PRESUPUESTO Y HACIENDA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 418
Secretario Administrativo Dr. Seguí Ariel
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2444 Internos 2416/2310
cpyhacienda@hcdn.gob.ar
- COMUNICACIONES E INFORMATICA
- PRESUPUESTO Y HACIENDA
Reunión del día 09/04/2019
- RÉGIMEN DE PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA DEL SOFTWARE
- COMUNICACIONES E INFORMATICA
Reunión del día 09/04/2019
- RÉGIMEN DE PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA DEL SOFTWARE
Aquí comienza la desgrabación de la reunión conjunta de las comisiones de Comunicaciones e Informática y de Presupuesto y Hacienda del 9 de abril de 2019.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Vamos a dar comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Comunicaciones e Informática y de Presupuesto y Hacienda.
En el día de hoy nos hemos reunido para tratar el expediente 1405-d-2019, de los diputados Laspina, Brügge y Lavagna, sobre régimen de promoción de la economía del conocimiento, al que se suman otros expedientes de temática similar, como el 4741-d-2018, de los diputados Borsani, Negri y otros, sobre régimen de promoción de la industria del software, que propone una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2030; el 5237-d-2018, de los diputados De Mendiguren, Selva, Pitiot y otros, de promoción de la industria del software, que también propone la prórroga de la vigencia del régimen actual pero hasta el 31 de diciembre de 2028; el 5158-d-2018, de los diputados Llaryora, Cassinerio y otros, mediante el cual se propone la prórroga de la ley 25.922, relacionada con el software, al 31 de diciembre de 2030; el 7692-d-2018, del diputado Bossio, que propone la prórroga pero hasta el 31 de diciembre de 2024, y por último, el 7517-d-2018, del diputado Brügge, sobre promoción para la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior.
Estos proyectos tienen un nexo en lo que hace a la temática, y se basan en la existencia de una ley, la llamada "ley del software", cuya vigencia termina el 31 de diciembre del corriente año. La ley del software ha promovido todo lo relacionado con la actividad de esta industria. Cuando escuchemos a los invitados seguramente vamos a tener mayor precisión y especificidad sobre este tema en particular, ya que ellos están cubriendo el concierto de la geografía argentina en su totalidad y van a poder explicar cuáles han sido las bondades e inconvenientes de esta ley de promoción.
Considero que esta ley ha servido para un desarrollo armónico de la actividad y ha permitido incorporar valor agregado a su producción. Pero lo más importante de todo es que se ha convertido en una actividad de exportación. De hecho, han surgido importantes dividendos de allí.
En consonancia con ello, voy a hacer un poco de historia antes de darles la palabra a nuestros invitados. Siguiendo la línea de la necesidad de tener que ampliar este mecanismo de promoción para que no quede solamente en la industria del software, a principios de diciembre del año pasado presenté un proyecto de ley que busca fomentar la promoción de la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior. En consonancia con la actividad artística, científica y tecnológica que ya se estaba dando, y de los buenos resultados que había tenido la llamada "ley de promoción del software", se avanzó en la promoción de las industrias audiovisuales en la República Argentina, con productores argentinos, pero con financiación del exterior, y cuyo fin fuera vender servicios al exterior.
De manera concomitante, hace pocos días, junto con los diputados Laspina y Lavagna, entendimos que se podía avanzar en otras actividades, haciendo uso de este beneficio de la promoción, partiendo del supuesto fundamental de que debemos rescatar el talento, la inteligencia y la capacidad de los argentinos que realizan este tipo de actividades englobadas en esta nueva denominación de "economía del conocimiento".
Uno de los grandes males que hemos tenido en la República Argentina ha sido la fuga de cerebros, la fuga de talentos. Todos seguramente conocemos a alguien con una capacidad especial en las áreas de la ciencia o de las artes que ha tenido que radicarse en otra parte del mundo porque en la Argentina no están dadas las condiciones para desarrollarse.
Comparativamente, sin embargo, la Argentina está mejor posicionada que el resto de los países de Latinoamérica. Tenemos nuestras universidades públicas, que constituyen un valor incalculable en lo que hace a la capacitación de los recursos humanos. Este valor humano incalculable, que pagamos todos los argentinos y que está generando que muchos jóvenes brillen en el mundo, tiene la necesidad imperiosa de quedarse en la Argentina, por el hecho de que justamente están aquí asentados los sentimientos, costumbres e intenciones de estas personas. Estas personas quieren hacer crecer el país, aunque a veces no están dadas las condiciones para que eso suceda.
Lo que viene a tratar de evitar esta ley es que sigan saliendo esos recursos que tanto costaron al país. Estamos orgullosos de que sea la universidad pública la que esté dando este nivel de capacitación. Esto ha permitido no solamente la radicación de empresas importantes a nivel mundial, por el hecho de la capacitación de nuestros argentinos, sino también impedir que hayan migrado al resto del mundo.
En función de ello, entendimos que había que ampliar las materias que estaban comprendidas dentro de esta promoción -incluyendo por supuesto lo referente a los beneficios que se han logrado con la industria del software- a la producción audiovisual. En lo que hace a la promoción del software, hay que tener en cuenta los adicionales que ello trae aparejado, toda la cadena de valor que trae incorporada.
También creemos importante incorporar todo lo atinente a la biotecnología, a la bioeconomía y a la biología, que son generadores de valores importantes.
Asimismo, tenemos en cuenta los servicios geológicos de prospección. Y los servicios profesionales, que es un punto donde tuvimos una discusión. Nos referimos a aquellos servicios profesionales que únicamente sean de exportación. Cuando decimos "servicios profesionales", la intención es abarcar todas las profesiones. Sabemos que hay profesionales, como los contadores, abogados, economistas, que tienen sus propias consultoras y estudios, que pueden llegar a asesorar al exterior, y estarían incluidos en este régimen.
La nanotecnología es fundamental. Hay argentinos que están trabajando para empresas mundiales en este tema. Puedo dar el caso de un joven de 25 años recibido en FAMAF, que es una institución cordobesa que forma verdaderos matemáticos, que ahora está trabajando en Holanda en nanotecnología.
Fabricación, puesta a punto, mantenimiento y producción de bienes y servicios orientados a la solución de los procesos digitales. Esta es una materia que debe ser contemplada también.
Otra industria que tenemos que reactivar es la aeroespacial y satelital. Hay mucho talento y ejemplos en todo el territorio del país de centros de desarrollo sobre la materia. Tenemos satélites y capacidad de seguir produciéndolos.
Estas son las materias que proponemos en este proyecto, lo cual no significa que luego de la discusión parlamentaria no puedan incluirse otras.
En lo que hace a los beneficios, hay varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la denominada estabilidad fiscal. Consiste en establecer un parámetro de contribuciones impositivas que no se altere durante la vigencia de la norma.
Entre los incentivos está lo referente al impuesto a las ganancias, estableciéndose una alícuota del 15 por ciento para este tipo de actividades. Y, por supuesto, planteamos la eximición del IVA.
En cuanto a las cargas y contribuciones patronales, se da el mismo tratamiento que en la ley de software respecto del régimen de trabajadores en relación de dependencia, con una detracción equivalente al monto máximo previsto en el artículo 4º del decreto 814/2001, que justamente surgió en situaciones de emergencia y para promocionar el empleo.
El plazo de vigencia de este sistema de promoción sigue el criterio que se ha venido utilizando de la ley de software, que es de diez años.
En conclusión, entendemos que este proyecto puede ser una herramienta útil a los fines que hemos expresado al inicio.
A continuación, vamos a abrir la instancia de diálogo con los representantes de los sectores que hoy nos visitan y que continuaremos recibiendo la semana que viene. Sabemos que hay más personas que están interesadas en expresar sus puntos de vista en relación con este proyecto de ley.
Sin más, vamos a darles la bienvenida a nuestros queridos invitados, así como a la senadora mandato cumplido María Eugenia Estenssoro, quien acaba de incorporarse a esta reunión.
Están presentes los señores Manuel Tanoira y Alejandro Ramírez, por la Asociación de Emprendedores de Argentina; Leonardo Fernández, por Auravant; Matías Mosteirin, por la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica; Matías Peire y Graciela Ciccia, por Grid Exponential; Pablo Menna, por Integral Software; Guillermo Castelli, por Quadminds; Federico Jack, por Satellogic; Agustina Fainguersch, por Wolox; Juan Abdala, por Kilimo, y Marta Cruz, por NXTP LABS.
Tiene la palabra el señor Manuel Tanoira, de la Asociación de Emprendedores de Argentina.
En el día de hoy nos hemos reunido para tratar el expediente 1405-d-2019, de los diputados Laspina, Brügge y Lavagna, sobre régimen de promoción de la economía del conocimiento, al que se suman otros expedientes de temática similar, como el 4741-d-2018, de los diputados Borsani, Negri y otros, sobre régimen de promoción de la industria del software, que propone una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2030; el 5237-d-2018, de los diputados De Mendiguren, Selva, Pitiot y otros, de promoción de la industria del software, que también propone la prórroga de la vigencia del régimen actual pero hasta el 31 de diciembre de 2028; el 5158-d-2018, de los diputados Llaryora, Cassinerio y otros, mediante el cual se propone la prórroga de la ley 25.922, relacionada con el software, al 31 de diciembre de 2030; el 7692-d-2018, del diputado Bossio, que propone la prórroga pero hasta el 31 de diciembre de 2024, y por último, el 7517-d-2018, del diputado Brügge, sobre promoción para la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior.
Estos proyectos tienen un nexo en lo que hace a la temática, y se basan en la existencia de una ley, la llamada "ley del software", cuya vigencia termina el 31 de diciembre del corriente año. La ley del software ha promovido todo lo relacionado con la actividad de esta industria. Cuando escuchemos a los invitados seguramente vamos a tener mayor precisión y especificidad sobre este tema en particular, ya que ellos están cubriendo el concierto de la geografía argentina en su totalidad y van a poder explicar cuáles han sido las bondades e inconvenientes de esta ley de promoción.
Considero que esta ley ha servido para un desarrollo armónico de la actividad y ha permitido incorporar valor agregado a su producción. Pero lo más importante de todo es que se ha convertido en una actividad de exportación. De hecho, han surgido importantes dividendos de allí.
En consonancia con ello, voy a hacer un poco de historia antes de darles la palabra a nuestros invitados. Siguiendo la línea de la necesidad de tener que ampliar este mecanismo de promoción para que no quede solamente en la industria del software, a principios de diciembre del año pasado presenté un proyecto de ley que busca fomentar la promoción de la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior. En consonancia con la actividad artística, científica y tecnológica que ya se estaba dando, y de los buenos resultados que había tenido la llamada "ley de promoción del software", se avanzó en la promoción de las industrias audiovisuales en la República Argentina, con productores argentinos, pero con financiación del exterior, y cuyo fin fuera vender servicios al exterior.
De manera concomitante, hace pocos días, junto con los diputados Laspina y Lavagna, entendimos que se podía avanzar en otras actividades, haciendo uso de este beneficio de la promoción, partiendo del supuesto fundamental de que debemos rescatar el talento, la inteligencia y la capacidad de los argentinos que realizan este tipo de actividades englobadas en esta nueva denominación de "economía del conocimiento".
Uno de los grandes males que hemos tenido en la República Argentina ha sido la fuga de cerebros, la fuga de talentos. Todos seguramente conocemos a alguien con una capacidad especial en las áreas de la ciencia o de las artes que ha tenido que radicarse en otra parte del mundo porque en la Argentina no están dadas las condiciones para desarrollarse.
Comparativamente, sin embargo, la Argentina está mejor posicionada que el resto de los países de Latinoamérica. Tenemos nuestras universidades públicas, que constituyen un valor incalculable en lo que hace a la capacitación de los recursos humanos. Este valor humano incalculable, que pagamos todos los argentinos y que está generando que muchos jóvenes brillen en el mundo, tiene la necesidad imperiosa de quedarse en la Argentina, por el hecho de que justamente están aquí asentados los sentimientos, costumbres e intenciones de estas personas. Estas personas quieren hacer crecer el país, aunque a veces no están dadas las condiciones para que eso suceda.
Lo que viene a tratar de evitar esta ley es que sigan saliendo esos recursos que tanto costaron al país. Estamos orgullosos de que sea la universidad pública la que esté dando este nivel de capacitación. Esto ha permitido no solamente la radicación de empresas importantes a nivel mundial, por el hecho de la capacitación de nuestros argentinos, sino también impedir que hayan migrado al resto del mundo.
En función de ello, entendimos que había que ampliar las materias que estaban comprendidas dentro de esta promoción -incluyendo por supuesto lo referente a los beneficios que se han logrado con la industria del software- a la producción audiovisual. En lo que hace a la promoción del software, hay que tener en cuenta los adicionales que ello trae aparejado, toda la cadena de valor que trae incorporada.
También creemos importante incorporar todo lo atinente a la biotecnología, a la bioeconomía y a la biología, que son generadores de valores importantes.
Asimismo, tenemos en cuenta los servicios geológicos de prospección. Y los servicios profesionales, que es un punto donde tuvimos una discusión. Nos referimos a aquellos servicios profesionales que únicamente sean de exportación. Cuando decimos "servicios profesionales", la intención es abarcar todas las profesiones. Sabemos que hay profesionales, como los contadores, abogados, economistas, que tienen sus propias consultoras y estudios, que pueden llegar a asesorar al exterior, y estarían incluidos en este régimen.
La nanotecnología es fundamental. Hay argentinos que están trabajando para empresas mundiales en este tema. Puedo dar el caso de un joven de 25 años recibido en FAMAF, que es una institución cordobesa que forma verdaderos matemáticos, que ahora está trabajando en Holanda en nanotecnología.
Fabricación, puesta a punto, mantenimiento y producción de bienes y servicios orientados a la solución de los procesos digitales. Esta es una materia que debe ser contemplada también.
Otra industria que tenemos que reactivar es la aeroespacial y satelital. Hay mucho talento y ejemplos en todo el territorio del país de centros de desarrollo sobre la materia. Tenemos satélites y capacidad de seguir produciéndolos.
Estas son las materias que proponemos en este proyecto, lo cual no significa que luego de la discusión parlamentaria no puedan incluirse otras.
En lo que hace a los beneficios, hay varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la denominada estabilidad fiscal. Consiste en establecer un parámetro de contribuciones impositivas que no se altere durante la vigencia de la norma.
Entre los incentivos está lo referente al impuesto a las ganancias, estableciéndose una alícuota del 15 por ciento para este tipo de actividades. Y, por supuesto, planteamos la eximición del IVA.
En cuanto a las cargas y contribuciones patronales, se da el mismo tratamiento que en la ley de software respecto del régimen de trabajadores en relación de dependencia, con una detracción equivalente al monto máximo previsto en el artículo 4º del decreto 814/2001, que justamente surgió en situaciones de emergencia y para promocionar el empleo.
El plazo de vigencia de este sistema de promoción sigue el criterio que se ha venido utilizando de la ley de software, que es de diez años.
En conclusión, entendemos que este proyecto puede ser una herramienta útil a los fines que hemos expresado al inicio.
A continuación, vamos a abrir la instancia de diálogo con los representantes de los sectores que hoy nos visitan y que continuaremos recibiendo la semana que viene. Sabemos que hay más personas que están interesadas en expresar sus puntos de vista en relación con este proyecto de ley.
Sin más, vamos a darles la bienvenida a nuestros queridos invitados, así como a la senadora mandato cumplido María Eugenia Estenssoro, quien acaba de incorporarse a esta reunión.
Están presentes los señores Manuel Tanoira y Alejandro Ramírez, por la Asociación de Emprendedores de Argentina; Leonardo Fernández, por Auravant; Matías Mosteirin, por la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica; Matías Peire y Graciela Ciccia, por Grid Exponential; Pablo Menna, por Integral Software; Guillermo Castelli, por Quadminds; Federico Jack, por Satellogic; Agustina Fainguersch, por Wolox; Juan Abdala, por Kilimo, y Marta Cruz, por NXTP LABS.
Tiene la palabra el señor Manuel Tanoira, de la Asociación de Emprendedores de Argentina.
SR. TANOIRA Muchísimas gracias a los diputados por la invitación y, fundamentalmente, por tener en cuenta a los emprendedores.
Esta gestión de Diputados les ha dado a los emprendedores de la Argentina una voz en el Congreso que antes no tenía. Primero arrancaron con la ley de emprendedores -la 27.349-, que fue votada tanto en Diputados como en Senadores casi por unanimidad, creando no solamente que el ecosistema emprendedor argentino esté presente en todas las provincias de manera institucional, sino también una tasa anual de crecimiento de las inversiones en capital emprendedor -que son inversiones de largo plazo que generan el empleo del futuro- del ciento por ciento en los dos últimos años.
Estas cosas no suelen salir en los diarios. Por eso es importante que se vea cómo el trabajo de ustedes está generando impacto entre quienes más lo necesitan, que son los pequeños emprendedores, que tienen un sueño y que quieren cambiar la matriz productiva de la Argentina.
Para que tengan conocimiento, en la Asociación de Emprendedores de Argentina somos más de 21.000 emprendedores asociados a lo largo y a lo ancho del país, en todas las industrias. Muchas de esas industrias son las que acaba de mencionar el presidente de esta comisión. Y no solo se trata de software e industria audiovisual, sino de todo tipo de desarrollo digital. Quien pensaba que no se podía ver un emprendimiento de software o de big data en una provincia como Jujuy y que solo se podía hacer caña de azúcar, es porque tenía un prejuicio.
Aplaudo el capítulo específico que dedica este proyecto de ley a apoyar particularmente a los emprendedores que no estaban incluidos anteriormente. Eso significa una vez más que el talento emprendedor argentino tiene un apoyo institucional que llegó para quedarse, no como una moda, sino como una estrategia que tenemos que plantear si queremos ver un país diferente de acá a treinta años. La forma de salir de los problemas es fomentando la cultura emprendedora y la cultura inversora.
Claramente, esta ley amplía el espectro, que es otra cosa que los emprendedores aplaudimos. Había muchos emprendedores que no estaban incluidos en la ley de software. Haber abierto el espectro significa que se incluyan emprendedores no solo de la industria audiovisual, sino del hardware y la biotecnología. Gracias a este proyecto de ley se incorporarían un montón de emprendedores argentinos que estaban necesitando este soporte.
Desde la Asociación de Emprendedores, en complementación con la ley de emprendedores y la de apoyo al capital emprendedor ya aprobadas, consideramos que el emprendedor argentino hoy tiene herramientas suficientes para generar empresas globales desde la Argentina, creando el valor agregado que necesita el país y produciendo el empleo del futuro.
Muchísimas gracias por invitarnos.
Esta gestión de Diputados les ha dado a los emprendedores de la Argentina una voz en el Congreso que antes no tenía. Primero arrancaron con la ley de emprendedores -la 27.349-, que fue votada tanto en Diputados como en Senadores casi por unanimidad, creando no solamente que el ecosistema emprendedor argentino esté presente en todas las provincias de manera institucional, sino también una tasa anual de crecimiento de las inversiones en capital emprendedor -que son inversiones de largo plazo que generan el empleo del futuro- del ciento por ciento en los dos últimos años.
Estas cosas no suelen salir en los diarios. Por eso es importante que se vea cómo el trabajo de ustedes está generando impacto entre quienes más lo necesitan, que son los pequeños emprendedores, que tienen un sueño y que quieren cambiar la matriz productiva de la Argentina.
Para que tengan conocimiento, en la Asociación de Emprendedores de Argentina somos más de 21.000 emprendedores asociados a lo largo y a lo ancho del país, en todas las industrias. Muchas de esas industrias son las que acaba de mencionar el presidente de esta comisión. Y no solo se trata de software e industria audiovisual, sino de todo tipo de desarrollo digital. Quien pensaba que no se podía ver un emprendimiento de software o de big data en una provincia como Jujuy y que solo se podía hacer caña de azúcar, es porque tenía un prejuicio.
Aplaudo el capítulo específico que dedica este proyecto de ley a apoyar particularmente a los emprendedores que no estaban incluidos anteriormente. Eso significa una vez más que el talento emprendedor argentino tiene un apoyo institucional que llegó para quedarse, no como una moda, sino como una estrategia que tenemos que plantear si queremos ver un país diferente de acá a treinta años. La forma de salir de los problemas es fomentando la cultura emprendedora y la cultura inversora.
Claramente, esta ley amplía el espectro, que es otra cosa que los emprendedores aplaudimos. Había muchos emprendedores que no estaban incluidos en la ley de software. Haber abierto el espectro significa que se incluyan emprendedores no solo de la industria audiovisual, sino del hardware y la biotecnología. Gracias a este proyecto de ley se incorporarían un montón de emprendedores argentinos que estaban necesitando este soporte.
Desde la Asociación de Emprendedores, en complementación con la ley de emprendedores y la de apoyo al capital emprendedor ya aprobadas, consideramos que el emprendedor argentino hoy tiene herramientas suficientes para generar empresas globales desde la Argentina, creando el valor agregado que necesita el país y produciendo el empleo del futuro.
Muchísimas gracias por invitarnos.
SR. RAMÍREZ Fue exactamente hace un año que algunos miembros de nuestra asociación tuvimos una reunión con varios de los diputados que forman parte de esta y otras comisiones. De hecho, hicimos un evento acá en el Congreso al que vinieron cerca de quinientos emprendedores. Allí manifestamos que la ley de emprendedores era un gran primer paso, pero que íbamos a seguir pidiendo cambios normativos para que emprender en el país pudiera ser cada vez más fácil y que las empresas tuvieran una tasa de éxito mayor con cada reforma normativa que podamos hacer.
Como decía Manuel Tanoira, este es un segundo paso respecto de la ley de emprendedores que se aprobó en su momento. Vamos a seguir pidiendo reformas pequeñas que incentiven a todos estos sectores que tienen crecimiento y pueden otorgar una tasa de empleo exponencial. Realmente requerimos el compromiso de todos ustedes porque los frutos se van a ver a lo largo de muchos años, dentro de varias gestiones.
En definitiva, apoyar el emprendimiento es una forma de apoyar el crecimiento y el futuro del país. Muchas gracias.
Como decía Manuel Tanoira, este es un segundo paso respecto de la ley de emprendedores que se aprobó en su momento. Vamos a seguir pidiendo reformas pequeñas que incentiven a todos estos sectores que tienen crecimiento y pueden otorgar una tasa de empleo exponencial. Realmente requerimos el compromiso de todos ustedes porque los frutos se van a ver a lo largo de muchos años, dentro de varias gestiones.
En definitiva, apoyar el emprendimiento es una forma de apoyar el crecimiento y el futuro del país. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias a ustedes.
Tiene la palabra el señor Leonardo Fernández, por Auravant.
Tiene la palabra el señor Leonardo Fernández, por Auravant.
SR. FERNÁNDEZ Muchas gracias por permitirme participar de esta reunión e interesarse en la opinión de los emprendedores sobre esta ley que está muy orientada tanto a nosotros como a empresas un poco más consolidadas.
Para mí es esencial que vayan por algo mucho más ambicioso que simplemente patear para adelante el vencimiento de una ley. Me refiero a hacer algo mucho más inclusivo, como por ejemplo atraer gente que se perdió este régimen o que no entraba por ciertos requerimientos.
Desde Auravant tratamos de aplicar a la ley de software pero no pudimos; en cambio, en la de conocimiento podemos entrar.
Hoy por hoy todas las cargas impositivas y demás terminan siendo un costo alto para una empresa que recién surge. Nosotros somos una empresa chica. En 2016 éramos siete. El año pasado cerramos siendo quince. La semana que viene vamos a ser diecinueve, y pensamos ser treinta. Somos chicos pero venimos creciendo fuertemente.
Por otra parte, creemos que más que una fuga de cerebros o de capitales lo que se va a dar es una fuga de empresas directamente. Nosotros lo hemos analizado y hasta puede ser beneficioso radicar una empresa en el exterior. Por supuesto que no lo queremos hacer. Por orgullo personal, nos encanta ser una empresa nacional. Pero lo que nos ofrecen afuera es más beneficioso que lo que nos ofrecen acá.
Por lo tanto, todo tipo de modificación que nos ayude como empresa es esencial para poder seguir creciendo, como beneficios, subsidios, poder facturar de manera mucho más eficiente, cobrar de manera más eficiente, etcétera, para evitar que en Europa yo tenga más beneficios que acá. Si quiero cobrar con tarjeta de crédito en la Argentina, se me hace muy difícil. En cambio, puedo abrir una empresa en Estados Unidos firmando los papeles desde acá y empezando a cobrar de inmediato, de manera automática, con tarjeta de crédito a cualquier lugar del mundo y con un costo menor al de acá.
