Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, para que a través del Ministerio de Salud de la Nación, informe sobre las siguientes cuestiones vinculadas al diseño y aplicación de políticas públicas de salud destinadas a los pueblos originarios en todo el territorio nacional:

1. Para que informe sobre las políticas sanitarias destinadas a los pueblos originarios, sus objetivos, la población beneficiaria y los alcances evaluados por el organismo de aplicación de las mismas indicando asimismo si existen mejoras de condiciones ambientales y de aprovisionamiento de agua potable.

2. Para que informe sobre la existencia de programas nacionales de salud y medio ambiente destinados a integrantes de pueblos originarios indicando en su caso si se contempla la prevención y la difusión de enfermedades que provocan brotes epidémicos.

3. Para que informe sobre el presupuesto destinado a estos programas que se encuentran en ejecución en la actualidad, detallando la cantidad asignada para cada territorio provincial y los criterios de distribución utilizados para las asignaciones presupuestarias.

4. Para que informe sobre al nivel de ejecución de los planes o programas y la participación de los pueblos originarios en esas instancias.

5. Para que informe sobre la evaluación de éstas políticas públicas, los órganos de evaluación encargados así como la participación de las comunidades beneficiarias en la evaluación de las políticas.

6. para que informe sobre cual es la participación del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas sanitarias los programas mencionados destinados a la atención de la salud de los pueblos originarios.

Señor presidente:

Los pueblos originarios de nuestro país, denuncian permanentemente la falta de políticas sanitarias interculturales, la carencia de políticas de salud pública diferenciadas que incorporen a los Pueblos Originarios según las regiones territoriales en donde se encuentren las comunidades, la falta de prevención epidemiológica, la falta de tratamiento real y efectivo de la zoonosis que afecta los territorios en donde se asientan, así como las inadecuadas políticas nutricionales que no contribuyen a la seguridad y satisfacción de los pueblos originarios.

Un estudio realizado por el Centro de Estudios Nelson Mandela informa que en las comunidades indígenas del Impenetrable en la Provincia de Chaco "persiste la pobreza extrema y el hambre continuo", profundizadas por las inundaciones producto de las intensas lluvias y el notable aumento del caudal de los Ríos Bermejito y Teuco que afecta aproximádamente 160.000 hectáreas donde se ubican 28 comunidades indígenas y 4 mixtas conformadas por pueblos originarios, criollos y gringos comprometiendo en situación de emergencia aproximadamente a 24.000 habitantes sin asistencia alimentaria y sanitaria específica. En sus últimos informes denuncian la escalada de la mortalidad infantil por desnutrición así como la desatención sanitaria y social por parte del estado nacional a estas comunidades señalando también la falta de acciones destinadas suministrar agua suficiente y seguro para consumo humano, comunicaciones para acceder por vía terrestre o fluvial a los parajes, asistencia alimentaria, atención sanitaria conforme a las pautas cautelares establecidas por la Corte Suprema de Justicia, acciones conjuntas de la nación con la provincia para atender estas situaciones de emergencia sanitarias. La Corte dispuso medidas respecto de provisión de agua potable, alimentos, medios de comunicación y transporte hasta los centros de salud por éste caso. La Organización Panamericana de la Salud también señala con respecto a la situación en el Chaco, la falta de políticas nacionales sanitarias que prevengan y controlen la tuberculosis y el mal de chagas que se encuentran fuera de control según un informe elaborado por ellos el 21 de abril del año pasado. Para abordar la situación de emergencia, la Organización Panamericana de la Salud propuso un cambio en la distribución de alimentos de acuerdo a las identidades de los pueblos originarios, la conformación de equipos móviles multipropósitos apoyadas por agentes sanitarios y sociales con la cooperación técnica del área de salud nacional y la formulación de políticas de estado que prevengan e implementen acciones concretas en éstos territorios.

Esta es la situación del Chaco y del país con respecto a la falta de planificación en salud de políticas sanitarias que nos permitan evaluar y poner en prácticas acciones diferenciadas destinadas a los pueblos originarios y diseñadas en conjunto con ellos para salir de la actual situación de emergencia sanitaria de las comunidades en todo el país. A pesar de esta situación, los presupuestos 2008 y 2009 ponen en evidencia que la salud no es una cuestión del estado, como tampoco una prioridad en el menú de las actuales políticas públicas, no existiendo una política de salud basada en criterios de diversidad étnica, equidad, solidaridad, eficacia, eficiencia y calidad, con punto de apoyo en la atención primaria. Es evidente que se continúa utilizando a la salud pública como variable de ajuste del inmenso gasto del estado, utilizado en planes y programas nacionales de salud fragmentados y con escasos resultados positivos para las comunidades beneficiarias de los mismos.

La acción de los pueblos originarios de la Argentina, para que se rescate, reconozca y difunda su medicina, constituye un movimiento político y cultural que reclama transformación en la concepción de las políticas sanitarias que se han aplicado en nuestro país, como una de las tantas luchas que permitirán flexibilizar y mejorar el sistema sanitario hacia formas más democráticas y respetuosas de la diversidad, formas complementarias de ejercer prevención y control de enfermedades evitables en el territorio nacional. En éste sentido es necesaria la participación efectiva de las comunidades originarias en el diseño, la aplicación y la evaluación de las políticas sanitarias que promuevan la defensa de sus valores y cosmovisiones indígenas, la protección de las comunidades, la planificación de políticas sanitarias pluriculturales que integren los saberes originarios y el pleno desarrollo de las potencialidades que tienen estas comunidades.

Si bien sabemos de la existencia de las situaciones de vulnerabilidad social que genera la falta de políticas sanitarias integrales y efectivas por parte del estado nacional a diferentes grupos poblacionales, la situación de abandono de los pueblos originarios de nuestro país, desde hace varios años, merece un replanteo. En este sentido el Rol del Estado en la generación de políticas públicas, junto con las comunidades originarias, debe ser capaz de crear mejores estrategias sanitarias de prevención y control de enfermedades que sean diseñadas y llevadas a cabo en los territorios donde esos pueblos se asientan.

Por todo lo expuesto solicito la aprobación del presente proyecto.