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PRESUPUESTO Y HACIENDA

Comisión Permanente

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  • PRESUPUESTO Y HACIENDA

Reunión del día 22/09/2015

- PRESUPUESTO 2016

INVITADOS

  • señor secretario Alvarez Agis
  • PRESUPUESTO Y HACIENDA

Reunión del día 22/09/2015

- PRESUPUESTO 2016 - ASISTIERON FFUNCIONARIOS DEL MINISTERIO DE ECONMÍA Y FINANZAS PÚBLICAS

INVITADOS

  • señor secretario Alvarez Agis
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veintidós días del mes de septiembre de 2015, a la hora 13 y 36:
SR. PRESIDENTE FELETTI Contando con el quórum reglamentario, damos inicio a la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

En primer lugar quiero agradecer la presencia del secretario de Política Económica, licenciado Emmanuel Álvarez Agis; del secretario de Hacienda, licenciado Juan Carlos Pezoa, y del secretario de Finanzas, licenciado Pablo López; quienes están aquí para dar comienzo al tratamiento del proyecto de ley de presupuesto para el año 2016. Cada uno de ellos expondrá durante 40 minutos y luego comenzará la ronda de preguntas.

En primer término hablará el licenciado Álvarez Agis, quien por supuesto se referirá a las proyecciones macroeconómicas del presupuesto.

Independientemente de eso quiero comentarles que se está repartiendo a los señores diputados un CD con la localización geográfica de las obras, información que también está presente en la página de la comisión.

Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.

SRA. CICILIANI Señor presidente: quisiera saber cuál es el plan de trabajo previsto por la comisión para el tratamiento del proyecto de ley de presupuesto, además de las exposiciones que escucharemos hoy.

SR. PRESIDENTE FELETTI Realizaremos el plan habitual. Hoy expondrán los funcionarios y luego nos reuniremos los diputados hasta lograr emitir un dictamen. Si es consensuado, mejor; y si hay diferentes dictámenes, peor.

La mecánica es la misma de siempre: el ministro de Economía presentó el proyecto, hoy exponen los funcionarios -quienes se quedarán trabajando con nosotros el tiempo que sea necesario- y probablemente el martes próximo nos volveremos a reunir en comisión; y si fuera necesario lo haríamos una vez más.

Ahora se les brindará toda la información para que puedan procesarla en tiempo y forma. El tratamiento en el recinto será dentro de 15 a 20 días.

Tiene la palabra el señor diputado Julio Martínez.

SR. MARTÍNEZ (J.C.) Señor presidente: usted dice que el tratamiento será el mismo de siempre, pero la situación política no es la misma. Estamos en vísperas una elección nacional y seguramente cambiará el gobierno, aunque triunfe Scioli. El que siempre viene sí es el secretario Pezoa. Pero creo que hay que esperar un poco.



SR. PRESIDENTE FELETTI Señor diputado Martínez: usted tiene mejor información que nosotros.

SR. MARTÍNEZ (J.C.) Creo que el nuevo gobierno tendría que dar su punto de vista. No considero que deba darse el mismo tratamiento de siempre al proyecto de ley de presupuesto.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Depetri.

SR. DEPETRI Señor presidente: siempre hemos seguido la misma mecánica. Primero viene el ministro, luego los funcionarios y más tarde los diputados discutimos entre nosotros. Finalmente, quien está de acuerdo vota a favor y quien no, vota en contra.

Creo que tenemos que avanzar porque estamos perdiendo tiempo. Comencemos, señor presidente.

SR. KUNKEL Cuando gobernaba el partido del diputado Martínez, no mandaban el presupuesto ni se trataba en la Cámara.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Kosiner.

SR. KOSINER Señor presidente: denoto demasiada ansiedad. Recién estamos comenzando. Escuchemos a los funcionarios y luego debatamos. Tampoco el presidente dio una fecha de tratamiento definitiva. Creo que el Poder Ejecutivo cumplió con su responsabilidad constitucional y nosotros estamos en uso de nuestras facultades al debatir el proyecto de ley de presupuesto. Esperemos, seamos pacientes y veamos cuál es la dinámica a seguir.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.

SRA. CICILIANI Señor presidente: tengo una duda. ¿En la jornada de hoy podemos formular preguntas a los funcionarios?

SR. PRESIDENTE FELETTI Al igual que siempre, señora diputada Ciciliani. Siempre asisten los funcionarios y siempre se les pregunta acerca del proyecto de ley de presupuesto y de otros proyectos.

Quiero hacer una sola reflexión a favor de la institucionalidad. Sin expresarlo del modo que lo hizo el señor diputado Kunkel, comento que por suerte durante estos últimos doce años de democracia los presupuestos se presentan en tiempo y forma. En este caso estamos considerando el presupuesto número 13, que se presenta y trata parlamentariamente en tiempo y forma.

Habiendo hecho esta aclaración, tiene la palabra el señor viceministro de Economía.

SR. ÁLVAREZ AGIS Señor presidente: agradezco la presencia de los señores diputados.

Respecto de lo recién escuchado, quiero remarcar que vengo a cumplir con la ley de administración financiera porque un proceso electoral no nos va a hacer incumplir una ley. Vengo a presentar el proyecto de presupuesto, a dar cuenta de lo que hicimos durante 2015 y a plantear un panorama para 2016. Como siempre ocurre, el presupuesto puede ser modificado o no. Eso lo decidirán las autoridades que encabecen el Poder Ejecutivo y la nueva composición del Parlamento. No me parece una propuesta conducente pedir que los funcionarios de turno incumplamos la ley.

Ahora pasaré a referirme a lo realizado en 2015 porque así me lo exige la ley de administración financiera. Asimismo comentaré las perspectivas y las proyecciones macroeconómicas del presupuesto para 2016; como así también señalaré lo realizado en 2015 en función de lo que habíamos presupuestado en 2014.

Como la presentación de este decimotercer presupuesto tampoco es ajena a algunos debates que me parecen válidos, vengo a explicar con datos objetivos cuál es la herencia, palabra que se puso de moda, de estos doce años de gobierno. Reitero que veremos los datos y los compararemos con otras herencias que dejaron otros períodos de gobierno.

Claramente señalo que al próximo presidente le dejaremos total cobertura previsional, con un 6 por ciento de desempleo, 12 años de crecimiento, 20 por ciento de mejora en la distribución del ingreso y más de 1.900 escuelas construidas. Si nos centramos en esos datos objetivos, podremos discutir en un marco de seriedad y con argumentos válidos cuáles son las perspectivas para 2016 y los desafíos que enfrentará quien esté a cargo del Poder Ejecutivo.

Para saldar algunos debates trajimos indicadores que comparan la herencia del proyecto económico de crecimiento con inclusión social de estos doce años, con la que recibieron otros presidentes.

En 1999 el gobierno de Menem brindó cobertura a 2.500.000 niños y niñas; en 2001 el gobierno de la Alianza -con la explosión económica de la convertibilidad-, cubrió 2.600.000; y en 2015 nosotros dejaremos casi 7.000.000 de niños y niñas cubiertos por el sistema de asignaciones familiares, fueran contributivas o no.

Lo mismo ocurre en materia de cobertura previsional. Dejaremos prácticamente al ciento por ciento de los adultos mayores en condiciones de jubilarse o jubilados. Quiero agregar que cuando nos hicimos cargo del gobierno solo uno de cada dos jubilados gozaba de jubilación en la Argentina.



Una variación del haber mínimo jubilatorio que, además, hoy se ubica en 4300 millones de pesos. Estamos hablando de una modificación del 2766 por ciento cuando, tanto en 1999 como en 2001, estaban en los 150 pesos.

Para anticiparme a alguna de las críticas, vamos a ver que ese número está por arriba de cualquier tipo de indicador de inflación que uno quiera tomar. Espero que no repitamos la vergonzosa escena que le tocó vivir al ministro de Economía cuando preguntó quién se hacía cargo de un indicador que se hace llamar IPC Congreso y nadie levantó la mano. Hoy quisiera discutir en detalle ese indicador porque verdaderamente es una vergüenza.

Con respecto a las escuelas construidas podemos precisar lo siguiente. Después de doce años de un proyecto que apostó a la educación, dejamos 1921 escuelas construidas y tenemos más de 900 en construcción. El gobierno que se fue en 2001 construyó cero escuelas y al que le tocó ocupar el poder entre 1989 y 1999 construyó nada más que siete escuelas.

Vamos a repasar lo sucedido con las soluciones habitacionales. Hay un estimado de 1.150.000, mientras que en el gobierno de la Alianza ese número ascendía a 132.000 y en el de Carlos Menem a 400.000.

Ahora me voy a referir a las vacunas agregadas al calendario de vacunación. Concretamente, han sido 13, que se comparan con seis del gobierno de la Alianza y una del período de la convertibilidad.

Con relación al desendeudamiento vamos a hablar en detalle. Quiero comentarles qué deuda externa estamos dejando en materia de porcentaje del PBI: nada más que el 13 por ciento. Cuando uno computa la deuda externa que verdaderamente amenaza la sostenibilidad de la economía, o sea, la deuda que está en manos de privados y denominada en moneda extranjera, entonces hablamos de 9 por ciento del PBI. En 2001 ese ratio era del 31 por ciento y en el 99 también era en torno al 30 por ciento.

En cuanto a las negociaciones colectivas de trabajo, ha habido más de 1900. Las comparamos con 150 del período de la Alianza y 182 respecto en el menemismo.

En lo que respecta al PBI per cápita, tuvo un crecimiento del 4,6 por ciento durante estos doce años, que se comparan con la caída del 4 por ciento del período 2000-2001 y con nada más que 1,6 por ciento de la convertibilidad. Lo mismo vale, incluso con mayor intensidad, para el PBI industrial, porque sé que hay algunos debates acerca de si la Argentina se ha reindustrializado o no. Cuando uno mira la intensidad del PBI industrial se da cuenta que es del 6,2 por ciento promedio por año contra 4,6 del PBI. O sea, no solo la economía ha crecido sino que la industria también lo hizo más rápido que el resto de la economía, lo cual se refleja en casi haber duplicado la cantidad de empresas existentes en la Argentina respecto de la pesada herencia de la convertibilidad. Todas esas cuestiones se ven resumidas en este indicador de desempleo. Hablamos de un país que en el 99 recibió al gobierno entrante con un 14 por ciento de desempleo y explotó en el 2001 con un 18 por ciento. En cambio, nosotros vamos a dejar un país con un 6,6 por ciento de desempleo.

Dicho esto, para saldar el debate sobre la herencia, quiero -como lo señala la ley de entidades financieras- dar cuenta de una diferencia que contiene este presupuesto respecto de las proyecciones que hicimos para el crecimiento de 2015 en ocasión de presentar este tema en 2014. Marco este punto porque varios de los diputados lo consultaron en ocasión de la presentación del presupuesto. Nosotros teníamos un PBI estimado de crecimiento para este año de 2,8 por ciento. En este presupuesto esa previsión está ajustada a la baja para el cierre de 2015 en 2,3 por ciento. Hay medio punto de diferencia. Este gráfico es bastante elocuente con respecto a las proyecciones con las que contábamos cuando presentamos el presupuesto. Cuando uno ve la diferencia en las proyecciones de crecimiento de nuestros principales socios comerciales que ocurrían cuando presentábamos el presupuesto de 2015 -septiembre de 2014- y lo que finalmente hay hoy, vemos que salvo la zona euro, todo el resto de nuestros principales socios comerciales han ajustado sus proyecciones de crecimiento a la baja.

Por ello, cuando hicimos el presupuesto teníamos proyecciones que nos decían que nuestros socios comerciales iban a crecer más, y hoy contamos con proyecciones -no elaboradas por el Ministerio de Economía sino por muchos organismos públicos y privados-, en las que se muestran que por ejemplo Brasil tiene un crecimiento estimado 4,2 por ciento menor que la proyección que teníamos en ocasión de diseñar el presupuesto.

Es decir, con esos niveles de ajuste en las proyecciones de crecimiento de nuestros principales socios comerciales, la diferencia en el crecimiento de 2015 entre lo que estimábamos en el presupuesto y contemplamos en el actual, a doce meses vista, es nada más que medio punto porcentual. Creo que esta es una proyección lo suficientemente cercana como para considerar cuando uno toma en cuenta los errores en la proyección de nuestros principales socios comerciales.

Esto se refleja en el segundo gráfico que pueden observan en pantalla. Cuando presentamos el presupuesto esperábamos que nuestros socios comerciales crecieran el 3,3 por ciento en promedio, y hoy cuando se recalculan esas proyecciones están prácticamente a la mitad, es decir, 1,2 por ciento; de ahí surge la menor previsión de crecimiento para el 2015.

Algo parecido pasa con la soja. Si observan las proyecciones de USDA y de otros organismos internacionales y nacionales verán que cuando vinimos al Congreso en septiembre del año pasado indicaban un precio de la soja de 482 dólares para 2015 mientras que hoy está en 370 dólares por tonelada.

Lo que se ve en pantalla es el último gráfico que me parece importante tener en cuenta, sobre todo cuando recibimos críticas respecto de las proyecciones que contemplamos en el presupuesto. La línea verde es la evolución del PBI de la economía argentina entre 2003 y 2012; la línea de abajo es la proyección que se incluyó en el presupuesto sobre esa misma evolución; y la línea roja es la proyección del FMI para la economía argentina. Como se ve, nuestra proyección es sustantivamente mejor que la del FMI. Algunos diputados podrán decir que está siempre por debajo de la realidad. Ante esto yo les puedo decir que claramente está por debajo de la realidad porque nosotros venimos a presentar un presupuesto y sería bastante irresponsable de nuestra parte sobreestimar el crecimiento, los recursos y nuestra capacidad de realizar gastos e inversiones en el año siguiente. Con lo cual, esta es una medida bastante razonable por lo acertadas que vienen siendo las proyecciones del presupuesto.

Dicho esto, simplemente quiero mostrar algunas cuestiones sobre el tema internacional que obviamente afecta nuestra capacidad de crecer en 2016 por el efecto que tiene el comercio exterior sobre la economía local.

Después de la crisis de 2009 vivimos claramente en un mundo que se ha acomodado a una tasa de crecimiento menor a la que existía previamente. Estamos hablando de 5 por ciento en promedio antes de la crisis contra 3,3 que va a crecer en este momento. Estamos en un mundo en el que todos los países emergentes exportan cada vez menos.

Luego hablaremos en detalles de esto, pero el fenómeno de la caída de las exportaciones de los países emergentes no afecta solamente a la Argentina sino a todas las economías de la región y a todas las economías en vías de desarrollo, y tiene que ver con la desaceleración de la demanda mundial, no tiene que ver con cuestiones de competitividad ni de costos porque esa caída es generalizada.

Muchas veces escucho atribuir la caída de las exportaciones argentinas a problemas de competitividad. Si compramos ese diagnóstico estaríamos diciendo que todas las economías emergentes están perdiendo competitividad, lo cual sería muy contradictorio porque al mismo tiempo todas las economías emergentes están teniendo fuertes devaluaciones de sus monedas. Es decir, estamos en un contexto internacional de menor demanda para los países emergentes, de devaluaciones fuertes de las monedas y, en consecuencia, al revés de lo que escuchamos muchas veces por parte de los voceros de la ortodoxia económica, en un mundo en el cual los países que hacen devaluaciones disminuyen las exportaciones y no mejoran la competitividad.

Ese mundo hoy está atravesando lo que nosotros caracterizamos como la quinta etapa de la crisis financiera internacional que empezó con la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

Para recordar cómo se fue dando la crisis, acordémonos que en 2009 toda la economía mundial se frenó.

En 2010 se trasladó fuertemente a la zona euro. Los años 2011 y 2012 estuvieron marcados por la recesión de Europa. Ahora, en los años 2014 y 2015 estamos viendo cómo claramente esa recesión internacional se traslada a las economías emergentes.

Ese traslado se da en un contexto donde economías como la de la Unión Europea, que ha estabilizado su nivel de actividad, tiene una tasa de desempleo del 11 por ciento. Hablamos de un promedio que esconde situaciones como la de Grecia y España, que tienen tasas de desempleo superiores al 22 por ciento.

Quiero detenerme en este gráfico para señalar lo que recién marcaba respecto de las tensiones que están viviendo las monedas de todas las economías emergentes no solo de la región. La línea que ustedes pueden apreciar arriba es lo que se conoce como riesgo país de las economías emergentes en su conjunto. La línea de abajo se refiere a distintos indicadores de tipo de cambio de países emergentes. Cuando el valor de la moneda cae indica una depreciación o devaluación de la moneda. A medida que aumenta el riesgo de economías emergentes como la nuestra los países van enfrentando cada vez más presiones sobre sus monedas y sufren devaluaciones.

Cuando uno mira las situaciones de Brasil, Rusia, Chile o México no puede decir que esos países estén decidiendo devaluar sus monedas como una forma de intentar ganar competitividad. Lo que está pasando es que la salida de capitales, cada vez que la Reserva Federal amaga con subir la tasas de interés que pagan los bonos del Tesoro norteamericano, termina generando devaluaciones de países que, a diferencia de lo que ha hecho la Argentina, han puesto su crecimiento en manos de fondos especulativos que ingresan cuando las condiciones son buenas y se retiran cuando esas condiciones son malas.

Esto tiene que ver con lo que manifestaba en torno a las economías emergentes. Tenemos un mundo donde todas las materias primas están cayendo fuertemente en sus precios. La soja está cayendo un 24 por ciento anual; el oro cayó en un 21 por ciento; el petróleo, en un 50 por ciento y el cobre en un 25 por ciento. Esas materias primas están seleccionadas porque reflejan las principales exportaciones de los países emergentes.

Lo que está empezando a pasar en 2015 es que está cambiando el signo de la cuenta capital. Para decirlo sin tecnicismo: están dejando de entrar dólares a las economías emergentes y empezando a salir. Las barras que ven en la filmina representan los ingresos de dólares a todas las economías caracterizadas como emergentes menos los egresos de dólares de esas mismas economías. Es la entrada o la fuga de divisas. Entre 2007 y 2013 hay entrada de divisas para todos los países emergentes.

En 2014 ese saldo es levemente negativo, o sea que hay más salidas y fugas de capitales respecto de los ingresos de capitales. En 2015 es decididamente negativo.

Haciendo una referencia a la economía local, cuando se habla de problemas de competitividad o se dice que el dólar está barato, hay que tener en cuenta que el contexto internacional marca una fuerte corrida contra todos los países emergentes. El correlato de eso han sido devaluaciones del 54 por ciento del real, 20 por ciento del euro, 80 por ciento del rublo y del 3 por ciento del yuan. Obviamente, es de poca magnitud, pero representa un indicador muy importante para tener en cuenta porque la moneda china tiene una estabilidad a lo largo del tiempo que ha generado que esa primera devaluación -por más chica que sea- permita que todo el mundo sienta ese impacto tanto en materia de monedas como en lo bursátil.

La seguidilla de devaluaciones de economías emergentes que hemos encontrado ha hecho que todo el tiempo -no solo los emergentes, sino en particular la economía argentina- se haya tenido que estar administrando tensiones financieras provenientes del resto del mundo.

Fíjense que en un solo día, en diciembre, Rusia devaluó su moneda el 10,5 por ciento. En marzo Brasil marcaba una devaluación del 13 por ciento del real, mientras que en junio esa misma devaluación generaba una contracción de su actividad económica. En julio también teníamos la caída de la Bolsa de China en un 30 por ciento; y agosto está marcado por una devaluación del 15 por ciento mensual en Rusia, por el 3 por ciento de devaluación en China y por una caída del 8,5 de la Bolsa de Shanghai.

En consecuencia, como decía recién, no solo los países emergentes en general sino los BRICS en particular están enfrentando corridas contra sus monedas. Si ustedes observan la comparación anual, Brasil ha sufrido una salida de reservas de 6.000 millones de dólares, China ha sufrido la fuga de capitales por 236.000 millones de dólares, Rusia por 170.000 millones de dólares y Sudáfrica por 3.200 millones de dólares. La consecuencia de esto fue recesión, devaluación y suba del desempleo de alguno de nuestros principales socios comerciales.

En la filmina que se ve en pantalla se muestra el contexto financiero que enfrenta la Argentina: Brasil, con una devaluación del 62 por ciento -medida al 31 agosto-, India con el 10 por ciento, China con el 4 por ciento, Rusia con el 73 por ciento y Sudáfrica con el 25 por ciento.

Quiero destinar dos minutos nada más a marcar un punto que ha sido objeto de debate siempre que hemos presentado el presupuesto y cada vez que lo modificamos cuando las condiciones externas e internas así lo requieren, que es la discusión sobre ajuste o expansión fiscal.

Como si no fuera suficiente la cantidad de libros inestimables que se han escrito sobre si está bien ajustar la economía o no, sobre si ajustar fiscalmente la economía genera expansión o recesión, estamos siendo testigos perversamente privilegiados en el mundo de economías que están aplicando exactamente esa receta: ajustando su presupuesto público y reduciendo el gasto con una retórica que suena mucho en la Argentina respecto de que esas medidas van a bajar la inflación, mejorar el clima de negocios y hacer que la economía vuelva a crecer.

Fíjense la experiencia del ajuste en Grecia: casi 19 puntos porcentuales de incremento del desempleo en una economía que aplicó a rajatabla el paquete de ajustes del FMI. Y esos 19 puntos de crecimiento del desempleo -que lo deja en 27 por ciento de tasa de desempleo abierta- implica que la mitad de los jóvenes en Grecia están desempleados. Observen que además, consecuencia de haber aplicado un ajuste y de haber mal renegociado su deuda, la relación entre deuda y producto ha aumentado por la doble consecuencia de la caída del producto y del aumento de la deuda externa por volver a tomar deuda para intentar refinanciar intereses.

Lo mismo le ha pasado a España, que tiene una caída del producto del 6 por ciento luego de haber aplicado un ajuste durante dos años. Su desempleo se ubica en el 25 por ciento, insisto, después de haber seguido la recomendación de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional de ajustar su presupuesto. También hubo un incremento de la deuda porque obviamente la economía se achica y el peso de la deuda respecto de esa economía empieza a crecer.

Lamentablemente lo mismo le está pasando a Brasil, que ha aplicado estrictamente el manual del ajuste que le han dado las calificadoras de riesgo para mejorar su calificación y paradójicamente, después de aplicar esos ajustes, su resultado fiscal empeoró, es decir no pudo alcanzar ese superávit fiscal reduciendo el gasto.

Nos hemos cansado de explicar en este recinto que la peor forma de buscar un resultado fiscal positivo es ajustando el gasto, porque achica la economía y la recaudación; es como un perro que se quiere morder la cola y nunca llega.

Pero además de no haber podido alcanzar esa meta, Brasil ahora tiene que soportar que las mismas calificadoras que le recomendaron ese paquete de medidas -y que aplicaron a rajatabla- le bajen la calificación.

Lo paradójico es que en Brasil las calificadoras de riesgo son las que recomiendan el ajuste, mientras que acá son los opinólogos y muchas veces los diputados que integran esta misma comisión, quienes no ven esta experiencia internacional. Incluso tampoco notan que en el pasado la Argentina ya fracasó aplicando esta política. La política de ajuste siempre fracasa cuando tiene por objetivo conseguir un resultado fiscal positivo porque en realidad pasa exactamente lo contrario.

En la Argentina se aplicó la ley de déficit cero por la cual no se podía gastar más de lo que ingresaba. La consecuencia fue que cada vez entró menos plata porque se achicó la economía. Por lo tanto, al hablar de ajuste por lo menos expliquen por qué en la Argentina vamos a tener resultados distintos que en Grecia, España, Brasil o en el propio país durante toda la época de la convertibilidad y en el proceso que derivó en la crisis de 2001.

Ante esa situación económica internacional hemos tomado una serie de medidas con el objeto de fortalecer la capacidad financiera de la Argentina. Solo me referiré a una muy discutida, el swap, firmado recientemente con la República Popular China por casi 12.000 millones de dólares. He escuchado a muchos seudoespecialistas decir que ese swap no es en dólares, no sirve para apuntalar las reservas, no está disponible, no se puede usar y es una herramienta que solo se le ocurre aplicar a la Argentina. Sin embargo la verdad es que en 2015 países como Sudáfrica, Surinam, Canadá y Rusia han firmado swaps con China. Entonces vemos que la herramienta del swap es normal y generalizada en todo el mundo.

Por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos firmó este convenio con el Banco de Canadá, con el Banco de Inglaterra, con el Banco de Japón, con el Banco Europeo y con el Banco Suizo. Hemos revisado el debate en cada uno de esos países y en ninguno de ellos aparecen diputados o economistas diciendo que el swap es una herramienta mala o que no suma a las reservas. Solamente acá se nos ocurre atacar una práctica que se usa en todo el mundo para fortalecer las reservas y asegurar que las condiciones financieras externas no afecten la estabilidad. Pareciera que aunque fuera mediáticamente quisiéramos debilitar la posición financiera del Banco Central.

Tengo listados a estos seudoespecialistas: Nicolás Cachanosky, la consultora Ledesma, Guillermo Nielsen, Carlos Melconian y Juan Pablo De Santis. Pueden ver en pantalla una especie de crucigrama donde cada uno de esos analistas muestra qué considera que son reservas del Banco Central. Ahora, como saben, se habla de reservas genuinas, reservas netas, reservas de verdad y reservas de mentira. Veamos qué dicen esos analistas acerca de qué son reservas o no. No hace falta tener buena vista para ver el detalle. Tenemos la columna de encajes, déficits y préstamos de organismos internacionales. Cachanosky cree que un préstamo a un organismo internacional no es una reserva. Eso es un disparate porque no tiene relación con ningún tipo de crisis financiera, de concepto y práctica financiera internacionalmente reconocida. Además ocurre que ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo. Entonces hay tantas reservas en el Banco Central como se les ocurra a cada uno de estos analistas. Es decir que si uno le pregunta a Cachanosky, habrá 20.000; si uno le pregunta a Nielsen, habrá 30.000; y si uno le pregunta a Melconian -él siempre dice la cifra más baja- habrá 10.000.

Simplemente lo que hace la Argentina es cumplir a rajatabla la quinta edición del Manual de Balanza de Pagos, ¿escrita por quién? ¿Por Néstor? ¿Por Cristina? No, por el FMI. O sea que computamos en las reservas exactamente lo que dice el Manual de Balanza de Pagos del FMI. ¿Para qué? Para que cuando se midan las reservas argentinas, sean comparables con cualquier otro país del mundo ya que se trata de una medida estandarizada. El FMI se ocupa de medir las reservas de una manera homogénea y no según lo que dice cada chanta en cada país.

Por eso pido por favor que cuando discutamos cuántas reservas hay en el Banco Central, sepamos que los 33.000 millones de dólares que informa el Banco Central están estrictamente valuados con ese criterio. No estamos inventando nada, reinterpretando ninguna norma ni computando nada que no podamos. No sigamos con la obsesión de que las reservas del Banco Central tienen que ser lingotes de oro apilados uno encima del otro o dólares billetes apilados uno encima del otro.

Ocurre que lo peor es que cuando nos comparamos con Chile, Perú, México, Colombia o Brasil, notamos que la Argentina tiene mayor liquidez en su composición de reservas.

Las reservas líquidas uno puede pedirlas y sacarlas del Banco Central. Y la Argentina tiene un 44 por ciento del total de sus reservas líquidas. En cambio Brasil, que es un ejemplo para la región, tiene solamente un 7 por ciento de liquidez en sus reservas. Esto no significa que Brasil está mal, es inestable o hace las cosas erróneamente, sino que como cualquier otro país sabe que para las reservas vale lo mismo un lingote de oro que un swap con China. Reitero: para las reservas internacionales cualquiera de las dos herramientas vale lo mismo.

De todos modos, si quisiéramos aplicar ese criterio, estamos mejor que muchos países de la región o en una situación parecida al medir el resabio de la convertibilidad relativo a la cantidad de reservas respecto a los agregados monetarios. Me refiero a cuánta cobertura tienen los pesos que circulan en la economía respecto de las reservas que hay en el Banco Central.

Fíjense que Chile tiene un 23 por ciento, es decir prácticamente nuestro mismo nivel que es del 22 por ciento. Y México tiene nuestro mismo porcentaje. Sin embargo no escucho a economistas mexicanos decir que no tienen más reservas en el Banco Central. ¿Alguien se enteró de que se comentara que México está emitiendo mucho respecto de sus reservas en el Banco Central? No. No existen esos análisis. Son simplemente resabios de la convertibilidad, resabios del monetarismo, resabios de la ortodoxia que no se actualizan en la Argentina.

Por último, esas reservas internacionales que están en el Banco Central de la República Argentina son el resultado del superávit de cuenta corriente. Podemos ver en la pantalla en color azul oscuro a la izquierda la medición del superávit de cuenta corriente argentino contra la salida de capitales. Hay una diferencia de 3.000 que Argentina tiene año a año y que acumula en el Banco Central. Esto ocurre porque los dólares del comercio nos permiten no solo soportar el déficit de la cuenta capital sino también acumular reservas.

Cuando uno observa cómo han acumulado las reservas internacionales los principales países de la región, nota que el ingreso fue por la cuenta capital. Me refiero a capitales especulativos que como vienen se van. Y esos capitales se están yendo ahora no por una decisión de política doméstica sino porque Estados Unidos decidió subir la tasa.

Asimismo, por las dudas | piensen que es un fenómeno de 2015, traje una lista de todos los países que han firmado swaps con China. Ellos son: Pakistán, Tailandia, Hong Kong, Corea del Sur, Kazajistán, Nueva Zelanda, Ucrania, Australia, Mongolia, Turquía, Malasia y la Unión Europea. Reitero que la Unión Europea firmó un swap con China y lo computa como reserva. Agrego que también firmaron: Indonesia, Islandia, Hungría, Reino Unido, Brasil, Canadá, Rusia, Argentina y Sudáfrica. O sea que es una herramienta absolutamente normal que se computa como reserva. ¿Es el Santo Grial de la reserva? No, es una herramienta financiera más que nos permite tener mayor solidez financiera.

Esto mismo ocurre con un viejo debate que tuvo este Parlamento sobre si los DEG, los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional, suman o no a las reservas. Sí suman. Suman México, Brasil, Chile y Colombia. Entonces cuando un analista se refiere a que si de las reservas del Banco Central se sacan los swaps, los encajes, los DEG, no se sabe cuánto queda, es como decir que de la plata que tengo en el bolsillo, los billetes de 20 no los cuento, las monedas tampoco y los de 100 que son de la vieja denominación tampoco. Sin embargo todo es plata. En el Banco Central pasa lo mismo: son todos dólares. Algunas son líneas abiertas que me permiten disponer de dólares, otros son dólares y otros son lingotes de oro.



Pero, encima, tienen el mayor ratio de liquidez comparado de la región.

Cuando se les pregunta a esos mismos opinólogos

-que no entienden lo que representan las reservas que hay en el Banco Central- de cuánto van a ser dichas reservas, les pido que se fijen en cuánto pifian. Me refiero a los locales y también a los internacionales: 4000 millones de dólares. La consultora de Brodersohn hacía una proyección de reservas para 2014 de 17.300 millones de dólares. Es decir, le pifió nada más que por 14 mil millones de dólares. Martín Redrado -que se supone contaba con algún tipo de experiencia- quiso hacer realidad el título de su libro y dijo que las reservas iban a ser de 18 mil millones de dólares. Le pifió por 13 mil millones de dólares.

Entonces, cuando hablamos de la solidez de las reservas internacionales tengamos en cuenta que estamos cumpliendo con los mejores criterios de evaluación a lo largo y ancho del mundo y que usamos las mismas herramientas que utiliza cualquier banco central de cualquier lugar del mundo. Por eso pudimos pasar de 27.000 millones de dólares de reservas que teníamos en mayo de 2014 a 33.600 millones de dólares en la actualidad. Comparativamente, cuando mira a China, año a año, se da cuenta de que perdió 315 mil millones de dólares, Rusia perdió 111 mil millones de dólares de reservas, Brasil 8 mil y Sudáfrica 3 mil. Sin embargo, nosotros crecimos en 5 mil millones de dólares, a contrapelo de lo que le está pasando al mundo.

Está claro que las reservas no son de 50 mil millones de dólares, como sí fueron en 2010 o 2011. ¿Qué pasó? Nos desendeudamos. Como cualquier administración financiera responsable, cuando uno ve que le baja un activo, por ejemplo, que caen las reservas internacionales, tiene que ver qué pasó con los pasivos, con la deuda. Si uno tiene en su vida personal un crédito hipotecario y un día decide ir al banco y cancelarlo, obviamente que tiene menos plata en el bolsillo, pero también se sacó una deuda de encima.

Si la Argentina no se hubiera desendeudado como finalmente sucedió, hoy las reservas serían de 142 mil millones de dólares. En vez de 33 mil serían de 142 mil millones de dólares. ¿Estaríamos en una posición financiera más sólida? No, todo lo contrario. Esas reservas estarían compuestas pura y exclusivamente de especulación financiera. Cualquier vientito de afuera nos llevaría puestos la moneda, las reservas, los precios y el empleo. Como nos hemos desendeudado -esto es obvio para cualquier unidad económica- esto se afronta, cuando es sano, con una caída en los activos. La caída de nuestras reservas internacionales son el espejo de nuestro proceso de desendeudamiento.

Dicho esto, me voy a referir a la situación local. La Argentina, en los primeros seis meses del año 2015, está creciendo a una tasa del 2,2 por ciento. Cuando uno compara cómo estaba creciendo en ocasión de defender el presupuesto 2014, vemos que era nada más que medio punto positivo. Ese crecimiento-de ahí el gráfico de la izquierda- se da en el marco de un desacople de nuestro principal socio comercial: la economía brasileña.

Durante 2014, las economías argentina y brasileña crecieron muy poco, casi cero. Sin embargo, por las políticas contracíclicas que aplicamos durante 2014 y 2015, hoy tenemos un año en el que Brasil cae al 2 por ciento y la Argentina crece al 2 por ciento, cosa que ha pasado en muy pocas oportunidades en la historia de ambos países. Siempre que caía Brasil arrastraba a la Argentina. Y esto se daba por razones obvias: porque es una economía más grande, porque es nuestro principal socio comercial y porque cuando cae Brasil arrastra a toda la región además de a la Argentina, y eso le pega a nuestro país. Hoy estamos creciendo al 2 por ciento en el semestre, y cuando uno mira mes a mes observa que esa tasa de crecimiento se está acelerando, y en junio estamos creciendo al 3,8 por ciento después de pasar un 2014 donde incluso en el tercer trimestre la economía cayó.

Ese desacople y crecimiento -como nos gusta decir- no fue magia sino el resultado de políticas contracíclicas que cuando el mundo vino complicado decidieron fomentar el mercado interno.



Me parece que una de las cosas más paradigmáticas para señalar es que ese crecimiento se dio en un contexto de fortísima desaceleración de precios.

La línea azul del gráfico que se ve en pantalla representa la inflación y la línea celeste el crecimiento. Como pueden ver, el crecimiento se dio de la mano de una desaceleración de precios porque hemos podido desacelerar la inflación sin hacer el ajuste; es más, bajamos la inflación creciendo.

Es decir que demostramos en los hechos, no con discursos, que toda esa caterva de cosas que le gusta decir a la ortodoxia -como, por ejemplo, que la única forma de bajar la inflación es con palos a los trabajadores, con ajustes al gasto público, frenando las paritarias y dejando de invertir por parte del Estado- es falsa. Se puede bajar la inflación y crecer; se puede bajar la inflación y mejorar la distribución del ingreso. No está escrito en un libro sino que es lo que demuestra la dinámica argentina entre 2014 y 2015, se mida con el índice que se mida. Tomen el peor de los indicadores de inflación o de crecimiento y les va a dar esta misma tijera: una inflación que cae y un crecimiento que sube.

No es cierto que para bajar la inflación haya que hacer ajustes. Quizás sí si queremos bajarla a cero, como en la convertibilidad, pero para bajar la inflación no hay que pegarle al crecimiento, no hay que hacer el ajuste; se puede bajar la inflación y seguir creciendo.

Digo esto porque no somos nosotros solamente los que decimos que se crece. Si uno ve los resultados de CAME, de la consultora CCR, de la consultora Kantar World Panel -un panel de consumo mundial- todos los indicadores muestran un crecimiento en los primeros siete meses de 2015. Ese crecimiento además ha ocurrido con una industria que por primera vez en mucho tiempo ha logrado desacoplarse de la dinámica industrial de Brasil.

Como todos ustedes saben, nuestra dinámica industrial está muy emparentada con la de Brasil porque hay lazos comerciales muy fuertes. Durante 2013 y parte de 2014 la caída industrial de Brasil arrastró a nuestra industria.

Sin embargo, a partir de planes como ProCreAuto, Ahora 12, Procrear y Renovate, logramos desacoplar parcialmente -porque no podemos reemplazar por entero el mercado de Brasil- la dinámica de nuestra industria de la de Brasil. Hubo dos meses de recuperación de la industria luego de una larga caída, pero además -este es el indicador que quiero mostrar- la industria que está destinada al mercado interno está creciendo mientras que la industria que está destinada a la exportación está cayendo.

La línea inferior del gráfico que pueden observar, que tiene tasas de crecimiento negativas, es la parte de la industria que se dedica a exportar mientras que la línea de arriba es la parte de la industria que se dedica a producir para el mercado interno. Como se puede observar, la industria del mercado interno está sólida y la industria dedicada a la exportación, no lo está.

También se ha visto una mejora en la dinámica de las pymes en la encuesta cualitativa a empresas que esperan alzas o que no esperan cambios en la producción, que en mayo se encontraba en un pico de 61,7 por ciento, que se alcanzó después de muchos años.

El 73 por ciento de las pymes industriales esperan que su producción se mantenga o crezca en los próximos seis meses, con lo cual las perspectivas son muy buenas. Y el 63 por ciento de pymes industriales aumentaron o mantuvieron su rentabilidad durante el mes de mayo.

Por otro lado, la construcción sigue fuerte. Y la campaña agrícola año a año sigue con récords de producción; este año estaremos en 123 millones de toneladas, un poco más de lo que preveíamos en el presupuesto anterior.

Asimismo, YPF sigue produciendo. En unos momentos voy a hablar sobre ese tema, por eso no me adelanto.

Pero hay algo que me gustaría marcar, para no aburrir con tantos indicadores. Observen que tenemos las exportaciones de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario -primero están los productos primarios y después las MOA- en valores, que se representan en la barra azul oscuro, en cantidades, que es la barra celeste y en precios. Cuando uno observa las cantidades, tanto de los productos primarios como de las manufacturas de origen agropecuario, se puede ver que están creciendo.

En cantidades estamos exportando más, no menos. Lo que pasa es que medido en dólares, el efecto de la caída en los precios internacionales es tan grande que hace que las exportaciones medidas en dólares corrientes caigan, y obviamente eso tiene efectos.

¿Eso es algo que solamente ocurre en la Argentina? No. Brasil está devaluando un 50 por ciento y sus exportaciones caen un 15 por ciento; en Uruguay caen un 18 por ciento y en la Argentina un 17 por ciento, en línea con lo que sucede en toda la región.

Otro indicador importante es que entre enero y julio del año pasado teníamos un superávit comercial de 4.100 millones de dólares; mientras que entre enero y julio de este año tenemos un superávit comercial de 1.400 millones de dólares. Ahora bien, si los precios fueran los mismos que el año pasado, el superávit comercial habría sido incluso mayor, llegando a los 4.500 millones de dólares. Esta sencilla cuenta indica que estamos exportando mayor cantidad de productos pero que la caída de los precios nos está afectando tanto que contrarresta el ingreso de dólares por el lado de los precios y no de las cantidades. Esto es un poco lo ocurrido en el contexto regional.

En la presentación pueden ver la caída de las exportaciones. Se trata de un 16 por ciento en el caso de Brasil, de un 13 por ciento en Chile, de un 31 por ciento en Colombia, de un 16 por ciento en Paraguay, de un 17 por ciento en Perú y de un 18 por ciento en Uruguay. Con estos datos quiero señalar que no puede haber un problema de competitividad a escala mundial. No puede ser que todas las monedas de nuestros socios sean pocos competitivas y que todos los exportadores de la región sean poco competitivos. Lo que está pasando es que en particular a las economías emergentes el mundo se les está cayendo en la cabeza.

En ese contexto llegamos a una tasa de desempleo del 6,6 por ciento. Y para quienes gustan mirar los números, aclaro que ese 6,6 por ciento está dentro de un contexto de estabilidad de la tasa de actividad y de empleo. O sea que no está cayendo el desempleo porque hay menos trabajadores que buscan trabajo ni por el efecto desaliento sino que está cayendo el desempleo porque la Argentina genera empleo. Al respecto hoy varios diarios señalaban que se trata de empleo público, pero ello es absolutamente falso. El empleo que está creciendo es privado. Cuando uno mira el primer trimestre de 2015, nota que el empleo privado crece casi un 2 por ciento; y en el segundo trimestre casi un 3 por ciento. Esto es sobre la base de los datos del SIPA, o sea que no es una estimación, como sí lo es la Encuesta Nacional de Hogares. Este es un número concreto que tiene la AFIP sobre el que se realizan aportes.

El empleo privado registrado está creciendo y ello provoca la baja del desempleo. Esto pasa porque la economía está creciendo. No es el sector público sino el privado, por más que a algunos no les guste reconocerlo. El salario real está creciendo, ya sea medido por el IPCNU o por el mamarracho que hacen algunos diputados de este Parlamento. Reitero que el salario real está creciendo.

Ahora voy a hablar del mamarracho y por eso me permito caracterizarlo como tal. Las paritarias finalizaron absolutamente sin ningún conflicto y los precios se están desacelerando.

Voy a referirme al IPC que hacen algunos diputados de este Parlamento. Puse la foto no por mal gusto, Federico, sino porque cuando el ministro preguntó quién hacía el IPC que se llamaba Congreso, nadie contestó. Debo aclarar que en realidad el diputado Pinedo se hizo cargo. Pero el resto miraba distraído sin decir nada; por lo menos yo no lo escuché.

Voy a comentar dos cosas sobre ese IPC trucho que hacen. Primero, cuando muestran el cartelito dice 2,78...

SR. MARTÍNEZ (J.C.) ¿Van a dar el número de pobres?

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Diputados, ustedes presentan el IPC y nadie dice nada. Se los respeta. Entonces dejen que haya un debate sobre el IPC. Tranquilitos y calmaditos.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Continúe, señor viceministro.

SR. ÁLVAREZ AGIS Cuando presentan el IPC muestran una foto que dice 2,78, pero cuando lo publican ponen 2,59. Lo truchan. Presentan un número más alto y después lo bajan, lo cambian. ¿Qué pasa? ¿Salen a buscar los precios y se dan cuenta de que son más bajos? ¿Cómo hacen esa magia? ¿Cómo dicen 2,8 contra 2,6?

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. ÁLVAREZ AGIS Prestemos atención. Tengo todos los indicadores públicos de las consultoras privadas para el mes de agosto. En este caso Consumidores Libres arroja un 1,5; Bein un 1,5; Elypsis, que es de ustedes, un 1,6; FIEL, un 1,8; CABA, que también es de ustedes, un 1,8; Melconián, un 1,9; Finsoport, un 1,9; Tiscornia, un 1,9; CREEBBA, un 2,1; Inflación Verdadera, un 2,2; y Ecolatina, un 2,6. Pido a cualquiera que saque una calculadora y me diga cuánto da este promedio. El resultado es 1,8, mientras que esos diputados que truchan este número dicen que da 2,2. Entonces acaban de reformular la matemática. No sé cómo lo hicieron. Pero les pido que agarren la calculadora y hagan las cuentas.

Si no, lo que pudo haber pasado es que encontraron una consultora que para ese mes calculó un 5 por ciento de inflación, porque es la única forma de poner un número que dé ese porcentaje. Reitero, lo único que pudo haber pasado es que se nos haya perdido una consultora que arrojó un 5 por ciento de inflación. Es una vergüenza, esto no respeta las leyes del álgebra. O sea que para el IPC trucho, uno más uno da catorce. Explíquenme cómo lo hacen. No saber promediar es una barrabasada matemática, no política, ni ética, ni moral, ni económica. A quienes no son economistas les aclaro que promediar es sumar y dividir el resultado por la cantidad de sumandos. No es ninguna ciencia. Incluso para ese índice la inflación se desaceleró. Reitero que incluso para este índice, mentiroso como pocos, la inflación se desaceleró. Hablaban del 40 por ciento en octubre de 2014 y hoy tienen que reconocer un 27 por ciento. Con lo cual, saldado el tema del IPC trucho, -que pido que por lo menos le pongan el nombre de los autores y no de esta institución-, ni siquiera la jurisdicción que gobiernan los diputados que plasman ese número respeta ese indicador ni lo usa en sus cuentas.

Ahora me imagino dónde puede estar el problema con ese indicador, ya que la inflación que calculan en el presupuesto de la Ciudad Autónoma -pido que les den una mano- es una barrabasada en sus propios términos. Para este año estiman un 28 por ciento de inflación. Me permito decir que esto es para que cuando presenten el presupuesto digan: "El año que viene la Argentina va a ser un desastre porque habrá un 28 por ciento de inflación y por eso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no podremos construir escuelas ni subir salarios porque el tema vendrá complicado".

Para que esa proyección se cumpla, la inflación a partir de ahora hasta fin de año tiene que ser del 3,3 por ciento mensual, incluso más de lo que da un indicador que ustedes mismos tiran para arriba. O sea que cuando nos vienen a preguntar sobre la proyección de la inflación, fíjense lo que hacen en su presupuesto. No solo ocurre que en el indicador trucho de esta casa no saben sumar, sino que en el presupuesto tampoco saben calcular ni presupuestar. No es solamente que usan un indicador que está mal, ya que ni siquiera tomando en cuenta el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puede justificar esta barrabasada en el presupuesto.

No obstante, a partir de todos los indicadores que uno quiera tomar, la inflación ha bajado y el crecimiento se ha acelerado. O sea que bajamos la inflación sin hacer el ajuste. En cambio, la respuesta de la oposición es que la única forma de bajar la inflación es haciendo ese ajuste. Eso es falso y está demostrado con lo sucedido en la Argentina entre 2014 y 2015.



Me voy a referir a la dinámica del gasto, pero no me voy a extender sobre el particular porque ya lo harán el secretario de Finanzas y el de Hacienda. Primero, mostramos cómo se recuperaron las reservas que pasaron de 27 mil millones de dólares en marzo en 2014 a 33.600 millones de dólares este año.

Además, eso se ha dado en un contexto donde hemos reducido significativamente las expectativas de devaluación. En el gráfico se ve la curva de futuro del dólar para 50, 100 y llega a los 400 días. El año pasado estaba superando el 30 por ciento y hoy está por abajo del 20 por ciento.

En este punto les pido que cuando miren las proyecciones del dólar vean también no lo que está diciendo una consultora, el gobierno o quienes hicimos este presupuesto. Les pido que vean lo que está diciendo el propio mercado. Y no lo decimos porque sea una voz autorizada sino porque los que ponen guita, los que apuestan a determinada tasa de valuación están viendo números significativamente más bajos que los del año pasado. Y esta estimación de valuación calculada con futuros, además, siempre sobreestima, con lo cual el número que estamos poniendo en el presupuesto es más que razonable si uno mira la historia, las proyecciones, la relación del mercado de futuros ex post con el mercado spot. Lamento el technicality pero entiendo que los diputados que hacen estas críticas saben a lo que me refiero.

En ese mismo contexto hemos fortalecido el peso. Fíjense que los depósitos a plazo fijo están creciendo el 44 por ciento, una tasa interanual que es mayor a cualquier tipo de número de inflación que uno quiera poner. En ese contexto hemos fortalecido el peso con una diferencia sustantiva a los programas de fortalecimiento del peso que sufrió la economía argentina por ejemplo durante la convertibilidad. Hemos fortalecido el peso cuidando al ahorrista, dándole una tasa de interés alta pero cuidando también al tomador de crédito, no dejando que el spread de los bancos afecte la dinámica del crédito.

Simplemente quiero señalar que la tasa de interés de plazo fijo, la mínima y regulada por el Banco Central, estaba en octubre de 2014 en el 18 por ciento y gracias a la normativa que nos permite aplicar la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, hoy está en 24 por ciento; eso explica mucho de la recomposición de los depósitos denominados en moneda nacional. Si uno mira cómo venían creciendo los depósitos con una tasa de inflación más alta y con una tasa de interés más baja en 2014, observa que crecía a una tasa del 28 por ciento. Hoy, con una inflación más baja y una tasa de interés más alta, crecen al 44 por ciento.

Voy a enfocarme en algunas cuestiones que han suscitado algún debate. Lo primero se relaciona con el rol del gasto público en general, y en particular en materia de subsidios. Sé que muchos diputados han hecho preguntas acerca de si este presupuesto presupone que vamos a sacar los subsidios, hacer un ajuste, etcétera.

En primer lugar, esta es la única medición seria, científica y contundente que conozco de eficiencia del gasto público y del sistema tributario de un país. La medición ya fue expuesta en este recinto y muestra cómo se modifica la distribución del ingreso gracias a las políticas que aplica el Estado. O sea, los gastos que realiza y a los impuestos que cobra.

En 2004 la mejora en la distribución del ingreso después de hacer gastos y cobrar impuestos -es decir, después de la acción del Estado- era nada más que del 21 por ciento. En 2012 -último año para el cual se puede hacer esta medición porque requiere de la Encuesta Permanente de Hogares que se efectúa cada diez años- esa mejora era del 31 por ciento. Es decir, no solo gastamos más, no solo recaudamos más, sino que lo hacemos de una manera más eficiente y equitativa. La acción del Estado, en la Argentina, mejora la distribución del ingreso. ¿Cuánto? Muchísimo: un 31 por ciento es la reducción del Gini cuando uno computa el gasto público y los impuestos que cobra el Estado.



En la pantalla se puede ver la relación entre los subsidios y el PBI porque es la manera medirlo. Así como hay que medir la deuda en relación con el tamaño de la economía, el tamaño de los subsidios hay que medirlo en relación con el tamaño de la economía.

En 2014 ese ratio tuvo un pico de 3,8 por ciento; es decir que el 3,8 por ciento del PBI se destinó a subsidios. El crédito vigente en materia de subsidios indica un ratio de 3,2 por ciento, es decir, menor al del año pasado. ¿Qué estoy diciendo con esto? Pareciera ser que, si tomáramos el mismo criterio con el que han evaluado el presupuesto algunos diputados, estamos haciendo un ajuste, que estamos retirando subsidios en 2015. Esos mismos diputados van a estar de acuerdo conmigo en que eso no pasa porque apenas terminan de decir esto empiezan a quejarse de que hay muchos subsidios y que el Estado gasta mucho en subsidios.

¿Qué pasó con esto? Sencillamente, en 2014 el precio internacional del crudo tocó un pico de 110 dólares el barril y en 2015 ese precio es de entre 46 y 47 dólares. Además de que los subsidios cayeron -medidos como porcentaje del PIB, que es claramente como tienen que medirse-, porque cayeron los precios internacionales de la energía, también disminuyeron porque YPF produce más y porque el resto de las empresas producen más gas y petróleo, y además porque selectivamente hemos redireccionado subsidios. Esto pasa en gas de red y en gas de garrafa. En gas de red hemos retirado subsidios a sectores de altos ingresos y en gas de garrafa hemos pasado de subsidiar a la oferta, es decir a los productores, a subsidiar a la demanda.

Fíjense que además -esto es una confusión bastante presente incluso en analistas especializados en subsidios- la distribución de los subsidios no se reduce a la cuestión eléctrica. El 43 por ciento de los subsidios son en energía eléctrica y el restante 70 por ciento se divide entre gas, transporte y agua.

Asimismo, hay una cuestión federal. He escuchado análisis que dicen que el 70 por ciento de los subsidios se destina al Área Metropolitana de Buenos aires. Según el CIPPEC el 70 por ciento de los subsidios van al Área Metropolitana de Buenos Aires. Esto es falso: sólo el 40 por ciento de los subsidios se destina al AMBA. Es decir que por cada peso que destinamos en subsidios al AMBA van casi cinco pesos al resto del país.

¿Por qué? Me parece que es importante que se entienda conceptualmente. Porque la programación de los subsidios es horizontal, es decir, no discrimina por provincias o regiones. Cuando ingresa gas importado a la matriz energética argentina, vía Cammesa -que es el mercado que distribuye esa energía- se compensa el precio de la importación y se pone a un precio parecido al local. Cuando Cammesa distribuye la energía no discrimina si el usuario, la empresa o el comercio está en AMBA, en La Rioja o en Neuquén; el subsidio es horizontal. Por lo tanto, se distribuye como la demanda de energía eléctrica en el país. Entonces, el 40 por ciento va al AMBA, que tiene mayor intensidad demográfica y productiva, y el restante 60 por ciento va al resto del país.

Además -este es un resultado concreto que quiero señalar-, la quita selectiva de subsidios para el gas de red que implementamos el año pasado, en lo que va de este invierno y parte del anterior nos permitió reducir casi 400 millones de dólares en importaciones; esto es el equivalente a ocho barcos. Esos 174.000 millones de pesos de subsidios generan básicamente ciertos efectos beneficiosos para la economía; en particular reducen la inflación en cinco puntos, reducen la pobreza en dos puntos, suben el PBI en un punto y medio, y suben el consumo en 1,7. En criollo: generan 56.000 puestos de trabajo.

Por lo tanto, si sacamos los subsidios, si este Parlamento votara a favor de un presupuesto que redujera los subsidios a cero, perderíamos 56.000 puestos de trabajo.



Quiero decir algo que tal vez ahora tomen más en cuenta. Esto lo señalamos durante doce años mientras que el SIPEC recién se dio cuenta hace dos semanas. Nobleza obliga, lo reconocemos y los felicitamos. Finalmente entendieron y se dieron cuenta de que los subsidios son una política económica sana, inclusiva, de crecimiento y de reducción de la inflación y de la pobreza.

Si sacamos los subsidios habrá más inflación, no menos. Vaya si esto lo saben los usuarios de la Ciudad de Buenos Aires, que Macri no para de generar inflación con todos y cada uno de los precios que tiene a cargo. Su misma usina de pensamiento dice que si sacan los subsidios se genera inflación. Entonces basta darse vuelta y fijarse cuánto paga uno de ABL, de transporte, de subte especialmente, para confirmar que los subsidios son una política inclusiva y de crecimiento.

Si en 2014 hubiéramos tenido que pagar el barril de petróleo a 110 dólares, habría 56.000 argentinos en la calle. Concretamente ese es el fin de los subsidios, aunque después cada uno podrá hacer su propia consideración. Para algunos, 174.000 millones de pesos puede ser mucho para sostener 56.000 empleos, mientras que para otros puede ser poco. Pero la realidad es que esa política, reconocida por las usinas de pensamiento de todos los espectros ideológicos y conceptuales que hay en el país, es de crecimiento, inclusión y reducción de la inflación.

No me voy a detener en cómo confunden todo el tiempo la prensa y algunos analistas subsidio con inversión y subsidio con gastos de capital. Para la prensa esos 174.000 millones de pesos de subsidios son casi 200.000 millones, es decir que la yerran en un 30 por ciento. Entonces, suman lo que quieren, como hacen con las reservas, y los subsidios crecen exponencialmente.

Por último voy a hacer un punto para referirme a la política de subsidios. Hoy ustedes me podrán decir: si el precio del petróleo está a la mitad, ¿por qué los subsidios no bajaron en igual proporción? Primero porque la relación no es lineal. Y segundo porque la caída del precio del petróleo, si bien nos mejora porque nuestras importaciones son más baratas, nos complica porque los productores de petróleo pueden reducir su producción. Gracias al precio internacional, una parte de la reducción de esos subsidios la reservamos para los productores de petróleo. Fíjense que durante 2014 destinamos más plata a los productores de petróleo y gas de la Argentina que los productores de Oriente Medio, Asia Pacífico, América Latina, Europa, África y Canadá.

En Oriente Medio las plataformas de perforación, esas especies de grúas que sacan petróleo, caen un 3 por ciento llegando en Canadá a un máximo del 46 por ciento. Entonces, como podemos ver, disminuyen en todo el mundo.

El caso de la Argentina figura en un recuadro chico en color verde y dice que es más 5 por ciento. Consecuentemente la Argentina es el único país en la región y uno de los pocos en el mundo donde se perfora para explotar y extraer más petróleo y más gas en un año en que el precio cayó un 50 por ciento. Esto es el resultado de compensar esa caída con subsidios y decir no a la demanda a los productores. Igualmente no tradujimos esa caída al precio del petróleo.

