Su beneplácito y adhesión por el " Día del Mercosur", a celebrarse el 26 de marzo de 2014, reiterando el compromiso asumido con el desarrollo de políticas de Estado para la integración de sus miembros, conforme lo establecidos en el documento fundacional y los acordados con posterioridad. La Cámara declara asimismo que está comprometida con los objetivos del MERCOSUR y que realizará todo lo que le competa para solidificar el proceso de integración y para remover los obstáculos que se presenten.

Señor presidente:

En la actualidad, el Mercosur se halla en una nueva etapa, ya que debe afrontar un mundo cada vez más globalizado, competitivo y que exige instituciones fuertes y modernas que estén a la altura de las demandas. El desafío no es menor, pero hemos visto cómo el poder de negociación, más allá de los matices nacionales y periódicos conflictos, mostró reiteradamente una fuerte cohesión de los países, esencialmente la voluntad política de superar inconvenientes, desacoples, dolores de cabeza, conflictos de intereses y hasta circunstanciales retrocesos.

El Mercosur ha sabido encolumnarse en el OMC sosteniendo posiciones comunes, especialmente entre la Argentina y Brasil, la creación de UNASUR que replica la concordancia, incluso ampliada a otros países de la región. Así poco a poco se logra identificar al Mercosur en todos los Foros internacionales como un bloque de fuerte convicción en la defensa de los intereses regionales y de ubicación en el mundo.

El Mercosur deberá esmerarse para tener una voz unívoca en la ONU y también apuntar a la defensa continental coordinada.

El Mercosur deberá identificar las políticas y estrategias comunes para ejecutarlas sin necesidad de negociaciones periódicas. Ëstas se reservan para las decisiones concretas y específicas, pero los lineamientos genéricos deben estar previamente consensuados y acordados.

Necesariamente estamos transitando hacia una integración que requiere recrear y en muchos casos literalmente crear nuevos mecanismos institucionales que contengan componentes de supranacionalidad, mayor participación, involucramiento de la sociedad civil.

La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre países, el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes y la armonización de las legislaciones para lograr el fortalecimiento del proceso de integración son faenas que exigen avanzar y profundizar. A los problemas del Mercosur hay que responder con más y mejor Mercosur.

Actualmente, el Mercosur también permite la libre circulación de los ciudadanos del bloque. Los idiomas oficiales del Mercosur según el artículo 46 del Protocolo de Ouro Preto son el español y el portugués. Está pendiente que todos sepamos hablar portugués y todos castellano. En esta materia de circulación de personas se deben seguir haciendo esfuerzos para simplificar trámites, unificar oficinas aduaneras e inmigratorias en los puestos de frontera. En una palabra, hacer realidad la integración. Inclusive debería avanzarse sobre la idea de una ciudadanía sudamericana como gran marco jurídico para todos los habitantes de estos lares.

El Mercosur debe alcanzar que el noventa y cinco por ciento (95%) de los bienes que produce puedan circular libremente. Difícil, sí, pero indispensable para una genuina integración.

El Mercosur es el mayor productor de alimentos en el mundo,[] controla las mayores reservas energéticas, minerales, naturales, de recursos hídricos y de petróleo del planeta,[] posee también la selva tropical más grande del orbe, el Amazonas. Además, la economía del Mercosur es crecientemente industrializada, con empresas de diversos sectores que producen los más diversos artículos; muchos de ellos con su propia tecnología como: placas de acero, electrodomésticos, medicamentos, aviones, equipamiento para la defensa, ordenadores, coches, energía, barcos, alimentos, bebidas, piezas, productos electrónicos, etcétera.

Los Estados parte trabajan mancomunadamente en la consolidación de la democracia, la seguridad jurídica, el combate a la pobreza, el desarrollo económico y social con equidad, compartiendo aquellos valores que encuentran expresión en sus sociedades democráticas, pluralistas, defensoras de las libertades fundamentales, de los derechos humanos, de la protección del medio ambiente y del desarrollo sustentable. Sin embargo, es menester profundizar el trabajo. Siguen existiendo pobres en el Mercosur, muchos pobladores sin cloacas y sin agua potable y la calidad educativa es una asignatura pendiente. Igualmente, las asimetrías subsisten tanto entre países miembros como internas, en las diversas regiones. Los nordestes de la Argentina y del Brasil, por caso, contrastan en su subdesarrollo con las zonas centrales e industrializadas de ambos países.

El Mercosur asimismo debe abrirse más francamente hacia el Pacífico. Hay que remover los factores que pareciera que está bifurcando América del Sur en dos franjas, la Atlántica y la del Pacífico. Mercosur debe ser actor protagónico en la idea-ideal de una sola América del Sur, que va de océano a océano y desde el Caribe y México hasta la Antártida.

Es por eso que este 26 de marzo no es una simple fecha de celebración, sino que significa conmemorar una herramienta fundamental para el crecimiento propio y de nuestros países hermanos. El Mercosur hoy representa una ventana hacia el futuro, hacia la productividad y crecimiento social y económico de quienes forman parte de ella.

El 26 de marzo festejamos y conmemoramos, pero también expresamos el serio compromiso de hacer cada vez más real la ensoñación integradora. No es superfluo recoger aquella añeja máxima de 'unidos somos más' y 'unidos somos más fuertes'.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares acompañen este proyecto.