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PROYECTO DE LEY
Expediente: 7801-D-2010
Sumario: CIUDAD DE RIO TURBIO, PROVINCIA DE SANTA CRUZ: DECLARASE CAPITAL NACIONAL DEL CARBON.
Fecha: 22/10/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 160
ARTÍCULO 1º.- Declárase Capital
Nacional del Carbón a la ciudad de Río Turbio, ubicada en la Provincia de Santa
Cruz.
ARTÍCULO 2°- Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La Cuenca Carbonífera Río Turbio
comprende las localidades de Río Turbio, 28 de Noviembre, Julia Dufour y Mina 3.
Consideramos pertinente declarar Capital Nacional del Carbón a la ciudad de Río
Turbio por su inexorable vinculación con este recurso, que marcó el pulso de la
historia de la provincia de Santa Cruz y aún permanece en inmensas e
insondables cantidades bajo su suelo. Realizaremos, entonces, un breve raconto
de la historia carbonífera de la localidad, para luego destacar la enorme
importancia que aún tiene el carbón para la política energética nacional y señalar
su impacto en el desarrollo de la zona en cuestión.
En 1813, la Asamblea General
Constituyente que presidió Juan Larrea sancionó un reglamento para el fomento
de la minería en nuestro país. La fecha de sanción de dicho reglamento, el 7 de
mayo, fue la que más tarde se estableció como el día nacional de la Minería. El
hecho de que a principio de siglo, en una situación nacional sumamente inestable
y de guerra con los ejércitos reales españoles, los hombres que forjaron la patria
hayan ocupado su tiempo en la sanción de dicho reglamento testimonia la visión
preclara de nuestros próceres en relación a la importancia que habría de
desarrollar la actividad minera en la República Argentina, territorio rico y amplio en
el que abundan los recursos naturales.
Sin embargo, habría de pasar más de
medio siglo para que comenzaran a desarrollarse los primeros estudios sobre
afloramiento carbonífero, realizados en la provincia de San Juan, en el año 1865.
Desde entonces, el interés por el desarrollo de la minería en general y de la
actividad carbonífera en particular no sólo estuvieron presentes en las conciencias
de nuestros hombres de gobierno, sino también en el accionar del Estado
Argentino, que en 1870 ofreció, a través de la Ley Nro. 448, "un premio de 25.000
pesos fuertes para quien descubriera en el país una mina de carbón susceptible
de ser explotada en condiciones comercialmente favorables." (Zoccola, E.P. Río
Turbio. Gesta del Carbón Argentino).
De todos modos, fue el año 1877 el
que dio inicio al traslado de los estudios de afloramiento desde la región de Cuyo
hacia suelo Santacruceño. Consecuentemente, como destaca el historiador del
carbón E. P. Zóccola en 1881, (Don Eleo Pablo Zóccola tuvo altos cargos en
Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) y en lo público fue diputado nacional por
la UCR en 1985. Además, está entre las primeras 50 personas que trabajaron en
YCF -en mina- y fue un historiador muy riguroso) el entonces Ministro de
Relaciones Exteriores Bernardo de Irigoyen, pronunció un discurso en la Cámara
de Diputados de la Nación, en donde destacaba la importancia del "manto
carbonífero que se extiende desde el Estrecho hasta el Norte del Lago San
Martín...". Dicha información le había sido comunicada al Dr. Irigoyen por el Perito
Moreno, quién contó, entre muchos otros méritos, con el de ser el primer
descubridor documentado de carbón en Santa Cruz, más precisamente en el Lago
San Martín. A aquella expedición del Perito Moreno la siguieron muchas otras,
emprendidas por figuras fundamentales en el desarrollo de la región patagónica
como el capitán Carlos María Moyano y el científico Ramón Lista, que luego sería
gobernador de Santa Cruz. Cabe destacar también la participación y amplia
colaboración en dichas expediciones de los nativos Tehuelches que poblaban la
zona, ignorados muchas veces por la historia pero sin cuya ayuda el
descubrimiento del carbón en la Patagonia hubiese sido mucho más arduo.
Estas primeras expediciones abrieron
el camino a un joven Teniente de Navío, llamado Agustín del Castillo, quien, tras
emprender inusitadas aventuras en una expedición realizada en los años 1887 y
1888, terminó por descubrir, en el mes de febrero de este último, un afloramiento
carbonífero en la zona de Río Turbio de una gran extensión y con un espesor de
aparente mayor pureza que los anteriormente hallados.
A partir de dicho descubrimiento, se
sucedieron, a lo largo de más de cuatro décadas, expediciones geológicas de
diversa índole en la región. Sin embargo, fue el Gobernador Juan Manuel
Gregores, cuyo mandato se extendió desde 1932 hasta 1945, quien publicitó el
yacimiento carbonífero de Río Turbio y logró que la Dirección General de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales decidiera, en el año 1936, emprender una
exploración en dicha zona, con la finalidad de apoyar la búsqueda de
petróleo.