Muchas veces ustedes preguntan por qué si cae el precio el petróleo no ocurre lo mismo con los de sus derivados en el mercado interno. Esto pasa porque estamos cuidando el empleo. Si bien la subida de los precios de los derivados del petróleo puede tener algún efecto negativo en la economía, que el Estado deje que se desbarranque el precio del petróleo tendría un efecto mucho más negativo porque se empezarían a perder empleos, producción e inversión en materia petrolífera, con lo mucho que necesita la Argentina el autoabastecimiento energético.

Voy a pasar por alto todo lo que hicimos durante estos doce años porque es demasiado. Simplemente comentaré algo relativo al gasto público para después referirme a las proyecciones.

Siempre critican que por decreto se decide aumentar, no aumentar, etcétera. Sin embargo, gracias a las sucesivas leyes que ha aprobado este Parlamento -me refiero a esa discrecionalidad presupuestaria que tanto ha molestado y generado debate sobre la movilidad de las asignaciones familiares, la asignación universal por hijo, las jubilaciones, las pensiones no contributivas y el programa Progresar-, el 40 por ciento del gasto público no se mueve a discreción del Poder Ejecutivo sino que se ajusta automáticamente. Reitero: el 40 por ciento del gasto público, que se destina a jubilaciones y pensiones no contributivas, a asignaciones familiares formales, a la Asignación Universal por Hijo y al programa Progresar, tienen movilidad automática. Eso representa el 10 por ciento del producto que se modifica automáticamente con el indicador que quedó demostrado que es más alto que cualquier índice de inflación.

El ingreso de 16,6 millones de argentinos no depende de un decreto ni de una decisión arbitraria sino de que las políticas económicas aseguren el crecimiento de la economía y de los recursos. Si no fuera así, en un contexto donde la economía se contrae y la recaudación se cae, obviamente esa movilidad se pierde.

En ese escenario estamos esperando un 2016 mejor que 2015 en materia de crecimiento. ¿Por qué? Porque como lo he mostrado a lo largo de mi presentación, cuando uno compara las proyecciones mundiales de 2016 y 2015 de nuestros principales socios comerciales, ve un 2016 mejor. Esto lo digo porque todos tenemos la sensación de que son años feos. Sí, los dos son años feos, pero el menos malo es 2016. Con lo cual cuando uno mira la tasa de variación, encuentra que en 2016 el mundo crecerá más rápido que en 2015 porque los socios comerciales también crecen más rápido. Además los precios internacionales no reflejarán la caída que hubo entre 2015 y 2014 sino que se van a estabilizar.

No voy a mirar los componentes de la demanda porque son muy detallados. Estamos previendo una devaluación del 12,4 por ciento para este año y del 16 por ciento para 2016. El ministro ha detallado el promedio y el detalle punta a punta, algo que siempre trae confusión. Una cosa es comparar el promedio del tipo de cambio del año que viene con el promedio de este año, y otra distinta es comparar diciembre pasado con diciembre venidero. Por eso esos valores hay que tomarlos como lo que son: promedios.

Habiendo una inflación desacelerada, esperamos que las condiciones internacionales no provoquen que vuelva a crecer el precio de la soja, del petróleo o de las cosas que afectan los precios de los productos que la Argentina exporta.

En cuanto al saldo comercial, teniendo esa configuración de precios y un mundo que crece un poco más, probablemente llegue a ser de 4.000 millones de dólares en 2016, es decir, casi del doble; teniendo un cierre de 2.700 millones de dólares en 2015. Esa es la dinámica de las exportaciones que estamos esperando y que están en línea con todas las proyecciones de nuestros socios comerciales.

Cuando uno mira cuánto esperan que crezcan sus exportaciones Brasil, Chile, Perú y los países emergentes, nota que están en línea con crecimientos cercanos al 2 por ciento y al 6 por ciento. Esto es para las exportaciones o las importaciones, dependiendo de qué lado uno lo mire. Asimismo esperamos un déficit comercial energético de 3.800 millones de dólares para este año y de 4.700 millones de dólares para el año que viene.

Ustedes me podrán decir que esperan un peor resultado energético que este año, y es así. Pero obviamente lo esperamos con un PBI que crece un 3 por ciento en términos reales. Consecuentemente la relativa estabilidad del resultado comercial energético en el contexto de un PBI que crece, implica que se está mejorando y alcanzando el autoabastecimiento porque la economía se hace más grande pero el déficit crece menos que proporcionalmente a ese aumento.



Estamos esperando que paulatinamente ese déficit se estabilice en torno de los 4500 o 4800 millones de dólares y empiece a pegar la vuelta. Obviamente, resulta complejo hacer estas proyecciones en un contexto en el que de un año para el otro el precio internacional del petróleo cambia en un 50 por ciento.

Esos son los lineamientos generales del proyecto de presupuesto. Muchas gracias. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, Pablo López, quien se referirá al tema financiamiento.

SR. LÓPEZ Buenas tardes a todos, señores diputados, funcionarios y público en general.

Habiendo sido presentados los lineamientos macroeconómicos sobre los que se construyó este presupuesto, me voy a referir a la estrategia de financiamiento. Para eso, dividí la exposición en dos partes.

En la primera parte de la exposición me voy a referir a la política financiera que se llevó adelante entre 2003 y 2014 para dar cuenta de la herencia, por decirlo de alguna forma, algo que también mencionó al principio de su exposición el secretario de Política Económica. Es decir, mostrar cuáles fueron los lineamientos centrales y básicos de la estrategia financiera que se llevó adelante desde el año 2003 y cómo esa estrategia permitió tener hoy una composición y estructura de deuda saludable y sustentable, que es la que permite llevar adelante las políticas económicas que se vienen desarrollando en estos años.

En ese contexto es importante mencionar que a partir del año 2003 han sido tres los pilares fundamentales en la Argentina en términos de política financiera, que tuvieron que ver la regularización de pasivos. Recordemos que en el año 2003 la economía argentina se encontraba en default luego de la gran crisis de finales del 2001.

El otro eje fundamental fue el de avanzar en el desendeudamiento de la economía argentina. Es decir, llevar a la economía argentina a una estructura de deuda sustentable que no tenía en ese momento.

Finalmente, el tercer pilar consistió en utilizar las fuentes de financiamiento internas en la economía y, sobre todo, intra-sector público.

En ese sentido, y para exponer cómo se han desarrollado esos lineamientos y los resultados obtenidos, voy a mostrar algunos indicadores que dan cuenta de la situación en la que nos encontramos hoy en día -en realidad, en este apartado, sería hasta diciembre de 2014- en términos de evolución y composición de la deuda, mostrando algunos indicadores de sustentabilidad y haciendo algunas menciones a la comparación internacional.

En la segunda parte de la exposición me voy a referir a la estrategia de financiamiento 2015 -la que estamos llevando adelante durante este año- y la estrategia que hemos planteado en el proyecto de presupuesto que presentamos para el año entrante.

Me parece importante señalar que desde el año 2003 se ha llevado una política decidida y fundamental que tuvo que ver con recoger y tomar esa premisa que planteaba por aquel año Néstor Kirchner, basada en la necesidad de poner a la economía en crecimiento para luego poder afrontar las obligaciones de deuda.

Es decir, estaba claro que una economía estancada como la de ese momento no podía afrontar las obligaciones de deuda que tenía. Había que generar una estructura sustentable de la deuda.

En ese sentido, creo que el gráfico que se ve en pantalla es bastante representativo, por un lado, de la estrategia que se ha llevado adelante en términos de deuda y, por el otro, de la estrategia general de política económica. Lo que se observa es que mientras que en el período 1994-2001 la deuda externa aumentó en más de 20.000 millones con una economía que creció poco -1,2 por ciento promedio anual-, entre 2003 y 2014, por el contrario, la deuda externa se redujo prácticamente en 35.000 millones de dólares, con una economía creciendo a un promedio cercano al 6 por ciento.

Creo que esto es fundamental y engloba la filosofía y la estrategia que se ha llevado delante, consistente en reducir enormemente el peso de la deuda -sobre todo de la externa-, y al mismo tiempo poner a andar la economía para llevar adelante el modelo de crecimiento con inclusión social.

Voy a comparar la situación de la deuda en el año 2002 con la de fines del año pasado -el último dato a año cerrado es 2014. La forma correcta de hacerlo es comparando el tamaño de la deuda con el tamaño de la economía representado por la capacidad de crear riqueza que tiene la economía, es decir su producto bruto interno. Se observa entonces que en el año 2002 la deuda superaba con creces al producto de la economía -era del 166 por ciento del PBI-, mientras que en la actualidad el valor es menor al 43 por ciento, ya que el ratio de deuda a producto bruto interno es 42,8 por ciento.

Y si uno mira el ratio de la deuda externa verá que en el año 2002 prácticamente era similar al producto de la economía, mientras que hoy tenemos una deuda externa que representa solamente el 13 por ciento del producto bruto.

Por lo tanto, vemos una caída muy fuerte en términos del nivel de deuda en relación al producto -muy especialmente en términos de la deuda externa-, con todo lo que eso implica para una economía, sobre todo por la experiencia que tenemos en relación con el peso que la deuda externa tuvo en muchos momentos en la economía argentina y con los condicionamientos que implicó para llevar adelante políticas económicas.

Siguiendo con el desglose de la estructura de la deuda, otra forma de mirar la deuda que se encuentra en manos de agentes privados y organismos financieros multilaterales consiste en observar la deuda con privados..

Vemos que también se produjo una caída muy fuerte entre 2004 y 2014. En 2004 la deuda con privados era el 82 por ciento del producto bruto interno mientras que al cierre de 2014 representaba solamente el 11 por ciento del producto. En cuanto a la deuda con los organismos multilaterales y bilaterales, que en el año 2004 representaba el 20 por ciento del producto, en la actualidad ese ratio se redujo prácticamente al 5 por ciento. Es decir que vemos cómo se afianzaron y se fueron logrando ratios de deuda absolutamente razonables y sustentables en relación con el tamaño de la economía.

En el gráfico que se puede ver en pantalla se observa la deuda pública con privados en valores absolutos. Muchas veces también se da la discusión sobre el crecimiento de la deuda en términos absolutos. En este sentido refuerzo lo que planteé hace un rato: lo fundamental es mirar el tamaño de la deuda en función del tamaño de la economía. Es decir, cuando uno mira cualquier unidad económica, para decir si está muy endeudada o poco endeudada, hay que mirar también su capacidad de generar ingresos.

Sin embargo, si uno mira la deuda con privados se dará cuenta de que existe una caída continua aun en términos absolutos, que pasó de 148.000 millones de dólares en 2004 a 56.000 millones de dólares en 2014; es decir hay una caída continua.

No sé si llega a verse en el gráfico que hay un pequeño aumento entre 2013 y 2014 que tiene que ver con el crecimiento de la deuda que hubo en 2014 a raíz de la compra por parte del Estado nacional del 51 por ciento del paquete accionario de YPF. Esta adquisición surgió de la sanción de la ley aprobada por este Congreso que hizo crecer la deuda con privados. Con esto quiero decir que esa deuda se colocó a agentes privados.

Cuando uno mira cómo evoluciona la deuda, tiene que atender tanto a las colocaciones de deuda como a las cancelaciones. Al respecto, fíjense que la magnitud del crecimiento realmente fue marginal.

Un indicador adicional tiene que ver con aquella deuda que resulta más difícil de manejar. No me refiero solamente a la deuda con privados sino a la deuda en moneda extranjera, esto es, lo que podríamos llamar el núcleo duro de la deuda, porque no solo está en manos de agentes privados sino que también está en moneda dura.

En este sentido la caída fue dramática, pasando de un 75,5 por ciento del producto en 2003 a menos del 9 por ciento en 2014. Es decir que la deuda en moneda extranjera en manos de privados hoy representa menos de un 10 por ciento del producto. Este indicador es bajísimo haciendo cualquier comparación tanto a nivel histórico nacional como internacional. Detrás de esto hay una caída muy fuerte de esta deuda en términos absolutos en manos de privados y en moneda extranjera.

Entonces tenemos la caída en la participación de la deuda del sector privado y de los organismos multilaterales, y como contrapartida un crecimiento de la deuda intra-sector público. Así como en 2003 casi el ciento por ciento de la deuda estaba en manos de privados y de organismos multilaterales y bilaterales, en la actualidad el 60 por ciento de la deuda es intra-sector público. Es decir que el peso del sector privado y de los organismos multilaterales cayó enormemente en el total de la deuda. En realidad esta es una gran fortaleza para el manejo de cualquier situación de pasivos, por más que en algunos debates se la quiera hacer parecer como otra cosa.

Quiero agregar que prácticamente se revirtió la composición de la deuda en términos de deuda externa e interna. En 2002 más del 60 por ciento de la deuda total era externa, mientras que en la actualidad es solamente del 30 por ciento.

Cuando hablamos de la composición y de las características de la deuda actual, otro elemento importante tiene que ver con la deuda regida por legislación extranjera. Hubo una reducción significativa en esa deuda total regida por legislación extranjera -representada en el gráfico de la izquierda-, pasando del 60 por ciento en 2001 a menos del 25 por ciento en la actualidad.

Por otra parte, se observa una reducción muy significativa de la deuda emitida en bonos, que es más usual a nivel internacional y en legislaciones extranjeras. En 2001 más del 80 por ciento de la deuda en bonos era bajo legislación extranjera, mientras que en estos días esa cifra es menor al 30 por ciento. Sin duda este es un elemento más que hace a la solidez de la estructura de la deuda argentina y permite un manejo mucho más adecuado.

En la Argentina tenemos sobrados ejemplos de los problemas que pueden darse con deuda asumida bajo legislación extranjera.

También es importante tener en cuenta cómo se ha logrado estirar los plazos de la deuda. Ustedes saben que cuanto más alejados en el tiempo están los vencimientos, más fácil y saludable es su administración. En este caso observamos que creció la vida promedio de la deuda con privados y organismos multilaterales, pasando de 7,8 años en promedio en 2003 a 9,4 años en 2014. Respecto de la deuda con privados en moneda extranjera -volvemos al concepto más duro y difícil de administrar para una deuda- se observa que la vida promedio aumentó en casi cuatro años, lo que muestra mayor solidez y sustentabilidad de la deuda.

Asimismo es interesante marcar que entre 2004 y 2014 hubo una caída muy fuerte de la deuda per cápita. En este caso estamos viendo que si uno hace la comparación en términos de población, la deuda externa se ha reducido en más de un 50 por ciento.

Otro dato interesante a considerar surge de la comparación entre los salarios y la deuda en la Argentina. Así como un eje importante ha sido el desendeudamiento, el otro ha sido reforzar el mercado interno. Para lograrlo, se ha trabajado enormemente en hacer crecer el salario de la economía. Esto también se ve en el salario mínimo, vital y móvil.

Cuando uno estudia la relación entre la deuda y el salario mínimo, vital y móvil, observa una caída muy fuerte tanto en la deuda total como en la deuda externa. Hay una enorme caída del peso de la deuda per cápita en relación con el salario.

Toda esta estrategia, que nos ha permitido contar con una deuda con una composición absolutamente sustentable y saludable como la que estamos mostrando, se traduce en el peso que hoy tienen los pagos de deuda en relación con el producto de la economía. Esto habla de las posibilidades de llevar adelante políticas económicas gracias a una deuda sustentable como la que tenemos hoy en día.

Los vencimientos de deuda, es decir los pagos de deuda en relación con el producto de la economía, se mantienen a niveles bajísimos en comparación con más del 10 por ciento que teníamos en 2003.

Otro hecho a destacar tiene que ver con cómo ha cambiado la utilización de los fondos obtenidos a partir del endeudamiento, en particular en moneda dura, con los organismos financieros multilaterales. Entre 1995 y 2000 más del 60 por ciento de los fondos obtenidos por organismos financieros internacionales u organismos multilaterales de crédito se utilizaba para la administración gubernamental. Gran parte de ese dinero se usaba para pagar la propia deuda, es decir que se tomaba deuda para pagar deuda. En cambio, actualmente la gran mayoría de ese financiamiento se usa para destinos estratégicos de crecimiento y desarrollo del país, como ser energía, vivienda, educación y salud. O sea que adicionalmente al cambio en la estructura de deuda, se consiguió una utilización mucho mejor de los recursos obtenidos a partir del endeudamiento, centrándose básicamente en los fines estratégicos que hacen al desarrollo de la economía argentina, al crecimiento y a la inclusión social.

Todo el mundo reconoce los indicadores relativos a la sustentabilidad y a la estructura de la deuda de la economía argentina que les mostré. Cualquiera sabe que hoy, a nivel global, la Argentina tiene indicadores de deuda absolutamente sustentables.

Este gráfico muestra el ratio deuda-PIB de muchas economías seleccionadas y vemos que el de la Argentina está entre los más bajos del mundo. Las economías altamente endeudas tienen ratios de deuda-PIB mayores al ciento por ciento de su producto interno bruto. Sin embargo, nuestro país se encuentra con un nivel de deuda muy bajo, inferior al 50 por ciento del producto interno bruto.

Me voy a detener un minuto para referirme a una nueva supuesta tendencia distinta que se puede observar en la deuda entre 2003 y la actualidad. Es interesante ver un estudio recientemente publicado por el McKinsey Global Institute que muestra cómo evolucionó la deuda a nivel mundial entre 2007 y 2014.

Uno de los resultados fundamentales que muestra claramente este estudio es que la deuda pública a nivel global creció enormemente. Lo que estamos mostrando acá es la deuda pública, la de las familias -o sea la de los hogares- y la corporativa. Se aprecia que la Argentina está entre los pocos países en donde ha caído su nivel de endeudamiento en relación al producto de la economía.

Fíjense que los países en donde más aumentó el ratio de deuda a producto son Irlanda, Grecia y Portugal, es decir, países que han sufrido crisis recientes o que en incluso en este momento se encuentran en situaciones muy complicadas.

Esa es la deuda tanto del sector público como del privado. Tomando la deuda pública, McKinsey llega a la conclusión de que en la Argentina la caída fue del 14 por ciento, es decir, aún mayor si se la compara con la deuda completa. Estos datos que releva este instituto privado -para ponerlos en nuestros números, en las estadísticas oficiales- dan cuenta de que entre 2007 y 2014 la deuda con privados y organismos internacionales ha caído en casi 20 puntos del producto de la economía. Esto marca a las claras la política de desendeudamiento que se viene llevando adelante desde el año 2003 y que en los últimos años continúa con toda su fuerza.

Esto muestra la situación absolutamente consistente y sólida en términos de estructura y composición de la deuda que tiene la Argentina hoy en día.

A continuación me voy a referir a la estrategia de financiamiento 2015-2016. Es decir, la estrategia de financiamiento que estamos llevando adelante durante este año y los lineamientos que están planteados en el proyecto de presupuesto 2016.

En primer lugar, y para hablar del financiamiento del Tesoro nacional en el año 2015, es necesario decir que se dio continuidad absoluta a la política de financiamiento que vino teniendo el gobierno nacional hasta el año 2014. Básicamente, a partir del desendeudamiento que se ha conseguido, la búsqueda en este año fue la de mantener una estructura de deuda sustentable en cuanto al nivel, la composición y los plazos.

Asimismo, se sigue avanzando en la cancelación de pasivos. El más importante de este año es el que vamos a tener en unos días, es decir, el vencimiento del BODEN 2015 a principios de octubre. Hay que seguir optimizando, además, las fuentes de financiamiento internas intra-sector público pero también recurriendo al mercado financiero local a partir de la liquidez que se observa en este sentido.

Para este año vemos que las obligaciones de deuda, aun teniendo el vencimiento del BODEN 2015 -uno de los más grandes de los últimos años-, se mantienen en relación al producto de la economía en niveles absolutamente razonables, tanto con privados como con organismos multilaterales. Acá está la comparación con el año 2003.

Voy a hacer un racconto de lo que hemos hecho este año. Obviamente, esto es un resumen. Quizás no se ve tanto en el gráfico pero voy a mencionar los hechos principales en relación a la política financiera durante 2015.

En el mes de enero se recibió el primer desembolso de las represas Kirchner y Cepernic; en abril se produjo la colocación del BONAR 24 por casi 1.500 millones de dólares. Asimismo, se han llevado adelante colocaciones en moneda local en el mercado local entre marzo y setiembre -los llamados BONAC- y se puso en marcha una estrategia muy sólida en relación a los organismos multilaterales de crédito. He mencionado la utilización que se está haciendo de esos fondos. Lo que vemos es que entre los meses de enero y julio se han aprobado créditos por más de 1.200 millones de dólares del Banco Mundial, de 750 millones de dólares por el BID y de 450 millones de dólares con CAF, otra institución multilateral muy importante.

Vemos que todos estos créditos que se aprobaron y que se están empezando a utilizar tienen como destino sectores estratégicos de la economía.

También digo esto para reforzar la idea de que la Argentina mantiene una relación permanente con los organismos multilaterales de crédito que implica un ingreso de fondos para proyectos estratégicos. Me refiero a instituciones como Banco Mundial, el BID o el CAF, que no imponen ningún condicionamiento para la política económica como pasa con otros organismos como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional. Asimismo recientemente se ha hecho otro tipo de colocaciones de títulos Dollar Linked en el mercado local.

Se puede mencionar también que gracias a la diplomacia argentina en el mundo se ha logrado la aprobación por parte de las Naciones Unidas de los nueve principios para reestructuraciones de deuda soberana, que claramente tratan de mitigar el accionar de los fondos buitre en el mundo. La Argentina tuvo un rol muy importante en ese sentido. Como último hecho, marco el pago del vencimiento del BODEN 2015 a principios de octubre.

Como ustedes saben también se ha avanzado en acuerdos bilaterales con la República de China, así como se ha avanzado con Rusia, y también en acuerdos con fondos de desarrollo como es el fondo kuwaití, que está en manos de los países de la OPEP, y el fondo de desarrollo de Abu Dhabi.

Todo esto hace al conjunto de las fuentes de financiamiento con las que contamos este año, que son los desembolsos de organismos internacionales de crédito, las operaciones de crédito intra-sector público con el Banco Central, con el FGS, con el Banco Nación y otros, y también la utilización del mercado local a partir de los distintos instrumentos que acabo de mencionar.

En este sentido hago una corta mención en relación con la utilización del mercado local como fuente para diversificar el financiamiento del Tesoro. Esto permite profundizar el mercado local de capitales, los mercados financieros domésticos. Vemos cómo a partir de los BONAC, que resultan un complemento de la curva de los instrumentos del Banco Central, se ha logrado ir reduciendo el costo de financiamiento, el rendimiento de estos títulos, a partir de haber ganado liquidez en el mercado; el haber podido construir este mercado ha bajado sustancialmente el rendimiento de estos títulos en los últimos tiempos.

Por otro lado, quiero plantear un punto importante. A partir de todas estas políticas que hemos desarrollado durante este año que implicaron estar activos en los mercados locales y utilizar las fuentes de financiamiento intra-sector público, vemos que la premisa que se mantuvo permanentemente fue mantener la deuda en niveles sustentables, razonables y que respeten la composición sana que hemos logrado en los últimos años.

En este punto agrego el dato de la deuda estimada a junio de 2015 -es un dato preliminar- y se observa que con todas las políticas que hemos desarrollado, y recurriendo a la fuente de financiamiento que he mencionado, en un año donde funcionaron plenamente las políticas públicas contracíclicas en un contexto internacional muy adverso, se ha reducido el ratio de deuda en relación al producto de 42,8 por ciento a fines del 2014 a 41,8 por ciento; es decir ha caído la participación de la deuda en el producto en un punto porcentual. Lo mismo ha pasado con la deuda con privados y organismos multilaterales: ha caído del 16,6 por ciento desde fines de 2015 a 15,9 por ciento en junio de este año. Este es el último dato que podemos estimar.

Si uno toma en cuenta la deuda con privados en moneda extranjera, también se observa esta caída durante el año 2015 a partir de las acciones que hemos llevado adelante. Es decir, hemos recurrido a las fuentes de financiamiento que he mencionado y, siendo responsables con mantener una estructura de deuda razonable, ha caído el ratio de deuda a PIB con privados en moneda extranjera. Se puede observar el dato comparativo de fines de 2014 contra junio de 2015 y cómo quedarían los ratios de deuda una vez que se pague el BODEN 2015.

Fíjense que el nivel de deuda con privados en moneda extranjera pasaría a ser del 7,3 por ciento del producto.

Con esta estrategia de financiamiento estamos abordando el año 2015 con el objetivo, reitero, de generar y asegurar las fuentes de financiamiento necesarias para desarrollar las políticas económicas fundamentales en este período, manteniendo una composición de deuda absolutamente razonable.

En ese sentido, para 2016, como está planteado en el proyecto de presupuesto, las necesidades de financiamiento que se desprenden del proyecto tienen que ver con el déficit financiero por intereses de deuda a afrontar por un valor de 103.000 millones de pesos. El resultado primario superavitario es de 5.800 millones de pesos, lo que provoca que el déficit financiero sea de 97.000 millones.

Por otro lado, las amortizamos de deuda hay que afrontarlas con los instrumentos de deuda del mercado, los intra-sector público, los préstamos con organismos internacionales y la inversión financiera del gobierno.

Para 2016 los servicios y los intereses de deuda son muy bajos -como ocurrió en los últimos años-, manteniéndose en niveles absolutamente razonables y sustentables. Pueden ver que los intereses de deuda a afrontar con el sector privado y los organismos financieros internacionales son menores al 1 por ciento del producto. Es aún más bajo el peso de los vencimientos que tenemos para el año próximo en moneda extranjera. Es decir que despejado el vencimiento del BODEN 15, los vencimientos en moneda extranjera se reducen enormemente. Entonces, extendiendo el perfil de vencimientos en el tiempo, tenemos un panorama absolutamente despejado.

En 2017 vence el BONAR 10 que todos conocemos es un vencimiento importante- que es similar al BODEN 15 que vence este año. Luego de esta etapa, hay un horizonte de vencimientos en moneda extranjera absolutamente afrontable y sustentable.

En definitiva, las fuentes más relevantes contenidas en el proyecto para 2016 tienen que ver con el financiamiento intra-sector público, con continuar utilizando los desembolsos de los organismos multilaterales de crédito y los préstamos bilaterales a partir de las negociaciones realizadas en el último tiempo, utilizar la fuente de financiamiento según la normativa vigente del Banco Central, utilizar el Fondo de Desendeudamiento Argentino, llevar adelante -en caso de que así se considere oportuno- operaciones de manejo de pasivos, y recurrir a los mercados, tal como ha sucedido este año.

En definitiva, en el proyecto de ley de presupuesto para 2016 se contempla continuar con la estrategia de diversificación de fuentes de financiamiento utilizando tanto fuentes intra-sector público como de mercado.

De todos modos, lo más importante es seguir avanzando en la consolidación de la actual estructura de deuda, lo que se ha conseguido con mucho esfuerzo a partir de las acciones llevadas adelante durante los últimos años. Se trata de una estructura de deuda que ha permitido en el último tiempo mitigar los riesgos asociados a la economía mundial. Como estos riesgos están muy presentes y latentes, se vuelve más valorable esta situación de deuda conseguida a lo largo de estos años. Por ello se plantean estrategias de financiamiento que permitan seguir consolidando esta estructura de deuda para la economía argentina. (Aplausos.)



SR. PRESIDENTE FELETTI Completada la exposición sobre la estrategia de financiamiento, tiene la palabra el secretario de Hacienda, señor Juan Carlos Pezoa, para hablar del cálculo de recursos y gastos del presupuesto.

Luego iniciaremos la ronda de preguntas.

SR. PEZOA Señor presidente: como decía el estimado diputado, hace varios años que vengo a informar a esta comisión. Esta es mi octava vez en forma consecutiva, además de los cuatro años durante los cuales fui vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de esta Honorable Cámara.

Siempre me toca hablar de lo que de alguna manera parece más árido. Me refiero a una cantidad de números concretos por los cuales el gobierno nacional desde 2003 a la fecha ha llevado adelante las políticas prioritarias que nos marcan estas notables diferencias entre la situación en la que estábamos en ese momento y la que estamos ahora.

El licenciado Álvarez Agis ya ha explicado los números macro y las distintas situaciones, como así también el secretario López ha comentado los financiamientos concretos y posibles tanto para 2015 como para 2016.

Voy a referirme primero a estos números duros del presupuesto, específicamente a la recaudación y a los principales conceptos del esquema ahorro-inversión.

En segundo lugar me abocaré a las principales asignaciones presupuestarias y las prioridades políticas, o sea a las políticas prioritarias en desarrollo y a desarrollar.

Por último haré referencia, como siempre, al tema relacionado con las provincias.

Empezando con los números del presupuesto, exponemos en la planilla que tienen a la vista la recaudación tributaria estimada de un poco más de 1,9 billones de pesos para 2016, valor un 25,8 superior al estimado para 2015.

El crecimiento en la recaudación se explica fundamentalmente por los aumentos proyectados en la actividad económica, el comercio exterior y las remuneraciones. La principal fuente de recaudación es el IVA. Además el número neto de reintegro a las exportaciones se incrementará en un 26,4 por ciento en relación con 2015, alcanzando los 524.602 millones de pesos. El aumento del consumo es la principal razón de la variación de la recaudación de este impuesto que proyectamos para 2016.

Entendemos que los aportes y las contribuciones de la seguridad social, segundo ítem en tamaño, el año próximo llegarán a los 521.000 millones de pesos, lo que implica un crecimiento del 26 por ciento. El aumento de los ingresos por este concepto se explica principalmente por el incremento esperado en las remuneraciones de los asalariados y en el aumento de los cotizantes del sistema.

Los ingresos provenientes del impuesto a las ganancias, por su parte, llegarían a 482.352 millones de pesos en 2016, lo que significará un incremento del 27,8 por ciento respecto del año anterior. La variación de los ingresos se explica fundamentalmente por las subas proyectadas en la actividad económica y las remuneraciones que se manifestarán a través de mayores ingresos también provenientes de los distintos regímenes de retención y percepción.

Por último, los ingresos originados por los impuestos que agrega el comercio exterior, es decir, derechos de importación, exportación y tasa de estadística, llegarían a 131.000 millones de pesos. Este monto será un 18,8 por ciento superior al obtenido en 2015 y surge principalmente del aumento estimado en las exportaciones e importaciones junto con el aumento del tipo de cambio.

El cuadro siguiente es relativo a la evolución esperada para los años 2015 y 2016 de los principales indicadores fiscales del sector público nacional -en millones de pesos-, bajo la presentación del esquema conocido como de ahorro e inversión.



Este universo -cabe aclarar que lo hacemos todos los años- incluye a la administración pública nacional, las empresas públicas, los fondos fiduciarios y otros entes como la AFIP y el PAMI.

Los recursos estimados para el sector público nacional alcanzarán en el ejercicio 2016 a 1,6 billones de pesos, lo cual implica un incremento con respecto al año 2015 de 284.000 millones. Esto representa un aumento interanual del 21,4 por ciento. Vale destacar que la mayor parte de estos recursos provienen de los ingresos tributarios y contribuciones a la seguridad social.

Estos dos componentes que mencionábamos representan nada menos que el 88,2 por ciento del total de los recursos.

Los gastos primarios para el próximo ejercicio se estimaron en 1,6 billones de pesos, equivalente al 24,6 por ciento del PIB, y representan un incremento de 233.000 millones de pesos. De este total de gastos, el 83,3 por ciento lo realiza la administración nacional, mientras los demás entes llevan a cabo el 16,7 por ciento.

En consecuencia, el resultado primario del sector público nacional alcanzará la suma de 11.133 millones de pesos, mientras que el resultado financiero será negativo por 94.203 millones de pesos.

En esta otra filmina pasamos al ámbito de la administración nacional, constituida por los ministerios, los organismos descentralizados, las instituciones de la seguridad social, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Para el ejercicio 2016 los gastos corrientes primarios de la administración nacional alcanzarán a casi 1,3 billones de pesos y los gastos de capital serán de casi 174.000 millones de pesos, lo que eleva a 1,46 millones de pesos el gasto primario a aprobar por este Congreso para el próximo ejercicio.

Dentro del gasto primario, el componente más importante está constituido por las prestaciones de la seguridad social, es decir, jubilaciones, pensiones y retiros, que alcanzarán en 2016 un monto de 622.448 millones de pesos. Esto representa el 42 por ciento del total del gasto primario. Adicionalmente, vale destacar que el 60,6 por ciento del crecimiento del gasto primario con respecto a 2015 se explica por ese concepto.

En el orden de importancia, está previsto que las transferencias corrientes alcancen a 415.000 millones de pesos, con mayores crecimientos observados en las transferencias destinadas a unidades familiares, gobiernos provinciales y universidades.

Los gastos de capital de la administración nacional para el próximo ejercicio se sostienen en un nivel históricamente alto, alcanzando los 173.879 millones de pesos.

Dentro de estos, la inversión real directa alcanzará a 46.543 millones, siendo el principal componente de la misma -con el 56,6 por ciento del total- los proyectos de inversión de la Dirección Nacional de Vialidad.

Las transferencias de capital, que son el componente más importante dentro de lo que es el gasto de capital, con el 65,7 por ciento, alcanzarán en el ejercicio 2016 los 114.158 millones de pesos. Dentro de éstas, el 64,1 por ciento del total transferido tiene como destino los gobiernos provinciales y municipales, reflejando un alto grado de descentralización de la inversión pública financiada por el Estado nacional.

Por último, se destaca la inversión financiera que alcanzará los 13.178 millones, siendo su principal componente los aportes que el Tesoro nacional hace al fideicomiso Procrear.

Pasamos ahora a analizar el presupuesto de la administración nacional para el año 2016 según su finalidad y función, es decir, según los servicios que las instituciones públicas brindan a la comunidad.

Según esta clasificación, en la asignación de las partidas presupuestarias se ven reflejados los objetivos de políticas prioritarias que se han sostenido a lo largo de los últimos doce años de gestión, como son la seguridad social, la promoción, inclusión y asistencia social, la inversión en educación, la salud, el trabajo y la inversión en infraestructura económica y social.

Como ven ustedes en el gráfico que figura en pantalla, la mayoría del gasto asociado a los objetivos mencionados se agrupan bajo la finalidad de servicios sociales, que en definitiva corresponde llamar en un sentido amplio inversión social, dado que esto es lo que el Estado invierte para mantener el bienestar de la población, aumentar su capital humano y generar movilidad social.

Como se ve en el cuadro, los servicios sociales representan el 64 por ciento de las asignaciones presupuestarias para la administración nacional del año próximo y alcanza una suma de un billón de pesos. Dentro de estos, el principal concepto lo constituye la seguridad social con 716.000 millones de pesos, seguido por educación y cultura con 122.000 millones y las otras funciones que suman alrededor de 166.000 millones de pesos.

Los principales programas que están dentro de la función Seguridad Social tienen que ver por un lado con las jubilaciones y pensiones y, por otro, con las asignaciones familiares, y dentro de estas la Asignación Universal por Hijo.

Seguidamente entonces comenzamos con el análisis de las jubilaciones y pensiones. Según se observa en el cuadro, en el año 2016 se realizarán pagos por 622.000 millones de pesos por jubilaciones y pensiones, siendo este concepto el más importante del sector público nacional. Medido en términos de producto, este monto representa el 9,6 del PBI. Este número contrasta fuertemente con la realidad que existía en el año 2003, cuando las prestaciones de la seguridad social estaban en torno a solo el 3,3 por ciento del PBI.

Para complementar la información presupuestaria es importante ver el gráfico que está en azul y que aparece a la izquierda del cuadro. Ahí se ve el aumento de los beneficiarios del sistema integrado de previsión social argentino en el transcurso de los últimos doce años de gestión. En el año 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, había 3,3 millones de jubilados y el número estaba bajando debido a la alta informalidad del sistema laboral que existía en aquella época -casi 50 por ciento de empleo en negro- y el alto nivel de desocupación. En 2015 Cristina Fernández de Kirchner cerrará su segundo mandato presidencial con 6,3 millones de beneficiarios en promedio para el 2015, y esperamos que en 2016 la cifra aumente a 6,6 millones, es decir, el doble de jubilados y pensionados que había en 2003.

Lo mencionado anteriormente implica un nivel de cobertura del 97 por ciento de la población en edad de jubilarse, que representa el nivel de cobertura más alto en Latinoamérica y es comparable con los principales países del mundo. Es muy importante destacar que esto se logró gracias a las decisiones políticas tanto del gobierno de Néstor Kirchner como de la presidenta de Cristina Fernández de Kirchner, de manera sustentable y logrando el financiamiento necesario para que el sistema se expanda.

Los principales hitos en esta materia fueron, y esto cabe bien remarcarlo: la implementación de la moratoria provisional 2005 que permitió que se jubilaran más de 2,6 millones de personas; la libre opción del régimen jubilatorio a comienzos de 2007, que facilitó que los jubilados volvieran al régimen de reparto; y la ley de movilidad jubilatoria en octubre de 2008, gracias a la cual todos los años ha mejorado el poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones.

Como ejemplo de esta mejora vale destacar que en octubre del año 2008, cuando se sancionó la ley, el haber mínimo de las jubilaciones representaba el 57,5 por ciento del salario mínimo vital y móvil.

En octubre de 2015 el haber mínimo representará el 77 por ciento del salario mínimo.

Otra decisión importante fue la de impulsar la unificación del sistema de jubilaciones y pensiones en un único régimen previsional público y solidario, a través de la creación del SIPA. Este sistema además permitió la recuperación de los fondos de los jubilados dando confiabilidad al sistema previsional a través del FGS, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.

Al igual que ocurrió la semana pasada con la aprobación por parte del Senado de la creación de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en las Empresas, continuamos impulsando medidas para preservar los recursos del sistema previsional; y esperamos que mañana esta Honorable Cámara de Diputados la convierta en ley.

En materia de jubilaciones y pensiones, también destaco la ley 26.970 relativa a la nueva moratoria previsional, sancionada en septiembre del año pasado por este Congreso e impulsada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Gracias a su sanción llevamos incorporados más de 500.000 nuevos jubilados.

Siguiendo con las prioridades políticas, quiero que presten atención al gráfico en color verde que aparece al lado del cuadro, que nos muestra la cantidad de pensiones no contributivas otorgadas durante este año, las que alcanzarán al millón y medio de beneficiarios. Las pensiones no contributivas son aquellas que no requieren aportes para su otorgamiento y se dan mayormente a personas con un 76 por ciento o más de disminución en la capacidad laboral y a madres con más de siete hijos.

Continuando con las pensiones no contributivas, quiero destacar que las decisiones políticas fueron determinantes para llegar a la cantidad de beneficiarios que tenemos actualmente.

Antes de 2003, como se observa en el gráfico, había alrededor de 330.000 pensiones no contributivas, de las cuales solo 78.000 eran por invalidez, y el otorgamiento de nuevas pensiones estaba limitado por las barreras presupuestarias.

En 2003 se tomó la decisión política de eliminar esta barrera y empezar a reconocer sobre todo los derechos de las personas con invalidez, las que alcanzarán casi al millón de beneficiarios. Por supuesto que este aumento en la cantidad de beneficiarios se ve reflejado en el cuadro presentado a la derecha, donde están presupuestados 70.521 millones de pesos para 2016 destinados a pensiones no contributivas, cifra que contrasta fuertemente con la de 2003, cuando el Estado nacional solo les destinaba 716 millones.

Ahora pasamos a analizar otro gran programa existente en la seguridad social: las asignaciones familiares. Para 2016 está presupuestado nada menos que 74.000 millones de pesos para el pago de las asignaciones familiares.

Siguiendo esta lógica de incorporar variables físicas, veamos el gráfico ubicado a la izquierda. En 2009 había 3,1 millones de beneficiarios de asignaciones familiares contributivas, que son los que cobran los empleados en blanco que tienen determinado nivel de ingresos. Históricamente el régimen de asignaciones familiares era un programa contributivo al que, reitero, accedían mayormente los empleados registrados. Pero quedaban afuera los hijos de los desempleados y de los trabajadores en negro. Esto cambió a partir de noviembre de 2009 con la creación de la Asignación Universal por Hijo, que introdujo a 3,4 millones de niños -hijos de desempleados y trabajadores no registrados- al sistema de la seguridad social. Esta medida convirtió al sistema de asignaciones familiares en uno mucho más progresivo.

Y siguiendo en esta misma lógica de expandir la medida a los trabajadores no registrados y desempleados, en 2011 se comenzó a brindar la asignación por embarazo, por la cual en 2015 se atenderá en promedio a 156.000 mujeres. Esta asignación es equivalente a la asignación prenatal para el caso de los trabajadores registrados.

Asimismo, en 2015, de acuerdo con lo establecido por el decreto 504 del mes de abril, los titulares de la AUH tienen derecho a percibir la ayuda escolar anual, actualmente valuada en 700 pesos. También es importante mencionar que a partir de 2016, y de acuerdo con lo establecido en la ley 27.160, las asignaciones familiares se incrementarán por el coeficiente de movilidad que se aplica a las prestaciones previsionales del SIPA en los meses de marzo y septiembre. En conclusión, se estima que el número total de beneficiarios de asignaciones familiares y de la asignación universal por hijo alcanzará nada menos que a 7,5 millones de niños durante el próximo año.

En el cuadro a continuación se analiza la inversión social para 2016 destinada a la función Promoción e Inclusión Social, cuya finalidad es proteger e incluir a personas en condiciones de vulnerabilidad y apoyar a instituciones sociales para impulsar el desarrollo cooperativo y social.

Entre las políticas más significativas para 2016 se prevé la profundización de las acciones tendientes a la restitución de los derechos en dos áreas consideradas estratégicas: la generación de empleo genuino y la familia.

Con respecto a la generación de empleo, el programa Argentina Trabaja, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, fomenta la inclusión a través de la capacitación y la promoción de la organización de cooperativas sociales para la ejecución de obras de infraestructura local. Cada miembro activo recibirá en 2016 una suma fija mensual, un plus por productividad y concurrencia, y el pago parcial del monotributo social.

Por otra parte, en 2004 se creó el Registro de Efectores de Desarrollo Social y Economía Social. Desde ese entonces se inscriben en el registro aquellas personas en situación de vulnerabilidad social que desarrollan actividades económicas que aportan al desarrollo local y a la economía social, sean o no titulares de derecho o programas de ingreso social. Una vez inscriptos, se les otorga el monotributo social que les permite facturar sus trabajos y acceder al sistema de obra social de libre opción. Además es compatible con la AUH y permite, esto es importante, computar como año activo el tiempo de permanencia en este régimen a los efectos jubilatorios. Es decir que en su momento podrán llegar a jubilarse.

Como se puede ver en el cuadro de la izquierda, a partir de 2007 el monotributo social ha ganado la centralidad como herramienta de inclusión a partir de la sanción de ley 26.223 que exceptuó a los monotributistas del ingreso del componente impositivo y previsional permanentemente, manteniendo el 50 por ciento de descuento del componente obra social. Posteriormente, a mediados de 2009, con el lanzamiento del programa Argentina Trabaja, el monotributo social creció robustamente. Por ello, el año 2015 cerrará con casi un millón de monotributistas sociales y se estima que en 2016 esa cantidad se incrementará en 200.000.

Otro eje estratégico al que se dirigen las acciones de promoción social es la familia. En este sentido, tenemos el programa de inclusión social y fortalecimiento infantil que entrega un ingreso monetario a las familias en vulnerabilidad y riesgo social. Dicho programa se potenciará durante 2016 mediante la participación de las familias en los centros integradores comunitarios, que ya son más de seiscientos.

Mediante el Programa de Acciones de Promoción y Protección Social se entregan subsidios personales para la atención de la salud a las personas en situación de pobreza extrema y sin cobertura médica. Asimismo el Programa de Seguridad Alimentaria tiene el objetivo de posibilitar el acceso a una alimentación adecuada y suficiente a la población en situación de vulnerabilidad. En 2016 este programa asistirá financiera y técnicamente a 1.300 comedores comunitarios y a 11.500 comedores escolares.



A continuación, me voy a referir a otro gran tema, que es la educación y la cultura. Esta función es la segunda en importancia dentro de la finalidad Servicios Sociales e implicará asignaciones presupuestarias por 122.000 millones de pesos.

En lo que se refiere a los logros de los últimos doce años, me parece central destacar la sanción y sobre todo el cumplimiento de la ley de financiamiento educativo y de educación nacional, promulgadas en el año 2006. La primera de ellas ordenó incrementar progresivamente el gasto en educación, ciencia y tecnología hasta alcanzar el 6 por ciento del producto bruto interno en el año 2010. La segunda ley estableció, a partir de ese año, ese mismo porcentaje como meta exclusiva solo para el gasto en educación. Este logro ha sido un esfuerzo conjunto tanto de la Nación como de las provincias, y espero que sea sostenido en el tiempo. Será tarea de Congreso mantener la legislación vigente.

En lo que se refiere al presupuesto 2016, las transferencias corrientes en materia de educación a nivel nacional están encabezadas -como todos los años- por el programa de desarrollo de la educación superior, que tiene a su cargo la asistencia de 51 universidades nacionales y se destinarán casi 54.000 millones de pesos en el próximo ejercicio.

Además, se destaca el impacto del programa de respaldo a estudiantes argentinos -Progresar- que pone foco en la población de 18 a 24 años, desempleada o que trabaja informalmente, y que permitirá y permite a estos jóvenes terminar sus estudios en cualquier nivel educativo que deseen. En el año 2015 se amplió el nivel de cobertura para los jóvenes cuyas familias cobran hasta tres salarios mínimos vital y móvil, cuando anteriormente solo era para el salario mínimo, y se actualizaron los montos hasta 900 pesos.

Vale mencionar que en el año 2016 se prevé asistir a las provincias con alrededor de 10.000 millones de pesos a través del Fondo Nacional de Incentivo Docente y por compensaciones salariales. Esta transferencia es la mayor que se realiza desde la administración nacional para financiar erogaciones corrientes de las provincias.

A continuación pasamos a analizar la finalidad de los Servicios Económicos. Las erogaciones totales en esta finalidad representarán en el año 2016 el 18 por ciento del total del presupuesto de la administración nacional, lo que implica 276.000 millones de pesos. El principal componente de esta finalidad es energía y combustible, que incluye dentro de sus partidas las transferencias corrientes destinadas a la compañía administradora de mercado mayorista eléctrico -CAMMESA- para financiar la adquisición de fueloil y gasoil destinado al abastecimiento de las centrales eléctricas y las asistencias financieras a ENARSA con financiamiento al programa Energía Total.

En materia de política de combustibles se contemplan asignaciones para la atención del programa de estímulo a la producción de petróleo crudo, que tiene como objetivo el establecimiento temporal de compensaciones económicas para fomentar la producción de petróleo destinado al consumo en el mercado interno y la exportación de saldos.

Adicionalmente, cabe destacar los créditos destinados al programa de estímulos a la inyección de excedentes de gas natural cuyo propósito es reducir la diferencia existente entre la producción y el consumo de gas en nuestro país.

Por último, se incluyen las transferencias para la ejecución del programa Hogares con Garrafas. Se trata de una política de desarrollo energético con inclusión social para que los hogares con menores recursos y sin gas de red accedan a dicho insumo a un precio económico. Durante el ejercicio 2016 están presupuestados y se prevé beneficiar a tres millones de hogares.

El otro tema a analizar se refiere al transporte. La segunda función en importancia -como se ve en el gráfico- es el transporte, alcanzando los 94.000 millones de pesos. Las erogaciones corrientes incluidas en esta función son principalmente -en lo que respecta al transporte automotor- las transferencias al fondo fiduciario del sistema de infraestructura de transporte, principalmente para el régimen de compensaciones complementarias.

Respecto al transporte ferroviario, se incluyen la asistencia a las empresas administradoras de recursos humanos ferroviarios y empresas operadoras de transporte ferroviario.

En cuanto al transporte aerocomercial se destacan las asignaciones presupuestarias de Aerolíneas Argentinas para garantizar la prestación, ampliación y mejoramiento de sus servicios.

Dentro de las finalidades Servicios Económicos y Servicios Sociales que estuvimos analizando están incluidas tanto lo que se clasifica como asignaciones presupuestarias para erogaciones corrientes como también aquellas que se destinan a gastos de capital.

Hasta ahora solo me referí a la parte corriente, por lo que a continuación voy a describir los gastos de capital cuyo destino es la infraestructura económica y social.

Como se ve en la filmina, las inversiones para infraestructura económica y social alcanzarán en el año 2016 a 154.000 millones de pesos. En cuanto a servicios económicos las inversiones alcanzarán 76.000 millones de pesos, siendo el sector transporte al que se destinarán las mayores inversiones, entre las cuales se destacan las obras de construcción, recuperación y mantenimiento de rutas, el desarrollo de obras viales a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad y las transferencias de capital a gobiernos provinciales para la ejecución de obras de vialidad a través de programas del Norte Grande e Infraestructura Vial Productiva.

Respecto al transporte ferroviario se contemplan los créditos para la mejora integral del Ferrocarril Roca, que comprende la renovación del servicio de pasajeros del ramal Constitución-La Plata.

Asimismo en el marco de los convenios suscriptos con la República Popular China se prevé la financiación de diferentes iniciativas destinadas a la modernización del sistema ferroviario nacional, destacándose las obras de renovación integral de líneas y la adquisición de material rodante. En particular, se destaca el financiamiento para la reactivación del Ferrocarril Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima.

En lo que respecta a la inversión en la función Energía, durante el año 2016 se seguirán priorizando los emprendimientos que permitieron aumentar la oferta energética en los últimos años al ritmo del crecimiento del consumo y la actividad económica de nuestro país.

En este marco se prevé avanzar en acuerdos internacionales para el financiamiento de proyectos de gran envergadura que den respuesta a los requerimientos no solo de la demanda actual sino también de las próximas generaciones, permitiendo lograr el autoabastecimiento de electricidad y combustible.

En el ámbito de la administración nacional se incluyeron los créditos presupuestarios para los distintos sectores y actores del sector energético.

En lo que respecta al transporte y distribución eléctrica se incluyeron los créditos para el tendido de líneas de alta tensión comprendidas en el Plan de Transporte Eléctrico Federal que incluyen líneas de alta tensión como la que unirá la estación transformadora Rincón Santa María y la Estación Resistencia, como así también obras de tendido de líneas de media y baja tensión y estaciones transformadoras en el marco del programa Más Cerca.

Por otra parte, se incluyen las transferencias para el financiamiento de las obras ejecutadas en el marco del fondo para obras de consolidación y expansión de distribución eléctrica y al Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico.

En materia de transporte y distribución de gas se incluyeron las transferencias para la ampliación de la capacidad de abastecimiento de gasoductos troncales y para la construcción del Gasoducto del Noroeste Argentino.

En lo que se refiere a la generación eléctrica se incluyeron los recursos para las obras correspondientes a la construcción y finalización de centrales termoeléctricas como la central a carbón de la localidad de Río Turbio, Vuelta de Obligado en Timbúes, Santa Fe, y Guillermo Brown, en Bahía Blanca ejecutadas por ENARSA, entre otros, y centrales hidroeléctricas presidente Néstor Kirchner y gobernador Jorge Cepernic, provincia de Santa Cruz y Chihuido, provincia de Neuquén.

También se contempla la asistencia a la provincia de Mendoza para obras correspondientes a la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento y transferencia para la construcción del dique Punta Negra, entre otras.

En energía nuclear se asistirá principalmente a la empresa NASA con el propósito de financiar las obras de prolongación de la vida útil de Embalse y las obras correspondientes a la actualización de Atucha I.

En lo que se refiere a comunicaciones se destinarán recursos por 6.221 millones de pesos, y entre otras acciones se llevarán adelante las políticas nacionales para el desarrollo de las telecomunicaciones con el objetivo de democratizar el acceso a la información, la comunicación y la nueva tecnología en todo el territorio nacional, acortando así la brecha digital.

A esto se suma la creación de la nueva Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -AFTIC-, que se encargará de la regulación del sector.

Se continuará con la expansión de la Red Federal de Fibra Óptica, dentro del Plan Nacional de Telecomunicaciones "Argentina Conectada".

Se mantendrá el apoyo a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales -ARSAT- para la implementación del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre, que ya cubre al 89 por ciento de la población argentina, así como el desarrollo del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, que es un orgullo para nuestro país.

Inversión en servicio social. Retomando la finalidad de los servicios sociales, de los cuales ya hablé extensamente cuando me referí a la seguridad de asistencia social, ahora me voy a referir a la inversión en infraestructura.

Como se observa en la parte naranja de la torta, la inversión en esta finalidad alcanzará en 2015 los 60.373 millones de pesos, de los cuales vivienda, urbanismo, educación y cultura, junto con agua potable y saneamiento, se llevan la mayor parte.

En lo que respecta a vivienda y urbanismo, tenemos dos grandes grupos de asignaciones presupuestarias. Por un lado, están las que se financian a través del Ministerio de Planificación Federal y, por el otro, las que se asignan al Procrear, es decir, al Programa de Crédito Argentino del Bicentenario.

En lo que respecta a la iniciativa de financiación a través de obra pública, se destacan el Programa Desarrollo Infraestructura Habitacional "Techo Digno", el Programa Federal de Mejoramiento Habitacional, el Programa Federal de Viviendas y el Plan de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios.

También se resaltan las iniciativas destinadas a satisfacer los problemas habitacionales en el ámbito de la Cuenca Matanza-Riachuelo.

Y a través de Procrear se continuará entregando créditos hipotecarios para la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas, como así también para aquellas que son construidas a través de desarrollos urbanísticos.

Como dije, la inversión en educación y cultura se lleva una parte importante del total de la inversión en infraestructura y equipamiento. En 2016, esa cifra ascenderá a 14.658 millones de pesos. Dentro de ésta se destaca, en primer lugar, la asistencia financiera al Programa Conectar Igualdad, cuyo fin a nivel federal es alcanzar la inclusión digital mediante la entrega de una computadora a cada alumno y a cada docente. En segundo término, están las obras de infraestructura escolar, las que se derivan también de la ley de financiamiento educativo y de la ley de educación nacional, que ya mencionamos.

En el período 2003-2015 se han terminado 1.900 escuelas y se refaccionaron 6.200 edificios escolares. El año 2015 nos encuentra construyendo 693 escuelas, terminando de refaccionar 780 edificios escolares y acelerando las obras de infraestructura para cumplir con la ley 27.045, sobre la obligatoriedad de la sala de cuatro años.

Respecto de la inversión en agua y saneamiento, continuarán los esfuerzos para la ampliación del servicio de agua potable y cloaca, que mejora el servicio existente, resaltando además que en la última década se han incorporado al suministro de agua 1.700.000 hogares, así como se han integrado al sistema de cloacas más de 800 mil familias.

Dentro de lo que es el ítem de la inversión, y ya entrando en el ámbito de las provincias, cabe destacar las transferencias para infraestructura económica social provincial, que en el gráfico se observan en color verde. Se estima que estas transferencias alcanzarán el próximo año los 17.893 millones de pesos.

En este cuadro se observan las transferencias que de manera automática envía al Tesoro Nacional a las provincias a través del Fondo Federal Solidario que, como todos saben, se financia con el 30 por ciento de los derechos de exportación de la soja y sus derivados. Los envíos que hemos hecho desde 2009 alcanzan los 64.000 millones de pesos que, como recién mencioné, se tradujeron en obras tanto en las provincias como en los municipios.

Con referencia a la coordinación fiscal con las provincias, en este cuadro vemos los Recursos de Origen Nacional -RON-, que han tenido un excelente desempeño, con un crecimiento interanual estimado para el cierre de 2015 del 35 por ciento, impulsado principalmente por la coparticipación de impuestos y, en segundo lugar, por los regímenes especiales. Siempre hay que recordar que estos recursos se envíen a las provincias en forma diaria y automática.

Para el ejercicio 2016 está previsto un crecimiento interanual de los Recursos de Origen Nacional del 27,3, lo cual significa 112.000 millones más que lo estimado para el presente año.

En este gráfico se puede ver la evolución histórica de los Recursos de Origen Nacional para mostrar cómo era la realidad del año 2003, cuando Néstor Kirchner asumió como presidente, y cuál es la situación doce años después. En efecto, estos recursos pasaron de 20.000 millones en 2003 a 410.000 millones en 2015, lo cual implica un crecimiento de más del 1.900 por ciento. O si lo miden en dólares, para los que les guste esa forma de medir, pueden ver que en 2003 se transfirió el equivalente a 6.824 millones de dólares, mientras que en el año 2015 esta cifra será por un equivalente de 45.000 millones de dólares.

Y así como hubo planes y políticas de desendeudamiento a nivel nacional, también se tomaron medidas de desendeudamiento a nivel provincial. En este caso, el gobierno nacional, a lo largo de estos últimos doce años, fue tomando decisiones e implementando una catarata de medidas para dar tratamiento a la deuda provincial. Entre éstas se destacan durante la gestión de Néstor Kirchner el canje de la deuda provincial -porque se reestructuró el 53,5 por ciento del stock de deuda de las provincias ingresadas al programa, que equivale a 33.587.000 pesos-, el Programa de Unificación Monetaria -porque se rescató el 98,4 de las cuasimonedas emitidas por las provincias que ingresaron al programa-; y los Programas de Asistencia Financiera.

