PRESUPUESTO Y HACIENDA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 418
Secretario Administrativo Dr. Seguí Ariel
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2444 Internos 2416/2310
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- PRESUPUESTO Y HACIENDA
Reunión del día 20/09/2018
- PRESUPUESTO 2019- DUJOVNE - 1°PARTE
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veinte días del mes de septiembre de 2018, a la hora 14 y 30:
SR. PRESIDENTE LASPINA Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del día de la fecha.
Agradecemos la presencia del señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena; del señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili; del señor secretario Legal y Administrativo, doctor Ignacio Pérez Cortés, y del señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
Esta reunión tiene como objetivo escuchar en forma introductoria un repaso del mensaje del proyecto de ley de presupuesto. En tal sentido, primero hará una reseña de los supuestos macroeconómicos el señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
Luego hará una revisión de los aspectos centrales en materia de gastos y recursos el señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena.
Finalmente, el señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili, hará referencia a los artículos del proyecto que son de su competencia.
La idea es que después de esta introducción se incorpore a la reunión el señor ministro de Hacienda, licenciado Nicolás Dujovne, a fin de que los señores diputados le formulen las preguntas y los cuestionamientos que consideren pertinentes. Miembros de varios bloques ya se han anotado en la lista de oradores para hacer preguntas. Procuraré intercalar a los representantes de distintos signos políticos a fin de que haya diversidad de opiniones.
Como apuntamos a liberar al ministro aproximadamente a las 16 y 30 o 17, la Presidencia solicita aprovechar el tiempo al máximo para que pueda responder todas las preguntas que se le formulen y evacuar las dudas que se planteen.
Agradecemos la presencia del señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena; del señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili; del señor secretario Legal y Administrativo, doctor Ignacio Pérez Cortés, y del señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
Esta reunión tiene como objetivo escuchar en forma introductoria un repaso del mensaje del proyecto de ley de presupuesto. En tal sentido, primero hará una reseña de los supuestos macroeconómicos el señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
Luego hará una revisión de los aspectos centrales en materia de gastos y recursos el señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena.
Finalmente, el señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili, hará referencia a los artículos del proyecto que son de su competencia.
La idea es que después de esta introducción se incorpore a la reunión el señor ministro de Hacienda, licenciado Nicolás Dujovne, a fin de que los señores diputados le formulen las preguntas y los cuestionamientos que consideren pertinentes. Miembros de varios bloques ya se han anotado en la lista de oradores para hacer preguntas. Procuraré intercalar a los representantes de distintos signos políticos a fin de que haya diversidad de opiniones.
Como apuntamos a liberar al ministro aproximadamente a las 16 y 30 o 17, la Presidencia solicita aprovechar el tiempo al máximo para que pueda responder todas las preguntas que se le formulen y evacuar las dudas que se planteen.
SR. GIOJA ¿El ministro puede venir ahora?
SR. PRESIDENTE LASPINA Tal como indiqué al comienzo, la idea es escuchar primero la exposición de los señores secretarios. Luego se hará presente el señor ministro a fin de contestar las preguntas.
SR. GIOJA le pido que empecemos por las preguntas, señor presidente.
SR. PRESIDENTE LASPINA Esta reunión informativa tiene como objetivo, justamente, informarnos y escucharnos entre todos.
Tiene la palabra el señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
Tiene la palabra el señor subsecretario de Coordinación de Política Macroeconómica, licenciado Federico Filippini.
SR. FILIPPINI Señor presidente: es un honor para mí estar aquí presentando las proyecciones macroeconómicas que usamos para la elaboración del proyecto de ley de presupuesto para 2019.
Quiero comenzar mi exposición comentando cómo ha venido evolucionando la economía hasta 2018.
Durante 2017 la economía vino creciendo al 2,9 por ciento, impulsada por la inversión, que lo hacía a un ritmo del 11 por ciento, y el consumo, que lo hacía al 3,5 por ciento, por encima del PBI. Con este crecimiento que se extendió durante el primer trimestre de 2018, la economía observó una aceleración de la tasa de crecimiento, que medida a nivel interanual llegó al 3,9 por ciento. Esto se explica en gran parte por el crecimiento de los sectores que no están relacionados directamente con la industria agrícola, que mostraban un crecimiento del 4 por ciento interanual.
Con esta dinámica, la economía tuvo que enfrentar una secuencia de shocks internos y externos que afectaron su crecimiento. Esta situación nos encontró con una economía que todavía era vulnerable porque no habíamos terminado de corregir los desequilibrios heredados.
Claramente las proyecciones macroeconómicas que voy a presentar no se condicen con el escenario que mostramos un año atrás, cuando teníamos una coyuntura de crecimiento, por lo cual tuvimos que corregir las proyecciones para 2018 y 2019. En este momento proyectamos una caída de la economía del 2,4 por ciento para 2018 que se explica, en gran medida, por la caída del sector agrícola, que será del 16,7 por ciento en el año. Los sectores no relacionados directamente con el agro van a caer en una medida menor, concretamente, el 1,3 por ciento.
Para el próximo año prevemos una caída del 0,5 por ciento que, en buena parte, refleja el arrastre negativo que va a tener la actividad económica por la dinámica que ha tenido esta secuencia de shocks.
El crecimiento para este año está impulsado por las exportaciones, las que se van a acelerar en relación con el crecimiento del primer semestre, a pesar de que el sector agrícola -uno de los principales exportadores- ha sido afectado negativamente.
Para 2019 proyectamos un fuerte impulso de las exportaciones. Creemos que pueden crecer más de un 20 por ciento. Más adelante detallaré los sustentos utilizados para armar las proyecciones.
Quiero ilustrar la secuencia del PBI que observamos. El gráfico que aparece en pantalla muestra la serie del producto bruto interno real -descontado por el nivel de precios- sin estacionalidad. El gráfico muestra un pico sobre el final que es el número registrado al primer trimestre de 2018. Ese es el crecimiento que les comenté, cuando la economía presentaba tasas muy altas con respecto a la historia reciente.
El gráfico luego muestra una caída que responde en parte a los shocks que mencioné. La secuencia de shocks va a generar incluso una caída más profunda en este y en el próximo trimestre. Pero en 2019 notamos que la economía va a comenzar a crecer. Este crecimiento no va a llegar a compensar el promedio anual. Por eso decimos que el PBI en 2018 va a caer, en promedio, el 0,5 por ciento, pero la dinámica será de crecimiento robusto.
Quiero comentar brevemente cuáles son los shocks a los que hice mención, cómo ha respondido a ellos el gobierno y cuáles son, en principio, los detalles que soportan las proyecciones.
Durante los primeros meses de 2018 la Argentina sufrió una de las sequías más severas de los últimos cincuenta años. Dado que el impacto de la sequía se concentró en los primeros meses del año, afectó principalmente a las cosecha de maíz y de soja. Estos dos cultivos tuvieron una caída de su producción del orden del 27 por ciento sobre las proyecciones que habíamos hecho a principios de año, antes de visualizar este efecto climático.
Obviamente, esta sequía también se tradujo en una pérdida potencial de exportaciones que estimamos estará en el orden de los 8.000 millones de dólares.
Cabe notar que los aspectos a los que estoy haciendo mención hasta ahora solo corresponden a la industria agrícola, pero ésta tuvo derrames sobre el resto de los sectores. Más directamente relacionada con el agro están la industria del transporte y de la molienda, sectores que se vieron afectados negativamente. Pero además podemos mencionar otras industrias que sufrieron el impacto, como por ejemplo la química y la automotriz.
En esta coyuntura parece conservador estimar que el impacto sobre el PBI fue de alrededor del 1,5 por ciento menos de crecimiento para este año.
Como les decía previamente, el mayor efecto de la sequía estuvo concentrado en los primeros meses del año, cuando tuvo lugar la cosecha gruesa. En el transcurso del año vimos una normalización de las condiciones climáticas, lo que nos hizo pensar que podemos ser optimistas en términos de los rindes y las cosechas para este año. En particular estamos proyectando un récord de cosecha de trigo y un aumento del 30 por ciento en la producción de granos, contemplando los cuatro principales cultivos de la Argentina.
El segundo de los impactos que recibió nuestra economía fue una suba más acelerada de lo esperado de las tasas de referencia de los Estados Unidos. Podemos discutir largamente cuáles son las razones por las cuales se dio esto, pero en los hechos se observó una salida de capitales de países emergentes hacia países avanzados, un aumento de la volatilidad de los mercados financieros internacionales y una apreciación del dólar respecto del resto de las monedas del mundo.
En la pantalla pueden observarse dos gráficos. El de la derecha muestra los flujos netos de capital hacia países emergentes. Puede apreciarse que a partir de febrero, e incluso acentuándose luego desde mediados de abril, hubo una reversión de la tendencia de los flujos de capitales hacia economías emergentes, lo cual, obviamente, nos impactó.
Por su parte, el gráfico de la izquierda muestra el valor del dólar respecto de una canasta mundial de monedas. A partir de mediados de abril se produjo una suba importante de la valorización del dólar.
Estas condiciones financieras adversas se profundizaron en el tercer trimestre, en el que vivimos un recrudecimiento de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos que acentuó la volatilidad internacional y generó nuevos temores sobre las perspectivas de crecimiento mundial. También observamos una crisis de confianza en Turquía y nos vimos impactados por el aumento de la incertidumbre brasileña.
Además de estos shocks internacionales, nos vimos afectados por el shock doméstico que fue la revelación del caso de los cuadernos. (Aplausos.)
Quiero comenzar mi exposición comentando cómo ha venido evolucionando la economía hasta 2018.
Durante 2017 la economía vino creciendo al 2,9 por ciento, impulsada por la inversión, que lo hacía a un ritmo del 11 por ciento, y el consumo, que lo hacía al 3,5 por ciento, por encima del PBI. Con este crecimiento que se extendió durante el primer trimestre de 2018, la economía observó una aceleración de la tasa de crecimiento, que medida a nivel interanual llegó al 3,9 por ciento. Esto se explica en gran parte por el crecimiento de los sectores que no están relacionados directamente con la industria agrícola, que mostraban un crecimiento del 4 por ciento interanual.
Con esta dinámica, la economía tuvo que enfrentar una secuencia de shocks internos y externos que afectaron su crecimiento. Esta situación nos encontró con una economía que todavía era vulnerable porque no habíamos terminado de corregir los desequilibrios heredados.
Claramente las proyecciones macroeconómicas que voy a presentar no se condicen con el escenario que mostramos un año atrás, cuando teníamos una coyuntura de crecimiento, por lo cual tuvimos que corregir las proyecciones para 2018 y 2019. En este momento proyectamos una caída de la economía del 2,4 por ciento para 2018 que se explica, en gran medida, por la caída del sector agrícola, que será del 16,7 por ciento en el año. Los sectores no relacionados directamente con el agro van a caer en una medida menor, concretamente, el 1,3 por ciento.
Para el próximo año prevemos una caída del 0,5 por ciento que, en buena parte, refleja el arrastre negativo que va a tener la actividad económica por la dinámica que ha tenido esta secuencia de shocks.
El crecimiento para este año está impulsado por las exportaciones, las que se van a acelerar en relación con el crecimiento del primer semestre, a pesar de que el sector agrícola -uno de los principales exportadores- ha sido afectado negativamente.
Para 2019 proyectamos un fuerte impulso de las exportaciones. Creemos que pueden crecer más de un 20 por ciento. Más adelante detallaré los sustentos utilizados para armar las proyecciones.
Quiero ilustrar la secuencia del PBI que observamos. El gráfico que aparece en pantalla muestra la serie del producto bruto interno real -descontado por el nivel de precios- sin estacionalidad. El gráfico muestra un pico sobre el final que es el número registrado al primer trimestre de 2018. Ese es el crecimiento que les comenté, cuando la economía presentaba tasas muy altas con respecto a la historia reciente.
El gráfico luego muestra una caída que responde en parte a los shocks que mencioné. La secuencia de shocks va a generar incluso una caída más profunda en este y en el próximo trimestre. Pero en 2019 notamos que la economía va a comenzar a crecer. Este crecimiento no va a llegar a compensar el promedio anual. Por eso decimos que el PBI en 2018 va a caer, en promedio, el 0,5 por ciento, pero la dinámica será de crecimiento robusto.
Quiero comentar brevemente cuáles son los shocks a los que hice mención, cómo ha respondido a ellos el gobierno y cuáles son, en principio, los detalles que soportan las proyecciones.
Durante los primeros meses de 2018 la Argentina sufrió una de las sequías más severas de los últimos cincuenta años. Dado que el impacto de la sequía se concentró en los primeros meses del año, afectó principalmente a las cosecha de maíz y de soja. Estos dos cultivos tuvieron una caída de su producción del orden del 27 por ciento sobre las proyecciones que habíamos hecho a principios de año, antes de visualizar este efecto climático.
Obviamente, esta sequía también se tradujo en una pérdida potencial de exportaciones que estimamos estará en el orden de los 8.000 millones de dólares.
Cabe notar que los aspectos a los que estoy haciendo mención hasta ahora solo corresponden a la industria agrícola, pero ésta tuvo derrames sobre el resto de los sectores. Más directamente relacionada con el agro están la industria del transporte y de la molienda, sectores que se vieron afectados negativamente. Pero además podemos mencionar otras industrias que sufrieron el impacto, como por ejemplo la química y la automotriz.
En esta coyuntura parece conservador estimar que el impacto sobre el PBI fue de alrededor del 1,5 por ciento menos de crecimiento para este año.
Como les decía previamente, el mayor efecto de la sequía estuvo concentrado en los primeros meses del año, cuando tuvo lugar la cosecha gruesa. En el transcurso del año vimos una normalización de las condiciones climáticas, lo que nos hizo pensar que podemos ser optimistas en términos de los rindes y las cosechas para este año. En particular estamos proyectando un récord de cosecha de trigo y un aumento del 30 por ciento en la producción de granos, contemplando los cuatro principales cultivos de la Argentina.
El segundo de los impactos que recibió nuestra economía fue una suba más acelerada de lo esperado de las tasas de referencia de los Estados Unidos. Podemos discutir largamente cuáles son las razones por las cuales se dio esto, pero en los hechos se observó una salida de capitales de países emergentes hacia países avanzados, un aumento de la volatilidad de los mercados financieros internacionales y una apreciación del dólar respecto del resto de las monedas del mundo.
En la pantalla pueden observarse dos gráficos. El de la derecha muestra los flujos netos de capital hacia países emergentes. Puede apreciarse que a partir de febrero, e incluso acentuándose luego desde mediados de abril, hubo una reversión de la tendencia de los flujos de capitales hacia economías emergentes, lo cual, obviamente, nos impactó.
Por su parte, el gráfico de la izquierda muestra el valor del dólar respecto de una canasta mundial de monedas. A partir de mediados de abril se produjo una suba importante de la valorización del dólar.
Estas condiciones financieras adversas se profundizaron en el tercer trimestre, en el que vivimos un recrudecimiento de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos que acentuó la volatilidad internacional y generó nuevos temores sobre las perspectivas de crecimiento mundial. También observamos una crisis de confianza en Turquía y nos vimos impactados por el aumento de la incertidumbre brasileña.
Además de estos shocks internacionales, nos vimos afectados por el shock doméstico que fue la revelación del caso de los cuadernos. (Aplausos.)
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Antes de escuchar la exposición del señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena, pasaremos a un breve cuarto intermedio, a fin de aguardar la presencia del señor ministro, quien está llegando. Luego continuaremos con la reunión.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. VALLONE Pido la palabra.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Vallone.
SR. VALLONE Señor presidente: me parece que esta comisión, que se reúne poco -prácticamente nada en los últimos tiempos-, merece, por respeto a quienes la integramos y a todos los señores diputados, que antes de la llegada del ministro acordemos cuáles serán las reglas de juego del tratamiento del proyecto de ley presupuesto para 2019, pues no queremos que sea un tratamiento exprés. (Aplausos.)
Queremos saber con antelación quiénes vendrán a exponer. Asimismo debemos pensar entre todos si también no tendrían que escuchar el debate de este proyecto de ley de presupuesto los sectores de la producción, de la industria y de la economía argentina en general. Nos encontramos hablando de un proyecto de ley de presupuesto para 2019 que es muy importante en un momento muy difícil del país.
Por lo expuesto, le pido que acordemos esto para que no sea producto de una decisión unilateral.
Queremos saber con antelación quiénes vendrán a exponer. Asimismo debemos pensar entre todos si también no tendrían que escuchar el debate de este proyecto de ley de presupuesto los sectores de la producción, de la industria y de la economía argentina en general. Nos encontramos hablando de un proyecto de ley de presupuesto para 2019 que es muy importante en un momento muy difícil del país.
Por lo expuesto, le pido que acordemos esto para que no sea producto de una decisión unilateral.
SR. PRESIDENTE LASPINA La agenda de reuniones ya fue notificada. La semana que viene contaremos con la presencia del ministro Frigerio y también con el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Todo eso ya está planificado.
Desde ya, podemos dialogar sobre este punto. Si usted me hubiera solicitado el uso de la palabra al inicio, lo hubiésemos hecho.
Tengo en mi poder una nota que vamos a poner a consideración de la comisión que me ha acercado el señor diputado Bossio y por la que solicita la presencia de otros funcionarios del Poder Ejecutivo nacional. De modo tal que no veo ningún inconveniente en ese sentido.
La Presidencia solicita a los señores diputados un poco de paciencia antes de comenzar la próxima exposición, así esperamos que el señor ministro de Hacienda se haga presente en esta reunión informativa.
Tiene la palabra la señora diputada Camaño.
Desde ya, podemos dialogar sobre este punto. Si usted me hubiera solicitado el uso de la palabra al inicio, lo hubiésemos hecho.
Tengo en mi poder una nota que vamos a poner a consideración de la comisión que me ha acercado el señor diputado Bossio y por la que solicita la presencia de otros funcionarios del Poder Ejecutivo nacional. De modo tal que no veo ningún inconveniente en ese sentido.
La Presidencia solicita a los señores diputados un poco de paciencia antes de comenzar la próxima exposición, así esperamos que el señor ministro de Hacienda se haga presente en esta reunión informativa.
Tiene la palabra la señora diputada Camaño.
SRA. CAMAÑO Señor presidente: en primer término, quiero saludar a mis colegas y a los funcionarios que nos acompañan.
En segundo lugar, comparto las expresiones vertidas por el señor diputado preopinante. Además, quiero señalar, sin hacer ninguna valoración de capacidades, que francamente nos sentimos muy incómodos por lo que está sucediendo. Somos diputados de la Nación y representamos al pueblo argentino. El día lunes el señor ministro de Hacienda presentó el plan de gobierno más importante: el proyecto de ley presupuesto, es decir, la ley de leyes. Esta iniciativa no solamente tiene vinculación con la dirigencia política o con el círculo rojo, sino que además, por medio de ella, estamos disponiendo de la vida y los bienes de los argentinos. Por ende, debemos tener un mínimo de respeto.
Honestamente, no me he sentido respetada por el funcionario respecto del cual usted, señor presidente, decidió de manera unilateral que comenzara a informar. Vine a esta sala con la expectativa de escuchar a la persona más importante en la ejecución del presupuesto, que es el ministro de Hacienda.
Quiero recordar que en otros tiempos, en la primera reunión de comisión donde se trataba el proyecto de ley de presupuesto, no solo se hacían presentes los funcionarios, sino que además en alguna oportunidad estuvo presente el jefe de Gabinete de Ministros y todas las autoridades de la Cámara.
Quiero decir a los señores diputados del oficialismo que la consideración del proyecto de ley de presupuesto para 2019 no es un trámite, menos aún cuando todos los aquí presentes sabemos fehacientemente de que se trata esta iniciativa. Este no es cualquier proyecto de ley de presupuesto, ya que convoca a los argentinos a realizar un enorme sacrificio. Por eso debemos tratarnos con respeto.
No necesito que el funcionario venga a contarme las planillas que ya leí, porque desde el lunes estoy estudiando esta iniciativa. Por el contrario, necesito que me brinden explicaciones sobre este proyecto porque ciertamente resulta poco sustanciado desde el punto de vista económico, financiero, administrativo y constitucional.
Por lo tanto, le pido, señor presidente, que arbitre los medios para que se presente aquí inmediatamente el ministro de Hacienda, quien debía tener esta reunión dentro de su agenda como prioritaria. (Aplausos.)
En segundo lugar, comparto las expresiones vertidas por el señor diputado preopinante. Además, quiero señalar, sin hacer ninguna valoración de capacidades, que francamente nos sentimos muy incómodos por lo que está sucediendo. Somos diputados de la Nación y representamos al pueblo argentino. El día lunes el señor ministro de Hacienda presentó el plan de gobierno más importante: el proyecto de ley presupuesto, es decir, la ley de leyes. Esta iniciativa no solamente tiene vinculación con la dirigencia política o con el círculo rojo, sino que además, por medio de ella, estamos disponiendo de la vida y los bienes de los argentinos. Por ende, debemos tener un mínimo de respeto.
Honestamente, no me he sentido respetada por el funcionario respecto del cual usted, señor presidente, decidió de manera unilateral que comenzara a informar. Vine a esta sala con la expectativa de escuchar a la persona más importante en la ejecución del presupuesto, que es el ministro de Hacienda.
Quiero recordar que en otros tiempos, en la primera reunión de comisión donde se trataba el proyecto de ley de presupuesto, no solo se hacían presentes los funcionarios, sino que además en alguna oportunidad estuvo presente el jefe de Gabinete de Ministros y todas las autoridades de la Cámara.
Quiero decir a los señores diputados del oficialismo que la consideración del proyecto de ley de presupuesto para 2019 no es un trámite, menos aún cuando todos los aquí presentes sabemos fehacientemente de que se trata esta iniciativa. Este no es cualquier proyecto de ley de presupuesto, ya que convoca a los argentinos a realizar un enorme sacrificio. Por eso debemos tratarnos con respeto.
No necesito que el funcionario venga a contarme las planillas que ya leí, porque desde el lunes estoy estudiando esta iniciativa. Por el contrario, necesito que me brinden explicaciones sobre este proyecto porque ciertamente resulta poco sustanciado desde el punto de vista económico, financiero, administrativo y constitucional.
Por lo tanto, le pido, señor presidente, que arbitre los medios para que se presente aquí inmediatamente el ministro de Hacienda, quien debía tener esta reunión dentro de su agenda como prioritaria. (Aplausos.)
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. CAMAÑO Ello es así porque se supone que muchas cosas dependen de este proyecto de ley de presupuesto. Para no enumerarlas, quiero decir a los legisladores del oficialismo que hacen pullas que con este proyecto de ley de presupuesto se les está yendo la gobernabilidad. No sean tan necios.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. CAMAÑO Señor presidente: solicito que se haga presente el ministro de Hacienda en esta sala porque tenía una cita, nosotros no somos chicos y este no es un jardín de infantes. Estamos en una de las instituciones más importantes de la República. Después se llenan la boca hablando de la República. En la democracia existe la división de poderes y este es un poder del Estado. (Aplausos.)
Por lo tanto, comencemos por respetarnos todos, los que tenemos disidencias y los que defienden este proyecto de ley de presupuesto.
Esta situación también es una falta de respeto para los señores diputados del oficialismo, porque seguramente más de uno no sabe el motivo por el cual el ministro no está sentado donde le corresponde estarlo a esta hora. A ustedes también les están faltando el respeto.
Por lo expuesto, solicito que dejemos de hacer una mise en scène y tratemos de abocarnos a la consideración del proyecto de ley de presupuesto como corresponde. (Aplausos.)
Por lo tanto, comencemos por respetarnos todos, los que tenemos disidencias y los que defienden este proyecto de ley de presupuesto.
Esta situación también es una falta de respeto para los señores diputados del oficialismo, porque seguramente más de uno no sabe el motivo por el cual el ministro no está sentado donde le corresponde estarlo a esta hora. A ustedes también les están faltando el respeto.
Por lo expuesto, solicito que dejemos de hacer una mise en scène y tratemos de abocarnos a la consideración del proyecto de ley de presupuesto como corresponde. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Como he sido aludido, voy a hacer uso de la palabra.
