Su beneplácito por la concreción de la "Primer Jornada de Mejoramiento de la Calidad de Vida y Condiciones Sanitarias de la Comunidad Huarpe de Cuyo" que se realizo el martes 17 de junio de 2008, en el Departamento de 25 de Mayo en la Provincia de San Juan.

Señor presidente:

Cuenta la Historia, que en el siglo XVI, cuando llegaron los españoles a la región de Cuyo, el territorio sanjuanino estaba ocupado por diferentes pueblos aborígenes, entre los que se destacaban los huarpes.

Ellos se ubicaron en el valle central del rio San Juan y zonas cercanas.

Cultivaban maíz, zapallo, poroto y criaban llamas como medio de transporte y para leche y lana. También recolectaban frutos, raíces y huevos, practicaban la caza y la pescaban.

Se organizaban en grupos en torno a un cacique, cargo que se heredaba de padres a hijos. Hablaban el allentiac. Adoraban los astros, los cerros y tenían un dios principal: Huanuc-Huar, a quien le ofrecían regalos a cambio de protección y ayuda.

Eran hábiles en la fabricación de cestas, canastas y vasos de paja, pellones y plumeros de plumas de ñandú usados como adornos en sus fiestas.

Sus viviendas eran de paja, rama y caña o pozos excavados a orillas de las lagunas.

Los descendientes sanjuaninos de huarpes viven en condiciones deplorables. Pobreza, chagas, brucelosis, malnutrición y aislamiento son los mayores males que afrontan.

Son pocos, sufren mucho y viven casi excluidos. Ellos son descendientes aquellos pobladores originarios de la tierra de la Provincia de San Juan.

La cultura huarpe ha sobrevivido al paso del tiempo, cuyos descendientes luchan constantemente por preservar su identidad, pero desgraciadamente los mismos viven en condiciones deplorables.

Son aproximadamente 700 que integran 141 familias, viven en puestos precarios desperdigados por el sur Sarmiento y 25 de Mayo, en el triangulo cercado por la rutas 40 y 20 y el límite con la Provincia de Mendoza. Nueve de cada diez niños sufren o sufrieron mal de chagas, la brucelosis es cada vez una enfermedad más extendida, su alimentación se limita a los chivos y cabras que crían para sobrevivir y no tienen agua potable ni viviendas en condiciones elementales para sobrevivir.

Resulta muy difícil acceder al lugar donde viven, en la zona de las lagunas de guanacache y alrededores. No tienen caminos pavimentados, allí no llega ningún servicio de transporte público.

De todos modos, ellos tienen costumbres y rituales que conservan, que hace difícil acceder a otros modos de vida en comunidad. Tienen sus propios médicos y su propia medicina, crían sus animales con sus propios métodos, mantienen rituales religiosos ancestrales. Sólo confían en su Consejo de Jóvenes, su Consejo de Ancianos, sus nueve representantes y sus caciques. Toman las decisiones comunitarias en asambleas y buena parte de los chicos presentan, además, problemas en las escuelas, debido a que deben encarar dos aprendizajes paralelos: el institucional y el de la comunidad, que desconfía cada vez más el un sistema del que no se sienten parte.

Dada las condiciones de vida señaladas, la historia de toda la comunidad, y las costumbres de la misma, es que revisten especial importancia todas aquellas acciones que permitan que esta comunidad pueda mejorar su calidad de vida a partir del respeto a sus características particulares.

Para ello se ha realizado la Primer Jornada de Mejoramiento de la Calidad de Vida y Condiciones Sanitarias de la Comunidad Huarpe de Cuyo. Se ha realizado en el CIC (Centro de Integración Comunitaria) del Departamento de 25 de Mayo, en San Juan y ha estado organizado por Grupos Vulnerables (de Desarrollo Humano), el Programa de Chagas y la Zona Sanitaria II (de Salud Publica). La idea ha sido generar diagnósticos y proponer soluciones sistemáticas de salud, vivienda, medio ambiente, educación, identidad y producción. La jornada conto con la presencia de representantes de los ministerios de Salud de Mendoza San Juan y San Luis.

Por lo expuesto, se solicita la aprobación del presente Proyecto de Declaración.