Expresar beneplácito por el 366° Aniversario de la Fundación de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, y adherir a los festejos conmemorativos a realizarse el 5 de julio de 2019.

Señor presidente:

San Fernando del Valle de Catamarca, capital de la Provincia de Catamarca, es una ciudad pujante, de importante comercio y de activa vida cultural que se desarrolla en sus instituciones y museos, entre los que podemos destacar el Museo Caravati, el Museo de la Virgen, entre otros; además de un importante centro religioso. La Virgen del Valle es su Patrona, venerada por miles de fieles. Las procesiones en su honor (que tienen como centro la Catedral Basílica de la ciudad) son las más concurridas del Norte Argentino.

Es, asimismo, una ciudad turística tradicionalista armonizada con todos los servicios capaces de despertar en sus visitantes un constante deseo de volver. La identidad cultural y el rescate de nuestras raíces son un emblema cada vez más reconocido en la región, el país y el mundo.

La Ciudad se encuentra emplazada a orillas del río del Valle y al pie de la Sierra de Ambato y de la Sierra de Ancasti. Su nombre, “Catamarca”, es una voz quichua que significa “fortaleza en la falda”, aludiendo al emplazamiento geográfico de la ciudad. Cata: es falda o ladera. Marca: es fortaleza o castillo de la frontera.

Su gente es cálida, sus paisajes, hermosos y las costumbres y tradiciones viven en cada rincón.

Fue fundada hace 366 años por Fernando de Mendoza y Mate de Luna, luego de varias fundaciones en las que el pueblo había sido bautizado con diferentes nombres y trasladado a diferentes lugares del actual territorio de la provincia de Catamarca.

Proceso fundacional:

La primera fundación fue en 1558, cuando el capitán Juan Pérez de Zurita fundó Londres de la Nueva Inglaterra, nombre puesto en honor a la esposa inglesa del rey Felipe II, María Tudor. La ciudad fue asentada en el valle de Quinmivil, en el actual Departamento de Belén de la provincia de Catamarca.

Por decisión del gobernador Villagra, Gregorio de Castañeda llegó a la región para reemplazar a Pérez de Zurita. En 1561, el nuevo gobernador trasladó la ciudad al valle de Conando, en el Departamento de Andalgalá, rebautizándola Villagra; pero debió ser abandonada al año siguiente por una rebelión de los indígenas.

Recién en 1607, el teniente gobernador de La Rioja Gaspar Doncel, en cumplimiento de un mandato del gobernador de Tucumán Alonso de Ribera, se trasladó al sitio donde estuviera la primera ciudad de Londres y, como no encontrara el espacio ventajoso, fundó la ciudad a dos leguas y media de distancia, en el sitio de la actual Belén. La bautizó con el nombre de San Juan Bautista de la Ribera.

La nueva fundación duró apenas cinco años, pues los vecinos, condicionados por las constantes crecidas del río Famayfil que estaban ocasionando problemas habitacionales, pidieron autorización al entonces gobernador de Tucumán Luis Quiñones Osorio para cambiarla de lugar, y la ciudad volvió a su primitivo asiento, por 1612, con el nombre de San Juan Bautista de la Paz.

La nueva ciudad vivió en relativa tranquilidad durante dos décadas, hasta alrededor de 1630, en que se iniciaron las Guerras Calchaquíes. La ciudad fue atacada por gran número de indios encabezados por el cacique Juan Chalimín y destruida, lo que determinó que, en 1633, el general Jerónimo Luis de Cabrera, nieto de los fundadores de Córdoba y de Buenos Aires, tome la decisión de hacer una nueva fundación en otro sitio. Lo hizo en el actual Departamento de Pomán, y la nombró Londres de Pomán.

Como la vida en Pomán era bastante difícil, los vecinos solicitaron al rey el traslado de la ciudad al valle Central, que constituía un pasaje obligado para las comunicaciones de Santiago del Estero y San Miguel de Tucumán con La Rioja y, además, se trataba de una zona de tierra fértil, lo que se acordó en 1679. Cuatro años después, le correspondió́ al gobernador Fernando Mendoza y Mate de Luna llevar a cabo el traslado de la ciudad al gran valle enmarcado por las sierras de Ambato y Ancasti, realizar el nuevo asentamiento, nombrar sus autoridades y demarcar su jurisdicción, tal como lo disponía el mandato real, pero esa fue la última y definitiva fundación:

“A fines de junio [de 1863], Mate de Luna decidió fundar la ciudad dándole el nombre de San Fernando del Valle de Catamarca en homenaje al santo cuyo día se recordaba cuando arribó al valle; designa a los miembros del cabildo y teniente gobernador a Pedro Ramírez de Velasco. El 5 de julio de 1683, en la margen opuesta del río del Valle, fija el asentamiento definitivo de la ciudad, por considerarlo un sitio “capaz, hermoso y seguro de toda inundación”. Ese día plantó el Rollo o Árbol de Justicia, delineó la nueva ciudad que tendría 9 cuadras de largo y ancho, con dos cuadras de ronda y un cuarto de legua de ejidos. Asistieron a la fundación el gobernador, el cura Maestro Nicolás de Herrera, el visitador fray Jacinto Valladares, y todos los cabildantes y vecinos.” (http://www.atlas.catamarca.gob.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=173&Itemid=209).

Festejos:

El 336° Aniversario de este acontecimiento será festejado por los catamarqueños con gran júbilo. Los actos conmemorativos contarán con una gala artística de primer nivel en el Paseo de la Fe, ubicado frente a la Catedral de Nuestra Señora del Valle.

Todos los ciudadanos que se acerquen a este espacio céntrico podrán disfrutar del espectáculo lírico que proponen Los Tres Tenores: Nicolás Romero, Duilio Smiriglia y Dario Sayegh, con el acompañamiento estelar de la extraordinaria cantante internacional Elena Roger, y la participación de una orquesta de músicos de Buenos Aires bajo la dirección del maestro Matías Chapiro, repertorista del Teatro Colón.

El evento contará además, como invitados especiales, con la actuación de María Paula Godoy, Americanta, el grupo Voces y el Ballet Folklórico Municipal.

La propuesta es imperdible, gratuita y al aire libre: la ciudad se viste de fiesta para festejar este nuevo aniversario.

En virtud de lo expuesto, considerando que se trata de un acontecimiento de profundo significado cultural e histórico para el pueblo catamarqueño que lo rememora con alegría, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto.-