En primer término, la idea justamente era escuchar la presentación de los señores secretarios, que son los que mejor conocen los detalles de la iniciativa y luego abrir el debate político con el ministro. Lamento que no compartan el criterio, pero es similar al que hemos tenido en otras reuniones informativas.
En segundo lugar, quiero decir que durante mucho tiempo fue costumbre en esta Cámara contar con la presencia del ministro, quien venía a presentar el proyecto de ley de presupuesto para el año siguiente en el Salón Delia Parodi. Después venían a exponer los secretarios, pero no lo hacía el ministro. Esto no sucedió cuando el señor diputado Kicillof estuvo a cargo del Ministerio, porque se hacía presente. Los invito a revisar los archivos donde consta lo que les he dicho.
Finalmente, quiero señalar que nosotros inauguramos una tradición a la cual veo que se aferran como si estuviera establecida en el reglamento: convocar a varios ministros del Poder Ejecutivo a brindar explicaciones a la Cámara. Esto no sucedía antes, ni siquiera al inicio de la democracia. Solo ocurría esto en honrosas excepciones. Nosotros siempre hemos invitado a muchísimos ministros a dar explicaciones aquí en oportunidad del tratamiento del proyecto de ley de presupuesto.
Por lo tanto, no acepto la objeción personal que me hizo la señora diputada preopinante sobre la forma en que conduzco esta comisión porque siempre lo he hecho de manera plural y democrática. A tal punto que hemos tenido gente que invadió la sala y la invitamos a hacer uso de la palabra en varias oportunidades por pedido de la oposición. Es decir que no hemos podido ser más abiertos y plurales.
Si el formato planteado por esta Presidencia no les convence -tal como parece que ocurre-, solicito pasar a cuarto intermedio y esperar al señor ministro, con el que habíamos coordinado que hubiera una presentación exhaustiva de los señores secretarios para informar a los señores diputados y no para faltarles el respeto.
Pero si lo que queremos es pasar directamente a la cuestión política o las preguntas podemos pasar a cuarto intermedio, suspender las exposiciones que parece que no son de utilidad para los señores diputados, esperar al señor ministro y directamente iniciar la ronda de preguntas. De esta manera nos ahorraríamos un tiempo que consideré que sería fructífero para todos, pero que por lo visto no lo es para algunos señores diputados.
Tiene la palabra el señor diputado Rossi.
En primer término, la idea justamente era escuchar la presentación de los señores secretarios, que son los que mejor conocen los detalles de la iniciativa y luego abrir el debate político con el ministro. Lamento que no compartan el criterio, pero es similar al que hemos tenido en otras reuniones informativas.
En segundo lugar, quiero decir que durante mucho tiempo fue costumbre en esta Cámara contar con la presencia del ministro, quien venía a presentar el proyecto de ley de presupuesto para el año siguiente en el Salón Delia Parodi. Después venían a exponer los secretarios, pero no lo hacía el ministro. Esto no sucedió cuando el señor diputado Kicillof estuvo a cargo del Ministerio, porque se hacía presente. Los invito a revisar los archivos donde consta lo que les he dicho.
Finalmente, quiero señalar que nosotros inauguramos una tradición a la cual veo que se aferran como si estuviera establecida en el reglamento: convocar a varios ministros del Poder Ejecutivo a brindar explicaciones a la Cámara. Esto no sucedía antes, ni siquiera al inicio de la democracia. Solo ocurría esto en honrosas excepciones. Nosotros siempre hemos invitado a muchísimos ministros a dar explicaciones aquí en oportunidad del tratamiento del proyecto de ley de presupuesto.
Por lo tanto, no acepto la objeción personal que me hizo la señora diputada preopinante sobre la forma en que conduzco esta comisión porque siempre lo he hecho de manera plural y democrática. A tal punto que hemos tenido gente que invadió la sala y la invitamos a hacer uso de la palabra en varias oportunidades por pedido de la oposición. Es decir que no hemos podido ser más abiertos y plurales.
Si el formato planteado por esta Presidencia no les convence -tal como parece que ocurre-, solicito pasar a cuarto intermedio y esperar al señor ministro, con el que habíamos coordinado que hubiera una presentación exhaustiva de los señores secretarios para informar a los señores diputados y no para faltarles el respeto.
Pero si lo que queremos es pasar directamente a la cuestión política o las preguntas podemos pasar a cuarto intermedio, suspender las exposiciones que parece que no son de utilidad para los señores diputados, esperar al señor ministro y directamente iniciar la ronda de preguntas. De esta manera nos ahorraríamos un tiempo que consideré que sería fructífero para todos, pero que por lo visto no lo es para algunos señores diputados.
Tiene la palabra el señor diputado Rossi.
SR. ROSSI Señor presidente: me parece que tenemos la oportunidad de encauzar la reunión. El señor diputado Vallone ha explicitado claramente lo que sentimos los diputados de la oposición: queremos saber cómo está diagramado el tratamiento del proyecto de ley de presupuesto para 2019 en esta comisión. Tenemos especial interés en escuchar no solamente al señor ministro y a los señores funcionarios del Poder Ejecutivo, sino también a los distintos actores de la sociedad civil, del mundo empresario y del trabajo, a los representantes de la CGT, de las organizaciones y de los movimientos sociales.
Tal como decía la señora diputada Camaño, esta iniciativa a priori no trae buenas noticias a los argentinos.
Sería bueno no solo escuchar a los que tuvieron la responsabilidad de elaborar el proyecto, sino también a las distintas voces que representan a los afectados por la aplicación de esta iniciativa.
Entonces, propongo, habida cuenta de que usted, señor presidente, comparte la mesa con tres vicepresidentes con los que conduce esta comisión, que durante el cuarto intermedio antes de escuchar al señor ministro se acuerde un mecanismo que resuelva cómo avanzamos y que se ponga a consideración de la comisión. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Laspina).- Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
Tal como decía la señora diputada Camaño, esta iniciativa a priori no trae buenas noticias a los argentinos.
Sería bueno no solo escuchar a los que tuvieron la responsabilidad de elaborar el proyecto, sino también a las distintas voces que representan a los afectados por la aplicación de esta iniciativa.
Entonces, propongo, habida cuenta de que usted, señor presidente, comparte la mesa con tres vicepresidentes con los que conduce esta comisión, que durante el cuarto intermedio antes de escuchar al señor ministro se acuerde un mecanismo que resuelva cómo avanzamos y que se ponga a consideración de la comisión. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Laspina).- Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
SR. BOSSIO Señor presidente: fuimos convocados a esta reunión con la presencia de la máxima autoridad en materia económica. Estamos convencidos de que lo que estamos discutiendo no es un tema menor para la Argentina, sino que es el proyecto de ley presupuesto para 2019 que ustedes han puesto en relevancia en términos de negociaciones con los gobernadores, lo cual amerita una discusión en el Congreso de la Nación.
Fuimos convocados a una reunión con el ministro de Hacienda, la máxima autoridad en materia económica y de ejecución presupuestaria y financiera en la Argentina.
Fuimos convocados para hablar no solo de las cuestiones técnicas, sino también sobre el devenir de la Argentina y las distintas posiciones de los diferentes espacios políticos.
Fuimos convocados para escuchar a quien firmó el acuerdo con el FMI, con quien supuestamente está renegociando otro acuerdo.
No tenemos nada que objetar de las cualidades personales, profesionales o técnicas de quienes están hablando.
Queremos escuchar todo lo que sea necesario, pero habíamos sido convocados a una reunión en donde la máxima autoridad económica del país iba a defender el proyecto de ley presupuesto para 2019 que presenta el Poder Ejecutivo ante el Congreso de la Nación. Yo no sé cuán prioritario es para el ministro Dujovne el proyecto de ley presupuesto para 2019; ya tengo dudas.
La verdad es que su ausencia es una falta de respeto institucional, y lo quiero decir con todas las letras. Nosotros venimos estudiando el tema. Incluso habíamos acordado no solo hacerlo el día martes, sino dar más días hasta hoy para leer los más de 120 artículos que tiene esta iniciativa. Los leímos y estudiamos. Hubo buena predisposición. No estamos hablando de cualidades personales suyas, señor presidente, sino analizando si el proyecto de ley presupuesto para 2019 es una prioridad para el gobierno.
¿Quiere venir quien comanda y conduce la economía argentina a dar explicaciones al Congreso, intercambiar ideas y explicarnos por qué decidió ese dólar, esa tasa de crecimiento, esos impuestos y esas retenciones? La verdad es que no lo vemos así.
En segundo lugar, con el señor diputado Lavagna y otros miembros de esta comisión hemos presentado una solicitud en el sentido de que venga a este cuerpo el señor presidente del Banco Central, quien es otro de los confirmantes del acuerdo con el FMI. Hay una variable clave en la economía que jaquea a la economía argentina desde el 24 de abril del corriente año. Hay una corrida enorme. Queremos que nos lo explique, y él seguramente tendrá muchos más elementos técnicos para hacerlo que cualquiera de los que estamos acá.
Por otra parte, se están tomando disposiciones en materia de la ANSES. Queremos que vengan los directores de la AFIP y de la ANSES, y también la ministra de Salud y Desarrollo Social. Siempre ha tenido buena predisposición y ha explicado con solvencia todos los temas.
Además, queremos que venga el ministro de Transporte. Hay una transferencia de recursos provinciales a la Nación. El transporte va a aumentar, por lo que queremos que expliquen cómo lo va a hacer.
También queremos que venga el secretario Iguacel, porque una parte importante son los subsidios. Necesitamos que nos expliquen qué va a pasar con las tarifas.
No podemos continuar sin previsibilidad ni agenda. Discutir estos temas es prioritario para nosotros; espero que para el Poder Ejecutivo también lo sea.
Fuimos convocados a una reunión con el ministro de Hacienda, la máxima autoridad en materia económica y de ejecución presupuestaria y financiera en la Argentina.
Fuimos convocados para hablar no solo de las cuestiones técnicas, sino también sobre el devenir de la Argentina y las distintas posiciones de los diferentes espacios políticos.
Fuimos convocados para escuchar a quien firmó el acuerdo con el FMI, con quien supuestamente está renegociando otro acuerdo.
No tenemos nada que objetar de las cualidades personales, profesionales o técnicas de quienes están hablando.
Queremos escuchar todo lo que sea necesario, pero habíamos sido convocados a una reunión en donde la máxima autoridad económica del país iba a defender el proyecto de ley presupuesto para 2019 que presenta el Poder Ejecutivo ante el Congreso de la Nación. Yo no sé cuán prioritario es para el ministro Dujovne el proyecto de ley presupuesto para 2019; ya tengo dudas.
La verdad es que su ausencia es una falta de respeto institucional, y lo quiero decir con todas las letras. Nosotros venimos estudiando el tema. Incluso habíamos acordado no solo hacerlo el día martes, sino dar más días hasta hoy para leer los más de 120 artículos que tiene esta iniciativa. Los leímos y estudiamos. Hubo buena predisposición. No estamos hablando de cualidades personales suyas, señor presidente, sino analizando si el proyecto de ley presupuesto para 2019 es una prioridad para el gobierno.
¿Quiere venir quien comanda y conduce la economía argentina a dar explicaciones al Congreso, intercambiar ideas y explicarnos por qué decidió ese dólar, esa tasa de crecimiento, esos impuestos y esas retenciones? La verdad es que no lo vemos así.
En segundo lugar, con el señor diputado Lavagna y otros miembros de esta comisión hemos presentado una solicitud en el sentido de que venga a este cuerpo el señor presidente del Banco Central, quien es otro de los confirmantes del acuerdo con el FMI. Hay una variable clave en la economía que jaquea a la economía argentina desde el 24 de abril del corriente año. Hay una corrida enorme. Queremos que nos lo explique, y él seguramente tendrá muchos más elementos técnicos para hacerlo que cualquiera de los que estamos acá.
Por otra parte, se están tomando disposiciones en materia de la ANSES. Queremos que vengan los directores de la AFIP y de la ANSES, y también la ministra de Salud y Desarrollo Social. Siempre ha tenido buena predisposición y ha explicado con solvencia todos los temas.
Además, queremos que venga el ministro de Transporte. Hay una transferencia de recursos provinciales a la Nación. El transporte va a aumentar, por lo que queremos que expliquen cómo lo va a hacer.
También queremos que venga el secretario Iguacel, porque una parte importante son los subsidios. Necesitamos que nos expliquen qué va a pasar con las tarifas.
No podemos continuar sin previsibilidad ni agenda. Discutir estos temas es prioritario para nosotros; espero que para el Poder Ejecutivo también lo sea.
SR. PRESIDENTE LASPINA Antes de darle la palabra al señor diputado Negri, aclaro que la agenda de los próximos días ya fue comunicada. Ya está llegando el secretario Iguacel, de manera que ese punto lo hemos ratificado.
Tenemos aquí a tres secretarios de Estado -Filippini, Bausili y Pena-, al jefe de Gabinete del Ministerio y al secretario Legal y Técnico. Así que tengamos cuidado con el tono.
Tenemos aquí a tres secretarios de Estado -Filippini, Bausili y Pena-, al jefe de Gabinete del Ministerio y al secretario Legal y Técnico. Así que tengamos cuidado con el tono.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Hay diputados que se consideran agraviados, pero acá hay tres secretarios de Estado que han venido a hacer sus presentaciones y dar explicaciones. Entiendo que algunos señores diputados no los quieran escuchar y quieran oír al ministro, pero creo que en ese sentido hay un error.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Negri.
SR. NEGRI Señor presidente: en primer término, quiero decir que el ministro está cruzando la plaza, pero hay cortes que le impiden llegar, como ocurre con bastante facilidad cada semana.
En segundo lugar, comunico a todos los colegas que vamos a tener toda la paciencia y tranquilidad que durante todos estos años -inclusive al momento de la presentación del proyecto de ley de presupuesto- no tuvieron cuando nosotros reclamábamos la presencia de distintos funcionarios. Va a ser a la inversa. Como el presupuesto es importante no solo para este gobierno, sino también para todos los que estuvieron antes, el comportamiento debe ser igual.
En tercer término, nosotros no cambiamos el orden de jerarquía. Siempre hemos llamado a varios funcionarios, más allá de que algunos han venido y otros no. El presidente de la comisión ha dicho que ya están aquí y que vendrá el secretario Iguacel, cuya área era hasta hace poco un ministerio. En consecuencia, también en ese caso nos hubiera estado acompañando aquí un ministro.
Después elijan el menú, por dónde empiezan, por qué esquina; no hay problema, nos pondremos de acuerdo. Pero declarar una intifada por media hora de desorganización en relación con cuándo iba a llegar el Ministerio es echarse un discurso adelantado de lo que dirán en el recinto. Como colega, les digo que tienen todo el derecho a hacerlo, pero somos todos grandes. En todo caso, si quieren nos corremos un rato, atiendan a la televisión y después nos sentamos a trabajar. (Aplausos.)
El ministro está llegando, no es que no va a venir. Está a media cuadra. Lo único que pretendió el señor presidente de la comisión era que los funcionarios comenzaran a dar un panorama, como se hizo muchas veces. Pero fíjense lo que se desató en dos minutos: una tormenta peor que la que mencionó el presidente Macri.
Ya está llegando el ministro. Lo van a tener todo el día; si quieren, con cama adentro, no hay ningún problema. (Risas.)
Pero pido que tengamos calma y no hagamos un espectáculo en este momento tan serio que vive la Argentina y nos preocupa a todos. Estamos hablando de veinte minutos. La presencia del ministro estaba programada para las 15, según me informó el señor presidente de la comisión, porque preveía que primero hablarían los funcionarios.
¿Hubo un error? Les pido disculpas por el error. ¿Ustedes nunca se equivocaron? Ya está llegando el ministro y lo van a tener en persona. Lo único que les pido es que por lo menos lo saluden cuando entre. (Aplausos.)
En segundo lugar, comunico a todos los colegas que vamos a tener toda la paciencia y tranquilidad que durante todos estos años -inclusive al momento de la presentación del proyecto de ley de presupuesto- no tuvieron cuando nosotros reclamábamos la presencia de distintos funcionarios. Va a ser a la inversa. Como el presupuesto es importante no solo para este gobierno, sino también para todos los que estuvieron antes, el comportamiento debe ser igual.
En tercer término, nosotros no cambiamos el orden de jerarquía. Siempre hemos llamado a varios funcionarios, más allá de que algunos han venido y otros no. El presidente de la comisión ha dicho que ya están aquí y que vendrá el secretario Iguacel, cuya área era hasta hace poco un ministerio. En consecuencia, también en ese caso nos hubiera estado acompañando aquí un ministro.
Después elijan el menú, por dónde empiezan, por qué esquina; no hay problema, nos pondremos de acuerdo. Pero declarar una intifada por media hora de desorganización en relación con cuándo iba a llegar el Ministerio es echarse un discurso adelantado de lo que dirán en el recinto. Como colega, les digo que tienen todo el derecho a hacerlo, pero somos todos grandes. En todo caso, si quieren nos corremos un rato, atiendan a la televisión y después nos sentamos a trabajar. (Aplausos.)
El ministro está llegando, no es que no va a venir. Está a media cuadra. Lo único que pretendió el señor presidente de la comisión era que los funcionarios comenzaran a dar un panorama, como se hizo muchas veces. Pero fíjense lo que se desató en dos minutos: una tormenta peor que la que mencionó el presidente Macri.
Ya está llegando el ministro. Lo van a tener todo el día; si quieren, con cama adentro, no hay ningún problema. (Risas.)
Pero pido que tengamos calma y no hagamos un espectáculo en este momento tan serio que vive la Argentina y nos preocupa a todos. Estamos hablando de veinte minutos. La presencia del ministro estaba programada para las 15, según me informó el señor presidente de la comisión, porque preveía que primero hablarían los funcionarios.
¿Hubo un error? Les pido disculpas por el error. ¿Ustedes nunca se equivocaron? Ya está llegando el ministro y lo van a tener en persona. Lo único que les pido es que por lo menos lo saluden cuando entre. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Frana.
SRA. FRANA Señor presidente: me parece que no es un tiempo de chicanas. Estamos en un momento donde tratamos un proyecto de ley de presupuesto que compromete su futuro, el de sus hijos y el de los míos. Esta demora no es de diez minutos sino de tres meses o más, porque tendríamos que haber estado discutiendo acá cuando se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Por eso el apuro. (Aplausos.)
Ingresa a la sala el señor ministro de Hacienda de la Nación, licenciado Nicolás Dujovne.
SRA. FRANA Respeto mucho a los funcionarios y agradezco que esté presente el ministro, pero reclamo que hace tres meses debíamos haber discutido acá el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Laspina).- Entonces, vamos a cambiar el orden que habíamos establecido -que veo que no ha sido de interés para algunos señores diputados de la oposición-, que consistía en escuchar la explicación de los lineamientos centrales del presupuesto por parte de los señores secretarios de Estado.
Tiene la palabra al señor ministro de Hacienda, licenciado Nicolás Dujovne.
Sr. Presidente (Laspina).- Entonces, vamos a cambiar el orden que habíamos establecido -que veo que no ha sido de interés para algunos señores diputados de la oposición-, que consistía en escuchar la explicación de los lineamientos centrales del presupuesto por parte de los señores secretarios de Estado.
Tiene la palabra al señor ministro de Hacienda, licenciado Nicolás Dujovne.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Muy buenas tardes a todos. Les pido perdón por la demora. Los lineamientos del proyecto de ley de presupuesto para 2019 ya los habíamos precisado hace pocos días.
Por ello, aquí están presentes mis secretarios, para dar los detalles pertinentes, pero estamos totalmente dispuestos a cambiar el orden de la reunión y comenzar con las preguntas en vez de la exposición. En ese sentido, estoy dispuesto a empezar a tomar las inquietudes de los señores diputados de la comisión.
Por ello, aquí están presentes mis secretarios, para dar los detalles pertinentes, pero estamos totalmente dispuestos a cambiar el orden de la reunión y comenzar con las preguntas en vez de la exposición. En ese sentido, estoy dispuesto a empezar a tomar las inquietudes de los señores diputados de la comisión.
SR. PRESIDENTE LASPINA Muchas gracias, señor ministro.
De la misma forma que los señores diputados han pedido respeto en términos del orden de las presentaciones, yo también voy a solicitar a los señores diputados que respetemos a los funcionarios presentes, aprovechemos el tiempo y seamos concretos con las preguntas, así podemos escuchar las respuestas.
El objetivo de esta reunión informativa no es deliberar entre los señores diputados. Quien quiera dar un discurso lo puede hacer, pero tratemos de aprovechar la oportunidad, en la medida de lo posible, para formular preguntas puntuales.
En la misma línea en que hemos subido tanto la vara en materia de respetarnos mutuamente, pido el mismo respeto en cuanto a la formulación de preguntas concretas, pues todos los que estamos acá queremos escuchar al señor ministro y las preguntas. Después tendremos tiempo de escuchar otras opiniones, historias y deliberaciones que queramos hacer.
Por lo tanto, con la misma vara alta que hemos fijado el ordenamiento de esta reunión, solicito a los señores diputados, brevedad y contundencia en el orden de las preguntas para aprovechar al máximo esta reunión informativa.
Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
De la misma forma que los señores diputados han pedido respeto en términos del orden de las presentaciones, yo también voy a solicitar a los señores diputados que respetemos a los funcionarios presentes, aprovechemos el tiempo y seamos concretos con las preguntas, así podemos escuchar las respuestas.
El objetivo de esta reunión informativa no es deliberar entre los señores diputados. Quien quiera dar un discurso lo puede hacer, pero tratemos de aprovechar la oportunidad, en la medida de lo posible, para formular preguntas puntuales.
En la misma línea en que hemos subido tanto la vara en materia de respetarnos mutuamente, pido el mismo respeto en cuanto a la formulación de preguntas concretas, pues todos los que estamos acá queremos escuchar al señor ministro y las preguntas. Después tendremos tiempo de escuchar otras opiniones, historias y deliberaciones que queramos hacer.
Por lo tanto, con la misma vara alta que hemos fijado el ordenamiento de esta reunión, solicito a los señores diputados, brevedad y contundencia en el orden de las preguntas para aprovechar al máximo esta reunión informativa.
Tiene la palabra el señor diputado Bossio.
El señor diputado Iglesias hace uso de la palabra fuera de micrófono, por lo que no se alcanzan a percibir sus manifestaciones.
SR. BOSSIO ¿Qué decís?
SR. IGLESIAS Hablá, hablá.
SR. BOSSIO Me dio la palabra el presidente. Siempre estás faltando el respeto. Vos sos un irrespetuoso.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Señores diputados, por favor, mantengamos la calma.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Por favor, pido a los señores diputados que traten de no hablar entre sí. Mantengamos el orden de la reunión. Recordemos que hay una sociedad entera que nos está mirando. Estemos a la altura de las circunstancias. Por eso pido que tengamos una reunión ordenada.
Continúa en el uso de la palabra el señor diputado Bossio.
Continúa en el uso de la palabra el señor diputado Bossio.
SR. BOSSIO Señor presidente, señor ministro: pasemos a discutir lo que realmente es importante, que es el proyecto de ley de presupuesto para 2019, que para nosotros ha sido y será un tema de debate. Podemos coincidir o no, pero claramente la Cámara de Diputados es el ámbito donde se tiene que debatir esta iniciativa.
Me voy a tomar dos minutos para efectuar una reflexión económica porque de lo contrario no podré formular ningún tipo de preguntas.
El tratamiento del proyecto de ley de presupuesto anterior duró veinticuatro horas, y usted, señor presidente, participó de esa conferencia de prensa que se celebró el 28 de diciembre, un día después de que esa iniciativa fuera aprobada por la Cámara de Senadores. Esperemos que eso no vuelva a ocurrir.
Entiendo las tormentas y la incertidumbre, pero la verdad es que es muy difícil formular políticas públicas si no hay una planificación y si efectivamente no se recurre a donde hay que recurrir para discutir estos temas, que es el Congreso de la Nación.
Nosotros no coincidimos respecto de que el rumbo económico tenga una sola opción y no creemos que este rumbo económico sea acertado; lo tenemos que decir. Si había déficit global en 2015, ese déficit se agravó. Si había déficit en materia de cuenta corriente también se agravó en ese aspecto, es decir, se necesitan más dólares que antes.
