LEGISLACION PENAL
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Secretario Administrativo DR. SAADE MARTIN OMAR
Martes 15.30hs
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Reunión del día 26/03/2019
- MALTRATO ANIMAL - REUNIÓN CONJUNTA CON L PENAL
- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veintiséis días del mes de marzo de 2019, a la hora 13 y 32:
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muy buenas tardes a todos. Bienvenidos a la reunión plenaria de las comisiones de Legislación General y de Legislación Penal de la Cámara de Diputados. Esta será una reunión de carácter informativo con el objeto de discutir los diferentes proyectos referidos a la modificación de la ley 14.346, sobre protección de los animales.
En primer lugar, daré lectura de los proyectos que tenemos a consideración para este debate. Luego les explicaremos la metodología de trabajo que nos hemos propuesto con la diputada Gabriela Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal, para la discusión que se viene sobre este tema tan importante para proteger a nuestros queridos animales.
Los proyectos de ley a considerar son los siguientes: expediente 0234-d-2018, del señor diputado Marcelo Wechsler y de la señora diputada Olga Rista, sobre modificación de las penas establecidas en la ley 14.346; 0277-d-2018, de la señora diputada Ivana Bianchi, sobre derogación de la ley 14.346 de protección animal, que reproduce el proyecto contenido en el expediente 0135-d-2016; expediente 1289-d-2018, de la señora diputada Adriana Nazario, también referido a la modificación de la ley 14.346 en sus artículos 1º y 3º sobre elevación de la pena y maltrato; expediente 2668-d-2018, de la señora diputada Mirta Alicia Soraire, sobre protección de los animales de compañía y de cría; expediente 2752-d-2018, del señor diputado Martin Maquieyra, sobre modificación de la ley 14.346 en lo relativo a penas por maltratos; expediente 2781-d-2018, de la señora diputada (m.c.) Anabella Hers Cabral y del señor diputado Waldo Wolf, por el que se declara de interés nacional la protección de animales domésticos o domesticados contra actos de maltrato o crueldad; expediente 3972-d-2018, del señor diputado Lipovetzky, sobre protección de los animales y modificaciones de penas por maltratos; expediente 4303-d-2018, del señor diputado Alfredo Olmedo, sobre régimen de protección de animales de compañía y de explotaciones ganaderas; expediente 5109-d-2018, de los señores diputados Hugo Marcucci, Gonzalo Del Cerro y Albor Cantard, sobre protección de los animales de compañía y de cría; expediente 5595-d-2018, de las señoras diputadas María Guerín y Magdalena Sierra, sobre modificación del Código Penal incorporando los delitos contra la vida y la integridad animal; expediente 7640-d-2018, del diputado Andrés Vallone, el diputado Luis Contigiani, la diputada Victoria Rosso y el diputado Julio Solanas, sobre prohibición en todo el territorio nacional de la utilización de animales para experimentación; expediente 0214-d-2019, de la diputada Graciela Camaño, por el que se incorpora al Código Penal el artículo 206 bis, sobre protección a los animales; expediente 0684-d-2019, del diputado Daniel Di Stefano, sobre pautas mínimas para regular la protección de los animales domésticos y animales de carga; expediente 0762-d-2019, de la diputada Brenda Austin, sobre maltrato y crueldad hacia los animales; expediente 0908-d-2019, de la diputada Adriana Nazario, prohibición en todo el territorio nacional de la participación de animales de cualquier especie en circos; expediente 0948-d-2019, del diputado Jorge Franco, sobre malos tratos y actos de crueldad contra los animales, derogación de la ley 14.346.
Estos dos últimos expedientes que leí recién fueron incorporados al temario porque se presentaron estos días y no estaban en la citación original.
Por otra parte, sobre la misma temática, tendremos una serie de proyectos con intervención de alguna otra comisión, que seguramente serán tenidos a la vista en el momento de dictaminar; por esa razón no los estamos considerando ahora.
Como pueden ver, tenemos una gran cantidad de proyectos. Son muchos los diputados interesados en la modificación, la regulación, el avance de la protección y la modificación de la ley 14.346.
El propósito de las reuniones informativas es escuchar a las diferentes organizaciones, a los especialistas que nos traen sus experiencias, sus visiones y conocimientos sobre la protección animal, para tratar de obtener el mejor proyecto de ley posible sobre la base del consenso entre todas las iniciativas.
No estamos pensando en tomar un proyecto como base sino trabajar sobre todos los que se pusieron en consideración, teniendo en cuenta los conocimientos y la información que ustedes nos aportarán a lo largo de estas jornadas, que se les brindará a todos los diputados presentes y a quienes siguen estas reuniones informativas a través de los canales de comunicación de la Cámara de Diputados. Ello nos permitirá formar una opinión importante para lograr el mejor texto posible y la mayor protección de nuestros queridos animales.
La ley 14.346 es muy buena, fue pionera en la Argentina pero ya tiene más de cincuenta años. Por lo tanto, creo que necesita una actualización y que el interés de muchos de los señores diputados que presentaron proyectos es justamente mejorar la protección que hoy ya tienen los animales. Seguramente, una de las bases del debate será pensar en penas mayores a las previstas en dicha ley ya que es antigua y respondía a otra visión de la sociedad.
En la actualidad, gracias al trabajo de muchas organizaciones y de los proteccionistas hay mayor conciencia de la necesidad de proteger a los animales. En ese marco, seguramente vamos a pensar en penas mayores para quienes ejercen crueldad, maltrato y violencia contra los animales.
Con respecto a la metodología de funcionamiento de estas reuniones informativas, contamos con un listado de expositores para el día de hoy. A cada uno se le darán siete minutos para que realice su exposición y faltando un minuto le indicaremos que le queda ese tiempo para hacer el cierre.
Hemos abierto la inscripción para que todos los interesados pudieran anotarse y recibimos una gran cantidad de personas interesadas en participar.
Además, muchos diputados me comentaron que seguramente personas del interior quieren participar y se van a incorporar al listado. Por lo tanto, pedimos disculpas a todos los que no podrán exponer en un solo día porque tenemos una limitación de tiempo y espacio. Iremos ordenando el debate de acuerdo con la disposición de la sala y con el tiempo que tengamos, pero quédense tranquilos que todos aquellos que quieran participar podrán hacerlo.
Estamos dispuestos a escuchar a todos los que quieran traer su visión y conocimiento sobre este tema tan importante sobre el cual el Congreso tiene una deuda. Esta ley es de 1954 y todavía no hemos logrado una reforma que la mejore.
Pido a los expositores que no hagan alusiones personales a los diputados, sino que justamente nos traigan su visión a fin de lograr una mejor ley de protección animal. Espero que tengamos unas muy buenas jornadas de debate y que sean provechosas para lograr la sanción de esta Cámara de Diputados.
Tiene la palabra la señora diputada Gabriela Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal.
En primer lugar, daré lectura de los proyectos que tenemos a consideración para este debate. Luego les explicaremos la metodología de trabajo que nos hemos propuesto con la diputada Gabriela Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal, para la discusión que se viene sobre este tema tan importante para proteger a nuestros queridos animales.
Los proyectos de ley a considerar son los siguientes: expediente 0234-d-2018, del señor diputado Marcelo Wechsler y de la señora diputada Olga Rista, sobre modificación de las penas establecidas en la ley 14.346; 0277-d-2018, de la señora diputada Ivana Bianchi, sobre derogación de la ley 14.346 de protección animal, que reproduce el proyecto contenido en el expediente 0135-d-2016; expediente 1289-d-2018, de la señora diputada Adriana Nazario, también referido a la modificación de la ley 14.346 en sus artículos 1º y 3º sobre elevación de la pena y maltrato; expediente 2668-d-2018, de la señora diputada Mirta Alicia Soraire, sobre protección de los animales de compañía y de cría; expediente 2752-d-2018, del señor diputado Martin Maquieyra, sobre modificación de la ley 14.346 en lo relativo a penas por maltratos; expediente 2781-d-2018, de la señora diputada (m.c.) Anabella Hers Cabral y del señor diputado Waldo Wolf, por el que se declara de interés nacional la protección de animales domésticos o domesticados contra actos de maltrato o crueldad; expediente 3972-d-2018, del señor diputado Lipovetzky, sobre protección de los animales y modificaciones de penas por maltratos; expediente 4303-d-2018, del señor diputado Alfredo Olmedo, sobre régimen de protección de animales de compañía y de explotaciones ganaderas; expediente 5109-d-2018, de los señores diputados Hugo Marcucci, Gonzalo Del Cerro y Albor Cantard, sobre protección de los animales de compañía y de cría; expediente 5595-d-2018, de las señoras diputadas María Guerín y Magdalena Sierra, sobre modificación del Código Penal incorporando los delitos contra la vida y la integridad animal; expediente 7640-d-2018, del diputado Andrés Vallone, el diputado Luis Contigiani, la diputada Victoria Rosso y el diputado Julio Solanas, sobre prohibición en todo el territorio nacional de la utilización de animales para experimentación; expediente 0214-d-2019, de la diputada Graciela Camaño, por el que se incorpora al Código Penal el artículo 206 bis, sobre protección a los animales; expediente 0684-d-2019, del diputado Daniel Di Stefano, sobre pautas mínimas para regular la protección de los animales domésticos y animales de carga; expediente 0762-d-2019, de la diputada Brenda Austin, sobre maltrato y crueldad hacia los animales; expediente 0908-d-2019, de la diputada Adriana Nazario, prohibición en todo el territorio nacional de la participación de animales de cualquier especie en circos; expediente 0948-d-2019, del diputado Jorge Franco, sobre malos tratos y actos de crueldad contra los animales, derogación de la ley 14.346.
Estos dos últimos expedientes que leí recién fueron incorporados al temario porque se presentaron estos días y no estaban en la citación original.
Por otra parte, sobre la misma temática, tendremos una serie de proyectos con intervención de alguna otra comisión, que seguramente serán tenidos a la vista en el momento de dictaminar; por esa razón no los estamos considerando ahora.
Como pueden ver, tenemos una gran cantidad de proyectos. Son muchos los diputados interesados en la modificación, la regulación, el avance de la protección y la modificación de la ley 14.346.
El propósito de las reuniones informativas es escuchar a las diferentes organizaciones, a los especialistas que nos traen sus experiencias, sus visiones y conocimientos sobre la protección animal, para tratar de obtener el mejor proyecto de ley posible sobre la base del consenso entre todas las iniciativas.
No estamos pensando en tomar un proyecto como base sino trabajar sobre todos los que se pusieron en consideración, teniendo en cuenta los conocimientos y la información que ustedes nos aportarán a lo largo de estas jornadas, que se les brindará a todos los diputados presentes y a quienes siguen estas reuniones informativas a través de los canales de comunicación de la Cámara de Diputados. Ello nos permitirá formar una opinión importante para lograr el mejor texto posible y la mayor protección de nuestros queridos animales.
La ley 14.346 es muy buena, fue pionera en la Argentina pero ya tiene más de cincuenta años. Por lo tanto, creo que necesita una actualización y que el interés de muchos de los señores diputados que presentaron proyectos es justamente mejorar la protección que hoy ya tienen los animales. Seguramente, una de las bases del debate será pensar en penas mayores a las previstas en dicha ley ya que es antigua y respondía a otra visión de la sociedad.
En la actualidad, gracias al trabajo de muchas organizaciones y de los proteccionistas hay mayor conciencia de la necesidad de proteger a los animales. En ese marco, seguramente vamos a pensar en penas mayores para quienes ejercen crueldad, maltrato y violencia contra los animales.
Con respecto a la metodología de funcionamiento de estas reuniones informativas, contamos con un listado de expositores para el día de hoy. A cada uno se le darán siete minutos para que realice su exposición y faltando un minuto le indicaremos que le queda ese tiempo para hacer el cierre.
Hemos abierto la inscripción para que todos los interesados pudieran anotarse y recibimos una gran cantidad de personas interesadas en participar.
Además, muchos diputados me comentaron que seguramente personas del interior quieren participar y se van a incorporar al listado. Por lo tanto, pedimos disculpas a todos los que no podrán exponer en un solo día porque tenemos una limitación de tiempo y espacio. Iremos ordenando el debate de acuerdo con la disposición de la sala y con el tiempo que tengamos, pero quédense tranquilos que todos aquellos que quieran participar podrán hacerlo.
Estamos dispuestos a escuchar a todos los que quieran traer su visión y conocimiento sobre este tema tan importante sobre el cual el Congreso tiene una deuda. Esta ley es de 1954 y todavía no hemos logrado una reforma que la mejore.
Pido a los expositores que no hagan alusiones personales a los diputados, sino que justamente nos traigan su visión a fin de lograr una mejor ley de protección animal. Espero que tengamos unas muy buenas jornadas de debate y que sean provechosas para lograr la sanción de esta Cámara de Diputados.
Tiene la palabra la señora diputada Gabriela Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal.
SRA. BURGOS Muchas gracias, señor diputado Lipovetzky.
No es la primera vez que nos juntamos, sino que ya lo hicimos el año pasado. Luego de la lectura que hizo el señor diputado Lipovetzky vemos que existe una cantidad de proyectos muy transversales: algunos hablan sobre aumentos de penas, otros sobre tipificar o prohibir ciertas conductas naturalizadas a lo largo del tiempo por la sociedad, y ahora uno va descubriendo la vulneración de ciertos derechos y el maltrato insito en esas conductas. Hay una batería de proyectos que enfoca a distintos lugares, que tienen que ver con la protección animal y con la concientización en pos de proteger sus derechos. Espero que lleguemos a unificar todos los criterios, porque en definitiva todos apuntan a lo mismo: la protección animal.
Comparto lo que dijo el señor diputado Lipovetzky en el sentido de que en su momento esta ley que incluye los derechos de los animales fue pionera en la Argentina. Pero con el avance del tiempo hemos visto que ha quedado totalmente desequilibrado y que necesita una modificación.
Debemos apuntar a una modificación integral -no específica por cada temática- que contemple todas las causales que tengan que ver con el maltrato animal en todas sus formas. Vamos a ver qué es lo que resulta justamente de estos encuentros y ojalá apuntemos a una mejor ley con una protección amplísima, considerando las nuevas visiones que existen sobre el derecho animal y su naturaleza jurídica.
Hay varias deudas del Congreso respecto de diferentes temas. Tenemos que dejar el statu quo y empezar a hacernos cargo. Es una agenda bastante amplia y, como dijo el señor diputado Lipovetzky, debe primar el respeto. No vamos a permitir descalificaciones a nadie, porque lo que tenemos que debatir es el contenido de cada proyecto, sin las adjetivaciones que muchas veces se generan entre nosotros mismos. No podemos hablar de protección de los derechos de los animales si vamos a descalificarnos y maltratarnos entre nosotros. Dadas esas pautas, si desde Presidencia se corta el micrófono o se hace la advertencia sobre ese tipo de conductas, desde ya está advertido.
Tenemos una agenda tentativa para los próximos días, que a mí personalmente se me superpone con las reuniones de la Comisión de Legislación Penal, que también tiene muchos temas por tratar. Esto no significa que no se vayan a realizar sino que vamos a ver el día y horario en que se llevarán adelante dichas reuniones.
Bienvenidos a todos y a todas. Espero que podamos llevar adelante esta reunión que se viene pidiendo hace mucho tiempo. Muchas gracias.
No es la primera vez que nos juntamos, sino que ya lo hicimos el año pasado. Luego de la lectura que hizo el señor diputado Lipovetzky vemos que existe una cantidad de proyectos muy transversales: algunos hablan sobre aumentos de penas, otros sobre tipificar o prohibir ciertas conductas naturalizadas a lo largo del tiempo por la sociedad, y ahora uno va descubriendo la vulneración de ciertos derechos y el maltrato insito en esas conductas. Hay una batería de proyectos que enfoca a distintos lugares, que tienen que ver con la protección animal y con la concientización en pos de proteger sus derechos. Espero que lleguemos a unificar todos los criterios, porque en definitiva todos apuntan a lo mismo: la protección animal.
Comparto lo que dijo el señor diputado Lipovetzky en el sentido de que en su momento esta ley que incluye los derechos de los animales fue pionera en la Argentina. Pero con el avance del tiempo hemos visto que ha quedado totalmente desequilibrado y que necesita una modificación.
Debemos apuntar a una modificación integral -no específica por cada temática- que contemple todas las causales que tengan que ver con el maltrato animal en todas sus formas. Vamos a ver qué es lo que resulta justamente de estos encuentros y ojalá apuntemos a una mejor ley con una protección amplísima, considerando las nuevas visiones que existen sobre el derecho animal y su naturaleza jurídica.
Hay varias deudas del Congreso respecto de diferentes temas. Tenemos que dejar el statu quo y empezar a hacernos cargo. Es una agenda bastante amplia y, como dijo el señor diputado Lipovetzky, debe primar el respeto. No vamos a permitir descalificaciones a nadie, porque lo que tenemos que debatir es el contenido de cada proyecto, sin las adjetivaciones que muchas veces se generan entre nosotros mismos. No podemos hablar de protección de los derechos de los animales si vamos a descalificarnos y maltratarnos entre nosotros. Dadas esas pautas, si desde Presidencia se corta el micrófono o se hace la advertencia sobre ese tipo de conductas, desde ya está advertido.
Tenemos una agenda tentativa para los próximos días, que a mí personalmente se me superpone con las reuniones de la Comisión de Legislación Penal, que también tiene muchos temas por tratar. Esto no significa que no se vayan a realizar sino que vamos a ver el día y horario en que se llevarán adelante dichas reuniones.
Bienvenidos a todos y a todas. Espero que podamos llevar adelante esta reunión que se viene pidiendo hace mucho tiempo. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Suscribo que el respeto es importante. Debemos aprovechar este ámbito, porque creo que va a ser la primera vez que tendremos un debate tan profundo sobre esta temática. Pudimos debatir parte de este tema cuando aprobamos la prohibición de las carreras de galgos, pero ahora vamos por una protección mucho más amplia. Coincido con la señora diputada Burgos en el sentido de que hay que pensar en una reforma integral, por lo que será muy provechosa esta jornada para ustedes, para los diputados y para quienes siguen este debate por las redes, porque creemos que es necesaria una nueva ley de protección de animales. Aprovechemos y disfrutemos este momento histórico, porque se debate una ley que hace más de cincuenta años que no se modifica.
En primer lugar, tiene la palabra Verónica López Nordio, presidenta de la Asociación Civil Protectora de Rosario. Tiene siete minutos.
En primer lugar, tiene la palabra Verónica López Nordio, presidenta de la Asociación Civil Protectora de Rosario. Tiene siete minutos.
SRA. LÓPEZ NORDIO Buenos días a todas y a todos. Celebro y agradezco esta oportunidad histórica, como mencionó el señor diputado.
Como presidenta de la Asociación Civil Protectora de Rosario y asesora hace más de 15 años ad honorem en la Comisión de Ecología del Concejo Municipal de Rosario, me he especializado en denuncias -como denunciante y querellante-, por lo que entiendo que la ley es acotada y que necesita un cambio.
Las leyes de todas las temáticas deben propender a la paz social. El maltrato animal y la violencia interpersonal tienen un vínculo innegable. Lo primero que tenemos que entender y definir es qué es la violencia. La violencia es el tipo de interacción... Les voy a pedir disculpas pero esta es la primera vez que expongo y estoy muy nerviosa, así que me hice un borrador. (Aplausos) Gracias.
La violencia es un tipo de interacción entre sujetos que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que de forma deliberada, aprendida o imitada provocan o amenazan con hacer daño, mal o sometimiento grave -físico, sexual, verbal o psicológico- a un individuo o a una colectividad, afectando a las personas -este es un nuevo concepto que hemos incorporado en la definición de persona: personas no humanas y personas humanas- violentadas de tal manera que sus potencialidades presentes o futuras se vean afectadas.
Las personas pueden ser humanas o no humanas, animales humanos o no humanos, léxico jurídico incorporado en esta última década. Los animales no humanos son frecuentemente objeto de actos violentos por los humanos. Basta con recorrer las redes sociales para apreciar lo habitual que es el maltrato que algunos les brindan a los animales de compañía -término que no acompaño, porque son animales no humanos-, como son los perros y gatos. Vamos a incorporar algunos términos ilustrativos, más allá del vocabulario legal: los animales de trabajo, como son los caballos; la explotación, ya sea en criaderos clandestinos o por la actividad ilegal de la caza y posterior traslado en condiciones aberrantes, debido al hacinamiento que en la mayoría de las veces terminan con la muerte del animal por sofocamiento.
Proyecto en la pantalla unas fotos de una guardafauna respecto de la vigente ley de tráfico para entender por dónde pasa el hacinamiento de un ave. Puede verse cómo se trasladan en botellas PET: además del delito de tráfico, nadie puede dejar de sentirlo como un maltrato.
Otro tipo de maltrato, consecuencia de un padecimiento psiquiátrico humano, es el denominado síndrome del acumulador de animales, enmascarado de proteccionismo.
Desde hace más de veinte años se están llevando a cabo estudios en el ámbito de la violencia doméstica que incluyen el maltrato a los animales como uno de los aspectos importantes a considerar. Estados Unidos es el país pionero en esto, pero se están realizando estudios también en Australia, el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y España.
La violencia hacia los animales en el hogar es la antesala de otras formas de violencia que muy probablemente se estén produciendo hacia los más desvalidos del entorno familiar, como son los niños, ancianos y mujeres. Por lo tanto, no se puede asumir ese maltrato como un hecho aislado sino como un importante alerta y se debe intervenir de manera oportuna y urgente.
Muchas de las víctimas que ingresan en los refugios para personas maltratadas informan que su maltratador ha amenazado, herido o matado a los animales del hogar. Aproximadamente un tercio de las víctimas reporta que sus hijos han hecho daño a los animales.
La crueldad hacia los animales en la infancia está relacionada con una mayor probabilidad de comportamientos violentos que atenten contra los seres humanos en edad adulta. Las víctimas suelen reconocer que un animal está siendo maltratado antes de admitir su propio padecimiento.
Investigaciones de crueldad hacia los animales con frecuencia revelan violencia doméstica crónica. El propósito es evitar que la víctima huya, obligarla a volver, castigarla por haberse ido, degradarla. Implicado en el abuso el maltratador puede realizar actos de zoofilia obligando a la mujer y a los niños y niñas a observarlo.
¿Por qué es importante entonces reconocer la crueldad hacia los animales como un maltrato doméstico? Pone de manifiesto la deliberación en el maltrato, que no es una enajenación transitoria ni una pérdida de control. El maltrato de animales y menores está muy relacionado; es una herramienta utilizada por los maltratadores para controlar o coaccionar emocionalmente a la víctima. Amenazar, herir o matar animales puede indicar potencial de aumento de la violencia o la letalidad. Las víctimas pueden retrasar su vida para proteger a sus animales. Además, identificando a quien maltrata a un animal se puede detectar a otras víctimas de violencia en la familia.
¿Qué podemos hacer para ayudar a todas las víctimas de violencia? Tomar muy seriamente los malos tratos hacia los animales.
Si hay peligro de vida, hay que denunciar, y lo que nosotros necesitamos es incorporar al Código Penal -esta es la opinión de Protectora Rosario- penas accesorias, como son la prohibición de tener animales a aquellas personas que por su vínculo, ya sea profesional o comercial, han sido condenados por maltrato; incluir en el vocabulario el término "animal no humano", y desterrar -ya que lo vemos con preocupación, pero estamos acá para debatirlo- términos como "castigos innecesarios" o "crueldad justificada". Estamos defendiendo vidas. Ninguna crueldad ni ningún castigo es necesario ni justificado. Muchísimas gracias por haberme escuchado. (Aplausos.)
Como presidenta de la Asociación Civil Protectora de Rosario y asesora hace más de 15 años ad honorem en la Comisión de Ecología del Concejo Municipal de Rosario, me he especializado en denuncias -como denunciante y querellante-, por lo que entiendo que la ley es acotada y que necesita un cambio.
Las leyes de todas las temáticas deben propender a la paz social. El maltrato animal y la violencia interpersonal tienen un vínculo innegable. Lo primero que tenemos que entender y definir es qué es la violencia. La violencia es el tipo de interacción... Les voy a pedir disculpas pero esta es la primera vez que expongo y estoy muy nerviosa, así que me hice un borrador. (Aplausos) Gracias.
La violencia es un tipo de interacción entre sujetos que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que de forma deliberada, aprendida o imitada provocan o amenazan con hacer daño, mal o sometimiento grave -físico, sexual, verbal o psicológico- a un individuo o a una colectividad, afectando a las personas -este es un nuevo concepto que hemos incorporado en la definición de persona: personas no humanas y personas humanas- violentadas de tal manera que sus potencialidades presentes o futuras se vean afectadas.
Las personas pueden ser humanas o no humanas, animales humanos o no humanos, léxico jurídico incorporado en esta última década. Los animales no humanos son frecuentemente objeto de actos violentos por los humanos. Basta con recorrer las redes sociales para apreciar lo habitual que es el maltrato que algunos les brindan a los animales de compañía -término que no acompaño, porque son animales no humanos-, como son los perros y gatos. Vamos a incorporar algunos términos ilustrativos, más allá del vocabulario legal: los animales de trabajo, como son los caballos; la explotación, ya sea en criaderos clandestinos o por la actividad ilegal de la caza y posterior traslado en condiciones aberrantes, debido al hacinamiento que en la mayoría de las veces terminan con la muerte del animal por sofocamiento.
Proyecto en la pantalla unas fotos de una guardafauna respecto de la vigente ley de tráfico para entender por dónde pasa el hacinamiento de un ave. Puede verse cómo se trasladan en botellas PET: además del delito de tráfico, nadie puede dejar de sentirlo como un maltrato.
Otro tipo de maltrato, consecuencia de un padecimiento psiquiátrico humano, es el denominado síndrome del acumulador de animales, enmascarado de proteccionismo.
Desde hace más de veinte años se están llevando a cabo estudios en el ámbito de la violencia doméstica que incluyen el maltrato a los animales como uno de los aspectos importantes a considerar. Estados Unidos es el país pionero en esto, pero se están realizando estudios también en Australia, el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y España.
La violencia hacia los animales en el hogar es la antesala de otras formas de violencia que muy probablemente se estén produciendo hacia los más desvalidos del entorno familiar, como son los niños, ancianos y mujeres. Por lo tanto, no se puede asumir ese maltrato como un hecho aislado sino como un importante alerta y se debe intervenir de manera oportuna y urgente.
Muchas de las víctimas que ingresan en los refugios para personas maltratadas informan que su maltratador ha amenazado, herido o matado a los animales del hogar. Aproximadamente un tercio de las víctimas reporta que sus hijos han hecho daño a los animales.
La crueldad hacia los animales en la infancia está relacionada con una mayor probabilidad de comportamientos violentos que atenten contra los seres humanos en edad adulta. Las víctimas suelen reconocer que un animal está siendo maltratado antes de admitir su propio padecimiento.
Investigaciones de crueldad hacia los animales con frecuencia revelan violencia doméstica crónica. El propósito es evitar que la víctima huya, obligarla a volver, castigarla por haberse ido, degradarla. Implicado en el abuso el maltratador puede realizar actos de zoofilia obligando a la mujer y a los niños y niñas a observarlo.
¿Por qué es importante entonces reconocer la crueldad hacia los animales como un maltrato doméstico? Pone de manifiesto la deliberación en el maltrato, que no es una enajenación transitoria ni una pérdida de control. El maltrato de animales y menores está muy relacionado; es una herramienta utilizada por los maltratadores para controlar o coaccionar emocionalmente a la víctima. Amenazar, herir o matar animales puede indicar potencial de aumento de la violencia o la letalidad. Las víctimas pueden retrasar su vida para proteger a sus animales. Además, identificando a quien maltrata a un animal se puede detectar a otras víctimas de violencia en la familia.
¿Qué podemos hacer para ayudar a todas las víctimas de violencia? Tomar muy seriamente los malos tratos hacia los animales.
Si hay peligro de vida, hay que denunciar, y lo que nosotros necesitamos es incorporar al Código Penal -esta es la opinión de Protectora Rosario- penas accesorias, como son la prohibición de tener animales a aquellas personas que por su vínculo, ya sea profesional o comercial, han sido condenados por maltrato; incluir en el vocabulario el término "animal no humano", y desterrar -ya que lo vemos con preocupación, pero estamos acá para debatirlo- términos como "castigos innecesarios" o "crueldad justificada". Estamos defendiendo vidas. Ninguna crueldad ni ningún castigo es necesario ni justificado. Muchísimas gracias por haberme escuchado. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Daremos la palabra a la próxima expositora. Más allá de la visión general, es importante que quienes nos visitan también nos den, a manera de conclusión, su visión sobre cuáles son los temas que consideran que debemos incorporar en el proyecto sobre el que trataremos de avanzar después de estas reuniones.
Tiene la palabra Natalia Espíndola, presidenta del Instituto de Derecho del Animal del Colegio de Abogados de la ciudad de Rosario.
Tiene la palabra Natalia Espíndola, presidenta del Instituto de Derecho del Animal del Colegio de Abogados de la ciudad de Rosario.
SRA. ESPÍNDOLA Buenas tardes. Voy a hablar un poquito de lo que nos interesaría que forme parte de esta ley.
En primer lugar, quiero señalar que estamos viviendo un momento histórico. Obviamente, la cantidad de iniciativas presentadas en este sentido nos está demostrando un interés social.
Por otra parte, me parece importante señalar la prohibición de ciertas conductas que no están contempladas en la ley vigente. Por ejemplo, la tipificación del abandono, que en el derecho comparado vemos que está legislado. En España, por ejemplo, desde 2015 está sancionado el abandono.
Me parece importante que como sociedad lo incorporemos, sobre todo porque tiene un fundamento, ya que fomenta la protección el incorporar la tipificación del abandono y además, lo desalienta en todas sus formas. Eso es restar violencia para con los animales no humanos.
El segundo aspecto importante es el cambio del lenguaje, que no es un tema menor, tal como decía Verónica con quien estoy totalmente de acuerdo. Hay que empezar a hablar de animales no humanos y es un gran avance hacerlo en la legislación. Ya no se pueden utilizar expresiones como "domésticos", "crías" o "animales de compañía", hay que desterrar un poco ese lenguaje. En primer lugar, porque un lenguaje más inclusivo nos da también más posibilidades.
Por otra parte, además de tipificar el abandono, consideramos importante la tipificación de la zoofilia, tema que hoy no está contemplado.
Además, se debe diferenciar el maltrato de la crueldad. Hasta ahora nos estábamos manejando con la graduación de penas. Es decir, dejábamos a criterio del juez, según el hecho o el delito que ocurría, la posibilidad de ponderar entre un mínimo y un máximo. Considero que es importante que la crueldad funcione como un agravante en la nueva redacción.
Asimismo, debería incorporarse alguna conducta culposa que no vi en los proyectos. No se trata de hablar siempre del dolo o de haber hecho intencionalmente algo, sino que considero importante hablar de la negligencia o de la impericia en algunos casos.
En cuanto a las penas accesorias, más allá de la inhabilitación y, obviamente, la multa -que en mi opinión siempre debe estar-, también pueden incluirse otras, como la suspensión de la matrícula en algunos casos. En ese sentido, adhiero a lo que señalaba Verónica respecto de hacer la distinción cuando se trata de personas que trabajan con animales.
No sé si me queda algo más. En cuanto a las penas, estoy de acuerdo con el aumento porque creo que la ley debe actualizarse al contexto presente. La realidad es que las denuncias no prosperan en muchos aspectos, las condenas o las penas -como queramos llamarlas- deben ser reales y efectivas porque de lo contrario, la finalidad de la ley penal carece de sentido.
Algo más que quisiera agregar es que la técnica legislativa debe ser lo más clara y precisa posible. En mi opinión, si abundamos en este caso en el derecho penal vamos a dañar, porque dejamos mucho lugar a la interpretación y a la discusión.
Si vamos a sancionar una ley, que posiblemente siga vigente por otros cincuenta años, debemos pensar que sea lo más amplia posible y que no quede desactualizada en tres o cuatro años.
Siempre debemos decir que los animales son seres "sintientes", esto significa que sienten dolor y que también tienen emociones. Por lo tanto, debemos abordar esta ley de protección a los animales desde esa óptica. Por eso dije que es importante el cambio del lenguaje.
Para finalizar, quisiera señalar que hay algún proyecto que habla de personas irresponsables, y a eso me refería al decir que la técnica legislativa debe ser clara y precisa. Cuando incluimos estos supuestos empezamos a ver quién es el responsable, quién el irresponsable, pero también debemos tener mucho cuidado con aquel a quien estamos sancionando.
Me pregunto a quién vamos a sancionar por la entrega a una persona irresponsable. Hablábamos, por ejemplo, de la tarea de las proteccionistas -que tanto luchan por el cuidado de los animales que han sido abandonados y que luego los entregan- pero en principio no saben si la persona que los recibe es irresponsable o no. Considero que es importante que la ley sea clara a este respecto.
Agradezco la oportunidad de participar de esta reunión y esperemos que el proyecto sea integrador y sirva para todos. Muchas gracias. (Aplausos.)
En primer lugar, quiero señalar que estamos viviendo un momento histórico. Obviamente, la cantidad de iniciativas presentadas en este sentido nos está demostrando un interés social.
Por otra parte, me parece importante señalar la prohibición de ciertas conductas que no están contempladas en la ley vigente. Por ejemplo, la tipificación del abandono, que en el derecho comparado vemos que está legislado. En España, por ejemplo, desde 2015 está sancionado el abandono.
Me parece importante que como sociedad lo incorporemos, sobre todo porque tiene un fundamento, ya que fomenta la protección el incorporar la tipificación del abandono y además, lo desalienta en todas sus formas. Eso es restar violencia para con los animales no humanos.
El segundo aspecto importante es el cambio del lenguaje, que no es un tema menor, tal como decía Verónica con quien estoy totalmente de acuerdo. Hay que empezar a hablar de animales no humanos y es un gran avance hacerlo en la legislación. Ya no se pueden utilizar expresiones como "domésticos", "crías" o "animales de compañía", hay que desterrar un poco ese lenguaje. En primer lugar, porque un lenguaje más inclusivo nos da también más posibilidades.
Por otra parte, además de tipificar el abandono, consideramos importante la tipificación de la zoofilia, tema que hoy no está contemplado.
Además, se debe diferenciar el maltrato de la crueldad. Hasta ahora nos estábamos manejando con la graduación de penas. Es decir, dejábamos a criterio del juez, según el hecho o el delito que ocurría, la posibilidad de ponderar entre un mínimo y un máximo. Considero que es importante que la crueldad funcione como un agravante en la nueva redacción.
Asimismo, debería incorporarse alguna conducta culposa que no vi en los proyectos. No se trata de hablar siempre del dolo o de haber hecho intencionalmente algo, sino que considero importante hablar de la negligencia o de la impericia en algunos casos.
En cuanto a las penas accesorias, más allá de la inhabilitación y, obviamente, la multa -que en mi opinión siempre debe estar-, también pueden incluirse otras, como la suspensión de la matrícula en algunos casos. En ese sentido, adhiero a lo que señalaba Verónica respecto de hacer la distinción cuando se trata de personas que trabajan con animales.
No sé si me queda algo más. En cuanto a las penas, estoy de acuerdo con el aumento porque creo que la ley debe actualizarse al contexto presente. La realidad es que las denuncias no prosperan en muchos aspectos, las condenas o las penas -como queramos llamarlas- deben ser reales y efectivas porque de lo contrario, la finalidad de la ley penal carece de sentido.
Algo más que quisiera agregar es que la técnica legislativa debe ser lo más clara y precisa posible. En mi opinión, si abundamos en este caso en el derecho penal vamos a dañar, porque dejamos mucho lugar a la interpretación y a la discusión.
Si vamos a sancionar una ley, que posiblemente siga vigente por otros cincuenta años, debemos pensar que sea lo más amplia posible y que no quede desactualizada en tres o cuatro años.
Siempre debemos decir que los animales son seres "sintientes", esto significa que sienten dolor y que también tienen emociones. Por lo tanto, debemos abordar esta ley de protección a los animales desde esa óptica. Por eso dije que es importante el cambio del lenguaje.
Para finalizar, quisiera señalar que hay algún proyecto que habla de personas irresponsables, y a eso me refería al decir que la técnica legislativa debe ser clara y precisa. Cuando incluimos estos supuestos empezamos a ver quién es el responsable, quién el irresponsable, pero también debemos tener mucho cuidado con aquel a quien estamos sancionando.
Me pregunto a quién vamos a sancionar por la entrega a una persona irresponsable. Hablábamos, por ejemplo, de la tarea de las proteccionistas -que tanto luchan por el cuidado de los animales que han sido abandonados y que luego los entregan- pero en principio no saben si la persona que los recibe es irresponsable o no. Considero que es importante que la ley sea clara a este respecto.
Agradezco la oportunidad de participar de esta reunión y esperemos que el proyecto sea integrador y sirva para todos. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra Leandro Fruitos, de Libera Acertas, Fundación Franz Weber.
SR. FRUITOS Buenos días a todos. En primer lugar, quiero agradecer y poner en valor este espacio de debate sobre la crueldad y el maltrato animal y nuestra legislación vigente.
Como se ha mencionado, es un debate que hace muchos años no se daba. Si bien nos hemos encontrado el año pasado, el hecho de volver a encontrarnos significa que está dentro de una agenda legislativa, una agenda de gobierno y eso es muy importante. Además, significa que los animales están tomando un lugar protagónico en la convivencia responsable entre los humanos y las demás especies con las que cohabitamos.
Quiero agradecer por la participación ciudadana y a los señores diputados por darnos el espacio para estar aquí presentes. En particular, es valioso para quienes nos movilizamos desde el interior del país a expresar nuestras emociones y pensamientos en relación con estos proyectos y que no quede meramente como una discusión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La realidad del maltrato y de la crueldad animal también tiene sus matices en el interior, en cada región del país, y está muy bien contemplarla y tener una visión integral.
En principio quisiera destacar que si hemos llegado hasta aquí, con una ley que tiene más de cincuenta años, ello habla mucho de esa norma, particularmente de su integralidad -que fue uno de los aspectos recién mencionados- y también de su estructura. Es una ley perfectible, y es el motivo que nos reúne, pero me interesa que mantengamos su integralidad original. Adhiero entonces a que se debe modificar la ley y no derogarla. Puede ser perfectible en aras a modificar y tipificar nuevos delitos, aumentando las penas. En ese sentido, destaco la coincidencia de la mayoría de los proyectos presentados respecto del aumento de las penas. Todos los proyectos prevén el aumento de las penas y no así su disminución, que también podría haber sido una posibilidad, pero estamos caminando en un mismo sentido. Respecto del aumento de las penas, es interesante que seamos coherentes con el resto del marco jurídico penal y que seamos razonables en cuanto a la gradualidad y agravantes que cada proyecto propone.
