Su más enérgico repudio ante el bloqueo de la cuenta de Twitter del programa periodístico El Destape, hecho que ocurre en el mismo momento en que dicha cuenta difunde una gravísima denuncia por corrupción contra el gobierno nacional y provincial.

Asimismo declara su honda preocupación ante la proliferación de incidentes de estas características, los cuales constituyen a todas luces amenazas a la libertad de expresión y el derecho a la comunicación.

Señor presidente:

Se acaba de conocer la noticia de que la cuenta de Twitter del programa El Destape (@eldestapeweb) fue suspendida por supuestas infracciones cometidas contra las políticas de esa red social.

Una sanción de estas características suele darse a partir de denuncias de usuarios. En este sentido, el accionar coordinado de “trolls” puede dar lugar a una cantidad tal de reportes que hagan que la red aplique sanciones como, por ejemplo, la suspensión de una cuenta.

De hecho, un reciente informe de Amnistía Internacional dio cuenta de la existencia de “cibertropas” en nuestro país, que realizan ataques de manera coordinada y siempre en consonancia con los intereses del oficialismo.

Por eso nos parece a todas luces evidente que el “ciberataque” contra El Destape tiene directa relación con la investigación sobre los miles de aportantes falsos usados por el actual oficialismo para financiar sus últimas campañas electorales, lo que podría configurar delitos como robo de identidad y falsedad ideológica. Por eso, entendemos, es un hecho clarísimo de atentado contra la libertad de expresión.

Bien vale recordar que la semana pasada vivimos un episodio similar con la sanción de Facebook al portal Primereando las Noticias, cuando una nota suya fue restringida por la red social después de que la organización Chequeado.com sentenciara que su contenido era falso. Sentencia que el propio FMI se ocupó de demostrar su veracidad unos pocos días después.

En definitiva nos encontramos ante la proliferación de casos de censura en redes sociales, que apelan a mecanismos novedosos y a baches en la legislación para introducir una práctica tan vieja como deleznable.

Mientras el gobierno aprueba la fusión de Cablevisión y Telecom, dando lugar al conglomerado mediático más grande de la historia de América Latina, vemos estos episodios de censura contra los pocos medios que aún se atreven a investigar y denunciar el saqueo y la corrupción de los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.

Una vez más, entonces, decimos que no hay democracia sin derecho a la comunicación y sin libertad de expresión. Por eso solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Declaración.