Expresar su beneplácito por el 135° aniversario de la fundación y por el Centenario de la declaración como Municipio de la Ciudad de San Pedro de Jujuy, Provincia de Jujuy.

Señor presidente:

La Ciudad de San Pedro de Jujuy, conocida como “La Perla del ramal”, es la segunda ciudad más poblada de la Provincia.

El nombre de San Pedro puede derivar de que cuando Don Francisco de Salcedo recibe tierras en retribución a sus servicios – en 1754-, actuaba bajo la advocación de San Pedro Mártir, por lo que los pobladores resolvieron llamar San Pedro al lugar. O bien de que cuando las tierras fueron otorgadas por Salcedo a Don Pedro López de Velasco, los lugareños comenzaron a llamar a este solar “La Estancia de Don Pedro” y que después los Franciscanos que visitaron con la imagen del Santo hayan impuesto el nombre de San Pedro. Lo cierto es que un buen número de pobladores ya se encontraban desde 1774, cuando el segundo propietario-empresario de la Finca San Pedro extendió cultivos y corrales e inició la explotación de caña de azúcar, tarea que solo pudo hacer contando con un importante campamento de obreros. Dado esto, cuando se “fundó el pueblo”, el lugar estaba habitado por personas desde hacía 119 años, cuando se radicó el primer propietario de la Pampa San Pedro. Entonces la Fundación de San Pedro de Jujuy no se concretó con una conquista de terreno ni con el asentamiento de una población sino que el valor fundacional consistió en convertir en comunidad políticamente organizada al grupo humano que servía en el proceso económico productivo de la Finca e Ingenio Azucarero San Pedro. Condición insalvable para que hoy exista la ciudad.

El solar, finca, o estancia San Pedro de Jujuy tiene no menos de 254 años. Su sala con viviendas periféricas de empleados en actividad agropecuarias, registran una antigüedad poco menor. Luego de la de las décadas de 1820, durante las luchas de la Independencia y en 1830, durante las luchas civiles entre Unitarios y Federales, se organizaron milicias con habitantes de la Finca y zonas rurales próximas.

Desde 1870, en tiempos en que era Gobernador don Restituto Zenarruza, existía una Ley provincial disponiendo la expropiación de tierras para fundar pueblos, entre otras regiones en la Finca San Pedro, pero la provincia enfrentaba convulsiones políticas casi permanentes. El procedimiento de expropiación disponía que el propietario las vendiera a quienes entonces las ocupaban, las escrituraran y se resarciera cobrándolas. El 1° de marzo de 1883, tras la renuncia del Gobernador Pedro Blas, asume Don Eugenio Tello y gobierna hasta el 1° de mayo de 1885.

Eugenio Tello señala en una misiva al entonces Gobernador Benjamín Villafañe que hubo arduas discusiones con los dueños de la Finca San Pedro, quienes cobraban alquiler a los que vivían en las proximidades del Ingenio Azucarero San Pedro. Hubo intenciones e instrumentos legales para

convertir el caserío en comunidad civil, pero fue recién en 1883 cuando se materializó la voluntad política y social de organizar el asentamiento.

Los hermanos Aráoz, dueños de la Finca San Pedro, eran los únicos en el lugar que faenaban reses vacunas y vendían mercadería en un almacén (pulpería), como dueños de la finca San Pedro. Actividades que perderían la exclusividad si era establecida una población. Por otra parte, la tierra a lotear para el pueblo era la mejor de la finca, estaba desmontada y en cierta manera parcelada. Allí tenía el dueño algunas construcciones que le servían en la marcha y administración de la heredad. En el lugar, vivían obreros del ingenio que pagaban alquiler por el terreno que ocupaban, lo que significa que generaban una renta.

Uno de los objetivos del Gobernador Tello fue el de organizar las poblaciones dentro de las tierras privadas, quitándoles el poder a los estancieros sobre los pobladores. De ahí las discusiones con los Aráoz, porque, según cuenta el Gobernador Tello, lo que no querían dejar los propietarios era el esquema de único proveedor con lo que los precios de la pulpería y demás productos que compraban los pobladores eran altos y ellos, además, cobraban alquileres por los terrenos que ocupaban sus empleados. En palabras de Tello: “… Poco después… salí a recorrer toda la provincia. Llegué al pueblo de San Pedro. El Sr. Aráoz, propietario del ingenio, me hospedó gentilmente y le dije: este pueblo es una toldería de indios. No tengo ley ni dinero para expropiarlo y entregarlos a sus ocupantes; pero más que el dinero y la ley vale su noble corazón. Si Ud. acepta dictaré un decreto de expropiación convencional, sin indemnización. Me contestó que jamás se suicidaría, que esas gentes vivían subordinadas trabajando en su ingenio, y que abonaban el alquiler de sus respectivos lotes. Fueron interminables las discusiones amistosas que tuvimos sin arribar a nada favorable, hasta que por fin le dije al Sr. Aráoz: no me moveré de su casa y desde aquí gobernaré la provincia. A los ocho días me dijo el Sr. Aráoz: vea gobernador, me ha vencido, dicte el decreto sin que importe despedirlo de mi casa. Mandé medir y amojonar el pueblo y el 25 de mayo de 1883 dicté el decreto”.

Si bien existe una controversia acerca de la fecha de fundación, se toma el día 25 de mayo de 1883 a partir de documentación existente, como esta carta recién citada enviada por el fundador Eugenio Tello en el año 1924 al entonces Gobernador de la Provincia Benjamín Villafañe. Sin embargo, en su obra titulada “Acerca de la Fundación de San Pedro” sostenida por abundante documentación histórica de la administración provincial, el Dr. Jobino Sierra Iglesias señala que en 1883 el Gobernador Tello redactó dos Decretos, uno el 30 de julio de expropiación-fundación del pueblo y el otro en fecha próxima de mensura, delineación y amojonamiento. Concluye que debe tomarse como fecha de fundación el 27 de julio de 1885, cuando el Agrimensor designado por el Gobierno termino la mensura. En ningún caso los decretos fueron encontrados. Esta discusión

histórica fue zanjada por ley provincial en 1997 estableciéndose la fecha oficial del 25 de mayo de 1883.

Por su parte, la Ley 311 de la Provincia de Jujuy decía – en 1916 -, que habría municipalidades en varios departamentos, entre ellos, San Pedro. Esta Ley de 1916 se pone en práctica en 1918 en San Pedro, al designarse el 6 de noviembre de 1918 a Don Abraham Machicado, primer intendente municipal, bajo la gobernación de Horacio Carrillo. El interventor municipal en 1918 era Segundo Pérez Fernández, quien había consignado que había ya entonces aguas corrientes instaladas y una banda de música. El 6 de julio fue elegido Presidente de la Comisión Municipal el Sr. Bernardino Sánchez, acompañado por el Sr. Hermógenes Arancibia.

En 1918, año de la declaración como Municipio, había un ingenio azucarero – como desde sus orígenes -, dos molinos harineros movidos por energía hidráulica, dos clubes sociales y varias escuelas que han festejado sus centenarios en 2017, lo que habla de una ciudad en crecimiento y con inquietudes.

Hoy, 100 años después de ser declarado municipio, con sus más de 62.000 habitantes, sigue siendo una ciudad cambiante y de intensa vida cultural, sede del famoso Carnaval de las Yungas, uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad, en el que participan 11 comparsas. También las fiestas patronales son muy importantes, y tienen lugar el 29 de junio.

Por estas razones, es que contamos con que nuestros pares nos apoyen en la aprobación del presente proyecto.