PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO
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PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 0472-D-2016
Sumario: DESIGNAR CON EL NOMBRE DE "FRANCISCO NARCISO DE LAPRIDA" AL RECINTO DE SESIONES DE LA H. CAMARA.
Fecha: 08/03/2016
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 6
1° - Desígnese con el nombre de
¨Francisco Narciso de Laprida¨ al Recinto de Sesiones de esta Honorable Cámara
de Diputados de la Nación.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En tiempos en que las palabras Patria
o Libertad eran tan anheladas como lejanas, San Juan aportó a sus más brillantes
y valientes hijos para concretar ese sueño. La difícil geografía sanjuanina sirvió
para forjar hombres y mujeres templados en la adversidad, y dotados de un
profundo amor a su tierra. Exponente cabal de esa generación de la
Independencia es sin dudas Laprida.
Francisco Narciso de Laprida, nació en
San Juan de la Frontera el 23 de octubre de 1786, hijo de José Ventura de Laprida,
próspero comerciante asturiano y María Ignacia Sánchez de Loria, descendiente de
las familias fundadoras. Aprendió sus primeras letras en su ciudad natal. Luego
viaja a Buenos Aires para estudiar durante cinco años en el Real Colegio de San
Carlos. Concluida esa etapa se trasladó Santiago de Chile donde permaneció seis
años estudiando en la Universidad de San Felipe, allí se graduó como Licenciado
en Cánones y Leyes, y en la Academia Carolina Forense se recibió de
abogado.
Regresa a San Juan en 1811, y con
25 años es elegido Alcalde de Primer Voto, asesor del Cabildo y Síndico
procurador. En el Cabildo mantuvo una postura autonomista en distintos reclamos
que hizo ante las autoridades centrales y en la resistencia frente a sus
disposiciones.
De gran amistad con el Gobernador
José Ignacio de La Roza y con el General San Martín, participa activamente en la
organización del Ejército de los Andes incluyendo aporte de sus bienes
personales.
El 17 de mayo de 1815 el Director
Ignacio Álvarez Thomas cursó oficios a las provincias de acuerdo con las
disposiciones del Estatuto Provisional para que eligieran diputados al Congreso
General. De la Roza responde expeditivamente a tal convocatoria.
El 13 de junio de 1815 se eligió
diputado a Fray Justo Santa María de Oro, sanjuanino, prior vitalicio de la Recoleta
Dominica de Santiago de Chile, residente en esos tiempos en San Juan. Tres
meses más tarde, los sanjuaninos
advirtieron que por su población (la
provincia tenía en aquellos días 22 mil habitantes) le correspondía un segundo
diputado y es así como el 12 de setiembre se eligió a Laprida. Este, mostrando una
ética rigurosa impugnó su propio nombramiento por no haberse convocado a los
cuarteles de la campaña, lo que no prosperó en virtud de las urgencias de la hora.
La elección de ambos sanjuaninos fue
por unanimidad y sin dudas muy acertada. Estos ciudadanos ostentaban los
méritos que tamaña misión requería: eran esclarecidos intelectuales y fervientes
patriotas. La esperanza del pueblo sanjuanino no sería defraudada, la actuación de
ambos fue relevante.
Fray Justo Santa María de Oro y
Tomás Godoy Cruz serían los primeros en llegar a Tucumán y Laprida uno de los
últimos.
Con una misa en el Convento de San
Francisco y una salva de 21 cañonazos, el 24 de marzo de 1816 comenzaron las
sesiones en la sala principal de la casa que cedió Dña. Francisca Bazán de Laguna.
Tres meses fueron de trabajo intenso, con algunas renuncias y muchas presiones,
Belgrano informaba sobre una presunta invasión española a gran escala sobre el
Plata. Los caudillos y políticos en desacuerdo, impedían la presencia de algunas
provincias.
