Comisiones » Permanentes » Comisión Permanente de Peticiones, Poderes y Reglamentos »

PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P04 Oficina 441

Secretario Administrativo SR. BOGRAD JULIO CESAR

Martes 18.00hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2436 Internos 2437/36

cppyreglamento@hcdn.gob.ar

PROYECTO DE RESOLUCION

Expediente: 4460-D-2012

Sumario: COLOCAR UNA PLACA CONMEMORATIVA DEL "BICENTENARIO DE LA BATALLA DE TUCUMAN" OCURRIDA EL DIA 24 DE SEPTIEMBRE DE 1812, EN LA PLAZA BELGRANO DE LA CIUDAD CAPITAL DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN.

Fecha: 28/06/2012

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 78

Proyecto
Colocar una placa conmemorativa del bicentenario de la Batalla de Tucumán, acaecida el 24 de septiembre de 1812, en la Plaza Belgrano, delimitada por las calles Lavalle, Alberdi, Bernabé Aráoz y Pasaje Dorrego, de la Ciudad de San Miguel de Tucumán.
En dicha placa, se leerá el siguiente texto:
"La Cámara de Diputados de la Nación
en homenaje a quienes protagonizaron
la gesta de la Batalla de Tucumán;
hito fundamental
en el proceso de la independencia argentina
24 de septiembre 1812 - 2012"

