Adherir al “Día Mundial de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez” a conmemorarse cada 15 de Junio.

Señor presidente:

El 15 de junio de 2006 en la ciudad de Nueva York, la Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato a la Vejez (INPEA), proclamó el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Desde entonces se han sumado gobiernos y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo.

Sin embargo, ese día no fue reconocido por las Naciones Unidas (ONU) hasta el 19 de diciembre de 2011 cuando en la 89° sesión plenaria por Resolución N° 66.127 se reconoció oficialmente el abuso a la persona mayor como un problema social global que afecta los derechos de millones de personas en todo el mundo y que merece la atención de la comunidad internacional.

El maltrato y abuso contra las personas mayores sigue siendo un flagelo a erradicar. Las personas mayores suelen ser víctimas de malos tratos y abusos por parte de sus familiares directos, vecinos, entidades públicas y privadas. Esta situación repercute en su salud y en el reconocimiento y respeto a sus derechos humanos, siendo ellos vulnerables en todo el sentido y significativo del peso de la palabra.

El maltrato de las personas mayores es una violación de los derechos humanos y una causa importante de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y desesperación. Enfrentarse al maltrato de personas mayores y reducirlo requiere un enfoque multisectorial y multidisciplinario.

En el Día Mundial de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez hay que trabajar para crear una conciencia social y política de la existencia del maltrato y abuso producido a las personas mayores pero que se puede prevenir y esto nos concierne a todos: el Estado, las instituciones, las familias y las propias personas mayores.

Es esencial sensibilizar a la sociedad para la prevención, detección y posterior acción ante uno o varios hechos de maltrato o abuso y concientizar sobre los derechos de las personas mayores a una vida digna y feliz. Es necesario comprender la magnitud del problema para combatir los estereotipos negativos y falsas creencias que los ubican en situaciones que vulneran su integridad física y moral, atentando así contra las premisas que conducen al envejecimiento activo y saludable que merecen por ser un pilar fundamental de la sociedad. Organismos Nacionales, como el Pami, son los primeros en detección de vulnerabilidad y maltrato, nos unimos al trabajo de cada ONG y del INSSJP encomiando el accionar para tal fin.

Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares, me acompañen en la aprobación del presente proyecto.