San Martín que se encontraba en
Cuyo organizando su ejército, los instaba para que concretaran el propósito
esencial que los llevó hasta allí. El objetivo del Gobernador era cruzar la cordillera
ese verano, como jefe del Ejército de un país soberano. En "La evolución de las
Ideas Argentinas" José Ingenieros expresa: "San Martín autónomo y levantisco en
Cuyo, se preparaba para la épica proeza de pasar los Andes vencer en Chile y caer
sobre el Perú para cuyo objeto necesitaba que se declarase la Independencia y se
regularizara su posición de beligerante; en tal sentido hizo actuar a sus emisarios
personales, los Diputados por Cuyo". Ya no era solo la Independencia de un país lo
que estaba en juego, era la de gran parte de América.
Al llegar el mes de julio, la presidencia
le toco por sorteo a la provincia de Cuyo; Tomás Godoy Cruz, Juan Agustín Maza, y
Fray Justo Santa María de Oro, eligen a Laprida quien pese a ser el más joven
había dado sobradas muestras de templanza y rectitud.
El martes 9 de julio día claro y
hermoso según las crónicas de la época, ante la pregunta del sanjuanino:
"¿Queréis que las Provincias de la Unión sean
una Nación libre e independiente de
los reyes de España y su metrópoli?", los veintiocho diputados, puestos de pie
expresaron con fervor su respuesta afirmativa.
Inmediatamente el Presidente Laprida
firma el acta histórica, lo acompañan los Secretarios José María Serrano y Juan
José Paso.
"Nos los Representantes de las
Provincias Unidas en Sud América
reunidos en Congreso General,
invocando al Eterno que preside al
universo, en el nombre y por la
autoridad de los Pueblos que representamos,
protestando al Cielo, a las naciones y
hombres todos del
globo la justicia que regla nuestros
votos: declaramos solemnemente
a la faz de la tierra, que es voluntad
unánime e indubitable
de estas Provincias romper los
violentos vínculos que las ligaban a
los Reyes de España, recuperar los
derechos de que fueron despojadas,
e investirse del alto carácter de una
nación libre e independiente
del rey Fernando VII, sus sucesores y
metrópoli. Quedan en
consecuencia de hecho y derecho con
amplio y pleno poder para
darse las formas que exija la justicia,
e impere el cúmulo de sus
actuales circunstancias. Todas y cada
una de ellas así lo publican,
declaran y ratifican,
comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su
voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda
para su publicación y en
obsequio del respeto que se debe a
las naciones, detállense en un
Manifiesto los gravísimos
fundamentos impulsivos de esta solemne
declaración.
Dada en la Sala de Sesiones, firmada
de nuestra mano, sellada
con el sello del Congreso y refrendada
por nuestros Diputados
Secretarios".
Ellos fueron, Antonio Sáenz, José
Darragueira, fray Cayetano
José Rodríguez, Tomás Manuel de
Anchorena y Pedro Medrano,
diputados por Buenos Aires; Manuel
Antonio Acevedo, por Catamarca;
José Ignacio de Gorriti, por Salta;
José Andrés Pacheco de
Melo, por Chibchas; Teodoro Sánchez
de Bustamante, por la ciudad
de Jujuy y su territorio; Eduardo
Pérez Bulnes, por Córdoba;
Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín
Maza, por Mendoza;
Pedro Miguel Aráoz, por la capital del
Tucumán; Esteban Agustín Gascón y Pedro León Gallo, por Santiago del Estero;
Pedro Ignacio Rivera,
por Mizque; Mariano Sánchez de Loria
y José Severo Malabia,
por Charcas; Pedro Ignacio de Castro
Barros, por La Rioja; Gerónimo
Salguero de Cabrera y Cabrera y José
Antonio Cabrera, por
Córdoba; José Colombres por
Catamarca; José Ignacio Thames,
por Tucumán y fray Justo de Santa
María de Oro, por San Juan.
En sesión secreta del 19 de julio,
Medrano hizo aprobar una
modificación a la fórmula del
juramento. Donde decía "independiente
del rey Fernando VII, sus sucesores y
metrópoli", hizo añadir:
"...y de toda otra dominación
extranjera".