Para mí es esencial que vayan por algo mucho más ambicioso que simplemente patear para adelante el vencimiento de una ley. Me refiero a hacer algo mucho más inclusivo, como por ejemplo atraer gente que se perdió este régimen o que no entraba por ciertos requerimientos.
Desde Auravant tratamos de aplicar a la ley de software pero no pudimos; en cambio, en la de conocimiento podemos entrar.
Hoy por hoy todas las cargas impositivas y demás terminan siendo un costo alto para una empresa que recién surge. Nosotros somos una empresa chica. En 2016 éramos siete. El año pasado cerramos siendo quince. La semana que viene vamos a ser diecinueve, y pensamos ser treinta. Somos chicos pero venimos creciendo fuertemente.
Por otra parte, creemos que más que una fuga de cerebros o de capitales lo que se va a dar es una fuga de empresas directamente. Nosotros lo hemos analizado y hasta puede ser beneficioso radicar una empresa en el exterior. Por supuesto que no lo queremos hacer. Por orgullo personal, nos encanta ser una empresa nacional. Pero lo que nos ofrecen afuera es más beneficioso que lo que nos ofrecen acá.
Por lo tanto, todo tipo de modificación que nos ayude como empresa es esencial para poder seguir creciendo, como beneficios, subsidios, poder facturar de manera mucho más eficiente, cobrar de manera más eficiente, etcétera, para evitar que en Europa yo tenga más beneficios que acá. Si quiero cobrar con tarjeta de crédito en la Argentina, se me hace muy difícil. En cambio, puedo abrir una empresa en Estados Unidos firmando los papeles desde acá y empezando a cobrar de inmediato, de manera automática, con tarjeta de crédito a cualquier lugar del mundo y con un costo menor al de acá.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE ¿Podrías comentarnos a qué se dedica tu empresa?
SR. FERNÁNDEZ Nosotros somos una empresa de software dedicada exclusivamente a la industria agropecuaria. Ayudamos en todo lo que es el manejo de información: cuánto cosecharon, qué tipo de aplicación de herbicida quieren usar, cuáles son las dosis justas para no contaminar, etcétera. A fin de cuentas, el productor no cultiva lo que quiere cultivar sino lo que implica más negocio, de manera que tiene que ser eficiente. Nosotros lo ayudamos a que sus decisiones sean efectivas, a que no tire la plata y a que saque el mayor rédito posible, siempre cuidando el medio ambiente.
Nosotros venimos creciendo en la Argentina. Hoy tenemos más o menos 6.700 usuarios y unas 3 millones de hectáreas que están cubiertas con nuestra plataforma. Tenemos clientes en la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Colombia, y actualmente estamos entrando a España.
Nosotros venimos creciendo en la Argentina. Hoy tenemos más o menos 6.700 usuarios y unas 3 millones de hectáreas que están cubiertas con nuestra plataforma. Tenemos clientes en la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Colombia, y actualmente estamos entrando a España.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Matías Mosteirin, de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica. Considero que sería interesante que explique a los diputados qué abarca la Cámara.
Tiene la palabra el señor Matías Mosteirin, de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica. Considero que sería interesante que explique a los diputados qué abarca la Cámara.
SR. MOSTEIRIN Muchas gracias por recibirnos. Soy presidente de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, que es una entidad que reúne a veintitrés empresas productoras argentinas, y es de las más representativas, junto con ASOPROD, teniendo en cuenta las empresas que más películas de largometraje producen en la Argentina.
Los socios -tanto de CAIC como de esta otra entidad que acabo de mencionar-, que son productores cinematográficos, están naturalmente en esta última etapa, y en el presente y en el devenir de sus planes de negocios trabajando muchísimo en otro tipo de contenidos audiovisuales, que no son solo largometrajes sino también series de ficción y contenidos diversos, que son los que está demandando el mercado actual.
Además, soy director de una productora de cine. Entre otras películas, hemos producido Relatos salvajes, El clan, El ángel, Acusada, Tiempo de valientes. He sido productor de películas como Un oso rojo, Bolivia y, junto con Lita Stantic produjimos La ciénaga.
Tengo veinte años de trabajo en la actividad. Y, en esta sala, tengo la enorme responsabilidad de representar no solamente a mis colegas productores de cine y de ficción sino también -no por decisión mía- a todo el arco del sector audiovisual, que incluye naturalmente a las cámaras de productores de televisión, la cámara de productores de publicidad y a los distintos otros actores del sistema de distribución de contenidos, desde distribuidores de cine, cadenas de televisión, etcétera.
La verdad es que puedo dar cuenta de que, desde la industria del cine, durante muchísimos años quisimos generar un proyecto de ley de promoción industrial específicamente enfocado -en aquel momento- en lo cinematográfico, y hoy sin duda en lo audiovisual. No hace falta que haga la aclaración de que en este momento ya no podemos hablar de cine o de televisión como hace años, es decir, de forma segmentada. Realmente se está viviendo una convergencia de contenidos fascinante que inaugura una nueva etapa y va muy en timing con esta iniciativa y con todo lo que podamos discutir a partir de ahora.
Lo que les decía es que hemos intentado, a lo largo de los años, tener una ley de promoción industrial y cada vez que lo intentamos y se elaboró un proyecto siempre se tomaba como referente a la ley de software. Incluso intentamos en algún momento que los beneficios de la ley de software, vigentes actualmente, fuesen asimilables al sector de la producción audiovisual, porque advertíamos que eran mecanismos que podían tener el mismo nivel de eficacia que veíamos estaban teniendo en el campo de nuestros colegas del software.
Nunca se pudo concretar, pero tuvimos muy claro cuando fuimos convocados por el Ministerio de Producción para trabajar en esta norma, que claramente se trataba de un instrumento que no solamente había dado muy buenos resultados en el sector del software sino que nosotros ya habíamos identificado como una herramienta adecuada para nuestro campo.
El señor diputado nombró algunos beneficios objetivos. Por ejemplo, la reducción de la alícuota de impuesto a las ganancias que, entre otras cosas, en el sector audiovisual no solamente es una herramienta de promoción directa concreta que beneficiará a muchas empresas, sino que también sincerará la situación fiscal de los ejercicios de muchas compañías. Asimismo, mencionó la reducción en las contribuciones patronales y el tema de la estabilidad fiscal, que es muy importante.
Además de todo lo mencionado, estamos muy contentos de nuevamente encontrar al cine, al audiovisual, al sector audiovisual en la agenda gubernamental, no solamente como objeto de promoción.
Para nuestro sector, la Argentina tiene un gran sistema de fomento, ahora sí, a través del INCAA en todo lo que tiene que ver con la ficción audiovisual, que es ejemplar en el mundo. Pero también es importante desde nuestro sector tener una articulación, un diálogo y un canal de comunicación con otros actores de la economía social, ya sea el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Producción -como en este caso-, el Ministerio de Trabajo, y es importantísimo, con el Poder Legislativo. Creo que, en este momento, existe una enorme necesidad de reanudar un canal de diálogo dinámico con el Poder Legislativo muy orientado hacia lo productivo.
Ustedes saben que estamos por ser testigos o sujetos de un cambio que ya se viene produciendo y forma parte de nuestra cotidianeidad. Me refiero al cambio radical en la forma en que se consumen contenidos audiovisuales, que impactó en el modo en que la audiencia se piensa a sí misma y también en el lenguaje de la ficción.
Todo esto se presenta con un factor muy auspicioso, que es que las audiencias del mundo tienen acceso a una gran cantidad de contenidos, cada vez más diversos, donde se busca identificar la universalidad de las historias, pero sin dejar de identificarla en el plano más multicultural de nuestra sociedad.
Todos tendrán en su haber una serie alemana, española, italiana o incluso más remota, que habrán visto en los últimos años y eso a la Argentina le da una gran oportunidad. Como bien se dijo, la Argentina, a nivel regional, junto con México, es uno de los países con mayor tradición cinematográfica. Eso es un detalle importantísimo.
En este momento, en Latinoamérica, todos los países están compitiendo para traer inversiones e identificaron al sector audiovisual como un área que hay que promover, porque existe una demanda de contenidos en todo el mundo y es claramente exportación de valor agregado, empleo joven, creatividad, conocimiento y demás.
La Argentina, a pesar de no contar con esos programas de incentivo -como sucede en este momento en México, Chile o Colombia- igualmente se mantiene a la cabeza y se muestra líder en la discusión de qué hacer y en la demanda de contenidos. Eso tiene que ver con la tradición que tiene nuestro país a nivel cinematográfico.
Los contenidos que se piden hoy son complejos, sofisticados y específicos; no son tonterías. Para lograr eso, hacen falta recursos humanos, productores, directores, creativos y autores que tengan una verdadera profundidad y capacidad narrativa para atraer audiencias que son cada vez más exigentes.
Esta iniciativa es un marco muy auspicioso para discutir un conjunto de medidas y acciones, a fin de generar espacios de discusión donde atendamos y demos respuesta al cambio en la matriz tecnológica y de consumo. Sé que esta comisión y otras comisiones del Congreso han estado trabajando en el sentido de cómo se articula eso con el universo de las telecomunicaciones.
Voy a mencionar casos concretos. Netflix y Amazon son actores importantes en el mercado, que en este momento están trabajando en elegir contenidos.
A partir de este año, nosotros estamos produciendo una serie para Netflix, que es histórica en niveles de inversión. Se trata de un producto argentino, una propiedad intelectual argentina, con actores, autores y guionistas argentinos, con una profunda marca idiosincrática.
Amazon, en este momento, está produciendo una serie sobre una figura histórica argentina. Como ustedes saben, desapareció Fox del mercado, y nos aproximamos a la fusión entre Disney y lo que fue Fox, que van a salir a competir el año próximo.
Apple acaba de lanzar una plataforma nueva que, de algún modo, organiza todas estas plataformas.
Warner y AT&T van a realizar otro lanzamiento.
Todos esos actores van a pedir contenidos, ya lo están haciendo, y tenemos la oportunidad de que sea contenido argentino.
Entonces, mi exposición sé que no solo es en favor de promover esta iniciativa, sino también de agradecer al Ministerio de Producción por habernos sentado en esta mesa. Asimismo, quiero aprovechar esta oportunidad para señalar que son muchas las cuestiones que tenemos que abordar y que existe una oportunidad concreta que no se debería desaprovechar. Muchas gracias.
Los socios -tanto de CAIC como de esta otra entidad que acabo de mencionar-, que son productores cinematográficos, están naturalmente en esta última etapa, y en el presente y en el devenir de sus planes de negocios trabajando muchísimo en otro tipo de contenidos audiovisuales, que no son solo largometrajes sino también series de ficción y contenidos diversos, que son los que está demandando el mercado actual.
Además, soy director de una productora de cine. Entre otras películas, hemos producido Relatos salvajes, El clan, El ángel, Acusada, Tiempo de valientes. He sido productor de películas como Un oso rojo, Bolivia y, junto con Lita Stantic produjimos La ciénaga.
Tengo veinte años de trabajo en la actividad. Y, en esta sala, tengo la enorme responsabilidad de representar no solamente a mis colegas productores de cine y de ficción sino también -no por decisión mía- a todo el arco del sector audiovisual, que incluye naturalmente a las cámaras de productores de televisión, la cámara de productores de publicidad y a los distintos otros actores del sistema de distribución de contenidos, desde distribuidores de cine, cadenas de televisión, etcétera.
La verdad es que puedo dar cuenta de que, desde la industria del cine, durante muchísimos años quisimos generar un proyecto de ley de promoción industrial específicamente enfocado -en aquel momento- en lo cinematográfico, y hoy sin duda en lo audiovisual. No hace falta que haga la aclaración de que en este momento ya no podemos hablar de cine o de televisión como hace años, es decir, de forma segmentada. Realmente se está viviendo una convergencia de contenidos fascinante que inaugura una nueva etapa y va muy en timing con esta iniciativa y con todo lo que podamos discutir a partir de ahora.
Lo que les decía es que hemos intentado, a lo largo de los años, tener una ley de promoción industrial y cada vez que lo intentamos y se elaboró un proyecto siempre se tomaba como referente a la ley de software. Incluso intentamos en algún momento que los beneficios de la ley de software, vigentes actualmente, fuesen asimilables al sector de la producción audiovisual, porque advertíamos que eran mecanismos que podían tener el mismo nivel de eficacia que veíamos estaban teniendo en el campo de nuestros colegas del software.
Nunca se pudo concretar, pero tuvimos muy claro cuando fuimos convocados por el Ministerio de Producción para trabajar en esta norma, que claramente se trataba de un instrumento que no solamente había dado muy buenos resultados en el sector del software sino que nosotros ya habíamos identificado como una herramienta adecuada para nuestro campo.
El señor diputado nombró algunos beneficios objetivos. Por ejemplo, la reducción de la alícuota de impuesto a las ganancias que, entre otras cosas, en el sector audiovisual no solamente es una herramienta de promoción directa concreta que beneficiará a muchas empresas, sino que también sincerará la situación fiscal de los ejercicios de muchas compañías. Asimismo, mencionó la reducción en las contribuciones patronales y el tema de la estabilidad fiscal, que es muy importante.
Además de todo lo mencionado, estamos muy contentos de nuevamente encontrar al cine, al audiovisual, al sector audiovisual en la agenda gubernamental, no solamente como objeto de promoción.
Para nuestro sector, la Argentina tiene un gran sistema de fomento, ahora sí, a través del INCAA en todo lo que tiene que ver con la ficción audiovisual, que es ejemplar en el mundo. Pero también es importante desde nuestro sector tener una articulación, un diálogo y un canal de comunicación con otros actores de la economía social, ya sea el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Producción -como en este caso-, el Ministerio de Trabajo, y es importantísimo, con el Poder Legislativo. Creo que, en este momento, existe una enorme necesidad de reanudar un canal de diálogo dinámico con el Poder Legislativo muy orientado hacia lo productivo.
Ustedes saben que estamos por ser testigos o sujetos de un cambio que ya se viene produciendo y forma parte de nuestra cotidianeidad. Me refiero al cambio radical en la forma en que se consumen contenidos audiovisuales, que impactó en el modo en que la audiencia se piensa a sí misma y también en el lenguaje de la ficción.
Todo esto se presenta con un factor muy auspicioso, que es que las audiencias del mundo tienen acceso a una gran cantidad de contenidos, cada vez más diversos, donde se busca identificar la universalidad de las historias, pero sin dejar de identificarla en el plano más multicultural de nuestra sociedad.
Todos tendrán en su haber una serie alemana, española, italiana o incluso más remota, que habrán visto en los últimos años y eso a la Argentina le da una gran oportunidad. Como bien se dijo, la Argentina, a nivel regional, junto con México, es uno de los países con mayor tradición cinematográfica. Eso es un detalle importantísimo.
En este momento, en Latinoamérica, todos los países están compitiendo para traer inversiones e identificaron al sector audiovisual como un área que hay que promover, porque existe una demanda de contenidos en todo el mundo y es claramente exportación de valor agregado, empleo joven, creatividad, conocimiento y demás.
La Argentina, a pesar de no contar con esos programas de incentivo -como sucede en este momento en México, Chile o Colombia- igualmente se mantiene a la cabeza y se muestra líder en la discusión de qué hacer y en la demanda de contenidos. Eso tiene que ver con la tradición que tiene nuestro país a nivel cinematográfico.
Los contenidos que se piden hoy son complejos, sofisticados y específicos; no son tonterías. Para lograr eso, hacen falta recursos humanos, productores, directores, creativos y autores que tengan una verdadera profundidad y capacidad narrativa para atraer audiencias que son cada vez más exigentes.
Esta iniciativa es un marco muy auspicioso para discutir un conjunto de medidas y acciones, a fin de generar espacios de discusión donde atendamos y demos respuesta al cambio en la matriz tecnológica y de consumo. Sé que esta comisión y otras comisiones del Congreso han estado trabajando en el sentido de cómo se articula eso con el universo de las telecomunicaciones.
Voy a mencionar casos concretos. Netflix y Amazon son actores importantes en el mercado, que en este momento están trabajando en elegir contenidos.
A partir de este año, nosotros estamos produciendo una serie para Netflix, que es histórica en niveles de inversión. Se trata de un producto argentino, una propiedad intelectual argentina, con actores, autores y guionistas argentinos, con una profunda marca idiosincrática.
Amazon, en este momento, está produciendo una serie sobre una figura histórica argentina. Como ustedes saben, desapareció Fox del mercado, y nos aproximamos a la fusión entre Disney y lo que fue Fox, que van a salir a competir el año próximo.
Apple acaba de lanzar una plataforma nueva que, de algún modo, organiza todas estas plataformas.
Warner y AT&T van a realizar otro lanzamiento.
Todos esos actores van a pedir contenidos, ya lo están haciendo, y tenemos la oportunidad de que sea contenido argentino.
Entonces, mi exposición sé que no solo es en favor de promover esta iniciativa, sino también de agradecer al Ministerio de Producción por habernos sentado en esta mesa. Asimismo, quiero aprovechar esta oportunidad para señalar que son muchas las cuestiones que tenemos que abordar y que existe una oportunidad concreta que no se debería desaprovechar. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias.
Tiene la palabra el señor Matías Peire, de Grid Exponential.
Tiene la palabra el señor Matías Peire, de Grid Exponential.
SR. PEIRE Me sumo a los agradecimientos y a destacar la importancia que tiene este proyecto de ley para todos los emprendedores tecnológicos.
Soy el fundador y dirijo Grid Exponential, que es una empresa que indaga en el sistema científico buscando líneas de investigación que tengan potencial para convertirse en empresas de impacto global, específicamente en el rubro biotecnológico. A partir de esa indagación los ayudamos a convertirse en nuevas empresas -en startups, como se les dice en esta industria-, para formular su modelo de negocio. Asimismo, los ayudamos a entender esta industria y a conectarse con emprendedores con experiencia en negocios, porque creemos en el potencial de equipos interdisciplinarios.
A su vez, mi empresa maneja un fondo de inversión con el cual podemos invertir, una vez formados esos startups, para lanzarlos al mercado, en una trayectoria de industria de capital emprendedor que financia este tipo de empresas.
En nuestra corta edad -tenemos poco más de dos años de existencia formal- hemos creado ya once empresas y todas tienen científicos dentro de su equipo fundador, o los equipos fundadores tienen relación con equipos científicos de todo el país.
Hemos comprobado el potencial que tiene el sistema científico argentino aportando conocimiento específico, de nicho, competitivo e internacional, porque varios de nuestros proyectos han ido a los Estados Unidos y hoy están generando tracción y atracción de inversores en San Francisco, en el principal centro de innovación y de capital emprendedor del mundo, que es el Silicon Valley. Ellos están demostrando el capital intelectual que tiene la Argentina, basado en el conocimiento científico, para ofrecer soluciones y proyectos de calidad y de impacto.
En este sentido, utilizando este conocimiento científico del sistema, esta industria biotecnológica tiene como diferencial que es una industria que produce nuevo conocimiento. No es un usuario del conocimiento para poner en valor en alguna industria específica, sino que es un productor original de ese conocimiento y eso lo hace poder ser un jugador de relevancia internacional y tener propuestas de valor agregado para el mundo. No importa de dónde venga esa tecnología, pues tendrá tracción si aporta valor a la humanidad.
Respecto del proyecto de ley, el sector que más me enfoca, que es el sector de la biotecnología, presenta una oportunidad bastante concreta.
Recuerdo cuando se promulgó la ley del software. En mi otra vida, tuve una empresa de software y participé de la ley de promoción del software, tuve la suerte de tener esos beneficios. Hace quince años, cuando estaba creciendo esa industria, arrancábamos con un desafío gigante, que era la necesidad de generar mayor talento. La industria del software ya era grande y tenía capturado muchos talentos, pero tenía por delante el desafío de generar más talento.
Hoy, las empresas de base científica tenemos la gran oportunidad de dar un rápido primer paso para capturar talento que, en general, absorbe solamente el sistema científico. Reitero que allí existe una gran oportunidad porque hoy tenemos una masa crítica, profunda, específica, de nicho, en el sistema científico en general -y en la biotecnología en particular- que ha formado y forma constantemente talentos que, casi con exclusividad, los absorbe el sistema científico y cada vez eso se hace más difícil.
Quizás Graciela nos pueda ampliar los motivos por los cuales uno de los principales captadores de ese talento en el sistema científico es el Conicet. Considero que en ese punto se presenta una gran oportunidad.
¿Por qué no se ha capturado ese talento? Porque, en general, las apuestas por capturar esos talentos tienen que ver con el largo plazo, con asumir muchos riesgos y a este tipo de industrias le cuesta mucho más arrancar si no es con estos incentivos.
Por eso, nosotros vemos como una gran oportunidad que esta iniciativa avance y amplíe -como dijo Manuel- el espectro, no solamente de la biotecnología sino de muchas cuestiones que también podrían derivar talento al sistema científico argentino.
Soy el fundador y dirijo Grid Exponential, que es una empresa que indaga en el sistema científico buscando líneas de investigación que tengan potencial para convertirse en empresas de impacto global, específicamente en el rubro biotecnológico. A partir de esa indagación los ayudamos a convertirse en nuevas empresas -en startups, como se les dice en esta industria-, para formular su modelo de negocio. Asimismo, los ayudamos a entender esta industria y a conectarse con emprendedores con experiencia en negocios, porque creemos en el potencial de equipos interdisciplinarios.
A su vez, mi empresa maneja un fondo de inversión con el cual podemos invertir, una vez formados esos startups, para lanzarlos al mercado, en una trayectoria de industria de capital emprendedor que financia este tipo de empresas.
En nuestra corta edad -tenemos poco más de dos años de existencia formal- hemos creado ya once empresas y todas tienen científicos dentro de su equipo fundador, o los equipos fundadores tienen relación con equipos científicos de todo el país.
Hemos comprobado el potencial que tiene el sistema científico argentino aportando conocimiento específico, de nicho, competitivo e internacional, porque varios de nuestros proyectos han ido a los Estados Unidos y hoy están generando tracción y atracción de inversores en San Francisco, en el principal centro de innovación y de capital emprendedor del mundo, que es el Silicon Valley. Ellos están demostrando el capital intelectual que tiene la Argentina, basado en el conocimiento científico, para ofrecer soluciones y proyectos de calidad y de impacto.
En este sentido, utilizando este conocimiento científico del sistema, esta industria biotecnológica tiene como diferencial que es una industria que produce nuevo conocimiento. No es un usuario del conocimiento para poner en valor en alguna industria específica, sino que es un productor original de ese conocimiento y eso lo hace poder ser un jugador de relevancia internacional y tener propuestas de valor agregado para el mundo. No importa de dónde venga esa tecnología, pues tendrá tracción si aporta valor a la humanidad.
Respecto del proyecto de ley, el sector que más me enfoca, que es el sector de la biotecnología, presenta una oportunidad bastante concreta.
Recuerdo cuando se promulgó la ley del software. En mi otra vida, tuve una empresa de software y participé de la ley de promoción del software, tuve la suerte de tener esos beneficios. Hace quince años, cuando estaba creciendo esa industria, arrancábamos con un desafío gigante, que era la necesidad de generar mayor talento. La industria del software ya era grande y tenía capturado muchos talentos, pero tenía por delante el desafío de generar más talento.
Hoy, las empresas de base científica tenemos la gran oportunidad de dar un rápido primer paso para capturar talento que, en general, absorbe solamente el sistema científico. Reitero que allí existe una gran oportunidad porque hoy tenemos una masa crítica, profunda, específica, de nicho, en el sistema científico en general -y en la biotecnología en particular- que ha formado y forma constantemente talentos que, casi con exclusividad, los absorbe el sistema científico y cada vez eso se hace más difícil.
Quizás Graciela nos pueda ampliar los motivos por los cuales uno de los principales captadores de ese talento en el sistema científico es el Conicet. Considero que en ese punto se presenta una gran oportunidad.
¿Por qué no se ha capturado ese talento? Porque, en general, las apuestas por capturar esos talentos tienen que ver con el largo plazo, con asumir muchos riesgos y a este tipo de industrias le cuesta mucho más arrancar si no es con estos incentivos.
Por eso, nosotros vemos como una gran oportunidad que esta iniciativa avance y amplíe -como dijo Manuel- el espectro, no solamente de la biotecnología sino de muchas cuestiones que también podrían derivar talento al sistema científico argentino.
SRA. CICCIA Gracias por la invitación y por el pie que me da Matías para hablar del Conicet. Yo estoy representando al sector productivo en el directorio del Conicet desde febrero de 2017.
