tienen que ver con la distribución y, por supuesto, con el transporte eléctrico y energético.
Nosotros, con nuestro voto no vamos a avalar volver al pasado, justamente a la década perdida en materia energética. Por lo tanto, vamos a rechazar este proyecto de ley que viene de la Comisión de Obras Públicas.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene palabra el señor diputado Solanas.
SR. SOLANAS Señor presidente: he escuchado hablar a algunos diputados preopinantes sobre la irracionalidad del pedido incorporado en el proyecto que tiene despacho de comisión, con alguna disidencia de las dos comisiones que antecedieron a esta reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Considero que lo irracional es, en algunos casos, el aumento de las tarifas de 400 a 1.000 por ciento. En este caso, hablo de la provincia de Entre Ríos, que es lo que más conozco.
Aquí se ha manifestado claramente que lo razonable, lo adecuado y justo está contemplado en el artículo 42 de la Constitución Nacional y también en la ley 24.240, que es la ley de Defensa del Consumidor.
Hoy leí que el gobierno considera que todavía hay margen para aumentar más las tarifas. No solamente es terrible soportarlas, sino que también han fomentado las desigualdades a lo largo y ancho de la patria.
He estado en los centros comerciales del Norte y del Sur de las ciudades más importantes de mi provincia y no solamente que todos están indignados sino que rechazan decididamente este aumento irracional de las tarifas de la energía y en poco tiempo las del gas.
También se ha alentado fundamentar las audiencias públicas. Lamentablemente, las audiencias públicas han dejado mucho que desear y además no son vinculantes. Desde el Congreso de la Nación, los diputados y diputadas que sostienen eso le están mintiendo al pueblo argentino, y eso es muy grave.
Señor presidente: quiero preguntarle sobre una situación que me presentó en Federal una mujer jubilada, que gana 12.000 pesos por mes y recibió una factura de energía eléctrica de 6.200 pesos. ¿Qué haría usted ante esta situación? Aquí he escuchado fundamentar los motivos por los cuales se tienen que sostener las tarifas. La verdad es que eso es absurdo.
Hoy dijo una diputada que fue muy triste la versión que brindaron los diputados hace dos jueves cuando dijeron al pueblo argentino que lo único que podían hacer era realizar el pago en cuotas, pero con intereses. Fue todo muy informal, rayano con la imprudencia, porque en realidad estaban informando a la ciudadanía de algo que desconocían. ¡No sabían dónde estaban parados!
Eso es muy grave. Me refiero al hecho de que un gobierno le informe al pueblo argentino sin saber qué está informando.
También he visto lo que me parece que es dilatar este tema. Por eso aquello que se votó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en este mismo Congreso, son todos artilugios. ¿Qué le decimos de este exceso permanente de agobio con los números a la señora que gana 12.000 pesos por mes y que paga 6.000 pesos de luz? ¿Le tiramos todos los números encima?
Quiero decir que hay mucha inquietud del pueblo argentino respecto de esta cuestión. Hay desazón, hay indignación. ¿Pero saben ustedes cuándo se le dio importancia a esto? Cuando intentamos llevar a cabo la primera sesión, en la que si bien logramos reunir a 129 diputados, se utilizó un artilugio para decir que no había quórum. Recién al otro día fueron a la Casa de Gobierno a plantear esta cuestión, porque no pensaban que esto iba a pasar. Es ahí cuando les cayó la ficha: la gente les estaba "picando el boleto" y diciéndoles que esta situación es inaguantable.
Por otra parte, el oficialismo basa sus argumentos en las tarifas sociales y también en la excesiva posibilidad de acompañamiento con subsidios a las pymes de la República Argentina y de la provincia de Entre Ríos. En el mundo la industria y la pequeña y mediana empresa se acompañan y se protegen desde el Estado.
Cuando estuvo aquí el ministro Aranguren le hice una pregunta en relación con esta cuestión, porque me daba la impresión de que no estaba hablando con un ministro de la Nación sino con un empresario que defendía sus intereses. Evidentemente, estaba defendiendo sus intereses. Esto que estamos viendo, este tarifazo terrible, en algunos casos hasta es confiscatorio.
¿Saben lo que dicen los comerciantes de Colón, en la provincia de Entre Ríos? Que el tarifazo les confisca la ganancia. Eso dice allí el pequeño comerciante.
Además, el oficialismo se ufana del INDEC. Pero pregunto, ¿el INDEC es verdadero? ¿No le da vergüenza al diputado oficialista sonrojarse y defender a ese organismo, que le manifiesta que la inflación es terrible y que el pueblo la está soportando? Ustedes decían que cada seis meses íbamos a ver allá lejos la luz verde, pero el pueblo no la está viendo.
Es notable el impacto de la inflación sobre los asalariados. Ustedes están discutiendo en las paritarias un 15 por ciento de aumentos, pero esto es a la baja. A los dos días de haberse aprobado aquí el presupuesto, como se dijo, fueron y enmendaron un error. Pero eso hoy eso sigue siendo un error, porque la inflación para este año ya se está calculando entre el 21 y el 25 por ciento.
¿Saben quién va a pagar el "pato de la boda"? No serán los diputados y diputadas que estamos acá, sino el pueblo de a pie, la República Argentina. Para nosotros ellos son la patria, pero para ustedes se trata de un objeto al cual se le pueden imponer tarifas y se los puede esquilmar en función de transferir fondos a las grandes empresas que son beneficiadas por el gobierno del presidente Macri.
Señor presidente: usted habló de respeto. Pero yo le digo que el respeto no lo tienen ustedes. Le están metiendo la mano en el bolsillo a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas. Esto es un problema enorme que ustedes deberían observar.
Recién también se esgrimía que el Congreso no tiene nada que decir en torno a esta cuestión. En todo caso, ustedes no tendrán nada que decir. Nosotros vamos a defender férreamente la idea de que esto es un tarifazo, que los aumentos deben ser aplicados de acuerdo con los ingresos o con los haberes de los ciudadanos y de los trabajadores. Nosotros también vamos a defender a las pymes.
La verdad es que me levanté de mi sitio porque me agobiaron con números y también con mentiras: viven mintiéndole al pueblo argentino. ¿Saben a qué aspiran ustedes? A que el pueblo de alguna forma se acostumbre y termine adaptándose a este tarifazo. Eso es lo que están buscando; lo hacen permanentemente. Por eso delatan, por eso los grandes medios concentrados mandan hacia las provincias esta información, que es por atrás, ya que no se podían sostener estos precios de las tarifas.
Pero ustedes creen que se puede sostener de un 400 a un 1.000 por ciento. Esos fueron los porcentajes que fue imponiendo gradualmente Aranguren, con el costo real y concreto de la pauperización de muchísimos argentinos y argentinas.
No hay duda de que ustedes van a apostar a cualquier artilugio, pero la ciudadanía está indignada. En cuanto al futuro, ¿saben qué piensan las pequeñas empresas y comercios que tienen a sus empleados registrados, en el norte, centro y sur de las provincias? Que es al revés de lo que ustedes dicen: no hay futuro. Ustedes saben que a mí no me gusta la palabra "no". Siempre tengo una concepción positiva de las cosas. Pero con esto no hay futuro, porque van a quedar miles de pequeñas y medianas empresas fundidas y sin posibilidad de competir, de crecer tecnológicamente y de lograr mercados.
Por eso, ustedes podrán usar cualquier artilugio, podrán dilatar, después iremos al recinto y sesionaremos. Seguramente allí volvamos a tener la mayoría que obtuvimos el otro día y ustedes no reconocieron. Después el proyecto pasará al Senado y el presidente Macri lo vetará. Ahora bien, la indignación está, señor presidente. No la van a poder ocultar. Los ciudadanos están indignados. Muchos de ellos incluso están desmoralizados, por culpa de un gobierno que les mintió, que permanentemente les corre el arco y les dice que todo va bien y son buenas noticias.
Nosotros vamos a insistir. Ojalá tengamos despacho de comisión. Abogo para que no existan cuestiones non sanctas en este Congreso. He visto alinearse a cualquiera. El otro día una diputada del PRO me reconoció que ellos no se alinean por dinero sino por obras. Esa es una manera de construir consenso que no tiene nada que ver con la democracia y con las prácticas que debe seguir este Congreso. Si es así, es grave.
Para finalizar, quiero decir que el pueblo no aguanta más. Este tarifazo hay que revisarlo. Este Congreso tiene que dar una respuesta cabal y concreta a ese pueblo al que le han desorganizado la vida y está sufriendo. En Entre Ríos vemos a ciudadanos amigos que mandaban a estudiar a sus gurises a la ciudad de Rosario, donde les pagaban la pensión. Sin embargo, con este tarifazo estos mismos gurises ahora han tenido que quedarse en la provincia, ya que sus padres no pueden sostener esa pensión. He visto pymes que han despedido a sus empleados. Esta es una realidad incontrastable que conoce cada ciudadano y cada ciudadana.
Por esos motivos, tienen que tomar cartas en el asunto. Ustedes son los responsables de este tarifazo. Nosotros, como oposición, defendemos férreamente al pueblo que está sufriendo por culpa del tarifazo que ustedes han impuesto. (Aplausos.)
Considero que lo irracional es, en algunos casos, el aumento de las tarifas de 400 a 1.000 por ciento. En este caso, hablo de la provincia de Entre Ríos, que es lo que más conozco.
Aquí se ha manifestado claramente que lo razonable, lo adecuado y justo está contemplado en el artículo 42 de la Constitución Nacional y también en la ley 24.240, que es la ley de Defensa del Consumidor.
Hoy leí que el gobierno considera que todavía hay margen para aumentar más las tarifas. No solamente es terrible soportarlas, sino que también han fomentado las desigualdades a lo largo y ancho de la patria.
He estado en los centros comerciales del Norte y del Sur de las ciudades más importantes de mi provincia y no solamente que todos están indignados sino que rechazan decididamente este aumento irracional de las tarifas de la energía y en poco tiempo las del gas.
También se ha alentado fundamentar las audiencias públicas. Lamentablemente, las audiencias públicas han dejado mucho que desear y además no son vinculantes. Desde el Congreso de la Nación, los diputados y diputadas que sostienen eso le están mintiendo al pueblo argentino, y eso es muy grave.
Señor presidente: quiero preguntarle sobre una situación que me presentó en Federal una mujer jubilada, que gana 12.000 pesos por mes y recibió una factura de energía eléctrica de 6.200 pesos. ¿Qué haría usted ante esta situación? Aquí he escuchado fundamentar los motivos por los cuales se tienen que sostener las tarifas. La verdad es que eso es absurdo.
Hoy dijo una diputada que fue muy triste la versión que brindaron los diputados hace dos jueves cuando dijeron al pueblo argentino que lo único que podían hacer era realizar el pago en cuotas, pero con intereses. Fue todo muy informal, rayano con la imprudencia, porque en realidad estaban informando a la ciudadanía de algo que desconocían. ¡No sabían dónde estaban parados!
Eso es muy grave. Me refiero al hecho de que un gobierno le informe al pueblo argentino sin saber qué está informando.
También he visto lo que me parece que es dilatar este tema. Por eso aquello que se votó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en este mismo Congreso, son todos artilugios. ¿Qué le decimos de este exceso permanente de agobio con los números a la señora que gana 12.000 pesos por mes y que paga 6.000 pesos de luz? ¿Le tiramos todos los números encima?
Quiero decir que hay mucha inquietud del pueblo argentino respecto de esta cuestión. Hay desazón, hay indignación. ¿Pero saben ustedes cuándo se le dio importancia a esto? Cuando intentamos llevar a cabo la primera sesión, en la que si bien logramos reunir a 129 diputados, se utilizó un artilugio para decir que no había quórum. Recién al otro día fueron a la Casa de Gobierno a plantear esta cuestión, porque no pensaban que esto iba a pasar. Es ahí cuando les cayó la ficha: la gente les estaba "picando el boleto" y diciéndoles que esta situación es inaguantable.
Por otra parte, el oficialismo basa sus argumentos en las tarifas sociales y también en la excesiva posibilidad de acompañamiento con subsidios a las pymes de la República Argentina y de la provincia de Entre Ríos. En el mundo la industria y la pequeña y mediana empresa se acompañan y se protegen desde el Estado.
Cuando estuvo aquí el ministro Aranguren le hice una pregunta en relación con esta cuestión, porque me daba la impresión de que no estaba hablando con un ministro de la Nación sino con un empresario que defendía sus intereses. Evidentemente, estaba defendiendo sus intereses. Esto que estamos viendo, este tarifazo terrible, en algunos casos hasta es confiscatorio.
¿Saben lo que dicen los comerciantes de Colón, en la provincia de Entre Ríos? Que el tarifazo les confisca la ganancia. Eso dice allí el pequeño comerciante.
Además, el oficialismo se ufana del INDEC. Pero pregunto, ¿el INDEC es verdadero? ¿No le da vergüenza al diputado oficialista sonrojarse y defender a ese organismo, que le manifiesta que la inflación es terrible y que el pueblo la está soportando? Ustedes decían que cada seis meses íbamos a ver allá lejos la luz verde, pero el pueblo no la está viendo.
Es notable el impacto de la inflación sobre los asalariados. Ustedes están discutiendo en las paritarias un 15 por ciento de aumentos, pero esto es a la baja. A los dos días de haberse aprobado aquí el presupuesto, como se dijo, fueron y enmendaron un error. Pero eso hoy eso sigue siendo un error, porque la inflación para este año ya se está calculando entre el 21 y el 25 por ciento.
¿Saben quién va a pagar el "pato de la boda"? No serán los diputados y diputadas que estamos acá, sino el pueblo de a pie, la República Argentina. Para nosotros ellos son la patria, pero para ustedes se trata de un objeto al cual se le pueden imponer tarifas y se los puede esquilmar en función de transferir fondos a las grandes empresas que son beneficiadas por el gobierno del presidente Macri.
Señor presidente: usted habló de respeto. Pero yo le digo que el respeto no lo tienen ustedes. Le están metiendo la mano en el bolsillo a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas. Esto es un problema enorme que ustedes deberían observar.
Recién también se esgrimía que el Congreso no tiene nada que decir en torno a esta cuestión. En todo caso, ustedes no tendrán nada que decir. Nosotros vamos a defender férreamente la idea de que esto es un tarifazo, que los aumentos deben ser aplicados de acuerdo con los ingresos o con los haberes de los ciudadanos y de los trabajadores. Nosotros también vamos a defender a las pymes.
La verdad es que me levanté de mi sitio porque me agobiaron con números y también con mentiras: viven mintiéndole al pueblo argentino. ¿Saben a qué aspiran ustedes? A que el pueblo de alguna forma se acostumbre y termine adaptándose a este tarifazo. Eso es lo que están buscando; lo hacen permanentemente. Por eso delatan, por eso los grandes medios concentrados mandan hacia las provincias esta información, que es por atrás, ya que no se podían sostener estos precios de las tarifas.
Pero ustedes creen que se puede sostener de un 400 a un 1.000 por ciento. Esos fueron los porcentajes que fue imponiendo gradualmente Aranguren, con el costo real y concreto de la pauperización de muchísimos argentinos y argentinas.
No hay duda de que ustedes van a apostar a cualquier artilugio, pero la ciudadanía está indignada. En cuanto al futuro, ¿saben qué piensan las pequeñas empresas y comercios que tienen a sus empleados registrados, en el norte, centro y sur de las provincias? Que es al revés de lo que ustedes dicen: no hay futuro. Ustedes saben que a mí no me gusta la palabra "no". Siempre tengo una concepción positiva de las cosas. Pero con esto no hay futuro, porque van a quedar miles de pequeñas y medianas empresas fundidas y sin posibilidad de competir, de crecer tecnológicamente y de lograr mercados.