La medida a favor de la deuda de las provincias se mantuvo durante la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien a través del decreto 660/2010 creó el Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas, que reestructuró la deuda de dieciocho provincias a veinte años, eliminando el ajuste por CER, con una tasa fija del 6 por ciento anual, es decir, con un financiamiento muy barato, casi diríamos regalado.

Ya en el año 2014, continuando con los objetivos del programa, se incorporaron al universo de reprogramación las deudas originadas en los Programas de Asistencia Financiera de los años 2011 a 2013, alcanzando un stock total al 31 de diciembre de 2013 de 69.000 millones de pesos, que se agregaron al programa general.

Durante este año se incorporó al programa la asistencia financiera del año 2014, lo que implicó incorporar 5.000 millones de pesos adicionales.

Cabe destacar que originalmente las asistencias financieras de 2011 a 2014 se otorgaron con un vencimiento a ocho años, con lo cual al ingresar al nuevo sistema se amplió hasta el año 2030. Adicionalmente, durante los años 2013 y 2014 se distribuyeron 19.248 millones de ATN, que se aplicaron a la reducción de la deuda provincial.

Por último, en relación con las medidas tomadas, se destaca la ampliación del período de gracia hasta el 30 de septiembre de 2015, lo cual implicó que las provincias dejaran de pagar 7.585 millones de pesos en 2014, y 5.500 millones en el tercer trimestre de 2015.

¿Cuál ha sido el resultado de todas estas medidas? Lo podemos observar en ese gráfico que estamos viendo.

En la línea roja podemos ver cómo baja la deuda de las provincias en porcentaje del PIB hasta alcanzar en la actualidad el 3,9 del producto y cómo mejora el ratio, stock, recursos corrientes, que es lo que está en azul. Lo que es más positivo aún es que solamente el 1,9 del PIB de ese 3,9 está en manos del sector privado.

Esto no ocurrió de un día para el otro. Llevó años de trabajo arreglar los errores que se cometieron en materia de deuda provincial.

De la misma forma en que se cuidaron los logros en materia de seguridad social y educación, es importante seguir de cerca la evolución de las deudas de las provincias para que nunca más vuelvan a caer en sobreendeudamientos y en default.

Esta política seguida desde el 2003 al 2015 y los números de créditos proyectados para el 2016 son en función de cumplir con los grandes objetivos. Es decir, cumplir con que se mantenga la actividad privada, que significa trabajo, cumplir con los sectores sociales desprotegidos y con los sectores más humildes en todos los planes de desarrollo. Tiene que ver, fundamentalmente, con que en los momentos que es necesario, el gasto producido por la Nación sirva para profundizar las medidas activas para el mantenimiento de la actividad, frente a la situación que vive el mundo. Esto implica dignificar a los argentinos con trabajo y producción.

De alguna manera esto es cumplir con la justicia social, ser libres en nuestras decisiones y no estar dependiendo de las posiciones de organismos internacionales, como estuvimos en algún momento, y mantener la soberanía económica, a pesar de los buitres. Gracias a todos. (Aplausos).

SR. PRESIDENTE FELETTI Tengo anotados para hacer uso de la palabra a los señores diputados Sturzenegger, Laspina, Lozano y Ciciliani.

Pero antes que nada, como fue aludido en la exposición de uno de los secretarios, le voy a dar la palabra al señor diputado Federico Pinedo para que responda a la alusión.

SR. PINEDO Señor presidente: el kirchnerismo denuncia a la oposición por mentir con los índices. Es una experiencia formidable, novedosa y extraordinaria.

Primero voy a referirme al número que mostraba en pantalla el viceministro, o en realidad el secretario -ese es su cargo- cuando mencionaba el "índice Pinedo".

Lo cierto es que no he estado en los últimos meses sobre la gestión de esos índices, de manera que no le puedo dar una explicación; pero de todos modos intentaré dársela.

Está claro que lo que hay ahí es un error de los sumandos, como le llama el secretario a las consultoras que hacen cálculos de aumentos de precios, o un error muy tonto en el cálculo del promedio. Ya voy a averiguar de qué se trata y se lo voy a informar. Y por supuesto que si el error es nuestro lo voy a decir inmediatamente.

Básicamente el punto del secretario es que nosotros mentimos, que es un mamarracho lo que hacemos y que cometimos errores.

Desde el primer presupuesto totalmente propio, que fue del 2004 al 2014 -el último que tenemos-, el kirchnerismo gastó 132.000 millones de dólares por encima de lo votado por el Congreso argentino. Esto surge de una cuenta sencilla que es la diferencia entre lo votado y lo ejecutado y dolarizado por un promedio de tipo de cambio hecho año por año.

Eso implica un desvío del 20 por ciento de lo votado. No sé si es un mamarracho, una mentira o un error. Lo dirá el secretario, pero es bastante voluminoso el error.

En el año 2014 estimaron un superávit de las cuentas fiscales y finalmente tuvieron un déficit de 195.000 millones de pesos. ¿Eso es un mamarracho, una mentira o un error?

Ahora calculan que la inflación del año que viene va a ser más o menos del 15 por ciento. Sin embargo dicen que van a crecer los recursos tributarios al 25,7, que va a haber un aumento de aportes y contribuciones del 25,97 y que va a haber un aumento del IVA del 26,3.

¿Cómo se tiene una inflación del 15 y un aumento del IVA del 26,3 con un crecimiento del 2,3? ¿Eso es un mamarracho, una mentira o un error?

De todas maneras y más allá de los calificativos quiero recordar una de las principales vergüenzas de la Argentina en los últimos años: la mentira del INDEC.

La mentira del INDEC primero se hizo para tratar de ocultar el comienzo de la inflación y se termina utilizando para ocultar a los pobres de la Argentina. Es una vergüenza, realmente es una vergüenza; deberían tener vergüenza.

La mentira del INDEC motivó que no se contentaran con mentir sino que pasaran a perseguir a los ciudadanos comunes que opinaban sobre el aumento de precios. Y no solamente los perseguían sino que les cobraran multas de 500.000 pesos de ese entonces, que no sé cuánto sería ahora con la inflación que han generado.

Muchos de esos consultores tuvieron que ir a la Justicia para defenderse de esa multa por opinar en un país democrático. Sus derechos fueron reconocidos por la Justicia, lo que nuevamente debería avergonzar al gobierno que tuvo esa actitud antidemocrática.

Pero como los multaban y les querían impedir que hablaran, un grupo de diputados decidió asumir la difusión de los valores elaborado por esa gente que era perseguida, ya que a los legisladores no nos pueden meter presos porque tenemos fueros.

Nosotros no hacemos los números como si fueran nuestros. Simplemente nos limitamos a transmitir esos cálculos a la población porque nos da vergüenza que en un país democrático se persiga a alguien por opinar. Queremos resguardar ese derecho de opinar, no el contenido de los números.

De todas maneras, los números que se fueron dando en lo que se llamó "Índice Congreso", eran coincidentes o estaban muy cerca de los números que daban algunas provincias sobre el aumento de precios, incluidas provincias socialistas, la administración de la Ciudad de Buenos Aires y provincias peronistas como la de Mendoza.

Evidentemente no eran números que tendían a mentir sino que tendían a reflejar lo que reflejan estos cálculos del presupuesto con los aumentos del IVA que prevén.

Así que le agradezco al señor secretario que nos aconseje no usar el nombre "Congreso" para difundir ese índice, aunque en realidad nosotros somos parte del Congreso y nos enorgullecemos de que el Congreso argentino proteja a ciudadanos argentinos que han sido perseguidos por el gobierno por opinar.

De todas maneras, lo podemos discutir. A lo mejor cambiamos el nombre "Índice Congreso". Pero también nos gustaría que ustedes dejen de usar el nombre "Índice Argentina" para las mentiras que hacen. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, licenciado Emmanuel Álvarez Agis.

SR. ÁLVAREZ AGIS En primer lugar, quiero remarcar que el adjetivo "mamarracho" lo usé para referirme al índice y no a un diputado. De hecho, valoro la posición que tuvo el diputado Pinedo en ocasión de la presencia aquí del ministro de Economía, cuando se hizo cargo del índice, respecto del cual confesó que no tenía en claro cómo se calcula y dijo que iba a revisar las cuentas. Yo le pediría que no sólo revise la de agosto, porque es un error sistemático del índice sobrestimar el promedio que da cuando uno suma y divide por la cantidad de consultoras o sumandos. De hecho, la cuenta de 20 divido 11 da 1,8. Y el índice que arman estos diputados da 2,2. El diputado Pinedo en particular dice que es coincidente con los indicadores de algunas provincias. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gobernada por el partido al que él mismo pertenece, dice que la inflación en ese mismo mes fue de 1,8. Y usted dice que fue de 2,2. Entonces, no es que no le creen sólo al INDEC cuando calcula la inflación; tampoco le creen a Macri, puesto que promedian un índice que habla de precios de la Capital Federal y, a lo sumo, del AMBA, para terminar diciendo a cuánto ascendió la inflación en un distrito donde hay un Estatuto de Estadísticas que la calcula todos los meses. Por tanto, el problema de credibilidad es generalizado.

Por otro lado, el diputado Pinedo denuncia un desvío del 20 por ciento de lo gastado respecto de lo presupuestado, pero yo diría que es al revés: ese es un dato muy alentador que da la idea de una muy buena gestión del presupuesto de un país. Los presupuestos de las empresas trabajan con desvíos de más o menos un 30 por ciento. Es un estándar internacional, no nacional. Imagínense lo que ocurre en un país donde además de todas las variables que uno debe ponderar tiene que estimar el crecimiento de otros países, del mundo, la inflación de otros países, los tipos de cambio, las variables financieras, etcétera. Pienso que decir que ese desvío es muy grande da cuenta de un desconocimiento sobre la materia.

Por otro lado, está el tema de la recaudación. Lo invito al diputado Pinedo que mire si el aumento de la recaudación en cualquier lugar que hemos presentado y en la realidad es igual a la suma del crecimiento más la inflación. Nunca es así. Nunca esos dos números coinciden. No coinciden en 2016 por la sencilla razón de que, para citar un solo ejemplo, la dinámica de los impuestos relacionados con el comercio exterior dependen de las exportaciones, de los precios internacionales y del tipo de cambio. Ninguna de esas variables hacen referencia al crecimiento -las exportaciones son una parte muy chiquita- ni a la inflación doméstica. Dicho en criollo: ¿qué tiene que ver la recaudación por retenciones con la inflación argentina y con el crecimiento argentino? Nada. Sí tiene que ver con el precio de la soja, con la cosecha, con el crecimiento de nuestros socios comerciales, con la demanda mundial y con el tipo de cambio. Por tal motivo, decir que el presupuesto está mal porque la recaudación no es igual a la suma del crecimiento más la inflación es no reconocer los factores que afectan la recaudación. De lo contrario no tendríamos una estimación de recaudación tan compleja como la que tenemos. Tomaríamos el crecimiento más la inflación y listo. Sin embargo, en nuestras proyecciones estimamos tributo por tributo porque la dinámica, por ejemplo, del IVA, no es la misma que la del impuesto a las ganancias. Una depende del consumo y la otra depende de las empresas.

Diputado Pinedo: le estoy contestando. Le agradecería una mínima señal de respeto y que me escuche a mí en vez de al diputado Sturzenegger.

Por último, me sorprende que desde un partido me hablen de multas por opinar cuando se trata de los mismos que clausuraron un medio de comunicación en ocasión de que éste hiciera una denuncia por corrupción que los involucraba. (Aplausos.) Creo que hay que tener un poco más de cuidado cuando se habla de estas cosas.

SR. PINEDO ¡No mienta, secretario!

SR. ÁLVAREZ AGIS Dicho esto, les recomiendo que consigan una calculadora, hagan la suma correspondiente y dividan el resultado por la cantidad de consultoras. Les va a dar una inflación sustantivamente más baja que la que vienen diciendo mes a mes.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.

SR. STURZENEGGER ¿Por dónde empezar? Espero que no crea, señor secretario, lo que dijo. Porque usted el 3 de septiembre endeudó al Estado argentino a una tasa cercana al 30 por ciento. Si la inflación es del 15 por ciento, considero que es difícil de explicar que se le dé al sector financiero esa tasa de interés real.

El 23 de julio volvió a hacer lo mismo a una tasa similar. Le pido que le avise al presidente del Banco Central que está colocándo Lebac también al 30 por ciento, en una economía con una inflación del 15 por ciento. Me parece, entonces, que ni usted cree en las cosas que hace.

Vamos a hablar de estas mentiras, errores y mamarrachos. Voy a empezar con otras series. Me tomo unos minutos para esto y después voy al tema del presupuesto.

Arranco con el desempleo. El desempleo se computa tomando un cociente, una división, entre la gente que busca trabajo y la población económicamente activa. Son dos variables de datos que históricamente -tomamos veinte, treinta años- se mueven con una muy baja correlación. Sin embargo, desde 2011 la correlación entre ambas variables es de 1. Es decir que sube el número de desempleados y sube la población económicamente activa. Algunos se sorprenden de que el ratio se mantiene exactamente igual. Por supuesto: cae el número de desempleados, cae la población económicamente activa y el ratio queda igual. No sé si es un mamarracho, una mentira o un error. Le pido que solicite a sus ayudantes que computen desde el año 2011 dos series que no tenían ninguna correlación durante veinte años y ahora pasan a tener una correlación de 1.

En cuanto al PBI, fíjense qué interesante lo que pasó. Nosotros también tuvimos que sacar una estimación del PBI, que fue muy criticada. ¿Cuál es la distorsión que se produce en la estimación del PBI? En el PBI, como usted debe saber, se produce el PBI real por el cambio en las cantidades producidas de cemento, autos, trigo, soja, etcétera, pero también hay variables que parten de lo nominal, como por ejemplo el sector financiero. Para estimar el valor del PBI del sector financiero se toma la cantidad de depósitos, de créditos y plazos fijos, y se deflacta por un cierto número para tener un valor real de cuánto está creciendo el sector financiero. Si ustedes miran los datos de las estadísticas del PBI de la Argentina de los últimos años, hemos encontrado años donde el PBI del sector financiero ha crecido más del 20 por ciento en términos reales. Es un mamarracho, es un error, es una mentira. Ciertamente, no es la realidad.

Lo más gracioso de todo esto es que el año pasado se hizo un cambio de la base del PBI del año 1993 al 2004, y lo más increíble es que la nueva serie resultó que era mucho más parecida a la del PBI del Congreso que a la vieja serie del INDEC. Si uno computa los errores medios cuadráticos -no sé si el secretario conoce de qué se trata esa medida estadística-, da mucho menos la diferencia entre el PBI del Congreso y la nueva serie del PBI del INDEC que con la vieja serie del INDEC. ¿Mamarracho, mentira o error? Al final, resulta que el propio INDEC reconoce que la serie del PBI del Congreso era más certera. Para ver esto, lo puede hacer computar y calcular por medio de sus ayudantes.

Con esto llegamos al IPC. Ya habló el diputado Pinedo al respecto. Es importante entender que esto arranca de gente que se sintió perseguida, que sintió que le iban a hacer juicio si emitía una opinión sobre algo. Esta opinión después se puede tomar como buena o como mala, pero se la llevó a la Justicia simplemente por emitir una opinión.

Es decir que esto empezó con persecución.

El gráfico que usted hace está equivocado porque en aquél momento, una serie de consultoras decidieron participar en ese índice de forma anónima para no ser perseguidas. Lo que se toma es el promedio entre todas esas consultoras. Si luego aparece una nueva consultora no se adiciona porque no sería comparable metodológicamente el índice.

Si usted mira el gráfico que mostró, va a ver que varios de los índices que están no existían cuando el índice del IPC del Congreso comenzó a funcionar. Después se mantuvo con una metodología totalmente estándar y regular, que computa el promedio entre ciertas variables, que no son todas las que usted tiene ahí, que pretende que eso sea el promedio de lo que pone en la pantalla. De manera que hay variables que no están ahí, y a la vez ahí están algunas que no están en el índice que se computa.

Como decía Pinedo, el índice da números muy parecidos. Por supuesto, no exactos en cada mes. Por ejemplo, los índices de la provincia de San Luis hasta la actualidad.

Después algunas provincias abandonaron esto y el tema de reportar la verdad. Pero San Luis, Neuquén y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -sacando las diferencias que puede haber de metodologías en algún mes puntual- dan números muy parecidos cuando uno mira la serie. Esto lo hemos mostrado sistemáticamente en las presentaciones.

Lo otro que resulta absolutamente sorprendente es que el INDEC sistemáticamente se ha negado a publicar los precios promedios de los bienes que releva, algo que sí hace Ciudad de Buenos Aires.

Por ejemplo, en el índice está el asado, que está relevado en la Ciudad de Buenos Aires en un valor; la lechuga está en este otro valor. De esta manera uno entiende, sabe, puede contrastar y puede ver si ese es un precio razonable o no.

El INDEC sistemáticamente se ha negado a publicar eso. Me preguntaría por qué, porque no sabemos bien cuáles son los números que figuran allí.

No voy a hablar del tema de la pobreza. Cuando ustedes dicen que la pobreza en Argentina es menor que en Alemania, la verdad que la gente directamente se les ríe.

Pero hoy sumaron a todos estos mamarrachos, errores y mentiras que ustedes hacen con las estadísticas otra cosa: la edición. Algo a lo cual el kirchnerismo es bastante propenso.

Voy a dar un ejemplo de algo que mostró Pablo López simplemente para ilustrarlo, porque en la presentación del viceministro fue fantástico. Cuando uno mira cómo se toman los períodos se veía que estaban particularmente seleccionados.

En el proceso de desendeudamiento, cuando uno mira la composición de la deuda externa neta de la Argentina, sacando la deuda intrasector público -varios de los gráficos apuntaban en ese sentido- y lo reduce, hay un concepto que yo comparto que es que cuando uno mira las deudas tiene que mirar los activos también. Si uno toma un activo y un pasivo, como sería el swap chino, no cambia nada. Es decir, tengo un activo y tengo un pasivo. Pero si uso reservas para cancelar deudas, tampoco pasa nada. Bajo un activo y bajo un pasivo. Es el ejemplo del crédito hipotecario que se dio.

Entonces, cuando uno mira la deuda externa neta de Argentina, por ejemplo las reservas también netas, porque hay que sacar los pasivos externos de esas reservas, se ve que hay un proceso de desendeudamiento muy fuerte. Pero ese proceso de desendeudamiento termina en el año 2010.

Sin embargo, con la misma metodología que les puedo mostrar que desde el 2004 o 2003 al 2010 hay una caída muy fuerte en el nivel de endeudamiento de Argentina, del 2010 al 2015 la deuda Argentina se duplica. Después le paso con muchísimo gusto los datos al señor secretario.

El tema de la edición se produce porque se muestra un gráfico de desendeudamiento del año 2007 y el 2014. Y si bien no tengo en la cabeza los números de esos años, hay una pequeña edición porque del 2007 a 2010 hay un fuerte desendeudamiento, pero del 2010 al 2015 ese proceso se revierte.

Esos son los comentarios con respecto a todo este tema que plantó el secretario.

Nosotros miramos el presupuesto, y las planillas no suman. No suman. Las filas no suman el total. ¿Es un mamarracho o es un error? En el Excel no suman. Ya lo dijimos el año pasado. Nos traen los archivos que no suman las filas para tener los totales. Con lo cual no sé si es que hay filas que faltan. El año pasado comenté que faltaba la fila del sueldo del vicepresidente. Este año sigue faltando esa fila. Lo doy como un ejemplo. Creo que le pagan.

Usted nos habla de los mamarrachos y nos entregan un presupuesto que no lo podemos estudiar porque no suman los números.

El diputado Pinedo hablaba de las inconsistencias. Si el IVA sube 26 por ciento y sube como porcentaje del PBI con una inflación del 15, con un crecimiento del 3 por ciento, ¿qué cambio hay en la composición del PBI para que el IVA suba tanto? Sobre todo, cuando entiendo -corríjame si leí bien- que hay un sesgo del crecimiento hacia la inversión y fuera del consumo. Ni siquiera se lo pido para que me conteste, simplemente quiero dejarlo referenciado.

Por otro lado me llamó muchísimo la atención esta crítica a Tsipras como el gran ajustador griego y a Lula como el gran ajustador brasileño. Le recuerdo que hace un par de semanas trajeron a Lula a un acto. Avísenle que es un gran ajustador y defensor de las corporaciones financieras internacionales.

Ustedes presentan un presupuesto donde la recaudación aumenta un 26 por ciento y el gasto 15. Eso es exactamente lo que han hecho los griegos. Aumentar la recaudación mucho más que el gasto.

Me quedé totalmente desconcertado porque hay un ataque visceral a lo que hizo Tsipras en Grecia y después este presupuesto repite exactamente eso. Muy desconcertante. No sé si es un mamarracho, un error o una mentira.

En cuanto al artículo 35, que tiene su equivalente en el presupuesto del año pasado y se refiere al fondo de desendeudamiento, dice así: "El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas deberá informar periódicamente a la Comisión Bicameral creada por el artículo 6° del decreto 298 de fecha de 1° de marzo de 2010, el uso de los recursos que componen el fondo de desendeudamiento."

Yo quería preguntarles muy concretamente si en cumplimiento de esta ley -me refiero a la del año pasado- ustedes informaron lo que corresponde a este ejercicio y lo que corresponde al ejercicio del año pasado el uso que se le dio al fondo de desendeudamiento y a los recursos. En ese sentido quiero una respuesta concreta de qué informe se presentó y a qué comisión bicameral se presentó.

Por último quiero comentarle algo, básicamente al secretario Pezoa.

En este momento el gobierno está haciendo algo que es bastante sorprendente para un gobierno que se dice nacional y popular. Me refiero a que en la Argentina el petróleo se vende a 67 dólares. Este es un acuerdo de palabra apañado por el gobierno nacional.

No sé qué hace la comisión de Defensa de la Competencia que permite que haya un acuerdo apañado por el gobierno donde el precio de los combustibles -en particular del gasoil- es del 70 por ciento más alto del que habría en un mercado competitivo.

Cuando uno habla con los productores agropecuarios de toda la Argentina dicen que si el gasoil, que es un insumo importante de la producción, les cuesta el 70 por ciento más de lo que sale en cualquier país con el que compiten, el nivel de competitividad y su capacidad exportadora se ven mermadas. Esto es dramático particularmente en el noroeste argentino.

Por supuesto que también esto lo viven los argentinos con el valor de la nafta porque pagan un precio que es un 50 o 60 por ciento más alto que lo que costaría en un mercado competitivo.

Esas dos cosas representan una transferencia a las petroleras de productores y consumidores de 6.000 millones de dólares anuales; bien Nac & Pop. Sacarle al productor agropecuario, sacarle al pequeño empresario, sacarle a la persona que carga nafta y pasárselo al sector petrolero.

Quería saber si han estimado el impacto recaudatorio de esta política que lleva adelante, casi inexplicablemente, el gobierno nacional.



SR. PRESIDENTE FELETTI Quiero hacerle una aclaración al diputado Sturzenegger. No sé si usted tuvo en cuenta que en 2010 se pusieron "performing" 12.500 millones de dólares por el Canje II. Eso implica un cambio.

SR. ÁLVAREZ AGIS En efecto, ese es un punto: cuando uno hace un canje está reconociendo una deuda que antes estaba en default, con lo cual, desde el punto de vista estadístico, es un error computar eso como un endeudamiento. Por el contrario, es hacerse cargo políticamente del endeudamiento que contrajeron antes con operaciones como las que firmó el diputado Sturzenegger, como el megacanje y el blindaje. O sea que lo que hicimos fue arreglar ese pequeño lío que a sola firma le sumó 30.000 millones de dólares más de deuda externa a la Argentina.

Estoy empezando a pensar cuáles fueron las razones de esa decisión.

SR. KUNKEL No lo hizo por convicción sino por comisión.

SR. ÁLVAREZ AGIS Espero que el error del promedio respecto del IPC Congreso no lo haya tenido en aquella ocasión. Eso explicaría muchísimas cosas. Y estoy hablando a su favor, porque la otra hipótesis es peor.

Pero, a diferencia de usted, no voy a hacer argumentos ad hóminem. Cada palabra que digo acá, la creo. Incluso le creo a usted, diputado Sturzenegger, cuando habla en castellano, teniendo en cuenta lo que usted mismo dijo, en el sentido de que sólo habla con la verdad cuando habla en inglés. Cuando habla en castellano habla de sus hijos, de la familia y de que está bien decir la verdad. Y lo que realmente cree lo dice generalmente en inglés. Sin embargo, yo trabajo sobre la hipótesis de que usted cree en lo que dice, a pesar de que ya ha demostrado que no es así porque lo ha confesado usted mismo. Por eso me permito traer esto a colación en esta discusión.

La verdad es que lo que acaba de decir el diputado Sturzenegger es absolutamente inconsistente. Decir que la tasa de actividad y la tasa de desempleo con variancia igual a 1, implica decir que el ratio está constante. Lo dijo usted mismo: "El ratio está constante". El ratio de desempleo está bajando, con lo cual si la variancia fuera 1 el desempleo no podría bajar. Y viene bajando. O sea que, la variancia no es 1, o el desempleo no baja. Le pido que revise Estadística I, donde a la variancia se le aplica la raíz cuadrada y, así, se calcula el desvío.

Si me tira una cuenta mal, como hace con el IPC que calcula, como hizo con el megacanje y como hace ahora con el desempleo, y encima quiere que le conteste que su argumento está bien, ¡estamos todos locos, diputado! O hace el argumento bien o me deja que le explique por qué el argumento está mal en términos algebraicos.

También usted habló del PBI y de los cálculos nominales. Quisiera aclararle que el trabajo estadístico que se está haciendo con el IPCNu es el mismo que se está haciendo con el PBI. Es el propio Fondo Monetario Internacional -que antes les decía a los funcionarios lo que tenían que hacer en materia de política económica, y no en materia de estadísticas- el que también está referenciando los cálculos que estamos haciendo con el PBI con la nueva base, que además tiene muchísima más información y está abierta a muchísimas más letras. Además, el Fondo no nos ha planteado esa opción que sólo usted encuentra y que no está justificada. Es el propio Fondo el que dice que los números de crecimiento del PBI de la Argentina están bien.

Vuelvo al IPC que calculan ustedes para decir que la respuesta que me acaba de dar demuestra nuevamente que están cometiendo un error matemático. Cuando uno mira, por ejemplo, el mes de agosto -aunque pasa para todos los meses-, su índice, diputado, da 2,2. ¿Sabe cuántas consultoras dan más de 2,2 para agosto? Una sola: Ecolatina. Todas las otras dan menos. Y por el teorema de no me acuerdo quien, eso implica que si usted promedia una sola de las consultoras que da menos, tres, cuatro o cinco consultoras les van a dar menos. Cuando todos los sumandos son menores que el promedio, el promedio no puede dar arriba del sumando.

SR. STURZENEGGER ¡Mídalo!

SR. ÁLVAREZ AGIS No me interrumpa, diputado, que yo lo escuché reformular la matemática con suma atención.

O sea que el índice que ustedes calculan está por arriba de todas las consultoras menos una. Y ustedes me dicen que calculando tres, cuatro o cinco consultoras, da más alto. No da de ninguna manera. Yo le pido que mejor hable con sus asesores o trabajadores. Yo no tengo ayudantes. Esa es otra cosa que nos diferencia. Yo tengo trabajadores que integran mi equipo de trabajo. Esas palabras son propias de otra ideología. Pero no importa: hable con los trabajadores que lo asisten en la Cámara de Diputados y pídales que le armen una respuesta consistente, porque las que da la embarran más.

Si es como usted dice, el resultado es peor todavía. Porque uno más uno es dos. Lo que usted me está diciendo es que suma uno más uno y le da cinco. Y después quiere discutir sobre filas que no suman el total. Claro, si no puede lograr que le sume el total el IPC que calcula, ¿cómo va a lograr que le sumen el total las filas que están presentadas en el presupuesto?

El año pasado hizo esto mismo. Le contestamos, le mandamos toda la información correspondiente y le explicamos que estaba sumando mal, pero se ve que no ha tomado en cuenta esas cuestiones.

Cuando hace el argumento del IVA, nuevamente la vuelve a pifiar, porque se está refiriendo a la suma del IVA de DGI más DGA. DGA es Aduana, con lo cual estamos hablando de impuestos relacionados con el comercio exterior. Aquí aplica la explicación que le acabo de dar al diputado Pinedo: que no depende de la actividad interna sino de los precios internacionales, del crecimiento de nuestros socios, etcétera. O sea que está mal. De vuelta: no aplica la crítica.

Hay algo que sí quiero reconocerle al diputado Sturzenegger: por lo menos respeta su mandato democrático. A pesar de nuestras diferencias, se ha quedado laburando en esta reunión de la Comisión de Presupuesto y ha escuchado nuestra exposición. Por eso me tomo el tiempo para explicarle y tratar de saldar algunas de sus dudas. No ocurre lo mismo con algunos que querían gobernar la Ciudad y no pueden meterle una horita de trabajo a la ley de leyes. Pero son cosas que pasan.

Yo no acuso a ningún presidente de hacer ajuste. Para colmo confunde los mandatos. Estoy hablando de las medidas recientemente anunciadas en Brasil, donde gobierna Dilma Rousseff. Soy muy respetuoso de las políticas de otros países. Lo único que estoy diciendo es que esas recetas generan resultados concretos que son medibles y cuantificables. Luego, mi posición moral y ética respecto de quienes aplican esas políticas quedará para mi fuero íntimo. Lo que estoy diciendo en mi carácter de secretario de Política Económica es que si hago un ajuste va a pasar lo mismo que está pasando en todos los países que están aplicando un ajuste al pie de la letra. Es lo mismo que pasó cuando, por ejemplo, su gobierno aplicaba al pie de la letra las políticas del Fondo Monetario Internacional. Nos metieron en la peor crisis económica, financiera y social de la República Argentina. Tal vez usted no tenía estos datos y experiencias que le enseñaran que esa era una muy mala política económica. Ya está. Fracasó. El costo lo pagamos todos los argentinos. Ahora no vamos a volver a caer en ese error.

Nosotros no estamos mandando un presupuesto con ajuste. Esto se lo acaba de decir -debería haberlo escuchado- el diputado Pinedo, cuando dijo que, respecto de los presupuestos que presentábamos antes, nosotros teníamos un desvío de más 20 por ciento de gasto, con lo cual cuando vimos que las condiciones externas venían mal, lo que hicimos fue gastar más de lo que recaudamos, es decir, no ajustar. Pero esa capacidad de reacción debe quedar a criterio del hacedor de la política económica, porque obviamente, si las condiciones del mundo cambian, aplicar un presupuesto que estuvo previsto y calculado hace doce meses es una mala política económica. Por eso insisto en que hay que comprender la herramienta. Uno hace un presupuesto. Después, como mostré, si el mundo en vez de crecer un 3 por ciento crece un 1,5 por ciento, está en uno trasladar ese ajuste externo al mercado interno o hacer políticas contracíclicas, que por otro lado están reconocidas en cualquier foro internacional o en cualquier país como las medidas que hay que adoptar en situaciones como las actuales.

Por último, me voy a referir al tema del precio del petróleo. Soy el presidente de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, leo el Boletín Oficial todas las mañanas, y lo invito a que vea el decreto que estipula el plan de estímulo que usted dice que arregló el gobierno con un par de productores de petróleo. Pensemos esto dos segundos. ¿Usted está diciendo que el precio del petróleo lo arregló el gobierno en una habitación con cuatro o cinco empresas de palabra, y que nosotros pagamos 67 dólares, sin un decreto ni una resolución de por medio? Esto no resiste ni dos segundos de análisis, diputado. ¿Usted dice que se están pagando 6.000 millones de dólares por debajo de la mesa? Ni siquiera tenemos forma administrativa de hacerlo. Sin un decreto que establezca un programa de estímulos para las empresas petroleras -las que, por otra parte, anunciamos en cadena nacional- no hay cuota ni presupuesto ni programas. ¿Vamos a anunciar en Cadena Nacional un acuerdo por debajo de la mesa? No tiene sentido alguno lo que está diciendo, diputado.

SR. STURZENEGGER ¡Los que lo pagan son los consumidores!

SR. ÁLVAREZ AGIS ¡Por favor, diputado, no me interrumpa! ¡Este es un debate en una comisión del Parlamento!

Lo que estoy diciendo es que anunciamos el programa, explicamos en qué se basaba, sacamos un decreto, una resolución, lo reglamentamos, hubo un dictamen conjunto entre la Secretaría de Comercio, el Ministerio de Industria, la Secretaría de Energía y la Secretaría de Política Económica, y el resultado es contundente:

Argentina es el único país de la región con plataformas de perforación que crecen en vez de caer, como ocurre en toda la región y en Estados Unidos.

Insisto, es insólito plantear que anunciamos una ley en cadena nacional, que después no mandamos al Congreso y la hacemos por debajo de la mesa. No voy a destinar más tiempo a contestar ese punto.

La verdad que las críticas que hemos recibido aportan poco al debate de una ley tan importante como ésta, y en general, cuando uno ve esas críticas en términos de la más absoluta lógica, no tienen lógica.

Sinceramente esperaba otro tipo de aportes, pero esas son las preguntas y ahí están mis respuestas.



SR. STURZENEGGER ¿Y el fondo de desendeudamiento?

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario López.

SR. LÓPEZ Respecto de la evolución de la deuda que mencionaba, la verdad es que si uno mira los ratios de deuda con privados y con organismos internacionales, lo que ve es una evolución consistente en el sentido de lo que yo marcaba.

Quisiera ver el cálculo que el señor diputado está haciendo y que se comprometió a mandarlo. Obviamente, eso no quita que pueda haber cierta variación en determinados años puntuales y en función de determinadas medidas asociadas a la regularización de pasivos que se llevó adelante durante todos estos años producto del default en el que se encontraba la economía argentina en el año 2003 y que implicó en muchos momentos del tiempo activar deuda que se encontraba en default. Pero eso no implica que haya cambiado el sentido o la composición y el nivel de sustentabilidad de la deuda en todos estos años.

En cuanto a la emisión al 30 por ciento. La verdad es que en realidad el 30 por ciento no es una tasa realizable. Usted sabe que esos bonos tienen tasas de interés que son variables y, por lo tanto, la tasa de interés es la que surge en cada momento del tiempo.

Si uno mira la evolución de estos títulos en el mercado, que fue ganando profundidad y liquidez, lo que hoy ve es que los rendimientos están cercanos al 25 por ciento, que es un rendimiento parecido a lo que reciben los ahorristas por los plazos fijos. Esto responde a una estructura de tasa de interés que es consistente con generar incentivos para el ahorro en pesos, como toda la política que se ha llevado adelante.

Respecto al fondo de desendeudamiento, al igual que el resto de la deuda, está toda la información disponible en nuestra página web, al día, actualizada y se puede consultar. Si se requiere alguna información adicional la podemos enviar sin ningún problema, pero está todo disponible en nuestra página web porque informamos periódicamente a través de esa vía.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor viceministro.

SR. ÁLVAREZ AGIS Quería hacerle un comentario sobre el tema del 30 por ciento.

La pregunta me preocupa porque las finanzas es un área de su especialidad. Como el secretario de Finanzas acaba de explicar, el cupón de esos instrumentos es variable, con lo cual esa tasa del 30 no existe. El Estado argentino nunca emitió bonos en pesos al 30 por ciento. Hoy, de hecho, ese rendimiento está en torno al 25 por ciento.

¿Le digo cómo es el rendimiento? Igual que el que paga Mauricio Macri. Perdón, un poco menor, porque nosotros lo hacemos sin pagar comisiones y ustedes les pagan comisiones a los bancos colocadores. Es decir que nos endeudamos a la misma tasa que el gobierno de la Ciudad sin pagarles comisiones a los intermediarios. Eso vale para nuestras colocaciones internacionales y para nuestras colocaciones locales.

Se lo digo porque en el benchmark de instrumentos y colocación que nosotros miramos, el gobierno de la Ciudad, que es un emisor habitual -más de lo aconsejable porque ha endeudado muchísimo a la Ciudad de Buenos Aires- vemos en las colocaciones qué tasas pagan, si es con comisiones y si es con bancos colocadores o no. En todas las emisiones hemos estado debajo de ese rendimiento.

Insisto, en este caso el trabajo de la emisión, el booking, el libro, el laburo o como lo quiera llamar, lo hace la Secretaría de Finanzas. No se le pagan comisiones a ningún banco para que haga el trabajo por el que nos pagan a nosotros para que lo hagamos, que es conseguir esos fondos.

De manera que nos endeudamos a la misma tasa que Macri, a quien no creo que el señor diputado acuse de endeudarse a no sé qué tasa, etcétera.

SR. STURZENEGGER No decimos que la inflación es del 15 por ciento, señor secretario. Justamente el punto es que no se puede emitir al 25 por ciento o al 28 por ciento pensando que la inflación es del 15.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Laspina quien concluye con los oradores por el bloque PRO.

SR. LASPINA Señor presidente: me gustaría entender cuál fue el razonamiento macroeconómico detrás de lo hecho en materia fiscal en los últimos años.

El déficit fiscal, excluyendo las transferencias por ganancias contables del Banco Central, según la mayoría de los pronósticos -ya que al viceministro le gusta tomar los pronósticos de inflación de las consultoras para corregirnos en las matemáticas-, están previendo que el déficit fiscal corregido por este financiamiento espurio del Banco Central es básicamente impuesto inflacionario presente o futuro. Ahora nos va a decir que la emisión monetaria no causa inflación, lo cual es un hallazgo de la ciencia económica del ministro Kicillof, que espero que el viceministro no avale, ya que lo veo demasiado solvente como para decir tamaña burrada, hablando de mentiras o lo que sea.

Argentina ha emitido como ningún país latinoamericano en los últimos años. Ha tenido la inflación más alta de Latinoamérica solo superada por nuestros colegas venezolanos, que aplican algunas de las recetas que ustedes están llevando acabo en Argentina.

La política contracíclica -como usted bien lo sabe- debe hacerse en las dos fases del ciclo económico. ¿Qué quiere decir? Que hay que ahorrar en las épocas de vacas gordas para poder desahorrar y gastar en las épocas de vacas flacas.

Ahora, Argentina ha venido subiendo no sólo el gasto sino el déficit fiscal, financiado con el Banco Central, algo de lo que voy a hablar en un minuto. Esto termina castigando la inflación y la pobreza, que ustedes no logran reducir desde el año 2007. Por eso han truchado las estadísticas de pobreza, porque no pueden demostrar que el modelo que aplica no logra generar una mejora sostenida en los indicadores de pobreza. Y no me voy a poner a discutir indicadores de pobreza porque lamentablemente no hay en Argentina buenos indicadores de pobreza. Lo único que sí vemos es que cada vez hay más pobreza con solo caminar la calle.

El déficit fiscal bien medido va a superar o va a rondar los cinco puntos del PBI. La pregunta es ¿por qué se hace política o se presenta un presupuesto -que como usted dice es una expresión de voluntad y de buenas intenciones- cuya expectativa es ajustar el déficit fiscal en más de 2 puntos del PBI, según las propias mediciones oficiales, en un momento en el que el mundo empieza a estar en una situación un poco más crítica?

En los últimos años, según números del ministro Kicillof, la economía global creció al 3,5 por ciento. Argentina creció al cero por ciento y si uno lo toma en términos per cápita, cayó. Los argentinos somos más pobres que hace cuatro años en términos per cápita, aún con las mediciones oficiales.

Esto quiere decir que mientras el mundo crecía al 3,5 por ciento, en Argentina ustedes nos querían convencer que estaban haciendo políticas contracíclicas y que además lograban algún efecto, que en la práctica no ocurrió.

La pregunta puntual es por qué ahora se propone una política de corrección de las cuentas fiscales, justo en el momento en que cambia el gobierno y en el que el mundo realmente empieza a tener problemas. Porque la devaluación de Brasil, del 50 por ciento interanual, es un efecto de este año, cuando las políticas de aumento del gasto y del déficit financiado con emisión espuria es una política que ya lleva varios años en la Argentina.

Por supuesto esto está provocando que mucha gente esté preocupada por lo que pasa hoy por hoy con esta política económica.

El ministro se refirió a las expectativas de devaluación en el futuro. Les quiero aclarar -y sería bueno que lo consulten con Vanoli- que el único vendedor de futuros, el único que vende a esas tasas de devaluación esperadas es el Banco Central, que ya vendió 8 mil millones de dólares a los exportadores para el año que viene a un precio de menos de 11 pesos. Esto es básicamente lo que está haciendo el Banco Central para planchar las expectativas de devaluación, subiendo la tasa de interés y conteniendo de esa forma la caída de reservas que estamos viendo día a día y que el gobierno logra maquillar con los acuerdos con China, reprimiendo las importaciones y deteniendo a la industria que está en caída desde hace más de cuatro años, producto precisamente de una política de represión de importaciones, no de sustitución de importaciones.



Y estos también son números oficiales. De hecho, la serie que mostró el secretario Álvarez Agis muestra la caída que tiene acumulada la industria de casi 4 puntos desde hace varios años. O sea que son números que usted mostró, no los estoy inventando yo.

Una aclaración de forma. Hay un error conceptual cuando el secretario se refiere a la composición líquida de las reservas. Nadie discute la composición líquida de las reservas, que es una discusión del lado del activo -cuánto tenemos de oro, de divisas o de lo que sea-, sino que la discusión es del lado del pasivo. Y esta discusión tiene relación con lo que ustedes llaman "política de desendeudamiento" y con lo que marcaba el diputado Sturzenegger. Es claro que hubo un objetivo de utilizar al Banco Central como fuente de financiamiento para la política fiscal. En principio, es una estrategia opinable, porque uno podría decir, como lo hacía el diputado Sturzenegger: "Bueno, tengo demasiadas reservas en el Banco Central, las voy a utilizar para reducir mi vulnerabilidad externa aplicándolas a cancelación de deuda externa". Es un debate opinable. Incluso dentro del propio bloque del PRO ha habido opiniones a favor y opiniones en contra. Pero lo cierto es que esto se condujo a un nivel extremo que llevó a una situación crítica, lo cual explica por qué la Argentina es el único país con cepo cambiario. La Argentina también es un país récord en términos de inflación en Latinoamérica. Además, su stock de reservas, a diferencia de lo que nos vendió el secretario, no es el más alto de Latinoamérica, sino que es probablemente el más bajo si lo comparamos con el de cualquier país de ingresos medios. Nosotros tenemos 33.000 millones de dólares de reservas -para mí sí están en ese nivel-, pero antes de hablar sobre cómo se llega a ese número, quiero decir que Venezuela tiene 16.000 millones de dólares, o sea que si nos comparamos con ese país estamos fenómeno -recuerdo que la brecha cambiaria en Venezuela es del 1.000 por ciento o más-, pero nuestro vecino Chile tiene 38.000 millones de dólares; Colombia, 47.000 millones; Perú, 60.000 millones; México, 192.000 millones y Brasil, en crisis, 367.000 millones. Por supuesto que uno puede empezar a buscar el ratio que más le convenga según lo que quiera mostrar, pero este es el número duro de reservas. Y no estoy hablando de países industrializados sino de nuestros países vecinos.

La política de desendeudamiento de exprimir al Banco Central -y esta sería la pregunta desesperada que ustedes deberían hacerse en su conciencia, esto es, lo que le dejan al próximo gobierno- tocó un límite. Además, no logra ser sustituida por otra fuente de financiamiento, por lo menos de la profundidad con que se está utilizando al Banco Central y a la ANSES. Porque también hay que decir que gran parte del déficit fiscal termina utilizando -como la quinta rueda del carro, como decía alguien tiempo atrás- los fondos de los jubilados. Esta también es una discusión para el futuro, ya que es bastante irresponsable gastarnos todas las reservas del Banco Central, gastarnos la plata de los jubilados prestándole al Tesoro -a tasas más altas o más bajas, esto se verá en el tiempo- y dejarle el problema al que sigue.

La prueba es el swap con China, salvo que uno crea que éste no es una deuda sino un regalo, es decir, que no le vamos a pagar a los chinos en función de las generosas concesiones que les hemos hecho en los últimos acuerdos aprobados en el Congreso de la Nación. Algunas de las concesiones incluso tienen cierto carácter secreto en materia geopolítica. Pero si uno computa esas deudas, la deuda externa ya no cae este año. Y me gustaría saber -esta sí es una pregunta- si en los números que presentó el secretario en relación con la reducción de la deuda externa se computa o no la deuda con China, en función de este swap que se está realizando, más allá de que la metodología de swap pueda computarse de distintas formas.

Se habló mucho del aumento del gasto no aprobado por el Parlamento, una anomalía a la cual nos hemos acostumbrado en los últimos años. El Parlamento no ha tenido nada que decir, y esto tiene que ver con la reforma de la ley de administración financiera respecto del incremento del crédito que se da cuando aparecen créditos presupuestarios. O incluso cuando aumenta el déficit, porque como ustedes saben, la ley de administración financiera también permite aumentar el crédito contra el aumento del financiamiento por debajo de la línea, es decir, permite incrementar el déficit, sin que este Parlamento pueda decir ni una sola palabra.

Me gustaría saber, entonces, cuánto se financió de ese aumento del gasto con impuesto inflacionario. Como bien se dijo acá, estaría fenómeno que pudiéramos aumentar el gasto si a la economía le fuera mejor de lo que esperábamos, pero este no fue el caso de los últimos cuatro años de la Argentina, donde el gasto se aumentó básicamente contra financiamiento espurio del Banco Central. Ese es el espejo de la política de desendeudamiento que, como dijo el diputado Sturzenegger -y como yo he insistido cuando me referí al swap con China-, se empieza a quebrar en los últimos años. Ese espejo de la política de financiamiento es la inflación y la pobreza.

El último punto, y con esto termino, está referido a la polémica por el petróleo. Hablando de políticas contracíclicas, hubiese sido más razonable e inteligente suavizar la fluctuación del precio internacional, y no eliminarla. Porque cuando el ministro Kicillof viene y nos muestra que la Argentina es el único país que no reduce su esfuerzo exploratorio, nosotros aplicamos en una lógica muy sencilla: es el único país en el cuál las empresas están recibiendo un precio superior al de cualquier parte del mundo. De lo que no habló el ministro Kicillof fue de todas las exploraciones y empleos que se dejaron de cobrar durante todos los años en los que el precio del petróleo estuvo por encima del precio local. Esto tiene que ver con la crisis energética que nos llevó a una reversión del saldo comercial y a una caída estrepitosa de las reservas internacionales. Sobre eso, Kicillof, no dijo nada.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario Álvarez Agis.

SR. ÁLVAREZ AGIS Diputado Laspina: me había empezado a poner contento cuando vi que por primera vez alguien reconocía cómo se miden las reservas internacionales sin caer en eso de las reservas netas o de no sé qué. Pero una vez que aceptó esa metodología, me empezó a cuestionar cómo se mide el resultado fiscal. Entonces, empezó a hablar de recursos espurios, de lo que se suma y de lo que no se suma. Por tanto, avanzamos un casillero pero retrocedimos dos. ¿Por qué? Porque el mismo manual del Fondo que dice que las reservas se miden como usted y yo acordamos que se tienen que medir, señala que tanto las utilidades de la ANSES como las del Banco Central se tienen que computar por arriba de la línea, o sea que suman a los recursos del fisco.

Estoy usando la misma fuente metodológica. De esa manera, le puedo decir que en 2014 nuestro resultado financiero fue deficitario en 2,7 por ciento. Es un dato real, cierto y medido. Fue menos deficitario que en países como Italia, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. ¿Sabe cuál fue el resultado financiero de Brasil, medido exactamente de la misma forma, esto es, computando utilidades del Banco Central y de agencias como la ANSES? Menos 6 por ciento. O sea que el resultado financiero de la Argentina no solo está en línea con la región, sino que es todavía más chico: la Argentina tiene menos déficit. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que ocurre algo en lo que insistimos continuamente y parece que no se termina de entender: cuando un Estado decide gastar más, lo que sucede es que crece la economía, crece la recaudación, y entonces al hacerse la cuenta de los gastos menos los ingresos el déficit fiscal, si lo hay, resulta ser más pequeño. Intentar nuevamente tener superávit ajustando el gasto es como ponerse una zanahoria adelante en una caña de pescar y correrla. No la va a alcanzar nunca.

Entonces, lo que le pasa a la Argentina es que gasta más, recauda más y, en consecuencia, tiene menos déficit. El déficit se computa así. Las utilidades del Banco Central hay que sumarlas a los recursos del Tesoro. Le hago una pregunta, diputado: ¿de quién es el Banco Central? ¿A quién le tiene que girar las utilidades? ¿A Kuala Lumpur? No, las tiene que girar al Tesoro, que decide gastarlas en función de lo que este Parlamento autorice. O sea que sí, diputado, se la gira al pueblo. ¿O ustedes no son los representantes del pueblo?

Claro que se la gira al pueblo. Lo que ustedes quieren es que se la guarde para que el Estado se tenga que endeudar con el sector privado y le pague tasas de interés y comisiones al sector privado por obtener recursos, que de esta manera los obtiene gratis, ya que cuando los va a buscar al sector privado hay que pagar una tasa de interés.

En cualquier parte del mundo las utilidades del Banco Central se giran al Tesoro. La Reserva Federal de los Estados Unidos, que no debe ser heterodoxa según su visión, tiene 2.4 billones de títulos públicos del Tesoro norteamericano. Financia al Tesoro. Financia entre el 30 y el 40 por ciento del gasto del Tesoro de Estados Unidos. Ahí, que usted parece que ese dato...

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. ÁLVAREZ AGIS ¡Pero diputado, son datos oficiales! Flujo contra flujo.

SR. PRESIDENTE FELETTI Les pido a los señores diputados que no dialogue.

SR. ÁLVAREZ AGIS Además, a base monetaria de Estados Unidos por emisión monetaria -tengo acá el número- creció entre julio de 2015 y julio de 2008, un 367 por ciento. Los teóricos lo han llamado el experimento monetarista más grande de la historia. ¿Sabe qué paso con la inflación en Estados Unidos frente a ese tremendo aumento de la emisión monetaria que tuvieron? Bajó. Triplicaron la base monetaria y la emisión -había algunos parlamentarios que tenían estos mismos argumentos contra Obama- y la inflación bajó. Decían "guarda que se viene la inflación".

Nuestros números de base monetaria y de emisión monetaria son públicos. ¿Se están acelerando? Usted los sigue y sabe que se están acelerando; estamos emitiendo más y la inflación está bajando. Lo dice el diputado de su bloque. Mal calculado, pero está bajando.

Entonces, estamos emitiendo más y la inflación está bajando. No se lo digo yo, se lo dice la realidad.

Le quiero decir que para ser un ortodoxo serio y como Dios manda, el monetarismo está muerto. Ni el Banco Central de Inglaterra habla en los términos que lo hace usted de la política monetaria.

Ningún Banco Central del mundo es tan obtuso como para seguir a los agregados monetarios. Después de lo que pasó con Volcker en la Reserva Federal se han escrito infinidad de documentos que hablan de nunca más tratar de tener como objetivo un agregado monetario.

Le preguntaron una vez a la Reserva Federal de Estados Unidos qué pasó que dejaron de seguir los agregados monetarios. ¿Sabe qué respondió el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos? No hicimos eso; los agregados monetarios dejaron de seguirnos a nosotros.

No se puede llevar la política monetaria en términos de agregados monetarios. Es una burrada mundial. Ya nadie lo hace. Los principales teóricos del Inflation Targeting recomiendan a todos los bancos centrales a lo largo y ancho del mundo no seguir agregados monetarios y tener políticas sobre tasas de interés. Como usted sabe, cuando uno sigue la tasa de interés, la cantidad es endógena. Si sigue la cantidad, la tasa es endógena.

Lo que me está diciendo atrasa setenta años. Omite completamente que en el mundo hubo una crisis del petróleo, una de la deuda, una burbuja financiera de las "punto com" y una burbuja financiera como la subprime.

Todas esas crisis internacionales han hecho que el monetarismo -en el país donde más referentes hay del monetarismo y en la escuela que más referentes tiene del monetarismo, que es la de Chicago- diga: "Disculpen, estábamos equivocados; no hay que hablar más de agregados monetarios".

En Argentina, se ve que porque tarda la actualización académica, todavía seguimos hablando en términos monetaristas. No dejo de sorprenderme.

Me dicen que hacemos un ajuste cuando el mundo cae. Bueno, no vieron los números que mostré. Lo que estoy señalando es que el crecimiento mundial en 2016, de acuerdo con todas las fuentes de información que uno pueda consultar, va a ser más alto que el crecimiento mundial de 2015. Todas las fuentes internacionales en materia de proyecciones dicen que el mundo va a acelerar.

Usted me puede decir que no lo cree, que lo ve difícil, que no tiene esa sensación y que le parece que la crisis va a seguir adelante. Perfecto, pero son las fuentes con las que contamos. Imagínese que ningún hacedor de política económica puede cargar con el peso de estimar por él mismo el crecimiento de todos los países del mundo. Me parece sano en términos del ejercicio presupuestario que uno se refiera al consenso de las estimaciones para el mundo. Insisto, no tenemos un modelo que nos explique el crecimiento de cada uno de los países.

De manera que, nuevamente, no estamos previendo una recuperación del superávit fiscal porque hacemos el ajuste. Estamos previendo que el mundo va a crecer más y que entonces va a traccionar una recaudación que va a subir más rápido que el gasto sin que eso implique bajar el gasto, porque está por encima de nuestras previsiones de inflación. Con lo cual, en términos reales, no estamos haciendo un ajuste sino una expansión. Pero prevemos que si el mercado interno sigue acompañando y el mercado externo acompaña como no acompañó este año, la recaudación va a crecer más. Esto responde a las dudas de por qué la recaudación sube más que la suma de la inflación y el crecimiento. Es decir, si el mundo acompaña, sube más; si el mundo no acompaña, sube menos.

No voy a referirme a lo del maquillaje del swap porque usted mismo dijo que lo computa con reservas. Ahora, después cuando compara cuánta reserva tiene Argentina respecto de Brasil, compara dos números nominales que usted bien sabe que hay que ponerlos en términos de las exportaciones, del producto, del saldo comercial o de algo. Obviamente que Brasil tiene muchas más reservas internacionales que Argentina, que es muy chiquita en comparación a Brasil, como Brasil tiene muchísimas menos reservas internacionales que China.

Estamos comparando países con magnitudes distintas. De manera que si toma el ratio para una comparación, tómelo para la otra. Si no, estamos cambiando el número en función del argumento.

Lo escuché decir que el proceso de desendeudamiento tocó un límite y que se demostró que tocó un límite. Yo no estoy seguro de esa afirmación. Lo que sí entiendo es que su posición es que hay que empezar a endeudar a la Argentina. A mí me parece que no.

Nosotros no miramos la deuda como un número mágico sino en relación con la capacidad productiva del país y de generar dólares. Por ejemplo, nosotros hemos tomado financiamiento para la represa que va a hacer China. ¿Nos hemos endeudado? Sí. ¿Creemos que eso es un proceso de endeudamiento? No. Porque entendemos que la capacidad de generar divisas que nos va a dar esa represa, nos va a permitir cancelar el crédito y ahorrarnos unos dólares. O sea que es una operación financiera de toma de crédito para seguir desendeudándonos, que es lo que uno tiene que hacer cuando uno toma crédito en un negocio.

Si usted pide crédito en un almacén es porque piensa vender más y de esa manera pagar el crédito. ¿Es un proceso de endeudamiento del almacén? El día que tomó el crédito, sí. Pero usted lo mira en perspectiva de un almacén que va a vender cada vez más. Tal vez un almacén no sea un buen ejemplo de alguien que toma crédito, pero pongámoslo en una empresa.

Si uno lo mira en perspectiva, con ese crédito se va a producir más. Entonces voy a poder cancelar la deuda y ganar más plata.

Cuando uno toma deuda sana -no para seguir con timba ni no para pagar el próximo vencimiento-, no lo hace con la expectativa de endeudarse; lo hace con la expectativa de tener capacidad de pago y encima ahorrase unos mangos. Es decir que lo hace con la expectativa de desendeudarse. Con lo cual no es que hemos llegado a un límite.

Cada vez que tomamos un crédito internacional con el BID, con el CAF, con China o con otros organismos internacionales, lo que estamos haciendo es prever que vamos a generar más dólares y vamos a poder pagar ese crédito. Si no, no lo haríamos, porque sería un endeudamiento que tendría un diagnóstico por atrás complicado.