Coincido con las palabras de quienes me antecedieron en el sentido de justificar mejor los delitos y estar muy atentos a las palabras que se utilizan en su tipificación. Existe un proyecto que habla de la crueldad justificada, como si eso se pudiese justificar en cualquier ámbito de la vida. La crueldad es injustificable. Hay que estar muy atento a las palabras que utilizan los proyectos en discusión porque en algunos casos son palabras que nos van a llevar a conflictividad a la hora de resolver qué pena se le asigna a una determinada persona.
Por otra parte, en el proyecto final integrador de estos más de diez expedientes debería quedar plasmada la tipificación de nuevos delitos. La ley original es muy interesante en su consideración de los delitos ya tipificados, pero no abarca conductas actuales como la zoofilia, el bestialismo y el abandono de los animales, delitos que no pueden faltar en nuestro Código Penal porque forman parte de nuestras problemáticas, de nuestra agenda pública y de los periódicos. Hago hincapié en esto porque no todos los proyectos contemplan la ampliación de nuevos delitos y en gran parte de ellos se dejan afuera los delitos de zoofilia, bestialismo y abandono. Estas figuras deben estar presentes en el proyecto final integrador.
Quiero hacer una reflexión sobre la efectividad de la ley 14.346 en el territorio. Hoy está vigente y es la única herramienta que tenemos -excepto en algunas provincias, que tienen marcos que la complementan- para mitigar y erradicar el maltrato y la crueldad animal. Sin embargo, esta ley tiene bastantes deficiencias en su redacción, no solo desde la tipificación de un delito sino también desde la ejecución, sobre todo a la hora de determinar qué hacer con la víctima. En ningún momento se habla de la víctima, por lo que en el instrumento legal futuro debe hacerse alguna mención al respecto.
¿Qué pasa con los animales que han sido víctimas del maltrato o de la crueldad animal? En el caso de que exista un depositario judicial, ¿quién es? Muchas veces quien vela por la seguridad de la víctima es el propio Estado en sus corrales municipales o provinciales. Sería muy interesante que a lo largo de esta agenda de trabajo se conozca la realidad de esos corrales, porque lamentablemente existe muchísimo maltrato, y por lo general existe más maltrato dentro de los corrales del Estado que fuera de ellos. Eso es inadmisible.
Pensemos en la víctima. Estamos pensando en aquel que delinque, pero pensemos qué pasa con la víctima una vez que es rescatada, para que no siga siendo parte de una cadena de reproducción del maltrato y de crueldad animal cuando está bajo la custodia del Estado o de un tercero.
Muchísimas gracias. (Aplausos.)
Como se ha mencionado, es un debate que hace muchos años no se daba. Si bien nos hemos encontrado el año pasado, el hecho de volver a encontrarnos significa que está dentro de una agenda legislativa, una agenda de gobierno y eso es muy importante. Además, significa que los animales están tomando un lugar protagónico en la convivencia responsable entre los humanos y las demás especies con las que cohabitamos.
Quiero agradecer por la participación ciudadana y a los señores diputados por darnos el espacio para estar aquí presentes. En particular, es valioso para quienes nos movilizamos desde el interior del país a expresar nuestras emociones y pensamientos en relación con estos proyectos y que no quede meramente como una discusión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La realidad del maltrato y de la crueldad animal también tiene sus matices en el interior, en cada región del país, y está muy bien contemplarla y tener una visión integral.
En principio quisiera destacar que si hemos llegado hasta aquí, con una ley que tiene más de cincuenta años, ello habla mucho de esa norma, particularmente de su integralidad -que fue uno de los aspectos recién mencionados- y también de su estructura. Es una ley perfectible, y es el motivo que nos reúne, pero me interesa que mantengamos su integralidad original. Adhiero entonces a que se debe modificar la ley y no derogarla. Puede ser perfectible en aras a modificar y tipificar nuevos delitos, aumentando las penas. En ese sentido, destaco la coincidencia de la mayoría de los proyectos presentados respecto del aumento de las penas. Todos los proyectos prevén el aumento de las penas y no así su disminución, que también podría haber sido una posibilidad, pero estamos caminando en un mismo sentido. Respecto del aumento de las penas, es interesante que seamos coherentes con el resto del marco jurídico penal y que seamos razonables en cuanto a la gradualidad y agravantes que cada proyecto propone.
Coincido con las palabras de quienes me antecedieron en el sentido de justificar mejor los delitos y estar muy atentos a las palabras que se utilizan en su tipificación. Existe un proyecto que habla de la crueldad justificada, como si eso se pudiese justificar en cualquier ámbito de la vida. La crueldad es injustificable. Hay que estar muy atento a las palabras que utilizan los proyectos en discusión porque en algunos casos son palabras que nos van a llevar a conflictividad a la hora de resolver qué pena se le asigna a una determinada persona.
Por otra parte, en el proyecto final integrador de estos más de diez expedientes debería quedar plasmada la tipificación de nuevos delitos. La ley original es muy interesante en su consideración de los delitos ya tipificados, pero no abarca conductas actuales como la zoofilia, el bestialismo y el abandono de los animales, delitos que no pueden faltar en nuestro Código Penal porque forman parte de nuestras problemáticas, de nuestra agenda pública y de los periódicos. Hago hincapié en esto porque no todos los proyectos contemplan la ampliación de nuevos delitos y en gran parte de ellos se dejan afuera los delitos de zoofilia, bestialismo y abandono. Estas figuras deben estar presentes en el proyecto final integrador.
Quiero hacer una reflexión sobre la efectividad de la ley 14.346 en el territorio. Hoy está vigente y es la única herramienta que tenemos -excepto en algunas provincias, que tienen marcos que la complementan- para mitigar y erradicar el maltrato y la crueldad animal. Sin embargo, esta ley tiene bastantes deficiencias en su redacción, no solo desde la tipificación de un delito sino también desde la ejecución, sobre todo a la hora de determinar qué hacer con la víctima. En ningún momento se habla de la víctima, por lo que en el instrumento legal futuro debe hacerse alguna mención al respecto.
¿Qué pasa con los animales que han sido víctimas del maltrato o de la crueldad animal? En el caso de que exista un depositario judicial, ¿quién es? Muchas veces quien vela por la seguridad de la víctima es el propio Estado en sus corrales municipales o provinciales. Sería muy interesante que a lo largo de esta agenda de trabajo se conozca la realidad de esos corrales, porque lamentablemente existe muchísimo maltrato, y por lo general existe más maltrato dentro de los corrales del Estado que fuera de ellos. Eso es inadmisible.
Pensemos en la víctima. Estamos pensando en aquel que delinque, pero pensemos qué pasa con la víctima una vez que es rescatada, para que no siga siendo parte de una cadena de reproducción del maltrato y de crueldad animal cuando está bajo la custodia del Estado o de un tercero.
Muchísimas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias, Leandro. La próxima expositora es Graciela Adre, abogada, pero no se encuentra presente.
Tiene la palabra Lorena Bilicic, abogada, docente de la UBA.
Tiene la palabra Lorena Bilicic, abogada, docente de la UBA.
SRA. BILICIC Buenas tardes. Me parece muy importante este espacio que estamos teniendo para aportar nuestro conocimiento en aras de la reforma de esta ley que es tan importante para todos los que llevamos adelante la defensa de los derechos de los animales.
Debe hacerse hincapié en la técnica legislativa en cuanto a los tipos penales que se van a tratar, a fin de que estén mejor delimitados los conceptos que vamos a utilizar en la aplicación de la ley. Sabemos que al manejar tipos penales tan abiertos caemos en una dificultad en el momento de afrontar un delito de maltrato animal, por lo que se dificulta la tarea de los jueces y de nuestra defensa, tratando de arreglar y encasillar una correcta definición de estos conceptos que no están tan claros.
Es muy importante encarar temas como la zoofilia, que no se encuentra tipificado actualmente, y el abandono. Debe hacerse mucho hincapié en la víctima -algo que en los proyectos presentados no lo he visto-, porque queda un vacío muy importante. La víctima en esta ley es lo fundamental, y debe tenderse a su protección, cuidado y resguardo.
En cuanto a las penas accesorias, la prohibición de no tener animales a futuro es muy importante. Actualmente, las personas que han cometido el delito de maltrato animal tienen animales bajo su cuidado y vuelven a delinquir, por lo que debe encararse el tema de la desprotección de la víctima.
La verdad es que no iba a hablar hoy. Esta posibilidad de hacerlo me tomó un poco por sorpresa. Quizás más adelante pueda hacer un aporte más amplio.
Realmente coincido con lo que se estuvo hablando hasta ahora. Además, hay algo fundamental: debemos aprovechar esta oportunidad que tenemos, más allá de las diferencias que haya entre todas las personas que trabajamos en esta materia, que son muchas y con visiones muy amplias. Creo que no debemos desaprovechar este espacio y que es preciso que nos focalicemos en lo más importante: la protección de los animales. Tenemos que dejar los egos de lado y enfocarnos en el objetivo principal, que es este. Muchas gracias. (Aplausos.)
Debe hacerse hincapié en la técnica legislativa en cuanto a los tipos penales que se van a tratar, a fin de que estén mejor delimitados los conceptos que vamos a utilizar en la aplicación de la ley. Sabemos que al manejar tipos penales tan abiertos caemos en una dificultad en el momento de afrontar un delito de maltrato animal, por lo que se dificulta la tarea de los jueces y de nuestra defensa, tratando de arreglar y encasillar una correcta definición de estos conceptos que no están tan claros.
Es muy importante encarar temas como la zoofilia, que no se encuentra tipificado actualmente, y el abandono. Debe hacerse mucho hincapié en la víctima -algo que en los proyectos presentados no lo he visto-, porque queda un vacío muy importante. La víctima en esta ley es lo fundamental, y debe tenderse a su protección, cuidado y resguardo.
En cuanto a las penas accesorias, la prohibición de no tener animales a futuro es muy importante. Actualmente, las personas que han cometido el delito de maltrato animal tienen animales bajo su cuidado y vuelven a delinquir, por lo que debe encararse el tema de la desprotección de la víctima.
La verdad es que no iba a hablar hoy. Esta posibilidad de hacerlo me tomó un poco por sorpresa. Quizás más adelante pueda hacer un aporte más amplio.
Realmente coincido con lo que se estuvo hablando hasta ahora. Además, hay algo fundamental: debemos aprovechar esta oportunidad que tenemos, más allá de las diferencias que haya entre todas las personas que trabajamos en esta materia, que son muchas y con visiones muy amplias. Creo que no debemos desaprovechar este espacio y que es preciso que nos focalicemos en lo más importante: la protección de los animales. Tenemos que dejar los egos de lado y enfocarnos en el objetivo principal, que es este. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias, Lorena. Tiene la palabra la señora Elba Tiburzi, de Alerta Galgo Argentina.
SRA. TIBURZI Buenos días a todos. Mi nombre es Elba Tiburzi, soy la titular de la ONG Gestión en Protección y Defensa de los Animales y de la agrupación Alerta Galgo Argentina.
Fue para nosotros un orgullo hace dos años y medio impulsar la modificación de la ley 14.346. Ese fue un gran desafío, un antes y después, y realmente es un sueño haber llegado adonde estamos hoy.
Como decía el señor presidente al inicio de esta reunión, debemos darnos cuenta de que estamos construyendo la historia. Quizás no muchos podamos llegar a ver los resultados de lo que estamos aportando ahora, con nuestras diferencias o no, pero lo importante es que lo estamos haciendo entre todos. Seguramente nuestros hijos y nietos podrán disfrutarlo.
Mi exposición será muy breve en función de lo que voy a aportar porque creo que todos los compañeros con quienes trabajamos en el colectivo de la 14.346 van a aportar distintos temas que hemos defendido a través de los proyectos que muy gentilmente presentaron diputados nacionales como Carlita Carrizo, Marcelo Wechsler, Olguita Rista, Daniel Lipovetzky, en fin, la infinidad de diputados que apostaron a presentar un proyecto en este sentido.
Lo más importante es que la existencia o no de un proyecto es un reflejo de la opinión de la sociedad. Pero sabemos que hay varias ideas y propuestas, porque también dentro de la protección animal no todos pensamos igual.
Por otra parte, quiero solidarizarme con el diputado Wechsler, quien realmente es víctima de todo esto. La verdad es que le vamos a hacer un mural; nos parte el alma que la esté pasando como la está pasando por haber bancado una causa de la protección animal. Hay gente que se juega y defiende lo que perseguimos nosotros; ellos les ponen la firma a sus iniciativas, pero también están poniendo la cara por todos nosotros. Esa gente tiene familia, como todos nosotros. Así que nos solidarizamos con vos como con todos los que necesariamente están siendo señalados por defender causas.
Si hay mil proyectos en defensa animal, es porque la división está en el proteccionismo. Porque si todos pensáramos lo mismo, habría uno solo y no mil iniciativas. Ellos reflejan las veinte mil ideas, las veinte mil propuestas, y todas son valiosas, todas son importantes.
Quiero decir que estamos orgullosos de tener legisladores que nos escuchan pero que no hacen lo que les decimos, porque también son personas que piensan, razonan y saben hacer sus llamados de atención.
En este sentido, hace unos días el diputado Wechsler me envió una frase -porque somos amigos y tenemos esa costumbre; vos me vas a corregir si me equivoco-, que decía algo así: aunque no opinemos igual, voy a dejar mi vida porque vos expreses lo que realmente sentís. Eso es lo que verdaderamente estamos haciendo.
Luchamos para que todos tengamos la posibilidad de que en conjunto -como decían Daniel Lipovetzky y Gabriela Burgos- podamos construir esta norma con todos nuestros aportes. No hay que imponer. ¿Quién dice que nosotros tenemos la razón? ¿Quién dice que ustedes tienen la razón? Quienes pensamos distinto tenemos que unificar ideas.
Para aprovechar los pocos minutos que me quedan, sí voy a defender -y lo hacemos como colectivo de la 14.346- y vamos a hacernos cargo de lo que dejamos expreso. No vamos a esquivar lo que escribimos y lo vamos a fundamentar con todo derecho ante aquellos que quizás, por perseguir otros intereses, prefirieron descalificar lo que proponíamos nosotros. Entonces, no lo vamos a justificar ni tampoco vamos a señalar por qué otros prefirieron cambiar lo que proponíamos, cada uno sabrá por qué lo hace.
Nosotros no vamos a retirar ese proyecto, ni tampoco vamos a permitir que se tire por la borda todo el esfuerzo que está haciendo el diputado, con el desgaste de su imagen y soportando todo lo que soporta -del mismo modo que todos nuestros compañeros-, porque lo hacemos por los animales.
No decimos que tenemos la razón pero quiero poner a consideración un punto que fue totalmente malinterpretado y difamado. Se trata del expediente 0234-d-2018, presentado el año pasado por el señor diputado Marcelo Wechsler y las señoras diputadas Rista y Carrizo.
El artículo 3° dice: "Serán considerados actos de crueldad..." y voy a explicarlo de manera muy reducida. En ningún punto del proyecto ni del mencionado artículo -que está a disposición de todos- se menciona la palabra "castración"; la castración es evitar.
En ningún punto de nuestro proyecto se habla de la castración, ni de matar animales, ni de veterinarios presos por castrar perros y gatos gratis, ni de "corpos" veterinarias, ni de infinidad de cosas que dijeron para descalificar este punto, que seguramente les significa trabas a otros intereses. Se los respetamos, pero no van a descalificar nuestro proyecto.
Consideramos un acto de crueldad que a perras con preñez avanzada, animales grávidos a punto de parir -imaginen por un segundo lo que significa y digo esto para ver si pueden entenderlo- se les interrumpan las gestaciones para evitar hacerse cargo y que haya aumento de la población animal, por culpa del Estado que durante años no se hizo cargo por el desvío de fondos destinados a estos programas que no se cumplen y por la infinidad de abandonos.
Hay miles de motivos que llevan a la locura pero nunca la locura debe venir de la mano del proteccionismo ni tampoco de las propuestas. Porque se acaban las herramientas ¿tenemos que liquidar y hacer un exterminio con los que aún no han nacido?
No pongamos pañuelitos verdes y celestes a los perros, no comparemos la interrupción del embarazo de las mujeres con los animales, como pretenden hacer para descalificar a los diputados y a quienes tenemos propuestas. Somos proteccionistas no somos asesinos.
Entonces, quizás las herramientas se le terminaron a más de uno que considera que no puede salvar a un animal ni tampoco puede hacerse cargo de las crías de una perra que está pariendo. Que cada uno lo diga, cada sector, pero eso no es lo que opina la mayoría en el país porque seguimos salvando vidas.
Entonces, no digan que en el proyecto del diputado Wechsler estamos diciendo que somos asesinos porque estamos defendiendo la vida de los animales. (Aplausos.)
Fue para nosotros un orgullo hace dos años y medio impulsar la modificación de la ley 14.346. Ese fue un gran desafío, un antes y después, y realmente es un sueño haber llegado adonde estamos hoy.
Como decía el señor presidente al inicio de esta reunión, debemos darnos cuenta de que estamos construyendo la historia. Quizás no muchos podamos llegar a ver los resultados de lo que estamos aportando ahora, con nuestras diferencias o no, pero lo importante es que lo estamos haciendo entre todos. Seguramente nuestros hijos y nietos podrán disfrutarlo.
Mi exposición será muy breve en función de lo que voy a aportar porque creo que todos los compañeros con quienes trabajamos en el colectivo de la 14.346 van a aportar distintos temas que hemos defendido a través de los proyectos que muy gentilmente presentaron diputados nacionales como Carlita Carrizo, Marcelo Wechsler, Olguita Rista, Daniel Lipovetzky, en fin, la infinidad de diputados que apostaron a presentar un proyecto en este sentido.
Lo más importante es que la existencia o no de un proyecto es un reflejo de la opinión de la sociedad. Pero sabemos que hay varias ideas y propuestas, porque también dentro de la protección animal no todos pensamos igual.
Por otra parte, quiero solidarizarme con el diputado Wechsler, quien realmente es víctima de todo esto. La verdad es que le vamos a hacer un mural; nos parte el alma que la esté pasando como la está pasando por haber bancado una causa de la protección animal. Hay gente que se juega y defiende lo que perseguimos nosotros; ellos les ponen la firma a sus iniciativas, pero también están poniendo la cara por todos nosotros. Esa gente tiene familia, como todos nosotros. Así que nos solidarizamos con vos como con todos los que necesariamente están siendo señalados por defender causas.
Si hay mil proyectos en defensa animal, es porque la división está en el proteccionismo. Porque si todos pensáramos lo mismo, habría uno solo y no mil iniciativas. Ellos reflejan las veinte mil ideas, las veinte mil propuestas, y todas son valiosas, todas son importantes.
Quiero decir que estamos orgullosos de tener legisladores que nos escuchan pero que no hacen lo que les decimos, porque también son personas que piensan, razonan y saben hacer sus llamados de atención.
En este sentido, hace unos días el diputado Wechsler me envió una frase -porque somos amigos y tenemos esa costumbre; vos me vas a corregir si me equivoco-, que decía algo así: aunque no opinemos igual, voy a dejar mi vida porque vos expreses lo que realmente sentís. Eso es lo que verdaderamente estamos haciendo.
Luchamos para que todos tengamos la posibilidad de que en conjunto -como decían Daniel Lipovetzky y Gabriela Burgos- podamos construir esta norma con todos nuestros aportes. No hay que imponer. ¿Quién dice que nosotros tenemos la razón? ¿Quién dice que ustedes tienen la razón? Quienes pensamos distinto tenemos que unificar ideas.
Para aprovechar los pocos minutos que me quedan, sí voy a defender -y lo hacemos como colectivo de la 14.346- y vamos a hacernos cargo de lo que dejamos expreso. No vamos a esquivar lo que escribimos y lo vamos a fundamentar con todo derecho ante aquellos que quizás, por perseguir otros intereses, prefirieron descalificar lo que proponíamos nosotros. Entonces, no lo vamos a justificar ni tampoco vamos a señalar por qué otros prefirieron cambiar lo que proponíamos, cada uno sabrá por qué lo hace.
Nosotros no vamos a retirar ese proyecto, ni tampoco vamos a permitir que se tire por la borda todo el esfuerzo que está haciendo el diputado, con el desgaste de su imagen y soportando todo lo que soporta -del mismo modo que todos nuestros compañeros-, porque lo hacemos por los animales.
No decimos que tenemos la razón pero quiero poner a consideración un punto que fue totalmente malinterpretado y difamado. Se trata del expediente 0234-d-2018, presentado el año pasado por el señor diputado Marcelo Wechsler y las señoras diputadas Rista y Carrizo.
El artículo 3° dice: "Serán considerados actos de crueldad..." y voy a explicarlo de manera muy reducida. En ningún punto del proyecto ni del mencionado artículo -que está a disposición de todos- se menciona la palabra "castración"; la castración es evitar.
En ningún punto de nuestro proyecto se habla de la castración, ni de matar animales, ni de veterinarios presos por castrar perros y gatos gratis, ni de "corpos" veterinarias, ni de infinidad de cosas que dijeron para descalificar este punto, que seguramente les significa trabas a otros intereses. Se los respetamos, pero no van a descalificar nuestro proyecto.
Consideramos un acto de crueldad que a perras con preñez avanzada, animales grávidos a punto de parir -imaginen por un segundo lo que significa y digo esto para ver si pueden entenderlo- se les interrumpan las gestaciones para evitar hacerse cargo y que haya aumento de la población animal, por culpa del Estado que durante años no se hizo cargo por el desvío de fondos destinados a estos programas que no se cumplen y por la infinidad de abandonos.
Hay miles de motivos que llevan a la locura pero nunca la locura debe venir de la mano del proteccionismo ni tampoco de las propuestas. Porque se acaban las herramientas ¿tenemos que liquidar y hacer un exterminio con los que aún no han nacido?
No pongamos pañuelitos verdes y celestes a los perros, no comparemos la interrupción del embarazo de las mujeres con los animales, como pretenden hacer para descalificar a los diputados y a quienes tenemos propuestas. Somos proteccionistas no somos asesinos.
Entonces, quizás las herramientas se le terminaron a más de uno que considera que no puede salvar a un animal ni tampoco puede hacerse cargo de las crías de una perra que está pariendo. Que cada uno lo diga, cada sector, pero eso no es lo que opina la mayoría en el país porque seguimos salvando vidas.
Entonces, no digan que en el proyecto del diputado Wechsler estamos diciendo que somos asesinos porque estamos defendiendo la vida de los animales. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Elba. Creo que todos los que estamos en este recinto buscamos proteger la vida de los animales, de eso no tengo dudas. Podemos tener una visión distinta en algún punto y eso es válido, pero creo que todos tenemos el mismo objetivo y debemos trabajar para lograrlo.
Tiene la palabra el señor Dante Calderón, abogado penalista.
Tiene la palabra el señor Dante Calderón, abogado penalista.
SR. CALDERÓN Buenas tardes, señores legisladores.
Agradezco a todos por participar de este debate que, es cierto, es un momento histórico. Me siento orgulloso y agradecido porque los abogados, todos los que ejercemos la profesión y defendemos a los animales, no lo hacemos solamente en la literatura sino en la práctica.
La modificación de la ley, para quienes trabajamos con ella todos los días, es fundamental para contar con más herramientas frente a los, para mí, delincuentes que afectan la dignidad y la honra de nuestros animales.
En primer lugar, coincido con las palabras que escuché de parte de mis colegas. Es cierto que debe haber un aumento de penas y debe ser considerable.
Quienes ejercemos la profesión nos encontramos con muchas personas, sobre todo del área de la Justicia, que no tienen conciencia respecto de la defensa de los animales. Muchos fiscales me han dicho: "¡Doctor, déjese de joder! ¡Es un perro! ¿A quién le importa? Es una cosa".
Muchas veces se ve a los animales como un objeto y seguimos con el antiguo criterio de la res, de la cosa del antiguo derecho romano, porque nuestra legislación está preponderantemente inclinada a eso.
Yo le digo a los fiscales: "Es un delito y es un ser que siente, que tiene los mismos derechos que nosotros. La diferencia es que nos los pueden ejercer por sí mismo y necesita de nosotros para poder llevarlos a cabo." Muchas veces hemos recibido el archivo de nuestras causas porque no han encontrado la causa probable, estando las pruebas. Las hemos recurrido, pero todavía no existe la visión sobre la defensa integral de los animales.
Los animales no son una cosa sino seres que sienten y que tienen derechos. En esta oportunidad estamos aquí para dárselos y para asegurarles una mejor calidad de vida.
Es cierto lo que he escuchado acerca de las diferencias entre maltrato y crueldad. Los maltratos o actos de crueldad deberían ser un agravante y también deberían incorporarse en la ley la zoofilia y el abandono. He visto que algunos proyectos lo tienen en cuenta, y son conceptos que no deberían dejarse afuera porque es algo muy común y súper aberrante.
Coincido con que hay que tener mucho cuidado con las palabras que empleamos. El lenguaje en el derecho es muy importante porque les permite a los abogados defensores dejar libres a los imputados, usando ambigüedades o comas para que no podamos pedir sanciones fuertes. No dejemos esa famosa textura abierta del lenguaje; usemos palabras precisas para que el juez no tenga que vacilar y no exista la duda razonable con imputados que deberían ser condenados.
No estamos en contra del normal procedimiento de cada provincia. Estamos de acuerdo en que debe seguirse el proceso normal legal adjetivo que existe en nuestro ordenamiento jurídico, pero no debemos descuidar que los animales son no humanos, sintientes y capaces de adquirir derechos, pero no obligaciones, porque no pueden ejercerlas.
Los abogados y los auxiliares de la justicia -y también los legisladores, en su ejercicio del poder de imperio- podemos cambiar las malas costumbres. Los actos de crueldad y los maltratos son malas costumbres de nuestro pueblo, pero podemos cambiarlos a través de la legislación.
Estoy orgulloso de estar en este lugar para tener una legislación que cambie las conductas negativas de nuestra sociedad a través de la imposición de la pena. Lamentablemente, la pena debería ser siempre el último recurso, siempre después de la prevención y la educación. Pero no nos tenemos que quedar con eso, sino que debemos saber qué hacer con el acto consumado. Cuando ya existió el delito, no podemos mirar hacia otro lado. Trabajemos sobre la prevención y la educación, pero también sobre el acto consumado.
En relación con todas las cosas que he estado expresando, señalo algo que ningún abogado ha dicho hasta ahora: los funcionarios públicos que ejercen el cuidado y la guarda de animales, deben tener responsabilidad, tanto en guarderías como en zoológicos, que lamentablemente siguen existiendo casos, como el de la Municipalidad de La Plata, en que se ha dejado morir animales. Los funcionarios públicos tienen que ser responsables; no podemos hacer la vista gorda y culpar únicamente a los veterinarios.
No me quiero olvidar de lo costoso que es representar a los animales para quienes ejercemos la actividad particular. Debería trabajarse en un proyecto que haga que quienes trabajamos en defensa de los animales estemos exentos de bono, jus y demás cargos. Los Colegios tienen que recaudar, pero a veces los fines son más importantes que los medios. Me gustaría que se trabaje en este proceso de gratuidad en la protección de los animales -como se hizo en defensa del consumidor-, porque nos cuesta mucho dinero de nuestro bolsillo.
Les quiero leer una frase: los animales no son cosas, no nos pertenecen y no son nuestros siervos. No están aquí para nosotros y nosotras. Los animales no humanos son seres vivos que albergan la vida, como lo hacemos los animales humanos, porque está en nuestras manos paliar el dolor, porque es nuestra responsabilidad como especie no torturar a otras especies, y porque este planeta es de todos y todas. Los animales no humanos también lo habitan, y si no somos capaces de convivir sin tratarnos mal entonces es que tal vez como especie ya hemos fracasado.
Muchas gracias por escucharme. (Aplausos.)
Agradezco a todos por participar de este debate que, es cierto, es un momento histórico. Me siento orgulloso y agradecido porque los abogados, todos los que ejercemos la profesión y defendemos a los animales, no lo hacemos solamente en la literatura sino en la práctica.
La modificación de la ley, para quienes trabajamos con ella todos los días, es fundamental para contar con más herramientas frente a los, para mí, delincuentes que afectan la dignidad y la honra de nuestros animales.
En primer lugar, coincido con las palabras que escuché de parte de mis colegas. Es cierto que debe haber un aumento de penas y debe ser considerable.
Quienes ejercemos la profesión nos encontramos con muchas personas, sobre todo del área de la Justicia, que no tienen conciencia respecto de la defensa de los animales. Muchos fiscales me han dicho: "¡Doctor, déjese de joder! ¡Es un perro! ¿A quién le importa? Es una cosa".
Muchas veces se ve a los animales como un objeto y seguimos con el antiguo criterio de la res, de la cosa del antiguo derecho romano, porque nuestra legislación está preponderantemente inclinada a eso.
Yo le digo a los fiscales: "Es un delito y es un ser que siente, que tiene los mismos derechos que nosotros. La diferencia es que nos los pueden ejercer por sí mismo y necesita de nosotros para poder llevarlos a cabo." Muchas veces hemos recibido el archivo de nuestras causas porque no han encontrado la causa probable, estando las pruebas. Las hemos recurrido, pero todavía no existe la visión sobre la defensa integral de los animales.
Los animales no son una cosa sino seres que sienten y que tienen derechos. En esta oportunidad estamos aquí para dárselos y para asegurarles una mejor calidad de vida.
Es cierto lo que he escuchado acerca de las diferencias entre maltrato y crueldad. Los maltratos o actos de crueldad deberían ser un agravante y también deberían incorporarse en la ley la zoofilia y el abandono. He visto que algunos proyectos lo tienen en cuenta, y son conceptos que no deberían dejarse afuera porque es algo muy común y súper aberrante.
Coincido con que hay que tener mucho cuidado con las palabras que empleamos. El lenguaje en el derecho es muy importante porque les permite a los abogados defensores dejar libres a los imputados, usando ambigüedades o comas para que no podamos pedir sanciones fuertes. No dejemos esa famosa textura abierta del lenguaje; usemos palabras precisas para que el juez no tenga que vacilar y no exista la duda razonable con imputados que deberían ser condenados.
No estamos en contra del normal procedimiento de cada provincia. Estamos de acuerdo en que debe seguirse el proceso normal legal adjetivo que existe en nuestro ordenamiento jurídico, pero no debemos descuidar que los animales son no humanos, sintientes y capaces de adquirir derechos, pero no obligaciones, porque no pueden ejercerlas.
Los abogados y los auxiliares de la justicia -y también los legisladores, en su ejercicio del poder de imperio- podemos cambiar las malas costumbres. Los actos de crueldad y los maltratos son malas costumbres de nuestro pueblo, pero podemos cambiarlos a través de la legislación.
Estoy orgulloso de estar en este lugar para tener una legislación que cambie las conductas negativas de nuestra sociedad a través de la imposición de la pena. Lamentablemente, la pena debería ser siempre el último recurso, siempre después de la prevención y la educación. Pero no nos tenemos que quedar con eso, sino que debemos saber qué hacer con el acto consumado. Cuando ya existió el delito, no podemos mirar hacia otro lado. Trabajemos sobre la prevención y la educación, pero también sobre el acto consumado.
En relación con todas las cosas que he estado expresando, señalo algo que ningún abogado ha dicho hasta ahora: los funcionarios públicos que ejercen el cuidado y la guarda de animales, deben tener responsabilidad, tanto en guarderías como en zoológicos, que lamentablemente siguen existiendo casos, como el de la Municipalidad de La Plata, en que se ha dejado morir animales. Los funcionarios públicos tienen que ser responsables; no podemos hacer la vista gorda y culpar únicamente a los veterinarios.
No me quiero olvidar de lo costoso que es representar a los animales para quienes ejercemos la actividad particular. Debería trabajarse en un proyecto que haga que quienes trabajamos en defensa de los animales estemos exentos de bono, jus y demás cargos. Los Colegios tienen que recaudar, pero a veces los fines son más importantes que los medios. Me gustaría que se trabaje en este proceso de gratuidad en la protección de los animales -como se hizo en defensa del consumidor-, porque nos cuesta mucho dinero de nuestro bolsillo.
Les quiero leer una frase: los animales no son cosas, no nos pertenecen y no son nuestros siervos. No están aquí para nosotros y nosotras. Los animales no humanos son seres vivos que albergan la vida, como lo hacemos los animales humanos, porque está en nuestras manos paliar el dolor, porque es nuestra responsabilidad como especie no torturar a otras especies, y porque este planeta es de todos y todas. Los animales no humanos también lo habitan, y si no somos capaces de convivir sin tratarnos mal entonces es que tal vez como especie ya hemos fracasado.
Muchas gracias por escucharme. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Dante. Tiene la palabra Rosalía Castella, proteccionista.
SRA. CASTELLA Gracias por esta oportunidad de participación. Traje algunas imágenes que quisiera compartir en el proyector, referidas al abandono. Somos de la ciudad de Puerto Madryn, provincia del Chubut. Formamos parte de un grupo que se llama Voluntarios del Basural, que se formó cuando quisimos ayudar a la gente del basural y nos encontramos con una cantidad impresionante de perros. La pregunta fue de dónde salían, y la gente que vivía en ese basural nos comentó que eran fruto del abandono. La gente dejaba a los perros como parte de la basura; se dejaba a las perras preñadas y en celo, porque no podían tenerlos, porque se mudaban o por lo que fuera. Las perras tenían crías, que se alimentaban de los desechos que dejaba la gente y así se hacían salvajes. Muchos de estos animales pudieron ser rescatados pero otros no, porque se transformaron en perros salvajes y perdimos la posibilidad de acceder a ellos. La primera medida fue juntar alimentos para estos animales para que la gente que vive allí se los dé, pero la mayoría de estos perros murió porque se mataban entre sí, mientras que otros fueron matados por los vecinos de las granjas cercanas. El basural se cerró y quedó la última manada, pero hace aproximadamente tres meses los mataron a todos.
Nos hablaron de otro basural, Punto Limpio, donde también había mucha gente y nos comentaron de la cantidad de animales abandonados que había, que era impresionante; se trató de darles tránsito, con la ventaja de que eran más dóciles, pero nos costó encontrarles lugar. Encontramos cajas de cachorros, gatos, como se ve en las imágenes, las perras preñadas tienen crías en cuevas y ahí quedan los cachorros. Algunos pudimos rescatarlos, mientras que otros han muerto por el frío.
Hay una gran cantidad de perros, pero gracias a Dios entre junio y julio se han reubicado 32 cachorros.
Ahora vemos el caso de la perra Flor, que se encontraba en el antiguo basural. Esta perra fue abandonada en el camino; estaba sola. La encontramos por casualidad, porque fuimos por otro camino por el que nunca vamos, y la habían abandonado allí.
Esa perra estaba agonizante. No sabemos cuántos días estuvo ahí abandonada, sola, sin agua. Cuando la llevamos al veterinario, éste la conocía porque su dueño la había llevado a ese mismo consultorio. Por lo tanto, sabía quién era la persona que la había abandonado. Pero no se pudo hacer nada porque no existe ninguna ley que condene el abandono.
Creo que ese es el más triste de los abandonos: el de los perros discapacitados, perros paralíticos, perros que no pueden defenderse, perros que no pueden hacer nada. Los abandonan como si fueran basura, como si fueran algo más de la basura en ese lugar.
Pueden ver en pantalla la foto de otro perro que se rescató y que tampoco puede caminar. Ese es un lugar arriba de lo que es el Punto Limpio, como llaman al basural, que son sectores donde dejan a los perros atados para que les cuiden los terrenos. Pero están solos, atados bajo el sol, sin agua y sin comida durante semanas, hasta que al dueño se le ocurre volver.
Sobre la situación de esos animales hicimos la denuncia a la policía, y lo que la policía te contesta es que hay cosas más importantes que hacer que ir a ver a esos perros. Fuimos a la fiscalía, hicimos dos denuncias sobre lo que ocurría en ese lugar, y allí nos dijeron que teníamos que hablar con Zoonosis. Fuimos a Zoonosis, y ahí se nos dijo que debíamos hablar con un juez de paz porque se trataba de una contravención. Luego de acudir al Juzgado de Paz volvimos a Zoonosis, y finalmente allí nos contestaron que no tenían lugar. Así que finalmente los perros quedaron donde estaban.
La foto que estamos mostrando también evidencia el abandono. Pueden ver ahí los lugares de los que les hablábamos, los corrales municipales, donde se lleva a los animales. No se sabe qué lugar es peor, si donde los maltrataban o ahí, en Zoonosis.
Pueden también observar las jaulas donde están los perros, que son de uno por uno. Ese es un perro que se llama Nacho. Es un galgo que rescaté y al que se le terminó amputando una pata. Viven sobre sus excrementos. Ese es el lugar de la Municipalidad donde ponen a los animales.
La foto en pantalla es de otra dogo que se rescató de otro basural, ahora denominado GIRSU, que es el basural oficial en Puerto Madryn.
El abandono de los animales como si fueran cosas, como si fuesen un mueble más que no sirve, que se tira, se deja sin ningún tipo de sanción. Pero no solamente eso, sino que tampoco se hace nada ante el abandono por parte de la Municipalidad y de los Estados respecto de los animales que tienen alojados. Del mismo modo, tampoco se hace nada frente al abandono por parte de la policía y de la fiscalía, que ignoran totalmente las denuncias.
El abandono no solo es de la gente: también es del Estado que los deja; también es del Estado, que los pone en esos lugares, que realmente son cárceles, son verdaderos campos de concentración. No se sabe cuándo entran los perros, cuándo salen ni dónde están. Ni siquiera nos dejan entrar para ver en qué condiciones están.
El abandono debe ser sancionado duramente porque es también la raíz del maltrato. (Aplausos.)
Nos hablaron de otro basural, Punto Limpio, donde también había mucha gente y nos comentaron de la cantidad de animales abandonados que había, que era impresionante; se trató de darles tránsito, con la ventaja de que eran más dóciles, pero nos costó encontrarles lugar. Encontramos cajas de cachorros, gatos, como se ve en las imágenes, las perras preñadas tienen crías en cuevas y ahí quedan los cachorros. Algunos pudimos rescatarlos, mientras que otros han muerto por el frío.
Hay una gran cantidad de perros, pero gracias a Dios entre junio y julio se han reubicado 32 cachorros.
Ahora vemos el caso de la perra Flor, que se encontraba en el antiguo basural. Esta perra fue abandonada en el camino; estaba sola. La encontramos por casualidad, porque fuimos por otro camino por el que nunca vamos, y la habían abandonado allí.
Esa perra estaba agonizante. No sabemos cuántos días estuvo ahí abandonada, sola, sin agua. Cuando la llevamos al veterinario, éste la conocía porque su dueño la había llevado a ese mismo consultorio. Por lo tanto, sabía quién era la persona que la había abandonado. Pero no se pudo hacer nada porque no existe ninguna ley que condene el abandono.
Creo que ese es el más triste de los abandonos: el de los perros discapacitados, perros paralíticos, perros que no pueden defenderse, perros que no pueden hacer nada. Los abandonan como si fueran basura, como si fueran algo más de la basura en ese lugar.