Por eso, ustedes podrán usar cualquier artilugio, podrán dilatar, después iremos al recinto y sesionaremos. Seguramente allí volvamos a tener la mayoría que obtuvimos el otro día y ustedes no reconocieron. Después el proyecto pasará al Senado y el presidente Macri lo vetará. Ahora bien, la indignación está, señor presidente. No la van a poder ocultar. Los ciudadanos están indignados. Muchos de ellos incluso están desmoralizados, por culpa de un gobierno que les mintió, que permanentemente les corre el arco y les dice que todo va bien y son buenas noticias.
Nosotros vamos a insistir. Ojalá tengamos despacho de comisión. Abogo para que no existan cuestiones non sanctas en este Congreso. He visto alinearse a cualquiera. El otro día una diputada del PRO me reconoció que ellos no se alinean por dinero sino por obras. Esa es una manera de construir consenso que no tiene nada que ver con la democracia y con las prácticas que debe seguir este Congreso. Si es así, es grave.
Para finalizar, quiero decir que el pueblo no aguanta más. Este tarifazo hay que revisarlo. Este Congreso tiene que dar una respuesta cabal y concreta a ese pueblo al que le han desorganizado la vida y está sufriendo. En Entre Ríos vemos a ciudadanos amigos que mandaban a estudiar a sus gurises a la ciudad de Rosario, donde les pagaban la pensión. Sin embargo, con este tarifazo estos mismos gurises ahora han tenido que quedarse en la provincia, ya que sus padres no pueden sostener esa pensión. He visto pymes que han despedido a sus empleados. Esta es una realidad incontrastable que conoce cada ciudadano y cada ciudadana.
Por esos motivos, tienen que tomar cartas en el asunto. Ustedes son los responsables de este tarifazo. Nosotros, como oposición, defendemos férreamente al pueblo que está sufriendo por culpa del tarifazo que ustedes han impuesto. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Quería dar aviso de que ya fueron pasados a la firma los dictámenes, de modo tal que sugiero que el debate culmine a las 18 horas. Después lo continuaremos en el recinto.
Vamos a seguir con la lista de oradores.
Tiene la palabra la señora diputada Frana.
Vamos a seguir con la lista de oradores.
Tiene la palabra la señora diputada Frana.
SRA. FRANA Señor presidente: voy a ser breve, puesto que ya se ha dicho todo aquí.
La dilación en el tratamiento de este tema, habiendo tenido una primera semana sin quórum, una segunda semana sin los dos tercios, y una tercera semana convocando a un nuevo estamento como es la Comisión de Presupuesto y Hacienda, significa no dar repuestas a la gente. Lo digo con todo respeto.
En la puerta de aquí nos encontramos con personas que trajeron sus boletas de luz para que todos las viéramos y pudiéramos ratificar lo que decimos los legisladores que pretendemos representar lo que pasa en la calle. Más allá de las estadísticas, de verdad hay familias que no pueden pagar la luz, de verdad hay comercios que tienen que cerrar y de verdad esto está complicando a la industria, amén de lo que pasa en el esquema financiero.
Cuando comenzó esta reunión se dijo que se iba a evaluar el costo de esta propuesta. Pienso que hubiera sido bueno evaluar el costo de tantas otras propuestas que se votaron en este Congreso Nacional.
Cuando el año pasado se planteó la reforma previsional, les pedimos que nos trajeran una muestra de que los jubilados no iban a ser perjudicados. Esa muestra nunca llegó y les puedo demostrar que fueron perjudicados.
Qué bueno hubiera sido que cuando la República Argentina tomó ese préstamo a cien años con una tasa de interés escandalosa en función de las tasas del mundo, evaluáramos los costos para nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Por eso, sin abundar en detalles, simplemente quiero hacer un llamado a la racionalidad de toda la clase política. Hoy cualquier encuesta indica que un 40 por ciento de la gente no nos cree a los políticos. Entonces, me parece que, como mínimo, hay que entender lo que le pasa a la gente en la calle; dejar de hacer artilugios con los reglamentos y dar una respuesta concreta a una situación que, para muchos, es insostenible. (Aplausos.)
La dilación en el tratamiento de este tema, habiendo tenido una primera semana sin quórum, una segunda semana sin los dos tercios, y una tercera semana convocando a un nuevo estamento como es la Comisión de Presupuesto y Hacienda, significa no dar repuestas a la gente. Lo digo con todo respeto.
En la puerta de aquí nos encontramos con personas que trajeron sus boletas de luz para que todos las viéramos y pudiéramos ratificar lo que decimos los legisladores que pretendemos representar lo que pasa en la calle. Más allá de las estadísticas, de verdad hay familias que no pueden pagar la luz, de verdad hay comercios que tienen que cerrar y de verdad esto está complicando a la industria, amén de lo que pasa en el esquema financiero.
Cuando comenzó esta reunión se dijo que se iba a evaluar el costo de esta propuesta. Pienso que hubiera sido bueno evaluar el costo de tantas otras propuestas que se votaron en este Congreso Nacional.
Cuando el año pasado se planteó la reforma previsional, les pedimos que nos trajeran una muestra de que los jubilados no iban a ser perjudicados. Esa muestra nunca llegó y les puedo demostrar que fueron perjudicados.
Qué bueno hubiera sido que cuando la República Argentina tomó ese préstamo a cien años con una tasa de interés escandalosa en función de las tasas del mundo, evaluáramos los costos para nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Por eso, sin abundar en detalles, simplemente quiero hacer un llamado a la racionalidad de toda la clase política. Hoy cualquier encuesta indica que un 40 por ciento de la gente no nos cree a los políticos. Entonces, me parece que, como mínimo, hay que entender lo que le pasa a la gente en la calle; dejar de hacer artilugios con los reglamentos y dar una respuesta concreta a una situación que, para muchos, es insostenible. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el diputado Castagneto.
SR. CASTAGNETO Señor presidente: seré breve.
En primer lugar, lamento que usted no haya solicitado la incorporación de esta comisión a la reunión conjunta de las comisiones de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Obras Públicas. De esta forma, no hubiésemos tenido que reunirnos hoy.
Tuvimos dos pedidos de sesión: en el primero no reunimos quórum y en el segundo se rebotaron los veintiocho proyectos que se trataron. Lo único que se hizo fue una presentación de cinco minutos y no pudimos tener un debate.
Entre el primer y el segundo pedido de sesión, parte del oficialismo fue a la Casa de Gobierno para tratar de solucionar el tema de las tarifas, pero a la salida se encontraron en una conferencia de prensa hablando del "ahora tres cuotas con intereses". Además, hay que tener en cuenta que van a haber otros incrementos tarifarios, como ya lo anunciaron el ministro de Energía y Minería y el presidente.
Por otro lado, en su momento tuve la oportunidad de ir -como bien se dijo aquí- a las audiencias públicas. Hablar con Aranguren es como hablar con una pared. Recuerdo que cuando vino aquí, el diputado Kicillof le preguntó cuál era el valor del boca de pozo y dijo que no sabía. Creo que si hoy le preguntamos tampoco lo sabe porque lo único que le interesa es pagarle a los que le permitieron ocupar el lugar que hoy tiene en el gobierno. Aranguren responde a ese grupo económico que son sus amigos.
Lo mismo sucede con el valor del combustible. Al aumentar ahora el dólar a más de 21 pesos, seguro va a tener que aumentar el combustible y entonces van a aumentar el transporte, los peajes, etcétera. Esta cadena es la que estamos viviendo en estos dos últimos años.
Mencioné lo de la audiencia pública porque fue una ley que sancionamos por unanimidad, oportunidad en la que yo hablé de los electrodependientes pero no hubo ningún tipo de respuesta, al contrario.
Asimismo, quiero hacer una aclaración en relación con lo que se habló aquí acerca de la Oficina de Presupuesto. Respetando su historia, creo que lo de Macón es un acuerdo producto de la visita que Cavallo le hizo al presidente Macri. Macón fue secretario de Finanzas en los 90, en la época de Cavallo.
Entonces, como vino el presidente de España les dieron los PPP a quince empresas españolas, catorce de las cuales habían recibido salvataje económico por parte del gobierno español para terminar sus obras. Es decir, España viene ahora a la Argentina, como dijo el presidente de ese país: "como dos viejos amantes", y resulta que sus empresas se llevan los PPP. Y son empresas pseudofundidas.
Algún diputado preopinante habló de algunas falencias de nuestro proyecto de ley que ya fue firmado y tiene dictamen de las dos comisiones que mencioné anteriormente, pero lo que digo es que se puede arreglar en el recinto. Hay muchos proyectos que nunca pasaron por la Comisión de Presupuesto y Hacienda; de hecho, hay algunos que los vemos pasar como el de flybondi que aterriza directamente en el recinto.
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda se tratan los proyectos que benefician al pueblo. Cuando no se beneficia al pueblo, esto se convierte en una pista donde salen los proyectos para aterrizar en el recinto. Hay muchos temas que están en carpeta hace años que no se tratan.
Cuando hablaba de las divergencias y algunas falencias, como bien dijo el diputado Lavagna, las podemos resolver en el recinto. Sin embargo, el oficialismo presenta en el Senado un proyecto de ley donde en el artículo 4° de la presente ley dice que es aplicable en todo el territorio nacional. Pero recién un diputado dijo acá que no podemos sacar una ley que diga que se establece en todo el territorio nacional.
Y ya que estamos mirando la letra fina, hay otro artículo donde dice que la factura debe contener exclusivamente los cargos por el consumo realizado. ¡Muy profundo este artículo, profundísimo! Salvo que inventen algún otro cargo -algo a lo que ya estamos acostumbrados- que lo incluyan en todas las facturas pero que no todas las personas lo pueden pagar.
Para finalizar, señor presidente, creo que a Durán Barba se le terminaron los títulos, pero un gran título sería: "Las expectativas futuras no cumplidas".
Me pongo en la piel de cada uno de los diputados y diputadas del oficialismo que tienen que defender un proyecto por el cual no se sienten respaldados por el gobierno, dado que Marcos Peña dijo hoy que el presidente lo va a vetar. La verdad les quiero agradecer su presencia aquí por dar la cara en defender algo -si el proyecto de ley se sanciona- que saben que será vetado dentro de 15 días. (Aplausos.)
En primer lugar, lamento que usted no haya solicitado la incorporación de esta comisión a la reunión conjunta de las comisiones de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia y de Obras Públicas. De esta forma, no hubiésemos tenido que reunirnos hoy.
Tuvimos dos pedidos de sesión: en el primero no reunimos quórum y en el segundo se rebotaron los veintiocho proyectos que se trataron. Lo único que se hizo fue una presentación de cinco minutos y no pudimos tener un debate.
Entre el primer y el segundo pedido de sesión, parte del oficialismo fue a la Casa de Gobierno para tratar de solucionar el tema de las tarifas, pero a la salida se encontraron en una conferencia de prensa hablando del "ahora tres cuotas con intereses". Además, hay que tener en cuenta que van a haber otros incrementos tarifarios, como ya lo anunciaron el ministro de Energía y Minería y el presidente.
Por otro lado, en su momento tuve la oportunidad de ir -como bien se dijo aquí- a las audiencias públicas. Hablar con Aranguren es como hablar con una pared. Recuerdo que cuando vino aquí, el diputado Kicillof le preguntó cuál era el valor del boca de pozo y dijo que no sabía. Creo que si hoy le preguntamos tampoco lo sabe porque lo único que le interesa es pagarle a los que le permitieron ocupar el lugar que hoy tiene en el gobierno. Aranguren responde a ese grupo económico que son sus amigos.
Lo mismo sucede con el valor del combustible. Al aumentar ahora el dólar a más de 21 pesos, seguro va a tener que aumentar el combustible y entonces van a aumentar el transporte, los peajes, etcétera. Esta cadena es la que estamos viviendo en estos dos últimos años.
Mencioné lo de la audiencia pública porque fue una ley que sancionamos por unanimidad, oportunidad en la que yo hablé de los electrodependientes pero no hubo ningún tipo de respuesta, al contrario.
Asimismo, quiero hacer una aclaración en relación con lo que se habló aquí acerca de la Oficina de Presupuesto. Respetando su historia, creo que lo de Macón es un acuerdo producto de la visita que Cavallo le hizo al presidente Macri. Macón fue secretario de Finanzas en los 90, en la época de Cavallo.
Entonces, como vino el presidente de España les dieron los PPP a quince empresas españolas, catorce de las cuales habían recibido salvataje económico por parte del gobierno español para terminar sus obras. Es decir, España viene ahora a la Argentina, como dijo el presidente de ese país: "como dos viejos amantes", y resulta que sus empresas se llevan los PPP. Y son empresas pseudofundidas.
Algún diputado preopinante habló de algunas falencias de nuestro proyecto de ley que ya fue firmado y tiene dictamen de las dos comisiones que mencioné anteriormente, pero lo que digo es que se puede arreglar en el recinto. Hay muchos proyectos que nunca pasaron por la Comisión de Presupuesto y Hacienda; de hecho, hay algunos que los vemos pasar como el de flybondi que aterriza directamente en el recinto.
En la Comisión de Presupuesto y Hacienda se tratan los proyectos que benefician al pueblo. Cuando no se beneficia al pueblo, esto se convierte en una pista donde salen los proyectos para aterrizar en el recinto. Hay muchos temas que están en carpeta hace años que no se tratan.
Cuando hablaba de las divergencias y algunas falencias, como bien dijo el diputado Lavagna, las podemos resolver en el recinto. Sin embargo, el oficialismo presenta en el Senado un proyecto de ley donde en el artículo 4° de la presente ley dice que es aplicable en todo el territorio nacional. Pero recién un diputado dijo acá que no podemos sacar una ley que diga que se establece en todo el territorio nacional.
Y ya que estamos mirando la letra fina, hay otro artículo donde dice que la factura debe contener exclusivamente los cargos por el consumo realizado. ¡Muy profundo este artículo, profundísimo! Salvo que inventen algún otro cargo -algo a lo que ya estamos acostumbrados- que lo incluyan en todas las facturas pero que no todas las personas lo pueden pagar.
Para finalizar, señor presidente, creo que a Durán Barba se le terminaron los títulos, pero un gran título sería: "Las expectativas futuras no cumplidas".
Me pongo en la piel de cada uno de los diputados y diputadas del oficialismo que tienen que defender un proyecto por el cual no se sienten respaldados por el gobierno, dado que Marcos Peña dijo hoy que el presidente lo va a vetar. La verdad les quiero agradecer su presencia aquí por dar la cara en defender algo -si el proyecto de ley se sanciona- que saben que será vetado dentro de 15 días. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Nosotros estamos votando el rechazo que es lo más parecido filosóficamente a un veto.
Conceptualmente creemos que hay que rechazar el proyecto.
Conceptualmente creemos que hay que rechazar el proyecto.
SR. CASTAGNETO Señor presidente: yo hice una exposición; la verdad que no quería debatir con usted. (Risas.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Le pido que como presidente al menos me deje pasar un aviso. De todos modos, no estoy debatiendo, sino que estoy aclarando la posición de nuestro bloque.
Tiene la palabra la señora diputada Ferreyra.
Tiene la palabra la señora diputada Ferreyra.
SRA. FERREYRA Señor presidente: ciertamente las facultades de la Presidencia de la comisión son para ordenar el debate, como lo son las del presidente del cuerpo. Si en algún momento el señor diputado Monzó u otro presidente quiere participar del debate, deben bajar al recinto para hacerlo, no se puede debatir desde la Presidencia.
Por acá se ha dicho que se mintió para obtener resultados electorales: se mintió en 2015 y también en 2017, porque se olvidaron de contar la reforma previsional y laboral que iba a venir. En 2015, les dijeron a los jubilados que le iban a dar el 82 por ciento del salario en actividad y le dieron el 82 por ciento del salario mínimo. También se dijo que en este gobierno no iban a pagar ganancia los trabajadores. Me quedo con lo que dijo Aranguren cuando mencionó que los que hoy son beneficiados por la tarifa social, la energía iba a ser gratis.