Por último, hago una corrección de términos, que en realidad es una corrección de conceptos y que es una rémora de las AFJP. Me refiero al término de "los fondos de los jubilados"; esa expresión es incorrecta. Son "los fondos de los trabajadores". Los que ponen la plata en la ANSES son los trabajadores que deciden, solidariamente, financiar a los actuales jubilados.

El sistema previsional argentino es solidario y mixto, porque es contributivo y no contributivo. De manera que referirse a que los fondos de los jubilados no los usamos para los jubilados, tiene por atrás el concepto del sistema de capitalización de las AFJP, que sí manejaban "los fondos de los jubilados", porque el trabajador ponía los pesos que después se iba a llevar para su propia jubilación.

¿Cuál es la mejor forma de que crezcan los fondos de los trabajadores que están en la ANSES? Que crezca el país, que crezca la economía, que se genere más empleo formal y que haya más recaudación. Con lo cual, cuando la ANSES da un crédito para generar más energía eléctrica, para hacer una ruta o para que YPF haga un pozo no está dilapidando la plata de los jubilados. En principio podría estar dilapidando la plata de los trabajadores que fondea las jubilaciones. Pero tampoco lo que está haciendo porque ese crédito permite que haya más actividad, más empleo, más aportes patronales, más IVA, más impuesto a las ganancias y entonces se puede financiar a más jubilados, no a menos jubilados.

De manera que esto no es tirar la plata. Sería tirar la plata si el proyecto estuviera mal, si funde o si no anda.

Todos los proyectos que ha decidido financiar la ANSES "ranquean" por encima del rendimiento de cualquier tipo de cartera de inversiones. Por eso el FGS está en 500.000 millones de pesos y tiene un rendimiento superior al Merval, es decir, superior al mercado, porque los proyectos que elige son proyectos productivos que tienen que pasar más filtros que todos los filtros que pasa el mercado. El Estado esto lo mira con una visión holística, con una visión de que el proyecto permita recaudar más plata.

Ahora bien, ¿a quién hay que girar las utilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad? Al Tesoro. Porque -insisto con esto- el sistema no se autofinancia. No se financia sólo con aportes y contribuciones sino también con rentas generales. Por tal motivo, está muy bien que los recursos generados por ganancias se repartan equitativamente entre todos los argentinos. Por tanto, pienso que hay que computarlos en el resultado fiscal y hay que utilizarlos para financiar proyectos, siempre y cuando sean, obviamente, buenos proyectos. En esa discusión siempre vamos a estar de acuerdo. Es mejor financiar proyectos buenos que proyectos malos.

En definitiva, considero que lo importante es que no estamos previendo un presupuesto que tenga un ajuste, sino que estamos previendo un mundo, como hacen todos los analistas internacionales, que ande un poquito mejor que este año. Esto es bastante poco si lo relacionamos con un mundo que nos tenía acostumbrados a crecer al 5 o 6 por ciento, pero es mejor que el 1,5 por ciento que van a crecer este año los principales socios comerciales de la Argentina.

SR. PRESIDENTE FELETTI A continuación, le voy a dar la palabra al señor diputado Lozano, que espero que no haga un enfoque monetario de la balanza de pagos.

SR. LOZANO Gracias, señor presidente, pero tengo el derecho de hacer el enfoque que me plazca, sobre todo después de haber estado todo este tiempo escuchando atentamente.

Quiero decirles que francamente no me siento convocado por un debate -que por momentos es muy cerrado- que se establece entre un gobierno que no parece reconocer nada y una visión económica que pertenece al pasado. Ciertamente, esta visión ha sido superada -como ha dicho el propio secretario- y, en consecuencia, no vale la pena perder tanto tiempo discutiendo sobre ella. Los problemas no se ocultan por el hecho de que nosotros nos quedemos contentos ganándole una pulseada discursiva al neoliberalismo. Ya la perdió hace tiempo en el mundo. En todo caso, si tienen dudas sobre eso, miren dentro de sí mismos. La Argentina sigue teniendo problemas a pesar de que nosotros le ganemos la discusión al neoliberalismo. Estos problemas consisten en que, nos guste o no, después de 2011 ingresamos en una fase de estancamiento económico -con oscilaciones: a veces por abajo, a veces por arriba- donde el ingreso promedio de los laburantes es de 6.500 "mangos", donde el 50 por ciento gana menos que eso y donde la canasta familiar supera las 12 "lucas" en la Región Metropolitana. A esto podemos agregar el hecho objetivo de que si sumamos trabajadores clandestinos, cuentapropistas en la informalidad y desocupados, vamos a darnos cuenta de que prácticamente la mitad de la población laboral en la Argentina está en situación de no formalidad. Y la realidad concreta es que desde mediados de 2013 hasta ahora estamos sufriendo una caída en la tasa de empleo, descenso en el ingreso promedio de los ocupados y aumento de la pobreza y de la indigencia.

Es decir que por más que le ganemos la discusión al neoliberalismo, los problemas siguen estando. Me gustaría más discutir sobre cómo los afrontamos, sin dejar de reconocer aquellas cosas que se hicieron. Un ejemplo concreto de esto último: a mí me parece que no hay que discutir la virtud de la asignación universal por hijo, porque efectivamente la tiene. Comparando con el desastre anterior, haber puesto 3 millones y medio de pibes como beneficiarios de la asignación universal por hijo obviamente es una ventaja. Ahora bien, en uno de los gráficos que hoy nos mostraron en la exposición faltaban aproximadamente 3 millones y medio de pibes más que hay que cubrir todavía y que no están alcanzados ni por la asignación universal por hijo ni por las asignaciones familiares de carácter contributivo.

En este marco, también valdría la pena discutir -y hubiera sido interesante que esto lo hubiésemos debatido en el presupuesto nacional- los programas concretos que hay que implementar para terminar con la inequidad interna que subsiste en este sistema que combina la asignación universal por hijo con las asignaciones familiares tanto nacional como provinciales, ya que cada tipo de asignación maneja montos diferentes para el mismo tipo de pibe según en qué lugar del país esté situado su padre.

En consecuencia, hubiera sido más rico discutir cómo interveníamos mejorando esta situación de cobertura sobre los pibes menores de 18 años, que simplemente decir estamos mejor que antes.

Del mismo modo, considero que efectivamente la situación previsional en términos de cobertura obviamente está mejor en comparación con el desastre anterior. Pero todos sabemos también que en términos estructurales esto no lo tenemos resuelto, porque si existe buena cantidad de población económicamente activa por fuera del circuito formal, estamos obligados permanentemente a discutir cómo la vamos a cubrir. Indudablemente, eso le pone un límite estructural al tema del sistema previsional tal cual está planteado. Al mismo tiempo, por más que podamos decir que la implementación de la movilidad jubilatoria es mejor que bajarles el 13 por ciento a los haberes a los jubilados, lo cierto es que la relación entre la canasta de un adulto y el haber mínimo dista mucho de lo que en todo caso queremos para nuestro país. Por lo tanto, habría que discutir estos temas.

Yo no formo parte del grupo de aquellos que presentan el "IPC Congreso". No formo parte de eso. Pero ninguno de los errores que pueda tener ese índice justifica lo que se hizo con el INDEC en la gestión del gobierno nacional. Tampoco explica por qué el IPCNu todavía no nos dice cuáles son los índices de precios regionales de los cuáles este es el índice nacional, ni tampoco por qué razón no nos muestra los precios que releva de los productos que en todo caso está considerando. Es decir que hay un conjunto de cuestiones que deberíamos discutir que están vinculadas con el hecho objetivo de que hoy tenemos al frente del INDEC a los mismos que llevaron a cabo el proceso de desarticulación del sistema de estadísticas públicas en la Argentina. Por eso tenemos los problemas que tenemos: no tenemos medición de pobreza, y no la tenemos porque ni siquiera el Ministerio de Economía se banca decir las barbaridades que decía el INDEC respecto del índice de la pobreza y de la indigencia hasta el momento en que dichas mediciones fueron interrumpidas. Ya no los podían ni justificar. Y como los que vinieron son un poco más serios que los que estaban antes, no se bancan decir cosas como que la pobreza en la Argentina es del 4,8 por ciento y que la indigencia supera apenas un punto o incluso desapareció en zonas como el noroeste o el nordeste del país.

En resumen, sería bueno colocar los temas de la Argentina en su lugar para poder debatirlos, siempre y cuando queramos pensar nuestro país para adelante y no para atrás, mirándolo con los ojos en la nuca.

Respecto al desendeudamiento, es obvio que si uno gatilla y paga serialmente como se pagó, es indudable que la deuda va a bajar. Efectivamente, es así. Si se paga, la deuda baja. Ahora bien, algunos planteamos una discusión previa, que lamentablemente el gobierno no tomó, que consistía en preguntarse si era legítimo pagar esa deuda, si esa deuda era legal o no. Cuando al Fondo Monetario Internacional le gatillamos 10.000 millones de dólares de un saque con reservas, obviamente esa deuda desapareció. Si la pagamos, ¿cómo no va a desaparecer? Ahora bien, el Fondo Monetario Internacional es un organismo cuyo mandante es la Organización de las Naciones Unidas. Y la verdad es que nosotros podríamos haber ido a la ONU a decir que el Fondo nos prestó dinero violando sus propios estatutos, más precisamente, violando el artículo del estatuto que dice que no se puede prestar a un país que esté en situación de fuga de capitales. Y el Fondo prestó. En 2003, el Fondo era la oveja negra del sistema financiero internacional. Existían condiciones políticas para dar ese debate, pero lamentablemente no lo dimos. Gatillamos todo. Obviamente, bajó la deuda. ¿Pero podríamos haberle dado otro destino a las reservas de 10.000 millones de dólares? Probablemente, sí. ¿Nos hubiera venido bien para algún otro tipo de cosas? Seguramente.

Respecto al tema de la reindustrialización, ésta no se define por la tasa de crecimiento de la industria por encima de la tasa de crecimiento del producto. Ese es apenas uno de los elementos. Lo que uno puede decir es que tal cual ha sido la tasa de crecimiento de la industria en este tiempo, no se agravó la reprimarización de la economía argentina. Lo que no es cierto es que se haya resuelto el tema de la reindustrialización. Esto lo muestra el déficit en el área automotriz en materia de intercambio comercial, el déficit en el área de la electrónica, el déficit en bienes de capital, etcétera. Tenemos agujeros brutales; actualmente, las importaciones per cápita son superiores a las de 1998. Por lo tanto, en términos de reindustrialización con ahorro de divisas y sustitución de importaciones, la cuenta pendiente es altísima. Sería mejor discutir cuál es la política industrial que está contenida en este presupuesto para resolver estos problemas. Porque otro de los problemas que tenemos es que, más allá de las oscilaciones cíclicas donde podamos subir o bajar sobre la línea de estancamiento, en un país donde tenemos una matriz de ensamblado con más de 36.000 millones de dólares necesarios para financiar la expansión de este tipo de sector industrial, si no tenemos divisas no se va a relanzar la actividad económica.

El debate que tendríamos que dar es cómo relanzamos sobre la base de un esquema productivo diferente. Eso sería más productivo que seguir discutiendo lo que en todo caso, con estas discusiones, no tenemos.

Respecto al tema del desempleo, la verdad es que lo que hay que decir es que ciertamente hay un comportamiento desde mediados del 2013 donde cae la tasa de empleo en la encuesta permanente de hogares de manera sistemática, y en simultáneo y en la misma magnitud cae la tasa de actividad. Por esa razón, si bien hay menos puestos de trabajo ocupados no se muestra esto en el nivel de desempleo. Si yo mantuviera la tasa de actividad en los niveles de mediados del 2013, no le creyera a ese descenso simultáneo, la tasa de desempleo abierto sería del 10,6 por ciento.

Esta es la realidad objetiva. No sirve contrastar la encuesta permanente de hogares con el Sistema Integrado Previsional Argentino para mostrar el crecimiento del empleo. Eso refleja una parte de la economía. El volumen de empleo completo que dice si sube o baja la cantidad de puestos de trabajo ocupados sale de la encuesta que habla del universo, no del SIPA, que es lo que se presentó en la estadística.

Respecto al tema de no devaluar y no ajustar, quiero recordarles que los que devaluaron en enero, en un 23 por ciento, fueron ustedes. Acompañaron la devaluación además con suba de la tasa de interés, permitiendo que las empresas adelanten precios antes de poner en marcha el programa de precios cuidados.

El resultado -que lo mostraron recién en los gráficos- fue la caída de la actividad económica y en simultáneo la caída de los precios. Los precios comenzaron a caer antes de que se dé la recomposición de la actividad económica. Lo que hay que ver ahora es si con la recomposición de la actividad económica no se comienzan a modificar los precios.

Tratemos de hablar de todo lo que está en discusión y no simplemente de cortar una parte y sacar otra.

Voy a las preguntas concretas. En primer lugar, en el proyecto original del año 2015 ustedes planteaban un déficit de 49.941 millones de pesos. Ahora reconocen 138.730 millones de pesos de déficit.

Quiero decirles que yo, francamente mucho no les creo, por el simple hecho de que en la propia cuenta que están presentando el primer semestre se lleva el 63 por ciento del déficit financiero. Se supone entonces que el comportamiento del segundo semestre no va a ser expansivo sino que va a achicar el déficit.

Además, en lo atinente al resultado primario, el 89 por ciento del déficit se dio en el primer semestre. Con lo cual no va a haber prácticamente déficit primario en el segundo semestre.

A nosotros los números nos dan que el déficit es de 225.000 millones de pesos. Ustedes dicen que son 138.000. La pregunta concreta es cómo alteran esos 90.000 millones de diferencia el plan de financiamiento planteado por el presupuesto 2015 y de qué manera se financia esto.

En segundo lugar, ¿se puede administrar este presupuesto sin prorrogar la ley de emergencia? Lo pregunto porque normalmente cuando se dieron los debates sobre el presupuesto nacional siempre vinieron acompañados de la propuesta de prorrogar la ley de emergencia, amén de prorrogar algunos impuestos.

¿Por qué pregunto esto? Porque la ley de emergencia económica determina, por ejemplo, si se actualizan o no por precios determinadas cosas, como por ejemplo el impuesto a las ganancias. Si el impuesto a las ganancias se actualizara por precios modificaría sustancialmente la recaudación de la cual estamos hablando.

Además, la ley de emergencia económica implica una discusión sobre cómo se negocian las tarifas. Por lo tanto, si no se tuviera esta ley sería difícil congeniar el tema de subsidios con el tema tarifario.

Del mismo modo, a pesar que no es lo lógico, que no exista la ley de emergencia no permitiría ampliar gasto vía DNU. Por lo menos no habría justificación de emergencia en este sentido.

Por lo tanto ¿este presupuesto, así como está, se puede administrar sin ley de emergencia?

SR. PRESIDENTE FELETTI ¿Me permite una interrupción, señor diputado Lozano?

SR. LOZANO Sí, señor presidente.

SR. PRESIDENTE FELETTI Hoy entró la prórroga de la ley de emergencia económica.

SR. LOZANO Muchas gracias, señor presidente.

De manera que efectivamente no se puede administrar este presupuesto sin la ley de emergencia económica.

Por otro lado, creo que hay un error. Ojalá haya sumado mal y no hagan lo mismo de lo que ustedes acusaban al diputado Sturzenegger.

Las proyecciones que ustedes presentan del comercio exterior, si uno las mira en pesos y luego en dólares, en pesos dan déficit y en dólares da superávit. Por ejemplo, las exportaciones son de 653.522 millones de pesos y hay importaciones por 683.117 millones de pesos. Es decir que hay un saldo negativo en pesos. Ahora, cuando uno lo mira en dólares, se prevén 2.724 millones de dólares para el caso del 2015 y 4.040 millones para el 2016. En el 2016 las proyecciones también dan negativas en pesos. Eso está en la página 30 o en la 6 de la síntesis.

Las cuentas comerciales en pesos, son negativas; las cuentas comerciales en dólares, son positivas. Quiero creerle a las que están en dólares, como para no amargarnos más de la cuenta, pero corrijámoslo.

La otra cuestión que quería señalar, y seguramente es una consulta para el secretario López, es que en el artículo 4° del proyecto de ley se establece que el endeudamiento público y el incremento de otros pasivos previstos para el 2016 ascenderá a 968.000 millones de pesos, y que la amortización y disminución de pasivos será de 721.000 millones de pesos.

Si yo no entiendo mal, comparando estas dos cantidades, implica un incremento neto del endeudamiento público de 247.441 millones de pesos. Se parece bastante al déficit que yo creo que realmente van a tener; pero vamos a suponer que no tiene nada que ver.

Lo cierto es que esto pareciera ser un incremento de la deuda en dólares de aproximadamente un 10 por ciento contra una tasa de crecimiento del 3 por ciento. Mi pregunta es si estamos volviendo al camino del reendeudamiento con esto.

La otra cuestión es que tomando los números que dio el secretario Pezoa, la masa total de salarios computada en este presupuesto, crece un 40 por ciento menos que lo que creció la masa de salarios en el curso del 2015. Y la masa total de jubilaciones crece un 32 por ciento menos que lo que creció en el 2015.

Es decir que tendríamos, si uno le cree a esta presentación, un comportamiento salarial y jubilatorio muy poco generoso, diría yo. Por supuesto no creo que sea así. Es más, si yo proyecto un comportamiento similar al que hubo -que me parece más lógico-, el déficit no es de 97.694 millones sino que es de 224.722 millones de pesos. La pregunta es si el incremento neto de deuda sería mayor.

La otra pregunta es cuántas de las utilidades de la ANSES, que se declaran por 71.090 millones de pesos, tienen que ver con pagos del Tesoro.



Quiero decirle al señor secretario que yo comparto el concepto de que efectivamente los fondos de la ANSES son fondos de los trabajadores. Por eso en la discusión sobre la Agencia Nacional de Participaciones Estatales dije que había que diferenciar entre el patrimonio del sistema previsional y el patrimonio estatal. Esto obligaría a modificar la conducción de la ANSES, dándoles representación a los trabajadores en la administración de esos fondos. Es lo que, por otra parte, dice la Constitución Nacional.

El otro punto interesante para saber tiene que ver con la cuenta donde aparecen las amortizaciones de deuda y figura la reestructuración con el Club de París, que según el presupuesto va a implicar 19.000 millones de pesos este año. Abajo figura un "otros", con una cifra similar: 17.000 millones de pesos. Me parece demasiado grande esa cifra para que figure en "otros". Quiero saber qué amortización por 17.000 millones está contenida en este punto. Del mismo modo, en lo que hace a la inversión financiera, existe un fondo que se creó hace dos años -el Fondo Argentino de Hidrocarburos- que, por ejemplo, el año pasado, tenía imputados 8.500 millones de pesos. El año anterior había sido de 3.500 millones, o algo por el estilo. Primero me interesa saber en qué se ejecutó y, segundo, por qué pasó a ser cero. Porque en este presupuesto no han puesto un peso para este fondo. No sé cuál es la razón por la cual se lo suprimió.

Respecto del tema de la planta de ocupados, en la planilla anexa al artículo 6º, donde dice "Recursos humanos", el presupuesto del ejercicio 2016 planteó un total de 403.839 cargos. Sin embargo, el Boletín Fiscal del Ministerio de Economía, al segundo semestre de 2014, detalla que hay 411.045 trabajadores. No tengo claro por qué hay una diferencia entre una cifra y otra.

En segundo término, la planilla que mencioné y que está en el presupuesto dice que los cargos se dividen entre 389.000 permanentes y 14.680 temporarios. Ahora bien, el boletín de referencia del Ministerio de Economía dice otra cosa. Dice que los trabajadores están agrupados del siguiente modo: permanentes y transitorios, 340.000; contratos, 70.000. No tengo claro cómo se vincula una cosa con la otra, esto es, para ser más preciso en la pregunta, cómo el presupuesto categoriza a los contratados. La consulta parte de si se considera la creación de cargos para el pase a planta de los contratados, y si hay algo de esto en el presupuesto o no hay nada.

Hay muchos temas más sobre los cuales quisiera preguntar. Por ejemplo, entiendo que los precios internacionales de los hidrocarburos tienen que ver con la reducción de los subsidios a la energía por 14.186 millones de pesos. Quisiera que me den una explicación sobre cómo se articula esto con el tema de las tarifas.

También me gustaría saber qué piensan sobre la ley 26.940 -de promoción del trabajo registrado y prevención del fraude laboral-, que a pesar de su aplicación la tasa de informalidad se mantiene en los niveles históricos: 33,1 por ciento para el segundo trimestre de 2015. O sea que no hay efecto concreto respecto de la contrapartida de recursos que supuestamente se ha puesto en este régimen promocional.

Una preocupación adicional tiene que ver con el régimen de promoción en Tierra del Fuego. Para el año 2016 se prevé gastar 30.114 millones de pesos. La pregunta es cuáles son las metas, las contrapartidas y las exigencias que el Estado nacional está imponiendo a las firmas beneficiadas por este régimen de promoción. Nuestros estudios nos indican que la tasa de ganancia de estas zonas triplica la tasa de ganancia promedio de la economía. Es más: si pagaran el impuesto a las ganancias, apenas duplicaría la tasa de ganancia. No sé cuáles son las contrapartidas reclamadas como para tener allí un nivel de dinero invertido de esta magnitud, que a su vez sabemos que reproduce una matriz de ensamblado con un déficit significativo en materia de divisas.

Yendo al punto de los hidrocarburos o a la cuestión energética, quisiera preguntar algo parecido a lo anterior, no porque esté desconociendo la existencia de decretos que fundamentan las decisiones que toma el gobierno, sino porque se está reconociendo un precio del barril del petróleo muy superior al precio internacional. El precio es de 77 dólares, contra 40 o 45 dólares, de acuerdo con momento que queramos tomar. El costo de producción local del barril de petróleo incluso es bastante menor, con lo cual la renta extraordinaria que estamos reconociendo es muy significativa. Mi primera pregunta al respecto es si este reconocimiento obliga a seguir manteniendo los planes de estímulo, porque ya hay un estímulo significativo en el sostenimiento del precio. En segundo lugar, quisiera saber si el hecho de sostener un barril de petróleo con una diferencia respecto al precio internacional de esta magnitud está asociado al logro de Vaca Muerta o de los hidrocarburos no convencionales.

Yendo a los puntos concretos, tomando el programa de estímulo a la producción de petróleo crudo, me interesaría disponer -obviamente, no hoy- de los nombres de las principales empresas beneficiadas del mencionado programa desde comienzos de 2015, y de los montos que percibieron estas empresas en concepto de aumento de extracción y en concepto de exportaciones adicionales. La misma pregunta quiero hacer respecto del Programa de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas Natural.

En cuanto a las partidas asignadas a Enarsa, para 2016 son un 79 por ciento inferiores que para 2015. Quisiera saber cuáles son las previsiones de importación de GNL y gas natural boliviano para 2016.

En lo que respecta al presupuesto asignado a Enarsa para obras de infraestructura, ¿cuáles son los proyectos?

En la planilla anexa al artículo 40, que alude al Convenio Bilateral con la República Popular de China, se indica que se destinan 3.000 millones de dólares a proyectos energéticos. Quisiéramos saber el detalle de qué tipos de proyectos, condiciones de financiamiento y mecanismos de control.

En cuanto a los programas de Uso Racional y Eficiente de la Energía y de Empleo y Promoción de Energías Renovables, quisiéramos ver cuáles son los programas existentes, qué áreas los llevan a cabo y qué montos tiene previsto el Estado poner a disposición de cada uno de estos programas.

Por el momento, no tengo más preguntas.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario Álvarez Agis.



SR. ÁLVAREZ AGIS En primer lugar, voy a hacer referencia a algunas apreciaciones generales que hizo el diputado Lozano. Después voy a contestar pregunta por pregunta, así como también voy a cederle la palabra a los secretarios de Financias y de Hacienda para cuestiones que, por razones obvias, no tengo en la memoria.

Antes que nada, diputado Lozano, quisiera reconocerle su trabajo. Lamentablemente, no es algo que podamos reconocerle a todos los diputados.

Yo tengo el mismo deseo que usted, en el sentido de que esos debates sean superados. Pero lo que muestran las primeras dos horas de debate es que estamos lejísimo de superar la posición neoliberal en la Argentina. Compartimos la pena, pero esta posición es medio tanguera. Nos podemos quejar, pero la verdad es que existe.

Tiene una representación política y democrática y me parece sano que demos ese debate respecto de posiciones que están en la vereda de enfrente de este gobierno.

También comparto la necesidad de armonizar el sistema de asignaciones familiares porque es verdad que tenemos algunas cuestiones con regímenes provincias, algunas provincias de las cuales no tenemos los datos, etcétera.

De hecho, cuidado con eso, porque cuando mostré la tasa de cobertura no estaba imputando los menores que implícitamente se descuentan del impuesto a las ganancias ni a los menores que están cubiertos por algún tipo de esquema provincial, porque tenemos información de muchas provincias pero no de todas. Entonces, la verdad que para sumar algo que estaba incompleto preferimos mostrar el número que todos conocemos, que son las asignaciones contributivas en manos de la ANSES y las no contributivas que también están en manos de la ANSES.

Por eso digo que no es que falta cubrir 3 millones de menores, sino que una buena parte son menores que se deducen de impuesto a las ganancias y otra buena parte que están a cargo de las provincias. Sí es un problema no contar con ese dato concreto, pero la autonomía de las provincias marca los limites de las posibilidades de conocimiento que podemos tener nosotros.

Por otro lado, respecto de los precios promedios y de la representatividad del IPCNu quiero aclarar algo que me parece importante, no porque esa sea la posición del señor diputado, pero ya me imagino por dónde podrían venir las críticas. Este es un punto que hemos discutido en detalle con el Fondo Monetario Internacional.

El diseño del IPCNu no nos permite llegar a la representatividad por producto ni a nivel regional ni a nivel nacional.

Como el señor diputado sabe, los índices de precios tienen distintas aperturas. Uno puede tener una variedad; por ejemplo, lácteos. El índice es representativo por la variedad lácteos. Otra cosa es el precio de la leche. Si uno quisiera tener representatividad del precio de la leche en el NEA, por ejemplo, debería hacerse una encuesta mucho más grande, una capacidad territorial mucho más grande y tendría que haber muchos más empleados haciendo eso, a lo cual dirían que crece el empleo estatal, etcétera.

Esas representaciones son sencillas para algunos ámbitos geográficos más reducidos. Por ejemplo, el gobierno de la Ciudad sí publica precios de referencia a nivel de productos en la Capital Federal, donde la representatividad es mucho más fácil de conseguir porque hay menos dispersión de precios y mucha más densidad poblacional. Imagínense que para representar el precio de la leche en una provincia como Chubut es mucho más costoso en términos de recursos que en Capital Federal.

Hemos debatido esto con el Fondo porque una de las mejores áreas en materia estadística del Fondo es la de índice de precios. Y el índice no está planteado para tener representatividad a nivel de producto regional, que es un alcance impensado.

No conozco índices de otros países que tengan un alcance regional tan grade -no nos olvidemos la extensión de Argentina en términos de distancias- y que tengan representatividad a nivel de producto.

Me comprometo a enviarle al diputado los resultados de la ley de promoción del trabajo registrado. El ministro Tomada hizo una presentación específica sobre el tema la semana pasada pero yo no me acuerdo el número de memoria.

Le quiero agregar el dato de que la tasa de asalariados no registrados, en el segundo trimestre de 2015, fue del 31,9 por ciento. Ahora, es cierto que cuando uno computa la tasa de no registro total, esa tasa está en el 22,7, que es un mínimo.

Lo que digo es que ese 31,9 tiene la metodología que tiene, pero es cierto que deja afuera a los asalariados autónomos, a los monotributistas y a las trabajadoras de casas particulares que han sido incluidas en un régimen específico. Con lo cual, para calcular la tasa de no registro hay que computar también estas cosas que yo, genuinamente no lo pongo, porque la serie tendría un salto. Básicamente porque son regímenes particulares que se han creado en función de reflejar distintas situaciones de informalidad, que en materia de derechos no son distintos. Es decir, tienen los mismos derechos, con lo cual se podría tranquilamente computar como registro.

En cuanto al déficit que usted estima de 90.000 millones, justamente me parece que la cuestión de la estacionalidad computa al revés de como usted la está pensando. Pero la pregunta tiene un artilugio complejo. Me dice: explíqueme cómo van a financiar esos 90.000 millones de pesos que yo digo que van a gastar de más. Yo le contestaría: explíqueme usted qué está pensando. Yo creo que no lo vamos a gastar y la proyección está puesta así.

SR. LOZANO No, señor secretario. Los 90.000 son de ustedes.

SR. ÁLVAREZ AGIS No, señor diputado. Usted dijo: mi proyección me da 90.000 millones más.

SR. LOZANO No, a mi me da 225.000 millones. Eso no se lo pregunto. Lo vemos en diciembre.

SR. ÁLVAREZ AGIS Perfecto, ahora hacemos las aclaraciones del caso.

Una aclaración sobre los números de comercio exterior. Cuando presentamos el saldo comercial en dólares estamos haciendo referencia a bienes, y cuando lo representamos en pesos estamos haciendo referencia a la suma de bienes y servicios. Esa presentación es estándar. Es así. Siempre la presentamos así. Siempre está esa diferencia y tiene que ver también con los precios implícitos de cada uno de los componentes y de cómo se proyectan.

Con lo cual no es que tengamos déficit en dólares. Vamos a tener superávit comercial en dólares tal como lo marca el presupuesto y como lo venimos teniendo.

SR. LOZANO O sea que está bien que exportaciones menos importaciones en pesos da déficit. ¿Eso es lo que dice el secretario? ¿Involucrando bienes y servicios?

SR. ÁLVAREZ AGIS Estamos teniendo superávit comercial en dólares como hemos presentado todos los presupuestos.

La cuenta en pesos computa servicios. Si uno mira los presupuestos para atrás, no hay ningún cambio metodológico importante.

Lo que importa es si en el Banco Central va a haber más dólares o menos dólares. La respuesta es que va a haber más dólares porque va a haber más resultado comercial en dólares, que es lo que nos preocupa del resultado comercial.

Voy a la cuestión de subsidios porque, insisto, me preocupa que sigamos pensando que va a haber un ajuste tarifario o una eliminación de subsidios, etcétera.

En cuanto al Fondo de Hidrocarburos el diputado preguntaba concretamente por qué no tenía recursos asignados. Básicamente porque como usted bien referenciaba a posteriori, hoy tenemos otros programas de estímulos, uno para el gas y otro para el petróleo, que vienen a suplir en forma permanente esos estímulos que dábamos con el Fondo de Hidrocarburos.

¿Qué hacíamos con el Fondo de Hidrocarburos? Los proyectos muy grandes que no conseguían financiamiento bancario o en el mercado de capitales se financiaban mediante el Fondo de Hidrocarburos.

Como ahora el estímulo ha pasado a ser no por proyectos sino en general a la producción tanto de gas como de petróleo, estamos previendo no necesitar del financiamiento del Fondo de Hidrocarburos. Como contrapartida hay dinero asignado -como usted lo mostraba- a los programas de estímulos de petróleo y de gas.

Voy a mirar lo que decía de Tierra del Fuego. Los números que tengo en la cabeza son otros respecto de la ganancia, que obviamente es más alta porque es un régimen de promoción. Si uno hace un régimen de promoción para que la gente gane menos plata, más que de promoción es de descenso. Podemos discutir la magnitud, pero conceptualmente un régimen de promoción promociona la actividad. Sería medio raro que para promocionar la actividad la gente gane menos plata que la media. Hay que hacerla ganar más plata que la media.

Lo que sí hay que computar cuando uno habla del régimen de Tierra del Fuego es que el consumo de electrónicos es una tendencia mundial, de manera que poco podría pretender Argentina quedar afuera del consumo de celulares, tablets, notebooks, etcétera.

Sin el régimen de Tierra del Fuego, probablemente el déficit en materia de electrónicos sería más alto y no más bajo, porque estaríamos importando no sólo los mismos componentes que hoy se importan sino el trabajo, el valor agregado del trabajo, de trabajadores de Asia, etcétera. Con lo cual, por definición, cuando uno agrega una parte del valor agregado de un producto en la Argentina, el déficit es menor, no mayor. Esto es contable y no tiene mucha disquisición teórica. Por eso sustituye importaciones. ¿Qué parte? La del trabajo ensamblado. Uno va a China y no compra el celular en partes y lo arma, viene armado.

Se trata de un valor agregado que está en el precio, que nosotros tendríamos que pagar e importar si no tuviéramos ese tipo de régimen en Tierra del Fuego, que por otro lado está avanzando en la integración. Obviamente, lo está haciendo muy de a poco, porque pretender tener producción local de componentes electrónicos cuando se trata de la industria de punta en el mundo, es mucho. Son desafíos que ni siquiera asumen países como Canadá o los mejores de la Unión Europea. Sin embargo, con ese régimen podemos tener los mismos productos con un mayor valor agregado nacional.

Respecto del petróleo, hay que aclarar un punto importante. Cuando tenemos el barril a 110 dólares, lo que ocurre generalmente es que todos los costos de producción empiezan a correr detrás de ese precio. Por eso, cuando uno observa cualquier costo, por ejemplo el de las empresas que producen servicios para los petroleros o el de los propios asalariados petroleros, ve que el precio de referencia es el de 110 dólares. Entonces, cuando nosotros reconocemos un precio interno más alto que el internacional, también estamos metiendo un freno a la caída de costos que habría si reconociéramos un precio de 45 dólares. Y los costos son ganancias de otras empresas, pero también son salarios de trabajadores. Por tanto, si una empresa petrolera argentina tuviera que pasar de exportar por 77 dólares -pongamos que el precio es el mismo- a exportar por 45 dólares, consecuentemente tendría que bajar sus costos, uno de los cuales sería el del salario. Entonces, lo que estamos haciendo es cuidar los empleos de las empresas del sector, porque entendemos que un barril de petróleo producido acá, a pesar de que nos cueste fiscalmente un poco más, nos ahorra muchos más recursos que un barril importado.

En relación con las empresas beneficiadas, primero le quiero aclarar que contamos con programas de estímulos para la inyección de gas y para el petróleo. El de inyección de gas es bastante más viejo; el otro es relativamente nuevo. Cada una de las empresas beneficiadas ha sido publicada religiosamente en el Boletín Oficial. Si desea, le puedo mandar una presentación más o menos formal que incluya los números, las empresas, la plata y la producción. Quiero también poner énfasis en esto: el pago de los planes de estímulo al gas y de estímulo al petróleo se realizan mensualmente, y a tres meses vencido. ¿Por qué? Porque se hace una auditoría respecto de la inyección real en el caso del gas, y de la producción real, en el caso del petróleo. O sea que tenemos puntos de medición que nos indican cuánto inyectó de gas o cuánto petróleo extrajo una empresa del sistema. ¿Por qué? Porque si producen más, el precio va a ser más alto que el precio spot que tiene hoy la Argentina. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con el petróleo. Pero si producen menos, será más bajo. Y cuando pagamos mes a mes, tenemos casos de empresas a las que les reconocemos un precio más alto y tenemos también casos de empresas a las que les reconocemos un precio más bajo, ya que no alcanzaron la meta de producción que voluntariamente se comprometieron a cubrir. Con esto quiero decir que el programa funciona, más allá de que hay muchas empresas que, por los riesgos propios de la exploración, no llegan a las metas y, consecuentemente, el precio que se les reconoce es más bajo, viéndose éstas obligadas a poner la diferencia. Como ya lo explicamos varias veces acá, el programa tiene un sistema de deliver or pay, es decir, "producís o pagás". Esto quiere decir que si la empresa se compromete a poner 100 barriles y trae 80, tiene que poner la diferencia de 20. Si en cambio trae 110 barriles, el precio sube hasta un tope, que creo que está en 7,5 dólares en el caso del gas.

En suma, me comprometo a pasarle la lista. Creo que salvo siete u ocho empresas chicas, de gas están casi todas. Y de petróleo creo que están todas. No obstante, le mando el detalle.

En cuanto a Enarsa, que es lo último que anoté, podemos hacer la desagregación de gastos corrientes y de capital. Pero el presupuesto de Enarsa está variando mucho año tras año, así como también está variando mucho la composición de gastos, porque la parte corriente se está reduciendo a medida que aumenta la producción de petróleo y de gas. Esto se debe a que toda la imputación de costos de importaciones recae en Enarsa, con lo cual esa parte, a medida que se recupera la curva de producción, está cayendo. Pero la parte de capital no tiene una evolución suave a lo largo del tiempo, porque a veces nos cae la finalización de algún tipo de obra y cuando se compara año contra año puede suceder que en un año caigan muchas obras y en otro, muy pocas. Esto habría que mirarlo en términos de gastos corrientes y de capital. No sé si es una desagregación que está disponible, pero se la podríamos mandar ya que, de la proyección de saldo energético, que es lo que mostré en el último gráfico y ascendía a 4.700 millones de dólares, se desprende lo que prevemos para el presupuesto de Enarsa.

Voy a cederle la palabra al señor secretario de Finanzas.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, licenciado Pablo López.

SR. LÓPEZ Quisiera hacer un par de comentarios respecto de las alusiones y preguntas que hizo el diputado Lozano en relación con la deuda.

En primer lugar, con referencia al déficit que planteaba de este año, entiendo que usted está comparando el presupuesto vigente con lo planteado en el cierre del presupuesto de este año. De ahí surgen esos 90.000 de diferencia. Lo que le puedo decir es que lo venimos financiando con las fuentes de financiamiento que he mostrado en mi presentación, esto es, con las fuentes de financiamiento intrasector público, de las cuales disponemos en función de las capacidades que nos otorga la Carta Orgánica del Banco Central y las distintas normativas vigentes, y con las fuentes de las diferentes agencias del sector público. También recurrimos al mercado, tal como lo hemos venido haciendo desde principios de año, principalmente al mercado local, con diferentes emisiones. He señalado que, aun con esas emisiones, y aun cubriendo el financiamiento adicional que se está cubriendo, los ratios de deuda siguen mejorando. En mi presentación he mostrado los ratios de deuda a junio de 2015, que son estimados en función de los productos que salieron recientemente y que muestran que continúan cayendo los ratios de deuda API con privados y con organismos. Con lo cual venimos financiándolo con las fuentes que he mostrado en mi presentación, que son las fuentes de las que disponemos a partir de lo que se presentó en el presupuesto del año pasado, utilizando más intensamente algunas fuentes como, por ejemplo, el mercado local, manteniendo obviamente los lineamientos y los ratios de sustentabilidad de la deuda, como hemos venido haciendo todos estos años.

Respecto de una pregunta puntual que hizo en relación con la línea "otros" en amortizaciones de deuda, básicamente se trata de otras obligaciones contractuales que no están contenidas en ninguno de los rubros anteriores, y que no tienen absolutamente nada que ver con el Club de Paris. Aclaro esto porque de su pregunta se desprende que surgió un número parecido -19 contra 17-, aunque no tienen nada que ver uno con otro. Después le podemos acercar el detalle, pero le adelanto que en gran parte se trata de obligaciones intrasector público que no tienen nada que ver con la refinanciación de deuda con el Club de Paris.

En cuanto al resto de las preguntas, ya fueron contestadas por el señor secretario Álvarez Agis.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Hacienda Juan Carlos Pezoa.

SR. PEZOA Quiero referirme a lo que el diputado Lozano dijo respecto de que los números de la masa salarial serían menores. Sé que usted no tuvo la intención, pero este tema se ha planteado en más de una reunión de este tipo. Lo que está puesto ahí de masa salarial es lo que de alguna manera, cuando se hacen las convenciones colectivas, aparece directamente como aumento, que tiene distinta periodicidad y puede corresponder a 2015 o a 2016. Eso es lo que está. Lo que no está en el presupuesto desde hace años -y esto no se lo digo necesariamente a usted, porque usted lo tiene bien claro- es la masa salarial anual. Esto ocurre desde el momento en que se abrieron las convenciones colectivas de trabajo: no figura porque los salarios se fijan en el momento en que los trabajadores convienen con la patronal un número determinado. Entonces, no está en el presupuesto. Esto no es nuevo sino permanente.

Lo otro que usted dijo tiene que ver con que las cantidades de los montos jubilatorios podrían ser inferiores. A veces ha ocurrido que teníamos algún número puesto en el presupuesto, pero no necesariamente porque se hacía el cálculo de los aumentos que se dan en las dos fechas concretas del año. Entonces, no figura.

Pero siempre hasta ahora, cuando dice "cumple", es porque hemos cumplido con el pago tal cual dieron los cálculos de las fórmulas. Entonces, no es un problema porque siempre lo hemos hecho.

Con respecto a otros temas, el subsecretario de presupuesto lo va a aclarar, y en otras cuestiones le vamos a pedir que nos dé una oportunidad para mandarle la contestación de lo que no podamos responderle hoy.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor subsecretario Rigo.

SR. RIGO Las aclaraciones serían dos.

En primer lugar la pregunta que formuló el señor diputado respecto de diferencias sobre cómo estaban consignados los cargos en la ley de presupuesto y en el Boletín Fiscal. Ahí sí deberíamos mandar un informe que compatibilice esos dos guarismos a través de Presidencia porque efectivamente, el proyecto de ley y el Boletín Fiscal hace alusión a universos distintos. Ejemplos de esas diferencias son los cargos de AFIP, que están incluidos en el Boletín Fiscal y no así en la ley de presupuesto.

Otra diferencia que hace que estos universos sean distintos es el personal contratado, que no se consignan como cargos en el presupuesto pero sí se informan en el Boletín Fiscal. Y puede haber también otras diferencias menores.

Lo que propondríamos, si están de acuerdo, es compatibilizar la información que está en la ley de presupuesto con el último Boletín Fiscal que tengamos y mandárselos. Esto, si les parece razonable.

La segunda cuestión -complementando lo que decía hace un minuto el secretario de Finanzas- tiene que ver con los 17.000 millones de pesos que figuran en "otros" en amortización.

Si bien también hay que completarlo, estamos en condiciones de decir que eso está constituido casi en un 60 por ciento -un poquito más de 9.000 millones- por una deuda con PDVSA, que está consignada. Luego hay otro porcentaje que se refiere a sentencias de Fuerzas Armadas y de seguridad, sentencias de naturaleza laboral y otro concepto vinculado con avales y con gastos judiciales de sentencias de otros organismos de la administración nacional.

También podemos consignar el detalle de ello pero este es el avance que puedo dar ahora en cuanto a lo que manifestó recién el secretario de Finanzas.



SR. LOZANO ¿Y lo que pregunté sobre la ANSES?

SR. PRESIDENTE FELETTI ¿El resultado de la ANSES?

SR. LOZANO No, yo pregunté por las utilidades que se colocan y cuántas tienen que ver con pagos del Tesoro.

SR. RIGO Sí, eso también se lo tendríamos que acercar luego.

Efectivamente el FGS suscribe títulos del Tesoro nacional, pero tendríamos que ver el detalle de la circulación que tenemos prevista para el año 2016 y qué porcentaje de esto corresponde a renta que paga el Tesoro al FGS por esa circulación.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra la señora diputada Alicia Ciciliani.

SRA. CICILIANI En primer lugar agradezco la presencia de todo el equipo económico y la predisposición a contestar nuestras inquietudes y nuestras preguntas.

Me quedan dos años más de mandato y en lo personal aspiro a que en estos años podamos ver como una realidad la Oficina Técnica de Presupuesto de la Nación, señor diputado Feletti...

SR. PRESIDENTE FELETTI Tal vez sí, señora diputada...

SRA. CICILIANI Donde podamos discutir política y planificación y no estar discutiendo sumas, restas y ese tipo de interpretaciones acerca del presupuesto.

Dicho esto me voy a enfocar en la relación Nación provincias que creo absolutamente fundamental para lograr las cuestiones que seguramente compartimos, que es mejorar la calidad del gasto público con más y mejores servicios y que realmente tenga un impacto transformador en las cuestiones de pobreza y en las cuestiones que nos preocupan a todos.

Vemos en el presupuesto que el 25,5 por ciento del total del ingreso tributario corresponde al sistema de seguridad social y el 26,6 por ciento a transferencia directa o automática a provincia.

Nosotros estamos reclamando todos los años que venimos a discutir el presupuesto el piso del 34 por ciento de transferencia automática que establece la ley de coparticipación federal.

El porcentaje del 26,6 está referido a los datos de ejecución del presupuesto de 2015 de enero a agosto. Me gustaría saber cuánto se prevé en el presupuesto nacional para el 2016 de transferencia automática del ingreso total tributario presupuestado.

En la relación Nación-provincias también es clave la detracción del 15 por ciento de la masa coparticipable para el financiamiento de ANSES que nosotros lo consideramos totalmente injusto hacia las provincias, por cuento no sigue vigente la norma o la situación financiera y económica que ha dado origen a esta sesión de derechos de las provincias a la Nación.

En particular me quiero referir a las provincias no deudoras. Creo que en la presentación del ministro, y creo que es verdaderamente así, la Nación ha hecho un esfuerzo muy grande en favor de las provincias deudoras para financiar la deuda a una tasa del 6 por ciento.

En lo personal represento a la provincia de Santa Fe que no es deudora y que tiene un acuerdo compensador, del año 2002, por un monto que creo que a esta altura es irrisorio. Se trata de la suma de 14 millones de pesos que recibimos las provincias de Santa Fe, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero y no me acuerdo qué otra provincia. Creemos que necesariamente tiene que haber una actualización de ese monto de compensación.

En cuestiones concretas del presupuesto vemos que la obra pública plurianual presupuestada es el 0,35 para la provincia de Santa Fe.

Sin embargo, con la entrada de la prorroga de la ley de emergencia económica obviamente que le da la capacidad y la potestad al jefe de gabinete de Ministros decidir cambios. Esto es así y no voy a hacer mayores comentarios. Sabemos quiénes estamos a favor y quiénes no estamos de acuerdo con esta cuestión.

Quiero hacer dos pedidos puntuales. La empresa ASSA es la empresa pública de servicios de agua de Santa Fe. Al respecto, necesitamos que se le otorgue la exención del impuesto a las ganancias mínimas presuntas. Necesitamos hacerlo por ley. El 99 por ciento es una empresa provincial y el resto son municipios de la región. Estamos dando servicios de agua. En ninguno de los balances figura rentabilidad y esta año tendríamos que pagar 13 millones de pesos por impuesto a la ganancia mínima presunta. Es ridículo.

También es ridículo obligar a la empresa a hacer trámites de repetición ante la AFIP. Eso genera un costo de transacción a la empresa que no tiene realmente ningún sentido. Por ello pedimos expresamente la exención para esta empresa al igual que AySA. No estamos pidiendo nada nuevo y nada distinto.

También solicitamos se incluya el aval al financiamiento de nuestro proyecto para obras de infraestructura de 200 millones de dólares. Podemos ver esto con los diputados que representan al oficialismo. El año pasado el presidente Feletti lo incluyó. En el transcurso del año se ejecutó el 50 por ciento y me informan desde el Ministerio de Economía de la provincia que faltarían 200 millones de dólares para obras de infraestructura que no sé si es para acueductos u obras para la cuenca hídrica.

Estos son dos pedidos concretos. Nosotros vamos a proponer debatir en el marco de la Cámara de Diputados el Programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios que figura en el presupuesto nacional. En Santa Fe tenemos especial interés en esa modalidad de aplicación de políticas sociales. Tenemos experiencia con esta modalidad. Este Programa Federal no se ejecutó en la provincia de Santa Fe, por lo cual pediremos una ampliación presupuestaria. Consideramos que es un programa integral que impacta muy positivamente y eleva la productividad del gasto social.

Estas son las cuestiones generales y puntuales que queríamos plantear.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Hacienda Juan Carlos Pezoa.

SR. PEZOA Usted preguntaba por los números de las provincias. En la página 53 del proyecto de presupuesto está la tabla que indica el total de lo que recibirían en el año 2016.

Con respecto al 34 por ciento, hay una consideración que todos los años hacemos y se ha vuelto un motivo repetitivo. Para aclararlo, voy a dar lectura al proyecto: "Por medio del acuerdo Nación-provincia, firmado por las provincias, sobre relación financiera y base de un régimen de coparticipación federal de impuestos que se hizo entre el Estado nacional y los estados provinciales, excepto solamente la provincia de San Luis, que se firma en fecha 27 de febrero de 2002, ratificado por la ley 25.570, las partes que lo suscribieron acordaron dejar sin efecto las garantías sobre los niveles a transferir por el gobierno nacional". Eso es lo firmado por las provincias y el gobierno nacional.

No obstante, hay que destacar que de la información obrante surge que las transferencias a provincias resultarían superiores al porcentaje citado, ya que el artículo 7º de la ley 23.548 -ley de coparticipación- establece que en su parte pertinente -y esto es lo que dice entre comillas- "el monto a distribuir a las provincias no podrá ser inferior al 34 por ciento de la recaudación de los recursos tributarios nacionales de la administración central -repito: de la administración central-, tengan o no el carácter distribuible por esta ley".

En tales términos, la distribución de los últimos años, así como la prevista para 2014 y 2015, supera dicho porcentaje. En base a la interpretación del concepto de administración central a que se refiere el artículo 7º en cuestión, y no obstante que legalmente no se encuentra en vigencia por el acuerdo originario observado, se puede observar en los cuadros -que se los podemos acercar a usted- que las transferencias por distribución de recursos coparticipados a las provincias superan el porcentaje base de dicho artículo.

Yo le voy a acercar todo esto, tanto lo que dice el convenio firmado entre las provincias y el Estado nacional como lo que dice la ley.

En relación con los avales de las obras, los proyectos de obras más importantes que están incluidos en el presupuesto 2016 son la Circunvalación de Rosario, para la que se asignaron en los últimos años casi 300 millones de pesos; los avales para el Reconquista I y II; y el aval para el Acueducto Gran Rosario. En 2016, se asignarán 100 millones de dólares para el Acueducto Desvío Arijón. Además, se prevé una inversión para extender el GNEA en 37 localidades de Santa Fe, que sumaría 607 kilómetros más y beneficiaría a 350 mil habitantes, y para mejorar el tren Retiro-Rosario.

Otro tema que usted mencionó es el de la empresa provincial Aguas Santafecinas. Existe una consulta vinculante sobre ese tema. En la dirección correspondiente de la Subsecretaría de Ingresos Públicos se está trabajando en un sentido positivo respecto de lo que ha dicho usted.

SR. PRESIDENTE FELETTI Para cerrar el debate, expresando la posición del bloque del Frente para la Victoria, tiene la palabra el señor diputado Kosiner.

SR. KOSINER Antes que nada, quisiera agradecer la presencia de los miembros del equipo del Ministerio de Economía, y a través de ellos al ministro Axel Kicillof, por la presentación de este presupuesto.

No voy a entrar en cuestiones técnicas porque considero que éstas han sido claramente explicadas. Sí quisiera plantear claramente que para nosotros éste no es un presupuesto más. El secretario Álvarez Agis decía que venía a cumplir con la ley de administración y con la obligación legal de presentar el presupuesto. Pero la verdad es que, además, este presupuesto es el último de una etapa de este proyecto político que comenzó en 2003 Néstor Kirchner y que continuó la actual presidenta.

Podríamos estar hablando de dos modelos de presupuesto. Podríamos estar hablando también de un presupuesto de un país al que no le ha ido bien y que necesitaría plantearles a los argentinos la necesidad de un ajuste. Podríamos estar hablando de un presupuesto que planteara la hipótesis de la reducción del 13 por ciento de los haberes a los empleados públicos o a los jubilados, o de confiscación de los ahorros. Podríamos estar hablando de un presupuesto que necesariamente planteara una especulación sobre un cierre de caja y construcciones financieras para satisfacer algún tipo de modelo de gobierno sugerido por organismos internacionales a cambio de tomar dinero para pagar deuda. Pero no estamos hablando de ese tipo de presupuestos. Tampoco estamos hablando de presupuestos que planteen la hipótesis de autorizar a las provincias la emisión de cuasimonedas.

¿Por qué digo esto? Porque este presupuesto es la síntesis del país que hoy tenemos, así como de los desafíos que tenemos hacia el futuro. Quisiera detenerme unos minutos en algunas cifras que se dieron y que muestran el punto al que hoy llegamos, así como nos plantean nuevos desafíos. Hablamos de haber llegado a 7,5 millones de niños incluidos, a una inclusión previsional del 96,6 por ciento y al incremento del mínimo jubilatorio del 2.076 por ciento. Hablamos también de desendeudamiento. Acá me quiero detener. Uno de los diputados que ahora no están presentes preguntaba por qué se tomaba la ratio 2007 a 2014, que ni siquiera se la tomó desde la posición de los funcionarios, sino desde un estudio específico. Incluso yo ingresé recién a verlo. Está en inglés, en la página del Instituto Global. De ahí se toma ese ratio, nada más y nada menos que para plantear que la Argentina es de los pocos países del mundo -si no el único- que se han desendeudado en este período.

Entonces, cuando decimos que este presupuesto plantea una política especial en materia de tratamiento de deuda es porque mientras en algunos países -que son tomados, entre comillas, como economías poderosas- ha crecido la deuda en esa misma etapa -en los Estados Unidos, un 16 por ciento; en Italia, un 55 por ciento; en Portugal, un 100 por ciento; en China, un 83 por ciento; en España, un 72 por ciento; en Bélgica, un 61 por ciento; en Inglaterra, un 30 por ciento; en Inglaterra, un 30 por ciento; en Australia, un 33 por ciento; y en Brasil, un 37 por ciento-, la Argentina experimentó una baja de su deuda del orden del 11 por ciento.

Este es el presupuesto que planifica también cómo seguir la política de desendeudamiento soberano. Porque hoy también se ha caído otro mito, el de que la Argentina se caía del mundo y que estaba aislada.

Hoy la Argentina ha sido tomada como ejemplo de las políticas de desendeudamiento en materia internacional. Algo que no es un dato menor. Por algo también hoy existe este ataque de la economía más desarrollada a la economía en vías de desarrollo. Porque si triunfa la tesis Argentina de la política de desendeudamiento, se termina el negocio financiero de muchísimas organizaciones para que los países vayan a tomar deuda para pagar deuda y no vayan a tomar deuda para desarrollarse.

Todo tiene que ver con todo, por eso es importante este presupuesto. Porque es un presupuesto que permite que el PBI crezca en el 4,6 por ciento y el PBI industrial en un 6,2 por ciento. Pero fundamentalmente porque es un presupuesto que sigue apostando a una gran definición que venimos sosteniendo y que vamos a trabajar para seguir profundizando: el modelo industrial, de crecimiento con inclusión y de sustitución de importaciones.

Estos presupuestos, este número 13 que hemos tratado durante todos estos años, tienen el gran mérito de haber generado dos herramientas fundamentales para los nuevos desafíos: la recomposición del tejido social y la recuperación del Estado.

Sin un tejido social recompuesto y sin un Estado reconstruido cualquier desafío que se plantee, cualquier gobierno futuro, sería imposible.

¿Qué hubiese sido de este país si todas las transiciones en democracia se hubieran generado en este clima? ¿Qué hubiese sido de este país si todos los gobiernos que asumían hubiesen tenido la posibilidad de planificar sus presupuestos, hubiesen tenido reservas estables, una caída sostenida de precios, índices récord en materia de desempleo y un país soberano en el manejo de su deuda?

Este proyecto ha generado nuevas palabras que se han incorporado al vocablo de la política y de la economía: soberanía hidrocarburífera, inversión pública en transporte y logística, políticas de inclusión, desendeudamiento soberano, desendeudamiento de provincias, convenios colectivos y crecimiento del PBI.

Hoy vemos con mucha satisfacción cómo muchos diputados, incluso de la oposición, piden que se incorporen obras. Esto es así porque se ha reconstruido un Estado que se sabe que tiene capacidad de respuesta.

Podemos habernos equivocado. Seguramente que sí. Podremos tener cuestiones pendientes para hacer. Seguramente tendremos. Pero lejos está este septiembre del año 2015 al 25 de mayo del año 2003 cuando tuvo que empezar un proceso de reconstrucción de la Argentina.

Para terminar, las palabras de mayor trascendencia incorporadas luego de tantos presupuestos debatidos, es "proyectos colectivos".

En Argentina no se hablaba de proyectos colectivos. Había quienes entendían que si a cada uno de nosotros le iba bien, al país le iba bien.

Nosotros creemos que si al país le va bien, a cada uno de nosotros le va a ir bien. Muchas gracias. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Agradeciendo al viceministro Agis, al secretario Pezoa, al secretario Pablo López, a todos sus equipos y a los diputados de la oposición que permanecieron hasta aquí, damos por concluida la sesión informativa sobre el proyecto de presupuesto.