Pueden ver en pantalla la foto de otro perro que se rescató y que tampoco puede caminar. Ese es un lugar arriba de lo que es el Punto Limpio, como llaman al basural, que son sectores donde dejan a los perros atados para que les cuiden los terrenos. Pero están solos, atados bajo el sol, sin agua y sin comida durante semanas, hasta que al dueño se le ocurre volver.
Sobre la situación de esos animales hicimos la denuncia a la policía, y lo que la policía te contesta es que hay cosas más importantes que hacer que ir a ver a esos perros. Fuimos a la fiscalía, hicimos dos denuncias sobre lo que ocurría en ese lugar, y allí nos dijeron que teníamos que hablar con Zoonosis. Fuimos a Zoonosis, y ahí se nos dijo que debíamos hablar con un juez de paz porque se trataba de una contravención. Luego de acudir al Juzgado de Paz volvimos a Zoonosis, y finalmente allí nos contestaron que no tenían lugar. Así que finalmente los perros quedaron donde estaban.
La foto que estamos mostrando también evidencia el abandono. Pueden ver ahí los lugares de los que les hablábamos, los corrales municipales, donde se lleva a los animales. No se sabe qué lugar es peor, si donde los maltrataban o ahí, en Zoonosis.
Pueden también observar las jaulas donde están los perros, que son de uno por uno. Ese es un perro que se llama Nacho. Es un galgo que rescaté y al que se le terminó amputando una pata. Viven sobre sus excrementos. Ese es el lugar de la Municipalidad donde ponen a los animales.
La foto en pantalla es de otra dogo que se rescató de otro basural, ahora denominado GIRSU, que es el basural oficial en Puerto Madryn.
El abandono de los animales como si fueran cosas, como si fuesen un mueble más que no sirve, que se tira, se deja sin ningún tipo de sanción. Pero no solamente eso, sino que tampoco se hace nada ante el abandono por parte de la Municipalidad y de los Estados respecto de los animales que tienen alojados. Del mismo modo, tampoco se hace nada frente al abandono por parte de la policía y de la fiscalía, que ignoran totalmente las denuncias.
El abandono no solo es de la gente: también es del Estado que los deja; también es del Estado, que los pone en esos lugares, que realmente son cárceles, son verdaderos campos de concentración. No se sabe cuándo entran los perros, cuándo salen ni dónde están. Ni siquiera nos dejan entrar para ver en qué condiciones están.
El abandono debe ser sancionado duramente porque es también la raíz del maltrato. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Rosalía. Tiene la palabra Nicolás Chimento, abogado, secretario general del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la Ciudad de Dolores, si no leo mal.
SR. CHIMENTO Buenas tardes. Es correcta la presentación. Gracias, señor presidente.
Como ya se me presentara, venimos del interior de la provincia, de la ciudad de Dolores, uno de los más viejos departamentos judiciales. No obstante, el instituto es nuevo. Hace poco que estamos trabajando en él.
Como criminólogo, voy a permitirme hacer una reflexión porque en general vamos al origen del problema, que nunca es nuevo.
Entonces, voy a leer la reflexión: "En este espacio, donde se debaten los proyectos, se forman las leyes, nosotros, sus representados -el pueblo argentino-, hacemos un llamado de auxilio que, a pesar de ser antiguo y profundo, parece que no escuchamos.
"Entre el siglo XV y el siglo XIX las personas de color, africanos, eran considerados subhumanos, sin alma, igualados a los animales. Así también, los pueblos originarios americanos fueron esclavizados, exhibidos como mascotas, cosificados, vendidos, muertos sin ninguna justificación, expuestos en circos, museos y colecciones, sometidos a vejámenes, amputaciones y todo tipo de maltrato y abuso.
"Entre 1492 y 1870 se movilizaron más de diez millones de esclavos a Europa, cuando su población no superaba los cien millones.
"Los niños comenzaron a ser visualizados en el siglo XIX, recién mencionados en cuanto a sus derechos en la Convención de los Derechos Humanos de 1948, pero tardarían un poco más, hasta 1989, para conseguir la aprobación en las Naciones Unidas de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
"Las mujeres, con idas y vueltas, vaivenes interminables por conseguir sus derechos según lugar, etnia o religión, a mediados del siglo XIX -un 23 de septiembre de 1947 en nuestro país- obtienen el reconocimiento de su derecho al voto. Aun así, continuaron con una larga lucha para obtener que se reconozcan sus derechos laborales y civiles. Recién en 1979, se aprueba la Convención contra la Discriminación de la Mujer y en 1981, la Declaración Internacional de los Derechos de la Mujer. Esto lleva una larga carrera de defensa hasta conseguir la aprobación y el trabajo sobre género recién hace unos diez años, en 2009."
Traigo esta reflexión porque también me tocó trabajar como abogado en la Dirección de Género cuando se inició y parece que teníamos las mismas excusas que escuchamos sobre los animales no humanos.
"Luego de esta pequeña introducción cabe preguntarnos si a esta altura de las cosas alguno de nosotros duda de los derechos que siempre tuvimos, que por la rusticidad o la ignorancia no nos dejaron ver.
"Ninguno de nosotros dudaría del estatus jurídico de personas que todos tenemos: niños, mujeres, hombres de cualquier etnia, religión, cultura y nacionalidad. Hemos evolucionado, o debemos querer hacerlo, de la violencia, la esclavitud, la discriminación y hemos sorteado paradigmas.
"Hoy estamos aquí, representados y representantes, para dar otro paso histórico en el reconocimiento de los derechos a personas que nos han acompañado desde el origen de la historia de la humanidad, han combatido en las guerras, eran y son parte de nuestras familias. No hay duda para la ciencia que son seres 'sintientes', animales como nosotros pero no humanos, que esperan ser reconocidos en sus derechos como personas.
"He tomado el tiempo suficiente para leer los proyectos de ley y advierto que lamentablemente arrastramos arcaicos e inútiles conceptos esclavistas de abuso y explotación. Ya podemos liberarnos de ellos, porque también sabemos que podemos prescindir de estos, dado que hoy tenemos los medios tecnológicos de transporte.
"No es necesario el abuso en la experimentación científica, no son ni fueron para uso personal ni público, no están en la naturaleza para ello, no son cosas, son seres con personalidad y conciencia.
"Tenemos una ley que, aunque antigua, funciona y bien; lo sabemos porque trabajamos con ella todos los días. Hace muy poco hemos logrado su eficaz ejercicio.
"La ley 14.346 puede ser perfeccionada y ampliada, pero no sustituida ni derogada, no de esta manera ni con estos conceptos y fundamentos. Los animales no humanos son víctimas de aberrantes maltratos por parte de nuestra supuesta superioridad. Se nos dio el señorío, pues este fue de amor y protección, y lo hemos corrompido. No somos sus dueños, no son nuestras mascotas; nos acompañan en la vida, forman parte de nuestras familias y de nuestro barrio. Somos el peor conviviente en el mundo y los hemos llevado casi en el exterminio, y ya no queda razón para que nos devuelvan tanto por tan poco, casi por nada. Solo egoísmo y codicia insaciable por nuestra parte." Muchas gracias. (Aplausos.)
Como ya se me presentara, venimos del interior de la provincia, de la ciudad de Dolores, uno de los más viejos departamentos judiciales. No obstante, el instituto es nuevo. Hace poco que estamos trabajando en él.
Como criminólogo, voy a permitirme hacer una reflexión porque en general vamos al origen del problema, que nunca es nuevo.
Entonces, voy a leer la reflexión: "En este espacio, donde se debaten los proyectos, se forman las leyes, nosotros, sus representados -el pueblo argentino-, hacemos un llamado de auxilio que, a pesar de ser antiguo y profundo, parece que no escuchamos.
"Entre el siglo XV y el siglo XIX las personas de color, africanos, eran considerados subhumanos, sin alma, igualados a los animales. Así también, los pueblos originarios americanos fueron esclavizados, exhibidos como mascotas, cosificados, vendidos, muertos sin ninguna justificación, expuestos en circos, museos y colecciones, sometidos a vejámenes, amputaciones y todo tipo de maltrato y abuso.
"Entre 1492 y 1870 se movilizaron más de diez millones de esclavos a Europa, cuando su población no superaba los cien millones.
"Los niños comenzaron a ser visualizados en el siglo XIX, recién mencionados en cuanto a sus derechos en la Convención de los Derechos Humanos de 1948, pero tardarían un poco más, hasta 1989, para conseguir la aprobación en las Naciones Unidas de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
"Las mujeres, con idas y vueltas, vaivenes interminables por conseguir sus derechos según lugar, etnia o religión, a mediados del siglo XIX -un 23 de septiembre de 1947 en nuestro país- obtienen el reconocimiento de su derecho al voto. Aun así, continuaron con una larga lucha para obtener que se reconozcan sus derechos laborales y civiles. Recién en 1979, se aprueba la Convención contra la Discriminación de la Mujer y en 1981, la Declaración Internacional de los Derechos de la Mujer. Esto lleva una larga carrera de defensa hasta conseguir la aprobación y el trabajo sobre género recién hace unos diez años, en 2009."
Traigo esta reflexión porque también me tocó trabajar como abogado en la Dirección de Género cuando se inició y parece que teníamos las mismas excusas que escuchamos sobre los animales no humanos.
"Luego de esta pequeña introducción cabe preguntarnos si a esta altura de las cosas alguno de nosotros duda de los derechos que siempre tuvimos, que por la rusticidad o la ignorancia no nos dejaron ver.
"Ninguno de nosotros dudaría del estatus jurídico de personas que todos tenemos: niños, mujeres, hombres de cualquier etnia, religión, cultura y nacionalidad. Hemos evolucionado, o debemos querer hacerlo, de la violencia, la esclavitud, la discriminación y hemos sorteado paradigmas.
"Hoy estamos aquí, representados y representantes, para dar otro paso histórico en el reconocimiento de los derechos a personas que nos han acompañado desde el origen de la historia de la humanidad, han combatido en las guerras, eran y son parte de nuestras familias. No hay duda para la ciencia que son seres 'sintientes', animales como nosotros pero no humanos, que esperan ser reconocidos en sus derechos como personas.
"He tomado el tiempo suficiente para leer los proyectos de ley y advierto que lamentablemente arrastramos arcaicos e inútiles conceptos esclavistas de abuso y explotación. Ya podemos liberarnos de ellos, porque también sabemos que podemos prescindir de estos, dado que hoy tenemos los medios tecnológicos de transporte.
"No es necesario el abuso en la experimentación científica, no son ni fueron para uso personal ni público, no están en la naturaleza para ello, no son cosas, son seres con personalidad y conciencia.
"Tenemos una ley que, aunque antigua, funciona y bien; lo sabemos porque trabajamos con ella todos los días. Hace muy poco hemos logrado su eficaz ejercicio.
"La ley 14.346 puede ser perfeccionada y ampliada, pero no sustituida ni derogada, no de esta manera ni con estos conceptos y fundamentos. Los animales no humanos son víctimas de aberrantes maltratos por parte de nuestra supuesta superioridad. Se nos dio el señorío, pues este fue de amor y protección, y lo hemos corrompido. No somos sus dueños, no son nuestras mascotas; nos acompañan en la vida, forman parte de nuestras familias y de nuestro barrio. Somos el peor conviviente en el mundo y los hemos llevado casi en el exterminio, y ya no queda razón para que nos devuelvan tanto por tan poco, casi por nada. Solo egoísmo y codicia insaciable por nuestra parte." Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Nicolás. Tiene la palabra Susana Dascalaky, abogada del Centro de Prevención de Crueldad al Animal, CPCA.
SRA. DASCALAKY Muchas gracias. Quiero agradecer a los presidentes de las comisiones de Legislación General y de Legislación Penal de esta Honorable Cámara por la invitación a participar y a exponer en este recinto.
Durante muchísimos años hemos visitado esta casa legislativa para solicitar la reforma y la ampliación de derechos para los animales, y en esta oportunidad lo hacemos concretamente en relación con la ley 14.346.
Quiero dejar sentado algo que para mí es muy importante de acuerdo con la lectura que hice de todos los proyectos de ley, y también de las exposiciones que atentamente pude seguir: estamos ante un momento histórico, porque se plantea la reforma del Código Penal. No se reforma una ley de protección animal sino que se propone, tal como lo hiciera en su momento el autor de la ley 14.346, el señor diputado Benítez, una modificación y ampliación de derechos y protección para los animales, y no para algunos, sino para todos.
Soy penalista hace 24 años. Los abogados pateamos Tribunales y peleamos con esta ley que a veces nos queda chica. Respetemos el espíritu de las palabras del informante del señor diputado Benítez, Raúl Bustos Fierro, quien dijo: "Queremos sentar un principio general sobre la materia, afirmar una política de Estado sobre este particular y declarar la voluntad legislativa de que este tipo de actos constituye un delito en el sentido del derecho penal."
He visto muchos proyectos que piden la reglamentación del Poder Ejecutivo y otros que instan a la adhesión de las provincias. El Código Penal se aplica en todo el país, de Ushuaia a La Quiaca, y ese es un argumento que peleamos todos los días en Tribunales. No ejerzo la profesión solamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires sino que también la ejercí en Mendoza y en Salta, de donde soy. En todos los lados me dicen lo mismo: "Acá no se aplica la 14.346." Inclusive, en algunas provincias encontré que reglamentaban y subvencionaban tipos penales incluidos en esta ley, como la riña de gallos.
Quiero reafirmar que estamos reformando el Código Penal argentino. Este Código Penal hace 65 años, desde el 27 de septiembre de 1954, nos dice que el bien jurídico protegido por la ley 14.346 no es el sentimiento de piedad de los humanos, sino esa víctima del delito de los actos de maltrato y de crueldad, que es el animal no humano, en cuanto a su dignidad y su salud física y psíquica. Eso es lo que nos viene diciendo la jurisprudencia nacional a todos aquellos que litigamos en Tribunales defendiendo los derechos de los animales no humanos.
Quiero mencionar brevemente dos fallos que me parecen sumamente importantes. El primero es de la provincia de Mendoza, San Martín: "Ello es así porque considero que la ley 14.346, de malos tratos y actos de crueldad a los animales, no protege el sentimiento de piedad o humanidad para con los animales, sino hacia a los animales como sujetos de derecho, de modo que la conducta del imputado no ha recaído sobre un objeto o una cosa, sino sobre un sujeto digno de protección."
También lo señalaba la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando falló: "Cabe señalar -aunque esto resulte obvio- que la categorización de los animales como sujetos de derecho no significa que estos sean titulares de los mismos derechos que poseen los humanos, sino que se trata de reconocerles sus propios derechos como parte de la obligación de respeto a la vida y de su dignidad como seres sintientes."
Hoy seguimos con esta incoherencia legislativa que no entiendo: para el Código Penal argentino hace 65 años los animales son víctimas y sujetos de derecho, pero para nuestro Código Civil recientemente reformado siguen siendo cosas. Creo que ahí tenemos la deuda pendiente de reformar nuestro Código Civil en el sentido de que los animales no humanos sean considerados como personas no humanas en su capítulo específico. A estos efectos hemos presentado un proyecto en el Senado de la Nación.
Después de dejar sentado el bien jurídico protegido por la ley penal, quiero hablar de la protección de estos animales. No solamente se protege a perros, gatos y caballos, sino a todos los animales, aunque no nos guste la denominación de domésticos, cautivos, silvestres, etcétera. Esto es algo que también tenemos que mantener, porque si de algo nos tenemos que vanagloriar es de que justamente tenemos los presupuestos mínimos en la ley 14.346, pero vamos a superarlos y ampliarlos, y también vamos a tipificar más conductas, sin retroceder en la protección.
También es importante señalar que los actos de maltrato y de crueldad deben tener sanciones diferentes. No puede existir la misma sanción penal para una persona que no alimenta a un animal que para el que lo tortura perversamente.
Esto es un principio. Veo con gran alegría que la mayoría de los sentados acá -como decía el doctor Calderón- dedicamos orgullosamente nuestra vida y nuestra profesión de abogados de manera gratuita en pos de defender a los animales, pero necesitamos una herramienta legal aggiornada a estos tiempos que sea coherente en sus sanciones y penas.
Me van a complementar otros colegas, pero espero que cada día seamos más abogados defensores de los derechos de los animales y que con la ayuda del proteccionismo y del activismo animalista podamos lograr que esta adquisición de derechos realmente sea un cambio de paradigma y una ampliación de los conceptos morales, que es lo que venimos buscando como sociedad. Si no, como dijo el doctor, hemos fracasado como especie. Busquemos derechos en el interés de cada especie, no de la nuestra. Muchas gracias. (Aplausos.)
Durante muchísimos años hemos visitado esta casa legislativa para solicitar la reforma y la ampliación de derechos para los animales, y en esta oportunidad lo hacemos concretamente en relación con la ley 14.346.
Quiero dejar sentado algo que para mí es muy importante de acuerdo con la lectura que hice de todos los proyectos de ley, y también de las exposiciones que atentamente pude seguir: estamos ante un momento histórico, porque se plantea la reforma del Código Penal. No se reforma una ley de protección animal sino que se propone, tal como lo hiciera en su momento el autor de la ley 14.346, el señor diputado Benítez, una modificación y ampliación de derechos y protección para los animales, y no para algunos, sino para todos.
Soy penalista hace 24 años. Los abogados pateamos Tribunales y peleamos con esta ley que a veces nos queda chica. Respetemos el espíritu de las palabras del informante del señor diputado Benítez, Raúl Bustos Fierro, quien dijo: "Queremos sentar un principio general sobre la materia, afirmar una política de Estado sobre este particular y declarar la voluntad legislativa de que este tipo de actos constituye un delito en el sentido del derecho penal."
He visto muchos proyectos que piden la reglamentación del Poder Ejecutivo y otros que instan a la adhesión de las provincias. El Código Penal se aplica en todo el país, de Ushuaia a La Quiaca, y ese es un argumento que peleamos todos los días en Tribunales. No ejerzo la profesión solamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires sino que también la ejercí en Mendoza y en Salta, de donde soy. En todos los lados me dicen lo mismo: "Acá no se aplica la 14.346." Inclusive, en algunas provincias encontré que reglamentaban y subvencionaban tipos penales incluidos en esta ley, como la riña de gallos.
Quiero reafirmar que estamos reformando el Código Penal argentino. Este Código Penal hace 65 años, desde el 27 de septiembre de 1954, nos dice que el bien jurídico protegido por la ley 14.346 no es el sentimiento de piedad de los humanos, sino esa víctima del delito de los actos de maltrato y de crueldad, que es el animal no humano, en cuanto a su dignidad y su salud física y psíquica. Eso es lo que nos viene diciendo la jurisprudencia nacional a todos aquellos que litigamos en Tribunales defendiendo los derechos de los animales no humanos.
Quiero mencionar brevemente dos fallos que me parecen sumamente importantes. El primero es de la provincia de Mendoza, San Martín: "Ello es así porque considero que la ley 14.346, de malos tratos y actos de crueldad a los animales, no protege el sentimiento de piedad o humanidad para con los animales, sino hacia a los animales como sujetos de derecho, de modo que la conducta del imputado no ha recaído sobre un objeto o una cosa, sino sobre un sujeto digno de protección."
También lo señalaba la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando falló: "Cabe señalar -aunque esto resulte obvio- que la categorización de los animales como sujetos de derecho no significa que estos sean titulares de los mismos derechos que poseen los humanos, sino que se trata de reconocerles sus propios derechos como parte de la obligación de respeto a la vida y de su dignidad como seres sintientes."
Hoy seguimos con esta incoherencia legislativa que no entiendo: para el Código Penal argentino hace 65 años los animales son víctimas y sujetos de derecho, pero para nuestro Código Civil recientemente reformado siguen siendo cosas. Creo que ahí tenemos la deuda pendiente de reformar nuestro Código Civil en el sentido de que los animales no humanos sean considerados como personas no humanas en su capítulo específico. A estos efectos hemos presentado un proyecto en el Senado de la Nación.
Después de dejar sentado el bien jurídico protegido por la ley penal, quiero hablar de la protección de estos animales. No solamente se protege a perros, gatos y caballos, sino a todos los animales, aunque no nos guste la denominación de domésticos, cautivos, silvestres, etcétera. Esto es algo que también tenemos que mantener, porque si de algo nos tenemos que vanagloriar es de que justamente tenemos los presupuestos mínimos en la ley 14.346, pero vamos a superarlos y ampliarlos, y también vamos a tipificar más conductas, sin retroceder en la protección.
También es importante señalar que los actos de maltrato y de crueldad deben tener sanciones diferentes. No puede existir la misma sanción penal para una persona que no alimenta a un animal que para el que lo tortura perversamente.
Esto es un principio. Veo con gran alegría que la mayoría de los sentados acá -como decía el doctor Calderón- dedicamos orgullosamente nuestra vida y nuestra profesión de abogados de manera gratuita en pos de defender a los animales, pero necesitamos una herramienta legal aggiornada a estos tiempos que sea coherente en sus sanciones y penas.
Me van a complementar otros colegas, pero espero que cada día seamos más abogados defensores de los derechos de los animales y que con la ayuda del proteccionismo y del activismo animalista podamos lograr que esta adquisición de derechos realmente sea un cambio de paradigma y una ampliación de los conceptos morales, que es lo que venimos buscando como sociedad. Si no, como dijo el doctor, hemos fracasado como especie. Busquemos derechos en el interés de cada especie, no de la nuestra. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias. El espíritu de todos los diputados y diputadas presentes es que la ley se aplique en todo el país. Así que vamos a trabajar para que la redacción sea la correcta y la norma sea aplicable en todo el país.
Tiene la palabra la señora diputada Soraire.
Tiene la palabra la señora diputada Soraire.
SRA. SORAIRE Gracias, señor presidente. La verdad es que esta es una hermosa jornada, una hermosa tarde de debate. Como dijeron varios disertantes, la ley vigente tiene ya muchos años y es realmente necesario modificarla. Así que debemos llegar a una buena ley para nuestro país. Sin embargo, me tomo el atrevimiento de utilizar dos minutos para dejar algo en claro ante ustedes y ante todos los invitados.
Señor presidente: usted nos reenvió los proyectos que presentamos todos los diputados que trabajamos en esta cuestión, y quiero hacer hincapié en lo siguiente. Pueden ver mi proyecto de ley, que está ahora en pantalla, que yo presenté el 8 de mayo de 2018. Pero con mucho dolor -y todos se preguntarán qué pasa que hay dos proyectos iguales- estoy mirando que lamentablemente el diputado Olmedo ha copiado mi proyecto. (Risas.)
Como podrán ver, el del diputado Olmedo fue presentado el 12 de julio de 2018, mientras que yo lo presento el 8 de mayo de ese mismo año. El señor diputado se tomó el atrevimiento de copiar los veintidós artículos de mi iniciativa, hasta con los errores de tipeo. Como ustedes saben, cuando uno modifica un archivo de Word a veces una palabra se corre. Bueno, los fundamentos también fueron copiados. Entonces, señor presidente, yo creo que habrá que tomar medidas al respecto.
Yo le pido al diputado Olmedo -quien no vino- que presente su propio proyecto. Este es el tercero que me copia ese diputado. Yo soy autora de otras iniciativas, y he notado que también me copió las referidas a la ley de culto y a la ley de bomberos.
Cuando me pongo a leer los demás proyectos de todos los diputados para que armemos el debate, me encuentro con esta situación. Ustedes seguramente los tienen en sus manos y se preguntarán cómo puede ser que dos diputados tengan idénticos proyectos.
Entonces, yo quería aclarar que soy la verdadera autora de esa iniciativa. Con dolor debo decir que me siento muy mal porque otro diputado, que después va a los medios y dice que es autor de doscientos proyectos, lamentablemente se dedica a copiar y pegar los proyectos.
Así que me duele decir esto porque estamos en una tarde de debate. Quiero dar la bienvenida a todos y cada uno de quienes hacen sus aportes y mostrarles mi proyecto. Podemos pasarlo rápido por la pantalla para no demorarnos. Ahí pueden comparar mi proyecto con el presentado por el señor diputado Olmedo. Como ven, están las mismas palabras, los mismos artículos, las mismas comas. En cierto momento tratamos de que no nos quede ningún error, pero bueno, ahí me quedaron dos palabras con un error de tipeo, y el diputado también copió ese mismo error de tipeo. Es decir que el legislador imprimió mi proyecto, lo firmó y lo presentó.
Es por ello que quería dejar esto en evidencia, porque yo siento que esa es una forma de violencia que este diputado ejerce sobre mí, porque no es la primera vez que copia los proyectos. Quería dejar en evidencia al diputado Olmedo y pedirle que se dedique a presentar sus propios proyectos.
Lo mío es una iniciativa porque sé que hay que mejorar la ley vigente. No obstante, estoy tomando nota de todas las cosas que tenemos que modificar; me voy a poner al frente para modificar mi proyecto y todos aquellos de mis colegas diputados. Pero lamentablemente esto está pasando en la Cámara de Diputados con el señor diputado Olmedo.
Por lo expuesto, pido al señor presidente que se disponga alguna sanción para él. Muchísimas gracias.
Señor presidente: usted nos reenvió los proyectos que presentamos todos los diputados que trabajamos en esta cuestión, y quiero hacer hincapié en lo siguiente. Pueden ver mi proyecto de ley, que está ahora en pantalla, que yo presenté el 8 de mayo de 2018. Pero con mucho dolor -y todos se preguntarán qué pasa que hay dos proyectos iguales- estoy mirando que lamentablemente el diputado Olmedo ha copiado mi proyecto. (Risas.)
Como podrán ver, el del diputado Olmedo fue presentado el 12 de julio de 2018, mientras que yo lo presento el 8 de mayo de ese mismo año. El señor diputado se tomó el atrevimiento de copiar los veintidós artículos de mi iniciativa, hasta con los errores de tipeo. Como ustedes saben, cuando uno modifica un archivo de Word a veces una palabra se corre. Bueno, los fundamentos también fueron copiados. Entonces, señor presidente, yo creo que habrá que tomar medidas al respecto.
Yo le pido al diputado Olmedo -quien no vino- que presente su propio proyecto. Este es el tercero que me copia ese diputado. Yo soy autora de otras iniciativas, y he notado que también me copió las referidas a la ley de culto y a la ley de bomberos.
Cuando me pongo a leer los demás proyectos de todos los diputados para que armemos el debate, me encuentro con esta situación. Ustedes seguramente los tienen en sus manos y se preguntarán cómo puede ser que dos diputados tengan idénticos proyectos.
Entonces, yo quería aclarar que soy la verdadera autora de esa iniciativa. Con dolor debo decir que me siento muy mal porque otro diputado, que después va a los medios y dice que es autor de doscientos proyectos, lamentablemente se dedica a copiar y pegar los proyectos.
Así que me duele decir esto porque estamos en una tarde de debate. Quiero dar la bienvenida a todos y cada uno de quienes hacen sus aportes y mostrarles mi proyecto. Podemos pasarlo rápido por la pantalla para no demorarnos. Ahí pueden comparar mi proyecto con el presentado por el señor diputado Olmedo. Como ven, están las mismas palabras, los mismos artículos, las mismas comas. En cierto momento tratamos de que no nos quede ningún error, pero bueno, ahí me quedaron dos palabras con un error de tipeo, y el diputado también copió ese mismo error de tipeo. Es decir que el legislador imprimió mi proyecto, lo firmó y lo presentó.
Es por ello que quería dejar esto en evidencia, porque yo siento que esa es una forma de violencia que este diputado ejerce sobre mí, porque no es la primera vez que copia los proyectos. Quería dejar en evidencia al diputado Olmedo y pedirle que se dedique a presentar sus propios proyectos.
Lo mío es una iniciativa porque sé que hay que mejorar la ley vigente. No obstante, estoy tomando nota de todas las cosas que tenemos que modificar; me voy a poner al frente para modificar mi proyecto y todos aquellos de mis colegas diputados. Pero lamentablemente esto está pasando en la Cámara de Diputados con el señor diputado Olmedo.
Por lo expuesto, pido al señor presidente que se disponga alguna sanción para él. Muchísimas gracias.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, señora diputada.
Al público presente le aclaro que no es común que algo como esto ocurra en la Cámara de Diputados, es decir, que un diputado copie un proyecto presentado por otro colega. Así que seguramente después veremos cómo se procede en estos casos por la vía reglamentaria.
Tiene la palabra el señor diputado Di Stefano.
Al público presente le aclaro que no es común que algo como esto ocurra en la Cámara de Diputados, es decir, que un diputado copie un proyecto presentado por otro colega. Así que seguramente después veremos cómo se procede en estos casos por la vía reglamentaria.
Tiene la palabra el señor diputado Di Stefano.
SR. DI STEFANO Señor presidente: seré muy breve en honor al tiempo y en colaboración con ambos presidentes. Muchísimas gracias por permitir que estos proyectos puedan ser incorporados.
En primer lugar, quiero solidarizarme con la compañera diputada porque me parece que lo que tenemos que hacer los diputados nacionales de distintas provincias es aplicar el criterio, la idiosincrasia y las distintas realidades que vivimos en nuestras provincias y volcarlas en las modificaciones que queremos hacer.
La verdad es que yo sueño con un mundo mejor no solamente para las personas sino también para los animales, para la naturaleza y para eso es vital la importancia que la legislación argentina reconozca los animales como seres vivos, los reconozca dentro del entorno en el que vivimos y como sujetos de derecho. La preservación y el cuidado son indispensables para crear y generar una sociedad fomentando los sentimientos de conciencia, de protección y el humanitarismo.
Hice un proyecto de ley donde me inspiro en los perros que hemos rescatado de la calle con Carla, mi compañera de vida. La primera perra que rescatamos tenía leishmaniasis, demodexia, estaba deshidratada, no comía; algunos veterinarios decían que iba a vivir pocos meses y otros, que había que matarla. Es una realidad de las provincias del norte la leishmaniasis. Hoy esta perra vive hace más de tres años con nosotros, está espectacular. Volvimos a rescatar otros animales, otro quedó en mi casa.
Para la redacción de este proyecto también me inspiré en mi hijo, en mi bebé, que cada vez que está enfermo los perros no se mueven de al lado de su cama, son su guardia y son su custodia.
Me parece que este es el sentido humanitario que nos tiene que movilizar a cada uno y es acá donde tenemos que dejar las diferencias políticas de lado y traer las realidades de distintas provincias.
En honor al tiempo, finalizo acá mi exposición, y muchísimas gracias por permitir que se incorpore este proyecto.
En primer lugar, quiero solidarizarme con la compañera diputada porque me parece que lo que tenemos que hacer los diputados nacionales de distintas provincias es aplicar el criterio, la idiosincrasia y las distintas realidades que vivimos en nuestras provincias y volcarlas en las modificaciones que queremos hacer.
La verdad es que yo sueño con un mundo mejor no solamente para las personas sino también para los animales, para la naturaleza y para eso es vital la importancia que la legislación argentina reconozca los animales como seres vivos, los reconozca dentro del entorno en el que vivimos y como sujetos de derecho. La preservación y el cuidado son indispensables para crear y generar una sociedad fomentando los sentimientos de conciencia, de protección y el humanitarismo.
Hice un proyecto de ley donde me inspiro en los perros que hemos rescatado de la calle con Carla, mi compañera de vida. La primera perra que rescatamos tenía leishmaniasis, demodexia, estaba deshidratada, no comía; algunos veterinarios decían que iba a vivir pocos meses y otros, que había que matarla. Es una realidad de las provincias del norte la leishmaniasis. Hoy esta perra vive hace más de tres años con nosotros, está espectacular. Volvimos a rescatar otros animales, otro quedó en mi casa.
Para la redacción de este proyecto también me inspiré en mi hijo, en mi bebé, que cada vez que está enfermo los perros no se mueven de al lado de su cama, son su guardia y son su custodia.
Me parece que este es el sentido humanitario que nos tiene que movilizar a cada uno y es acá donde tenemos que dejar las diferencias políticas de lado y traer las realidades de distintas provincias.
En honor al tiempo, finalizo acá mi exposición, y muchísimas gracias por permitir que se incorpore este proyecto.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, diputado Di Stefano.
Tiene la palabra Graciela Díaz, pertenece a Protectoras Unidas Argentinas de la Ciudad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.
Tiene la palabra Graciela Díaz, pertenece a Protectoras Unidas Argentinas de la Ciudad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.
SRA. DÍAZ Buenas tardes a todos. En primer lugar, gracias por el lugar que nos dan desde siempre.
En segundo lugar, quería pedir si pueden colocar el primer video que traje.
En segundo lugar, quería pedir si pueden colocar el primer video que traje.
- Se proyecta un video.
SRA. DÍAZ Por si no escuchan, es una grabación que tomé sin consentimiento del señor, por darle un título, donde me dice que tuvo que matar los quince cachorros que tuvo la perra porque él no tenía lugar.
Esa perra fue levantada con la cola casi perdida, embichada, como él dice y él le hacía una pasta casera para curarla.
Entonces, como proteccionista del interior, ¿qué les pido a ustedes, que tienen la posibilidad de legislar? Este tipo de maltrato, de crueldad, debe ser claramente penado.
Para esa persona, la perra es nada. De hecho, cuando me bajé del auto, la perra estaba embichada, hambrienta, llena de abrojos y me dijo: "Llévesela", porque son una cosa. Yo lo que quiero es que dejen de ser cosas, que la gente deje de creer que porque un perro está abandonado no tiene derecho a nada, que dejen de ocultar el abandono, pidiendo: "llévenselo, que venga la perrera". Para mí la perrera es como se decía vulgarmente antes: esconder la mugre bajo la alfombra; la mugre sigue estando.
Yo quiero luchar contra este tipo de personajes que lo único que hacen es maltratar, matar, que cuando uno va a hacer una denuncia -coincido con todos los presentes-, la misma Policía y en Fiscalías también nos dicen: "Tanto lío por un perro". A mí me lo han dicho. A mí un vecino me mató un perro delante de todo el mundo y me dijeron: "Flaca, ¡tanto lío por un perro!". Sí, porque esa persona les pega a la esposa y a sus hijos. Vengo diciendo lo mismo desde siempre: el maltrato a un animal también repercute en el maltrato a las personas. Hasta que no se entienda eso, vamos a estar mal.
Quisiera que pongan el segundo video, donde se ve otra forma de crueldad extrema. Eso está dicho por un veterinario, no lo digo yo. Escuchen por favor.
Se exhibe el video.
Esa perra fue levantada con la cola casi perdida, embichada, como él dice y él le hacía una pasta casera para curarla.
Entonces, como proteccionista del interior, ¿qué les pido a ustedes, que tienen la posibilidad de legislar? Este tipo de maltrato, de crueldad, debe ser claramente penado.
Para esa persona, la perra es nada. De hecho, cuando me bajé del auto, la perra estaba embichada, hambrienta, llena de abrojos y me dijo: "Llévesela", porque son una cosa. Yo lo que quiero es que dejen de ser cosas, que la gente deje de creer que porque un perro está abandonado no tiene derecho a nada, que dejen de ocultar el abandono, pidiendo: "llévenselo, que venga la perrera". Para mí la perrera es como se decía vulgarmente antes: esconder la mugre bajo la alfombra; la mugre sigue estando.
Yo quiero luchar contra este tipo de personajes que lo único que hacen es maltratar, matar, que cuando uno va a hacer una denuncia -coincido con todos los presentes-, la misma Policía y en Fiscalías también nos dicen: "Tanto lío por un perro". A mí me lo han dicho. A mí un vecino me mató un perro delante de todo el mundo y me dijeron: "Flaca, ¡tanto lío por un perro!". Sí, porque esa persona les pega a la esposa y a sus hijos. Vengo diciendo lo mismo desde siempre: el maltrato a un animal también repercute en el maltrato a las personas. Hasta que no se entienda eso, vamos a estar mal.
Quisiera que pongan el segundo video, donde se ve otra forma de crueldad extrema. Eso está dicho por un veterinario, no lo digo yo. Escuchen por favor.
Se exhibe el video.
SRA. DÍAZ Eso está dicho por un veterinario: abortar cachorros a punto de nacer. Yo le pregunté en otro tramo cómo convivía con eso, y no me supo contestar. Le dije si él podía acostarse todas las noches y pensar que había desechado cachorros ahogados en su propio líquido. No me supo contestar. La respuesta que me dio fue que, al ser los cachorros de la calle, seguramente se iban a morir igual. Yo puedo contradecir esto: tengo en mi casa varios cachorros que eran de la calle que no están muertos.
Les pido a ustedes, que tienen la facultad de legislar, que esto sea penado y castigado. No quiero este tipo de actos de crueldad. Creo que ninguno de nosotros lo quiere. No quiero que los animales sean usados. Sea el animal que sea -gato, perro, conejo-, todos tienen el mismo derecho que yo.
Adhiero a un pensamiento de los creyentes que dice que si no hay justicia para los animales, tampoco va a ser justo con nosotros.
Sé que las leyes tienen que ser lo más perfectas posibles, para que no haya blancos, para que nadie se pueda agarrar de tal o cual punto que falta con el fin de que estos personajes no vayan presos. Yo los quiero presos. Quiero que se castiguen estos actos de crueldad y de abandono.
Donde vivo tenemos la suerte de tener un dispensario que castra gratuitamente hembras y machos, sean de raza o no, sean callejeros o con dueño. Aun así debemos soportar recibir cajas con cachorros recién nacidos, con el cordón puesto. Y ahí vamos nosotras. A esa gente no se la condena porque, o se les hace una contravención, o bien alegan que son amigos de tal o cual. Todo queda en la nada, porque las denuncias tampoco se toman. Hay un vacío legal. La ley, así como está, ha servido para otras cosas pero no para condenar el abandono y la crueldad, no para que este tipo de personas vayan presas. Es lo único que quiero hoy por hoy.
Creo que hay muchas cosas para perfeccionar. Pero obviamente hay abogados que lo van a poder armar mucho mejor que cualquiera de nosotras, que siempre somos proteccionistas y nos ha tocado levantar esta bandera, que más de una vez nos vemos amenazadas por este tipo de gente y nada podemos hacer, porque no hay una ley que nos proteja. Pueden hacer lo que quieren con los animales porque los consideran cosas. Nos contestan: "El animal es mío y hago lo que quiero".
Hay un video que no voy a pasar porque respeto a los menores. Se trata de un señor que tenía una galga pariendo en la tierra. Ya tenía los cachorros vendidos en mil pesos cada uno, y sus propios hijos tomaban agua podrida de una manguera de un lavarropas. Esto es lo que vemos muchas veces, y es lo que tiene que ser penado. La gente tiene que saber que cuando maltrato, mato y uso, voy a tener un castigo. (Aplausos.)
Les pido a ustedes, que tienen la facultad de legislar, que esto sea penado y castigado. No quiero este tipo de actos de crueldad. Creo que ninguno de nosotros lo quiere. No quiero que los animales sean usados. Sea el animal que sea -gato, perro, conejo-, todos tienen el mismo derecho que yo.