Todo esto es parte de las mentiras con las que se construyó un relato para poder llegar a ser gobierno. No es la primera vez que se están tomando medidas donde la gente, el pueblo, desde el Congreso, le decimos que son impagables. Arrancó en el 2106, y no es cierto, como se dijo acá, que se afecta solamente al transporte y la distribución de la energía eléctrica, porque la primera resolución que toma Aranguren, la resolución 6, es para aumentar el precio del kilowatt en el mercado eléctrico mayorista y eso afecta a todas las provincias.
En cada una de las medidas que fueron tomando, fueron provocando aumentos incluso del 2.000 por ciento. No sé si recuerdan que hubo puebladas, que la Patagonia se tuvo que levantar, que los gobernadores tuvieron que venir a apagar el incendio, y se logró que bajaran del 2.000 por ciento al 400 y al 500 por ciento. ¡Hubo que judicializar en todo el país! ¡Hubo una catarata de amparos que fueron concentrados en el primero que se había iniciado, de la Organización No Gubernamental CEPIS! En ese fallo, la Corte señaló que tenían que hacer la audiencia pública, que ni siquiera habían iniciado. Fue una constante pelea para llegar a esas audiencias públicas.
La señora diputada Schmidt, como presidenta de la Comisión de Defensa al Consumidor, y yo, como secretaria, hemos ido a las audiencias. En los pocos minutos que nos daban para expresarnos pudimos demostrar que eran falaces, porque no exhibían ninguno de los requisitos que la propia Corte les había señalado. Por ejemplo, no se mostraban cuáles eran los costos de las empresas ni los planes de inversión.
Aquí traigo el material, porque se dice que pasó por audiencia pública, pero eso fue una "truchada". Respecto del tema del gas NEA hay una presentación de menos de 20 fojas, de las cuales 8 son de poder, 4 son de la presentación que hace el apoderado y solamente tiene 3 hojas A4, anexos, donde explican cuál es el "megatarifazo" que aplican. Entonces, no nos pueden decir que las audiencias públicas cumplieron con el recaudo.
Acompañamos el dictamen de mayoría sin estar totalmente de acuerdo en un punto. Hoy, repentinamente, hubo cambios en las comisiones, no sé si tenemos dictamen de mayoría o un dictamen que tiene mayor cantidad de firmas. De la manera que sea, existe una voluntad mayoritaria del Congreso y del pleno de las comisiones de decir que no vamos a seguir bancando el "tarifazo".
Nosotros entendemos que hay que revisar lo que pasó desde enero de 2016, más allá de que en lo inmediato dispongamos de una rebaja de impuestos y que se retrotraigan las tarifas. Reitero: ¡hay que mirar todo lo que pasó desde enero de 2016 porque ahí están los "curros" de Aranguren! ¡Hay que arrancar desde el precio de lo que se paga del gas en boca de punto de ingreso al sistema porque eso es lo que dispara el "tarifazo", es decir, la distribución!
El transporte, siendo generosos, implica solamente un 40 por ciento de la tarifa. ¡Pero hay otro valor que está sobredimensionado, que estamos pagando tres veces los valores internacionales sin ningún justificativo, porque eso no pasó por audiencia pública! ¡Eso no estuvo en la audiencia pública pese a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció que hasta tanto no haya libre oferta y demanda -que no existe porque hay subsidios-, tenía que pasar junto con el resto de los componentes de la tarifa por audiencias públicas!
¡No lo hicieran y encima lo dolarizaron, cosa que ni quiera estuvo pedido por las propias empresas prestatarias! Todo eso hace que hoy estemos pagando esto. Lo dijimos en todos los tonos cuando vino la ley de pymes, la ley de emprendedores, ese tema diferimientos impositivos no le resolvía a nadie, es más, han tenido muy poco acatamiento. Ya en 2016 y 2017 recibimos pymes que venían y nos mostraban la facturación de cada uno de los servicios, que eran mayores que la nómina salarial en blanco de lo que pagaban por todo el personal.
Ni hablar de la confiscación que es para el bolsillo de los usuarios residenciales porque hay que decirlo: ¡cualquier porcentaje que vaya más allá del 23 por ciento es confiscatorio y más cuando no tiene suficiente respaldo en las audiencias públicas!
Consideramos que además de realizar este tipo de readecuaciones y reducción del IVA es necesario discutir la rentabilidad de las empresas, que de última, son amigos o testaferros del presidente; Caputo, Mindlin, etcétera, pueden ganar menos.
Bien dijo aquí el señor diputado Lavagna, ¡es mentira que el costo será de 100.000 o 200.000 millones, le puso números concretos, y que en total sean 6.500 millones! Se trata de la mitad de las ganancias de estas empresas que, reitero, son amigos de toda la vida del presidente, como es el caso de Caputo, o son sus testaferros, como está denunciado en varias causas.
Bien pueden reducir ellos el 50 por ciento de las ganancias, a las cuales el año pasado se contribuyó desde este Congreso, porque no sé si se acuerdan de que ustedes votaron una reducción de deuda, una condonación de deuda, de 19.000 millones. Además de todos los subsidios que reciben, han estado dando asistencias económicas transitorias a cada rato.
Por otra parte, cuando íbamos a las audiencias públicas y preguntábamos en qué se gastó, en qué se imputaron esos recursos y cuánto recibieron, jamás nos dieron una respuesta. Así que, por lo expuesto, vamos a acompañar este dictamen.
Quiero decirle también al señor diputado Pastori -quien muy relajado estuvo riéndose de un proyecto que va a resolver la situación de millones de argentinos y de nuestras pymes- que el equivocado es él, ya que él preguntaba dónde estaban contemplados los desocupados. Pues bien, ellos están incluidos en el inciso g) del artículo 12. Lea todo el proyecto, señor diputado, o no sé si estuvo leyendo otra cosa.
El señor legislador al que acabo de aludir también señalaba una contradicción diciendo que los monotributistas estaban dos veces categorizados dentro de este artículo. Claro que sí, porque el inciso b) del mencionado artículo se refiere a trabajadores monotributistas, y el inciso n) -respecto del cual se estaba riendo jocosamente, pensando que ese concepto se había duplicado-, se refiere a los pequeños emprendimientos comerciales y de servicios. Si no sabe la diferencia entre estos, que venga con nosotros así se la explicamos. Pero deje de burlarse y de mentir descaradamente sobre un proyecto que tiene la seriedad y el consenso de la oposición.
También queremos que el señor presidente sepa de una buena vez que Marcos Peña anunció que si el proyecto llega a ser sancionado será vetado por el presidente. Estoy hablando de Macri, cuya esposa salió a hablar en los medios luego de que un periodista le preguntara cómo es que duerme con el presidente. A ello le respondió que duermen muy juntos. Entonces, el periodista le preguntó: "¿Y el presidente no transpira si duermen tan pegados?" ¿Saben qué contestó ella? Le respondió al periodista que "no transpiran, porque en invierno también duermen con el aire acondicionado encendido". Ese presidente no tiene autoridad moral para venir a vetar el "megatarifazo" con el que quieren fundir a los argentinos.
Los servicios públicos, como el gas y la electricidad, son un derecho del pueblo argentino y de las pymes. No son un negociado para el presidente y sus amigos. Por eso pido que se realice una sesión especial el miércoles que viene a fin de tratar el dictamen de mayoría, y que se terminen las maniobras como la que volvieron a hacer en el día de hoy.
El pueblo argentino dijo "Basta al 'megatarifazo'". (Aplausos.)
Por acá se ha dicho que se mintió para obtener resultados electorales: se mintió en 2015 y también en 2017, porque se olvidaron de contar la reforma previsional y laboral que iba a venir. En 2015, les dijeron a los jubilados que le iban a dar el 82 por ciento del salario en actividad y le dieron el 82 por ciento del salario mínimo. También se dijo que en este gobierno no iban a pagar ganancia los trabajadores. Me quedo con lo que dijo Aranguren cuando mencionó que los que hoy son beneficiados por la tarifa social, la energía iba a ser gratis.
Todo esto es parte de las mentiras con las que se construyó un relato para poder llegar a ser gobierno. No es la primera vez que se están tomando medidas donde la gente, el pueblo, desde el Congreso, le decimos que son impagables. Arrancó en el 2106, y no es cierto, como se dijo acá, que se afecta solamente al transporte y la distribución de la energía eléctrica, porque la primera resolución que toma Aranguren, la resolución 6, es para aumentar el precio del kilowatt en el mercado eléctrico mayorista y eso afecta a todas las provincias.
En cada una de las medidas que fueron tomando, fueron provocando aumentos incluso del 2.000 por ciento. No sé si recuerdan que hubo puebladas, que la Patagonia se tuvo que levantar, que los gobernadores tuvieron que venir a apagar el incendio, y se logró que bajaran del 2.000 por ciento al 400 y al 500 por ciento. ¡Hubo que judicializar en todo el país! ¡Hubo una catarata de amparos que fueron concentrados en el primero que se había iniciado, de la Organización No Gubernamental CEPIS! En ese fallo, la Corte señaló que tenían que hacer la audiencia pública, que ni siquiera habían iniciado. Fue una constante pelea para llegar a esas audiencias públicas.
La señora diputada Schmidt, como presidenta de la Comisión de Defensa al Consumidor, y yo, como secretaria, hemos ido a las audiencias. En los pocos minutos que nos daban para expresarnos pudimos demostrar que eran falaces, porque no exhibían ninguno de los requisitos que la propia Corte les había señalado. Por ejemplo, no se mostraban cuáles eran los costos de las empresas ni los planes de inversión.
Aquí traigo el material, porque se dice que pasó por audiencia pública, pero eso fue una "truchada". Respecto del tema del gas NEA hay una presentación de menos de 20 fojas, de las cuales 8 son de poder, 4 son de la presentación que hace el apoderado y solamente tiene 3 hojas A4, anexos, donde explican cuál es el "megatarifazo" que aplican. Entonces, no nos pueden decir que las audiencias públicas cumplieron con el recaudo.
Acompañamos el dictamen de mayoría sin estar totalmente de acuerdo en un punto. Hoy, repentinamente, hubo cambios en las comisiones, no sé si tenemos dictamen de mayoría o un dictamen que tiene mayor cantidad de firmas. De la manera que sea, existe una voluntad mayoritaria del Congreso y del pleno de las comisiones de decir que no vamos a seguir bancando el "tarifazo".
Nosotros entendemos que hay que revisar lo que pasó desde enero de 2016, más allá de que en lo inmediato dispongamos de una rebaja de impuestos y que se retrotraigan las tarifas. Reitero: ¡hay que mirar todo lo que pasó desde enero de 2016 porque ahí están los "curros" de Aranguren! ¡Hay que arrancar desde el precio de lo que se paga del gas en boca de punto de ingreso al sistema porque eso es lo que dispara el "tarifazo", es decir, la distribución!
El transporte, siendo generosos, implica solamente un 40 por ciento de la tarifa. ¡Pero hay otro valor que está sobredimensionado, que estamos pagando tres veces los valores internacionales sin ningún justificativo, porque eso no pasó por audiencia pública! ¡Eso no estuvo en la audiencia pública pese a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció que hasta tanto no haya libre oferta y demanda -que no existe porque hay subsidios-, tenía que pasar junto con el resto de los componentes de la tarifa por audiencias públicas!
¡No lo hicieran y encima lo dolarizaron, cosa que ni quiera estuvo pedido por las propias empresas prestatarias! Todo eso hace que hoy estemos pagando esto. Lo dijimos en todos los tonos cuando vino la ley de pymes, la ley de emprendedores, ese tema diferimientos impositivos no le resolvía a nadie, es más, han tenido muy poco acatamiento. Ya en 2016 y 2017 recibimos pymes que venían y nos mostraban la facturación de cada uno de los servicios, que eran mayores que la nómina salarial en blanco de lo que pagaban por todo el personal.
Ni hablar de la confiscación que es para el bolsillo de los usuarios residenciales porque hay que decirlo: ¡cualquier porcentaje que vaya más allá del 23 por ciento es confiscatorio y más cuando no tiene suficiente respaldo en las audiencias públicas!
Consideramos que además de realizar este tipo de readecuaciones y reducción del IVA es necesario discutir la rentabilidad de las empresas, que de última, son amigos o testaferros del presidente; Caputo, Mindlin, etcétera, pueden ganar menos.
Bien dijo aquí el señor diputado Lavagna, ¡es mentira que el costo será de 100.000 o 200.000 millones, le puso números concretos, y que en total sean 6.500 millones! Se trata de la mitad de las ganancias de estas empresas que, reitero, son amigos de toda la vida del presidente, como es el caso de Caputo, o son sus testaferros, como está denunciado en varias causas.
Bien pueden reducir ellos el 50 por ciento de las ganancias, a las cuales el año pasado se contribuyó desde este Congreso, porque no sé si se acuerdan de que ustedes votaron una reducción de deuda, una condonación de deuda, de 19.000 millones. Además de todos los subsidios que reciben, han estado dando asistencias económicas transitorias a cada rato.
Por otra parte, cuando íbamos a las audiencias públicas y preguntábamos en qué se gastó, en qué se imputaron esos recursos y cuánto recibieron, jamás nos dieron una respuesta. Así que, por lo expuesto, vamos a acompañar este dictamen.
Quiero decirle también al señor diputado Pastori -quien muy relajado estuvo riéndose de un proyecto que va a resolver la situación de millones de argentinos y de nuestras pymes- que el equivocado es él, ya que él preguntaba dónde estaban contemplados los desocupados. Pues bien, ellos están incluidos en el inciso g) del artículo 12. Lea todo el proyecto, señor diputado, o no sé si estuvo leyendo otra cosa.
El señor legislador al que acabo de aludir también señalaba una contradicción diciendo que los monotributistas estaban dos veces categorizados dentro de este artículo. Claro que sí, porque el inciso b) del mencionado artículo se refiere a trabajadores monotributistas, y el inciso n) -respecto del cual se estaba riendo jocosamente, pensando que ese concepto se había duplicado-, se refiere a los pequeños emprendimientos comerciales y de servicios. Si no sabe la diferencia entre estos, que venga con nosotros así se la explicamos. Pero deje de burlarse y de mentir descaradamente sobre un proyecto que tiene la seriedad y el consenso de la oposición.
También queremos que el señor presidente sepa de una buena vez que Marcos Peña anunció que si el proyecto llega a ser sancionado será vetado por el presidente. Estoy hablando de Macri, cuya esposa salió a hablar en los medios luego de que un periodista le preguntara cómo es que duerme con el presidente. A ello le respondió que duermen muy juntos. Entonces, el periodista le preguntó: "¿Y el presidente no transpira si duermen tan pegados?" ¿Saben qué contestó ella? Le respondió al periodista que "no transpiran, porque en invierno también duermen con el aire acondicionado encendido". Ese presidente no tiene autoridad moral para venir a vetar el "megatarifazo" con el que quieren fundir a los argentinos.
Los servicios públicos, como el gas y la electricidad, son un derecho del pueblo argentino y de las pymes. No son un negociado para el presidente y sus amigos. Por eso pido que se realice una sesión especial el miércoles que viene a fin de tratar el dictamen de mayoría, y que se terminen las maniobras como la que volvieron a hacer en el día de hoy.
El pueblo argentino dijo "Basta al 'megatarifazo'". (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tengo cuatro oradores anotados para hacer uso de la palabra. Ellos son los señores diputados González y Grana, y las señoras diputadas Volnovich y Castro. Luego de sus intervenciones se cerrará la lista de oradores. Quienes quieran intervenir podrán hacerlo más adelante, cuando el proyecto se trate en el recinto. Debemos terminar esta reunión a las 18, ya que debemos entregar la sala.
