Expresar su preocupación ante el informe de la Defensoría de la Tercera Edad que determinó que el valor de la “Canasta Básica de Jubilados es de 21.200$”; y el 70% de la población jubilada, pensionada y de adultos mayores no cubre sus necesidades básicas.

Señor presidente:

La situación económica que está atravesando la República Argentina, día a día, se está convirtiendo cada vez más problemática e insostenible para ciertos sectores de la sociedad, entre ellos, uno de los más afectados, es la población jubilada, pensionada y de adultos mayores. Este segmento etario se ve condicionado fuertemente, ya que este no puede sustentarse por sí solo y muchas veces deben recurrir a sus hijos o familiares para poder costear todas las necesidades faltantes.

En esta oportunidad nuevamente debo pronunciarme sobre el avasallamiento de derechos de nuestra población más frágil y desprotegida, como así también declarar mi indignación ante la falta de interés y planeamiento de políticas públicas que tengan como resultado mediato la solución de los problemas económicos de este sector de la sociedad.

En agosto de 2018 se pronunció a través de un informe la Defensoría de la Tercera Edad, a cargo de Eugenio Semino, arrojando cifras que por lo menos son alarmantes y deben de ser un llamado de atención para el tratamiento de una solución pronta y eficaz. Este informe determinó que la canasta básica para un jubilado ya supera los 21.200 Ar$ en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y que, además, el 70% del total de la población jubilada, pensionada y de adultos mayores, no llega a costear sus necesidades básicas.

Todo esto se ve como resultado de la mala gestión económica, los constantes aumentos de precios en alimentos, medicamentos, servicios de vivienda entre otros. El titular de la Defensoría manifestó la necesidad de la realización de un nuevo informe, ya que este se realizaba semestralmente entre mayo y diciembre, pero a raíz de la desorientada planificación económica y monetaria del Ejecutivo Nacional, es que surgió la necesidad de incorporar una medición extra en el mes de agosto, evento que se repitió también en 2016 y 2014 por los elevados índices de inflación.

Los datos y cifras contenidos en este informe arrojan, que sigue habiendo un gran desequilibrio entre los haberes que perciben los jubilados y los gastos que efectivamente pueden realizar posteriormente. la Canasta Básica de los Jubilados se ubicó en los 21.127 pesos, con un aumento de 1.836 pesos respecto a la del mes de abril de este año, ya que en abril estaba en los 19.290,35 pesos. Inclusive, esta realidad aqueja a aquellos que han recibido sus ajustes mediante la aplicación de la ley de la “Reparación Histórica”.

El cuidado y respeto de nuestra población mayor debe ser una de las obligaciones con las que más eficacia y eficiencia debe pronunciarse a través de planeamiento y políticas públicas efectivas que den respuesta a sus necesidades. La inacción por parte del Ejecutivo Nacional ante esta problemática lo único que hace es profundizar la situación de desidia y dejadez que sufre esta parte de la población.

Por todos los motivos expuestos previamente, es que solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.