Expresión de repudio y condena, al acto desarrollado el 24 de Mayo en las inmediaciones de la Plaza San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en donde se reivindicó el proceso antidemocrático de la dictadura militar y se intentó vulnerar la libertad de expresión a través de la agresión verbal y física a periodistas que cubrían el mismo.

Señor presidente:

Lamentablemente, hemos observado que recientemente, y ex profeso con una clara intención provocativa, en un acto político que se pretendió disfrazar de " homenaje", no solo se agravió a la investidura Presidencial, sino que además, se aprovechó para insultar a las Fuerzas Armadas a través de sus diatribas contra el Jefe del Ejercito y fueron por más, cuando agredieron verbal y físicamente a periodistas que cubrían el acto, en particular a un cronista de América TV.

Causa verdadero estupor, quienes escudándose en la libertad existente, aprovechen esta para intentar mantener una ideología condenada por una gran mayoría que eligió la democracia y que tiene en claro el Nunca Más de la violencia y del terror que reinó en este país durante la dictadura más oprobiosa de toda la historia Argentina.

Un grupo de exaltados e inadaptados que evidentemente extrañan las prerrogativas que perdieron cuando terminó la Dictadura, emprendieron con improperios e insultos a los periodistas que estaban trabajando, resulta curioso que resabios de una época nefasta para el país, todavía intente defender lo indefendible y no hayan avizorado que el país cambió y por lo tanto existe una prensa libre y un Estado de Derecho.

De esta forma, pretendemos repudiar y condenar este acto político, que sin pretextos, insulta y agravia caprichosamente. También resulta curioso, que quienes han estado presentes, la mayoría vive de un sueldo que les paga el Estado Argentino, es decir, el pueblo, ya que una de sus convocantes, trabaja como asesora en esta H. Cámara de Diputados de la Nación, en tanto que otros vestían uniformes militares, Ergo, también gozan de un tributo que sale del erario público, lo que resulta a todas luces una hipocresía.

Sin abundar en mas detalles, ya que no merece un análisis palmario, es que solicito a mis pares acompañen el presente por semejante atropello, vergüenza e hipocresía.