Tiene la palabra el señor diputado González.
Tiene la palabra el señor diputado González.
SR. GONZÁLEZ Señor presidente: seré muy breve. En primer lugar, quiero felicitarlo por la reunión de hoy. También quiero felicitar a todas las fuerzas políticas que están presentes por el nivel con que se ha discutido este tema que, como cualquier discusión política, genera muchas veces encontronazos y posiciones distintas.
Desde este lugar y tratando de hacer un aporte en estos breves minutos, quiero decirles que nosotros nos sentimos orgullosos de ser oficialistas. Es decir, no siento vergüenza por ello, como supongo que tampoco lo sienten así otros compañeros que durante muchos años han tenido otra visión sobre este tema.
Ahora bien, no es menos cierto que sobre la cuestión de las tarifas o la energía hay dos visiones distintas. Una de ellas es la de quienes tuvieron la oportunidad de gobernar este país durante doce años, según la cual parecía que los servicios no estaban dados para pagarse sino para gastarse, porque mientras la inflación aumentaba por miles, los aumentos en las tarifas aumentaban por cientos. Pero esto era producto de una decisión política, y yo respeto a aquellos que son coherentes con las decisiones que toman y que las sostienen a través del tiempo.
En este sentido, pienso que esas políticas fueron desacertadas porque nos llevaron a esto, a donde estamos hoy. ¿Por qué estamos hablando de tarifazo? ¿Por qué estamos hablando de todas estas cuestiones?
Estamos hablando de esto porque la energía no estaba concebida como un bien consumible y que había que "garparlo". Había que donarlo, supongan. Muy bien, eso ya terminó. Hoy nosotros tenemos otra visión sobre este tema, por el cual nos quisieron llevar al recinto hace quince días.
Nos encontramos hoy tratando este tema en esta comisión después de que el asunto fuera despachado por otras dos comisiones. Es decir que desde hace quince días que estamos discutiendo este proyecto. Sin embargo, el dictamen que hoy se está pasando a la firma -como bien lo expresó el diputado Pastori-, está lleno de contradicciones.
Esto entonces significa que tampoco estaba tan estudiado el tema, y que existía un accionar político para hacernos pagar un costo determinado. Bueno, señores, acá estamos dando la discusión. Cuando vayamos al recinto vamos a dar la discusión respecto de todos y cada uno de los artículos.
Por otro lado, y más allá de la discusión sobre las tarifas, se ha generado un debate político a lo largo y ancho del país donde intervienen gobernadores e intendentes. Se van a tener que hacer cargo de esa discusión. Muchos no pertenecen a nuestro espacio político. Hoy dijo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti -que no pertenece al gobierno nacional-, que la potestad del Congreso para fijar tarifas no es tal. Yo comparto esto. De acuerdo con la Constitución, el Congreso no tiene la atribución de fijar tarifas. Pues bien, si han traído la discusión a este seno, en este seno la vamos a dar. Pero deben empezar a explicar que la discusión que ustedes quieren dar, y que vamos a dar, implica compartir los costos. Cuando discutimos sobre tarifas discutimos sobre plata. En este recinto hay muchos compañeros que han sido ministros, funcionarios y gobernadores, y por tanto saben que cuando se habla de estas cosas se habla de plata. Se habla, por ende, de presupuesto. El presupuesto fue votado. Y si fue votado es porque tuvo un sentido hacerlo.
Agradecemos la oportunidad de haber iniciado esta discusión en el Congreso. Después de lo que ocurrió el miércoles pasado, donde estuvimos diez horas en el recinto -y si me tengo que quedar veinte horas, no tengo ningún inconveniente-, quiero hacer una reflexión en voz alta. Lo digo para la gente que nos está mirando por televisión. Señoras y señores: en el recinto sabíamos perfectamente que nosotros no íbamos a dar los dos tercios, y que ninguno de los proyectos iba a poder ser sancionado ese día. La sociedad, sin embargo, nos vio discutiendo y votando los proyectos uno por uno durante doce horas. La pregunta es la siguiente: ¿qué estamos haciendo por este Congreso de la Nación?
Esta reflexión nos compete a todos, más allá de las banderías políticas o de las ideas que cada uno tenga. Para mí, ese tipo de accionar no nos lleva a ningún lado. Es una reflexión que no quiero dejar de hacer pública, porque sólo la he hecho en privado con algunos compañeros. Me parece que llegó el momento -más allá de que si se trata de Durán Barba o de la sociedad- de que todos nos sintamos representantes de la sociedad argentina. Entonces, honremos esa representación y discutamos las cosas como las tenemos que discutir. (Aplausos.)
Desde este lugar y tratando de hacer un aporte en estos breves minutos, quiero decirles que nosotros nos sentimos orgullosos de ser oficialistas. Es decir, no siento vergüenza por ello, como supongo que tampoco lo sienten así otros compañeros que durante muchos años han tenido otra visión sobre este tema.
Ahora bien, no es menos cierto que sobre la cuestión de las tarifas o la energía hay dos visiones distintas. Una de ellas es la de quienes tuvieron la oportunidad de gobernar este país durante doce años, según la cual parecía que los servicios no estaban dados para pagarse sino para gastarse, porque mientras la inflación aumentaba por miles, los aumentos en las tarifas aumentaban por cientos. Pero esto era producto de una decisión política, y yo respeto a aquellos que son coherentes con las decisiones que toman y que las sostienen a través del tiempo.
En este sentido, pienso que esas políticas fueron desacertadas porque nos llevaron a esto, a donde estamos hoy. ¿Por qué estamos hablando de tarifazo? ¿Por qué estamos hablando de todas estas cuestiones?
Estamos hablando de esto porque la energía no estaba concebida como un bien consumible y que había que "garparlo". Había que donarlo, supongan. Muy bien, eso ya terminó. Hoy nosotros tenemos otra visión sobre este tema, por el cual nos quisieron llevar al recinto hace quince días.
Nos encontramos hoy tratando este tema en esta comisión después de que el asunto fuera despachado por otras dos comisiones. Es decir que desde hace quince días que estamos discutiendo este proyecto. Sin embargo, el dictamen que hoy se está pasando a la firma -como bien lo expresó el diputado Pastori-, está lleno de contradicciones.
Esto entonces significa que tampoco estaba tan estudiado el tema, y que existía un accionar político para hacernos pagar un costo determinado. Bueno, señores, acá estamos dando la discusión. Cuando vayamos al recinto vamos a dar la discusión respecto de todos y cada uno de los artículos.
Por otro lado, y más allá de la discusión sobre las tarifas, se ha generado un debate político a lo largo y ancho del país donde intervienen gobernadores e intendentes. Se van a tener que hacer cargo de esa discusión. Muchos no pertenecen a nuestro espacio político. Hoy dijo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti -que no pertenece al gobierno nacional-, que la potestad del Congreso para fijar tarifas no es tal. Yo comparto esto. De acuerdo con la Constitución, el Congreso no tiene la atribución de fijar tarifas. Pues bien, si han traído la discusión a este seno, en este seno la vamos a dar. Pero deben empezar a explicar que la discusión que ustedes quieren dar, y que vamos a dar, implica compartir los costos. Cuando discutimos sobre tarifas discutimos sobre plata. En este recinto hay muchos compañeros que han sido ministros, funcionarios y gobernadores, y por tanto saben que cuando se habla de estas cosas se habla de plata. Se habla, por ende, de presupuesto. El presupuesto fue votado. Y si fue votado es porque tuvo un sentido hacerlo.
Agradecemos la oportunidad de haber iniciado esta discusión en el Congreso. Después de lo que ocurrió el miércoles pasado, donde estuvimos diez horas en el recinto -y si me tengo que quedar veinte horas, no tengo ningún inconveniente-, quiero hacer una reflexión en voz alta. Lo digo para la gente que nos está mirando por televisión. Señoras y señores: en el recinto sabíamos perfectamente que nosotros no íbamos a dar los dos tercios, y que ninguno de los proyectos iba a poder ser sancionado ese día. La sociedad, sin embargo, nos vio discutiendo y votando los proyectos uno por uno durante doce horas. La pregunta es la siguiente: ¿qué estamos haciendo por este Congreso de la Nación?
Esta reflexión nos compete a todos, más allá de las banderías políticas o de las ideas que cada uno tenga. Para mí, ese tipo de accionar no nos lleva a ningún lado. Es una reflexión que no quiero dejar de hacer pública, porque sólo la he hecho en privado con algunos compañeros. Me parece que llegó el momento -más allá de que si se trata de Durán Barba o de la sociedad- de que todos nos sintamos representantes de la sociedad argentina. Entonces, honremos esa representación y discutamos las cosas como las tenemos que discutir. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Les pido brevedad, por favor, así podemos terminar a las 18.
Tiene la palabra el señor diputado Grana.
Tiene la palabra el señor diputado Grana.
SR. GRANA Señor presidente: voy a tratar de ser lo más sintético posible.
El diputado Álvaro González ha planteado su alegría por el debate y por cómo se lleva adelante. También hizo algunas reflexiones sobre qué estamos haciendo y por qué estuvimos en la sesión pasada tanto tiempo discutiendo, ya que sabíamos el resultado final de las votaciones. Es decir que la semana pasada sabíamos que no íbamos a lograr los dos tercios para llevar adelante nuestra propuesta, que es la misma que estamos planteando hoy acá.
Sin embargo, la Cámara de Diputados no es una máquina de votar, sino que es un ámbito de discusión política. Yo entiendo que el oficialismo quiera sacar rápido los trámites, como por ejemplo éste. Pero estamos discutiendo exclusivamente por decisión del Ejecutivo, es decir, de Mauricio Macri y de su ministro Aranguren. En lo que va de la gestión, han aumentado las tarifas hasta más del 1.000 por ciento. Debemos recordar que la Cámara de Diputados es el lugar donde están los representantes del pueblo. Además de cumplir con el mandato popular que nos dieron las urnas, lo que tenemos que hacer es cumplir con la demanda que actualmente nos presenta el pueblo. En la campaña electoral de 2015 se discutió mucho el tema de las tarifas.
Se discutió mucho ese tema.
El actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, en debates públicos y en diversas entrevistas periodísticas durante toda esa campaña electoral, dijo que no iba a un aumentar esas tarifas. Quizás muchos votos de los que consiguió hayan sido porque prometió que no iba a hacerlo.
Como todos bien dicen acá, la discusión sobre los subsidios -sobre si la tarifa tiene que estar o no subsidiada- precede a la campaña electoral del 2015. Algunos desde hace muchos años sostenemos que las tarifas tienen que estar subsidiadas como lo están en la mayoría de los países del mundo en los que hay crecimiento y se apuesta a éste. Como bien dijo el diputado González, a quien agradezco su reconocimiento a la coherencia, desde el Frente para la Victoria siempre sostuvimos eso.
Se subsidian las tarifas porque es una manera de potenciar la economía. No solamente se subsidia la tarifa de energía para los sectores de la industria y del comercio sino también para el conjunto del pueblo de los trabajadores ya que, de lo contrario, pasa lo que está ocurriendo ahora. La gente empieza a no tener plata en el bolsillo para poder consumir; y no me refiero al consumo de bienes suntuosos sino a cuestiones básicas como la comida. Hay gente que está debatiendo si pagar las tarifas o pagar la comida u otras necesidades diarias y domésticas de la vida de una familia.
Entonces, apelo a que todos los que estamos discutiendo esta temática seamos conscientes de que nos toca hacerlo porque hay un emergente. Hay una situación emergente que no estaba en ninguna de las plataformas de los partidos o coaliciones políticas que se presentaron en las elecciones del 2015.
Entonces, es una novedad que desde el año 2016 se aumenten las tarifas sistemáticamente, fundamentalmente porque se retiraron los subsidios que otorgaba el Estado. Esto se da en el marco de una caída generalizada del consumo y de la apertura indiscriminada de las importaciones, lo que trajo problemas para nuestra industria y, por lo tanto, hay menos gente que trabaja ya que hay menos demanda de productos. Esto lleva a que haya menos mano de obra y se generen salarios a la baja, con techos paritarios del 15 por ciento.
Todos sabemos que los trabajadores venimos perdiendo poder adquisitivo en este último tiempo, incluso este año vamos a perder más que en los anteriores porque las paritarias están más lejos de las pautas inflacionarias.
Entonces, hay pérdida del poder adquisitivo y encima hay familias de trabajadores que tienen que destinar el 50 por ciento de sus ingresos al pago de los servicios energéticos. Esto es una locura y una barbaridad, aparte de una profunda demostración de insensibilidad por parte del gobierno.
Entiendo que se enojen ante el exabrupto de algún diputado que trata al gobierno de "muñeco" o "marioneta". Es cierto, a nadie le gusta que le falten el respeto; pero la verdad es que no entendemos. Si las elecciones del 2015 no constituyen un compromiso electoral con la gente, ¿por qué están haciendo las cosas que hacen? ¿Con quién asumió los compromisos este gobierno? ¿Es verdad entonces que el representante de Shell es ministro de Energía y Minería para favorecer o cumplir esos compromisos? No mentíamos cuando hace algunos años decíamos que estaban poniendo a un CEO para beneficiar a las empresas energéticas. Hoy están demostrando que esto es así.
La verdad es que no tendría que llamarles la atención el hecho de que los que hemos sido reconocidos hoy por ser coherentes en nuestras posiciones estemos haciendo este planteo. Quizás después de dos años de gobierno empiezan a encontrar que el mundo opositor se está uniendo.
Nosotros votamos en contra de los fondos buitre, de la enajenación del FGS, de la supuesta Reparación Histórica de los jubilados y de una cantidad de medidas que han generado lo que estamos viviendo actualmente. Es por ello que es lógico que hoy ustedes nos reconozcan esa coherencia.
Esas votaciones las perdíamos en la Cámara de Diputados. Como se vio el miércoles pasado, la oposición empieza a ganar votaciones, aunque no nos alcanzaba porque no teníamos los dos tercios, pero ganábamos todas las votaciones.
Tuvimos quórum en la sesión especial porque la oposición jugó junta. ¿Saben por qué la oposición juega junta? Si ustedes escuchan el discurso de hoy de la diputada Camaño -no es que de repente han encontrado que nosotros desde el Frente Para la Victoria teníamos razón-, lo dijo clarito, hasta sus propios aliados de los dos primeros años de gobierno no pueden acompañarlos en esta aventura que significa el deterioro del poder adquisitivo de los argentinos y argentinas.
Mientras, el Congreso está discutiendo estos temas en el marco de una gran indignación de la sociedad, porque no es un tema de este recinto solamente. Ayer mismo, el 1° de mayo, en Saladillo -que es la séptima sección electoral de la provincia de Buenos Aires-, hubo una gran movilización de vecinos autoconvocados porque no pueden pagar las tarifas. Entonces, no me parece muy republicano ni democrático, que ante la discusión que estamos dando los diputados y diputadas, y ante el reclamo de la gente, el jefe de gabinete tenga como única respuesta a este debate, que van a vetar la ley si llegara a sancionarse. La van a vetar porque no cumple con el requisito de cuidar las arcas del Estado. Es decir, ¿de dónde va a salir la plata para que esto se retrotraiga?
Pero no vimos la misma preocupación -ya lo dijeron algunos compañeros de bancada- para ver de dónde salía la plata cuando le perdonaban los impuestos a los sectores más poderosos de la economía; no vimos que se preocuparan por cómo iban a seguir las arcas del Estado cuando bajaran los aportes patronales; no vimos que se preocuparan para ver de dónde iba a salir la plata para pagar el extraordinario endeudamiento que están tomando todos los días con el mejor equipo de los últimos 50 años de la Argentina.
La verdad es que nos parece por lo menos raro, para no ofender a nadie, que estén preocupados por cómo quedan los fondos públicos cuando estamos cuidando el bolsillo de la gente, pero no se preocupan para nada cuando se trata de los sectores concentrados de la economía o del sistema financiero internacional al cual le pagan plata todos los días de manera millonaria.
