MINERIA
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PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 1187-D-2017
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO, SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA ACTIVIDAD MINERA Y LAS RESERVAS DE TIERRAS DE DIATOMEAS.
Fecha: 28/03/2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 18
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo a fin de solicitar que, a través del organismo que corresponda, tenga a bien remitir a esta H. Cámara información precisa y detallada sobre los siguientes puntos:
1. Si la autoridad minera cuenta con un registro de las reservas de tierras de diatomeas en el territorio nacional.
2. Si existen datos estadísticos y cualitativos actualizados del mercado interno generado a partir de la explotación, procesamiento y demanda del mencionado bioinsumo destinado a coadyuvar numerosos procesos productivos e industriales.
3. Si se han coordinado con instituciones académicas nacionales, acciones tendientes a la clasificación taxonómica y características de las diatomeas vinculadas a las reconstrucciones paleo ambientales y como indicadores de parámetros ambientales relevantes en estudios ecológicos regionales.
4. Sírvase indicar cualquier otra información que sume al presente.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las diatomeas forman parte de los numerosos tesoros minerales que encierran ecosistemas distantes como la Puna Argentina y la Patagonia austral, conformadas por algas fosilizadas propias de aguas tanto marinas como dulces, de composición unicelular, cuyas caparazones o estructura residual quedaron depositadas en el fondo de antiguos lagos y posteriormente se secaron y mineralizaron. Su aglutinación dio origen a la formación de rocas silíceas amorfas denominadas tierra de diatomeas o diatomitas. Esta acumulación se produce en medios sedimentarios extensos y poco profundos, en los que el agua contenga abundantes nutrientes y sílice.
La creciente importancia económica que este recurso ha adquirido, la complejidad del mineral y su amplio espectro de aplicaciones, abren interesantes posibilidades para el desarrollo de técnicas de análisis y geología especializada, poco conocidas en el país. Las diatomeas, como organismos vivos, son además objeto de creciente atención como indicadores de parámetros ambientales relevantes en el estudio ecológico de una región.
En nuestro territorio vivieron aproximadamente hace 30 millones de años en el fondo de lagos de agua dulce y al emerger la Cordillera de Los Andes quedaron al descubierto. Lo que hoy llega hasta nosotros son las pequeñísimas estructuras silíceas fosilizadas, de las cuales hay hasta medio millón por milímetro cúbico, conformando los mantos de diatomitas asociados generalmente a una presencia significativa de cenizas volcánicas.
Sus aplicaciones están relacionadas con particulares propiedades físicas, tales como una baja densidad, alta porosidad, alta capacidad absorbente (que aumenta al calcinar la roca) baja conductividad térmica, alto punto de fusión (entre 1.400 y 1.700ºC) y moderado poder abrasivo, que convierten a esta sílice biogénica en un insumo básico en gran variedad de procesos productivos e industriales, siendo algunas de sus aplicaciones concretas:
• como filtro y clarificador de grandes volúmenes de efluentes líquidos;
• en procesos químicos y metalúrgicos;
• en la producción de alimentos y productos farmacéuticos;
• como carga, aislante, absorbente y aditivo en cementos, fuente de sílice reactiva;
• como antiparasitario natural por acción estrictamente física al deshidratar las plagas presentes en cultivos fruti hortícolas y granos almacenados;
• como mejorador de las condiciones sanitarias en producciones animales intensivas.
Asimismo, por ser químicamente inertes y exhibir una gran área superficial por unidad de masa, las tierras de diatomeas son excelentes portadores y dispersantes de productos químicos. En agua, la diatomita es capaz de absorber hasta 2,5 veces su peso. De este modo, líquidos de transporte riesgoso como los ácidos sulfúrico o fosfórico, pueden ser convertidos en una mezcla considerablemente más segura. Uno de sus primeros usos, en este sentido, fue el de portador de la explosiva nitroglicerina.
Las propiedades térmicas de la sílice diatomácea y la gran porosidad de las caparazones de diatomeas hacen de este mineral un excelente aislante térmico en un rango de temperaturas que van desde el frío hasta el punto de fusión de la sílice amorfa, en torno a los 1.600°C. Por su baja densidad aparente, además, es una materia prima preferida en la fabricación de ladrillos y morteros aislantes.
Las propiedades ópticas del mineral entre las que se cuentan un índice de refracción semejante al del aceite, reflectabilidad difusa de luz y gran blancura, justifican su uso como agente mateante en pinturas, recubrimiento en látex y papeles. Por otra parte, los cortes granulométricos precisos que pueden obtenerse de los agregados celulares que constituyen el mineral, lo convierten en un buen agente reforzador en cauchos sintéticos y, en general, en carga inerte con propiedades funcionales.
Donde las propiedades únicas de la sílice diatomácea son más relevantes, sin embargo, es en su uso como auxiliar filtrante. Cuando a un líquido con impurezas se le agrega tierra de diatomeas y se le hace pasar a presión por una malla o tela filtrante, ésta se acumula a un lado del medio filtrante, formando una capa porosa incompresible con múltiples e intrincadas vías de tránsito. En los finísimos poros que constituyen la estructura secundaria y terciaria de las frústulas de diatomeas, las impurezas, aún en el rango submicrónico, son retenidas por absorción mecánica y retiradas del filtrado, característica que le confiere un rol importante como auxiliar filtrante en las industrias vitivinícola, cervecera, del azúcar, de la glucosa de maíz y del agar-agar, entre otras. En Chile, la industria de jugos de fruta y la planta de sales de litio en el Salar de Atacama (II Región) han aumentado la demanda nacional de este insumo.
