Su más enérgico repudio a la continuidad del modelo de devastación y expoliación de los recursos naturales de todos los argentinos -iniciado en la década de los 90-, expresado en las políticas mineras del Gobierno Nacional que, en la actualidad, promueve acuerdos comerciales y de inversión para la construcción del megaproyecto binacional de explotación minera a cielo abierto Pascua-Lama, financiado y ejecutado por la empresa Barrick Gold Corporation.

Señor presidente:

En las últimas apariciones públicas, la presidente exhorta a la ciudadanía por la defensa y la continuidad del modelo.

"No habrá obstáculos que pueda hacernos torcer el camino", expresó la presidente en un acto de inauguración de una planta potabilizadora de agua en Paraná (Entre Ríos) el 7 de mayo del corriente año.

Paralelamente al desarrollo del discurso donde la presidente proponía una encendida defensa del modelo, el Secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, realizaba una conferencia de prensa con Aarón Regent, presidente y CEO de la Barrick Gold, anunciando la inversión de 11.000 millones de pesos, para la extracción de oro y plata a través del primer proyecto minero binacional que se construirá en San Juan y la Tercera Región de Chile y que tiene reservas por 17 millones de onzas de oro. Se concretaban así los resultados de la reunión mantenida, en el mes de abril, por Cristina Fernández de Kirchner con el máximo directivo a nivel mundial de la Barrick Gold y se materializa el primer proyecto dentro del marco del Tratado sobre Integración y Complementación Minera celebrado entre Chile y Argentina en 1997 (por los entonces los presidentes eran Frei y Menem respectivamente), que permite la explotación de yacimientos ubicados en la frontera de ambos países.

La empresa trasnacional Barrick Gold, de capitales canadienses, es una de las principales productoras de oro del mundo.

Pascua-Lama es el primer proyecto minero de carácter binacional.

El cambio de legislación en Chile, durante la dictadura de Pinochet, y en Argentina, durante el gobierno de Menem, han dispuesto las normativas requeridas por las grandes multinacionales mineras para el desarrollo de sus propósitos.

El proyecto consiste en la explotación, a cielo abierto, de reservas minerales de oro y plata del yacimiento principal denominado Pascua-Lama, ubicado sobre la frontera argentino-chilena, y desde otro menor denominado Penélope, ubicado en Argentina, a 2,5 kilómetros al sureste del primero. Los yacimientos se encuentran ubicados debajo de la Cordillera de Los Andes entre los 3.800 y 5.200 metros sobre el nivel del mar y tiene una superficie total de 3041 km2.

El 75% de la explotación se realiza sobre suelo chileno y el 25% sobre suelo argentino. En Argentina, el proyecto está ubicado en cercanías de la Reserva de la Biosfera de San Guillermo, en la cabecera de la cuenca del río Turbio, el que desemboca en el río de Las Taguas, Provincia de San Juan.

Del lado chileno se emplazará la cantera principal, el depósito de estériles, la planta de chancado o trituración primaria y el taller de mantenimiento de equipos. Del lado argentino se ubicará la planta de procesos y el dique de cola o tranque de relaves.

Explicado en términos sencillos, tratándose de una explotación a cielo abierto, para acceder al yacimiento se utilizarán explosivos. Se estima que se extraerán 15 millones de toneladas de roca por año, la cual se enviará a una trituradora primaria ubicada en territorio chileno. La molienda se enviará a territorio argentino a través de un túnel de aproximadamente 3 km, donde se procederá a moler nuevamente el material y lavarlo. El mineral refractario será procesado por medio de la flotación para obtener los concentrados de cobre.

El mineral no-refractario y los residuos del circuito de flotación, serán procesados por medio del proceso de lixiviación.

Para lixiviar se procederá a tratar el mineral con el cianuro de sodio, precipitarlo con cinc, y refinarlo.

A pesar de que el procesamiento, los residuos, el consumo de agua y energía se realizarán en territorio argentino, el pago de impuestos beneficiará a Chile, ya que el tratado Minero Argentino- Chileno indica que las empresas pagan sus impuestos en el país de dónde se obtienen los recursos mineros, sin importar donde se procese o donde esté ubicada la planta.

El consumo estimado de agua necesaria para el proceso es de 370 litros por segundo. Esta demanda será abastecida desde el Río de Las Taguas, en Argentina. Es decir que, siendo 20 años el tiempo proyectado para la extracción de los minerales, el consumo total de agua será una cifra varias veces millonaria.