Dejemos de tomar deuda, dejemos de agrandar la cuenta de pago de intereses de la deuda y pongamos esa plata para financiar, entre otras cosas, el consumo energético.
Por último, les decía que me parecía mal esto de que nos amenacen con el veto -al pueblo argentino, no a los diputados y diputadas-, porque es una discusión que todavía no terminó. Hoy se publicó en Infobae un trabajo -quiero tratar de ser preciso- que dice que todavía las tarifas están desfasadas con respecto al proceso inflacionario. Se muestra a través de un cuadro que va del 2000 hasta la fecha, donde se ve cómo fue creciendo la inflación y cuánto fueron creciendo las tarifas energéticas. Habla de Edenor y Edesur puntualmente. Dice que más allá del 2000 por ciento que han crecido las tarifas, todavía les queda un poco más por subir y alcanzar la inflación.
Lo grave de esto es que quienes dan esta información y quienes la publican son miembros del Ministerio de Energía, Sebastián Galiani, secretario de Política Económica, y Guillermo Cruces, asesor del mismo en el Ministerio de Hacienda. Según la nota de Infobae van a renunciar en poco tiempo, pero no conozco la interna del gobierno.
Entonces, nos están diciendo que esto no terminó, que si se llega a sancionar la ley favorable a los intereses de la gente, la van a vetar y van a seguir con los aumentos. La verdad que es una "tomada de pelo". Quieren igualar tarifas a la inflación como fue en el 2000, y les digo -con mucho respeto y con muchísima preocupación- que si igualan la tarifa a la inflación como pasaba en el 2000, lo que viene después es el 2001. (Aplausos.)
El diputado Álvaro González ha planteado su alegría por el debate y por cómo se lleva adelante. También hizo algunas reflexiones sobre qué estamos haciendo y por qué estuvimos en la sesión pasada tanto tiempo discutiendo, ya que sabíamos el resultado final de las votaciones. Es decir que la semana pasada sabíamos que no íbamos a lograr los dos tercios para llevar adelante nuestra propuesta, que es la misma que estamos planteando hoy acá.
Sin embargo, la Cámara de Diputados no es una máquina de votar, sino que es un ámbito de discusión política. Yo entiendo que el oficialismo quiera sacar rápido los trámites, como por ejemplo éste. Pero estamos discutiendo exclusivamente por decisión del Ejecutivo, es decir, de Mauricio Macri y de su ministro Aranguren. En lo que va de la gestión, han aumentado las tarifas hasta más del 1.000 por ciento. Debemos recordar que la Cámara de Diputados es el lugar donde están los representantes del pueblo. Además de cumplir con el mandato popular que nos dieron las urnas, lo que tenemos que hacer es cumplir con la demanda que actualmente nos presenta el pueblo. En la campaña electoral de 2015 se discutió mucho el tema de las tarifas.
Se discutió mucho ese tema.
El actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, en debates públicos y en diversas entrevistas periodísticas durante toda esa campaña electoral, dijo que no iba a un aumentar esas tarifas. Quizás muchos votos de los que consiguió hayan sido porque prometió que no iba a hacerlo.
Como todos bien dicen acá, la discusión sobre los subsidios -sobre si la tarifa tiene que estar o no subsidiada- precede a la campaña electoral del 2015. Algunos desde hace muchos años sostenemos que las tarifas tienen que estar subsidiadas como lo están en la mayoría de los países del mundo en los que hay crecimiento y se apuesta a éste. Como bien dijo el diputado González, a quien agradezco su reconocimiento a la coherencia, desde el Frente para la Victoria siempre sostuvimos eso.
Se subsidian las tarifas porque es una manera de potenciar la economía. No solamente se subsidia la tarifa de energía para los sectores de la industria y del comercio sino también para el conjunto del pueblo de los trabajadores ya que, de lo contrario, pasa lo que está ocurriendo ahora. La gente empieza a no tener plata en el bolsillo para poder consumir; y no me refiero al consumo de bienes suntuosos sino a cuestiones básicas como la comida. Hay gente que está debatiendo si pagar las tarifas o pagar la comida u otras necesidades diarias y domésticas de la vida de una familia.
Entonces, apelo a que todos los que estamos discutiendo esta temática seamos conscientes de que nos toca hacerlo porque hay un emergente. Hay una situación emergente que no estaba en ninguna de las plataformas de los partidos o coaliciones políticas que se presentaron en las elecciones del 2015.
Entonces, es una novedad que desde el año 2016 se aumenten las tarifas sistemáticamente, fundamentalmente porque se retiraron los subsidios que otorgaba el Estado. Esto se da en el marco de una caída generalizada del consumo y de la apertura indiscriminada de las importaciones, lo que trajo problemas para nuestra industria y, por lo tanto, hay menos gente que trabaja ya que hay menos demanda de productos. Esto lleva a que haya menos mano de obra y se generen salarios a la baja, con techos paritarios del 15 por ciento.
Todos sabemos que los trabajadores venimos perdiendo poder adquisitivo en este último tiempo, incluso este año vamos a perder más que en los anteriores porque las paritarias están más lejos de las pautas inflacionarias.
Entonces, hay pérdida del poder adquisitivo y encima hay familias de trabajadores que tienen que destinar el 50 por ciento de sus ingresos al pago de los servicios energéticos. Esto es una locura y una barbaridad, aparte de una profunda demostración de insensibilidad por parte del gobierno.
Entiendo que se enojen ante el exabrupto de algún diputado que trata al gobierno de "muñeco" o "marioneta". Es cierto, a nadie le gusta que le falten el respeto; pero la verdad es que no entendemos. Si las elecciones del 2015 no constituyen un compromiso electoral con la gente, ¿por qué están haciendo las cosas que hacen? ¿Con quién asumió los compromisos este gobierno? ¿Es verdad entonces que el representante de Shell es ministro de Energía y Minería para favorecer o cumplir esos compromisos? No mentíamos cuando hace algunos años decíamos que estaban poniendo a un CEO para beneficiar a las empresas energéticas. Hoy están demostrando que esto es así.
La verdad es que no tendría que llamarles la atención el hecho de que los que hemos sido reconocidos hoy por ser coherentes en nuestras posiciones estemos haciendo este planteo. Quizás después de dos años de gobierno empiezan a encontrar que el mundo opositor se está uniendo.
Nosotros votamos en contra de los fondos buitre, de la enajenación del FGS, de la supuesta Reparación Histórica de los jubilados y de una cantidad de medidas que han generado lo que estamos viviendo actualmente. Es por ello que es lógico que hoy ustedes nos reconozcan esa coherencia.
Esas votaciones las perdíamos en la Cámara de Diputados. Como se vio el miércoles pasado, la oposición empieza a ganar votaciones, aunque no nos alcanzaba porque no teníamos los dos tercios, pero ganábamos todas las votaciones.
Tuvimos quórum en la sesión especial porque la oposición jugó junta. ¿Saben por qué la oposición juega junta? Si ustedes escuchan el discurso de hoy de la diputada Camaño -no es que de repente han encontrado que nosotros desde el Frente Para la Victoria teníamos razón-, lo dijo clarito, hasta sus propios aliados de los dos primeros años de gobierno no pueden acompañarlos en esta aventura que significa el deterioro del poder adquisitivo de los argentinos y argentinas.
Mientras, el Congreso está discutiendo estos temas en el marco de una gran indignación de la sociedad, porque no es un tema de este recinto solamente. Ayer mismo, el 1° de mayo, en Saladillo -que es la séptima sección electoral de la provincia de Buenos Aires-, hubo una gran movilización de vecinos autoconvocados porque no pueden pagar las tarifas. Entonces, no me parece muy republicano ni democrático, que ante la discusión que estamos dando los diputados y diputadas, y ante el reclamo de la gente, el jefe de gabinete tenga como única respuesta a este debate, que van a vetar la ley si llegara a sancionarse. La van a vetar porque no cumple con el requisito de cuidar las arcas del Estado. Es decir, ¿de dónde va a salir la plata para que esto se retrotraiga?
Pero no vimos la misma preocupación -ya lo dijeron algunos compañeros de bancada- para ver de dónde salía la plata cuando le perdonaban los impuestos a los sectores más poderosos de la economía; no vimos que se preocuparan por cómo iban a seguir las arcas del Estado cuando bajaran los aportes patronales; no vimos que se preocuparan para ver de dónde iba a salir la plata para pagar el extraordinario endeudamiento que están tomando todos los días con el mejor equipo de los últimos 50 años de la Argentina.
La verdad es que nos parece por lo menos raro, para no ofender a nadie, que estén preocupados por cómo quedan los fondos públicos cuando estamos cuidando el bolsillo de la gente, pero no se preocupan para nada cuando se trata de los sectores concentrados de la economía o del sistema financiero internacional al cual le pagan plata todos los días de manera millonaria.
Dejemos de tomar deuda, dejemos de agrandar la cuenta de pago de intereses de la deuda y pongamos esa plata para financiar, entre otras cosas, el consumo energético.
Por último, les decía que me parecía mal esto de que nos amenacen con el veto -al pueblo argentino, no a los diputados y diputadas-, porque es una discusión que todavía no terminó. Hoy se publicó en Infobae un trabajo -quiero tratar de ser preciso- que dice que todavía las tarifas están desfasadas con respecto al proceso inflacionario. Se muestra a través de un cuadro que va del 2000 hasta la fecha, donde se ve cómo fue creciendo la inflación y cuánto fueron creciendo las tarifas energéticas. Habla de Edenor y Edesur puntualmente. Dice que más allá del 2000 por ciento que han crecido las tarifas, todavía les queda un poco más por subir y alcanzar la inflación.
Lo grave de esto es que quienes dan esta información y quienes la publican son miembros del Ministerio de Energía, Sebastián Galiani, secretario de Política Económica, y Guillermo Cruces, asesor del mismo en el Ministerio de Hacienda. Según la nota de Infobae van a renunciar en poco tiempo, pero no conozco la interna del gobierno.
Entonces, nos están diciendo que esto no terminó, que si se llega a sancionar la ley favorable a los intereses de la gente, la van a vetar y van a seguir con los aumentos. La verdad que es una "tomada de pelo". Quieren igualar tarifas a la inflación como fue en el 2000, y les digo -con mucho respeto y con muchísima preocupación- que si igualan la tarifa a la inflación como pasaba en el 2000, lo que viene después es el 2001. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la diputada Volnovich.
SRA. VOLNOVICH Señor presidente: a pesar de no ser integrante de la Comisión de Presupuesto y Hacienda pedí hacer uso de la palabra porque, en mi carácter de vicepresidenta segunda de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, me parece necesario e importante, teniendo en cuenta que hoy se acercaron muchos jubilados para presenciar esta comisión y nuevamente no los dejaron ingresar.
Quiero traer la voz de los jubilados y analizar cómo es el impacto de las tarifas en los servicios para un sector tan importante como el de ellos, porque las tarifas aumentaron 15 veces más que las jubilaciones.
Ustedes les están pidiendo sacrificios a los jubilados argentinos: que abran la ventana cuando tienen calor, que se abriguen con un suéter cuando tienen frío, que apaguen la luz y que vayan al baño por la noche con una vela. ¡Los jubilados argentinos no tienen ni un milímetro más de margen para ajustar! ¡Esa es la realidad que viven siete millones de personas!
No van a recuperar ni van a dar vuelta la situación en la que están, no solo porque los "tarifazos" siguen aumentando sino porque los jubilados desde que asumió el presidente Macri han perdido de su haber un triste número, que es el 13 por ciento, que nos recuerda a otra etapa horrenda de los jubilados. Si ustedes comparan el IPC CABA y lo que aumentaron las jubilaciones con la movilidad de la nueva reforma previsional aprobada por este Congreso, la diferencia es del 13 por ciento.
No sabemos si Cavallo es, efectivamente, asesor del presidente. No sabemos si se juntan o no, pero sabemos que la firma de ese decreto tenía la firma de puño y letra de Fernando de la Rúa, representado por los radicales, que hoy son parte de la Alianza, y de Patricia Bullrich, hoy ministra.
¡Por lo tanto, si se junta o no el presidente con Cavallo da igual porque muchos de esos representantes hoy son parte del gobierno y el ajuste del 13 por ciento y el recorte del 13 por ciento es hoy una realidad para más de 7 millones de jubilados y jubiladas!
Esto no solo es ilegal porque están aumentando las tarifas de servicios esenciales sino porque también están bajando los haberes y eso atenta contra la progresividad, que está prohibida en la Constitución Nacional. Además, es inmoral.
Entonces, ¡aparecen los diputados Amadeo! ¡Aparecen los diputados Iglesias, a quien escucho refunfuñar en un acto de republicanismo! El otro día, en la Comisión de Defensa del Consumidor dijo que este es un gobierno muy sensible, porque tenemos la tarifa social.
Recién decía el diputado Amadeo respecto de la tarifa social que tenemos 1 de 4 en tal zona, 1 de 3 en tal otra, etcétera. ¿Saben qué? La tarifa social es una estafa inventada para que cuando acorralen a los diputados que van a la televisión diciéndoles que lo que hacen es insensible, ellos tengan una salida. ¡Les voy a mostrar una factura, porque esta es la Argentina real!
Esta es la realidad con la que nos encontramos cuando salimos de acá, o la del monoambiente con espejos vidriados que algunos diputados nos comentan que tienen.
Les decía que tengo una boleta de una jubilada de la provincia de Buenos Aires que paga tarifa social, o sea que para el Estado esta persona es pobre. Ella entra en esa promesa que en 2015 nos hizo Aranguren, cuando dijo -y esto es textual, cualquiera puede comprobarlo porque lo dijo públicamente-: "Si gana Macri, para los hogares pobres la luz va a ser gratis". Eso es lo que dijo el ministro Aranguren.
Sin embargo, y a pesar de que según el Estado esta mujer es pobre porque tiene la tarifa social -y para poder obtenerla tuvo que presentar infinidad de requisitos-, paga 1.037 pesos de luz. Pero el subsidio figura en esa factura, es de 211 pesos. Es decir que esta jubilada debería pagar 1.200 pesos en lugar de 1.000 si no tuviese tarifa social. Entonces muchas gracias, diputado, por su sensibilidad dándonos el subsidio, pero esta señora jubilada paga 1.000 pesos.
Entonces, la tarifa social no es más que una engañapichanga para la posverdad que ustedes nos quieren instalar, porque 1 de cada 4 o 1 de cada 3 jubilados no pueden pagarla.
¿Cómo hace para pagar estas tarifas una persona que cobra 7.000, 8.000 o 9.000 pesos por mes? Además, ese jubilado nunca va a recuperar su poder adquisitivo, porque lo cierto es que el mes que viene, en junio, la fórmula de movilidad va a dar un aumento de apenas 5,6 por ciento, mientras que la inflación está dando 6,1 por ciento. Es decir que ni siquiera eso va a alcanzar a compensar la inflación.
La realidad de los jubilados nunca podrá darse vuelta con esta fórmula que ustedes propusieron y votaron. Entonces, esta jubilada que gana 8.000 pesos tiene que pagar 1.000 de luz, 1.000 de gas y 800 de agua. Además, tiene otros gastos, como el alquiler y el abono de la TV por cable. Si su marido quiere ver el fútbol, también tiene que pagarlo. Así, esa jubilada no puede vivir ni comprar los medicamentos. La canasta básica de las personas mayores es de 19.000 pesos por mes.
