POBLACION Y DESARROLLO HUMANO
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Secretario Administrativo SRA. BENITEZ GLADYS EVA
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 2996-D-2019
Sumario: SISTEMA ESTADISTICO NACIONAL. INCORPORACION DEL USO DEL TIEMPO Y TRABAJO NO REMUNERADO.
Fecha: 13/06/2019
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 77
ENCUESTA NACIONAL DEL USO DEL TIEMPO Y TRABAJO NO REMUNERADO
Artículo 1: OBJETO. Inclúyase en el Sistema Estadístico Nacional a la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado.
Artículo 2: DEFINICIÓN. La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado (de ahora en más la ENCUESTA) es el instrumento metodológico que realizará la recolección, con perspectiva de género, de todos los datos e información pertinente a la participación y el tiempo empleado tanto por mujeres, varones y personas no binarias mayores de dieciocho (18) años de edad en sus trabajos remunerados, no remunerados, y las diferentes actividades cotidianas.
Artículo 3. La ENCUESTA se realizará anualmente y de forma permanente en todo el territorio nacional.
Artículo 4: OBJETIVOS. La ENCUESTA tiene los objetivos explicitados a continuación:
a. Cuantificar y visibilizar el trabajo no remunerado y las distintas actividades que realizan los varones, mujeres y personas no binarias;
b. Medir y cuantificar la contribución que realizan las mujeres y personas no binarias al sostenimiento del hogar y al desarrollo económico y social en general;
c. Cuantificar y visibilizar las desigualdades de género existentes en los hogares del territorio nacional;
d. Generar Información para la Cuenta Satélite de los hogares que visualice el trabajo no remunerado y el uso diferencial del tiempo.
Artículo 5: La Autoridad de Aplicación de la presente ley deberá utilizar la información recolectada para desarrollar las siguientes acciones:
a. Construir políticas y programas para lograr una distribución igualitaria del trabajo remunerado y no remunerado entre mujeres, hombres y personas no binarias;
b. Confeccionar herramientas, políticas públicas, y programas orientados al mercado laboral que reduzcan la flexibilidad del mercado de trabajo, la exclusión social;
c. Analizar el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, y a su vez la distribución del tiempo de trabajo en las familias.
d. Realizar un seguimiento y evaluación de las políticas públicas y programas determinadas en el punto anterior;
e. Producir y confeccionar un Informe Final realizando una evaluación y sistematización de los datos visibilizando a la población en general las desigualdades de género;
f. Identificar cuáles son los factores de utilización diferente del tiempo entre varones, mujeres y personas no binarias;
g. Identificar la cantidad de tiempo utilizada por las personas para las actividades en general y el trabajo no remunerado, y realizar campañas de concientización masivas y nacionales destacando la importancia de dicho tiempo para la construcción de hogares y de la economía nacional;
Artículo 6: La ENCUESTA produce información estadística vinculada a las siguientes actividades compuestas por diferentes categorías:
a. Trabajo Remunerado: consiste en trabajo principal, trabajo secundario, salarios, tiempos de traslado, búsqueda de empleo;
b. Trabajo No Remunerado: todas las actividades domésticas (preparación de la comida, limpieza, cuidado de la ropa, manejo del hogar, compras del hogar y traslados, mantenimiento del hogar, compras de alimentos, bebidas, artículos de limpieza, compra de vestimenta propia o para miembros del hogar, cría de animales, recolección de flora y fauna, recoger agua, leña y/o frutas, cuidar mascotas);
c. Cuidado a miembros del hogar: niños y niñas menores, adultos mayores, y población de enfermos y discapacitados;
d. Actividades No Remuneradas para otros hogares, para la comunidad y trabajo voluntario;
e. Educación y Aprendizaje: asistencia a clases, tiempo destinado al estudio, prácticas escolares, asistencia a seminarios, y traslados;
f. Tiempo Libre y Convivencia Social: actividades de encuentro con familiares o amigos, asistencia a eventos deportivos, culturales o espectáculos, y actividades religiosas;
g. Uso de los medios de comunicación: leer libros y diarios, utilización de las redes sociales, de internet en general;
h. Cuidado Personal: descanso y recreación, consultas médicas, comer y beber, asearse y arreglarse;
i. Toda otra actividad que se encuentre relevante para el cumplimiento del objeto de la ENCUESTA.