Nosotros vemos este proyecto de ley con mucho entusiasmo porque ha visibilizado un montón de ciencias. Los del software han tenido la picardía de que todo lo que uno dice como tecnología se asocie con el software, pero hay muchas otras tecnologías y ciencias. Me refiero, como bien decía el señor presidente de la Comisión, a la biotecnología, la nanotecnología, la agrobiotecnología, el internet de las cosas, los sensores, el espacio, digamos, muchas cosas.
Los ingresos a la carrera del Conicet son finitos, pues hoy ingresan 450 personas, pero se presentan 2.000 doctores.
Entonces, estos incentivos al sector productivo son maravillosos para que la industria de todos los sectores de la Argentina que quieran desarrollar economía basada en el conocimiento -o sea, ponerle valor agregado- puedan incorporar recurso humano calificado. Asimismo, para que los jóvenes que -a través de sistemas como las aceleradoras o los company builders, como el que maneja Matías, pero hay otros ejemplos como el Parque Tecnológico del Litoral Centro, en Santa Fe, Cites en Sunchales- puedan generar sus empresas, porque no facturan al principio; son todas empresas muy chiquitas.
Hoy hablábamos de la nanotecnología. El jueves van a escuchar que una empresa que está en la Fundación Argentina de Nanotecnología, que se llama Inmunova, ha desarrollado un nuevo tratamiento para el síndrome urémico hemolítico. Me refiero a esa bacteria famosa que se contagia por verduras contaminadas o por las hamburguesas mal cocidas. Por primera vez en la Argentina se ha terminado la Fase I, original, en el Hospital Italiano, se inicia la Fase II, ya tiene la aprobación de las autoridades regulatorias en Europa y en FDA.
El equipo lo conforman quince personas, todos son ex investigadores del Conicet, que con estos beneficios pueden incorporar más gente y alivianarse fiscalmente. Hubo otras empresas, como producción de anticuerpos monoclonales, que empezaron cuatro personas y hoy son ciento cincuenta. Son todos egresados de física, biotecnología, biología, medicina, química, farmacia.
Digamos que existe un recurso humano muy capacitado en la Argentina. Lo que falta es este incentivo para que la industria adopte estos recursos humanos y piense prospectivamente en nuevos desarrollos.
Me parece que este es un antes y un después. Es la primera vez que veo una sola iniciativa tan amplia. Seguramente habrá otros sectores que quedaron afuera y golpearán las puertas para alguna modificación. Ojalá que los diputados ayuden para que esta iniciativa se convierta en ley en el recinto.
Nosotros vemos este proyecto de ley con mucho entusiasmo porque ha visibilizado un montón de ciencias. Los del software han tenido la picardía de que todo lo que uno dice como tecnología se asocie con el software, pero hay muchas otras tecnologías y ciencias. Me refiero, como bien decía el señor presidente de la Comisión, a la biotecnología, la nanotecnología, la agrobiotecnología, el internet de las cosas, los sensores, el espacio, digamos, muchas cosas.
Los ingresos a la carrera del Conicet son finitos, pues hoy ingresan 450 personas, pero se presentan 2.000 doctores.
Entonces, estos incentivos al sector productivo son maravillosos para que la industria de todos los sectores de la Argentina que quieran desarrollar economía basada en el conocimiento -o sea, ponerle valor agregado- puedan incorporar recurso humano calificado. Asimismo, para que los jóvenes que -a través de sistemas como las aceleradoras o los company builders, como el que maneja Matías, pero hay otros ejemplos como el Parque Tecnológico del Litoral Centro, en Santa Fe, Cites en Sunchales- puedan generar sus empresas, porque no facturan al principio; son todas empresas muy chiquitas.
Hoy hablábamos de la nanotecnología. El jueves van a escuchar que una empresa que está en la Fundación Argentina de Nanotecnología, que se llama Inmunova, ha desarrollado un nuevo tratamiento para el síndrome urémico hemolítico. Me refiero a esa bacteria famosa que se contagia por verduras contaminadas o por las hamburguesas mal cocidas. Por primera vez en la Argentina se ha terminado la Fase I, original, en el Hospital Italiano, se inicia la Fase II, ya tiene la aprobación de las autoridades regulatorias en Europa y en FDA.
El equipo lo conforman quince personas, todos son ex investigadores del Conicet, que con estos beneficios pueden incorporar más gente y alivianarse fiscalmente. Hubo otras empresas, como producción de anticuerpos monoclonales, que empezaron cuatro personas y hoy son ciento cincuenta. Son todos egresados de física, biotecnología, biología, medicina, química, farmacia.
Digamos que existe un recurso humano muy capacitado en la Argentina. Lo que falta es este incentivo para que la industria adopte estos recursos humanos y piense prospectivamente en nuevos desarrollos.
Me parece que este es un antes y un después. Es la primera vez que veo una sola iniciativa tan amplia. Seguramente habrá otros sectores que quedaron afuera y golpearán las puertas para alguna modificación. Ojalá que los diputados ayuden para que esta iniciativa se convierta en ley en el recinto.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias, muy amable.
Tiene la palabra el señor Pablo Menna, de Integral Software.
Tiene la palabra el señor Pablo Menna, de Integral Software.
SR. MENNA Buenas tardes para todos, señores diputados. Muchas gracias por la invitación.
Mi empresa está radicada en la ciudad de Paraná desde 1998 y trabajamos para el sector salud, para organizaciones de salud, obras sociales, prepagas.
En 2011 arrancamos con la iniciativa de crear un polo tecnológico y, posteriormente, un parque tecnológico. El primer objetivo fue fundar el Polo Tecnológico del Paraná, que está funcionando e incluye al INTA, al INTI, a tres universidades -UADER, UNER y UTN- y una veintena de empresas interdisciplinarias, entre ellas, de biotecnología, de software y de bioequivalencias.
Creemos que, sin duda alguna, la retención de los recursos humanos en nuestra provincia era uno de los principales desafíos. Todos estos bioingenieros, bioinformáticos que egresan de la UNER, de las carreras de informática, de la UADER, de las carreras de informática y tecnología de la UTN, eran el desafío que teníamos por delante para transformar el perfil productivo de nuestra comunidad.
Creo que este objetivo se está logrando medianamente, pero con este proyecto de ley, que incluye no solamente la industria del software a la cual pertenecemos como empresa sino a otras industrias, continuamos con el desafío que tenemos por delante.
La industria del software ha generado 110.000 puestos de trabajo en los últimos doce o catorce años. Imagínense ustedes si esto mismo lo podemos generar con las otras industrias. Digamos, transformar el crecimiento que hemos tenido en estos catorce años y que cada una de las industrias de base tecnológica pueda incorporar 110.000 puestos.
La industria del software, a través de la Cámara Argentina, se ha propuesto llegar a 500.000 puestos de trabajo.
Cuando nosotros planteamos esta situación hace diez años, prendían la máquina de risas, porque pensaban que era imposible crear 100.000 puestos de trabajo, pero hoy tenemos 110.000 puestos de trabajo en la industria.
Creo que el desafío que tenemos por delante es justamente que, por la transformación tecnológica que ha llegado en el mundo, podamos retener los recursos que egresan de nuestras universidades y migran.
En nuestra provincia, el 95 por ciento de los bioingenieros se va de la provincia. A veces, se van a urbes más grandes o, directamente, se van del país, porque no les damos la oportunidad de quedarse y consolidar nuevas empresas o transformar las empresas existentes.
Las empresas de agrotech con el desarrollo de la mano de científicos del INTA en la provincia de Entre Ríos, tanto en la costa del Uruguay como en la costa del Paraná, ese es un desafío enorme que tenemos. Me refiero al trabajo en conjunto, entre el sector público y privado, para la transformación de nuestra provincia.
Creo que esta iniciativa viene a poner un marco más que positivo para que logremos este objetivo de transformar nuestra República, de transformar nuestra provincia, reteniendo el recurso humano financiado por el Estado nacional a través de la universidad pública, para que se queden en nuestro país, no migren y que podamos transformar nuestra economía. Muchas gracias.
Mi empresa está radicada en la ciudad de Paraná desde 1998 y trabajamos para el sector salud, para organizaciones de salud, obras sociales, prepagas.
En 2011 arrancamos con la iniciativa de crear un polo tecnológico y, posteriormente, un parque tecnológico. El primer objetivo fue fundar el Polo Tecnológico del Paraná, que está funcionando e incluye al INTA, al INTI, a tres universidades -UADER, UNER y UTN- y una veintena de empresas interdisciplinarias, entre ellas, de biotecnología, de software y de bioequivalencias.
Creemos que, sin duda alguna, la retención de los recursos humanos en nuestra provincia era uno de los principales desafíos. Todos estos bioingenieros, bioinformáticos que egresan de la UNER, de las carreras de informática, de la UADER, de las carreras de informática y tecnología de la UTN, eran el desafío que teníamos por delante para transformar el perfil productivo de nuestra comunidad.
Creo que este objetivo se está logrando medianamente, pero con este proyecto de ley, que incluye no solamente la industria del software a la cual pertenecemos como empresa sino a otras industrias, continuamos con el desafío que tenemos por delante.
La industria del software ha generado 110.000 puestos de trabajo en los últimos doce o catorce años. Imagínense ustedes si esto mismo lo podemos generar con las otras industrias. Digamos, transformar el crecimiento que hemos tenido en estos catorce años y que cada una de las industrias de base tecnológica pueda incorporar 110.000 puestos.
La industria del software, a través de la Cámara Argentina, se ha propuesto llegar a 500.000 puestos de trabajo.
Cuando nosotros planteamos esta situación hace diez años, prendían la máquina de risas, porque pensaban que era imposible crear 100.000 puestos de trabajo, pero hoy tenemos 110.000 puestos de trabajo en la industria.
Creo que el desafío que tenemos por delante es justamente que, por la transformación tecnológica que ha llegado en el mundo, podamos retener los recursos que egresan de nuestras universidades y migran.
En nuestra provincia, el 95 por ciento de los bioingenieros se va de la provincia. A veces, se van a urbes más grandes o, directamente, se van del país, porque no les damos la oportunidad de quedarse y consolidar nuevas empresas o transformar las empresas existentes.
Las empresas de agrotech con el desarrollo de la mano de científicos del INTA en la provincia de Entre Ríos, tanto en la costa del Uruguay como en la costa del Paraná, ese es un desafío enorme que tenemos. Me refiero al trabajo en conjunto, entre el sector público y privado, para la transformación de nuestra provincia.
Creo que esta iniciativa viene a poner un marco más que positivo para que logremos este objetivo de transformar nuestra República, de transformar nuestra provincia, reteniendo el recurso humano financiado por el Estado nacional a través de la universidad pública, para que se queden en nuestro país, no migren y que podamos transformar nuestra economía. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias, muy amable.
Tiene la palabra el señor Guillermo Castelli, de Quadminds.
Tiene la palabra el señor Guillermo Castelli, de Quadminds.
SR. CASTELLI Buenas tardes. Muchas gracias por la invitación.
Soy un caso de éxito de las políticas de emprendimiento desde hace diez años en nuestro país. Participé en "Desarrollo Emprendedor" y lo ganamos; después participamos en "Buenos Aires Emprende" y también lo ganamos, sin dineros ni conocimientos de cómo emprender.
Gracias a lo que me aportaron, hoy en día, tenemos una empresa que tiene una plataforma de eficiencia logística que está en más de seis países y en empresas como YPF, Aerolíneas Argentinas, AVON, ARCOR, etcétera, hasta pequeños distribuidores del interior del país. Lo que hacemos es generar eficiencia logística a toda la cadena.
Gracias a eso, se traslada la matriz incluso de precios. Sabemos cómo están las economías, sabemos cuántas entregas se hacen por día y de qué calidad.
Actualmente, estamos llegando casi a cien personas. El año pasado aplicamos a la ley de software y también ganamos, y gracias a eso aumentamos nuestra planta de desarrolladores en un 40 por ciento.
En base a todo esto, creemos de suma importancia la continuidad de esta ley e incluso que abarque a otras economías del conocimiento.
Nosotros también somos una empresa de internet de cosas, de electrónica, de sensores y demás; parte de nuestros ingenieros no están cubiertos por estos beneficios. Claro que incluso hoy en día, la economía de la empresa se adapta a estos beneficios y los toma como asumidos. Entonces el riesgo de que se pierdan ya nos generaría un gran perjuicio. Incluso, actualmente sucede que los talentos están distribuidos en la mayoría de los países donde estamos. Asimismo, con la devaluación que hubo, a un programador le ofrecen pagos en dólares del exterior, entonces nos es muy difícil competir sin estos beneficios.
Simplemente es eso. Creo que no solo afecta la exportación de nuestros servicios a otros países sino también a nuestros clientes, a los cuales nosotros les damos productos, en este caso, electrónica, software de calidad, que si no tuviéramos estos beneficios dejaríamos de ofrecerlos porque la empresa se reduciría o trasladaría sus negocios a otros países.
Tenemos estructura central en Argentina y estamos en Chile, Brasil, España, Perú y Estados Unidos.
Soy un caso de éxito de las políticas de emprendimiento desde hace diez años en nuestro país. Participé en "Desarrollo Emprendedor" y lo ganamos; después participamos en "Buenos Aires Emprende" y también lo ganamos, sin dineros ni conocimientos de cómo emprender.
Gracias a lo que me aportaron, hoy en día, tenemos una empresa que tiene una plataforma de eficiencia logística que está en más de seis países y en empresas como YPF, Aerolíneas Argentinas, AVON, ARCOR, etcétera, hasta pequeños distribuidores del interior del país. Lo que hacemos es generar eficiencia logística a toda la cadena.
Gracias a eso, se traslada la matriz incluso de precios. Sabemos cómo están las economías, sabemos cuántas entregas se hacen por día y de qué calidad.
Actualmente, estamos llegando casi a cien personas. El año pasado aplicamos a la ley de software y también ganamos, y gracias a eso aumentamos nuestra planta de desarrolladores en un 40 por ciento.
En base a todo esto, creemos de suma importancia la continuidad de esta ley e incluso que abarque a otras economías del conocimiento.
Nosotros también somos una empresa de internet de cosas, de electrónica, de sensores y demás; parte de nuestros ingenieros no están cubiertos por estos beneficios. Claro que incluso hoy en día, la economía de la empresa se adapta a estos beneficios y los toma como asumidos. Entonces el riesgo de que se pierdan ya nos generaría un gran perjuicio. Incluso, actualmente sucede que los talentos están distribuidos en la mayoría de los países donde estamos. Asimismo, con la devaluación que hubo, a un programador le ofrecen pagos en dólares del exterior, entonces nos es muy difícil competir sin estos beneficios.
Simplemente es eso. Creo que no solo afecta la exportación de nuestros servicios a otros países sino también a nuestros clientes, a los cuales nosotros les damos productos, en este caso, electrónica, software de calidad, que si no tuviéramos estos beneficios dejaríamos de ofrecerlos porque la empresa se reduciría o trasladaría sus negocios a otros países.
Tenemos estructura central en Argentina y estamos en Chile, Brasil, España, Perú y Estados Unidos.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Federico Jack.
Tiene la palabra el señor Federico Jack.
SR. JACK Gracias por la invitación. Soy Federico Jack y represento a Satellogic. Para los que no nos conocen, somos una empresa que hace satélites. Aclaro que no somos INVAP, ya que siempre nos confunden.
Respecto a la ley, yo tuve la experiencia de tener una empresa de software antes, así que viví el régimen de promoción y la verdad que fue increíble. Amigos que trabajaban conmigo iban y se hacían su propia empresa y el crecimiento fue impresionante. Creo que varios de los que estamos acá venimos de la industria del software.
Ahora estoy en la industria aeroespacial, que parece algo muy raro en la Argentina, pero la verdad es que tenemos una tradición importante; desde el INVAP, la CONAE, los proyectos del Tronador, que todavía está activo, y ARSAT. Todos habrán escuchado alguna vez de estas cosas, y cuando uno viaja al exterior y habla con otros países de Latinoamérica, la verdad es que tenemos una ventaja competitiva enorme. Todos están bastante lejos todos. Para que se den una idea, Paraguay abrió su agencia espacial hace tres meses; Costa Rica la está abriendo hoy, y cada semana hay una agencia espacial nueva en el mundo. Se está viviendo una revolución en la industria aeroespacial, básicamente, porque bajaron los costos del hardware y del software hace rato. Entonces, hoy es mucho más fácil hacer tecnología aeroespacial y es una oportunidad que tenemos los argentinos y todo el resto del mundo.
Yo estuve una semana en China, porque por el momento usamos cohetes chinos, y tenían una fábrica lista que nos ofrecían para que nos instalemos ahí.
Recién preguntaban dónde están las empresas: nosotros estamos en Argentina, en España, en Israel, en Uruguay y en Estados Unidos.
La verdad que es muy tentador ir a China porque es una potencia y tiene todo el apoyo del Estado, desde los cohetes, paneles solares, hasta los satélites, tienen todo. Yo volví muy entusiasmado porque vi que lo que faltaba era el talento, que es lo que tenemos acá y con lo que podemos hacer muchas cosas.
Nosotros hoy estamos trabajando con muchísimos países, tanto con agencias gubernamentales como con clientes privados, y somos un caso raro en la Argentina. Somos una empresa del sector privado que hace tecnología aeroespacial y que no tiene un proyecto con el gobierno. Esto es algo que yo noté en los últimos años, detecté que las empresas que hay acá de alguna manera siempre son proveedoras del Estado.
Entonces, creo que esta ley nos va a permitir que empiecen a aparecer otros Satellogic; otras empresas que puedan proveer servicios de calidad y empleo altamente calificado, pero no solamente para el sector público, que es el que ha hecho toda la inversión en esta industria en los últimos treinta o cincuenta años.
Creo que esta es una oportunidad para que haya más emprendimientos. Nosotros ya llevamos ocho años, ya hemos recibido más de 80 millones de dólares de inversión entre fondos chinos y brasileros y seguimos acá. Tenemos algo de producción en Uruguay porque hace cinco años, con las DJAI, el cepo y todo eso, era muy difícil importar componentes para hacer satélites, pero seguimos apostando por Argentina.
Tenemos cien personas acá, empleamos muchos doctores, físicos y matemáticos, que generalmente eligen irse a otros países. Nosotros estamos tratando de apostar por la Argentina y de dar una oportunidad a toda esa gente que tiene este sueño. Mi interés en esta ley es, más que nada, para que haya otras empresas.
Nosotros vamos a seguir adelante, ya que lo hemos hecho en peores condiciones que ahora. Sí creo que esta ley puede dar el marco ideal para que florezcan otros proyectos y que Argentina se haga de esos beneficios. Solamente para que tengan una idea, un cohete de los que ustedes ven en la tele vale 50 o 60 millones de dólares.
Entonces estamos hablando de cientos de divisas y trabajos que podríamos traer a la Argentina y que la estamos dejando pasar, tal vez porque la industria aeroespacial siempre estuvo dominada por el sector público y no ha habido tantos casos de éxito. Me encantaría que esta ley exista y que cuenten con nosotros para todo lo que necesiten.
Si quieren venir a conocer Satellogic, o ver los lanzamientos de nuestros satélites, están invitados, y sepan que seguimos siendo argentinos y nuestros satélites se llaman "Capitán Beto", "Tita", "Manolito", "Fresco y Batata"; o sea, bien argentinos, por si no quedó claro.
Espero que se sigan llamando así y no que empecemos a hablar en otro idioma. Gracias.
Respecto a la ley, yo tuve la experiencia de tener una empresa de software antes, así que viví el régimen de promoción y la verdad que fue increíble. Amigos que trabajaban conmigo iban y se hacían su propia empresa y el crecimiento fue impresionante. Creo que varios de los que estamos acá venimos de la industria del software.
Ahora estoy en la industria aeroespacial, que parece algo muy raro en la Argentina, pero la verdad es que tenemos una tradición importante; desde el INVAP, la CONAE, los proyectos del Tronador, que todavía está activo, y ARSAT. Todos habrán escuchado alguna vez de estas cosas, y cuando uno viaja al exterior y habla con otros países de Latinoamérica, la verdad es que tenemos una ventaja competitiva enorme. Todos están bastante lejos todos. Para que se den una idea, Paraguay abrió su agencia espacial hace tres meses; Costa Rica la está abriendo hoy, y cada semana hay una agencia espacial nueva en el mundo. Se está viviendo una revolución en la industria aeroespacial, básicamente, porque bajaron los costos del hardware y del software hace rato. Entonces, hoy es mucho más fácil hacer tecnología aeroespacial y es una oportunidad que tenemos los argentinos y todo el resto del mundo.
Yo estuve una semana en China, porque por el momento usamos cohetes chinos, y tenían una fábrica lista que nos ofrecían para que nos instalemos ahí.
Recién preguntaban dónde están las empresas: nosotros estamos en Argentina, en España, en Israel, en Uruguay y en Estados Unidos.
La verdad que es muy tentador ir a China porque es una potencia y tiene todo el apoyo del Estado, desde los cohetes, paneles solares, hasta los satélites, tienen todo. Yo volví muy entusiasmado porque vi que lo que faltaba era el talento, que es lo que tenemos acá y con lo que podemos hacer muchas cosas.
Nosotros hoy estamos trabajando con muchísimos países, tanto con agencias gubernamentales como con clientes privados, y somos un caso raro en la Argentina. Somos una empresa del sector privado que hace tecnología aeroespacial y que no tiene un proyecto con el gobierno. Esto es algo que yo noté en los últimos años, detecté que las empresas que hay acá de alguna manera siempre son proveedoras del Estado.
Entonces, creo que esta ley nos va a permitir que empiecen a aparecer otros Satellogic; otras empresas que puedan proveer servicios de calidad y empleo altamente calificado, pero no solamente para el sector público, que es el que ha hecho toda la inversión en esta industria en los últimos treinta o cincuenta años.
Creo que esta es una oportunidad para que haya más emprendimientos. Nosotros ya llevamos ocho años, ya hemos recibido más de 80 millones de dólares de inversión entre fondos chinos y brasileros y seguimos acá. Tenemos algo de producción en Uruguay porque hace cinco años, con las DJAI, el cepo y todo eso, era muy difícil importar componentes para hacer satélites, pero seguimos apostando por Argentina.
Tenemos cien personas acá, empleamos muchos doctores, físicos y matemáticos, que generalmente eligen irse a otros países. Nosotros estamos tratando de apostar por la Argentina y de dar una oportunidad a toda esa gente que tiene este sueño. Mi interés en esta ley es, más que nada, para que haya otras empresas.
Nosotros vamos a seguir adelante, ya que lo hemos hecho en peores condiciones que ahora. Sí creo que esta ley puede dar el marco ideal para que florezcan otros proyectos y que Argentina se haga de esos beneficios. Solamente para que tengan una idea, un cohete de los que ustedes ven en la tele vale 50 o 60 millones de dólares.
Entonces estamos hablando de cientos de divisas y trabajos que podríamos traer a la Argentina y que la estamos dejando pasar, tal vez porque la industria aeroespacial siempre estuvo dominada por el sector público y no ha habido tantos casos de éxito. Me encantaría que esta ley exista y que cuenten con nosotros para todo lo que necesiten.
Si quieren venir a conocer Satellogic, o ver los lanzamientos de nuestros satélites, están invitados, y sepan que seguimos siendo argentinos y nuestros satélites se llaman "Capitán Beto", "Tita", "Manolito", "Fresco y Batata"; o sea, bien argentinos, por si no quedó claro.
Espero que se sigan llamando así y no que empecemos a hablar en otro idioma. Gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Una consulta, Federico, ¿quiénes son sus clientes? Porque dijiste que el Estado no era cliente tuyo.
SR. JACK Fundamentalmente tenemos empresas del agro. Nosotros hacemos observación terrestre, y no me quiero meter muy en lo técnico porque se van a dormir todos; pero básicamente, miramos los campos desde arriba y ayudamos a las empresas a predecir la cosecha. Por ejemplo, podemos ayudar a organismos de recaudación a decirles cuantas silobolsas hay en la provincia de Buenos Aires. No quiero decir que lo hayamos hecho, pero eso se puede hacer también. (Risas.) Dije que no somos clientes pero podemos serlo.
Después, en la industria del gas y del petróleo, por ejemplo, hoy en día los oleoductos tienen que ser monitoreados por un tema regulatorio. Hay veces que hay oleoductos de 3.000 kilómetros. Hoy en día se hace con un avión y un whatsapp. Nosotros los monitoreamos con satélites para detectar ilícitos o derrames. Más o menos, se gastan 6.800 millones de dólares por año solamente en mirar oleoductos. Detectar metano; o sea, hay múltiples usos.