Cuando yo les digo que el 13 por ciento es la pérdida de poder adquisitivo, lo estoy comparando con la inflación IPC CABA y no con la inflación de los jubilados, que es aún mayor. Además, sépanlo, cuando el PAMI le saca un medicamento a un jubilado -no les digo todo lo que ya les quitaron sino solo uno-, quizás eso implique otro gasto de 1.000 o 2.000 pesos más por mes. Posiblemente para ustedes eso no sea significativo, pero si cobran 10.000 pesos y tienen que pagar 1.300 por un medicamento para la presión, eso a uno le cambia la vida.
Por otra parte, ¿cuál es la propuesta que tienen ustedes después de la "sensibilidad" de la tarifa social? Endeudarse. Entonces, ustedes salen; Basavilbaso está de gira, como si fuera los Rolling Stones, diciendo que está muy contento porque se otorgan muchos créditos Argenta. ¿Pero saben qué ocurre con eso? Esto nos lo dicen todos los días los trabajadores de ANSES: los jubilados van llorando a las puertas de la ANSES pidiendo créditos Argenta -que es verdad, los están dando a lo loco; las sedes de ANSES parecen una oficina de Efectivo Sí o un Credilogros-, porque es verdad que se dan muchos créditos. Es cierto. Pero esos créditos son para pagar la luz. Si no me creen, diputados y diputadas, les propongo que organicemos con cualquiera de nosotros una recorrida por la ciudad para ver la realidad de los argentinos y de los jubilados, que no gestionan esos créditos para mejorar su casa: lo hacen para pagar la factura de electricidad.
Pero fíjense, también ustedes nos dijeron que los subsidios eran malos. Eran malos, pero resulta que no es tan malo cuando son los jubilados quienes tienen que subsidiar a otras empresas.
En este sentido, Carrefour la semana pasada se plantó frente al gobierno y le dijo: "Voy a echar a los trabajadores". ¿Y qué le dice el gobierno? "No te preocupes, te vamos a dar un beneficio durante 18 meses y 50 por ciento de contribuciones patronales". Es decir que los jubilados argentinos le están transfiriendo a Carrefour 800 millones de pesos. O sea que según ustedes los subsidios son malos, salvo cuando son los jubilados argentinos los que tienen que subsidiar a las empresas que se ponen frente al gobierno y que no venden porque no hay consumo.
Si ustedes les pagaran más a los jubilados y a los trabajadores, seguramente se reactivaría el consumo. Sin embargo, ustedes toman el otro camino.
Por lo tanto, nosotros en nuestro dictamen proponemos lo lógico y que además tiene la legitimidad del sentido común de la gente que nos acompaña, y esto ustedes lo saben muy bien, que es que las tarifas no se pueden pagar. Proponemos el congelamiento para atrás, y que a partir de ahora la razonabilidad tenga que ver con la actualización de los salarios. La verdad es que esto es algo que tiene que ver con el sentido común.
Además, proponemos en nuestro dictamen que la tarifa social no solo llegue a las personas que ya acceden a ella, sino que también se modifique el alcance del monto total, de manera que esta señora no tenga que abonar 1.000 pesos, sino 200 por esa tarifa social. (Aplausos.)
Quiero traer la voz de los jubilados y analizar cómo es el impacto de las tarifas en los servicios para un sector tan importante como el de ellos, porque las tarifas aumentaron 15 veces más que las jubilaciones.
Ustedes les están pidiendo sacrificios a los jubilados argentinos: que abran la ventana cuando tienen calor, que se abriguen con un suéter cuando tienen frío, que apaguen la luz y que vayan al baño por la noche con una vela. ¡Los jubilados argentinos no tienen ni un milímetro más de margen para ajustar! ¡Esa es la realidad que viven siete millones de personas!
No van a recuperar ni van a dar vuelta la situación en la que están, no solo porque los "tarifazos" siguen aumentando sino porque los jubilados desde que asumió el presidente Macri han perdido de su haber un triste número, que es el 13 por ciento, que nos recuerda a otra etapa horrenda de los jubilados. Si ustedes comparan el IPC CABA y lo que aumentaron las jubilaciones con la movilidad de la nueva reforma previsional aprobada por este Congreso, la diferencia es del 13 por ciento.
No sabemos si Cavallo es, efectivamente, asesor del presidente. No sabemos si se juntan o no, pero sabemos que la firma de ese decreto tenía la firma de puño y letra de Fernando de la Rúa, representado por los radicales, que hoy son parte de la Alianza, y de Patricia Bullrich, hoy ministra.
¡Por lo tanto, si se junta o no el presidente con Cavallo da igual porque muchos de esos representantes hoy son parte del gobierno y el ajuste del 13 por ciento y el recorte del 13 por ciento es hoy una realidad para más de 7 millones de jubilados y jubiladas!
Esto no solo es ilegal porque están aumentando las tarifas de servicios esenciales sino porque también están bajando los haberes y eso atenta contra la progresividad, que está prohibida en la Constitución Nacional. Además, es inmoral.
Entonces, ¡aparecen los diputados Amadeo! ¡Aparecen los diputados Iglesias, a quien escucho refunfuñar en un acto de republicanismo! El otro día, en la Comisión de Defensa del Consumidor dijo que este es un gobierno muy sensible, porque tenemos la tarifa social.
Recién decía el diputado Amadeo respecto de la tarifa social que tenemos 1 de 4 en tal zona, 1 de 3 en tal otra, etcétera. ¿Saben qué? La tarifa social es una estafa inventada para que cuando acorralen a los diputados que van a la televisión diciéndoles que lo que hacen es insensible, ellos tengan una salida. ¡Les voy a mostrar una factura, porque esta es la Argentina real!
Esta es la realidad con la que nos encontramos cuando salimos de acá, o la del monoambiente con espejos vidriados que algunos diputados nos comentan que tienen.
Les decía que tengo una boleta de una jubilada de la provincia de Buenos Aires que paga tarifa social, o sea que para el Estado esta persona es pobre. Ella entra en esa promesa que en 2015 nos hizo Aranguren, cuando dijo -y esto es textual, cualquiera puede comprobarlo porque lo dijo públicamente-: "Si gana Macri, para los hogares pobres la luz va a ser gratis". Eso es lo que dijo el ministro Aranguren.
Sin embargo, y a pesar de que según el Estado esta mujer es pobre porque tiene la tarifa social -y para poder obtenerla tuvo que presentar infinidad de requisitos-, paga 1.037 pesos de luz. Pero el subsidio figura en esa factura, es de 211 pesos. Es decir que esta jubilada debería pagar 1.200 pesos en lugar de 1.000 si no tuviese tarifa social. Entonces muchas gracias, diputado, por su sensibilidad dándonos el subsidio, pero esta señora jubilada paga 1.000 pesos.
Entonces, la tarifa social no es más que una engañapichanga para la posverdad que ustedes nos quieren instalar, porque 1 de cada 4 o 1 de cada 3 jubilados no pueden pagarla.
¿Cómo hace para pagar estas tarifas una persona que cobra 7.000, 8.000 o 9.000 pesos por mes? Además, ese jubilado nunca va a recuperar su poder adquisitivo, porque lo cierto es que el mes que viene, en junio, la fórmula de movilidad va a dar un aumento de apenas 5,6 por ciento, mientras que la inflación está dando 6,1 por ciento. Es decir que ni siquiera eso va a alcanzar a compensar la inflación.
La realidad de los jubilados nunca podrá darse vuelta con esta fórmula que ustedes propusieron y votaron. Entonces, esta jubilada que gana 8.000 pesos tiene que pagar 1.000 de luz, 1.000 de gas y 800 de agua. Además, tiene otros gastos, como el alquiler y el abono de la TV por cable. Si su marido quiere ver el fútbol, también tiene que pagarlo. Así, esa jubilada no puede vivir ni comprar los medicamentos. La canasta básica de las personas mayores es de 19.000 pesos por mes.
Cuando yo les digo que el 13 por ciento es la pérdida de poder adquisitivo, lo estoy comparando con la inflación IPC CABA y no con la inflación de los jubilados, que es aún mayor. Además, sépanlo, cuando el PAMI le saca un medicamento a un jubilado -no les digo todo lo que ya les quitaron sino solo uno-, quizás eso implique otro gasto de 1.000 o 2.000 pesos más por mes. Posiblemente para ustedes eso no sea significativo, pero si cobran 10.000 pesos y tienen que pagar 1.300 por un medicamento para la presión, eso a uno le cambia la vida.
Por otra parte, ¿cuál es la propuesta que tienen ustedes después de la "sensibilidad" de la tarifa social? Endeudarse. Entonces, ustedes salen; Basavilbaso está de gira, como si fuera los Rolling Stones, diciendo que está muy contento porque se otorgan muchos créditos Argenta. ¿Pero saben qué ocurre con eso? Esto nos lo dicen todos los días los trabajadores de ANSES: los jubilados van llorando a las puertas de la ANSES pidiendo créditos Argenta -que es verdad, los están dando a lo loco; las sedes de ANSES parecen una oficina de Efectivo Sí o un Credilogros-, porque es verdad que se dan muchos créditos. Es cierto. Pero esos créditos son para pagar la luz. Si no me creen, diputados y diputadas, les propongo que organicemos con cualquiera de nosotros una recorrida por la ciudad para ver la realidad de los argentinos y de los jubilados, que no gestionan esos créditos para mejorar su casa: lo hacen para pagar la factura de electricidad.
Pero fíjense, también ustedes nos dijeron que los subsidios eran malos. Eran malos, pero resulta que no es tan malo cuando son los jubilados quienes tienen que subsidiar a otras empresas.
En este sentido, Carrefour la semana pasada se plantó frente al gobierno y le dijo: "Voy a echar a los trabajadores". ¿Y qué le dice el gobierno? "No te preocupes, te vamos a dar un beneficio durante 18 meses y 50 por ciento de contribuciones patronales". Es decir que los jubilados argentinos le están transfiriendo a Carrefour 800 millones de pesos. O sea que según ustedes los subsidios son malos, salvo cuando son los jubilados argentinos los que tienen que subsidiar a las empresas que se ponen frente al gobierno y que no venden porque no hay consumo.
Si ustedes les pagaran más a los jubilados y a los trabajadores, seguramente se reactivaría el consumo. Sin embargo, ustedes toman el otro camino.
Por lo tanto, nosotros en nuestro dictamen proponemos lo lógico y que además tiene la legitimidad del sentido común de la gente que nos acompaña, y esto ustedes lo saben muy bien, que es que las tarifas no se pueden pagar. Proponemos el congelamiento para atrás, y que a partir de ahora la razonabilidad tenga que ver con la actualización de los salarios. La verdad es que esto es algo que tiene que ver con el sentido común.
Además, proponemos en nuestro dictamen que la tarifa social no solo llegue a las personas que ya acceden a ella, sino que también se modifique el alcance del monto total, de manera que esta señora no tenga que abonar 1.000 pesos, sino 200 por esa tarifa social. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Los últimos oradores son los diputados Castro y Filmus, a quienes les pido la mayor brevedad posible.
SRA. LLANOS MASSA Señor presidente: yo integro esta comisión y estoy anotada para hacer uso de la palabra.
SR. PRESIDENTE LASPINA Pero tenemos que cerrar a las 18.
SRA. LLANOS MASSA No es así. Mire el listado por favor. Yo soy de esta comisión y quiero hablar de mi provincia.
SR. PRESIDENTE LASPINA Pero va a tener la oportunidad de hablar en el recinto.
SRA. LLANOS MASSA En el recinto hacen exactamente lo mismo.
SR. PRESIDENTE LASPINA Bueno, si le cede la palabra alguno de sus compañeros...
SRA. LLANOS MASSA No, porque yo estoy en el listado. Fue usted el que me cedió la palabra.
SR. PRESIDENTE LASPINA Sí, pero habíamos convenido en cortar a las 18.
SRA. LLANOS MASSA Yo nunca puedo hablar por mi provincia, que ahora está sufriendo.
SR. PRESIDENTE LASPINA Está bien, diputada. Diga lo que tenga que decir.
SRA. LLANOS MASSA Muchas gracias.
Según el presidente Macri -que es de todos ustedes, porque mío no es-, en el sur nos calefaccionamos con loza radiante. Pero lo cierto es que allí todavía vivimos como cavernícolas, usamos leña porque no hay calefacción y tampoco hay gas para todas las familias. La garrafa social tuvo un incremento de 97 pesos. Hoy sale 247 pesos. El tarifazo del gas supuso una suba del 30 por ciento.
El aumento de la energía en 2016 fue del 125 por ciento. Hubo otros aumentos en 2017, en tramos que fueron de junio a agosto. Muchas personas tienen que tomar deuda porque no pueden pagar la luz ni el gas. Algunas ni siquiera pueden pagar el agua, porque el agua también vale fortuna en mi provincia.
El incremento de la energía es del 937 por ciento a 1.050 kilovatios. Esta es una información importantísima y corresponde a la provincia de Chubut. Me gustaría que en esta Cámara podamos trabajar en conjunto para que se sepa que vivir en el sur no es lo mismo que vivir en el norte. Necesitamos más gas, más energía, porque el clima es muy fuerte y es fundamental la calefacción.
Eso es lo que quería decir. Quiero defender a mi provincia, que está sufriendo en el aspecto social. Esta es la mirada que tenemos que tener. Por un lado, tomamos una medición al precio dólar, pero, por el otro, los sueldos no están en dólares. Los sueldos en Chubut todavía rondan los 19.000 o 20.000 pesos. Una boleta de agua puede alcanzar los 3.500 pesos mensuales. Antes se cobraba cada dos meses; ahora, cada mes. Si tenemos que pagarla en cuotas, no nos van a alcanzar los doce meses para saldar la deuda de la energía.
Mi intención es defender esta causa. Quiero que sea trabajada en comisión, donde se merece estar. Ya vamos a ir a la evaluación. Ya está todo conformado. Esto tendría que haber pasado antes y el tema tendría que haberse debatido antes.
Queremos defender este presupuesto de energía, más que nada en el sur. El sur no tiene loza radiante en todos lados. Esa es una infamia, una mentira del presidente de la Nación. Nos calefaccionamos a leña.
Fui secretaria de Desarrollo Humano y Familia. En el sur hay más de 7.000 familias que se calefaccionan a leña, con el agravante de que ya no tienen el Plan Calor.
Esto era lo que quería decir. No quería el acting del "me dijo o no me dijo". Este es el tema sobre el cual yo quería hablar. (Aplausos.)
Según el presidente Macri -que es de todos ustedes, porque mío no es-, en el sur nos calefaccionamos con loza radiante. Pero lo cierto es que allí todavía vivimos como cavernícolas, usamos leña porque no hay calefacción y tampoco hay gas para todas las familias. La garrafa social tuvo un incremento de 97 pesos. Hoy sale 247 pesos. El tarifazo del gas supuso una suba del 30 por ciento.
El aumento de la energía en 2016 fue del 125 por ciento. Hubo otros aumentos en 2017, en tramos que fueron de junio a agosto. Muchas personas tienen que tomar deuda porque no pueden pagar la luz ni el gas. Algunas ni siquiera pueden pagar el agua, porque el agua también vale fortuna en mi provincia.
El incremento de la energía es del 937 por ciento a 1.050 kilovatios. Esta es una información importantísima y corresponde a la provincia de Chubut. Me gustaría que en esta Cámara podamos trabajar en conjunto para que se sepa que vivir en el sur no es lo mismo que vivir en el norte. Necesitamos más gas, más energía, porque el clima es muy fuerte y es fundamental la calefacción.
Eso es lo que quería decir. Quiero defender a mi provincia, que está sufriendo en el aspecto social. Esta es la mirada que tenemos que tener. Por un lado, tomamos una medición al precio dólar, pero, por el otro, los sueldos no están en dólares. Los sueldos en Chubut todavía rondan los 19.000 o 20.000 pesos. Una boleta de agua puede alcanzar los 3.500 pesos mensuales. Antes se cobraba cada dos meses; ahora, cada mes. Si tenemos que pagarla en cuotas, no nos van a alcanzar los doce meses para saldar la deuda de la energía.
