Expresar su beneplácito por la realización de una nueva edición de la X Fiesta del Inmigrante Italiano, que se llevará a cabo el 28 de Junio de 2008, en la comuna de San Agustín, departamento de Las Colonias, provincia de Santa Fe.

Señor presidente:

La Fiesta del Inmigrante Italiano se lleva a cabo desde hace una década, en el mes de junio, en la comuna de San Agustín, departamento de Las Colonias, provincia Santa Fe, y como tal, constituye una expresión genuina y representativa de los valores culturales e históricos de la inmigración italiana, tan importante para el desarrollo agroindustrial santafesino.

Nuestro país comparte con Estados Unidos, Australia y Canadá la fuerte impronta de la inmigración europea que a finales del siglo XIX se convirtió en un verdadero fenómeno de carácter masivo. En la Argentina las consecuencias de este proceso fueron muy marcadas por dos razones: por un lado, por la enorme cantidad de inmigrantes que arribaron al país y, por otra parte, por la escasa población que tenía al momento de desatarse la inmigración.

Durante el gobierno de Urquiza se establecieron las primeras colonias rurales de inmigrantes. La provincia de Corrientes, en 1855, impulsó un programa para la llegada de un millar de agricultores a quienes el Estado entregaría 35 hectáreas aptas para el cultivo, además de semillas, herramientas y animales para labranza. En 1857 se fundó la Asociación Filantrópica de Inmigración que tuvo a su cargo la construcción del Hotel de Inmigrantes. Ese mismo año el gobierno impulsó también el poblamiento de Colonia San José en Entre Ríos. Más tarde, los presidentes Mitre (1862-1868), Sarmiento (1868-1874) y Avellaneda (1874-1889) continuarían abonando iniciativas similares a las adoptadas por Urquiza, políticas que explican el nacimiento de Colonia Suiza en Baradero (1856), Colonia Esperanza (1856) en Santa Fe y la Colonia Galesa de Gaimán (1865) en Chubut, bajo el patrocinio del ministro del Interior Guillermo Rawson, o la modesta, pero no por ello menos significativa idea del gobernador de la Patagonia, Álvaro Barros, de establecer una Colonia Italiana en Zanjón de Oyuela al promediar la última parte del siglo XIX.

La inmigración italiana en Argentina cobra importancia a partir de la sanción de la Constitución Argentina en 1853 y de una política inmigratoria que alentó el arribo de comerciantes, industriales, técnicos, operarios y artistas, pero fundamentalmente agricultores, los que se asentaron en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba para fundar las colonias agrícolas y trabajar la tierra.

En la zona que nos ocupa, cuando los españoles arribaron a estas tierras, encontraron pobladores autóctonos que pertenecían a las más diferentes etnias indígenas: chana, timbúes, corondas, quiloazas, calchines, mocoretás y mepenes.

Desde 1748, estas tierras fueron propiedad de la familia Lacoizqueta, y desde 1807 se las conoce como Campo Malaquías, denominación que se mantiene aun cuando el propietario fue Patricio Cullen hasta fines de 1870. A partir de 1871, recibe el nombre de Colonia San Agustín, debido a que el gobernador Mariano Cabal funda dicho pueblo y colonia.

Desde la fundación de la colonia empiezan a llegar los inmigrantes, en su mayoría de la región del Piamonte. La importancia de la inmigración en esta zona fue tal que en 1881 había 1.950 habitantes de los cuales 403 eran argentinos, 1.510 italianos, 26 franceses, 8 alemanes y 3 españoles.

En 1874 levantan la primera capilla, próxima al actual templo, con lugar para un cura y un recinto para que se dicten clases.

En 1888 fundan la Societá Italiana Unione e Aiuto y después de dos años inauguran el local que hoy se mantiene con posteriores refacciones. Dicha sociedad fue fundada con la finalidad de crear espacios de sociabilidad entre los miembros de la colectividad italiana, a la vez que de conservar los rasgos culturales e identitarios de la nacionalidad de origen. Al mismo tiempo, la Societá contribuyó a la formación y desarrollo del espacio público local y a la inserción de los italianos en la sociedad argentina.

El deseo de los inmigrantes italianos de la zona de educar a las nuevas generaciones se reflejó en las abundantes escuelas particulares y fiscales que funcionaron durante los primeros 100 años y los seis establecimientos de educación primaria y uno de educación secundaria que en la actualidad forman a los niños y jóvenes de San Agustín y localidades vecinas.

Los inmigrantes piamonteses, pioneros de la colonización de esta región santafesina, se dedicaron a la actividad agropecuaria, trabajando la tierra y criando ganado, a la par que formaban y mantenían sus familias, instalaban sus viviendas, aprendían el idioma, e intentaban superar el desarraigo y adaptarse a la pampa argentina.

Como tributo a los inmigrantes que quienes vinieron a trabajar, conformaron nuestra población y engrandecieron nuestro país, creo importante que esta Honorable Cámara declare su beneplácito por la realización de la X Fiesta del Inmigrante Italiano en la comuna de San Agustín, provincia de Santa Fe.

Por todo lo expuesto anteriormente, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.