El día martes de la semana que viene a las 16 o 17 horas -luego lo definimos bien- vamos a convocar a la reunión de diputados para continuar el tratamiento del proyecto de presupuesto.

Es la hora 18 y 30
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veintidós días del mes de septiembre de 2015, a la hora 13 y 36:
SR. PRESIDENTE FELETTI Contando con el quórum reglamentario, damos inicio a la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

En primer lugar quiero agradecer la presencia del secretario de Política Económica, licenciado Emmanuel Álvarez Agis; del secretario de Hacienda, licenciado Juan Carlos Pezoa, y del secretario de Finanzas, licenciado Pablo López; quienes están aquí para dar comienzo al tratamiento del proyecto de ley de presupuesto para el año 2016. Cada uno de ellos expondrá durante 40 minutos y luego comenzará la ronda de preguntas.

En primer término hablará el licenciado Álvarez Agis, quien por supuesto se referirá a las proyecciones macroeconómicas del presupuesto.

Independientemente de eso quiero comentarles que se está repartiendo a los señores diputados un CD con la localización geográfica de las obras, información que también está presente en la página de la comisión.

Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.

SRA. CICILIANI Señor presidente: quisiera saber cuál es el plan de trabajo previsto por la comisión para el tratamiento del proyecto de ley de presupuesto, además de las exposiciones que escucharemos hoy.

SR. PRESIDENTE FELETTI Realizaremos el plan habitual. Hoy expondrán los funcionarios y luego nos reuniremos los diputados hasta lograr emitir un dictamen. Si es consensuado, mejor; y si hay diferentes dictámenes, peor.

La mecánica es la misma de siempre: el ministro de Economía presentó el proyecto, hoy exponen los funcionarios -quienes se quedarán trabajando con nosotros el tiempo que sea necesario- y probablemente el martes próximo nos volveremos a reunir en comisión; y si fuera necesario lo haríamos una vez más.

Ahora se les brindará toda la información para que puedan procesarla en tiempo y forma. El tratamiento en el recinto será dentro de 15 a 20 días.

Tiene la palabra el señor diputado Julio Martínez.

SR. MARTÍNEZ (J.C.) Señor presidente: usted dice que el tratamiento será el mismo de siempre, pero la situación política no es la misma. Estamos en vísperas una elección nacional y seguramente cambiará el gobierno, aunque triunfe Scioli. El que siempre viene sí es el secretario Pezoa. Pero creo que hay que esperar un poco.



SR. PRESIDENTE FELETTI Señor diputado Martínez: usted tiene mejor información que nosotros.

SR. MARTÍNEZ (J.C.) Creo que el nuevo gobierno tendría que dar su punto de vista. No considero que deba darse el mismo tratamiento de siempre al proyecto de ley de presupuesto.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Depetri.

SR. DEPETRI Señor presidente: siempre hemos seguido la misma mecánica. Primero viene el ministro, luego los funcionarios y más tarde los diputados discutimos entre nosotros. Finalmente, quien está de acuerdo vota a favor y quien no, vota en contra.

Creo que tenemos que avanzar porque estamos perdiendo tiempo. Comencemos, señor presidente.

SR. KUNKEL Cuando gobernaba el partido del diputado Martínez, no mandaban el presupuesto ni se trataba en la Cámara.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Kosiner.

SR. KOSINER Señor presidente: denoto demasiada ansiedad. Recién estamos comenzando. Escuchemos a los funcionarios y luego debatamos. Tampoco el presidente dio una fecha de tratamiento definitiva. Creo que el Poder Ejecutivo cumplió con su responsabilidad constitucional y nosotros estamos en uso de nuestras facultades al debatir el proyecto de ley de presupuesto. Esperemos, seamos pacientes y veamos cuál es la dinámica a seguir.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.

SRA. CICILIANI Señor presidente: tengo una duda. ¿En la jornada de hoy podemos formular preguntas a los funcionarios?

SR. PRESIDENTE FELETTI Al igual que siempre, señora diputada Ciciliani. Siempre asisten los funcionarios y siempre se les pregunta acerca del proyecto de ley de presupuesto y de otros proyectos.

Quiero hacer una sola reflexión a favor de la institucionalidad. Sin expresarlo del modo que lo hizo el señor diputado Kunkel, comento que por suerte durante estos últimos doce años de democracia los presupuestos se presentan en tiempo y forma. En este caso estamos considerando el presupuesto número 13, que se presenta y trata parlamentariamente en tiempo y forma.

Habiendo hecho esta aclaración, tiene la palabra el señor viceministro de Economía.

SR. ÁLVAREZ AGIS Señor presidente: agradezco la presencia de los señores diputados.

Respecto de lo recién escuchado, quiero remarcar que vengo a cumplir con la ley de administración financiera porque un proceso electoral no nos va a hacer incumplir una ley. Vengo a presentar el proyecto de presupuesto, a dar cuenta de lo que hicimos durante 2015 y a plantear un panorama para 2016. Como siempre ocurre, el presupuesto puede ser modificado o no. Eso lo decidirán las autoridades que encabecen el Poder Ejecutivo y la nueva composición del Parlamento. No me parece una propuesta conducente pedir que los funcionarios de turno incumplamos la ley.

Ahora pasaré a referirme a lo realizado en 2015 porque así me lo exige la ley de administración financiera. Asimismo comentaré las perspectivas y las proyecciones macroeconómicas del presupuesto para 2016; como así también señalaré lo realizado en 2015 en función de lo que habíamos presupuestado en 2014.

Como la presentación de este decimotercer presupuesto tampoco es ajena a algunos debates que me parecen válidos, vengo a explicar con datos objetivos cuál es la herencia, palabra que se puso de moda, de estos doce años de gobierno. Reitero que veremos los datos y los compararemos con otras herencias que dejaron otros períodos de gobierno.

Claramente señalo que al próximo presidente le dejaremos total cobertura previsional, con un 6 por ciento de desempleo, 12 años de crecimiento, 20 por ciento de mejora en la distribución del ingreso y más de 1.900 escuelas construidas. Si nos centramos en esos datos objetivos, podremos discutir en un marco de seriedad y con argumentos válidos cuáles son las perspectivas para 2016 y los desafíos que enfrentará quien esté a cargo del Poder Ejecutivo.

Para saldar algunos debates trajimos indicadores que comparan la herencia del proyecto económico de crecimiento con inclusión social de estos doce años, con la que recibieron otros presidentes.

En 1999 el gobierno de Menem brindó cobertura a 2.500.000 niños y niñas; en 2001 el gobierno de la Alianza -con la explosión económica de la convertibilidad-, cubrió 2.600.000; y en 2015 nosotros dejaremos casi 7.000.000 de niños y niñas cubiertos por el sistema de asignaciones familiares, fueran contributivas o no.

Lo mismo ocurre en materia de cobertura previsional. Dejaremos prácticamente al ciento por ciento de los adultos mayores en condiciones de jubilarse o jubilados. Quiero agregar que cuando nos hicimos cargo del gobierno solo uno de cada dos jubilados gozaba de jubilación en la Argentina.



Una variación del haber mínimo jubilatorio que, además, hoy se ubica en 4300 millones de pesos. Estamos hablando de una modificación del 2766 por ciento cuando, tanto en 1999 como en 2001, estaban en los 150 pesos.

Para anticiparme a alguna de las críticas, vamos a ver que ese número está por arriba de cualquier tipo de indicador de inflación que uno quiera tomar. Espero que no repitamos la vergonzosa escena que le tocó vivir al ministro de Economía cuando preguntó quién se hacía cargo de un indicador que se hace llamar IPC Congreso y nadie levantó la mano. Hoy quisiera discutir en detalle ese indicador porque verdaderamente es una vergüenza.

Con respecto a las escuelas construidas podemos precisar lo siguiente. Después de doce años de un proyecto que apostó a la educación, dejamos 1921 escuelas construidas y tenemos más de 900 en construcción. El gobierno que se fue en 2001 construyó cero escuelas y al que le tocó ocupar el poder entre 1989 y 1999 construyó nada más que siete escuelas.

Vamos a repasar lo sucedido con las soluciones habitacionales. Hay un estimado de 1.150.000, mientras que en el gobierno de la Alianza ese número ascendía a 132.000 y en el de Carlos Menem a 400.000.

Ahora me voy a referir a las vacunas agregadas al calendario de vacunación. Concretamente, han sido 13, que se comparan con seis del gobierno de la Alianza y una del período de la convertibilidad.

Con relación al desendeudamiento vamos a hablar en detalle. Quiero comentarles qué deuda externa estamos dejando en materia de porcentaje del PBI: nada más que el 13 por ciento. Cuando uno computa la deuda externa que verdaderamente amenaza la sostenibilidad de la economía, o sea, la deuda que está en manos de privados y denominada en moneda extranjera, entonces hablamos de 9 por ciento del PBI. En 2001 ese ratio era del 31 por ciento y en el 99 también era en torno al 30 por ciento.

En cuanto a las negociaciones colectivas de trabajo, ha habido más de 1900. Las comparamos con 150 del período de la Alianza y 182 respecto en el menemismo.

En lo que respecta al PBI per cápita, tuvo un crecimiento del 4,6 por ciento durante estos doce años, que se comparan con la caída del 4 por ciento del período 2000-2001 y con nada más que 1,6 por ciento de la convertibilidad. Lo mismo vale, incluso con mayor intensidad, para el PBI industrial, porque sé que hay algunos debates acerca de si la Argentina se ha reindustrializado o no. Cuando uno mira la intensidad del PBI industrial se da cuenta que es del 6,2 por ciento promedio por año contra 4,6 del PBI. O sea, no solo la economía ha crecido sino que la industria también lo hizo más rápido que el resto de la economía, lo cual se refleja en casi haber duplicado la cantidad de empresas existentes en la Argentina respecto de la pesada herencia de la convertibilidad. Todas esas cuestiones se ven resumidas en este indicador de desempleo. Hablamos de un país que en el 99 recibió al gobierno entrante con un 14 por ciento de desempleo y explotó en el 2001 con un 18 por ciento. En cambio, nosotros vamos a dejar un país con un 6,6 por ciento de desempleo.

Dicho esto, para saldar el debate sobre la herencia, quiero -como lo señala la ley de entidades financieras- dar cuenta de una diferencia que contiene este presupuesto respecto de las proyecciones que hicimos para el crecimiento de 2015 en ocasión de presentar este tema en 2014. Marco este punto porque varios de los diputados lo consultaron en ocasión de la presentación del presupuesto. Nosotros teníamos un PBI estimado de crecimiento para este año de 2,8 por ciento. En este presupuesto esa previsión está ajustada a la baja para el cierre de 2015 en 2,3 por ciento. Hay medio punto de diferencia. Este gráfico es bastante elocuente con respecto a las proyecciones con las que contábamos cuando presentamos el presupuesto. Cuando uno ve la diferencia en las proyecciones de crecimiento de nuestros principales socios comerciales que ocurrían cuando presentábamos el presupuesto de 2015 -septiembre de 2014- y lo que finalmente hay hoy, vemos que salvo la zona euro, todo el resto de nuestros principales socios comerciales han ajustado sus proyecciones de crecimiento a la baja.

Por ello, cuando hicimos el presupuesto teníamos proyecciones que nos decían que nuestros socios comerciales iban a crecer más, y hoy contamos con proyecciones -no elaboradas por el Ministerio de Economía sino por muchos organismos públicos y privados-, en las que se muestran que por ejemplo Brasil tiene un crecimiento estimado 4,2 por ciento menor que la proyección que teníamos en ocasión de diseñar el presupuesto.

Es decir, con esos niveles de ajuste en las proyecciones de crecimiento de nuestros principales socios comerciales, la diferencia en el crecimiento de 2015 entre lo que estimábamos en el presupuesto y contemplamos en el actual, a doce meses vista, es nada más que medio punto porcentual. Creo que esta es una proyección lo suficientemente cercana como para considerar cuando uno toma en cuenta los errores en la proyección de nuestros principales socios comerciales.

Esto se refleja en el segundo gráfico que pueden observan en pantalla. Cuando presentamos el presupuesto esperábamos que nuestros socios comerciales crecieran el 3,3 por ciento en promedio, y hoy cuando se recalculan esas proyecciones están prácticamente a la mitad, es decir, 1,2 por ciento; de ahí surge la menor previsión de crecimiento para el 2015.

Algo parecido pasa con la soja. Si observan las proyecciones de USDA y de otros organismos internacionales y nacionales verán que cuando vinimos al Congreso en septiembre del año pasado indicaban un precio de la soja de 482 dólares para 2015 mientras que hoy está en 370 dólares por tonelada.

Lo que se ve en pantalla es el último gráfico que me parece importante tener en cuenta, sobre todo cuando recibimos críticas respecto de las proyecciones que contemplamos en el presupuesto. La línea verde es la evolución del PBI de la economía argentina entre 2003 y 2012; la línea de abajo es la proyección que se incluyó en el presupuesto sobre esa misma evolución; y la línea roja es la proyección del FMI para la economía argentina. Como se ve, nuestra proyección es sustantivamente mejor que la del FMI. Algunos diputados podrán decir que está siempre por debajo de la realidad. Ante esto yo les puedo decir que claramente está por debajo de la realidad porque nosotros venimos a presentar un presupuesto y sería bastante irresponsable de nuestra parte sobreestimar el crecimiento, los recursos y nuestra capacidad de realizar gastos e inversiones en el año siguiente. Con lo cual, esta es una medida bastante razonable por lo acertadas que vienen siendo las proyecciones del presupuesto.

Dicho esto, simplemente quiero mostrar algunas cuestiones sobre el tema internacional que obviamente afecta nuestra capacidad de crecer en 2016 por el efecto que tiene el comercio exterior sobre la economía local.

Después de la crisis de 2009 vivimos claramente en un mundo que se ha acomodado a una tasa de crecimiento menor a la que existía previamente. Estamos hablando de 5 por ciento en promedio antes de la crisis contra 3,3 que va a crecer en este momento. Estamos en un mundo en el que todos los países emergentes exportan cada vez menos.

Luego hablaremos en detalles de esto, pero el fenómeno de la caída de las exportaciones de los países emergentes no afecta solamente a la Argentina sino a todas las economías de la región y a todas las economías en vías de desarrollo, y tiene que ver con la desaceleración de la demanda mundial, no tiene que ver con cuestiones de competitividad ni de costos porque esa caída es generalizada.

Muchas veces escucho atribuir la caída de las exportaciones argentinas a problemas de competitividad. Si compramos ese diagnóstico estaríamos diciendo que todas las economías emergentes están perdiendo competitividad, lo cual sería muy contradictorio porque al mismo tiempo todas las economías emergentes están teniendo fuertes devaluaciones de sus monedas. Es decir, estamos en un contexto internacional de menor demanda para los países emergentes, de devaluaciones fuertes de las monedas y, en consecuencia, al revés de lo que escuchamos muchas veces por parte de los voceros de la ortodoxia económica, en un mundo en el cual los países que hacen devaluaciones disminuyen las exportaciones y no mejoran la competitividad.

Ese mundo hoy está atravesando lo que nosotros caracterizamos como la quinta etapa de la crisis financiera internacional que empezó con la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

Para recordar cómo se fue dando la crisis, acordémonos que en 2009 toda la economía mundial se frenó.

En 2010 se trasladó fuertemente a la zona euro. Los años 2011 y 2012 estuvieron marcados por la recesión de Europa. Ahora, en los años 2014 y 2015 estamos viendo cómo claramente esa recesión internacional se traslada a las economías emergentes.

Ese traslado se da en un contexto donde economías como la de la Unión Europea, que ha estabilizado su nivel de actividad, tiene una tasa de desempleo del 11 por ciento. Hablamos de un promedio que esconde situaciones como la de Grecia y España, que tienen tasas de desempleo superiores al 22 por ciento.

Quiero detenerme en este gráfico para señalar lo que recién marcaba respecto de las tensiones que están viviendo las monedas de todas las economías emergentes no solo de la región. La línea que ustedes pueden apreciar arriba es lo que se conoce como riesgo país de las economías emergentes en su conjunto. La línea de abajo se refiere a distintos indicadores de tipo de cambio de países emergentes. Cuando el valor de la moneda cae indica una depreciación o devaluación de la moneda. A medida que aumenta el riesgo de economías emergentes como la nuestra los países van enfrentando cada vez más presiones sobre sus monedas y sufren devaluaciones.

Cuando uno mira las situaciones de Brasil, Rusia, Chile o México no puede decir que esos países estén decidiendo devaluar sus monedas como una forma de intentar ganar competitividad. Lo que está pasando es que la salida de capitales, cada vez que la Reserva Federal amaga con subir la tasas de interés que pagan los bonos del Tesoro norteamericano, termina generando devaluaciones de países que, a diferencia de lo que ha hecho la Argentina, han puesto su crecimiento en manos de fondos especulativos que ingresan cuando las condiciones son buenas y se retiran cuando esas condiciones son malas.

Esto tiene que ver con lo que manifestaba en torno a las economías emergentes. Tenemos un mundo donde todas las materias primas están cayendo fuertemente en sus precios. La soja está cayendo un 24 por ciento anual; el oro cayó en un 21 por ciento; el petróleo, en un 50 por ciento y el cobre en un 25 por ciento. Esas materias primas están seleccionadas porque reflejan las principales exportaciones de los países emergentes.

Lo que está empezando a pasar en 2015 es que está cambiando el signo de la cuenta capital. Para decirlo sin tecnicismo: están dejando de entrar dólares a las economías emergentes y empezando a salir. Las barras que ven en la filmina representan los ingresos de dólares a todas las economías caracterizadas como emergentes menos los egresos de dólares de esas mismas economías. Es la entrada o la fuga de divisas. Entre 2007 y 2013 hay entrada de divisas para todos los países emergentes.

En 2014 ese saldo es levemente negativo, o sea que hay más salidas y fugas de capitales respecto de los ingresos de capitales. En 2015 es decididamente negativo.

Haciendo una referencia a la economía local, cuando se habla de problemas de competitividad o se dice que el dólar está barato, hay que tener en cuenta que el contexto internacional marca una fuerte corrida contra todos los países emergentes. El correlato de eso han sido devaluaciones del 54 por ciento del real, 20 por ciento del euro, 80 por ciento del rublo y del 3 por ciento del yuan. Obviamente, es de poca magnitud, pero representa un indicador muy importante para tener en cuenta porque la moneda china tiene una estabilidad a lo largo del tiempo que ha generado que esa primera devaluación -por más chica que sea- permita que todo el mundo sienta ese impacto tanto en materia de monedas como en lo bursátil.

La seguidilla de devaluaciones de economías emergentes que hemos encontrado ha hecho que todo el tiempo -no solo los emergentes, sino en particular la economía argentina- se haya tenido que estar administrando tensiones financieras provenientes del resto del mundo.

Fíjense que en un solo día, en diciembre, Rusia devaluó su moneda el 10,5 por ciento. En marzo Brasil marcaba una devaluación del 13 por ciento del real, mientras que en junio esa misma devaluación generaba una contracción de su actividad económica. En julio también teníamos la caída de la Bolsa de China en un 30 por ciento; y agosto está marcado por una devaluación del 15 por ciento mensual en Rusia, por el 3 por ciento de devaluación en China y por una caída del 8,5 de la Bolsa de Shanghai.

En consecuencia, como decía recién, no solo los países emergentes en general sino los BRICS en particular están enfrentando corridas contra sus monedas. Si ustedes observan la comparación anual, Brasil ha sufrido una salida de reservas de 6.000 millones de dólares, China ha sufrido la fuga de capitales por 236.000 millones de dólares, Rusia por 170.000 millones de dólares y Sudáfrica por 3.200 millones de dólares. La consecuencia de esto fue recesión, devaluación y suba del desempleo de alguno de nuestros principales socios comerciales.

En la filmina que se ve en pantalla se muestra el contexto financiero que enfrenta la Argentina: Brasil, con una devaluación del 62 por ciento -medida al 31 agosto-, India con el 10 por ciento, China con el 4 por ciento, Rusia con el 73 por ciento y Sudáfrica con el 25 por ciento.

Quiero destinar dos minutos nada más a marcar un punto que ha sido objeto de debate siempre que hemos presentado el presupuesto y cada vez que lo modificamos cuando las condiciones externas e internas así lo requieren, que es la discusión sobre ajuste o expansión fiscal.

Como si no fuera suficiente la cantidad de libros inestimables que se han escrito sobre si está bien ajustar la economía o no, sobre si ajustar fiscalmente la economía genera expansión o recesión, estamos siendo testigos perversamente privilegiados en el mundo de economías que están aplicando exactamente esa receta: ajustando su presupuesto público y reduciendo el gasto con una retórica que suena mucho en la Argentina respecto de que esas medidas van a bajar la inflación, mejorar el clima de negocios y hacer que la economía vuelva a crecer.

Fíjense la experiencia del ajuste en Grecia: casi 19 puntos porcentuales de incremento del desempleo en una economía que aplicó a rajatabla el paquete de ajustes del FMI. Y esos 19 puntos de crecimiento del desempleo -que lo deja en 27 por ciento de tasa de desempleo abierta- implica que la mitad de los jóvenes en Grecia están desempleados. Observen que además, consecuencia de haber aplicado un ajuste y de haber mal renegociado su deuda, la relación entre deuda y producto ha aumentado por la doble consecuencia de la caída del producto y del aumento de la deuda externa por volver a tomar deuda para intentar refinanciar intereses.

Lo mismo le ha pasado a España, que tiene una caída del producto del 6 por ciento luego de haber aplicado un ajuste durante dos años. Su desempleo se ubica en el 25 por ciento, insisto, después de haber seguido la recomendación de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional de ajustar su presupuesto. También hubo un incremento de la deuda porque obviamente la economía se achica y el peso de la deuda respecto de esa economía empieza a crecer.

Lamentablemente lo mismo le está pasando a Brasil, que ha aplicado estrictamente el manual del ajuste que le han dado las calificadoras de riesgo para mejorar su calificación y paradójicamente, después de aplicar esos ajustes, su resultado fiscal empeoró, es decir no pudo alcanzar ese superávit fiscal reduciendo el gasto.

Nos hemos cansado de explicar en este recinto que la peor forma de buscar un resultado fiscal positivo es ajustando el gasto, porque achica la economía y la recaudación; es como un perro que se quiere morder la cola y nunca llega.

Pero además de no haber podido alcanzar esa meta, Brasil ahora tiene que soportar que las mismas calificadoras que le recomendaron ese paquete de medidas -y que aplicaron a rajatabla- le bajen la calificación.

Lo paradójico es que en Brasil las calificadoras de riesgo son las que recomiendan el ajuste, mientras que acá son los opinólogos y muchas veces los diputados que integran esta misma comisión, quienes no ven esta experiencia internacional. Incluso tampoco notan que en el pasado la Argentina ya fracasó aplicando esta política. La política de ajuste siempre fracasa cuando tiene por objetivo conseguir un resultado fiscal positivo porque en realidad pasa exactamente lo contrario.

En la Argentina se aplicó la ley de déficit cero por la cual no se podía gastar más de lo que ingresaba. La consecuencia fue que cada vez entró menos plata porque se achicó la economía. Por lo tanto, al hablar de ajuste por lo menos expliquen por qué en la Argentina vamos a tener resultados distintos que en Grecia, España, Brasil o en el propio país durante toda la época de la convertibilidad y en el proceso que derivó en la crisis de 2001.

Ante esa situación económica internacional hemos tomado una serie de medidas con el objeto de fortalecer la capacidad financiera de la Argentina. Solo me referiré a una muy discutida, el swap, firmado recientemente con la República Popular China por casi 12.000 millones de dólares. He escuchado a muchos seudoespecialistas decir que ese swap no es en dólares, no sirve para apuntalar las reservas, no está disponible, no se puede usar y es una herramienta que solo se le ocurre aplicar a la Argentina. Sin embargo la verdad es que en 2015 países como Sudáfrica, Surinam, Canadá y Rusia han firmado swaps con China. Entonces vemos que la herramienta del swap es normal y generalizada en todo el mundo.

Por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos firmó este convenio con el Banco de Canadá, con el Banco de Inglaterra, con el Banco de Japón, con el Banco Europeo y con el Banco Suizo. Hemos revisado el debate en cada uno de esos países y en ninguno de ellos aparecen diputados o economistas diciendo que el swap es una herramienta mala o que no suma a las reservas. Solamente acá se nos ocurre atacar una práctica que se usa en todo el mundo para fortalecer las reservas y asegurar que las condiciones financieras externas no afecten la estabilidad. Pareciera que aunque fuera mediáticamente quisiéramos debilitar la posición financiera del Banco Central.

Tengo listados a estos seudoespecialistas: Nicolás Cachanosky, la consultora Ledesma, Guillermo Nielsen, Carlos Melconian y Juan Pablo De Santis. Pueden ver en pantalla una especie de crucigrama donde cada uno de esos analistas muestra qué considera que son reservas del Banco Central. Ahora, como saben, se habla de reservas genuinas, reservas netas, reservas de verdad y reservas de mentira. Veamos qué dicen esos analistas acerca de qué son reservas o no. No hace falta tener buena vista para ver el detalle. Tenemos la columna de encajes, déficits y préstamos de organismos internacionales. Cachanosky cree que un préstamo a un organismo internacional no es una reserva. Eso es un disparate porque no tiene relación con ningún tipo de crisis financiera, de concepto y práctica financiera internacionalmente reconocida. Además ocurre que ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo. Entonces hay tantas reservas en el Banco Central como se les ocurra a cada uno de estos analistas. Es decir que si uno le pregunta a Cachanosky, habrá 20.000; si uno le pregunta a Nielsen, habrá 30.000; y si uno le pregunta a Melconian -él siempre dice la cifra más baja- habrá 10.000.

Simplemente lo que hace la Argentina es cumplir a rajatabla la quinta edición del Manual de Balanza de Pagos, ¿escrita por quién? ¿Por Néstor? ¿Por Cristina? No, por el FMI. O sea que computamos en las reservas exactamente lo que dice el Manual de Balanza de Pagos del FMI. ¿Para qué? Para que cuando se midan las reservas argentinas, sean comparables con cualquier otro país del mundo ya que se trata de una medida estandarizada. El FMI se ocupa de medir las reservas de una manera homogénea y no según lo que dice cada chanta en cada país.

Por eso pido por favor que cuando discutamos cuántas reservas hay en el Banco Central, sepamos que los 33.000 millones de dólares que informa el Banco Central están estrictamente valuados con ese criterio. No estamos inventando nada, reinterpretando ninguna norma ni computando nada que no podamos. No sigamos con la obsesión de que las reservas del Banco Central tienen que ser lingotes de oro apilados uno encima del otro o dólares billetes apilados uno encima del otro.

Ocurre que lo peor es que cuando nos comparamos con Chile, Perú, México, Colombia o Brasil, notamos que la Argentina tiene mayor liquidez en su composición de reservas.

Las reservas líquidas uno puede pedirlas y sacarlas del Banco Central. Y la Argentina tiene un 44 por ciento del total de sus reservas líquidas. En cambio Brasil, que es un ejemplo para la región, tiene solamente un 7 por ciento de liquidez en sus reservas. Esto no significa que Brasil está mal, es inestable o hace las cosas erróneamente, sino que como cualquier otro país sabe que para las reservas vale lo mismo un lingote de oro que un swap con China. Reitero: para las reservas internacionales cualquiera de las dos herramientas vale lo mismo.

De todos modos, si quisiéramos aplicar ese criterio, estamos mejor que muchos países de la región o en una situación parecida al medir el resabio de la convertibilidad relativo a la cantidad de reservas respecto a los agregados monetarios. Me refiero a cuánta cobertura tienen los pesos que circulan en la economía respecto de las reservas que hay en el Banco Central.

Fíjense que Chile tiene un 23 por ciento, es decir prácticamente nuestro mismo nivel que es del 22 por ciento. Y México tiene nuestro mismo porcentaje. Sin embargo no escucho a economistas mexicanos decir que no tienen más reservas en el Banco Central. ¿Alguien se enteró de que se comentara que México está emitiendo mucho respecto de sus reservas en el Banco Central? No. No existen esos análisis. Son simplemente resabios de la convertibilidad, resabios del monetarismo, resabios de la ortodoxia que no se actualizan en la Argentina.

Por último, esas reservas internacionales que están en el Banco Central de la República Argentina son el resultado del superávit de cuenta corriente. Podemos ver en la pantalla en color azul oscuro a la izquierda la medición del superávit de cuenta corriente argentino contra la salida de capitales. Hay una diferencia de 3.000 que Argentina tiene año a año y que acumula en el Banco Central. Esto ocurre porque los dólares del comercio nos permiten no solo soportar el déficit de la cuenta capital sino también acumular reservas.

Cuando uno observa cómo han acumulado las reservas internacionales los principales países de la región, nota que el ingreso fue por la cuenta capital. Me refiero a capitales especulativos que como vienen se van. Y esos capitales se están yendo ahora no por una decisión de política doméstica sino porque Estados Unidos decidió subir la tasa.

Asimismo, por las dudas | piensen que es un fenómeno de 2015, traje una lista de todos los países que han firmado swaps con China. Ellos son: Pakistán, Tailandia, Hong Kong, Corea del Sur, Kazajistán, Nueva Zelanda, Ucrania, Australia, Mongolia, Turquía, Malasia y la Unión Europea. Reitero que la Unión Europea firmó un swap con China y lo computa como reserva. Agrego que también firmaron: Indonesia, Islandia, Hungría, Reino Unido, Brasil, Canadá, Rusia, Argentina y Sudáfrica. O sea que es una herramienta absolutamente normal que se computa como reserva. ¿Es el Santo Grial de la reserva? No, es una herramienta financiera más que nos permite tener mayor solidez financiera.

Esto mismo ocurre con un viejo debate que tuvo este Parlamento sobre si los DEG, los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional, suman o no a las reservas. Sí suman. Suman México, Brasil, Chile y Colombia. Entonces cuando un analista se refiere a que si de las reservas del Banco Central se sacan los swaps, los encajes, los DEG, no se sabe cuánto queda, es como decir que de la plata que tengo en el bolsillo, los billetes de 20 no los cuento, las monedas tampoco y los de 100 que son de la vieja denominación tampoco. Sin embargo todo es plata. En el Banco Central pasa lo mismo: son todos dólares. Algunas son líneas abiertas que me permiten disponer de dólares, otros son dólares y otros son lingotes de oro.



Pero, encima, tienen el mayor ratio de liquidez comparado de la región.

Cuando se les pregunta a esos mismos opinólogos

-que no entienden lo que representan las reservas que hay en el Banco Central- de cuánto van a ser dichas reservas, les pido que se fijen en cuánto pifian. Me refiero a los locales y también a los internacionales: 4000 millones de dólares. La consultora de Brodersohn hacía una proyección de reservas para 2014 de 17.300 millones de dólares. Es decir, le pifió nada más que por 14 mil millones de dólares. Martín Redrado -que se supone contaba con algún tipo de experiencia- quiso hacer realidad el título de su libro y dijo que las reservas iban a ser de 18 mil millones de dólares. Le pifió por 13 mil millones de dólares.

Entonces, cuando hablamos de la solidez de las reservas internacionales tengamos en cuenta que estamos cumpliendo con los mejores criterios de evaluación a lo largo y ancho del mundo y que usamos las mismas herramientas que utiliza cualquier banco central de cualquier lugar del mundo. Por eso pudimos pasar de 27.000 millones de dólares de reservas que teníamos en mayo de 2014 a 33.600 millones de dólares en la actualidad. Comparativamente, cuando mira a China, año a año, se da cuenta de que perdió 315 mil millones de dólares, Rusia perdió 111 mil millones de dólares de reservas, Brasil 8 mil y Sudáfrica 3 mil. Sin embargo, nosotros crecimos en 5 mil millones de dólares, a contrapelo de lo que le está pasando al mundo.

Está claro que las reservas no son de 50 mil millones de dólares, como sí fueron en 2010 o 2011. ¿Qué pasó? Nos desendeudamos. Como cualquier administración financiera responsable, cuando uno ve que le baja un activo, por ejemplo, que caen las reservas internacionales, tiene que ver qué pasó con los pasivos, con la deuda. Si uno tiene en su vida personal un crédito hipotecario y un día decide ir al banco y cancelarlo, obviamente que tiene menos plata en el bolsillo, pero también se sacó una deuda de encima.

Si la Argentina no se hubiera desendeudado como finalmente sucedió, hoy las reservas serían de 142 mil millones de dólares. En vez de 33 mil serían de 142 mil millones de dólares. ¿Estaríamos en una posición financiera más sólida? No, todo lo contrario. Esas reservas estarían compuestas pura y exclusivamente de especulación financiera. Cualquier vientito de afuera nos llevaría puestos la moneda, las reservas, los precios y el empleo. Como nos hemos desendeudado -esto es obvio para cualquier unidad económica- esto se afronta, cuando es sano, con una caída en los activos. La caída de nuestras reservas internacionales son el espejo de nuestro proceso de desendeudamiento.

Dicho esto, me voy a referir a la situación local. La Argentina, en los primeros seis meses del año 2015, está creciendo a una tasa del 2,2 por ciento. Cuando uno compara cómo estaba creciendo en ocasión de defender el presupuesto 2014, vemos que era nada más que medio punto positivo. Ese crecimiento-de ahí el gráfico de la izquierda- se da en el marco de un desacople de nuestro principal socio comercial: la economía brasileña.

Durante 2014, las economías argentina y brasileña crecieron muy poco, casi cero. Sin embargo, por las políticas contracíclicas que aplicamos durante 2014 y 2015, hoy tenemos un año en el que Brasil cae al 2 por ciento y la Argentina crece al 2 por ciento, cosa que ha pasado en muy pocas oportunidades en la historia de ambos países. Siempre que caía Brasil arrastraba a la Argentina. Y esto se daba por razones obvias: porque es una economía más grande, porque es nuestro principal socio comercial y porque cuando cae Brasil arrastra a toda la región además de a la Argentina, y eso le pega a nuestro país. Hoy estamos creciendo al 2 por ciento en el semestre, y cuando uno mira mes a mes observa que esa tasa de crecimiento se está acelerando, y en junio estamos creciendo al 3,8 por ciento después de pasar un 2014 donde incluso en el tercer trimestre la economía cayó.

Ese desacople y crecimiento -como nos gusta decir- no fue magia sino el resultado de políticas contracíclicas que cuando el mundo vino complicado decidieron fomentar el mercado interno.



Me parece que una de las cosas más paradigmáticas para señalar es que ese crecimiento se dio en un contexto de fortísima desaceleración de precios.

La línea azul del gráfico que se ve en pantalla representa la inflación y la línea celeste el crecimiento. Como pueden ver, el crecimiento se dio de la mano de una desaceleración de precios porque hemos podido desacelerar la inflación sin hacer el ajuste; es más, bajamos la inflación creciendo.

Es decir que demostramos en los hechos, no con discursos, que toda esa caterva de cosas que le gusta decir a la ortodoxia -como, por ejemplo, que la única forma de bajar la inflación es con palos a los trabajadores, con ajustes al gasto público, frenando las paritarias y dejando de invertir por parte del Estado- es falsa. Se puede bajar la inflación y crecer; se puede bajar la inflación y mejorar la distribución del ingreso. No está escrito en un libro sino que es lo que demuestra la dinámica argentina entre 2014 y 2015, se mida con el índice que se mida. Tomen el peor de los indicadores de inflación o de crecimiento y les va a dar esta misma tijera: una inflación que cae y un crecimiento que sube.

No es cierto que para bajar la inflación haya que hacer ajustes. Quizás sí si queremos bajarla a cero, como en la convertibilidad, pero para bajar la inflación no hay que pegarle al crecimiento, no hay que hacer el ajuste; se puede bajar la inflación y seguir creciendo.

Digo esto porque no somos nosotros solamente los que decimos que se crece. Si uno ve los resultados de CAME, de la consultora CCR, de la consultora Kantar World Panel -un panel de consumo mundial- todos los indicadores muestran un crecimiento en los primeros siete meses de 2015. Ese crecimiento además ha ocurrido con una industria que por primera vez en mucho tiempo ha logrado desacoplarse de la dinámica industrial de Brasil.

Como todos ustedes saben, nuestra dinámica industrial está muy emparentada con la de Brasil porque hay lazos comerciales muy fuertes. Durante 2013 y parte de 2014 la caída industrial de Brasil arrastró a nuestra industria.

Sin embargo, a partir de planes como ProCreAuto, Ahora 12, Procrear y Renovate, logramos desacoplar parcialmente -porque no podemos reemplazar por entero el mercado de Brasil- la dinámica de nuestra industria de la de Brasil. Hubo dos meses de recuperación de la industria luego de una larga caída, pero además -este es el indicador que quiero mostrar- la industria que está destinada al mercado interno está creciendo mientras que la industria que está destinada a la exportación está cayendo.

La línea inferior del gráfico que pueden observar, que tiene tasas de crecimiento negativas, es la parte de la industria que se dedica a exportar mientras que la línea de arriba es la parte de la industria que se dedica a producir para el mercado interno. Como se puede observar, la industria del mercado interno está sólida y la industria dedicada a la exportación, no lo está.

También se ha visto una mejora en la dinámica de las pymes en la encuesta cualitativa a empresas que esperan alzas o que no esperan cambios en la producción, que en mayo se encontraba en un pico de 61,7 por ciento, que se alcanzó después de muchos años.

El 73 por ciento de las pymes industriales esperan que su producción se mantenga o crezca en los próximos seis meses, con lo cual las perspectivas son muy buenas. Y el 63 por ciento de pymes industriales aumentaron o mantuvieron su rentabilidad durante el mes de mayo.

Por otro lado, la construcción sigue fuerte. Y la campaña agrícola año a año sigue con récords de producción; este año estaremos en 123 millones de toneladas, un poco más de lo que preveíamos en el presupuesto anterior.

Asimismo, YPF sigue produciendo. En unos momentos voy a hablar sobre ese tema, por eso no me adelanto.

Pero hay algo que me gustaría marcar, para no aburrir con tantos indicadores. Observen que tenemos las exportaciones de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario -primero están los productos primarios y después las MOA- en valores, que se representan en la barra azul oscuro, en cantidades, que es la barra celeste y en precios. Cuando uno observa las cantidades, tanto de los productos primarios como de las manufacturas de origen agropecuario, se puede ver que están creciendo.

En cantidades estamos exportando más, no menos. Lo que pasa es que medido en dólares, el efecto de la caída en los precios internacionales es tan grande que hace que las exportaciones medidas en dólares corrientes caigan, y obviamente eso tiene efectos.

¿Eso es algo que solamente ocurre en la Argentina? No. Brasil está devaluando un 50 por ciento y sus exportaciones caen un 15 por ciento; en Uruguay caen un 18 por ciento y en la Argentina un 17 por ciento, en línea con lo que sucede en toda la región.

Otro indicador importante es que entre enero y julio del año pasado teníamos un superávit comercial de 4.100 millones de dólares; mientras que entre enero y julio de este año tenemos un superávit comercial de 1.400 millones de dólares. Ahora bien, si los precios fueran los mismos que el año pasado, el superávit comercial habría sido incluso mayor, llegando a los 4.500 millones de dólares. Esta sencilla cuenta indica que estamos exportando mayor cantidad de productos pero que la caída de los precios nos está afectando tanto que contrarresta el ingreso de dólares por el lado de los precios y no de las cantidades. Esto es un poco lo ocurrido en el contexto regional.

En la presentación pueden ver la caída de las exportaciones. Se trata de un 16 por ciento en el caso de Brasil, de un 13 por ciento en Chile, de un 31 por ciento en Colombia, de un 16 por ciento en Paraguay, de un 17 por ciento en Perú y de un 18 por ciento en Uruguay. Con estos datos quiero señalar que no puede haber un problema de competitividad a escala mundial. No puede ser que todas las monedas de nuestros socios sean pocos competitivas y que todos los exportadores de la región sean poco competitivos. Lo que está pasando es que en particular a las economías emergentes el mundo se les está cayendo en la cabeza.

En ese contexto llegamos a una tasa de desempleo del 6,6 por ciento. Y para quienes gustan mirar los números, aclaro que ese 6,6 por ciento está dentro de un contexto de estabilidad de la tasa de actividad y de empleo. O sea que no está cayendo el desempleo porque hay menos trabajadores que buscan trabajo ni por el efecto desaliento sino que está cayendo el desempleo porque la Argentina genera empleo. Al respecto hoy varios diarios señalaban que se trata de empleo público, pero ello es absolutamente falso. El empleo que está creciendo es privado. Cuando uno mira el primer trimestre de 2015, nota que el empleo privado crece casi un 2 por ciento; y en el segundo trimestre casi un 3 por ciento. Esto es sobre la base de los datos del SIPA, o sea que no es una estimación, como sí lo es la Encuesta Nacional de Hogares. Este es un número concreto que tiene la AFIP sobre el que se realizan aportes.

El empleo privado registrado está creciendo y ello provoca la baja del desempleo. Esto pasa porque la economía está creciendo. No es el sector público sino el privado, por más que a algunos no les guste reconocerlo. El salario real está creciendo, ya sea medido por el IPCNU o por el mamarracho que hacen algunos diputados de este Parlamento. Reitero que el salario real está creciendo.

Ahora voy a hablar del mamarracho y por eso me permito caracterizarlo como tal. Las paritarias finalizaron absolutamente sin ningún conflicto y los precios se están desacelerando.

Voy a referirme al IPC que hacen algunos diputados de este Parlamento. Puse la foto no por mal gusto, Federico, sino porque cuando el ministro preguntó quién hacía el IPC que se llamaba Congreso, nadie contestó. Debo aclarar que en realidad el diputado Pinedo se hizo cargo. Pero el resto miraba distraído sin decir nada; por lo menos yo no lo escuché.

Voy a comentar dos cosas sobre ese IPC trucho que hacen. Primero, cuando muestran el cartelito dice 2,78...

SR. MARTÍNEZ (J.C.) ¿Van a dar el número de pobres?

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Diputados, ustedes presentan el IPC y nadie dice nada. Se los respeta. Entonces dejen que haya un debate sobre el IPC. Tranquilitos y calmaditos.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FELETTI Continúe, señor viceministro.

SR. ÁLVAREZ AGIS Cuando presentan el IPC muestran una foto que dice 2,78, pero cuando lo publican ponen 2,59. Lo truchan. Presentan un número más alto y después lo bajan, lo cambian. ¿Qué pasa? ¿Salen a buscar los precios y se dan cuenta de que son más bajos? ¿Cómo hacen esa magia? ¿Cómo dicen 2,8 contra 2,6?

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. ÁLVAREZ AGIS Prestemos atención. Tengo todos los indicadores públicos de las consultoras privadas para el mes de agosto. En este caso Consumidores Libres arroja un 1,5; Bein un 1,5; Elypsis, que es de ustedes, un 1,6; FIEL, un 1,8; CABA, que también es de ustedes, un 1,8; Melconián, un 1,9; Finsoport, un 1,9; Tiscornia, un 1,9; CREEBBA, un 2,1; Inflación Verdadera, un 2,2; y Ecolatina, un 2,6. Pido a cualquiera que saque una calculadora y me diga cuánto da este promedio. El resultado es 1,8, mientras que esos diputados que truchan este número dicen que da 2,2. Entonces acaban de reformular la matemática. No sé cómo lo hicieron. Pero les pido que agarren la calculadora y hagan las cuentas.

Si no, lo que pudo haber pasado es que encontraron una consultora que para ese mes calculó un 5 por ciento de inflación, porque es la única forma de poner un número que dé ese porcentaje. Reitero, lo único que pudo haber pasado es que se nos haya perdido una consultora que arrojó un 5 por ciento de inflación. Es una vergüenza, esto no respeta las leyes del álgebra. O sea que para el IPC trucho, uno más uno da catorce. Explíquenme cómo lo hacen. No saber promediar es una barrabasada matemática, no política, ni ética, ni moral, ni económica. A quienes no son economistas les aclaro que promediar es sumar y dividir el resultado por la cantidad de sumandos. No es ninguna ciencia. Incluso para ese índice la inflación se desaceleró. Reitero que incluso para este índice, mentiroso como pocos, la inflación se desaceleró. Hablaban del 40 por ciento en octubre de 2014 y hoy tienen que reconocer un 27 por ciento. Con lo cual, saldado el tema del IPC trucho, -que pido que por lo menos le pongan el nombre de los autores y no de esta institución-, ni siquiera la jurisdicción que gobiernan los diputados que plasman ese número respeta ese indicador ni lo usa en sus cuentas.

Ahora me imagino dónde puede estar el problema con ese indicador, ya que la inflación que calculan en el presupuesto de la Ciudad Autónoma -pido que les den una mano- es una barrabasada en sus propios términos. Para este año estiman un 28 por ciento de inflación. Me permito decir que esto es para que cuando presenten el presupuesto digan: "El año que viene la Argentina va a ser un desastre porque habrá un 28 por ciento de inflación y por eso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no podremos construir escuelas ni subir salarios porque el tema vendrá complicado".

Para que esa proyección se cumpla, la inflación a partir de ahora hasta fin de año tiene que ser del 3,3 por ciento mensual, incluso más de lo que da un indicador que ustedes mismos tiran para arriba. O sea que cuando nos vienen a preguntar sobre la proyección de la inflación, fíjense lo que hacen en su presupuesto. No solo ocurre que en el indicador trucho de esta casa no saben sumar, sino que en el presupuesto tampoco saben calcular ni presupuestar. No es solamente que usan un indicador que está mal, ya que ni siquiera tomando en cuenta el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puede justificar esta barrabasada en el presupuesto.

No obstante, a partir de todos los indicadores que uno quiera tomar, la inflación ha bajado y el crecimiento se ha acelerado. O sea que bajamos la inflación sin hacer el ajuste. En cambio, la respuesta de la oposición es que la única forma de bajar la inflación es haciendo ese ajuste. Eso es falso y está demostrado con lo sucedido en la Argentina entre 2014 y 2015.



Me voy a referir a la dinámica del gasto, pero no me voy a extender sobre el particular porque ya lo harán el secretario de Finanzas y el de Hacienda. Primero, mostramos cómo se recuperaron las reservas que pasaron de 27 mil millones de dólares en marzo en 2014 a 33.600 millones de dólares este año.

Además, eso se ha dado en un contexto donde hemos reducido significativamente las expectativas de devaluación. En el gráfico se ve la curva de futuro del dólar para 50, 100 y llega a los 400 días. El año pasado estaba superando el 30 por ciento y hoy está por abajo del 20 por ciento.

En este punto les pido que cuando miren las proyecciones del dólar vean también no lo que está diciendo una consultora, el gobierno o quienes hicimos este presupuesto. Les pido que vean lo que está diciendo el propio mercado. Y no lo decimos porque sea una voz autorizada sino porque los que ponen guita, los que apuestan a determinada tasa de valuación están viendo números significativamente más bajos que los del año pasado. Y esta estimación de valuación calculada con futuros, además, siempre sobreestima, con lo cual el número que estamos poniendo en el presupuesto es más que razonable si uno mira la historia, las proyecciones, la relación del mercado de futuros ex post con el mercado spot. Lamento el technicality pero entiendo que los diputados que hacen estas críticas saben a lo que me refiero.

En ese mismo contexto hemos fortalecido el peso. Fíjense que los depósitos a plazo fijo están creciendo el 44 por ciento, una tasa interanual que es mayor a cualquier tipo de número de inflación que uno quiera poner. En ese contexto hemos fortalecido el peso con una diferencia sustantiva a los programas de fortalecimiento del peso que sufrió la economía argentina por ejemplo durante la convertibilidad. Hemos fortalecido el peso cuidando al ahorrista, dándole una tasa de interés alta pero cuidando también al tomador de crédito, no dejando que el spread de los bancos afecte la dinámica del crédito.

Simplemente quiero señalar que la tasa de interés de plazo fijo, la mínima y regulada por el Banco Central, estaba en octubre de 2014 en el 18 por ciento y gracias a la normativa que nos permite aplicar la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, hoy está en 24 por ciento; eso explica mucho de la recomposición de los depósitos denominados en moneda nacional. Si uno mira cómo venían creciendo los depósitos con una tasa de inflación más alta y con una tasa de interés más baja en 2014, observa que crecía a una tasa del 28 por ciento. Hoy, con una inflación más baja y una tasa de interés más alta, crecen al 44 por ciento.

Voy a enfocarme en algunas cuestiones que han suscitado algún debate. Lo primero se relaciona con el rol del gasto público en general, y en particular en materia de subsidios. Sé que muchos diputados han hecho preguntas acerca de si este presupuesto presupone que vamos a sacar los subsidios, hacer un ajuste, etcétera.

En primer lugar, esta es la única medición seria, científica y contundente que conozco de eficiencia del gasto público y del sistema tributario de un país. La medición ya fue expuesta en este recinto y muestra cómo se modifica la distribución del ingreso gracias a las políticas que aplica el Estado. O sea, los gastos que realiza y a los impuestos que cobra.

En 2004 la mejora en la distribución del ingreso después de hacer gastos y cobrar impuestos -es decir, después de la acción del Estado- era nada más que del 21 por ciento. En 2012 -último año para el cual se puede hacer esta medición porque requiere de la Encuesta Permanente de Hogares que se efectúa cada diez años- esa mejora era del 31 por ciento. Es decir, no solo gastamos más, no solo recaudamos más, sino que lo hacemos de una manera más eficiente y equitativa. La acción del Estado, en la Argentina, mejora la distribución del ingreso. ¿Cuánto? Muchísimo: un 31 por ciento es la reducción del Gini cuando uno computa el gasto público y los impuestos que cobra el Estado.



En la pantalla se puede ver la relación entre los subsidios y el PBI porque es la manera medirlo. Así como hay que medir la deuda en relación con el tamaño de la economía, el tamaño de los subsidios hay que medirlo en relación con el tamaño de la economía.

En 2014 ese ratio tuvo un pico de 3,8 por ciento; es decir que el 3,8 por ciento del PBI se destinó a subsidios. El crédito vigente en materia de subsidios indica un ratio de 3,2 por ciento, es decir, menor al del año pasado. ¿Qué estoy diciendo con esto? Pareciera ser que, si tomáramos el mismo criterio con el que han evaluado el presupuesto algunos diputados, estamos haciendo un ajuste, que estamos retirando subsidios en 2015. Esos mismos diputados van a estar de acuerdo conmigo en que eso no pasa porque apenas terminan de decir esto empiezan a quejarse de que hay muchos subsidios y que el Estado gasta mucho en subsidios.

¿Qué pasó con esto? Sencillamente, en 2014 el precio internacional del crudo tocó un pico de 110 dólares el barril y en 2015 ese precio es de entre 46 y 47 dólares. Además de que los subsidios cayeron -medidos como porcentaje del PIB, que es claramente como tienen que medirse-, porque cayeron los precios internacionales de la energía, también disminuyeron porque YPF produce más y porque el resto de las empresas producen más gas y petróleo, y además porque selectivamente hemos redireccionado subsidios. Esto pasa en gas de red y en gas de garrafa. En gas de red hemos retirado subsidios a sectores de altos ingresos y en gas de garrafa hemos pasado de subsidiar a la oferta, es decir a los productores, a subsidiar a la demanda.

Fíjense que además -esto es una confusión bastante presente incluso en analistas especializados en subsidios- la distribución de los subsidios no se reduce a la cuestión eléctrica. El 43 por ciento de los subsidios son en energía eléctrica y el restante 70 por ciento se divide entre gas, transporte y agua.

Asimismo, hay una cuestión federal. He escuchado análisis que dicen que el 70 por ciento de los subsidios se destina al Área Metropolitana de Buenos aires. Según el CIPPEC el 70 por ciento de los subsidios van al Área Metropolitana de Buenos Aires. Esto es falso: sólo el 40 por ciento de los subsidios se destina al AMBA. Es decir que por cada peso que destinamos en subsidios al AMBA van casi cinco pesos al resto del país.

¿Por qué? Me parece que es importante que se entienda conceptualmente. Porque la programación de los subsidios es horizontal, es decir, no discrimina por provincias o regiones. Cuando ingresa gas importado a la matriz energética argentina, vía Cammesa -que es el mercado que distribuye esa energía- se compensa el precio de la importación y se pone a un precio parecido al local. Cuando Cammesa distribuye la energía no discrimina si el usuario, la empresa o el comercio está en AMBA, en La Rioja o en Neuquén; el subsidio es horizontal. Por lo tanto, se distribuye como la demanda de energía eléctrica en el país. Entonces, el 40 por ciento va al AMBA, que tiene mayor intensidad demográfica y productiva, y el restante 60 por ciento va al resto del país.

Además -este es un resultado concreto que quiero señalar-, la quita selectiva de subsidios para el gas de red que implementamos el año pasado, en lo que va de este invierno y parte del anterior nos permitió reducir casi 400 millones de dólares en importaciones; esto es el equivalente a ocho barcos. Esos 174.000 millones de pesos de subsidios generan básicamente ciertos efectos beneficiosos para la economía; en particular reducen la inflación en cinco puntos, reducen la pobreza en dos puntos, suben el PBI en un punto y medio, y suben el consumo en 1,7. En criollo: generan 56.000 puestos de trabajo.

Por lo tanto, si sacamos los subsidios, si este Parlamento votara a favor de un presupuesto que redujera los subsidios a cero, perderíamos 56.000 puestos de trabajo.



Quiero decir algo que tal vez ahora tomen más en cuenta. Esto lo señalamos durante doce años mientras que el SIPEC recién se dio cuenta hace dos semanas. Nobleza obliga, lo reconocemos y los felicitamos. Finalmente entendieron y se dieron cuenta de que los subsidios son una política económica sana, inclusiva, de crecimiento y de reducción de la inflación y de la pobreza.

Si sacamos los subsidios habrá más inflación, no menos. Vaya si esto lo saben los usuarios de la Ciudad de Buenos Aires, que Macri no para de generar inflación con todos y cada uno de los precios que tiene a cargo. Su misma usina de pensamiento dice que si sacan los subsidios se genera inflación. Entonces basta darse vuelta y fijarse cuánto paga uno de ABL, de transporte, de subte especialmente, para confirmar que los subsidios son una política inclusiva y de crecimiento.

Si en 2014 hubiéramos tenido que pagar el barril de petróleo a 110 dólares, habría 56.000 argentinos en la calle. Concretamente ese es el fin de los subsidios, aunque después cada uno podrá hacer su propia consideración. Para algunos, 174.000 millones de pesos puede ser mucho para sostener 56.000 empleos, mientras que para otros puede ser poco. Pero la realidad es que esa política, reconocida por las usinas de pensamiento de todos los espectros ideológicos y conceptuales que hay en el país, es de crecimiento, inclusión y reducción de la inflación.

No me voy a detener en cómo confunden todo el tiempo la prensa y algunos analistas subsidio con inversión y subsidio con gastos de capital. Para la prensa esos 174.000 millones de pesos de subsidios son casi 200.000 millones, es decir que la yerran en un 30 por ciento. Entonces, suman lo que quieren, como hacen con las reservas, y los subsidios crecen exponencialmente.

Por último voy a hacer un punto para referirme a la política de subsidios. Hoy ustedes me podrán decir: si el precio del petróleo está a la mitad, ¿por qué los subsidios no bajaron en igual proporción? Primero porque la relación no es lineal. Y segundo porque la caída del precio del petróleo, si bien nos mejora porque nuestras importaciones son más baratas, nos complica porque los productores de petróleo pueden reducir su producción. Gracias al precio internacional, una parte de la reducción de esos subsidios la reservamos para los productores de petróleo. Fíjense que durante 2014 destinamos más plata a los productores de petróleo y gas de la Argentina que los productores de Oriente Medio, Asia Pacífico, América Latina, Europa, África y Canadá.

En Oriente Medio las plataformas de perforación, esas especies de grúas que sacan petróleo, caen un 3 por ciento llegando en Canadá a un máximo del 46 por ciento. Entonces, como podemos ver, disminuyen en todo el mundo.

El caso de la Argentina figura en un recuadro chico en color verde y dice que es más 5 por ciento. Consecuentemente la Argentina es el único país en la región y uno de los pocos en el mundo donde se perfora para explotar y extraer más petróleo y más gas en un año en que el precio cayó un 50 por ciento. Esto es el resultado de compensar esa caída con subsidios y decir no a la demanda a los productores. Igualmente no tradujimos esa caída al precio del petróleo.

Muchas veces ustedes preguntan por qué si cae el precio el petróleo no ocurre lo mismo con los de sus derivados en el mercado interno. Esto pasa porque estamos cuidando el empleo. Si bien la subida de los precios de los derivados del petróleo puede tener algún efecto negativo en la economía, que el Estado deje que se desbarranque el precio del petróleo tendría un efecto mucho más negativo porque se empezarían a perder empleos, producción e inversión en materia petrolífera, con lo mucho que necesita la Argentina el autoabastecimiento energético.