La verdad es que estamos convencidos de que este proyecto de ley de presupuesto, en definitiva, no está resolviendo muchos de los problemas que tenemos sobre la mesa. Si uno habla con las pymes y les pregunta si adoptarían estos criterios, estos presupuestos, este valor del dólar y este valor de crecimiento, ellas señalan que harían otro presupuesto. Lo mismo pasaría con la comunidad educativa y otros sectores que, evidentemente, la están pasando muy mal en la Argentina. Entendemos que este proyecto de ley de presupuesto no les va a resolver la situación cotidiana.
Antes de comenzar a formular las preguntas referidas al proyecto de ley de presupuesto para 2019 quiero plantear dos interrogantes y pedir al señor ministro que reflexione en cuanto a las respuestas.
En primer término, quiero preguntar al señor ministro si está negociando una ampliación del crédito con el FMI -como salió publicado hoy en el diario Clarín- por 20.000 o 15.000 millones de dólares. Considero que ese dato no es menor en términos de que estamos discutiendo un proyecto de ley de presupuesto.
En segundo lugar, el señor ministro, por lo que vemos en sus reuniones, habitualmente está en comunicación con el Tesoro de los Estados Unidos. Asimismo, el presidente habla y hace públicas las reuniones con Trump. Justamente, un asesor de Trump, en el Tesoro de los Estados Unidos, dijo que la Argentina estaba trabajando junto con ellos para la dolarización y la convertibilidad.
Tengo la obligación de plantear esta inquietud a quien conduce los destinos económicos del país en el marco de la discusión del proyecto de ley de presupuesto para 2019. Me parece que es importante que la Cámara de Diputados conozca si vamos hacia una dolarización o una convertibilidad y si efectivamente se está negociando o no una ampliación del crédito con el FMI.
A continuación me referiré al articulado del proyecto de ley de presupuesto.
Consideramos que estamos frente a una crisis muy fuerte y que tenemos que modificar los artículos 8° y 9° para que la disponibilidad de recursos adicionales, si los hubiera, sea discutida en el Congreso de la Nación. Estos artículos son distintos de los que contenía la ley de presupuesto de años anteriores, porque establecen que hay recursos adicionales y que el jefe de Gabinete de Ministros podrá disponer de ellos. Esta es una facultad delegada del Congreso Nacional al Poder Ejecutivo nacional. Pretendemos que si hubiera recursos adicionales, el Congreso Nacional decida cuál debe ser su destino, es decir, a pagar deuda, constituir un fondo anticíclico o pagar algún gasto social, en función de la sensibilidad que tengamos desde este Parlamento para asignar esos recursos.
En otro momento hubiera dicho que la flexibilidad del gobierno nacional para contar con recursos adicionales es correcta. Pero estamos en una instancia en la que se presenta un proyecto de ley de presupuesto en el que se establece un tope de gastos. En otras palabras, el Congreso de la Nación está determinando ese tope para que luego el Poder Ejecutivo decida cuánto se gasta.
De hecho, si se analizan las planillas de ejecución puede observarse que la partida para el programa de Políticas Alimentarias de la ley de presupuesto sancionada por el Congreso Nacional fue de 9.980 millones de pesos. Luego se reestructuró a 10.080 millones de pesos y ya se comprometieron 6.300 millones de la misma moneda. A la fecha se ha ejecutado un 46 por ciento.
Por lo tanto, nosotros aprobamos un tope de gastos que luego ejecuta el Poder Ejecutivo. Si este último quiere, ejecuta todo, y si no, una parte.
En cuanto a la Cobertura Universal de Salud, la ley de presupuesto sancionada por el Congreso Nacional estableció la suma de 1.229 millones de pesos. Se pagaron 374 millones de pesos y se devengaron -es decir, se comprometieron, se licitaron o las empresas privadas ya le han facturado al Estado- 432 millones de la misma moneda, lo que representa el 18 por ciento del total.
Entonces, me da la sensación de que debemos dar al Congreso Nacional una mayor institucionalidad y la posibilidad de decidir sobre los gastos.
Otro tema que me preocupa es el de la deuda. En términos de recursos, los intereses de la deuda pasaron del 1,4 por ciento del PBI en 2015, al 2,1 por ciento el año pasado y al 3 por ciento en el corriente año.
En términos de recaudación, los intereses de la deuda representan, según el propio presupuesto, el 18 por ciento de lo recaudado, mientras que en 2015 significaban el 6,6 por ciento, o sea que de cada 100 pesos que recaudaba el Estado, 6,6 pesos se destinaban al pago de los servicios de la deuda.
Hay un artículo que me preocupa y que me parece que ya hemos discutido en la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Deuda Exterior de la Nación. Me refiero al artículo referido a la Ley de Administración Financiera por el que se habilita al Poder Ejecutivo a reestructurar la deuda. Ese artículo se usó en la Argentina en 2001 con el megacanje, cuando se llevó a cabo una reestructuración de la deuda. Es una delegación del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo en el marco de la ley de Administración Financiera. ¿Qué es lo que establece esa delegación? Que si se va a reestructurar la deuda debe haber una mejora para el erario, o sea, para todos.
En este sentido, se establecen tres condiciones: el monto, el plazo y la tasa de interés. ¿Qué es lo que determina el proyecto de ley de presupuesto para 2019? Un artículo que dice que la reestructuración no va a ser en cuanto al monto, el plazo o el interés, sino de acuerdo con las condiciones del mercado.
Entonces, mi pregunta es la siguiente: ¿el Poder Ejecutivo tiene pensado reestructurar la deuda. ¿Cómo piensa hacerlo? ¿Por qué no quieren venir sus funcionarios al Congreso de la Nación, si efectivamente quieren cumplir con alguna de las tres mejoras que serían beneficiosas, es decir, lograr un mayor plazo, una menor tasa o un menor monto?
En relación con la ANSES, hay una discusión muy grande acerca de si se utilizan o no las rentas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En el Congreso de la Nación, en el marco del tratamiento del proyecto de ley por el que se estableció la Reparación Histórica, se agregó el concepto de las "rentas producidas". Pero la verdad es que nunca se dispuso financieramente de esas rentas, aunque sí contablemente. Eso no se produjo durante el anterior gobierno y tampoco en el actual, razón por la cual ese fondo ha crecido.
Por medio de un artículo de este proyecto de ley de presupuesto se está incorporando una parte de esas rentas netas de lo que paga el Tesoro. En otras palabras, se estarían incorporando al tesoro de la ANSES los intereses de un plazo fijo, los que paga una obligación negociable, los dividendos que paga una acción o los intereses que pagan otros activos financieros. Según nos han dicho, esto lo hacen para el pago de la Reparación Histórica.
Entonces, las preguntas son las siguientes: ¿se va a disponer de manera contable y financiera de esos fondos como no se lo venía haciendo? ¿Se va a contar con esas rentas? Tal vez leí mal, pero de la lectura a priori parecería que se habilita ese uso. De lo contrario, invito a los funcionarios a debatir la redacción del proyecto, a fin de ver qué hacemos con esos recursos, es decir, si se va a utilizar o no la renta de la ANSES y que objetivo se va a alcanzar en ese sentido.
No quiero discutir sobre las pensiones universales que propuso este gobierno y respecto de las cuales ahora se está acotando el límite y el derecho. Mi experiencia es que todo eso se va a judicializar. Cuando el gobierno propone la sanción de una ley, otorga un derecho...
Me voy a tomar dos minutos para efectuar una reflexión económica porque de lo contrario no podré formular ningún tipo de preguntas.
El tratamiento del proyecto de ley de presupuesto anterior duró veinticuatro horas, y usted, señor presidente, participó de esa conferencia de prensa que se celebró el 28 de diciembre, un día después de que esa iniciativa fuera aprobada por la Cámara de Senadores. Esperemos que eso no vuelva a ocurrir.
Entiendo las tormentas y la incertidumbre, pero la verdad es que es muy difícil formular políticas públicas si no hay una planificación y si efectivamente no se recurre a donde hay que recurrir para discutir estos temas, que es el Congreso de la Nación.
Nosotros no coincidimos respecto de que el rumbo económico tenga una sola opción y no creemos que este rumbo económico sea acertado; lo tenemos que decir. Si había déficit global en 2015, ese déficit se agravó. Si había déficit en materia de cuenta corriente también se agravó en ese aspecto, es decir, se necesitan más dólares que antes.
La verdad es que estamos convencidos de que este proyecto de ley de presupuesto, en definitiva, no está resolviendo muchos de los problemas que tenemos sobre la mesa. Si uno habla con las pymes y les pregunta si adoptarían estos criterios, estos presupuestos, este valor del dólar y este valor de crecimiento, ellas señalan que harían otro presupuesto. Lo mismo pasaría con la comunidad educativa y otros sectores que, evidentemente, la están pasando muy mal en la Argentina. Entendemos que este proyecto de ley de presupuesto no les va a resolver la situación cotidiana.
Antes de comenzar a formular las preguntas referidas al proyecto de ley de presupuesto para 2019 quiero plantear dos interrogantes y pedir al señor ministro que reflexione en cuanto a las respuestas.
En primer término, quiero preguntar al señor ministro si está negociando una ampliación del crédito con el FMI -como salió publicado hoy en el diario Clarín- por 20.000 o 15.000 millones de dólares. Considero que ese dato no es menor en términos de que estamos discutiendo un proyecto de ley de presupuesto.
En segundo lugar, el señor ministro, por lo que vemos en sus reuniones, habitualmente está en comunicación con el Tesoro de los Estados Unidos. Asimismo, el presidente habla y hace públicas las reuniones con Trump. Justamente, un asesor de Trump, en el Tesoro de los Estados Unidos, dijo que la Argentina estaba trabajando junto con ellos para la dolarización y la convertibilidad.
Tengo la obligación de plantear esta inquietud a quien conduce los destinos económicos del país en el marco de la discusión del proyecto de ley de presupuesto para 2019. Me parece que es importante que la Cámara de Diputados conozca si vamos hacia una dolarización o una convertibilidad y si efectivamente se está negociando o no una ampliación del crédito con el FMI.
A continuación me referiré al articulado del proyecto de ley de presupuesto.
Consideramos que estamos frente a una crisis muy fuerte y que tenemos que modificar los artículos 8° y 9° para que la disponibilidad de recursos adicionales, si los hubiera, sea discutida en el Congreso de la Nación. Estos artículos son distintos de los que contenía la ley de presupuesto de años anteriores, porque establecen que hay recursos adicionales y que el jefe de Gabinete de Ministros podrá disponer de ellos. Esta es una facultad delegada del Congreso Nacional al Poder Ejecutivo nacional. Pretendemos que si hubiera recursos adicionales, el Congreso Nacional decida cuál debe ser su destino, es decir, a pagar deuda, constituir un fondo anticíclico o pagar algún gasto social, en función de la sensibilidad que tengamos desde este Parlamento para asignar esos recursos.
En otro momento hubiera dicho que la flexibilidad del gobierno nacional para contar con recursos adicionales es correcta. Pero estamos en una instancia en la que se presenta un proyecto de ley de presupuesto en el que se establece un tope de gastos. En otras palabras, el Congreso de la Nación está determinando ese tope para que luego el Poder Ejecutivo decida cuánto se gasta.
De hecho, si se analizan las planillas de ejecución puede observarse que la partida para el programa de Políticas Alimentarias de la ley de presupuesto sancionada por el Congreso Nacional fue de 9.980 millones de pesos. Luego se reestructuró a 10.080 millones de pesos y ya se comprometieron 6.300 millones de la misma moneda. A la fecha se ha ejecutado un 46 por ciento.
Por lo tanto, nosotros aprobamos un tope de gastos que luego ejecuta el Poder Ejecutivo. Si este último quiere, ejecuta todo, y si no, una parte.
En cuanto a la Cobertura Universal de Salud, la ley de presupuesto sancionada por el Congreso Nacional estableció la suma de 1.229 millones de pesos. Se pagaron 374 millones de pesos y se devengaron -es decir, se comprometieron, se licitaron o las empresas privadas ya le han facturado al Estado- 432 millones de la misma moneda, lo que representa el 18 por ciento del total.
Entonces, me da la sensación de que debemos dar al Congreso Nacional una mayor institucionalidad y la posibilidad de decidir sobre los gastos.
Otro tema que me preocupa es el de la deuda. En términos de recursos, los intereses de la deuda pasaron del 1,4 por ciento del PBI en 2015, al 2,1 por ciento el año pasado y al 3 por ciento en el corriente año.
En términos de recaudación, los intereses de la deuda representan, según el propio presupuesto, el 18 por ciento de lo recaudado, mientras que en 2015 significaban el 6,6 por ciento, o sea que de cada 100 pesos que recaudaba el Estado, 6,6 pesos se destinaban al pago de los servicios de la deuda.
Hay un artículo que me preocupa y que me parece que ya hemos discutido en la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Deuda Exterior de la Nación. Me refiero al artículo referido a la Ley de Administración Financiera por el que se habilita al Poder Ejecutivo a reestructurar la deuda. Ese artículo se usó en la Argentina en 2001 con el megacanje, cuando se llevó a cabo una reestructuración de la deuda. Es una delegación del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo en el marco de la ley de Administración Financiera. ¿Qué es lo que establece esa delegación? Que si se va a reestructurar la deuda debe haber una mejora para el erario, o sea, para todos.
En este sentido, se establecen tres condiciones: el monto, el plazo y la tasa de interés. ¿Qué es lo que determina el proyecto de ley de presupuesto para 2019? Un artículo que dice que la reestructuración no va a ser en cuanto al monto, el plazo o el interés, sino de acuerdo con las condiciones del mercado.
Entonces, mi pregunta es la siguiente: ¿el Poder Ejecutivo tiene pensado reestructurar la deuda. ¿Cómo piensa hacerlo? ¿Por qué no quieren venir sus funcionarios al Congreso de la Nación, si efectivamente quieren cumplir con alguna de las tres mejoras que serían beneficiosas, es decir, lograr un mayor plazo, una menor tasa o un menor monto?
En relación con la ANSES, hay una discusión muy grande acerca de si se utilizan o no las rentas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En el Congreso de la Nación, en el marco del tratamiento del proyecto de ley por el que se estableció la Reparación Histórica, se agregó el concepto de las "rentas producidas". Pero la verdad es que nunca se dispuso financieramente de esas rentas, aunque sí contablemente. Eso no se produjo durante el anterior gobierno y tampoco en el actual, razón por la cual ese fondo ha crecido.
Por medio de un artículo de este proyecto de ley de presupuesto se está incorporando una parte de esas rentas netas de lo que paga el Tesoro. En otras palabras, se estarían incorporando al tesoro de la ANSES los intereses de un plazo fijo, los que paga una obligación negociable, los dividendos que paga una acción o los intereses que pagan otros activos financieros. Según nos han dicho, esto lo hacen para el pago de la Reparación Histórica.
Entonces, las preguntas son las siguientes: ¿se va a disponer de manera contable y financiera de esos fondos como no se lo venía haciendo? ¿Se va a contar con esas rentas? Tal vez leí mal, pero de la lectura a priori parecería que se habilita ese uso. De lo contrario, invito a los funcionarios a debatir la redacción del proyecto, a fin de ver qué hacemos con esos recursos, es decir, si se va a utilizar o no la renta de la ANSES y que objetivo se va a alcanzar en ese sentido.
No quiero discutir sobre las pensiones universales que propuso este gobierno y respecto de las cuales ahora se está acotando el límite y el derecho. Mi experiencia es que todo eso se va a judicializar. Cuando el gobierno propone la sanción de una ley, otorga un derecho...
SR. IGLESIAS Ya te pasó, claro.
SR. BOSSIO ¿Por qué tiene que interrumpir, señor diputado?
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Por favor, señor diputado Iglesias, le pido que no interrumpa al orador.
Continúa en el uso de la palabra el señor diputado Bossio.
Continúa en el uso de la palabra el señor diputado Bossio.
SR. BOSSIO Quiero decir que eso, efectivamente, no me pasó a mí, sino al Estado nacional. No le sucede a un directorio, ni a un ministerio, ni a un funcionario. Podrán hacer una demanda contra un director en particular, pero terminará siendo contra el Estado. Por lo tanto, cuando uno cambia algo, en la práctica se termina judicializando el tema. De hecho, hace pocas horas hubo un fallo de la Corte Suprema de Justicia. No lo comparto, pero hubo un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Lo cierto es que los fallos, una vez que se dictan, tiene que ser aplicados y ejecutados.
Entonces, lo que quiero decir, sobre la base de mi experiencia, es que ese tipo de cosas lo único que hacen es generar dificultades en términos de la Justicia. Además, no me parece justo acotar un derecho a alguien, como en el caso de una pensión universal, por ejemplo.
Con respecto a la PPP, un día vinieron al Congreso Nacional y dijeron que si no había aportes privados no había dinero para hacer obras públicas. La lógica de la PPP es que el sector privado hace el aporte, toma el riesgo, consigue financiamiento y trata de no involucrar al Estado.
Evidentemente las condiciones cambiaron, porque se adjudicaron las PPP pero ninguna arrancó. Es cierto que tienen un año para ejecutar la parte financiera. Pero también lo es que venimos poniendo parches para que las PPP funcionen. Estamos haciendo un gran esfuerzo, pero evidentemente no funcionan, porque no hay una sola obra que haya comenzado.
Además hay otro tema que me preocupa y que quiero expresar al señor ministro con todas las letras. Ya no se trata de una cuestión entre el señor ministro como funcionario y yo como diputado, sino del Estado.
Concretamente, en el contrato hay un artículo sobre la famosa brecha, que tiene como objetivo cubrir al inversor. La brecha está dada por la diferencia entre la tasa de interés de un bono argentino y la de un bono norteamericano.
En ese contrato hay una tablita. Si esa brecha se agranda, hay que pagar más. Los contratos de PPP se adjudicaron el 24 de abril de 2018, días después del comienzo de la corrida, cuando el dólar valía 24,40 pesos. En ese momento un bono argentino rendía el 6,25 por ciento. Cuando hicimos este ejercicio el bono argentino rendía el 10,25 por ciento. La brecha es de 372 puntos básicos, o sea un 3,72 por ciento por encima de lo que rendía el bono en el momento en que se firmó el contrato. El contrato dice que hay que aumentar el 31,4 por ciento el valor en dólares del valor adjudicado.
Se firmaron seis contratos de PPP por un valor de 9.970 millones de dólares. Si hoy firmáramos el acuerdo financiero, por las condiciones de mercado tendríamos que firmar por 13.100 millones de dólares, es decir 3.130 millones de dólares adicionales.
Entonces, quiero decir al señor ministro que estamos tratando de tener déficit cero y de ser austeros con los recursos, haciendo los funcionarios un esfuerzo muy grande en ese sentido. Cualquier ecuación que signifique la firma de un contrato en un momento adverso para la Argentina representa cientos de miles de millones de pesos.
Por lo tanto, quiero preguntar al señor ministro qué necesidad tenemos de incorporar al Banco de la Nación Argentina al financiamiento de las PPP, cuando justamente lo que habíamos previsto es que el financiamiento fuera privado y público. Si no, hubiéramos utilizado otro régimen. Cuando usted no era ministro discutimos que el financiamiento debía ser privado. De lo contrario, hubiéramos ido a un régimen de obra pública, con otros controles y formas, más allá de los problemas de funcionamiento. Pero el régimen de PPP debía hacerse mediante aportes privados y ahora están haciendo todo lo posible para que haya recursos del Estado.
Por otra parte, quiero preguntar para el secretario Iguacel cuáles van a ser las tarifas. Esto nunca se pudo responder. Necesitamos saber cuánto van a aumentarles las tarifas a las pymes y a las familias y cuánto significa esa reducción de los subsidios en materia nominal, lo que luego va a implicar menos recursos transferidos al sector privado y un evidente aumento tarifario implícito. Quien arma el presupuesto sigue una lógica: si se pagan menos subsidios, evidentemente habrá un mayor aumento tarifario. Por ende, queremos saber cuál va a ser ese valor.
Hay muchísimas preguntas más y posiblemente se las haremos a otros ministros. Cuando decimos que queremos que vengan otros funcionarios es porque entendemos que hay distintas especificidades que no solo tienen que ver con el área Hacienda, sino también con la de Desarrollo Social y la de la ANSES.
Asimismo, dado que hay un capítulo impositivo, nos gustaría que venga el director de la AFIP. Nos parece que eso sería bueno desde todo punto de vista.
Estamos absolutamente convencidos de que este proyecto de ley de presupuesto no resuelve la cuestión de las pymes ni el problema de crecimiento, porque el principal costo fiscal que tiene un país es no crecer. Por cada punto de crecimiento potencial o real que no crece la Argentina perdemos 50.000 millones de pesos de recaudación. Este no es un presupuesto que marque crecimiento; de hecho, indica una caída del 0,5 por ciento.
En cuanto al dólar a 40,10 pesos, el señor ministro lo explicará con mayor detalle. Pero queremos que venga el presidente del Banco Central de la República Argentina, puesto que seguramente tendrá más herramientas para explicarlo, porque es la autoridad cambiaria.
De lo que sí estamos convencidos es de que este proyecto de ley de presupuesto garantiza el pago de servicios de la deuda y no cambia el rumbo de la Argentina. Nadie dice que no quiere tener prudencia fiscal; de las 24 provincias argentinas, veinte tienen equilibrio fiscal.
En cuanto al Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense, hay un artículo que da facultades al Ministerio de Hacienda para regular. ¿La facultad que tiene el Poder Ejecutivo es para indexarlo? ¿Ese fondo se va a mantener en el mismo valor nominal o la facultad es para encontrar una solución a un problema real? Cuando se firmó ese pacto, la inflación era mucho menor a la actual. Como diputado por la provincia de Buenos Aires, quiero conocer la respuesta.
Estas son algunas dudas que tenemos y hay muchas más que elevaremos por escrito. Esperamos que se pueda debatir.
Por último, quiero plantear que las posiciones diferentes no significan que no agotemos la discusión.
Entonces, lo que quiero decir, sobre la base de mi experiencia, es que ese tipo de cosas lo único que hacen es generar dificultades en términos de la Justicia. Además, no me parece justo acotar un derecho a alguien, como en el caso de una pensión universal, por ejemplo.
Con respecto a la PPP, un día vinieron al Congreso Nacional y dijeron que si no había aportes privados no había dinero para hacer obras públicas. La lógica de la PPP es que el sector privado hace el aporte, toma el riesgo, consigue financiamiento y trata de no involucrar al Estado.
Evidentemente las condiciones cambiaron, porque se adjudicaron las PPP pero ninguna arrancó. Es cierto que tienen un año para ejecutar la parte financiera. Pero también lo es que venimos poniendo parches para que las PPP funcionen. Estamos haciendo un gran esfuerzo, pero evidentemente no funcionan, porque no hay una sola obra que haya comenzado.
Además hay otro tema que me preocupa y que quiero expresar al señor ministro con todas las letras. Ya no se trata de una cuestión entre el señor ministro como funcionario y yo como diputado, sino del Estado.
Concretamente, en el contrato hay un artículo sobre la famosa brecha, que tiene como objetivo cubrir al inversor. La brecha está dada por la diferencia entre la tasa de interés de un bono argentino y la de un bono norteamericano.
En ese contrato hay una tablita. Si esa brecha se agranda, hay que pagar más. Los contratos de PPP se adjudicaron el 24 de abril de 2018, días después del comienzo de la corrida, cuando el dólar valía 24,40 pesos. En ese momento un bono argentino rendía el 6,25 por ciento. Cuando hicimos este ejercicio el bono argentino rendía el 10,25 por ciento. La brecha es de 372 puntos básicos, o sea un 3,72 por ciento por encima de lo que rendía el bono en el momento en que se firmó el contrato. El contrato dice que hay que aumentar el 31,4 por ciento el valor en dólares del valor adjudicado.
Se firmaron seis contratos de PPP por un valor de 9.970 millones de dólares. Si hoy firmáramos el acuerdo financiero, por las condiciones de mercado tendríamos que firmar por 13.100 millones de dólares, es decir 3.130 millones de dólares adicionales.