El Padre de la Patria, expresó su
beneplácito en una carta dirigida a Tomás Godoy Cruz fechada el 22 de julio: "Al
fin estaba reservado a un diputado de Cuyo ser el Presidente del Congreso que
declaro la Independencia: yo doy a la Providencia, mil parabienes por tal
incidencia"
Para difundir la noticia, el Congreso
envió por medio de chasquis, en carreta y a caballo, copias del Acta, incluyendo
traducciones en quechua y aymara.
Las provincias que enviaron
representantes reciben con júbilo, la buena nueva.
Después de la solemne ceremonia,
cada provincia representada debía hacer su proclamación y jura con autoridades y
pueblo. Las celebraciones fueron diversas y magníficas: Te Deum, campanas
echadas a vuelo, gritos de Viva la Patria, paradas militares, banquetes.
San Juan celebró con orgullo las
noticias del acontecimiento, un joven hijo de esta tierra ha tenido el honor de
presidir la histórica sesión. Se dan espléndidos banquetes, tres cuadras de una
larga calle fueron decoradas con banderas y escudos alegóricos, allí acudieron las
familias a danzar por tres días consecutivos.
En medio de una difícil situación, de
luchas internas y externas los pueblos de América del Sur comenzaban a dar pasos
firmes hacia su Independencia.
Después de acompañar el Congreso
a Buenos Aires, en abril de 1818, Laprida regresó a San Juan, donde hasta fines de
1824 desplego una intensa actividad
política y desempeñó diversas
funciones. Fue nombrado Gobernador Interino, jugó un rol decisivo cuando se
produjo la revolución de enero de 1820. En esa oportunidad el Gobernador De la
Roza fue destituido engrillado y encarcelado. Laprida entró a la celda vestido de
sacerdote y le ofreció a éste el hábito para que huyese sin ser reconocido
quedando él en su lugar, De la Roza no acepta pero valora tal muestra de amistad.
En1824 representó a San Juan en el
Congreso General Constituyente. También en esta oportunidad su participación
será destacada. Ocupó la Presidencia y Vicepresidencia en el primer semestre. En
las actas de sesiones consta su intervención en problemas importantes como la
Guerra con el Brasil, los presupuestos y los empréstitos. Su dedicación al trabajo
en comisiones hecho con profundidad y conocimiento, le valió el respeto de sus
pares. Disuelto el Congreso en 1827 regresa a San Juan. Esta vez no ocupó cargos
públicos, se dedicó al ejercicio de su profesión.
En 1829 los encarnizados
enfrentamientos entre unitarios y federales lo llevan a huir a Mendoza, allí se
incorpora como voluntario al Batallón del Orden. El 22 de septiembre en la
Batalla "Del Pilar" cerca de la capital mendocina, es salvajemente atacado y herido
de muerte. Su cadáver nunca se encontró.
Jorge Luis Borges descendiente del
prócer, dedica a su ancestro el Poema Conjetural donde imagina su pensamiento
antes del brutal desenlace. En uno de los párrafos expresa:
"Yo que anhelé ser otro, ser un
hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano."
El Diputado Francisco Narciso de
Laprida es la personificación del magno Congreso y quien tuvo el histórico
privilegio de presidirlo en el fundacional momento de la Declaración de la
Independencia.
Al cumplirse el Bicentenario del hito
más importante de nuestra historia, es necesario tener presente a quienes en
medio de sangrientas luchas,
enfrentando a poderosos enemigos,
tuvieron el valor y la inteligencia de construir los cimientos de la argentinidad.
Que este recinto que nos congrega
como representantes de la voluntad de nuestro pueblo lleve el nombre del Dr.
Laprida, será evocar y valorar la fuerza moral y espíritu democrático de un
hombre que con las leyes y en el campo de batalla honró a su Patria, aún a costa
de su vida.
Firmante | Distrito | Bloque |
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GIOJA, JOSE LUIS | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CASELLES, GRACIELA MARIA | SAN JUAN | PARTIDO BLOQUISTA DE SAN JUAN |
TOMAS, HECTOR DANIEL | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CASTRO, SANDRA DANIELA | SAN JUAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
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21/06/2016 | INICIACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
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Diputados | MOCION DE PREFERENCIA CON DICTAMEN (AFIRMATIVA) |