Estas expediciones previas, sumadas
al brusco descenso en la oferta de carbón internacional provocado por el estallido
de la Segunda Guerra Mundial en 1939, generaron que el Estado emprenda lo que
esta vez sí se convertiría en la primer explotación de carbón efectiva y
comercialmente sustentable acontecida en la zona de Río Turbio. Además, con el
inicio de la Segunda Guerra Mundial, en 1938, Argentina se quedó sin
importaciones de carbón que hacía desde Inglaterra, ya que Alemania hundió todo
barco mercante. Argentina usaba el carbón no sólo para sus usinas eléctricas,
sino para sus frigoríficos y toda fábrica del país, las que funcionaban con
máquinas a vapor y por lo tanto a combustión (las industrias tenían todas
chimeneas). Sin carbón se detendrían todas las industrias del país. En tal crisis, el
presidente Ramón Castillo ordenó dos cosas: Usar como combustible las
cosechas de trigo y de maíz (el debate mundial actual sobre el uso o no de las
oleaginosas para producir combustibles, que es como quemar comida, Argentina
ya lo resolvió en 1938 priorizando la energía) y crear dentro de YPF comisiones
de carbón mineral, una de ellas la N º 57 fue destinada desde Comodoro
Rivadavia hasta Río Turbio y ahí empezó la historia que lleva 60 años.
Consecuentemente, mediante el
Decreto 87.672, en el año 1941 el Poder Ejecutivo Nacional ordena la creación de
una División Carbón Mineral dependiente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
(YPF). Este decreto llamaba al inmediato desarrollo de la explotación carbonífera
de nuestro país en vistas de que "los antecedentes que obran desde hace varios
años en diversas dependencias del Gobierno Nacional permiten suponer la
existencia de importantes yacimientos de carbón en el subsuelo de nuestro
territorio." y de que "el país puede verse abocado a la carencia y hasta a la falta
absoluta de este tipo de combustible, por la extensión alcanzada por el conflicto
europeo."
Sin embargo, existían todavía muchas
dudas sobre la viabilidad de la empresa de explotación en Río Turbio, por la
lejanía de esta área con los centros urbanos nacionales de mayor importancia, y
por no conocerse todavía con certeza la pureza y la extensión de dicho
yacimiento. No obstante, se inició, en 1943, una explotación a cargo de la
Comisión Carbón Mineral Nro. 59, que no hubiese sido posible sin la valentía, la
abnegación y el sacrificio de la veintena de hombres que la componían en sus
inicios. Durmiendo en carpas y trabajando de sol a sol, los miembros de dicha
comisión lograron abastecer de carbón a la ciudad de Río Gallegos en unos pocos
meses.
El año 1945 arribó como un punto de
inflexión en la historia del desarrollo de la minería del carbón a nivel nacional, con
la reglamentación del estatuto orgánico de la Dirección Nacional de la Energía,
creada por Decreto en el año 1943, que dio nacimiento a la Dirección General de
Combustibles Sólidos Minerales (ENDE), y le otorgó funciones como ente
autárquico. El ENDE le brindó, fundamentalmente a partir de 1947, un fuerte
impulso al desarrollo del yacimiento de Río Turbio. Para 1948, se logró
desembarcar el primer cargamento de carbón con procedencia de Río Turbio en el
Río de la Plata. Se consolidó, a su vez, un año más tarde, la fundación del
Campamento Marina, que puede ser considerado como el antecedente de lo que
hoy es la ciudad de Río Turbio.
En 1950 se abrió en Río Turbio la
"Mina 3", con objeto de explotar el manto carbonífero "Dorotea". Ese año se
inauguró una planta depuradora y se comenzó la construcción del ramal ferroviario
entre Río Turbio y Río Gallegos. Debido al clima patagónico, todas las obras
tenían que hacerse durante los meses de octubre a abril. La descarga del material,
unas cincuenta mil toneladas, comenzó en mayo de 1950 y debió hacerse sobre la
misma playa de Río Gallegos, ya que en ese entonces la ciudad aún no tenía
puerto. El Ingeniero Atilio Cappa, empleado del Ministerio de Obras Públicas,
estaba a cargo de las obras del ferrocarril. En mayo de 1951, faltaban apenas 3
km para que el ramal quedara terminado. Fue completado en setiembre después
de pasar el crudo invierno.
Con la inauguración del histórico
tendido férreo de trocha angosta, el 25 de noviembre de 1951, el carbón pudo
acarrearse hasta Río Gallegos por medio de una locomotora a vapor y
formaciones de hasta sesenta vagones carboneros.
