Expresar su máximo repudio y preocupación ante las agresiones sufridas por el periodista Marcelo Leopoldo López en ocasión de realizar la cobertura periodística de un acto contra el enjuiciamiento de represores, en la Plaza San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el pasado miércoles 24 de mayo de 2006.

Señor presidente:

La libertad de prensa es uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática. Pero esa libertad se ve gravemente lesionada con hechos como el que sufrió el periodista Marcelo Leopoldo López el último miércoles.

Este aberrante hecho, resabio de típicas actitudes dictatoriales, surgió a raíz de la cobertura de un acto que se realizaba en contra del enjuiciamiento de represores recientemente dado a conocer.

Específicamente, el miércoles 24 de mayo, se realizó una concentración frente al cenotafio de Malvinas, en la Plaza San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en un acto que reunión a uniformados en actividad, retirados y familiares de represores que salieron en apoyo de los militares juzgados por violaciones a los derechos humanos, circunstancia que concluyó con un escándalo cuando algunos de los manifestantes le dieron una golpiza al periodista de América 2 TV Marcelo López.

El acto en cuestión fue una demostración pública en rechazo al enjuiciamiento de los represores. En los días previos, las distintas fuerzas fueron invitadas a la manifestación, que tuvo entre sus organizadores a Cecilia Pando, la mediática mujer del mayor Rafael Mercado, pasado a retiro luego de manifestaciones a favor de los años oscuros, y María Pía Schwab, hija del represor Héctor Schwab, con pedido de captura internacional dictada por el juez Baltasar Garzón.

Durante el acto, los participantes más jóvenes lanzaban insultos como "¡Chupamedias de Kirchner! ¡Andá a ver al desprolijo tuerto, apátrida!", "Le metería una bomba", al tiempo que agredían al periodista Marcelo López.

Estos hechos, en un sociedad que ya lleva 23 años de democracia, son expresiones inadmisibles. La reivindicación de los fallecidos en función de las ideas que se defienden no es repudiable en sí mismo, sino lo que esto desencadenó.

Por su parte, la aplicación de sanciones será analizada dentro de cada Fuerza, donde se evaluará además si en el acto estuvieron militares en actividad, y si se comprueba que incurrieron en infracciones a los reglamentos de las Fuerzas Armadas. Algunos de los presentes, como el capitán Lucioni, han sido pasados a retiro en fecha reciente, hace poco más de un mes. Cabe destacar que los militares efectivos tienen prohibido por norma asistir a actos políticos.

La cobertura del acto realizado es simplemente la tarea que corresponde a un periodista que busca la verdad y la transparencia en sus informaciones y comentarios, como lo marcan los legados que dejó Mariano Moreno, un pionero del periodismo.

Por esto, debemos alinearnos bajo los parámetros de una prensa libre, pluralista e independiente, lo cual constituye un componente esencial de toda sociedad democrática.

Los medios de prensa efectúan análisis o emiten pareceres bajo el amparo constitucional del artículo 14 de la Constitución Nacional, que dice que todos los habitantes de la Nación gozan del derecho de..."publicar ideas sin censura previa", lo cual no implica exención de responsabilidad o reglas especiales de responsabilidad si la opinión deja de ser un parecer para convertirse en un modo de descalificar una persona. En este caso los medios de prensa, no están eximidos de ser responsables civilmente de los daños que tales descalificaciones produzcan. Claro está, no fueron estas las circunstancias del periodista Marcelo López.

Asimismo, la reforma de 1994 ha incorporado al texto de la Constitución Nacional los Tratados Internacionales, entre ellos el Pacto de San José de Costa Rica, Convención Americana de Derechos Humanos, aprobada por Ley N° 23.054, que en su artículo 13 inciso 1° contempla el derecho de toda persona a la libertad de pensamiento y expresión, declarando como comprensiva de aquella "la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección".

No son únicamente los periodistas quienes deben juzgar la libertad de prensa sino toda la sociedad. Este derecho incluye las libertades de pensar, opinar, escribir, hablar, mostrar, saber, investigar, preguntar, sospechar, descubrir, anticipar, pero también ponderar, respetar, no prejuzgar, no exagerar, no escandalizar, no confundir, no injuriar, no mentir, no ocultar. Y es nuestra obligación defenderla y reclamarla como defensores de un sociedad que se precie de democrática.

Señor Presidente, es el deber de esta Honorable Cámara rechazar este hecho tan grave en defensa del principio básico de la libertad de prensa que es difundir la información exacta y veraz de los hechos, para una sana y democrática convivencia.

Por todo lo expuesto, y haciendo votos para que no vuelva a ocurrir, es que solicito a mis pares la aprobación de este proyecto.