Entonces, quiero decir al señor ministro que estamos tratando de tener déficit cero y de ser austeros con los recursos, haciendo los funcionarios un esfuerzo muy grande en ese sentido. Cualquier ecuación que signifique la firma de un contrato en un momento adverso para la Argentina representa cientos de miles de millones de pesos.
Por lo tanto, quiero preguntar al señor ministro qué necesidad tenemos de incorporar al Banco de la Nación Argentina al financiamiento de las PPP, cuando justamente lo que habíamos previsto es que el financiamiento fuera privado y público. Si no, hubiéramos utilizado otro régimen. Cuando usted no era ministro discutimos que el financiamiento debía ser privado. De lo contrario, hubiéramos ido a un régimen de obra pública, con otros controles y formas, más allá de los problemas de funcionamiento. Pero el régimen de PPP debía hacerse mediante aportes privados y ahora están haciendo todo lo posible para que haya recursos del Estado.
Por otra parte, quiero preguntar para el secretario Iguacel cuáles van a ser las tarifas. Esto nunca se pudo responder. Necesitamos saber cuánto van a aumentarles las tarifas a las pymes y a las familias y cuánto significa esa reducción de los subsidios en materia nominal, lo que luego va a implicar menos recursos transferidos al sector privado y un evidente aumento tarifario implícito. Quien arma el presupuesto sigue una lógica: si se pagan menos subsidios, evidentemente habrá un mayor aumento tarifario. Por ende, queremos saber cuál va a ser ese valor.
Hay muchísimas preguntas más y posiblemente se las haremos a otros ministros. Cuando decimos que queremos que vengan otros funcionarios es porque entendemos que hay distintas especificidades que no solo tienen que ver con el área Hacienda, sino también con la de Desarrollo Social y la de la ANSES.
Asimismo, dado que hay un capítulo impositivo, nos gustaría que venga el director de la AFIP. Nos parece que eso sería bueno desde todo punto de vista.
Estamos absolutamente convencidos de que este proyecto de ley de presupuesto no resuelve la cuestión de las pymes ni el problema de crecimiento, porque el principal costo fiscal que tiene un país es no crecer. Por cada punto de crecimiento potencial o real que no crece la Argentina perdemos 50.000 millones de pesos de recaudación. Este no es un presupuesto que marque crecimiento; de hecho, indica una caída del 0,5 por ciento.
En cuanto al dólar a 40,10 pesos, el señor ministro lo explicará con mayor detalle. Pero queremos que venga el presidente del Banco Central de la República Argentina, puesto que seguramente tendrá más herramientas para explicarlo, porque es la autoridad cambiaria.
De lo que sí estamos convencidos es de que este proyecto de ley de presupuesto garantiza el pago de servicios de la deuda y no cambia el rumbo de la Argentina. Nadie dice que no quiere tener prudencia fiscal; de las 24 provincias argentinas, veinte tienen equilibrio fiscal.
En cuanto al Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense, hay un artículo que da facultades al Ministerio de Hacienda para regular. ¿La facultad que tiene el Poder Ejecutivo es para indexarlo? ¿Ese fondo se va a mantener en el mismo valor nominal o la facultad es para encontrar una solución a un problema real? Cuando se firmó ese pacto, la inflación era mucho menor a la actual. Como diputado por la provincia de Buenos Aires, quiero conocer la respuesta.
Estas son algunas dudas que tenemos y hay muchas más que elevaremos por escrito. Esperamos que se pueda debatir.
Por último, quiero plantear que las posiciones diferentes no significan que no agotemos la discusión.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor ministro de Hacienda.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Muchas gracias por sus preguntas, señor diputado Bossio. Ha sido bastante exhaustivo. Las primeras dos preguntas fueron muy concretas. Luego iremos repasando algunos de los temas que ha planteado.
En relación con la actual negociación con el Fondo Monetario Internacional, puedo decir que la estoy efectuando en pleno uso de mis facultades y no puedo en este momento adelantar cuál es el resultado de la negociación que estamos teniendo, que va a ser comunicada en los próximos días. Seguramente ustedes la van a conocer mucho antes de que se vote el proyecto de ley de presupuesto para 2019.
En relación con los comentarios del Tesoro de los Estados Unidos, la Argentina no está embarcada en negociaciones de ningún esquema monetario de las características que se mencionan. Son comentarios particulares del Tesoro de los Estados Unidos. La Argentina ha adoptado un esquema de cambio flotante que con diversas variantes, este gobierno va a mantener. Pensamos que tenemos que introducir algunas modificaciones al esquema de metas de inflación inicial con el que se había comenzado en su momento. Pero quiero transmitir a todos los argentinos que no habrá ningún cambio en el esquema monetario que va a plantear la Argentina hacia adelante, más allá de detalles técnicos específicos que se plasmen en el acuerdo que daremos a conocer.
En relación con los comentarios acerca del déficit, debo decirle que éste es hoy en la Argentina mucho menor que el que recibimos. El déficit de la cuenta corriente del balance de pagos va a ser muchísimo menor que el que recibimos. Pero además es imposible comparar estas cifras, puesto que en el régimen anterior estaba prohibido importar y existían cepos a la exportación. Es decir, estamos comparando un déficit de la cuenta corriente del balance de pagos en una economía que funciona con normalidad en lo que hace a su comercio exterior, donde se puede exportar e importar, se cumplen las normas de la Organización Mundial del Comercio, no hay cepos y no hay que recorrer catorce mil ventanillas para obtener un permiso especial para importar, como teníamos en 2015. Esas son las cifras que usted, señor diputado, está comparando. Creo que las cifras no son comparables porque sería comparar peras con manzanas.
Usted ha mencionado temas referidos a los artículos 8° y 9° del proyecto de ley de presupuesto y que están vinculados con la Ley de Administración Financiera. Voy a pedirle al secretario Bausili que lo explique, puesto que es algo muy técnico y específico. No obstante, quiero decir que se trata de un cambio menor para que puedan ser utilizados los recursos propios de los organismos de la administración nacional cuando se supere lo presupuestado. Son montos muy pequeños que darían agilidad a la política presupuestaria del gobierno. De ninguna manera se pretende restar facultades presupuestarias al Congreso de la Nación, sino simplemente agilizar el proceso de reasignación presupuestaria dentro de la administración nacional con el uso de los recursos propios de determinados entes u organismos que conforman una parte muy pequeña del presupuesto de la Nación Argentina.
En relación con los intereses, ellos han aumentado en los últimos años, puesto que la Argentina todavía tiene déficit. Estamos cubriendo ese déficit colocando deuda en el mercado. No nos queda el recurso que utilizaba el gobierno precedente, de utilizar las reservas del Banco Central para efectuar los pagos de deuda, puesto que cuando asumimos la gestión en diciembre de 2015 la Argentina ya no tenía reservas propias. Es por ello que cuando debemos financiar el déficit lo hacemos con endeudamiento. Naturalmente eso genera un aumento transitorio en la cuenta de intereses, que no es otra cosa más que el reflejo del desequilibrio fiscal heredado, que estamos corrigiendo y que finalmente vamos a terminar de corregir durante el año próximo en términos del resultado primario. Esperamos que no mucho tiempo después podamos converger al equilibro fiscal después del pago de intereses, que es lo que va a garantizar que deje de crecer la deuda nominal. Me refiero no solo a la deuda en términos del producto, sino a que deje de crecer la deuda nominal de la Argentina. Creo que es un objetivo que compartimos todos, es decir, tener una Argentina menos expuesta a la volatilidad financiera, puesto que exhibe un resultado fiscal positivo.
Afortunadamente el año que viene, después de diez años, volveremos a tener equilibrio fiscal primario, pero eso todavía no es suficiente. Luego necesitamos tener equilibrio fiscal después del pago de intereses, para que esa cuenta de intereses empiece a bajar. Y lo va hacer rápidamente en términos del producto, puesto que quedará constante en términos nominales.
Con respecto al uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, no planteamos otra cosa que cumplir con la ley, que es utilizarlo para lo que ha sido creado. Claramente estaba planteado que, antes utilizar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, había que agotar los ingresos provenientes del blanqueo. Luego de que se agotan estos recursos se puede utilizar para lo que ha sido creado, que no es otra cosa que atender el pago de las jubilaciones y pensiones en la Argentina, toda vez que hoy nuestro país tiene un déficit previsional estructural.
Todo el déficit de la Argentina hoy está más que explicado por el sistema previsional. El Tesoro y el resto de los organismos descentralizados, en conjunto, tienen superávit. El sistema previsional está en déficit y es lógico que el Fondo de Garantía Sustentabilidad pueda ser utilizado para los fines que ha sido creado dentro del marco de la ley, para el pago del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense.
Le voy a dar la palabra al secretario Pena, para que pueda responder la consulta acerca del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense y, posteriormente, al secretario Bausili, para que explique la modificación a la Ley de Administración Financiera que estamos proponiendo.
En relación con la actual negociación con el Fondo Monetario Internacional, puedo decir que la estoy efectuando en pleno uso de mis facultades y no puedo en este momento adelantar cuál es el resultado de la negociación que estamos teniendo, que va a ser comunicada en los próximos días. Seguramente ustedes la van a conocer mucho antes de que se vote el proyecto de ley de presupuesto para 2019.
En relación con los comentarios del Tesoro de los Estados Unidos, la Argentina no está embarcada en negociaciones de ningún esquema monetario de las características que se mencionan. Son comentarios particulares del Tesoro de los Estados Unidos. La Argentina ha adoptado un esquema de cambio flotante que con diversas variantes, este gobierno va a mantener. Pensamos que tenemos que introducir algunas modificaciones al esquema de metas de inflación inicial con el que se había comenzado en su momento. Pero quiero transmitir a todos los argentinos que no habrá ningún cambio en el esquema monetario que va a plantear la Argentina hacia adelante, más allá de detalles técnicos específicos que se plasmen en el acuerdo que daremos a conocer.
En relación con los comentarios acerca del déficit, debo decirle que éste es hoy en la Argentina mucho menor que el que recibimos. El déficit de la cuenta corriente del balance de pagos va a ser muchísimo menor que el que recibimos. Pero además es imposible comparar estas cifras, puesto que en el régimen anterior estaba prohibido importar y existían cepos a la exportación. Es decir, estamos comparando un déficit de la cuenta corriente del balance de pagos en una economía que funciona con normalidad en lo que hace a su comercio exterior, donde se puede exportar e importar, se cumplen las normas de la Organización Mundial del Comercio, no hay cepos y no hay que recorrer catorce mil ventanillas para obtener un permiso especial para importar, como teníamos en 2015. Esas son las cifras que usted, señor diputado, está comparando. Creo que las cifras no son comparables porque sería comparar peras con manzanas.
Usted ha mencionado temas referidos a los artículos 8° y 9° del proyecto de ley de presupuesto y que están vinculados con la Ley de Administración Financiera. Voy a pedirle al secretario Bausili que lo explique, puesto que es algo muy técnico y específico. No obstante, quiero decir que se trata de un cambio menor para que puedan ser utilizados los recursos propios de los organismos de la administración nacional cuando se supere lo presupuestado. Son montos muy pequeños que darían agilidad a la política presupuestaria del gobierno. De ninguna manera se pretende restar facultades presupuestarias al Congreso de la Nación, sino simplemente agilizar el proceso de reasignación presupuestaria dentro de la administración nacional con el uso de los recursos propios de determinados entes u organismos que conforman una parte muy pequeña del presupuesto de la Nación Argentina.
En relación con los intereses, ellos han aumentado en los últimos años, puesto que la Argentina todavía tiene déficit. Estamos cubriendo ese déficit colocando deuda en el mercado. No nos queda el recurso que utilizaba el gobierno precedente, de utilizar las reservas del Banco Central para efectuar los pagos de deuda, puesto que cuando asumimos la gestión en diciembre de 2015 la Argentina ya no tenía reservas propias. Es por ello que cuando debemos financiar el déficit lo hacemos con endeudamiento. Naturalmente eso genera un aumento transitorio en la cuenta de intereses, que no es otra cosa más que el reflejo del desequilibrio fiscal heredado, que estamos corrigiendo y que finalmente vamos a terminar de corregir durante el año próximo en términos del resultado primario. Esperamos que no mucho tiempo después podamos converger al equilibro fiscal después del pago de intereses, que es lo que va a garantizar que deje de crecer la deuda nominal. Me refiero no solo a la deuda en términos del producto, sino a que deje de crecer la deuda nominal de la Argentina. Creo que es un objetivo que compartimos todos, es decir, tener una Argentina menos expuesta a la volatilidad financiera, puesto que exhibe un resultado fiscal positivo.
Afortunadamente el año que viene, después de diez años, volveremos a tener equilibrio fiscal primario, pero eso todavía no es suficiente. Luego necesitamos tener equilibrio fiscal después del pago de intereses, para que esa cuenta de intereses empiece a bajar. Y lo va hacer rápidamente en términos del producto, puesto que quedará constante en términos nominales.
Con respecto al uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, no planteamos otra cosa que cumplir con la ley, que es utilizarlo para lo que ha sido creado. Claramente estaba planteado que, antes utilizar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, había que agotar los ingresos provenientes del blanqueo. Luego de que se agotan estos recursos se puede utilizar para lo que ha sido creado, que no es otra cosa que atender el pago de las jubilaciones y pensiones en la Argentina, toda vez que hoy nuestro país tiene un déficit previsional estructural.
Todo el déficit de la Argentina hoy está más que explicado por el sistema previsional. El Tesoro y el resto de los organismos descentralizados, en conjunto, tienen superávit. El sistema previsional está en déficit y es lógico que el Fondo de Garantía Sustentabilidad pueda ser utilizado para los fines que ha sido creado dentro del marco de la ley, para el pago del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense.
Le voy a dar la palabra al secretario Pena, para que pueda responder la consulta acerca del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense y, posteriormente, al secretario Bausili, para que explique la modificación a la Ley de Administración Financiera que estamos proponiendo.
SR. BOSSIO A mí no me interesa la respuesta técnica. Me interesa la respuesta política suya respecto de la Ley de Administración Financiera.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Es una respuesta técnica, señor diputado Bossio.
La Ley de Administración Financiera de la Argentina fue sancionada en 1992, cuando la deuda estaba en poder de bancos, no cotizaba en el mercado. En ese contexto, la normativa vigente que establece que para efectuar un canje de deuda hay que cumplir dos de las tres condiciones que usted mencionó -extender el plazo, bajar el monto o bajar los intereses- no nos permiten llevar adelante operaciones que mejorarían el perfil de endeudamiento de la Argentina. Por ejemplo, no distingue la deuda en pesos de la deuda en dólares.
Entonces, si quisiéramos, en condiciones de mercado, ofrecer un canje voluntario de deuda en dólares por deuda en pesos o permitir en una suscripción de Letes en dólares que vengan a suscribir con Letes en pesos -digamos que son todas operaciones que tienen un alto contenido técnico que supera lo político-, pensamos que eso hoy no se podría llevar adelante sin una modernización de la Ley de Administración Financiera.
La Argentina no planea ningún megacanje, ninguna reestructuración de su deuda. Y venimos al Congreso Nacional a traer una propuesta que le permite a la Argentina ahorrar dinero y mejorar el perfil de su endeudamiento.
La Ley de Administración Financiera de la Argentina fue sancionada en 1992, cuando la deuda estaba en poder de bancos, no cotizaba en el mercado. En ese contexto, la normativa vigente que establece que para efectuar un canje de deuda hay que cumplir dos de las tres condiciones que usted mencionó -extender el plazo, bajar el monto o bajar los intereses- no nos permiten llevar adelante operaciones que mejorarían el perfil de endeudamiento de la Argentina. Por ejemplo, no distingue la deuda en pesos de la deuda en dólares.
Entonces, si quisiéramos, en condiciones de mercado, ofrecer un canje voluntario de deuda en dólares por deuda en pesos o permitir en una suscripción de Letes en dólares que vengan a suscribir con Letes en pesos -digamos que son todas operaciones que tienen un alto contenido técnico que supera lo político-, pensamos que eso hoy no se podría llevar adelante sin una modernización de la Ley de Administración Financiera.
La Argentina no planea ningún megacanje, ninguna reestructuración de su deuda. Y venimos al Congreso Nacional a traer una propuesta que le permite a la Argentina ahorrar dinero y mejorar el perfil de su endeudamiento.
Varios señor diputados hablan a la vez.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Estoy hablando de la mejora del perfil de endeudamiento de la Argentina porque cuanta más deuda en pesos tengamos, si eso no implica un costo prohibitivo nos protegemos de la volatilidad que tiene el tipo de cambio y nos permite eventualmente llevar adelante operaciones que nos pueden hacer bajar el costo del endeudamiento. Uno no puede venir al Congreso Nacional a pedir autorización para cada una de esas operaciones, que son menores, pues estamos hablando de operaciones que se realizan semanalmente, porque estamos colocando letras en pesos de manera semanal o quincenal.
Entonces, creo que sería importante que escuchen la explicación técnica del secretario Bausili, más allá de mi comentario general.
Entonces, creo que sería importante que escuchen la explicación técnica del secretario Bausili, más allá de mi comentario general.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor secretario de Hacienda, licenciado Rodrigo Pena.
SR. PENA Señor presidente: quiero expresar algunas especificaciones en relación con las consultas realizadas por el señor diputado Bossio.
En relación con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, el proyecto de ley de presupuesto no contiene ningún artículo que cambie su uso. En el proyecto solo hay un artículo referido a la contabilización en caso de que se utilice.
De acuerdo con la Ley de Reparación Histórica, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad debe ser utilizado para pagar prestaciones de la reparación histórica. Además establece que primero debe usarse el producido y luego el realizado.
La Ley de Reparación Histórica no señala que exista una prelación entre los recursos del blanqueo y el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, pero nosotros en el mensaje hemos aclarado cómo vamos a votar. Dado que existe un entendimiento político de varios diputados de que primero hay que votar la renovación del blanqueo para pagar la Reparación Histórica y recién después usar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, vamos a hacer uso de eso, aunque entendemos que la ley no lo dice.
Entonces, dado que en 2019 los recursos remanentes del blanqueo no alcanzarán para pagar la Reparación Histórica va a haber que hacer uso del producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En ningún caso está previsto realizar activos de dicho fondo.
Entonces, lo que establece claramente el mensaje que acompaña del proyecto de presupuesto para 2019 es que, agotados los recursos del blanqueo para pagar la Reparación Histórica, se usa el producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Lo que contiene el proyecto de ley de presupuesto es un artículo que establece que en caso de que se use el producido, la disminución de la inversión financiera se deberá contabilizar como un ingreso.
Esta cuestión tiene dos explicaciones. La primera es que cuando se estatizaron los fondos de las AFJP eso debió haberse registrado como un ingreso; no como un ingreso entero al momento de la estatización, sino en función del pasivo contingente que se iba asumiendo en el tiempo con los fondos que se habían estatizado. En aquel momento eso no se hizo.
Luego, cuando se discutió la Reparación Histórica, conceptualmente todos entendían que ese pago no debía afectar el programa financiero del Tesoro, sino que estaba autofinanciado por el blanqueo y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
En su momento eso debió haber ameritado que se incorporaran los pagos de la Reparación Histórica como una aplicación financiera por debajo de la línea, dado que tenía que ver con posibles sentencias judiciales, o el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad por arriba de la línea. Eso tampoco se incorporó en el texto del proyecto de ley por el que se establecía la Reparación Histórica.
En las negociaciones -esto figura en el memorándum de entendimiento anterior del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- conseguimos que esto se entendiera. Es decir, si se llegaba a la situación de que se agotaran los recursos del blanqueo y había que usar el producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad -dado que no se afectaba el programa financiero- estos recursos debían imputarse como ingreso para no tener que hacer un ajuste adicional de gastos equivalente al 0,4 por ciento del PBI. De lo contrario, teníamos que estar haciendo un ajuste de gastos más importante. Eso es todo lo que dice.
Nosotros lo vamos a usar cuando se termine la recaudación del blanqueo, exactamente como lo establece la Ley de Reparación Histórica, que se votó con una mayoría muy amplia en el Congreso de la Nación.
Tengo dos elementos para mencionar respecto de las preguntas anteriores.
En relación con el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense, la facultad de la Secretaría de Hacienda que estamos pidiendo es una reglamentación operativa, dado que a partir de 2020 esos 44.000 millones de pesos se ajustarán por inflación. Dado que a la provincia de Buenos Aires hay que enviarle diariamente los recursos, hay que calcular a cuánto asciende la inflación. Entonces, puede ser que durante un trimestre la inflación esté por debajo de lo previsto y haya que compensar después lo que no se dio en ese momento, pero es una reglamentación que se limita a eso, es decir, a dar la orden al Banco Nación y nada más.
En relación con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, el proyecto de ley de presupuesto no contiene ningún artículo que cambie su uso. En el proyecto solo hay un artículo referido a la contabilización en caso de que se utilice.
De acuerdo con la Ley de Reparación Histórica, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad debe ser utilizado para pagar prestaciones de la reparación histórica. Además establece que primero debe usarse el producido y luego el realizado.
La Ley de Reparación Histórica no señala que exista una prelación entre los recursos del blanqueo y el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, pero nosotros en el mensaje hemos aclarado cómo vamos a votar. Dado que existe un entendimiento político de varios diputados de que primero hay que votar la renovación del blanqueo para pagar la Reparación Histórica y recién después usar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, vamos a hacer uso de eso, aunque entendemos que la ley no lo dice.
Entonces, dado que en 2019 los recursos remanentes del blanqueo no alcanzarán para pagar la Reparación Histórica va a haber que hacer uso del producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En ningún caso está previsto realizar activos de dicho fondo.
Entonces, lo que establece claramente el mensaje que acompaña del proyecto de presupuesto para 2019 es que, agotados los recursos del blanqueo para pagar la Reparación Histórica, se usa el producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Lo que contiene el proyecto de ley de presupuesto es un artículo que establece que en caso de que se use el producido, la disminución de la inversión financiera se deberá contabilizar como un ingreso.
Esta cuestión tiene dos explicaciones. La primera es que cuando se estatizaron los fondos de las AFJP eso debió haberse registrado como un ingreso; no como un ingreso entero al momento de la estatización, sino en función del pasivo contingente que se iba asumiendo en el tiempo con los fondos que se habían estatizado. En aquel momento eso no se hizo.
Luego, cuando se discutió la Reparación Histórica, conceptualmente todos entendían que ese pago no debía afectar el programa financiero del Tesoro, sino que estaba autofinanciado por el blanqueo y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
En su momento eso debió haber ameritado que se incorporaran los pagos de la Reparación Histórica como una aplicación financiera por debajo de la línea, dado que tenía que ver con posibles sentencias judiciales, o el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad por arriba de la línea. Eso tampoco se incorporó en el texto del proyecto de ley por el que se establecía la Reparación Histórica.
En las negociaciones -esto figura en el memorándum de entendimiento anterior del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- conseguimos que esto se entendiera. Es decir, si se llegaba a la situación de que se agotaran los recursos del blanqueo y había que usar el producido del Fondo de Garantía de Sustentabilidad -dado que no se afectaba el programa financiero- estos recursos debían imputarse como ingreso para no tener que hacer un ajuste adicional de gastos equivalente al 0,4 por ciento del PBI. De lo contrario, teníamos que estar haciendo un ajuste de gastos más importante. Eso es todo lo que dice.
Nosotros lo vamos a usar cuando se termine la recaudación del blanqueo, exactamente como lo establece la Ley de Reparación Histórica, que se votó con una mayoría muy amplia en el Congreso de la Nación.
Tengo dos elementos para mencionar respecto de las preguntas anteriores.
En relación con el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense, la facultad de la Secretaría de Hacienda que estamos pidiendo es una reglamentación operativa, dado que a partir de 2020 esos 44.000 millones de pesos se ajustarán por inflación. Dado que a la provincia de Buenos Aires hay que enviarle diariamente los recursos, hay que calcular a cuánto asciende la inflación. Entonces, puede ser que durante un trimestre la inflación esté por debajo de lo previsto y haya que compensar después lo que no se dio en ese momento, pero es una reglamentación que se limita a eso, es decir, a dar la orden al Banco Nación y nada más.
SR. BOSSIO ¿Piensan actualizarlo o no?