En minería se utilizan las tierras de diatomeas para la recuperación de metales nobles ya que mantienen la porosidad de los barros anódicos de donde se recupera el selenio por evaporación. Otro uso creciente es como desmoldante de fundición en la gran minería del cobre, sustituyendo a la tradicional ceniza de huesos, así como vehículo filtrante de residuos radioactivos denominado RTD.
Al considerar las propiedades de la tierra de diatomeas, cabe expresar que ésta en si misma constituye un insecticida natural. Los diminutos fragmentos, que son huecos y portadores de carga eléctrica negativa, taladran los cuerpos de los insectos de sangre fría provocándoles la muerte por deshidratación. En consecuencia el trabajo que realizan las diatomeas es físico mecánico, factor que no presenta el problema de resistencia que con el uso continuo se expresa en los pesticidas químicos.
El espectro de control de las tierras de diatomeas es amplio actuando sobre ácaros, arañuelas, babosas, carcomas, cascarudos, chinches, cucarachas, garrapatas, gorgojos, grillos, hormigas, jejenes, langostas, moscas, mosquitos, orugas, piojos, polillas, pulgones, tábanos, termitas, tucuras, vinchucas, etc. Además las diatomeas presentan buenas propiedades para combatir parásitos externos en animales domésticos, resultando tratamientos económicos y, que por ser inofensivo permite esparcir el producto sobre el animal. Por la misma razón, los preparados en base a tal principio activo también son utilizables en usos hogareños para el control de insectos. Por ello, en la agricultura biológica se ha utilizado como pesticida natural no venenoso con excelentes resultados. Esto en función que la ingestión de partículas de sílice causa lesiones en el tubo digestivo de los insectos de plagas. La fijación sobre el cuerpo de los insectos les causa también lesiones que implican su muerte por deshidratación.
Entre otros usos potenciales, también se pueden considerar sus condiciones de agente anti aglomerante en granulación de fertilizantes en general; el de aditivo del concreto para mejorar su maniobrabilidad y resistencia a la abrasión química; y como aditivo en barros de perforación entre otros. Esta gran variedad de aplicaciones justifica el apelativo común de las tierras de diatomeas: "el mineral de los mil usos". También tienen valor como indicadores paleo ambientales y permiten saber si el agua era dulce, salobre o salada, marina o continental, si era fría, templada o caliente, si era turbia o limpia, entre otras características físico-químicas del medio. Dado que han evolucionado en el tiempo son en general buenos indicadores cronológicos y permiten conocer la antigüedad de los depósitos en que se encuentran.
Constituye un insumo requerido en ingenios azucareros, industria del petróleo, farmacopea, construcción de ladrillos livianos, pastas dentífricas, filtros de cigarrillos, para estabilizar la nitroglicerina en la dinamita, en metalurgia, pulido de metales y un sinfín de otros usos.
A escala mundial, la industria de las tierras de diatomeas procesa aproximadamente un millón de toneladas por año. El alto costo de transporte agravado por la baja densidad del mineral procesado -5 m³/ tonelada- ha incentivado la descentralización productiva. Países tradicionalmente importadores como Australia, Sudáfrica y Brasil han desarrollado o están en vías de establecer instalaciones locales para explotar y procesar tierras de diatomeas. El costo de una planta de capacidad intermedia -50.000 toneladas por año- se ha estimado en U$ 8.000.000. Debido a que la tecnología de proceso no es estándar y está íntimamente ligada a las características de los depósitos minerales, una fracción considerable de la inversión debe dirigirse hacia prospecciones altamente especializadas, adaptación y desarrollo de técnicas de proceso adecuadas a la materia prima local.
La vecina República de Chile posee una capacidad productiva instalada mayor a las 4.000 toneladas por año, de la cual más de la mitad se exporta a los países del mercado regional. Hace aproximadamente treinta años, en términos monetarios, la industria chilena de tierras de diatomeas significó ingresos en divisas para el país de aproximadamente US$ 700.000 y una cifra similar por concepto de sustitución de importaciones.
En algunos lagos del altiplano de Perú y Bolivia existen importantes depósitos, incluso en el fondo del lago Titicaca.
En Argentina, se han encontrado estas diatomitas en los salares de Pastos Grandes y del Rincón en la provincia de Salta, y en el departamento de Antofagasta de la Sierra en la provincia de Catamarca, y en las provincias precordilleranas de San Juan, Rio Negro y Neuquén, entre otras, que fueron explotadas en forma esporádica en las últimas décadas.
La presencia de boro en el agua ha demostrado experimentalmente que aumenta enormemente la productividad de las diatomeas. Al respecto, la Puna es muy rica en boratos y grandes depósitos yacen en los salares y rocas más antiguas.
No es de extrañar entonces su asociación a capas de diatomitas como ya lo estudiara el Doctor W. Pratt en un artículo sobre la Sierra de Sijes (Salta) que publicara en 1961 en la revista de la Sociedad Geológica de América. Allí demostró que las diatomitas eran de tipos variados y que proliferaban en lagos de aguas salobres a saladas, templados a fríos. Produjo así uno de los primeros aportes a los antiguos ambientes de la Puna, en estratos que hoy sabemos tienen entre 5 y 7 millones de años de antigüedad.
A nivel nacional el estudio intensivo de las diatomitas argentinas se lo debemos al Dr. Joaquín Frenguelli, sabio italiano que se radicó hasta su fallecimiento en nuestro país.
Por las razones expuestas, Señor presidente, y dada la importancia estratégica de conocer la dotación de un valioso recurso mineral biogénico en el territorio nacional, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación de la presente iniciativa
Firmante | Distrito | Bloque |
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TOMASSI, NESTOR NICOLAS | CATAMARCA | JUSTICIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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