Solicitar al Poder Ejecutivo, y en particular al Jefe de Gabinete Marcos Peña, que informe de manera urgente respecto de las denuncias de espionaje ilegal por parte de la Agencia Federal de Inteligencia contra los periodistas Gustavo Sylvestre y Mauro Federico.

Su solidaridad con los periodistas.

Su absoluto repudio a este nuevo episodio de espionaje ilegal por parte de los servicios de inteligencia del Estado.

Señor presidente:

El pasado 8 de octubre, el sitio de noticias Adelanto 24 dio a conocer una grave denuncia que indica que el Gobierno utiliza la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para espiar a comunicadores. En este caso se conocieron dos informes que detallan los actos de espionaje contra los periodistas del Grupo Indalo, Gustavo Sylvestre de C5N y Radio del Plata, y Mauro Federico de Ámbito Financiero (http://adelanto24.com/2016/10/08/periodistas-del-grupo-indalo-victimas-de-espionaje-ilegal/).

Los informes que dio a conocer Adelanto 24 señalan que los correos electrónicos de los periodistas fueron hackeados por una unidad dependiente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El portal publicó un presunto primer memo del mes de abril que da indicaciones precisas: “Habiendo realizado análisis de medios se detecta una exhaustiva animosidad informativa en contra del oficialismo en medios pertenecientes al Grupo Indalo (Cristóbal López). Es por ello que se realizan mediante medios técnicos la búsqueda de información tendiente a proteger y anticipar posibles operaciones contra el orden constitucional y que pudiera afectar la gobernabilidad”. A continuación se denomina “Paso 1” la “interceptación” de la casilla de mail de Gustavo Sylvestre, conductor del programa Minuto Uno, y se adjuntan capturas de pantalla de su bandeja de entrada, donde se pueden ver correos sobre el libro Intrigas, Alianzas y Traiciones y el seguimiento de medios y redes sociales que el periodista realiza junto a su colaborador, Fabricio Cardelli.

De acuerdo a los documentos dados a conocer por Adelanto 24, un segundo informe, también del mes de abril, se refiere al espionaje del periodista Mauro Federico. Acerca de él se dice que “opera con varios periodistas de investigación como ser Ignacio Nacho Ramírez (sic) también del Grupo que cumplen funciones en C5N. Se detecta en esta exploración que MFederico (sic) se encuentra trabajando en un proyecto denominado SPOTLIHGT, de otras averiguaciones practicadas surge que dicho proyecto estaría orientado a la recopilación de información para el posterior armado de operaciones mediáticas contra el Gobierno de Mauricio Macri”. También incluye capturas de varios correos.

En su edición del 10 de octubre el diario Ámbito Financiero publicó que los memos que delatan el seguimiento a periodistas del Grupo Indalo pudieron haber sido elaborados por alguna de las tantas consultoras que ofrecen servicios de “inteligencia empresarial” que operan en el país, algunas de ellas con sede en el exterior. La AFI suele acudir a ellas para no dejar rastros y para eso utilizan los fondos reservados. El mismo diario también sostiene que la información difundida respecto de las operaciones de inteligencia sobre periodistas señala "como el brazo ejecutor de estas violaciones a la privacidad" a Emiliano Deza, un presunto técnico informático, que habría trabajado para el exdirector de Reunión Interior de la ex SIDE, Fernando Pocino, y el exjefe del Ejército César Milani.

Siguiendo la publicación mencionada disponible en ámbito.com, el aparato de inteligencia del Estado contará para el próximo año con casi 3.500 millones de pesos. El Presupuesto 2017 presentado por el PEN prevé para el aparato de inteligencia un gasto total de 3.455.841.820 pesos, de los cuales la AFI recibirá 1.804.468.000, un 25% por arriba de los 1.450 que se había presupuestado para éste año. A esto se le debe sumar un total de 1.451.373.946 pesos para las tareas de espionaje de las fuerzas federales que operan bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, y 199.999.874 pesos para las áreas de inteligencia dirigidas por el Ministerio de Defensa. (http://www.ambito.com/858153-denuncian-que-desde-afi-espian-a-dos-periodistas-del-grupo-indalo)

Un presupuesto tan abultado para tareas de inteligencia en un país que no tiene ninguna hipótesis de conflicto bélico o militar con naciones extranjeras, da cuenta de una intensa actividad de espionaje interno. La ex SIDE, reconvertida en AFI, siempre ha sido una cueva tenebrosa de camarillas continuamente enfrentadas entre sí, usinas de rumores y conspiraciones contra el pueblo, vinculadas todas ellas con distintos servicios internacionales de espionaje. La dudosa muerte del fiscal Nisman en enero de 2015 puso en evidencia esta realidad.

La política del gobierno de Macri respecto de los servicios de inteligencia consiste en volver a la SIDE de diez años atrás, a la que había organizado Néstor Kirchner con Antonio “Jaime” Stiuso, Francisco Larcher, Héctor Icazuriaga y Fernando Pocino. Macri y su gente quieren “reordenar” la inteligencia para espiar y reprimir, y para organizar con alguna eficacia operaciones de todo tipo contra la ciudadanía. Las operaciones recientemente conocidas contra los periodistas Sylvestre y Federico se inscriben en este marco.

La ex SIDE (ahora Agencia Federal de Inteligencia, AFI) ha sido siempre un lugar clave de la política argentina. En su propósito de recomponer el espionaje, el actual gobierno de Macri tiene el respaldo del peronismo en todas sus variantes. El pliego de los dos nuevos capitostes de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, fue aprobado en trámite exprés en el Senado, donde lo votó rápidamente el bloque conducido por Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador salteño. Incluso los 200 “camporistas” que el kirchnerismo puso en la ex SIDE siguen ahí, solo que ahora espían para Macri o para quien se les diga.

La recomposición del aparato de inteligencia estatal es parte del rearmado represivo que tiene su eje en la reinstalación de las Fuerzas Armadas en la política nacional, ya comenzada por el gobierno de Cristina Kirchner con César Milani. Esa política explica la “reconciliación” impulsada por Macri con el envío de genocidas a prisión domiciliaria y el intento de fraude con el número de desaparecidos.

Las conspiraciones contra el pueblo como las que se expresan en el espionaje a periodistas son incompatibles con las más elementales libertades democráticas.

Por estos motivos, solicitamos a los diputados el acompañamiento de este pedido de informes al Poder Ejecutivo para que de manera inmediata informe sobre lo sucedido.