Empresas como Satellogic hay dos en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Inglaterra, y la particularidad es que hacemos satélites de muy bajo costo. Esto es algo nuevo, pero todos los días aparecen proyectos nuevos que están tratando de hacer lo que estamos haciendo hace ocho años. Entonces la oportunidad es ahora.
Después, en la industria del gas y del petróleo, por ejemplo, hoy en día los oleoductos tienen que ser monitoreados por un tema regulatorio. Hay veces que hay oleoductos de 3.000 kilómetros. Hoy en día se hace con un avión y un whatsapp. Nosotros los monitoreamos con satélites para detectar ilícitos o derrames. Más o menos, se gastan 6.800 millones de dólares por año solamente en mirar oleoductos. Detectar metano; o sea, hay múltiples usos.
Empresas como Satellogic hay dos en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Inglaterra, y la particularidad es que hacemos satélites de muy bajo costo. Esto es algo nuevo, pero todos los días aparecen proyectos nuevos que están tratando de hacer lo que estamos haciendo hace ocho años. Entonces la oportunidad es ahora.
SR. AMADEO Hay un programa de observación, recuerdo sobre tema de salinidad que lo estábamos haciendo con la NASA. ¿Ese programa sigue? ¿Ustedes están en contacto con ella?
SR. JACK Sí, tenemos buen contacto con CONAE. No sé si están al tanto que hace unos meses se lanzó el SAOCOM, que tardó veinte años en terminarse, a un costo de unos 500 millones de dólares, y este año se lanza otro. Eso es equipamiento y tecnología que hoy tiene la Argentina para múltiples usos.
Nosotros lo que podemos hacer es complementar las capacidades de CONAE. Hasta ahora no hemos hecho ningún proyecto, pero es algo con lo que podemos contribuir.
Nosotros tenemos como objetivo contar con una constelación de noventa satélites para poder ver cualquier punto de la Tierra una vez por semana; y una de las capacidades que les podríamos dar a Argentina es que tenga detalle de todo su territorio una vez por semana. Entonces eso podría ayudar a prevenir desastres, mejorar la eficiencia en la producción, etcétera, a un costo de no más de 200 millones de dólares, que para un país no es tanto.
Nosotros lo que podemos hacer es complementar las capacidades de CONAE. Hasta ahora no hemos hecho ningún proyecto, pero es algo con lo que podemos contribuir.
Nosotros tenemos como objetivo contar con una constelación de noventa satélites para poder ver cualquier punto de la Tierra una vez por semana; y una de las capacidades que les podríamos dar a Argentina es que tenga detalle de todo su territorio una vez por semana. Entonces eso podría ayudar a prevenir desastres, mejorar la eficiencia en la producción, etcétera, a un costo de no más de 200 millones de dólares, que para un país no es tanto.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra la señora Agustina Fainguersch.
Tiene la palabra la señora Agustina Fainguersch.
SRA. FAINGUERSCH Buenas tardes, muchas gracias a todos por estar acá y por estar charlando estos asuntos sumamente relevantes, por lo menos para los que estamos aquí de este lado.
Mi empresa, Wolox, se dedica a hacer transformación digital. ¿Qué significa eso? Básicamente somos agnósticos en industria y agnósticos en tecnología; buscamos ayudar a nuestros clientes a pensar y entender cómo usar la tecnología para resolver sus problemas y después a construir.
Empezamos hace ocho años como un simple grupo de ingenieros informáticos que todo lo que teníamos era básicamente nuestro conocimiento y mucha garra emprendedora. Somos muy emprendedores, y bueno, con el tiempo fuimos creciendo.
Hoy ya somos 360 personas particularmente en la Argentina, aunque estamos en cinco países: Argentina, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Y la realidad es que desde que incorporamos la ley de promoción del software cambiaron las reglas del juego para nosotros. Empezamos a crecer en serio, a ser competitivos realmente, a duplicar nuestra nómina año a año y empezamos a pensar ser una empresa que busca talento argentino para el mundo.
En este último tiempo estuve reflexionando -también cuando comenzó a debatirse este proyecto de ley- sobre cómo estamos evolucionando nosotros, Wolox, para ser lo que necesitamos ser en el futuro. Me di cuenta que mucho de eso tiene que ver con cómo hacemos para adoptar las tecnologías y todo lo que estamos creando.
Nosotros somos agnósticos en industria, lo cual significa que necesitamos mucha expertise de otro tipo de conocimiento, ya sea mucho del conocimiento que fue mencionado previamente, pero también del conocimiento de distintas industrias.
Entonces ampliar esta ley, para mí realmente contribuye a la evolución de la ley del software y también a la evolución de lo que podría ser nuestro tipo de empresa y a cómo esto luce en el futuro.
No solamente tenemos que estar pensando en lo que tenemos hoy sino en lo que necesitamos para mañana. Y así como nosotros estamos pensando en cómo reinventarnos, las universidades estarán pensando qué materias pueden agregar y creo que las leyes también tienen que evolucionar.
Así que por supuesto, tienen todo mi apoyo con la nueva ley. Muchas gracias.
Mi empresa, Wolox, se dedica a hacer transformación digital. ¿Qué significa eso? Básicamente somos agnósticos en industria y agnósticos en tecnología; buscamos ayudar a nuestros clientes a pensar y entender cómo usar la tecnología para resolver sus problemas y después a construir.
Empezamos hace ocho años como un simple grupo de ingenieros informáticos que todo lo que teníamos era básicamente nuestro conocimiento y mucha garra emprendedora. Somos muy emprendedores, y bueno, con el tiempo fuimos creciendo.
Hoy ya somos 360 personas particularmente en la Argentina, aunque estamos en cinco países: Argentina, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Y la realidad es que desde que incorporamos la ley de promoción del software cambiaron las reglas del juego para nosotros. Empezamos a crecer en serio, a ser competitivos realmente, a duplicar nuestra nómina año a año y empezamos a pensar ser una empresa que busca talento argentino para el mundo.
En este último tiempo estuve reflexionando -también cuando comenzó a debatirse este proyecto de ley- sobre cómo estamos evolucionando nosotros, Wolox, para ser lo que necesitamos ser en el futuro. Me di cuenta que mucho de eso tiene que ver con cómo hacemos para adoptar las tecnologías y todo lo que estamos creando.
Nosotros somos agnósticos en industria, lo cual significa que necesitamos mucha expertise de otro tipo de conocimiento, ya sea mucho del conocimiento que fue mencionado previamente, pero también del conocimiento de distintas industrias.
Entonces ampliar esta ley, para mí realmente contribuye a la evolución de la ley del software y también a la evolución de lo que podría ser nuestro tipo de empresa y a cómo esto luce en el futuro.
No solamente tenemos que estar pensando en lo que tenemos hoy sino en lo que necesitamos para mañana. Y así como nosotros estamos pensando en cómo reinventarnos, las universidades estarán pensando qué materias pueden agregar y creo que las leyes también tienen que evolucionar.
Así que por supuesto, tienen todo mi apoyo con la nueva ley. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias, Agustina.
Tiene la palabra el señor Juan Abdala.
Tiene la palabra el señor Juan Abdala.
SR. ABDALA Buenas tardes. Cuando me invitaron a hablar intentaba pensar cómo explicar la complejidad de emprender, y la complejidad de emprender en algo que para el resto parece software, pero no lo es.
Entonces, creo que contar la historia de Kilimo, básicamente como creció, era la manera más simple de mostrar esa complejidad.
Hace cuatro años, junto con mis socios, habíamos fracasado en otro emprendimiento, y como todo argentino que fracasa, volvimos a intentarlo. Lo primero que descubrimos era que habíamos fracasado por no escuchar. Uno no escucha y generalmente quiere decirles a los otros lo que deben hacer.
Entonces decidimos emprender en el sector agropecuario. ¿A quién más le íbamos a preguntar si no a los productores? Nos subimos a una camioneta, viajamos mucho tiempo entrevistando solamente productores. Nos quedó clara una máxima actual del ecosistema productivo agropecuario: no se puede desperdiciar. Y también que el 70 por ciento del agua dulce que se usa en el mundo se usa para riego agrícola.
En base a eso decidimos intentar solucionar este problema, empezar a trabajar. Para eso tomamos todas las herramientas agrícolas que existían, le sumamos ciencia de datos, imágenes satelitales, algoritmos climáticos, muestras de suelo, inteligencia artificial y seguimos avanzando con eso.
Pero también entendimos que toda esa cantidad de datos no era relevante para un productor si nosotros no lográbamos llegar al productor de una manera muy simple. Terminamos creando un servicio en el cual utilizamos toda esa información para entregarles una frase, por ejemplo: "regá diez milímetros la próxima semana". Así de simple tenía que ser, así de simple fue como nos empezaron a adoptar nuestros clientes.
Entonces, la pregunta era qué somos. Somos una empresa de software; parecemos en realidad más una empresa de servicios agropecuarios. Estamos fuera de la ley de software, y si bien empezamos hace cuatro años, hace dos años éramos tres personas; hoy somos veinticinco.
La mayor parte de nuestro equipo tiene una formación muy alta, contamos con doctores e investigadores; lo cual es complejo, como decían recién. Es complejo mantener un analista de datos hoy en la Argentina contra las ofertas de dólares que no significan nada para nuestros competidores. Es la realidad.
Eso es lo que quería contar y decir que la complejidad de esta ley es enfrentar a tres chicos en una camioneta y con un par de computadoras creando una empresa y poder ayudar a Argentina a mejorar los empleos y la exportación. Nada más.
Entonces, creo que contar la historia de Kilimo, básicamente como creció, era la manera más simple de mostrar esa complejidad.
Hace cuatro años, junto con mis socios, habíamos fracasado en otro emprendimiento, y como todo argentino que fracasa, volvimos a intentarlo. Lo primero que descubrimos era que habíamos fracasado por no escuchar. Uno no escucha y generalmente quiere decirles a los otros lo que deben hacer.
Entonces decidimos emprender en el sector agropecuario. ¿A quién más le íbamos a preguntar si no a los productores? Nos subimos a una camioneta, viajamos mucho tiempo entrevistando solamente productores. Nos quedó clara una máxima actual del ecosistema productivo agropecuario: no se puede desperdiciar. Y también que el 70 por ciento del agua dulce que se usa en el mundo se usa para riego agrícola.
En base a eso decidimos intentar solucionar este problema, empezar a trabajar. Para eso tomamos todas las herramientas agrícolas que existían, le sumamos ciencia de datos, imágenes satelitales, algoritmos climáticos, muestras de suelo, inteligencia artificial y seguimos avanzando con eso.
Pero también entendimos que toda esa cantidad de datos no era relevante para un productor si nosotros no lográbamos llegar al productor de una manera muy simple. Terminamos creando un servicio en el cual utilizamos toda esa información para entregarles una frase, por ejemplo: "regá diez milímetros la próxima semana". Así de simple tenía que ser, así de simple fue como nos empezaron a adoptar nuestros clientes.
Entonces, la pregunta era qué somos. Somos una empresa de software; parecemos en realidad más una empresa de servicios agropecuarios. Estamos fuera de la ley de software, y si bien empezamos hace cuatro años, hace dos años éramos tres personas; hoy somos veinticinco.
La mayor parte de nuestro equipo tiene una formación muy alta, contamos con doctores e investigadores; lo cual es complejo, como decían recién. Es complejo mantener un analista de datos hoy en la Argentina contra las ofertas de dólares que no significan nada para nuestros competidores. Es la realidad.
Eso es lo que quería contar y decir que la complejidad de esta ley es enfrentar a tres chicos en una camioneta y con un par de computadoras creando una empresa y poder ayudar a Argentina a mejorar los empleos y la exportación. Nada más.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE ¿Dónde tiene la sede tu empresa?
SR. ABDALA En Córdoba. Yo soy santiagueño pero cordobés por adopción.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Te sale una tonada cordobesa, por eso me confundía. (Risas.)
Gracias. Muy amable.
Por último, tiene la palabra la señora Marta Cruz, de la empresa NXTP LABS.
Gracias. Muy amable.
Por último, tiene la palabra la señora Marta Cruz, de la empresa NXTP LABS.
SRA. CRUZ Buenas tardes a todos.
Después de escuchar todas las justificaciones y motivos por los cuales esta ley realmente agrega valor al ecosistema del emprendimiento en Argentina, creo que no hay mucho más para agregar. Es un beneficio para los emprendedores y para la Argentina que esta ley exista y que su prórroga sea una evolución de la ley de software, como se acaba de decir.
Entonces me parece que lo más adecuado para cerrar, por lo menos desde mi parte en esto, es contar ejemplos, contarles a ustedes cómo se vive esto desde el hacer, más que desde el decir.
NXTP LABS es un fondo de inversión que en el año 2010 entendió que la única manera de poder contribuir a tener una sociedad mejor, poner a la Argentina hacia el mundo tomando este talento argentino para que quede en Argentina y que a su vez mire al mundo como mercado potencial, era a través de apoyar el ecosistema de emprendimiento, que prácticamente era inexistente.
Por lo tanto, estar hablando aquí de una ley de apoyo al emprendimiento, habiendo estado trabajando -no tanto como el doctor Tanoira y todo el equipo de ASEA-, desde ARCAP, como presidenta de la Asociación de Capital Privado Emprendedor y Semilla de Argentina, para mí es como una fiesta.
En el año 2010 no había nadie que entendiese qué era el ecosistema de emprendimiento, ni siquiera nadie que entendiese lo que era un emprendedor. Y ahí estuvimos nosotros con mis socios, con un Power Point debajo del brazo y con una gran idea de querer impactar en este mundo y de lograr que se genere empleo de calidad.
¿Y qué era esto del empleo de calidad? Pasar de la fuerza física al cerebro, a la inteligencia. Luego de la burbuja de los años 90 hasta el 2000 parecía imposible que uno apostara en compañías de tecnología de base digital porque había sido una burbuja. Entonces, desafiando todo esto, salimos a buscar inversores y a buscar emprendedores que realmente estén desafiando todo eso. Allí estábamos prácticamente solo los privados.
Después de analizar los casos de Israel, Colombia, Chile, México y todos los que podamos recorrer alrededor del mundo, realmente veíamos que los ecosistemas de emprendimiento se habían desarrollado a partir del apoyo del Estado y de las políticas públicas.
No fue entregando dinero gratis, no fue haciendo que las cosas pasen porque sí, por la bondad o por el amiguismo de alguien, sino simplemente por apoyar y facilitar a través de las políticas públicas que este ecosistema se desarrolle.
Entonces, para que entendamos un ecosistema de emprendimiento, con emprendedores solos no es suficiente y tampoco lo es con inversores solos. Necesitábamos emprendedores, inversores, universidades y corporaciones, que fueron las últimas y tardaron en entrar al ecosistema. Obviamente también ASEA, ARCAP y estas discusiones que estamos teniendo hoy.
Todos estos emprendimientos que están acá son emprendimientos de mi fondo. Nosotros invertimos en Auravant -ellos son de San Nicolás-; invertimos en Quadminds; invertimos en Kilimo -los cordobeses-; invertimos en Satellogic y en una empresa anterior en la cual también estaba Federico Jack.
Realmente eran emprendimientos que en ese momento eran eso, eran tres chicos que recorrían con una camioneta a ver lo que decían los productores y en donde la frase terminaba, en aquel momento, en "riego" o "no riego"; ahora es más sofisticada.
Entonces, realmente celebro nuevamente que esto ocurra. La realidad es que si vemos el portafolio de las compañías que nosotros tenemos, hemos invertido en 193 startups, de las cuales cuarenta -aproximadamente- han desaparecido y otras siguen funcionando. Han creado 5.000 puestos de trabajo en forma directa en toda la región y más de 500.000 puestos de trabajo en forma indirecta en toda la región. Todo ello sin políticas que en la Argentina en su momento nos apoyaran.
Entonces, me pregunto: cuánto tengo que celebrar hoy a partir de que esta ley realmente sea aprobada, si sin tener apoyo y remando en dulce de leche -como decimos los argentinos de una manera bien porteña- pudimos hacer que emprendedores argentinos hoy estén vendiendo en China y en Japón. Uno va a Scalabrini Ortiz y Libertador y ve las maquetas de los satélites y los dispositivos de lanzamiento en miniatura y emociona ver a esos ingenieros.
Y cuánto más tengo que celebrar si también tenemos realmente algún tipo de apoyo para todos aquellos emprendimientos que tienen diversidad de género, que no sé si se va a incorporar en la próxima ley.
Está probado que en aquellas compañías que tienen diversidad de género en sus equipos fundadores, y la voz femenina en las mesas de discusión, son más rentables a lo largo del tiempo y tienen la capacidad de generar mayor cantidad de empleos por la vigencia que pueden tener las compañías a lo largo del tiempo.
Entonces, creo que más allá de volver a reiterar sobre los beneficios de la ley -ya los dijeron muy explícitamente todos los integrantes- creo que este es el ejemplo que podemos aportar desde NXTP: el 70 por ciento de mi portafolio son empresas argentinas que ya están vendiendo en el exterior. Tenemos oficinas en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Colombia, en Silicon Valley y en Brasil. Y me gustaría seguir jactándome -como hace tres o cuatro años atrás cuando hicimos una investigación- que de los nueve unicornios, cuatro eran argentinos. Hoy ese número bajó, ya no estamos en ese puesto, los colombianos y los brasileros nos están pisando los talones.
Y lo más gracioso es que el unicornio brasilero que nos está pisando los talones es de un argentino que inició su emprendimiento hace cinco o seis años en Argentina. Es una plataforma, un market place de camioneros, que es como un Uber, For Trucks, para distribución. Se encontró con tanta problemática en Argentina con los sindicatos que decidió salir del país. Hoy tiene una compañía de una valuación superior a los 250 millones de dólares y cuenta con más de 4.000 camioneros que, gracias al market place, hoy tienen trabajo e inclusión financiera.
También podemos mencionar una compañía como Solvers, que sigue apostando a Argentina, que es un market place de empleadas domésticas que tiene una base de datos con 70.000 mujeres argentinas. Gracias a esta plataforma pueden conseguir trabajo y recibir financiamiento porque hacen inclusión financiera a través de préstamos de 3.000, 4.000 o 5.000 dólares, que ningún banco ni institución financiera les da a personas que no tienen historial crediticio.
Me encantaría poder celebrar la sanción de la ley y que sigamos por la tercera en el breve plazo. Muchas gracias. (Aplausos.)
Después de escuchar todas las justificaciones y motivos por los cuales esta ley realmente agrega valor al ecosistema del emprendimiento en Argentina, creo que no hay mucho más para agregar. Es un beneficio para los emprendedores y para la Argentina que esta ley exista y que su prórroga sea una evolución de la ley de software, como se acaba de decir.
Entonces me parece que lo más adecuado para cerrar, por lo menos desde mi parte en esto, es contar ejemplos, contarles a ustedes cómo se vive esto desde el hacer, más que desde el decir.
NXTP LABS es un fondo de inversión que en el año 2010 entendió que la única manera de poder contribuir a tener una sociedad mejor, poner a la Argentina hacia el mundo tomando este talento argentino para que quede en Argentina y que a su vez mire al mundo como mercado potencial, era a través de apoyar el ecosistema de emprendimiento, que prácticamente era inexistente.
Por lo tanto, estar hablando aquí de una ley de apoyo al emprendimiento, habiendo estado trabajando -no tanto como el doctor Tanoira y todo el equipo de ASEA-, desde ARCAP, como presidenta de la Asociación de Capital Privado Emprendedor y Semilla de Argentina, para mí es como una fiesta.
En el año 2010 no había nadie que entendiese qué era el ecosistema de emprendimiento, ni siquiera nadie que entendiese lo que era un emprendedor. Y ahí estuvimos nosotros con mis socios, con un Power Point debajo del brazo y con una gran idea de querer impactar en este mundo y de lograr que se genere empleo de calidad.
¿Y qué era esto del empleo de calidad? Pasar de la fuerza física al cerebro, a la inteligencia. Luego de la burbuja de los años 90 hasta el 2000 parecía imposible que uno apostara en compañías de tecnología de base digital porque había sido una burbuja. Entonces, desafiando todo esto, salimos a buscar inversores y a buscar emprendedores que realmente estén desafiando todo eso. Allí estábamos prácticamente solo los privados.
Después de analizar los casos de Israel, Colombia, Chile, México y todos los que podamos recorrer alrededor del mundo, realmente veíamos que los ecosistemas de emprendimiento se habían desarrollado a partir del apoyo del Estado y de las políticas públicas.
No fue entregando dinero gratis, no fue haciendo que las cosas pasen porque sí, por la bondad o por el amiguismo de alguien, sino simplemente por apoyar y facilitar a través de las políticas públicas que este ecosistema se desarrolle.
Entonces, para que entendamos un ecosistema de emprendimiento, con emprendedores solos no es suficiente y tampoco lo es con inversores solos. Necesitábamos emprendedores, inversores, universidades y corporaciones, que fueron las últimas y tardaron en entrar al ecosistema. Obviamente también ASEA, ARCAP y estas discusiones que estamos teniendo hoy.
Todos estos emprendimientos que están acá son emprendimientos de mi fondo. Nosotros invertimos en Auravant -ellos son de San Nicolás-; invertimos en Quadminds; invertimos en Kilimo -los cordobeses-; invertimos en Satellogic y en una empresa anterior en la cual también estaba Federico Jack.
Realmente eran emprendimientos que en ese momento eran eso, eran tres chicos que recorrían con una camioneta a ver lo que decían los productores y en donde la frase terminaba, en aquel momento, en "riego" o "no riego"; ahora es más sofisticada.
Entonces, realmente celebro nuevamente que esto ocurra. La realidad es que si vemos el portafolio de las compañías que nosotros tenemos, hemos invertido en 193 startups, de las cuales cuarenta -aproximadamente- han desaparecido y otras siguen funcionando. Han creado 5.000 puestos de trabajo en forma directa en toda la región y más de 500.000 puestos de trabajo en forma indirecta en toda la región. Todo ello sin políticas que en la Argentina en su momento nos apoyaran.
Entonces, me pregunto: cuánto tengo que celebrar hoy a partir de que esta ley realmente sea aprobada, si sin tener apoyo y remando en dulce de leche -como decimos los argentinos de una manera bien porteña- pudimos hacer que emprendedores argentinos hoy estén vendiendo en China y en Japón. Uno va a Scalabrini Ortiz y Libertador y ve las maquetas de los satélites y los dispositivos de lanzamiento en miniatura y emociona ver a esos ingenieros.
Y cuánto más tengo que celebrar si también tenemos realmente algún tipo de apoyo para todos aquellos emprendimientos que tienen diversidad de género, que no sé si se va a incorporar en la próxima ley.
Está probado que en aquellas compañías que tienen diversidad de género en sus equipos fundadores, y la voz femenina en las mesas de discusión, son más rentables a lo largo del tiempo y tienen la capacidad de generar mayor cantidad de empleos por la vigencia que pueden tener las compañías a lo largo del tiempo.
Entonces, creo que más allá de volver a reiterar sobre los beneficios de la ley -ya los dijeron muy explícitamente todos los integrantes- creo que este es el ejemplo que podemos aportar desde NXTP: el 70 por ciento de mi portafolio son empresas argentinas que ya están vendiendo en el exterior. Tenemos oficinas en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Colombia, en Silicon Valley y en Brasil. Y me gustaría seguir jactándome -como hace tres o cuatro años atrás cuando hicimos una investigación- que de los nueve unicornios, cuatro eran argentinos. Hoy ese número bajó, ya no estamos en ese puesto, los colombianos y los brasileros nos están pisando los talones.
Y lo más gracioso es que el unicornio brasilero que nos está pisando los talones es de un argentino que inició su emprendimiento hace cinco o seis años en Argentina. Es una plataforma, un market place de camioneros, que es como un Uber, For Trucks, para distribución. Se encontró con tanta problemática en Argentina con los sindicatos que decidió salir del país. Hoy tiene una compañía de una valuación superior a los 250 millones de dólares y cuenta con más de 4.000 camioneros que, gracias al market place, hoy tienen trabajo e inclusión financiera.
También podemos mencionar una compañía como Solvers, que sigue apostando a Argentina, que es un market place de empleadas domésticas que tiene una base de datos con 70.000 mujeres argentinas. Gracias a esta plataforma pueden conseguir trabajo y recibir financiamiento porque hacen inclusión financiera a través de préstamos de 3.000, 4.000 o 5.000 dólares, que ningún banco ni institución financiera les da a personas que no tienen historial crediticio.
Me encantaría poder celebrar la sanción de la ley y que sigamos por la tercera en el breve plazo. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
¿Alguno de los señores o señoras diputadas quiere hacer preguntas sobre el particular a nuestros invitados?
¿Alguno de los señores o señoras diputadas quiere hacer preguntas sobre el particular a nuestros invitados?