Voy a pasar por alto todo lo que hicimos durante estos doce años porque es demasiado. Simplemente comentaré algo relativo al gasto público para después referirme a las proyecciones.

Siempre critican que por decreto se decide aumentar, no aumentar, etcétera. Sin embargo, gracias a las sucesivas leyes que ha aprobado este Parlamento -me refiero a esa discrecionalidad presupuestaria que tanto ha molestado y generado debate sobre la movilidad de las asignaciones familiares, la asignación universal por hijo, las jubilaciones, las pensiones no contributivas y el programa Progresar-, el 40 por ciento del gasto público no se mueve a discreción del Poder Ejecutivo sino que se ajusta automáticamente. Reitero: el 40 por ciento del gasto público, que se destina a jubilaciones y pensiones no contributivas, a asignaciones familiares formales, a la Asignación Universal por Hijo y al programa Progresar, tienen movilidad automática. Eso representa el 10 por ciento del producto que se modifica automáticamente con el indicador que quedó demostrado que es más alto que cualquier índice de inflación.

El ingreso de 16,6 millones de argentinos no depende de un decreto ni de una decisión arbitraria sino de que las políticas económicas aseguren el crecimiento de la economía y de los recursos. Si no fuera así, en un contexto donde la economía se contrae y la recaudación se cae, obviamente esa movilidad se pierde.

En ese escenario estamos esperando un 2016 mejor que 2015 en materia de crecimiento. ¿Por qué? Porque como lo he mostrado a lo largo de mi presentación, cuando uno compara las proyecciones mundiales de 2016 y 2015 de nuestros principales socios comerciales, ve un 2016 mejor. Esto lo digo porque todos tenemos la sensación de que son años feos. Sí, los dos son años feos, pero el menos malo es 2016. Con lo cual cuando uno mira la tasa de variación, encuentra que en 2016 el mundo crecerá más rápido que en 2015 porque los socios comerciales también crecen más rápido. Además los precios internacionales no reflejarán la caída que hubo entre 2015 y 2014 sino que se van a estabilizar.

No voy a mirar los componentes de la demanda porque son muy detallados. Estamos previendo una devaluación del 12,4 por ciento para este año y del 16 por ciento para 2016. El ministro ha detallado el promedio y el detalle punta a punta, algo que siempre trae confusión. Una cosa es comparar el promedio del tipo de cambio del año que viene con el promedio de este año, y otra distinta es comparar diciembre pasado con diciembre venidero. Por eso esos valores hay que tomarlos como lo que son: promedios.

Habiendo una inflación desacelerada, esperamos que las condiciones internacionales no provoquen que vuelva a crecer el precio de la soja, del petróleo o de las cosas que afectan los precios de los productos que la Argentina exporta.

En cuanto al saldo comercial, teniendo esa configuración de precios y un mundo que crece un poco más, probablemente llegue a ser de 4.000 millones de dólares en 2016, es decir, casi del doble; teniendo un cierre de 2.700 millones de dólares en 2015. Esa es la dinámica de las exportaciones que estamos esperando y que están en línea con todas las proyecciones de nuestros socios comerciales.

Cuando uno mira cuánto esperan que crezcan sus exportaciones Brasil, Chile, Perú y los países emergentes, nota que están en línea con crecimientos cercanos al 2 por ciento y al 6 por ciento. Esto es para las exportaciones o las importaciones, dependiendo de qué lado uno lo mire. Asimismo esperamos un déficit comercial energético de 3.800 millones de dólares para este año y de 4.700 millones de dólares para el año que viene.

Ustedes me podrán decir que esperan un peor resultado energético que este año, y es así. Pero obviamente lo esperamos con un PBI que crece un 3 por ciento en términos reales. Consecuentemente la relativa estabilidad del resultado comercial energético en el contexto de un PBI que crece, implica que se está mejorando y alcanzando el autoabastecimiento porque la economía se hace más grande pero el déficit crece menos que proporcionalmente a ese aumento.



Estamos esperando que paulatinamente ese déficit se estabilice en torno de los 4500 o 4800 millones de dólares y empiece a pegar la vuelta. Obviamente, resulta complejo hacer estas proyecciones en un contexto en el que de un año para el otro el precio internacional del petróleo cambia en un 50 por ciento.

Esos son los lineamientos generales del proyecto de presupuesto. Muchas gracias. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, Pablo López, quien se referirá al tema financiamiento.

SR. LÓPEZ Buenas tardes a todos, señores diputados, funcionarios y público en general.

Habiendo sido presentados los lineamientos macroeconómicos sobre los que se construyó este presupuesto, me voy a referir a la estrategia de financiamiento. Para eso, dividí la exposición en dos partes.

En la primera parte de la exposición me voy a referir a la política financiera que se llevó adelante entre 2003 y 2014 para dar cuenta de la herencia, por decirlo de alguna forma, algo que también mencionó al principio de su exposición el secretario de Política Económica. Es decir, mostrar cuáles fueron los lineamientos centrales y básicos de la estrategia financiera que se llevó adelante desde el año 2003 y cómo esa estrategia permitió tener hoy una composición y estructura de deuda saludable y sustentable, que es la que permite llevar adelante las políticas económicas que se vienen desarrollando en estos años.

En ese contexto es importante mencionar que a partir del año 2003 han sido tres los pilares fundamentales en la Argentina en términos de política financiera, que tuvieron que ver la regularización de pasivos. Recordemos que en el año 2003 la economía argentina se encontraba en default luego de la gran crisis de finales del 2001.

El otro eje fundamental fue el de avanzar en el desendeudamiento de la economía argentina. Es decir, llevar a la economía argentina a una estructura de deuda sustentable que no tenía en ese momento.

Finalmente, el tercer pilar consistió en utilizar las fuentes de financiamiento internas en la economía y, sobre todo, intra-sector público.

En ese sentido, y para exponer cómo se han desarrollado esos lineamientos y los resultados obtenidos, voy a mostrar algunos indicadores que dan cuenta de la situación en la que nos encontramos hoy en día -en realidad, en este apartado, sería hasta diciembre de 2014- en términos de evolución y composición de la deuda, mostrando algunos indicadores de sustentabilidad y haciendo algunas menciones a la comparación internacional.

En la segunda parte de la exposición me voy a referir a la estrategia de financiamiento 2015 -la que estamos llevando adelante durante este año- y la estrategia que hemos planteado en el proyecto de presupuesto que presentamos para el año entrante.

Me parece importante señalar que desde el año 2003 se ha llevado una política decidida y fundamental que tuvo que ver con recoger y tomar esa premisa que planteaba por aquel año Néstor Kirchner, basada en la necesidad de poner a la economía en crecimiento para luego poder afrontar las obligaciones de deuda.

Es decir, estaba claro que una economía estancada como la de ese momento no podía afrontar las obligaciones de deuda que tenía. Había que generar una estructura sustentable de la deuda.

En ese sentido, creo que el gráfico que se ve en pantalla es bastante representativo, por un lado, de la estrategia que se ha llevado adelante en términos de deuda y, por el otro, de la estrategia general de política económica. Lo que se observa es que mientras que en el período 1994-2001 la deuda externa aumentó en más de 20.000 millones con una economía que creció poco -1,2 por ciento promedio anual-, entre 2003 y 2014, por el contrario, la deuda externa se redujo prácticamente en 35.000 millones de dólares, con una economía creciendo a un promedio cercano al 6 por ciento.

Creo que esto es fundamental y engloba la filosofía y la estrategia que se ha llevado delante, consistente en reducir enormemente el peso de la deuda -sobre todo de la externa-, y al mismo tiempo poner a andar la economía para llevar adelante el modelo de crecimiento con inclusión social.

Voy a comparar la situación de la deuda en el año 2002 con la de fines del año pasado -el último dato a año cerrado es 2014. La forma correcta de hacerlo es comparando el tamaño de la deuda con el tamaño de la economía representado por la capacidad de crear riqueza que tiene la economía, es decir su producto bruto interno. Se observa entonces que en el año 2002 la deuda superaba con creces al producto de la economía -era del 166 por ciento del PBI-, mientras que en la actualidad el valor es menor al 43 por ciento, ya que el ratio de deuda a producto bruto interno es 42,8 por ciento.

Y si uno mira el ratio de la deuda externa verá que en el año 2002 prácticamente era similar al producto de la economía, mientras que hoy tenemos una deuda externa que representa solamente el 13 por ciento del producto bruto.

Por lo tanto, vemos una caída muy fuerte en términos del nivel de deuda en relación al producto -muy especialmente en términos de la deuda externa-, con todo lo que eso implica para una economía, sobre todo por la experiencia que tenemos en relación con el peso que la deuda externa tuvo en muchos momentos en la economía argentina y con los condicionamientos que implicó para llevar adelante políticas económicas.

Siguiendo con el desglose de la estructura de la deuda, otra forma de mirar la deuda que se encuentra en manos de agentes privados y organismos financieros multilaterales consiste en observar la deuda con privados..

Vemos que también se produjo una caída muy fuerte entre 2004 y 2014. En 2004 la deuda con privados era el 82 por ciento del producto bruto interno mientras que al cierre de 2014 representaba solamente el 11 por ciento del producto. En cuanto a la deuda con los organismos multilaterales y bilaterales, que en el año 2004 representaba el 20 por ciento del producto, en la actualidad ese ratio se redujo prácticamente al 5 por ciento. Es decir que vemos cómo se afianzaron y se fueron logrando ratios de deuda absolutamente razonables y sustentables en relación con el tamaño de la economía.

En el gráfico que se puede ver en pantalla se observa la deuda pública con privados en valores absolutos. Muchas veces también se da la discusión sobre el crecimiento de la deuda en términos absolutos. En este sentido refuerzo lo que planteé hace un rato: lo fundamental es mirar el tamaño de la deuda en función del tamaño de la economía. Es decir, cuando uno mira cualquier unidad económica, para decir si está muy endeudada o poco endeudada, hay que mirar también su capacidad de generar ingresos.

Sin embargo, si uno mira la deuda con privados se dará cuenta de que existe una caída continua aun en términos absolutos, que pasó de 148.000 millones de dólares en 2004 a 56.000 millones de dólares en 2014; es decir hay una caída continua.

No sé si llega a verse en el gráfico que hay un pequeño aumento entre 2013 y 2014 que tiene que ver con el crecimiento de la deuda que hubo en 2014 a raíz de la compra por parte del Estado nacional del 51 por ciento del paquete accionario de YPF. Esta adquisición surgió de la sanción de la ley aprobada por este Congreso que hizo crecer la deuda con privados. Con esto quiero decir que esa deuda se colocó a agentes privados.

Cuando uno mira cómo evoluciona la deuda, tiene que atender tanto a las colocaciones de deuda como a las cancelaciones. Al respecto, fíjense que la magnitud del crecimiento realmente fue marginal.

Un indicador adicional tiene que ver con aquella deuda que resulta más difícil de manejar. No me refiero solamente a la deuda con privados sino a la deuda en moneda extranjera, esto es, lo que podríamos llamar el núcleo duro de la deuda, porque no solo está en manos de agentes privados sino que también está en moneda dura.

En este sentido la caída fue dramática, pasando de un 75,5 por ciento del producto en 2003 a menos del 9 por ciento en 2014. Es decir que la deuda en moneda extranjera en manos de privados hoy representa menos de un 10 por ciento del producto. Este indicador es bajísimo haciendo cualquier comparación tanto a nivel histórico nacional como internacional. Detrás de esto hay una caída muy fuerte de esta deuda en términos absolutos en manos de privados y en moneda extranjera.

Entonces tenemos la caída en la participación de la deuda del sector privado y de los organismos multilaterales, y como contrapartida un crecimiento de la deuda intra-sector público. Así como en 2003 casi el ciento por ciento de la deuda estaba en manos de privados y de organismos multilaterales y bilaterales, en la actualidad el 60 por ciento de la deuda es intra-sector público. Es decir que el peso del sector privado y de los organismos multilaterales cayó enormemente en el total de la deuda. En realidad esta es una gran fortaleza para el manejo de cualquier situación de pasivos, por más que en algunos debates se la quiera hacer parecer como otra cosa.

Quiero agregar que prácticamente se revirtió la composición de la deuda en términos de deuda externa e interna. En 2002 más del 60 por ciento de la deuda total era externa, mientras que en la actualidad es solamente del 30 por ciento.

Cuando hablamos de la composición y de las características de la deuda actual, otro elemento importante tiene que ver con la deuda regida por legislación extranjera. Hubo una reducción significativa en esa deuda total regida por legislación extranjera -representada en el gráfico de la izquierda-, pasando del 60 por ciento en 2001 a menos del 25 por ciento en la actualidad.

Por otra parte, se observa una reducción muy significativa de la deuda emitida en bonos, que es más usual a nivel internacional y en legislaciones extranjeras. En 2001 más del 80 por ciento de la deuda en bonos era bajo legislación extranjera, mientras que en estos días esa cifra es menor al 30 por ciento. Sin duda este es un elemento más que hace a la solidez de la estructura de la deuda argentina y permite un manejo mucho más adecuado.

En la Argentina tenemos sobrados ejemplos de los problemas que pueden darse con deuda asumida bajo legislación extranjera.

También es importante tener en cuenta cómo se ha logrado estirar los plazos de la deuda. Ustedes saben que cuanto más alejados en el tiempo están los vencimientos, más fácil y saludable es su administración. En este caso observamos que creció la vida promedio de la deuda con privados y organismos multilaterales, pasando de 7,8 años en promedio en 2003 a 9,4 años en 2014. Respecto de la deuda con privados en moneda extranjera -volvemos al concepto más duro y difícil de administrar para una deuda- se observa que la vida promedio aumentó en casi cuatro años, lo que muestra mayor solidez y sustentabilidad de la deuda.

Asimismo es interesante marcar que entre 2004 y 2014 hubo una caída muy fuerte de la deuda per cápita. En este caso estamos viendo que si uno hace la comparación en términos de población, la deuda externa se ha reducido en más de un 50 por ciento.

Otro dato interesante a considerar surge de la comparación entre los salarios y la deuda en la Argentina. Así como un eje importante ha sido el desendeudamiento, el otro ha sido reforzar el mercado interno. Para lograrlo, se ha trabajado enormemente en hacer crecer el salario de la economía. Esto también se ve en el salario mínimo, vital y móvil.

Cuando uno estudia la relación entre la deuda y el salario mínimo, vital y móvil, observa una caída muy fuerte tanto en la deuda total como en la deuda externa. Hay una enorme caída del peso de la deuda per cápita en relación con el salario.

Toda esta estrategia, que nos ha permitido contar con una deuda con una composición absolutamente sustentable y saludable como la que estamos mostrando, se traduce en el peso que hoy tienen los pagos de deuda en relación con el producto de la economía. Esto habla de las posibilidades de llevar adelante políticas económicas gracias a una deuda sustentable como la que tenemos hoy en día.

Los vencimientos de deuda, es decir los pagos de deuda en relación con el producto de la economía, se mantienen a niveles bajísimos en comparación con más del 10 por ciento que teníamos en 2003.

Otro hecho a destacar tiene que ver con cómo ha cambiado la utilización de los fondos obtenidos a partir del endeudamiento, en particular en moneda dura, con los organismos financieros multilaterales. Entre 1995 y 2000 más del 60 por ciento de los fondos obtenidos por organismos financieros internacionales u organismos multilaterales de crédito se utilizaba para la administración gubernamental. Gran parte de ese dinero se usaba para pagar la propia deuda, es decir que se tomaba deuda para pagar deuda. En cambio, actualmente la gran mayoría de ese financiamiento se usa para destinos estratégicos de crecimiento y desarrollo del país, como ser energía, vivienda, educación y salud. O sea que adicionalmente al cambio en la estructura de deuda, se consiguió una utilización mucho mejor de los recursos obtenidos a partir del endeudamiento, centrándose básicamente en los fines estratégicos que hacen al desarrollo de la economía argentina, al crecimiento y a la inclusión social.

Todo el mundo reconoce los indicadores relativos a la sustentabilidad y a la estructura de la deuda de la economía argentina que les mostré. Cualquiera sabe que hoy, a nivel global, la Argentina tiene indicadores de deuda absolutamente sustentables.

Este gráfico muestra el ratio deuda-PIB de muchas economías seleccionadas y vemos que el de la Argentina está entre los más bajos del mundo. Las economías altamente endeudas tienen ratios de deuda-PIB mayores al ciento por ciento de su producto interno bruto. Sin embargo, nuestro país se encuentra con un nivel de deuda muy bajo, inferior al 50 por ciento del producto interno bruto.

Me voy a detener un minuto para referirme a una nueva supuesta tendencia distinta que se puede observar en la deuda entre 2003 y la actualidad. Es interesante ver un estudio recientemente publicado por el McKinsey Global Institute que muestra cómo evolucionó la deuda a nivel mundial entre 2007 y 2014.

Uno de los resultados fundamentales que muestra claramente este estudio es que la deuda pública a nivel global creció enormemente. Lo que estamos mostrando acá es la deuda pública, la de las familias -o sea la de los hogares- y la corporativa. Se aprecia que la Argentina está entre los pocos países en donde ha caído su nivel de endeudamiento en relación al producto de la economía.

Fíjense que los países en donde más aumentó el ratio de deuda a producto son Irlanda, Grecia y Portugal, es decir, países que han sufrido crisis recientes o que en incluso en este momento se encuentran en situaciones muy complicadas.

Esa es la deuda tanto del sector público como del privado. Tomando la deuda pública, McKinsey llega a la conclusión de que en la Argentina la caída fue del 14 por ciento, es decir, aún mayor si se la compara con la deuda completa. Estos datos que releva este instituto privado -para ponerlos en nuestros números, en las estadísticas oficiales- dan cuenta de que entre 2007 y 2014 la deuda con privados y organismos internacionales ha caído en casi 20 puntos del producto de la economía. Esto marca a las claras la política de desendeudamiento que se viene llevando adelante desde el año 2003 y que en los últimos años continúa con toda su fuerza.

Esto muestra la situación absolutamente consistente y sólida en términos de estructura y composición de la deuda que tiene la Argentina hoy en día.

A continuación me voy a referir a la estrategia de financiamiento 2015-2016. Es decir, la estrategia de financiamiento que estamos llevando adelante durante este año y los lineamientos que están planteados en el proyecto de presupuesto 2016.

En primer lugar, y para hablar del financiamiento del Tesoro nacional en el año 2015, es necesario decir que se dio continuidad absoluta a la política de financiamiento que vino teniendo el gobierno nacional hasta el año 2014. Básicamente, a partir del desendeudamiento que se ha conseguido, la búsqueda en este año fue la de mantener una estructura de deuda sustentable en cuanto al nivel, la composición y los plazos.

Asimismo, se sigue avanzando en la cancelación de pasivos. El más importante de este año es el que vamos a tener en unos días, es decir, el vencimiento del BODEN 2015 a principios de octubre. Hay que seguir optimizando, además, las fuentes de financiamiento internas intra-sector público pero también recurriendo al mercado financiero local a partir de la liquidez que se observa en este sentido.

Para este año vemos que las obligaciones de deuda, aun teniendo el vencimiento del BODEN 2015 -uno de los más grandes de los últimos años-, se mantienen en relación al producto de la economía en niveles absolutamente razonables, tanto con privados como con organismos multilaterales. Acá está la comparación con el año 2003.

Voy a hacer un racconto de lo que hemos hecho este año. Obviamente, esto es un resumen. Quizás no se ve tanto en el gráfico pero voy a mencionar los hechos principales en relación a la política financiera durante 2015.

En el mes de enero se recibió el primer desembolso de las represas Kirchner y Cepernic; en abril se produjo la colocación del BONAR 24 por casi 1.500 millones de dólares. Asimismo, se han llevado adelante colocaciones en moneda local en el mercado local entre marzo y setiembre -los llamados BONAC- y se puso en marcha una estrategia muy sólida en relación a los organismos multilaterales de crédito. He mencionado la utilización que se está haciendo de esos fondos. Lo que vemos es que entre los meses de enero y julio se han aprobado créditos por más de 1.200 millones de dólares del Banco Mundial, de 750 millones de dólares por el BID y de 450 millones de dólares con CAF, otra institución multilateral muy importante.

Vemos que todos estos créditos que se aprobaron y que se están empezando a utilizar tienen como destino sectores estratégicos de la economía.

También digo esto para reforzar la idea de que la Argentina mantiene una relación permanente con los organismos multilaterales de crédito que implica un ingreso de fondos para proyectos estratégicos. Me refiero a instituciones como Banco Mundial, el BID o el CAF, que no imponen ningún condicionamiento para la política económica como pasa con otros organismos como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional. Asimismo recientemente se ha hecho otro tipo de colocaciones de títulos Dollar Linked en el mercado local.

Se puede mencionar también que gracias a la diplomacia argentina en el mundo se ha logrado la aprobación por parte de las Naciones Unidas de los nueve principios para reestructuraciones de deuda soberana, que claramente tratan de mitigar el accionar de los fondos buitre en el mundo. La Argentina tuvo un rol muy importante en ese sentido. Como último hecho, marco el pago del vencimiento del BODEN 2015 a principios de octubre.

Como ustedes saben también se ha avanzado en acuerdos bilaterales con la República de China, así como se ha avanzado con Rusia, y también en acuerdos con fondos de desarrollo como es el fondo kuwaití, que está en manos de los países de la OPEP, y el fondo de desarrollo de Abu Dhabi.

Todo esto hace al conjunto de las fuentes de financiamiento con las que contamos este año, que son los desembolsos de organismos internacionales de crédito, las operaciones de crédito intra-sector público con el Banco Central, con el FGS, con el Banco Nación y otros, y también la utilización del mercado local a partir de los distintos instrumentos que acabo de mencionar.

En este sentido hago una corta mención en relación con la utilización del mercado local como fuente para diversificar el financiamiento del Tesoro. Esto permite profundizar el mercado local de capitales, los mercados financieros domésticos. Vemos cómo a partir de los BONAC, que resultan un complemento de la curva de los instrumentos del Banco Central, se ha logrado ir reduciendo el costo de financiamiento, el rendimiento de estos títulos, a partir de haber ganado liquidez en el mercado; el haber podido construir este mercado ha bajado sustancialmente el rendimiento de estos títulos en los últimos tiempos.

Por otro lado, quiero plantear un punto importante. A partir de todas estas políticas que hemos desarrollado durante este año que implicaron estar activos en los mercados locales y utilizar las fuentes de financiamiento intra-sector público, vemos que la premisa que se mantuvo permanentemente fue mantener la deuda en niveles sustentables, razonables y que respeten la composición sana que hemos logrado en los últimos años.

En este punto agrego el dato de la deuda estimada a junio de 2015 -es un dato preliminar- y se observa que con todas las políticas que hemos desarrollado, y recurriendo a la fuente de financiamiento que he mencionado, en un año donde funcionaron plenamente las políticas públicas contracíclicas en un contexto internacional muy adverso, se ha reducido el ratio de deuda en relación al producto de 42,8 por ciento a fines del 2014 a 41,8 por ciento; es decir ha caído la participación de la deuda en el producto en un punto porcentual. Lo mismo ha pasado con la deuda con privados y organismos multilaterales: ha caído del 16,6 por ciento desde fines de 2015 a 15,9 por ciento en junio de este año. Este es el último dato que podemos estimar.

Si uno toma en cuenta la deuda con privados en moneda extranjera, también se observa esta caída durante el año 2015 a partir de las acciones que hemos llevado adelante. Es decir, hemos recurrido a las fuentes de financiamiento que he mencionado y, siendo responsables con mantener una estructura de deuda razonable, ha caído el ratio de deuda a PIB con privados en moneda extranjera. Se puede observar el dato comparativo de fines de 2014 contra junio de 2015 y cómo quedarían los ratios de deuda una vez que se pague el BODEN 2015.

Fíjense que el nivel de deuda con privados en moneda extranjera pasaría a ser del 7,3 por ciento del producto.

Con esta estrategia de financiamiento estamos abordando el año 2015 con el objetivo, reitero, de generar y asegurar las fuentes de financiamiento necesarias para desarrollar las políticas económicas fundamentales en este período, manteniendo una composición de deuda absolutamente razonable.

En ese sentido, para 2016, como está planteado en el proyecto de presupuesto, las necesidades de financiamiento que se desprenden del proyecto tienen que ver con el déficit financiero por intereses de deuda a afrontar por un valor de 103.000 millones de pesos. El resultado primario superavitario es de 5.800 millones de pesos, lo que provoca que el déficit financiero sea de 97.000 millones.

Por otro lado, las amortizamos de deuda hay que afrontarlas con los instrumentos de deuda del mercado, los intra-sector público, los préstamos con organismos internacionales y la inversión financiera del gobierno.

Para 2016 los servicios y los intereses de deuda son muy bajos -como ocurrió en los últimos años-, manteniéndose en niveles absolutamente razonables y sustentables. Pueden ver que los intereses de deuda a afrontar con el sector privado y los organismos financieros internacionales son menores al 1 por ciento del producto. Es aún más bajo el peso de los vencimientos que tenemos para el año próximo en moneda extranjera. Es decir que despejado el vencimiento del BODEN 15, los vencimientos en moneda extranjera se reducen enormemente. Entonces, extendiendo el perfil de vencimientos en el tiempo, tenemos un panorama absolutamente despejado.

En 2017 vence el BONAR 10 que todos conocemos es un vencimiento importante- que es similar al BODEN 15 que vence este año. Luego de esta etapa, hay un horizonte de vencimientos en moneda extranjera absolutamente afrontable y sustentable.

En definitiva, las fuentes más relevantes contenidas en el proyecto para 2016 tienen que ver con el financiamiento intra-sector público, con continuar utilizando los desembolsos de los organismos multilaterales de crédito y los préstamos bilaterales a partir de las negociaciones realizadas en el último tiempo, utilizar la fuente de financiamiento según la normativa vigente del Banco Central, utilizar el Fondo de Desendeudamiento Argentino, llevar adelante -en caso de que así se considere oportuno- operaciones de manejo de pasivos, y recurrir a los mercados, tal como ha sucedido este año.

En definitiva, en el proyecto de ley de presupuesto para 2016 se contempla continuar con la estrategia de diversificación de fuentes de financiamiento utilizando tanto fuentes intra-sector público como de mercado.

De todos modos, lo más importante es seguir avanzando en la consolidación de la actual estructura de deuda, lo que se ha conseguido con mucho esfuerzo a partir de las acciones llevadas adelante durante los últimos años. Se trata de una estructura de deuda que ha permitido en el último tiempo mitigar los riesgos asociados a la economía mundial. Como estos riesgos están muy presentes y latentes, se vuelve más valorable esta situación de deuda conseguida a lo largo de estos años. Por ello se plantean estrategias de financiamiento que permitan seguir consolidando esta estructura de deuda para la economía argentina. (Aplausos.)



SR. PRESIDENTE FELETTI Completada la exposición sobre la estrategia de financiamiento, tiene la palabra el secretario de Hacienda, señor Juan Carlos Pezoa, para hablar del cálculo de recursos y gastos del presupuesto.

Luego iniciaremos la ronda de preguntas.

SR. PEZOA Señor presidente: como decía el estimado diputado, hace varios años que vengo a informar a esta comisión. Esta es mi octava vez en forma consecutiva, además de los cuatro años durante los cuales fui vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de esta Honorable Cámara.

Siempre me toca hablar de lo que de alguna manera parece más árido. Me refiero a una cantidad de números concretos por los cuales el gobierno nacional desde 2003 a la fecha ha llevado adelante las políticas prioritarias que nos marcan estas notables diferencias entre la situación en la que estábamos en ese momento y la que estamos ahora.

El licenciado Álvarez Agis ya ha explicado los números macro y las distintas situaciones, como así también el secretario López ha comentado los financiamientos concretos y posibles tanto para 2015 como para 2016.

Voy a referirme primero a estos números duros del presupuesto, específicamente a la recaudación y a los principales conceptos del esquema ahorro-inversión.

En segundo lugar me abocaré a las principales asignaciones presupuestarias y las prioridades políticas, o sea a las políticas prioritarias en desarrollo y a desarrollar.

Por último haré referencia, como siempre, al tema relacionado con las provincias.

Empezando con los números del presupuesto, exponemos en la planilla que tienen a la vista la recaudación tributaria estimada de un poco más de 1,9 billones de pesos para 2016, valor un 25,8 superior al estimado para 2015.

El crecimiento en la recaudación se explica fundamentalmente por los aumentos proyectados en la actividad económica, el comercio exterior y las remuneraciones. La principal fuente de recaudación es el IVA. Además el número neto de reintegro a las exportaciones se incrementará en un 26,4 por ciento en relación con 2015, alcanzando los 524.602 millones de pesos. El aumento del consumo es la principal razón de la variación de la recaudación de este impuesto que proyectamos para 2016.

Entendemos que los aportes y las contribuciones de la seguridad social, segundo ítem en tamaño, el año próximo llegarán a los 521.000 millones de pesos, lo que implica un crecimiento del 26 por ciento. El aumento de los ingresos por este concepto se explica principalmente por el incremento esperado en las remuneraciones de los asalariados y en el aumento de los cotizantes del sistema.

Los ingresos provenientes del impuesto a las ganancias, por su parte, llegarían a 482.352 millones de pesos en 2016, lo que significará un incremento del 27,8 por ciento respecto del año anterior. La variación de los ingresos se explica fundamentalmente por las subas proyectadas en la actividad económica y las remuneraciones que se manifestarán a través de mayores ingresos también provenientes de los distintos regímenes de retención y percepción.

Por último, los ingresos originados por los impuestos que agrega el comercio exterior, es decir, derechos de importación, exportación y tasa de estadística, llegarían a 131.000 millones de pesos. Este monto será un 18,8 por ciento superior al obtenido en 2015 y surge principalmente del aumento estimado en las exportaciones e importaciones junto con el aumento del tipo de cambio.

El cuadro siguiente es relativo a la evolución esperada para los años 2015 y 2016 de los principales indicadores fiscales del sector público nacional -en millones de pesos-, bajo la presentación del esquema conocido como de ahorro e inversión.



Este universo -cabe aclarar que lo hacemos todos los años- incluye a la administración pública nacional, las empresas públicas, los fondos fiduciarios y otros entes como la AFIP y el PAMI.

Los recursos estimados para el sector público nacional alcanzarán en el ejercicio 2016 a 1,6 billones de pesos, lo cual implica un incremento con respecto al año 2015 de 284.000 millones. Esto representa un aumento interanual del 21,4 por ciento. Vale destacar que la mayor parte de estos recursos provienen de los ingresos tributarios y contribuciones a la seguridad social.

Estos dos componentes que mencionábamos representan nada menos que el 88,2 por ciento del total de los recursos.

Los gastos primarios para el próximo ejercicio se estimaron en 1,6 billones de pesos, equivalente al 24,6 por ciento del PIB, y representan un incremento de 233.000 millones de pesos. De este total de gastos, el 83,3 por ciento lo realiza la administración nacional, mientras los demás entes llevan a cabo el 16,7 por ciento.

En consecuencia, el resultado primario del sector público nacional alcanzará la suma de 11.133 millones de pesos, mientras que el resultado financiero será negativo por 94.203 millones de pesos.

En esta otra filmina pasamos al ámbito de la administración nacional, constituida por los ministerios, los organismos descentralizados, las instituciones de la seguridad social, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Para el ejercicio 2016 los gastos corrientes primarios de la administración nacional alcanzarán a casi 1,3 billones de pesos y los gastos de capital serán de casi 174.000 millones de pesos, lo que eleva a 1,46 millones de pesos el gasto primario a aprobar por este Congreso para el próximo ejercicio.

Dentro del gasto primario, el componente más importante está constituido por las prestaciones de la seguridad social, es decir, jubilaciones, pensiones y retiros, que alcanzarán en 2016 un monto de 622.448 millones de pesos. Esto representa el 42 por ciento del total del gasto primario. Adicionalmente, vale destacar que el 60,6 por ciento del crecimiento del gasto primario con respecto a 2015 se explica por ese concepto.

En el orden de importancia, está previsto que las transferencias corrientes alcancen a 415.000 millones de pesos, con mayores crecimientos observados en las transferencias destinadas a unidades familiares, gobiernos provinciales y universidades.

Los gastos de capital de la administración nacional para el próximo ejercicio se sostienen en un nivel históricamente alto, alcanzando los 173.879 millones de pesos.

Dentro de estos, la inversión real directa alcanzará a 46.543 millones, siendo el principal componente de la misma -con el 56,6 por ciento del total- los proyectos de inversión de la Dirección Nacional de Vialidad.

Las transferencias de capital, que son el componente más importante dentro de lo que es el gasto de capital, con el 65,7 por ciento, alcanzarán en el ejercicio 2016 los 114.158 millones de pesos. Dentro de éstas, el 64,1 por ciento del total transferido tiene como destino los gobiernos provinciales y municipales, reflejando un alto grado de descentralización de la inversión pública financiada por el Estado nacional.

Por último, se destaca la inversión financiera que alcanzará los 13.178 millones, siendo su principal componente los aportes que el Tesoro nacional hace al fideicomiso Procrear.

Pasamos ahora a analizar el presupuesto de la administración nacional para el año 2016 según su finalidad y función, es decir, según los servicios que las instituciones públicas brindan a la comunidad.

Según esta clasificación, en la asignación de las partidas presupuestarias se ven reflejados los objetivos de políticas prioritarias que se han sostenido a lo largo de los últimos doce años de gestión, como son la seguridad social, la promoción, inclusión y asistencia social, la inversión en educación, la salud, el trabajo y la inversión en infraestructura económica y social.

Como ven ustedes en el gráfico que figura en pantalla, la mayoría del gasto asociado a los objetivos mencionados se agrupan bajo la finalidad de servicios sociales, que en definitiva corresponde llamar en un sentido amplio inversión social, dado que esto es lo que el Estado invierte para mantener el bienestar de la población, aumentar su capital humano y generar movilidad social.

Como se ve en el cuadro, los servicios sociales representan el 64 por ciento de las asignaciones presupuestarias para la administración nacional del año próximo y alcanza una suma de un billón de pesos. Dentro de estos, el principal concepto lo constituye la seguridad social con 716.000 millones de pesos, seguido por educación y cultura con 122.000 millones y las otras funciones que suman alrededor de 166.000 millones de pesos.

Los principales programas que están dentro de la función Seguridad Social tienen que ver por un lado con las jubilaciones y pensiones y, por otro, con las asignaciones familiares, y dentro de estas la Asignación Universal por Hijo.

Seguidamente entonces comenzamos con el análisis de las jubilaciones y pensiones. Según se observa en el cuadro, en el año 2016 se realizarán pagos por 622.000 millones de pesos por jubilaciones y pensiones, siendo este concepto el más importante del sector público nacional. Medido en términos de producto, este monto representa el 9,6 del PBI. Este número contrasta fuertemente con la realidad que existía en el año 2003, cuando las prestaciones de la seguridad social estaban en torno a solo el 3,3 por ciento del PBI.

Para complementar la información presupuestaria es importante ver el gráfico que está en azul y que aparece a la izquierda del cuadro. Ahí se ve el aumento de los beneficiarios del sistema integrado de previsión social argentino en el transcurso de los últimos doce años de gestión. En el año 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, había 3,3 millones de jubilados y el número estaba bajando debido a la alta informalidad del sistema laboral que existía en aquella época -casi 50 por ciento de empleo en negro- y el alto nivel de desocupación. En 2015 Cristina Fernández de Kirchner cerrará su segundo mandato presidencial con 6,3 millones de beneficiarios en promedio para el 2015, y esperamos que en 2016 la cifra aumente a 6,6 millones, es decir, el doble de jubilados y pensionados que había en 2003.

Lo mencionado anteriormente implica un nivel de cobertura del 97 por ciento de la población en edad de jubilarse, que representa el nivel de cobertura más alto en Latinoamérica y es comparable con los principales países del mundo. Es muy importante destacar que esto se logró gracias a las decisiones políticas tanto del gobierno de Néstor Kirchner como de la presidenta de Cristina Fernández de Kirchner, de manera sustentable y logrando el financiamiento necesario para que el sistema se expanda.

Los principales hitos en esta materia fueron, y esto cabe bien remarcarlo: la implementación de la moratoria provisional 2005 que permitió que se jubilaran más de 2,6 millones de personas; la libre opción del régimen jubilatorio a comienzos de 2007, que facilitó que los jubilados volvieran al régimen de reparto; y la ley de movilidad jubilatoria en octubre de 2008, gracias a la cual todos los años ha mejorado el poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones.

Como ejemplo de esta mejora vale destacar que en octubre del año 2008, cuando se sancionó la ley, el haber mínimo de las jubilaciones representaba el 57,5 por ciento del salario mínimo vital y móvil.

En octubre de 2015 el haber mínimo representará el 77 por ciento del salario mínimo.

Otra decisión importante fue la de impulsar la unificación del sistema de jubilaciones y pensiones en un único régimen previsional público y solidario, a través de la creación del SIPA. Este sistema además permitió la recuperación de los fondos de los jubilados dando confiabilidad al sistema previsional a través del FGS, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.

Al igual que ocurrió la semana pasada con la aprobación por parte del Senado de la creación de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en las Empresas, continuamos impulsando medidas para preservar los recursos del sistema previsional; y esperamos que mañana esta Honorable Cámara de Diputados la convierta en ley.

En materia de jubilaciones y pensiones, también destaco la ley 26.970 relativa a la nueva moratoria previsional, sancionada en septiembre del año pasado por este Congreso e impulsada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Gracias a su sanción llevamos incorporados más de 500.000 nuevos jubilados.

Siguiendo con las prioridades políticas, quiero que presten atención al gráfico en color verde que aparece al lado del cuadro, que nos muestra la cantidad de pensiones no contributivas otorgadas durante este año, las que alcanzarán al millón y medio de beneficiarios. Las pensiones no contributivas son aquellas que no requieren aportes para su otorgamiento y se dan mayormente a personas con un 76 por ciento o más de disminución en la capacidad laboral y a madres con más de siete hijos.

Continuando con las pensiones no contributivas, quiero destacar que las decisiones políticas fueron determinantes para llegar a la cantidad de beneficiarios que tenemos actualmente.

Antes de 2003, como se observa en el gráfico, había alrededor de 330.000 pensiones no contributivas, de las cuales solo 78.000 eran por invalidez, y el otorgamiento de nuevas pensiones estaba limitado por las barreras presupuestarias.

En 2003 se tomó la decisión política de eliminar esta barrera y empezar a reconocer sobre todo los derechos de las personas con invalidez, las que alcanzarán casi al millón de beneficiarios. Por supuesto que este aumento en la cantidad de beneficiarios se ve reflejado en el cuadro presentado a la derecha, donde están presupuestados 70.521 millones de pesos para 2016 destinados a pensiones no contributivas, cifra que contrasta fuertemente con la de 2003, cuando el Estado nacional solo les destinaba 716 millones.

Ahora pasamos a analizar otro gran programa existente en la seguridad social: las asignaciones familiares. Para 2016 está presupuestado nada menos que 74.000 millones de pesos para el pago de las asignaciones familiares.

Siguiendo esta lógica de incorporar variables físicas, veamos el gráfico ubicado a la izquierda. En 2009 había 3,1 millones de beneficiarios de asignaciones familiares contributivas, que son los que cobran los empleados en blanco que tienen determinado nivel de ingresos. Históricamente el régimen de asignaciones familiares era un programa contributivo al que, reitero, accedían mayormente los empleados registrados. Pero quedaban afuera los hijos de los desempleados y de los trabajadores en negro. Esto cambió a partir de noviembre de 2009 con la creación de la Asignación Universal por Hijo, que introdujo a 3,4 millones de niños -hijos de desempleados y trabajadores no registrados- al sistema de la seguridad social. Esta medida convirtió al sistema de asignaciones familiares en uno mucho más progresivo.

Y siguiendo en esta misma lógica de expandir la medida a los trabajadores no registrados y desempleados, en 2011 se comenzó a brindar la asignación por embarazo, por la cual en 2015 se atenderá en promedio a 156.000 mujeres. Esta asignación es equivalente a la asignación prenatal para el caso de los trabajadores registrados.

Asimismo, en 2015, de acuerdo con lo establecido por el decreto 504 del mes de abril, los titulares de la AUH tienen derecho a percibir la ayuda escolar anual, actualmente valuada en 700 pesos. También es importante mencionar que a partir de 2016, y de acuerdo con lo establecido en la ley 27.160, las asignaciones familiares se incrementarán por el coeficiente de movilidad que se aplica a las prestaciones previsionales del SIPA en los meses de marzo y septiembre. En conclusión, se estima que el número total de beneficiarios de asignaciones familiares y de la asignación universal por hijo alcanzará nada menos que a 7,5 millones de niños durante el próximo año.

En el cuadro a continuación se analiza la inversión social para 2016 destinada a la función Promoción e Inclusión Social, cuya finalidad es proteger e incluir a personas en condiciones de vulnerabilidad y apoyar a instituciones sociales para impulsar el desarrollo cooperativo y social.

Entre las políticas más significativas para 2016 se prevé la profundización de las acciones tendientes a la restitución de los derechos en dos áreas consideradas estratégicas: la generación de empleo genuino y la familia.

Con respecto a la generación de empleo, el programa Argentina Trabaja, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, fomenta la inclusión a través de la capacitación y la promoción de la organización de cooperativas sociales para la ejecución de obras de infraestructura local. Cada miembro activo recibirá en 2016 una suma fija mensual, un plus por productividad y concurrencia, y el pago parcial del monotributo social.

Por otra parte, en 2004 se creó el Registro de Efectores de Desarrollo Social y Economía Social. Desde ese entonces se inscriben en el registro aquellas personas en situación de vulnerabilidad social que desarrollan actividades económicas que aportan al desarrollo local y a la economía social, sean o no titulares de derecho o programas de ingreso social. Una vez inscriptos, se les otorga el monotributo social que les permite facturar sus trabajos y acceder al sistema de obra social de libre opción. Además es compatible con la AUH y permite, esto es importante, computar como año activo el tiempo de permanencia en este régimen a los efectos jubilatorios. Es decir que en su momento podrán llegar a jubilarse.

Como se puede ver en el cuadro de la izquierda, a partir de 2007 el monotributo social ha ganado la centralidad como herramienta de inclusión a partir de la sanción de ley 26.223 que exceptuó a los monotributistas del ingreso del componente impositivo y previsional permanentemente, manteniendo el 50 por ciento de descuento del componente obra social. Posteriormente, a mediados de 2009, con el lanzamiento del programa Argentina Trabaja, el monotributo social creció robustamente. Por ello, el año 2015 cerrará con casi un millón de monotributistas sociales y se estima que en 2016 esa cantidad se incrementará en 200.000.

Otro eje estratégico al que se dirigen las acciones de promoción social es la familia. En este sentido, tenemos el programa de inclusión social y fortalecimiento infantil que entrega un ingreso monetario a las familias en vulnerabilidad y riesgo social. Dicho programa se potenciará durante 2016 mediante la participación de las familias en los centros integradores comunitarios, que ya son más de seiscientos.

Mediante el Programa de Acciones de Promoción y Protección Social se entregan subsidios personales para la atención de la salud a las personas en situación de pobreza extrema y sin cobertura médica. Asimismo el Programa de Seguridad Alimentaria tiene el objetivo de posibilitar el acceso a una alimentación adecuada y suficiente a la población en situación de vulnerabilidad. En 2016 este programa asistirá financiera y técnicamente a 1.300 comedores comunitarios y a 11.500 comedores escolares.



A continuación, me voy a referir a otro gran tema, que es la educación y la cultura. Esta función es la segunda en importancia dentro de la finalidad Servicios Sociales e implicará asignaciones presupuestarias por 122.000 millones de pesos.

En lo que se refiere a los logros de los últimos doce años, me parece central destacar la sanción y sobre todo el cumplimiento de la ley de financiamiento educativo y de educación nacional, promulgadas en el año 2006. La primera de ellas ordenó incrementar progresivamente el gasto en educación, ciencia y tecnología hasta alcanzar el 6 por ciento del producto bruto interno en el año 2010. La segunda ley estableció, a partir de ese año, ese mismo porcentaje como meta exclusiva solo para el gasto en educación. Este logro ha sido un esfuerzo conjunto tanto de la Nación como de las provincias, y espero que sea sostenido en el tiempo. Será tarea de Congreso mantener la legislación vigente.

En lo que se refiere al presupuesto 2016, las transferencias corrientes en materia de educación a nivel nacional están encabezadas -como todos los años- por el programa de desarrollo de la educación superior, que tiene a su cargo la asistencia de 51 universidades nacionales y se destinarán casi 54.000 millones de pesos en el próximo ejercicio.

Además, se destaca el impacto del programa de respaldo a estudiantes argentinos -Progresar- que pone foco en la población de 18 a 24 años, desempleada o que trabaja informalmente, y que permitirá y permite a estos jóvenes terminar sus estudios en cualquier nivel educativo que deseen. En el año 2015 se amplió el nivel de cobertura para los jóvenes cuyas familias cobran hasta tres salarios mínimos vital y móvil, cuando anteriormente solo era para el salario mínimo, y se actualizaron los montos hasta 900 pesos.

Vale mencionar que en el año 2016 se prevé asistir a las provincias con alrededor de 10.000 millones de pesos a través del Fondo Nacional de Incentivo Docente y por compensaciones salariales. Esta transferencia es la mayor que se realiza desde la administración nacional para financiar erogaciones corrientes de las provincias.

A continuación pasamos a analizar la finalidad de los Servicios Económicos. Las erogaciones totales en esta finalidad representarán en el año 2016 el 18 por ciento del total del presupuesto de la administración nacional, lo que implica 276.000 millones de pesos. El principal componente de esta finalidad es energía y combustible, que incluye dentro de sus partidas las transferencias corrientes destinadas a la compañía administradora de mercado mayorista eléctrico -CAMMESA- para financiar la adquisición de fueloil y gasoil destinado al abastecimiento de las centrales eléctricas y las asistencias financieras a ENARSA con financiamiento al programa Energía Total.

En materia de política de combustibles se contemplan asignaciones para la atención del programa de estímulo a la producción de petróleo crudo, que tiene como objetivo el establecimiento temporal de compensaciones económicas para fomentar la producción de petróleo destinado al consumo en el mercado interno y la exportación de saldos.

Adicionalmente, cabe destacar los créditos destinados al programa de estímulos a la inyección de excedentes de gas natural cuyo propósito es reducir la diferencia existente entre la producción y el consumo de gas en nuestro país.

Por último, se incluyen las transferencias para la ejecución del programa Hogares con Garrafas. Se trata de una política de desarrollo energético con inclusión social para que los hogares con menores recursos y sin gas de red accedan a dicho insumo a un precio económico. Durante el ejercicio 2016 están presupuestados y se prevé beneficiar a tres millones de hogares.

El otro tema a analizar se refiere al transporte. La segunda función en importancia -como se ve en el gráfico- es el transporte, alcanzando los 94.000 millones de pesos. Las erogaciones corrientes incluidas en esta función son principalmente -en lo que respecta al transporte automotor- las transferencias al fondo fiduciario del sistema de infraestructura de transporte, principalmente para el régimen de compensaciones complementarias.

Respecto al transporte ferroviario, se incluyen la asistencia a las empresas administradoras de recursos humanos ferroviarios y empresas operadoras de transporte ferroviario.

En cuanto al transporte aerocomercial se destacan las asignaciones presupuestarias de Aerolíneas Argentinas para garantizar la prestación, ampliación y mejoramiento de sus servicios.

Dentro de las finalidades Servicios Económicos y Servicios Sociales que estuvimos analizando están incluidas tanto lo que se clasifica como asignaciones presupuestarias para erogaciones corrientes como también aquellas que se destinan a gastos de capital.

Hasta ahora solo me referí a la parte corriente, por lo que a continuación voy a describir los gastos de capital cuyo destino es la infraestructura económica y social.

Como se ve en la filmina, las inversiones para infraestructura económica y social alcanzarán en el año 2016 a 154.000 millones de pesos. En cuanto a servicios económicos las inversiones alcanzarán 76.000 millones de pesos, siendo el sector transporte al que se destinarán las mayores inversiones, entre las cuales se destacan las obras de construcción, recuperación y mantenimiento de rutas, el desarrollo de obras viales a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad y las transferencias de capital a gobiernos provinciales para la ejecución de obras de vialidad a través de programas del Norte Grande e Infraestructura Vial Productiva.

Respecto al transporte ferroviario se contemplan los créditos para la mejora integral del Ferrocarril Roca, que comprende la renovación del servicio de pasajeros del ramal Constitución-La Plata.

Asimismo en el marco de los convenios suscriptos con la República Popular China se prevé la financiación de diferentes iniciativas destinadas a la modernización del sistema ferroviario nacional, destacándose las obras de renovación integral de líneas y la adquisición de material rodante. En particular, se destaca el financiamiento para la reactivación del Ferrocarril Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima.

En lo que respecta a la inversión en la función Energía, durante el año 2016 se seguirán priorizando los emprendimientos que permitieron aumentar la oferta energética en los últimos años al ritmo del crecimiento del consumo y la actividad económica de nuestro país.

En este marco se prevé avanzar en acuerdos internacionales para el financiamiento de proyectos de gran envergadura que den respuesta a los requerimientos no solo de la demanda actual sino también de las próximas generaciones, permitiendo lograr el autoabastecimiento de electricidad y combustible.

En el ámbito de la administración nacional se incluyeron los créditos presupuestarios para los distintos sectores y actores del sector energético.

En lo que respecta al transporte y distribución eléctrica se incluyeron los créditos para el tendido de líneas de alta tensión comprendidas en el Plan de Transporte Eléctrico Federal que incluyen líneas de alta tensión como la que unirá la estación transformadora Rincón Santa María y la Estación Resistencia, como así también obras de tendido de líneas de media y baja tensión y estaciones transformadoras en el marco del programa Más Cerca.

Por otra parte, se incluyen las transferencias para el financiamiento de las obras ejecutadas en el marco del fondo para obras de consolidación y expansión de distribución eléctrica y al Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico.

En materia de transporte y distribución de gas se incluyeron las transferencias para la ampliación de la capacidad de abastecimiento de gasoductos troncales y para la construcción del Gasoducto del Noroeste Argentino.

En lo que se refiere a la generación eléctrica se incluyeron los recursos para las obras correspondientes a la construcción y finalización de centrales termoeléctricas como la central a carbón de la localidad de Río Turbio, Vuelta de Obligado en Timbúes, Santa Fe, y Guillermo Brown, en Bahía Blanca ejecutadas por ENARSA, entre otros, y centrales hidroeléctricas presidente Néstor Kirchner y gobernador Jorge Cepernic, provincia de Santa Cruz y Chihuido, provincia de Neuquén.

También se contempla la asistencia a la provincia de Mendoza para obras correspondientes a la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento y transferencia para la construcción del dique Punta Negra, entre otras.

En energía nuclear se asistirá principalmente a la empresa NASA con el propósito de financiar las obras de prolongación de la vida útil de Embalse y las obras correspondientes a la actualización de Atucha I.

En lo que se refiere a comunicaciones se destinarán recursos por 6.221 millones de pesos, y entre otras acciones se llevarán adelante las políticas nacionales para el desarrollo de las telecomunicaciones con el objetivo de democratizar el acceso a la información, la comunicación y la nueva tecnología en todo el territorio nacional, acortando así la brecha digital.

A esto se suma la creación de la nueva Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -AFTIC-, que se encargará de la regulación del sector.

Se continuará con la expansión de la Red Federal de Fibra Óptica, dentro del Plan Nacional de Telecomunicaciones "Argentina Conectada".

Se mantendrá el apoyo a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales -ARSAT- para la implementación del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre, que ya cubre al 89 por ciento de la población argentina, así como el desarrollo del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, que es un orgullo para nuestro país.

Inversión en servicio social. Retomando la finalidad de los servicios sociales, de los cuales ya hablé extensamente cuando me referí a la seguridad de asistencia social, ahora me voy a referir a la inversión en infraestructura.

Como se observa en la parte naranja de la torta, la inversión en esta finalidad alcanzará en 2015 los 60.373 millones de pesos, de los cuales vivienda, urbanismo, educación y cultura, junto con agua potable y saneamiento, se llevan la mayor parte.

En lo que respecta a vivienda y urbanismo, tenemos dos grandes grupos de asignaciones presupuestarias. Por un lado, están las que se financian a través del Ministerio de Planificación Federal y, por el otro, las que se asignan al Procrear, es decir, al Programa de Crédito Argentino del Bicentenario.

En lo que respecta a la iniciativa de financiación a través de obra pública, se destacan el Programa Desarrollo Infraestructura Habitacional "Techo Digno", el Programa Federal de Mejoramiento Habitacional, el Programa Federal de Viviendas y el Plan de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios.

También se resaltan las iniciativas destinadas a satisfacer los problemas habitacionales en el ámbito de la Cuenca Matanza-Riachuelo.

Y a través de Procrear se continuará entregando créditos hipotecarios para la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas, como así también para aquellas que son construidas a través de desarrollos urbanísticos.

Como dije, la inversión en educación y cultura se lleva una parte importante del total de la inversión en infraestructura y equipamiento. En 2016, esa cifra ascenderá a 14.658 millones de pesos. Dentro de ésta se destaca, en primer lugar, la asistencia financiera al Programa Conectar Igualdad, cuyo fin a nivel federal es alcanzar la inclusión digital mediante la entrega de una computadora a cada alumno y a cada docente. En segundo término, están las obras de infraestructura escolar, las que se derivan también de la ley de financiamiento educativo y de la ley de educación nacional, que ya mencionamos.

En el período 2003-2015 se han terminado 1.900 escuelas y se refaccionaron 6.200 edificios escolares. El año 2015 nos encuentra construyendo 693 escuelas, terminando de refaccionar 780 edificios escolares y acelerando las obras de infraestructura para cumplir con la ley 27.045, sobre la obligatoriedad de la sala de cuatro años.

Respecto de la inversión en agua y saneamiento, continuarán los esfuerzos para la ampliación del servicio de agua potable y cloaca, que mejora el servicio existente, resaltando además que en la última década se han incorporado al suministro de agua 1.700.000 hogares, así como se han integrado al sistema de cloacas más de 800 mil familias.

Dentro de lo que es el ítem de la inversión, y ya entrando en el ámbito de las provincias, cabe destacar las transferencias para infraestructura económica social provincial, que en el gráfico se observan en color verde. Se estima que estas transferencias alcanzarán el próximo año los 17.893 millones de pesos.

En este cuadro se observan las transferencias que de manera automática envía al Tesoro Nacional a las provincias a través del Fondo Federal Solidario que, como todos saben, se financia con el 30 por ciento de los derechos de exportación de la soja y sus derivados. Los envíos que hemos hecho desde 2009 alcanzan los 64.000 millones de pesos que, como recién mencioné, se tradujeron en obras tanto en las provincias como en los municipios.

Con referencia a la coordinación fiscal con las provincias, en este cuadro vemos los Recursos de Origen Nacional -RON-, que han tenido un excelente desempeño, con un crecimiento interanual estimado para el cierre de 2015 del 35 por ciento, impulsado principalmente por la coparticipación de impuestos y, en segundo lugar, por los regímenes especiales. Siempre hay que recordar que estos recursos se envíen a las provincias en forma diaria y automática.

Para el ejercicio 2016 está previsto un crecimiento interanual de los Recursos de Origen Nacional del 27,3, lo cual significa 112.000 millones más que lo estimado para el presente año.

En este gráfico se puede ver la evolución histórica de los Recursos de Origen Nacional para mostrar cómo era la realidad del año 2003, cuando Néstor Kirchner asumió como presidente, y cuál es la situación doce años después. En efecto, estos recursos pasaron de 20.000 millones en 2003 a 410.000 millones en 2015, lo cual implica un crecimiento de más del 1.900 por ciento. O si lo miden en dólares, para los que les guste esa forma de medir, pueden ver que en 2003 se transfirió el equivalente a 6.824 millones de dólares, mientras que en el año 2015 esta cifra será por un equivalente de 45.000 millones de dólares.

Y así como hubo planes y políticas de desendeudamiento a nivel nacional, también se tomaron medidas de desendeudamiento a nivel provincial. En este caso, el gobierno nacional, a lo largo de estos últimos doce años, fue tomando decisiones e implementando una catarata de medidas para dar tratamiento a la deuda provincial. Entre éstas se destacan durante la gestión de Néstor Kirchner el canje de la deuda provincial -porque se reestructuró el 53,5 por ciento del stock de deuda de las provincias ingresadas al programa, que equivale a 33.587.000 pesos-, el Programa de Unificación Monetaria -porque se rescató el 98,4 de las cuasimonedas emitidas por las provincias que ingresaron al programa-; y los Programas de Asistencia Financiera.

