Interpelar en el recinto al Interventor del PAMI, Lic. Sergio Daniel Cassinotti, a fin de que responda a los diputados todas las consultas sobre el ajuste presupuestario de la obra social, que afecta directamente la atención de salud de sus afiliados, y sobre las nuevas modalidades de prestación que también han generado reclamos de afiliados y prestadores.

Señor presidente:

El interventor del PAMI, la obra social de los jubilados y pensionados, ha declarado públicamente que va a realizar todos los ajustes necesarios para compensar el déficit existente en la obra social.

Ese ajuste ya está en marcha y tiene consecuencias desastrosas en la atención de salud de los afiliados, lo cual ha llevado a que en muchas provincias y en la C.A.B.A los jubilados se movilicen reclamando el cese de ese ajuste.

El PAMI excluye del acceso al 100 % del subsidio para los remedios de pacientes con enfermedades crónicas, a los que ganan un 50% más que una jubilación mínima, es decir, a los jubilados con un ingreso cercano a los $9600, que están apenas superando la mitad de una canasta básica para jubilados que la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires estimó para el mes de mayo en $16134, y muy por debajo de los $14501 que el Indec ha señalado como ingreso para no estar por debajo de la línea de pobreza. También se restringe la cobertura del 100% a los que tengan más de una propiedad o un vehículo de menos de 10 años y sólo mantiene la cobertura integral del subsidio para todos los afiliados, en los medicamentos oncológicos, por diabetes y para trasplantados. Además se limitaron de 5 a 4 los medicamentos que un afiliado puede recibir con subsidio del 100 %.

Por referencia a las prestaciones médicas, un conjunto de especialidades (incluso algunas elementales como traumatología u otorrino-laringología) no están disponibles en varias de las clínicas que tienen convenio. El afiliado debe ir a algún especialista que no está en el convenio, pagar y luego buscar el reintegro, lo que puede durar varios meses y además se reintegra a valores PAMI, que en general son 30% menores a los que cobran los médicos o las otras obras sociales; así que el reintegro es parcial. También, en muchos casos, los pacientes se deben pagar el anestesista (cuando se deben operar en clínicas que no tienen convenio) y que este costo no tiene reintegro.

Por referencia a las internaciones, las clínicas con convenio, reservan para el PAMI un cupo de camas, por lo cual seleccionan los casos, privilegiando pacientes con poco tiempo de internación y tratamientos intensivos, para garantizar mayor cantidad de facturación por cama, que en la jerga se llama giro de “cama caliente”.

El recorte también llegó a la asistencia alimentaria con los bolsones alimentarios que Pami entrega a través de los centros de jubilados, que reciben $ 200 por beneficiario, no constituyendo un verdadero refuerzo nutricional para personas en riesgo como son los jubilados. Se han denunciado recortes en los talleres y turismo que la obra social también cubría anteriormente, recortes que en algunos casos son totales.

A todos estos ajustes se suma el cambio prestacional de la obra social, el cual pasó a ser un sistema capitado. Esto ha generado reclamos de distintos prestadores, como por ejemplo los kinesiólogos y fisioterapeutas, por los bajos montos que se pagan para la atención de los afiliados. El cambio ha provocado también que los afiliados consigan turnos hasta de un mes posterior a la solicitud. Esta cambio de sistema sumado a la deuda del PAMI con los prestadores ha sido usado como excusa por parte de muchas clínicas privadas que procedieron a enviar a los internados a sus domicilios, como ocurrió en localidades del interior de la provincia de Salta, lo que constituye un abandono de la persona.

El déficit que tiene la obra social y que es uno de los argumentos del gobierno para proceder a este ajuste no es responsabilidad de los afiliados que aportan todos los meses al PAMI. El gobierno que ha procedido a eximir del pago de impuestos y retenciones a grandes grupos económicos, debería resolver el déficit dejando de beneficiar a estos grupos y garantizando la totalidad de la cobertura y las prestaciones. Tampoco los afiliados son responsables de los casos de corrupción o sobre facturaciones que se han denunciado y que la justicia tiene que resolver siempre en beneficio de los afiliados y no descargando las consecuencias de esos hechos sobre las espaldas de jubilados y pensionados.

Desde el bloque del Frente de Izquierda y los Trabajadores que integramos los diputados del Partido Obrero rechazamos todo tipo de restricciones en los medicamentos y prestaciones. Reclamamos la cobertura integral de especialidades. Rechazamos el sistema de reintegros. Luchamos por un PAMI administrado por un directorio electo por sus propios afiliados y terminar con la intervención eterna que los sucesivos gobiernos han mantenido en la obra social.

El ajuste en el PAMI tiene consecuencias gravísimas sobre la salud de sus afiliados, es por eso que sostenemos la necesidad de que su interventor concurra al recinto a dar las explicaciones del caso y responder todas las preguntas que le sean planteadas por los diputados. Esto debe ocurrir en una sesión pública que toda la población y particularmente los afectados pueden seguir a través de los medios de comunicación.

Por todo lo expuesto solicitamos el acompañamiento de los diputados al presente proyecto de resolución.