Artículo 7: Autoridad de Aplicación. La autoridad de aplicación de la presente ley será determinada por el Poder Ejecutivo Nacional.
Artículo 8: Funciones de la Autoridad de Aplicación. La autoridad de aplicación debe establecer la metodología y el sistema de medición, como así el diseño muestral, análisis, tipo de relevamiento, y forma de publicación de los resultados de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado
Artículo 9: Inclúyase en el Sistema de Cuentas Nacionales la Cuenta Satélite sobre el Uso del Tiempo y el Trabajo No Remunerado.
Artículo 10: El Poder Ejecutivo Nacional, en el plazo de CIENTO OCHENTA (180) días a partir de la entrada en vigencia de la presente Ley, deberá proceder a su reglamentación.
Artículo 11: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las estadísticas sobre uso del tiempo han tomado impulso a partir de la Plataforma de Acción adoptada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (1995) en la que se insta a los países a hacer estudios periódicos sobre el uso del tiempo para medir cuantitativamente el trabajo no remunerado y mejorar la captación de información sobre las contribuciones de mujeres y hombres a la economía.
Asimismo, las Naciones Unidas han fijado como una de las prioridades en el campo de la investigación la medición del tiempo y su utilización. En el ámbito regional, en la décima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe realizada en 2007, los países acordaron apoyar una serie de acciones por los derechos de las mujeres. Uno de los compromisos asumidos es impulsar instancias para el reconocimiento del trabajo no remunerado.
El trabajo doméstico y de cuidado no remunerado cumple con dos funciones económico-sociales. Por un lado, garantiza la reproducción de la fuerza de trabajo, imprescindible para la producción de bienes y servicios con valor económico en el mercado que permitan satisfacer las necesidades y deseos de las personas. Por el otro, garantiza el bienestar efectivo de las personas, al mediar entre el acceso a bienes y su consumo efectivo
El uso del tiempo de las personas, es decir su distribución entre las diferentes actividades de la vida (trabajo en un empleo, trabajo doméstico y de cuidado, educación y capacitación, esparcimiento, etc.) está mediado por la división sexual del trabajo. Esto es, una distribución del tiempo destinado a distintas actividades, diferente y desigual entre varones y mujeres.
Estas brechas de género en el uso del tiempo dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades. Los antecedentes demuestran que las mujeres destinan más tiempo que los varones al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y esto limita su participación en actividades económicas remuneradas, lo que restringe su acceso a ingresos monetarios y por ende, su autonomía económica. Esta situación está mediada además por la posición socioeconómica de las personas y los hogares
Recientemente, CEPAL en La hora de la Igualdad: Brechas por cerrar, caminos por abrir (2010) planteó la igualdad como un principio normativo y un horizonte estratégico del desarrollo identificando los desafíos en materia de políticas. Desde esta óptica además del desarrollo de capacidades, oportunidades laborales y acceso a redes de protección social la igualdad se concibe como una condición de ciudadanía, de carácter normativo en relación a los derechos civiles, políticos, sociales y ambientales. En este marco se enfatiza el papel de los pactos sociales y fiscales a partir de la igualdad en los procesos de deliberación, de redistribución y acceso a diferentes mecanismos que aseguran la inclusión social permitiendo la plena titularidad de derechos. Asimismo, la CEPAL establece como vector del desarrollo de la región la necesidad de un cambio estructural en base a una agenda de igualdad de derechos de toda la ciudadanía que genere mínimos estándares de bienestar progresivos en conjunto con un fortalecimiento del rol del Estado para la creación de sistemas más inclusivos e integrados.
