Expresar su repudio y su más enérgico rechazo a los despidos ordenados en la empresa estatal TELAM SOCIEDAD DEL ESTADO por parte del Poder Ejecutivo Nacional; solicitando en forma urgente que se dejen sin efecto los mismos y se ordene de modo inmediato el restablecimiento del personal a sus lugares de trabajo.-

Señor presidente:

La empresa estatal TELAM SOCIEDAD DEL ESTADO, fue desde su nacimiento en el año 1945 (con la denominación “Telenoticiosa Americana”) y por iniciativa del entonces Coronel Juan Domingo Perón a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión -y a su instancia-, un puntal para hacer escuchar voces e intereses nacionales frente a las agencias internacionales de prensa.-

La agencia estatal, ha sorteado –no sin claudicaciones que han dependido de los diferentes tiempos políticos y sus administraciones- en medio de la azarosa, contradictoria y dura vida institucional argentina, su propósito original: garantizar las voces e intereses nacionales, y su defensa del interés público. Los objetivos de TELAM, se cumplen a través del cumplimiento de dos funciones que les exige la normativa que la regula; ser una agencia de noticias y ser un ente que se encargue de planificar, producir y contratar la publicidad oficial.-

Con la llegada de la actual administración, se desplegó una clara política de vaciamiento de la empresa. Primero de modo ambiguo u oculto, y en la actualidad haciéndolo de modo desembozado.

Ha tomado estado público el despido de aproximadamente trescientos cincuenta y cuatro (354) trabajadores. No sabiéndose aún por informaciones oficiales a cuánto asciende el número real de desvinculaciones.

En otras oportunidades nos hemos hecho eco de la política silenciosa pero permanente de desmantelamiento del sector; en esta oportunidad, todos los presagios y evaluaciones se vienen a cumplir. Pero en este caso, además, no debemos quedarnos observando la acción del gobierno en este solo sector, sino poder comprender la real intencionalidad de su acción.

La decisión de despedir trabajadores en este contexto de crisis, no es consecuencia de ninguna situación fiscal o presupuestaria, es un objetivo político que el gobierno ha asumido en forma expresa con la suscripción del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. No es consecuencia –repito-, es solo el cumplimiento de las decisiones políticas que se subordinan a un programa de gobierno de ajuste y sumisión a la entidad internacional.-

Estos despidos son además, una provocación. Luego de la realización de un paro general, que monolíticamente ha expresado la necesidad de un cambio de rumbo en la política socioeconómica, el PEN –como signo- dispone la desvinculación de la mitad de la plantilla de trabajadores de una empresa estatal.-

Por las razones expuestas es que solicito al resto de los legisladores, que acompañen la presente iniciativa.