Expresar su beneplácito, al conmemorarse el 75º aniversario del día del periodista, el próximo 7 de Junio.

Señor presidente:

El Día del Periodista fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, en recuerdo de la fundación del primer medio de prensa con ideas patrióticas. El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno fundó la "Gazeta de Buenos Ayres", primer periódico de la etapa independentista argentina. La Primera Junta indicó por decreto su fundación por ser necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.

La tarea periodística constituye una actividad de suma importancia para la sociedad, ya que, ejercida con responsabilidad y honestidad intelectual funciona como el canal mediante el cual la opinión pública recibe información necesaria para el ejercicio de algunos de sus derechos e información respecto a sus intereses cotidianos.

En la actualidad, a propósito de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, asistimos a un debate sobre el rol del Periodista que por primera vez interpela a toda la comunidad. Si bien, se trata de un debate que transitó un amplio trayecto entre los sectores académicos, la novedad reside en el hecho de que la sociedad en su conjunto participa de la construcción de los nuevos paradigmas sobre el periodismo.

La falsa neutralidad del concepto de "periodismo independiente" instalado por el brazo mediático de las corporaciones económicas y la inquisición al supuesto "periodismo militante" dejan al descubierto disputas que hace unos años sólo se percibían entre líneas.

Si bien, el ejercicio espurio de la profesión en beneficio de intereses económicos y en perjuicio de la sociedad que durante años fue cautiva de oligopolios mediáticos data de varios años, actualmente evidencia sus intereses en una lucha descarnada contra los tres poderes del Estado: al Legislativo (al no respetar la Ley sancionada), al Ejecutivo (al no respetar el plan de adecuación de la autoridad de aplicación) y al Judicial (al no respetar sus fallos y recurrir a artilugios legales para dilatar el fallo definitivo). Y es en esa lucha en la que los oligopolios mediáticos no solo pisotean la búsqueda de la verdad (que es el principio fundamental de la prensa) sino que ensucian la actividad periodística al punto de dilapidar la credibilidad de sus propios empleados, que en muchos casos ejercen su profesión con una profunda convicción.

Si bien, nos encontramos ante un cambio de paradigmas sobre el periodismo, es importante destacar la reflexión sobre la objetividad en la actividad periodística, pero la objetividad de seres subjetivos: la objetividad basada en la pasión por su tarea, la honestidad en su profesión, el reconocimiento de su ideología y de los intereses de cada profesional (intereses que pueden ser sociales, económicos, políticos, culturales, etc., pero intereses al fin).

Ese tipo de objetividad que tuvieron los referentes más importantes del periodismo argentino, del que nombraré solo a algunos: desde Mariano Moreno, hasta Jorge Ricardo Masetti, Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, entre otros.

Celebro que mi país asista a este momento del periodismo, porque considero que este debate también constituye un logro de la consolidación democrática que este año cumple su tercera década consecutiva. Y celebro la formación de muchos periodistas con espíritu crítico y honestidad intelectual, piensen o no como nosotros.

Es por todo lo expuesto que solicito a mis pares que acompañen el presente proyecto.