Expresar su más enérgico repudio a los actos intimidatorios sufridos por la redacción de la revista "Garganta poderosa", producto del allanamiento injustificado por miembros encapuchados de la Gendarmería Nacional, en razón del acompañamiento de sus miembros a la madre denunciante de la muerte de su hijo de 9 años en un cruce de tiros en la Villa 21- 24 el 7 de septiembre de 2013.

Señor presidente:

Sr. Presidente: Las agresiones a periodistas, independientemente del medio al que pertenezcan, implican una grave afrenta al derecho a la libertad de expresión tanto en su faz individual como social. Esto es, el rol del periodista es esencial para un ejercicio libre de los ciudadanos de su derecho a la expresión y en este sentido merece una protección no solamente como individuo sino también como transmisor de información que de otra manera la sociedad no recibiría. De este modo, las agresiones a periodistas deben resultarnos gravemente preocupantes por cuanto implican tanto un ataque físico o a su espacio de trabajo como una restricción a derechos colectivos.

El 16 de septiembre de 2013 efectivos encapuchados de la Gendarmería Nacional ingresaron en la redacción de la Garganta Poderosa para un allanamiento y casi detienen a un periodista. De acuerdo a FOPEA los gendarmes llegaron en cinco camionetas de la fuerza, pesquisaron la oficina bruscamente, no se identificaron ni exhibieron una orden judicial.

Se trata de una revista redactada por una cooperativa de periodistas que nacieron en villas, ubicada en la Villa 21-24 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Algunos de sus periodistas, ese mismo día, habían acompañado a la madre de una víctima de un tiroteo a tribunales para que denunciara la responsabilidad de la Prefectura Naval por haber dejado una zona liberada para que dos bandas arreglen cuentas. Esto resultó en un tiroteo que duró por tres horas y en la muerte de Kevin Molina de 9 años, el 7 de septiembre pasado.

Los periodistas agredidos en el allanamiento asocian este hecho con la denuncia por la muerte de Kevin Molina. En este sentido resulta gravemente preocupante que las fuerzas de seguridad usen su poder intimidatorio y la violencia para acallar las voces de periodistas. Este accionar es contrario al estado de derecho y a un sistema democrático, por ello merece nuestro más enérgico repudio.

Por los motivos expuestos, le solicito a mis colegas que me acompañen con su firma.