Adherir a la celebración nacional del "Día del Inmigrante" del día 4 de septiembre, creado por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 21.430 de 1949 y expresar su beneplácito por el Programa "Patria Grande" implementado por el Gobierno Nacional.

Señor presidente:

El día nacional del inmigrante en nuestro país, creado por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 21.430 en 1949, tuvo como fundamento y objetivo rendir homenaje a todos aquellos que dejaron su tierra para afincarse en este país y, en recordación del decreto sancionado por el Primer Triunvirato el 4 de septiembre de 1812 que establecía "la inmediata protección del gobierno a todos los individuos de todas las naciones y a sus familias que desearan fijar su domicilio en el territorio".

Desde los albores de la patria independiente, nuestro país tuvo como norte y guía en sus políticas de población el componente inmigratorio para la conformación de la nacionalidad argentina, multiétnica y pluricultural que constituyen la particularidad del ser nacional.

El mismo principio, una vez organizada la Nación en país federal, adquiere rango constitucional al plasmarse en el Preámbulo de la Constitución Nacional.

Luego de largos períodos de apartamiento del mandato de los fundadores de la patria y quebrantamiento de la letra y el espíritu de la Constitución Nacional, el Congreso Nacional sancionó el 20 de diciembre de 2003 la Ley de Migraciones Nº 25.871 y promulgada el 21 de enero de 2004, ley enmarcada en el mandato constitucional con la internalización de las normas contenidas en las Convenciones sobre derechos humanos de los migrantes. Es una ley pionera a nivel mundial, pues concreta mediante normas reglamentarias prácticas los Convenios y Pactos sobre derechos humanos, civiles y sociales.

La ley vigente ha permitido al Poder Ejecutivo Nacional implementar a nivel interno una exitosa campaña de normalización y regularización migratorias que alcanzó a más de 800 mil ciudadanos de diversas procedencias, regionales y extrarregionales. En forma simultánea se implementó el Programa "Patria Grande" fijándose como régimen institucional permanente el otorgamiento de la residencia por nacionalidad para todos aquellos ciudadanos nativos de América del Sur. Este régimen permite una adecuada y realista política migratoria porque permite brindar seguridad jurídica a los inmigrantes que ingresan al país y minimiza las causas de ilegalidad en la permanencia de los extranjeros en el territorio nacional. Es una herramienta eficaz del Estado argentino para, dentro del marco de garantías legales, tener un control sobre todos los extranjeros que habitan en el país.

En el plano regional, la política proactiva de nuestro país en materia de derechos humanos y migraciones, se ha logrado avance significativo. Con la ratificación y depósito respectivo por los cuatro países miembros plenos del MERCOSUR del Acuerdo Presidencial sobre Residencia de los Ciudadanos Nativos de los Países del MERCOSUR, ha entrado en vigencia un régimen de residencia unificado y de reciprocidad que posibilita a cualquier ciudadano argentino y viceversa a cualquier ciudadano de los restantes países mencionados radicarse en cualquiera de los países concernidos. Este mismo régimen mediante acuerdos bilaterales se ha extendido también a Bolivia y Chile, de manera que podemos afirmar que en el Cono Sur, el movimiento de personas por razones de turismo o de residencia tiene una regulación común y ya no existen causas legales generadoras de migraciones irregulares.

Por último, el plexo de blindaje de garantías legales en materia de derechos humanos de los migrantes se completó con la ratificación por el Congreso Nacional por Ley Nº 26.002 de 2008 de la Convención Internacional sobre Protección de Todos los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares originada en la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de diciembre de 2000.

En la misma fecha de la suscripción de la Convención, Naciones Unidas mediante Resolución Nº 55/93 estableció como Día Internacional del Migrante el día 18 de diciembre con el propósito de que ese día sea destinado a la divulgación en todo el mundo de los derechos humanos de los migrantes.

Es de práctica que cada país establezca internamente un día dedicado a la celebración de su propia historia de la migración. Ello justifica y acredita visibilizar la política migratoria nacional y, en esta ocasión debe resaltarse la especial situación nacional y regional en contraposición a una tendencia de los países denominados desarrollados de restricciones cada vez mayores en materia migratoria.

Por las consideraciones precedentes, solicito que me acompañen en el presente proyecto.