SR. AMADEO Les podemos agradecer con un aplauso. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muy bien, damos por concluida la reunión plenaria informativa de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Comunicaciones e Informática.
Aquí comienza la desgrabación de la reunión conjunta de las comisiones de Comunicaciones e Informática y de Presupuesto y Hacienda del 9 de abril de 2019.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Vamos a dar comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Comunicaciones e Informática y de Presupuesto y Hacienda.
En el día de hoy nos hemos reunido para tratar el expediente 1405-d-2019, de los diputados Laspina, Brügge y Lavagna, sobre régimen de promoción de la economía del conocimiento, al que se suman otros expedientes de temática similar, como el 4741-d-2018, de los diputados Borsani, Negri y otros, sobre régimen de promoción de la industria del software, que propone una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2030; el 5237-d-2018, de los diputados De Mendiguren, Selva, Pitiot y otros, de promoción de la industria del software, que también propone la prórroga de la vigencia del régimen actual pero hasta el 31 de diciembre de 2028; el 5158-d-2018, de los diputados Llaryora, Cassinerio y otros, mediante el cual se propone la prórroga de la ley 25.922, relacionada con el software, al 31 de diciembre de 2030; el 7692-d-2018, del diputado Bossio, que propone la prórroga pero hasta el 31 de diciembre de 2024, y por último, el 7517-d-2018, del diputado Brügge, sobre promoción para la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior.
Estos proyectos tienen un nexo en lo que hace a la temática, y se basan en la existencia de una ley, la llamada "ley del software", cuya vigencia termina el 31 de diciembre del corriente año. La ley del software ha promovido todo lo relacionado con la actividad de esta industria. Cuando escuchemos a los invitados seguramente vamos a tener mayor precisión y especificidad sobre este tema en particular, ya que ellos están cubriendo el concierto de la geografía argentina en su totalidad y van a poder explicar cuáles han sido las bondades e inconvenientes de esta ley de promoción.
Considero que esta ley ha servido para un desarrollo armónico de la actividad y ha permitido incorporar valor agregado a su producción. Pero lo más importante de todo es que se ha convertido en una actividad de exportación. De hecho, han surgido importantes dividendos de allí.
En consonancia con ello, voy a hacer un poco de historia antes de darles la palabra a nuestros invitados. Siguiendo la línea de la necesidad de tener que ampliar este mecanismo de promoción para que no quede solamente en la industria del software, a principios de diciembre del año pasado presenté un proyecto de ley que busca fomentar la promoción de la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior. En consonancia con la actividad artística, científica y tecnológica que ya se estaba dando, y de los buenos resultados que había tenido la llamada "ley de promoción del software", se avanzó en la promoción de las industrias audiovisuales en la República Argentina, con productores argentinos, pero con financiación del exterior, y cuyo fin fuera vender servicios al exterior.
De manera concomitante, hace pocos días, junto con los diputados Laspina y Lavagna, entendimos que se podía avanzar en otras actividades, haciendo uso de este beneficio de la promoción, partiendo del supuesto fundamental de que debemos rescatar el talento, la inteligencia y la capacidad de los argentinos que realizan este tipo de actividades englobadas en esta nueva denominación de "economía del conocimiento".
Uno de los grandes males que hemos tenido en la República Argentina ha sido la fuga de cerebros, la fuga de talentos. Todos seguramente conocemos a alguien con una capacidad especial en las áreas de la ciencia o de las artes que ha tenido que radicarse en otra parte del mundo porque en la Argentina no están dadas las condiciones para desarrollarse.
Comparativamente, sin embargo, la Argentina está mejor posicionada que el resto de los países de Latinoamérica. Tenemos nuestras universidades públicas, que constituyen un valor incalculable en lo que hace a la capacitación de los recursos humanos. Este valor humano incalculable, que pagamos todos los argentinos y que está generando que muchos jóvenes brillen en el mundo, tiene la necesidad imperiosa de quedarse en la Argentina, por el hecho de que justamente están aquí asentados los sentimientos, costumbres e intenciones de estas personas. Estas personas quieren hacer crecer el país, aunque a veces no están dadas las condiciones para que eso suceda.
Lo que viene a tratar de evitar esta ley es que sigan saliendo esos recursos que tanto costaron al país. Estamos orgullosos de que sea la universidad pública la que esté dando este nivel de capacitación. Esto ha permitido no solamente la radicación de empresas importantes a nivel mundial, por el hecho de la capacitación de nuestros argentinos, sino también impedir que hayan migrado al resto del mundo.
En función de ello, entendimos que había que ampliar las materias que estaban comprendidas dentro de esta promoción -incluyendo por supuesto lo referente a los beneficios que se han logrado con la industria del software- a la producción audiovisual. En lo que hace a la promoción del software, hay que tener en cuenta los adicionales que ello trae aparejado, toda la cadena de valor que trae incorporada.
También creemos importante incorporar todo lo atinente a la biotecnología, a la bioeconomía y a la biología, que son generadores de valores importantes.
Asimismo, tenemos en cuenta los servicios geológicos de prospección. Y los servicios profesionales, que es un punto donde tuvimos una discusión. Nos referimos a aquellos servicios profesionales que únicamente sean de exportación. Cuando decimos "servicios profesionales", la intención es abarcar todas las profesiones. Sabemos que hay profesionales, como los contadores, abogados, economistas, que tienen sus propias consultoras y estudios, que pueden llegar a asesorar al exterior, y estarían incluidos en este régimen.
La nanotecnología es fundamental. Hay argentinos que están trabajando para empresas mundiales en este tema. Puedo dar el caso de un joven de 25 años recibido en FAMAF, que es una institución cordobesa que forma verdaderos matemáticos, que ahora está trabajando en Holanda en nanotecnología.
Fabricación, puesta a punto, mantenimiento y producción de bienes y servicios orientados a la solución de los procesos digitales. Esta es una materia que debe ser contemplada también.
Otra industria que tenemos que reactivar es la aeroespacial y satelital. Hay mucho talento y ejemplos en todo el territorio del país de centros de desarrollo sobre la materia. Tenemos satélites y capacidad de seguir produciéndolos.
Estas son las materias que proponemos en este proyecto, lo cual no significa que luego de la discusión parlamentaria no puedan incluirse otras.
En lo que hace a los beneficios, hay varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la denominada estabilidad fiscal. Consiste en establecer un parámetro de contribuciones impositivas que no se altere durante la vigencia de la norma.
Entre los incentivos está lo referente al impuesto a las ganancias, estableciéndose una alícuota del 15 por ciento para este tipo de actividades. Y, por supuesto, planteamos la eximición del IVA.
En cuanto a las cargas y contribuciones patronales, se da el mismo tratamiento que en la ley de software respecto del régimen de trabajadores en relación de dependencia, con una detracción equivalente al monto máximo previsto en el artículo 4º del decreto 814/2001, que justamente surgió en situaciones de emergencia y para promocionar el empleo.
El plazo de vigencia de este sistema de promoción sigue el criterio que se ha venido utilizando de la ley de software, que es de diez años.
En conclusión, entendemos que este proyecto puede ser una herramienta útil a los fines que hemos expresado al inicio.
A continuación, vamos a abrir la instancia de diálogo con los representantes de los sectores que hoy nos visitan y que continuaremos recibiendo la semana que viene. Sabemos que hay más personas que están interesadas en expresar sus puntos de vista en relación con este proyecto de ley.
Sin más, vamos a darles la bienvenida a nuestros queridos invitados, así como a la senadora mandato cumplido María Eugenia Estenssoro, quien acaba de incorporarse a esta reunión.
Están presentes los señores Manuel Tanoira y Alejandro Ramírez, por la Asociación de Emprendedores de Argentina; Leonardo Fernández, por Auravant; Matías Mosteirin, por la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica; Matías Peire y Graciela Ciccia, por Grid Exponential; Pablo Menna, por Integral Software; Guillermo Castelli, por Quadminds; Federico Jack, por Satellogic; Agustina Fainguersch, por Wolox; Juan Abdala, por Kilimo, y Marta Cruz, por NXTP LABS.
Tiene la palabra el señor Manuel Tanoira, de la Asociación de Emprendedores de Argentina.
En el día de hoy nos hemos reunido para tratar el expediente 1405-d-2019, de los diputados Laspina, Brügge y Lavagna, sobre régimen de promoción de la economía del conocimiento, al que se suman otros expedientes de temática similar, como el 4741-d-2018, de los diputados Borsani, Negri y otros, sobre régimen de promoción de la industria del software, que propone una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2030; el 5237-d-2018, de los diputados De Mendiguren, Selva, Pitiot y otros, de promoción de la industria del software, que también propone la prórroga de la vigencia del régimen actual pero hasta el 31 de diciembre de 2028; el 5158-d-2018, de los diputados Llaryora, Cassinerio y otros, mediante el cual se propone la prórroga de la ley 25.922, relacionada con el software, al 31 de diciembre de 2030; el 7692-d-2018, del diputado Bossio, que propone la prórroga pero hasta el 31 de diciembre de 2024, y por último, el 7517-d-2018, del diputado Brügge, sobre promoción para la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior.
Estos proyectos tienen un nexo en lo que hace a la temática, y se basan en la existencia de una ley, la llamada "ley del software", cuya vigencia termina el 31 de diciembre del corriente año. La ley del software ha promovido todo lo relacionado con la actividad de esta industria. Cuando escuchemos a los invitados seguramente vamos a tener mayor precisión y especificidad sobre este tema en particular, ya que ellos están cubriendo el concierto de la geografía argentina en su totalidad y van a poder explicar cuáles han sido las bondades e inconvenientes de esta ley de promoción.
Considero que esta ley ha servido para un desarrollo armónico de la actividad y ha permitido incorporar valor agregado a su producción. Pero lo más importante de todo es que se ha convertido en una actividad de exportación. De hecho, han surgido importantes dividendos de allí.
En consonancia con ello, voy a hacer un poco de historia antes de darles la palabra a nuestros invitados. Siguiendo la línea de la necesidad de tener que ampliar este mecanismo de promoción para que no quede solamente en la industria del software, a principios de diciembre del año pasado presenté un proyecto de ley que busca fomentar la promoción de la actividad de la producción audiovisual nacional con destino al exterior. En consonancia con la actividad artística, científica y tecnológica que ya se estaba dando, y de los buenos resultados que había tenido la llamada "ley de promoción del software", se avanzó en la promoción de las industrias audiovisuales en la República Argentina, con productores argentinos, pero con financiación del exterior, y cuyo fin fuera vender servicios al exterior.
De manera concomitante, hace pocos días, junto con los diputados Laspina y Lavagna, entendimos que se podía avanzar en otras actividades, haciendo uso de este beneficio de la promoción, partiendo del supuesto fundamental de que debemos rescatar el talento, la inteligencia y la capacidad de los argentinos que realizan este tipo de actividades englobadas en esta nueva denominación de "economía del conocimiento".
Uno de los grandes males que hemos tenido en la República Argentina ha sido la fuga de cerebros, la fuga de talentos. Todos seguramente conocemos a alguien con una capacidad especial en las áreas de la ciencia o de las artes que ha tenido que radicarse en otra parte del mundo porque en la Argentina no están dadas las condiciones para desarrollarse.
Comparativamente, sin embargo, la Argentina está mejor posicionada que el resto de los países de Latinoamérica. Tenemos nuestras universidades públicas, que constituyen un valor incalculable en lo que hace a la capacitación de los recursos humanos. Este valor humano incalculable, que pagamos todos los argentinos y que está generando que muchos jóvenes brillen en el mundo, tiene la necesidad imperiosa de quedarse en la Argentina, por el hecho de que justamente están aquí asentados los sentimientos, costumbres e intenciones de estas personas. Estas personas quieren hacer crecer el país, aunque a veces no están dadas las condiciones para que eso suceda.
Lo que viene a tratar de evitar esta ley es que sigan saliendo esos recursos que tanto costaron al país. Estamos orgullosos de que sea la universidad pública la que esté dando este nivel de capacitación. Esto ha permitido no solamente la radicación de empresas importantes a nivel mundial, por el hecho de la capacitación de nuestros argentinos, sino también impedir que hayan migrado al resto del mundo.
En función de ello, entendimos que había que ampliar las materias que estaban comprendidas dentro de esta promoción -incluyendo por supuesto lo referente a los beneficios que se han logrado con la industria del software- a la producción audiovisual. En lo que hace a la promoción del software, hay que tener en cuenta los adicionales que ello trae aparejado, toda la cadena de valor que trae incorporada.
También creemos importante incorporar todo lo atinente a la biotecnología, a la bioeconomía y a la biología, que son generadores de valores importantes.
Asimismo, tenemos en cuenta los servicios geológicos de prospección. Y los servicios profesionales, que es un punto donde tuvimos una discusión. Nos referimos a aquellos servicios profesionales que únicamente sean de exportación. Cuando decimos "servicios profesionales", la intención es abarcar todas las profesiones. Sabemos que hay profesionales, como los contadores, abogados, economistas, que tienen sus propias consultoras y estudios, que pueden llegar a asesorar al exterior, y estarían incluidos en este régimen.
La nanotecnología es fundamental. Hay argentinos que están trabajando para empresas mundiales en este tema. Puedo dar el caso de un joven de 25 años recibido en FAMAF, que es una institución cordobesa que forma verdaderos matemáticos, que ahora está trabajando en Holanda en nanotecnología.
Fabricación, puesta a punto, mantenimiento y producción de bienes y servicios orientados a la solución de los procesos digitales. Esta es una materia que debe ser contemplada también.
Otra industria que tenemos que reactivar es la aeroespacial y satelital. Hay mucho talento y ejemplos en todo el territorio del país de centros de desarrollo sobre la materia. Tenemos satélites y capacidad de seguir produciéndolos.
Estas son las materias que proponemos en este proyecto, lo cual no significa que luego de la discusión parlamentaria no puedan incluirse otras.
En lo que hace a los beneficios, hay varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la denominada estabilidad fiscal. Consiste en establecer un parámetro de contribuciones impositivas que no se altere durante la vigencia de la norma.
Entre los incentivos está lo referente al impuesto a las ganancias, estableciéndose una alícuota del 15 por ciento para este tipo de actividades. Y, por supuesto, planteamos la eximición del IVA.
En cuanto a las cargas y contribuciones patronales, se da el mismo tratamiento que en la ley de software respecto del régimen de trabajadores en relación de dependencia, con una detracción equivalente al monto máximo previsto en el artículo 4º del decreto 814/2001, que justamente surgió en situaciones de emergencia y para promocionar el empleo.
El plazo de vigencia de este sistema de promoción sigue el criterio que se ha venido utilizando de la ley de software, que es de diez años.
En conclusión, entendemos que este proyecto puede ser una herramienta útil a los fines que hemos expresado al inicio.
A continuación, vamos a abrir la instancia de diálogo con los representantes de los sectores que hoy nos visitan y que continuaremos recibiendo la semana que viene. Sabemos que hay más personas que están interesadas en expresar sus puntos de vista en relación con este proyecto de ley.
Sin más, vamos a darles la bienvenida a nuestros queridos invitados, así como a la senadora mandato cumplido María Eugenia Estenssoro, quien acaba de incorporarse a esta reunión.
Están presentes los señores Manuel Tanoira y Alejandro Ramírez, por la Asociación de Emprendedores de Argentina; Leonardo Fernández, por Auravant; Matías Mosteirin, por la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica; Matías Peire y Graciela Ciccia, por Grid Exponential; Pablo Menna, por Integral Software; Guillermo Castelli, por Quadminds; Federico Jack, por Satellogic; Agustina Fainguersch, por Wolox; Juan Abdala, por Kilimo, y Marta Cruz, por NXTP LABS.
Tiene la palabra el señor Manuel Tanoira, de la Asociación de Emprendedores de Argentina.
SR. TANOIRA Muchísimas gracias a los diputados por la invitación y, fundamentalmente, por tener en cuenta a los emprendedores.
Esta gestión de Diputados les ha dado a los emprendedores de la Argentina una voz en el Congreso que antes no tenía. Primero arrancaron con la ley de emprendedores -la 27.349-, que fue votada tanto en Diputados como en Senadores casi por unanimidad, creando no solamente que el ecosistema emprendedor argentino esté presente en todas las provincias de manera institucional, sino también una tasa anual de crecimiento de las inversiones en capital emprendedor -que son inversiones de largo plazo que generan el empleo del futuro- del ciento por ciento en los dos últimos años.
Estas cosas no suelen salir en los diarios. Por eso es importante que se vea cómo el trabajo de ustedes está generando impacto entre quienes más lo necesitan, que son los pequeños emprendedores, que tienen un sueño y que quieren cambiar la matriz productiva de la Argentina.
Para que tengan conocimiento, en la Asociación de Emprendedores de Argentina somos más de 21.000 emprendedores asociados a lo largo y a lo ancho del país, en todas las industrias. Muchas de esas industrias son las que acaba de mencionar el presidente de esta comisión. Y no solo se trata de software e industria audiovisual, sino de todo tipo de desarrollo digital. Quien pensaba que no se podía ver un emprendimiento de software o de big data en una provincia como Jujuy y que solo se podía hacer caña de azúcar, es porque tenía un prejuicio.
Aplaudo el capítulo específico que dedica este proyecto de ley a apoyar particularmente a los emprendedores que no estaban incluidos anteriormente. Eso significa una vez más que el talento emprendedor argentino tiene un apoyo institucional que llegó para quedarse, no como una moda, sino como una estrategia que tenemos que plantear si queremos ver un país diferente de acá a treinta años. La forma de salir de los problemas es fomentando la cultura emprendedora y la cultura inversora.
Claramente, esta ley amplía el espectro, que es otra cosa que los emprendedores aplaudimos. Había muchos emprendedores que no estaban incluidos en la ley de software. Haber abierto el espectro significa que se incluyan emprendedores no solo de la industria audiovisual, sino del hardware y la biotecnología. Gracias a este proyecto de ley se incorporarían un montón de emprendedores argentinos que estaban necesitando este soporte.
Desde la Asociación de Emprendedores, en complementación con la ley de emprendedores y la de apoyo al capital emprendedor ya aprobadas, consideramos que el emprendedor argentino hoy tiene herramientas suficientes para generar empresas globales desde la Argentina, creando el valor agregado que necesita el país y produciendo el empleo del futuro.
Muchísimas gracias por invitarnos.
Esta gestión de Diputados les ha dado a los emprendedores de la Argentina una voz en el Congreso que antes no tenía. Primero arrancaron con la ley de emprendedores -la 27.349-, que fue votada tanto en Diputados como en Senadores casi por unanimidad, creando no solamente que el ecosistema emprendedor argentino esté presente en todas las provincias de manera institucional, sino también una tasa anual de crecimiento de las inversiones en capital emprendedor -que son inversiones de largo plazo que generan el empleo del futuro- del ciento por ciento en los dos últimos años.
Estas cosas no suelen salir en los diarios. Por eso es importante que se vea cómo el trabajo de ustedes está generando impacto entre quienes más lo necesitan, que son los pequeños emprendedores, que tienen un sueño y que quieren cambiar la matriz productiva de la Argentina.
Para que tengan conocimiento, en la Asociación de Emprendedores de Argentina somos más de 21.000 emprendedores asociados a lo largo y a lo ancho del país, en todas las industrias. Muchas de esas industrias son las que acaba de mencionar el presidente de esta comisión. Y no solo se trata de software e industria audiovisual, sino de todo tipo de desarrollo digital. Quien pensaba que no se podía ver un emprendimiento de software o de big data en una provincia como Jujuy y que solo se podía hacer caña de azúcar, es porque tenía un prejuicio.
Aplaudo el capítulo específico que dedica este proyecto de ley a apoyar particularmente a los emprendedores que no estaban incluidos anteriormente. Eso significa una vez más que el talento emprendedor argentino tiene un apoyo institucional que llegó para quedarse, no como una moda, sino como una estrategia que tenemos que plantear si queremos ver un país diferente de acá a treinta años. La forma de salir de los problemas es fomentando la cultura emprendedora y la cultura inversora.
Claramente, esta ley amplía el espectro, que es otra cosa que los emprendedores aplaudimos. Había muchos emprendedores que no estaban incluidos en la ley de software. Haber abierto el espectro significa que se incluyan emprendedores no solo de la industria audiovisual, sino del hardware y la biotecnología. Gracias a este proyecto de ley se incorporarían un montón de emprendedores argentinos que estaban necesitando este soporte.
Desde la Asociación de Emprendedores, en complementación con la ley de emprendedores y la de apoyo al capital emprendedor ya aprobadas, consideramos que el emprendedor argentino hoy tiene herramientas suficientes para generar empresas globales desde la Argentina, creando el valor agregado que necesita el país y produciendo el empleo del futuro.
Muchísimas gracias por invitarnos.
SR. RAMÍREZ Fue exactamente hace un año que algunos miembros de nuestra asociación tuvimos una reunión con varios de los diputados que forman parte de esta y otras comisiones. De hecho, hicimos un evento acá en el Congreso al que vinieron cerca de quinientos emprendedores. Allí manifestamos que la ley de emprendedores era un gran primer paso, pero que íbamos a seguir pidiendo cambios normativos para que emprender en el país pudiera ser cada vez más fácil y que las empresas tuvieran una tasa de éxito mayor con cada reforma normativa que podamos hacer.
Como decía Manuel Tanoira, este es un segundo paso respecto de la ley de emprendedores que se aprobó en su momento. Vamos a seguir pidiendo reformas pequeñas que incentiven a todos estos sectores que tienen crecimiento y pueden otorgar una tasa de empleo exponencial. Realmente requerimos el compromiso de todos ustedes porque los frutos se van a ver a lo largo de muchos años, dentro de varias gestiones.
En definitiva, apoyar el emprendimiento es una forma de apoyar el crecimiento y el futuro del país. Muchas gracias.
Como decía Manuel Tanoira, este es un segundo paso respecto de la ley de emprendedores que se aprobó en su momento. Vamos a seguir pidiendo reformas pequeñas que incentiven a todos estos sectores que tienen crecimiento y pueden otorgar una tasa de empleo exponencial. Realmente requerimos el compromiso de todos ustedes porque los frutos se van a ver a lo largo de muchos años, dentro de varias gestiones.
En definitiva, apoyar el emprendimiento es una forma de apoyar el crecimiento y el futuro del país. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias a ustedes.
Tiene la palabra el señor Leonardo Fernández, por Auravant.
Tiene la palabra el señor Leonardo Fernández, por Auravant.
SR. FERNÁNDEZ Muchas gracias por permitirme participar de esta reunión e interesarse en la opinión de los emprendedores sobre esta ley que está muy orientada tanto a nosotros como a empresas un poco más consolidadas.
Para mí es esencial que vayan por algo mucho más ambicioso que simplemente patear para adelante el vencimiento de una ley. Me refiero a hacer algo mucho más inclusivo, como por ejemplo atraer gente que se perdió este régimen o que no entraba por ciertos requerimientos.
Desde Auravant tratamos de aplicar a la ley de software pero no pudimos; en cambio, en la de conocimiento podemos entrar.
Hoy por hoy todas las cargas impositivas y demás terminan siendo un costo alto para una empresa que recién surge. Nosotros somos una empresa chica. En 2016 éramos siete. El año pasado cerramos siendo quince. La semana que viene vamos a ser diecinueve, y pensamos ser treinta. Somos chicos pero venimos creciendo fuertemente.
Por otra parte, creemos que más que una fuga de cerebros o de capitales lo que se va a dar es una fuga de empresas directamente. Nosotros lo hemos analizado y hasta puede ser beneficioso radicar una empresa en el exterior. Por supuesto que no lo queremos hacer. Por orgullo personal, nos encanta ser una empresa nacional. Pero lo que nos ofrecen afuera es más beneficioso que lo que nos ofrecen acá.
Por lo tanto, todo tipo de modificación que nos ayude como empresa es esencial para poder seguir creciendo, como beneficios, subsidios, poder facturar de manera mucho más eficiente, cobrar de manera más eficiente, etcétera, para evitar que en Europa yo tenga más beneficios que acá. Si quiero cobrar con tarjeta de crédito en la Argentina, se me hace muy difícil. En cambio, puedo abrir una empresa en Estados Unidos firmando los papeles desde acá y empezando a cobrar de inmediato, de manera automática, con tarjeta de crédito a cualquier lugar del mundo y con un costo menor al de acá.
Para mí es esencial que vayan por algo mucho más ambicioso que simplemente patear para adelante el vencimiento de una ley. Me refiero a hacer algo mucho más inclusivo, como por ejemplo atraer gente que se perdió este régimen o que no entraba por ciertos requerimientos.