Para avanzar hacia esta agenda de igualdad de derechos el enfoque de género - a partir del visualizar y reconocer la manera como operan las relaciones de género en los distintos ámbitos del desarrollo de las personas y las sociedades- ha identificado la división sexual del trabajo entre hombres y mujeres y el uso diferencial del tiempo como el fundamento de la subordinación económica, social y política de las mujeres que requiere la voluntad política de los gobiernos para concretar cambios que apunten a lograr el desarrollo de capacidades, oportunidades y derechos para las mujeres. Gran parte de los estudios económicos y laborales se centran en el trabajo para el mercado dejando de lado una gran cantidad de actividades dirigidas al bienestar personal, familiar y social. En las últimas décadas una importante cantidad de investigadoras e investigadores han criticado a la corriente principal de los estudios sobre el empleo que asimila el trabajo con la actividad desarrollada en forma remunerada y para el mercado, mostrando que la participación remunerada de las personas en la producción de bienes y servicios no basta para la satisfacción y de la necesidades humanas y para mantener la integración social. Centrar la preocupación en el sector mercantil proporciona una visión parcial del trabajo, cuando precisamente en las últimas décadas del siglo XX la identificación tradicional entre trabajo y empleo es cuestionada por la observación empírica que da cuenta de una gran diversidad de formas de trabajo, mercantiles y no mercantiles.
El estudio del trabajo no remunerado requiere de conceptos, metodologías e instrumentos de medición específicos para dar cuenta de sus distintas modalidades, su relación con el trabajo remunerado y otras actividades cotidianas. Por lo general se establecen varias categorías para medir el uso del tiempo en las actividades que se realizan por fuera del mercado: el tiempo de necesidades personales, el tiempo del trabajo mercantil, el tiempo destinado al trabajo doméstico, el tiempo dedicado a los cuidados familiares, el trabajo voluntario o al servicio de la comunidad, el tiempo de ocio. Con respecto a cada una de estas modalidades el instrumental conceptual disponible y las posibilidades de medición son bastante desiguales como se podrá apreciar a lo largo de este trabajo. Como destaca Marie Thérese Letablier (2001: 22), resulta importante considerar a los cuidados familiares separadamente del trabajo doméstico, en tanto actividades no remuneradas dirigidas a otras personas de la familia, porque define un campo de problemas de investigación social que tiene sus actores y sus instituciones. Si bien todos los tiempos son necesarios e importantes para el bienestar las encuestas de uso del tiempo por lo general se focalizan en los tiempos de trabajo no remunerado que cubren las necesidades básicas. Desde hace varias décadas los estudios sobre el uso del tiempo han proporcionado una gran masa de información sobre la forma en que las personas usan el tiempo aportando datos sobre el desigual reparto del trabajo total, tanto remunerado como no remunerado entre mujeres y varones, y pueden ser utilizadas, a su vez, para calcular el valor económico que el tiempo de trabajo no remunerado aporta a las economías. Ello permite orientar la formulación de políticas públicas que atiendan las necesidades sociales de cuidado mediante la corresponsabilidad social, trasladando responsabilidades del ámbito familiar al público y al privado. La experiencia desarrollada en la región señala un camino promisorio para avanzar tanto en el plano de la incidencia política, con la finalidad de colocar el tema en la agenda pública, como en la producción de nuevos conocimientos que contribuyan tanto a diseñar mejores instrumentos como a profundizar los análisis de la información disponible.
En cuanto al rol de las mujeres y promoción de la igualdad de género fue la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el de 18 de diciembre de 1979 la que generó el puntapié inicial. La CEDAW reconoce el aporte no valorado de la mujer al bienestar social a través de las responsabilidades familiares y promueve la corresponsabilidad entre hombres y mujeres como vía para el desarrollo de la sociedad. La Convención conforme a la introducción expresa: “Teniendo presente el gran aporte de la mujer al bienestar de la familia y al desarrollo de la sociedad, hasta ahora no plenamente reconocido, la importancia social de la maternidad y la función tanto del padre como de la madre en la familia y en la educación de los hijos, y conscientes de que el papel de la mujer en la procreación no debe ser causa de discriminación, sino que la educación de los niños exige la responsabilidad compartida entre hombres y mujeres y la sociedad en su conjunto” (CEDAW, 1979)2 .
En la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer (Beijing 1995) se reconoce de manera potente y explícita que se aprecien las diferencias entre mujeres y varones en lo relativo al trabajo remunerado y no remunerado. En el documento de resoluciones y declaraciones de la Plataforma de Acción se expresa la siguiente medida (Párrafo 68, b): “Elaborar medios estadísticos apropiados para reconocer y hacer visible en toda su extensión el trabajo de la mujer y todas sus contribuciones a la economía nacional, incluso en el sector no remunerado y en el hogar, y examinar la relación entre el trabajo no remunerado de la mujer y la incidencia de la pobreza y la vulnerabilidad de las mujeres a ella”.
