LIBERTAD DE EXPRESION
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- LIBERTAD DE EXPRESION
Reunión del día 04/12/2008
- CON LA PRESENCIA DE REPRESENTANTES DE LAS SIGUIENTES ASOCIACIONES: POR ADIRA, LOS SEÑORES FERNANDO CUELLO Y FELIPE VIDELA; POR LA SOCIEDAD DE DISTRIBUIDORES DE DIARIOS, REVISTAS Y AFINES LOS SEÑORES OSCAR PEPE Y MARTÍN CODO; POR ADEPA EL SEÑOR MARTÍN ETCHEVERS; POR AEDBA, SU PRESIDENTE EL SEÑOR GOWLAND MITRE Y EL SEÑOR PABLO CASEY; POR LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE EDITORES DE REVISTAS, LOS SEÑORES DANIEL RIPOLL Y SANTIAGO MENDIVE
En Buenos Aires, a los cuatro días del mes de diciembre de 2008, a la hora 12 y 54:
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Damos comienzo a la reunión ordinaria de la Comisión de Libertad de Expresión.
Antes de abordar el tema para el que contamos con la presencia de todas las asociaciones periodísticas procederemos a dar dictamen al temario del día de hoy que venimos repitiendo por falta de quórum en esta comisión.
Por aplicación del artículo 108 empezaremos a pasar a la firma los expedientes mientras abordamos el tema que convoca a nuestros invitados.
Se encuentran con nosotros los representantes de las siguientes asociaciones: por ADIRA, los señores Fernando Cuello y Felipe Videla; por la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines los señores Oscar Pepe y Martín Codo; por ADEPA el señor Martín Etchevers; por AEDBA, su presidente el señor Gowland Mitre y el señor Pablo Casey; por la Asociación Argentina de Editores de Revistas, los señores Daniel Ripoll y Santiago Mendive.
Les pediría que a medida que hagan uso de la palabra se vayan presentando para que sus nombres queden correctamente registrados en la versión taquigráfica.
A raíz de los episodios ocurridos el 25 de noviembre último, en relación con el bloqueo a las plantas de distribución de diarios y revistas de La Nación y Clarín, distintos diputados presentamos proyectos de repudio, además de declaraciones públicas, y trabajamos este tema en el ámbito parlamentario.
Por lo tanto, antes de escucharlos quería que tuvieran claro la importancia que se le dio a esta cuestión en el ámbito de la Cámara de Diputados, ya que nos parece lesiva contra la libertad de expresión y un atentado contra nuestros derechos y principios constitucionales.
Actualmente tenemos en estado parlamentario ocho expedientes presentados por distintos diputados, entre ellos el del señor diputado Azcoiti, de la señora diputada Bullrich y el señor diputado Iglesias,
del señor diputado Nieva, de los señores diputados Iglesias, Morandini y Ferro, del señor diputado Collantes, del señor diputado García Hamilton, de la señora diputada Bertol y otros señores diputados y otro expediente de repudio que firmé con los señores diputados Pinedo y Aguad.
Al día siguiente de los hechos y después de esperar alguna declaración del oficialismo respecto de esto que todos habíamos repudiado en conjunto, debíamos avanzar un poco más y preguntar cuáles eran las acciones previstas después de los hechos, pero también cuáles eran las acciones preventivas, porque este era un secreto a voces.
Se sabía durante el año que esto ocurriría. Incluso hubo algunas declaraciones públicas de miembros del sindicato de camioneros que decían que iban por el circuito de distribución de diarios y revistas. Preguntamos en un pedido de informes qué medidas preventivas se tomaron, si había conocimiento del bloqueo mientras sucedía y por qué se está aplicando en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social esta comisión que para nosotros tiene un formato demasiado sui generis. Se dijo que era una conciliación obligatoria pero no hay ni empleados ni patrones; por lo tanto esta conciliación nos suena extraña y por eso lo plasmamos en un proyecto de pedido de informes que esperamos que el oficialismo en algún momento -cuando pueda completarse la comisión- le dé dictamen.
Como las dudas son muchas, además de expresar nuestro repudio e indignación sobre este tema la Comisión de Libertad de Expresión quiere escuchar a los distintos actores para que nos den su visión y nos informen cómo se están llevando adelante estas conversaciones en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Vamos a escuchar a los invitados y después haremos una ronda de preguntas.
Antes de abordar el tema para el que contamos con la presencia de todas las asociaciones periodísticas procederemos a dar dictamen al temario del día de hoy que venimos repitiendo por falta de quórum en esta comisión.
Por aplicación del artículo 108 empezaremos a pasar a la firma los expedientes mientras abordamos el tema que convoca a nuestros invitados.
Se encuentran con nosotros los representantes de las siguientes asociaciones: por ADIRA, los señores Fernando Cuello y Felipe Videla; por la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines los señores Oscar Pepe y Martín Codo; por ADEPA el señor Martín Etchevers; por AEDBA, su presidente el señor Gowland Mitre y el señor Pablo Casey; por la Asociación Argentina de Editores de Revistas, los señores Daniel Ripoll y Santiago Mendive.
Les pediría que a medida que hagan uso de la palabra se vayan presentando para que sus nombres queden correctamente registrados en la versión taquigráfica.
A raíz de los episodios ocurridos el 25 de noviembre último, en relación con el bloqueo a las plantas de distribución de diarios y revistas de La Nación y Clarín, distintos diputados presentamos proyectos de repudio, además de declaraciones públicas, y trabajamos este tema en el ámbito parlamentario.
Por lo tanto, antes de escucharlos quería que tuvieran claro la importancia que se le dio a esta cuestión en el ámbito de la Cámara de Diputados, ya que nos parece lesiva contra la libertad de expresión y un atentado contra nuestros derechos y principios constitucionales.
Actualmente tenemos en estado parlamentario ocho expedientes presentados por distintos diputados, entre ellos el del señor diputado Azcoiti, de la señora diputada Bullrich y el señor diputado Iglesias,
del señor diputado Nieva, de los señores diputados Iglesias, Morandini y Ferro, del señor diputado Collantes, del señor diputado García Hamilton, de la señora diputada Bertol y otros señores diputados y otro expediente de repudio que firmé con los señores diputados Pinedo y Aguad.
Al día siguiente de los hechos y después de esperar alguna declaración del oficialismo respecto de esto que todos habíamos repudiado en conjunto, debíamos avanzar un poco más y preguntar cuáles eran las acciones previstas después de los hechos, pero también cuáles eran las acciones preventivas, porque este era un secreto a voces.
Se sabía durante el año que esto ocurriría. Incluso hubo algunas declaraciones públicas de miembros del sindicato de camioneros que decían que iban por el circuito de distribución de diarios y revistas. Preguntamos en un pedido de informes qué medidas preventivas se tomaron, si había conocimiento del bloqueo mientras sucedía y por qué se está aplicando en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social esta comisión que para nosotros tiene un formato demasiado sui generis. Se dijo que era una conciliación obligatoria pero no hay ni empleados ni patrones; por lo tanto esta conciliación nos suena extraña y por eso lo plasmamos en un proyecto de pedido de informes que esperamos que el oficialismo en algún momento -cuando pueda completarse la comisión- le dé dictamen.
Como las dudas son muchas, además de expresar nuestro repudio e indignación sobre este tema la Comisión de Libertad de Expresión quiere escuchar a los distintos actores para que nos den su visión y nos informen cómo se están llevando adelante estas conversaciones en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Vamos a escuchar a los invitados y después haremos una ronda de preguntas.
SR. CUELLO Soy Fernando Cuello, secretario de la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina, la cual que nuclea a todos los diarios que se editan fuera del ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Lo liminar es un agradecimiento a todos los integrantes de esta Comisión de Libertad de Expresión -por lo menos a los presentes-, y especialmente a su presidenta, por la preocupación que siempre exhiben ante lo que nosotros venimos afrontando y padeciendo ya desde hace un tiempo.
Nos hubiera gustado tratar con ustedes un proyecto de ley que se impulsó hace poco tiempo en relación con la actividad de distribución y venta de diarios, una iniciativa que de plasmarse hubiera impedido o dificultado de una manera ostensible la circulación y venta de diarios en todo el país.
Una consideración global que se nos ocurre hacer en este ámbito es la referida a la situación que están padeciendo los diarios, revistas y medios de comunicación en general de todo el país, porque esta retracción de la actividad económica nos ha empezado a golpear muy fuerte. En el interior se ha notado a partir de la situación que todos conocemos con el conflicto del campo, y creo que ahora es una realidad que alcanza a todos los lugares del país y a todos los medios de comunicación.
Sabemos que nuestra actividad es sensible puesto que vendemos productos prescindibles. Una de las cosas que primero restringe cualquier analista de costos de una empresa cuando tiene dificultades para cerrar su presupuesto es aquello relacionado con nuestra actividad.
Si agregamos algún detalle que tiene que ver con la gráfica, vemos que el precio del papel ha subido 800 por ciento desde 2001, que los precios de tapa han subido entre el 200 y 300 por ciento y que los insumos en general han sufrido aumentos de este orden. Para no agobiarlos, todo este conjunto ligeramente esbozado nos pone en un escenario de crisis realmente importante.
Yendo al tema que nos ocupa, estamos realmente muy preocupados porque son hechos de enorme gravedad claramente comprendidos en las conductas tipificadas por el Código Penal.
Hay una pasividad ante la flagrancia. Asistimos a situaciones delictivas que se producen en forma flagrante, como dice la señora diputada, que son anunciadas con muchísima antelación pero no hay ningún mecanismo que se active por parte del Estado para poner freno a estas situaciones.
