Declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación el "Día de los derechos de las poblaciones aborígenes argentinas" a celebrarse el día 19 de julio de 2010, en conmemoración de la masacre de Napalpi ocurrida en el año 1924.

Señor presidente:

La construcción de nuestra identidad, no puede cometer omisiones, en este caso en particular, es imperativo el reconocimiento de la deuda existente por parte de la Nación con las comunidades de los pueblos originarios por su aporte económico, social y cultural a los Estados.

En el año 1922, el Territorio Nacional del Chaco ya se perfilaba como el primer productor nacional de algodón, en julio de 1924, los pobladores originarios toba y mocoví de la Reducción Aborigen de Napalpí, situada -a 120 kilómetros de Resistencia- se declararon en huelga: denunciaban los maltratos y la explotación de los terratenientes.

Los ingenios de Salta y Jujuy ofrecieron mejor paga. Hacia allá intentaron ir los pobladores, pero el gobernador Centeno prohibió a los indígenas abandonar el Chaco, ante esta situación, los pobladores de Napalpí decidieron resistir.

El 18 de julio del mismo año, y con la excusa de un supuesto malón indígena, Fernando Centeno dio la orden de atacar. . A la mañana del 19 de julio, 130 policías y algunos civiles partieron desde la Localidad de Quitilipi hasta Napalpí. Después de 45 minutos de disparar los Winchester y Mauser a todo lo que se movía, sólo quedó el silencio y la humareda de los fusiles. Los heridos -fueran hombres, mujeres o niños- fueron asesinados a machetazos.

El periódico Heraldo del Norte recordó el hecho a finales de la década del '20: "Como a las nueve, y sin que los inocentes indígenas realizaran un solo disparo, hicieron repetidas descargas cerradas y enseguida, en medio del pánico de los indios (más mujeres y

niños que hombres), atacaron. Se produjo entonces la más cobarde y feroz masacre, degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad".

Es por ello, que en el año del Bicentenario, corresponde asumir la responsabilidad frente a las comunidades de los pueblos originarios, a fin de que puedan gozar plenamente de sus derechos sin obstáculos ni discriminación alguna, conforme lo dispuesto en la Carta Magna y el Convenio 169 de la OIT.

Es menester, de esta Honorable Cámara de Diputados, acompañar todos los actos que nuestros pueblos originarios realicen en esta significativa fecha, que año a año rememora los trágicos sucesos ocurridos en Napalpi.

Por lo aquí expuesto, solicito a los Sres. Diputados de la Nación acompañen el presente proyecto.