Para 1953 el desarrollo era cada vez
mayor, habiéndose construido ya un ferrocarril y un importante puerto carbonífero
en la ciudad de Río Gallegos. En 1958, sobre la base de ENDE, se crea
Yacimientos Carboníferos Fiscales, como una Empresa de Estado, que llega a
producir, para el año 1972, casi un millón doscientas mil toneladas de carbón,
quinientas setenta mil de ellas comercializables. Sin embargo, el año 1972
representó un punto máximo para Yacimientos Carboníferos Fiscales, que luego
entró en un declive provocado por falta de inversión y una reducción general en la
demanda de carbón.
Según cálculos actuales, Río Turbio
cuenta con el noventa y nueve por ciento de las reservas carboníferas
descubiertas en la Argentina, totalizando dichas reservas el monto de quinientos
ochenta millones de toneladas. Esta inmensa cantidad de carbón convierte a la
zona en un lugar estratégico para la política energética nacional, y la vincula
inexorablemente con dicho mineral, que fue motor del desarrollo de toda la región
patagónica, como se expuso en la breve reseña histórica que antecede.
Por otra parte, la explotación del
carbón tuvo su impacto en la Cuenca del Río Turbio en particular y en la Provincia
de Santa Cruz en general:
- Como creación de asentamientos
estables y movimientos migratorios.
La existencia del recurso impulso la
creación de los que se denomina "Cuenca del Río Turbio" y trajo aparejado una
serie de cambios socio-económicos altamente favorables para la provincia.
Generó nuevos asentamientos estables en toda la zona y cambió su estructura
productiva. A su vez, complementó la incipiente actividad ganadera.
Conjuntamente, la actividad abrió la posibilidad de movimientos migratorios
internos y la recepción de contingentes chilenos, bolivianos y hasta italianos, que
encontraban en la zona una posibilidad de desarrollo y de fuentes de trabajo
(laboreo minero).
- Como forma de afianzar la
soberanía nacional
Cabe destacar que la Provincia de
Santa Cruz, para el año 1895, momento en el que se realizó el Segundo Censo
Nacional de Población del País, tenía una población de 1.058 habitantes en toda
su extensión. Estando la zona de la actual Cuenca Carbonífera sólo ocupada por
pobladores dedicados a la actividad ganadera y algunos contingentes de
exploradores que se asentaban inestablemente con el objetivo de desarrollar
expediciones. Ubicada en una zona inhóspita de la provincia y castigada por los
vientos y las bajas temperaturas ha de haber sido una verdadera hazaña
convertirse en poblador de dicha zona. Aquellos pobladores, por diversas razones
crearon y fortalecieron la soberanía.
- Como impulsora de generación
de obras de infraestructura en actividades de transporte terrestre y
marítimo.
Finalmente, cabe destacar que la
Cuenca Carbonífera Río Turbio propulsó una serie de cambios estructurales en lo
que respecta a la infraestructura del transporte terrestre y fluvial.
Como se mencionó anteriormente, en
los años 1950 y 1951, el Estado Nacional llevó a cabo obras para el tendido de
una red ferroviaria con el objetivo de mejorar las condiciones de explotación del
mineral; también se emprendieron la iniciación de obras portuarias en Río
Gallegos y el mejoramiento de caminos.
Además, la Cuenca Carbonífera
generó indirectamente un proceso de crecimiento de las demás actividades
comerciales y de servicios, como así también la construcción de soluciones
habitacionales para los trabajadores de la mina, favoreciendo al desarrollo integral
de la zona.
Hoy en día, luego de décadas de
proyectos, la central termoeléctrica de Río Turbio comienza a hacerse realidad. La
denominada mega usina proveerá de energía no sólo a la provincia de Santa
Cruz, sino además a todo el país a través de un Sistema de Interconectado
Nacional.
Por su tecnología de punta será la
central más moderna de América Latina y estará especialmente diseñada para la
utilización del carbón que se extrae en la Cuenca Carbonífera sin necesidad de
depurarlo. Para la combustión del carbón está prevista la utilización de tecnología
de lecho fluído, la cual permite contar con dos sustanciales ventajas:
a) facilidad de operación, control y
mantenimiento.
b) sistema ambientalmente
sustentable.
El sistema de la central permitirá la
minimización del impacto ambiental en la región, a la vez que dará un decisivo
impulso al crecimiento económico de la misma, con la promoción del empleo y del
comercio en general.
Porque lo anteriormente expuesto
testimonia la inexorable vinculación del carbón con Río Turbio y por ser esta
cuenca la única explotación de carbón en el país que reviste las mencionadas
características, solicito a mis pares que me acompañen en la sanción del
presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BLANCO DE PERALTA, BLANCA | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
RODRIGUEZ, EVARISTO ARTURO | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
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LEGISLACION GENERAL |