Hay una escalada de violencia a nivel sindical general. El hecho que nos conmocionó ayer fue la muerte de un sindicalista en Rosario y las heridas a otros. Parece que estamos entrando en un terreno en el que todo se va a dirimir por la fuerza y que los derechos individuales ya no cuentan.
En este caso particular se ha producido un hecho de enorme gravedad que implica un retroceso institucional significativo. Por primera vez en mucho tiempo esta puja de intereses de la que nosotros somos de algún modo ajenos nos tiene de rehenes. Ni siquiera sabemos si esos intereses son legítimos o espurios, aunque estamos convencidos de que hay ámbitos adecuados para discutirlos establecidos por la ley y de que no puede ser el uso de la fuerza quien los dirima. Ha ocurrido algo de enorme gravedad como el intento de impedir la circulación de dos diarios de enorme importancia por lo que significan institucionalmente en el ámbito de la Capital Federal y en el interior del país.
También se ha impedido la distribución de revistas, porque es un centro de distribución desde donde parten los diarios y un sinnúmero de títulos más. Y por la fuerza se impidió esta circulación.
Claramente no es una medida del tipo de reivindicación sindical, como puede ser un paro, porque si estoy impidiendo la actividad de otra persona, mal puede decirse que estoy haciendo una medida de fuerza o un paro. Creo que intencionadamente se ha generado una confusión -o se ha intentado generar una confusión- diciendo que esto era una medida de fuerza y que nosotros, los editores, en realidad lo que queremos es sustraernos de los derechos de los trabajadores y queremos que ninguna de medida de fuerza alcance a los diarios. No es exacto porque los diarios no tenemos nada contra el derecho de huelga, los diarios hemos padecido o hemos tenido huelgas en nuestros ámbitos, tanto de periodistas, como de gráficos o de lo que sea, y lo hemos resuelto como hemos podido. No hay antecedente alguno que registre que un diario se haya pronunciado en contra del derecho de huelga.
Estamos acá impidiendo la circulación de un diario, una cosa de enorme gravedad porque esto nos remite a épocas de censura. Si por la fuerza yo puedo impedir que salga un diario estamos en una situación de enorme gravedad. Nos preocupa la flagrancia. ¿Cómo nadie interviene, si sabemos positivamente que se está cometiendo un delito? Está claramente tipificado en el Código Penal y nadie hace nada. Esto nos preocupa. O hay anuencia o hay inacción, pero las consecuencias de cualquiera de las dos cosas son muy graves.
Creo que el llamado de atención que surja -y por eso el agradecimiento por la reacción tan inmediata y tan fuerte que han tenido todos ustedes-, esta reacción, tiene que ser muy importante porque tiene que quedar en claro que obviamente aborrecemos cualquier episodio de violencia y que se dirima cualquier discusión de tipo sindical o de lucha de interés por la fuerza, porque estaríamos retrocediendo institucionalmente muchos años en el país, cosa que nadie quiere.
Además, nos metemos con una garantía constitucional; nos metemos con la libertad de prensa. Del mismo modo que aborrecíamos en la época que no tenía vigencia la Constitución Nacional que los diarios tuviéramos que ser revisados antes de salir o que algunas ediciones fueran confiscadas o que algunas empresas fueran desapoderadas de sus legítimos propietarios, por la posición editorial que tenían, o que muchos editores fueran víctimas de acciones violentas, ahora sabemos que es un tiempo pasado que fue muy duro y que obviamente a ese tiempo nadie quiere volver.
Como miembros de los diarios del interior, esto nos afecta institucionalmente y nos afecta como sector. Cualquiera de estas acciones que se propale nuevamente con seguridad nos va a alcanzar a nosotros también, y vamos a estar en esta misma situación por la que han padecido los diarios y las revistas que se distribuyen en la Capital Federal.
Lo liminar es un agradecimiento a todos los integrantes de esta Comisión de Libertad de Expresión -por lo menos a los presentes-, y especialmente a su presidenta, por la preocupación que siempre exhiben ante lo que nosotros venimos afrontando y padeciendo ya desde hace un tiempo.
Nos hubiera gustado tratar con ustedes un proyecto de ley que se impulsó hace poco tiempo en relación con la actividad de distribución y venta de diarios, una iniciativa que de plasmarse hubiera impedido o dificultado de una manera ostensible la circulación y venta de diarios en todo el país.
Una consideración global que se nos ocurre hacer en este ámbito es la referida a la situación que están padeciendo los diarios, revistas y medios de comunicación en general de todo el país, porque esta retracción de la actividad económica nos ha empezado a golpear muy fuerte. En el interior se ha notado a partir de la situación que todos conocemos con el conflicto del campo, y creo que ahora es una realidad que alcanza a todos los lugares del país y a todos los medios de comunicación.
Sabemos que nuestra actividad es sensible puesto que vendemos productos prescindibles. Una de las cosas que primero restringe cualquier analista de costos de una empresa cuando tiene dificultades para cerrar su presupuesto es aquello relacionado con nuestra actividad.
Si agregamos algún detalle que tiene que ver con la gráfica, vemos que el precio del papel ha subido 800 por ciento desde 2001, que los precios de tapa han subido entre el 200 y 300 por ciento y que los insumos en general han sufrido aumentos de este orden. Para no agobiarlos, todo este conjunto ligeramente esbozado nos pone en un escenario de crisis realmente importante.
Yendo al tema que nos ocupa, estamos realmente muy preocupados porque son hechos de enorme gravedad claramente comprendidos en las conductas tipificadas por el Código Penal.
Hay una pasividad ante la flagrancia. Asistimos a situaciones delictivas que se producen en forma flagrante, como dice la señora diputada, que son anunciadas con muchísima antelación pero no hay ningún mecanismo que se active por parte del Estado para poner freno a estas situaciones.
Hay una escalada de violencia a nivel sindical general. El hecho que nos conmocionó ayer fue la muerte de un sindicalista en Rosario y las heridas a otros. Parece que estamos entrando en un terreno en el que todo se va a dirimir por la fuerza y que los derechos individuales ya no cuentan.
En este caso particular se ha producido un hecho de enorme gravedad que implica un retroceso institucional significativo. Por primera vez en mucho tiempo esta puja de intereses de la que nosotros somos de algún modo ajenos nos tiene de rehenes. Ni siquiera sabemos si esos intereses son legítimos o espurios, aunque estamos convencidos de que hay ámbitos adecuados para discutirlos establecidos por la ley y de que no puede ser el uso de la fuerza quien los dirima. Ha ocurrido algo de enorme gravedad como el intento de impedir la circulación de dos diarios de enorme importancia por lo que significan institucionalmente en el ámbito de la Capital Federal y en el interior del país.
También se ha impedido la distribución de revistas, porque es un centro de distribución desde donde parten los diarios y un sinnúmero de títulos más. Y por la fuerza se impidió esta circulación.
Claramente no es una medida del tipo de reivindicación sindical, como puede ser un paro, porque si estoy impidiendo la actividad de otra persona, mal puede decirse que estoy haciendo una medida de fuerza o un paro. Creo que intencionadamente se ha generado una confusión -o se ha intentado generar una confusión- diciendo que esto era una medida de fuerza y que nosotros, los editores, en realidad lo que queremos es sustraernos de los derechos de los trabajadores y queremos que ninguna de medida de fuerza alcance a los diarios. No es exacto porque los diarios no tenemos nada contra el derecho de huelga, los diarios hemos padecido o hemos tenido huelgas en nuestros ámbitos, tanto de periodistas, como de gráficos o de lo que sea, y lo hemos resuelto como hemos podido. No hay antecedente alguno que registre que un diario se haya pronunciado en contra del derecho de huelga.
Estamos acá impidiendo la circulación de un diario, una cosa de enorme gravedad porque esto nos remite a épocas de censura. Si por la fuerza yo puedo impedir que salga un diario estamos en una situación de enorme gravedad. Nos preocupa la flagrancia. ¿Cómo nadie interviene, si sabemos positivamente que se está cometiendo un delito? Está claramente tipificado en el Código Penal y nadie hace nada. Esto nos preocupa. O hay anuencia o hay inacción, pero las consecuencias de cualquiera de las dos cosas son muy graves.
Creo que el llamado de atención que surja -y por eso el agradecimiento por la reacción tan inmediata y tan fuerte que han tenido todos ustedes-, esta reacción, tiene que ser muy importante porque tiene que quedar en claro que obviamente aborrecemos cualquier episodio de violencia y que se dirima cualquier discusión de tipo sindical o de lucha de interés por la fuerza, porque estaríamos retrocediendo institucionalmente muchos años en el país, cosa que nadie quiere.
Además, nos metemos con una garantía constitucional; nos metemos con la libertad de prensa. Del mismo modo que aborrecíamos en la época que no tenía vigencia la Constitución Nacional que los diarios tuviéramos que ser revisados antes de salir o que algunas ediciones fueran confiscadas o que algunas empresas fueran desapoderadas de sus legítimos propietarios, por la posición editorial que tenían, o que muchos editores fueran víctimas de acciones violentas, ahora sabemos que es un tiempo pasado que fue muy duro y que obviamente a ese tiempo nadie quiere volver.
Como miembros de los diarios del interior, esto nos afecta institucionalmente y nos afecta como sector. Cualquiera de estas acciones que se propale nuevamente con seguridad nos va a alcanzar a nosotros también, y vamos a estar en esta misma situación por la que han padecido los diarios y las revistas que se distribuyen en la Capital Federal.
SR. ETCHEVERS Señora presidenta: mi nombre es Martín Etchevers y vengo en representación de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA). Soy secretario general de la entidad y obviamente me sumo a los conceptos que acaba de expresar el colega de Adira.