La Organización Internacional del Trabajo en la decimoctava Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (Ginebra 2008) aprobó la Resolución primera sobre Medición del Tiempo de Trabajo en la cual se reconocen las actividades productivas de los hogares como trabajo no remunerado fuera del Sistema de Cuentas Nacionales pero dentro de la frontera general de la producción. Asimismo, estas mediciones deberán “Servir de base para el diseño, la puesta en práctica, el seguimiento y la evaluación de las políticas y programas económicos, sociales y del mercado laboral que tratan mayoritariamente de la flexibilidad del mercado de trabajo, la exclusión social, el equilibrio entre el trabajo y la vida privada y la distribución del tiempo de trabajo en las familias, etc., con estadísticas sobre el número de horas efectivamente trabajadas y el número de horas habitualmente trabajadas y el ordenamiento de estas horas para todos los miembros de las familias y todos los grupos de población”.
A nivel regional aparecen dos eventos significativos impulsados por la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL) que colocaron en la agenda regional la necesidad de avanzar periódicamente en la medición del uso del tiempo para reconocer la contribución de las mujeres a la economía en sus dimensiones productivas y reproductivas. El Consenso de Quito de la décima Conferencia Regional sobre la Mujer (Quito, 2007) reconoce en el párrafo 9 de la resolución: “el valor social y económico del trabajo doméstico no remunerado de las mujeres, del cuidado como un asunto público que compete a los Estados, gobiernos locales, organizaciones, empresas y familias, y la necesidad de promover la responsabilidad compartida de mujeres y hombres en el ámbito familiar”, proponiendo: “desarrollar instrumentos de medición periódica del trabajo no remunerado que realizan las mujeres y hombres, especialmente encuestas de uso del tiempo para hacerlo visible y reconocer su valor, incorporar sus resultados al sistema de cuentas nacionales y diseñar políticas económicas y sociales en consecuencia”. Los acuerdos alcanzados en el Consenso de Quito en torno a las mediciones del uso del tiempo presentan un énfasis en la periodicidad de la aplicación de los instrumentos y la necesaria articulación de los resultados para la creación de políticas de equidad de género que promuevan una equitativa distribución del trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres. El nexo entre las mediciones y uso del tiempo y las políticas de igualdad de género comienzan a aparecer en el escenario internacional con mayor fuerza.
Por otro lado, aparece acentuada la cuestión del cuidado como un asunto público que los Estados deben incorporar en sus políticas públicas. En la undécima Conferencia Regional sobre la Mujer (Brasilia 2010) se adopta el Consenso de Brasilia donde se reitera la necesidad de continuar profundizando las mediciones del uso del tiempo en la región ya que continúan persistiendo desigualdades de género e inequidades en los usos del tiempo entre hombres y mujeres. El texto resultante del Consenso lo manifiesta de la siguiente forma: “Teniendo en cuenta que América Latina y el Caribe continúa siendo la región más desigual del mundo y que se agudizan las brechas de género, etnia y raza que registra; que es inaplazable cambiar las bases sociales, políticas, culturales y económicas que sostienen la división sexual del trabajo, y que la clave para lograrlo supone una nueva ecuación entre el Estado, la sociedad en su conjunto, el mercado y las familias, en la que el trabajo doméstico no remunerado y las tareas de cuidado se entiendan y traten como asuntos públicos, de responsabilidad compartida entre todas estas esferas”.
Consideramos que también es necesario estratégicas y corresponsabilidad entre el Estado, mercado, familias y sociedad en la construcción de respuestas y políticas públicas en los asuntos de género, principalmente en el déficit de cuidado y la división sexual tradicional del trabajo que signa a las sociedades contemporáneas de América Latina y el Caribe. En clave de políticas públicas de género, el Consenso de Brasilia propone en el apartado 1a: “Adoptar todas las medidas de política social y económica necesarias para avanzar en la valorización social y el reconocimiento del valor económico del trabajo no remunerado prestado por las Mujeres en la esfera doméstica y del cuidado”. Nuevamente el énfasis se centra en formular respuestas para la distribución equitativa de los cuidados entre hombres y mujeres en las sociedades, problemática que resulta de la visibilización de la carga del trabajo total evidenciada en las mediciones del uso del tiempo y en la feminización de los cuidados a través de la reproducción de roles de género tradicionales que moldean una inequitativa división sexual del trabajo.