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


"Por mis partes anteriores sabe V.E. que el enemigo me perseguía; su número no lo había podido fijar porque las relaciones variaban según el modo de ver mis espías; pero observada la resolución de todos los individuos del ejército y de cuantos patriotas vinieron a sus banderas, de morir o vencer, me decidí a sostener las armas, sin tener consideración a las fuerzas que la tiranía dirigía contra nosotros..." (Manuel Belgrano, parte oficial de la Batalla de Tucumán, 29 de septiembre de 1812)..
Con estas palabras, Manuel Belgrano sintetizaba y describía uno de los momentos más importantes del proceso desencadenado a partir de los días de mayo de 1810, cuando se iniciaba el ocaso del orden colonial.
La Batalla de Tucumán, en la que se impusieron las tropas revolucionarias al mando del entonces General en Jefe del Ejército del Norte, Manuel Belgrano, el 24 de septiembre de 1812, se encuentra entre los sucesos más trascendentes de la revolución de independencia.
No sólo por el triunfo militar en sí, sino y fundamentalmente, por sus implicancias y características políticas y sociales.
Con la forzada renuncia de Cisneros y la instauración de la Junta Patriota, el nuevo gobierno se encontró frente a la necesidad de establecer, consolidar, comunicar e imponer el nuevo orden en toda la jurisdicción virreinal y, al mismo tiempo, tuvo que prepararse para la defensa de cara a la amenaza contrarrevolucionaria que se cernía sobre Buenos Aires, desde la banda oriental y el norte Alto Peruano.
Este estado de cosas hizo que la primera década estuviera signada por avances y retrocesos en cuanto a las medidas políticas implementadas, los territorios ganados, los protagonistas, las ideas y estrategias predominantes, y el desarrollo de las campañas militares de liberación.
En este sentido, el norte argentino fue el terreno por excelencia en donde se decidiría la suerte militar de la revolución y, por lo tanto, en donde jugaría - más de una vez - su propio destino.
"Entre 1810 y 1815 la guerra en el norte abundará en alternativas, pero no alcanzará una decisión. Ofensivas y contraofensivas llevan a las fuerzas revolucionarias tres veces hasta los límites del Virreinato y a las realistas dos veces hasta Tucumán (...)"
"Los combates comienzan aquí en octubre de 1810; el 27 las tropas revolucionarias que acaban de asegurar para el nuevo orden las intendencias de Córdoba y Salta son rechazadas por los realistas en Cotagaita; la victoria es prematuramente celebrada en el Alto Perú; semanas después, Suipacha (7 de noviembre) será el desquite de Cotagaita y abrirá a los revolucionarios todo el territorio altoperuano (...)" (Donghi, Tulio Halperín, "De la revolución de independencia a la confederación Rosista", en, Historia Argentina, Paidós, volumen 3, Bs. As. 1972, pág. 60).
En el marco de estos acontecimientos, Juan José Castelli - integrante de la Junta - fue nombrado auditor de guerra en reemplazo de Vieytes y el 25 de noviembre de 1810, entró en Potosí.
Castelli tendría una importante gravitación e influencia en el Alto Perú durante este período, pero no lograría constituir una adhesión lo suficientemente determinante como para fortalecer la posición de los patriotas y consolidar un número de tropas que le permitiera hacer frente al ejército realista.
Tras la derrota de Huaqui, el Alto Perú caería nuevamente bajo el ejido de la corona española.
El ejército del norte, en retirada, fue languideciendo hasta casi convertirse en restos, como resultado de las derrotas militares, las deserciones, la falta de pertrechos y dinero, y las reiteradas sucesiones de mando.
En estas condiciones, para 1812, Manuel Belgrano fue enviado por el gobierno a Salta, donde estaban ubicados los regimientos, para hacerse cargo de una difícil reorganización.
"El 26 de mayo de 1812 Belgrano llegó a Yatasto. Agotado por el viaje desde Rosario y agobiado por las recurrentes fiebres, tomó el mando de las tropas del Ejército del Alto Perú, a las que exhortó a la constancia, la subordinación y el respeto por los pueblos (...) Los soldados apenas llegaban a 1.500 y de ellos, la cuarta parte estaba hospitalizada. La artillería era mínima, y no contaba con dinero para mantener a los soldados ni para curar a los enfermos (...)"
"Para reorganizar el ejército instaló el campamento en Campo Salto, Salta, cerca de la provincia de Jujuy (...) En mayo mudó su cuartel a la ciudad de Jujuy desde donde pretendía iniciar su campaña sobre el Alto Perú (...)" (Luna, Félix, "Manuel Belgrano", colección "Grandes Protagonistas de la Historia", Planeta, España, 2000, pág. 82/83).
Los esfuerzos de Belgrano dieron frutos, en tanto logró recomponer - tímidamente aún - la moral de las tropas y su oficialidad, además de ganar la confianza de los pueblos, al hacer todo lo humanamente posible para que las cargas económicas no recayeran sobre las provincias en las que se desarrollaban las batallas.
En esta intención, Belgrano mantenía una numerosa correspondencia con el Triunvirato, a quien le exigía un mayor compromiso en apoyo a las tropas. Con estos antecedentes y en este contexto, se dio la Batalla de Tucumán.
Establecido en Jujuy, Belgrano recibió órdenes desde Buenos Aires, de replegarse hasta Córdoba frente al avance realista. El virrey de Lima había enviado al General Pío Tristán con una fuerte avanzada del ejército de más de tres mil hombres.
Encontrándose en inferioridad numérica y de recursos militares, Belgrano organizó una retirada de civiles y militares arrasando a su paso con todo aquello que pudiera ser de utilidad para los españoles.
El Éxodo Jujeño llevó al ejército patriota hasta Tucumán y en todo el trayecto de la retirada hacia el sur, fue atacado reiteradas veces en su retaguardia.
No obstante, tuvo lugar una inesperada victoria en Las Piedras, comandada por Díaz Vélez, que no interrumpió el repliegue, pero que sin dudas afectó positivamente los ánimos de la tropa.