Los proyectos de minería a cielo abierto para la extracción de oro a través del método de lixiviación son insustentables por los riesgos y altos costos sociales que implica la actividad.

Según la red provincial de O.N.Gs. de San Juan, el proyecto minero Pascua-Lama producirá, entre otros, los siguientes efectos en el medio ambiente:

1- El mayor impacto se va a producir en función del método a utilizar, que es mina a cielo abierto (lixiviación).

2- La deforestación de los suelos con la consiguiente eliminación de la vegetación, es mucho más vasta en el caso del método de mina a cielo abierto porque va a tener impactos a corto, mediano y a largo plazo.

3- La deforestación no sólo afectará el hábitat de cientos de especies endémicas (muchas de ellas ya a su extinción), sino el mantenimiento de un flujo constante de agua desde la vegetación hacia los demás ecosistemas y centros urbanos.

4- Traerá la deforestación de los bosques primarios y, con ello, causará una rápida y fluida escorrentía de las aguas provenientes de las lluvias, que se agravará con las crecidas en los períodos de lluvia debido a que el suelo no podrá contener el agua como lo hace en presencia de las masas boscosas.

5- El área se verá perturbada por las socavaciones, el desgaste que con esta mina provocará en la superficie por la erosión y la colmatación (sedimentación del lecho de los cursos de agua) consiguientes, se verá agravado por los montones de residuos de roca que no tendrán valor económico (a lo que llaman material estéril) en donde formarán enormes montañas más grande aun que toda la superficie que sacrificarán para la socavación.

6- Uno de los problemas más graves es la gran cantidad de agua fresca que requerirá este proyecto, se van a reducir las capas freáticas del lugar, se secaran pozos y manantiales.

7- El agua va a ser totalmente contaminada por los drenajes ácidos por la exposición al aire y al agua de los ácidos que se formarán en las menas, especialmente de cianuro y sodio para disolver (lixiviar).

8- Se generará un vertido autoperpetuado de material tóxico que puede continuar cientos o incluso miles de años.

9- Las pequeñas partículas de metales pesados (mercurio, amianto y plomo), que con el tiempo se van a separar de los residuos, se van a diseminar con el viento, se depositarán en el suelo y en los lechos de los cursos de agua y se integrarán lentamente en los tejidos de los organismos vivos como los peces.

10- Los productos químicos peligrosos que serán utilizados por esta empresa en las distintas fases de procesamiento de los metales a extraer (cianuro, ácidos concentrados y compuestos alcalinos) terminarán, de una u otra forma, con el sistema de drenaje.

11- La alteración y contaminación que producirá esta mina en el ciclo hidrológico va a tener efectos colaterales muy graves que afectarán a los ecosistemas circundantes de manera agravada en la flora, la fauna y de las personas.

No hay que dejar de mencionar que el avance de los proyectos de minería a cielo abierto, por los altos consumos de agua y su concomitante contaminación, generan una destrucción de las economías regionales a nivel de productores pequeños y medianos, grupos familiares de autosubsistencia, y comunidades originarias.

Si a los impactos ambientales y económicos descriptos le sumamos que las mineras están exentas de la obligación de liquidar en el país las divisas de sus exportaciones, no pagan retenciones, impuesto al gasoil, ni sellos, se nos hace sencillo deducir que hay una continuidad de un modelo productivo diseñado en los 90, defendido y promovido por el actual gobierno.

La presidente, defendiendo la continuidad del modelo al inaugurar una planta potabilizadora de agua financiada con recursos públicos el mismo día del anuncio del megaproyecto minero, instituye una "declaración de principios y lógica del doble discurso".

Todo nos indica la continuidad del modelo de devastación y expoliación de los recursos naturales iniciado en la década de los 90, que promueve, desde el Estado, las inversiones privadas de grandes capitales concentrados. De este modo hacen sus millonarios negocios empresas extranjeras a través de la extracción minera a cielo abierto -actividad altamente contaminante- que podría ocasionar desequilibrios en el ecosistema de la región y contaminación de reservas de agua dulce (glaciares) y los ríos adyacentes, fuentes de irrigación de agua necesarias para la subsistencia de las comunidades aledañas y el desarrollo sustentable de las economías regionales.

Por las razones expuestas solicitamos la aprobación del presente Proyecto.