SR. PENA No, de ninguna manera esa es una facultad de la Secretaría. Además, el artículo no habilita a hacer eso.
SR. PRESIDENTE LASPINA A continuación van a hacer uso de la palabra la señora diputada Camaño y el señor diputado Lavagna, quienes solicitaron compartir el tiempo del que disponen para efectuar sus exposiciones.
Tiene la palabra la señora diputada Camaño.
Tiene la palabra la señora diputada Camaño.
SRA. CAMAÑO Señor presidente: a pesar del retraso, quiero darle las gracias al señor ministro por su presencia.
Voy a formular nada más que siete observaciones que me parecen relevantes y que quiero compartir con el señor ministro.
La primera está vinculada con el artículo 12 del proyecto de ley de presupuesto, que se refiere a las universidades nacionales. Hay un párrafo en el que ustedes han condicionado el envío de las partidas a las universidades a las posibilidades de que ellas les envíen información.
Debo decirle al señor ministro que esta disposición está en franca colisión con las leyes de Financiamiento Educativo y de Educación Superior.
Más allá de esto, que se comprende -se buscan recursos para tratar de sostener la información-, bajo ningún punto de vista se puede pretender obstaculizar o impedir el sentido final de la educación pública, que es lo sustancial, con un pretexto meramente procedimental. Dejar atado el envío de las partidas de las universidades a que éstas cumplimenten el envío de información es sumamente peligroso, además de arbitrario e impropio de la ley de presupuesto.
En relación con el artículo 53 del proyecto de ley de presupuesto, que hace referencia a las operaciones de crédito público -tal como ha planteado el diputado Bossio-, advierto dos cuestiones. La primera es que no me parece menor la delegación. Creo que no está bien vulnerar la división de poderes con el argumento de que hay que arreglar pequeños montos. Estamos hablando nada más y nada menos que de cuestiones que tienen que ver con el crédito público. Convengamos que la redacción del actual artículo 65 de la Ley de Administración Financiera está en el marco de lo que la Cámara de Diputados y el Senado han pretendido que sea esta posibilidad que se da al Poder Ejecutivo.
Además, claramente va en orden a cuestiones con las que no podemos estar en desacuerdo. ¿Quién puede estar en desacuerdo con que las medidas que se tomen estén sujetas al mejoramiento de los montos, los plazos o los intereses de las operaciones originales?
Me da la impresión de que incluso esta modificación que se pretende hacer va en contra del informe del presupuesto. Cuando uno lee el informe claramente se advierte allí la contradicción.
Es muy grave eliminar el objetivo de la delegación, que estaba anclado en esto de que puede haber una mejora en las condiciones de la negociación, y no dejarlo sujeto a los vaivenes del funcionario de turno y de los mercados.
Además creo que este artículo está agravado por el artículo 8º, que planteó el señor diputado Bossio. Lo que nosotros advertimos también es que allí no solamente se incorpora la posibilidad del endeudamiento con estados extranjeros. Recordemos el texto del artículo que rige actualmente. Habría que preguntar si están pensando en esto que circuló en algún momento como información y que tiene que ver con la posibilidad de requerir préstamos a los Estados Unidos. Si no está de más, lo que están posibilitando con la redacción del artículo es que esto vaya a gastos corrientes. Me parece que eso es una locura.
Quiero recordar al señor ministro, sin ánimo de hacer ninguna chicana, que los gastos corrientes más paradigmáticos de los últimos tiempos fueron los de los famosos chocoarroces para las reuniones con la señora del Fondo Monetario Internacional. Además, esto es francamente contradictorio con lo que establece la Constitución Nacional, más allá de que este tipo de atribuciones se puedan haber otorgado en algún momento.
En cuanto a los contratos de participación público-privada que se mencionan en el artículo 63 del proyecto en consideración, hay que decir que esa fue sumamente discutida en este Parlamento. Teníamos la ventaja de que en el medio del debate contábamos con la experiencia que había en el mundo en la materia. Entonces, podíamos recoger las mejores prácticas para llegar a una ley que estuviera a la altura de las expectativas que teníamos.
Ahora bien: en el artículo 60 del proyecto ustedes están sugiriendo una modificación. Mediante el inciso c) de dicho artículo se habilita la posibilidad de contraer préstamos o cualquier otro tipo de financiamiento en relación con los contratos o proyectos de participación público-privada. Creo que la intención del gobierno para continuar con la ejecución de los proyectos a pesar de los anuncios de recortes de la obra pública se enfoca en la posibilidad de redistribuir los riesgos en torno al financiamiento y de generar un nuevo fondo fiduciario para evitar las restricciones de financiamiento que establece el sector financiero internacional para las empresas vinculadas con los casos de corrupción. Es decir que los cuadernos tienen la culpa de que el país se haya ido al diablo, tal como dijo el señor secretario anteriormente, y fue enfático en plantearlo de esa manera.
Pero resulta que ahora nosotros, a esos empresarios corruptos, les vamos a tratar de resolver los problemas comprometiendo al Estado nacional. Esto quiere decir que el Estado nacional va a asumir todos los riesgos del financiamiento a tasas imposibles, vamos a tener una deuda mayor y las empresas adjudicatarias se van a transformar en meros intermediarios de la ejecución de la obra adjudicada. Esto no estaba en la discusión de la Ley de Participación Público-Privada. No era la resolución que queríamos.
Hay otra cuestión respecto de este tema. Se incorpora un inciso nuevo, el d), que dice lo siguiente: "Bienes, garantías y aportes presupuestarios que le asignan las provincias o municipios en el marco de su normativa aplicable".
De manera tal que estas propuestas, mediante el proyecto de ley de presupuesto, no hacen más que confirmarnos que no queda nada de la Ley de Participación Público-Privada, cuya discusión duró meses en esta Cámara de Diputados. Están modificando totalmente las reglas.
También modifican el aspecto de los avales. Se propone agregar un párrafo al artículo 60, que establece que "El Fideicomiso PPP y/o los Fideicomisos Individuales PPP podrán estar afianzados, avalados, garantizados y/o contragarantizados por organismos multilaterales de crédito de los cuales la Nación Argentina forme parte". O sea, todas las ventajas.
También se modifica, mediante el artículo 66 del proyecto en consideración, el artículo 16 de la Ley 27.328, que había sido de autoría del señor diputado Marco Lavagna mirando lo que pasaba en otros países. Nosotros habíamos planteado la posibilidad de facultar al Poder Ejecutivo a ampliar el monto en hasta un 7 por ciento. Pero ahora resulta que esa ampliación puede ser de hasta un 10 por ciento.
Ahora, ¿cuál es el sentido de esto? ¿Qué información tenemos? La verdad es que no tenemos información. Es muy discrecional, señor ministro.
Ustedes vienen a marcarnos a nosotros un presupuesto equilibrado, porque durante todo el tiempo el discurso oficial es que vamos por un presupuesto equilibrado. Las casas no tienen presupuesto desequilibrado, los negocios tampoco y el Estado tampoco. Este es un concepto que yo discutiría un poquito, pero no es el momento de hacerlo. No obstante, me parece que hay cosas que en algunos momentos se les desequilibran. Yo quisiera saber por qué quieren ir del 7 por ciento al 10 por ciento. Asimismo me gustaría conocer los compromisos fiscales asumidos hacia adelante. Necesitamos información.
Por su parte, el artículo 70 también hace referencia a las normas tributarias. Lo que se está proponiendo aquí es derogar el apartado 3 del inciso d) del sexto párrafo del artículo 101 de la Ley de Procedimiento Tributario. ¿Qué dice ese apartado? Dice lo siguiente: "Utilizar las informaciones suministradas solamente para los fines indicados en los apartados anteriores pudiendo revelar estas informaciones en las audiencias públicas de los tribunales o en las sentencias judiciales."
No sé a quién le puede molestar este apartado como "excepcionalidad del secreto". Porque en el intercambio de información entre la AFIP de la Argentina y un organismo equivalente en el extranjero rige el secreto, menos para este apartado. Ahora, ¿por qué lo están queriendo eliminar? ¿Por qué no se quiere avanzar en la utilización de la información en las audiencias públicas de los tribunales o en las sentencias judiciales? ¿Qué se ve ahí? ¿Qué saben ustedes que nosotros no sabemos? ¿Qué secreto que se vaya a ventilar en algún momento están queriendo que no se ventile?
Lo mismo ocurre en el artículo 73 del proyecto. Acá hay una cuestión que en verdad tienen que explicarla, muchachos. El artículo 73 dice: "Sustituyése, a partir del 1º de enero de 2019, en los artículos 803, 815, 840, 851, 934 y 940 de la Ley N° 22.415 (Código Aduanero) y sus modificaciones la expresión cinco (5) años por tres (3) años".
¿Saben de qué se trata esto?. De disminuir los plazos de prescripción establecidos en diversos artículos del Código Aduanero. Muchas de estas modificaciones van a afectar al Fisco. ¿Hicieron las cuentas de cuánto representa esta afectación? ¿A quién va a beneficiar esto? ¿Por qué estamos disminuyendo la prescripción? ¿Quién va a quedar prescripto?
No se puede introducir en el proyecto de ley de presupuesto un artículo que genere tanta sospecha. ¿Por qué no traen una ley y la discutimos? Y la discutimos como corresponde, además, porque esto hay que discutirlo con información. Acá hay alguien que está beneficiado.
Por otra parte, en el artículo 110 hay una cuestión que francamente me aterra. Acá se establece una delegación de facultades y una declaración de utilidad pública a los fines de una expropiación, con un alcance tan vasto como el que tiene la red ferroviaria.
En el proyecto de ley de presupuesto se declaran de utilidad pública todos los bienes inmuebles y muebles cercanos al ferrocarril. A los que viven cerca de los ferrocarriles les sugiero que vendan ahora, porque si la ley de presupuesto se sanciona con esto se estarán poniendo en riesgo los bienes que las personas tengan cerca del ferrocarril.
¿Por qué creen ustedes que existe lo que se denomina "declaración de utilidad pública", que es una atribución del Congreso porque así lo establece la Constitución Nacional? ¿Por qué creen que existe eso? No se pueden llevar todo por delante.
Es decir que de antemano todo, sin decir qué, se estaría declarando de utilidad pública. Todo lo que esté cerca de la red ferroviaria estaría a disposición para que sea expropiado, según este proyecto de ley de presupuesto.
Están peor que Chávez, muchachos. ¿Vieron cuando Chávez se paró en la plaza y dijo: "exprópiese, exprópiese, exprópiese"? Lo que le estamos dando a ustedes es la herramienta para que alguien se pare en el medio de la plaza, al lado del ferrocarril, y diga "exprópiese".
La última cuestión que deseo plantear al señor ministro y los funcionarios que lo acompañan -no quiero faltarles el respeto, sino hacerles ver que esto es grave- está vinculada con el tema de la Unidad de Información Financiera, al que se refieren los artículos 119 a 123 del proyecto. Me voy a referir solo a esta cuestión, más allá de que haya más elementos para evaluar el proyecto de ley de presupuesto.
No se puede introducir una modificación mediante este proyecto de ley y aduciendo argumentos que tienen falsedad. Por ejemplo, acá lo que se hace es eliminar el Consejo. Es decir que se va a dejar en la figura de quien esté a cargo de la Unidad de Información Financiera un enorme poder. Quiero señalar que tengo un enorme respeto por la persona que está ahora. No sé si en el futuro estará esa misma persona u otra, sino solamente que mediante esta modificación se le estaría dando un enorme poder, lo que tampoco tiene que ver con el debate que llevamos a cabo en oportunidad de la sanción de la respectiva ley.
Los invito, muchachos, a que miren cuando traen estas cosas, a ver qué piensan los diputados, a ver si alguno de los que estaba en esa época no sigue estando. Los invito a que miren los discursos del diputado Negri y del senador Pinedo. Los invito a que miren lo que piensan los legisladores de Cambiemos sobre este tema.
Además, ¿por qué se hace esto? Dicen que es algo que forma parte de los estándares que pide el GAFI. Eso es mentira. El estándar del GAFI, en la recomendación 29, nota interpretativa 12 y en la metodología de evaluación, en la evaluación del cumplimiento técnico, en el punto 27.7, exige la independencia funcional de la Unidad de Información Financiera en cuanto a su autonomía operativa. En ese sentido, dice que tiene que estar libre de influencia o interferencia indebida de parte del poder político. La verdad es que desde 1999 la Unidad de Información Financiera siempre tuvo una conducción colegiada.
Tampoco es cierto lo que se dice en el sentido de que supuestamente se quiere ahorrar para equilibrar el presupuesto con el dinero de los consejeros.
Estos últimos provienen de organismos, son profesionales, tienen capacidades, saben de qué están hablando, no es que los diputados colaron ahí a cualquiera en el ansia de tener injerencia en todos lados. Buscamos puntillosamente cuáles eran los organismos que podían acompañar en el Consejo, que no tiene mayor ascendencia que la del consejo propiamente dicho, porque sus apreciaciones ni siquiera son vinculantes.
Honestamente, no sé cuál es el sentido de eliminar el Consejo. Creo sinceramente que esto opacaría enormemente a un organismo que debemos decir todos que, desde su concepción, fue bien pensado.
También voy a reivindicar la actuación del director anterior de este organismo, quien armó la estructura de funcionamiento. Hoy la Unidad de Información Financiera puede hacer lo que hace porque anteriormente alguien armó esa estructura. Esta cuestión tiene que ser revisada y se encuentra dentro de su área, señor ministro.
Otra cuestión que me parece que deberían tener muy en cuenta es la modificación que establece el artículo 123 del proyecto, por el que se incorporan los incisos c) y d) al artículo 27 de la ley 25.246. Aparentemente, por lo que alcanzo a leer, lo que están buscando es financiarse. Considero que este es uno de los organismos a los que hay que estar mirando constantemente, porque es muy delicado, y lo están convirtiendo en un organismo que va a ser juez y parte.
Les quiero contar que existe jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en cuanto a la utilización de los recursos que el mismo organismo tiene que controlar. De esta manera, van a ir en contra de jurisprudencia asentada en materia de narcotráfico, donde creo que hay una causa paradigmática en cuanto al uso. Esto es algo que siempre discutimos y los diputados del oficialismo no me dejan mentir: cada vez que queremos aplicar a quien tiene que ser controlado el beneficio del organismo nos preguntamos hasta dónde es ético y si no estamos haciendo que el organismo pierda su objetivo y le estamos imponiendo una meta más recaudatoria.
El organismo no puede ser juez y parte, mucho menos un organismo con estas características y semejante poder.
Estas son las cuestiones que no quería dejar de mencionar, señor ministro.
A continuación, el señor diputado Lavagna dará un pantallazo del trabajo, artículo por artículo, que hemos realizado. No estamos conformes con este proyecto de ley de presupuesto y tenemos múltiples críticas para formular. La verdad es que cuando se habla de un presupuesto equilibrado parecería que a la balanza del equilibrio de Cambiemos hay que calibrarle las pesas.
Voy a formular nada más que siete observaciones que me parecen relevantes y que quiero compartir con el señor ministro.
La primera está vinculada con el artículo 12 del proyecto de ley de presupuesto, que se refiere a las universidades nacionales. Hay un párrafo en el que ustedes han condicionado el envío de las partidas a las universidades a las posibilidades de que ellas les envíen información.
Debo decirle al señor ministro que esta disposición está en franca colisión con las leyes de Financiamiento Educativo y de Educación Superior.
Más allá de esto, que se comprende -se buscan recursos para tratar de sostener la información-, bajo ningún punto de vista se puede pretender obstaculizar o impedir el sentido final de la educación pública, que es lo sustancial, con un pretexto meramente procedimental. Dejar atado el envío de las partidas de las universidades a que éstas cumplimenten el envío de información es sumamente peligroso, además de arbitrario e impropio de la ley de presupuesto.
En relación con el artículo 53 del proyecto de ley de presupuesto, que hace referencia a las operaciones de crédito público -tal como ha planteado el diputado Bossio-, advierto dos cuestiones. La primera es que no me parece menor la delegación. Creo que no está bien vulnerar la división de poderes con el argumento de que hay que arreglar pequeños montos. Estamos hablando nada más y nada menos que de cuestiones que tienen que ver con el crédito público. Convengamos que la redacción del actual artículo 65 de la Ley de Administración Financiera está en el marco de lo que la Cámara de Diputados y el Senado han pretendido que sea esta posibilidad que se da al Poder Ejecutivo.
Además, claramente va en orden a cuestiones con las que no podemos estar en desacuerdo. ¿Quién puede estar en desacuerdo con que las medidas que se tomen estén sujetas al mejoramiento de los montos, los plazos o los intereses de las operaciones originales?
Me da la impresión de que incluso esta modificación que se pretende hacer va en contra del informe del presupuesto. Cuando uno lee el informe claramente se advierte allí la contradicción.
Es muy grave eliminar el objetivo de la delegación, que estaba anclado en esto de que puede haber una mejora en las condiciones de la negociación, y no dejarlo sujeto a los vaivenes del funcionario de turno y de los mercados.
Además creo que este artículo está agravado por el artículo 8º, que planteó el señor diputado Bossio. Lo que nosotros advertimos también es que allí no solamente se incorpora la posibilidad del endeudamiento con estados extranjeros. Recordemos el texto del artículo que rige actualmente. Habría que preguntar si están pensando en esto que circuló en algún momento como información y que tiene que ver con la posibilidad de requerir préstamos a los Estados Unidos. Si no está de más, lo que están posibilitando con la redacción del artículo es que esto vaya a gastos corrientes. Me parece que eso es una locura.
Quiero recordar al señor ministro, sin ánimo de hacer ninguna chicana, que los gastos corrientes más paradigmáticos de los últimos tiempos fueron los de los famosos chocoarroces para las reuniones con la señora del Fondo Monetario Internacional. Además, esto es francamente contradictorio con lo que establece la Constitución Nacional, más allá de que este tipo de atribuciones se puedan haber otorgado en algún momento.
En cuanto a los contratos de participación público-privada que se mencionan en el artículo 63 del proyecto en consideración, hay que decir que esa fue sumamente discutida en este Parlamento. Teníamos la ventaja de que en el medio del debate contábamos con la experiencia que había en el mundo en la materia. Entonces, podíamos recoger las mejores prácticas para llegar a una ley que estuviera a la altura de las expectativas que teníamos.
Ahora bien: en el artículo 60 del proyecto ustedes están sugiriendo una modificación. Mediante el inciso c) de dicho artículo se habilita la posibilidad de contraer préstamos o cualquier otro tipo de financiamiento en relación con los contratos o proyectos de participación público-privada. Creo que la intención del gobierno para continuar con la ejecución de los proyectos a pesar de los anuncios de recortes de la obra pública se enfoca en la posibilidad de redistribuir los riesgos en torno al financiamiento y de generar un nuevo fondo fiduciario para evitar las restricciones de financiamiento que establece el sector financiero internacional para las empresas vinculadas con los casos de corrupción. Es decir que los cuadernos tienen la culpa de que el país se haya ido al diablo, tal como dijo el señor secretario anteriormente, y fue enfático en plantearlo de esa manera.
Pero resulta que ahora nosotros, a esos empresarios corruptos, les vamos a tratar de resolver los problemas comprometiendo al Estado nacional. Esto quiere decir que el Estado nacional va a asumir todos los riesgos del financiamiento a tasas imposibles, vamos a tener una deuda mayor y las empresas adjudicatarias se van a transformar en meros intermediarios de la ejecución de la obra adjudicada. Esto no estaba en la discusión de la Ley de Participación Público-Privada. No era la resolución que queríamos.
Hay otra cuestión respecto de este tema. Se incorpora un inciso nuevo, el d), que dice lo siguiente: "Bienes, garantías y aportes presupuestarios que le asignan las provincias o municipios en el marco de su normativa aplicable".
De manera tal que estas propuestas, mediante el proyecto de ley de presupuesto, no hacen más que confirmarnos que no queda nada de la Ley de Participación Público-Privada, cuya discusión duró meses en esta Cámara de Diputados. Están modificando totalmente las reglas.
También modifican el aspecto de los avales. Se propone agregar un párrafo al artículo 60, que establece que "El Fideicomiso PPP y/o los Fideicomisos Individuales PPP podrán estar afianzados, avalados, garantizados y/o contragarantizados por organismos multilaterales de crédito de los cuales la Nación Argentina forme parte". O sea, todas las ventajas.
También se modifica, mediante el artículo 66 del proyecto en consideración, el artículo 16 de la Ley 27.328, que había sido de autoría del señor diputado Marco Lavagna mirando lo que pasaba en otros países. Nosotros habíamos planteado la posibilidad de facultar al Poder Ejecutivo a ampliar el monto en hasta un 7 por ciento. Pero ahora resulta que esa ampliación puede ser de hasta un 10 por ciento.
Ahora, ¿cuál es el sentido de esto? ¿Qué información tenemos? La verdad es que no tenemos información. Es muy discrecional, señor ministro.
Ustedes vienen a marcarnos a nosotros un presupuesto equilibrado, porque durante todo el tiempo el discurso oficial es que vamos por un presupuesto equilibrado. Las casas no tienen presupuesto desequilibrado, los negocios tampoco y el Estado tampoco. Este es un concepto que yo discutiría un poquito, pero no es el momento de hacerlo. No obstante, me parece que hay cosas que en algunos momentos se les desequilibran. Yo quisiera saber por qué quieren ir del 7 por ciento al 10 por ciento. Asimismo me gustaría conocer los compromisos fiscales asumidos hacia adelante. Necesitamos información.
Por su parte, el artículo 70 también hace referencia a las normas tributarias. Lo que se está proponiendo aquí es derogar el apartado 3 del inciso d) del sexto párrafo del artículo 101 de la Ley de Procedimiento Tributario. ¿Qué dice ese apartado? Dice lo siguiente: "Utilizar las informaciones suministradas solamente para los fines indicados en los apartados anteriores pudiendo revelar estas informaciones en las audiencias públicas de los tribunales o en las sentencias judiciales."
No sé a quién le puede molestar este apartado como "excepcionalidad del secreto". Porque en el intercambio de información entre la AFIP de la Argentina y un organismo equivalente en el extranjero rige el secreto, menos para este apartado. Ahora, ¿por qué lo están queriendo eliminar? ¿Por qué no se quiere avanzar en la utilización de la información en las audiencias públicas de los tribunales o en las sentencias judiciales? ¿Qué se ve ahí? ¿Qué saben ustedes que nosotros no sabemos? ¿Qué secreto que se vaya a ventilar en algún momento están queriendo que no se ventile?
Lo mismo ocurre en el artículo 73 del proyecto. Acá hay una cuestión que en verdad tienen que explicarla, muchachos. El artículo 73 dice: "Sustituyése, a partir del 1º de enero de 2019, en los artículos 803, 815, 840, 851, 934 y 940 de la Ley N° 22.415 (Código Aduanero) y sus modificaciones la expresión cinco (5) años por tres (3) años".
¿Saben de qué se trata esto?. De disminuir los plazos de prescripción establecidos en diversos artículos del Código Aduanero. Muchas de estas modificaciones van a afectar al Fisco. ¿Hicieron las cuentas de cuánto representa esta afectación? ¿A quién va a beneficiar esto? ¿Por qué estamos disminuyendo la prescripción? ¿Quién va a quedar prescripto?
No se puede introducir en el proyecto de ley de presupuesto un artículo que genere tanta sospecha. ¿Por qué no traen una ley y la discutimos? Y la discutimos como corresponde, además, porque esto hay que discutirlo con información. Acá hay alguien que está beneficiado.
Por otra parte, en el artículo 110 hay una cuestión que francamente me aterra. Acá se establece una delegación de facultades y una declaración de utilidad pública a los fines de una expropiación, con un alcance tan vasto como el que tiene la red ferroviaria.
En el proyecto de ley de presupuesto se declaran de utilidad pública todos los bienes inmuebles y muebles cercanos al ferrocarril. A los que viven cerca de los ferrocarriles les sugiero que vendan ahora, porque si la ley de presupuesto se sanciona con esto se estarán poniendo en riesgo los bienes que las personas tengan cerca del ferrocarril.
¿Por qué creen ustedes que existe lo que se denomina "declaración de utilidad pública", que es una atribución del Congreso porque así lo establece la Constitución Nacional? ¿Por qué creen que existe eso? No se pueden llevar todo por delante.