Adhiero a un pensamiento de los creyentes que dice que si no hay justicia para los animales, tampoco va a ser justo con nosotros.
Sé que las leyes tienen que ser lo más perfectas posibles, para que no haya blancos, para que nadie se pueda agarrar de tal o cual punto que falta con el fin de que estos personajes no vayan presos. Yo los quiero presos. Quiero que se castiguen estos actos de crueldad y de abandono.
Donde vivo tenemos la suerte de tener un dispensario que castra gratuitamente hembras y machos, sean de raza o no, sean callejeros o con dueño. Aun así debemos soportar recibir cajas con cachorros recién nacidos, con el cordón puesto. Y ahí vamos nosotras. A esa gente no se la condena porque, o se les hace una contravención, o bien alegan que son amigos de tal o cual. Todo queda en la nada, porque las denuncias tampoco se toman. Hay un vacío legal. La ley, así como está, ha servido para otras cosas pero no para condenar el abandono y la crueldad, no para que este tipo de personas vayan presas. Es lo único que quiero hoy por hoy.
Creo que hay muchas cosas para perfeccionar. Pero obviamente hay abogados que lo van a poder armar mucho mejor que cualquiera de nosotras, que siempre somos proteccionistas y nos ha tocado levantar esta bandera, que más de una vez nos vemos amenazadas por este tipo de gente y nada podemos hacer, porque no hay una ley que nos proteja. Pueden hacer lo que quieren con los animales porque los consideran cosas. Nos contestan: "El animal es mío y hago lo que quiero".
Hay un video que no voy a pasar porque respeto a los menores. Se trata de un señor que tenía una galga pariendo en la tierra. Ya tenía los cachorros vendidos en mil pesos cada uno, y sus propios hijos tomaban agua podrida de una manguera de un lavarropas. Esto es lo que vemos muchas veces, y es lo que tiene que ser penado. La gente tiene que saber que cuando maltrato, mato y uso, voy a tener un castigo. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Graciela. Tiene la palabra Ricardo Ferrari, profesional de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
SR. FERRARI Buenas tardes. Muchas gracias.
Soy licenciado en Biología, magister en Antropología y doctor en Ciencias Naturales. Mi intención es compartir con ustedes los cambios que ha habido desde el año 1954, hace ya 65 años, en la mirada científica que tenemos sobre los seres vivos.
En aquellos años comenzamos con un concepto de animal que hasta cierto punto era una máquina, un objeto que se movía. Ahora tenemos una mirada mucho más delicada y concisa, mucho más detallada. Básicamente le reconocemos a estos seres tres nuevas propiedades. Por un lado, la posesión de necesidades comportamentales. El segundo punto es la posesión de cognición. El tercero, que ya ha sido mencionado por varios expositores, la posesión de "sentiencia" o estados afectivos.
¿Qué es una necesidad comportamental? Es una conducta motivada internamente. ¿Qué quiere decir esto? Va a aparecer sin importar las condiciones. Por ejemplo, uno tiene un cerdo que está en un criadero. Una necesidad comportamental es una conducta internamente motivada. Uno puede tener un cerdo en un criadero. Como se ve en la foto de la izquierda, el cerdo puede estar bien alimentado, pero está mordiendo los barrotes. ¿Por qué? Porque esa especie busca comida mordiendo todo lo que le ponen delante.
Todos los que hemos tenido animales de compañía hemos pasado por una escena parecida a la de la foto de la derecha. No es que el perro te odie por algo que hiciste. Simplemente, es perro y tiene conductas motivadas internamente. ¿Qué quiere decir esto? Que las conductas van a aparecer con independencia del ambiente. Cuando aparecen, el animal daña o se daña.
La cognición es ya algo más elaborado. Es la capacidad de generar representaciones de la situación y la conducta a partir de la representación. La foto de la izquierda es un experimento que suele hacerse con cuervos, a los que se les pone alimento en un frasco con agua hasta la mitad. El alimento flota pero no llegan con el pico. La respuesta es más o menos siempre la misma: el cuervo mira a su alrededor, busca piedras, las tira en el agua hasta que la comida sube y allí la agarra. Yo no habría hecho eso. No es que tira piedras al azar hasta que una cae en el agua. No. Representa, y a partir de la representación realiza conductas.
La foto de la derecha muestra una cosa muy normal en un simio: el uso de herramientas. Ahí se ve cómo golpea una nuez con un martillo. Esa conducta se pasa de padres a hijos formando culturas en su ambiente natural.
El tercer elemento nuevo, que no estaba cuando se dictó la ley, es la posesión de estados afectivos, que no es solo dolor sino también sufrimiento y angustia. A la izquierda se ve algo ya muy en uso: son tablas que, por la posición de las orejas, los ojos y los bigotes, nos permiten estimar con precisión cuánto está sufriendo el animal. El de arriba a la izquierda está bien, mientras que el de abajo a la derecha está muy mal. En la foto de la derecha vemos otra forma de "sentiencia": una depresión leve. Es el animal que ya no hace conducta. No es que sea tranquilo: está en una "sentiencia" negativa, de baja intensidad y larga duración.
Así pues, cuando la ley nos habla de malos tratos o crueldad, resulta que ahora tenemos tres nuevas dimensiones para maltratar o ser crueles. Impedir las necesidades comportamentales, impedir la cognición o producir estados afectivos negativos son maltrato y crueldad.
En los años sesenta, a partir de esto, aparece una nueva disciplina, que es el bienestar animal. Esta disciplina ha tomado cuerpo hasta tal extremo que todas las facultades de veterinaria de nuestro país tienen una cátedra o un curso de bienestar animal. ¿Qué es el bienestar animal? Es la situación de un animal en sus intentos de acoplar con el medio ambiente.
Fíjense: el perro de la foto no está herido, está bien alimentado, pero está muy mal. Es un lobo que cuando quiere ver el mundo sale a una caja en una ventana.
El bienestar animal tiene varias propiedades que son relevantes para esta ley. Primero, es una característica, no algo que le doy. Yo doy las condiciones para que el animal alcance el bienestar. No le doy dos kilos de bienestar. Por ejemplo, el pez de esa copa está muy mal. Es un animal que navega kilómetros cúbicos de agua por día, y ahí lo tenemos. Puede variar de muy pobre a muy bueno, y lo más relevante para esta ley es que se puede medir científicamente.
Yo no opino si el animal está en buen o mal bienestar; tomo indicadores y decido ponderando, y cuánto falla en manejarse con el medioambiente es una medida de qué tan bien o tan mal está.
El conocimiento de la preferencia de un animal concreto me dice cómo hacer cosas en favor de su bienestar. Y como los animales tienen muchos métodos para acoplarse con el medioambiente, debo tomar más de una medida. Porque a veces una medida me da bien -el animal está gordito y tiene buen pelo-, y la otra medida me da mal -por ejemplo, el animal no se mueve. El que ven en la foto, por ejemplo, puede tener una buena dieta, pero ese gesto que ven es el de un animal que está buscando la novedad fuera de su recinto.
Lo que ocurre entonces es que al hablar de bienestar animal generamos cinco dominios, entre los que tenemos uno físico, como es la nutrición; un dominio de medioambiente, para que haya confort; un dominio de comportamiento, para que el animal pueda ejercer sus conductas de especie, y un dominio de salud. Creo que este último no hay que explicarlo. Pero esos cuatro dominios impactan sobre el quinto, que es el dominio mental. Lo que importa es si el animal sufre, no solo si está saludable.
La idea entonces es que una reforma a la ley que no tenga en cuenta el bienestar animal nace obsoleta, porque deja fuera al menos tres dimensiones más de maltrato y sufrimiento.
Entonces, una ley sobre maltrato animal en el siglo XXI debe hacerse pensando en que un animal es un ser con necesidades comportamentales, cognición y estados afectivos. (Aplausos.)
Soy licenciado en Biología, magister en Antropología y doctor en Ciencias Naturales. Mi intención es compartir con ustedes los cambios que ha habido desde el año 1954, hace ya 65 años, en la mirada científica que tenemos sobre los seres vivos.
En aquellos años comenzamos con un concepto de animal que hasta cierto punto era una máquina, un objeto que se movía. Ahora tenemos una mirada mucho más delicada y concisa, mucho más detallada. Básicamente le reconocemos a estos seres tres nuevas propiedades. Por un lado, la posesión de necesidades comportamentales. El segundo punto es la posesión de cognición. El tercero, que ya ha sido mencionado por varios expositores, la posesión de "sentiencia" o estados afectivos.
¿Qué es una necesidad comportamental? Es una conducta motivada internamente. ¿Qué quiere decir esto? Va a aparecer sin importar las condiciones. Por ejemplo, uno tiene un cerdo que está en un criadero. Una necesidad comportamental es una conducta internamente motivada. Uno puede tener un cerdo en un criadero. Como se ve en la foto de la izquierda, el cerdo puede estar bien alimentado, pero está mordiendo los barrotes. ¿Por qué? Porque esa especie busca comida mordiendo todo lo que le ponen delante.
Todos los que hemos tenido animales de compañía hemos pasado por una escena parecida a la de la foto de la derecha. No es que el perro te odie por algo que hiciste. Simplemente, es perro y tiene conductas motivadas internamente. ¿Qué quiere decir esto? Que las conductas van a aparecer con independencia del ambiente. Cuando aparecen, el animal daña o se daña.
La cognición es ya algo más elaborado. Es la capacidad de generar representaciones de la situación y la conducta a partir de la representación. La foto de la izquierda es un experimento que suele hacerse con cuervos, a los que se les pone alimento en un frasco con agua hasta la mitad. El alimento flota pero no llegan con el pico. La respuesta es más o menos siempre la misma: el cuervo mira a su alrededor, busca piedras, las tira en el agua hasta que la comida sube y allí la agarra. Yo no habría hecho eso. No es que tira piedras al azar hasta que una cae en el agua. No. Representa, y a partir de la representación realiza conductas.
La foto de la derecha muestra una cosa muy normal en un simio: el uso de herramientas. Ahí se ve cómo golpea una nuez con un martillo. Esa conducta se pasa de padres a hijos formando culturas en su ambiente natural.
El tercer elemento nuevo, que no estaba cuando se dictó la ley, es la posesión de estados afectivos, que no es solo dolor sino también sufrimiento y angustia. A la izquierda se ve algo ya muy en uso: son tablas que, por la posición de las orejas, los ojos y los bigotes, nos permiten estimar con precisión cuánto está sufriendo el animal. El de arriba a la izquierda está bien, mientras que el de abajo a la derecha está muy mal. En la foto de la derecha vemos otra forma de "sentiencia": una depresión leve. Es el animal que ya no hace conducta. No es que sea tranquilo: está en una "sentiencia" negativa, de baja intensidad y larga duración.
Así pues, cuando la ley nos habla de malos tratos o crueldad, resulta que ahora tenemos tres nuevas dimensiones para maltratar o ser crueles. Impedir las necesidades comportamentales, impedir la cognición o producir estados afectivos negativos son maltrato y crueldad.
En los años sesenta, a partir de esto, aparece una nueva disciplina, que es el bienestar animal. Esta disciplina ha tomado cuerpo hasta tal extremo que todas las facultades de veterinaria de nuestro país tienen una cátedra o un curso de bienestar animal. ¿Qué es el bienestar animal? Es la situación de un animal en sus intentos de acoplar con el medio ambiente.
Fíjense: el perro de la foto no está herido, está bien alimentado, pero está muy mal. Es un lobo que cuando quiere ver el mundo sale a una caja en una ventana.
El bienestar animal tiene varias propiedades que son relevantes para esta ley. Primero, es una característica, no algo que le doy. Yo doy las condiciones para que el animal alcance el bienestar. No le doy dos kilos de bienestar. Por ejemplo, el pez de esa copa está muy mal. Es un animal que navega kilómetros cúbicos de agua por día, y ahí lo tenemos. Puede variar de muy pobre a muy bueno, y lo más relevante para esta ley es que se puede medir científicamente.
Yo no opino si el animal está en buen o mal bienestar; tomo indicadores y decido ponderando, y cuánto falla en manejarse con el medioambiente es una medida de qué tan bien o tan mal está.
El conocimiento de la preferencia de un animal concreto me dice cómo hacer cosas en favor de su bienestar. Y como los animales tienen muchos métodos para acoplarse con el medioambiente, debo tomar más de una medida. Porque a veces una medida me da bien -el animal está gordito y tiene buen pelo-, y la otra medida me da mal -por ejemplo, el animal no se mueve. El que ven en la foto, por ejemplo, puede tener una buena dieta, pero ese gesto que ven es el de un animal que está buscando la novedad fuera de su recinto.
Lo que ocurre entonces es que al hablar de bienestar animal generamos cinco dominios, entre los que tenemos uno físico, como es la nutrición; un dominio de medioambiente, para que haya confort; un dominio de comportamiento, para que el animal pueda ejercer sus conductas de especie, y un dominio de salud. Creo que este último no hay que explicarlo. Pero esos cuatro dominios impactan sobre el quinto, que es el dominio mental. Lo que importa es si el animal sufre, no solo si está saludable.
La idea entonces es que una reforma a la ley que no tenga en cuenta el bienestar animal nace obsoleta, porque deja fuera al menos tres dimensiones más de maltrato y sufrimiento.
Entonces, una ley sobre maltrato animal en el siglo XXI debe hacerse pensando en que un animal es un ser con necesidades comportamentales, cognición y estados afectivos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias, licenciado Ferrari. Si conoce alguna normativa de otro país que plantee este tipo de cuestiones, sería bueno que la acerque a la comisión.
SR. FERRARI Básicamente la ley inglesa tiene todo esto en su texto.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Perfecto. Gracias.
Tiene la palabra María Laura "Malala" Fontán, referente en la Argentina del Movimiento por la Liberación de los Animales en Zoológicos; pertenece a la organización SinZoo y a la Comunidad Animalista Argentina.
Tiene la palabra María Laura "Malala" Fontán, referente en la Argentina del Movimiento por la Liberación de los Animales en Zoológicos; pertenece a la organización SinZoo y a la Comunidad Animalista Argentina.
SRA. FONTÁN Señor presidente: en primer lugar, quiero agradecerle porque desde su despacho me pude anotar ayer para poder estar hoy aquí haciendo uso de la palabra.
Pido también por favor que amplíen la convocatoria a un lugar más grande, ya que ha quedado muchísima gente afuera. Me refiero a personas que son referentes en la Argentina de diferentes movimientos y a gente del interior. Hubo gente que mandó un mail y a la que se le respondió que iba a estar adentro, y que después recibió un correo en el que les decían que porque no había lugar en la sala no podían venir. También hubo gente que mandó el mail varias veces y no recibió respuesta, y gente que mandó el mail y le volvió rebotado. Entonces, hay algo en el tema de la convocatoria que para mí habría que rever.
Es decir que en primer lugar expreso mi agradecimiento y, en segundo lugar, digo esto a modo de queja.
Por otra parte, quiero adjuntar un texto a la versión taquigráfica ya que, como usted bien dijo, soy referente en el tema de la liberación de animales de zoológicos y he intervenido activamente en 2012 en diferentes causas, pero también soy activista por los derechos de los animales desde ese año y lo que estoy haciendo hoy es hablar en representación de cincuenta agrupaciones y ONG, es decir que no vengo sola. Así que voy a adjuntar a la versión taquigráfica un material que he traído en ese sentido.
El texto que leeré a continuación es de la persona que está a mi derecha, la señora Gaite, una doctora abolicionista, y dice lo siguiente:
"La ley 14.346 sobre malos tratos y actos de crueldad a los animales, sancionada el 27 de octubre de 1954 y publicada en el Boletín Oficial pocos días después, es una ley penal pionera en el mundo.
"En ese momento, quienes la propulsaron -Perón al frente, tomando como antecedente todo el inmenso trabajo realizado por Ignacio Albarracín-, fueron adelantados en el tiempo, y con una mentalidad iluminada dieron este gran paso compasivo hacia los derechos de los animales no humanos.
"Durante todos estos años, la 14.346 ha sido la herramienta de defensa que hemos usado aquellos que organizados en ONG o de manera independiente hemos dedicado nuestra lucha a la protección de los animales.
"Entendemos que esta ley no es perfecta, y nuestra principal frustración cuando logramos la sentencia es la corta duración de las penas; 15 días a un año para actos de maltrato y crueldad es poco, muy poco.
"Por eso, comenzamos a conversar sobre la posibilidad de interesar al Congreso Nacional en establecer una modificación para que encarcelara a los delincuentes por más tiempo. Esta fue nuestra única intención de reforma.
"Sobre la base de esta inquietud, muchos legisladores intentaron perfeccionar esta ley agregando nuevos artículos con intentos modificatorios y hasta pidiendo su derogación.
"En este sentido, nuestro planteo -dadas las condiciones actuales de nuestra sociedad- es que por el momento y hasta que el cambio de paradigma nos lleve al verdadero entendimiento de lo que son los derechos de los animales o humanos, no va a poder redactarse ningún proyecto de ley integral que abarque a todos los animales. Por ejemplo, los denominados animales de consumo, por el momento quedan afuera.
"En este intento de perfeccionar esta ley madre -tal vez bien intencionadamente, tal vez con ciertas influencias no muy favorables a los intereses de los animales-, se han cometido muchos errores que de quedar plasmados en una ley sancionada y promulgada solo harían que retrocediéramos en el tiempo y en la calidad de entendimiento al abordar este tema. De esta manera, deshonraríamos la lucha histórica de quienes nos precedieron.
"Tenemos alrededor de diez proyectos activos, algunos terribles..." Perdón, como el del legislador Wechsler, a quien yo conozco desde 2012, que intentó con el Pack Pro que vuelva la perrera a la Ciudad de Buenos Aires y hace tres años reformar la 14.346, pretendiendo reglamentar las carreras de perros, que habían sido prohibidas seis meses antes.
"Terribles como el de Wechsler, quien pide pena de prisión a los veterinarios que castren perras o gatas preñadas, ítem fundamental para lograr el control de poblaciones caninas y felinas en lugares urbanos y rurales." Yo ya tendría que estar presa hace cien años. "Siendo lo más llamativo que él mismo se manifestó a favor a la ley del aborto en las discusiones que se llevaron un año atrás. Una incoherencia llamativa y de la que quizás el mismo Wechsler no se haya percatado.
"Proyectos como los de Olmedo y Soraire, que pidiendo derogar la ley penal integral 14.346, solo intentan legislar para animales de compañía y animales de ganadería, directamente deberían quedar descartados como poco serios.
"Lo mismo que el de Hers, que solo habla de animales domésticos y domesticados, dejando fuera a los silvestres."
Pido también por favor que amplíen la convocatoria a un lugar más grande, ya que ha quedado muchísima gente afuera. Me refiero a personas que son referentes en la Argentina de diferentes movimientos y a gente del interior. Hubo gente que mandó un mail y a la que se le respondió que iba a estar adentro, y que después recibió un correo en el que les decían que porque no había lugar en la sala no podían venir. También hubo gente que mandó el mail varias veces y no recibió respuesta, y gente que mandó el mail y le volvió rebotado. Entonces, hay algo en el tema de la convocatoria que para mí habría que rever.
Es decir que en primer lugar expreso mi agradecimiento y, en segundo lugar, digo esto a modo de queja.
Por otra parte, quiero adjuntar un texto a la versión taquigráfica ya que, como usted bien dijo, soy referente en el tema de la liberación de animales de zoológicos y he intervenido activamente en 2012 en diferentes causas, pero también soy activista por los derechos de los animales desde ese año y lo que estoy haciendo hoy es hablar en representación de cincuenta agrupaciones y ONG, es decir que no vengo sola. Así que voy a adjuntar a la versión taquigráfica un material que he traído en ese sentido.
El texto que leeré a continuación es de la persona que está a mi derecha, la señora Gaite, una doctora abolicionista, y dice lo siguiente:
"La ley 14.346 sobre malos tratos y actos de crueldad a los animales, sancionada el 27 de octubre de 1954 y publicada en el Boletín Oficial pocos días después, es una ley penal pionera en el mundo.
"En ese momento, quienes la propulsaron -Perón al frente, tomando como antecedente todo el inmenso trabajo realizado por Ignacio Albarracín-, fueron adelantados en el tiempo, y con una mentalidad iluminada dieron este gran paso compasivo hacia los derechos de los animales no humanos.
"Durante todos estos años, la 14.346 ha sido la herramienta de defensa que hemos usado aquellos que organizados en ONG o de manera independiente hemos dedicado nuestra lucha a la protección de los animales.
"Entendemos que esta ley no es perfecta, y nuestra principal frustración cuando logramos la sentencia es la corta duración de las penas; 15 días a un año para actos de maltrato y crueldad es poco, muy poco.
"Por eso, comenzamos a conversar sobre la posibilidad de interesar al Congreso Nacional en establecer una modificación para que encarcelara a los delincuentes por más tiempo. Esta fue nuestra única intención de reforma.
"Sobre la base de esta inquietud, muchos legisladores intentaron perfeccionar esta ley agregando nuevos artículos con intentos modificatorios y hasta pidiendo su derogación.
"En este sentido, nuestro planteo -dadas las condiciones actuales de nuestra sociedad- es que por el momento y hasta que el cambio de paradigma nos lleve al verdadero entendimiento de lo que son los derechos de los animales o humanos, no va a poder redactarse ningún proyecto de ley integral que abarque a todos los animales. Por ejemplo, los denominados animales de consumo, por el momento quedan afuera.
"En este intento de perfeccionar esta ley madre -tal vez bien intencionadamente, tal vez con ciertas influencias no muy favorables a los intereses de los animales-, se han cometido muchos errores que de quedar plasmados en una ley sancionada y promulgada solo harían que retrocediéramos en el tiempo y en la calidad de entendimiento al abordar este tema. De esta manera, deshonraríamos la lucha histórica de quienes nos precedieron.
"Tenemos alrededor de diez proyectos activos, algunos terribles..." Perdón, como el del legislador Wechsler, a quien yo conozco desde 2012, que intentó con el Pack Pro que vuelva la perrera a la Ciudad de Buenos Aires y hace tres años reformar la 14.346, pretendiendo reglamentar las carreras de perros, que habían sido prohibidas seis meses antes.
"Terribles como el de Wechsler, quien pide pena de prisión a los veterinarios que castren perras o gatas preñadas, ítem fundamental para lograr el control de poblaciones caninas y felinas en lugares urbanos y rurales." Yo ya tendría que estar presa hace cien años. "Siendo lo más llamativo que él mismo se manifestó a favor a la ley del aborto en las discusiones que se llevaron un año atrás. Una incoherencia llamativa y de la que quizás el mismo Wechsler no se haya percatado.
"Proyectos como los de Olmedo y Soraire, que pidiendo derogar la ley penal integral 14.346, solo intentan legislar para animales de compañía y animales de ganadería, directamente deberían quedar descartados como poco serios.
"Lo mismo que el de Hers, que solo habla de animales domésticos y domesticados, dejando fuera a los silvestres."
SRA. FONTÁN Perdón.
"Otros como el de Nazario, que pretende aumentar las penas solo para los actos de crueldad, dejando de quince días a un año todos los casos de maltrato, tal como figura en la 14.346, por lo que no alimentar, azuzarlos con dolor, hacerlos trabajar sin descanso aunque estén enfermos, estimularlos con drogas, animales de tiro -como son llamados- sobrecargados más allá de las fuerzas, todos estos tipos de maltrato podrían ser penados con solo un día."
El legislador Marcucci, dirigiéndose solo a los animales de compañía, habla de refugios. Justamente, todos los animalistas estamos interesados en que paulatinamente no sean necesarios porque los refugios son el monumento a la desidia humana, son el monumento al fracaso de las castraciones. Tenemos 14 millones de animales en situación de calle en la Argentina, 6 millones en la provincia de Buenos Aires y 500.000 en Capital.
"También Marcucci habla de tenencia responsable, término tan controvertido y criticable, imparte prohibición de la tracción a sangre y no pena para los carreros maltratadores. Regula la cría y el comercio de animales de compañía, absolutamente contraproducente al estado de superpoblación de perros y gatos que existe, consecuencia de los palos en la rueda que corporaciones y organizaciones han puesto al tratamiento como política pública de este problema.
"Claramente, hay un interés de que haya 14 millones de animales en situación de calle en la República Argentina." Debe beneficiar a alguna "corpo" de algún tipo.
"Maquieyra se anima a aumentar las penas tanto para maltrato y crueldad y dedica dos artículos al tráfico de fauna silvestre.
"Lipovetzky, quien no hace mención de lo que significa maltrato y crueldad en algo tan importante y necesario como la tracción a sangre en equinos, con lo que miles de casos de la cotidianeidad no podrían ser penalizados."
Daniel: me llamó la atención de tu proyecto que hayas eliminado el artículo 2º de la inicial 14.346, que es con el artículo que nosotros podemos sacar los caballos torturados que son usados para el trabajo urbano. Creo que el tema de la criminalización de la pobreza, no deberíamos tomar este término. La crueldad hacia los caballos está tipificada en la ley 14.346 original y sacarlo hoy en día sería contraproducente. Sí tenemos que trabajar en una ley de TAS que contemple esa problemática social tan grave, pero no sacarlo.
"No es necesario en este momento, y dadas las condiciones de nuestra sociedad, reformar o derogar la ley penal 14.346. Mucho menos para ser reemplazada por cualquiera de los proyectos en tratamiento, ya que ninguno es representativo de la protección inclusiva a todos los animales. Muchos de estos proyectos dejan a los animales aún más expuestos y vulnerables, y ninguno propone un aumento de penas correspondiente y adecuado a los actos de maltrato y crueldad que sobre los animales se ejercen a diario en nuestro país.
"Para terminar, queremos dejar en claro que organizaciones como la WSPA -devenida actual WAP-, ADDA y Libera, así como los responsables de las nuevas cátedras o materias de derecho animal recientemente constituidas, que se encuentran asesorando en la formulación y tratamiento de los proyectos de reforma y derogación de la ley 14.346, no nos representan.
"Por el momento, solicitamos que los señores legisladores que tengan a bien el retiro de todo proyecto que intente reformular y/o derogar la ley penal de protección de los animales 14.346 vigente en nuestro país desde el año 1954." (Aplausos.)
"Otros como el de Nazario, que pretende aumentar las penas solo para los actos de crueldad, dejando de quince días a un año todos los casos de maltrato, tal como figura en la 14.346, por lo que no alimentar, azuzarlos con dolor, hacerlos trabajar sin descanso aunque estén enfermos, estimularlos con drogas, animales de tiro -como son llamados- sobrecargados más allá de las fuerzas, todos estos tipos de maltrato podrían ser penados con solo un día."
El legislador Marcucci, dirigiéndose solo a los animales de compañía, habla de refugios. Justamente, todos los animalistas estamos interesados en que paulatinamente no sean necesarios porque los refugios son el monumento a la desidia humana, son el monumento al fracaso de las castraciones. Tenemos 14 millones de animales en situación de calle en la Argentina, 6 millones en la provincia de Buenos Aires y 500.000 en Capital.
"También Marcucci habla de tenencia responsable, término tan controvertido y criticable, imparte prohibición de la tracción a sangre y no pena para los carreros maltratadores. Regula la cría y el comercio de animales de compañía, absolutamente contraproducente al estado de superpoblación de perros y gatos que existe, consecuencia de los palos en la rueda que corporaciones y organizaciones han puesto al tratamiento como política pública de este problema.
"Claramente, hay un interés de que haya 14 millones de animales en situación de calle en la República Argentina." Debe beneficiar a alguna "corpo" de algún tipo.
"Maquieyra se anima a aumentar las penas tanto para maltrato y crueldad y dedica dos artículos al tráfico de fauna silvestre.
"Lipovetzky, quien no hace mención de lo que significa maltrato y crueldad en algo tan importante y necesario como la tracción a sangre en equinos, con lo que miles de casos de la cotidianeidad no podrían ser penalizados."
Daniel: me llamó la atención de tu proyecto que hayas eliminado el artículo 2º de la inicial 14.346, que es con el artículo que nosotros podemos sacar los caballos torturados que son usados para el trabajo urbano. Creo que el tema de la criminalización de la pobreza, no deberíamos tomar este término. La crueldad hacia los caballos está tipificada en la ley 14.346 original y sacarlo hoy en día sería contraproducente. Sí tenemos que trabajar en una ley de TAS que contemple esa problemática social tan grave, pero no sacarlo.
"No es necesario en este momento, y dadas las condiciones de nuestra sociedad, reformar o derogar la ley penal 14.346. Mucho menos para ser reemplazada por cualquiera de los proyectos en tratamiento, ya que ninguno es representativo de la protección inclusiva a todos los animales. Muchos de estos proyectos dejan a los animales aún más expuestos y vulnerables, y ninguno propone un aumento de penas correspondiente y adecuado a los actos de maltrato y crueldad que sobre los animales se ejercen a diario en nuestro país.
"Para terminar, queremos dejar en claro que organizaciones como la WSPA -devenida actual WAP-, ADDA y Libera, así como los responsables de las nuevas cátedras o materias de derecho animal recientemente constituidas, que se encuentran asesorando en la formulación y tratamiento de los proyectos de reforma y derogación de la ley 14.346, no nos representan.
"Por el momento, solicitamos que los señores legisladores que tengan a bien el retiro de todo proyecto que intente reformular y/o derogar la ley penal de protección de los animales 14.346 vigente en nuestro país desde el año 1954." (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, "Malala".
Quisiera hacer una aclaración. El propósito de esta reunión es que, como dije al inicio, cada uno exponga su visión sobre los diferentes proyectos. Nosotros vamos a tomar en cuenta todas las informaciones y conocimientos que vamos a ir obteniendo y vamos a tratar de llegar a un consenso entre los diputados sobre la mejor ley posible. En ese marco, tomaremos también los aportes que nos ha hecho "Malala" y las organizaciones que ella representa, que seguramente serán bienvenidos.
Aclaro, con respecto al tema de la TAS, de la falta del artículo 2º, que además de un proyecto de reforma de ley contra el maltrato animal tengo un proyecto sobre el tema de la tracción a sangre. Pero más allá de eso, gracias por el aporte.
Tiene la palabra el señor diputado Wechsler.
Quisiera hacer una aclaración. El propósito de esta reunión es que, como dije al inicio, cada uno exponga su visión sobre los diferentes proyectos. Nosotros vamos a tomar en cuenta todas las informaciones y conocimientos que vamos a ir obteniendo y vamos a tratar de llegar a un consenso entre los diputados sobre la mejor ley posible. En ese marco, tomaremos también los aportes que nos ha hecho "Malala" y las organizaciones que ella representa, que seguramente serán bienvenidos.
Aclaro, con respecto al tema de la TAS, de la falta del artículo 2º, que además de un proyecto de reforma de ley contra el maltrato animal tengo un proyecto sobre el tema de la tracción a sangre. Pero más allá de eso, gracias por el aporte.
Tiene la palabra el señor diputado Wechsler.
SR. WECHSLER Señor presidente: niego todo lo que ha dicho la última oradora respecto de esas lecturas que hace de los proyectos que he formulado, que hablan de ella y no hablan de mí. Bajo ningún punto de vista esos proyectos tienen la intencionalidad que ella manifiesta.
No obstante, como este es un ámbito democrático -justamente la idea de estar acá es escuchar muchas voces-, celebro que ella tenga la libertad para decir todas las cosas que manifiesta, impropias en mi caso.
En el año 2012 yo no tenía ningún puesto ejecutivo, así que no sé qué ley pude haber hecho.
Pero, no obstante eso, tiene todo el derecho a estar acá, y de hecho lo celebro. También celebro que haya hecho uso de la palabra. Lo que no celebro es que diga que yo adhiero a cosas que no tienen nada que ver conmigo. Pero esta es la democracia, que haya muchas voces. (Aplausos.)
No obstante, como este es un ámbito democrático -justamente la idea de estar acá es escuchar muchas voces-, celebro que ella tenga la libertad para decir todas las cosas que manifiesta, impropias en mi caso.
En el año 2012 yo no tenía ningún puesto ejecutivo, así que no sé qué ley pude haber hecho.
Pero, no obstante eso, tiene todo el derecho a estar acá, y de hecho lo celebro. También celebro que haya hecho uso de la palabra. Lo que no celebro es que diga que yo adhiero a cosas que no tienen nada que ver conmigo. Pero esta es la democracia, que haya muchas voces. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, diputado Wechsler. Tiene la palabra Fabiana Soledad Fraga. Ella es abogada y directora del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la Ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires.
SRA. FRAGA Buenas tardes. Muchas gracias por el espacio. Lo voy a compartir con la doctora Jesica Massi, con quien he viajado desde Junín. Ella es secretaria del Instituto.
A esta altura ya no cabe duda de que estamos todos de acuerdo en que la ley 14.346 amerita una reforma. Pero no, como se dijo por ahí, una derogación. Ha sido una herramienta fundamental hasta ahora para salvar a muchísimos animales. Comparto la opinión de que no es perfecta, pero para eso estamos, para tratar de hacer cada uno nuestro aporte.
Las normas van siendo el reflejo de una realidad social imperante, que hoy nos lleva a estar hablando de estas cuestiones.
Las nuevas generaciones van a venir con otro chip y otra concientización. Yo he concurrido a hacer denuncias a la comisaria, y cuando no me las han querido tomar, mi hijo ha gritado que sacaran al mono de la jaula. Esto ocurrió mientras tres policías no me querían tomar la denuncia. Eso habla de sus reclamos y gritos en el marco de una comisaría.
Como todo movimiento y como todo nuevo paradigma en cuanto al tema animal, se generan retos y desafíos importantes de modificar normativas. Como ha mencionado la doctora Dascalaky, hubo una coherencia entre todas las normas, puntualmente penales y civiles. Sería un aporte fundamental, más allá de que nos convoca hoy el tratamiento de la ley 14.346. Esto es fundamentalmente para considerar a los animales sujetos de derecho y mantener una coherencia en nuestro sistema normativo.
Una de las cosas que nosotros también veíamos y que se ha comentado acá es tener mucho cuidado con el tema del lenguaje y empezar a dejar de lado el hablar de "animales para trabajo", terminología que tendríamos que ir eliminando, como también cuando se habla de "propiedad" o "tenencia" de animales, que se podría reemplazar por "guarda" de animales. De esta manera la legislación quedaría aggiornada a la realidad actual para que sean reconocidos como sujetos de derecho.
Cuando hablamos de salud sería interesante, para evitar distintas interpretaciones o limitaciones al desenvolvimiento de causas judiciales, apuntar a la salud tanto física como psíquica. Lamentablemente, en muchos casos hacemos agua en lo que hace a la salud psíquica, y judicialmente se abren puertas para muchos archivos.
También habría que considerar agravantes en tipos penales, y penalizar de esa forma todos los hechos que estén encuadrados en el maltrato o crueldad animal en presencia de sectores más vulnerables, como pueden ser los menores de edad -esto en atención a la Convención Internacional de los Derechos del Niño- o personas con discapacidad -en atención a la misma normativa internacional que tiene jerarquía constitucional- y todo sector vulnerable. Muchos oradores han expuesto sobre la relación entre la violencia animal como antesala de la violencia social o doméstica. Muchas veces los animales son tomados como rehenes de víctimas de violencia.
También es un agravante todo hecho perpetrado por ciertas personas que tienen un plus de responsabilidad en el cuidado, como funcionarios públicos, veterinarios, etcétera; o que se realicen en determinado medio, como institutos de zoonosis o centros educativos.
Este es un tema interdisciplinario. Incluir los derechos de los animales es un reto para todos, y aggiornar los conceptos clásicos del derecho es fundamental. (Aplausos.)
A esta altura ya no cabe duda de que estamos todos de acuerdo en que la ley 14.346 amerita una reforma. Pero no, como se dijo por ahí, una derogación. Ha sido una herramienta fundamental hasta ahora para salvar a muchísimos animales. Comparto la opinión de que no es perfecta, pero para eso estamos, para tratar de hacer cada uno nuestro aporte.
Las normas van siendo el reflejo de una realidad social imperante, que hoy nos lleva a estar hablando de estas cuestiones.
Las nuevas generaciones van a venir con otro chip y otra concientización. Yo he concurrido a hacer denuncias a la comisaria, y cuando no me las han querido tomar, mi hijo ha gritado que sacaran al mono de la jaula. Esto ocurrió mientras tres policías no me querían tomar la denuncia. Eso habla de sus reclamos y gritos en el marco de una comisaría.
Como todo movimiento y como todo nuevo paradigma en cuanto al tema animal, se generan retos y desafíos importantes de modificar normativas. Como ha mencionado la doctora Dascalaky, hubo una coherencia entre todas las normas, puntualmente penales y civiles. Sería un aporte fundamental, más allá de que nos convoca hoy el tratamiento de la ley 14.346. Esto es fundamentalmente para considerar a los animales sujetos de derecho y mantener una coherencia en nuestro sistema normativo.
Una de las cosas que nosotros también veíamos y que se ha comentado acá es tener mucho cuidado con el tema del lenguaje y empezar a dejar de lado el hablar de "animales para trabajo", terminología que tendríamos que ir eliminando, como también cuando se habla de "propiedad" o "tenencia" de animales, que se podría reemplazar por "guarda" de animales. De esta manera la legislación quedaría aggiornada a la realidad actual para que sean reconocidos como sujetos de derecho.
Cuando hablamos de salud sería interesante, para evitar distintas interpretaciones o limitaciones al desenvolvimiento de causas judiciales, apuntar a la salud tanto física como psíquica. Lamentablemente, en muchos casos hacemos agua en lo que hace a la salud psíquica, y judicialmente se abren puertas para muchos archivos.
También habría que considerar agravantes en tipos penales, y penalizar de esa forma todos los hechos que estén encuadrados en el maltrato o crueldad animal en presencia de sectores más vulnerables, como pueden ser los menores de edad -esto en atención a la Convención Internacional de los Derechos del Niño- o personas con discapacidad -en atención a la misma normativa internacional que tiene jerarquía constitucional- y todo sector vulnerable. Muchos oradores han expuesto sobre la relación entre la violencia animal como antesala de la violencia social o doméstica. Muchas veces los animales son tomados como rehenes de víctimas de violencia.
También es un agravante todo hecho perpetrado por ciertas personas que tienen un plus de responsabilidad en el cuidado, como funcionarios públicos, veterinarios, etcétera; o que se realicen en determinado medio, como institutos de zoonosis o centros educativos.
Este es un tema interdisciplinario. Incluir los derechos de los animales es un reto para todos, y aggiornar los conceptos clásicos del derecho es fundamental. (Aplausos.)
SRA. MASSI Buenas tardes a todos. Mi nombre es Jesica Massi y soy secretaria del Instituto de Derecho Animal del Departamento Judicial de Junín.
