Convocar al Sr Presidente del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual Lic. Santiago Aragón a concurrir a un plenario de las Comisiones de Libertad de Expresión y Comunicaciones e Informática de ésta Honorable Cámara, a fin de informar sobre la venta del paquete accionario de la señal de noticias C5N, Radio 10, y las estaciones de FM TKM, Pop, Mega y Vale, que manejaba el empresario Daniel Hadad al Grupo Indalo.

Señor presidente:

Se ha anunciado públicamente la venta de diversos medios de comunicación del Grupo Hadad a un grupo liderado por el empresario del juego Cristóbal López.

Tal operación viola de modo manifiesto el texto de varias disposiciones de la ley de medios, sin que haya intervenido ninguno de los órganos encargados de aplicar la ley.

La transferencia de licencias de medios de comunicación está prohibida por la ley. Por lo tanto, es necesario saber si la publicitada compra de medios por parte del empresario del juego citado ha sido autorizada por la autoridad de aplicación; y, en cualquier caso, qué actuaciones se labraron a partir de esa información pública.

Estos hechos desmienten del modo más categórico los alegados propósitos de fomentar la pluralidad de voces que se invocaron para justificar la sanción de la ley de medios. La Unión Cívica Radical alertó entonces sobre la hipocresía de tales fundamentos, que encubrían la intención real de establecer un sistema de difusión para la palabra oficial, a través de los medios estatales o por vía de concesionarios o grupos económicos afines al gobierno, sostenidos por la utilización escandalosa de la publicidad oficial, limitando o suprimiendo cualquier manifestación crítica.

Resulta imprescindible, en ese marco, que el titular del AFSCA brinde algunas explicaciones básicas sobre un hecho que despierta enorme preocupación en la opinión pública, toda vez que el grupo al que se intenta transferir la licencia tiene una marcada vinculación con el oficialismo, a punto tal que logró en pocos años ubicarse como un actor económico con protagonismo en diversas actividades debido exclusivamente a tales relaciones. Y no acredita, por caso, ningún antecedente relevante en materia de medios de comunicación.

Si ya el Grupo Hadad hacía gala de su cercanía con el gobierno nacional -como antes la había exhibido con el del presidente Carlos Menem-, el cambio de manos de dichos medios de comunicación sólo puede redundar en una intensificación de ese embanderamiento, del que pocos medios van quedando excluidos.

Este afán en imponer el relato oficial y limitar las voces disidentes erosiona el pluralismo de una sociedad democrática. Más aún, cabe preguntarse si un país que persiste en estas actitudes que menoscaban la libertad de expresión, no está lesionando uno de los valores fundantes del régimen democrático.

Por lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.