Con respecto a las cuentas satélites, el Consenso propone en el apartado 1d: “Impulsar el establecimiento, en las cuentas nacionales, de una cuenta satélite sobre el trabajo doméstico no remunerado y el trabajo de cuidado que llevan a cabo las mujeres”. Las cuentas satélites aparecen nuevamente como una necesidad explicitada y jerarquizada, siendo pocos los países que han emprendido acciones en este sentido. El Consenso de Brasilia recoge esta necesidad y la expresa como una propuesta fundamental para el desarrollo de mediciones que incidan en las políticas económicas de los países.
En síntesis, a partir de las dos últimas Conferencias Regionales y de la Conferencia de OIT 2008 se amplificó la agenda de la medición del trabajo no remunerado porque además del enfoque contable - derivado de la Plataforma de Acción de Beijing- se destaca la importancia del cuidado y la necesidad de insumos de información estadística que puedan servir de base a análisis micro y meso de utilidad para el diseño de políticas públicas.
Tomamos como marco estos eventos internacionales y regionales para justificar y legitimar los emprendimientos estadísticos que debemos realizar como país y desde el Estado Nacional. Se presentan como hitos políticos y simbólicos fundamentales para el avance y validación de los compromisos asumidos por los países y en definitiva dan cuenta de los logros y desafíos que los países presentan en relación al cumplimiento de las recomendaciones propuestas.
Además del contexto internacional mencionado, en nuestro país tenemos los siguientes antecedentes. En el 2010 se realizó la Encuesta de Uso del Tiempo (EUT) y Voluntariado en la Rosario-Santa Fe con una muestra de 1000 viviendas y a personas mayores de 15 años, cuyo organismo ejecutor fuer la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario en alianza con el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Santa Fe, y el Programa Voluntarios de Naciones Unidas. El financiamiento corrió por parte de la ONU Mujeres. A su vez, se realizó la ENUT en el año 2016 en la Ciudad de Buenos Aires, en base a la Clasificación de Actividades de Uso del Tiempo para América Latina y el Caribe (CAUTAL). Por último, utilizar también de marco institucional y como antecedente estadístico, la Encuesta sobre el Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo implementada como módulo de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos durante el tercer trimestre de 2013 realizada desde el INDEC.
A su vez creemos pertinente, incluir en la futura encuesta de escala nacional a un sector de la población más discriminado social y económicamente, como ser las personas no binarias. Creemos que tanto en el relevamiento como en las encuestas mismas sobre trabajo no remunerado, cuidado del hogar, y las demás actividades deben estar incluidas. Es el conjunto de la población que menos expectativas de vida tiene, el que más dificultades tiene para acceder al mercado laboral, y que también debe realizar las tareas de cuidado, mantenimiento, de salud y personales. Cuantificar y visibilizar las desigualdades económicas y sociales también es incluir a las personas de identidades no binarias.
Por todo lo expuesto anteriormente, solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
DE PONTI, LUCILA MARIA | SANTA FE | MOVIMIENTO EVITA |
FERREYRA, ARACELI | CORRIENTES | MOVIMIENTO EVITA |
GROSSO, LEONARDO | BUENOS AIRES | MOVIMIENTO EVITA |
ARROYO, DANIEL | BUENOS AIRES | RED POR ARGENTINA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
MUJERES Y DIVERSIDAD (Primera Competencia) |
POBLACION Y DESARROLLO HUMANO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 1448/2019 | ESTE EXPEDIENTE HA SIDO TENIDO A LA VISTA EN EL O/D 1448/19 | 19/11/2019 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DEL DIPUTADO ARROYO (A SUS ANTECEDENTES) | ||
Diputados | RESOLUCION DE PRESIDENCIA - AMPLIACION DE GIRO A LA COMISION DE MUJERES Y DIVERSIDAD. SE SUPRIME EL GIRO A LAS COMISIONES DE FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. |