Expresar preocupación por la situación del Monumento a la Mujer Originaria, ante las declaraciones del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, quien instó al Movimiento Memoria y Organización a desalojar el taller que ocupa en la ex ESMA, donde el grupo trabaja en la iniciativa colectiva que busca homenajear a los pueblos originarios a partir de la construcción de la escultura más grande de América Latina, a realizarse con objetos de bronce donados.

Señor presidente:

El Proyecto de construcción del monumento, que fue declarado de interés cultural por la Presidencia del Senado y de interés cultural y social por la Legislatura porteña, está encabezado por el historiador y escritor Osvaldo Bayer y el escultor Andrés Zerneri, coordinado por el MMO (Movimiento Memoria y Organización), y es apoyado por cientos de personalidades de la cultura y miles de ciudadanas y ciudadanos que ya participaron donando llaves.

Se trata de un homenaje a nuestros pueblos originarios, simbolizados en el cuerpo de una mujer de diez metros de altura. “Este proyecto independiente no requiere de dinero sino de mucha solidaridad: la donación de 200.000 llaves o pequeños elementos de bronce, que desde todo el país llegaron para materializar esta obra colectiva. Estamos en la etapa final de recolección: ya contamos con 9 de las 10 toneladas de bronce necesarias” señalaban en Diciembre de 2015 los responsables de la iniciativa, que hoy ven amenazada la posibilidad de concretarse.

El espacio en cuestión, hasta su re funcionalización, era un depósito sin uso ubicado dentro de la ex ESMA. Hoy lo ocupan 50 artistas que colaboran en el monumento. “Nos lo cedieron para almacenar el bronce y trabajar en la estatua, hoy somos un grupo de personas trabajando en el proyecto, ninguno de los cuales utiliza el lugar para actividades personales”, sostiene el artista Andrés Zerneri, que a fines de Diciembre de 2015 fue advertido por el Secretario de Derechos Humanos sobre la necesidad de desocupar el espacio. “Este lugar se usa para avanzar con una iniciativa colectiva y no como atelier personal. Tampoco están en juego puestos de trabajo porque nadie percibe una ganancia por esta labor y nunca recibimos ni solicitamos un subsidio por ella. De hecho, la estatua va a ser donada a la Ciudad de Buenos Aires”, añadió el artista.

Objeto del Monumento a la Mujer Originaria

El Monumento a la Mujer Originaria se presenta con la seguridad de ser una propuesta que reivindica un método de trabajo ya probado exitosamente con la experiencia del Monumento al Che Guevara, inaugurado el 14 de Junio de 2008, en la ciudad de Rosario, Santa Fe, realizado por el mismo artista Andrés Zerneri. La metodología utilizada es sencilla y será replicada para este Monumento.

La construcción del Monumento a la Mujer Originaria es utilizada como una estrategia de comunicación. El objetivo principal es visibilizar y poner en agenda los asuntos de pueblos originarios de Argentina y América Latina. Es de suma importancia promover y divulgar el respeto por los derechos humanos de las naciones indígenas de Argentina y Latinoamérica. Así como también reconocer y celebrar la riqueza y el orgullo de pertenecer a un país pluriétnico y multicultural, esta es información esencial que hace a la reivindicación identitaria de nuestra raíz originaria. Hay datos que permanecen ocultos para la mayoría debido al proceso de invisibilización que han sufrido nuestros pueblos, corolario del proceso de colonización y conquista.

Los autores de la obra señalan que en el caso de Argentina, “se desconoce que el 61% de la población tiene vínculos genéticos con algún pueblo originario; aquí se hablan entre 14 y 20 lenguas y hay más de 35 naciones originarias reconocidas como preexistentes al Estado Nación. La figura del Gral. Roca se encuentra indefectiblemente unida a la creación de Argentina como Estado-Nación, por eso, erigir en su lugar un monumento a los pueblos que esa primera organización de la nación dejó arrasados y que tenga la figura de una mujer, habla de una voluntad colectiva de reconocernos en la riqueza pluriétnica y multicultural de nuestras naciones”.

El historiador Osvaldo Bayer también ha señalado que los pueblos originarios fueron “los primeros desaparecidos de nuestra historia”, de ahí la importancia de la construcción de este monumento, justamente, en el predio que es símbolo de la última dictadura militar, aunando la memoria de nuestros pueblos con el hilo de la historia que va de invisibilizados a desaparecidos.

Este Proyecto constituye una herramienta de memoria colectiva que se nutre de la solidaridad y la búsqueda de poder visibilizar no sólo las problemáticas de los Pueblos Originarios e Indígenas, sino también de la formas de pensarnos como Nación. Sería un gesto de convivencia democrática que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación permita la conclusión del proyecto, que se encuentra en su etapa final, para que, una vez concretada la construcción de Monumento a la Mujer Originaria, tal como se han comprometido sus responsables, el galpón quede nuevamente a disposición de la gestión del predio de la Ex ESMA.

Por todas estas razones precedentemente señaladas, invito a mis pares a aprobar el presente proyecto.