La medida a favor de la deuda de las provincias se mantuvo durante la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien a través del decreto 660/2010 creó el Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas, que reestructuró la deuda de dieciocho provincias a veinte años, eliminando el ajuste por CER, con una tasa fija del 6 por ciento anual, es decir, con un financiamiento muy barato, casi diríamos regalado.

Ya en el año 2014, continuando con los objetivos del programa, se incorporaron al universo de reprogramación las deudas originadas en los Programas de Asistencia Financiera de los años 2011 a 2013, alcanzando un stock total al 31 de diciembre de 2013 de 69.000 millones de pesos, que se agregaron al programa general.

Durante este año se incorporó al programa la asistencia financiera del año 2014, lo que implicó incorporar 5.000 millones de pesos adicionales.

Cabe destacar que originalmente las asistencias financieras de 2011 a 2014 se otorgaron con un vencimiento a ocho años, con lo cual al ingresar al nuevo sistema se amplió hasta el año 2030. Adicionalmente, durante los años 2013 y 2014 se distribuyeron 19.248 millones de ATN, que se aplicaron a la reducción de la deuda provincial.

Por último, en relación con las medidas tomadas, se destaca la ampliación del período de gracia hasta el 30 de septiembre de 2015, lo cual implicó que las provincias dejaran de pagar 7.585 millones de pesos en 2014, y 5.500 millones en el tercer trimestre de 2015.

¿Cuál ha sido el resultado de todas estas medidas? Lo podemos observar en ese gráfico que estamos viendo.

En la línea roja podemos ver cómo baja la deuda de las provincias en porcentaje del PIB hasta alcanzar en la actualidad el 3,9 del producto y cómo mejora el ratio, stock, recursos corrientes, que es lo que está en azul. Lo que es más positivo aún es que solamente el 1,9 del PIB de ese 3,9 está en manos del sector privado.

Esto no ocurrió de un día para el otro. Llevó años de trabajo arreglar los errores que se cometieron en materia de deuda provincial.

De la misma forma en que se cuidaron los logros en materia de seguridad social y educación, es importante seguir de cerca la evolución de las deudas de las provincias para que nunca más vuelvan a caer en sobreendeudamientos y en default.

Esta política seguida desde el 2003 al 2015 y los números de créditos proyectados para el 2016 son en función de cumplir con los grandes objetivos. Es decir, cumplir con que se mantenga la actividad privada, que significa trabajo, cumplir con los sectores sociales desprotegidos y con los sectores más humildes en todos los planes de desarrollo. Tiene que ver, fundamentalmente, con que en los momentos que es necesario, el gasto producido por la Nación sirva para profundizar las medidas activas para el mantenimiento de la actividad, frente a la situación que vive el mundo. Esto implica dignificar a los argentinos con trabajo y producción.

De alguna manera esto es cumplir con la justicia social, ser libres en nuestras decisiones y no estar dependiendo de las posiciones de organismos internacionales, como estuvimos en algún momento, y mantener la soberanía económica, a pesar de los buitres. Gracias a todos. (Aplausos).

SR. PRESIDENTE FELETTI Tengo anotados para hacer uso de la palabra a los señores diputados Sturzenegger, Laspina, Lozano y Ciciliani.

Pero antes que nada, como fue aludido en la exposición de uno de los secretarios, le voy a dar la palabra al señor diputado Federico Pinedo para que responda a la alusión.

SR. PINEDO Señor presidente: el kirchnerismo denuncia a la oposición por mentir con los índices. Es una experiencia formidable, novedosa y extraordinaria.

Primero voy a referirme al número que mostraba en pantalla el viceministro, o en realidad el secretario -ese es su cargo- cuando mencionaba el "índice Pinedo".

Lo cierto es que no he estado en los últimos meses sobre la gestión de esos índices, de manera que no le puedo dar una explicación; pero de todos modos intentaré dársela.

Está claro que lo que hay ahí es un error de los sumandos, como le llama el secretario a las consultoras que hacen cálculos de aumentos de precios, o un error muy tonto en el cálculo del promedio. Ya voy a averiguar de qué se trata y se lo voy a informar. Y por supuesto que si el error es nuestro lo voy a decir inmediatamente.

Básicamente el punto del secretario es que nosotros mentimos, que es un mamarracho lo que hacemos y que cometimos errores.

Desde el primer presupuesto totalmente propio, que fue del 2004 al 2014 -el último que tenemos-, el kirchnerismo gastó 132.000 millones de dólares por encima de lo votado por el Congreso argentino. Esto surge de una cuenta sencilla que es la diferencia entre lo votado y lo ejecutado y dolarizado por un promedio de tipo de cambio hecho año por año.

Eso implica un desvío del 20 por ciento de lo votado. No sé si es un mamarracho, una mentira o un error. Lo dirá el secretario, pero es bastante voluminoso el error.

En el año 2014 estimaron un superávit de las cuentas fiscales y finalmente tuvieron un déficit de 195.000 millones de pesos. ¿Eso es un mamarracho, una mentira o un error?

Ahora calculan que la inflación del año que viene va a ser más o menos del 15 por ciento. Sin embargo dicen que van a crecer los recursos tributarios al 25,7, que va a haber un aumento de aportes y contribuciones del 25,97 y que va a haber un aumento del IVA del 26,3.

¿Cómo se tiene una inflación del 15 y un aumento del IVA del 26,3 con un crecimiento del 2,3? ¿Eso es un mamarracho, una mentira o un error?

De todas maneras y más allá de los calificativos quiero recordar una de las principales vergüenzas de la Argentina en los últimos años: la mentira del INDEC.

La mentira del INDEC primero se hizo para tratar de ocultar el comienzo de la inflación y se termina utilizando para ocultar a los pobres de la Argentina. Es una vergüenza, realmente es una vergüenza; deberían tener vergüenza.

La mentira del INDEC motivó que no se contentaran con mentir sino que pasaran a perseguir a los ciudadanos comunes que opinaban sobre el aumento de precios. Y no solamente los perseguían sino que les cobraran multas de 500.000 pesos de ese entonces, que no sé cuánto sería ahora con la inflación que han generado.

Muchos de esos consultores tuvieron que ir a la Justicia para defenderse de esa multa por opinar en un país democrático. Sus derechos fueron reconocidos por la Justicia, lo que nuevamente debería avergonzar al gobierno que tuvo esa actitud antidemocrática.

Pero como los multaban y les querían impedir que hablaran, un grupo de diputados decidió asumir la difusión de los valores elaborado por esa gente que era perseguida, ya que a los legisladores no nos pueden meter presos porque tenemos fueros.

Nosotros no hacemos los números como si fueran nuestros. Simplemente nos limitamos a transmitir esos cálculos a la población porque nos da vergüenza que en un país democrático se persiga a alguien por opinar. Queremos resguardar ese derecho de opinar, no el contenido de los números.

De todas maneras, los números que se fueron dando en lo que se llamó "Índice Congreso", eran coincidentes o estaban muy cerca de los números que daban algunas provincias sobre el aumento de precios, incluidas provincias socialistas, la administración de la Ciudad de Buenos Aires y provincias peronistas como la de Mendoza.

Evidentemente no eran números que tendían a mentir sino que tendían a reflejar lo que reflejan estos cálculos del presupuesto con los aumentos del IVA que prevén.

Así que le agradezco al señor secretario que nos aconseje no usar el nombre "Congreso" para difundir ese índice, aunque en realidad nosotros somos parte del Congreso y nos enorgullecemos de que el Congreso argentino proteja a ciudadanos argentinos que han sido perseguidos por el gobierno por opinar.

De todas maneras, lo podemos discutir. A lo mejor cambiamos el nombre "Índice Congreso". Pero también nos gustaría que ustedes dejen de usar el nombre "Índice Argentina" para las mentiras que hacen. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, licenciado Emmanuel Álvarez Agis.

SR. ÁLVAREZ AGIS En primer lugar, quiero remarcar que el adjetivo "mamarracho" lo usé para referirme al índice y no a un diputado. De hecho, valoro la posición que tuvo el diputado Pinedo en ocasión de la presencia aquí del ministro de Economía, cuando se hizo cargo del índice, respecto del cual confesó que no tenía en claro cómo se calcula y dijo que iba a revisar las cuentas. Yo le pediría que no sólo revise la de agosto, porque es un error sistemático del índice sobrestimar el promedio que da cuando uno suma y divide por la cantidad de consultoras o sumandos. De hecho, la cuenta de 20 divido 11 da 1,8. Y el índice que arman estos diputados da 2,2. El diputado Pinedo en particular dice que es coincidente con los indicadores de algunas provincias. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gobernada por el partido al que él mismo pertenece, dice que la inflación en ese mismo mes fue de 1,8. Y usted dice que fue de 2,2. Entonces, no es que no le creen sólo al INDEC cuando calcula la inflación; tampoco le creen a Macri, puesto que promedian un índice que habla de precios de la Capital Federal y, a lo sumo, del AMBA, para terminar diciendo a cuánto ascendió la inflación en un distrito donde hay un Estatuto de Estadísticas que la calcula todos los meses. Por tanto, el problema de credibilidad es generalizado.

Por otro lado, el diputado Pinedo denuncia un desvío del 20 por ciento de lo gastado respecto de lo presupuestado, pero yo diría que es al revés: ese es un dato muy alentador que da la idea de una muy buena gestión del presupuesto de un país. Los presupuestos de las empresas trabajan con desvíos de más o menos un 30 por ciento. Es un estándar internacional, no nacional. Imagínense lo que ocurre en un país donde además de todas las variables que uno debe ponderar tiene que estimar el crecimiento de otros países, del mundo, la inflación de otros países, los tipos de cambio, las variables financieras, etcétera. Pienso que decir que ese desvío es muy grande da cuenta de un desconocimiento sobre la materia.

Por otro lado, está el tema de la recaudación. Lo invito al diputado Pinedo que mire si el aumento de la recaudación en cualquier lugar que hemos presentado y en la realidad es igual a la suma del crecimiento más la inflación. Nunca es así. Nunca esos dos números coinciden. No coinciden en 2016 por la sencilla razón de que, para citar un solo ejemplo, la dinámica de los impuestos relacionados con el comercio exterior dependen de las exportaciones, de los precios internacionales y del tipo de cambio. Ninguna de esas variables hacen referencia al crecimiento -las exportaciones son una parte muy chiquita- ni a la inflación doméstica. Dicho en criollo: ¿qué tiene que ver la recaudación por retenciones con la inflación argentina y con el crecimiento argentino? Nada. Sí tiene que ver con el precio de la soja, con la cosecha, con el crecimiento de nuestros socios comerciales, con la demanda mundial y con el tipo de cambio. Por tal motivo, decir que el presupuesto está mal porque la recaudación no es igual a la suma del crecimiento más la inflación es no reconocer los factores que afectan la recaudación. De lo contrario no tendríamos una estimación de recaudación tan compleja como la que tenemos. Tomaríamos el crecimiento más la inflación y listo. Sin embargo, en nuestras proyecciones estimamos tributo por tributo porque la dinámica, por ejemplo, del IVA, no es la misma que la del impuesto a las ganancias. Una depende del consumo y la otra depende de las empresas.

Diputado Pinedo: le estoy contestando. Le agradecería una mínima señal de respeto y que me escuche a mí en vez de al diputado Sturzenegger.

Por último, me sorprende que desde un partido me hablen de multas por opinar cuando se trata de los mismos que clausuraron un medio de comunicación en ocasión de que éste hiciera una denuncia por corrupción que los involucraba. (Aplausos.) Creo que hay que tener un poco más de cuidado cuando se habla de estas cosas.

SR. PINEDO ¡No mienta, secretario!

SR. ÁLVAREZ AGIS Dicho esto, les recomiendo que consigan una calculadora, hagan la suma correspondiente y dividan el resultado por la cantidad de consultoras. Les va a dar una inflación sustantivamente más baja que la que vienen diciendo mes a mes.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Sturzenegger.

SR. STURZENEGGER ¿Por dónde empezar? Espero que no crea, señor secretario, lo que dijo. Porque usted el 3 de septiembre endeudó al Estado argentino a una tasa cercana al 30 por ciento. Si la inflación es del 15 por ciento, considero que es difícil de explicar que se le dé al sector financiero esa tasa de interés real.

El 23 de julio volvió a hacer lo mismo a una tasa similar. Le pido que le avise al presidente del Banco Central que está colocándo Lebac también al 30 por ciento, en una economía con una inflación del 15 por ciento. Me parece, entonces, que ni usted cree en las cosas que hace.

Vamos a hablar de estas mentiras, errores y mamarrachos. Voy a empezar con otras series. Me tomo unos minutos para esto y después voy al tema del presupuesto.

Arranco con el desempleo. El desempleo se computa tomando un cociente, una división, entre la gente que busca trabajo y la población económicamente activa. Son dos variables de datos que históricamente -tomamos veinte, treinta años- se mueven con una muy baja correlación. Sin embargo, desde 2011 la correlación entre ambas variables es de 1. Es decir que sube el número de desempleados y sube la población económicamente activa. Algunos se sorprenden de que el ratio se mantiene exactamente igual. Por supuesto: cae el número de desempleados, cae la población económicamente activa y el ratio queda igual. No sé si es un mamarracho, una mentira o un error. Le pido que solicite a sus ayudantes que computen desde el año 2011 dos series que no tenían ninguna correlación durante veinte años y ahora pasan a tener una correlación de 1.

En cuanto al PBI, fíjense qué interesante lo que pasó. Nosotros también tuvimos que sacar una estimación del PBI, que fue muy criticada. ¿Cuál es la distorsión que se produce en la estimación del PBI? En el PBI, como usted debe saber, se produce el PBI real por el cambio en las cantidades producidas de cemento, autos, trigo, soja, etcétera, pero también hay variables que parten de lo nominal, como por ejemplo el sector financiero. Para estimar el valor del PBI del sector financiero se toma la cantidad de depósitos, de créditos y plazos fijos, y se deflacta por un cierto número para tener un valor real de cuánto está creciendo el sector financiero. Si ustedes miran los datos de las estadísticas del PBI de la Argentina de los últimos años, hemos encontrado años donde el PBI del sector financiero ha crecido más del 20 por ciento en términos reales. Es un mamarracho, es un error, es una mentira. Ciertamente, no es la realidad.

Lo más gracioso de todo esto es que el año pasado se hizo un cambio de la base del PBI del año 1993 al 2004, y lo más increíble es que la nueva serie resultó que era mucho más parecida a la del PBI del Congreso que a la vieja serie del INDEC. Si uno computa los errores medios cuadráticos -no sé si el secretario conoce de qué se trata esa medida estadística-, da mucho menos la diferencia entre el PBI del Congreso y la nueva serie del PBI del INDEC que con la vieja serie del INDEC. ¿Mamarracho, mentira o error? Al final, resulta que el propio INDEC reconoce que la serie del PBI del Congreso era más certera. Para ver esto, lo puede hacer computar y calcular por medio de sus ayudantes.

Con esto llegamos al IPC. Ya habló el diputado Pinedo al respecto. Es importante entender que esto arranca de gente que se sintió perseguida, que sintió que le iban a hacer juicio si emitía una opinión sobre algo. Esta opinión después se puede tomar como buena o como mala, pero se la llevó a la Justicia simplemente por emitir una opinión.

Es decir que esto empezó con persecución.

El gráfico que usted hace está equivocado porque en aquél momento, una serie de consultoras decidieron participar en ese índice de forma anónima para no ser perseguidas. Lo que se toma es el promedio entre todas esas consultoras. Si luego aparece una nueva consultora no se adiciona porque no sería comparable metodológicamente el índice.

Si usted mira el gráfico que mostró, va a ver que varios de los índices que están no existían cuando el índice del IPC del Congreso comenzó a funcionar. Después se mantuvo con una metodología totalmente estándar y regular, que computa el promedio entre ciertas variables, que no son todas las que usted tiene ahí, que pretende que eso sea el promedio de lo que pone en la pantalla. De manera que hay variables que no están ahí, y a la vez ahí están algunas que no están en el índice que se computa.

Como decía Pinedo, el índice da números muy parecidos. Por supuesto, no exactos en cada mes. Por ejemplo, los índices de la provincia de San Luis hasta la actualidad.

Después algunas provincias abandonaron esto y el tema de reportar la verdad. Pero San Luis, Neuquén y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -sacando las diferencias que puede haber de metodologías en algún mes puntual- dan números muy parecidos cuando uno mira la serie. Esto lo hemos mostrado sistemáticamente en las presentaciones.

Lo otro que resulta absolutamente sorprendente es que el INDEC sistemáticamente se ha negado a publicar los precios promedios de los bienes que releva, algo que sí hace Ciudad de Buenos Aires.

Por ejemplo, en el índice está el asado, que está relevado en la Ciudad de Buenos Aires en un valor; la lechuga está en este otro valor. De esta manera uno entiende, sabe, puede contrastar y puede ver si ese es un precio razonable o no.

El INDEC sistemáticamente se ha negado a publicar eso. Me preguntaría por qué, porque no sabemos bien cuáles son los números que figuran allí.

No voy a hablar del tema de la pobreza. Cuando ustedes dicen que la pobreza en Argentina es menor que en Alemania, la verdad que la gente directamente se les ríe.

Pero hoy sumaron a todos estos mamarrachos, errores y mentiras que ustedes hacen con las estadísticas otra cosa: la edición. Algo a lo cual el kirchnerismo es bastante propenso.

Voy a dar un ejemplo de algo que mostró Pablo López simplemente para ilustrarlo, porque en la presentación del viceministro fue fantástico. Cuando uno mira cómo se toman los períodos se veía que estaban particularmente seleccionados.

En el proceso de desendeudamiento, cuando uno mira la composición de la deuda externa neta de la Argentina, sacando la deuda intrasector público -varios de los gráficos apuntaban en ese sentido- y lo reduce, hay un concepto que yo comparto que es que cuando uno mira las deudas tiene que mirar los activos también. Si uno toma un activo y un pasivo, como sería el swap chino, no cambia nada. Es decir, tengo un activo y tengo un pasivo. Pero si uso reservas para cancelar deudas, tampoco pasa nada. Bajo un activo y bajo un pasivo. Es el ejemplo del crédito hipotecario que se dio.

Entonces, cuando uno mira la deuda externa neta de Argentina, por ejemplo las reservas también netas, porque hay que sacar los pasivos externos de esas reservas, se ve que hay un proceso de desendeudamiento muy fuerte. Pero ese proceso de desendeudamiento termina en el año 2010.

Sin embargo, con la misma metodología que les puedo mostrar que desde el 2004 o 2003 al 2010 hay una caída muy fuerte en el nivel de endeudamiento de Argentina, del 2010 al 2015 la deuda Argentina se duplica. Después le paso con muchísimo gusto los datos al señor secretario.

El tema de la edición se produce porque se muestra un gráfico de desendeudamiento del año 2007 y el 2014. Y si bien no tengo en la cabeza los números de esos años, hay una pequeña edición porque del 2007 a 2010 hay un fuerte desendeudamiento, pero del 2010 al 2015 ese proceso se revierte.

Esos son los comentarios con respecto a todo este tema que plantó el secretario.

Nosotros miramos el presupuesto, y las planillas no suman. No suman. Las filas no suman el total. ¿Es un mamarracho o es un error? En el Excel no suman. Ya lo dijimos el año pasado. Nos traen los archivos que no suman las filas para tener los totales. Con lo cual no sé si es que hay filas que faltan. El año pasado comenté que faltaba la fila del sueldo del vicepresidente. Este año sigue faltando esa fila. Lo doy como un ejemplo. Creo que le pagan.

Usted nos habla de los mamarrachos y nos entregan un presupuesto que no lo podemos estudiar porque no suman los números.

El diputado Pinedo hablaba de las inconsistencias. Si el IVA sube 26 por ciento y sube como porcentaje del PBI con una inflación del 15, con un crecimiento del 3 por ciento, ¿qué cambio hay en la composición del PBI para que el IVA suba tanto? Sobre todo, cuando entiendo -corríjame si leí bien- que hay un sesgo del crecimiento hacia la inversión y fuera del consumo. Ni siquiera se lo pido para que me conteste, simplemente quiero dejarlo referenciado.

Por otro lado me llamó muchísimo la atención esta crítica a Tsipras como el gran ajustador griego y a Lula como el gran ajustador brasileño. Le recuerdo que hace un par de semanas trajeron a Lula a un acto. Avísenle que es un gran ajustador y defensor de las corporaciones financieras internacionales.

Ustedes presentan un presupuesto donde la recaudación aumenta un 26 por ciento y el gasto 15. Eso es exactamente lo que han hecho los griegos. Aumentar la recaudación mucho más que el gasto.

Me quedé totalmente desconcertado porque hay un ataque visceral a lo que hizo Tsipras en Grecia y después este presupuesto repite exactamente eso. Muy desconcertante. No sé si es un mamarracho, un error o una mentira.

En cuanto al artículo 35, que tiene su equivalente en el presupuesto del año pasado y se refiere al fondo de desendeudamiento, dice así: "El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas deberá informar periódicamente a la Comisión Bicameral creada por el artículo 6° del decreto 298 de fecha de 1° de marzo de 2010, el uso de los recursos que componen el fondo de desendeudamiento."

Yo quería preguntarles muy concretamente si en cumplimiento de esta ley -me refiero a la del año pasado- ustedes informaron lo que corresponde a este ejercicio y lo que corresponde al ejercicio del año pasado el uso que se le dio al fondo de desendeudamiento y a los recursos. En ese sentido quiero una respuesta concreta de qué informe se presentó y a qué comisión bicameral se presentó.

Por último quiero comentarle algo, básicamente al secretario Pezoa.

En este momento el gobierno está haciendo algo que es bastante sorprendente para un gobierno que se dice nacional y popular. Me refiero a que en la Argentina el petróleo se vende a 67 dólares. Este es un acuerdo de palabra apañado por el gobierno nacional.

No sé qué hace la comisión de Defensa de la Competencia que permite que haya un acuerdo apañado por el gobierno donde el precio de los combustibles -en particular del gasoil- es del 70 por ciento más alto del que habría en un mercado competitivo.

Cuando uno habla con los productores agropecuarios de toda la Argentina dicen que si el gasoil, que es un insumo importante de la producción, les cuesta el 70 por ciento más de lo que sale en cualquier país con el que compiten, el nivel de competitividad y su capacidad exportadora se ven mermadas. Esto es dramático particularmente en el noroeste argentino.

Por supuesto que también esto lo viven los argentinos con el valor de la nafta porque pagan un precio que es un 50 o 60 por ciento más alto que lo que costaría en un mercado competitivo.

Esas dos cosas representan una transferencia a las petroleras de productores y consumidores de 6.000 millones de dólares anuales; bien Nac & Pop. Sacarle al productor agropecuario, sacarle al pequeño empresario, sacarle a la persona que carga nafta y pasárselo al sector petrolero.

Quería saber si han estimado el impacto recaudatorio de esta política que lleva adelante, casi inexplicablemente, el gobierno nacional.



SR. PRESIDENTE FELETTI Quiero hacerle una aclaración al diputado Sturzenegger. No sé si usted tuvo en cuenta que en 2010 se pusieron "performing" 12.500 millones de dólares por el Canje II. Eso implica un cambio.

SR. ÁLVAREZ AGIS En efecto, ese es un punto: cuando uno hace un canje está reconociendo una deuda que antes estaba en default, con lo cual, desde el punto de vista estadístico, es un error computar eso como un endeudamiento. Por el contrario, es hacerse cargo políticamente del endeudamiento que contrajeron antes con operaciones como las que firmó el diputado Sturzenegger, como el megacanje y el blindaje. O sea que lo que hicimos fue arreglar ese pequeño lío que a sola firma le sumó 30.000 millones de dólares más de deuda externa a la Argentina.

Estoy empezando a pensar cuáles fueron las razones de esa decisión.

SR. KUNKEL No lo hizo por convicción sino por comisión.

SR. ÁLVAREZ AGIS Espero que el error del promedio respecto del IPC Congreso no lo haya tenido en aquella ocasión. Eso explicaría muchísimas cosas. Y estoy hablando a su favor, porque la otra hipótesis es peor.

Pero, a diferencia de usted, no voy a hacer argumentos ad hóminem. Cada palabra que digo acá, la creo. Incluso le creo a usted, diputado Sturzenegger, cuando habla en castellano, teniendo en cuenta lo que usted mismo dijo, en el sentido de que sólo habla con la verdad cuando habla en inglés. Cuando habla en castellano habla de sus hijos, de la familia y de que está bien decir la verdad. Y lo que realmente cree lo dice generalmente en inglés. Sin embargo, yo trabajo sobre la hipótesis de que usted cree en lo que dice, a pesar de que ya ha demostrado que no es así porque lo ha confesado usted mismo. Por eso me permito traer esto a colación en esta discusión.

La verdad es que lo que acaba de decir el diputado Sturzenegger es absolutamente inconsistente. Decir que la tasa de actividad y la tasa de desempleo con variancia igual a 1, implica decir que el ratio está constante. Lo dijo usted mismo: "El ratio está constante". El ratio de desempleo está bajando, con lo cual si la variancia fuera 1 el desempleo no podría bajar. Y viene bajando. O sea que, la variancia no es 1, o el desempleo no baja. Le pido que revise Estadística I, donde a la variancia se le aplica la raíz cuadrada y, así, se calcula el desvío.

Si me tira una cuenta mal, como hace con el IPC que calcula, como hizo con el megacanje y como hace ahora con el desempleo, y encima quiere que le conteste que su argumento está bien, ¡estamos todos locos, diputado! O hace el argumento bien o me deja que le explique por qué el argumento está mal en términos algebraicos.

También usted habló del PBI y de los cálculos nominales. Quisiera aclararle que el trabajo estadístico que se está haciendo con el IPCNu es el mismo que se está haciendo con el PBI. Es el propio Fondo Monetario Internacional -que antes les decía a los funcionarios lo que tenían que hacer en materia de política económica, y no en materia de estadísticas- el que también está referenciando los cálculos que estamos haciendo con el PBI con la nueva base, que además tiene muchísima más información y está abierta a muchísimas más letras. Además, el Fondo no nos ha planteado esa opción que sólo usted encuentra y que no está justificada. Es el propio Fondo el que dice que los números de crecimiento del PBI de la Argentina están bien.

Vuelvo al IPC que calculan ustedes para decir que la respuesta que me acaba de dar demuestra nuevamente que están cometiendo un error matemático. Cuando uno mira, por ejemplo, el mes de agosto -aunque pasa para todos los meses-, su índice, diputado, da 2,2. ¿Sabe cuántas consultoras dan más de 2,2 para agosto? Una sola: Ecolatina. Todas las otras dan menos. Y por el teorema de no me acuerdo quien, eso implica que si usted promedia una sola de las consultoras que da menos, tres, cuatro o cinco consultoras les van a dar menos. Cuando todos los sumandos son menores que el promedio, el promedio no puede dar arriba del sumando.

SR. STURZENEGGER ¡Mídalo!

SR. ÁLVAREZ AGIS No me interrumpa, diputado, que yo lo escuché reformular la matemática con suma atención.

O sea que el índice que ustedes calculan está por arriba de todas las consultoras menos una. Y ustedes me dicen que calculando tres, cuatro o cinco consultoras, da más alto. No da de ninguna manera. Yo le pido que mejor hable con sus asesores o trabajadores. Yo no tengo ayudantes. Esa es otra cosa que nos diferencia. Yo tengo trabajadores que integran mi equipo de trabajo. Esas palabras son propias de otra ideología. Pero no importa: hable con los trabajadores que lo asisten en la Cámara de Diputados y pídales que le armen una respuesta consistente, porque las que da la embarran más.

Si es como usted dice, el resultado es peor todavía. Porque uno más uno es dos. Lo que usted me está diciendo es que suma uno más uno y le da cinco. Y después quiere discutir sobre filas que no suman el total. Claro, si no puede lograr que le sume el total el IPC que calcula, ¿cómo va a lograr que le sumen el total las filas que están presentadas en el presupuesto?

El año pasado hizo esto mismo. Le contestamos, le mandamos toda la información correspondiente y le explicamos que estaba sumando mal, pero se ve que no ha tomado en cuenta esas cuestiones.

Cuando hace el argumento del IVA, nuevamente la vuelve a pifiar, porque se está refiriendo a la suma del IVA de DGI más DGA. DGA es Aduana, con lo cual estamos hablando de impuestos relacionados con el comercio exterior. Aquí aplica la explicación que le acabo de dar al diputado Pinedo: que no depende de la actividad interna sino de los precios internacionales, del crecimiento de nuestros socios, etcétera. O sea que está mal. De vuelta: no aplica la crítica.

Hay algo que sí quiero reconocerle al diputado Sturzenegger: por lo menos respeta su mandato democrático. A pesar de nuestras diferencias, se ha quedado laburando en esta reunión de la Comisión de Presupuesto y ha escuchado nuestra exposición. Por eso me tomo el tiempo para explicarle y tratar de saldar algunas de sus dudas. No ocurre lo mismo con algunos que querían gobernar la Ciudad y no pueden meterle una horita de trabajo a la ley de leyes. Pero son cosas que pasan.

Yo no acuso a ningún presidente de hacer ajuste. Para colmo confunde los mandatos. Estoy hablando de las medidas recientemente anunciadas en Brasil, donde gobierna Dilma Rousseff. Soy muy respetuoso de las políticas de otros países. Lo único que estoy diciendo es que esas recetas generan resultados concretos que son medibles y cuantificables. Luego, mi posición moral y ética respecto de quienes aplican esas políticas quedará para mi fuero íntimo. Lo que estoy diciendo en mi carácter de secretario de Política Económica es que si hago un ajuste va a pasar lo mismo que está pasando en todos los países que están aplicando un ajuste al pie de la letra. Es lo mismo que pasó cuando, por ejemplo, su gobierno aplicaba al pie de la letra las políticas del Fondo Monetario Internacional. Nos metieron en la peor crisis económica, financiera y social de la República Argentina. Tal vez usted no tenía estos datos y experiencias que le enseñaran que esa era una muy mala política económica. Ya está. Fracasó. El costo lo pagamos todos los argentinos. Ahora no vamos a volver a caer en ese error.

Nosotros no estamos mandando un presupuesto con ajuste. Esto se lo acaba de decir -debería haberlo escuchado- el diputado Pinedo, cuando dijo que, respecto de los presupuestos que presentábamos antes, nosotros teníamos un desvío de más 20 por ciento de gasto, con lo cual cuando vimos que las condiciones externas venían mal, lo que hicimos fue gastar más de lo que recaudamos, es decir, no ajustar. Pero esa capacidad de reacción debe quedar a criterio del hacedor de la política económica, porque obviamente, si las condiciones del mundo cambian, aplicar un presupuesto que estuvo previsto y calculado hace doce meses es una mala política económica. Por eso insisto en que hay que comprender la herramienta. Uno hace un presupuesto. Después, como mostré, si el mundo en vez de crecer un 3 por ciento crece un 1,5 por ciento, está en uno trasladar ese ajuste externo al mercado interno o hacer políticas contracíclicas, que por otro lado están reconocidas en cualquier foro internacional o en cualquier país como las medidas que hay que adoptar en situaciones como las actuales.

Por último, me voy a referir al tema del precio del petróleo. Soy el presidente de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, leo el Boletín Oficial todas las mañanas, y lo invito a que vea el decreto que estipula el plan de estímulo que usted dice que arregló el gobierno con un par de productores de petróleo. Pensemos esto dos segundos. ¿Usted está diciendo que el precio del petróleo lo arregló el gobierno en una habitación con cuatro o cinco empresas de palabra, y que nosotros pagamos 67 dólares, sin un decreto ni una resolución de por medio? Esto no resiste ni dos segundos de análisis, diputado. ¿Usted dice que se están pagando 6.000 millones de dólares por debajo de la mesa? Ni siquiera tenemos forma administrativa de hacerlo. Sin un decreto que establezca un programa de estímulos para las empresas petroleras -las que, por otra parte, anunciamos en cadena nacional- no hay cuota ni presupuesto ni programas. ¿Vamos a anunciar en Cadena Nacional un acuerdo por debajo de la mesa? No tiene sentido alguno lo que está diciendo, diputado.

SR. STURZENEGGER ¡Los que lo pagan son los consumidores!

SR. ÁLVAREZ AGIS ¡Por favor, diputado, no me interrumpa! ¡Este es un debate en una comisión del Parlamento!

Lo que estoy diciendo es que anunciamos el programa, explicamos en qué se basaba, sacamos un decreto, una resolución, lo reglamentamos, hubo un dictamen conjunto entre la Secretaría de Comercio, el Ministerio de Industria, la Secretaría de Energía y la Secretaría de Política Económica, y el resultado es contundente:

Argentina es el único país de la región con plataformas de perforación que crecen en vez de caer, como ocurre en toda la región y en Estados Unidos.

Insisto, es insólito plantear que anunciamos una ley en cadena nacional, que después no mandamos al Congreso y la hacemos por debajo de la mesa. No voy a destinar más tiempo a contestar ese punto.

La verdad que las críticas que hemos recibido aportan poco al debate de una ley tan importante como ésta, y en general, cuando uno ve esas críticas en términos de la más absoluta lógica, no tienen lógica.

Sinceramente esperaba otro tipo de aportes, pero esas son las preguntas y ahí están mis respuestas.



SR. STURZENEGGER ¿Y el fondo de desendeudamiento?

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario López.

SR. LÓPEZ Respecto de la evolución de la deuda que mencionaba, la verdad es que si uno mira los ratios de deuda con privados y con organismos internacionales, lo que ve es una evolución consistente en el sentido de lo que yo marcaba.

Quisiera ver el cálculo que el señor diputado está haciendo y que se comprometió a mandarlo. Obviamente, eso no quita que pueda haber cierta variación en determinados años puntuales y en función de determinadas medidas asociadas a la regularización de pasivos que se llevó adelante durante todos estos años producto del default en el que se encontraba la economía argentina en el año 2003 y que implicó en muchos momentos del tiempo activar deuda que se encontraba en default. Pero eso no implica que haya cambiado el sentido o la composición y el nivel de sustentabilidad de la deuda en todos estos años.

En cuanto a la emisión al 30 por ciento. La verdad es que en realidad el 30 por ciento no es una tasa realizable. Usted sabe que esos bonos tienen tasas de interés que son variables y, por lo tanto, la tasa de interés es la que surge en cada momento del tiempo.

Si uno mira la evolución de estos títulos en el mercado, que fue ganando profundidad y liquidez, lo que hoy ve es que los rendimientos están cercanos al 25 por ciento, que es un rendimiento parecido a lo que reciben los ahorristas por los plazos fijos. Esto responde a una estructura de tasa de interés que es consistente con generar incentivos para el ahorro en pesos, como toda la política que se ha llevado adelante.

Respecto al fondo de desendeudamiento, al igual que el resto de la deuda, está toda la información disponible en nuestra página web, al día, actualizada y se puede consultar. Si se requiere alguna información adicional la podemos enviar sin ningún problema, pero está todo disponible en nuestra página web porque informamos periódicamente a través de esa vía.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor viceministro.

SR. ÁLVAREZ AGIS Quería hacerle un comentario sobre el tema del 30 por ciento.

La pregunta me preocupa porque las finanzas es un área de su especialidad. Como el secretario de Finanzas acaba de explicar, el cupón de esos instrumentos es variable, con lo cual esa tasa del 30 no existe. El Estado argentino nunca emitió bonos en pesos al 30 por ciento. Hoy, de hecho, ese rendimiento está en torno al 25 por ciento.

¿Le digo cómo es el rendimiento? Igual que el que paga Mauricio Macri. Perdón, un poco menor, porque nosotros lo hacemos sin pagar comisiones y ustedes les pagan comisiones a los bancos colocadores. Es decir que nos endeudamos a la misma tasa que el gobierno de la Ciudad sin pagarles comisiones a los intermediarios. Eso vale para nuestras colocaciones internacionales y para nuestras colocaciones locales.

Se lo digo porque en el benchmark de instrumentos y colocación que nosotros miramos, el gobierno de la Ciudad, que es un emisor habitual -más de lo aconsejable porque ha endeudado muchísimo a la Ciudad de Buenos Aires- vemos en las colocaciones qué tasas pagan, si es con comisiones y si es con bancos colocadores o no. En todas las emisiones hemos estado debajo de ese rendimiento.

Insisto, en este caso el trabajo de la emisión, el booking, el libro, el laburo o como lo quiera llamar, lo hace la Secretaría de Finanzas. No se le pagan comisiones a ningún banco para que haga el trabajo por el que nos pagan a nosotros para que lo hagamos, que es conseguir esos fondos.

De manera que nos endeudamos a la misma tasa que Macri, a quien no creo que el señor diputado acuse de endeudarse a no sé qué tasa, etcétera.

SR. STURZENEGGER No decimos que la inflación es del 15 por ciento, señor secretario. Justamente el punto es que no se puede emitir al 25 por ciento o al 28 por ciento pensando que la inflación es del 15.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor diputado Laspina quien concluye con los oradores por el bloque PRO.

SR. LASPINA Señor presidente: me gustaría entender cuál fue el razonamiento macroeconómico detrás de lo hecho en materia fiscal en los últimos años.

El déficit fiscal, excluyendo las transferencias por ganancias contables del Banco Central, según la mayoría de los pronósticos -ya que al viceministro le gusta tomar los pronósticos de inflación de las consultoras para corregirnos en las matemáticas-, están previendo que el déficit fiscal corregido por este financiamiento espurio del Banco Central es básicamente impuesto inflacionario presente o futuro. Ahora nos va a decir que la emisión monetaria no causa inflación, lo cual es un hallazgo de la ciencia económica del ministro Kicillof, que espero que el viceministro no avale, ya que lo veo demasiado solvente como para decir tamaña burrada, hablando de mentiras o lo que sea.

Argentina ha emitido como ningún país latinoamericano en los últimos años. Ha tenido la inflación más alta de Latinoamérica solo superada por nuestros colegas venezolanos, que aplican algunas de las recetas que ustedes están llevando acabo en Argentina.

La política contracíclica -como usted bien lo sabe- debe hacerse en las dos fases del ciclo económico. ¿Qué quiere decir? Que hay que ahorrar en las épocas de vacas gordas para poder desahorrar y gastar en las épocas de vacas flacas.

Ahora, Argentina ha venido subiendo no sólo el gasto sino el déficit fiscal, financiado con el Banco Central, algo de lo que voy a hablar en un minuto. Esto termina castigando la inflación y la pobreza, que ustedes no logran reducir desde el año 2007. Por eso han truchado las estadísticas de pobreza, porque no pueden demostrar que el modelo que aplica no logra generar una mejora sostenida en los indicadores de pobreza. Y no me voy a poner a discutir indicadores de pobreza porque lamentablemente no hay en Argentina buenos indicadores de pobreza. Lo único que sí vemos es que cada vez hay más pobreza con solo caminar la calle.

El déficit fiscal bien medido va a superar o va a rondar los cinco puntos del PBI. La pregunta es ¿por qué se hace política o se presenta un presupuesto -que como usted dice es una expresión de voluntad y de buenas intenciones- cuya expectativa es ajustar el déficit fiscal en más de 2 puntos del PBI, según las propias mediciones oficiales, en un momento en el que el mundo empieza a estar en una situación un poco más crítica?

En los últimos años, según números del ministro Kicillof, la economía global creció al 3,5 por ciento. Argentina creció al cero por ciento y si uno lo toma en términos per cápita, cayó. Los argentinos somos más pobres que hace cuatro años en términos per cápita, aún con las mediciones oficiales.

Esto quiere decir que mientras el mundo crecía al 3,5 por ciento, en Argentina ustedes nos querían convencer que estaban haciendo políticas contracíclicas y que además lograban algún efecto, que en la práctica no ocurrió.

La pregunta puntual es por qué ahora se propone una política de corrección de las cuentas fiscales, justo en el momento en que cambia el gobierno y en el que el mundo realmente empieza a tener problemas. Porque la devaluación de Brasil, del 50 por ciento interanual, es un efecto de este año, cuando las políticas de aumento del gasto y del déficit financiado con emisión espuria es una política que ya lleva varios años en la Argentina.

Por supuesto esto está provocando que mucha gente esté preocupada por lo que pasa hoy por hoy con esta política económica.

El ministro se refirió a las expectativas de devaluación en el futuro. Les quiero aclarar -y sería bueno que lo consulten con Vanoli- que el único vendedor de futuros, el único que vende a esas tasas de devaluación esperadas es el Banco Central, que ya vendió 8 mil millones de dólares a los exportadores para el año que viene a un precio de menos de 11 pesos. Esto es básicamente lo que está haciendo el Banco Central para planchar las expectativas de devaluación, subiendo la tasa de interés y conteniendo de esa forma la caída de reservas que estamos viendo día a día y que el gobierno logra maquillar con los acuerdos con China, reprimiendo las importaciones y deteniendo a la industria que está en caída desde hace más de cuatro años, producto precisamente de una política de represión de importaciones, no de sustitución de importaciones.



Y estos también son números oficiales. De hecho, la serie que mostró el secretario Álvarez Agis muestra la caída que tiene acumulada la industria de casi 4 puntos desde hace varios años. O sea que son números que usted mostró, no los estoy inventando yo.

Una aclaración de forma. Hay un error conceptual cuando el secretario se refiere a la composición líquida de las reservas. Nadie discute la composición líquida de las reservas, que es una discusión del lado del activo -cuánto tenemos de oro, de divisas o de lo que sea-, sino que la discusión es del lado del pasivo. Y esta discusión tiene relación con lo que ustedes llaman "política de desendeudamiento" y con lo que marcaba el diputado Sturzenegger. Es claro que hubo un objetivo de utilizar al Banco Central como fuente de financiamiento para la política fiscal. En principio, es una estrategia opinable, porque uno podría decir, como lo hacía el diputado Sturzenegger: "Bueno, tengo demasiadas reservas en el Banco Central, las voy a utilizar para reducir mi vulnerabilidad externa aplicándolas a cancelación de deuda externa". Es un debate opinable. Incluso dentro del propio bloque del PRO ha habido opiniones a favor y opiniones en contra. Pero lo cierto es que esto se condujo a un nivel extremo que llevó a una situación crítica, lo cual explica por qué la Argentina es el único país con cepo cambiario. La Argentina también es un país récord en términos de inflación en Latinoamérica. Además, su stock de reservas, a diferencia de lo que nos vendió el secretario, no es el más alto de Latinoamérica, sino que es probablemente el más bajo si lo comparamos con el de cualquier país de ingresos medios. Nosotros tenemos 33.000 millones de dólares de reservas -para mí sí están en ese nivel-, pero antes de hablar sobre cómo se llega a ese número, quiero decir que Venezuela tiene 16.000 millones de dólares, o sea que si nos comparamos con ese país estamos fenómeno -recuerdo que la brecha cambiaria en Venezuela es del 1.000 por ciento o más-, pero nuestro vecino Chile tiene 38.000 millones de dólares; Colombia, 47.000 millones; Perú, 60.000 millones; México, 192.000 millones y Brasil, en crisis, 367.000 millones. Por supuesto que uno puede empezar a buscar el ratio que más le convenga según lo que quiera mostrar, pero este es el número duro de reservas. Y no estoy hablando de países industrializados sino de nuestros países vecinos.

La política de desendeudamiento de exprimir al Banco Central -y esta sería la pregunta desesperada que ustedes deberían hacerse en su conciencia, esto es, lo que le dejan al próximo gobierno- tocó un límite. Además, no logra ser sustituida por otra fuente de financiamiento, por lo menos de la profundidad con que se está utilizando al Banco Central y a la ANSES. Porque también hay que decir que gran parte del déficit fiscal termina utilizando -como la quinta rueda del carro, como decía alguien tiempo atrás- los fondos de los jubilados. Esta también es una discusión para el futuro, ya que es bastante irresponsable gastarnos todas las reservas del Banco Central, gastarnos la plata de los jubilados prestándole al Tesoro -a tasas más altas o más bajas, esto se verá en el tiempo- y dejarle el problema al que sigue.

La prueba es el swap con China, salvo que uno crea que éste no es una deuda sino un regalo, es decir, que no le vamos a pagar a los chinos en función de las generosas concesiones que les hemos hecho en los últimos acuerdos aprobados en el Congreso de la Nación. Algunas de las concesiones incluso tienen cierto carácter secreto en materia geopolítica. Pero si uno computa esas deudas, la deuda externa ya no cae este año. Y me gustaría saber -esta sí es una pregunta- si en los números que presentó el secretario en relación con la reducción de la deuda externa se computa o no la deuda con China, en función de este swap que se está realizando, más allá de que la metodología de swap pueda computarse de distintas formas.

Se habló mucho del aumento del gasto no aprobado por el Parlamento, una anomalía a la cual nos hemos acostumbrado en los últimos años. El Parlamento no ha tenido nada que decir, y esto tiene que ver con la reforma de la ley de administración financiera respecto del incremento del crédito que se da cuando aparecen créditos presupuestarios. O incluso cuando aumenta el déficit, porque como ustedes saben, la ley de administración financiera también permite aumentar el crédito contra el aumento del financiamiento por debajo de la línea, es decir, permite incrementar el déficit, sin que este Parlamento pueda decir ni una sola palabra.

Me gustaría saber, entonces, cuánto se financió de ese aumento del gasto con impuesto inflacionario. Como bien se dijo acá, estaría fenómeno que pudiéramos aumentar el gasto si a la economía le fuera mejor de lo que esperábamos, pero este no fue el caso de los últimos cuatro años de la Argentina, donde el gasto se aumentó básicamente contra financiamiento espurio del Banco Central. Ese es el espejo de la política de desendeudamiento que, como dijo el diputado Sturzenegger -y como yo he insistido cuando me referí al swap con China-, se empieza a quebrar en los últimos años. Ese espejo de la política de financiamiento es la inflación y la pobreza.

El último punto, y con esto termino, está referido a la polémica por el petróleo. Hablando de políticas contracíclicas, hubiese sido más razonable e inteligente suavizar la fluctuación del precio internacional, y no eliminarla. Porque cuando el ministro Kicillof viene y nos muestra que la Argentina es el único país que no reduce su esfuerzo exploratorio, nosotros aplicamos en una lógica muy sencilla: es el único país en el cuál las empresas están recibiendo un precio superior al de cualquier parte del mundo. De lo que no habló el ministro Kicillof fue de todas las exploraciones y empleos que se dejaron de cobrar durante todos los años en los que el precio del petróleo estuvo por encima del precio local. Esto tiene que ver con la crisis energética que nos llevó a una reversión del saldo comercial y a una caída estrepitosa de las reservas internacionales. Sobre eso, Kicillof, no dijo nada.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario Álvarez Agis.

SR. ÁLVAREZ AGIS Diputado Laspina: me había empezado a poner contento cuando vi que por primera vez alguien reconocía cómo se miden las reservas internacionales sin caer en eso de las reservas netas o de no sé qué. Pero una vez que aceptó esa metodología, me empezó a cuestionar cómo se mide el resultado fiscal. Entonces, empezó a hablar de recursos espurios, de lo que se suma y de lo que no se suma. Por tanto, avanzamos un casillero pero retrocedimos dos. ¿Por qué? Porque el mismo manual del Fondo que dice que las reservas se miden como usted y yo acordamos que se tienen que medir, señala que tanto las utilidades de la ANSES como las del Banco Central se tienen que computar por arriba de la línea, o sea que suman a los recursos del fisco.

Estoy usando la misma fuente metodológica. De esa manera, le puedo decir que en 2014 nuestro resultado financiero fue deficitario en 2,7 por ciento. Es un dato real, cierto y medido. Fue menos deficitario que en países como Italia, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. ¿Sabe cuál fue el resultado financiero de Brasil, medido exactamente de la misma forma, esto es, computando utilidades del Banco Central y de agencias como la ANSES? Menos 6 por ciento. O sea que el resultado financiero de la Argentina no solo está en línea con la región, sino que es todavía más chico: la Argentina tiene menos déficit. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que ocurre algo en lo que insistimos continuamente y parece que no se termina de entender: cuando un Estado decide gastar más, lo que sucede es que crece la economía, crece la recaudación, y entonces al hacerse la cuenta de los gastos menos los ingresos el déficit fiscal, si lo hay, resulta ser más pequeño. Intentar nuevamente tener superávit ajustando el gasto es como ponerse una zanahoria adelante en una caña de pescar y correrla. No la va a alcanzar nunca.

Entonces, lo que le pasa a la Argentina es que gasta más, recauda más y, en consecuencia, tiene menos déficit. El déficit se computa así. Las utilidades del Banco Central hay que sumarlas a los recursos del Tesoro. Le hago una pregunta, diputado: ¿de quién es el Banco Central? ¿A quién le tiene que girar las utilidades? ¿A Kuala Lumpur? No, las tiene que girar al Tesoro, que decide gastarlas en función de lo que este Parlamento autorice. O sea que sí, diputado, se la gira al pueblo. ¿O ustedes no son los representantes del pueblo?

Claro que se la gira al pueblo. Lo que ustedes quieren es que se la guarde para que el Estado se tenga que endeudar con el sector privado y le pague tasas de interés y comisiones al sector privado por obtener recursos, que de esta manera los obtiene gratis, ya que cuando los va a buscar al sector privado hay que pagar una tasa de interés.

En cualquier parte del mundo las utilidades del Banco Central se giran al Tesoro. La Reserva Federal de los Estados Unidos, que no debe ser heterodoxa según su visión, tiene 2.4 billones de títulos públicos del Tesoro norteamericano. Financia al Tesoro. Financia entre el 30 y el 40 por ciento del gasto del Tesoro de Estados Unidos. Ahí, que usted parece que ese dato...

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. ÁLVAREZ AGIS ¡Pero diputado, son datos oficiales! Flujo contra flujo.

SR. PRESIDENTE FELETTI Les pido a los señores diputados que no dialogue.

SR. ÁLVAREZ AGIS Además, a base monetaria de Estados Unidos por emisión monetaria -tengo acá el número- creció entre julio de 2015 y julio de 2008, un 367 por ciento. Los teóricos lo han llamado el experimento monetarista más grande de la historia. ¿Sabe qué paso con la inflación en Estados Unidos frente a ese tremendo aumento de la emisión monetaria que tuvieron? Bajó. Triplicaron la base monetaria y la emisión -había algunos parlamentarios que tenían estos mismos argumentos contra Obama- y la inflación bajó. Decían "guarda que se viene la inflación".

Nuestros números de base monetaria y de emisión monetaria son públicos. ¿Se están acelerando? Usted los sigue y sabe que se están acelerando; estamos emitiendo más y la inflación está bajando. Lo dice el diputado de su bloque. Mal calculado, pero está bajando.

Entonces, estamos emitiendo más y la inflación está bajando. No se lo digo yo, se lo dice la realidad.

Le quiero decir que para ser un ortodoxo serio y como Dios manda, el monetarismo está muerto. Ni el Banco Central de Inglaterra habla en los términos que lo hace usted de la política monetaria.

Ningún Banco Central del mundo es tan obtuso como para seguir a los agregados monetarios. Después de lo que pasó con Volcker en la Reserva Federal se han escrito infinidad de documentos que hablan de nunca más tratar de tener como objetivo un agregado monetario.

Le preguntaron una vez a la Reserva Federal de Estados Unidos qué pasó que dejaron de seguir los agregados monetarios. ¿Sabe qué respondió el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos? No hicimos eso; los agregados monetarios dejaron de seguirnos a nosotros.

No se puede llevar la política monetaria en términos de agregados monetarios. Es una burrada mundial. Ya nadie lo hace. Los principales teóricos del Inflation Targeting recomiendan a todos los bancos centrales a lo largo y ancho del mundo no seguir agregados monetarios y tener políticas sobre tasas de interés. Como usted sabe, cuando uno sigue la tasa de interés, la cantidad es endógena. Si sigue la cantidad, la tasa es endógena.

Lo que me está diciendo atrasa setenta años. Omite completamente que en el mundo hubo una crisis del petróleo, una de la deuda, una burbuja financiera de las "punto com" y una burbuja financiera como la subprime.

Todas esas crisis internacionales han hecho que el monetarismo -en el país donde más referentes hay del monetarismo y en la escuela que más referentes tiene del monetarismo, que es la de Chicago- diga: "Disculpen, estábamos equivocados; no hay que hablar más de agregados monetarios".

En Argentina, se ve que porque tarda la actualización académica, todavía seguimos hablando en términos monetaristas. No dejo de sorprenderme.

Me dicen que hacemos un ajuste cuando el mundo cae. Bueno, no vieron los números que mostré. Lo que estoy señalando es que el crecimiento mundial en 2016, de acuerdo con todas las fuentes de información que uno pueda consultar, va a ser más alto que el crecimiento mundial de 2015. Todas las fuentes internacionales en materia de proyecciones dicen que el mundo va a acelerar.

Usted me puede decir que no lo cree, que lo ve difícil, que no tiene esa sensación y que le parece que la crisis va a seguir adelante. Perfecto, pero son las fuentes con las que contamos. Imagínese que ningún hacedor de política económica puede cargar con el peso de estimar por él mismo el crecimiento de todos los países del mundo. Me parece sano en términos del ejercicio presupuestario que uno se refiera al consenso de las estimaciones para el mundo. Insisto, no tenemos un modelo que nos explique el crecimiento de cada uno de los países.

De manera que, nuevamente, no estamos previendo una recuperación del superávit fiscal porque hacemos el ajuste. Estamos previendo que el mundo va a crecer más y que entonces va a traccionar una recaudación que va a subir más rápido que el gasto sin que eso implique bajar el gasto, porque está por encima de nuestras previsiones de inflación. Con lo cual, en términos reales, no estamos haciendo un ajuste sino una expansión. Pero prevemos que si el mercado interno sigue acompañando y el mercado externo acompaña como no acompañó este año, la recaudación va a crecer más. Esto responde a las dudas de por qué la recaudación sube más que la suma de la inflación y el crecimiento. Es decir, si el mundo acompaña, sube más; si el mundo no acompaña, sube menos.

No voy a referirme a lo del maquillaje del swap porque usted mismo dijo que lo computa con reservas. Ahora, después cuando compara cuánta reserva tiene Argentina respecto de Brasil, compara dos números nominales que usted bien sabe que hay que ponerlos en términos de las exportaciones, del producto, del saldo comercial o de algo. Obviamente que Brasil tiene muchas más reservas internacionales que Argentina, que es muy chiquita en comparación a Brasil, como Brasil tiene muchísimas menos reservas internacionales que China.

Estamos comparando países con magnitudes distintas. De manera que si toma el ratio para una comparación, tómelo para la otra. Si no, estamos cambiando el número en función del argumento.

Lo escuché decir que el proceso de desendeudamiento tocó un límite y que se demostró que tocó un límite. Yo no estoy seguro de esa afirmación. Lo que sí entiendo es que su posición es que hay que empezar a endeudar a la Argentina. A mí me parece que no.

Nosotros no miramos la deuda como un número mágico sino en relación con la capacidad productiva del país y de generar dólares. Por ejemplo, nosotros hemos tomado financiamiento para la represa que va a hacer China. ¿Nos hemos endeudado? Sí. ¿Creemos que eso es un proceso de endeudamiento? No. Porque entendemos que la capacidad de generar divisas que nos va a dar esa represa, nos va a permitir cancelar el crédito y ahorrarnos unos dólares. O sea que es una operación financiera de toma de crédito para seguir desendeudándonos, que es lo que uno tiene que hacer cuando uno toma crédito en un negocio.

Si usted pide crédito en un almacén es porque piensa vender más y de esa manera pagar el crédito. ¿Es un proceso de endeudamiento del almacén? El día que tomó el crédito, sí. Pero usted lo mira en perspectiva de un almacén que va a vender cada vez más. Tal vez un almacén no sea un buen ejemplo de alguien que toma crédito, pero pongámoslo en una empresa.

Si uno lo mira en perspectiva, con ese crédito se va a producir más. Entonces voy a poder cancelar la deuda y ganar más plata.

Cuando uno toma deuda sana -no para seguir con timba ni no para pagar el próximo vencimiento-, no lo hace con la expectativa de endeudarse; lo hace con la expectativa de tener capacidad de pago y encima ahorrase unos mangos. Es decir que lo hace con la expectativa de desendeudarse. Con lo cual no es que hemos llegado a un límite.

Cada vez que tomamos un crédito internacional con el BID, con el CAF, con China o con otros organismos internacionales, lo que estamos haciendo es prever que vamos a generar más dólares y vamos a poder pagar ese crédito. Si no, no lo haríamos, porque sería un endeudamiento que tendría un diagnóstico por atrás complicado.

Por último, hago una corrección de términos, que en realidad es una corrección de conceptos y que es una rémora de las AFJP. Me refiero al término de "los fondos de los jubilados"; esa expresión es incorrecta. Son "los fondos de los trabajadores". Los que ponen la plata en la ANSES son los trabajadores que deciden, solidariamente, financiar a los actuales jubilados.

