Expresar beneplácito por la aprobación de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas por parte de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el día 13 de septiembre de 2007, en Nueva York.

Señor presidente:

El 13 de Septiembre de 2007, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas.

Esta Declaración, constituye un hito histórico para los pueblos originarios y protegerá a mas de 370 millones de personas integradas en 5000 comunidades en todo el mundo.

Luego de mas de dos décadas de negociaciones, los Estados miembros, los representantes de los pueblos indígenas y las organizaciones de derechos humanos, han arribado al camino que conduce al respeto por los derechos humanos, la justicia y el desarrollo para todos. Este significativo acontecimiento, constituye un paso mas en la consolidación de los mecanismos de protección internacional de los derechos humanos de todas las personas y contribuiría a proteger a los indígenas contra la discriminación y marginación.

La declaración consta de 46 artículos y otorgan a los grupos aborígenes gran cantidad de derechos. Se refiere tanto a los derechos individuales como a los colectivos; a la autodeterminación en temas relacionados con sus asuntos internos y locales; a los derechos culturales y a la identidad; a los derechos sobre educación, salud, empleo, idioma, propiedad de la tierra, acceso a recursos naturales de los territorios donde se asientan, respeto y preservación de sus tradiciones, entre otros. Prohibe la discriminación contra los pueblos indígenas y promueve su participación en todos los asuntos que les atañen.

El texto de la Declaración, fue adoptado con 143 votos a favor, 4 en contra -Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia - y 11 abstenciones.

Uno de los puntos más importantes del texto es el referente al apego de los indígenas a la tierra. Varios artículos mencionan su derecho a poseerlas, utilizarlas y desarrollarlas. En este sentido, dispone que los Estados aseguren el reconocimiento y la protección jurídica de esas tierras, territorios y recursos y que no procedan a ningún traslado "sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa".

La Declaración también hace hincapié en la importancia de la educación bilingüe y alude a la implementación de medidas especiales para asegurar el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de los ancianos, mujeres y menores, en particular.

El titular de Naciones Unidas urgió a los gobiernos y la sociedad civil a elaborar políticas y programas para garantizar que la Declaración se convierta en una realidad.

Por lo expuesto y considerando que la aprobación de la Declaración constituye un suceso trascendente en defensa de los derechos, la justicia y la dignidad humana de los pueblos originarios, solicito a mis colegas Legisladores, me acompañen en el presente Proyecto de Declaración.

*(se adjunta Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Son 12 fojas)