Expresar su preocupación por los actos de intrusión y destrucción en la planta transmisora y amenazas a directivos y trabajadores de Radio Cooperativa AM 770.

Señor presidente:

En los últimos días diversos medios periodísticos y la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires expresaron su solidaridad con Radio Cooperativa 770 AM de la ciudad de Buenos Aires por haber sido víctima de actos de vandalismo perpetrados en su planta transmisora ubicada en la zona aledaña al Mercado Central del AMBA en la Provincia de Buenos Aires.

Martín Cigna, presidente de Radio Cooperativa, denunció que fueron amenazados directivos y trabajadores y con incendiar los equipos transmisores, a la vez que de las amenazas pasaron a los hechos destruyendo una antena parabólica y derribando el cerramiento del predio. Terminó advirtiendo que estos hechos repudiables “hacen peligrar la continuidad de la emisora”. Esta grave situación que atenta contra el derecho a la comunicación, pone en peligro la seguridad laboral de los trabajadores y las trabajadoras que allí despliegan su actividad profesional

No es redundante hablar en este caso de la obligación estatal de la promoción de la diversidad de voces y la pluralidad informativa ya que todas las actividades realizadas por los medios y demás servicios de comunicación audiovisual son de interés público.

Desde mucho antes de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, pero con mayor fuerza a partir de ella, la libertad de expresión se reconoce como condición para la convivencia democrática, para la gestión y resolución de los conflictos que movilizan a la sociedad y, en el marco de las actuales sociedades llamadas “de la información”, como recurso distintivo que condiciona las estrategias personales y colectivas (tanto de individuos y grupos sociales) para mejorar la posición en la estructura social. Por esta razón, entre otras igualmente atendibles, es necesario asegurar el principio de que toda persona puede ejercer su derecho a opinar, buscar y recibir información y perspectivas diversas, por todos los medios tecnológicos disponibles, porque en una sociedad moderna y compleja coexisten (no siempre pacíficamente) posiciones antagónicas y es necesario difundirlas.

Por estas razones solicito a mis pares el acompañamiento en la aprobación del presente proyecto de Resolución a fin de expresar la preocupación de este Honorable Cuerpo y la solidaridad con los trabajadores y directivos de Radio Cooperativa.