Adepa fue la entidad que inmediatamente después de conocido el hecho emitió un comunicado donde expresaba su condena y su preocupación y repudio por un bloqueo claramente ilegal. Está en juego no sólo un precepto constitucional que, además de garantizar la libertad de prensa, establece específicamente la abolición de la censura previa, y hay que entender que censura previa no es sólo la que ejerce el Estado sino la que ponen en este caso sectores particulares cuando impiden la distribución y la comercialización de un medio.
Además, esto es muy claro: la afrenta constitucional que implica para la sociedad el hecho de no poder contar con los medios de información ha generado -incluso para el legislador- la tipificación de un delito penal, tal como figura en el artículo 161 del código que específicamente tipifica la obstaculización o el impedimento a la circulación de publicaciones.
En este caso se tipificaba tanto la afrenta constitucional como la presunta comisión de un delito penal.
La gravedad institucional de este tema tiene que ver no sólo con el hecho en tanto se dio -y los colegas presentes ya van a expresar los pormenores- sino con la especificación de un conflicto. Los supuestos trabajadores que se decían reclamar no eran tales, eran personas de otras industrias, no del sector de diarios, edición o distribución.
El supuesto lugar en el que reclamaban tampoco era el de los empleadores. Seguramente ya lo van a explicar los colegas pero cabe aclarar que los editores de diarios y revistas no tienen más que una relación comercial ya que venden sus productos.
Para ADEPA esta escenificación intenta entorpecer la circulación. En el caso de los diarios fue así, ya que la circulación se demoró por un par de horas lo que produjo un aumento del crecimiento logístico. En el caso de las revistas hubo un día en el que no se distribuyó una cantidad importante y ello significa un agravio que hacía mucho no se veía en la Argentina.
Realmente nos preocupa que esto pueda ser la punta de lanza a formas de ejercicio totalitario del poder en la Argentina. En este caso se produjo este tipo de conflicto en el que por la fuerza algunos sectores intentan tomar las calles para dirimirlo, pero además se agrega la imposibilidad de que la sociedad esté informada.
ADEPA es una entidad que más que la defensa gremial de los editores ejerce la vigilancia sobre la libertad de prensa en la Argentina. Claramente desde el principio percibimos que este era un episodio que afectaba la libertad de prensa en cuanto impidió la circulación de diarios y revistas.
Por esa razón, asumimos que estas cuestiones se diriman en el ámbito correspondiente para que se preserve la paz social, se respete el derecho de las personas y bienes a trasladarse por el territorio nacional y básicamente se respete la libertad de expresión.
Adepa fue la entidad que inmediatamente después de conocido el hecho emitió un comunicado donde expresaba su condena y su preocupación y repudio por un bloqueo claramente ilegal. Está en juego no sólo un precepto constitucional que, además de garantizar la libertad de prensa, establece específicamente la abolición de la censura previa, y hay que entender que censura previa no es sólo la que ejerce el Estado sino la que ponen en este caso sectores particulares cuando impiden la distribución y la comercialización de un medio.
Además, esto es muy claro: la afrenta constitucional que implica para la sociedad el hecho de no poder contar con los medios de información ha generado -incluso para el legislador- la tipificación de un delito penal, tal como figura en el artículo 161 del código que específicamente tipifica la obstaculización o el impedimento a la circulación de publicaciones.
En este caso se tipificaba tanto la afrenta constitucional como la presunta comisión de un delito penal.
La gravedad institucional de este tema tiene que ver no sólo con el hecho en tanto se dio -y los colegas presentes ya van a expresar los pormenores- sino con la especificación de un conflicto. Los supuestos trabajadores que se decían reclamar no eran tales, eran personas de otras industrias, no del sector de diarios, edición o distribución.
El supuesto lugar en el que reclamaban tampoco era el de los empleadores. Seguramente ya lo van a explicar los colegas pero cabe aclarar que los editores de diarios y revistas no tienen más que una relación comercial ya que venden sus productos.
Para ADEPA esta escenificación intenta entorpecer la circulación. En el caso de los diarios fue así, ya que la circulación se demoró por un par de horas lo que produjo un aumento del crecimiento logístico. En el caso de las revistas hubo un día en el que no se distribuyó una cantidad importante y ello significa un agravio que hacía mucho no se veía en la Argentina.
Realmente nos preocupa que esto pueda ser la punta de lanza a formas de ejercicio totalitario del poder en la Argentina. En este caso se produjo este tipo de conflicto en el que por la fuerza algunos sectores intentan tomar las calles para dirimirlo, pero además se agrega la imposibilidad de que la sociedad esté informada.
ADEPA es una entidad que más que la defensa gremial de los editores ejerce la vigilancia sobre la libertad de prensa en la Argentina. Claramente desde el principio percibimos que este era un episodio que afectaba la libertad de prensa en cuanto impidió la circulación de diarios y revistas.
Por esa razón, asumimos que estas cuestiones se diriman en el ámbito correspondiente para que se preserve la paz social, se respete el derecho de las personas y bienes a trasladarse por el territorio nacional y básicamente se respete la libertad de expresión.
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Tiene la palabra el señor Gowland Mitre.
SR. GOWLAND MITRE Soy Alberto Gowland Mitre, presidente de AEDBA, Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires.
En primer lugar, quiero agradecer a la comisión por habernos invitado a participar de esta reunión. Asimismo, quiero agradecer a todos los diputados que han presentado proyectos de repudio a este hecho que desde nuestra entidad también hemos repudiado con dos solicitadas publicadas recientemente -una de ellas en el día de hoy.
Para no repetir lo que se ha dicho y se dirá voy a señalar solamente un aspecto. Desde nuestra entidad nos sorprende y repudiamos el hecho de que se utilice la excusa de un conflicto sindical para un acto típicamente intimidatorio.
Esto ha sido una presión dirigida a dos de los matutinos que forman parte de nuestra entidad en forma simultánea y es un clarísimo acto de presión -de intimidación- que se puede juzgar por las declaraciones de algunos de los representantes que se encontraban allí, que por ejemplo dijeron: "en tres o cuatro días iban a tener que buscar los diarios nadie sabe bien dónde".
De modo que no tengo ninguna duda de que esto no tiene nada que ver con la sociedad de distribuidores sino con los aspectos formales.
En el fondo esto apunta a ser una presión a la libertad de prensa y a los medios gráficos en nuestro país. Lo que más nos escandaliza y nos preocupa es la utilización de vías de hecho.
La circunstancia de que se pretenda controlar con un sindicato la circulación de los diarios es una forma de entregarle a alguien una mordaza a la libertad de opinión y de prensa. En cincuenta años no nos había sucedido jamás algo así entre las sociedades de distribución de diarios y revistas. Hemos tenido diferencias, pero nunca algo como esto.
Queremos agradecer a la Comisión y repudiar esta maniobra. El supuesto conflicto sindical es muy fácil de resolver y no apunta a esta cuestión.
En primer lugar, quiero agradecer a la comisión por habernos invitado a participar de esta reunión. Asimismo, quiero agradecer a todos los diputados que han presentado proyectos de repudio a este hecho que desde nuestra entidad también hemos repudiado con dos solicitadas publicadas recientemente -una de ellas en el día de hoy.
Para no repetir lo que se ha dicho y se dirá voy a señalar solamente un aspecto. Desde nuestra entidad nos sorprende y repudiamos el hecho de que se utilice la excusa de un conflicto sindical para un acto típicamente intimidatorio.
Esto ha sido una presión dirigida a dos de los matutinos que forman parte de nuestra entidad en forma simultánea y es un clarísimo acto de presión -de intimidación- que se puede juzgar por las declaraciones de algunos de los representantes que se encontraban allí, que por ejemplo dijeron: "en tres o cuatro días iban a tener que buscar los diarios nadie sabe bien dónde".
De modo que no tengo ninguna duda de que esto no tiene nada que ver con la sociedad de distribuidores sino con los aspectos formales.
En el fondo esto apunta a ser una presión a la libertad de prensa y a los medios gráficos en nuestro país. Lo que más nos escandaliza y nos preocupa es la utilización de vías de hecho.
La circunstancia de que se pretenda controlar con un sindicato la circulación de los diarios es una forma de entregarle a alguien una mordaza a la libertad de opinión y de prensa. En cincuenta años no nos había sucedido jamás algo así entre las sociedades de distribución de diarios y revistas. Hemos tenido diferencias, pero nunca algo como esto.
Queremos agradecer a la Comisión y repudiar esta maniobra. El supuesto conflicto sindical es muy fácil de resolver y no apunta a esta cuestión.
SR. CASEY Soy Pablo Casey, vicepresidente de la Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires.
Para no ser repetitivo y no tomar mucho tiempo, coincido con todo lo que se ha expresado aquí. Agradezco mucho realmente la preocupación que han tenido todos los señores diputados, sobre todo los presentes, y los proyectos que se han emitido en repudio de lo ocurrido.
Esto no es más que uno de los tantos actos violentos a los cuales lamentablemente nos estamos acostumbrando en la Argentina. Lo de ayer fue un claro ejemplo y hoy en nuestras páginas del diario "Clarín" lo hemos expresado muy bien.
Con la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines tenemos ya más de cincuenta años de relación comercial impecable e intachable. Nos hemos peleado mil veces dado que ellos tienen sus intereses y nosotros los nuestros, pero jamás en ninguna acción nos hemos visto violentados o hemos pensado que al día siguiente no se haría la distribución porque ellos manejan nuestro producto. Es fundamental tener en cuenta que tenemos más de cincuenta años de relación.
