Expresar su repudio por el pedido de restitución de tierras "en litigio", entre la Comunidad Mapuche y la Compañía Tierras del Sud, integrante del Imperio Benetton, esgrimiendo este último, las irreparables modificaciones de actos materiales básicos para la subsistencia doméstica, en la zona de Santa Rosa de Leleque, Esquel, provincia de Chubut, realizados por la comunidad mencionada.

Señor presidente:

En el mes de marzo del año 2007, el Juez Magallanes del Juzgado Civil, Comercial y Laboral de Esquel, dictó la medida cautelar, referente a cualquier modificación en el inmueble, hasta tanto no se dirima el juicio a favor de algunas de las partes.

Los irreparables daños ocasionados en la zona de litigio, observado por los hombres de Benetton, consisten simplemente, en una tranquera, una huerta familiar, un caballo, un gallinero, un corral para los corderos, un cultivo de papas, una sepultura, un horno de barro y la construcción de un "puente" precario, de tablas sobre un arroyo.

Los mapuches son una comunidad organizada, con sentido de pertenencia, concentrándose mayormente (un millón de sus descendientes) en la hermana República de Chile. En nuestro país, están mas dispersos, urbanizados y ya casi no hablan su lenguaje originario.

Para los mapuches, la tierra no es un inmueble, no tiene valor de uso ni traducción a las monedas de uso legal. La tierra es su existencia, el espacio donde desarrollan su humanidad, legado de sus antepasados.

La Constitución de nuestro país, en su artículo 75, habla de los derechos de los pueblos originarios, pero la creciente ocupación de tierras está provocando fricciones entre los organizaciones indígenas y los propietarios de los terrenos.

El movimiento de ocupación indígena comenzó en los años 80, la difícil situación económica e institucional vivida en el año 2001, animó a muchos mapuches a instalarse en terrenos que consideran pertenecientes a sus antepasados, independientemente de lo que digan los títulos de propiedad o los vallados en los campos.

La Compañía Tierras del Sud, no vacila en remover todo lo que se oponga a sus fines, basándose en el concepto que al tratarse de comunidades indígenas, son pueblos marginados, vulnerables y habituados a la discriminación, y por sobre todas las cosas, sin derechos algunos.

Por lo brevemente acá expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Resolución.