Declarar repudio por la detención de los dueños del grupo empresario de medios INDALO a través de un fallo judicial que constituye una encubierta persecución política y pone en riesgo la libertad de expresión y el derecho a la información.

Señor presidente:

La Argentina está viviendo un enorme retroceso en materia de derecho a la información. Los valores que se habían conquistado en este terreno a lo largo de esta nueva etapa de vida en democracia están siendo dejados de lado. La pluralidad de voces es la única garantía de un adecuado, libre y auténtico derecho a la libertad de expresión. Sin ninguna duda, la más amplia libertad de prensa, el pluralismo y el acceso a la información son principios insoslayables para el desarrollo y el devenir de la participación y la vida en democracia. Y a diario, desde que asumió este gobierno, estamos asistiendo a una violación de estos valores. La construcción hegemónica de un discurso de la realidad es un peligro flagrante que atenta con principios básicos de derechos constitucionales de los ciudadanos y ciudadanas.

Hemos sido testigos de amenazas a medios de comunicación que ostentan una línea editorial disidente con el gobierno actual. Esta situación manifiesta una evidente persecución y un total avasallamiento de la libertad de expresión. Tras este fallo judicial se está escondiendo una forma de cercenamiento de la libre expresión y de la información de ideas que merece el más profundo repudio por quienes creemos e imbuimos nuestra vida en los principios de la libertad y la democracia. La prosecución de la causa judicial debería devenir con los dueños de los medios en libertad ambulatoria.

Este accionar de la Justicia que detiene a los dueños del Grupo Indalo (que incluye el canal de noticias C5N y la emisora Radio 10 entre otros) se transforma en un preocupante deterioro de las garantías constitucionales. Las declaraciones del propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, sobre el curso de esta causa revelan una injerencia directa e inaceptable del Poder Ejecutivo Nacional, embarcado en la tarea de llevar a este grupo periodístico a la quiebra o ponerlo en manos amigas del poder de turno.

No podemos permitir que se sigan implementando prácticas de aprietes, avasallamientos e intimidaciones con la única finalidad de acallar las voces disidentes. Tenemos que dirigir todo nuestro esfuerzo y nuestro compromiso en la defensa de la libertad de expresión que está hermanada con el derecho a la información. Con los mecanismos a nuestra disposición tenemos la obligación de exigir al Estado que sea garante de tal libertad de expresión. Sin pluralidad de voces no podemos avanzar como sociedad libre.

Es por todo lo expuesto que pido a los señores Diputados y Diputadas me acompañen con este proyecto.