Con estos hombres del sindicato de camioneros -que en las fotos ustedes verán cómo se expresan, más allá de que pueden expresarse con libertad-, en un poco más de dos horas nosotros vimos lo que no pasó nunca en cincuenta años. Por eso estamos muy preocupados y por eso nos hemos expresado como lo hemos hecho a través de nuestro diario, a través de "La Nación" y de todos los diarios de la República Argentina porque queremos que de una vez por todas esto se acabe, que empecemos a pensar todos los argentinos en un país en serio, para adelante y con futuro, y no con estas cosas que nos hacen retroceder y nos llevan a una decadencia que cada vez mayor.
Simplemente, quiero agradecer mucho la amable atención que han tenido con nosotros.
Para no ser repetitivo y no tomar mucho tiempo, coincido con todo lo que se ha expresado aquí. Agradezco mucho realmente la preocupación que han tenido todos los señores diputados, sobre todo los presentes, y los proyectos que se han emitido en repudio de lo ocurrido.
Esto no es más que uno de los tantos actos violentos a los cuales lamentablemente nos estamos acostumbrando en la Argentina. Lo de ayer fue un claro ejemplo y hoy en nuestras páginas del diario "Clarín" lo hemos expresado muy bien.
Con la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines tenemos ya más de cincuenta años de relación comercial impecable e intachable. Nos hemos peleado mil veces dado que ellos tienen sus intereses y nosotros los nuestros, pero jamás en ninguna acción nos hemos visto violentados o hemos pensado que al día siguiente no se haría la distribución porque ellos manejan nuestro producto. Es fundamental tener en cuenta que tenemos más de cincuenta años de relación.
Con estos hombres del sindicato de camioneros -que en las fotos ustedes verán cómo se expresan, más allá de que pueden expresarse con libertad-, en un poco más de dos horas nosotros vimos lo que no pasó nunca en cincuenta años. Por eso estamos muy preocupados y por eso nos hemos expresado como lo hemos hecho a través de nuestro diario, a través de "La Nación" y de todos los diarios de la República Argentina porque queremos que de una vez por todas esto se acabe, que empecemos a pensar todos los argentinos en un país en serio, para adelante y con futuro, y no con estas cosas que nos hacen retroceder y nos llevan a una decadencia que cada vez mayor.
Simplemente, quiero agradecer mucho la amable atención que han tenido con nosotros.
SR. MENDIVE Soy Santiago Mendive, presidente de la Asociación Argentina de Editores de Revistas, tanto para la Capital como para el interior del país.
Adhiero a lo dicho, pero a nosotros sí nos pararon más de ochenta títulos como revista "Pronto", que es una de las que más vende en la Argentina. Estamos muy preocupados.
Ese día tuve una reunión con cerca de cuarenta editores para ver qué hacer. Una de las preguntas era cómo prevenir estos hechos. Con nuestros socios pusimos más seguridad, ¿pero cómo hacemos para detener a doscientas personas con palos? Es imposible.
Lo que tratamos de hacer es tan sólo realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible. En sesenta años que existe esta institución nunca nos había pasado; es la primera vez que nos paran las revistas.
Nosotros también adherimos a todo lo que dijeron los representantes de los diarios y editamos nuestras solicitadas.
Por último, agradezco mucho lo que están haciendo para ayudarnos.
Adhiero a lo dicho, pero a nosotros sí nos pararon más de ochenta títulos como revista "Pronto", que es una de las que más vende en la Argentina. Estamos muy preocupados.
Ese día tuve una reunión con cerca de cuarenta editores para ver qué hacer. Una de las preguntas era cómo prevenir estos hechos. Con nuestros socios pusimos más seguridad, ¿pero cómo hacemos para detener a doscientas personas con palos? Es imposible.
Lo que tratamos de hacer es tan sólo realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible. En sesenta años que existe esta institución nunca nos había pasado; es la primera vez que nos paran las revistas.
Nosotros también adherimos a todo lo que dijeron los representantes de los diarios y editamos nuestras solicitadas.
Por último, agradezco mucho lo que están haciendo para ayudarnos.
SR. RIPOLL Soy Daniel Ripoll, secretario de la Asociación Argentina de Editores de Revistas y miembro del Consejo de la CEMCI.
Quiero recordar a García Márquez, porque esto fue la crónica de una presión anunciada. Todos sabemos de qué se trata -por lo menos los que estamos aquí-, pero nunca se habían producido hechos como este.
Yo lo comparo con qué hubiera pasado si en lugar del servicio a informarse se hubiese parado el servicio eléctrico, si hubieran cortado la electricidad. Esto es un servicio público también, y en realidad a quien se le cortó la información es al público, no sólo a los editores.
Como dijo uno de mis colegas, nosotros deberíamos pensar sin privilegiar a nadie que tenemos que hacer algo para que esto no pueda ser materia de especulación de algún sector. En sesenta años, a pesar de todas las controversias que podamos haber tenido o alguna huelga, la gente nunca tuvo que verse privada de la información por una disputa.
Deberíamos pensar sobre la idea de que el status quo que tenemos existe por alguna razón. Si mañana debiéramos depender de un sindicato para que las publicaciones lleguen al público, nos veríamos ante un escenario que la altura de la democracia lograda, tanto en este país como en muchos otros que tienen sistemas similares de información, ya no lo permite.
Por lo tanto, creo que es interesante escuchar la palabra de quienes están haciendo la distribución hoy, con quienes no siempre estamos absolutamente de acuerdo. Pero recalco que siempre hemos respetado el derecho a la información del público, que me parece que es lo liminar en este asunto.
Quiero recordar a García Márquez, porque esto fue la crónica de una presión anunciada. Todos sabemos de qué se trata -por lo menos los que estamos aquí-, pero nunca se habían producido hechos como este.
Yo lo comparo con qué hubiera pasado si en lugar del servicio a informarse se hubiese parado el servicio eléctrico, si hubieran cortado la electricidad. Esto es un servicio público también, y en realidad a quien se le cortó la información es al público, no sólo a los editores.
Como dijo uno de mis colegas, nosotros deberíamos pensar sin privilegiar a nadie que tenemos que hacer algo para que esto no pueda ser materia de especulación de algún sector. En sesenta años, a pesar de todas las controversias que podamos haber tenido o alguna huelga, la gente nunca tuvo que verse privada de la información por una disputa.
Deberíamos pensar sobre la idea de que el status quo que tenemos existe por alguna razón. Si mañana debiéramos depender de un sindicato para que las publicaciones lleguen al público, nos veríamos ante un escenario que la altura de la democracia lograda, tanto en este país como en muchos otros que tienen sistemas similares de información, ya no lo permite.
Por lo tanto, creo que es interesante escuchar la palabra de quienes están haciendo la distribución hoy, con quienes no siempre estamos absolutamente de acuerdo. Pero recalco que siempre hemos respetado el derecho a la información del público, que me parece que es lo liminar en este asunto.
SR. PEPE Soy Oscar Pepe, secretario gremial de la Asociación de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines.
En primer lugar, quiero agradecer la muestra de solidaridad y apoyo de muchos de los presentes que tuvimos a raíz de estos hechos.
Deseo manifestar que bajo la idea de un encuadre sindical que no tiene más que un trasfondo político hemos tenido hechos violentos desde aproximadamente agosto del año pasado, con agresiones a algunos integrantes de la Comisión Directiva y a muchachos que trabajan en los camiones -nos han incendiado algunas culatas de camiones- sobre lo que hemos hecho las denuncias pertinentes.
Esta situación que se da porque sabemos que se quiere avanzar a través del encuadre sindical. Nosotros somos una entidad gremial, con personería gremial número 50, nacidos en 1945. Hemos tenido la posibilidad de distribuir en más de sesenta años, más de veintidós mil días, publicaciones para sesenta editores asociados y casi cuatrocientos editores de revistas no asociados, desde ocho editores de diarios asociados hasta un total de diecisiete en el conjunto, todos los días y desde siempre.
Creemos que gracias a este armado que tenemos en este sistema podemos garantizar la pluralidad informativa, cosa que creemos que se quiere cercenar de alguna manera. En algún aspecto, nosotros esperamos la ayuda de ustedes.
En el aspecto particular, estamos defendiendo nuestros derechos en el Ministerio de Trabajo, dado que es nuestra autoridad de aplicación. Quiero aclarar algo respecto de los convenios colectivos de trabajo. En realidad, nosotros somos trabajadores independientes agrupados en cooperativas. A raíz de estos hechos -donde lamentablemente algunos muchachos fueron agredidos, no permitiendo la entrada ni salida de camiones ni de los trabajadores, y donde hubo piedras y se rompieron hasta las cámaras de seguridad- no se nos permitió salir con 84 títulos de revistas.
Los hechos comenzaron a partir de las cuatro de la tarde. Primero fueron tomando galpones donde algunos distribuidores de algunas cooperativas cercanas a la zona hacen el trabajo diariamente. Ahí hubo aproximadamente unas 40 personas. Cerca de 70 u 80 tomaron el centro de distribución, donde -decía- no nos dejaron ni entrar ni salir, y aproximadamente 180 personas fueron a las plantas de Clarín y La Nación.
A partir de esa situación tuvimos un llamado del ministro de Trabajo, el señor Carlos Tomada, para invitarnos a una reunión para ver de qué manera se podía solucionar esta situación. Participamos. Se armó una comisión entre el sindicato de camioneros, la Sociedad de Distribuidores y el Ministerio de Trabajo que empezó el lunes pasado. Hoy por la tarde debería seguir esta negociación. Consideramos, en primera instancia, que fueron muy difíciles -casi imposibles- de tratar.
Agradecemos esta posiblidad y estamos dispuestos a cualquier consulta.
En primer lugar, quiero agradecer la muestra de solidaridad y apoyo de muchos de los presentes que tuvimos a raíz de estos hechos.