Mi intención es defender esta causa. Quiero que sea trabajada en comisión, donde se merece estar. Ya vamos a ir a la evaluación. Ya está todo conformado. Esto tendría que haber pasado antes y el tema tendría que haberse debatido antes.
Queremos defender este presupuesto de energía, más que nada en el sur. El sur no tiene loza radiante en todos lados. Esa es una infamia, una mentira del presidente de la Nación. Nos calefaccionamos a leña.
Fui secretaria de Desarrollo Humano y Familia. En el sur hay más de 7.000 familias que se calefaccionan a leña, con el agravante de que ya no tienen el Plan Calor.
Esto era lo que quería decir. No quería el acting del "me dijo o no me dijo". Este es el tema sobre el cual yo quería hablar. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Castro.
SRA. CASTRO Señor presidente: estas cosas pasan porque, si bien no quiero cargar más las tintas, la Comisión de Presupuesto y Hacienda no funciona. Además, aprovecho para recordarle todas las notas que le he enviado como presidenta de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva durante los últimos dos años para que se trataran proyectos en esta comisión.
Esta comisión funciona solamente cuando el presidente de la Nación quiere, ustedes que se quejaron tanto de la escribanía. Hay cosas respecto del funcionamiento que no son menores. Hoy se ponía como traba la necesidad de la opinión de la Oficina de Presupuesto. Pero, ¿saben qué? No fue la misma actitud la que tuvieron con la reforma tributaria, cuando la comisión correspondiente debía girar un informe y éste no aparecía, y estaba en la ley de reparación histórica. Lo cierto es que hay un desmanejo que pone en tela de juicio un montón de leyes más, así como el funcionamiento que viene teniendo la Cámara en estos últimos años. Esto repercute en la calidad institucional que tanto les preocupa.
La verdad es que por más que se pague a los fondos buitre, si el país no tiene otro nivel de calidad institucional no van a venir inversiones; y eso sí es responsabilidad de toda esta Cámara y también, por supuesto, del Senado. Es responsabilidad del Congreso en su conjunto y del Poder Ejecutivo. Esto en relación con la Oficina de Presupuesto.
Hace casi treinta meses que, como propuesta política, les venimos diciendo que corrijan el rumbo económico. Hoy se hizo referencia a los datos electorales; quisiera que pudieran leerlos con un grado de reflexión y poniéndose la mano en el corazón. Me parece que el pueblo argentino les ha dado un mensaje y donde pareciera que ganaron habría que ver qué piensa el resto de la gente. Sumen los números.
Pareciera que piensan que cuando el pueblo argentino confió en ustedes, les dio un cheque en blanco para que hagan lo que quieran. En realidad, yo creo que fue para que hagan las cosas bien. En ese sentido, tengo un segundo pedido: que gobiernen para el pueblo. Dejen de gobernar para los sectores más concentrados y para el extranjero. Hay una bandera de color celeste y blanco y el pueblo argentino espera que se la defienda.
Las familias no pueden pagar; las familias no pueden comer. Se ha incrementado la pobreza. Ya sabemos lo que es la historia de millones de niños desnutridos. Así estamos empeñando el futuro y el país nunca va a poder levantarse.
Por otro lado, cuando ustedes quieren dan quórum en las sesiones y cuando no quieren no lo dan, y cuando quieren entran al recinto para evitar que se traten determinados proyectos de ley. Se nos acusa de oposición irresponsable que no dejamos gobernar pero la verdad es que la semana pasada les presentamos veintinueve propuestas, algunas de las cuales venían desde hace dos años, no de la semana anterior. En ese sentido, quiero decir que ésta Comisión de Presupuesto y Hacienda no se reunió salvo cuando el presidente así lo requirió.
Señor presidente: los dictámenes ya pasaron a la firma y se dará el debate la semana próxima en el recinto. Será una ocasión en la que otra vez vamos a discutir y espero que de aquí a una semana puedan al menos reflexionar algo y hacer una lectura más profunda de la realidad por la que atraviesa el país, en donde ya empieza a aparecer la desesperación.
Parece que ustedes no han escuchado los reclamos ni las marchas en la calle, en las que la gente que participa lo hace con desesperación porque no puede pagar ni mandar los chicos a la escuela y porque no ve horizonte posible y mejor hacia adelante. Entonces, el país empieza a entrar en una historia que ya vivimos. ¿Qué más quisiéramos nosotros que lo que esté por venir sea bueno? Pero con estas condiciones no es bueno el futuro del país.
Miren las noticias de esta tarde: el dólar, la fuga de capitales, la reforma laboral y la flexibilización. Son historias pasadas. Los argentinos no queremos volver atrás.
Entonces, mi llamado es para que esta comisión funcione, para que demos una verdadera discusión política y para que construyamos entre todos calidad institucional.
Se han presentado propuestas legislativas en las que la oposición se ha puesto de acuerdo, pero no para que les vaya mal sino para que puedan oír. Nosotros, como oposición, estamos representando las necesidades no sólo de nuestros electores sino de un montón de argentinos que la están pasando mal. En ese sentido, insisto, son graves y preocupantes los datos con respecto a nuestra infancia. Hay niños y niñas que ya de por sí tenían dificultades en sus hogares para poder ir a la escuela, imagínense ahora. Piensen en los trabajadores rurales, en las economías regionales, en las pymes, etcétera.
Es por ello que les pido que, por lo menos, les tiemble un poquito la mano cuando firmen un dictamen que rechaza una posible solución a una necesidad muy sentida por los argentinos. (Aplausos.)
Esta comisión funciona solamente cuando el presidente de la Nación quiere, ustedes que se quejaron tanto de la escribanía. Hay cosas respecto del funcionamiento que no son menores. Hoy se ponía como traba la necesidad de la opinión de la Oficina de Presupuesto. Pero, ¿saben qué? No fue la misma actitud la que tuvieron con la reforma tributaria, cuando la comisión correspondiente debía girar un informe y éste no aparecía, y estaba en la ley de reparación histórica. Lo cierto es que hay un desmanejo que pone en tela de juicio un montón de leyes más, así como el funcionamiento que viene teniendo la Cámara en estos últimos años. Esto repercute en la calidad institucional que tanto les preocupa.
La verdad es que por más que se pague a los fondos buitre, si el país no tiene otro nivel de calidad institucional no van a venir inversiones; y eso sí es responsabilidad de toda esta Cámara y también, por supuesto, del Senado. Es responsabilidad del Congreso en su conjunto y del Poder Ejecutivo. Esto en relación con la Oficina de Presupuesto.
Hace casi treinta meses que, como propuesta política, les venimos diciendo que corrijan el rumbo económico. Hoy se hizo referencia a los datos electorales; quisiera que pudieran leerlos con un grado de reflexión y poniéndose la mano en el corazón. Me parece que el pueblo argentino les ha dado un mensaje y donde pareciera que ganaron habría que ver qué piensa el resto de la gente. Sumen los números.
Pareciera que piensan que cuando el pueblo argentino confió en ustedes, les dio un cheque en blanco para que hagan lo que quieran. En realidad, yo creo que fue para que hagan las cosas bien. En ese sentido, tengo un segundo pedido: que gobiernen para el pueblo. Dejen de gobernar para los sectores más concentrados y para el extranjero. Hay una bandera de color celeste y blanco y el pueblo argentino espera que se la defienda.
Las familias no pueden pagar; las familias no pueden comer. Se ha incrementado la pobreza. Ya sabemos lo que es la historia de millones de niños desnutridos. Así estamos empeñando el futuro y el país nunca va a poder levantarse.
Por otro lado, cuando ustedes quieren dan quórum en las sesiones y cuando no quieren no lo dan, y cuando quieren entran al recinto para evitar que se traten determinados proyectos de ley. Se nos acusa de oposición irresponsable que no dejamos gobernar pero la verdad es que la semana pasada les presentamos veintinueve propuestas, algunas de las cuales venían desde hace dos años, no de la semana anterior. En ese sentido, quiero decir que ésta Comisión de Presupuesto y Hacienda no se reunió salvo cuando el presidente así lo requirió.
Señor presidente: los dictámenes ya pasaron a la firma y se dará el debate la semana próxima en el recinto. Será una ocasión en la que otra vez vamos a discutir y espero que de aquí a una semana puedan al menos reflexionar algo y hacer una lectura más profunda de la realidad por la que atraviesa el país, en donde ya empieza a aparecer la desesperación.
Parece que ustedes no han escuchado los reclamos ni las marchas en la calle, en las que la gente que participa lo hace con desesperación porque no puede pagar ni mandar los chicos a la escuela y porque no ve horizonte posible y mejor hacia adelante. Entonces, el país empieza a entrar en una historia que ya vivimos. ¿Qué más quisiéramos nosotros que lo que esté por venir sea bueno? Pero con estas condiciones no es bueno el futuro del país.
Miren las noticias de esta tarde: el dólar, la fuga de capitales, la reforma laboral y la flexibilización. Son historias pasadas. Los argentinos no queremos volver atrás.
Entonces, mi llamado es para que esta comisión funcione, para que demos una verdadera discusión política y para que construyamos entre todos calidad institucional.
Se han presentado propuestas legislativas en las que la oposición se ha puesto de acuerdo, pero no para que les vaya mal sino para que puedan oír. Nosotros, como oposición, estamos representando las necesidades no sólo de nuestros electores sino de un montón de argentinos que la están pasando mal. En ese sentido, insisto, son graves y preocupantes los datos con respecto a nuestra infancia. Hay niños y niñas que ya de por sí tenían dificultades en sus hogares para poder ir a la escuela, imagínense ahora. Piensen en los trabajadores rurales, en las economías regionales, en las pymes, etcétera.
Es por ello que les pido que, por lo menos, les tiemble un poquito la mano cuando firmen un dictamen que rechaza una posible solución a una necesidad muy sentida por los argentinos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el diputado Filmus, a quien le pido brevedad.
SR. FILMUS Señor presidente: le agradezco que haya extendido el tiempo de esta reunión para que podamos expresarnos todos.
Creo que ese es el tema del Congreso: poder expresarnos y debatir. No coincido con lo que decía recién el diputado Álvaro González -a quien respeto mucho-, respecto de que no tenía sentido debatir los proyectos porque no había dos tercios. Me parece que justamente la esencia del Congreso es que haya distintas perspectivas independientemente de la representación parlamentaria que tengan y que se pueda debatir.
Le diría al diputado Álvaro González que me parece mucho más grave que hayamos discutido un presupuesto el año pasado, y al otro día, el gobierno haya cambiado todos los parámetros respecto de ese presupuesto. Y que esos parámetros, subidos de 10 al 15 por ciento respecto de la inflación, hoy estén arriba de ese 15 por ciento.
Me parece más grave, por ejemplo, que se diga que se va a vetar la ley si sale. Eso me parece que atenta más contra la autoridad y la esencia del Congreso. Me parece grave también, haber tenido la primera sesión como diputado el 14 de diciembre de 2017 en el contexto de la Gendarmería rodeando este Congreso.
Lamento que no esté aquí presente el señor diputado Pastori porque quería dirigirme a él dado que me molestó un aspecto de su primera intervención que fue un poco burlona respecto de los proyectos. Puede estar de acuerdo o no con los proyectos, pero se pueden discutir. Me parece que no tiene sentido ridiculizar el proyecto.
Justamente, el diputado Pastori, que creo que es contador, un hombre que se dedica a los números, en este caso se dedicó a las letras y fue al diccionario -según contó él-, a decir que era absurdo el proyecto de la oposición. Fue a buscar sinónimos de absurdo y encontró: despropósito, ridículo, incongruente. Luego, en reiteradas ocasiones hizo hincapié en estas características.
Entonces yo también fui al diccionario y busqué los antónimos de absurdo, y resultan ser: lógico o coherente. Entonces, me pareció muy bien dado que me pareció lógico y coherente el planteo del diputado Pastori. Claramente, un gobierno que atenta contra las grandes mayorías, un gobierno que favorece a los pequeños sectores concentrados de la economía, un gobierno que desconoce las necesidades de nuestro pueblo, un gobierno que condiciona a través del endeudamiento la soberanía nacional, etcétera, es lógico y coherente que presente este tipo de proyectos. Lo que no puede pedir -y ya empieza a ser absurdo-, es que la oposición que fue votada para decir que no a estos proyectos, lo acompañe.
Así que, con esta idea de oponernos o de plantear la resistencia frente a este tipo de proyectos lógicos y coherentes con un modelo de Nación para unos pocos, es que me quiero referir muy puntualmente a dos temas. Uno porque se discutió acá respecto de las cifras, y voy a citar a un autor que creo que todos vamos a coincidir que lo respetamos, que es Ismael Bermudez. Este domingo publicó en el diario Clarín un análisis que se llamaba "El peso de las tarifas en los hogares porteños", hogares a los que intento representar a través de este cargo. En ese informe él planteaba, y acá no hay lugar a duda, que el único sector o rubro al cual las familias tuvieron que dedicarle muchos más recursos es el rubro de las tarifas. Es interesante porque mostró los estudios del INDEC donde se ve que esta porción del ingreso, que según la estadística aumentó del 23 al 28 por ciento respecto de los gastos familiares, a qué se le sacó. Es interesante porque el análisis muestra a qué se le puso más y a qué se le sacó. A lo que más se le sacó es a salud, luego a alimentos, luego a vestimenta y luego a cultura, para mencionar los cuatro rubros. Quiere decir que lo que pagan nuestras familias, en este caso fue un análisis de las familias porteñas, se le está sacando a otras cuestiones que son fundamentales y decisivas, e insisto, a la que más se les sacó es a salud y en segundo lugar a la alimentación, dos cuestiones que representan las necesidades básicas de nuestra gente.
Hay un elemento que también marcó -y lo vengo a plantear después de haber recibido como presidente de la Comisión de Cultura a aquellos sectores de la cultura que se encuentran golpeados por esta política-, que es la posibilidad de nuestra población de acceder a los bienes culturales.
Tuve la oportunidad de estar en la feria del libro en su inauguración, donde el presidente de la fundación del libro y el vicepresidente de la Cámara del Libro, plantearon con mucha fuerza que en dos años cayó el 30 por ciento la producción de libros en la Argentina.
Tal como decía, no solo es grave el hecho de que haya caído la producción sino que la venta nacional está siendo reemplazada por la venta importada, y esto está golpeando uno de los factores fundamentales para el futuro del país.
Él decía que un país que no lee, que tiene chicos y jóvenes que no tienen la posibilidad de tener acceso a la cultura y a los instrumentos básicos como son los libros, no tiene ninguna posibilidad de futuro.
Uno puede preguntarse qué tiene que ver esto con las tarifas. Claramente, la familia tiene que decidir, cada vez en forma más restringida, en qué colocar los pequeños recursos que tiene y está claro que empieza por reducir aquello que golpea más la posibilidad del futuro para nuestro país. En este caso en particular: los libros.
En la sesión pasada dije que se estaba cometiendo un "culturicidio". Cuando uno mira los indicadores culturales del país se observa que están todos a la baja y eso tiene que ver con las prioridades que fija el gobierno. Es decir que si el gobierno no fija como prioridades a la educación y a la cultura está claramente fijando otras cuestiones.
Todo esto viene a cuento nuevamente de las palabras del diputado Pastori. Estamos hablando de un ridículo y un absurdo. El jefe de Gabinete dijo que se va a vetar este proyecto de ley, que seguramente el Congreso acompañará, entonces, sería ridículo o absurdo pensar que el pueblo le dará la espalda a este tipo de medidas. Asimismo, sería ridículo y absurdo pensar que no van a ser las calles aquellas que respondan a lo que el presidente dio la espalda en el Congreso de la Nación. (Aplausos.)