Nuestro instituto se creó en 2014 y quisiera contarles cómo fue avanzando esta rama del derecho, y cómo fue ganando jurisprudencia y lugares académicos, como en la UBA, la Universidad de Córdoba, la UNNOBA, en nuestra propia ciudad, que a partir del año pasado cuenta con un seminario y da lugar a la capacitación permanente sobre esta temática.
No quisiera terminar sin señalar que se debe hacer una distinción bien clara sobre los actos de crueldad y maltrato animal, y no tenemos que olvidar que deben agregarse a esta normativa los tipos culposos. (Aplausos.)
Nuestro instituto se creó en 2014 y quisiera contarles cómo fue avanzando esta rama del derecho, y cómo fue ganando jurisprudencia y lugares académicos, como en la UBA, la Universidad de Córdoba, la UNNOBA, en nuestra propia ciudad, que a partir del año pasado cuenta con un seminario y da lugar a la capacitación permanente sobre esta temática.
No quisiera terminar sin señalar que se debe hacer una distinción bien clara sobre los actos de crueldad y maltrato animal, y no tenemos que olvidar que deben agregarse a esta normativa los tipos culposos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias. Tiene la palabra Lucas Torres, abogado proteccionista.
SR. TORRES Buenas tardes a todos y a todas. Esta breve exposición que voy a realizar toma como base el trabajo que vienen realizando desde hace ya mucho tiempo diversas organizaciones del movimiento proteccionista de la provincia de Córdoba. Entre ellas, encontramos la Sala de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la provincia de Córdoba, la Fundación Sin Estribos, la asociación civil Mesa de Proteccionistas de Animales de Córdoba, diversos proteccionistas independientes y docentes universitarios, los cuales terminaron con el proyecto de ley presentado recientemente por la señora diputada Brenda Austin.
No queda duda de que en su momento la ley 14.346 fue un gran avance para los tiempos que se vivían. Sin embargo, en la actualidad la necesidad de reforma de esta ley surge principalmente de dos factores muy importantes que tienen que ser considerados. Por un lado, el cambio de paradigma en miras a reconocer a los animales como sujetos de derechos, que comienza a considerarlos como seres sintientes y por ello dignos de una tutela jurídica diferencial de las meras cosas muebles, como hasta ahora lamentablemente lo considera en general el ideario colectivo en muchas personas y prácticas judiciales.
En esta dirección, el proyecto elaborado en conjunto por todas estas organizaciones y la diputada Austin considera importante introducir en su artículo 1º que el objetivo de la ley debe ser promover la protección de los animales en tanto seres sintientes, con el fin de prevenir y reprimir el maltrato y la crueldad contra estos en todas sus formas.
Por otro lado, la otra gran necesidad -en la que creo que en general todos estamos de acuerdo-, es la de readecuar las penas a estas nuevas concepciones.
Desde la sanción de la ley 14.346 a la actualidad, la sociedad evolucionó en el trato hacia los animales y pudo identificar numerosas situaciones de maltrato y crueldad que merecen ser comprendidas y que en su momento no fueron identificadas como conductas que merecían una mayor sanción penal.
En la actualidad hay muchas conductas respecto de las cuales ya existen los consensos necesarios como para poder avanzar y empezar a utilizar esta herramienta, el derecho penal, para buscar la prevención.
De este modo, el artículo 2º de este proyecto específicamente establece una escala diferencial entre actos de maltrato y de crueldad, justamente porque una de las cosas en las que hoy prácticamente existe consenso es que hay una gravedad de injusto distinta entre un acto de maltrato y un acto de crueldad. Estos deben estar comprendidos en las escalas penales de entrada, para que luego puedan ser mensurados por el juez. Pero si de entrada partimos de una escala penal que va de 15 días a un año -como lo establece la ley vigente-, se disminuye mucho la posibilidad de realmente valorar las conductas conforme a su real gravedad.
Además, en consonancia con muchos de los pedidos que se han presentado en esta mesa, este proyecto establece la inhabilitación especial, y se propone como una nueva figura la inhabilitación para la tenencia de animales una vez demostrada la participación en un ilícito que los haya tenido como principales afectados. Creemos que sería una buena forma de prevenir acciones futuras de maltrato y de crueldad el impedir que estas personas vuelvan a tener animales.
Continuando el análisis del proyecto, se proponen dos definiciones de maltrato y de crueldad. Muchas de las inquietudes que se generan acá y en los movimientos proteccionistas es, justamente, esta falta de conciencia que todavía existe principalmente en los operadores judiciales, que son los que en definitiva tienen que aplicar la ley en los casos concretos. Digo esto porque muchos actos son menospreciados en su importancia, o son "cajoneados" -permítaseme esta palabra-, o son corridos de lado debido a intereses que se consideran superiores, derivados de concepciones que no ven al animal como un sujeto de derecho.
Entonces, las definiciones nos permiten acercarnos a mayores precisiones y permite justamente evitar ciertas resistencias conservadoras en la protección de los derechos de animales por parte de estos operadores judiciales.
Una de las definiciones que se propone es la de maltrato: "Toda aquella acción u omisión que afecte el bienestar animal provocando deterioro en su estado de salud, su comportamiento o su estado afectivo, conforme a las características de su especie".
Por otro lado, se define a los actos de crueldad, como "aquellas acciones u omisiones que provoquen en el animal un sufrimiento de modo excesivo".
Acá hay algo que es bueno aclarar: lo que se intentó hacer en este proyecto es definir a ambas conductas, tanto la de maltrato como la de crueldad, a través de parámetros objetivos para la tipificación de la conducta, centrados en la protección del bien jurídico protegido, que es en este caso la vida, la libertad y el bienestar de los animales, y alejándonos del elemento subjetivo propio de la personalidad del autor o de fines específico que podrían dificultar claramente su aplicación, como de hecho pasa en la práctica.
Un claro ejemplo de esto es la fórmula actual de matar animales "por el solo espíritu de perversidad", que genera que muchas personas que están a cargo de la persecución penal o del juzgamiento no logren identificar la perversidad, y acciones destinadas a aniquilar la vida de un animal que no se les demuestre este elemento subjetivo específico quedan excluidas de la tipicidad penal, lo cual puede dificultar seriamente la aplicabilidad de la ley.
Por eso nos parece importante resaltar que, de introducirse modificaciones en el proyecto de ley, se tome como base estos parámetros objetivos y se trate de alejar lo más que se pueda de las concepciones destinadas a castigar la perversidad o los fines específicos del autor.
Respecto a las conductas, y ya termino, en los actos de maltrato se incorporan nuevas conductas que surgen de la declaración de las necesidades básicas consagradas por la Declaración Universal sobre Bienestar Animal, que básicamente consiste en no sufrir hambre y sed, no sufrir incomodidades, no sufrir dolor, daño o enfermedad, no sufrir miedo y estrés.
En cuanto a acto de crueldad, se incorporan como figuras novedosas: mantenerlos permanentemente atados, encadenados o encerrados privándolos de sus conductas o hábitos naturales. Se incorpora también la zoofilia como conducta novedosa, entre otras.
Finalmente, el artículo 5º incorpora agravantes a las figuras contempladas en los artículos 3º y 4º, cuando los hechos sean cometidos en espacio público, en presencia de menores de edad, valiéndose de ellos, con la intervención de funcionarios públicos, por personas que por su arte, oficio o profesión tengan un deber calificado de custodia o guarda animal, o por ánimo de lucro, precio o promesa remuneratoria.
En conclusión, creemos que es fundamental contar con una legislación actualizada en la materia. No hay dudas de que hay que avanzar hacia un ordenamiento más integral, pero la incorporación de un proyecto de modificación de la ley 14.346 sería un gran avance en esta lucha. (Aplausos.)
No queda duda de que en su momento la ley 14.346 fue un gran avance para los tiempos que se vivían. Sin embargo, en la actualidad la necesidad de reforma de esta ley surge principalmente de dos factores muy importantes que tienen que ser considerados. Por un lado, el cambio de paradigma en miras a reconocer a los animales como sujetos de derechos, que comienza a considerarlos como seres sintientes y por ello dignos de una tutela jurídica diferencial de las meras cosas muebles, como hasta ahora lamentablemente lo considera en general el ideario colectivo en muchas personas y prácticas judiciales.
En esta dirección, el proyecto elaborado en conjunto por todas estas organizaciones y la diputada Austin considera importante introducir en su artículo 1º que el objetivo de la ley debe ser promover la protección de los animales en tanto seres sintientes, con el fin de prevenir y reprimir el maltrato y la crueldad contra estos en todas sus formas.
Por otro lado, la otra gran necesidad -en la que creo que en general todos estamos de acuerdo-, es la de readecuar las penas a estas nuevas concepciones.
Desde la sanción de la ley 14.346 a la actualidad, la sociedad evolucionó en el trato hacia los animales y pudo identificar numerosas situaciones de maltrato y crueldad que merecen ser comprendidas y que en su momento no fueron identificadas como conductas que merecían una mayor sanción penal.
En la actualidad hay muchas conductas respecto de las cuales ya existen los consensos necesarios como para poder avanzar y empezar a utilizar esta herramienta, el derecho penal, para buscar la prevención.
De este modo, el artículo 2º de este proyecto específicamente establece una escala diferencial entre actos de maltrato y de crueldad, justamente porque una de las cosas en las que hoy prácticamente existe consenso es que hay una gravedad de injusto distinta entre un acto de maltrato y un acto de crueldad. Estos deben estar comprendidos en las escalas penales de entrada, para que luego puedan ser mensurados por el juez. Pero si de entrada partimos de una escala penal que va de 15 días a un año -como lo establece la ley vigente-, se disminuye mucho la posibilidad de realmente valorar las conductas conforme a su real gravedad.
Además, en consonancia con muchos de los pedidos que se han presentado en esta mesa, este proyecto establece la inhabilitación especial, y se propone como una nueva figura la inhabilitación para la tenencia de animales una vez demostrada la participación en un ilícito que los haya tenido como principales afectados. Creemos que sería una buena forma de prevenir acciones futuras de maltrato y de crueldad el impedir que estas personas vuelvan a tener animales.
Continuando el análisis del proyecto, se proponen dos definiciones de maltrato y de crueldad. Muchas de las inquietudes que se generan acá y en los movimientos proteccionistas es, justamente, esta falta de conciencia que todavía existe principalmente en los operadores judiciales, que son los que en definitiva tienen que aplicar la ley en los casos concretos. Digo esto porque muchos actos son menospreciados en su importancia, o son "cajoneados" -permítaseme esta palabra-, o son corridos de lado debido a intereses que se consideran superiores, derivados de concepciones que no ven al animal como un sujeto de derecho.
Entonces, las definiciones nos permiten acercarnos a mayores precisiones y permite justamente evitar ciertas resistencias conservadoras en la protección de los derechos de animales por parte de estos operadores judiciales.
Una de las definiciones que se propone es la de maltrato: "Toda aquella acción u omisión que afecte el bienestar animal provocando deterioro en su estado de salud, su comportamiento o su estado afectivo, conforme a las características de su especie".
Por otro lado, se define a los actos de crueldad, como "aquellas acciones u omisiones que provoquen en el animal un sufrimiento de modo excesivo".
Acá hay algo que es bueno aclarar: lo que se intentó hacer en este proyecto es definir a ambas conductas, tanto la de maltrato como la de crueldad, a través de parámetros objetivos para la tipificación de la conducta, centrados en la protección del bien jurídico protegido, que es en este caso la vida, la libertad y el bienestar de los animales, y alejándonos del elemento subjetivo propio de la personalidad del autor o de fines específico que podrían dificultar claramente su aplicación, como de hecho pasa en la práctica.
Un claro ejemplo de esto es la fórmula actual de matar animales "por el solo espíritu de perversidad", que genera que muchas personas que están a cargo de la persecución penal o del juzgamiento no logren identificar la perversidad, y acciones destinadas a aniquilar la vida de un animal que no se les demuestre este elemento subjetivo específico quedan excluidas de la tipicidad penal, lo cual puede dificultar seriamente la aplicabilidad de la ley.
Por eso nos parece importante resaltar que, de introducirse modificaciones en el proyecto de ley, se tome como base estos parámetros objetivos y se trate de alejar lo más que se pueda de las concepciones destinadas a castigar la perversidad o los fines específicos del autor.
Respecto a las conductas, y ya termino, en los actos de maltrato se incorporan nuevas conductas que surgen de la declaración de las necesidades básicas consagradas por la Declaración Universal sobre Bienestar Animal, que básicamente consiste en no sufrir hambre y sed, no sufrir incomodidades, no sufrir dolor, daño o enfermedad, no sufrir miedo y estrés.
En cuanto a acto de crueldad, se incorporan como figuras novedosas: mantenerlos permanentemente atados, encadenados o encerrados privándolos de sus conductas o hábitos naturales. Se incorpora también la zoofilia como conducta novedosa, entre otras.
Finalmente, el artículo 5º incorpora agravantes a las figuras contempladas en los artículos 3º y 4º, cuando los hechos sean cometidos en espacio público, en presencia de menores de edad, valiéndose de ellos, con la intervención de funcionarios públicos, por personas que por su arte, oficio o profesión tengan un deber calificado de custodia o guarda animal, o por ánimo de lucro, precio o promesa remuneratoria.
En conclusión, creemos que es fundamental contar con una legislación actualizada en la materia. No hay dudas de que hay que avanzar hacia un ordenamiento más integral, pero la incorporación de un proyecto de modificación de la ley 14.346 sería un gran avance en esta lucha. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias. Tiene la palabra Marina Garrido, abogada, miembro de Aluisa.
SRA. GARRIDO Soy abogada animalista y socia fundadora de la Asociación Civil Aluisa.
Todos sabemos que se ha generado un debate y me animaría a decir una grieta en el proteccionismo en relación con la necesidad y oportunidad a la reforma de esta ley -14.346- entre quienes apoyan la reforma y quienes se oponen.
Si se observa el mar de fondo en redes sociales parecería ser que prevalecen los que se oponen; en otros ámbitos, no tan así. Me voy a ceñir estrictamente en mi análisis a la cuestión jurídica.
Nuestra posición es contraria a una reforma integral, ya que si bien es deseable incorporar más delitos, en particular contra los animales no humanos, y aumentar las penas para que sean de prisión efectiva, no estamos de acuerdo con la metodología propuesta de derogar la actual ley y sancionar una reforma integral a través de leyes ómnibus.
La problemática de la explotación, abuso y crueldad hacia los animales se remonta a los albores de la humanidad y por ende es vastísima, compleja y difícil de abordar.
Consideramos que una reforma integral como pretenden los numerosos proyectos de ley que se están presentando aquí no es el mejor camino, ya que no es posible debatir con la profundidad y el profesionalismo que el tema merece once proyectos de semejante magnitud y extensión en tiempo tan limitado.
Por ello, consideramos que técnicamente no es la manera más adecuada y que presenta serios riesgos, de los que nos podremos arrepentir por años, y eventualmente un retroceso en la defensa de sus derechos.
Esto es así porque, por una parte, de la lectura de los proyectos se desprende que todos, en mayor o menor grado, tienen falencias, que en tan corto tiempo me resultaría imposible enumerar.
Por otra parte, dada la generalizada discrecionalidad observada en nuestros jueces y fiscales, que por años se resistieron a penalizar estos delitos, no solo son importantes las cuestiones de fondo sino que no nos podemos permitir una defectuosa técnica jurídica, que podría ser la puerta de entrada de nefastas consecuencias para ellos.
En este aspecto, los abogados conocemos las dificultades frecuentes en la interpretación jurídica ocasionadas por la textura abierta del lenguaje y su propensión a las ambigüedades, labilidades, imprecisiones, vaguedades y lagunas.
En este contexto, teniendo un Poder Judicial y un Ministerio Público que no pocas veces opera a favor del delincuente y no de la víctima, especialmente en el caso de los animales no humanos, lo prudente para no dejar la ventana abierta a serios perjuicios y no devenir la reforma en un presente griego, es llevar a cabo un debate prolongado, sosegado y delito por delito. Una reforma integral a través de leyes ómnibus no lo puede proporcionar.
Además, si bien en Aluisa nos definimos como abolicionistas, antiespecistas y no eutanásicos, consideramos que en el actual estado de conciencia de la sociedad, y sobre la base de la experiencia acumulada, la ley 14.346 es una herramienta razonablemente eficaz para combatir el maltrato y crueldad animal. Si bien falta incorporar delitos, estos deberían incorporarse de manera individual siguiendo una filosofía gradualista, que no significa lentitud sino el debido análisis y debate previo, delito por delito, entre quienes pueden acreditar conocimiento profundo del tema.
Por ello, proponemos abrir un título, en el proyecto del nuevo Código Penal, de delitos contra los animales, incorporando allí la ley 14.346 y las sucesivas leyes complementarias que gradualmente amplíen sus derechos, a la manera de los países que están a la vanguardia en derecho animal.
En el actual proyecto de reforma del Código Penal se nos dice que se abrió un título de delitos contra la flora y la fauna, que nosotros consideramos que debería denominarse "Delitos contra el medio ambiente". Por otra parte, proponemos que los delitos contra los animales ameriten el título por separado. No solo porque los consideramos sujetos de derecho, como seres sintientes que son, sino también por las graves implicancias sociales de los delitos contra los animales, su creciente estudio en el campo de la criminología y el enorme crecimiento que se vislumbra para el derecho animal en el futuro cercano.
Dicho esto, consideramos que urge debatir el aumento de penas de la 14.346, ya que estos delitos ameritan prisión efectiva para que la ley sea eficaz y operativa en su función preventiva.
La sociedad argentina, que es mayoritariamente animalista, se siente burlada y salta a diario su agravio en las redes sociales al verificar que aun en los casos más aberrantes los psicópatas que los perpetran quedan libres.
Resumiendo, nos oponemos a la reforma integral y a la derogación de la actual ley 14.346, y proponemos, por un lado, que el debate se circunscriba solamente al aumento de penas para que no sean delitos excarcelables y, por el otro, que se incluya un título en el nuevo Código Penal que se denomine "Delito contra los animales no humanos".
Para finalizar, y a todo evento, en el caso de que se persista con la reforma de la ley 14.346, en nuestra calidad de proteccionistas de caballos exigimos la inclusión en la ley de la prohibición de la tracción a sangre.
Aluisa tiene 300.000 seguidores y más de 200.000 firmas en Change.org, y la opinión pública detrás, los denominados "invisibles". Ellos nos reclaman a diario, indignados, por ser testigos impotentes del martirio equino. No se explican por qué no sale la prohibición. Necesitamos una respuesta para ellos de parte de esta Cámara de por qué durante dos años no se trató nuestro proyecto de ley, siendo que contaba con muchísimas más firmas que el que se trata hoy.
No solamente urge terminar de una vez con el holocausto equino, sino también salvar a una generación de niños explotados en la tracción a sangre, que en vez de ir a la escuela trabajan en el carro, primera causa de trabajo infantil y de violación de la Convención de los Derechos del Niño en la Argentina.
La entrega de motocarros que triplican la velocidad del caballo y la capacitación implicarían además una mejora en los ingresos del carrero y su dignificación. Se demostraría, así, que es una falacia de manual el slogan gastado de criminalizar la pobreza que pregona Grabois y sus adláteres. (Aplausos.)
Aclaro que el pañuelo que llevo no es por el tema del aborto sino por el "No más TAS".
Todos sabemos que se ha generado un debate y me animaría a decir una grieta en el proteccionismo en relación con la necesidad y oportunidad a la reforma de esta ley -14.346- entre quienes apoyan la reforma y quienes se oponen.
Si se observa el mar de fondo en redes sociales parecería ser que prevalecen los que se oponen; en otros ámbitos, no tan así. Me voy a ceñir estrictamente en mi análisis a la cuestión jurídica.
Nuestra posición es contraria a una reforma integral, ya que si bien es deseable incorporar más delitos, en particular contra los animales no humanos, y aumentar las penas para que sean de prisión efectiva, no estamos de acuerdo con la metodología propuesta de derogar la actual ley y sancionar una reforma integral a través de leyes ómnibus.
La problemática de la explotación, abuso y crueldad hacia los animales se remonta a los albores de la humanidad y por ende es vastísima, compleja y difícil de abordar.
Consideramos que una reforma integral como pretenden los numerosos proyectos de ley que se están presentando aquí no es el mejor camino, ya que no es posible debatir con la profundidad y el profesionalismo que el tema merece once proyectos de semejante magnitud y extensión en tiempo tan limitado.
Por ello, consideramos que técnicamente no es la manera más adecuada y que presenta serios riesgos, de los que nos podremos arrepentir por años, y eventualmente un retroceso en la defensa de sus derechos.
Esto es así porque, por una parte, de la lectura de los proyectos se desprende que todos, en mayor o menor grado, tienen falencias, que en tan corto tiempo me resultaría imposible enumerar.
Por otra parte, dada la generalizada discrecionalidad observada en nuestros jueces y fiscales, que por años se resistieron a penalizar estos delitos, no solo son importantes las cuestiones de fondo sino que no nos podemos permitir una defectuosa técnica jurídica, que podría ser la puerta de entrada de nefastas consecuencias para ellos.
En este aspecto, los abogados conocemos las dificultades frecuentes en la interpretación jurídica ocasionadas por la textura abierta del lenguaje y su propensión a las ambigüedades, labilidades, imprecisiones, vaguedades y lagunas.
En este contexto, teniendo un Poder Judicial y un Ministerio Público que no pocas veces opera a favor del delincuente y no de la víctima, especialmente en el caso de los animales no humanos, lo prudente para no dejar la ventana abierta a serios perjuicios y no devenir la reforma en un presente griego, es llevar a cabo un debate prolongado, sosegado y delito por delito. Una reforma integral a través de leyes ómnibus no lo puede proporcionar.
Además, si bien en Aluisa nos definimos como abolicionistas, antiespecistas y no eutanásicos, consideramos que en el actual estado de conciencia de la sociedad, y sobre la base de la experiencia acumulada, la ley 14.346 es una herramienta razonablemente eficaz para combatir el maltrato y crueldad animal. Si bien falta incorporar delitos, estos deberían incorporarse de manera individual siguiendo una filosofía gradualista, que no significa lentitud sino el debido análisis y debate previo, delito por delito, entre quienes pueden acreditar conocimiento profundo del tema.
Por ello, proponemos abrir un título, en el proyecto del nuevo Código Penal, de delitos contra los animales, incorporando allí la ley 14.346 y las sucesivas leyes complementarias que gradualmente amplíen sus derechos, a la manera de los países que están a la vanguardia en derecho animal.
En el actual proyecto de reforma del Código Penal se nos dice que se abrió un título de delitos contra la flora y la fauna, que nosotros consideramos que debería denominarse "Delitos contra el medio ambiente". Por otra parte, proponemos que los delitos contra los animales ameriten el título por separado. No solo porque los consideramos sujetos de derecho, como seres sintientes que son, sino también por las graves implicancias sociales de los delitos contra los animales, su creciente estudio en el campo de la criminología y el enorme crecimiento que se vislumbra para el derecho animal en el futuro cercano.
Dicho esto, consideramos que urge debatir el aumento de penas de la 14.346, ya que estos delitos ameritan prisión efectiva para que la ley sea eficaz y operativa en su función preventiva.
La sociedad argentina, que es mayoritariamente animalista, se siente burlada y salta a diario su agravio en las redes sociales al verificar que aun en los casos más aberrantes los psicópatas que los perpetran quedan libres.
Resumiendo, nos oponemos a la reforma integral y a la derogación de la actual ley 14.346, y proponemos, por un lado, que el debate se circunscriba solamente al aumento de penas para que no sean delitos excarcelables y, por el otro, que se incluya un título en el nuevo Código Penal que se denomine "Delito contra los animales no humanos".
Para finalizar, y a todo evento, en el caso de que se persista con la reforma de la ley 14.346, en nuestra calidad de proteccionistas de caballos exigimos la inclusión en la ley de la prohibición de la tracción a sangre.
Aluisa tiene 300.000 seguidores y más de 200.000 firmas en Change.org, y la opinión pública detrás, los denominados "invisibles". Ellos nos reclaman a diario, indignados, por ser testigos impotentes del martirio equino. No se explican por qué no sale la prohibición. Necesitamos una respuesta para ellos de parte de esta Cámara de por qué durante dos años no se trató nuestro proyecto de ley, siendo que contaba con muchísimas más firmas que el que se trata hoy.
No solamente urge terminar de una vez con el holocausto equino, sino también salvar a una generación de niños explotados en la tracción a sangre, que en vez de ir a la escuela trabajan en el carro, primera causa de trabajo infantil y de violación de la Convención de los Derechos del Niño en la Argentina.
La entrega de motocarros que triplican la velocidad del caballo y la capacitación implicarían además una mejora en los ingresos del carrero y su dignificación. Se demostraría, así, que es una falacia de manual el slogan gastado de criminalizar la pobreza que pregona Grabois y sus adláteres. (Aplausos.)
Aclaro que el pañuelo que llevo no es por el tema del aborto sino por el "No más TAS".
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Gracias, Marina. Tendremos en cuenta en el proyecto la cuestión de la tracción a sangre.
Aclaremos que no hay un solo proyecto sino varios.
Tiene la palabra el veterinario José González Juana.
Aclaremos que no hay un solo proyecto sino varios.
Tiene la palabra el veterinario José González Juana.
SR. GONZÁLEZ JUANA Buenas tardes. Yo soy veterinario. Desde estudiante trabajo en tareas vinculadas con el bienestar animal, tanto para organizaciones gubernamentales como no gubernamentales.
Acá se mencionó varias veces el concepto de persona no humana. Quería recordar que persona, etimológicamente hablando, significa "hacerse oír por uno mismo". Es decir que nosotros somos personas porque nos podemos expresar verbalmente, podemos decir qué nos pasa y qué intereses tenemos. Por otro lado, tenemos la obligación y la responsabilidad de representar, a través de nuestra voz, a estos otros animales no humanos que no la tienen. Así que agradezco estar acá en representación, en definitiva, de estos animales. El interés final es solo para beneficio de los animales. Creo que todos los que estamos acá, más allá de las diferencias, estamos para lo mismo.
Como veterinario, quiero referirme en particular a las cuestiones médicas. Una cosa que noté es que en la lista de maltrato y crueldad no se tiene en cuenta, por ejemplo, la figura del animal enfermo, ya sea porque está cursando una enfermedad infectocontagiosa, tuvo un accidente, una cortadura o una fractura por un accidente de tránsito. No contempla entre los actos de crueldad o maltrato que el propietario no lo asista. Considero que es una obligación del propietario asistirlo.
Por otro lado, en un país donde se habla de criminalización de la pobreza -no quiero hablar de eso pero sí creo que es una realidad que conocemos todos-, el INDEC informó que en el Gran Buenos Aires hay un 30 por ciento de pobres a diciembre de 2018. En términos nominales esto significa 4 millones de pobres. La oradora preopinante recordaba que en la provincia de Buenos Aires, según un informe del Colegio de Veterinarios de dicha provincia, a enero de 2018 hay más de 6 millones de perros y gatos en la vía pública, ya sea porque fueron abandonados o porque nunca tuvieron dueño. Estos animales están sin vacunar y sin castrar. Entonces, es claro que se necesitan servicios del Estado, públicos y gratuitos, para que la gente que quiera cumplir con su responsabilidad como propietaria y no puede porque no tiene los medios económicos, pueda acceder a la salud de sus animales. Creo que, así como los seres humanos tenemos derecho en este país a una salud pública, gratuita y no discriminatoria, los animales también deberían tenerla. De hecho, hoy ya no hablamos de salud pública animal o humana. En todos los países del mundo se habla de salud pública, porque nosotros no somos de otra naturaleza; nosotros somos de la misma naturaleza.
Quería referirme en particular a la problemática de la zoonosis y la antropozoonosis. Un diputado mencionó la leishmaniasis, que es una enfermedad gravísima que existe en el país y de la que no se habla. Es una parasitosis sistémica. También es una antropozoonosis porque no solo los animales pueden transmitírsela a los humanos, sino que los humanos pueden transmitírsela a los animales.
En la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires hemos avanzado un poco al incorporar hace décadas la rabia, pero hay otras zoonosis urbanas muy importantes, como la leptospirosis o la brucelosis canina, que diagnosticamos en la clínica privada frecuentemente, pero sin poder tener acceso a servicios públicos eficientes, de fácil acceso para diagnosticarlas.
Creo que la atención primaria de la salud pública permite la detección temprana de enfermedades zoonóticas, que ponen en riesgo también la salud de las personas.
Hay varias leyes que ya atienden este tema de la atención primaria. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires está la ley de salud animal, hay un servicio de castración público y gratuito. En la provincia de Buenos Aires desde 2011 rige una ley que prohíbe la eutanasia y obliga a los institutos de zoonosis a organizar sus propios centros de castración quirúrgica y gratuita. Pero, como ya se dijo varias veces acá, la realidad indica que las leyes están pero no se cumplen.
Los institutos de zoonosis a veces no tienen recursos económicos ni recursos humanos, y llegamos a esta instancia donde solo en la provincia de Buenos Aires hay 6 millones de mascotas en la calle.
Para sintetizar, me parece que es importante que los animales puedan acceder a un servicio público y gratuito como lo podemos hacer los seres humanos. Esto es para beneficio de todos, ¿no? Como parte de la salud pública integral.
Por otra parte, se trató acá un tema que me parece importante, que es la castración de perras preñadas. Hay una realidad, y es que no siempre es posible diagnosticar en forma clínica una preñez si no es avanzada. (Aplausos.)
Eso significa no solo que los institutos de zoonosis no tienen ecógrafos sino que los dueños de bajos recursos tampoco pueden pagar una ecografía para el diagnóstico de preñeces prematuras. Eso genera que muchas veces una perra se vaya a castrar, por ejemplo, en zoonosis, se la abra, tenga una preñez pequeña y termine siendo vaciada.
Creo personalmente que hay una visión epidemiológica de la castración y también de las castraciones de animales preñados, que tiene que ver con generar un impacto urgente porque es una realidad que pronto nos va a sobrepasar. No puede haber 6 millones de mascotas en la vía pública en la provincia de Buenos Aires porque hay un riesgo de epidemia de rabia y otras cosas, por lo cual es un tema sensible.
No digo que yo tenga la razón ni que nadie la tenga. Creo que esto es para discutirlo. Es muy importante que debatamos que la castración de perras y gatas preñadas a veces es necesaria. No quiero especificar ni aburrirlos con anécdotas. Yo trabajo en barrios de altísima vulnerabilidad todos los días desde hace más de treinta años y no quiero criminalizar la pobreza. Pero es real, cualquiera se da cuenta de que cuando el barrio es más pobre y más pobre y más pobre, hay más y más y más animales sueltos en la vía pública. Entonces, me parece que el Estado tiene que atender claramente estas cuestiones de salud pública, dando la posibilidad a los propietarios de bajos recursos de acceder a un servicio de salud para sus mascotas. Nada más. Muchas gracias a todos. (Aplausos.)
Acá se mencionó varias veces el concepto de persona no humana. Quería recordar que persona, etimológicamente hablando, significa "hacerse oír por uno mismo". Es decir que nosotros somos personas porque nos podemos expresar verbalmente, podemos decir qué nos pasa y qué intereses tenemos. Por otro lado, tenemos la obligación y la responsabilidad de representar, a través de nuestra voz, a estos otros animales no humanos que no la tienen. Así que agradezco estar acá en representación, en definitiva, de estos animales. El interés final es solo para beneficio de los animales. Creo que todos los que estamos acá, más allá de las diferencias, estamos para lo mismo.
Como veterinario, quiero referirme en particular a las cuestiones médicas. Una cosa que noté es que en la lista de maltrato y crueldad no se tiene en cuenta, por ejemplo, la figura del animal enfermo, ya sea porque está cursando una enfermedad infectocontagiosa, tuvo un accidente, una cortadura o una fractura por un accidente de tránsito. No contempla entre los actos de crueldad o maltrato que el propietario no lo asista. Considero que es una obligación del propietario asistirlo.
Por otro lado, en un país donde se habla de criminalización de la pobreza -no quiero hablar de eso pero sí creo que es una realidad que conocemos todos-, el INDEC informó que en el Gran Buenos Aires hay un 30 por ciento de pobres a diciembre de 2018. En términos nominales esto significa 4 millones de pobres. La oradora preopinante recordaba que en la provincia de Buenos Aires, según un informe del Colegio de Veterinarios de dicha provincia, a enero de 2018 hay más de 6 millones de perros y gatos en la vía pública, ya sea porque fueron abandonados o porque nunca tuvieron dueño. Estos animales están sin vacunar y sin castrar. Entonces, es claro que se necesitan servicios del Estado, públicos y gratuitos, para que la gente que quiera cumplir con su responsabilidad como propietaria y no puede porque no tiene los medios económicos, pueda acceder a la salud de sus animales. Creo que, así como los seres humanos tenemos derecho en este país a una salud pública, gratuita y no discriminatoria, los animales también deberían tenerla. De hecho, hoy ya no hablamos de salud pública animal o humana. En todos los países del mundo se habla de salud pública, porque nosotros no somos de otra naturaleza; nosotros somos de la misma naturaleza.
Quería referirme en particular a la problemática de la zoonosis y la antropozoonosis. Un diputado mencionó la leishmaniasis, que es una enfermedad gravísima que existe en el país y de la que no se habla. Es una parasitosis sistémica. También es una antropozoonosis porque no solo los animales pueden transmitírsela a los humanos, sino que los humanos pueden transmitírsela a los animales.
En la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires hemos avanzado un poco al incorporar hace décadas la rabia, pero hay otras zoonosis urbanas muy importantes, como la leptospirosis o la brucelosis canina, que diagnosticamos en la clínica privada frecuentemente, pero sin poder tener acceso a servicios públicos eficientes, de fácil acceso para diagnosticarlas.
Creo que la atención primaria de la salud pública permite la detección temprana de enfermedades zoonóticas, que ponen en riesgo también la salud de las personas.
Hay varias leyes que ya atienden este tema de la atención primaria. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires está la ley de salud animal, hay un servicio de castración público y gratuito. En la provincia de Buenos Aires desde 2011 rige una ley que prohíbe la eutanasia y obliga a los institutos de zoonosis a organizar sus propios centros de castración quirúrgica y gratuita. Pero, como ya se dijo varias veces acá, la realidad indica que las leyes están pero no se cumplen.
Los institutos de zoonosis a veces no tienen recursos económicos ni recursos humanos, y llegamos a esta instancia donde solo en la provincia de Buenos Aires hay 6 millones de mascotas en la calle.
Para sintetizar, me parece que es importante que los animales puedan acceder a un servicio público y gratuito como lo podemos hacer los seres humanos. Esto es para beneficio de todos, ¿no? Como parte de la salud pública integral.
Por otra parte, se trató acá un tema que me parece importante, que es la castración de perras preñadas. Hay una realidad, y es que no siempre es posible diagnosticar en forma clínica una preñez si no es avanzada. (Aplausos.)
Eso significa no solo que los institutos de zoonosis no tienen ecógrafos sino que los dueños de bajos recursos tampoco pueden pagar una ecografía para el diagnóstico de preñeces prematuras. Eso genera que muchas veces una perra se vaya a castrar, por ejemplo, en zoonosis, se la abra, tenga una preñez pequeña y termine siendo vaciada.
Creo personalmente que hay una visión epidemiológica de la castración y también de las castraciones de animales preñados, que tiene que ver con generar un impacto urgente porque es una realidad que pronto nos va a sobrepasar. No puede haber 6 millones de mascotas en la vía pública en la provincia de Buenos Aires porque hay un riesgo de epidemia de rabia y otras cosas, por lo cual es un tema sensible.
No digo que yo tenga la razón ni que nadie la tenga. Creo que esto es para discutirlo. Es muy importante que debatamos que la castración de perras y gatas preñadas a veces es necesaria. No quiero especificar ni aburrirlos con anécdotas. Yo trabajo en barrios de altísima vulnerabilidad todos los días desde hace más de treinta años y no quiero criminalizar la pobreza. Pero es real, cualquiera se da cuenta de que cuando el barrio es más pobre y más pobre y más pobre, hay más y más y más animales sueltos en la vía pública. Entonces, me parece que el Estado tiene que atender claramente estas cuestiones de salud pública, dando la posibilidad a los propietarios de bajos recursos de acceder a un servicio de salud para sus mascotas. Nada más. Muchas gracias a todos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias, José. Has incorporado un tema que es justamente el de la población animal y cómo lo solucionamos.
Una cosa que hasta ahora no ha aparecido aquí y que sería importante para los próximos debates, es contar con información acerca de cómo han ido resolviendo ese tema otros países en los que existe legislación al respecto. Esta problemática no es solamente de la Argentina sino que existe en muchos otros países. Sería bueno entonces conocer cómo la han ido resolviendo en otros lugares.
Tiene la palabra Victoria González Silvano, abogada, docente y titular de la materia Derecho Animal de la UBA.
Una cosa que hasta ahora no ha aparecido aquí y que sería importante para los próximos debates, es contar con información acerca de cómo han ido resolviendo ese tema otros países en los que existe legislación al respecto. Esta problemática no es solamente de la Argentina sino que existe en muchos otros países. Sería bueno entonces conocer cómo la han ido resolviendo en otros lugares.
Tiene la palabra Victoria González Silvano, abogada, docente y titular de la materia Derecho Animal de la UBA.
SRA. GONZÁLEZ SILVANO Buenas tardes. Gracias a las comisiones y a sus presidentes, los diputados Lipovetzky y Burgos, por habernos invitado teniendo en cuenta a la materia Derecho Animal de la Universidad de Buenos Aires, de la cual me honro de ser su titular.
Hace más de cinco años que estamos en esa materia, y en este tiempo han pasado más de 600 estudiantes que la han cursado, además de oyentes que han sido proteccionistas -muchos de los cuales se encuentran aquí presentes- y otros colegas de otras disciplinas que superan ese número ampliamente.
Por otra parte -y esto es algo a tener en cuenta-, hemos logrado que la Universidad de Palermo comience a dictar a partir de este año el postgrado Actualización en Derecho Animal. Esto significa que el derecho de los animales no humanos está siendo tratado en los ámbitos académicos, como acá bien dijo la colega de Junín.
De las áreas académicas, estamos en casi todas las que podemos y en las que podemos crear. Esto hace diez años era impensable. Hace cinco o diez años hubiese sido imposible pensar en la modificación de la ley 14.346. Hoy no tenemos duda de que es necesario que nuestros representantes la modifiquen, y no solo en lo referido a las penas.
La Argentina ha sido pionera en esto ya a partir de ley Sarmiento en el siglo XIX. Después, en 1954, con la ley 14.346. Pero ya es tiempo, después de 65 años, de reformular la 14.346 sin tener miedo de estas modificaciones, porque vamos a seguir acá todos los que estamos sentados, y muchos otros más, para asesorar, ayudar y tratar de que salga la mejor ley contra el maltrato y la crueldad animal, de manera de no quedarnos con la norma vigente, con los riesgos que esto significa, que es tener gente que va a tener probation o que va a tener una pena de 15 días.