Deseo manifestar que bajo la idea de un encuadre sindical que no tiene más que un trasfondo político hemos tenido hechos violentos desde aproximadamente agosto del año pasado, con agresiones a algunos integrantes de la Comisión Directiva y a muchachos que trabajan en los camiones -nos han incendiado algunas culatas de camiones- sobre lo que hemos hecho las denuncias pertinentes.
Esta situación que se da porque sabemos que se quiere avanzar a través del encuadre sindical. Nosotros somos una entidad gremial, con personería gremial número 50, nacidos en 1945. Hemos tenido la posibilidad de distribuir en más de sesenta años, más de veintidós mil días, publicaciones para sesenta editores asociados y casi cuatrocientos editores de revistas no asociados, desde ocho editores de diarios asociados hasta un total de diecisiete en el conjunto, todos los días y desde siempre.
Creemos que gracias a este armado que tenemos en este sistema podemos garantizar la pluralidad informativa, cosa que creemos que se quiere cercenar de alguna manera. En algún aspecto, nosotros esperamos la ayuda de ustedes.
En el aspecto particular, estamos defendiendo nuestros derechos en el Ministerio de Trabajo, dado que es nuestra autoridad de aplicación. Quiero aclarar algo respecto de los convenios colectivos de trabajo. En realidad, nosotros somos trabajadores independientes agrupados en cooperativas. A raíz de estos hechos -donde lamentablemente algunos muchachos fueron agredidos, no permitiendo la entrada ni salida de camiones ni de los trabajadores, y donde hubo piedras y se rompieron hasta las cámaras de seguridad- no se nos permitió salir con 84 títulos de revistas.
Los hechos comenzaron a partir de las cuatro de la tarde. Primero fueron tomando galpones donde algunos distribuidores de algunas cooperativas cercanas a la zona hacen el trabajo diariamente. Ahí hubo aproximadamente unas 40 personas. Cerca de 70 u 80 tomaron el centro de distribución, donde -decía- no nos dejaron ni entrar ni salir, y aproximadamente 180 personas fueron a las plantas de Clarín y La Nación.
A partir de esa situación tuvimos un llamado del ministro de Trabajo, el señor Carlos Tomada, para invitarnos a una reunión para ver de qué manera se podía solucionar esta situación. Participamos. Se armó una comisión entre el sindicato de camioneros, la Sociedad de Distribuidores y el Ministerio de Trabajo que empezó el lunes pasado. Hoy por la tarde debería seguir esta negociación. Consideramos, en primera instancia, que fueron muy difíciles -casi imposibles- de tratar.
Agradecemos esta posiblidad y estamos dispuestos a cualquier consulta.
SRA. MORANDINI Quiero agradecerles por su presencia.
Dejando las consideraciones para después, quiero pedirles que nos informen cómo es la relación con el distribuidor y qué es lo que se negocia dentro del ministerio.
Dejando las consideraciones para después, quiero pedirles que nos informen cómo es la relación con el distribuidor y qué es lo que se negocia dentro del ministerio.
SR. GOWLANDO MITRE La relación con la Sociedad de Distribuidores, por lo menos de parte de los diarios, es que ellos nos compran nuestros productos, los llevan, los distribuyen y, a su vez, se los revenden a los puestos de los canillitas, quienes, a su vez, los venden al público. Esto es lo que se da en llamar el sistema, la cadena o el mecanismo por el cual los diarios van llegando a unos y otros.
La Sociedad de Distribuidores nos ha garantizado siempre la entrega y el pronto pago. Se ocupan ellos, nos pagan y no tenemos absolutamente nada que ver con el resto de la mecánica.
Lo único que queda por agregar, y como diputados lo conocen por otros temas que se han tratado aquí, es que existe el derecho de devolución. Es decir, los ejemplares que no se venden vuelven por toda la cadena y los diarios tienen la obligación de recibir los ejemplares que no se han vendido. Se trata de una relación de compraventa comercial normal.
La Sociedad de Distribuidores nos ha garantizado siempre la entrega y el pronto pago. Se ocupan ellos, nos pagan y no tenemos absolutamente nada que ver con el resto de la mecánica.
Lo único que queda por agregar, y como diputados lo conocen por otros temas que se han tratado aquí, es que existe el derecho de devolución. Es decir, los ejemplares que no se venden vuelven por toda la cadena y los diarios tienen la obligación de recibir los ejemplares que no se han vendido. Se trata de una relación de compraventa comercial normal.
SR. ETCHEVERS En los mismos medios de transporte se trasladan diferentes diarios y revistas de distintos editores. Como decía el señor Gowland Mitre existen más de sesenta editores diferentes y todos utilizan el mismo sistema.
De alguna manera esto provoca que no dependan de ningun editor en particular sino que brinden el servicio a todos en general, más allá de que cada sector pertenece a una empresa diferente. Los cientos de títulos que se ven en los quioscos van por el mismo sistema y son de distintos editores y propietarios.
De alguna manera esto provoca que no dependan de ningun editor en particular sino que brinden el servicio a todos en general, más allá de que cada sector pertenece a una empresa diferente. Los cientos de títulos que se ven en los quioscos van por el mismo sistema y son de distintos editores y propietarios.
SR. GOWLAND MITRE Respondo a la pregunta formulada en relación con la intervención del Ministerio de Trabajo.
SRA. MORANDINI ¿Qué estaba negociando el Ministerio de Trabajo?
SR. GOWLAND MITRE Qué estaban negociando, eso lo saben ellos.
Sí puedo responder que el Ministerio de Trabajo interviene porque el decreto 1025, que nos ha ocupado más de una vez, estableció que en dicho ministerio funcione una comisión fiscalizadora de la venta de diarios y revistas. Las competencias de esa comisión son dos: el derecho de devolución y la estabilidad de parada.
Es decir, la comisión controla que se respete tanto el derecho de devolución como la estabilidad de parada, o de la línea de recorrido en el caso de los señores de la sociedad. Está integrada por representantes de la sociedad de distribuidores, del sindicato de vendedores y de la asociación de editores, AEDBA.
En nuestro caso esta es la única competencia específica que tiene el Ministerio de Trabajo.
Sí puedo responder que el Ministerio de Trabajo interviene porque el decreto 1025, que nos ha ocupado más de una vez, estableció que en dicho ministerio funcione una comisión fiscalizadora de la venta de diarios y revistas. Las competencias de esa comisión son dos: el derecho de devolución y la estabilidad de parada.
Es decir, la comisión controla que se respete tanto el derecho de devolución como la estabilidad de parada, o de la línea de recorrido en el caso de los señores de la sociedad. Está integrada por representantes de la sociedad de distribuidores, del sindicato de vendedores y de la asociación de editores, AEDBA.
En nuestro caso esta es la única competencia específica que tiene el Ministerio de Trabajo.
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Quisiera agregar que durante el año tratamos un proyecto de ley cuya cabecera es la Comisión de Trabajo y que estuvo dos veces en el temario de dicha comisión.
Desde la Comisión de Libertad de Expresión pedimos giro al presidente de la Cámara y al de la Comisión de Trabajo pero no obtuvimos respuesta.
Más allá de eso, fuimos a la Comisión de Trabajo a plantear que cualquier modificación en este sistema fijado por el decreto 1025, que tiene décadas de funcionamiento, merece el análisis y la opinión de la Comisión de Libertad de Expresión.
Cualquier modificación en el circuito de distribución de diarios y revistas podría afectar los principios del Pacto de San José de Costa Rica y por lo tanto, tenemos opinión para dar. Lamentablemente, no tuvimos respuesta ni del presidente de la Cámara ni de la comisión y aparentemente este proyecto no será tratado durante este año.
El año próximo seguiremos insistiendo, sobre todo después del episodio del 25 de noviembre, porque la única manera de trabajar este tema es con absoluto consenso y si no se logra en el Ministerio de Trabajo, nos parece central la participación de todos los diputados que integramos esta comisión.
Desde la Comisión de Libertad de Expresión pedimos giro al presidente de la Cámara y al de la Comisión de Trabajo pero no obtuvimos respuesta.
Más allá de eso, fuimos a la Comisión de Trabajo a plantear que cualquier modificación en este sistema fijado por el decreto 1025, que tiene décadas de funcionamiento, merece el análisis y la opinión de la Comisión de Libertad de Expresión.
Cualquier modificación en el circuito de distribución de diarios y revistas podría afectar los principios del Pacto de San José de Costa Rica y por lo tanto, tenemos opinión para dar. Lamentablemente, no tuvimos respuesta ni del presidente de la Cámara ni de la comisión y aparentemente este proyecto no será tratado durante este año.
El año próximo seguiremos insistiendo, sobre todo después del episodio del 25 de noviembre, porque la única manera de trabajar este tema es con absoluto consenso y si no se logra en el Ministerio de Trabajo, nos parece central la participación de todos los diputados que integramos esta comisión.
SR. PEPE En respuesta a su pregunta nosotros tenemos como autoridad de aplicación al Ministerio de Trabajo desde el año 1945. Como existe una diferencia desde el punto de vista del encuadre sindical sobre a quién le corresponden los muchachos que manejan los camiones es que esto se dirime allí.
Efectivamente, por un acuerdo llevado a cabo con los editores hay una participación de esta comisión fiscalizadora -que casualmente fiscaliza el andar del sistema- pero estamos convocados al Ministerio de Trabajo porque la sociedad de distribuidores es un sindicato. Recién comentaba que cuenta con personería gremial número 50 y por lo tanto debemos tratar los temas allí.
Efectivamente, por un acuerdo llevado a cabo con los editores hay una participación de esta comisión fiscalizadora -que casualmente fiscaliza el andar del sistema- pero estamos convocados al Ministerio de Trabajo porque la sociedad de distribuidores es un sindicato. Recién comentaba que cuenta con personería gremial número 50 y por lo tanto debemos tratar los temas allí.