El sistema previsional argentino es solidario y mixto, porque es contributivo y no contributivo. De manera que referirse a que los fondos de los jubilados no los usamos para los jubilados, tiene por atrás el concepto del sistema de capitalización de las AFJP, que sí manejaban "los fondos de los jubilados", porque el trabajador ponía los pesos que después se iba a llevar para su propia jubilación.

¿Cuál es la mejor forma de que crezcan los fondos de los trabajadores que están en la ANSES? Que crezca el país, que crezca la economía, que se genere más empleo formal y que haya más recaudación. Con lo cual, cuando la ANSES da un crédito para generar más energía eléctrica, para hacer una ruta o para que YPF haga un pozo no está dilapidando la plata de los jubilados. En principio podría estar dilapidando la plata de los trabajadores que fondea las jubilaciones. Pero tampoco lo que está haciendo porque ese crédito permite que haya más actividad, más empleo, más aportes patronales, más IVA, más impuesto a las ganancias y entonces se puede financiar a más jubilados, no a menos jubilados.

De manera que esto no es tirar la plata. Sería tirar la plata si el proyecto estuviera mal, si funde o si no anda.

Todos los proyectos que ha decidido financiar la ANSES "ranquean" por encima del rendimiento de cualquier tipo de cartera de inversiones. Por eso el FGS está en 500.000 millones de pesos y tiene un rendimiento superior al Merval, es decir, superior al mercado, porque los proyectos que elige son proyectos productivos que tienen que pasar más filtros que todos los filtros que pasa el mercado. El Estado esto lo mira con una visión holística, con una visión de que el proyecto permita recaudar más plata.

Ahora bien, ¿a quién hay que girar las utilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad? Al Tesoro. Porque -insisto con esto- el sistema no se autofinancia. No se financia sólo con aportes y contribuciones sino también con rentas generales. Por tal motivo, está muy bien que los recursos generados por ganancias se repartan equitativamente entre todos los argentinos. Por tanto, pienso que hay que computarlos en el resultado fiscal y hay que utilizarlos para financiar proyectos, siempre y cuando sean, obviamente, buenos proyectos. En esa discusión siempre vamos a estar de acuerdo. Es mejor financiar proyectos buenos que proyectos malos.

En definitiva, considero que lo importante es que no estamos previendo un presupuesto que tenga un ajuste, sino que estamos previendo un mundo, como hacen todos los analistas internacionales, que ande un poquito mejor que este año. Esto es bastante poco si lo relacionamos con un mundo que nos tenía acostumbrados a crecer al 5 o 6 por ciento, pero es mejor que el 1,5 por ciento que van a crecer este año los principales socios comerciales de la Argentina.

SR. PRESIDENTE FELETTI A continuación, le voy a dar la palabra al señor diputado Lozano, que espero que no haga un enfoque monetario de la balanza de pagos.

SR. LOZANO Gracias, señor presidente, pero tengo el derecho de hacer el enfoque que me plazca, sobre todo después de haber estado todo este tiempo escuchando atentamente.

Quiero decirles que francamente no me siento convocado por un debate -que por momentos es muy cerrado- que se establece entre un gobierno que no parece reconocer nada y una visión económica que pertenece al pasado. Ciertamente, esta visión ha sido superada -como ha dicho el propio secretario- y, en consecuencia, no vale la pena perder tanto tiempo discutiendo sobre ella. Los problemas no se ocultan por el hecho de que nosotros nos quedemos contentos ganándole una pulseada discursiva al neoliberalismo. Ya la perdió hace tiempo en el mundo. En todo caso, si tienen dudas sobre eso, miren dentro de sí mismos. La Argentina sigue teniendo problemas a pesar de que nosotros le ganemos la discusión al neoliberalismo. Estos problemas consisten en que, nos guste o no, después de 2011 ingresamos en una fase de estancamiento económico -con oscilaciones: a veces por abajo, a veces por arriba- donde el ingreso promedio de los laburantes es de 6.500 "mangos", donde el 50 por ciento gana menos que eso y donde la canasta familiar supera las 12 "lucas" en la Región Metropolitana. A esto podemos agregar el hecho objetivo de que si sumamos trabajadores clandestinos, cuentapropistas en la informalidad y desocupados, vamos a darnos cuenta de que prácticamente la mitad de la población laboral en la Argentina está en situación de no formalidad. Y la realidad concreta es que desde mediados de 2013 hasta ahora estamos sufriendo una caída en la tasa de empleo, descenso en el ingreso promedio de los ocupados y aumento de la pobreza y de la indigencia.

Es decir que por más que le ganemos la discusión al neoliberalismo, los problemas siguen estando. Me gustaría más discutir sobre cómo los afrontamos, sin dejar de reconocer aquellas cosas que se hicieron. Un ejemplo concreto de esto último: a mí me parece que no hay que discutir la virtud de la asignación universal por hijo, porque efectivamente la tiene. Comparando con el desastre anterior, haber puesto 3 millones y medio de pibes como beneficiarios de la asignación universal por hijo obviamente es una ventaja. Ahora bien, en uno de los gráficos que hoy nos mostraron en la exposición faltaban aproximadamente 3 millones y medio de pibes más que hay que cubrir todavía y que no están alcanzados ni por la asignación universal por hijo ni por las asignaciones familiares de carácter contributivo.

En este marco, también valdría la pena discutir -y hubiera sido interesante que esto lo hubiésemos debatido en el presupuesto nacional- los programas concretos que hay que implementar para terminar con la inequidad interna que subsiste en este sistema que combina la asignación universal por hijo con las asignaciones familiares tanto nacional como provinciales, ya que cada tipo de asignación maneja montos diferentes para el mismo tipo de pibe según en qué lugar del país esté situado su padre.

En consecuencia, hubiera sido más rico discutir cómo interveníamos mejorando esta situación de cobertura sobre los pibes menores de 18 años, que simplemente decir estamos mejor que antes.

Del mismo modo, considero que efectivamente la situación previsional en términos de cobertura obviamente está mejor en comparación con el desastre anterior. Pero todos sabemos también que en términos estructurales esto no lo tenemos resuelto, porque si existe buena cantidad de población económicamente activa por fuera del circuito formal, estamos obligados permanentemente a discutir cómo la vamos a cubrir. Indudablemente, eso le pone un límite estructural al tema del sistema previsional tal cual está planteado. Al mismo tiempo, por más que podamos decir que la implementación de la movilidad jubilatoria es mejor que bajarles el 13 por ciento a los haberes a los jubilados, lo cierto es que la relación entre la canasta de un adulto y el haber mínimo dista mucho de lo que en todo caso queremos para nuestro país. Por lo tanto, habría que discutir estos temas.

Yo no formo parte del grupo de aquellos que presentan el "IPC Congreso". No formo parte de eso. Pero ninguno de los errores que pueda tener ese índice justifica lo que se hizo con el INDEC en la gestión del gobierno nacional. Tampoco explica por qué el IPCNu todavía no nos dice cuáles son los índices de precios regionales de los cuáles este es el índice nacional, ni tampoco por qué razón no nos muestra los precios que releva de los productos que en todo caso está considerando. Es decir que hay un conjunto de cuestiones que deberíamos discutir que están vinculadas con el hecho objetivo de que hoy tenemos al frente del INDEC a los mismos que llevaron a cabo el proceso de desarticulación del sistema de estadísticas públicas en la Argentina. Por eso tenemos los problemas que tenemos: no tenemos medición de pobreza, y no la tenemos porque ni siquiera el Ministerio de Economía se banca decir las barbaridades que decía el INDEC respecto del índice de la pobreza y de la indigencia hasta el momento en que dichas mediciones fueron interrumpidas. Ya no los podían ni justificar. Y como los que vinieron son un poco más serios que los que estaban antes, no se bancan decir cosas como que la pobreza en la Argentina es del 4,8 por ciento y que la indigencia supera apenas un punto o incluso desapareció en zonas como el noroeste o el nordeste del país.

En resumen, sería bueno colocar los temas de la Argentina en su lugar para poder debatirlos, siempre y cuando queramos pensar nuestro país para adelante y no para atrás, mirándolo con los ojos en la nuca.

Respecto al desendeudamiento, es obvio que si uno gatilla y paga serialmente como se pagó, es indudable que la deuda va a bajar. Efectivamente, es así. Si se paga, la deuda baja. Ahora bien, algunos planteamos una discusión previa, que lamentablemente el gobierno no tomó, que consistía en preguntarse si era legítimo pagar esa deuda, si esa deuda era legal o no. Cuando al Fondo Monetario Internacional le gatillamos 10.000 millones de dólares de un saque con reservas, obviamente esa deuda desapareció. Si la pagamos, ¿cómo no va a desaparecer? Ahora bien, el Fondo Monetario Internacional es un organismo cuyo mandante es la Organización de las Naciones Unidas. Y la verdad es que nosotros podríamos haber ido a la ONU a decir que el Fondo nos prestó dinero violando sus propios estatutos, más precisamente, violando el artículo del estatuto que dice que no se puede prestar a un país que esté en situación de fuga de capitales. Y el Fondo prestó. En 2003, el Fondo era la oveja negra del sistema financiero internacional. Existían condiciones políticas para dar ese debate, pero lamentablemente no lo dimos. Gatillamos todo. Obviamente, bajó la deuda. ¿Pero podríamos haberle dado otro destino a las reservas de 10.000 millones de dólares? Probablemente, sí. ¿Nos hubiera venido bien para algún otro tipo de cosas? Seguramente.

Respecto al tema de la reindustrialización, ésta no se define por la tasa de crecimiento de la industria por encima de la tasa de crecimiento del producto. Ese es apenas uno de los elementos. Lo que uno puede decir es que tal cual ha sido la tasa de crecimiento de la industria en este tiempo, no se agravó la reprimarización de la economía argentina. Lo que no es cierto es que se haya resuelto el tema de la reindustrialización. Esto lo muestra el déficit en el área automotriz en materia de intercambio comercial, el déficit en el área de la electrónica, el déficit en bienes de capital, etcétera. Tenemos agujeros brutales; actualmente, las importaciones per cápita son superiores a las de 1998. Por lo tanto, en términos de reindustrialización con ahorro de divisas y sustitución de importaciones, la cuenta pendiente es altísima. Sería mejor discutir cuál es la política industrial que está contenida en este presupuesto para resolver estos problemas. Porque otro de los problemas que tenemos es que, más allá de las oscilaciones cíclicas donde podamos subir o bajar sobre la línea de estancamiento, en un país donde tenemos una matriz de ensamblado con más de 36.000 millones de dólares necesarios para financiar la expansión de este tipo de sector industrial, si no tenemos divisas no se va a relanzar la actividad económica.

El debate que tendríamos que dar es cómo relanzamos sobre la base de un esquema productivo diferente. Eso sería más productivo que seguir discutiendo lo que en todo caso, con estas discusiones, no tenemos.

Respecto al tema del desempleo, la verdad es que lo que hay que decir es que ciertamente hay un comportamiento desde mediados del 2013 donde cae la tasa de empleo en la encuesta permanente de hogares de manera sistemática, y en simultáneo y en la misma magnitud cae la tasa de actividad. Por esa razón, si bien hay menos puestos de trabajo ocupados no se muestra esto en el nivel de desempleo. Si yo mantuviera la tasa de actividad en los niveles de mediados del 2013, no le creyera a ese descenso simultáneo, la tasa de desempleo abierto sería del 10,6 por ciento.

Esta es la realidad objetiva. No sirve contrastar la encuesta permanente de hogares con el Sistema Integrado Previsional Argentino para mostrar el crecimiento del empleo. Eso refleja una parte de la economía. El volumen de empleo completo que dice si sube o baja la cantidad de puestos de trabajo ocupados sale de la encuesta que habla del universo, no del SIPA, que es lo que se presentó en la estadística.

Respecto al tema de no devaluar y no ajustar, quiero recordarles que los que devaluaron en enero, en un 23 por ciento, fueron ustedes. Acompañaron la devaluación además con suba de la tasa de interés, permitiendo que las empresas adelanten precios antes de poner en marcha el programa de precios cuidados.

El resultado -que lo mostraron recién en los gráficos- fue la caída de la actividad económica y en simultáneo la caída de los precios. Los precios comenzaron a caer antes de que se dé la recomposición de la actividad económica. Lo que hay que ver ahora es si con la recomposición de la actividad económica no se comienzan a modificar los precios.

Tratemos de hablar de todo lo que está en discusión y no simplemente de cortar una parte y sacar otra.

Voy a las preguntas concretas. En primer lugar, en el proyecto original del año 2015 ustedes planteaban un déficit de 49.941 millones de pesos. Ahora reconocen 138.730 millones de pesos de déficit.

Quiero decirles que yo, francamente mucho no les creo, por el simple hecho de que en la propia cuenta que están presentando el primer semestre se lleva el 63 por ciento del déficit financiero. Se supone entonces que el comportamiento del segundo semestre no va a ser expansivo sino que va a achicar el déficit.

Además, en lo atinente al resultado primario, el 89 por ciento del déficit se dio en el primer semestre. Con lo cual no va a haber prácticamente déficit primario en el segundo semestre.

A nosotros los números nos dan que el déficit es de 225.000 millones de pesos. Ustedes dicen que son 138.000. La pregunta concreta es cómo alteran esos 90.000 millones de diferencia el plan de financiamiento planteado por el presupuesto 2015 y de qué manera se financia esto.

En segundo lugar, ¿se puede administrar este presupuesto sin prorrogar la ley de emergencia? Lo pregunto porque normalmente cuando se dieron los debates sobre el presupuesto nacional siempre vinieron acompañados de la propuesta de prorrogar la ley de emergencia, amén de prorrogar algunos impuestos.

¿Por qué pregunto esto? Porque la ley de emergencia económica determina, por ejemplo, si se actualizan o no por precios determinadas cosas, como por ejemplo el impuesto a las ganancias. Si el impuesto a las ganancias se actualizara por precios modificaría sustancialmente la recaudación de la cual estamos hablando.

Además, la ley de emergencia económica implica una discusión sobre cómo se negocian las tarifas. Por lo tanto, si no se tuviera esta ley sería difícil congeniar el tema de subsidios con el tema tarifario.

Del mismo modo, a pesar que no es lo lógico, que no exista la ley de emergencia no permitiría ampliar gasto vía DNU. Por lo menos no habría justificación de emergencia en este sentido.

Por lo tanto ¿este presupuesto, así como está, se puede administrar sin ley de emergencia?

SR. PRESIDENTE FELETTI ¿Me permite una interrupción, señor diputado Lozano?

SR. LOZANO Sí, señor presidente.

SR. PRESIDENTE FELETTI Hoy entró la prórroga de la ley de emergencia económica.

SR. LOZANO Muchas gracias, señor presidente.

De manera que efectivamente no se puede administrar este presupuesto sin la ley de emergencia económica.

Por otro lado, creo que hay un error. Ojalá haya sumado mal y no hagan lo mismo de lo que ustedes acusaban al diputado Sturzenegger.

Las proyecciones que ustedes presentan del comercio exterior, si uno las mira en pesos y luego en dólares, en pesos dan déficit y en dólares da superávit. Por ejemplo, las exportaciones son de 653.522 millones de pesos y hay importaciones por 683.117 millones de pesos. Es decir que hay un saldo negativo en pesos. Ahora, cuando uno lo mira en dólares, se prevén 2.724 millones de dólares para el caso del 2015 y 4.040 millones para el 2016. En el 2016 las proyecciones también dan negativas en pesos. Eso está en la página 30 o en la 6 de la síntesis.

Las cuentas comerciales en pesos, son negativas; las cuentas comerciales en dólares, son positivas. Quiero creerle a las que están en dólares, como para no amargarnos más de la cuenta, pero corrijámoslo.

La otra cuestión que quería señalar, y seguramente es una consulta para el secretario López, es que en el artículo 4° del proyecto de ley se establece que el endeudamiento público y el incremento de otros pasivos previstos para el 2016 ascenderá a 968.000 millones de pesos, y que la amortización y disminución de pasivos será de 721.000 millones de pesos.

Si yo no entiendo mal, comparando estas dos cantidades, implica un incremento neto del endeudamiento público de 247.441 millones de pesos. Se parece bastante al déficit que yo creo que realmente van a tener; pero vamos a suponer que no tiene nada que ver.

Lo cierto es que esto pareciera ser un incremento de la deuda en dólares de aproximadamente un 10 por ciento contra una tasa de crecimiento del 3 por ciento. Mi pregunta es si estamos volviendo al camino del reendeudamiento con esto.

La otra cuestión es que tomando los números que dio el secretario Pezoa, la masa total de salarios computada en este presupuesto, crece un 40 por ciento menos que lo que creció la masa de salarios en el curso del 2015. Y la masa total de jubilaciones crece un 32 por ciento menos que lo que creció en el 2015.

Es decir que tendríamos, si uno le cree a esta presentación, un comportamiento salarial y jubilatorio muy poco generoso, diría yo. Por supuesto no creo que sea así. Es más, si yo proyecto un comportamiento similar al que hubo -que me parece más lógico-, el déficit no es de 97.694 millones sino que es de 224.722 millones de pesos. La pregunta es si el incremento neto de deuda sería mayor.

La otra pregunta es cuántas de las utilidades de la ANSES, que se declaran por 71.090 millones de pesos, tienen que ver con pagos del Tesoro.



Quiero decirle al señor secretario que yo comparto el concepto de que efectivamente los fondos de la ANSES son fondos de los trabajadores. Por eso en la discusión sobre la Agencia Nacional de Participaciones Estatales dije que había que diferenciar entre el patrimonio del sistema previsional y el patrimonio estatal. Esto obligaría a modificar la conducción de la ANSES, dándoles representación a los trabajadores en la administración de esos fondos. Es lo que, por otra parte, dice la Constitución Nacional.

El otro punto interesante para saber tiene que ver con la cuenta donde aparecen las amortizaciones de deuda y figura la reestructuración con el Club de París, que según el presupuesto va a implicar 19.000 millones de pesos este año. Abajo figura un "otros", con una cifra similar: 17.000 millones de pesos. Me parece demasiado grande esa cifra para que figure en "otros". Quiero saber qué amortización por 17.000 millones está contenida en este punto. Del mismo modo, en lo que hace a la inversión financiera, existe un fondo que se creó hace dos años -el Fondo Argentino de Hidrocarburos- que, por ejemplo, el año pasado, tenía imputados 8.500 millones de pesos. El año anterior había sido de 3.500 millones, o algo por el estilo. Primero me interesa saber en qué se ejecutó y, segundo, por qué pasó a ser cero. Porque en este presupuesto no han puesto un peso para este fondo. No sé cuál es la razón por la cual se lo suprimió.

Respecto del tema de la planta de ocupados, en la planilla anexa al artículo 6º, donde dice "Recursos humanos", el presupuesto del ejercicio 2016 planteó un total de 403.839 cargos. Sin embargo, el Boletín Fiscal del Ministerio de Economía, al segundo semestre de 2014, detalla que hay 411.045 trabajadores. No tengo claro por qué hay una diferencia entre una cifra y otra.

En segundo término, la planilla que mencioné y que está en el presupuesto dice que los cargos se dividen entre 389.000 permanentes y 14.680 temporarios. Ahora bien, el boletín de referencia del Ministerio de Economía dice otra cosa. Dice que los trabajadores están agrupados del siguiente modo: permanentes y transitorios, 340.000; contratos, 70.000. No tengo claro cómo se vincula una cosa con la otra, esto es, para ser más preciso en la pregunta, cómo el presupuesto categoriza a los contratados. La consulta parte de si se considera la creación de cargos para el pase a planta de los contratados, y si hay algo de esto en el presupuesto o no hay nada.

Hay muchos temas más sobre los cuales quisiera preguntar. Por ejemplo, entiendo que los precios internacionales de los hidrocarburos tienen que ver con la reducción de los subsidios a la energía por 14.186 millones de pesos. Quisiera que me den una explicación sobre cómo se articula esto con el tema de las tarifas.

También me gustaría saber qué piensan sobre la ley 26.940 -de promoción del trabajo registrado y prevención del fraude laboral-, que a pesar de su aplicación la tasa de informalidad se mantiene en los niveles históricos: 33,1 por ciento para el segundo trimestre de 2015. O sea que no hay efecto concreto respecto de la contrapartida de recursos que supuestamente se ha puesto en este régimen promocional.

Una preocupación adicional tiene que ver con el régimen de promoción en Tierra del Fuego. Para el año 2016 se prevé gastar 30.114 millones de pesos. La pregunta es cuáles son las metas, las contrapartidas y las exigencias que el Estado nacional está imponiendo a las firmas beneficiadas por este régimen de promoción. Nuestros estudios nos indican que la tasa de ganancia de estas zonas triplica la tasa de ganancia promedio de la economía. Es más: si pagaran el impuesto a las ganancias, apenas duplicaría la tasa de ganancia. No sé cuáles son las contrapartidas reclamadas como para tener allí un nivel de dinero invertido de esta magnitud, que a su vez sabemos que reproduce una matriz de ensamblado con un déficit significativo en materia de divisas.

Yendo al punto de los hidrocarburos o a la cuestión energética, quisiera preguntar algo parecido a lo anterior, no porque esté desconociendo la existencia de decretos que fundamentan las decisiones que toma el gobierno, sino porque se está reconociendo un precio del barril del petróleo muy superior al precio internacional. El precio es de 77 dólares, contra 40 o 45 dólares, de acuerdo con momento que queramos tomar. El costo de producción local del barril de petróleo incluso es bastante menor, con lo cual la renta extraordinaria que estamos reconociendo es muy significativa. Mi primera pregunta al respecto es si este reconocimiento obliga a seguir manteniendo los planes de estímulo, porque ya hay un estímulo significativo en el sostenimiento del precio. En segundo lugar, quisiera saber si el hecho de sostener un barril de petróleo con una diferencia respecto al precio internacional de esta magnitud está asociado al logro de Vaca Muerta o de los hidrocarburos no convencionales.

Yendo a los puntos concretos, tomando el programa de estímulo a la producción de petróleo crudo, me interesaría disponer -obviamente, no hoy- de los nombres de las principales empresas beneficiadas del mencionado programa desde comienzos de 2015, y de los montos que percibieron estas empresas en concepto de aumento de extracción y en concepto de exportaciones adicionales. La misma pregunta quiero hacer respecto del Programa de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas Natural.

En cuanto a las partidas asignadas a Enarsa, para 2016 son un 79 por ciento inferiores que para 2015. Quisiera saber cuáles son las previsiones de importación de GNL y gas natural boliviano para 2016.

En lo que respecta al presupuesto asignado a Enarsa para obras de infraestructura, ¿cuáles son los proyectos?

En la planilla anexa al artículo 40, que alude al Convenio Bilateral con la República Popular de China, se indica que se destinan 3.000 millones de dólares a proyectos energéticos. Quisiéramos saber el detalle de qué tipos de proyectos, condiciones de financiamiento y mecanismos de control.

En cuanto a los programas de Uso Racional y Eficiente de la Energía y de Empleo y Promoción de Energías Renovables, quisiéramos ver cuáles son los programas existentes, qué áreas los llevan a cabo y qué montos tiene previsto el Estado poner a disposición de cada uno de estos programas.

Por el momento, no tengo más preguntas.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario Álvarez Agis.



SR. ÁLVAREZ AGIS En primer lugar, voy a hacer referencia a algunas apreciaciones generales que hizo el diputado Lozano. Después voy a contestar pregunta por pregunta, así como también voy a cederle la palabra a los secretarios de Financias y de Hacienda para cuestiones que, por razones obvias, no tengo en la memoria.

Antes que nada, diputado Lozano, quisiera reconocerle su trabajo. Lamentablemente, no es algo que podamos reconocerle a todos los diputados.

Yo tengo el mismo deseo que usted, en el sentido de que esos debates sean superados. Pero lo que muestran las primeras dos horas de debate es que estamos lejísimo de superar la posición neoliberal en la Argentina. Compartimos la pena, pero esta posición es medio tanguera. Nos podemos quejar, pero la verdad es que existe.

Tiene una representación política y democrática y me parece sano que demos ese debate respecto de posiciones que están en la vereda de enfrente de este gobierno.

También comparto la necesidad de armonizar el sistema de asignaciones familiares porque es verdad que tenemos algunas cuestiones con regímenes provincias, algunas provincias de las cuales no tenemos los datos, etcétera.

De hecho, cuidado con eso, porque cuando mostré la tasa de cobertura no estaba imputando los menores que implícitamente se descuentan del impuesto a las ganancias ni a los menores que están cubiertos por algún tipo de esquema provincial, porque tenemos información de muchas provincias pero no de todas. Entonces, la verdad que para sumar algo que estaba incompleto preferimos mostrar el número que todos conocemos, que son las asignaciones contributivas en manos de la ANSES y las no contributivas que también están en manos de la ANSES.

Por eso digo que no es que falta cubrir 3 millones de menores, sino que una buena parte son menores que se deducen de impuesto a las ganancias y otra buena parte que están a cargo de las provincias. Sí es un problema no contar con ese dato concreto, pero la autonomía de las provincias marca los limites de las posibilidades de conocimiento que podemos tener nosotros.

Por otro lado, respecto de los precios promedios y de la representatividad del IPCNu quiero aclarar algo que me parece importante, no porque esa sea la posición del señor diputado, pero ya me imagino por dónde podrían venir las críticas. Este es un punto que hemos discutido en detalle con el Fondo Monetario Internacional.

El diseño del IPCNu no nos permite llegar a la representatividad por producto ni a nivel regional ni a nivel nacional.

Como el señor diputado sabe, los índices de precios tienen distintas aperturas. Uno puede tener una variedad; por ejemplo, lácteos. El índice es representativo por la variedad lácteos. Otra cosa es el precio de la leche. Si uno quisiera tener representatividad del precio de la leche en el NEA, por ejemplo, debería hacerse una encuesta mucho más grande, una capacidad territorial mucho más grande y tendría que haber muchos más empleados haciendo eso, a lo cual dirían que crece el empleo estatal, etcétera.

Esas representaciones son sencillas para algunos ámbitos geográficos más reducidos. Por ejemplo, el gobierno de la Ciudad sí publica precios de referencia a nivel de productos en la Capital Federal, donde la representatividad es mucho más fácil de conseguir porque hay menos dispersión de precios y mucha más densidad poblacional. Imagínense que para representar el precio de la leche en una provincia como Chubut es mucho más costoso en términos de recursos que en Capital Federal.

Hemos debatido esto con el Fondo porque una de las mejores áreas en materia estadística del Fondo es la de índice de precios. Y el índice no está planteado para tener representatividad a nivel de producto regional, que es un alcance impensado.

No conozco índices de otros países que tengan un alcance regional tan grade -no nos olvidemos la extensión de Argentina en términos de distancias- y que tengan representatividad a nivel de producto.

Me comprometo a enviarle al diputado los resultados de la ley de promoción del trabajo registrado. El ministro Tomada hizo una presentación específica sobre el tema la semana pasada pero yo no me acuerdo el número de memoria.

Le quiero agregar el dato de que la tasa de asalariados no registrados, en el segundo trimestre de 2015, fue del 31,9 por ciento. Ahora, es cierto que cuando uno computa la tasa de no registro total, esa tasa está en el 22,7, que es un mínimo.

Lo que digo es que ese 31,9 tiene la metodología que tiene, pero es cierto que deja afuera a los asalariados autónomos, a los monotributistas y a las trabajadoras de casas particulares que han sido incluidas en un régimen específico. Con lo cual, para calcular la tasa de no registro hay que computar también estas cosas que yo, genuinamente no lo pongo, porque la serie tendría un salto. Básicamente porque son regímenes particulares que se han creado en función de reflejar distintas situaciones de informalidad, que en materia de derechos no son distintos. Es decir, tienen los mismos derechos, con lo cual se podría tranquilamente computar como registro.

En cuanto al déficit que usted estima de 90.000 millones, justamente me parece que la cuestión de la estacionalidad computa al revés de como usted la está pensando. Pero la pregunta tiene un artilugio complejo. Me dice: explíqueme cómo van a financiar esos 90.000 millones de pesos que yo digo que van a gastar de más. Yo le contestaría: explíqueme usted qué está pensando. Yo creo que no lo vamos a gastar y la proyección está puesta así.

SR. LOZANO No, señor secretario. Los 90.000 son de ustedes.

SR. ÁLVAREZ AGIS No, señor diputado. Usted dijo: mi proyección me da 90.000 millones más.

SR. LOZANO No, a mi me da 225.000 millones. Eso no se lo pregunto. Lo vemos en diciembre.

SR. ÁLVAREZ AGIS Perfecto, ahora hacemos las aclaraciones del caso.

Una aclaración sobre los números de comercio exterior. Cuando presentamos el saldo comercial en dólares estamos haciendo referencia a bienes, y cuando lo representamos en pesos estamos haciendo referencia a la suma de bienes y servicios. Esa presentación es estándar. Es así. Siempre la presentamos así. Siempre está esa diferencia y tiene que ver también con los precios implícitos de cada uno de los componentes y de cómo se proyectan.

Con lo cual no es que tengamos déficit en dólares. Vamos a tener superávit comercial en dólares tal como lo marca el presupuesto y como lo venimos teniendo.

SR. LOZANO O sea que está bien que exportaciones menos importaciones en pesos da déficit. ¿Eso es lo que dice el secretario? ¿Involucrando bienes y servicios?

SR. ÁLVAREZ AGIS Estamos teniendo superávit comercial en dólares como hemos presentado todos los presupuestos.

La cuenta en pesos computa servicios. Si uno mira los presupuestos para atrás, no hay ningún cambio metodológico importante.

Lo que importa es si en el Banco Central va a haber más dólares o menos dólares. La respuesta es que va a haber más dólares porque va a haber más resultado comercial en dólares, que es lo que nos preocupa del resultado comercial.

Voy a la cuestión de subsidios porque, insisto, me preocupa que sigamos pensando que va a haber un ajuste tarifario o una eliminación de subsidios, etcétera.

En cuanto al Fondo de Hidrocarburos el diputado preguntaba concretamente por qué no tenía recursos asignados. Básicamente porque como usted bien referenciaba a posteriori, hoy tenemos otros programas de estímulos, uno para el gas y otro para el petróleo, que vienen a suplir en forma permanente esos estímulos que dábamos con el Fondo de Hidrocarburos.

¿Qué hacíamos con el Fondo de Hidrocarburos? Los proyectos muy grandes que no conseguían financiamiento bancario o en el mercado de capitales se financiaban mediante el Fondo de Hidrocarburos.

Como ahora el estímulo ha pasado a ser no por proyectos sino en general a la producción tanto de gas como de petróleo, estamos previendo no necesitar del financiamiento del Fondo de Hidrocarburos. Como contrapartida hay dinero asignado -como usted lo mostraba- a los programas de estímulos de petróleo y de gas.

Voy a mirar lo que decía de Tierra del Fuego. Los números que tengo en la cabeza son otros respecto de la ganancia, que obviamente es más alta porque es un régimen de promoción. Si uno hace un régimen de promoción para que la gente gane menos plata, más que de promoción es de descenso. Podemos discutir la magnitud, pero conceptualmente un régimen de promoción promociona la actividad. Sería medio raro que para promocionar la actividad la gente gane menos plata que la media. Hay que hacerla ganar más plata que la media.

Lo que sí hay que computar cuando uno habla del régimen de Tierra del Fuego es que el consumo de electrónicos es una tendencia mundial, de manera que poco podría pretender Argentina quedar afuera del consumo de celulares, tablets, notebooks, etcétera.

Sin el régimen de Tierra del Fuego, probablemente el déficit en materia de electrónicos sería más alto y no más bajo, porque estaríamos importando no sólo los mismos componentes que hoy se importan sino el trabajo, el valor agregado del trabajo, de trabajadores de Asia, etcétera. Con lo cual, por definición, cuando uno agrega una parte del valor agregado de un producto en la Argentina, el déficit es menor, no mayor. Esto es contable y no tiene mucha disquisición teórica. Por eso sustituye importaciones. ¿Qué parte? La del trabajo ensamblado. Uno va a China y no compra el celular en partes y lo arma, viene armado.

Se trata de un valor agregado que está en el precio, que nosotros tendríamos que pagar e importar si no tuviéramos ese tipo de régimen en Tierra del Fuego, que por otro lado está avanzando en la integración. Obviamente, lo está haciendo muy de a poco, porque pretender tener producción local de componentes electrónicos cuando se trata de la industria de punta en el mundo, es mucho. Son desafíos que ni siquiera asumen países como Canadá o los mejores de la Unión Europea. Sin embargo, con ese régimen podemos tener los mismos productos con un mayor valor agregado nacional.

Respecto del petróleo, hay que aclarar un punto importante. Cuando tenemos el barril a 110 dólares, lo que ocurre generalmente es que todos los costos de producción empiezan a correr detrás de ese precio. Por eso, cuando uno observa cualquier costo, por ejemplo el de las empresas que producen servicios para los petroleros o el de los propios asalariados petroleros, ve que el precio de referencia es el de 110 dólares. Entonces, cuando nosotros reconocemos un precio interno más alto que el internacional, también estamos metiendo un freno a la caída de costos que habría si reconociéramos un precio de 45 dólares. Y los costos son ganancias de otras empresas, pero también son salarios de trabajadores. Por tanto, si una empresa petrolera argentina tuviera que pasar de exportar por 77 dólares -pongamos que el precio es el mismo- a exportar por 45 dólares, consecuentemente tendría que bajar sus costos, uno de los cuales sería el del salario. Entonces, lo que estamos haciendo es cuidar los empleos de las empresas del sector, porque entendemos que un barril de petróleo producido acá, a pesar de que nos cueste fiscalmente un poco más, nos ahorra muchos más recursos que un barril importado.

En relación con las empresas beneficiadas, primero le quiero aclarar que contamos con programas de estímulos para la inyección de gas y para el petróleo. El de inyección de gas es bastante más viejo; el otro es relativamente nuevo. Cada una de las empresas beneficiadas ha sido publicada religiosamente en el Boletín Oficial. Si desea, le puedo mandar una presentación más o menos formal que incluya los números, las empresas, la plata y la producción. Quiero también poner énfasis en esto: el pago de los planes de estímulo al gas y de estímulo al petróleo se realizan mensualmente, y a tres meses vencido. ¿Por qué? Porque se hace una auditoría respecto de la inyección real en el caso del gas, y de la producción real, en el caso del petróleo. O sea que tenemos puntos de medición que nos indican cuánto inyectó de gas o cuánto petróleo extrajo una empresa del sistema. ¿Por qué? Porque si producen más, el precio va a ser más alto que el precio spot que tiene hoy la Argentina. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con el petróleo. Pero si producen menos, será más bajo. Y cuando pagamos mes a mes, tenemos casos de empresas a las que les reconocemos un precio más alto y tenemos también casos de empresas a las que les reconocemos un precio más bajo, ya que no alcanzaron la meta de producción que voluntariamente se comprometieron a cubrir. Con esto quiero decir que el programa funciona, más allá de que hay muchas empresas que, por los riesgos propios de la exploración, no llegan a las metas y, consecuentemente, el precio que se les reconoce es más bajo, viéndose éstas obligadas a poner la diferencia. Como ya lo explicamos varias veces acá, el programa tiene un sistema de deliver or pay, es decir, "producís o pagás". Esto quiere decir que si la empresa se compromete a poner 100 barriles y trae 80, tiene que poner la diferencia de 20. Si en cambio trae 110 barriles, el precio sube hasta un tope, que creo que está en 7,5 dólares en el caso del gas.

En suma, me comprometo a pasarle la lista. Creo que salvo siete u ocho empresas chicas, de gas están casi todas. Y de petróleo creo que están todas. No obstante, le mando el detalle.

En cuanto a Enarsa, que es lo último que anoté, podemos hacer la desagregación de gastos corrientes y de capital. Pero el presupuesto de Enarsa está variando mucho año tras año, así como también está variando mucho la composición de gastos, porque la parte corriente se está reduciendo a medida que aumenta la producción de petróleo y de gas. Esto se debe a que toda la imputación de costos de importaciones recae en Enarsa, con lo cual esa parte, a medida que se recupera la curva de producción, está cayendo. Pero la parte de capital no tiene una evolución suave a lo largo del tiempo, porque a veces nos cae la finalización de algún tipo de obra y cuando se compara año contra año puede suceder que en un año caigan muchas obras y en otro, muy pocas. Esto habría que mirarlo en términos de gastos corrientes y de capital. No sé si es una desagregación que está disponible, pero se la podríamos mandar ya que, de la proyección de saldo energético, que es lo que mostré en el último gráfico y ascendía a 4.700 millones de dólares, se desprende lo que prevemos para el presupuesto de Enarsa.

Voy a cederle la palabra al señor secretario de Finanzas.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Finanzas, licenciado Pablo López.

SR. LÓPEZ Quisiera hacer un par de comentarios respecto de las alusiones y preguntas que hizo el diputado Lozano en relación con la deuda.

En primer lugar, con referencia al déficit que planteaba de este año, entiendo que usted está comparando el presupuesto vigente con lo planteado en el cierre del presupuesto de este año. De ahí surgen esos 90.000 de diferencia. Lo que le puedo decir es que lo venimos financiando con las fuentes de financiamiento que he mostrado en mi presentación, esto es, con las fuentes de financiamiento intrasector público, de las cuales disponemos en función de las capacidades que nos otorga la Carta Orgánica del Banco Central y las distintas normativas vigentes, y con las fuentes de las diferentes agencias del sector público. También recurrimos al mercado, tal como lo hemos venido haciendo desde principios de año, principalmente al mercado local, con diferentes emisiones. He señalado que, aun con esas emisiones, y aun cubriendo el financiamiento adicional que se está cubriendo, los ratios de deuda siguen mejorando. En mi presentación he mostrado los ratios de deuda a junio de 2015, que son estimados en función de los productos que salieron recientemente y que muestran que continúan cayendo los ratios de deuda API con privados y con organismos. Con lo cual venimos financiándolo con las fuentes que he mostrado en mi presentación, que son las fuentes de las que disponemos a partir de lo que se presentó en el presupuesto del año pasado, utilizando más intensamente algunas fuentes como, por ejemplo, el mercado local, manteniendo obviamente los lineamientos y los ratios de sustentabilidad de la deuda, como hemos venido haciendo todos estos años.

Respecto de una pregunta puntual que hizo en relación con la línea "otros" en amortizaciones de deuda, básicamente se trata de otras obligaciones contractuales que no están contenidas en ninguno de los rubros anteriores, y que no tienen absolutamente nada que ver con el Club de Paris. Aclaro esto porque de su pregunta se desprende que surgió un número parecido -19 contra 17-, aunque no tienen nada que ver uno con otro. Después le podemos acercar el detalle, pero le adelanto que en gran parte se trata de obligaciones intrasector público que no tienen nada que ver con la refinanciación de deuda con el Club de Paris.

En cuanto al resto de las preguntas, ya fueron contestadas por el señor secretario Álvarez Agis.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Hacienda Juan Carlos Pezoa.

SR. PEZOA Quiero referirme a lo que el diputado Lozano dijo respecto de que los números de la masa salarial serían menores. Sé que usted no tuvo la intención, pero este tema se ha planteado en más de una reunión de este tipo. Lo que está puesto ahí de masa salarial es lo que de alguna manera, cuando se hacen las convenciones colectivas, aparece directamente como aumento, que tiene distinta periodicidad y puede corresponder a 2015 o a 2016. Eso es lo que está. Lo que no está en el presupuesto desde hace años -y esto no se lo digo necesariamente a usted, porque usted lo tiene bien claro- es la masa salarial anual. Esto ocurre desde el momento en que se abrieron las convenciones colectivas de trabajo: no figura porque los salarios se fijan en el momento en que los trabajadores convienen con la patronal un número determinado. Entonces, no está en el presupuesto. Esto no es nuevo sino permanente.

Lo otro que usted dijo tiene que ver con que las cantidades de los montos jubilatorios podrían ser inferiores. A veces ha ocurrido que teníamos algún número puesto en el presupuesto, pero no necesariamente porque se hacía el cálculo de los aumentos que se dan en las dos fechas concretas del año. Entonces, no figura.

Pero siempre hasta ahora, cuando dice "cumple", es porque hemos cumplido con el pago tal cual dieron los cálculos de las fórmulas. Entonces, no es un problema porque siempre lo hemos hecho.

Con respecto a otros temas, el subsecretario de presupuesto lo va a aclarar, y en otras cuestiones le vamos a pedir que nos dé una oportunidad para mandarle la contestación de lo que no podamos responderle hoy.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor subsecretario Rigo.

SR. RIGO Las aclaraciones serían dos.

En primer lugar la pregunta que formuló el señor diputado respecto de diferencias sobre cómo estaban consignados los cargos en la ley de presupuesto y en el Boletín Fiscal. Ahí sí deberíamos mandar un informe que compatibilice esos dos guarismos a través de Presidencia porque efectivamente, el proyecto de ley y el Boletín Fiscal hace alusión a universos distintos. Ejemplos de esas diferencias son los cargos de AFIP, que están incluidos en el Boletín Fiscal y no así en la ley de presupuesto.

Otra diferencia que hace que estos universos sean distintos es el personal contratado, que no se consignan como cargos en el presupuesto pero sí se informan en el Boletín Fiscal. Y puede haber también otras diferencias menores.

Lo que propondríamos, si están de acuerdo, es compatibilizar la información que está en la ley de presupuesto con el último Boletín Fiscal que tengamos y mandárselos. Esto, si les parece razonable.

La segunda cuestión -complementando lo que decía hace un minuto el secretario de Finanzas- tiene que ver con los 17.000 millones de pesos que figuran en "otros" en amortización.

Si bien también hay que completarlo, estamos en condiciones de decir que eso está constituido casi en un 60 por ciento -un poquito más de 9.000 millones- por una deuda con PDVSA, que está consignada. Luego hay otro porcentaje que se refiere a sentencias de Fuerzas Armadas y de seguridad, sentencias de naturaleza laboral y otro concepto vinculado con avales y con gastos judiciales de sentencias de otros organismos de la administración nacional.

También podemos consignar el detalle de ello pero este es el avance que puedo dar ahora en cuanto a lo que manifestó recién el secretario de Finanzas.



SR. LOZANO ¿Y lo que pregunté sobre la ANSES?

SR. PRESIDENTE FELETTI ¿El resultado de la ANSES?

SR. LOZANO No, yo pregunté por las utilidades que se colocan y cuántas tienen que ver con pagos del Tesoro.

SR. RIGO Sí, eso también se lo tendríamos que acercar luego.

Efectivamente el FGS suscribe títulos del Tesoro nacional, pero tendríamos que ver el detalle de la circulación que tenemos prevista para el año 2016 y qué porcentaje de esto corresponde a renta que paga el Tesoro al FGS por esa circulación.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra la señora diputada Alicia Ciciliani.

SRA. CICILIANI En primer lugar agradezco la presencia de todo el equipo económico y la predisposición a contestar nuestras inquietudes y nuestras preguntas.

Me quedan dos años más de mandato y en lo personal aspiro a que en estos años podamos ver como una realidad la Oficina Técnica de Presupuesto de la Nación, señor diputado Feletti...

SR. PRESIDENTE FELETTI Tal vez sí, señora diputada...

SRA. CICILIANI Donde podamos discutir política y planificación y no estar discutiendo sumas, restas y ese tipo de interpretaciones acerca del presupuesto.

Dicho esto me voy a enfocar en la relación Nación provincias que creo absolutamente fundamental para lograr las cuestiones que seguramente compartimos, que es mejorar la calidad del gasto público con más y mejores servicios y que realmente tenga un impacto transformador en las cuestiones de pobreza y en las cuestiones que nos preocupan a todos.

Vemos en el presupuesto que el 25,5 por ciento del total del ingreso tributario corresponde al sistema de seguridad social y el 26,6 por ciento a transferencia directa o automática a provincia.

Nosotros estamos reclamando todos los años que venimos a discutir el presupuesto el piso del 34 por ciento de transferencia automática que establece la ley de coparticipación federal.

El porcentaje del 26,6 está referido a los datos de ejecución del presupuesto de 2015 de enero a agosto. Me gustaría saber cuánto se prevé en el presupuesto nacional para el 2016 de transferencia automática del ingreso total tributario presupuestado.

En la relación Nación-provincias también es clave la detracción del 15 por ciento de la masa coparticipable para el financiamiento de ANSES que nosotros lo consideramos totalmente injusto hacia las provincias, por cuento no sigue vigente la norma o la situación financiera y económica que ha dado origen a esta sesión de derechos de las provincias a la Nación.

En particular me quiero referir a las provincias no deudoras. Creo que en la presentación del ministro, y creo que es verdaderamente así, la Nación ha hecho un esfuerzo muy grande en favor de las provincias deudoras para financiar la deuda a una tasa del 6 por ciento.

En lo personal represento a la provincia de Santa Fe que no es deudora y que tiene un acuerdo compensador, del año 2002, por un monto que creo que a esta altura es irrisorio. Se trata de la suma de 14 millones de pesos que recibimos las provincias de Santa Fe, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero y no me acuerdo qué otra provincia. Creemos que necesariamente tiene que haber una actualización de ese monto de compensación.

En cuestiones concretas del presupuesto vemos que la obra pública plurianual presupuestada es el 0,35 para la provincia de Santa Fe.

Sin embargo, con la entrada de la prorroga de la ley de emergencia económica obviamente que le da la capacidad y la potestad al jefe de gabinete de Ministros decidir cambios. Esto es así y no voy a hacer mayores comentarios. Sabemos quiénes estamos a favor y quiénes no estamos de acuerdo con esta cuestión.

Quiero hacer dos pedidos puntuales. La empresa ASSA es la empresa pública de servicios de agua de Santa Fe. Al respecto, necesitamos que se le otorgue la exención del impuesto a las ganancias mínimas presuntas. Necesitamos hacerlo por ley. El 99 por ciento es una empresa provincial y el resto son municipios de la región. Estamos dando servicios de agua. En ninguno de los balances figura rentabilidad y esta año tendríamos que pagar 13 millones de pesos por impuesto a la ganancia mínima presunta. Es ridículo.

También es ridículo obligar a la empresa a hacer trámites de repetición ante la AFIP. Eso genera un costo de transacción a la empresa que no tiene realmente ningún sentido. Por ello pedimos expresamente la exención para esta empresa al igual que AySA. No estamos pidiendo nada nuevo y nada distinto.

También solicitamos se incluya el aval al financiamiento de nuestro proyecto para obras de infraestructura de 200 millones de dólares. Podemos ver esto con los diputados que representan al oficialismo. El año pasado el presidente Feletti lo incluyó. En el transcurso del año se ejecutó el 50 por ciento y me informan desde el Ministerio de Economía de la provincia que faltarían 200 millones de dólares para obras de infraestructura que no sé si es para acueductos u obras para la cuenca hídrica.

Estos son dos pedidos concretos. Nosotros vamos a proponer debatir en el marco de la Cámara de Diputados el Programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios que figura en el presupuesto nacional. En Santa Fe tenemos especial interés en esa modalidad de aplicación de políticas sociales. Tenemos experiencia con esta modalidad. Este Programa Federal no se ejecutó en la provincia de Santa Fe, por lo cual pediremos una ampliación presupuestaria. Consideramos que es un programa integral que impacta muy positivamente y eleva la productividad del gasto social.

Estas son las cuestiones generales y puntuales que queríamos plantear.

SR. PRESIDENTE FELETTI Tiene la palabra el señor secretario de Hacienda Juan Carlos Pezoa.

SR. PEZOA Usted preguntaba por los números de las provincias. En la página 53 del proyecto de presupuesto está la tabla que indica el total de lo que recibirían en el año 2016.

Con respecto al 34 por ciento, hay una consideración que todos los años hacemos y se ha vuelto un motivo repetitivo. Para aclararlo, voy a dar lectura al proyecto: "Por medio del acuerdo Nación-provincia, firmado por las provincias, sobre relación financiera y base de un régimen de coparticipación federal de impuestos que se hizo entre el Estado nacional y los estados provinciales, excepto solamente la provincia de San Luis, que se firma en fecha 27 de febrero de 2002, ratificado por la ley 25.570, las partes que lo suscribieron acordaron dejar sin efecto las garantías sobre los niveles a transferir por el gobierno nacional". Eso es lo firmado por las provincias y el gobierno nacional.

No obstante, hay que destacar que de la información obrante surge que las transferencias a provincias resultarían superiores al porcentaje citado, ya que el artículo 7º de la ley 23.548 -ley de coparticipación- establece que en su parte pertinente -y esto es lo que dice entre comillas- "el monto a distribuir a las provincias no podrá ser inferior al 34 por ciento de la recaudación de los recursos tributarios nacionales de la administración central -repito: de la administración central-, tengan o no el carácter distribuible por esta ley".

En tales términos, la distribución de los últimos años, así como la prevista para 2014 y 2015, supera dicho porcentaje. En base a la interpretación del concepto de administración central a que se refiere el artículo 7º en cuestión, y no obstante que legalmente no se encuentra en vigencia por el acuerdo originario observado, se puede observar en los cuadros -que se los podemos acercar a usted- que las transferencias por distribución de recursos coparticipados a las provincias superan el porcentaje base de dicho artículo.

Yo le voy a acercar todo esto, tanto lo que dice el convenio firmado entre las provincias y el Estado nacional como lo que dice la ley.

En relación con los avales de las obras, los proyectos de obras más importantes que están incluidos en el presupuesto 2016 son la Circunvalación de Rosario, para la que se asignaron en los últimos años casi 300 millones de pesos; los avales para el Reconquista I y II; y el aval para el Acueducto Gran Rosario. En 2016, se asignarán 100 millones de dólares para el Acueducto Desvío Arijón. Además, se prevé una inversión para extender el GNEA en 37 localidades de Santa Fe, que sumaría 607 kilómetros más y beneficiaría a 350 mil habitantes, y para mejorar el tren Retiro-Rosario.

Otro tema que usted mencionó es el de la empresa provincial Aguas Santafecinas. Existe una consulta vinculante sobre ese tema. En la dirección correspondiente de la Subsecretaría de Ingresos Públicos se está trabajando en un sentido positivo respecto de lo que ha dicho usted.

SR. PRESIDENTE FELETTI Para cerrar el debate, expresando la posición del bloque del Frente para la Victoria, tiene la palabra el señor diputado Kosiner.

SR. KOSINER Antes que nada, quisiera agradecer la presencia de los miembros del equipo del Ministerio de Economía, y a través de ellos al ministro Axel Kicillof, por la presentación de este presupuesto.

No voy a entrar en cuestiones técnicas porque considero que éstas han sido claramente explicadas. Sí quisiera plantear claramente que para nosotros éste no es un presupuesto más. El secretario Álvarez Agis decía que venía a cumplir con la ley de administración y con la obligación legal de presentar el presupuesto. Pero la verdad es que, además, este presupuesto es el último de una etapa de este proyecto político que comenzó en 2003 Néstor Kirchner y que continuó la actual presidenta.

Podríamos estar hablando de dos modelos de presupuesto. Podríamos estar hablando también de un presupuesto de un país al que no le ha ido bien y que necesitaría plantearles a los argentinos la necesidad de un ajuste. Podríamos estar hablando de un presupuesto que planteara la hipótesis de la reducción del 13 por ciento de los haberes a los empleados públicos o a los jubilados, o de confiscación de los ahorros. Podríamos estar hablando de un presupuesto que necesariamente planteara una especulación sobre un cierre de caja y construcciones financieras para satisfacer algún tipo de modelo de gobierno sugerido por organismos internacionales a cambio de tomar dinero para pagar deuda. Pero no estamos hablando de ese tipo de presupuestos. Tampoco estamos hablando de presupuestos que planteen la hipótesis de autorizar a las provincias la emisión de cuasimonedas.

¿Por qué digo esto? Porque este presupuesto es la síntesis del país que hoy tenemos, así como de los desafíos que tenemos hacia el futuro. Quisiera detenerme unos minutos en algunas cifras que se dieron y que muestran el punto al que hoy llegamos, así como nos plantean nuevos desafíos. Hablamos de haber llegado a 7,5 millones de niños incluidos, a una inclusión previsional del 96,6 por ciento y al incremento del mínimo jubilatorio del 2.076 por ciento. Hablamos también de desendeudamiento. Acá me quiero detener. Uno de los diputados que ahora no están presentes preguntaba por qué se tomaba la ratio 2007 a 2014, que ni siquiera se la tomó desde la posición de los funcionarios, sino desde un estudio específico. Incluso yo ingresé recién a verlo. Está en inglés, en la página del Instituto Global. De ahí se toma ese ratio, nada más y nada menos que para plantear que la Argentina es de los pocos países del mundo -si no el único- que se han desendeudado en este período.

Entonces, cuando decimos que este presupuesto plantea una política especial en materia de tratamiento de deuda es porque mientras en algunos países -que son tomados, entre comillas, como economías poderosas- ha crecido la deuda en esa misma etapa -en los Estados Unidos, un 16 por ciento; en Italia, un 55 por ciento; en Portugal, un 100 por ciento; en China, un 83 por ciento; en España, un 72 por ciento; en Bélgica, un 61 por ciento; en Inglaterra, un 30 por ciento; en Inglaterra, un 30 por ciento; en Australia, un 33 por ciento; y en Brasil, un 37 por ciento-, la Argentina experimentó una baja de su deuda del orden del 11 por ciento.

Este es el presupuesto que planifica también cómo seguir la política de desendeudamiento soberano. Porque hoy también se ha caído otro mito, el de que la Argentina se caía del mundo y que estaba aislada.

Hoy la Argentina ha sido tomada como ejemplo de las políticas de desendeudamiento en materia internacional. Algo que no es un dato menor. Por algo también hoy existe este ataque de la economía más desarrollada a la economía en vías de desarrollo. Porque si triunfa la tesis Argentina de la política de desendeudamiento, se termina el negocio financiero de muchísimas organizaciones para que los países vayan a tomar deuda para pagar deuda y no vayan a tomar deuda para desarrollarse.

Todo tiene que ver con todo, por eso es importante este presupuesto. Porque es un presupuesto que permite que el PBI crezca en el 4,6 por ciento y el PBI industrial en un 6,2 por ciento. Pero fundamentalmente porque es un presupuesto que sigue apostando a una gran definición que venimos sosteniendo y que vamos a trabajar para seguir profundizando: el modelo industrial, de crecimiento con inclusión y de sustitución de importaciones.

Estos presupuestos, este número 13 que hemos tratado durante todos estos años, tienen el gran mérito de haber generado dos herramientas fundamentales para los nuevos desafíos: la recomposición del tejido social y la recuperación del Estado.

Sin un tejido social recompuesto y sin un Estado reconstruido cualquier desafío que se plantee, cualquier gobierno futuro, sería imposible.

¿Qué hubiese sido de este país si todas las transiciones en democracia se hubieran generado en este clima? ¿Qué hubiese sido de este país si todos los gobiernos que asumían hubiesen tenido la posibilidad de planificar sus presupuestos, hubiesen tenido reservas estables, una caída sostenida de precios, índices récord en materia de desempleo y un país soberano en el manejo de su deuda?

Este proyecto ha generado nuevas palabras que se han incorporado al vocablo de la política y de la economía: soberanía hidrocarburífera, inversión pública en transporte y logística, políticas de inclusión, desendeudamiento soberano, desendeudamiento de provincias, convenios colectivos y crecimiento del PBI.

Hoy vemos con mucha satisfacción cómo muchos diputados, incluso de la oposición, piden que se incorporen obras. Esto es así porque se ha reconstruido un Estado que se sabe que tiene capacidad de respuesta.

Podemos habernos equivocado. Seguramente que sí. Podremos tener cuestiones pendientes para hacer. Seguramente tendremos. Pero lejos está este septiembre del año 2015 al 25 de mayo del año 2003 cuando tuvo que empezar un proceso de reconstrucción de la Argentina.

Para terminar, las palabras de mayor trascendencia incorporadas luego de tantos presupuestos debatidos, es "proyectos colectivos".

En Argentina no se hablaba de proyectos colectivos. Había quienes entendían que si a cada uno de nosotros le iba bien, al país le iba bien.

Nosotros creemos que si al país le va bien, a cada uno de nosotros le va a ir bien. Muchas gracias. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE FELETTI Agradeciendo al viceministro Agis, al secretario Pezoa, al secretario Pablo López, a todos sus equipos y a los diputados de la oposición que permanecieron hasta aquí, damos por concluida la sesión informativa sobre el proyecto de presupuesto.

El día martes de la semana que viene a las 16 o 17 horas -luego lo definimos bien- vamos a convocar a la reunión de diputados para continuar el tratamiento del proyecto de presupuesto.

Es la hora 18 y 30