Desde Auravant tratamos de aplicar a la ley de software pero no pudimos; en cambio, en la de conocimiento podemos entrar.
Hoy por hoy todas las cargas impositivas y demás terminan siendo un costo alto para una empresa que recién surge. Nosotros somos una empresa chica. En 2016 éramos siete. El año pasado cerramos siendo quince. La semana que viene vamos a ser diecinueve, y pensamos ser treinta. Somos chicos pero venimos creciendo fuertemente.
Por otra parte, creemos que más que una fuga de cerebros o de capitales lo que se va a dar es una fuga de empresas directamente. Nosotros lo hemos analizado y hasta puede ser beneficioso radicar una empresa en el exterior. Por supuesto que no lo queremos hacer. Por orgullo personal, nos encanta ser una empresa nacional. Pero lo que nos ofrecen afuera es más beneficioso que lo que nos ofrecen acá.
Por lo tanto, todo tipo de modificación que nos ayude como empresa es esencial para poder seguir creciendo, como beneficios, subsidios, poder facturar de manera mucho más eficiente, cobrar de manera más eficiente, etcétera, para evitar que en Europa yo tenga más beneficios que acá. Si quiero cobrar con tarjeta de crédito en la Argentina, se me hace muy difícil. En cambio, puedo abrir una empresa en Estados Unidos firmando los papeles desde acá y empezando a cobrar de inmediato, de manera automática, con tarjeta de crédito a cualquier lugar del mundo y con un costo menor al de acá.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE ¿Podrías comentarnos a qué se dedica tu empresa?
SR. FERNÁNDEZ Nosotros somos una empresa de software dedicada exclusivamente a la industria agropecuaria. Ayudamos en todo lo que es el manejo de información: cuánto cosecharon, qué tipo de aplicación de herbicida quieren usar, cuáles son las dosis justas para no contaminar, etcétera. A fin de cuentas, el productor no cultiva lo que quiere cultivar sino lo que implica más negocio, de manera que tiene que ser eficiente. Nosotros lo ayudamos a que sus decisiones sean efectivas, a que no tire la plata y a que saque el mayor rédito posible, siempre cuidando el medio ambiente.
Nosotros venimos creciendo en la Argentina. Hoy tenemos más o menos 6.700 usuarios y unas 3 millones de hectáreas que están cubiertas con nuestra plataforma. Tenemos clientes en la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Colombia, y actualmente estamos entrando a España.
Nosotros venimos creciendo en la Argentina. Hoy tenemos más o menos 6.700 usuarios y unas 3 millones de hectáreas que están cubiertas con nuestra plataforma. Tenemos clientes en la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Colombia, y actualmente estamos entrando a España.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Matías Mosteirin, de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica. Considero que sería interesante que explique a los diputados qué abarca la Cámara.
Tiene la palabra el señor Matías Mosteirin, de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica. Considero que sería interesante que explique a los diputados qué abarca la Cámara.
SR. MOSTEIRIN Muchas gracias por recibirnos. Soy presidente de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, que es una entidad que reúne a veintitrés empresas productoras argentinas, y es de las más representativas, junto con ASOPROD, teniendo en cuenta las empresas que más películas de largometraje producen en la Argentina.
Los socios -tanto de CAIC como de esta otra entidad que acabo de mencionar-, que son productores cinematográficos, están naturalmente en esta última etapa, y en el presente y en el devenir de sus planes de negocios trabajando muchísimo en otro tipo de contenidos audiovisuales, que no son solo largometrajes sino también series de ficción y contenidos diversos, que son los que está demandando el mercado actual.
Además, soy director de una productora de cine. Entre otras películas, hemos producido Relatos salvajes, El clan, El ángel, Acusada, Tiempo de valientes. He sido productor de películas como Un oso rojo, Bolivia y, junto con Lita Stantic produjimos La ciénaga.
Tengo veinte años de trabajo en la actividad. Y, en esta sala, tengo la enorme responsabilidad de representar no solamente a mis colegas productores de cine y de ficción sino también -no por decisión mía- a todo el arco del sector audiovisual, que incluye naturalmente a las cámaras de productores de televisión, la cámara de productores de publicidad y a los distintos otros actores del sistema de distribución de contenidos, desde distribuidores de cine, cadenas de televisión, etcétera.
La verdad es que puedo dar cuenta de que, desde la industria del cine, durante muchísimos años quisimos generar un proyecto de ley de promoción industrial específicamente enfocado -en aquel momento- en lo cinematográfico, y hoy sin duda en lo audiovisual. No hace falta que haga la aclaración de que en este momento ya no podemos hablar de cine o de televisión como hace años, es decir, de forma segmentada. Realmente se está viviendo una convergencia de contenidos fascinante que inaugura una nueva etapa y va muy en timing con esta iniciativa y con todo lo que podamos discutir a partir de ahora.
Lo que les decía es que hemos intentado, a lo largo de los años, tener una ley de promoción industrial y cada vez que lo intentamos y se elaboró un proyecto siempre se tomaba como referente a la ley de software. Incluso intentamos en algún momento que los beneficios de la ley de software, vigentes actualmente, fuesen asimilables al sector de la producción audiovisual, porque advertíamos que eran mecanismos que podían tener el mismo nivel de eficacia que veíamos estaban teniendo en el campo de nuestros colegas del software.
Nunca se pudo concretar, pero tuvimos muy claro cuando fuimos convocados por el Ministerio de Producción para trabajar en esta norma, que claramente se trataba de un instrumento que no solamente había dado muy buenos resultados en el sector del software sino que nosotros ya habíamos identificado como una herramienta adecuada para nuestro campo.
El señor diputado nombró algunos beneficios objetivos. Por ejemplo, la reducción de la alícuota de impuesto a las ganancias que, entre otras cosas, en el sector audiovisual no solamente es una herramienta de promoción directa concreta que beneficiará a muchas empresas, sino que también sincerará la situación fiscal de los ejercicios de muchas compañías. Asimismo, mencionó la reducción en las contribuciones patronales y el tema de la estabilidad fiscal, que es muy importante.
Además de todo lo mencionado, estamos muy contentos de nuevamente encontrar al cine, al audiovisual, al sector audiovisual en la agenda gubernamental, no solamente como objeto de promoción.
Para nuestro sector, la Argentina tiene un gran sistema de fomento, ahora sí, a través del INCAA en todo lo que tiene que ver con la ficción audiovisual, que es ejemplar en el mundo. Pero también es importante desde nuestro sector tener una articulación, un diálogo y un canal de comunicación con otros actores de la economía social, ya sea el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Producción -como en este caso-, el Ministerio de Trabajo, y es importantísimo, con el Poder Legislativo. Creo que, en este momento, existe una enorme necesidad de reanudar un canal de diálogo dinámico con el Poder Legislativo muy orientado hacia lo productivo.
Ustedes saben que estamos por ser testigos o sujetos de un cambio que ya se viene produciendo y forma parte de nuestra cotidianeidad. Me refiero al cambio radical en la forma en que se consumen contenidos audiovisuales, que impactó en el modo en que la audiencia se piensa a sí misma y también en el lenguaje de la ficción.
Todo esto se presenta con un factor muy auspicioso, que es que las audiencias del mundo tienen acceso a una gran cantidad de contenidos, cada vez más diversos, donde se busca identificar la universalidad de las historias, pero sin dejar de identificarla en el plano más multicultural de nuestra sociedad.
Todos tendrán en su haber una serie alemana, española, italiana o incluso más remota, que habrán visto en los últimos años y eso a la Argentina le da una gran oportunidad. Como bien se dijo, la Argentina, a nivel regional, junto con México, es uno de los países con mayor tradición cinematográfica. Eso es un detalle importantísimo.
En este momento, en Latinoamérica, todos los países están compitiendo para traer inversiones e identificaron al sector audiovisual como un área que hay que promover, porque existe una demanda de contenidos en todo el mundo y es claramente exportación de valor agregado, empleo joven, creatividad, conocimiento y demás.
La Argentina, a pesar de no contar con esos programas de incentivo -como sucede en este momento en México, Chile o Colombia- igualmente se mantiene a la cabeza y se muestra líder en la discusión de qué hacer y en la demanda de contenidos. Eso tiene que ver con la tradición que tiene nuestro país a nivel cinematográfico.
Los contenidos que se piden hoy son complejos, sofisticados y específicos; no son tonterías. Para lograr eso, hacen falta recursos humanos, productores, directores, creativos y autores que tengan una verdadera profundidad y capacidad narrativa para atraer audiencias que son cada vez más exigentes.
Esta iniciativa es un marco muy auspicioso para discutir un conjunto de medidas y acciones, a fin de generar espacios de discusión donde atendamos y demos respuesta al cambio en la matriz tecnológica y de consumo. Sé que esta comisión y otras comisiones del Congreso han estado trabajando en el sentido de cómo se articula eso con el universo de las telecomunicaciones.
Voy a mencionar casos concretos. Netflix y Amazon son actores importantes en el mercado, que en este momento están trabajando en elegir contenidos.
A partir de este año, nosotros estamos produciendo una serie para Netflix, que es histórica en niveles de inversión. Se trata de un producto argentino, una propiedad intelectual argentina, con actores, autores y guionistas argentinos, con una profunda marca idiosincrática.
Amazon, en este momento, está produciendo una serie sobre una figura histórica argentina. Como ustedes saben, desapareció Fox del mercado, y nos aproximamos a la fusión entre Disney y lo que fue Fox, que van a salir a competir el año próximo.
Apple acaba de lanzar una plataforma nueva que, de algún modo, organiza todas estas plataformas.
Warner y AT&T van a realizar otro lanzamiento.
Todos esos actores van a pedir contenidos, ya lo están haciendo, y tenemos la oportunidad de que sea contenido argentino.
Entonces, mi exposición sé que no solo es en favor de promover esta iniciativa, sino también de agradecer al Ministerio de Producción por habernos sentado en esta mesa. Asimismo, quiero aprovechar esta oportunidad para señalar que son muchas las cuestiones que tenemos que abordar y que existe una oportunidad concreta que no se debería desaprovechar. Muchas gracias.
Los socios -tanto de CAIC como de esta otra entidad que acabo de mencionar-, que son productores cinematográficos, están naturalmente en esta última etapa, y en el presente y en el devenir de sus planes de negocios trabajando muchísimo en otro tipo de contenidos audiovisuales, que no son solo largometrajes sino también series de ficción y contenidos diversos, que son los que está demandando el mercado actual.
Además, soy director de una productora de cine. Entre otras películas, hemos producido Relatos salvajes, El clan, El ángel, Acusada, Tiempo de valientes. He sido productor de películas como Un oso rojo, Bolivia y, junto con Lita Stantic produjimos La ciénaga.
Tengo veinte años de trabajo en la actividad. Y, en esta sala, tengo la enorme responsabilidad de representar no solamente a mis colegas productores de cine y de ficción sino también -no por decisión mía- a todo el arco del sector audiovisual, que incluye naturalmente a las cámaras de productores de televisión, la cámara de productores de publicidad y a los distintos otros actores del sistema de distribución de contenidos, desde distribuidores de cine, cadenas de televisión, etcétera.
La verdad es que puedo dar cuenta de que, desde la industria del cine, durante muchísimos años quisimos generar un proyecto de ley de promoción industrial específicamente enfocado -en aquel momento- en lo cinematográfico, y hoy sin duda en lo audiovisual. No hace falta que haga la aclaración de que en este momento ya no podemos hablar de cine o de televisión como hace años, es decir, de forma segmentada. Realmente se está viviendo una convergencia de contenidos fascinante que inaugura una nueva etapa y va muy en timing con esta iniciativa y con todo lo que podamos discutir a partir de ahora.
Lo que les decía es que hemos intentado, a lo largo de los años, tener una ley de promoción industrial y cada vez que lo intentamos y se elaboró un proyecto siempre se tomaba como referente a la ley de software. Incluso intentamos en algún momento que los beneficios de la ley de software, vigentes actualmente, fuesen asimilables al sector de la producción audiovisual, porque advertíamos que eran mecanismos que podían tener el mismo nivel de eficacia que veíamos estaban teniendo en el campo de nuestros colegas del software.
Nunca se pudo concretar, pero tuvimos muy claro cuando fuimos convocados por el Ministerio de Producción para trabajar en esta norma, que claramente se trataba de un instrumento que no solamente había dado muy buenos resultados en el sector del software sino que nosotros ya habíamos identificado como una herramienta adecuada para nuestro campo.
El señor diputado nombró algunos beneficios objetivos. Por ejemplo, la reducción de la alícuota de impuesto a las ganancias que, entre otras cosas, en el sector audiovisual no solamente es una herramienta de promoción directa concreta que beneficiará a muchas empresas, sino que también sincerará la situación fiscal de los ejercicios de muchas compañías. Asimismo, mencionó la reducción en las contribuciones patronales y el tema de la estabilidad fiscal, que es muy importante.
Además de todo lo mencionado, estamos muy contentos de nuevamente encontrar al cine, al audiovisual, al sector audiovisual en la agenda gubernamental, no solamente como objeto de promoción.
Para nuestro sector, la Argentina tiene un gran sistema de fomento, ahora sí, a través del INCAA en todo lo que tiene que ver con la ficción audiovisual, que es ejemplar en el mundo. Pero también es importante desde nuestro sector tener una articulación, un diálogo y un canal de comunicación con otros actores de la economía social, ya sea el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Producción -como en este caso-, el Ministerio de Trabajo, y es importantísimo, con el Poder Legislativo. Creo que, en este momento, existe una enorme necesidad de reanudar un canal de diálogo dinámico con el Poder Legislativo muy orientado hacia lo productivo.
Ustedes saben que estamos por ser testigos o sujetos de un cambio que ya se viene produciendo y forma parte de nuestra cotidianeidad. Me refiero al cambio radical en la forma en que se consumen contenidos audiovisuales, que impactó en el modo en que la audiencia se piensa a sí misma y también en el lenguaje de la ficción.
Todo esto se presenta con un factor muy auspicioso, que es que las audiencias del mundo tienen acceso a una gran cantidad de contenidos, cada vez más diversos, donde se busca identificar la universalidad de las historias, pero sin dejar de identificarla en el plano más multicultural de nuestra sociedad.
Todos tendrán en su haber una serie alemana, española, italiana o incluso más remota, que habrán visto en los últimos años y eso a la Argentina le da una gran oportunidad. Como bien se dijo, la Argentina, a nivel regional, junto con México, es uno de los países con mayor tradición cinematográfica. Eso es un detalle importantísimo.
En este momento, en Latinoamérica, todos los países están compitiendo para traer inversiones e identificaron al sector audiovisual como un área que hay que promover, porque existe una demanda de contenidos en todo el mundo y es claramente exportación de valor agregado, empleo joven, creatividad, conocimiento y demás.
La Argentina, a pesar de no contar con esos programas de incentivo -como sucede en este momento en México, Chile o Colombia- igualmente se mantiene a la cabeza y se muestra líder en la discusión de qué hacer y en la demanda de contenidos. Eso tiene que ver con la tradición que tiene nuestro país a nivel cinematográfico.
Los contenidos que se piden hoy son complejos, sofisticados y específicos; no son tonterías. Para lograr eso, hacen falta recursos humanos, productores, directores, creativos y autores que tengan una verdadera profundidad y capacidad narrativa para atraer audiencias que son cada vez más exigentes.
Esta iniciativa es un marco muy auspicioso para discutir un conjunto de medidas y acciones, a fin de generar espacios de discusión donde atendamos y demos respuesta al cambio en la matriz tecnológica y de consumo. Sé que esta comisión y otras comisiones del Congreso han estado trabajando en el sentido de cómo se articula eso con el universo de las telecomunicaciones.
Voy a mencionar casos concretos. Netflix y Amazon son actores importantes en el mercado, que en este momento están trabajando en elegir contenidos.
A partir de este año, nosotros estamos produciendo una serie para Netflix, que es histórica en niveles de inversión. Se trata de un producto argentino, una propiedad intelectual argentina, con actores, autores y guionistas argentinos, con una profunda marca idiosincrática.
Amazon, en este momento, está produciendo una serie sobre una figura histórica argentina. Como ustedes saben, desapareció Fox del mercado, y nos aproximamos a la fusión entre Disney y lo que fue Fox, que van a salir a competir el año próximo.
Apple acaba de lanzar una plataforma nueva que, de algún modo, organiza todas estas plataformas.
Warner y AT&T van a realizar otro lanzamiento.
Todos esos actores van a pedir contenidos, ya lo están haciendo, y tenemos la oportunidad de que sea contenido argentino.
Entonces, mi exposición sé que no solo es en favor de promover esta iniciativa, sino también de agradecer al Ministerio de Producción por habernos sentado en esta mesa. Asimismo, quiero aprovechar esta oportunidad para señalar que son muchas las cuestiones que tenemos que abordar y que existe una oportunidad concreta que no se debería desaprovechar. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias.
Tiene la palabra el señor Matías Peire, de Grid Exponential.
Tiene la palabra el señor Matías Peire, de Grid Exponential.
SR. PEIRE Me sumo a los agradecimientos y a destacar la importancia que tiene este proyecto de ley para todos los emprendedores tecnológicos.
Soy el fundador y dirijo Grid Exponential, que es una empresa que indaga en el sistema científico buscando líneas de investigación que tengan potencial para convertirse en empresas de impacto global, específicamente en el rubro biotecnológico. A partir de esa indagación los ayudamos a convertirse en nuevas empresas -en startups, como se les dice en esta industria-, para formular su modelo de negocio. Asimismo, los ayudamos a entender esta industria y a conectarse con emprendedores con experiencia en negocios, porque creemos en el potencial de equipos interdisciplinarios.
A su vez, mi empresa maneja un fondo de inversión con el cual podemos invertir, una vez formados esos startups, para lanzarlos al mercado, en una trayectoria de industria de capital emprendedor que financia este tipo de empresas.
En nuestra corta edad -tenemos poco más de dos años de existencia formal- hemos creado ya once empresas y todas tienen científicos dentro de su equipo fundador, o los equipos fundadores tienen relación con equipos científicos de todo el país.
Hemos comprobado el potencial que tiene el sistema científico argentino aportando conocimiento específico, de nicho, competitivo e internacional, porque varios de nuestros proyectos han ido a los Estados Unidos y hoy están generando tracción y atracción de inversores en San Francisco, en el principal centro de innovación y de capital emprendedor del mundo, que es el Silicon Valley. Ellos están demostrando el capital intelectual que tiene la Argentina, basado en el conocimiento científico, para ofrecer soluciones y proyectos de calidad y de impacto.
En este sentido, utilizando este conocimiento científico del sistema, esta industria biotecnológica tiene como diferencial que es una industria que produce nuevo conocimiento. No es un usuario del conocimiento para poner en valor en alguna industria específica, sino que es un productor original de ese conocimiento y eso lo hace poder ser un jugador de relevancia internacional y tener propuestas de valor agregado para el mundo. No importa de dónde venga esa tecnología, pues tendrá tracción si aporta valor a la humanidad.
Respecto del proyecto de ley, el sector que más me enfoca, que es el sector de la biotecnología, presenta una oportunidad bastante concreta.
Recuerdo cuando se promulgó la ley del software. En mi otra vida, tuve una empresa de software y participé de la ley de promoción del software, tuve la suerte de tener esos beneficios. Hace quince años, cuando estaba creciendo esa industria, arrancábamos con un desafío gigante, que era la necesidad de generar mayor talento. La industria del software ya era grande y tenía capturado muchos talentos, pero tenía por delante el desafío de generar más talento.
Hoy, las empresas de base científica tenemos la gran oportunidad de dar un rápido primer paso para capturar talento que, en general, absorbe solamente el sistema científico. Reitero que allí existe una gran oportunidad porque hoy tenemos una masa crítica, profunda, específica, de nicho, en el sistema científico en general -y en la biotecnología en particular- que ha formado y forma constantemente talentos que, casi con exclusividad, los absorbe el sistema científico y cada vez eso se hace más difícil.
Quizás Graciela nos pueda ampliar los motivos por los cuales uno de los principales captadores de ese talento en el sistema científico es el Conicet. Considero que en ese punto se presenta una gran oportunidad.
¿Por qué no se ha capturado ese talento? Porque, en general, las apuestas por capturar esos talentos tienen que ver con el largo plazo, con asumir muchos riesgos y a este tipo de industrias le cuesta mucho más arrancar si no es con estos incentivos.
Por eso, nosotros vemos como una gran oportunidad que esta iniciativa avance y amplíe -como dijo Manuel- el espectro, no solamente de la biotecnología sino de muchas cuestiones que también podrían derivar talento al sistema científico argentino.
Soy el fundador y dirijo Grid Exponential, que es una empresa que indaga en el sistema científico buscando líneas de investigación que tengan potencial para convertirse en empresas de impacto global, específicamente en el rubro biotecnológico. A partir de esa indagación los ayudamos a convertirse en nuevas empresas -en startups, como se les dice en esta industria-, para formular su modelo de negocio. Asimismo, los ayudamos a entender esta industria y a conectarse con emprendedores con experiencia en negocios, porque creemos en el potencial de equipos interdisciplinarios.
A su vez, mi empresa maneja un fondo de inversión con el cual podemos invertir, una vez formados esos startups, para lanzarlos al mercado, en una trayectoria de industria de capital emprendedor que financia este tipo de empresas.
En nuestra corta edad -tenemos poco más de dos años de existencia formal- hemos creado ya once empresas y todas tienen científicos dentro de su equipo fundador, o los equipos fundadores tienen relación con equipos científicos de todo el país.
Hemos comprobado el potencial que tiene el sistema científico argentino aportando conocimiento específico, de nicho, competitivo e internacional, porque varios de nuestros proyectos han ido a los Estados Unidos y hoy están generando tracción y atracción de inversores en San Francisco, en el principal centro de innovación y de capital emprendedor del mundo, que es el Silicon Valley. Ellos están demostrando el capital intelectual que tiene la Argentina, basado en el conocimiento científico, para ofrecer soluciones y proyectos de calidad y de impacto.
En este sentido, utilizando este conocimiento científico del sistema, esta industria biotecnológica tiene como diferencial que es una industria que produce nuevo conocimiento. No es un usuario del conocimiento para poner en valor en alguna industria específica, sino que es un productor original de ese conocimiento y eso lo hace poder ser un jugador de relevancia internacional y tener propuestas de valor agregado para el mundo. No importa de dónde venga esa tecnología, pues tendrá tracción si aporta valor a la humanidad.
Respecto del proyecto de ley, el sector que más me enfoca, que es el sector de la biotecnología, presenta una oportunidad bastante concreta.
Recuerdo cuando se promulgó la ley del software. En mi otra vida, tuve una empresa de software y participé de la ley de promoción del software, tuve la suerte de tener esos beneficios. Hace quince años, cuando estaba creciendo esa industria, arrancábamos con un desafío gigante, que era la necesidad de generar mayor talento. La industria del software ya era grande y tenía capturado muchos talentos, pero tenía por delante el desafío de generar más talento.
Hoy, las empresas de base científica tenemos la gran oportunidad de dar un rápido primer paso para capturar talento que, en general, absorbe solamente el sistema científico. Reitero que allí existe una gran oportunidad porque hoy tenemos una masa crítica, profunda, específica, de nicho, en el sistema científico en general -y en la biotecnología en particular- que ha formado y forma constantemente talentos que, casi con exclusividad, los absorbe el sistema científico y cada vez eso se hace más difícil.
Quizás Graciela nos pueda ampliar los motivos por los cuales uno de los principales captadores de ese talento en el sistema científico es el Conicet. Considero que en ese punto se presenta una gran oportunidad.
¿Por qué no se ha capturado ese talento? Porque, en general, las apuestas por capturar esos talentos tienen que ver con el largo plazo, con asumir muchos riesgos y a este tipo de industrias le cuesta mucho más arrancar si no es con estos incentivos.
Por eso, nosotros vemos como una gran oportunidad que esta iniciativa avance y amplíe -como dijo Manuel- el espectro, no solamente de la biotecnología sino de muchas cuestiones que también podrían derivar talento al sistema científico argentino.
SRA. CICCIA Gracias por la invitación y por el pie que me da Matías para hablar del Conicet. Yo estoy representando al sector productivo en el directorio del Conicet desde febrero de 2017.
Nosotros vemos este proyecto de ley con mucho entusiasmo porque ha visibilizado un montón de ciencias. Los del software han tenido la picardía de que todo lo que uno dice como tecnología se asocie con el software, pero hay muchas otras tecnologías y ciencias. Me refiero, como bien decía el señor presidente de la Comisión, a la biotecnología, la nanotecnología, la agrobiotecnología, el internet de las cosas, los sensores, el espacio, digamos, muchas cosas.