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI ¿Alguien quiere formular alguna otra pregunta?
SRA. QUIROZ ¿Hay alguna compulsión? ¿Si aparece un editor cualquiera de un producto determinado -diario o revista- y decide la distribución de la manera que al editor le parece, lo puede hacer sin problema? ¿O hay algo que indique algún tipo de presión que no esté escrita en ninguna resolución, decreto o ley para obligar a que ese editor utilice excluyentemente la cadena de distribución que está prevista?
Por otro lado, ¿ha habido algunos planteos de algunos actores de este circuito de distribución, como por ejemplo los choferes, como lo planteaba el señor Pepe? ¿Han planteado alguna cuestión de libertad gremial como que se quieren ir a otro sindicato? Pido que nos contesten, así vamos poniendo nombre y apellido a la situación.
Por otro lado, ¿ha habido algunos planteos de algunos actores de este circuito de distribución, como por ejemplo los choferes, como lo planteaba el señor Pepe? ¿Han planteado alguna cuestión de libertad gremial como que se quieren ir a otro sindicato? Pido que nos contesten, así vamos poniendo nombre y apellido a la situación.
SR. GOWLAND MITRE En cuanto a la primera parte de su pregunta, los señores distribuidores -y lo podrán decir ellos- tienen adjudicadas líneas de recorridos. En esa línea ellos tienen derecho a repartir y vender diarios a los quioscos, sobre la cual tienen un derecho exclusivo.
Eso no quiere decir que un editor cualquiera no pueda vender diarios por otro lado aunque no puede meterse en la línea que le corresponde al recorrido de otro.
Lo mismo ocurre en el caso de la venta, pues el quiosquero tiene la zona de la parada marcada, lugar en el que tiene el derecho exclusivo.
En otros lugares o en espacios cerrados los editores tenemos libertad para vender como nos plazca.
Eso no quiere decir que un editor cualquiera no pueda vender diarios por otro lado aunque no puede meterse en la línea que le corresponde al recorrido de otro.
Lo mismo ocurre en el caso de la venta, pues el quiosquero tiene la zona de la parada marcada, lugar en el que tiene el derecho exclusivo.
En otros lugares o en espacios cerrados los editores tenemos libertad para vender como nos plazca.
SR. PEPE Nosotros estamos conformados en cooperativas de trabajo independientes. Nunca hemos tenido inconvenientes entre nosotros porque nuestras cuestiones particulares las dirimimos en nuestras asambleas. Todos los asociados a cooperativas son afiliados a la Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas.
Lo que nos ha llamado poderosamente la atención es que nunca tuvimos inconvenientes entre nosotros. Estamos desde 1945 y el sindicato de camioneros desde 1964, y me sorprende que desde aquel momento nunca hayan solicitado tener la rama de diarios y revistas y que lo hagan en este momento.
Lo que nos ha llamado poderosamente la atención es que nunca tuvimos inconvenientes entre nosotros. Estamos desde 1945 y el sindicato de camioneros desde 1964, y me sorprende que desde aquel momento nunca hayan solicitado tener la rama de diarios y revistas y que lo hagan en este momento.
SRA. BERTOL En primer lugar, yo adhiero fervientemente a la clasificación que se hace en las Ciencias Políticas en el sentido de que de acuerdo con la libertad de prensa que tiene cada país, la consolidación democrática es mayor. Con lo cual, la preocupación es enorme por lo que pasa en nuestro país.
¿Qué es lo que está pasando con las denuncias penales que ustedes hicieron? ¿Tienen identificados a quiénes rompieron las cámaras de seguridad? ¿Hay fotos o gente denunciada con nombre y apellido? ¿Cuál es el trámite de esas denuncias penales?
Otra carencia que nosotros tenemos en este país es la Justicia, por lo que me gustaría que me cuenten un poco más sobre este asunto.
¿Qué es lo que está pasando con las denuncias penales que ustedes hicieron? ¿Tienen identificados a quiénes rompieron las cámaras de seguridad? ¿Hay fotos o gente denunciada con nombre y apellido? ¿Cuál es el trámite de esas denuncias penales?
Otra carencia que nosotros tenemos en este país es la Justicia, por lo que me gustaría que me cuenten un poco más sobre este asunto.
SR. CANDELA Hemos hecho la denuncia en el Juzgado en lo Correccional N° 1. Aportamos fotos, filmaciones, y pedimos que se identificara a las personas que se podían ver.
Los diarios "Clarín" y "La Nación" y la Sociedad de Distribuidores y Revistas hemos interpuesto las denuncias. Hemos denunciado a Pablo Moyano, quien fue uno de los que organizó este sistema de ataque. Estamos trabajando para que sea llamado a declarar y que dé su punto de vista.
Los diarios "Clarín" y "La Nación" y la Sociedad de Distribuidores y Revistas hemos interpuesto las denuncias. Hemos denunciado a Pablo Moyano, quien fue uno de los que organizó este sistema de ataque. Estamos trabajando para que sea llamado a declarar y que dé su punto de vista.
SR. CODÓ Represento a la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines.
Independientemente de las denuncias en el marco del Código Penal, la Asociación de Editores de Revistas, la Asociación de Representantes de Editores de Revistas y la Sociedad de Distribuidores hicimos las denuncias por robo, porque justamente cuando todavía no se habían cerrado los portones nos robaron varios pallets con los cuales rompieron las cámaras de seguridad. Se hicieron las denuncias por robo y también por privación de la libertad porque los trabajadores no podían entrar ni salir. Eso ocurrió el 25 de noviembre.
El día 27 se hizo en los Tribunales Contravencionales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la denuncia por daños por las pintadas en la fachada del centro de distribución de revistas. También tenemos fotos y se hicieron las actas de constatación notariales donde está todo acreditado. Ambos procesos están en trámite.
Independientemente de las denuncias en el marco del Código Penal, la Asociación de Editores de Revistas, la Asociación de Representantes de Editores de Revistas y la Sociedad de Distribuidores hicimos las denuncias por robo, porque justamente cuando todavía no se habían cerrado los portones nos robaron varios pallets con los cuales rompieron las cámaras de seguridad. Se hicieron las denuncias por robo y también por privación de la libertad porque los trabajadores no podían entrar ni salir. Eso ocurrió el 25 de noviembre.
El día 27 se hizo en los Tribunales Contravencionales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la denuncia por daños por las pintadas en la fachada del centro de distribución de revistas. También tenemos fotos y se hicieron las actas de constatación notariales donde está todo acreditado. Ambos procesos están en trámite.
SR. CANDELA Además de esto, el lunes en la entrega de los Premios Clarín en el Luna Park tuvimos la sorpresa de que fuimos panfleteados y nuevamente intimidados con folletos del sindicato de camioneros con el mismo argumento con el que fueron a las plantas. También hubo leyendas de "Clarín miente", volviendo a la época en que fuimos atacados por el gobierno de Menem. No solamente fue el hecho de aquel día sino que la avanzada continua. Esta última situación ocurrió hace sólo dos o tres días atrás.
SRA. MORANDINI Tenemos la larga tradición en nuestro país de hacerle las preguntas a las víctimas a los efectos de entender los mecanismos que a lo mejor para los periodistas son claros, pero para los que no lo somos no lo son.
Comparto con gran preocupación lo ocurrido. En esta comisión de alguna manera se ha señalado el desprecio que tiene el oficialismo por la libertad de prensa y la libertad de expresión, que son valores consagrados en todas las democracias modernas. A ellas se agrega un nuevo valor que entre nosotros tampoco tenemos incorporado como cultura que es el derecho de las sociedades a ser informadas. Se está violando por un lado el derecho a la libertad de expresión y, por otro, este otro derecho fundamental que tienen las sociedades a ser informadas.
Es alarmante porque es una escalada que pone claramente en evidencia esta concepción autoritaria de tutelar a la ciudadanía y decirle qué tiene que leer, quién le miente y quién no, cuando en realidad si uno cree en la ciudadanía tenemos que trabajar todos para que sean los ciudadanos los que puedan discernir y elegir.
De modo que creo que además de ser solidarios tendríamos que empezar a ser inteligentes y pensar algún tipo de acción conjunta. Mi gran ingenuidad fue creer que alcanzaba con tener libertad para que se incorporaran valores consagrados no sólo por la Constitución Nacional sino por los tratados de derechos humanos a los que nuestro país se ha subordinado y que están siendo vulnerados.
Estamos en una fase de nuestra historia en la cual tenemos que pelear para que los valores se incorporen definitivamente como una cultura para impedir volver a lo que de alguna manera aquí ya se insinuó y que todos sabemos que no queremos volver a vivir.
Comparto con gran preocupación lo ocurrido. En esta comisión de alguna manera se ha señalado el desprecio que tiene el oficialismo por la libertad de prensa y la libertad de expresión, que son valores consagrados en todas las democracias modernas. A ellas se agrega un nuevo valor que entre nosotros tampoco tenemos incorporado como cultura que es el derecho de las sociedades a ser informadas. Se está violando por un lado el derecho a la libertad de expresión y, por otro, este otro derecho fundamental que tienen las sociedades a ser informadas.
Es alarmante porque es una escalada que pone claramente en evidencia esta concepción autoritaria de tutelar a la ciudadanía y decirle qué tiene que leer, quién le miente y quién no, cuando en realidad si uno cree en la ciudadanía tenemos que trabajar todos para que sean los ciudadanos los que puedan discernir y elegir.