Es decir que de antemano todo, sin decir qué, se estaría declarando de utilidad pública. Todo lo que esté cerca de la red ferroviaria estaría a disposición para que sea expropiado, según este proyecto de ley de presupuesto.
Están peor que Chávez, muchachos. ¿Vieron cuando Chávez se paró en la plaza y dijo: "exprópiese, exprópiese, exprópiese"? Lo que le estamos dando a ustedes es la herramienta para que alguien se pare en el medio de la plaza, al lado del ferrocarril, y diga "exprópiese".
La última cuestión que deseo plantear al señor ministro y los funcionarios que lo acompañan -no quiero faltarles el respeto, sino hacerles ver que esto es grave- está vinculada con el tema de la Unidad de Información Financiera, al que se refieren los artículos 119 a 123 del proyecto. Me voy a referir solo a esta cuestión, más allá de que haya más elementos para evaluar el proyecto de ley de presupuesto.
No se puede introducir una modificación mediante este proyecto de ley y aduciendo argumentos que tienen falsedad. Por ejemplo, acá lo que se hace es eliminar el Consejo. Es decir que se va a dejar en la figura de quien esté a cargo de la Unidad de Información Financiera un enorme poder. Quiero señalar que tengo un enorme respeto por la persona que está ahora. No sé si en el futuro estará esa misma persona u otra, sino solamente que mediante esta modificación se le estaría dando un enorme poder, lo que tampoco tiene que ver con el debate que llevamos a cabo en oportunidad de la sanción de la respectiva ley.
Los invito, muchachos, a que miren cuando traen estas cosas, a ver qué piensan los diputados, a ver si alguno de los que estaba en esa época no sigue estando. Los invito a que miren los discursos del diputado Negri y del senador Pinedo. Los invito a que miren lo que piensan los legisladores de Cambiemos sobre este tema.
Además, ¿por qué se hace esto? Dicen que es algo que forma parte de los estándares que pide el GAFI. Eso es mentira. El estándar del GAFI, en la recomendación 29, nota interpretativa 12 y en la metodología de evaluación, en la evaluación del cumplimiento técnico, en el punto 27.7, exige la independencia funcional de la Unidad de Información Financiera en cuanto a su autonomía operativa. En ese sentido, dice que tiene que estar libre de influencia o interferencia indebida de parte del poder político. La verdad es que desde 1999 la Unidad de Información Financiera siempre tuvo una conducción colegiada.
Tampoco es cierto lo que se dice en el sentido de que supuestamente se quiere ahorrar para equilibrar el presupuesto con el dinero de los consejeros.
Estos últimos provienen de organismos, son profesionales, tienen capacidades, saben de qué están hablando, no es que los diputados colaron ahí a cualquiera en el ansia de tener injerencia en todos lados. Buscamos puntillosamente cuáles eran los organismos que podían acompañar en el Consejo, que no tiene mayor ascendencia que la del consejo propiamente dicho, porque sus apreciaciones ni siquiera son vinculantes.
Honestamente, no sé cuál es el sentido de eliminar el Consejo. Creo sinceramente que esto opacaría enormemente a un organismo que debemos decir todos que, desde su concepción, fue bien pensado.
También voy a reivindicar la actuación del director anterior de este organismo, quien armó la estructura de funcionamiento. Hoy la Unidad de Información Financiera puede hacer lo que hace porque anteriormente alguien armó esa estructura. Esta cuestión tiene que ser revisada y se encuentra dentro de su área, señor ministro.
Otra cuestión que me parece que deberían tener muy en cuenta es la modificación que establece el artículo 123 del proyecto, por el que se incorporan los incisos c) y d) al artículo 27 de la ley 25.246. Aparentemente, por lo que alcanzo a leer, lo que están buscando es financiarse. Considero que este es uno de los organismos a los que hay que estar mirando constantemente, porque es muy delicado, y lo están convirtiendo en un organismo que va a ser juez y parte.
Les quiero contar que existe jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en cuanto a la utilización de los recursos que el mismo organismo tiene que controlar. De esta manera, van a ir en contra de jurisprudencia asentada en materia de narcotráfico, donde creo que hay una causa paradigmática en cuanto al uso. Esto es algo que siempre discutimos y los diputados del oficialismo no me dejan mentir: cada vez que queremos aplicar a quien tiene que ser controlado el beneficio del organismo nos preguntamos hasta dónde es ético y si no estamos haciendo que el organismo pierda su objetivo y le estamos imponiendo una meta más recaudatoria.
El organismo no puede ser juez y parte, mucho menos un organismo con estas características y semejante poder.
Estas son las cuestiones que no quería dejar de mencionar, señor ministro.
A continuación, el señor diputado Lavagna dará un pantallazo del trabajo, artículo por artículo, que hemos realizado. No estamos conformes con este proyecto de ley de presupuesto y tenemos múltiples críticas para formular. La verdad es que cuando se habla de un presupuesto equilibrado parecería que a la balanza del equilibrio de Cambiemos hay que calibrarle las pesas.
SR. PRESIDENTE LASPINA Antes de otorgar el uso de la palabra al señor diputado Lavagna, vamos a permitir que el señor ministro responda las preguntas, ya que han sido muy extensas.
Tiene la palabra el señor ministro de Hacienda.
Tiene la palabra el señor ministro de Hacienda.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Muchas gracias por sus preguntas, señora diputada Camaño. Voy a tratar de ir respondiendo en orden y, eventualmente, en algunos casos me voy a apoyar en mi equipo, puesto que son inquietudes bastante técnicas.
Comenzaré por la primera cuestión, referida al artículo 12 y al requerimiento a las universidades de que reporten información al gobierno nacional. En este sentido, debo mencionar que este artículo ha existido siempre. Es decir que no es una novedad de este proyecto de ley de presupuesto y forma parte de las buenas prácticas que requerimos dentro de la administración pública.
El 90 por ciento del gasto de las universidades corresponde a sueldos. Lo único que se requiere es que se giren las planillas de sueldos, como una forma de auditar el gasto que se lleva adelante.
Comenzaré por la primera cuestión, referida al artículo 12 y al requerimiento a las universidades de que reporten información al gobierno nacional. En este sentido, debo mencionar que este artículo ha existido siempre. Es decir que no es una novedad de este proyecto de ley de presupuesto y forma parte de las buenas prácticas que requerimos dentro de la administración pública.
El 90 por ciento del gasto de las universidades corresponde a sueldos. Lo único que se requiere es que se giren las planillas de sueldos, como una forma de auditar el gasto que se lleva adelante.
SRA. CAMAÑO La interrupción de las transferencias es el problema, señor ministro.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Eso también existió siempre y nunca se ha interrumpido. Pero es el mismo artículo de siempre.
Entonces, se pide la información y se hacen los pagos. Se ha hecho incluso en los casos en que no ha habido información. Pero acá no hay ninguna novedad.
También debemos tener en cuenta que las buenas prácticas en términos del control y la administración de la cosa pública son muy relevantes en la Argentina. Tenemos que ser muy cuidadosos con ello. Acá no estamos innovando y no hay ninguna maniobra oculta detrás de este artículo, que se repite todos los años. Simplemente se trata de buenas prácticas presupuestarias.
Voy a repetir lo que dije antes acerca de la Ley de Administración Financiera. Pensamos que hay que modernizar su articulado. También quiero que en algún momento de la exposición haga uso de la palabra el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. Creo que es muy importante que lo escuchen para que sepan por qué estamos solicitando estas modificaciones y, de esa manera, pierdan la desconfianza que están manifestando. Obviamente, es facultad del Congreso Nacional conceder o no esas modificaciones. Lo que pretendemos es explicar nuestros motivos, y hacerlo técnicamente. Pero, por supuesto, es decisión de este Congreso avanzar o no en la modificación de este artículo, que nosotros creemos que beneficia a las finanzas públicas de la Argentina. Ustedes deberán evaluar su conveniencia o no.
Con respecto al temor de que tomemos fondos bilaterales o multilaterales que puedan utilizarse para gasto corriente, debo decir que hay que aventarlo, puesto que al entrar la Argentina en equilibrio primario no hay ninguna chance de que fondos adicionales que tomemos puedan ser utilizados para gastos corrientes. Estos últimos están financiados por ingresos corrientes, como debe ser siempre y como no ha ocurrido en la Argentina desde hace muchísimo tiempo.
De manera que quiero llevarle tranquilidad, diputada Camaño, en el sentido de que colaborando con la votación de un proyecto de ley de presupuesto equilibrado no existe ningún peligro de que pueda producirse lo que ella menciona.
En relación con los programas de Participación Público-Privada, estamos intentando llevar adelante una solución parcial, que no es la mejor, pero que es la que tenemos disponible para defender el empleo, la construcción, el programa de infraestructura, etcétera. Tenemos que evitar que se pierdan cientos de miles de puestos de trabajo. Como usted mencionaba, los cuadernos de la corrupción tienen mucho que ver con esto. En efecto, la aparición de estos fenomenales casos de corrupción que abarcan al sector público y al sector privado está vinculado con la herencia que hemos recibido. La orgía de corrupción que tuvimos en la Argentina durante mucho tiempo nos está generando un problema inesperado para llevar adelante los programas de Participación Público-Privada.
En ese contexto, utilizar un fideicomiso que pueda financiar transitoriamente capital de trabajo hasta que las compañías logren el financiamiento en el mercado para llevar adelante sus proyectos, es una solución, aunque no la mejor. Lo mejor hubiera sido que no hubiesen ocurrido estos casos de corrupción que nos someten a tener que elegir este camino.
Entonces, estamos proponiendo esta solución, que también deberá ser tratada por este Congreso para decidir si quiere que llevemos adelante el programa de infraestructura que permite modernizar la infraestructura vial de la Argentina, generar puestos de trabajo y salvar una situación que, por supuesto, no esperábamos, aunque puede ser la mejor, pero ustedes deberán evaluarlo.
Estos son los motivos por los cuales estamos proponiendo estas modificaciones.
Con respecto a la Unidad de Información Financiera, el Consejo Consultivo de dicho organismo no tiene voto. Actualmente el GAFI está recomendando trabajar sin estos consejos consultivos.
Usted, señora diputada, tiene una muy buena opinión del director de la Unidad de Información Financiera, Mariano Federici, que comparto, aunque no comparto su apreciación del anterior director Sbattella. Creo que si Sbattella hubiera actuado como está actuando ahora Federici, buena parte de los casos de corrupción que estamos viendo hoy hubieran tenido una alerta temprana. El propio Federici puede explicarle los motivos por los cuales considera que vamos a tener una Unidad de Información Financiera más ágil y con menor gasto de dinero si suprimimos un Consejo que no tiene voto.
Por supuesto que también aquí traemos este artículo y lo sometemos a la consideración de este Congreso, con el fin de que sean ustedes los que evalúen los pros y los contras de avanzar en esta dirección.
Con respecto a las cuestiones tributarias, que son bastante técnicas, me gustaría que la señora subdirectora General de Coordinación Institucional de la AFIP, Jimena de la Torre, tome la palabra para contestarle a la señora diputada.
Entonces, se pide la información y se hacen los pagos. Se ha hecho incluso en los casos en que no ha habido información. Pero acá no hay ninguna novedad.
También debemos tener en cuenta que las buenas prácticas en términos del control y la administración de la cosa pública son muy relevantes en la Argentina. Tenemos que ser muy cuidadosos con ello. Acá no estamos innovando y no hay ninguna maniobra oculta detrás de este artículo, que se repite todos los años. Simplemente se trata de buenas prácticas presupuestarias.
Voy a repetir lo que dije antes acerca de la Ley de Administración Financiera. Pensamos que hay que modernizar su articulado. También quiero que en algún momento de la exposición haga uso de la palabra el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. Creo que es muy importante que lo escuchen para que sepan por qué estamos solicitando estas modificaciones y, de esa manera, pierdan la desconfianza que están manifestando. Obviamente, es facultad del Congreso Nacional conceder o no esas modificaciones. Lo que pretendemos es explicar nuestros motivos, y hacerlo técnicamente. Pero, por supuesto, es decisión de este Congreso avanzar o no en la modificación de este artículo, que nosotros creemos que beneficia a las finanzas públicas de la Argentina. Ustedes deberán evaluar su conveniencia o no.
Con respecto al temor de que tomemos fondos bilaterales o multilaterales que puedan utilizarse para gasto corriente, debo decir que hay que aventarlo, puesto que al entrar la Argentina en equilibrio primario no hay ninguna chance de que fondos adicionales que tomemos puedan ser utilizados para gastos corrientes. Estos últimos están financiados por ingresos corrientes, como debe ser siempre y como no ha ocurrido en la Argentina desde hace muchísimo tiempo.
De manera que quiero llevarle tranquilidad, diputada Camaño, en el sentido de que colaborando con la votación de un proyecto de ley de presupuesto equilibrado no existe ningún peligro de que pueda producirse lo que ella menciona.
En relación con los programas de Participación Público-Privada, estamos intentando llevar adelante una solución parcial, que no es la mejor, pero que es la que tenemos disponible para defender el empleo, la construcción, el programa de infraestructura, etcétera. Tenemos que evitar que se pierdan cientos de miles de puestos de trabajo. Como usted mencionaba, los cuadernos de la corrupción tienen mucho que ver con esto. En efecto, la aparición de estos fenomenales casos de corrupción que abarcan al sector público y al sector privado está vinculado con la herencia que hemos recibido. La orgía de corrupción que tuvimos en la Argentina durante mucho tiempo nos está generando un problema inesperado para llevar adelante los programas de Participación Público-Privada.
En ese contexto, utilizar un fideicomiso que pueda financiar transitoriamente capital de trabajo hasta que las compañías logren el financiamiento en el mercado para llevar adelante sus proyectos, es una solución, aunque no la mejor. Lo mejor hubiera sido que no hubiesen ocurrido estos casos de corrupción que nos someten a tener que elegir este camino.
Entonces, estamos proponiendo esta solución, que también deberá ser tratada por este Congreso para decidir si quiere que llevemos adelante el programa de infraestructura que permite modernizar la infraestructura vial de la Argentina, generar puestos de trabajo y salvar una situación que, por supuesto, no esperábamos, aunque puede ser la mejor, pero ustedes deberán evaluarlo.
Estos son los motivos por los cuales estamos proponiendo estas modificaciones.
Con respecto a la Unidad de Información Financiera, el Consejo Consultivo de dicho organismo no tiene voto. Actualmente el GAFI está recomendando trabajar sin estos consejos consultivos.
Usted, señora diputada, tiene una muy buena opinión del director de la Unidad de Información Financiera, Mariano Federici, que comparto, aunque no comparto su apreciación del anterior director Sbattella. Creo que si Sbattella hubiera actuado como está actuando ahora Federici, buena parte de los casos de corrupción que estamos viendo hoy hubieran tenido una alerta temprana. El propio Federici puede explicarle los motivos por los cuales considera que vamos a tener una Unidad de Información Financiera más ágil y con menor gasto de dinero si suprimimos un Consejo que no tiene voto.
Por supuesto que también aquí traemos este artículo y lo sometemos a la consideración de este Congreso, con el fin de que sean ustedes los que evalúen los pros y los contras de avanzar en esta dirección.
Con respecto a las cuestiones tributarias, que son bastante técnicas, me gustaría que la señora subdirectora General de Coordinación Institucional de la AFIP, Jimena de la Torre, tome la palabra para contestarle a la señora diputada.
SRA. DE LA TORRE Con respecto al artículo 101, sobre secreto fiscal, la supresión del párrafo tercero tiene que ver con el cumplimiento de la Convención sobre Cohecho Internacional que hemos firmado con la OCDE. Necesitamos poder compartir la información entre administraciones tributarias para otros fines que no sean los fiscales, a los efectos de poder prestar información en materia de cohecho internacional y de delitos que puedan haber cometido funcionarios públicos o privados. Es eso: una adaptación para cumplir con estándares internacionales de la OCDE.
En cuanto al tema de la prescripción aduanera, nos encontramos con una adaptación a los estándares internacionales que fija el Acuerdo de Facilitación del Comercio, donde la intención es reducir plazos para facilitar y mejorar la reingeniería de procesos aduaneros.
En cuanto al tema de la prescripción aduanera, nos encontramos con una adaptación a los estándares internacionales que fija el Acuerdo de Facilitación del Comercio, donde la intención es reducir plazos para facilitar y mejorar la reingeniería de procesos aduaneros.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Les pido silencio a los señores diputados, así podemos escuchar a los oradores.
Para una aclaración sobre el tema de los programas de Participación Público-Privada, tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili.
Para una aclaración sobre el tema de los programas de Participación Público-Privada, tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili.
SR. BAUSILI Quiero hacer una aclaración con respecto a la pregunta del 10 por ciento. Luego estaré encantado de conversarlo en detalle, pero me parece que hay una confusión que hay que aclarar. El 10 por ciento no es comparable con el 7 por ciento, sino que aplica flexibilidad dentro de la planilla de los distintos proyectos que puedan llegar a cambiar su peso dentro de la planilla aprobada.
SR. PRESIDENTE LASPINA Gracias por aclarar ese punto.
Diputado Lavagna: antes de darle la palabra voy a pedirle brevedad porque tengo también anotado para hacer uso de la palabra al diputado Kicillof y, por una cuestión de equilibrio de bloques, necesitamos acotar los tiempos.
Diputado Lavagna: antes de darle la palabra voy a pedirle brevedad porque tengo también anotado para hacer uso de la palabra al diputado Kicillof y, por una cuestión de equilibrio de bloques, necesitamos acotar los tiempos.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Ya habló el vicepresidente, ahora va a hablar el vicepresidente segundo y después el vicepresidente tercero. Le habíamos concedido a la diputada Camaño que hiciera su pregunta. Me pidió una excepción y la di, ya que hemos hecho excepciones para todos.
Diputado Lavagna: ¿usted le cede el turno al diputado Kicillof, que está ansioso por hablar, o insiste en hablar ahora? Yo no tengo ningún problema.
Diputado Lavagna: ¿usted le cede el turno al diputado Kicillof, que está ansioso por hablar, o insiste en hablar ahora? Yo no tengo ningún problema.
Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Lavagna.
SR. LAVAGNA Señor presidente: voy a ser breve porque creo que vamos a tener varias reuniones donde vamos a poder analizar en detalle cada uno de los artículos del proyecto.
Cuando miro el proyecto de ley de presupuesto observo que hay cuestiones de índole institucional, donde se proponen muchas modificaciones de leyes. Creo que no es propio discutir eso en el marco del debate de esta iniciativa.
A mi entender, el proyecto presenta algunos retrocesos en términos de delegaciones que el Congreso hace al Poder Ejecutivo. Creo que si hay que discutirlas, debatámoslo en otro marco y no en el de un proyecto de ley de presupuesto tan complejo como este. Este es un presupuesto donde, efectivamente, se le pide a la sociedad un sacrificio muy grande y creo que no hay que mezclar otros temas que no tengan que ver con las cuestiones específicas del presupuesto.
Un ejemplo de esto es lo dispuesto en el artículo 8°, respecto del cual, si no genera una gran modificación y no hay mucho para financiar de gasto corriente, les diría que directamente es fácil eliminarlo. Si no se va a necesitar lo eliminamos y solucionamos esa discusión que se planteó a partir de las dudas del señor diputado Bossio y de la señora diputada Camaño y que seguramente tendrán otros señores diputados.
Lo mismo sucede con el fondo fiduciario que se crea mediante el artículo 60, donde no tenemos plazos, ni montos, ni funciones de ejecución. Se crea un fondo fiduciario que no se sabe para qué será. Lo único que sabemos es que el Poder Ejecutivo lo puede administrar con libertad. Me parece que esas son delegaciones que no tendríamos que dejar pasar acá.
Lo mismo pasa con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES. Entiendo lo que dijo el secretario Pena en el sentido de que no se van a liquidar activos, sino que va a ser la utilización del producido. Pero esto me genera un choque -y lo traduzco en pregunta- con lo que se firmó en el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que duró dos meses, donde dice "amortización de los activos del FGS". Entonces, ahí veo una incongruencia, o por lo menos una duda no menor, que quizá se pueda salvar aclarando mejor la redacción.
Reitero que a mi juicio estamos avanzando sobre cuestiones de índole institucional que ameritarían una discusión más profunda.
Otro ejemplo son los temas de la Unidad de Información Financiera y del Código Aduanero. Si hay que modificarlos, nos sentamos y lo hacemos, pero no podemos hacer esto a las apuradas y en el marco del debate del proyecto de ley de presupuesto.
Es bueno -y ahora sí me voy a referir a lo económico- que el señor ministro no hable de presupuesto equilibrado, porque este no es un presupuesto equilibrado. Vamos a tener un déficit de casi tres puntos del producto el año que viene, que es cuando se pagan todos los intereses. Digo esto porque los intereses también son un gasto y no podemos hablar libremente de presupuesto equilibrado cuando tenemos un déficit.
Entonces, para ser serios en la discusión agradecería que empecemos a hablar con propiedad y no decir que esto es equilibrado. Este es un presupuesto con déficit.
Me preocupa algo sobre lo que hablamos en algún momento, señor ministro, que ahora se lo vuelvo a preguntar en vista del proyecto de ley de presupuesto presentado, las previsiones que hay para el año que viene y los acontecimientos de la última vez que lo vimos a usted en esta casa -desde ya agradezco que vuelva a estar acá y dispuesto a intercambiar opiniones- y que es por dónde sale la economía.
Viendo el resumen de estos cuatro años de gestión y más allá del resultado electoral que haya el año que viene, el próximo gobierno va a tomar una economía que habrá acumulado en los últimos cuatro años una inflación del 220 por ciento, casi un 35 por ciento promedio de inflación promedio por año; un PBI per cápita que va a haber caído 6 puntos; una deuda externa sobre el producto superior al ciento por ciento -luego me referiré al tema de la deuda externa- y una presión impositiva que va a ser la misma que cuando asumió el actual gobierno. Con lo cual, uno de los puntos centrales, que consistía en determinar cómo bajábamos la presión impositiva, no se habrá logrado, sino que se seguirá manteniendo en el mismo nivel.
Asimismo el próximo gobierno tomará una economía con un déficit de cuenta corriente que, a fines del año que viene y si todo sale bien, habrá experimentado una leve mejoría, pasando del 2,7 por ciento al 2,2 por ciento. Estos son datos del presupuesto; creo que algunos son optimistas, pero los tomo en cuenta.
También debemos mencionar los intereses de la deuda sobre los ingresos tributarios, que habrán pasado del 6,6 por ciento al 18,6 por ciento. Concretamente, me gustaría saber cuál es la tasa de interés supuesta que están utilizando para el programa financiero y económico que están llevando acá adelante.
Por su parte, la tasa de interés, evidentemente, será muy elevada. Sería bueno saber qué nivel alcanzará, pero indudablemente va a ser muy alta.
Además, la inversión tendrá una caída de casi el 10 por ciento en el transcurso del año que viene. Este es un dato del proyecto de ley de presupuesto.
La inversión sobre el PBI será del 19,2 por ciento -tengo los números acá-, lo que significa que tendrá casi el mismo nivel que cuando asumió el actual gobierno, que era del 19,5 por ciento.
Entonces, veo una economía que no arranca. De manera que mi pregunta es por dónde ven que arranca, porque sinceramente no encuentro la lógica y la sustentabilidad de la economía y de los procesos que están llevando adelante. Sería bueno que nos pudieran explicar un poco eso.
Cuando hablo de la deuda, no solamente me preocupa su nivel y el crecimiento que ha tenido, sino también el monto de endeudamiento que se está solicitando en el proyecto de ley de presupuesto. Solo en concepto de títulos públicos se están pidiendo 60.000 millones de dólares. Las necesidades de financiamiento, según también el propio proyecto de ley de presupuesto, son de 28.170 millones de dólares.
¿Por qué el extraendeudamiento? ¿Cuál es el objetivo de endeudarse en el doble de la necesidad de financiamiento? ¿Dónde van a ir esos recursos por los que se van a endeudar? ¿Para qué se necesitan esos fondos? Planteo estos interrogantes considerando, sobre todo, un contexto en el que se solicita la reimplantación de superpoderes de otra forma.