Los ingresos a la carrera del Conicet son finitos, pues hoy ingresan 450 personas, pero se presentan 2.000 doctores.
Entonces, estos incentivos al sector productivo son maravillosos para que la industria de todos los sectores de la Argentina que quieran desarrollar economía basada en el conocimiento -o sea, ponerle valor agregado- puedan incorporar recurso humano calificado. Asimismo, para que los jóvenes que -a través de sistemas como las aceleradoras o los company builders, como el que maneja Matías, pero hay otros ejemplos como el Parque Tecnológico del Litoral Centro, en Santa Fe, Cites en Sunchales- puedan generar sus empresas, porque no facturan al principio; son todas empresas muy chiquitas.
Hoy hablábamos de la nanotecnología. El jueves van a escuchar que una empresa que está en la Fundación Argentina de Nanotecnología, que se llama Inmunova, ha desarrollado un nuevo tratamiento para el síndrome urémico hemolítico. Me refiero a esa bacteria famosa que se contagia por verduras contaminadas o por las hamburguesas mal cocidas. Por primera vez en la Argentina se ha terminado la Fase I, original, en el Hospital Italiano, se inicia la Fase II, ya tiene la aprobación de las autoridades regulatorias en Europa y en FDA.
El equipo lo conforman quince personas, todos son ex investigadores del Conicet, que con estos beneficios pueden incorporar más gente y alivianarse fiscalmente. Hubo otras empresas, como producción de anticuerpos monoclonales, que empezaron cuatro personas y hoy son ciento cincuenta. Son todos egresados de física, biotecnología, biología, medicina, química, farmacia.
Digamos que existe un recurso humano muy capacitado en la Argentina. Lo que falta es este incentivo para que la industria adopte estos recursos humanos y piense prospectivamente en nuevos desarrollos.
Me parece que este es un antes y un después. Es la primera vez que veo una sola iniciativa tan amplia. Seguramente habrá otros sectores que quedaron afuera y golpearán las puertas para alguna modificación. Ojalá que los diputados ayuden para que esta iniciativa se convierta en ley en el recinto.
Nosotros vemos este proyecto de ley con mucho entusiasmo porque ha visibilizado un montón de ciencias. Los del software han tenido la picardía de que todo lo que uno dice como tecnología se asocie con el software, pero hay muchas otras tecnologías y ciencias. Me refiero, como bien decía el señor presidente de la Comisión, a la biotecnología, la nanotecnología, la agrobiotecnología, el internet de las cosas, los sensores, el espacio, digamos, muchas cosas.
Los ingresos a la carrera del Conicet son finitos, pues hoy ingresan 450 personas, pero se presentan 2.000 doctores.
Entonces, estos incentivos al sector productivo son maravillosos para que la industria de todos los sectores de la Argentina que quieran desarrollar economía basada en el conocimiento -o sea, ponerle valor agregado- puedan incorporar recurso humano calificado. Asimismo, para que los jóvenes que -a través de sistemas como las aceleradoras o los company builders, como el que maneja Matías, pero hay otros ejemplos como el Parque Tecnológico del Litoral Centro, en Santa Fe, Cites en Sunchales- puedan generar sus empresas, porque no facturan al principio; son todas empresas muy chiquitas.
Hoy hablábamos de la nanotecnología. El jueves van a escuchar que una empresa que está en la Fundación Argentina de Nanotecnología, que se llama Inmunova, ha desarrollado un nuevo tratamiento para el síndrome urémico hemolítico. Me refiero a esa bacteria famosa que se contagia por verduras contaminadas o por las hamburguesas mal cocidas. Por primera vez en la Argentina se ha terminado la Fase I, original, en el Hospital Italiano, se inicia la Fase II, ya tiene la aprobación de las autoridades regulatorias en Europa y en FDA.
El equipo lo conforman quince personas, todos son ex investigadores del Conicet, que con estos beneficios pueden incorporar más gente y alivianarse fiscalmente. Hubo otras empresas, como producción de anticuerpos monoclonales, que empezaron cuatro personas y hoy son ciento cincuenta. Son todos egresados de física, biotecnología, biología, medicina, química, farmacia.
Digamos que existe un recurso humano muy capacitado en la Argentina. Lo que falta es este incentivo para que la industria adopte estos recursos humanos y piense prospectivamente en nuevos desarrollos.
Me parece que este es un antes y un después. Es la primera vez que veo una sola iniciativa tan amplia. Seguramente habrá otros sectores que quedaron afuera y golpearán las puertas para alguna modificación. Ojalá que los diputados ayuden para que esta iniciativa se convierta en ley en el recinto.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias, muy amable.
Tiene la palabra el señor Pablo Menna, de Integral Software.
Tiene la palabra el señor Pablo Menna, de Integral Software.
SR. MENNA Buenas tardes para todos, señores diputados. Muchas gracias por la invitación.
Mi empresa está radicada en la ciudad de Paraná desde 1998 y trabajamos para el sector salud, para organizaciones de salud, obras sociales, prepagas.
En 2011 arrancamos con la iniciativa de crear un polo tecnológico y, posteriormente, un parque tecnológico. El primer objetivo fue fundar el Polo Tecnológico del Paraná, que está funcionando e incluye al INTA, al INTI, a tres universidades -UADER, UNER y UTN- y una veintena de empresas interdisciplinarias, entre ellas, de biotecnología, de software y de bioequivalencias.
Creemos que, sin duda alguna, la retención de los recursos humanos en nuestra provincia era uno de los principales desafíos. Todos estos bioingenieros, bioinformáticos que egresan de la UNER, de las carreras de informática, de la UADER, de las carreras de informática y tecnología de la UTN, eran el desafío que teníamos por delante para transformar el perfil productivo de nuestra comunidad.
Creo que este objetivo se está logrando medianamente, pero con este proyecto de ley, que incluye no solamente la industria del software a la cual pertenecemos como empresa sino a otras industrias, continuamos con el desafío que tenemos por delante.
La industria del software ha generado 110.000 puestos de trabajo en los últimos doce o catorce años. Imagínense ustedes si esto mismo lo podemos generar con las otras industrias. Digamos, transformar el crecimiento que hemos tenido en estos catorce años y que cada una de las industrias de base tecnológica pueda incorporar 110.000 puestos.
La industria del software, a través de la Cámara Argentina, se ha propuesto llegar a 500.000 puestos de trabajo.
Cuando nosotros planteamos esta situación hace diez años, prendían la máquina de risas, porque pensaban que era imposible crear 100.000 puestos de trabajo, pero hoy tenemos 110.000 puestos de trabajo en la industria.
Creo que el desafío que tenemos por delante es justamente que, por la transformación tecnológica que ha llegado en el mundo, podamos retener los recursos que egresan de nuestras universidades y migran.
En nuestra provincia, el 95 por ciento de los bioingenieros se va de la provincia. A veces, se van a urbes más grandes o, directamente, se van del país, porque no les damos la oportunidad de quedarse y consolidar nuevas empresas o transformar las empresas existentes.
Las empresas de agrotech con el desarrollo de la mano de científicos del INTA en la provincia de Entre Ríos, tanto en la costa del Uruguay como en la costa del Paraná, ese es un desafío enorme que tenemos. Me refiero al trabajo en conjunto, entre el sector público y privado, para la transformación de nuestra provincia.
Creo que esta iniciativa viene a poner un marco más que positivo para que logremos este objetivo de transformar nuestra República, de transformar nuestra provincia, reteniendo el recurso humano financiado por el Estado nacional a través de la universidad pública, para que se queden en nuestro país, no migren y que podamos transformar nuestra economía. Muchas gracias.
Mi empresa está radicada en la ciudad de Paraná desde 1998 y trabajamos para el sector salud, para organizaciones de salud, obras sociales, prepagas.
En 2011 arrancamos con la iniciativa de crear un polo tecnológico y, posteriormente, un parque tecnológico. El primer objetivo fue fundar el Polo Tecnológico del Paraná, que está funcionando e incluye al INTA, al INTI, a tres universidades -UADER, UNER y UTN- y una veintena de empresas interdisciplinarias, entre ellas, de biotecnología, de software y de bioequivalencias.
Creemos que, sin duda alguna, la retención de los recursos humanos en nuestra provincia era uno de los principales desafíos. Todos estos bioingenieros, bioinformáticos que egresan de la UNER, de las carreras de informática, de la UADER, de las carreras de informática y tecnología de la UTN, eran el desafío que teníamos por delante para transformar el perfil productivo de nuestra comunidad.
Creo que este objetivo se está logrando medianamente, pero con este proyecto de ley, que incluye no solamente la industria del software a la cual pertenecemos como empresa sino a otras industrias, continuamos con el desafío que tenemos por delante.
La industria del software ha generado 110.000 puestos de trabajo en los últimos doce o catorce años. Imagínense ustedes si esto mismo lo podemos generar con las otras industrias. Digamos, transformar el crecimiento que hemos tenido en estos catorce años y que cada una de las industrias de base tecnológica pueda incorporar 110.000 puestos.
La industria del software, a través de la Cámara Argentina, se ha propuesto llegar a 500.000 puestos de trabajo.
Cuando nosotros planteamos esta situación hace diez años, prendían la máquina de risas, porque pensaban que era imposible crear 100.000 puestos de trabajo, pero hoy tenemos 110.000 puestos de trabajo en la industria.
Creo que el desafío que tenemos por delante es justamente que, por la transformación tecnológica que ha llegado en el mundo, podamos retener los recursos que egresan de nuestras universidades y migran.
En nuestra provincia, el 95 por ciento de los bioingenieros se va de la provincia. A veces, se van a urbes más grandes o, directamente, se van del país, porque no les damos la oportunidad de quedarse y consolidar nuevas empresas o transformar las empresas existentes.
Las empresas de agrotech con el desarrollo de la mano de científicos del INTA en la provincia de Entre Ríos, tanto en la costa del Uruguay como en la costa del Paraná, ese es un desafío enorme que tenemos. Me refiero al trabajo en conjunto, entre el sector público y privado, para la transformación de nuestra provincia.
Creo que esta iniciativa viene a poner un marco más que positivo para que logremos este objetivo de transformar nuestra República, de transformar nuestra provincia, reteniendo el recurso humano financiado por el Estado nacional a través de la universidad pública, para que se queden en nuestro país, no migren y que podamos transformar nuestra economía. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias, muy amable.
Tiene la palabra el señor Guillermo Castelli, de Quadminds.
Tiene la palabra el señor Guillermo Castelli, de Quadminds.
SR. CASTELLI Buenas tardes. Muchas gracias por la invitación.
Soy un caso de éxito de las políticas de emprendimiento desde hace diez años en nuestro país. Participé en "Desarrollo Emprendedor" y lo ganamos; después participamos en "Buenos Aires Emprende" y también lo ganamos, sin dineros ni conocimientos de cómo emprender.
Gracias a lo que me aportaron, hoy en día, tenemos una empresa que tiene una plataforma de eficiencia logística que está en más de seis países y en empresas como YPF, Aerolíneas Argentinas, AVON, ARCOR, etcétera, hasta pequeños distribuidores del interior del país. Lo que hacemos es generar eficiencia logística a toda la cadena.
Gracias a eso, se traslada la matriz incluso de precios. Sabemos cómo están las economías, sabemos cuántas entregas se hacen por día y de qué calidad.
Actualmente, estamos llegando casi a cien personas. El año pasado aplicamos a la ley de software y también ganamos, y gracias a eso aumentamos nuestra planta de desarrolladores en un 40 por ciento.
En base a todo esto, creemos de suma importancia la continuidad de esta ley e incluso que abarque a otras economías del conocimiento.
Nosotros también somos una empresa de internet de cosas, de electrónica, de sensores y demás; parte de nuestros ingenieros no están cubiertos por estos beneficios. Claro que incluso hoy en día, la economía de la empresa se adapta a estos beneficios y los toma como asumidos. Entonces el riesgo de que se pierdan ya nos generaría un gran perjuicio. Incluso, actualmente sucede que los talentos están distribuidos en la mayoría de los países donde estamos. Asimismo, con la devaluación que hubo, a un programador le ofrecen pagos en dólares del exterior, entonces nos es muy difícil competir sin estos beneficios.
Simplemente es eso. Creo que no solo afecta la exportación de nuestros servicios a otros países sino también a nuestros clientes, a los cuales nosotros les damos productos, en este caso, electrónica, software de calidad, que si no tuviéramos estos beneficios dejaríamos de ofrecerlos porque la empresa se reduciría o trasladaría sus negocios a otros países.
Tenemos estructura central en Argentina y estamos en Chile, Brasil, España, Perú y Estados Unidos.
Soy un caso de éxito de las políticas de emprendimiento desde hace diez años en nuestro país. Participé en "Desarrollo Emprendedor" y lo ganamos; después participamos en "Buenos Aires Emprende" y también lo ganamos, sin dineros ni conocimientos de cómo emprender.
Gracias a lo que me aportaron, hoy en día, tenemos una empresa que tiene una plataforma de eficiencia logística que está en más de seis países y en empresas como YPF, Aerolíneas Argentinas, AVON, ARCOR, etcétera, hasta pequeños distribuidores del interior del país. Lo que hacemos es generar eficiencia logística a toda la cadena.
Gracias a eso, se traslada la matriz incluso de precios. Sabemos cómo están las economías, sabemos cuántas entregas se hacen por día y de qué calidad.
Actualmente, estamos llegando casi a cien personas. El año pasado aplicamos a la ley de software y también ganamos, y gracias a eso aumentamos nuestra planta de desarrolladores en un 40 por ciento.
En base a todo esto, creemos de suma importancia la continuidad de esta ley e incluso que abarque a otras economías del conocimiento.
Nosotros también somos una empresa de internet de cosas, de electrónica, de sensores y demás; parte de nuestros ingenieros no están cubiertos por estos beneficios. Claro que incluso hoy en día, la economía de la empresa se adapta a estos beneficios y los toma como asumidos. Entonces el riesgo de que se pierdan ya nos generaría un gran perjuicio. Incluso, actualmente sucede que los talentos están distribuidos en la mayoría de los países donde estamos. Asimismo, con la devaluación que hubo, a un programador le ofrecen pagos en dólares del exterior, entonces nos es muy difícil competir sin estos beneficios.
Simplemente es eso. Creo que no solo afecta la exportación de nuestros servicios a otros países sino también a nuestros clientes, a los cuales nosotros les damos productos, en este caso, electrónica, software de calidad, que si no tuviéramos estos beneficios dejaríamos de ofrecerlos porque la empresa se reduciría o trasladaría sus negocios a otros países.
Tenemos estructura central en Argentina y estamos en Chile, Brasil, España, Perú y Estados Unidos.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Federico Jack.
Tiene la palabra el señor Federico Jack.
SR. JACK Gracias por la invitación. Soy Federico Jack y represento a Satellogic. Para los que no nos conocen, somos una empresa que hace satélites. Aclaro que no somos INVAP, ya que siempre nos confunden.
Respecto a la ley, yo tuve la experiencia de tener una empresa de software antes, así que viví el régimen de promoción y la verdad que fue increíble. Amigos que trabajaban conmigo iban y se hacían su propia empresa y el crecimiento fue impresionante. Creo que varios de los que estamos acá venimos de la industria del software.
Ahora estoy en la industria aeroespacial, que parece algo muy raro en la Argentina, pero la verdad es que tenemos una tradición importante; desde el INVAP, la CONAE, los proyectos del Tronador, que todavía está activo, y ARSAT. Todos habrán escuchado alguna vez de estas cosas, y cuando uno viaja al exterior y habla con otros países de Latinoamérica, la verdad es que tenemos una ventaja competitiva enorme. Todos están bastante lejos todos. Para que se den una idea, Paraguay abrió su agencia espacial hace tres meses; Costa Rica la está abriendo hoy, y cada semana hay una agencia espacial nueva en el mundo. Se está viviendo una revolución en la industria aeroespacial, básicamente, porque bajaron los costos del hardware y del software hace rato. Entonces, hoy es mucho más fácil hacer tecnología aeroespacial y es una oportunidad que tenemos los argentinos y todo el resto del mundo.
Yo estuve una semana en China, porque por el momento usamos cohetes chinos, y tenían una fábrica lista que nos ofrecían para que nos instalemos ahí.
Recién preguntaban dónde están las empresas: nosotros estamos en Argentina, en España, en Israel, en Uruguay y en Estados Unidos.
La verdad que es muy tentador ir a China porque es una potencia y tiene todo el apoyo del Estado, desde los cohetes, paneles solares, hasta los satélites, tienen todo. Yo volví muy entusiasmado porque vi que lo que faltaba era el talento, que es lo que tenemos acá y con lo que podemos hacer muchas cosas.
Nosotros hoy estamos trabajando con muchísimos países, tanto con agencias gubernamentales como con clientes privados, y somos un caso raro en la Argentina. Somos una empresa del sector privado que hace tecnología aeroespacial y que no tiene un proyecto con el gobierno. Esto es algo que yo noté en los últimos años, detecté que las empresas que hay acá de alguna manera siempre son proveedoras del Estado.
Entonces, creo que esta ley nos va a permitir que empiecen a aparecer otros Satellogic; otras empresas que puedan proveer servicios de calidad y empleo altamente calificado, pero no solamente para el sector público, que es el que ha hecho toda la inversión en esta industria en los últimos treinta o cincuenta años.
Creo que esta es una oportunidad para que haya más emprendimientos. Nosotros ya llevamos ocho años, ya hemos recibido más de 80 millones de dólares de inversión entre fondos chinos y brasileros y seguimos acá. Tenemos algo de producción en Uruguay porque hace cinco años, con las DJAI, el cepo y todo eso, era muy difícil importar componentes para hacer satélites, pero seguimos apostando por Argentina.
Tenemos cien personas acá, empleamos muchos doctores, físicos y matemáticos, que generalmente eligen irse a otros países. Nosotros estamos tratando de apostar por la Argentina y de dar una oportunidad a toda esa gente que tiene este sueño. Mi interés en esta ley es, más que nada, para que haya otras empresas.
Nosotros vamos a seguir adelante, ya que lo hemos hecho en peores condiciones que ahora. Sí creo que esta ley puede dar el marco ideal para que florezcan otros proyectos y que Argentina se haga de esos beneficios. Solamente para que tengan una idea, un cohete de los que ustedes ven en la tele vale 50 o 60 millones de dólares.
Entonces estamos hablando de cientos de divisas y trabajos que podríamos traer a la Argentina y que la estamos dejando pasar, tal vez porque la industria aeroespacial siempre estuvo dominada por el sector público y no ha habido tantos casos de éxito. Me encantaría que esta ley exista y que cuenten con nosotros para todo lo que necesiten.
Si quieren venir a conocer Satellogic, o ver los lanzamientos de nuestros satélites, están invitados, y sepan que seguimos siendo argentinos y nuestros satélites se llaman "Capitán Beto", "Tita", "Manolito", "Fresco y Batata"; o sea, bien argentinos, por si no quedó claro.
Espero que se sigan llamando así y no que empecemos a hablar en otro idioma. Gracias.
Respecto a la ley, yo tuve la experiencia de tener una empresa de software antes, así que viví el régimen de promoción y la verdad que fue increíble. Amigos que trabajaban conmigo iban y se hacían su propia empresa y el crecimiento fue impresionante. Creo que varios de los que estamos acá venimos de la industria del software.
Ahora estoy en la industria aeroespacial, que parece algo muy raro en la Argentina, pero la verdad es que tenemos una tradición importante; desde el INVAP, la CONAE, los proyectos del Tronador, que todavía está activo, y ARSAT. Todos habrán escuchado alguna vez de estas cosas, y cuando uno viaja al exterior y habla con otros países de Latinoamérica, la verdad es que tenemos una ventaja competitiva enorme. Todos están bastante lejos todos. Para que se den una idea, Paraguay abrió su agencia espacial hace tres meses; Costa Rica la está abriendo hoy, y cada semana hay una agencia espacial nueva en el mundo. Se está viviendo una revolución en la industria aeroespacial, básicamente, porque bajaron los costos del hardware y del software hace rato. Entonces, hoy es mucho más fácil hacer tecnología aeroespacial y es una oportunidad que tenemos los argentinos y todo el resto del mundo.
Yo estuve una semana en China, porque por el momento usamos cohetes chinos, y tenían una fábrica lista que nos ofrecían para que nos instalemos ahí.
Recién preguntaban dónde están las empresas: nosotros estamos en Argentina, en España, en Israel, en Uruguay y en Estados Unidos.
La verdad que es muy tentador ir a China porque es una potencia y tiene todo el apoyo del Estado, desde los cohetes, paneles solares, hasta los satélites, tienen todo. Yo volví muy entusiasmado porque vi que lo que faltaba era el talento, que es lo que tenemos acá y con lo que podemos hacer muchas cosas.
Nosotros hoy estamos trabajando con muchísimos países, tanto con agencias gubernamentales como con clientes privados, y somos un caso raro en la Argentina. Somos una empresa del sector privado que hace tecnología aeroespacial y que no tiene un proyecto con el gobierno. Esto es algo que yo noté en los últimos años, detecté que las empresas que hay acá de alguna manera siempre son proveedoras del Estado.
Entonces, creo que esta ley nos va a permitir que empiecen a aparecer otros Satellogic; otras empresas que puedan proveer servicios de calidad y empleo altamente calificado, pero no solamente para el sector público, que es el que ha hecho toda la inversión en esta industria en los últimos treinta o cincuenta años.
Creo que esta es una oportunidad para que haya más emprendimientos. Nosotros ya llevamos ocho años, ya hemos recibido más de 80 millones de dólares de inversión entre fondos chinos y brasileros y seguimos acá. Tenemos algo de producción en Uruguay porque hace cinco años, con las DJAI, el cepo y todo eso, era muy difícil importar componentes para hacer satélites, pero seguimos apostando por Argentina.
Tenemos cien personas acá, empleamos muchos doctores, físicos y matemáticos, que generalmente eligen irse a otros países. Nosotros estamos tratando de apostar por la Argentina y de dar una oportunidad a toda esa gente que tiene este sueño. Mi interés en esta ley es, más que nada, para que haya otras empresas.
Nosotros vamos a seguir adelante, ya que lo hemos hecho en peores condiciones que ahora. Sí creo que esta ley puede dar el marco ideal para que florezcan otros proyectos y que Argentina se haga de esos beneficios. Solamente para que tengan una idea, un cohete de los que ustedes ven en la tele vale 50 o 60 millones de dólares.
Entonces estamos hablando de cientos de divisas y trabajos que podríamos traer a la Argentina y que la estamos dejando pasar, tal vez porque la industria aeroespacial siempre estuvo dominada por el sector público y no ha habido tantos casos de éxito. Me encantaría que esta ley exista y que cuenten con nosotros para todo lo que necesiten.
Si quieren venir a conocer Satellogic, o ver los lanzamientos de nuestros satélites, están invitados, y sepan que seguimos siendo argentinos y nuestros satélites se llaman "Capitán Beto", "Tita", "Manolito", "Fresco y Batata"; o sea, bien argentinos, por si no quedó claro.
Espero que se sigan llamando así y no que empecemos a hablar en otro idioma. Gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Una consulta, Federico, ¿quiénes son sus clientes? Porque dijiste que el Estado no era cliente tuyo.
SR. JACK Fundamentalmente tenemos empresas del agro. Nosotros hacemos observación terrestre, y no me quiero meter muy en lo técnico porque se van a dormir todos; pero básicamente, miramos los campos desde arriba y ayudamos a las empresas a predecir la cosecha. Por ejemplo, podemos ayudar a organismos de recaudación a decirles cuantas silobolsas hay en la provincia de Buenos Aires. No quiero decir que lo hayamos hecho, pero eso se puede hacer también. (Risas.) Dije que no somos clientes pero podemos serlo.
Después, en la industria del gas y del petróleo, por ejemplo, hoy en día los oleoductos tienen que ser monitoreados por un tema regulatorio. Hay veces que hay oleoductos de 3.000 kilómetros. Hoy en día se hace con un avión y un whatsapp. Nosotros los monitoreamos con satélites para detectar ilícitos o derrames. Más o menos, se gastan 6.800 millones de dólares por año solamente en mirar oleoductos. Detectar metano; o sea, hay múltiples usos.
Empresas como Satellogic hay dos en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Inglaterra, y la particularidad es que hacemos satélites de muy bajo costo. Esto es algo nuevo, pero todos los días aparecen proyectos nuevos que están tratando de hacer lo que estamos haciendo hace ocho años. Entonces la oportunidad es ahora.