De modo que creo que además de ser solidarios tendríamos que empezar a ser inteligentes y pensar algún tipo de acción conjunta. Mi gran ingenuidad fue creer que alcanzaba con tener libertad para que se incorporaran valores consagrados no sólo por la Constitución Nacional sino por los tratados de derechos humanos a los que nuestro país se ha subordinado y que están siendo vulnerados.
Estamos en una fase de nuestra historia en la cual tenemos que pelear para que los valores se incorporen definitivamente como una cultura para impedir volver a lo que de alguna manera aquí ya se insinuó y que todos sabemos que no queremos volver a vivir.
SR. IGLESIAS Yo quisiera agradecerles la presencia y asegurarles que los diputados de la oposición -como se ve muy claramente hay personas de muy diferentes bloques y de diferentes convicciones políticas- todos estamos absolutamente seguros del rol central que tiene la defensa de la libertad de expresión en la maduración de una democracia y en un país que tenga futuro.
Yo creo que, además, habría que muy brevemente cuadrar este tema porque se enmarca en una situación muy generalizada de violencia sindical, que ha tenido espisodios verdaderamente vergonzosos.
Haciendo memoria recordaba los enfrentamientos entre camioneros y la UOCRA en ocasión del entierro de Perón y otra vez camioneros y la UOCRA en Almagro. Además, este tema se encuadra en una situación de absoluta impunidad en el sindicalismo, que incluye no solamente actos de violencia, como el asesinato de aquel tesorero en Rosario, sino también la prescripción de causas absolutamente claras, como ha sido este desvío de fondos de cientos de millones de dólares en el que estaban implicadas las cúpulas de la mayor parte de los principales sindicatos argentinos, y que cayó no por falta de pruebas ni por inocencia de los acusados, sino por prescripción, lo que es un nuevo baldón para la Justicia argentina; y, finalmente, con el corolario de la muerte de ayer. Yo creo que es extraordinariamente preocupante que en el marco del fallo de la Corte se abra toda una disputa por el poder sindical y la muerte de ayer -yo espero que no lo sea- me temo que puede ser el anuncio de que la disputa por el poder sindical va a tener costos altos.
Quisiera pasar de lo sindical a lo político. Hay una cadena muy evidente que va de Pablo Moyano a Hugo Moyano y a Néstor Kirchner, que claramente es el responsable. No es ninguna casualidad que se vuelva a intimidaciones sobre el argumento de "Clarín Miente", un cartel que en su momento el ex presidente de la Nación esgrimió ante las cámaras en un episodio que no tiene precedentes en la sociedades democráticas, y que hay que decirlo con todas las letras porque me parece que las responsabilidades políticas son lo que son. Por todo eso yo creo interpretar el sentimiento de los señores diputados.
En tal sentido hago una moción. Hay seis o siete proyectos de repudio de esta intimidación vergonzosa que han sufrido los principales medios gráficos del país y yo creo que la importancia de estos hechos y la necesidad de una respuesta firme merecen absolutamente que este tema se trate sobre tablas con la mayor prontitud para dar una respuesta lo más contundente posible y para que las fuerzas políticas del país se expresen y quede bien claro quiénes son y quiénes defienden la libertad de expresión.
Muchas veces yo en particular -lo mismo que la Coalición Cívica- me he sentido y he estado en desacuerdo sobre las líneas editoriales de algunos de los diarios que han sido víctimas de estas intimidaciones, pero desde luego esto no significa que haya alguna duda respecto del tema de la absoluta libertad de expresión que debe existir para que cada una de las corrientes del periodismo independiente mantenga su línea editorial.
Me parece importante que el conjunto de los diputados nos expresemos claramente a favor de la libertad de expresión y, por lo tanto, me parece que la mejor forma de hacerlo es por medio de un tratamiento sobre tablas.
Yo creo que, además, habría que muy brevemente cuadrar este tema porque se enmarca en una situación muy generalizada de violencia sindical, que ha tenido espisodios verdaderamente vergonzosos.
Haciendo memoria recordaba los enfrentamientos entre camioneros y la UOCRA en ocasión del entierro de Perón y otra vez camioneros y la UOCRA en Almagro. Además, este tema se encuadra en una situación de absoluta impunidad en el sindicalismo, que incluye no solamente actos de violencia, como el asesinato de aquel tesorero en Rosario, sino también la prescripción de causas absolutamente claras, como ha sido este desvío de fondos de cientos de millones de dólares en el que estaban implicadas las cúpulas de la mayor parte de los principales sindicatos argentinos, y que cayó no por falta de pruebas ni por inocencia de los acusados, sino por prescripción, lo que es un nuevo baldón para la Justicia argentina; y, finalmente, con el corolario de la muerte de ayer. Yo creo que es extraordinariamente preocupante que en el marco del fallo de la Corte se abra toda una disputa por el poder sindical y la muerte de ayer -yo espero que no lo sea- me temo que puede ser el anuncio de que la disputa por el poder sindical va a tener costos altos.
Quisiera pasar de lo sindical a lo político. Hay una cadena muy evidente que va de Pablo Moyano a Hugo Moyano y a Néstor Kirchner, que claramente es el responsable. No es ninguna casualidad que se vuelva a intimidaciones sobre el argumento de "Clarín Miente", un cartel que en su momento el ex presidente de la Nación esgrimió ante las cámaras en un episodio que no tiene precedentes en la sociedades democráticas, y que hay que decirlo con todas las letras porque me parece que las responsabilidades políticas son lo que son. Por todo eso yo creo interpretar el sentimiento de los señores diputados.
En tal sentido hago una moción. Hay seis o siete proyectos de repudio de esta intimidación vergonzosa que han sufrido los principales medios gráficos del país y yo creo que la importancia de estos hechos y la necesidad de una respuesta firme merecen absolutamente que este tema se trate sobre tablas con la mayor prontitud para dar una respuesta lo más contundente posible y para que las fuerzas políticas del país se expresen y quede bien claro quiénes son y quiénes defienden la libertad de expresión.
Muchas veces yo en particular -lo mismo que la Coalición Cívica- me he sentido y he estado en desacuerdo sobre las líneas editoriales de algunos de los diarios que han sido víctimas de estas intimidaciones, pero desde luego esto no significa que haya alguna duda respecto del tema de la absoluta libertad de expresión que debe existir para que cada una de las corrientes del periodismo independiente mantenga su línea editorial.
Me parece importante que el conjunto de los diputados nos expresemos claramente a favor de la libertad de expresión y, por lo tanto, me parece que la mejor forma de hacerlo es por medio de un tratamiento sobre tablas.
SRA. PRESIDENTA GIUDICI El diputado Iglesias hizo una moción para tratar estos expedientes.
De acuerdo al reglamento lo que podemos hacer es unificar estos expedientes en un dictamen, darles formato de dictamen de minoría y acordar con el oficialismo el tratamiento sobre tablas en la próxima reunión del plenario de la Cámara.
En primer lugar, podríamos unificar los expedientes y darles el formato de dictamen de minoría antes de hablarlo con el oficialismo, ya que no estamos reuniendo el quórum necesario como para hacerlo reglamentariamente.
Si están de acuerdo, unificamos los expedientes, les damos formato de dictamen de minoría, hablamos con el oficialismo y solicitamos su tratamiento sobre tablas para la sesión del próximo miércoles.
De acuerdo al reglamento lo que podemos hacer es unificar estos expedientes en un dictamen, darles formato de dictamen de minoría y acordar con el oficialismo el tratamiento sobre tablas en la próxima reunión del plenario de la Cámara.
En primer lugar, podríamos unificar los expedientes y darles el formato de dictamen de minoría antes de hablarlo con el oficialismo, ya que no estamos reuniendo el quórum necesario como para hacerlo reglamentariamente.
Si están de acuerdo, unificamos los expedientes, les damos formato de dictamen de minoría, hablamos con el oficialismo y solicitamos su tratamiento sobre tablas para la sesión del próximo miércoles.
Asentimiento.
SRA. PRESIDENTA GIÚDICI Tiene la palabra el señor diputado Morini.
SR. MORINI Quisiera hacer una pregunta ya que este tipo de hechos en el interior no son nuevos y se repiten.
Hace no mucho tiempo atrás tuvimos uno en Santiago del Estero -que quizás no tuvo tanta prensa- entre sindicatos de comercio y uno de los sindicatos que protagonizó el conflicto de ayer.
Quisiera saber si la situación se genera a partir de querer incorporar los camiones que distribuyen diarios y revistas al sindicato de camioneros.
Hace no mucho tiempo atrás tuvimos uno en Santiago del Estero -que quizás no tuvo tanta prensa- entre sindicatos de comercio y uno de los sindicatos que protagonizó el conflicto de ayer.
Quisiera saber si la situación se genera a partir de querer incorporar los camiones que distribuyen diarios y revistas al sindicato de camioneros.
SR. PEPE Correcto.
SR. MORINI Esto es muy normal, está ocurriendo en el interior del país en todas las actividades; creo que pone en riesgo y en peligro las actividades de las empresas.
El caso que comentaba se trataba de la desaparición de una cooperativa de distribución que funcionaba muy bien, una cuestión muy parecida a la que plantean ustedes. Esta cooperativa distribuía lácteos, por ende era un comercio, es decir, tenía sus empleados afiliados al sindicato de comercio. La distribución era de lácteos si bien distribuían productos alimenticios como por ejemplo, chacinados y también yerba mate, pero el grueso eran productos derivados de los lácteos.
En esa oportunidad uno de estos grupos de ATILRA ocupó el frente de la distribuidora y lo mantuvo ocupado con la gente adentro durante varios días sin que siquiera pudiera ser desalojado por la policía; indudablemente en este tipo de situaciones hay connivencia. Todo esto provocó que se indeminizaran dieciocho personas que trabajaban en el lugar y que la cooperativa terminara cerrando la distribuidora.