En cuanto a los intereses de la deuda, vamos a terminar 2019 con un 17,8 por ciento de intereses sobre los ingresos, según datos del proyecto de ley de presupuesto. En 2021 dichos intereses serán del 23,8 por ciento. Es decir que serán cada vez mayores. En consecuencia, hay algo de la sustentabilidad de la deuda que sinceramente no entiendo.
Lo mismo me pasa con el programa de Letes. El stock de Letes a fin de año -estas son estimaciones en función de datos que ha dado a conocer el gobierno- va a terminar este año aproximadamente en 14.000 millones de dólares -corríjanme si estoy equivocado en cuanto a los números- y se está pidiendo un permiso por 24.190 millones de dólares. De vuelta el doble, es decir, el doble en títulos públicos y en Letes. ¿Qué queremos hacer con todo eso? ¿Hacia dónde vamos?
Esta no es una economía que queremos que empiece a expandirse, sino que sigue siendo una economía que está muy atada a lo financiero y no va a solucionar los problemas por ese lado. En esto no estoy contando los 8.000 millones de dólares del desembolso previsto del Fondo Monetario Internacional y que constituía el primer acuerdo, ni lo que eventualmente se negocie en este otro acuerdo.
Le soy sincero, señor ministro: entiendo que las negociaciones que usted pueda llevar adelante tengan un grado de secreto en esta instancia, pero no se le puede pedir al Congreso de la Nación que sancione una ley de presupuesto sin saber cuál va a ser el endeudamiento que se va a buscar ni cuáles van a ser las condicionalidades que establezca el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Porque si no vamos a terminar en el mismo presupuesto mentiroso del año pasado: lo aprobamos un día y a los dos días no existía más, era una mentira. Entonces, en un proyecto de ley de presupuesto tan complejo como este no podemos cometer los mismos errores.
Le pido que mire lo que le digo cuando le expreso que la economía por este lado no sale. Según datos extraídos también del proyecto de ley de presupuesto, recién en 2022 estaríamos recuperando el PBI per cápita de 2015, que ya venía con una caída. Este no es el camino.
Me parece que más allá de discutir cada uno de los artículos y planillas que integran este proyecto de ley de presupuesto, debemos debatir la cuestión de fondo, que es hacia dónde vamos y cuál es el camino. Claramente esto no está funcionando, por lo que creo que hay que cambiarlo.
Me quedan algunas dudas respecto del proyecto de ley de presupuesto. Recién el señor diputado Bossio formuló una pregunta sobre un determinado tema que no fue contestada. Voy a reiterarla y le pido por favor una respuesta concreta: ¿cuál va a ser el aumento de las tarifas? Recuerdo que esto lo preguntamos el año pasado. Yo se lo pregunte, por lo menos, tres veces a distintos funcionarios distintos, pero nunca tuve una respuesta. El señor diputado Bossio también lo preguntó varias veces, pero tampoco le fue respondido.
Eso sí: cuando tratamos el proyecto de ley referido al tema de las tarifas, que no les gustaba y entiendo que no les haya gustado-, salieron en todos los programas de televisión diciendo que el presupuesto claramente establecía ese aumento. No lo establecía, pero en todo caso me gustaría saber cuál es el aumento previsto en este proyecto de ley de presupuesto. Me parece que es información básica con la que debemos contar para poder votar este proyecto de ley de presupuesto.
La transparencia es uno los supuestos esenciales que uno debe tener cuando le presenta a la sociedad el proyecto de ley de presupuesto y le va a pedir un sacrificio. Es necesario que haya transparencia en cuanto a qué estamos pidiendo y hacia dónde vamos.
Lo mismo hay que hacer en lo atinente a cómo vamos a hacer para revertir la pérdida de reservas que ha habido. Todo el dinero que entró desde el Fondo Monetario Internacional y más, así como entró, ya se fue.
Les pido que me corrijan si me equivoco, pero de acuerdo con mis cálculos ya llevamos fugados entre 25.000 millones de dólares y 28.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional nos dio hasta ahora 18.000 millones de dólares, a los que deben agregarse los que tienen que venir después, si estaban los desembolsos. Pero todo lo que entregó el Fondo Monetario Internacional ya se fue. ¿Le vamos a pedir más dinero para que se siga yendo? Considero que hace falta cambiar la lógica del esquema económico.
Más allá de las preguntas puntuales, me gustaría una reflexión sobre cómo haremos para que la economía funcione. Este, claramente, no es el camino. (Aplausos.)
Cuando miro el proyecto de ley de presupuesto observo que hay cuestiones de índole institucional, donde se proponen muchas modificaciones de leyes. Creo que no es propio discutir eso en el marco del debate de esta iniciativa.
A mi entender, el proyecto presenta algunos retrocesos en términos de delegaciones que el Congreso hace al Poder Ejecutivo. Creo que si hay que discutirlas, debatámoslo en otro marco y no en el de un proyecto de ley de presupuesto tan complejo como este. Este es un presupuesto donde, efectivamente, se le pide a la sociedad un sacrificio muy grande y creo que no hay que mezclar otros temas que no tengan que ver con las cuestiones específicas del presupuesto.
Un ejemplo de esto es lo dispuesto en el artículo 8°, respecto del cual, si no genera una gran modificación y no hay mucho para financiar de gasto corriente, les diría que directamente es fácil eliminarlo. Si no se va a necesitar lo eliminamos y solucionamos esa discusión que se planteó a partir de las dudas del señor diputado Bossio y de la señora diputada Camaño y que seguramente tendrán otros señores diputados.
Lo mismo sucede con el fondo fiduciario que se crea mediante el artículo 60, donde no tenemos plazos, ni montos, ni funciones de ejecución. Se crea un fondo fiduciario que no se sabe para qué será. Lo único que sabemos es que el Poder Ejecutivo lo puede administrar con libertad. Me parece que esas son delegaciones que no tendríamos que dejar pasar acá.
Lo mismo pasa con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES. Entiendo lo que dijo el secretario Pena en el sentido de que no se van a liquidar activos, sino que va a ser la utilización del producido. Pero esto me genera un choque -y lo traduzco en pregunta- con lo que se firmó en el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que duró dos meses, donde dice "amortización de los activos del FGS". Entonces, ahí veo una incongruencia, o por lo menos una duda no menor, que quizá se pueda salvar aclarando mejor la redacción.
Reitero que a mi juicio estamos avanzando sobre cuestiones de índole institucional que ameritarían una discusión más profunda.
Otro ejemplo son los temas de la Unidad de Información Financiera y del Código Aduanero. Si hay que modificarlos, nos sentamos y lo hacemos, pero no podemos hacer esto a las apuradas y en el marco del debate del proyecto de ley de presupuesto.
Es bueno -y ahora sí me voy a referir a lo económico- que el señor ministro no hable de presupuesto equilibrado, porque este no es un presupuesto equilibrado. Vamos a tener un déficit de casi tres puntos del producto el año que viene, que es cuando se pagan todos los intereses. Digo esto porque los intereses también son un gasto y no podemos hablar libremente de presupuesto equilibrado cuando tenemos un déficit.
Entonces, para ser serios en la discusión agradecería que empecemos a hablar con propiedad y no decir que esto es equilibrado. Este es un presupuesto con déficit.
Me preocupa algo sobre lo que hablamos en algún momento, señor ministro, que ahora se lo vuelvo a preguntar en vista del proyecto de ley de presupuesto presentado, las previsiones que hay para el año que viene y los acontecimientos de la última vez que lo vimos a usted en esta casa -desde ya agradezco que vuelva a estar acá y dispuesto a intercambiar opiniones- y que es por dónde sale la economía.
Viendo el resumen de estos cuatro años de gestión y más allá del resultado electoral que haya el año que viene, el próximo gobierno va a tomar una economía que habrá acumulado en los últimos cuatro años una inflación del 220 por ciento, casi un 35 por ciento promedio de inflación promedio por año; un PBI per cápita que va a haber caído 6 puntos; una deuda externa sobre el producto superior al ciento por ciento -luego me referiré al tema de la deuda externa- y una presión impositiva que va a ser la misma que cuando asumió el actual gobierno. Con lo cual, uno de los puntos centrales, que consistía en determinar cómo bajábamos la presión impositiva, no se habrá logrado, sino que se seguirá manteniendo en el mismo nivel.
Asimismo el próximo gobierno tomará una economía con un déficit de cuenta corriente que, a fines del año que viene y si todo sale bien, habrá experimentado una leve mejoría, pasando del 2,7 por ciento al 2,2 por ciento. Estos son datos del presupuesto; creo que algunos son optimistas, pero los tomo en cuenta.
También debemos mencionar los intereses de la deuda sobre los ingresos tributarios, que habrán pasado del 6,6 por ciento al 18,6 por ciento. Concretamente, me gustaría saber cuál es la tasa de interés supuesta que están utilizando para el programa financiero y económico que están llevando acá adelante.
Por su parte, la tasa de interés, evidentemente, será muy elevada. Sería bueno saber qué nivel alcanzará, pero indudablemente va a ser muy alta.
Además, la inversión tendrá una caída de casi el 10 por ciento en el transcurso del año que viene. Este es un dato del proyecto de ley de presupuesto.
La inversión sobre el PBI será del 19,2 por ciento -tengo los números acá-, lo que significa que tendrá casi el mismo nivel que cuando asumió el actual gobierno, que era del 19,5 por ciento.
Entonces, veo una economía que no arranca. De manera que mi pregunta es por dónde ven que arranca, porque sinceramente no encuentro la lógica y la sustentabilidad de la economía y de los procesos que están llevando adelante. Sería bueno que nos pudieran explicar un poco eso.
Cuando hablo de la deuda, no solamente me preocupa su nivel y el crecimiento que ha tenido, sino también el monto de endeudamiento que se está solicitando en el proyecto de ley de presupuesto. Solo en concepto de títulos públicos se están pidiendo 60.000 millones de dólares. Las necesidades de financiamiento, según también el propio proyecto de ley de presupuesto, son de 28.170 millones de dólares.
¿Por qué el extraendeudamiento? ¿Cuál es el objetivo de endeudarse en el doble de la necesidad de financiamiento? ¿Dónde van a ir esos recursos por los que se van a endeudar? ¿Para qué se necesitan esos fondos? Planteo estos interrogantes considerando, sobre todo, un contexto en el que se solicita la reimplantación de superpoderes de otra forma.
En cuanto a los intereses de la deuda, vamos a terminar 2019 con un 17,8 por ciento de intereses sobre los ingresos, según datos del proyecto de ley de presupuesto. En 2021 dichos intereses serán del 23,8 por ciento. Es decir que serán cada vez mayores. En consecuencia, hay algo de la sustentabilidad de la deuda que sinceramente no entiendo.
Lo mismo me pasa con el programa de Letes. El stock de Letes a fin de año -estas son estimaciones en función de datos que ha dado a conocer el gobierno- va a terminar este año aproximadamente en 14.000 millones de dólares -corríjanme si estoy equivocado en cuanto a los números- y se está pidiendo un permiso por 24.190 millones de dólares. De vuelta el doble, es decir, el doble en títulos públicos y en Letes. ¿Qué queremos hacer con todo eso? ¿Hacia dónde vamos?
Esta no es una economía que queremos que empiece a expandirse, sino que sigue siendo una economía que está muy atada a lo financiero y no va a solucionar los problemas por ese lado. En esto no estoy contando los 8.000 millones de dólares del desembolso previsto del Fondo Monetario Internacional y que constituía el primer acuerdo, ni lo que eventualmente se negocie en este otro acuerdo.
Le soy sincero, señor ministro: entiendo que las negociaciones que usted pueda llevar adelante tengan un grado de secreto en esta instancia, pero no se le puede pedir al Congreso de la Nación que sancione una ley de presupuesto sin saber cuál va a ser el endeudamiento que se va a buscar ni cuáles van a ser las condicionalidades que establezca el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Porque si no vamos a terminar en el mismo presupuesto mentiroso del año pasado: lo aprobamos un día y a los dos días no existía más, era una mentira. Entonces, en un proyecto de ley de presupuesto tan complejo como este no podemos cometer los mismos errores.
Le pido que mire lo que le digo cuando le expreso que la economía por este lado no sale. Según datos extraídos también del proyecto de ley de presupuesto, recién en 2022 estaríamos recuperando el PBI per cápita de 2015, que ya venía con una caída. Este no es el camino.
Me parece que más allá de discutir cada uno de los artículos y planillas que integran este proyecto de ley de presupuesto, debemos debatir la cuestión de fondo, que es hacia dónde vamos y cuál es el camino. Claramente esto no está funcionando, por lo que creo que hay que cambiarlo.
Me quedan algunas dudas respecto del proyecto de ley de presupuesto. Recién el señor diputado Bossio formuló una pregunta sobre un determinado tema que no fue contestada. Voy a reiterarla y le pido por favor una respuesta concreta: ¿cuál va a ser el aumento de las tarifas? Recuerdo que esto lo preguntamos el año pasado. Yo se lo pregunte, por lo menos, tres veces a distintos funcionarios distintos, pero nunca tuve una respuesta. El señor diputado Bossio también lo preguntó varias veces, pero tampoco le fue respondido.
Eso sí: cuando tratamos el proyecto de ley referido al tema de las tarifas, que no les gustaba y entiendo que no les haya gustado-, salieron en todos los programas de televisión diciendo que el presupuesto claramente establecía ese aumento. No lo establecía, pero en todo caso me gustaría saber cuál es el aumento previsto en este proyecto de ley de presupuesto. Me parece que es información básica con la que debemos contar para poder votar este proyecto de ley de presupuesto.
La transparencia es uno los supuestos esenciales que uno debe tener cuando le presenta a la sociedad el proyecto de ley de presupuesto y le va a pedir un sacrificio. Es necesario que haya transparencia en cuanto a qué estamos pidiendo y hacia dónde vamos.
Lo mismo hay que hacer en lo atinente a cómo vamos a hacer para revertir la pérdida de reservas que ha habido. Todo el dinero que entró desde el Fondo Monetario Internacional y más, así como entró, ya se fue.
Les pido que me corrijan si me equivoco, pero de acuerdo con mis cálculos ya llevamos fugados entre 25.000 millones de dólares y 28.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional nos dio hasta ahora 18.000 millones de dólares, a los que deben agregarse los que tienen que venir después, si estaban los desembolsos. Pero todo lo que entregó el Fondo Monetario Internacional ya se fue. ¿Le vamos a pedir más dinero para que se siga yendo? Considero que hace falta cambiar la lógica del esquema económico.
Más allá de las preguntas puntuales, me gustaría una reflexión sobre cómo haremos para que la economía funcione. Este, claramente, no es el camino. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor ministro de Hacienda.
SR. MINISTRO DE HACIENDA Muchas gracias por su exposición, señor diputado Lavagna. Vamos a responder las preguntas que ha formulado. Creo que la más importante se refiere al esquema económico. Posteriormente, vamos a entrar en detalles.
Siempre planteamos que la economía argentina debía comenzar a transitar un proceso de integración al mundo, saneamiento de sus cuentas fiscales y aumento de la inversión. Este último generaría a su vez un aumento de la productividad y los salarios. Esto nos llevaría a construir gradualmente una economía que pueda crecer de manera sostenible, no a los tumbos, sino en forma permanente.
Heredamos desequilibrios. En 2016 tuvimos que salir del cepo cambiario y empezar a corregir los precios de los servicios públicos, que realmente estaban muy desalineados, al igual que los precios relativos de la economía. Además había una inflación muy alta.
Entonces, teníamos que corregir los precios relativos con una inflación de arranque realmente elevada, estando en default, sin acceso al crédito y con una economía que en términos institucionales había sido arrasada. En este sentido, existen pocos casos de países que hayan perdido sus estadísticas públicas tal como sucedió en nuestro país.
Ese trabajo se hizo y en 2017 comenzamos a ver los frutos. La economía argentina creció a un ritmo cercano al 3 por ciento anual, con un fuerte aumento del empleo, una fuerte baja de la pobreza y un aumento de la inversión. Por primera vez desde 2011 -porque desde que se había establecido el cepo tuvimos cuatro años consecutivos de caída de las exportaciones- se empezaron a recuperar las exportaciones de manufacturas industriales, proceso que hoy continúa y se está acelerando.
Ese proceso continuó durante el primer trimestre de 2018 y a partir de allí enfrentamos una serie de shocks que nos han desviado transitoriamente -no de nuestro esquema, pero sí de los resultados que estábamos obteniendo- y que nos han llevado a la decisión de acelerar el proceso de corrección de los desequilibrios.
Cuando una economía pierde el financiamiento ya no tiene tantas elecciones y tiene que corregir sus desequilibrios más rápido. Nosotros intentamos hacerlo de manera gradual. Ya en 2017 generamos una muy importante reducción del gasto público consolidado en la Argentina por primera vez en muchos años. Esa reducción continúa este año y va a continuar en los sucesivos años porque tenemos que bajar el déficit y la presión tributaria, y la única forma de hacerlo es bajando el gasto consolidado en la economía argentina.
Siempre planteamos que la economía argentina debía comenzar a transitar un proceso de integración al mundo, saneamiento de sus cuentas fiscales y aumento de la inversión. Este último generaría a su vez un aumento de la productividad y los salarios. Esto nos llevaría a construir gradualmente una economía que pueda crecer de manera sostenible, no a los tumbos, sino en forma permanente.
Heredamos desequilibrios. En 2016 tuvimos que salir del cepo cambiario y empezar a corregir los precios de los servicios públicos, que realmente estaban muy desalineados, al igual que los precios relativos de la economía. Además había una inflación muy alta.
Entonces, teníamos que corregir los precios relativos con una inflación de arranque realmente elevada, estando en default, sin acceso al crédito y con una economía que en términos institucionales había sido arrasada. En este sentido, existen pocos casos de países que hayan perdido sus estadísticas públicas tal como sucedió en nuestro país.
Ese trabajo se hizo y en 2017 comenzamos a ver los frutos. La economía argentina creció a un ritmo cercano al 3 por ciento anual, con un fuerte aumento del empleo, una fuerte baja de la pobreza y un aumento de la inversión. Por primera vez desde 2011 -porque desde que se había establecido el cepo tuvimos cuatro años consecutivos de caída de las exportaciones- se empezaron a recuperar las exportaciones de manufacturas industriales, proceso que hoy continúa y se está acelerando.
Ese proceso continuó durante el primer trimestre de 2018 y a partir de allí enfrentamos una serie de shocks que nos han desviado transitoriamente -no de nuestro esquema, pero sí de los resultados que estábamos obteniendo- y que nos han llevado a la decisión de acelerar el proceso de corrección de los desequilibrios.
Cuando una economía pierde el financiamiento ya no tiene tantas elecciones y tiene que corregir sus desequilibrios más rápido. Nosotros intentamos hacerlo de manera gradual. Ya en 2017 generamos una muy importante reducción del gasto público consolidado en la Argentina por primera vez en muchos años. Esa reducción continúa este año y va a continuar en los sucesivos años porque tenemos que bajar el déficit y la presión tributaria, y la única forma de hacerlo es bajando el gasto consolidado en la economía argentina.
SR. CASTAGNETO ¡Ajuste!
SR. MINISTRO DE HACIENDA (DUJOVNE) Es por ello que creemos que ese es el esquema y que debemos continuar en esa dirección.
Coincido con el señor diputado Lavagna en que la Argentina todavía no tiene equilibrio fiscal. Nosotros manifestamos que tenemos equilibrio fiscal primario. Nos queda por delante la tarea de seguir trabajando juntos, gobierno y oposición, para llevar a la Argentina al equilibrio fiscal luego del pago de intereses. Espero que en los próximos presupuestos, así como estamos pidiendo el acompañamiento para llegar al equilibrio fiscal primario durante este año, nos acompañen para ir transitando el camino hacia un equilibrio fiscal global luego del pago de intereses.
El esquema para nosotros está muy claro. Estamos convencidos de que tenemos que persistir en este rumbo, que está permitiendo que las exportaciones de cereales y oleaginosas, que fueron afectadas por la seguía, hayan crecido en el primer semestre al 16 por ciento anual, ritmo que se está acelerando en estos meses en los que el peso se ha depreciado. Vamos a un año 2019 donde las exportaciones van a crecer por encima del 20 por ciento anual. Recordemos que en 2011 la Argentina exportaba por 83.000 millones de dólares, mientras que en 2015 exportaba por 55.000 millones de dólares. Si las exportaciones hubieran continuado creciendo a un ritmo del 5 por ciento anual, en 2015 las exportaciones tendrían que haber sido por 105.000 millones de dólares. Es decir que las exportaciones eran la mitad de lo que deberían haber sido si la Argentina no hubiera puesto el cepo cambiario o las prohibiciones a importar y exportar.
No podemos expandir nuestra capacidad productiva si no exportamos más. Eso es lo que nos permite también importar y modernizar nuestra estructura productiva mediante bienes de capital que nos posibiliten crecer a una tasa más rápida.
Voy a contestar algunas preguntas puntuales del señor diputado Lavagna. Con respecto al endeudamiento, la autorización de 60.000 millones de dólares tiene que ver con diversos motivos. Pero si la Argentina recuperase el acceso pleno a los mercados y no tuviéramos que utilizar los recursos que nos provee el Fondo Monetario Internacional, dado que estos no figuran en la planilla de endeudamiento tendríamos que utilizar puramente financiamiento privado, y de ahí viene parte del incremento en las Letes. Cuando el señor diputado menciona la cifra de 24.000 millones de dólares es porque las Letes vencen intraaño. Entonces se toma la autorización por cada vez que se renuevan. Piensen que la mayor parte de ellas se emiten a ciento ochenta días, teniendo un stock de unos 14.000 millones de dólares. Eso contempla las renovaciones intraaño de ese mismo stock. No planteo un incremento del mismo.
La tasa promedio detallada que se ha utilizado se la puede mencionar el secretario Bausili, pero tenga la seguridad, señor diputado, de que va a ser muy baja, puesto que disponemos de los desembolsos del Fondo Monetario Internacional, que en promedio nos cuestan una tasa cercana al 4 por ciento anual. Entonces, la tasa del financiamiento en dólares realmente es muy baja.
No quiero esquivar la pregunta sobre el aumento de tarifas, ya que la ha hecho el señor diputado Bossio y la ha reiterado el señor diputado Lavagna, por lo que le voy a ceder la palabra al señor secretario de Energía, ingeniero Javier Iguacel, para responderla.
Coincido con el señor diputado Lavagna en que la Argentina todavía no tiene equilibrio fiscal. Nosotros manifestamos que tenemos equilibrio fiscal primario. Nos queda por delante la tarea de seguir trabajando juntos, gobierno y oposición, para llevar a la Argentina al equilibrio fiscal luego del pago de intereses. Espero que en los próximos presupuestos, así como estamos pidiendo el acompañamiento para llegar al equilibrio fiscal primario durante este año, nos acompañen para ir transitando el camino hacia un equilibrio fiscal global luego del pago de intereses.
El esquema para nosotros está muy claro. Estamos convencidos de que tenemos que persistir en este rumbo, que está permitiendo que las exportaciones de cereales y oleaginosas, que fueron afectadas por la seguía, hayan crecido en el primer semestre al 16 por ciento anual, ritmo que se está acelerando en estos meses en los que el peso se ha depreciado. Vamos a un año 2019 donde las exportaciones van a crecer por encima del 20 por ciento anual. Recordemos que en 2011 la Argentina exportaba por 83.000 millones de dólares, mientras que en 2015 exportaba por 55.000 millones de dólares. Si las exportaciones hubieran continuado creciendo a un ritmo del 5 por ciento anual, en 2015 las exportaciones tendrían que haber sido por 105.000 millones de dólares. Es decir que las exportaciones eran la mitad de lo que deberían haber sido si la Argentina no hubiera puesto el cepo cambiario o las prohibiciones a importar y exportar.
No podemos expandir nuestra capacidad productiva si no exportamos más. Eso es lo que nos permite también importar y modernizar nuestra estructura productiva mediante bienes de capital que nos posibiliten crecer a una tasa más rápida.