Esto es lo que tenemos hoy, y lo decimos porque dentro de nuestra universidad tenemos los cursos de probation para aquellos que han cometido delito de maltrato y sabemos la cantidad de gente que estamos teniendo y tenemos que darle esos cursos.
Así que la solución es entre todos modificar la ley 14.346, dejando su espíritu, obviamente, porque es una ley penal y no tenemos que estar esperando la reforma del Código Penal para esto porque si no, nos quedamos a dormir muchos años y mientras los animales sufren.
Me voy a ir a lo que considero que tiene que ser lo que nos interese dado que somos un ámbito académico y discutimos ideas y no personas, no representamos más que a nuestra universidad, representar a la UBA es algo interesante. No nos falta nada más.
Si uno se pone a hablar de la necesidad de la reforma, la primera es en el tipo de las penas. Obviamente, si para la 27.330 la pena es hasta cuatro años por un acto de maltrato, consideramos que la pena mínima y la máxima en el maltrato deben ser de tres meses a cuatro años, sin lugar a dudas.
También consideramos que hay que diferenciarla de la crueldad porque no es lo mismo que maltrato. Desde Benítez, cuando lo propuso y lo vemos en su fundamento, la crueldad es algo mucho más grave y por lo tanto consideramos que la pena debe ser mayor a cuatro años. Ya decir que si es excarcelable o no va a ser una cuestión distinta, ustedes saben como yo, somos abogados, que esto va de acuerdo a los fallos de la Corte o de Casación.
Ya dijimos que las penas las tenemos que aumentar y no hay discusión en eso, pero también decimos que hay cosas que debemos incorporar; tenemos que crear nuevos tipos penales y suprimir algunos. ¿Por qué decimos suprimir algunos? Porque azuzar como forma de estímulo, no tiene que estar, tiene que estar prohibido directamente, no debemos azuzar. Los animales no deben trabajar, no tenerlos ciertas horas de trabajo, no deben cargar. A ver si empezamos a entender que hoy estamos en el siglo XXI y que estas cosas tienen que existir. Dejemos de pensar en estas situaciones y empecemos a tener una buena ley penal para los actos de maltrato y crueldad.
Creación de nuevos tipos penales, aparte de aquellos que consideramos que tienen que sacarse, tiene que haber tipos culposos y la pena no debe ser solo de prisión, sino que además deber tener una accesoria de multa. Es "y" multa, no "o", obviamente, no en pesos, sino en alguna unidad fija remunerativa que no pierda vigencia: salarios mínimos, jubilaciones mínimas, etcétera.
Creación de nuevos tipos penales. Obviamente, esto es dado las características de los que tenemos. Acá ya hubo varias propuestas: el abandono. No hay duda de que el abandono debe ser un nuevo tipo penal. El bestialismo, zoofilia o parafilia, llámenlo como quieran, pero debe ser un nuevo tipo penal.
Hoy, los casos que han sido juzgados por esto ha sido por esa amplitud que tiene "sufrimientos innecesarios". No podemos seguir con eso para los casos de personas que han cometido un acto de bestialismo. No estamos hablando porque realmente nos parezca inmoral para el humano, estamos hablando porque no corresponde para los animales. No vamos a decir que las penas deben ampliarse porque al hombre no le corresponde esta situación; no, señores. Las víctimas son los animales, los animales por sí mismos no deben ser maltratados, ni violados, ni sometidos a actos crueles.
Otro de los delitos es el biocidio. Obvio, me van a decir que su definición es la muerte de una animal. Sí, es la muerte de un animal por sí solo, pero además estamos hablando de la muerte o la exterminación de una especie. Acá también tenemos que ver si esto no sería hasta un agravante de la crueldad, porque exterminar una especie es exterminar parte de nuestro planeta.
En este caso, estamos hablando de tipos dolosos, y también tenemos para sugerir otros tipos penales culposos.
Condiciones indignas: es ese inciso que han mostrado los proteccionistas en el cual son sometidos los animales a vivir en una situación en la cual corre riesgo su vida, a malos tratos, y no solo en criaderos o en pensionados sino en las propias casas. Como no tenemos derecho a someter a condiciones indignas a nuestros hijos o a humanos, tampoco someterlos a los animales no humanos que son parte de nuestra familia.
Como les dije, también hay que agregar tipos culposos y creo que sí debe reformarse la 14.346 con el espíritu que tuvo Benítez, manteniendo a los animales como víctimas. No tenemos dudas de que queremos algo más, queremos que sean sujetos de derecho. Pero ese capítulo va en el Código Civil, en el cual se va a hablar de los animales no humanos y ahí se establecerán todos los derechos que tienen quienes son parte de nuestra familia. Muchas gracias. (Aplausos.)
Hace más de cinco años que estamos en esa materia, y en este tiempo han pasado más de 600 estudiantes que la han cursado, además de oyentes que han sido proteccionistas -muchos de los cuales se encuentran aquí presentes- y otros colegas de otras disciplinas que superan ese número ampliamente.
Por otra parte -y esto es algo a tener en cuenta-, hemos logrado que la Universidad de Palermo comience a dictar a partir de este año el postgrado Actualización en Derecho Animal. Esto significa que el derecho de los animales no humanos está siendo tratado en los ámbitos académicos, como acá bien dijo la colega de Junín.
De las áreas académicas, estamos en casi todas las que podemos y en las que podemos crear. Esto hace diez años era impensable. Hace cinco o diez años hubiese sido imposible pensar en la modificación de la ley 14.346. Hoy no tenemos duda de que es necesario que nuestros representantes la modifiquen, y no solo en lo referido a las penas.
La Argentina ha sido pionera en esto ya a partir de ley Sarmiento en el siglo XIX. Después, en 1954, con la ley 14.346. Pero ya es tiempo, después de 65 años, de reformular la 14.346 sin tener miedo de estas modificaciones, porque vamos a seguir acá todos los que estamos sentados, y muchos otros más, para asesorar, ayudar y tratar de que salga la mejor ley contra el maltrato y la crueldad animal, de manera de no quedarnos con la norma vigente, con los riesgos que esto significa, que es tener gente que va a tener probation o que va a tener una pena de 15 días.
Esto es lo que tenemos hoy, y lo decimos porque dentro de nuestra universidad tenemos los cursos de probation para aquellos que han cometido delito de maltrato y sabemos la cantidad de gente que estamos teniendo y tenemos que darle esos cursos.
Así que la solución es entre todos modificar la ley 14.346, dejando su espíritu, obviamente, porque es una ley penal y no tenemos que estar esperando la reforma del Código Penal para esto porque si no, nos quedamos a dormir muchos años y mientras los animales sufren.
Me voy a ir a lo que considero que tiene que ser lo que nos interese dado que somos un ámbito académico y discutimos ideas y no personas, no representamos más que a nuestra universidad, representar a la UBA es algo interesante. No nos falta nada más.
Si uno se pone a hablar de la necesidad de la reforma, la primera es en el tipo de las penas. Obviamente, si para la 27.330 la pena es hasta cuatro años por un acto de maltrato, consideramos que la pena mínima y la máxima en el maltrato deben ser de tres meses a cuatro años, sin lugar a dudas.
También consideramos que hay que diferenciarla de la crueldad porque no es lo mismo que maltrato. Desde Benítez, cuando lo propuso y lo vemos en su fundamento, la crueldad es algo mucho más grave y por lo tanto consideramos que la pena debe ser mayor a cuatro años. Ya decir que si es excarcelable o no va a ser una cuestión distinta, ustedes saben como yo, somos abogados, que esto va de acuerdo a los fallos de la Corte o de Casación.
Ya dijimos que las penas las tenemos que aumentar y no hay discusión en eso, pero también decimos que hay cosas que debemos incorporar; tenemos que crear nuevos tipos penales y suprimir algunos. ¿Por qué decimos suprimir algunos? Porque azuzar como forma de estímulo, no tiene que estar, tiene que estar prohibido directamente, no debemos azuzar. Los animales no deben trabajar, no tenerlos ciertas horas de trabajo, no deben cargar. A ver si empezamos a entender que hoy estamos en el siglo XXI y que estas cosas tienen que existir. Dejemos de pensar en estas situaciones y empecemos a tener una buena ley penal para los actos de maltrato y crueldad.
Creación de nuevos tipos penales, aparte de aquellos que consideramos que tienen que sacarse, tiene que haber tipos culposos y la pena no debe ser solo de prisión, sino que además deber tener una accesoria de multa. Es "y" multa, no "o", obviamente, no en pesos, sino en alguna unidad fija remunerativa que no pierda vigencia: salarios mínimos, jubilaciones mínimas, etcétera.
Creación de nuevos tipos penales. Obviamente, esto es dado las características de los que tenemos. Acá ya hubo varias propuestas: el abandono. No hay duda de que el abandono debe ser un nuevo tipo penal. El bestialismo, zoofilia o parafilia, llámenlo como quieran, pero debe ser un nuevo tipo penal.
Hoy, los casos que han sido juzgados por esto ha sido por esa amplitud que tiene "sufrimientos innecesarios". No podemos seguir con eso para los casos de personas que han cometido un acto de bestialismo. No estamos hablando porque realmente nos parezca inmoral para el humano, estamos hablando porque no corresponde para los animales. No vamos a decir que las penas deben ampliarse porque al hombre no le corresponde esta situación; no, señores. Las víctimas son los animales, los animales por sí mismos no deben ser maltratados, ni violados, ni sometidos a actos crueles.
Otro de los delitos es el biocidio. Obvio, me van a decir que su definición es la muerte de una animal. Sí, es la muerte de un animal por sí solo, pero además estamos hablando de la muerte o la exterminación de una especie. Acá también tenemos que ver si esto no sería hasta un agravante de la crueldad, porque exterminar una especie es exterminar parte de nuestro planeta.
En este caso, estamos hablando de tipos dolosos, y también tenemos para sugerir otros tipos penales culposos.
Condiciones indignas: es ese inciso que han mostrado los proteccionistas en el cual son sometidos los animales a vivir en una situación en la cual corre riesgo su vida, a malos tratos, y no solo en criaderos o en pensionados sino en las propias casas. Como no tenemos derecho a someter a condiciones indignas a nuestros hijos o a humanos, tampoco someterlos a los animales no humanos que son parte de nuestra familia.
Como les dije, también hay que agregar tipos culposos y creo que sí debe reformarse la 14.346 con el espíritu que tuvo Benítez, manteniendo a los animales como víctimas. No tenemos dudas de que queremos algo más, queremos que sean sujetos de derecho. Pero ese capítulo va en el Código Civil, en el cual se va a hablar de los animales no humanos y ahí se establecerán todos los derechos que tienen quienes son parte de nuestra familia. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra Miguel Longo, médico veterinario.
SR. LONGO Señor presidente: buenas tardes, es un honor para mí participar de este plenario. Voy a hablar de dos temas puntuales que no están contemplados, dado que esta ley 14.346 es muy antigua. El primero de ellos se refiere a los criaderos y pensionados y el segundo, a las cirugías pseudoestéticas.
Si bien yo no comparto el tema de los criaderos, porque para mí son fábricas donde hay máquinas que hacen bebés no humanos, hay que tratar de tener una legislación para que los criaderos y pensionados estén regulados. Lamentablemente, como profesional, muchas veces uno encuentra en estos lugares no solamente maltrato y la crueldad sino el uso de los animales, que creo está por encima del maltrato y la crueldad. Debemos tener en cuenta esto para redactar una legislación.
La gran mayoría de los criaderos no tienen supervisión veterinaria, no tienen una habilitación o algo que los regule para poder funcionar como tales. Otro tanto sucede con los pensionados, donde no hay ninguna legislación que contemple cómo deben desarrollar su actividad, es decir, esto se da tanto uno como el otro. Es importantísimo que en este tiempo, donde estamos tratando las modificaciones de esta ley que defiende los derechos de los animales, este tema esté contemplado.
También tenemos el tema de las cirugías pseudoestéticas. Son cirugías que en realidad no son necesarias para los animales y muchas veces les generan daños e incomodidad.
Estas cirugías son: el corte de cola, que es muy común en los perros de raza, aunque en varios países del mundo prácticamente ya está prohibida y en las asociaciones de criadores, inclusive, ya no se permite competir a perros que tengan las colas amputadas; la extracción del primer dedo, que muchas razas lo utilizan como medio para aferrarse a terrenos irregulares; la oniquectomía, o la amputación de las uñas, esto se da mucho en gatos, fundamentalmente, mucha gente lo hace para que estos animales no dañen los muebles de las casas -lamentablemente algunos colegas siguen practicando este tipo de cirugías, que para mí es algo totalmente cruel e innecesario; el limado de los dientes, que lamentablemente trae enormes perjuicios para el animal porque se siente inseguro o dificulta la masticación, una cirugía totalmente innecesaria. Por último, el corte de orejas, que en sus tiempos se hacía para las razas de guardia porque le daba otro tipo de aspecto respecto de la fiereza y la agresividad que esos perros necesitaban. Me parece que en este momento está fuera de lugar y no le aporta nada al animal.
Creo que desarrollé dos temas puntuales que en el tratamiento de esta ley tendrían que contarse y tratarse, ya que aportarían un poquito de bienestar a la salud de los animales. Muchas gracias. (Aplausos.)
Si bien yo no comparto el tema de los criaderos, porque para mí son fábricas donde hay máquinas que hacen bebés no humanos, hay que tratar de tener una legislación para que los criaderos y pensionados estén regulados. Lamentablemente, como profesional, muchas veces uno encuentra en estos lugares no solamente maltrato y la crueldad sino el uso de los animales, que creo está por encima del maltrato y la crueldad. Debemos tener en cuenta esto para redactar una legislación.
La gran mayoría de los criaderos no tienen supervisión veterinaria, no tienen una habilitación o algo que los regule para poder funcionar como tales. Otro tanto sucede con los pensionados, donde no hay ninguna legislación que contemple cómo deben desarrollar su actividad, es decir, esto se da tanto uno como el otro. Es importantísimo que en este tiempo, donde estamos tratando las modificaciones de esta ley que defiende los derechos de los animales, este tema esté contemplado.
También tenemos el tema de las cirugías pseudoestéticas. Son cirugías que en realidad no son necesarias para los animales y muchas veces les generan daños e incomodidad.
Estas cirugías son: el corte de cola, que es muy común en los perros de raza, aunque en varios países del mundo prácticamente ya está prohibida y en las asociaciones de criadores, inclusive, ya no se permite competir a perros que tengan las colas amputadas; la extracción del primer dedo, que muchas razas lo utilizan como medio para aferrarse a terrenos irregulares; la oniquectomía, o la amputación de las uñas, esto se da mucho en gatos, fundamentalmente, mucha gente lo hace para que estos animales no dañen los muebles de las casas -lamentablemente algunos colegas siguen practicando este tipo de cirugías, que para mí es algo totalmente cruel e innecesario; el limado de los dientes, que lamentablemente trae enormes perjuicios para el animal porque se siente inseguro o dificulta la masticación, una cirugía totalmente innecesaria. Por último, el corte de orejas, que en sus tiempos se hacía para las razas de guardia porque le daba otro tipo de aspecto respecto de la fiereza y la agresividad que esos perros necesitaban. Me parece que en este momento está fuera de lugar y no le aporta nada al animal.
Creo que desarrollé dos temas puntuales que en el tratamiento de esta ley tendrían que contarse y tratarse, ya que aportarían un poquito de bienestar a la salud de los animales. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra Jimena Mangas, veterinaria, especialista en bienestar animal y docente de la cátedra de Bienestar Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
SRA. MANGAS Señor presidente: buenas tardes a todos, mi objetivo aquí es poder acercar evidencia científica sobre bienestar animal y otra parte, otra dimensión, de lo que es el sufrimiento animal, es decir, el sufrimiento mental.
En la ley 14.346, en sus artículos 1° y 2°, cuando se habla de infringir malos tratos y actos de crueldad, se citan actos relacionados con el cuerpo físico del animal -que son muy crueles-, actos humanos que llevan directamente a la muerte del animal y que solamente hablan del dolor.
Pero desde 1954, la comunidad científica ha publicado numerosos estudios que definen y caracterizan al animal como sintiente. Traje algunas características, como para charlar un poco, de lo que es un animal sintiente. Éste tiene la habilidad de evaluar las acciones de los demás en relación consigo mismo y terceros, puede recordar acciones y sus consecuencias, puede evaluar riesgos y beneficios y tomar decisiones, tener sentimientos, o sea, tienen sentimientos y un cierto grado de conciencia, digo cierto grado porque no sabemos explícitamente qué grado de conciencia tiene cada especie animal.
Hay evidencia de que los animales poseen emociones como la ira, tristeza, angustia, frustración y alegría; de que poseen vínculos afectivos y de apego con otros animales y humanos; de que pueden distinguir los estados emocionales de los animales de su especie, y también de los humanos; de que su comportamiento varía según el estado emocional de los humanos; de que tienen habilidades cognitivas -inteligencia; de que tienen motivaciones, intenciones y necesidades comportamentales, o sea, necesidades de comportarse según su especie.
Ya se ha dicho que el bienestar animal es el estado de un animal con respecto a cómo se relaciona con su entorno. De los animales domésticos de los que hablamos, y también de los animales silvestres en cautiverio, es el humano, también, el que constituye el entorno de ese animal. Principalmente, los animales viven en el espacio que ese tenedor responsable o cuidador les da y su comportamiento es influido por la conducta que el humano realiza para ellos.
Por lo tanto, un animal que se encuentra impedido de realizar conductas específicas de especie y cuando su entorno no es el adecuado para lidiar con estresores percibidos y cotidianos, es un animal que sufre y que no es tratado adecuadamente. Este destrato no solamente impacta empobreciendo el bienestar de ese animal sino que deteriora la relación con el humano. Esto puede generar problemas de manejo, de convivencia social, puede generar animales peligrosos porque están frustrados, son más vulnerables a enfermedades transmisibles al humano -un poco acopiando lo que mis colegas recién mencionaron-, como ciertas enfermedades gastrointestinales, de piel, urinarias y respiratorias que son asociadas a condiciones de estrés crónico.
Por eso el término educativo que contempla "un solo bienestar", inspirado en "una sola salud", hace referencia a que somos continuos. El bienestar de los humanos, los animales y la salud, es un continuo.
Entonces, a grandes rasgos, ¿qué necesita un animal? Si determinadas conductas son consideradas necesidades comportamentales, son comportamientos motivados que refuerzan y da placer a los animales realizarlas, son conductas que el animal necesita. El solo hecho de hacerlas les da la posibilidad de vivenciar estados emocionales positivos. De otro modo, siempre estamos hablando de prevenir los estados emocionales negativos.
Muchas personas que eligen compartir su vida con un perro o un gato -que es básicamente mi área de trabajo y por esto lo menciono, pero también incluyo a todos los animales en espacios públicos y en espacios laborales-, no conocen las necesidades de comportamiento que tienen y cómo proveerles este ambiente adecuado para que no haya un desequilibrio hacia los estados emocionales negativos.
Para mencionar algunos de estos requerimientos mínimos nosotros decimos que se trata de una adecuada provisión de asistencia veterinaria, pero que promueva la prevención y el acceso rápido a la atención veterinaria, no que vayamos cuando el animal ya está en una condición deteriorada; la provisión mínima de alimentos y agua, pero también la presentación adecuada de ese alimento a cómo debería alimentarse un animal, hablando de perros y gatos que son animales predadores por naturaleza y necesitan hacer comportamientos específicos de especie; la provisión de un ambiente adecuado, incluyendo refugio y una confortable área de descanso para que puedan expresar las necesidades de comportamiento; la provisión de protección contra condiciones que puedan conducir al temor, la angustia o el sufrimiento mental; y, como ya dije, la oportunidad de expresar la mayoría de conductas específicas, sobre todo la social, en convivencia con el humano y con otros individuos de su especie.
Todos estos requerimientos son necesarios para que un animal pueda afrontar su ambiente, asegurando una buena convivencia humano-animal. Estos puntos son relevantes a la hora de constatar el maltrato, ya que ampliarían el concepto de sufrimiento, hasta ahora considerado en la legislación vigente.
También los sesgos de opinión como "el gato es independiente", "el perro el vengativo", "el animal es malo", desarrollados por la desinformación sobre este tipo de comportamientos que tienen los animales y sus habilidades cognitivas, llevan a que se les proporcionen ambientes empobrecidos con poca motivación emocional.
Asimismo, puede darse el caso de que se castiguen conductas específicas como, por ejemplo, quitarle las uñas a un gato o limarle los dientes a un perro, tal como recién mencionó el colega. Esto genera frustración y estrés crónico en el animal.
Cuando un animal es interpretado en términos humanos pierde la condición de agente de su comportamiento, se invisibiliza su individualidad, quedando desprovisto de sus sentimientos, motivaciones y necesidades.
Siguiendo esta línea de pensamiento, si culpo a un gato porque hace pis arriba de la cama y no visualizo que puede estar angustiado o frustrado, lo antropomorfizo, lo humanizo y lo destrato.
Para fortalecer el lazo con los animales, considero fundamental la educación en cuanto al bienestar del animal. La misma debe estar orientada a constituir una relación más empática que tienda a la remediación de diferentes aspectos que impactan en la salud y en la convivencia en el hogar.
Por ello, considero importante ampliar el concepto de sufrimiento y maltrato propuesto por la ley ya vigente, incluyendo esta dimensión mental. Asimismo, hay que incorporar al bienestar animal los cinco requerimientos mínimos como forma de evaluación de ese destrato y promover la educación como una forma de prevención de actos de maltrato y crueldad hacia los mismos. (Aplausos.)
En la ley 14.346, en sus artículos 1° y 2°, cuando se habla de infringir malos tratos y actos de crueldad, se citan actos relacionados con el cuerpo físico del animal -que son muy crueles-, actos humanos que llevan directamente a la muerte del animal y que solamente hablan del dolor.
Pero desde 1954, la comunidad científica ha publicado numerosos estudios que definen y caracterizan al animal como sintiente. Traje algunas características, como para charlar un poco, de lo que es un animal sintiente. Éste tiene la habilidad de evaluar las acciones de los demás en relación consigo mismo y terceros, puede recordar acciones y sus consecuencias, puede evaluar riesgos y beneficios y tomar decisiones, tener sentimientos, o sea, tienen sentimientos y un cierto grado de conciencia, digo cierto grado porque no sabemos explícitamente qué grado de conciencia tiene cada especie animal.
Hay evidencia de que los animales poseen emociones como la ira, tristeza, angustia, frustración y alegría; de que poseen vínculos afectivos y de apego con otros animales y humanos; de que pueden distinguir los estados emocionales de los animales de su especie, y también de los humanos; de que su comportamiento varía según el estado emocional de los humanos; de que tienen habilidades cognitivas -inteligencia; de que tienen motivaciones, intenciones y necesidades comportamentales, o sea, necesidades de comportarse según su especie.
Ya se ha dicho que el bienestar animal es el estado de un animal con respecto a cómo se relaciona con su entorno. De los animales domésticos de los que hablamos, y también de los animales silvestres en cautiverio, es el humano, también, el que constituye el entorno de ese animal. Principalmente, los animales viven en el espacio que ese tenedor responsable o cuidador les da y su comportamiento es influido por la conducta que el humano realiza para ellos.
Por lo tanto, un animal que se encuentra impedido de realizar conductas específicas de especie y cuando su entorno no es el adecuado para lidiar con estresores percibidos y cotidianos, es un animal que sufre y que no es tratado adecuadamente. Este destrato no solamente impacta empobreciendo el bienestar de ese animal sino que deteriora la relación con el humano. Esto puede generar problemas de manejo, de convivencia social, puede generar animales peligrosos porque están frustrados, son más vulnerables a enfermedades transmisibles al humano -un poco acopiando lo que mis colegas recién mencionaron-, como ciertas enfermedades gastrointestinales, de piel, urinarias y respiratorias que son asociadas a condiciones de estrés crónico.
Por eso el término educativo que contempla "un solo bienestar", inspirado en "una sola salud", hace referencia a que somos continuos. El bienestar de los humanos, los animales y la salud, es un continuo.
Entonces, a grandes rasgos, ¿qué necesita un animal? Si determinadas conductas son consideradas necesidades comportamentales, son comportamientos motivados que refuerzan y da placer a los animales realizarlas, son conductas que el animal necesita. El solo hecho de hacerlas les da la posibilidad de vivenciar estados emocionales positivos. De otro modo, siempre estamos hablando de prevenir los estados emocionales negativos.
Muchas personas que eligen compartir su vida con un perro o un gato -que es básicamente mi área de trabajo y por esto lo menciono, pero también incluyo a todos los animales en espacios públicos y en espacios laborales-, no conocen las necesidades de comportamiento que tienen y cómo proveerles este ambiente adecuado para que no haya un desequilibrio hacia los estados emocionales negativos.
Para mencionar algunos de estos requerimientos mínimos nosotros decimos que se trata de una adecuada provisión de asistencia veterinaria, pero que promueva la prevención y el acceso rápido a la atención veterinaria, no que vayamos cuando el animal ya está en una condición deteriorada; la provisión mínima de alimentos y agua, pero también la presentación adecuada de ese alimento a cómo debería alimentarse un animal, hablando de perros y gatos que son animales predadores por naturaleza y necesitan hacer comportamientos específicos de especie; la provisión de un ambiente adecuado, incluyendo refugio y una confortable área de descanso para que puedan expresar las necesidades de comportamiento; la provisión de protección contra condiciones que puedan conducir al temor, la angustia o el sufrimiento mental; y, como ya dije, la oportunidad de expresar la mayoría de conductas específicas, sobre todo la social, en convivencia con el humano y con otros individuos de su especie.
Todos estos requerimientos son necesarios para que un animal pueda afrontar su ambiente, asegurando una buena convivencia humano-animal. Estos puntos son relevantes a la hora de constatar el maltrato, ya que ampliarían el concepto de sufrimiento, hasta ahora considerado en la legislación vigente.
También los sesgos de opinión como "el gato es independiente", "el perro el vengativo", "el animal es malo", desarrollados por la desinformación sobre este tipo de comportamientos que tienen los animales y sus habilidades cognitivas, llevan a que se les proporcionen ambientes empobrecidos con poca motivación emocional.
Asimismo, puede darse el caso de que se castiguen conductas específicas como, por ejemplo, quitarle las uñas a un gato o limarle los dientes a un perro, tal como recién mencionó el colega. Esto genera frustración y estrés crónico en el animal.
Cuando un animal es interpretado en términos humanos pierde la condición de agente de su comportamiento, se invisibiliza su individualidad, quedando desprovisto de sus sentimientos, motivaciones y necesidades.
Siguiendo esta línea de pensamiento, si culpo a un gato porque hace pis arriba de la cama y no visualizo que puede estar angustiado o frustrado, lo antropomorfizo, lo humanizo y lo destrato.
Para fortalecer el lazo con los animales, considero fundamental la educación en cuanto al bienestar del animal. La misma debe estar orientada a constituir una relación más empática que tienda a la remediación de diferentes aspectos que impactan en la salud y en la convivencia en el hogar.
Por ello, considero importante ampliar el concepto de sufrimiento y maltrato propuesto por la ley ya vigente, incluyendo esta dimensión mental. Asimismo, hay que incorporar al bienestar animal los cinco requerimientos mínimos como forma de evaluación de ese destrato y promover la educación como una forma de prevención de actos de maltrato y crueldad hacia los mismos. (Aplausos.)
SRA. MUCHEN Señor presidente: muchas gracias por darnos este espacio para expresarnos.
Como miembro del Instituto de Derecho Animal del Colegio Público de Abogados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires haré una breve reseña de lo que pensamos que habría que reformar en la ley 14.346.
Uno de los principios que consideramos fundamental analizar es el del abandono. Hoy en día, el abandono no está considerado y debería ser tenido en cuenta como un delito. El animal abandonado sufre maltrato, torturas, enfermedades y cada vez es más difícil lograr una adopción o tránsito. Quienes estamos en este triste mundo del derecho animal y del proteccionismo sabemos lo difícil que es hoy en día lograr adopciones o tránsitos.
La razón que argumentan tiene que ver con que no hay dinero. Los diferentes supuestos no interesan. Sí hay que remarcar que el abandono es una crueldad en sí mismo.
Otro de los puntos que habría que reformar está relacionado con la educación. Si nuestros hijos o nietos no están educados, nunca va a variar la situación que estamos viviendo. Así como se está estudiando el derecho animal, este ítem debe ser enseñado en los colegios desde el ciclo primario a fin de que los chicos respeten a los animales. En la casa muchas veces no se los respeta y, de esa forma, el niño aprende que no tiene que respetarlos.
Lo mismo sucede con los ancianos. Eso es algo que se ve mucho en las redes sociales. Desde allí hay mensajes que dicen: "Si maltratas a tu animal o lo abandonas porque es viejo, mañana tu hijo te abandonará por la misma razón".
Por otro lado, no estamos a favor de las castraciones de perras embarazadas. Creemos que lo que se debe hacer es prevenir. ¿Cómo logramos esa prevención? Aquí se ha mencionado que existen seis millones de animales en situación de calle, aunque creo que la cifra es más alta. Creo que esa prevención se dará a través de castraciones masivas. Esto es fundamental y lo debe llevar a cabo el Estado. Lo mismo sucede en lo relativo a las vacunaciones, no solamente contra la rabia sino también con la aplicación de la séxtuple. De esta forma se evitan muchas enfermedades y considero que el Estado lo puede hacer a nivel nacional.
Otro de los temas importantes que nos gustaría destacar se relaciona con la TAS. Debemos prohibir la tracción a sangre y el trabajo de niños, que muchas veces también son utilizados junto con los animales. Como bien se dijo por acá y escuché, son utilizados como verdaderas herramientas y caen agotados por un ataque al corazón porque no los dejan descansar. Trabajan veinticuatro horas y con un sobre peso enorme.
Yo como abogada he tenido casos -como deben haber tenido mis colegas que estén acá- y realmente, dado que la ley 14.346 tiene penas tan bajas, algunas casi irrisorias, yo creo que no tenemos un argumento para hacernos valer en fiscalías y juzgados penales, ni hablar de comisarías.
Puntualmente, en una fiscalía un fiscal me mostró la cantidad de expedientes de homicidios, violaciones y demás que tenía y me dijo que no le importaba para nada, porque era una pavada, el tema de los animales; lo expresó de esta forma, tal cual lo digo. No me quería atender y me tuvo casi dos horas esperando. Pero esto sucede por algo, y creo que nos debe haber pasado, de una forma u otra, a todos. ¿Por qué sucede? Porque no tenemos un amparo, no tenemos una ley que contemple penas adecuadas, que realmente sirva para evitar -aunque sea a través de la sanción, de una sanción severa y de una multa severa- que el animal sea violado, maltratado o abandonado.
Otro de los factores es que también se deben reformar el Código Civil y el Código Penal en cuanto a que los animales dejen de ser cosas para pasar a ser seres sintientes. Y ya no es una suposición, es realmente algo que está probado científicamente. Yo no entiendo cómo en un Código Civil que es nuevo, del año 2015, se los volvió a llamar "cosas". No lo puedo entender. Entonces, quiero que esto -digo "quiero" en nombre del Instituto- sea reformado en la nueva ley. Esto es todo, buenas tardes. (Aplausos.)
Como miembro del Instituto de Derecho Animal del Colegio Público de Abogados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires haré una breve reseña de lo que pensamos que habría que reformar en la ley 14.346.
Uno de los principios que consideramos fundamental analizar es el del abandono. Hoy en día, el abandono no está considerado y debería ser tenido en cuenta como un delito. El animal abandonado sufre maltrato, torturas, enfermedades y cada vez es más difícil lograr una adopción o tránsito. Quienes estamos en este triste mundo del derecho animal y del proteccionismo sabemos lo difícil que es hoy en día lograr adopciones o tránsitos.
La razón que argumentan tiene que ver con que no hay dinero. Los diferentes supuestos no interesan. Sí hay que remarcar que el abandono es una crueldad en sí mismo.
Otro de los puntos que habría que reformar está relacionado con la educación. Si nuestros hijos o nietos no están educados, nunca va a variar la situación que estamos viviendo. Así como se está estudiando el derecho animal, este ítem debe ser enseñado en los colegios desde el ciclo primario a fin de que los chicos respeten a los animales. En la casa muchas veces no se los respeta y, de esa forma, el niño aprende que no tiene que respetarlos.
Lo mismo sucede con los ancianos. Eso es algo que se ve mucho en las redes sociales. Desde allí hay mensajes que dicen: "Si maltratas a tu animal o lo abandonas porque es viejo, mañana tu hijo te abandonará por la misma razón".
Por otro lado, no estamos a favor de las castraciones de perras embarazadas. Creemos que lo que se debe hacer es prevenir. ¿Cómo logramos esa prevención? Aquí se ha mencionado que existen seis millones de animales en situación de calle, aunque creo que la cifra es más alta. Creo que esa prevención se dará a través de castraciones masivas. Esto es fundamental y lo debe llevar a cabo el Estado. Lo mismo sucede en lo relativo a las vacunaciones, no solamente contra la rabia sino también con la aplicación de la séxtuple. De esta forma se evitan muchas enfermedades y considero que el Estado lo puede hacer a nivel nacional.
Otro de los temas importantes que nos gustaría destacar se relaciona con la TAS. Debemos prohibir la tracción a sangre y el trabajo de niños, que muchas veces también son utilizados junto con los animales. Como bien se dijo por acá y escuché, son utilizados como verdaderas herramientas y caen agotados por un ataque al corazón porque no los dejan descansar. Trabajan veinticuatro horas y con un sobre peso enorme.
Yo como abogada he tenido casos -como deben haber tenido mis colegas que estén acá- y realmente, dado que la ley 14.346 tiene penas tan bajas, algunas casi irrisorias, yo creo que no tenemos un argumento para hacernos valer en fiscalías y juzgados penales, ni hablar de comisarías.
Puntualmente, en una fiscalía un fiscal me mostró la cantidad de expedientes de homicidios, violaciones y demás que tenía y me dijo que no le importaba para nada, porque era una pavada, el tema de los animales; lo expresó de esta forma, tal cual lo digo. No me quería atender y me tuvo casi dos horas esperando. Pero esto sucede por algo, y creo que nos debe haber pasado, de una forma u otra, a todos. ¿Por qué sucede? Porque no tenemos un amparo, no tenemos una ley que contemple penas adecuadas, que realmente sirva para evitar -aunque sea a través de la sanción, de una sanción severa y de una multa severa- que el animal sea violado, maltratado o abandonado.
Otro de los factores es que también se deben reformar el Código Civil y el Código Penal en cuanto a que los animales dejen de ser cosas para pasar a ser seres sintientes. Y ya no es una suposición, es realmente algo que está probado científicamente. Yo no entiendo cómo en un Código Civil que es nuevo, del año 2015, se los volvió a llamar "cosas". No lo puedo entender. Entonces, quiero que esto -digo "quiero" en nombre del Instituto- sea reformado en la nueva ley. Esto es todo, buenas tardes. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra Bárbara Navarro, secretaria académica del Instituto del Derecho Animal del Colegio de Abogados de la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires.
SRA. NAVARRO Buenas tardes, gracias por el espacio, me voy a limitar a repetir lo que mis colegas han dicho.
Desde el instituto creemos que es indispensable mantener la palabra "víctima" porque esa connotación del animal es lo que a nosotros nos abre la puerta para considerarlo un sujeto de derecho; y es lo que crea este antagonismo entre el derecho civil y el derecho penal.
Además de la conservación de la palabra "víctima" creemos que es indispensable prohibir el trabajo animal. Considerar a los animales como seres sintientes excluye la consideración de objeto, por lo tanto el trabajo animal tendría que estar prohibido.
También vimos en los distintos proyectos que fuimos analizando que se cambió la terminología de "maltrato" y de "crueldad" en algunos casos. Consideramos que la ley penal no tiene que ser derogada sino que tiene que ser modificada. Por lo tanto, se deben mantener también estos dos conceptos y estas dos categorías de delitos y no limitar la protección a los animales domésticos, es decir que tiene que haber una protección integral hacia todas las especies.
Respecto de las penas de prisión y de multa, que hemos visto también en los proyectos, quiero referirme a las palabras "y" y "o": creemos que la multa tiene que ser accesoria y no tiene que ser una pena principal porque daría pie a no aplicar la pena de prisión y solamente la de multa.
Asimismo, creemos que no se debe dar la posibilidad de juicio a prueba, emparentando el sistema con el sistema de violencia de género. Allí está vetada la posibilidad de la probation y creemos que en los casos de maltrato animal tampoco debería haber probation.
Respecto de la zoofilia, quizás es redundante y todos lo sabemos, nos preocupó la utilización de la palabra zoofilia. Porque la zoofilia es una parafilia, no se podría penar la zoofilia en sí, sino el acto típico de abuso sexual. Entonces, creemos que hay que tener en cuenta eso y no hablar de zoofilia sino de abuso sexual. Otra cosa es mantener la naturaleza de la ley penal, la doctora Dascalaky lo ha remarcado, y nos preocupó también el tema de la reglamentación y la adhesión.
Si bien mis colegas ya lo han hecho, quiero realizar una pequeña reflexión respecto de la norma actual. Tenemos una ley que está vigente desde 1954, con la cual hemos trabajado, a pesar de todas sus falencias y de sus características antropocéntricas, bienestaristas y especistas, que nos ha dado las herramientas que hoy tenemos para lograr una jurisprudencia que es modelo. Dentro de ello quiero citar dos párrafos chiquitos: "...a partir de una interpretación jurídica dinámica...", no estática, "...es menester reconocerle al animal el carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos -animales-, son titulares de derecho, por lo que se impone su protección en el ámbito competencial correspondiente...", esto último sería la ley penal. Esto fue en el fallo Sandra.
En el fallo Cecilia, la jueza explicó que los animales deben tener una legislación acorde con estos derechos fundamentales "que ampare la particular situación en la que se encuentran", y que es necesario "aceptar y entender que estos entes son seres vivos sintientes y que tienen, entre otros, el derecho fundamental de nacer, morir y vivir en el medio que les es propio según su especie."
Por otro lado, quiero hacer hincapié también en mantener el espíritu de esta ley y pedirles respetuosamente que a la hora de tratar su modificación, la vean como un punto de partida, como un piso de presupuestos básicos a una norma que regule de manera más concreta los derechos de los animales no humanos. Siempre teniendo cuenta el bien jurídico protegido, que es la dignidad del animal y su interés propio como ser vivo de vivir en libertad y de no padecer ningún tipo de sufrimiento.
Respecto de ello quiero citar al doctor Gerardo Biglia, que en uno de sus trabajos estableció que: "La dignidad como fundamento ético...", tal como nos informan los instrumentos de derechos humanos, "...tiene que ver con evitar el dolor, evitar el sufrimiento...", como principio ético, "...con lo cual debe hacerse extensivo a todos los que puedan experimentar esos sentimientos, ergo, los entes dotados de sistema nervioso central son capaces de sufrir, en tal medida, el derecho debe, imperativamente, adecuarse al fundamento ético y otorgarle la tutela que corresponde con tal dignidad."