Fíjense hasta dónde se atenta con este tipo de cuestiones en los sindicados y en las peleas por llevarse afiliados de un sector a otro. Muchas veces la cuestión no es tan así porque aquel que maneja el camión hace otra actividad dentro de la propia empresa.
Sabemos que muchas veces no son grandes empresas, que la mayoría de ellas son familiares, pymes con pocos empleados y no siempre el empleado está en el camión sino que se turna con otros empleados. Pero si esa empresa tiene una actividad mayoritaria dedicada a la distribución de determinado producto se encauza en ese gremio.
Este problema lo estamos avizorando en el interior desde hace mucho tiempo y con estas secuelas que les comento. Por lo tanto, indudablemente repudiamos los hechos ocurridos en el día de ayer y no tengan dudas de que tienen cosas similares; esto va a seguir ocurriendo porque van por todo. Acá nadie va a tener un volante en la mano sin estar afiliado al sindicato de camioneros de Moyano.
El caso que comentaba se trataba de la desaparición de una cooperativa de distribución que funcionaba muy bien, una cuestión muy parecida a la que plantean ustedes. Esta cooperativa distribuía lácteos, por ende era un comercio, es decir, tenía sus empleados afiliados al sindicato de comercio. La distribución era de lácteos si bien distribuían productos alimenticios como por ejemplo, chacinados y también yerba mate, pero el grueso eran productos derivados de los lácteos.
En esa oportunidad uno de estos grupos de ATILRA ocupó el frente de la distribuidora y lo mantuvo ocupado con la gente adentro durante varios días sin que siquiera pudiera ser desalojado por la policía; indudablemente en este tipo de situaciones hay connivencia. Todo esto provocó que se indeminizaran dieciocho personas que trabajaban en el lugar y que la cooperativa terminara cerrando la distribuidora.
Fíjense hasta dónde se atenta con este tipo de cuestiones en los sindicados y en las peleas por llevarse afiliados de un sector a otro. Muchas veces la cuestión no es tan así porque aquel que maneja el camión hace otra actividad dentro de la propia empresa.
Sabemos que muchas veces no son grandes empresas, que la mayoría de ellas son familiares, pymes con pocos empleados y no siempre el empleado está en el camión sino que se turna con otros empleados. Pero si esa empresa tiene una actividad mayoritaria dedicada a la distribución de determinado producto se encauza en ese gremio.
Este problema lo estamos avizorando en el interior desde hace mucho tiempo y con estas secuelas que les comento. Por lo tanto, indudablemente repudiamos los hechos ocurridos en el día de ayer y no tengan dudas de que tienen cosas similares; esto va a seguir ocurriendo porque van por todo. Acá nadie va a tener un volante en la mano sin estar afiliado al sindicato de camioneros de Moyano.
SR. PEPE La idea seguramente era llegar a los editores y se encontraron con que había una distribución independiente.
En nuestro caso, como somos una cooperativa, no tenemos empleados sino que todos somos asociados.
Tal como usted lo menciona, vamos a defender nuestros derechos y el tema de la especificidad tiene mucho que ver. Muchos de nosotros hacemos todo tipo de tareas y en algún momento nos tenemos que ordenar para hacer unos una cosa y otros otras.
Quisiera hacer otra aclaración importante en relación con la necesidad de afiliación que, como bien dijo, hace que aquellos que somos independientes ya tengamos nuestro propio sindicato.
En nuestro caso, como somos una cooperativa, no tenemos empleados sino que todos somos asociados.
Tal como usted lo menciona, vamos a defender nuestros derechos y el tema de la especificidad tiene mucho que ver. Muchos de nosotros hacemos todo tipo de tareas y en algún momento nos tenemos que ordenar para hacer unos una cosa y otros otras.
Quisiera hacer otra aclaración importante en relación con la necesidad de afiliación que, como bien dijo, hace que aquellos que somos independientes ya tengamos nuestro propio sindicato.
SR. GOWLAND MITRE Hago una reflexión sobre lo dicho por los señores diputados: hay una clara vinculación política con este tema y -sin despreciar ni los lácteos ni los chacinados- el hecho de que se trate del derecho a la información hacen que la cuestión sea de una importancia tremenda.
Como usted decía, no basta con la libertad de prensa sino que hay que reforzar la seguridad para que la circulación de los diarios no sea impedida de modo alguno. Por ningún motivo se puede impedir la circulación de diarios y revistas, porque si no, no llega la información.
Tal vez haya una tarea a cargo de esta Comisión en cuanto a pensar qué proyecto de ley reforzaría este derecho a la circulación para que no se trabe el acceso de la información al público.
Como usted decía, no basta con la libertad de prensa sino que hay que reforzar la seguridad para que la circulación de los diarios no sea impedida de modo alguno. Por ningún motivo se puede impedir la circulación de diarios y revistas, porque si no, no llega la información.
Tal vez haya una tarea a cargo de esta Comisión en cuanto a pensar qué proyecto de ley reforzaría este derecho a la circulación para que no se trabe el acceso de la información al público.
SRA. PRESIDENTA GIUDICI Me gustaría agregar que este episodio es gravísimo, como muy bien lo señalaron ustedes y los señores diputados que hablaron, pero se enmarca en hechos que se sucedieron a partir de la asunción de la señora presidenta. Lo comprobamos en su discurso en la Asamblea Legislativa, cuando nos habló a diputados y senadores sobre los medios de oposición multimediáticos, y también en las distintas acciones aisladas o en conjunto de dirigentes o aliados del oficialismo como la creación del observatorio de medios y el anuncio de modificar la ley de radiodifusión en el punto más álgido del conflicto con el campo. En esa visión oficial sobre la relación del gobierno con los medios de comunicación hechos como este, llevados adelante por aliados públicos del mismo gobierno, nos pone una señal de alerta mucho mayor.
Como decían muy bien los señores diputados Iglesias y Morini, además de esto y en paralelo se dio un incremento de la tensión sindical, probablemente producto del fallo de la Corte y de las distintas reacciones que se vienen llevando adelante por parte de sindicatos nacionales que ponen un clima de tanta convulsión que nos preocupa por la fragilidad que están teniendo derechos constitucionales como son la libertad de expresión y de prensa en la Argentina.
Desde esta Comisión les reiteramos el agradecimiento por haber concurrido en el día de hoy a explicarnos con detenimiento los hechos. Sepan que los diputados y los bloques que representamos durante todo este año nos hemos convertido en una suerte de centinelas de la calidad institucional y la relación del gobierno con los medios.
Esperamos profundizar este trabajo el año que viene y poder darle sanción a temas tan importantes como la ley que regula la pauta de publicidad oficial y que hace por lo menos tres años que en esta comisión -con las Presidencias del señor diputado Morini y en la anterior que tuve oportunidad de ocupar- no pudimos avanzar porque la comisión cabecera es la de Comunicaciones e Informática.
Como le decía antes individualmente a los distribuidores, la única manera de trabajar es con consenso, reuniendo voluntades y alcanzando masa crítica para que ningún trasnochado en la Argentina piense que puede restringir estos derechos.
Así que les agradezco muchísimo por este tiempo compartido con nosotros.
A los miembros de la comisión quiero informarles que hemos recibido una nota del canal Crónica Televisión firmada por su presidente, Héctor Ricardo García, notificándonos una situación dada con el titular del COMFER, licenciado Mariotto, a raíz de la sanción judicial sobre la emisión de las imágenes del suicidio del "Malevo" Ferreyra. Este tema deberíamos abordarlo la semana que viene.
Les voy a hacer circular a través de la Comisión la nota y la documentación como así también las carpetas que nos dejaron recién nuestros invitados para que todos tengamos la información del episodio del 25 de noviembre.
No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.
Como decían muy bien los señores diputados Iglesias y Morini, además de esto y en paralelo se dio un incremento de la tensión sindical, probablemente producto del fallo de la Corte y de las distintas reacciones que se vienen llevando adelante por parte de sindicatos nacionales que ponen un clima de tanta convulsión que nos preocupa por la fragilidad que están teniendo derechos constitucionales como son la libertad de expresión y de prensa en la Argentina.
Desde esta Comisión les reiteramos el agradecimiento por haber concurrido en el día de hoy a explicarnos con detenimiento los hechos. Sepan que los diputados y los bloques que representamos durante todo este año nos hemos convertido en una suerte de centinelas de la calidad institucional y la relación del gobierno con los medios.
Esperamos profundizar este trabajo el año que viene y poder darle sanción a temas tan importantes como la ley que regula la pauta de publicidad oficial y que hace por lo menos tres años que en esta comisión -con las Presidencias del señor diputado Morini y en la anterior que tuve oportunidad de ocupar- no pudimos avanzar porque la comisión cabecera es la de Comunicaciones e Informática.
Como le decía antes individualmente a los distribuidores, la única manera de trabajar es con consenso, reuniendo voluntades y alcanzando masa crítica para que ningún trasnochado en la Argentina piense que puede restringir estos derechos.
Así que les agradezco muchísimo por este tiempo compartido con nosotros.
A los miembros de la comisión quiero informarles que hemos recibido una nota del canal Crónica Televisión firmada por su presidente, Héctor Ricardo García, notificándonos una situación dada con el titular del COMFER, licenciado Mariotto, a raíz de la sanción judicial sobre la emisión de las imágenes del suicidio del "Malevo" Ferreyra. Este tema deberíamos abordarlo la semana que viene.
Les voy a hacer circular a través de la Comisión la nota y la documentación como así también las carpetas que nos dejaron recién nuestros invitados para que todos tengamos la información del episodio del 25 de noviembre.
No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.
- Es la hora 14 y 1.