Voy a contestar algunas preguntas puntuales del señor diputado Lavagna. Con respecto al endeudamiento, la autorización de 60.000 millones de dólares tiene que ver con diversos motivos. Pero si la Argentina recuperase el acceso pleno a los mercados y no tuviéramos que utilizar los recursos que nos provee el Fondo Monetario Internacional, dado que estos no figuran en la planilla de endeudamiento tendríamos que utilizar puramente financiamiento privado, y de ahí viene parte del incremento en las Letes. Cuando el señor diputado menciona la cifra de 24.000 millones de dólares es porque las Letes vencen intraaño. Entonces se toma la autorización por cada vez que se renuevan. Piensen que la mayor parte de ellas se emiten a ciento ochenta días, teniendo un stock de unos 14.000 millones de dólares. Eso contempla las renovaciones intraaño de ese mismo stock. No planteo un incremento del mismo.
La tasa promedio detallada que se ha utilizado se la puede mencionar el secretario Bausili, pero tenga la seguridad, señor diputado, de que va a ser muy baja, puesto que disponemos de los desembolsos del Fondo Monetario Internacional, que en promedio nos cuestan una tasa cercana al 4 por ciento anual. Entonces, la tasa del financiamiento en dólares realmente es muy baja.
No quiero esquivar la pregunta sobre el aumento de tarifas, ya que la ha hecho el señor diputado Bossio y la ha reiterado el señor diputado Lavagna, por lo que le voy a ceder la palabra al señor secretario de Energía, ingeniero Javier Iguacel, para responderla.
SR. IGUACEL Buenas tardes.
Voy a hacer una breve introducción sobre el tema de las tarifas para que comprendamos cómo se componen. Hay una diferencia importante entre las tarifas de gas y las eléctricas. ¿Por qué es importante? Porque la tarifa eléctrica es de jurisdicción provincial y federal, con una única exclusión que es la que fija el ENRE, un ente interjurisdiccional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de AMBA. En el resto del país la fija cada provincia con su respectivo ente regulador.
La tarifa final se fija a todo tipo de usuario. Se toma la decisión, por ejemplo, de si se va a cargar más al usuario residencial, a las pymes o a quien sea. ¿Cómo se compone la tarifa? Se compone por el costo de energía mayorista del Sistema Interconectado Nacional que administra CAMESA, que tampoco es el Estado nacional. El 20 por ciento es el Estado nacional, y después hay cuatro componentes más que son los transportadores, los distribuidores, los generadores y los usuarios. Es decir que tiene otros directores que son parte del directorio de CAMESA y que administran ese sistema.
Entonces, cada jurisdicción parte del costo mayorista que tiene y, eventualmente, del costo de generación propia que no está interconectado. El otro día estaba hablando con la provincia de Jujuy, que tiene algunas zonas que no están interconectadas, como por ejemplo Humahuaca, y por tanto tiene que pagar la generación. A partir del costo mayorista, del transporte y de la distribución -que según cada provincia puede ser provincial, concesionado o puede tener cooperativas-, se termina fijando la tarifa.
Por lo tanto, el gobierno nacional no es el que fija las tarifas eléctricas. No obstante es verdad que, a partir de las políticas de competencia y mejora de calidad de la generación eléctrica y del transporte, tiene influencia en el costo de la generación y el transporte.
Quiero agregar un tema muy importante, que tiene que ver con lo que nos pasó en el Sistema Eléctrico Nacional. En 2001 el costo de generación, a pesos de hoy, era de un promedio de 1.600 pesos. O sea, 40 dólares el kilovatio por hora. Eso es lo que costaba generar en la Argentina, con una matriz bastante similar a la que tenemos hoy en cuanto a participación de hidrocarburos, nuclear, hidráulica y nada de renovables.
En 2015 ese precio ascendió a casi 100 dólares. O sea, a valores de hoy, 4.000 pesos. Esto significó un aumento de más del 2,5 por ciento. Así como el cepo generó lo que nos generó con las exportaciones, una política energética totalmente errada hizo que la generación costara más del doble. Es cierto que aumentó el petróleo, pero también es cierto que los precios de gas no serían tan altos como los que hoy estamos teniendo. Si hubiéramos hecho políticas correctas, hubiéramos tenido los crecimientos que vemos hoy, sobre todo teniendo en cuenta la abundancia de gas en la Argentina.
Este año el gas de Vaca Muerta está creciendo a un 162 por ciento respecto del año pasado. Ese precio ya podría ser casi de 55 dólares, que es competitivo a nivel mundial. A precio de hoy sería 2.000 pesos. Hoy está a 66 dólares. Es decir que logramos bajarlo de casi 100 dólares a 66 dólares, a partir del ingreso de renovables, de nueva generación a gas y del reemplazo del fueloil y el gasoil, que es más caro, por el gas.
En definitiva, ¿qué es lo que estamos tratando de hacer? Que el costo real se reduzca considerablemente. El camino que estamos siguiendo va en ese sentido. Este año bajamos el 15 por ciento el consumo de gas natural licuado, que es más caro que el gas natural. Para el año que viene proyectamos que probablemente no vamos a necesitar el puerto de Bahía Blanca para entrar GNL. Estamos buscando bajar el costo real.
Lo que proyectamos para el costo mayorista, que no lo fija el Estado nacional pero sí tiene potestad para controlarlo, es que acompañe la inflación desde agosto de 2018 hasta fin de año. Es decir que hay una corrección de los próximos cinco meses que vamos a hacer en enero del último aumento del costo mayorista, y que a partir de ahí continúe con la inflación proyectada. El costo mayorista es el que van a tener los distribuidores.
¿Cuánto impacta eso en cada usuario y en cada pyme? Nuevamente, eso va a depender de cada provincia. Hay provincias en las que el costo mayorista en una boleta de luz es menor al 30 por ciento, ya que la distribución es muy cara e ineficiente, y hay otro donde es un poco mayor al 50 por ciento.
O sea que ese impacto no lo puedo medir específicamente, pero básicamente en el costo mayorista, a partir de que vamos mejorando nuestro costo de generación, tenemos una mejora del costo real que se traduce en que independientemente de la devaluación del peso no tengamos que trasladar directamente la devaluación del peso.
Esa es la política que estamos siguiendo, aprovechando lo máximo que se pueda el gas y las energías renovables que están ingresando al sistema en prácticamente dos o tres proyectos por mes.
Voy a hacer una breve introducción sobre el tema de las tarifas para que comprendamos cómo se componen. Hay una diferencia importante entre las tarifas de gas y las eléctricas. ¿Por qué es importante? Porque la tarifa eléctrica es de jurisdicción provincial y federal, con una única exclusión que es la que fija el ENRE, un ente interjurisdiccional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de AMBA. En el resto del país la fija cada provincia con su respectivo ente regulador.
La tarifa final se fija a todo tipo de usuario. Se toma la decisión, por ejemplo, de si se va a cargar más al usuario residencial, a las pymes o a quien sea. ¿Cómo se compone la tarifa? Se compone por el costo de energía mayorista del Sistema Interconectado Nacional que administra CAMESA, que tampoco es el Estado nacional. El 20 por ciento es el Estado nacional, y después hay cuatro componentes más que son los transportadores, los distribuidores, los generadores y los usuarios. Es decir que tiene otros directores que son parte del directorio de CAMESA y que administran ese sistema.
Entonces, cada jurisdicción parte del costo mayorista que tiene y, eventualmente, del costo de generación propia que no está interconectado. El otro día estaba hablando con la provincia de Jujuy, que tiene algunas zonas que no están interconectadas, como por ejemplo Humahuaca, y por tanto tiene que pagar la generación. A partir del costo mayorista, del transporte y de la distribución -que según cada provincia puede ser provincial, concesionado o puede tener cooperativas-, se termina fijando la tarifa.
Por lo tanto, el gobierno nacional no es el que fija las tarifas eléctricas. No obstante es verdad que, a partir de las políticas de competencia y mejora de calidad de la generación eléctrica y del transporte, tiene influencia en el costo de la generación y el transporte.
Quiero agregar un tema muy importante, que tiene que ver con lo que nos pasó en el Sistema Eléctrico Nacional. En 2001 el costo de generación, a pesos de hoy, era de un promedio de 1.600 pesos. O sea, 40 dólares el kilovatio por hora. Eso es lo que costaba generar en la Argentina, con una matriz bastante similar a la que tenemos hoy en cuanto a participación de hidrocarburos, nuclear, hidráulica y nada de renovables.
En 2015 ese precio ascendió a casi 100 dólares. O sea, a valores de hoy, 4.000 pesos. Esto significó un aumento de más del 2,5 por ciento. Así como el cepo generó lo que nos generó con las exportaciones, una política energética totalmente errada hizo que la generación costara más del doble. Es cierto que aumentó el petróleo, pero también es cierto que los precios de gas no serían tan altos como los que hoy estamos teniendo. Si hubiéramos hecho políticas correctas, hubiéramos tenido los crecimientos que vemos hoy, sobre todo teniendo en cuenta la abundancia de gas en la Argentina.
Este año el gas de Vaca Muerta está creciendo a un 162 por ciento respecto del año pasado. Ese precio ya podría ser casi de 55 dólares, que es competitivo a nivel mundial. A precio de hoy sería 2.000 pesos. Hoy está a 66 dólares. Es decir que logramos bajarlo de casi 100 dólares a 66 dólares, a partir del ingreso de renovables, de nueva generación a gas y del reemplazo del fueloil y el gasoil, que es más caro, por el gas.
En definitiva, ¿qué es lo que estamos tratando de hacer? Que el costo real se reduzca considerablemente. El camino que estamos siguiendo va en ese sentido. Este año bajamos el 15 por ciento el consumo de gas natural licuado, que es más caro que el gas natural. Para el año que viene proyectamos que probablemente no vamos a necesitar el puerto de Bahía Blanca para entrar GNL. Estamos buscando bajar el costo real.
Lo que proyectamos para el costo mayorista, que no lo fija el Estado nacional pero sí tiene potestad para controlarlo, es que acompañe la inflación desde agosto de 2018 hasta fin de año. Es decir que hay una corrección de los próximos cinco meses que vamos a hacer en enero del último aumento del costo mayorista, y que a partir de ahí continúe con la inflación proyectada. El costo mayorista es el que van a tener los distribuidores.
¿Cuánto impacta eso en cada usuario y en cada pyme? Nuevamente, eso va a depender de cada provincia. Hay provincias en las que el costo mayorista en una boleta de luz es menor al 30 por ciento, ya que la distribución es muy cara e ineficiente, y hay otro donde es un poco mayor al 50 por ciento.
O sea que ese impacto no lo puedo medir específicamente, pero básicamente en el costo mayorista, a partir de que vamos mejorando nuestro costo de generación, tenemos una mejora del costo real que se traduce en que independientemente de la devaluación del peso no tengamos que trasladar directamente la devaluación del peso.
Esa es la política que estamos siguiendo, aprovechando lo máximo que se pueda el gas y las energías renovables que están ingresando al sistema en prácticamente dos o tres proyectos por mes.
SR. LAVAGNA ¿Una parte de la tarifa está dolarizada y la corrieron para el año que viene?
SR. IGUACEL No, ahí estoy hablando del costo mayorista, que es el costo de generación y transporte. Después, en la distribución hay provincias que tienen contratos con concesiones y otras que no.
En el caso del AMBA -quizá por ese lado va la pregunta-, ¿cómo se ajusta el costo de distribución? La tarifa -eso es verdaderamente la tarifa de distribución- depende de un contrato, que es el contrato de concesión y que tiene veinte años en la Argentina. Por lo menos está desde 1992 o 1993. Lo que hacen es aplicar las correcciones a la tarifa que está pesificada y no dolarizada, en el caso eléctrico, por el IPC. O sea que ajusta en función de cómo va aumentando el costo mayorista general, que es lo que se va agregando.
De manera tal que cuando el ENRE define la tarifa en el AMBA toma el costo mayorista más ese aumento que también está relacionado con la inflación. En el ENRE en particular, básicamente como el costo mayorista va ir con la inflación y el costo de distribución va con la inflación, va a ser con inflación.
En el caso de las demás provincias no lo sé, porque han habido muchos casos en los cuales las provincias han usado sus distribuidoras provinciales para generar recursos. Entonces aumentan más y otras pueden promover, ser más eficientes en la distribución y aumentar menos que la inflación. Así que ahí ya no tenemos cómo decirlo.
Aun así, para lograr que ese sea el ajuste del costo mayorista, en el proyecto de ley de presupuesto el Estado nacional sigue subsidiando a CAMESA con 102.000 millones de pesos, que es lo que ustedes pueden ver ahí. Con eso terminaría subsidiando un promedio del 30 por ciento del total del costo real de generación. El 70 por ciento restante es el que paga la gente a partir de este aumento en correlación con la inflación. Eso es con respecto a las tarifas eléctricas.
En el caso del gas, sí es jurisdicción nacional. En realidad, el ENARGAS, que es un ente autónomo, tiene que fijar las tarifas. Como en el caso de la electricidad tiene tres componentes: el transporte, la distribución y el precio en sí del insumo, que es el gas.
Lo mismo que para el caso eléctrico, la labor que tenemos que hacer nosotros es generar más competencia y condiciones suficientes para que haya más producción nacional a mejores precios. Estaba mirando una tabla -no tengo la posibilidad de proyectarla- que presenta las formas en que uno puede mostrarle a la gente cosas que no son la verdad.
En el año 2011 o 2012 -el ex ministro de economía se debe acordar porque él lo propuso o estaba- se definió generar un plan que se llama Plan Gas, donde se subsidiaba el gas a las empresas, o sea, para que no lo pague el consumidor. En definitiva, el precio del gas que pagaba la gente no era el precio del gas real. El precio del gas real terminaba siendo el subsidio a las empresas del Plan Gas más lo que pagaba la gente.
Después les puedo pasar más datos, pero ese Plan GAS en 2014, 2015, 2016 y 2017 -en este último año terminó, porque había acuerdos que llegaban hasta 2017- le generó al Estado entre 2.500 y 3.000 millones de dólares en concepto de subsidio a la producción de gas. Con lo cual, el promedio del precio de gas real superaba los 6 dólares de gas nacional, es lo que terminamos pagando en la Argentina, independientemente de si lo pagaba la gente o el Estado a través de estos subsidios.
¿Qué es lo que nosotros creemos? Que efectivamente la Argentina tiene la bendición natural o de Dios -si somos creyentes o no- de contar con unos recursos extraordinarios y con la posibilidad de tener un gas económicamente extraíble y puesto a disposición de nuestras pymes, de nuestra industria y de nuestra gente a la mitad de esos valores. A pesos de hoy estamos hablando de 120 pesos el millón de BTU, a 3 o 3,50 dólares. Esperamos que sea ese precio. ¿Eso qué significa? Que va a ser uno de los más competitivos del mundo, una cuarta parte o una tercera parte de lo que sale en casi todos los países desarrollados industriales.
O sea, nuestras pymes y nuestra industria van a poder tener energía real -con o sin subsidio, dependerá de quién esté gobernando, si decide subsidiarla o no- a un costo real tres o cuatro veces más bajo que casi todo el mundo, con excepción de algunos grandes productores que son Rusia, Australia, los Estados Unidos y Canadá. El costo en el resto de los países va a estar muy por encima del nuestro.
¿A cuánto está hoy? La novedad es que hay un sistema, el del mercado electrónico de gas, que se creó en 2004. Se sancionó la ley, pero nunca se aplicó. Nosotros lo aplicamos y logramos que el gas de generación que estaba costando 5,20 dólares pasara a 3,40 dólares. O sea que ya hay algún gas que en el verano nos generará un beneficio enorme. Por eso también antes me referí al costo mayorista de las tarifas eléctricas.
Entonces, en función de eso hoy tenemos un gas real que con las ofertas que han habido de las productoras a los distribuidores -que se presentaron a audiencia pública hace unos días- más o menos nos da un 30 por ciento de aumento del precio del gas en la próxima estacionalidad.
Después, recién en abril, hay que esperar el nuevo precio de invierno, que según la ley, se fija ahí. Pero eso no genera subsidio del Estado, porque eso, según la audiencia pública, la oferta y lo que compren las distribuidoras, lo paga el usuario.
Donde sí hay subsidio, que está puesto acá, es en que IEASA, el nuevo ENARSA, compra el GNL y para no trasladarle ese precio de 10 dólares -que todavía tenemos que importar por la mala política que hemos tenido- se lo va a trasladar al precio promedio de mercado. Ahí hay una diferencia que está puesta en el proyecto de ley de presupuesto.
Después, en la Patagonia, porque tenemos un precio subsidiado no solo con el subsidio nacional sino que estaba muy bajos, IEASA sigue comprando en el mercado local a lo que cuesta y vendiéndolo mucho más barato. Son más o menos 15.000 millones de pesos -que también están incluidos en este proyecto de ley de presupuesto- para que en la Patagonia mantengan el subsidio que vienen teniendo.
Eso es básicamente lo que tenemos en materia de tarifas en electricidad y de gas, cómo está estructurado y qué es lo que está incluido en el proyecto de ley de presupuesto.
En el caso del AMBA -quizá por ese lado va la pregunta-, ¿cómo se ajusta el costo de distribución? La tarifa -eso es verdaderamente la tarifa de distribución- depende de un contrato, que es el contrato de concesión y que tiene veinte años en la Argentina. Por lo menos está desde 1992 o 1993. Lo que hacen es aplicar las correcciones a la tarifa que está pesificada y no dolarizada, en el caso eléctrico, por el IPC. O sea que ajusta en función de cómo va aumentando el costo mayorista general, que es lo que se va agregando.
De manera tal que cuando el ENRE define la tarifa en el AMBA toma el costo mayorista más ese aumento que también está relacionado con la inflación. En el ENRE en particular, básicamente como el costo mayorista va ir con la inflación y el costo de distribución va con la inflación, va a ser con inflación.
En el caso de las demás provincias no lo sé, porque han habido muchos casos en los cuales las provincias han usado sus distribuidoras provinciales para generar recursos. Entonces aumentan más y otras pueden promover, ser más eficientes en la distribución y aumentar menos que la inflación. Así que ahí ya no tenemos cómo decirlo.
Aun así, para lograr que ese sea el ajuste del costo mayorista, en el proyecto de ley de presupuesto el Estado nacional sigue subsidiando a CAMESA con 102.000 millones de pesos, que es lo que ustedes pueden ver ahí. Con eso terminaría subsidiando un promedio del 30 por ciento del total del costo real de generación. El 70 por ciento restante es el que paga la gente a partir de este aumento en correlación con la inflación. Eso es con respecto a las tarifas eléctricas.
En el caso del gas, sí es jurisdicción nacional. En realidad, el ENARGAS, que es un ente autónomo, tiene que fijar las tarifas. Como en el caso de la electricidad tiene tres componentes: el transporte, la distribución y el precio en sí del insumo, que es el gas.
Lo mismo que para el caso eléctrico, la labor que tenemos que hacer nosotros es generar más competencia y condiciones suficientes para que haya más producción nacional a mejores precios. Estaba mirando una tabla -no tengo la posibilidad de proyectarla- que presenta las formas en que uno puede mostrarle a la gente cosas que no son la verdad.
En el año 2011 o 2012 -el ex ministro de economía se debe acordar porque él lo propuso o estaba- se definió generar un plan que se llama Plan Gas, donde se subsidiaba el gas a las empresas, o sea, para que no lo pague el consumidor. En definitiva, el precio del gas que pagaba la gente no era el precio del gas real. El precio del gas real terminaba siendo el subsidio a las empresas del Plan Gas más lo que pagaba la gente.
Después les puedo pasar más datos, pero ese Plan GAS en 2014, 2015, 2016 y 2017 -en este último año terminó, porque había acuerdos que llegaban hasta 2017- le generó al Estado entre 2.500 y 3.000 millones de dólares en concepto de subsidio a la producción de gas. Con lo cual, el promedio del precio de gas real superaba los 6 dólares de gas nacional, es lo que terminamos pagando en la Argentina, independientemente de si lo pagaba la gente o el Estado a través de estos subsidios.
¿Qué es lo que nosotros creemos? Que efectivamente la Argentina tiene la bendición natural o de Dios -si somos creyentes o no- de contar con unos recursos extraordinarios y con la posibilidad de tener un gas económicamente extraíble y puesto a disposición de nuestras pymes, de nuestra industria y de nuestra gente a la mitad de esos valores. A pesos de hoy estamos hablando de 120 pesos el millón de BTU, a 3 o 3,50 dólares. Esperamos que sea ese precio. ¿Eso qué significa? Que va a ser uno de los más competitivos del mundo, una cuarta parte o una tercera parte de lo que sale en casi todos los países desarrollados industriales.
O sea, nuestras pymes y nuestra industria van a poder tener energía real -con o sin subsidio, dependerá de quién esté gobernando, si decide subsidiarla o no- a un costo real tres o cuatro veces más bajo que casi todo el mundo, con excepción de algunos grandes productores que son Rusia, Australia, los Estados Unidos y Canadá. El costo en el resto de los países va a estar muy por encima del nuestro.
¿A cuánto está hoy? La novedad es que hay un sistema, el del mercado electrónico de gas, que se creó en 2004. Se sancionó la ley, pero nunca se aplicó. Nosotros lo aplicamos y logramos que el gas de generación que estaba costando 5,20 dólares pasara a 3,40 dólares. O sea que ya hay algún gas que en el verano nos generará un beneficio enorme. Por eso también antes me referí al costo mayorista de las tarifas eléctricas.
Entonces, en función de eso hoy tenemos un gas real que con las ofertas que han habido de las productoras a los distribuidores -que se presentaron a audiencia pública hace unos días- más o menos nos da un 30 por ciento de aumento del precio del gas en la próxima estacionalidad.
Después, recién en abril, hay que esperar el nuevo precio de invierno, que según la ley, se fija ahí. Pero eso no genera subsidio del Estado, porque eso, según la audiencia pública, la oferta y lo que compren las distribuidoras, lo paga el usuario.
Donde sí hay subsidio, que está puesto acá, es en que IEASA, el nuevo ENARSA, compra el GNL y para no trasladarle ese precio de 10 dólares -que todavía tenemos que importar por la mala política que hemos tenido- se lo va a trasladar al precio promedio de mercado. Ahí hay una diferencia que está puesta en el proyecto de ley de presupuesto.
Después, en la Patagonia, porque tenemos un precio subsidiado no solo con el subsidio nacional sino que estaba muy bajos, IEASA sigue comprando en el mercado local a lo que cuesta y vendiéndolo mucho más barato. Son más o menos 15.000 millones de pesos -que también están incluidos en este proyecto de ley de presupuesto- para que en la Patagonia mantengan el subsidio que vienen teniendo.
Eso es básicamente lo que tenemos en materia de tarifas en electricidad y de gas, cómo está estructurado y qué es lo que está incluido en el proyecto de ley de presupuesto.
SR. SOLANA ¿Puedo hacer una pregunta, señor presidente?
SR. PRESIDENTE LASPINA Sí, señor diputado Solanas. Le pido brevedad.
SR. SOLANAS Señor secretario: ¿usted dijo que las provincias fijan el precio mayorista? Le hago la pregunta porque por lo visto lo fija la Nación en dólares. ¿Eso dijo?
SR. IGUACEL No.
SR. SOLANAS Está bien. Entonces, escuché mal. Gracias.
SR. PRESIDENTE LASPINA Para efectuar una aclaración sobre el tema de las tasas, tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, licenciado Santiago Bausili.
SR. BAUSILI Señor presidente: faltaba la respuesta a cuáles son los supuestos de tasas de interés.
Para la deuda con el Fondo Monetario Internacional la tasa es del 4,7 por ciento. Si hubiese deuda del mercado en dólares, sería del 7 por ciento en dólares. Y para el tramo que sería de deuda en pesos, la tasa real sería del 3 por ciento.
Para la deuda con el Fondo Monetario Internacional la tasa es del 4,7 por ciento. Si hubiese deuda del mercado en dólares, sería del 7 por ciento en dólares. Y para el tramo que sería de deuda en pesos, la tasa real sería del 3 por ciento.
SR. LAVAGNA ¿Inflación más tres?
SR. BAUSILI Sí, inflación más tres.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Kicillof.
SR. KICILLOF Señor presidente: quiero plantear varias cosas al señor ministro.