Creemos que es indispensable la modificación de la ley 14.346, dado que hoy en día se han dado supuestos, tanto en lo fáctico como en lo jurídico, hablando de las herramientas que nosotros contamos para poder litigar a favor de ellos que no están contempladas en la ley y que es muy difícil probar. Con todo respeto, les pido que para la modificación tengan en cuenta el bien jurídico protegido y estas pautas que se fueron dando, ya que consideramos que son esenciales para que la ley sea un punto de partida de la que ya tenemos a fin de apuntar a algo un poco mejor. Gracias. (Aplausos.)
Desde el instituto creemos que es indispensable mantener la palabra "víctima" porque esa connotación del animal es lo que a nosotros nos abre la puerta para considerarlo un sujeto de derecho; y es lo que crea este antagonismo entre el derecho civil y el derecho penal.
Además de la conservación de la palabra "víctima" creemos que es indispensable prohibir el trabajo animal. Considerar a los animales como seres sintientes excluye la consideración de objeto, por lo tanto el trabajo animal tendría que estar prohibido.
También vimos en los distintos proyectos que fuimos analizando que se cambió la terminología de "maltrato" y de "crueldad" en algunos casos. Consideramos que la ley penal no tiene que ser derogada sino que tiene que ser modificada. Por lo tanto, se deben mantener también estos dos conceptos y estas dos categorías de delitos y no limitar la protección a los animales domésticos, es decir que tiene que haber una protección integral hacia todas las especies.
Respecto de las penas de prisión y de multa, que hemos visto también en los proyectos, quiero referirme a las palabras "y" y "o": creemos que la multa tiene que ser accesoria y no tiene que ser una pena principal porque daría pie a no aplicar la pena de prisión y solamente la de multa.
Asimismo, creemos que no se debe dar la posibilidad de juicio a prueba, emparentando el sistema con el sistema de violencia de género. Allí está vetada la posibilidad de la probation y creemos que en los casos de maltrato animal tampoco debería haber probation.
Respecto de la zoofilia, quizás es redundante y todos lo sabemos, nos preocupó la utilización de la palabra zoofilia. Porque la zoofilia es una parafilia, no se podría penar la zoofilia en sí, sino el acto típico de abuso sexual. Entonces, creemos que hay que tener en cuenta eso y no hablar de zoofilia sino de abuso sexual. Otra cosa es mantener la naturaleza de la ley penal, la doctora Dascalaky lo ha remarcado, y nos preocupó también el tema de la reglamentación y la adhesión.
Si bien mis colegas ya lo han hecho, quiero realizar una pequeña reflexión respecto de la norma actual. Tenemos una ley que está vigente desde 1954, con la cual hemos trabajado, a pesar de todas sus falencias y de sus características antropocéntricas, bienestaristas y especistas, que nos ha dado las herramientas que hoy tenemos para lograr una jurisprudencia que es modelo. Dentro de ello quiero citar dos párrafos chiquitos: "...a partir de una interpretación jurídica dinámica...", no estática, "...es menester reconocerle al animal el carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos -animales-, son titulares de derecho, por lo que se impone su protección en el ámbito competencial correspondiente...", esto último sería la ley penal. Esto fue en el fallo Sandra.
En el fallo Cecilia, la jueza explicó que los animales deben tener una legislación acorde con estos derechos fundamentales "que ampare la particular situación en la que se encuentran", y que es necesario "aceptar y entender que estos entes son seres vivos sintientes y que tienen, entre otros, el derecho fundamental de nacer, morir y vivir en el medio que les es propio según su especie."
Por otro lado, quiero hacer hincapié también en mantener el espíritu de esta ley y pedirles respetuosamente que a la hora de tratar su modificación, la vean como un punto de partida, como un piso de presupuestos básicos a una norma que regule de manera más concreta los derechos de los animales no humanos. Siempre teniendo cuenta el bien jurídico protegido, que es la dignidad del animal y su interés propio como ser vivo de vivir en libertad y de no padecer ningún tipo de sufrimiento.
Respecto de ello quiero citar al doctor Gerardo Biglia, que en uno de sus trabajos estableció que: "La dignidad como fundamento ético...", tal como nos informan los instrumentos de derechos humanos, "...tiene que ver con evitar el dolor, evitar el sufrimiento...", como principio ético, "...con lo cual debe hacerse extensivo a todos los que puedan experimentar esos sentimientos, ergo, los entes dotados de sistema nervioso central son capaces de sufrir, en tal medida, el derecho debe, imperativamente, adecuarse al fundamento ético y otorgarle la tutela que corresponde con tal dignidad."
Creemos que es indispensable la modificación de la ley 14.346, dado que hoy en día se han dado supuestos, tanto en lo fáctico como en lo jurídico, hablando de las herramientas que nosotros contamos para poder litigar a favor de ellos que no están contempladas en la ley y que es muy difícil probar. Con todo respeto, les pido que para la modificación tengan en cuenta el bien jurídico protegido y estas pautas que se fueron dando, ya que consideramos que son esenciales para que la ley sea un punto de partida de la que ya tenemos a fin de apuntar a algo un poco mejor. Gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY La ley 14.346 es la base, pero de ninguna manera vamos a ir hacia atrás, siempre avanzamos en el sentido de más protección, no menos.
Tiene la palabra Walkiria Sosa Ramos, abogada defensora de los animales desde el plano jurídico.
Tiene la palabra Walkiria Sosa Ramos, abogada defensora de los animales desde el plano jurídico.
SR. SOSA RAMOS Quiero aclarar que defiendo a los animales desde el plano jurídico y físico porque me dedico también al rescate de animales. Mi trabajo con ellos se centra principalmente en villas, en barrios de bajos recursos, donde ese mal no solo les llega a las personas sino a los animales también.
La mayoría de los profesionales y colegas que están en la sala han manifestado lo que yo tenía que traer anotado y olvidé, pero igual hice mi "machete".
Voy a hablar de esos lugares porque siempre digo que en las villas y en estos barrios anegados los animales no son escuchados y no son vistos por la mayoría de la gente. Principalmente siempre hago foco en ellos, cuando a veces me dicen: "Walkiria hay un animal en la esquina, no te enojes, fíjate qué hacer." Les digo qué hacer, pero mi trabajo está centrado en ellos.
Les quiero mostrar en pantalla, por ejemplo, uno de los últimos animales rescatados en la Villa 31. Es un perro que le falta prácticamente la cara y está lleno de gusanos. Ahora, también en pantalla, se ve a un animal que está en un barrio de emergencia donde fue hecha la denuncia por un particular, y los vecinos hicieron un grupo de whatsapp, pero al ir a la comisaria nadie los escuchó.
¿Qué pasa? Cuando van a la comisaría y hacen la denuncia, en general, viene el policía sin orden de allanamiento. En la imagen se pueden ver las condiciones en las que estaba. Esto está tomado por una vecina que lo filmó desde un techo. A continuación pueden ver el caso de Sara que fue uno de los peores de 2018, también en el Barrio Villa Palito, en La Matanza.
Al ir la policía sin orden de allanamiento es como un aviso previo para los dueños, entonces se van del lugar y la policía no puede hacer nada porque el dueño dice: "El animal es mío, no lo doy." En ese transcurso entre que se hizo la denuncia y el policía quiere hacer algo -si es que nos toca alguien que nos da una mano-, se deshacen del animal. En los dos casos anteriores pasó eso: cargan al animal en una camioneta y chau. Como dice el dicho: muerto el perro, se terminó la rabia.
Pido especialmente que haya algún artículo que, de alguna forma, proteja más estos lugares. Porque no solo nos quedamos con eso, sino que una de las falencias más importantes y graves del Estado es justamente la falta de educación en estos lugares; no hay educación, educación cero. Ahí es donde empieza todo, porque donde no hay educación seguimos adelante y no nos damos cuenta de que es un delito, quizá es un chico de 10 o 12 años, y así seguimos maltratando a los animales como nada, como si fueran un objeto.
Disculpen si lo que estoy diciendo es difícil de seguir, hay puntos que quizá habría que continuar pero quiero referirme a todos.
Otro tema muy importante tiene que ver con que el maltrato debería tener ciertas categorías, tal cual se hace en el Código Penal con el delito de lesiones. Digo esto porque siempre terminamos dejando fuera a los dueños, no nosotros sino los fiscales que son muy laxos en su interpretación de la ley. Siempre digo, y lo digo desde el plano de la práctica, que la mayoría de los maltratos comienzan por sus propios dueños. Hoy el dueño no se da cuenta que tiene una garrapata, no quiere gastar en una pipeta o no quiere llevarlo a hacer un análisis clínico. Para cuando nos queremos acordar, tenemos un perrito muy enfermo, al cual muchos de los dueños les dan una patadita y queda afuera hasta que alguna proteccionista lo rescata, si tiene suerte.
Por ello, no quisiera que dejen afuera del tratamiento de este tema lo relativo a la responsabilidad de los dueños. Quizás se podría incorporar la aplicación de multas, pero creo que no se los puede dejar afuera del análisis de este asunto.
Les pongo un caso. En la Villa 31 había una perra afectada con sarna y que se revolcaba por todos lados. Luego de una semana de estar pendiente del tema a través del envío de fotos, en el móvil de Protenencia de Retiro me terminan diciendo que no había maltrato pues la perra estaba siendo atendida. Concurrí a ese lugar, mostré las fotos a las doctoras y me dijeron que la perra nunca había estado allí. Obviamente, todo era mentira. En los fundamentos tampoco colocaron que tenían un certificado exhibido por la dueña.
Por ello, considero que los fiscales son totalmente laxos cuando deben expedirse sobre las situaciones que padecen los animales. Sí les interesan aquellos hechos que tienen repercusión a nivel periodístico. Pero, son cientos los casos que denunciamos a diario y quedan sin resolver.
Otro tema que ya fue analizado tiene que ver con los criaderos y los refugios. El hecho de llevar a un animal a un refugio no siempre es sinónimo de salud. Aclaro que estoy en contra de muchos refugios. Mi trabajo lo hago sin tener en cuenta a los refugios, pensiono a los animales y busco tránsitos gratuitos. No quiero que un animal rescatado por mí vaya a parar a un refugio y esté obligado a convivir con doscientos perros. Eso no es dignidad para un animal, lo lamento y sé que de otro modo estaría en la calle pero sé que si más de uno pudiera meterse 24 horas en un refugio se daría cuenta de lo que sucede. Es decir, no sé qué es lo mejor, si ese animal sigue en la calle o termina estando dentro del refugio.
Asimismo, los criaderos tienen que regularse. No puedo decir que no estoy de acuerdo con los animales de raza porque esto implicaría discriminarlos. Sí considero que debe haber una regulación al igual que los refugios.
Por otra parte, las distintas ONG son las que tienen que desarrollar un trabajo muy importante en este tema. Ellas pueden ser autoridades de control y deben trabajar en forma conjunta con el Estado. Concretamente, el Estado se encuentra ausente y eso lo sabemos todos. Todos los casos de maltrato existentes se deben a la no aplicación de la ley 14.346. Seguramente esta normativa tiene falencias, pero se caracteriza por contar en su articulado con la regulación de penas. Sin embargo, no existen condenas. Les pido a ustedes que busquen en Internet los datos sobre las últimas condenas acerca de maltrato animal y verán que no existen. (Aplausos.)
La mayoría de los profesionales y colegas que están en la sala han manifestado lo que yo tenía que traer anotado y olvidé, pero igual hice mi "machete".
Voy a hablar de esos lugares porque siempre digo que en las villas y en estos barrios anegados los animales no son escuchados y no son vistos por la mayoría de la gente. Principalmente siempre hago foco en ellos, cuando a veces me dicen: "Walkiria hay un animal en la esquina, no te enojes, fíjate qué hacer." Les digo qué hacer, pero mi trabajo está centrado en ellos.
Les quiero mostrar en pantalla, por ejemplo, uno de los últimos animales rescatados en la Villa 31. Es un perro que le falta prácticamente la cara y está lleno de gusanos. Ahora, también en pantalla, se ve a un animal que está en un barrio de emergencia donde fue hecha la denuncia por un particular, y los vecinos hicieron un grupo de whatsapp, pero al ir a la comisaria nadie los escuchó.
¿Qué pasa? Cuando van a la comisaría y hacen la denuncia, en general, viene el policía sin orden de allanamiento. En la imagen se pueden ver las condiciones en las que estaba. Esto está tomado por una vecina que lo filmó desde un techo. A continuación pueden ver el caso de Sara que fue uno de los peores de 2018, también en el Barrio Villa Palito, en La Matanza.
Al ir la policía sin orden de allanamiento es como un aviso previo para los dueños, entonces se van del lugar y la policía no puede hacer nada porque el dueño dice: "El animal es mío, no lo doy." En ese transcurso entre que se hizo la denuncia y el policía quiere hacer algo -si es que nos toca alguien que nos da una mano-, se deshacen del animal. En los dos casos anteriores pasó eso: cargan al animal en una camioneta y chau. Como dice el dicho: muerto el perro, se terminó la rabia.
Pido especialmente que haya algún artículo que, de alguna forma, proteja más estos lugares. Porque no solo nos quedamos con eso, sino que una de las falencias más importantes y graves del Estado es justamente la falta de educación en estos lugares; no hay educación, educación cero. Ahí es donde empieza todo, porque donde no hay educación seguimos adelante y no nos damos cuenta de que es un delito, quizá es un chico de 10 o 12 años, y así seguimos maltratando a los animales como nada, como si fueran un objeto.
Disculpen si lo que estoy diciendo es difícil de seguir, hay puntos que quizá habría que continuar pero quiero referirme a todos.
Otro tema muy importante tiene que ver con que el maltrato debería tener ciertas categorías, tal cual se hace en el Código Penal con el delito de lesiones. Digo esto porque siempre terminamos dejando fuera a los dueños, no nosotros sino los fiscales que son muy laxos en su interpretación de la ley. Siempre digo, y lo digo desde el plano de la práctica, que la mayoría de los maltratos comienzan por sus propios dueños. Hoy el dueño no se da cuenta que tiene una garrapata, no quiere gastar en una pipeta o no quiere llevarlo a hacer un análisis clínico. Para cuando nos queremos acordar, tenemos un perrito muy enfermo, al cual muchos de los dueños les dan una patadita y queda afuera hasta que alguna proteccionista lo rescata, si tiene suerte.
Por ello, no quisiera que dejen afuera del tratamiento de este tema lo relativo a la responsabilidad de los dueños. Quizás se podría incorporar la aplicación de multas, pero creo que no se los puede dejar afuera del análisis de este asunto.
Les pongo un caso. En la Villa 31 había una perra afectada con sarna y que se revolcaba por todos lados. Luego de una semana de estar pendiente del tema a través del envío de fotos, en el móvil de Protenencia de Retiro me terminan diciendo que no había maltrato pues la perra estaba siendo atendida. Concurrí a ese lugar, mostré las fotos a las doctoras y me dijeron que la perra nunca había estado allí. Obviamente, todo era mentira. En los fundamentos tampoco colocaron que tenían un certificado exhibido por la dueña.
Por ello, considero que los fiscales son totalmente laxos cuando deben expedirse sobre las situaciones que padecen los animales. Sí les interesan aquellos hechos que tienen repercusión a nivel periodístico. Pero, son cientos los casos que denunciamos a diario y quedan sin resolver.
Otro tema que ya fue analizado tiene que ver con los criaderos y los refugios. El hecho de llevar a un animal a un refugio no siempre es sinónimo de salud. Aclaro que estoy en contra de muchos refugios. Mi trabajo lo hago sin tener en cuenta a los refugios, pensiono a los animales y busco tránsitos gratuitos. No quiero que un animal rescatado por mí vaya a parar a un refugio y esté obligado a convivir con doscientos perros. Eso no es dignidad para un animal, lo lamento y sé que de otro modo estaría en la calle pero sé que si más de uno pudiera meterse 24 horas en un refugio se daría cuenta de lo que sucede. Es decir, no sé qué es lo mejor, si ese animal sigue en la calle o termina estando dentro del refugio.
Asimismo, los criaderos tienen que regularse. No puedo decir que no estoy de acuerdo con los animales de raza porque esto implicaría discriminarlos. Sí considero que debe haber una regulación al igual que los refugios.
Por otra parte, las distintas ONG son las que tienen que desarrollar un trabajo muy importante en este tema. Ellas pueden ser autoridades de control y deben trabajar en forma conjunta con el Estado. Concretamente, el Estado se encuentra ausente y eso lo sabemos todos. Todos los casos de maltrato existentes se deben a la no aplicación de la ley 14.346. Seguramente esta normativa tiene falencias, pero se caracteriza por contar en su articulado con la regulación de penas. Sin embargo, no existen condenas. Les pido a ustedes que busquen en Internet los datos sobre las últimas condenas acerca de maltrato animal y verán que no existen. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Antes de dar la palabra a la señora diputada Nazario quiero formular una consideración.
En general, por lo que vengo escuchando en la mayoría de las exposiciones, hay una coincidencia en que algo debemos modificar. Mantener la legislación actual es seguir dentro del mismo status quo y todos somos conscientes de que hay que avanzar para lograr una mayor protección.
Sí creo que debemos evitar malos entendidos, sobre todo cuando se transmitan este tipo de cuestiones en las redes sociales. Hay mucha gente que está atenta al trabajo que estamos desarrollando y hoy es un día histórico en el marco de este debate.
El espíritu de esta reunión no es el de desproteger a los animales o empeorar su situación. Es necesario que transmitamos un mensaje distinto para que la gente tenga conciencia de que estamos trabajando para proteger a nuestros animales.
Tiene la palabra la señora diputada Nazario.
En general, por lo que vengo escuchando en la mayoría de las exposiciones, hay una coincidencia en que algo debemos modificar. Mantener la legislación actual es seguir dentro del mismo status quo y todos somos conscientes de que hay que avanzar para lograr una mayor protección.
Sí creo que debemos evitar malos entendidos, sobre todo cuando se transmitan este tipo de cuestiones en las redes sociales. Hay mucha gente que está atenta al trabajo que estamos desarrollando y hoy es un día histórico en el marco de este debate.
El espíritu de esta reunión no es el de desproteger a los animales o empeorar su situación. Es necesario que transmitamos un mensaje distinto para que la gente tenga conciencia de que estamos trabajando para proteger a nuestros animales.
Tiene la palabra la señora diputada Nazario.
SRA. NAZARIO Señor presidente: quería decirle que casi me quitó las palabras de la boca.
Considero que todos los que estamos hoy aquí queremos lo mejor para los animales. Quizás existan distintos puntos de vista. Lo peor que puede pasar es que hablemos para la tribuna. Eso no sirve. Demasiadas cosas hay dando vueltas como para que todavía tengamos que ser testigos de una batalla en las redes sociales, en la puerta de este Congreso o aquí mismo, en este recinto de reuniones.
Creo que si nosotros tomamos esto así no vamos a llegar a ningún lado, porque hay otros puntos de muchísima coincidencia; también hay muchos que pueden ser de disidencia, pero siempre desde el amor a los animales.
Los diputados que hemos presentado proyectos lo hemos hecho desde ese lugar, y no porque se nos ocurrió, sino porque queremos a los animales, trabajamos con ONG, trabajamos con veterinarios y porque trabajamos con científicos, todos tratando de hacer lo mejor.
Se habla de educación, yo hice proyectos sobre educación, castración nacional y vacunación. Y no es solo para nombrarlo sino para decir que desde este lugar -tal como dijeron los presidentes de ambas comisiones- todos aportamos. Pero no vengamos acá a hacer teatro -discúlpenme el término- porque no sirve, faltan muchas reuniones.
Por lo tanto, pongamos lo mejor de nosotros, vayamos en positivo y tratemos de corregir si hubiera un error o una interpretación distinta, pero no nos creamos que nos las sabemos todas porque eso no es así. Lo peor que puede pasar es que no se llegue nunca a un proyecto consensuado y que las cosas sigan como están.
Esto lo digo para que todos lo tengamos en cuenta y en las próximas reuniones avancemos, hablemos de lo que haya que hablar, pero no pensemos en la tribuna sino en el beneficio de los animales. (Aplausos.)
Considero que todos los que estamos hoy aquí queremos lo mejor para los animales. Quizás existan distintos puntos de vista. Lo peor que puede pasar es que hablemos para la tribuna. Eso no sirve. Demasiadas cosas hay dando vueltas como para que todavía tengamos que ser testigos de una batalla en las redes sociales, en la puerta de este Congreso o aquí mismo, en este recinto de reuniones.
Creo que si nosotros tomamos esto así no vamos a llegar a ningún lado, porque hay otros puntos de muchísima coincidencia; también hay muchos que pueden ser de disidencia, pero siempre desde el amor a los animales.
Los diputados que hemos presentado proyectos lo hemos hecho desde ese lugar, y no porque se nos ocurrió, sino porque queremos a los animales, trabajamos con ONG, trabajamos con veterinarios y porque trabajamos con científicos, todos tratando de hacer lo mejor.
Se habla de educación, yo hice proyectos sobre educación, castración nacional y vacunación. Y no es solo para nombrarlo sino para decir que desde este lugar -tal como dijeron los presidentes de ambas comisiones- todos aportamos. Pero no vengamos acá a hacer teatro -discúlpenme el término- porque no sirve, faltan muchas reuniones.
Por lo tanto, pongamos lo mejor de nosotros, vayamos en positivo y tratemos de corregir si hubiera un error o una interpretación distinta, pero no nos creamos que nos las sabemos todas porque eso no es así. Lo peor que puede pasar es que no se llegue nunca a un proyecto consensuado y que las cosas sigan como están.
Esto lo digo para que todos lo tengamos en cuenta y en las próximas reuniones avancemos, hablemos de lo que haya que hablar, pero no pensemos en la tribuna sino en el beneficio de los animales. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Hago mías sus palabras, señora diputada.
Tiene la palabra el señor Sebastián Robledo, médico veterinario, vicepresidente 2° de la Federación Veterinaria de Argentina, oriundo de la provincia del Chaco.
Tiene la palabra el señor Sebastián Robledo, médico veterinario, vicepresidente 2° de la Federación Veterinaria de Argentina, oriundo de la provincia del Chaco.
SR. ROBLEDO Buenas tardes, señor presidente, gracias por la invitación.
Realmente es un día histórico porque hay muchas organizaciones presentes. Creo que somos pocos veterinarios en un mundo de abogados, pero vamos a hablar de lo que nos toca a nosotros, que es la parte médica.
La Federación Veterinaria Argentina es uno de los organismos que nuclea a veterinarios del país, una de las dos. Nosotros tenemos dieciocho provincias en todo el ancho del país, así que sabemos mucho y tenemos mucha experiencia y grupos de trabajo en diferentes temas.
Uno de los temas que trabajamos es, justamente, el bienestar animal, cuestión que nos preocupa mucho y en la que estamos constantemente capacitando, formando, haciendo cursos y posgrados y dando a los matriculados la oportunidad de informarse al respecto.
Aquí veo al doctor Estol, una eminencia en bienestar animal, quien espero pueda hablar también hoy. Además, hay otros especialistas en la materia.
Después de escuchar a mis colegas y también la palabra de diferentes organizaciones, lo único que tengo para decir es que nosotros vimos -nos dimos cuenta y observamos- que en algunos proyectos de ley no fueron consultados los veterinarios en ciertas cuestiones que son propias de nuestra profesión. Así que nosotros invitamos a la consulta a especialistas veterinarios en temas veterinarios, como debe ser. Así como un odontólogo entiende sobre dientes, nosotros -los veterinarios- podemos ser consultados para que una ley sea aplicable, pronta y real.
Recién escuché muchas cosas, por ejemplo, un colega habló de diferentes realidades a lo largo del país. Tenemos que trabajar sobre las diferentes realidades, tenemos que hacer mucho hincapié en la educación, como también recién se dijo. Si nosotros no educamos a las personas y no educamos a los chicos sobre el bienestar animal, continuará el maltrato animal y difícilmente tendremos generaciones con ese pensamiento.
Asimismo, nos debemos un buen debate sobre la TAS, la tracción a sangre, un tema que nosotros también tocamos y nos gustaría volver a tocar para analizar la legislación vigente.
Además, nos preocupa mucho la temática de la fauna; debemos concientizar sobre la venta de animales silvestres. Yo vengo del Chaco, donde está El Impenetrable, región donde justamente tenemos problemas con la venta y con la caza ilegal de fauna.
En la Federación Veterinaria Argentina hemos creado subcomisiones de trabajo referidas a diferentes temas en los que contamos con especialistas y por ese motivo deseamos sumarnos al debate.
A fin de no ser muy extenso en mi exposición, voy a entregar un documento que contiene propuestas y objeciones sobre algunos puntos.
Pienso que de acá tiene que salir una ley, como dije recién, que sea aplicable y que todos podamos dar nuestro parecer y brindar nuestro aporte. Debe tratarse de una ley histórica, como decía recién la doctora, dejando de lado ciertas cosas tribuneras o personales que no tienen sentido porque lo que todos queremos es trabajar por el bienestar de los animales, que son los que más sufren.
Como veterinarios sabemos lo que es estar poniendo un suero a un perro a las 2 de la mañana, o lo que es ir a buscar a un animal para suturarlo en la madrugada o bajo la lluvia. El veterinario sabe de qué se trata y sabe cuál es el esfuerzo que se hace. Trabajamos junto con las ONG, pero pedimos más diálogo. A los legisladores les pedimos, por favor, que se tenga en cuenta la opinión del profesional veterinario a la hora de elaborar esta clase de normativa.
Todo lo demás está en un documento que lo vamos a acercar a la comisión con el fin de que sea una ley rica y que pueda perdurar en el tiempo. Muchas gracias. (Aplausos.)
Realmente es un día histórico porque hay muchas organizaciones presentes. Creo que somos pocos veterinarios en un mundo de abogados, pero vamos a hablar de lo que nos toca a nosotros, que es la parte médica.
La Federación Veterinaria Argentina es uno de los organismos que nuclea a veterinarios del país, una de las dos. Nosotros tenemos dieciocho provincias en todo el ancho del país, así que sabemos mucho y tenemos mucha experiencia y grupos de trabajo en diferentes temas.
Uno de los temas que trabajamos es, justamente, el bienestar animal, cuestión que nos preocupa mucho y en la que estamos constantemente capacitando, formando, haciendo cursos y posgrados y dando a los matriculados la oportunidad de informarse al respecto.
Aquí veo al doctor Estol, una eminencia en bienestar animal, quien espero pueda hablar también hoy. Además, hay otros especialistas en la materia.
Después de escuchar a mis colegas y también la palabra de diferentes organizaciones, lo único que tengo para decir es que nosotros vimos -nos dimos cuenta y observamos- que en algunos proyectos de ley no fueron consultados los veterinarios en ciertas cuestiones que son propias de nuestra profesión. Así que nosotros invitamos a la consulta a especialistas veterinarios en temas veterinarios, como debe ser. Así como un odontólogo entiende sobre dientes, nosotros -los veterinarios- podemos ser consultados para que una ley sea aplicable, pronta y real.
Recién escuché muchas cosas, por ejemplo, un colega habló de diferentes realidades a lo largo del país. Tenemos que trabajar sobre las diferentes realidades, tenemos que hacer mucho hincapié en la educación, como también recién se dijo. Si nosotros no educamos a las personas y no educamos a los chicos sobre el bienestar animal, continuará el maltrato animal y difícilmente tendremos generaciones con ese pensamiento.
Asimismo, nos debemos un buen debate sobre la TAS, la tracción a sangre, un tema que nosotros también tocamos y nos gustaría volver a tocar para analizar la legislación vigente.
Además, nos preocupa mucho la temática de la fauna; debemos concientizar sobre la venta de animales silvestres. Yo vengo del Chaco, donde está El Impenetrable, región donde justamente tenemos problemas con la venta y con la caza ilegal de fauna.
En la Federación Veterinaria Argentina hemos creado subcomisiones de trabajo referidas a diferentes temas en los que contamos con especialistas y por ese motivo deseamos sumarnos al debate.
A fin de no ser muy extenso en mi exposición, voy a entregar un documento que contiene propuestas y objeciones sobre algunos puntos.
Pienso que de acá tiene que salir una ley, como dije recién, que sea aplicable y que todos podamos dar nuestro parecer y brindar nuestro aporte. Debe tratarse de una ley histórica, como decía recién la doctora, dejando de lado ciertas cosas tribuneras o personales que no tienen sentido porque lo que todos queremos es trabajar por el bienestar de los animales, que son los que más sufren.
Como veterinarios sabemos lo que es estar poniendo un suero a un perro a las 2 de la mañana, o lo que es ir a buscar a un animal para suturarlo en la madrugada o bajo la lluvia. El veterinario sabe de qué se trata y sabe cuál es el esfuerzo que se hace. Trabajamos junto con las ONG, pero pedimos más diálogo. A los legisladores les pedimos, por favor, que se tenga en cuenta la opinión del profesional veterinario a la hora de elaborar esta clase de normativa.
Todo lo demás está en un documento que lo vamos a acercar a la comisión con el fin de que sea una ley rica y que pueda perdurar en el tiempo. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias.
Por favor, cuando tengan el documento envíenlo a la comisión. Por supuesto que nos interesa mucho la visión de la federación. Además, cualquier propuesta de redacción normativa siempre nos viene bien para tener como insumo, porque insisto en que vamos a tener un trabajo muy intenso desde que terminemos con las reuniones informativas. Buscamos lograr un consenso, sabemos que va a ser difícil, pero confiamos en que vamos a lograrlo si todos tenemos el mismo objetivo.
Tiene la palabra Gabriela Rosas, secretaria de la ONG Centro Ecológico Salvemos la Tierra e integrante de la Comisión de Voluntarios por los Caballos.
Por favor, cuando tengan el documento envíenlo a la comisión. Por supuesto que nos interesa mucho la visión de la federación. Además, cualquier propuesta de redacción normativa siempre nos viene bien para tener como insumo, porque insisto en que vamos a tener un trabajo muy intenso desde que terminemos con las reuniones informativas. Buscamos lograr un consenso, sabemos que va a ser difícil, pero confiamos en que vamos a lograrlo si todos tenemos el mismo objetivo.
Tiene la palabra Gabriela Rosas, secretaria de la ONG Centro Ecológico Salvemos la Tierra e integrante de la Comisión de Voluntarios por los Caballos.
SRA. ROSAS Señor presidente: buenas tardes a todos, voy a tratar de ser breve porque ya estamos todos cansados.
Con respecto a la modificación de la ley 14.346 creo que coincido con la mayoría en que obviamente no hay que abolirla sino incluir el tema de las penas e incorporar la zoofilia. Si bien es algo que históricamente se ha hablado, ahora está nuevamente en el tapete. Entonces, creo que es algo que tenemos que ver cómo agregarlo, de alguna manera, con el nombre que quieran, puede ser "trata", no lo sé. Pero el tema de la actividad sexual con animales tiene que estar penalizado y tiene que ser un agravante, al igual que el abandono, porque son actividades en las que el animal no tiene ningún tipo de injerencia más que ser la víctima. Además, es maltrato, porque muchas veces termina con la vida del animal.
Con respecto al tema de las ONG, yo integro una. Si bien tenemos varias áreas, estamos en la parte de medioambiente y mascotas domésticas, aunque a la mayoría no le guste el nombre, perros y gatos son eso. Nosotros nos ocupamos del tema de caballos, pero hacemos todo un trabajo de integración porque la realidad es que estamos cubriendo una falencia enorme del Estado. El Estado no se ocupa de lo que nosotros tenemos que ocuparnos que es de rescatar, recuperar, rehabilitar y reubicar a los animales; mientras tanto todo esto significa darles de comer.
Entonces, si bien la realidad es que hay un enorme agujero negro en todo eso, se pierden a animales vaya a saber dónde -caballos especialmente, porque el caballo vale vivo y vale muerto-, hay gente muy bien intencionada, pero muy ignorante, haciendo desastres con los caballos. El caballo requiere un protocolo totalmente diferente a cualquier otra especie, como también lo requieren, por ejemplo, algunas especies exóticas o silvestres. Por eso en la ONG tenemos un especialista en otras especies que articula con los distintos órganos gubernamentales que se ocupan de eso.
Creo que, por ejemplo, así como tiene que haber una fiscalización del Estado con respecto a la actividad de las ONG, tiene que haber una fiscalización de las ONG con respecto a la actividad del Estado en cuanto a los animales.
Es una pena que con leyes tan bien aplicadas como en el caso de Salta, por ejemplo, que terminaron con la tracción a sangre de verdad y no como muchos otros que dicen que cambian a motocarro, pero el tipo sigue teniendo diez caballos -esta vez lo terminaron de verdad-, el buen resultado se diluya en el hecho de dónde terminaron esos caballos. ¿Por qué? Porque el Estado no prevé estas cuestiones. No lo prevé desde la asistencia y no lo prevé desde la aplicación de la ley. Porque si la policía es el agente para aplicar la ley, la realidad es que no funciona con los caballos. Insisto mucho con el tema de los caballos porque yo soy de los caballos.
Por ejemplo, veo que existe la patrulla rural -el CPR-, que se ocupa teóricamente de todo ese tema. La respuesta permanente del CPR, cuando tenemos estas cuestiones con caballos, es que ellos se ocupan de las zonas rurales, y entonces tenemos ganado mayor circulando por áreas urbanas y periurbanas; punto uno. Entonces, o capacitamos a la policía bonaerense -digo bonaerense porque estoy en Moreno que es uno de los cordones complicados del Conurbano-, para que pueda hacerse cargo de esto o saquemos los caballos de la calle que es lo que habría que hacer. De paso protegemos a todos los que van circulando por la vía pública, terminamos con los basurales, con la explotación infantil y todo lo que ya se dijo hasta el hartazgo acá. El tema de los caballos en la vía pública es increíblemente obsoleto, cruel, no le encuentro la justificación y no es trabajo para nadie, es riesgo, dolor, peligro, me quedo sin adjetivos realmente.
Hay un tema que lo voy a hacer corto tratando de apurarme. Mencioné animales silvestres y, por ejemplo, pasa mucho que en los countries se reproducen zorros y todas estas especies. Éstas se capturan y se liberan en áreas protegidas, con lo cual se hace un desastre ecológico en esa área protegida donde ya hay una colonia de zorros viviendo. Entonces, a estos animales antes de incorporarlos, habría que esterilizarlos. Eso tiene que estar previsto, no es un ataque a la especie esterilizar a un animal que no está en peligro de extinción.
Otro tema interesante al que me quiero referir es que deberían existir fiscalías especializadas o temáticas. Además, en los colegios de abogados -porque los animales no son ni de los abogados ni de los veterinarios, son de ellos mismos, vamos aclararlo-, tendría que haber alguien que se ocupe de estas cuestiones específicamente. (Aplausos.) Porque nosotros estamos entre criminales, asesinos, mujeres violadas y todo lo demás, con nuestro perrito o caballo machucado. La realidad es que nos dan poca bolilla y tienen razón, hay un montón de cuestiones y no es su especialidad. Por eso necesitamos las fiscalías temáticas y que los colegios de abogados tengan gente que realmente sirva, que apliquen la ley y que no se dediquen a defender a los animales rescatados por una gente en particular sino a los animales en general. El beneficio es para los animales, no para el que los rescató.
Voy a terminar muy rápidamente mi exposición. Me pidieron que por favor no toque el tema de las jineteadas porque acá hay muchas personas que son asiduas a las jineteadas. (Aplausos.)
Me parece vergonzoso, tengo otros adjetivos pero no los voy a mencionar. Me parece terrible que haya grupos que se reúnan para torturar y martirizar a un animal para su diversión, provocando la máxima respuesta defensiva de la que es capaz un herbívoro. Porque el caballo es un herbívoro, es una vaca un poco más alta, con otro tipo de estómago y no tiene rumen, etcétera, detalles que sabemos los veterinarios. Me parece increíble, específicamente cuando está especialmente estipulado en la ley 14.346 que penaliza las parodias donde se hieran o utilicen a los animales. Dígame qué es una jineteada, porque parece la definición de jineteada.
La jineteada es una parodia de doma, donde se hiere y hostiliza al animal, donde se quiebran, donde se mueren, etcétera. Nosotros tenemos caballos rescatados de jineteadas. Lo único que tienen en común todos los caballos descogotados, quebrados y destruidos es la destrucción emocional; son animales irrecuperables.
Recién escuchaba hablar del bienestar animal, del bienestar integral, todas estas cosas que me resultaron muy interesantes, y creo que no hay animal más maltratado que el caballo de jineteada. Desde que tiene seis meses lo torturan y lo hostilizan. Tienen terror, ven un ser humano y ven el diablo. ¡Tienen razón, somos el diablo! (Aplausos.)
Entonces, por favor, porque esto está en la ley, no hay que inventarlo, hay que ponerle el nombre que tiene. Donde dice riña de gallos, está riña de gallos; donde dice carrera de galgos, está carrera de galgos; donde dice jineteada, eso, es una parodia donde se hiere y hostiliza al animal sin ningún tipo de razón o de beneficio, no lo hace útil, sino que es todo lo contrario.
Habiendo desobedecido el mandato inicial, agradezco mucho la posibilidad de expresarme. (Aplausos.)
Con respecto a la modificación de la ley 14.346 creo que coincido con la mayoría en que obviamente no hay que abolirla sino incluir el tema de las penas e incorporar la zoofilia. Si bien es algo que históricamente se ha hablado, ahora está nuevamente en el tapete. Entonces, creo que es algo que tenemos que ver cómo agregarlo, de alguna manera, con el nombre que quieran, puede ser "trata", no lo sé. Pero el tema de la actividad sexual con animales tiene que estar penalizado y tiene que ser un agravante, al igual que el abandono, porque son actividades en las que el animal no tiene ningún tipo de injerencia más que ser la víctima. Además, es maltrato, porque muchas veces termina con la vida del animal.
Con respecto al tema de las ONG, yo integro una. Si bien tenemos varias áreas, estamos en la parte de medioambiente y mascotas domésticas, aunque a la mayoría no le guste el nombre, perros y gatos son eso. Nosotros nos ocupamos del tema de caballos, pero hacemos todo un trabajo de integración porque la realidad es que estamos cubriendo una falencia enorme del Estado. El Estado no se ocupa de lo que nosotros tenemos que ocuparnos que es de rescatar, recuperar, rehabilitar y reubicar a los animales; mientras tanto todo esto significa darles de comer.
Entonces, si bien la realidad es que hay un enorme agujero negro en todo eso, se pierden a animales vaya a saber dónde -caballos especialmente, porque el caballo vale vivo y vale muerto-, hay gente muy bien intencionada, pero muy ignorante, haciendo desastres con los caballos. El caballo requiere un protocolo totalmente diferente a cualquier otra especie, como también lo requieren, por ejemplo, algunas especies exóticas o silvestres. Por eso en la ONG tenemos un especialista en otras especies que articula con los distintos órganos gubernamentales que se ocupan de eso.