Con la moral más alta y consciente que las órdenes del Triunvirato habían sellado definitivamente la suerte de las provincias del norte - puesto que se desguarnecía por completo a Jujuy, Salta y Tucumán - Belgrano concibió la idea de detenerse en Tucumán para rearmarse y presentar batalla, desoyendo las instrucciones del gobierno central.
Es así que envío a Balcarce hacia la ciudad con la intención de reclutar milicianos para engrosar las filas del ejército patriota y defender la posición.
Cuando el 13 de septiembre, Belgrano llegó a Tucumán, Balcarce lo recibió con cuatrocientos hombres a caballo, armados sólo con lanzas, pero bien organizados, y una ciudad dispuesta a prestar todo el apoyo necesario. Esto decidió al General a montar una estrategia de defensa para rechazar a los realistas.
"Belgrano contó con doce días para organizar sus tropas. Su plan consistía, como dice Mitre en ´esperar al enemigo fuera de la ciudad, apoyando su espalda en ella´, y después, ´en caso de contraste, encerrarse en la plaza´. Para lo cual cuenta Paz que en ella ´se fosearon las bocacalles y se colocó artillería´".
"Los vecinos principales se ocuparon en alistar gente de la campaña para engrosar el ejército, también reunieron caballadas y proporcionaron reses para el mantenimiento de los defensores"
"Llegaron contingentes reducidos de Catamarca y Santiago. Así se formaron los cuerpos de caballería de las provincias del norte llamados ´Decididos´" (Instituto Nacional Belgraniano, Belgrano y la Batalla de Tucumán).
El 24 de septiembre se desencadenó finalmente este conflicto que enfrentó a unos mil ochocientos soldados patriotas - número que finalmente se había logrado reunir en Tucumán - contra casi el doble de realistas.
En las primeras maniobras, Belgrano tomó la iniciativa de atacar lo que sorprendería al General Tristán. La carga de la caballería gaucha fue determinante, ya que se desarrolló de manera formidable arrasando todo a su paso y provocó la huida de una parte importante de la infantería española.
Tristán, aún confundido por las divisiones, desbandes y reagrupamientos producto de la batalla, intentó arremeter nuevamente y envía correspondencia a Díaz Vélez, quien se encontraba atrincherado en la ciudad, para exigirle la rendición.
Éste responde en una nota el 24 de septiembre: "Si V.S. se halla con la energía de que se lisongea para atacar, tema en el resultado los consiguientes de unas armas vencedoras justamente irritadas. Nuestra caballería en número superior a las fuerzas de V.S., al mando de mi digno General en Jefe el señor Brigadier Don Manuel Belgrano, que corta a V.S. toda retirada, concluirá el corto resto de los despojos que quedan a su mando; y solo serán sus ruinas el cuadro en que se eleve el estandarte de nuestra libertad (...)" (Eustaquio Díaz Vélez, parte oficial de la Batalla de Tucumán, 29 de septiembre de 1812).
Lo que siguió fueron acciones militares tanto de Belgrano como de Díaz Vélez, Balcarce, José María Paz, Warnes y Superí, entre otros, que demostraron ser acertadas y determinaron una importantísima victoria frente a los españoles.
El 25 de septiembre, Pío Tristán, al mando del ejército realista, huyó hacia Salta donde volvería a ser derrotado.
La decisión de Belgrano de desobedecer las órdenes del Triunvirato y la determinación del pueblo tucumano, hicieron posible que las provincias del norte argentino no cayesen en manos realistas.
Un repliegue hasta Córdoba no sólo hubiese librado a su suerte a aquellas provincias, sino que hubiese puesto en mayor riesgo a la revolución misma, puesto que los españoles habrían obtenido un extenso territorio y probablemente, asentados en Córdoba, habrían podido coordinar acciones con los realistas en la banda oriental y las tropas portuguesas de Brasil.
La Batalla de Tucumán puso de manifiesto, también, el carácter popular de las fuerzas que enfrentaron - en esta oportunidad y a lo largo de todo el proceso de independencia - a los españoles en el norte de nuestro país.
En palabras del propio Manuel Belgrano "los hijos de Jujuy y Salta que nos han acompañado, los de Santiago del Estero y los tucumanos, que desde mi llegada a esta Ciudad me dieron las demostraciones más positivas de sus esfuerzos y empeño de libertar a la Patria comprometiéndose a que Tucumán fuese el sepulcro de la tiranía (...)"
Consideramos fundamental que la Cámara de Diputados sea partícipe de la conmemoración - en septiembre de este año 2012 - del bicentenario de este momento histórico, trascedente para la conformación del carácter cultural de nuestra Nación y el proceso de independencia de toda América Latina.
Por eso, venimos a proponer la aprobación de este proyecto a efectos de concretar la colocación de una placa recordatoria en la Plaza Belgrano de la ciudad de San Miguel de Tucumán - comprendida entre calles Lavalle, Alberdi, Bernabé Aráoz y el pasaje Dorrego - que supo ser uno de los lugares donde se emplazaron inicialmente las fuerzas patrias.
Conforme las razones expuestas y convencidos que esta batalla exige ser recordada en toda su magnitud, es que solicitamos la aprobación de la presente iniciativa.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
CORTINA, ROY CIUDAD de BUENOS AIRES PARTIDO SOCIALISTA
SALIM, JUAN ARTURO TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
MIRKIN, BEATRIZ GRACIELA TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
DATO, ALFREDO CARLOS TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
BROMBERG, ISAAC BENJAMIN TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
GALLARDO, MIRIAM GRACIELA TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
15/08/2012 ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia sin modificaciones
02/10/2012 ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia sin modificaciones
02/10/2012 DICTAMEN Aprobado por unanimidad sin modificaciones
Dictamen
16/10/2012
Cámara Dictamen Texto Fecha
Diputados Orden del Dia 1048/2012 ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 30/2012 16/10/2012
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 30/10/2012 APROBADO