Después, en la industria del gas y del petróleo, por ejemplo, hoy en día los oleoductos tienen que ser monitoreados por un tema regulatorio. Hay veces que hay oleoductos de 3.000 kilómetros. Hoy en día se hace con un avión y un whatsapp. Nosotros los monitoreamos con satélites para detectar ilícitos o derrames. Más o menos, se gastan 6.800 millones de dólares por año solamente en mirar oleoductos. Detectar metano; o sea, hay múltiples usos.
Empresas como Satellogic hay dos en el mundo, una en Estados Unidos y otra en Inglaterra, y la particularidad es que hacemos satélites de muy bajo costo. Esto es algo nuevo, pero todos los días aparecen proyectos nuevos que están tratando de hacer lo que estamos haciendo hace ocho años. Entonces la oportunidad es ahora.
SR. AMADEO Hay un programa de observación, recuerdo sobre tema de salinidad que lo estábamos haciendo con la NASA. ¿Ese programa sigue? ¿Ustedes están en contacto con ella?
SR. JACK Sí, tenemos buen contacto con CONAE. No sé si están al tanto que hace unos meses se lanzó el SAOCOM, que tardó veinte años en terminarse, a un costo de unos 500 millones de dólares, y este año se lanza otro. Eso es equipamiento y tecnología que hoy tiene la Argentina para múltiples usos.
Nosotros lo que podemos hacer es complementar las capacidades de CONAE. Hasta ahora no hemos hecho ningún proyecto, pero es algo con lo que podemos contribuir.
Nosotros tenemos como objetivo contar con una constelación de noventa satélites para poder ver cualquier punto de la Tierra una vez por semana; y una de las capacidades que les podríamos dar a Argentina es que tenga detalle de todo su territorio una vez por semana. Entonces eso podría ayudar a prevenir desastres, mejorar la eficiencia en la producción, etcétera, a un costo de no más de 200 millones de dólares, que para un país no es tanto.
Nosotros lo que podemos hacer es complementar las capacidades de CONAE. Hasta ahora no hemos hecho ningún proyecto, pero es algo con lo que podemos contribuir.
Nosotros tenemos como objetivo contar con una constelación de noventa satélites para poder ver cualquier punto de la Tierra una vez por semana; y una de las capacidades que les podríamos dar a Argentina es que tenga detalle de todo su territorio una vez por semana. Entonces eso podría ayudar a prevenir desastres, mejorar la eficiencia en la producción, etcétera, a un costo de no más de 200 millones de dólares, que para un país no es tanto.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
Tiene la palabra la señora Agustina Fainguersch.
Tiene la palabra la señora Agustina Fainguersch.
SRA. FAINGUERSCH Buenas tardes, muchas gracias a todos por estar acá y por estar charlando estos asuntos sumamente relevantes, por lo menos para los que estamos aquí de este lado.
Mi empresa, Wolox, se dedica a hacer transformación digital. ¿Qué significa eso? Básicamente somos agnósticos en industria y agnósticos en tecnología; buscamos ayudar a nuestros clientes a pensar y entender cómo usar la tecnología para resolver sus problemas y después a construir.
Empezamos hace ocho años como un simple grupo de ingenieros informáticos que todo lo que teníamos era básicamente nuestro conocimiento y mucha garra emprendedora. Somos muy emprendedores, y bueno, con el tiempo fuimos creciendo.
Hoy ya somos 360 personas particularmente en la Argentina, aunque estamos en cinco países: Argentina, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Y la realidad es que desde que incorporamos la ley de promoción del software cambiaron las reglas del juego para nosotros. Empezamos a crecer en serio, a ser competitivos realmente, a duplicar nuestra nómina año a año y empezamos a pensar ser una empresa que busca talento argentino para el mundo.
En este último tiempo estuve reflexionando -también cuando comenzó a debatirse este proyecto de ley- sobre cómo estamos evolucionando nosotros, Wolox, para ser lo que necesitamos ser en el futuro. Me di cuenta que mucho de eso tiene que ver con cómo hacemos para adoptar las tecnologías y todo lo que estamos creando.
Nosotros somos agnósticos en industria, lo cual significa que necesitamos mucha expertise de otro tipo de conocimiento, ya sea mucho del conocimiento que fue mencionado previamente, pero también del conocimiento de distintas industrias.
Entonces ampliar esta ley, para mí realmente contribuye a la evolución de la ley del software y también a la evolución de lo que podría ser nuestro tipo de empresa y a cómo esto luce en el futuro.
No solamente tenemos que estar pensando en lo que tenemos hoy sino en lo que necesitamos para mañana. Y así como nosotros estamos pensando en cómo reinventarnos, las universidades estarán pensando qué materias pueden agregar y creo que las leyes también tienen que evolucionar.
Así que por supuesto, tienen todo mi apoyo con la nueva ley. Muchas gracias.
Mi empresa, Wolox, se dedica a hacer transformación digital. ¿Qué significa eso? Básicamente somos agnósticos en industria y agnósticos en tecnología; buscamos ayudar a nuestros clientes a pensar y entender cómo usar la tecnología para resolver sus problemas y después a construir.
Empezamos hace ocho años como un simple grupo de ingenieros informáticos que todo lo que teníamos era básicamente nuestro conocimiento y mucha garra emprendedora. Somos muy emprendedores, y bueno, con el tiempo fuimos creciendo.
Hoy ya somos 360 personas particularmente en la Argentina, aunque estamos en cinco países: Argentina, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Y la realidad es que desde que incorporamos la ley de promoción del software cambiaron las reglas del juego para nosotros. Empezamos a crecer en serio, a ser competitivos realmente, a duplicar nuestra nómina año a año y empezamos a pensar ser una empresa que busca talento argentino para el mundo.
En este último tiempo estuve reflexionando -también cuando comenzó a debatirse este proyecto de ley- sobre cómo estamos evolucionando nosotros, Wolox, para ser lo que necesitamos ser en el futuro. Me di cuenta que mucho de eso tiene que ver con cómo hacemos para adoptar las tecnologías y todo lo que estamos creando.
Nosotros somos agnósticos en industria, lo cual significa que necesitamos mucha expertise de otro tipo de conocimiento, ya sea mucho del conocimiento que fue mencionado previamente, pero también del conocimiento de distintas industrias.
Entonces ampliar esta ley, para mí realmente contribuye a la evolución de la ley del software y también a la evolución de lo que podría ser nuestro tipo de empresa y a cómo esto luce en el futuro.
No solamente tenemos que estar pensando en lo que tenemos hoy sino en lo que necesitamos para mañana. Y así como nosotros estamos pensando en cómo reinventarnos, las universidades estarán pensando qué materias pueden agregar y creo que las leyes también tienen que evolucionar.
Así que por supuesto, tienen todo mi apoyo con la nueva ley. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias, Agustina.
Tiene la palabra el señor Juan Abdala.
Tiene la palabra el señor Juan Abdala.
SR. ABDALA Buenas tardes. Cuando me invitaron a hablar intentaba pensar cómo explicar la complejidad de emprender, y la complejidad de emprender en algo que para el resto parece software, pero no lo es.
Entonces, creo que contar la historia de Kilimo, básicamente como creció, era la manera más simple de mostrar esa complejidad.
Hace cuatro años, junto con mis socios, habíamos fracasado en otro emprendimiento, y como todo argentino que fracasa, volvimos a intentarlo. Lo primero que descubrimos era que habíamos fracasado por no escuchar. Uno no escucha y generalmente quiere decirles a los otros lo que deben hacer.
Entonces decidimos emprender en el sector agropecuario. ¿A quién más le íbamos a preguntar si no a los productores? Nos subimos a una camioneta, viajamos mucho tiempo entrevistando solamente productores. Nos quedó clara una máxima actual del ecosistema productivo agropecuario: no se puede desperdiciar. Y también que el 70 por ciento del agua dulce que se usa en el mundo se usa para riego agrícola.
En base a eso decidimos intentar solucionar este problema, empezar a trabajar. Para eso tomamos todas las herramientas agrícolas que existían, le sumamos ciencia de datos, imágenes satelitales, algoritmos climáticos, muestras de suelo, inteligencia artificial y seguimos avanzando con eso.
Pero también entendimos que toda esa cantidad de datos no era relevante para un productor si nosotros no lográbamos llegar al productor de una manera muy simple. Terminamos creando un servicio en el cual utilizamos toda esa información para entregarles una frase, por ejemplo: "regá diez milímetros la próxima semana". Así de simple tenía que ser, así de simple fue como nos empezaron a adoptar nuestros clientes.
Entonces, la pregunta era qué somos. Somos una empresa de software; parecemos en realidad más una empresa de servicios agropecuarios. Estamos fuera de la ley de software, y si bien empezamos hace cuatro años, hace dos años éramos tres personas; hoy somos veinticinco.
La mayor parte de nuestro equipo tiene una formación muy alta, contamos con doctores e investigadores; lo cual es complejo, como decían recién. Es complejo mantener un analista de datos hoy en la Argentina contra las ofertas de dólares que no significan nada para nuestros competidores. Es la realidad.
Eso es lo que quería contar y decir que la complejidad de esta ley es enfrentar a tres chicos en una camioneta y con un par de computadoras creando una empresa y poder ayudar a Argentina a mejorar los empleos y la exportación. Nada más.
Entonces, creo que contar la historia de Kilimo, básicamente como creció, era la manera más simple de mostrar esa complejidad.
Hace cuatro años, junto con mis socios, habíamos fracasado en otro emprendimiento, y como todo argentino que fracasa, volvimos a intentarlo. Lo primero que descubrimos era que habíamos fracasado por no escuchar. Uno no escucha y generalmente quiere decirles a los otros lo que deben hacer.
Entonces decidimos emprender en el sector agropecuario. ¿A quién más le íbamos a preguntar si no a los productores? Nos subimos a una camioneta, viajamos mucho tiempo entrevistando solamente productores. Nos quedó clara una máxima actual del ecosistema productivo agropecuario: no se puede desperdiciar. Y también que el 70 por ciento del agua dulce que se usa en el mundo se usa para riego agrícola.
En base a eso decidimos intentar solucionar este problema, empezar a trabajar. Para eso tomamos todas las herramientas agrícolas que existían, le sumamos ciencia de datos, imágenes satelitales, algoritmos climáticos, muestras de suelo, inteligencia artificial y seguimos avanzando con eso.
Pero también entendimos que toda esa cantidad de datos no era relevante para un productor si nosotros no lográbamos llegar al productor de una manera muy simple. Terminamos creando un servicio en el cual utilizamos toda esa información para entregarles una frase, por ejemplo: "regá diez milímetros la próxima semana". Así de simple tenía que ser, así de simple fue como nos empezaron a adoptar nuestros clientes.
Entonces, la pregunta era qué somos. Somos una empresa de software; parecemos en realidad más una empresa de servicios agropecuarios. Estamos fuera de la ley de software, y si bien empezamos hace cuatro años, hace dos años éramos tres personas; hoy somos veinticinco.
La mayor parte de nuestro equipo tiene una formación muy alta, contamos con doctores e investigadores; lo cual es complejo, como decían recién. Es complejo mantener un analista de datos hoy en la Argentina contra las ofertas de dólares que no significan nada para nuestros competidores. Es la realidad.
Eso es lo que quería contar y decir que la complejidad de esta ley es enfrentar a tres chicos en una camioneta y con un par de computadoras creando una empresa y poder ayudar a Argentina a mejorar los empleos y la exportación. Nada más.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE ¿Dónde tiene la sede tu empresa?
SR. ABDALA En Córdoba. Yo soy santiagueño pero cordobés por adopción.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Te sale una tonada cordobesa, por eso me confundía. (Risas.)
Gracias. Muy amable.
Por último, tiene la palabra la señora Marta Cruz, de la empresa NXTP LABS.
Gracias. Muy amable.
Por último, tiene la palabra la señora Marta Cruz, de la empresa NXTP LABS.
SRA. CRUZ Buenas tardes a todos.
Después de escuchar todas las justificaciones y motivos por los cuales esta ley realmente agrega valor al ecosistema del emprendimiento en Argentina, creo que no hay mucho más para agregar. Es un beneficio para los emprendedores y para la Argentina que esta ley exista y que su prórroga sea una evolución de la ley de software, como se acaba de decir.
Entonces me parece que lo más adecuado para cerrar, por lo menos desde mi parte en esto, es contar ejemplos, contarles a ustedes cómo se vive esto desde el hacer, más que desde el decir.
NXTP LABS es un fondo de inversión que en el año 2010 entendió que la única manera de poder contribuir a tener una sociedad mejor, poner a la Argentina hacia el mundo tomando este talento argentino para que quede en Argentina y que a su vez mire al mundo como mercado potencial, era a través de apoyar el ecosistema de emprendimiento, que prácticamente era inexistente.
Por lo tanto, estar hablando aquí de una ley de apoyo al emprendimiento, habiendo estado trabajando -no tanto como el doctor Tanoira y todo el equipo de ASEA-, desde ARCAP, como presidenta de la Asociación de Capital Privado Emprendedor y Semilla de Argentina, para mí es como una fiesta.
En el año 2010 no había nadie que entendiese qué era el ecosistema de emprendimiento, ni siquiera nadie que entendiese lo que era un emprendedor. Y ahí estuvimos nosotros con mis socios, con un Power Point debajo del brazo y con una gran idea de querer impactar en este mundo y de lograr que se genere empleo de calidad.
¿Y qué era esto del empleo de calidad? Pasar de la fuerza física al cerebro, a la inteligencia. Luego de la burbuja de los años 90 hasta el 2000 parecía imposible que uno apostara en compañías de tecnología de base digital porque había sido una burbuja. Entonces, desafiando todo esto, salimos a buscar inversores y a buscar emprendedores que realmente estén desafiando todo eso. Allí estábamos prácticamente solo los privados.
Después de analizar los casos de Israel, Colombia, Chile, México y todos los que podamos recorrer alrededor del mundo, realmente veíamos que los ecosistemas de emprendimiento se habían desarrollado a partir del apoyo del Estado y de las políticas públicas.
No fue entregando dinero gratis, no fue haciendo que las cosas pasen porque sí, por la bondad o por el amiguismo de alguien, sino simplemente por apoyar y facilitar a través de las políticas públicas que este ecosistema se desarrolle.
Entonces, para que entendamos un ecosistema de emprendimiento, con emprendedores solos no es suficiente y tampoco lo es con inversores solos. Necesitábamos emprendedores, inversores, universidades y corporaciones, que fueron las últimas y tardaron en entrar al ecosistema. Obviamente también ASEA, ARCAP y estas discusiones que estamos teniendo hoy.
Todos estos emprendimientos que están acá son emprendimientos de mi fondo. Nosotros invertimos en Auravant -ellos son de San Nicolás-; invertimos en Quadminds; invertimos en Kilimo -los cordobeses-; invertimos en Satellogic y en una empresa anterior en la cual también estaba Federico Jack.
Realmente eran emprendimientos que en ese momento eran eso, eran tres chicos que recorrían con una camioneta a ver lo que decían los productores y en donde la frase terminaba, en aquel momento, en "riego" o "no riego"; ahora es más sofisticada.
Entonces, realmente celebro nuevamente que esto ocurra. La realidad es que si vemos el portafolio de las compañías que nosotros tenemos, hemos invertido en 193 startups, de las cuales cuarenta -aproximadamente- han desaparecido y otras siguen funcionando. Han creado 5.000 puestos de trabajo en forma directa en toda la región y más de 500.000 puestos de trabajo en forma indirecta en toda la región. Todo ello sin políticas que en la Argentina en su momento nos apoyaran.
Entonces, me pregunto: cuánto tengo que celebrar hoy a partir de que esta ley realmente sea aprobada, si sin tener apoyo y remando en dulce de leche -como decimos los argentinos de una manera bien porteña- pudimos hacer que emprendedores argentinos hoy estén vendiendo en China y en Japón. Uno va a Scalabrini Ortiz y Libertador y ve las maquetas de los satélites y los dispositivos de lanzamiento en miniatura y emociona ver a esos ingenieros.
Y cuánto más tengo que celebrar si también tenemos realmente algún tipo de apoyo para todos aquellos emprendimientos que tienen diversidad de género, que no sé si se va a incorporar en la próxima ley.
Está probado que en aquellas compañías que tienen diversidad de género en sus equipos fundadores, y la voz femenina en las mesas de discusión, son más rentables a lo largo del tiempo y tienen la capacidad de generar mayor cantidad de empleos por la vigencia que pueden tener las compañías a lo largo del tiempo.
Entonces, creo que más allá de volver a reiterar sobre los beneficios de la ley -ya los dijeron muy explícitamente todos los integrantes- creo que este es el ejemplo que podemos aportar desde NXTP: el 70 por ciento de mi portafolio son empresas argentinas que ya están vendiendo en el exterior. Tenemos oficinas en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Colombia, en Silicon Valley y en Brasil. Y me gustaría seguir jactándome -como hace tres o cuatro años atrás cuando hicimos una investigación- que de los nueve unicornios, cuatro eran argentinos. Hoy ese número bajó, ya no estamos en ese puesto, los colombianos y los brasileros nos están pisando los talones.
Y lo más gracioso es que el unicornio brasilero que nos está pisando los talones es de un argentino que inició su emprendimiento hace cinco o seis años en Argentina. Es una plataforma, un market place de camioneros, que es como un Uber, For Trucks, para distribución. Se encontró con tanta problemática en Argentina con los sindicatos que decidió salir del país. Hoy tiene una compañía de una valuación superior a los 250 millones de dólares y cuenta con más de 4.000 camioneros que, gracias al market place, hoy tienen trabajo e inclusión financiera.
También podemos mencionar una compañía como Solvers, que sigue apostando a Argentina, que es un market place de empleadas domésticas que tiene una base de datos con 70.000 mujeres argentinas. Gracias a esta plataforma pueden conseguir trabajo y recibir financiamiento porque hacen inclusión financiera a través de préstamos de 3.000, 4.000 o 5.000 dólares, que ningún banco ni institución financiera les da a personas que no tienen historial crediticio.
Me encantaría poder celebrar la sanción de la ley y que sigamos por la tercera en el breve plazo. Muchas gracias. (Aplausos.)
Después de escuchar todas las justificaciones y motivos por los cuales esta ley realmente agrega valor al ecosistema del emprendimiento en Argentina, creo que no hay mucho más para agregar. Es un beneficio para los emprendedores y para la Argentina que esta ley exista y que su prórroga sea una evolución de la ley de software, como se acaba de decir.
Entonces me parece que lo más adecuado para cerrar, por lo menos desde mi parte en esto, es contar ejemplos, contarles a ustedes cómo se vive esto desde el hacer, más que desde el decir.
NXTP LABS es un fondo de inversión que en el año 2010 entendió que la única manera de poder contribuir a tener una sociedad mejor, poner a la Argentina hacia el mundo tomando este talento argentino para que quede en Argentina y que a su vez mire al mundo como mercado potencial, era a través de apoyar el ecosistema de emprendimiento, que prácticamente era inexistente.
Por lo tanto, estar hablando aquí de una ley de apoyo al emprendimiento, habiendo estado trabajando -no tanto como el doctor Tanoira y todo el equipo de ASEA-, desde ARCAP, como presidenta de la Asociación de Capital Privado Emprendedor y Semilla de Argentina, para mí es como una fiesta.
En el año 2010 no había nadie que entendiese qué era el ecosistema de emprendimiento, ni siquiera nadie que entendiese lo que era un emprendedor. Y ahí estuvimos nosotros con mis socios, con un Power Point debajo del brazo y con una gran idea de querer impactar en este mundo y de lograr que se genere empleo de calidad.
¿Y qué era esto del empleo de calidad? Pasar de la fuerza física al cerebro, a la inteligencia. Luego de la burbuja de los años 90 hasta el 2000 parecía imposible que uno apostara en compañías de tecnología de base digital porque había sido una burbuja. Entonces, desafiando todo esto, salimos a buscar inversores y a buscar emprendedores que realmente estén desafiando todo eso. Allí estábamos prácticamente solo los privados.
Después de analizar los casos de Israel, Colombia, Chile, México y todos los que podamos recorrer alrededor del mundo, realmente veíamos que los ecosistemas de emprendimiento se habían desarrollado a partir del apoyo del Estado y de las políticas públicas.
No fue entregando dinero gratis, no fue haciendo que las cosas pasen porque sí, por la bondad o por el amiguismo de alguien, sino simplemente por apoyar y facilitar a través de las políticas públicas que este ecosistema se desarrolle.
Entonces, para que entendamos un ecosistema de emprendimiento, con emprendedores solos no es suficiente y tampoco lo es con inversores solos. Necesitábamos emprendedores, inversores, universidades y corporaciones, que fueron las últimas y tardaron en entrar al ecosistema. Obviamente también ASEA, ARCAP y estas discusiones que estamos teniendo hoy.
Todos estos emprendimientos que están acá son emprendimientos de mi fondo. Nosotros invertimos en Auravant -ellos son de San Nicolás-; invertimos en Quadminds; invertimos en Kilimo -los cordobeses-; invertimos en Satellogic y en una empresa anterior en la cual también estaba Federico Jack.
Realmente eran emprendimientos que en ese momento eran eso, eran tres chicos que recorrían con una camioneta a ver lo que decían los productores y en donde la frase terminaba, en aquel momento, en "riego" o "no riego"; ahora es más sofisticada.
Entonces, realmente celebro nuevamente que esto ocurra. La realidad es que si vemos el portafolio de las compañías que nosotros tenemos, hemos invertido en 193 startups, de las cuales cuarenta -aproximadamente- han desaparecido y otras siguen funcionando. Han creado 5.000 puestos de trabajo en forma directa en toda la región y más de 500.000 puestos de trabajo en forma indirecta en toda la región. Todo ello sin políticas que en la Argentina en su momento nos apoyaran.
Entonces, me pregunto: cuánto tengo que celebrar hoy a partir de que esta ley realmente sea aprobada, si sin tener apoyo y remando en dulce de leche -como decimos los argentinos de una manera bien porteña- pudimos hacer que emprendedores argentinos hoy estén vendiendo en China y en Japón. Uno va a Scalabrini Ortiz y Libertador y ve las maquetas de los satélites y los dispositivos de lanzamiento en miniatura y emociona ver a esos ingenieros.
Y cuánto más tengo que celebrar si también tenemos realmente algún tipo de apoyo para todos aquellos emprendimientos que tienen diversidad de género, que no sé si se va a incorporar en la próxima ley.
Está probado que en aquellas compañías que tienen diversidad de género en sus equipos fundadores, y la voz femenina en las mesas de discusión, son más rentables a lo largo del tiempo y tienen la capacidad de generar mayor cantidad de empleos por la vigencia que pueden tener las compañías a lo largo del tiempo.
Entonces, creo que más allá de volver a reiterar sobre los beneficios de la ley -ya los dijeron muy explícitamente todos los integrantes- creo que este es el ejemplo que podemos aportar desde NXTP: el 70 por ciento de mi portafolio son empresas argentinas que ya están vendiendo en el exterior. Tenemos oficinas en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Colombia, en Silicon Valley y en Brasil. Y me gustaría seguir jactándome -como hace tres o cuatro años atrás cuando hicimos una investigación- que de los nueve unicornios, cuatro eran argentinos. Hoy ese número bajó, ya no estamos en ese puesto, los colombianos y los brasileros nos están pisando los talones.
Y lo más gracioso es que el unicornio brasilero que nos está pisando los talones es de un argentino que inició su emprendimiento hace cinco o seis años en Argentina. Es una plataforma, un market place de camioneros, que es como un Uber, For Trucks, para distribución. Se encontró con tanta problemática en Argentina con los sindicatos que decidió salir del país. Hoy tiene una compañía de una valuación superior a los 250 millones de dólares y cuenta con más de 4.000 camioneros que, gracias al market place, hoy tienen trabajo e inclusión financiera.
También podemos mencionar una compañía como Solvers, que sigue apostando a Argentina, que es un market place de empleadas domésticas que tiene una base de datos con 70.000 mujeres argentinas. Gracias a esta plataforma pueden conseguir trabajo y recibir financiamiento porque hacen inclusión financiera a través de préstamos de 3.000, 4.000 o 5.000 dólares, que ningún banco ni institución financiera les da a personas que no tienen historial crediticio.
Me encantaría poder celebrar la sanción de la ley y que sigamos por la tercera en el breve plazo. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias.
¿Alguno de los señores o señoras diputadas quiere hacer preguntas sobre el particular a nuestros invitados?
¿Alguno de los señores o señoras diputadas quiere hacer preguntas sobre el particular a nuestros invitados?
SR. AMADEO Les podemos agradecer con un aplauso. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muy bien, damos por concluida la reunión plenaria informativa de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Comunicaciones e Informática.