Creo que, por ejemplo, así como tiene que haber una fiscalización del Estado con respecto a la actividad de las ONG, tiene que haber una fiscalización de las ONG con respecto a la actividad del Estado en cuanto a los animales.
Es una pena que con leyes tan bien aplicadas como en el caso de Salta, por ejemplo, que terminaron con la tracción a sangre de verdad y no como muchos otros que dicen que cambian a motocarro, pero el tipo sigue teniendo diez caballos -esta vez lo terminaron de verdad-, el buen resultado se diluya en el hecho de dónde terminaron esos caballos. ¿Por qué? Porque el Estado no prevé estas cuestiones. No lo prevé desde la asistencia y no lo prevé desde la aplicación de la ley. Porque si la policía es el agente para aplicar la ley, la realidad es que no funciona con los caballos. Insisto mucho con el tema de los caballos porque yo soy de los caballos.
Por ejemplo, veo que existe la patrulla rural -el CPR-, que se ocupa teóricamente de todo ese tema. La respuesta permanente del CPR, cuando tenemos estas cuestiones con caballos, es que ellos se ocupan de las zonas rurales, y entonces tenemos ganado mayor circulando por áreas urbanas y periurbanas; punto uno. Entonces, o capacitamos a la policía bonaerense -digo bonaerense porque estoy en Moreno que es uno de los cordones complicados del Conurbano-, para que pueda hacerse cargo de esto o saquemos los caballos de la calle que es lo que habría que hacer. De paso protegemos a todos los que van circulando por la vía pública, terminamos con los basurales, con la explotación infantil y todo lo que ya se dijo hasta el hartazgo acá. El tema de los caballos en la vía pública es increíblemente obsoleto, cruel, no le encuentro la justificación y no es trabajo para nadie, es riesgo, dolor, peligro, me quedo sin adjetivos realmente.
Hay un tema que lo voy a hacer corto tratando de apurarme. Mencioné animales silvestres y, por ejemplo, pasa mucho que en los countries se reproducen zorros y todas estas especies. Éstas se capturan y se liberan en áreas protegidas, con lo cual se hace un desastre ecológico en esa área protegida donde ya hay una colonia de zorros viviendo. Entonces, a estos animales antes de incorporarlos, habría que esterilizarlos. Eso tiene que estar previsto, no es un ataque a la especie esterilizar a un animal que no está en peligro de extinción.
Otro tema interesante al que me quiero referir es que deberían existir fiscalías especializadas o temáticas. Además, en los colegios de abogados -porque los animales no son ni de los abogados ni de los veterinarios, son de ellos mismos, vamos aclararlo-, tendría que haber alguien que se ocupe de estas cuestiones específicamente. (Aplausos.) Porque nosotros estamos entre criminales, asesinos, mujeres violadas y todo lo demás, con nuestro perrito o caballo machucado. La realidad es que nos dan poca bolilla y tienen razón, hay un montón de cuestiones y no es su especialidad. Por eso necesitamos las fiscalías temáticas y que los colegios de abogados tengan gente que realmente sirva, que apliquen la ley y que no se dediquen a defender a los animales rescatados por una gente en particular sino a los animales en general. El beneficio es para los animales, no para el que los rescató.
Voy a terminar muy rápidamente mi exposición. Me pidieron que por favor no toque el tema de las jineteadas porque acá hay muchas personas que son asiduas a las jineteadas. (Aplausos.)
Me parece vergonzoso, tengo otros adjetivos pero no los voy a mencionar. Me parece terrible que haya grupos que se reúnan para torturar y martirizar a un animal para su diversión, provocando la máxima respuesta defensiva de la que es capaz un herbívoro. Porque el caballo es un herbívoro, es una vaca un poco más alta, con otro tipo de estómago y no tiene rumen, etcétera, detalles que sabemos los veterinarios. Me parece increíble, específicamente cuando está especialmente estipulado en la ley 14.346 que penaliza las parodias donde se hieran o utilicen a los animales. Dígame qué es una jineteada, porque parece la definición de jineteada.
La jineteada es una parodia de doma, donde se hiere y hostiliza al animal, donde se quiebran, donde se mueren, etcétera. Nosotros tenemos caballos rescatados de jineteadas. Lo único que tienen en común todos los caballos descogotados, quebrados y destruidos es la destrucción emocional; son animales irrecuperables.
Recién escuchaba hablar del bienestar animal, del bienestar integral, todas estas cosas que me resultaron muy interesantes, y creo que no hay animal más maltratado que el caballo de jineteada. Desde que tiene seis meses lo torturan y lo hostilizan. Tienen terror, ven un ser humano y ven el diablo. ¡Tienen razón, somos el diablo! (Aplausos.)
Entonces, por favor, porque esto está en la ley, no hay que inventarlo, hay que ponerle el nombre que tiene. Donde dice riña de gallos, está riña de gallos; donde dice carrera de galgos, está carrera de galgos; donde dice jineteada, eso, es una parodia donde se hiere y hostiliza al animal sin ningún tipo de razón o de beneficio, no lo hace útil, sino que es todo lo contrario.
Habiendo desobedecido el mandato inicial, agradezco mucho la posibilidad de expresarme. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Aquí tienen absoluta libertad para plantear los problemas que padecen los animales. Seguramente, uno de los temas que vamos a analizar en algún momento, será el de la pirotecnia.
Tiene la palabra la señora Marta Rubaja en su carácter de proteccionista.
Tiene la palabra la señora Marta Rubaja en su carácter de proteccionista.
SRA. RUBAJA Señor presidente: voy a tratar de ser breve porque creo que se ha reflejado en las distintas alocuciones lo que venimos sufriendo. El discurso de quien me antecedió en el uso de la palabra fue dramático.
Hace un tiempo realicé una presentación a través de las radios de Puerto Madryn vinculada con las pialadas que, además, puede ser igualado a lo que representan las jineteadas. Es decir, cómo se vincula la cultura con la tortura.
Lamentablemente, nuestro gobernador es partícipe de esta situación. Esto se da en la zona cordillerana, más precisamente en poblaciones muy pequeñas que van de los 500 a los 1500 habitantes. Hoy alguien habló acerca de estas prácticas e hizo alusión al diablo.
La conducta humana modificó y transformó todo. Desafortunadamente, el factor humano es el que ha destruido todo. Alguien debe generar un cambio. Esto asusta y preocupa, pues hay sectores que se desentienden y minimizan estos aspectos. Es muy doloroso.
Pido que le demos un lugar a aquel que no puede hacer nada, al que se lo usa, maltrata y destruye. A mí no me dieron indicaciones -como sí lo hicieron con Gabriela Rosas- acerca de lo que podía o no expresar. No somos el ombligo del mundo. (Aplausos.)
Hace un tiempo realicé una presentación a través de las radios de Puerto Madryn vinculada con las pialadas que, además, puede ser igualado a lo que representan las jineteadas. Es decir, cómo se vincula la cultura con la tortura.
Lamentablemente, nuestro gobernador es partícipe de esta situación. Esto se da en la zona cordillerana, más precisamente en poblaciones muy pequeñas que van de los 500 a los 1500 habitantes. Hoy alguien habló acerca de estas prácticas e hizo alusión al diablo.
La conducta humana modificó y transformó todo. Desafortunadamente, el factor humano es el que ha destruido todo. Alguien debe generar un cambio. Esto asusta y preocupa, pues hay sectores que se desentienden y minimizan estos aspectos. Es muy doloroso.
Pido que le demos un lugar a aquel que no puede hacer nada, al que se lo usa, maltrata y destruye. A mí no me dieron indicaciones -como sí lo hicieron con Gabriela Rosas- acerca de lo que podía o no expresar. No somos el ombligo del mundo. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra el doctor Juan Serrá, abogado y docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
SRA. GONZÁLEZ SILVANO Señor presidente: el doctor Serrá
-que es parte de la materia Derecho Animal- se tuvo que retirar. Aclaro que le alcancé a uno de sus asesores un documento que contiene distintos puntos vinculados con las conductas que deberían ser consideradas como maltrato para que ustedes los tengan en cuenta.
-que es parte de la materia Derecho Animal- se tuvo que retirar. Aclaro que le alcancé a uno de sus asesores un documento que contiene distintos puntos vinculados con las conductas que deberían ser consideradas como maltrato para que ustedes los tengan en cuenta.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Muchas gracias. Todo el material que nos quieran entregar queda en la comisión y está a disposición de quien lo solicite.
Tiene la palabra el señor Marcelo Silva, integrante de Amigos por los Animales de la ciudad de Las Flores, provincia de Buenos Aires.
Sr. Silva.- Buenas tardes. Ante todo, estoy muy agradecido por esta oportunidad que nos dan de estar acá una vez más.
Voy a intentar transmitir lo que vivo cotidianamente que, de verdad, es bastante.
Para empezar, comienzo mencionándoles que soy de Las Flores, provincia de Buenos Aires, donde tenemos un grave problema, principalmente con el Estado municipal, con el cual nunca logramos tener una buena relación. Desde el momento en que asumieron nos acercamos y nos ofrecimos para tratar de trabajar en forma conjunta y lo único que recibimos fueron órdenes, directamente, de lo que tenían pensado hacer. Como recién ingresaban, no tenían mucho conocimiento del trabajo en la vía pública con los animales, los perros o la fauna urbana, como se la llama.
Lamentablemente, intentamos querer explicarles que estaban cometiendo errores con esas ideas, que no iban a poder prosperar y que iban a ir directamente al fracaso. Hoy podemos asegurar y confirmar esto después de que ha pasado cierto tiempo de gestión; entraron en el último gobierno, o sea que ya llevan tres años y medio. Claramente se retrocedió.
Tenemos bien en claro por qué la fauna está como está en nuestro lugar. Ciertamente eso ocurre porque tiene nombre y apellido y es el de cada intendente que ha pasado durante los últimos veinte años. Digo esto porque siempre hemos estado presentes, tratando de querer sumar y explicar lo que más o menos -con errores y con aciertos- hemos ido aprendiendo en el transcurso de esos años.
Lamentablemente, no hemos sido escuchados como se debería y por todo eso tenemos una causa penal contra el municipio que ya lleva dos años. ¿Por qué? Porque los perros que levantan los meten en un albergue que, como se ha manifestado acá, es un lugar donde se matan a los animales. Les ponen comida, limpian y después están solos. O sea que eso va a ocurrir y va a seguir ocurriendo.
Justamente ayer, antes de venir, también hubo otros hechos similares y no se dieron más casos de ese tipo porque hemos podido estar nosotros cerca o intentamos evitarlo.
O sea que el problema más grande que tenemos, es lamentable y da tristeza decirlo, es la lucha contra el municipio, que es quien debería dar una respuesta concreta.
He escuchado sobre los 6.000.000 de perros que hay en la provincia, hablo porque es lo que uno más o menos conoce, y no digo que sea mentira, por el contrario, es real. ¿Por qué están? Por las malas acciones del Estado en sí, por no trabajar como corresponde y por no hacer lo que corresponde.
Tal vez en algunos lugares hayan logrado tener la suerte de contar con un intendente un poco más sensible, que haya dado respuestas un poco más acordes a fin de enfrentar el tema, tratando de mantenerlo en cierto orden.
Me animo a decir que en el resto del país claramente lo que sucede es culpa del Estado de cada lugar, porque no se dedican a trabajar en forma seria y como corresponde.
Lamentablemente, en todas las ciudades hay grupos como nosotros que nunca han sido aprovechados, en el buen sentido. Muchos han dicho que estamos dispuestos a enfrentar, a ir a buscar a los animales a cualquier hora, a ofrecer nuestros hogares y a poner dinero. En fin, creo que el Estado ha derrochado todo esto y no lo ha sabido valorar.
En consecuencia, en nombre del grupo y personalmente, quiero decir que avalamos el proyecto presentado y agradecemos al diputado Wechsler.
Avalamos el proyecto porque estamos convencidos de que lo se ha escrito es lo que se debería hacer, bien o mal, estén de acuerdo o no. Quisiera que se nos respete, por lo menos a mí, en tener esa postura porque es lo que yo creo.
Uno de los puntos que se ha tocado fue el de no castrar perras preñadas y me parece que de este modo se mira hacia el futuro y se trata de enseñar, educar y crear responsabilidad. Hoy en día, cuando vienen los propietarios y uno les pregunta cuántos años tiene el animal, no saben; tampoco saben cuándo le hicieron una desparasitación o cuándo va a estar en celo. Por lo tanto, creo que hay que comenzar a apuntar hacia allí.
Cuando una persona viene con un animal en un estado de preñez avanzada, creo que se lo debe mandar a que se haga cargo de esos cachorros, trate ubicarlos y seguirlos; esta sería la mejor forma de crear responsabilidad.
Cambiando de tema, se habló de las jineteadas. Por favor, pedimos que lo tengan en cuenta porque es una de las crueldades más grandes que hay. Lo tratan de camuflar o disfrazar utilizando las palabras tradición, cultura o usos de buenas costumbres; no es eso para nada. Lo que están haciendo es utilizar a los animales. Claramente están todos los domingos en cada ciudad desarrollando una actividad de ese tipo. Lo que hacen, lo vivimos cotidianamente, es matar animales sometiéndolos a crueldades terribles. Esos animales no se pueden recuperar y, lamentablemente, muchos van quedando todos los años en el camino.
Quiero agradecerles por darnos este espacio y trataremos de ir sumando, en lo que podamos. (Aplausos.)
Tiene la palabra el señor Marcelo Silva, integrante de Amigos por los Animales de la ciudad de Las Flores, provincia de Buenos Aires.
Sr. Silva.- Buenas tardes. Ante todo, estoy muy agradecido por esta oportunidad que nos dan de estar acá una vez más.
Voy a intentar transmitir lo que vivo cotidianamente que, de verdad, es bastante.
Para empezar, comienzo mencionándoles que soy de Las Flores, provincia de Buenos Aires, donde tenemos un grave problema, principalmente con el Estado municipal, con el cual nunca logramos tener una buena relación. Desde el momento en que asumieron nos acercamos y nos ofrecimos para tratar de trabajar en forma conjunta y lo único que recibimos fueron órdenes, directamente, de lo que tenían pensado hacer. Como recién ingresaban, no tenían mucho conocimiento del trabajo en la vía pública con los animales, los perros o la fauna urbana, como se la llama.
Lamentablemente, intentamos querer explicarles que estaban cometiendo errores con esas ideas, que no iban a poder prosperar y que iban a ir directamente al fracaso. Hoy podemos asegurar y confirmar esto después de que ha pasado cierto tiempo de gestión; entraron en el último gobierno, o sea que ya llevan tres años y medio. Claramente se retrocedió.
Tenemos bien en claro por qué la fauna está como está en nuestro lugar. Ciertamente eso ocurre porque tiene nombre y apellido y es el de cada intendente que ha pasado durante los últimos veinte años. Digo esto porque siempre hemos estado presentes, tratando de querer sumar y explicar lo que más o menos -con errores y con aciertos- hemos ido aprendiendo en el transcurso de esos años.
Lamentablemente, no hemos sido escuchados como se debería y por todo eso tenemos una causa penal contra el municipio que ya lleva dos años. ¿Por qué? Porque los perros que levantan los meten en un albergue que, como se ha manifestado acá, es un lugar donde se matan a los animales. Les ponen comida, limpian y después están solos. O sea que eso va a ocurrir y va a seguir ocurriendo.
Justamente ayer, antes de venir, también hubo otros hechos similares y no se dieron más casos de ese tipo porque hemos podido estar nosotros cerca o intentamos evitarlo.
O sea que el problema más grande que tenemos, es lamentable y da tristeza decirlo, es la lucha contra el municipio, que es quien debería dar una respuesta concreta.
He escuchado sobre los 6.000.000 de perros que hay en la provincia, hablo porque es lo que uno más o menos conoce, y no digo que sea mentira, por el contrario, es real. ¿Por qué están? Por las malas acciones del Estado en sí, por no trabajar como corresponde y por no hacer lo que corresponde.
Tal vez en algunos lugares hayan logrado tener la suerte de contar con un intendente un poco más sensible, que haya dado respuestas un poco más acordes a fin de enfrentar el tema, tratando de mantenerlo en cierto orden.
Me animo a decir que en el resto del país claramente lo que sucede es culpa del Estado de cada lugar, porque no se dedican a trabajar en forma seria y como corresponde.
Lamentablemente, en todas las ciudades hay grupos como nosotros que nunca han sido aprovechados, en el buen sentido. Muchos han dicho que estamos dispuestos a enfrentar, a ir a buscar a los animales a cualquier hora, a ofrecer nuestros hogares y a poner dinero. En fin, creo que el Estado ha derrochado todo esto y no lo ha sabido valorar.
En consecuencia, en nombre del grupo y personalmente, quiero decir que avalamos el proyecto presentado y agradecemos al diputado Wechsler.
Avalamos el proyecto porque estamos convencidos de que lo se ha escrito es lo que se debería hacer, bien o mal, estén de acuerdo o no. Quisiera que se nos respete, por lo menos a mí, en tener esa postura porque es lo que yo creo.
Uno de los puntos que se ha tocado fue el de no castrar perras preñadas y me parece que de este modo se mira hacia el futuro y se trata de enseñar, educar y crear responsabilidad. Hoy en día, cuando vienen los propietarios y uno les pregunta cuántos años tiene el animal, no saben; tampoco saben cuándo le hicieron una desparasitación o cuándo va a estar en celo. Por lo tanto, creo que hay que comenzar a apuntar hacia allí.
Cuando una persona viene con un animal en un estado de preñez avanzada, creo que se lo debe mandar a que se haga cargo de esos cachorros, trate ubicarlos y seguirlos; esta sería la mejor forma de crear responsabilidad.
Cambiando de tema, se habló de las jineteadas. Por favor, pedimos que lo tengan en cuenta porque es una de las crueldades más grandes que hay. Lo tratan de camuflar o disfrazar utilizando las palabras tradición, cultura o usos de buenas costumbres; no es eso para nada. Lo que están haciendo es utilizar a los animales. Claramente están todos los domingos en cada ciudad desarrollando una actividad de ese tipo. Lo que hacen, lo vivimos cotidianamente, es matar animales sometiéndolos a crueldades terribles. Esos animales no se pueden recuperar y, lamentablemente, muchos van quedando todos los años en el camino.
Quiero agradecerles por darnos este espacio y trataremos de ir sumando, en lo que podamos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Quedan dos oradores.
Tiene la palabra el señor Mauricio Trigo, abogado, director el Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la Ciudad de Dolores.
Tiene la palabra el señor Mauricio Trigo, abogado, director el Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la Ciudad de Dolores.
SR. TRIGO Señor presidente: buenas tardes a todos. Lo primero que quiero hacer es agradecer, primero a las dos comisiones y a los presidentes de cada una de ellas. Luego, a tres personas más: a Vicky González por el espacio que ha generado en esa materia, ya que ha empezado a ser un ámbito académico de discusión y de debate sin bajar líneas; a Sergio Morales, que hoy no está presente, pero que personalmente me ha dado su voto de confianza, me ha enseñado muchas cosas, hemos debatido y me impulsa todo el tiempo a debatir aunque no pensemos igual en algunos puntos y a Susana Dascalaky, que está aquí presente, por haber iniciado un camino que hoy muchos estamos empezando a acompañar. Por último deseo agradecer a los que están presentes, porque se viene debatiendo y formulando las propuestas con respeto, más allá de alguna efusividad de algún orador.
Voy a hablar básicamente de tres puntos. El primero, relativo a las cuestiones fundamentales que creo no deben perderse de vista en cuanto a esta ley que se está tratando de modificar, cambiar, derogar, sustituir.
Como segundo punto, me referiré a algunas cuestiones muy puntuales de algunos proyectos, sin importar de cuál de esos proyectos se trate, porque esto recién empieza. Por último, haré alguna reflexión o conclusión diciendo porqué dije todo lo que dije.
En cuanto a los puntos fundamentales, me parece que el primero -creo que coincidimos muchos, no digo todos- es mantener el carácter de la ley penal. Entiendo que la ley 14.346 puede ser modificada, o aun siendo sustituida, tiene que mantener ese carácter de ley penal complementaria del Código Penal, ser parte del Código Penal.
Sin embargo, considero que no es el mejor camino derogarla y modificarla mediante textos normativos que son mixtos. En todo caso, se podría desdoblar y cada uno irá por su lado.
Dichos textos mixtos -que dejan lugar a la reglamentación- lo único que hacen es generar confusión y alejarnos del foco del asunto, es decir, las víctimas no humanas.
El segundo punto tiene que ver con el mantenimiento del carácter de víctimas no humanas. Las podemos llamar víctimas, sujetos de derecho no humano o persona no humana. El carácter de víctima no puede ser quitado del contenido de la ley 14.346.
Uno de los tantos logros del doctor Antonio Benítez y su grupo de colaboradores al redactar el proyecto fue el de haber incorporado la palabra "víctimas". Esa concepción es lo que nos ha permitido -a quienes nos movemos por los tribunales y las distintas fiscalías- generar esa contradicción constante entre la ley civil y la ley penal. Es decir, lograr que en el ámbito penal se entienda que hablamos de seres vivos, que sienten y tienen conciencia. No estamos hablando de romper un vaso o un televisor sino de matar, amputar, maltratar, encadenar, confinar en una jaula a un perro, un gato o un mono.
El tercer punto tiene que ver con el mantenimiento de la diferenciación entre el maltrato y la crueldad. Es decir, incluir la diferencia en la penalidad.
Considero que hay que generar conciencia judicial. ¿Qué quiero decir? Discutir con un fiscal la aplicación de una probation con una bolsa de tres kilos de alimentos para perros para una persona que salió en su camioneta y le disparó a tres perros logrando matar a dos y herir a otro, es arrancar desde menos diez. Eso no es culpa de la ley 14.346, sino que se debe a la falta de conciencia judicial y de formación. También se debe a no haber incluido en su momento -en el contenido de los programas de las materias que se cursan en las diferentes facultades de Derecho- más contenido acerca de esta temática. Hay gente que viola la ley 14.346 y sabe que es una norma complementaria del Código Penal, pero nada más. Está bien que no se dedique al derecho de los animales no humanos, pero no tiene que ser fiscal y encargarse de este tipo de cuestiones.
Debemos mantener la autonomía de la ley penal 14.346, o el número que tenga. Es decir, no tenemos que mezclar los delitos contra los animales con el ambiente. Al respecto se expidió la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el año 2017 en el marco de la opinión consultiva 23, parágrafo 62. Claramente, dividió las aguas y dijo que los animales no son el medio ambiente y que no se los debe identificar de ese modo. Tenemos la obligación de cuidar el ambiente no solo por nosotros -personas humanas- sino por los demás seres vivos que son independientes del ambiente. Repito: es del año 2017 y se trata de una opinión consultiva en el marco de una causa vinculada con la República de Colombia. Esto lo afirmó a Corte Interamericana de Derechos Humanos y no Mauricio Trigo, yo, absolutamente nadie.
A continuación me voy a referir a los proyectos en tratamiento. Debemos referirnos a las palabras que utilizamos. Una cosa es hablar de mascota o de dueño. Eso significa hablar de amuleto e implica seguir objetivizando a los animales que son seres vivos.
Asimismo, hay proyectos que son contradictorios entre lo que expresan los fundamentos y las partes normativas. Se habla de elevar el bien jurídico tutelado, pero también se refiere a mascotas.
El colega de la localidad de Las Flores se refirió a la obligación estatal. Una ley penal en blanco es una forma de darle al Poder Ejecutivo la posibilidad de que haga lo que quiera. Se trata de una ley penal en blanco con un solo artículo.
Por otro lado, el hecho de que las carreras vuelvan a ser reglamentadas es algo que vuelve a revivirse. Después de la lucha para la concreción de la ley 27.330, me llamó mucho la atención la existencia de proyectos que vuelvan a analizar esto.
Reemplazar riña por pelea, me parece que es una cuestión que se debe tener en cuenta. En todo caso, tienen que ir las dos, porque asociar riña a los gallos y que hoy lo más preocupante sean las peleas de perros, significa que van a volver los que quieren las riñas de gallos, con el mismo fundamento que el proyecto da.
Sí me quiero referir...
Voy a hablar básicamente de tres puntos. El primero, relativo a las cuestiones fundamentales que creo no deben perderse de vista en cuanto a esta ley que se está tratando de modificar, cambiar, derogar, sustituir.
Como segundo punto, me referiré a algunas cuestiones muy puntuales de algunos proyectos, sin importar de cuál de esos proyectos se trate, porque esto recién empieza. Por último, haré alguna reflexión o conclusión diciendo porqué dije todo lo que dije.
En cuanto a los puntos fundamentales, me parece que el primero -creo que coincidimos muchos, no digo todos- es mantener el carácter de la ley penal. Entiendo que la ley 14.346 puede ser modificada, o aun siendo sustituida, tiene que mantener ese carácter de ley penal complementaria del Código Penal, ser parte del Código Penal.
Sin embargo, considero que no es el mejor camino derogarla y modificarla mediante textos normativos que son mixtos. En todo caso, se podría desdoblar y cada uno irá por su lado.
Dichos textos mixtos -que dejan lugar a la reglamentación- lo único que hacen es generar confusión y alejarnos del foco del asunto, es decir, las víctimas no humanas.
El segundo punto tiene que ver con el mantenimiento del carácter de víctimas no humanas. Las podemos llamar víctimas, sujetos de derecho no humano o persona no humana. El carácter de víctima no puede ser quitado del contenido de la ley 14.346.
Uno de los tantos logros del doctor Antonio Benítez y su grupo de colaboradores al redactar el proyecto fue el de haber incorporado la palabra "víctimas". Esa concepción es lo que nos ha permitido -a quienes nos movemos por los tribunales y las distintas fiscalías- generar esa contradicción constante entre la ley civil y la ley penal. Es decir, lograr que en el ámbito penal se entienda que hablamos de seres vivos, que sienten y tienen conciencia. No estamos hablando de romper un vaso o un televisor sino de matar, amputar, maltratar, encadenar, confinar en una jaula a un perro, un gato o un mono.
El tercer punto tiene que ver con el mantenimiento de la diferenciación entre el maltrato y la crueldad. Es decir, incluir la diferencia en la penalidad.
Considero que hay que generar conciencia judicial. ¿Qué quiero decir? Discutir con un fiscal la aplicación de una probation con una bolsa de tres kilos de alimentos para perros para una persona que salió en su camioneta y le disparó a tres perros logrando matar a dos y herir a otro, es arrancar desde menos diez. Eso no es culpa de la ley 14.346, sino que se debe a la falta de conciencia judicial y de formación. También se debe a no haber incluido en su momento -en el contenido de los programas de las materias que se cursan en las diferentes facultades de Derecho- más contenido acerca de esta temática. Hay gente que viola la ley 14.346 y sabe que es una norma complementaria del Código Penal, pero nada más. Está bien que no se dedique al derecho de los animales no humanos, pero no tiene que ser fiscal y encargarse de este tipo de cuestiones.
Debemos mantener la autonomía de la ley penal 14.346, o el número que tenga. Es decir, no tenemos que mezclar los delitos contra los animales con el ambiente. Al respecto se expidió la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el año 2017 en el marco de la opinión consultiva 23, parágrafo 62. Claramente, dividió las aguas y dijo que los animales no son el medio ambiente y que no se los debe identificar de ese modo. Tenemos la obligación de cuidar el ambiente no solo por nosotros -personas humanas- sino por los demás seres vivos que son independientes del ambiente. Repito: es del año 2017 y se trata de una opinión consultiva en el marco de una causa vinculada con la República de Colombia. Esto lo afirmó a Corte Interamericana de Derechos Humanos y no Mauricio Trigo, yo, absolutamente nadie.
A continuación me voy a referir a los proyectos en tratamiento. Debemos referirnos a las palabras que utilizamos. Una cosa es hablar de mascota o de dueño. Eso significa hablar de amuleto e implica seguir objetivizando a los animales que son seres vivos.
Asimismo, hay proyectos que son contradictorios entre lo que expresan los fundamentos y las partes normativas. Se habla de elevar el bien jurídico tutelado, pero también se refiere a mascotas.
El colega de la localidad de Las Flores se refirió a la obligación estatal. Una ley penal en blanco es una forma de darle al Poder Ejecutivo la posibilidad de que haga lo que quiera. Se trata de una ley penal en blanco con un solo artículo.
Por otro lado, el hecho de que las carreras vuelvan a ser reglamentadas es algo que vuelve a revivirse. Después de la lucha para la concreción de la ley 27.330, me llamó mucho la atención la existencia de proyectos que vuelvan a analizar esto.
Reemplazar riña por pelea, me parece que es una cuestión que se debe tener en cuenta. En todo caso, tienen que ir las dos, porque asociar riña a los gallos y que hoy lo más preocupante sean las peleas de perros, significa que van a volver los que quieren las riñas de gallos, con el mismo fundamento que el proyecto da.
Sí me quiero referir...
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Por favor, le solicito que vaya redondeando su exposición.
SR. TRIGO Seré breve.
Los animales no humanos no necesitan la creación de un derecho, no necesitan que les demos, los tienen. Lo único que tenemos que hacer es reconocérselos: son, están, existen.
No necesitábamos, aunque la tenemos, la Declaración de Conciencia de Cambridge de 2012 sobre la conciencia animal. Los animales son conscientes de su existencia y de su finitud, los animales están saltando de los camiones cuando van por las rutas porque no quieren llegar a los mataderos.
Nací en la misma sociedad que me enseñó desde ese entonces a comer carne; es un proceso, son un montón de temas que se abren. Pero los animales son, piensan y resuelven problemas, no los nuestros, resuelven los de ellos. Negarles eso es negar la propia existencia, negar nuestra propia existencia o, del otro lado, es seguir queriendo explotarlos, como sucede por ejemplo con las jineteadas, que se hacen todas las semanas en algunos partidos.
Los animales no humanos no necesitan la creación de un derecho, no necesitan que les demos, los tienen. Lo único que tenemos que hacer es reconocérselos: son, están, existen.
No necesitábamos, aunque la tenemos, la Declaración de Conciencia de Cambridge de 2012 sobre la conciencia animal. Los animales son conscientes de su existencia y de su finitud, los animales están saltando de los camiones cuando van por las rutas porque no quieren llegar a los mataderos.
Nací en la misma sociedad que me enseñó desde ese entonces a comer carne; es un proceso, son un montón de temas que se abren. Pero los animales son, piensan y resuelven problemas, no los nuestros, resuelven los de ellos. Negarles eso es negar la propia existencia, negar nuestra propia existencia o, del otro lado, es seguir queriendo explotarlos, como sucede por ejemplo con las jineteadas, que se hacen todas las semanas en algunos partidos.
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Su tiempo, por favor.
SR. TRIGO Gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Tiene la palabra el último orador de la tarde de esta primera reunión, el doctor Osvaldo Rinaldi, presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires.
SR. RINALDI Gracias, señor diputado, por permitirme participar de esta reunión.
En primer lugar, no solo vengo en representación del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires sino también de COFEVET, que son los colegios veterinarios de la provincia de Mendoza y de Santiago del Estero.
Básicamente, nosotros celebramos que realmente se esté tratando este tema porque el maltrato animal es una problemática que estamos viendo en nuestra profesión.
Esta problemática del maltrato animal ya no es un problema de los veterinarios ni vive en determinado tipo de organizaciones sino que es un problema de la sociedad en su conjunto, tal como este Colegio lo manifestó hace veinte años.
Que se haya llegado a esta instancia no tiene que ver con las ONG ni con los colegios de veterinarios, se debe, en gran parte, a que las autoridades nacionales, provinciales o municipales, no supieron o no quisieron cumplir con el rol que el Estado les dio.
Entonces, yo creo que es bienvenida esta discusión y nosotros, como profesionales de la veterinaria, adherimos a esta discusión. Por supuesto que vamos a tener distintos tipos de opiniones, pero como bien se dijo acá, lo que vamos a buscar es el consenso de todas las ideas aquí presentadas.
Hemos presentado una nota por Secretaría donde, igual que los colegas vecinos de la FeVA, vamos a fundamentar -y quiero ser bien claro en esto- las cuestiones técnicas del ejercicio profesional de la medicina veterinaria. No vamos a cuestionar ninguna de las presentaciones que tengan los distintos proyectos ni la ley en sí.
Simplemente sí quiero remarcar, para que se tenga en cuenta en la futura legislación, dos temas que de alguna manera adelantó un colega y que también varios ya se han manifestado al respecto.
Creo que el tema educación es fundamental, hay que tratar este aspecto, sobre todo la educación primaria, porque estamos cambiando un paradigma social y lo tenemos que hacer entre todos. La educación pasa a ser fundamental en este tema.
Debemos considerar en la futura legislación un tema que no es menor: hoy estamos hablando en todos lados de una sola salud. Una salud significa salud humana y salud animal. Los profesionales veterinarios estamos encargados y somos responsables de cuidar y preservar la salud animal para que el humano preserve su salud.
Entonces, esta cuestión debe ser tenida en cuenta porque si en la norma se incorpora un determinado tipo de artículo, se puede interferir directamente en el accionar del médico veterinario.
Quiero dejar bien en claro que no estamos hablando de temas que hacen a la protección animal sino que están vinculados con la salud pública; y creo que la sociedad en conjunto es responsable de ella.
Agradezco a todos los aquí presentes. Nos esperan varias jornadas de trabajo y justamente el espíritu de la profesión de veterinaria es consensuar las diferencias que podamos tener. Muchas gracias. (Aplausos.)
En primer lugar, no solo vengo en representación del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires sino también de COFEVET, que son los colegios veterinarios de la provincia de Mendoza y de Santiago del Estero.
Básicamente, nosotros celebramos que realmente se esté tratando este tema porque el maltrato animal es una problemática que estamos viendo en nuestra profesión.
Esta problemática del maltrato animal ya no es un problema de los veterinarios ni vive en determinado tipo de organizaciones sino que es un problema de la sociedad en su conjunto, tal como este Colegio lo manifestó hace veinte años.
Que se haya llegado a esta instancia no tiene que ver con las ONG ni con los colegios de veterinarios, se debe, en gran parte, a que las autoridades nacionales, provinciales o municipales, no supieron o no quisieron cumplir con el rol que el Estado les dio.
Entonces, yo creo que es bienvenida esta discusión y nosotros, como profesionales de la veterinaria, adherimos a esta discusión. Por supuesto que vamos a tener distintos tipos de opiniones, pero como bien se dijo acá, lo que vamos a buscar es el consenso de todas las ideas aquí presentadas.
Hemos presentado una nota por Secretaría donde, igual que los colegas vecinos de la FeVA, vamos a fundamentar -y quiero ser bien claro en esto- las cuestiones técnicas del ejercicio profesional de la medicina veterinaria. No vamos a cuestionar ninguna de las presentaciones que tengan los distintos proyectos ni la ley en sí.
Simplemente sí quiero remarcar, para que se tenga en cuenta en la futura legislación, dos temas que de alguna manera adelantó un colega y que también varios ya se han manifestado al respecto.
Creo que el tema educación es fundamental, hay que tratar este aspecto, sobre todo la educación primaria, porque estamos cambiando un paradigma social y lo tenemos que hacer entre todos. La educación pasa a ser fundamental en este tema.
Debemos considerar en la futura legislación un tema que no es menor: hoy estamos hablando en todos lados de una sola salud. Una salud significa salud humana y salud animal. Los profesionales veterinarios estamos encargados y somos responsables de cuidar y preservar la salud animal para que el humano preserve su salud.
Entonces, esta cuestión debe ser tenida en cuenta porque si en la norma se incorpora un determinado tipo de artículo, se puede interferir directamente en el accionar del médico veterinario.
Quiero dejar bien en claro que no estamos hablando de temas que hacen a la protección animal sino que están vinculados con la salud pública; y creo que la sociedad en conjunto es responsable de ella.
Agradezco a todos los aquí presentes. Nos esperan varias jornadas de trabajo y justamente el espíritu de la profesión de veterinaria es consensuar las diferencias que podamos tener. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LIPOVETZKY Damos por finalizada esta primera reunión informativa conjunta de las comisiones de Legislación General y de Legislación Penal de la Cámara de Diputados. Creo que ha sido muy satisfactoria y provechosa.
Pienso que ha quedado claro que tenemos muchos puntos de consenso en los que no cabe duda que tenemos que avanzar; por ejemplo, la cuestión de las penas, las cuales justamente tienen que estar incorporadas al Código Penal para que no haya duda acerca de que son de aplicación en todo el país. También está la cuestión del abandono. En fin, hay muchos temas.
Considero que hay que hacer hincapié en la víctima.
Me parece que realmente hay consenso en todos los puntos.
En cuanto a la zoofilia, ya discutiremos acerca de la definición que le daremos.
En general, son todos temas sobre los que no cabe duda que tenemos que avanzar.
Muchísimas gracias a todos los presentes. Los invito a la próxima reunión fijada para el 9 de abril. Hay un problema de agenda con la Comisión de Legislación Penal, por lo que si no es el 9 será el 10 de abril o en esos días.
Los invito a seguir participando y a que se sigan involucrando. Les pido que nos envíen propuestas de redacción, que tomaremos luego nosotros.
Quienes no hayan podido exponer hoy, pueden anotarse para hacer uso de la palabra en las próximas jornadas.
Estamos muy cerca de dar este paso enorme que significa sancionar en esta Cámara a una nueva ley contra el maltrato animal para proteger a nuestros queridos animales. (Aplausos.)
Muchísimas gracias.
Pienso que ha quedado claro que tenemos muchos puntos de consenso en los que no cabe duda que tenemos que avanzar; por ejemplo, la cuestión de las penas, las cuales justamente tienen que estar incorporadas al Código Penal para que no haya duda acerca de que son de aplicación en todo el país. También está la cuestión del abandono. En fin, hay muchos temas.
Considero que hay que hacer hincapié en la víctima.
Me parece que realmente hay consenso en todos los puntos.
En cuanto a la zoofilia, ya discutiremos acerca de la definición que le daremos.
En general, son todos temas sobre los que no cabe duda que tenemos que avanzar.
Muchísimas gracias a todos los presentes. Los invito a la próxima reunión fijada para el 9 de abril. Hay un problema de agenda con la Comisión de Legislación Penal, por lo que si no es el 9 será el 10 de abril o en esos días.
Los invito a seguir participando y a que se sigan involucrando. Les pido que nos envíen propuestas de redacción, que tomaremos luego nosotros.
Quienes no hayan podido exponer hoy, pueden anotarse para hacer uso de la palabra en las próximas jornadas.
Estamos muy cerca de dar este paso enorme que significa sancionar en esta Cámara a una nueva ley contra el maltrato animal para proteger a nuestros queridos animales. (Aplausos.)
Muchísimas gracias.
Es la hora 17 y 17.