Creo que ese es el tema del Congreso: poder expresarnos y debatir. No coincido con lo que decía recién el diputado Álvaro González -a quien respeto mucho-, respecto de que no tenía sentido debatir los proyectos porque no había dos tercios. Me parece que justamente la esencia del Congreso es que haya distintas perspectivas independientemente de la representación parlamentaria que tengan y que se pueda debatir.
Le diría al diputado Álvaro González que me parece mucho más grave que hayamos discutido un presupuesto el año pasado, y al otro día, el gobierno haya cambiado todos los parámetros respecto de ese presupuesto. Y que esos parámetros, subidos de 10 al 15 por ciento respecto de la inflación, hoy estén arriba de ese 15 por ciento.
Me parece más grave, por ejemplo, que se diga que se va a vetar la ley si sale. Eso me parece que atenta más contra la autoridad y la esencia del Congreso. Me parece grave también, haber tenido la primera sesión como diputado el 14 de diciembre de 2017 en el contexto de la Gendarmería rodeando este Congreso.
Lamento que no esté aquí presente el señor diputado Pastori porque quería dirigirme a él dado que me molestó un aspecto de su primera intervención que fue un poco burlona respecto de los proyectos. Puede estar de acuerdo o no con los proyectos, pero se pueden discutir. Me parece que no tiene sentido ridiculizar el proyecto.
Justamente, el diputado Pastori, que creo que es contador, un hombre que se dedica a los números, en este caso se dedicó a las letras y fue al diccionario -según contó él-, a decir que era absurdo el proyecto de la oposición. Fue a buscar sinónimos de absurdo y encontró: despropósito, ridículo, incongruente. Luego, en reiteradas ocasiones hizo hincapié en estas características.
Entonces yo también fui al diccionario y busqué los antónimos de absurdo, y resultan ser: lógico o coherente. Entonces, me pareció muy bien dado que me pareció lógico y coherente el planteo del diputado Pastori. Claramente, un gobierno que atenta contra las grandes mayorías, un gobierno que favorece a los pequeños sectores concentrados de la economía, un gobierno que desconoce las necesidades de nuestro pueblo, un gobierno que condiciona a través del endeudamiento la soberanía nacional, etcétera, es lógico y coherente que presente este tipo de proyectos. Lo que no puede pedir -y ya empieza a ser absurdo-, es que la oposición que fue votada para decir que no a estos proyectos, lo acompañe.
Así que, con esta idea de oponernos o de plantear la resistencia frente a este tipo de proyectos lógicos y coherentes con un modelo de Nación para unos pocos, es que me quiero referir muy puntualmente a dos temas. Uno porque se discutió acá respecto de las cifras, y voy a citar a un autor que creo que todos vamos a coincidir que lo respetamos, que es Ismael Bermudez. Este domingo publicó en el diario Clarín un análisis que se llamaba "El peso de las tarifas en los hogares porteños", hogares a los que intento representar a través de este cargo. En ese informe él planteaba, y acá no hay lugar a duda, que el único sector o rubro al cual las familias tuvieron que dedicarle muchos más recursos es el rubro de las tarifas. Es interesante porque mostró los estudios del INDEC donde se ve que esta porción del ingreso, que según la estadística aumentó del 23 al 28 por ciento respecto de los gastos familiares, a qué se le sacó. Es interesante porque el análisis muestra a qué se le puso más y a qué se le sacó. A lo que más se le sacó es a salud, luego a alimentos, luego a vestimenta y luego a cultura, para mencionar los cuatro rubros. Quiere decir que lo que pagan nuestras familias, en este caso fue un análisis de las familias porteñas, se le está sacando a otras cuestiones que son fundamentales y decisivas, e insisto, a la que más se les sacó es a salud y en segundo lugar a la alimentación, dos cuestiones que representan las necesidades básicas de nuestra gente.
Hay un elemento que también marcó -y lo vengo a plantear después de haber recibido como presidente de la Comisión de Cultura a aquellos sectores de la cultura que se encuentran golpeados por esta política-, que es la posibilidad de nuestra población de acceder a los bienes culturales.
Tuve la oportunidad de estar en la feria del libro en su inauguración, donde el presidente de la fundación del libro y el vicepresidente de la Cámara del Libro, plantearon con mucha fuerza que en dos años cayó el 30 por ciento la producción de libros en la Argentina.
Tal como decía, no solo es grave el hecho de que haya caído la producción sino que la venta nacional está siendo reemplazada por la venta importada, y esto está golpeando uno de los factores fundamentales para el futuro del país.
Él decía que un país que no lee, que tiene chicos y jóvenes que no tienen la posibilidad de tener acceso a la cultura y a los instrumentos básicos como son los libros, no tiene ninguna posibilidad de futuro.
Uno puede preguntarse qué tiene que ver esto con las tarifas. Claramente, la familia tiene que decidir, cada vez en forma más restringida, en qué colocar los pequeños recursos que tiene y está claro que empieza por reducir aquello que golpea más la posibilidad del futuro para nuestro país. En este caso en particular: los libros.
En la sesión pasada dije que se estaba cometiendo un "culturicidio". Cuando uno mira los indicadores culturales del país se observa que están todos a la baja y eso tiene que ver con las prioridades que fija el gobierno. Es decir que si el gobierno no fija como prioridades a la educación y a la cultura está claramente fijando otras cuestiones.
Todo esto viene a cuento nuevamente de las palabras del diputado Pastori. Estamos hablando de un ridículo y un absurdo. El jefe de Gabinete dijo que se va a vetar este proyecto de ley, que seguramente el Congreso acompañará, entonces, sería ridículo o absurdo pensar que el pueblo le dará la espalda a este tipo de medidas. Asimismo, sería ridículo y absurdo pensar que no van a ser las calles aquellas que respondan a lo que el presidente dio la espalda en el Congreso de la Nación. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor Campos.
SR. CAMPOS Señor presidente: soy nuevo en el Congreso -no vengo de la política- y me encantaría encontrar una forma de sintetizar los problemas que tenemos, porque parece que todos estamos hablando y "nos mordemos la cola", porque uno se queja de una cuestión y otros de otra.
La queja central es que todos dicen que las tarifas son impagables tal como están. El gobierno nacional necesita forzosamente, para no caer en otros problemas macro, sacarse la mochila de los subsidios, que ya sabemos que no se pueden pagar. Ese es el problema que tenemos.
En este sentido, escuché hablar de institucionalidad, hablar de que el problema son los aumentos, de apoyar la producción, de apoyar a las pymes, de que esto conspira contra la inversión y que aumenta la inflación. Coincido totalmente, pero creo que no estamos hablando de un tema.
La definición del diccionario de la palabra "energía" expresa que es la capacidad que tiene la materia para producir trabajo. ¡Qué curiosa la definición! Es decir que cualquier aumento que no tenga que ver con la propia energía, conspira contra el trabajo, contra las pymes, contra la inversión y contra todo aquello en lo que todos estamos de acuerdo.
Tengo facturas del interior del país. Cuando uno hace la cuenta sobre el consumo, algunas facturas llegan a tener el 101 y el 105 por ciento de aumentos sobre los impuestos. O sea que el consumo es por 100 y los impuestos son de 105, y esa persona termina pagando 205. Las puedo mostrar porque las tengo aquí.
En este sentido, hay municipios que llegan a cobrar, por ejemplo, espacio aéreo -o sea que cobran por los cables aéreos-, tasa de capitalización de energía eléctrica, servicio funerario, servicio aéreo de ambulancias, sepelios, nichos, bomberos voluntarios, etcétera. O sea que nosotros hemos decidido que como hay más cobrabilidad en las tarifas, incorporamos los impuestos en las tarifas, y con eso quitamos competitividad al país, porque los gobiernos de afuera no hacen eso. Además, quitamos capacidad de inversión porque cada uno que va a establecer algo, se encuentra con que el primer insumo es la energía.
Por otro lado, el conurbano y la Caba son más baratos que el interior, o sea que los hacemos atractivos, que es lo que no queremos, y dejamos que las provincias y los municipios carguen hasta el ciento por ciento de impuestos sobre las tarifas.
Tengo una propuesta muy concreta que es que los impuestos sobre las tarifas vayan en boleta aparte. Si el problema es la cobrabilidad, que el Congreso le dé algún método de cobrabilidad mejor, un servicio privilegiado, un cobro privilegiado, lo que sea, pero sacándolo de las tarifas.
Por ejemplo, esta que estoy viendo aquí no bajaría un 10 o un 15 por ciento, sino a la mitad.
La queja central es que todos dicen que las tarifas son impagables tal como están. El gobierno nacional necesita forzosamente, para no caer en otros problemas macro, sacarse la mochila de los subsidios, que ya sabemos que no se pueden pagar. Ese es el problema que tenemos.
En este sentido, escuché hablar de institucionalidad, hablar de que el problema son los aumentos, de apoyar la producción, de apoyar a las pymes, de que esto conspira contra la inversión y que aumenta la inflación. Coincido totalmente, pero creo que no estamos hablando de un tema.
La definición del diccionario de la palabra "energía" expresa que es la capacidad que tiene la materia para producir trabajo. ¡Qué curiosa la definición! Es decir que cualquier aumento que no tenga que ver con la propia energía, conspira contra el trabajo, contra las pymes, contra la inversión y contra todo aquello en lo que todos estamos de acuerdo.
Tengo facturas del interior del país. Cuando uno hace la cuenta sobre el consumo, algunas facturas llegan a tener el 101 y el 105 por ciento de aumentos sobre los impuestos. O sea que el consumo es por 100 y los impuestos son de 105, y esa persona termina pagando 205. Las puedo mostrar porque las tengo aquí.
En este sentido, hay municipios que llegan a cobrar, por ejemplo, espacio aéreo -o sea que cobran por los cables aéreos-, tasa de capitalización de energía eléctrica, servicio funerario, servicio aéreo de ambulancias, sepelios, nichos, bomberos voluntarios, etcétera. O sea que nosotros hemos decidido que como hay más cobrabilidad en las tarifas, incorporamos los impuestos en las tarifas, y con eso quitamos competitividad al país, porque los gobiernos de afuera no hacen eso. Además, quitamos capacidad de inversión porque cada uno que va a establecer algo, se encuentra con que el primer insumo es la energía.
Por otro lado, el conurbano y la Caba son más baratos que el interior, o sea que los hacemos atractivos, que es lo que no queremos, y dejamos que las provincias y los municipios carguen hasta el ciento por ciento de impuestos sobre las tarifas.
Tengo una propuesta muy concreta que es que los impuestos sobre las tarifas vayan en boleta aparte. Si el problema es la cobrabilidad, que el Congreso le dé algún método de cobrabilidad mejor, un servicio privilegiado, un cobro privilegiado, lo que sea, pero sacándolo de las tarifas.
Por ejemplo, esta que estoy viendo aquí no bajaría un 10 o un 15 por ciento, sino a la mitad.
SRA. LLANOS MASSA Es verdad.
SR. CAMPOS En este sentido, la diputada Llanos Massa hablaba de la Patagonia, y pienso que no podemos imponer un gravamen a la energía, que es el insumo natural para cualquier trabajo. Entonces creo que en eso podemos estar de acuerdo.
"¿Y por qué lo estamos haciendo?" "Ah, porque es más fácil cobrarlo". Bueno, como ciudadanos no podemos permitir que eso ocurra. De lo contario, vamos a terminar con el Estado poniéndonos una pistola en la cabeza para cobrarnos, porque es mucho más fácil hacerlo con esa coerción.
Realmente creo que debemos buscar un camino en el que el Estado nacional pueda desembarazarse de los subsidios sin que esto repercuta en el consumidor. ¿Cómo podemos lograrlo? Haciendo que toda la carga tributaria vaya por fuera, es decir, en una factura externa, y que las provincias se sigan financiando.
Cabe aclarar que aquí nadie quiere desfinanciar a nadie. Pienso que esa carga impositiva debe estar separada de lo que es el consumo, porque hoy el Estado está siendo socio en el consumo energético, y eso no tiene nada que ver con nada.
Para cerrar, voy a darles un ejemplo de la provincia de Buenos Aires, el de un señor que hoy cría 10.000 pollos. Supongamos que hoy paga 10.000 pesos de energía y 8.000 o 10.000 de impuestos, lo que suma 20.000. Si este señor, al que le va bien, quiere aumentar su producción y llegar a criar 20.000 pollos, vuelve a pagar la energía y los 10.000 de impuestos. Entonces, no hay contribución marginal; no hay ninguna mejora en la nueva unidad de producto.
Si nosotros hacemos que se facturen los impuestos en forma separada del consumo, hoy el municipio y la provincia cobrarían por los 10.000 pollos, y cuando se aumente la producción, dejarán de cobrar esa diferencia. Entonces, aparece la utilidad marginal de cada unidad, y con eso baja la inflación, aumenta la productividad y nos defendemos de la industria externa. Si no, los criadores de pollos van a terminar pidiendo protección. ¿Por qué ocurre todo esto? Porque tenemos muchos impuestos en un insumo básico, que es la energía.
Entonces, lo que pido es que terminemos con esta locura de poner impuestos sobre otros consumos que no tienen nada que ver. ¿Por qué yo, al consumir más energía, tengo que pagar más en concepto de retención para bomberos o servicio de sepelio? Eso no tiene sentido, porque el servicio que me presta el municipio es uno solo.
Entonces, terminemos con esta locura que se ha creado tan solo para asegurarse la cobrabilidad.
"¿Y por qué lo estamos haciendo?" "Ah, porque es más fácil cobrarlo". Bueno, como ciudadanos no podemos permitir que eso ocurra. De lo contario, vamos a terminar con el Estado poniéndonos una pistola en la cabeza para cobrarnos, porque es mucho más fácil hacerlo con esa coerción.
Realmente creo que debemos buscar un camino en el que el Estado nacional pueda desembarazarse de los subsidios sin que esto repercuta en el consumidor. ¿Cómo podemos lograrlo? Haciendo que toda la carga tributaria vaya por fuera, es decir, en una factura externa, y que las provincias se sigan financiando.
Cabe aclarar que aquí nadie quiere desfinanciar a nadie. Pienso que esa carga impositiva debe estar separada de lo que es el consumo, porque hoy el Estado está siendo socio en el consumo energético, y eso no tiene nada que ver con nada.
Para cerrar, voy a darles un ejemplo de la provincia de Buenos Aires, el de un señor que hoy cría 10.000 pollos. Supongamos que hoy paga 10.000 pesos de energía y 8.000 o 10.000 de impuestos, lo que suma 20.000. Si este señor, al que le va bien, quiere aumentar su producción y llegar a criar 20.000 pollos, vuelve a pagar la energía y los 10.000 de impuestos. Entonces, no hay contribución marginal; no hay ninguna mejora en la nueva unidad de producto.
Si nosotros hacemos que se facturen los impuestos en forma separada del consumo, hoy el municipio y la provincia cobrarían por los 10.000 pollos, y cuando se aumente la producción, dejarán de cobrar esa diferencia. Entonces, aparece la utilidad marginal de cada unidad, y con eso baja la inflación, aumenta la productividad y nos defendemos de la industria externa. Si no, los criadores de pollos van a terminar pidiendo protección. ¿Por qué ocurre todo esto? Porque tenemos muchos impuestos en un insumo básico, que es la energía.
Entonces, lo que pido es que terminemos con esta locura de poner impuestos sobre otros consumos que no tienen nada que ver. ¿Por qué yo, al consumir más energía, tengo que pagar más en concepto de retención para bomberos o servicio de sepelio? Eso no tiene sentido, porque el servicio que me presta el municipio es uno solo.
Entonces, terminemos con esta locura que se ha creado tan solo para asegurarse la cobrabilidad.
SR. PRESIDENTE LASPINA No habiendo más oradores anotados para hacer uso de la palabra, y agradeciendo la presencia de todos ustedes, damos por finalizada la presente reunión.
Es la hora 18 y 32.