- Su más enérgico repudio a la salvaje agresión del día 12 de setiembre de 2007 perpetrada por fuerzas de la Gendarmería Nacional y el atentado de la madrugada del 28 de marzo del año en curso, ambos hechos claramente consumados con el propósito de amedrentar la noble tarea de la periodista santacruceña Adela Gómez, víctima de una y otra barbarie, tendientes a menoscabar la Libertad de Prensa como derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas y como requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.

- Su absoluta solidaridad y acompañamiento moral a la periodista santacruceña Adela Gómez, el reconocimiento a su noble tarea y, a través de ella, el homenaje a los periodistas y a la prensa independiente de la provincia de Santa Cruz y del país.

- Su obligación de instar a las autoridades pertinentes a investigar con celeridad y eficacia lo hechos denunciados y - de conformidad a la Cláusula Novena de la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión aprobada por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos- sancionar a sus autores (Intelectuales y materiales) y asegurar a la víctima, Sra. Adela Gómez, una reparación adecuada por cada uno de los acontecimientos.

Señor presidente:

Los medios noticiosos libres y activos son una herramienta inapreciable en las sociedades democráticas. Es por este valor que a la prensa se la menciona comúnmente "el cuarto poder". Cuando la prensa es libre e independiente, mantiene al público informado y desalienta al gobierno de abusar o exceder sus poderes. En una democracia, los ciudadanos confían en la prensa para que investigue la corrupción política, informe sobre las violaciones de los derechos humanos y arroje luz sobre las injusticias cometidas por el gobierno.

Desafortunadamente, en muchos países del mundo hoy día la prensa no es ni libre ni independiente. Según los resúmenes de la Libertad de Prensa publicados anualmente por la organización Reporteros sin Fronteras cientos de periodistas fueron torturados, encarcelados, heridos y asesinados en estos últimos años en cumplimiento de tal misión. El convulsionado entorno actual constituye un verdadero desafío para los periodistas pero, sin embargo, los reporteros de todo el mundo siguen comprometidos con su búsqueda de la verdad.

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la cuál nuestro país es signatario en octubre de 2000, en el 108 período ordinario aprobaba la DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN. En su cláusula novena consagró:

9. El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.

El 12 de septiembre de 2007 en un corte de ruta en Caleta Olivia, la periodista santacruceña Adela Gómez, mientras suplicaba a los gendarmes que no reprimieran la manifestación que impedía el paso de una caravana de militantes del Frente para la Victoria, recibió disparos con balas de goma en su pierna. Ese episodio fue un escándalo nacional, las heridas de ese hecho aún no cerraron, las secuelas están presentes pues uno de los perdigones aún se halla en su cuerpo.

Este lamentable acontecimiento sucedió al finalizar un año muy convulsionado para Santa Cruz. En tal fecha un grupo de manifestantes que se dirigían a un acto proselitista encabezado por el propio Presidente de la Nación en la ciudad de Río Gallegos se encontraron con un corte de la ruta 3 a la salida al sur de Caleta Olivia. La sorpresiva presencia de la Gendarmería puso tensión en la gente. La represión no se hizo esperar, pero llamativamente uno de los efectivos apuntó su escopeta con postas de goma sobre la periodista radial Adela Gómez que cubría la nota para la emisora radial FM 21 de la ciudad de Caleta Olivia. Le dispararon, la hirieron y a casi dos años y medio del suceso las secuelas son profundas, nadie en Santa Cruz olvida el lamentable hecho. Los grandes ausentes en Santa Cruz: La Justicia y los Derechos Humanos. Los represores nunca fueron responsabilizados y los DDHH de la provincia miraron y miran aún para otro lado. No hay responsables, los efectivos que participaron de la agresión siguen en actividad y la abnegada periodista debe cargar con las secuelas de este irracional acontecimiento.

No obstante el cuadro descripto, de que por sí mismo es terrible, en la madrugada del día Domingo 28, la periodista Adela Gómez sufrió un nuevo atentado, esta vez contra su propiedad cuando, amparados en la oscuridad, desconocidos incendiaron el auto particular que tenía estacionado junto a la vivienda que habita.

Efectivamente, fue pasada las 03:45 hs de esa madrugada que la periodista de Caleta Olivia sufrió un atentado en su móvil cuando desconocidos rociaron con nafta una VW Surán último modelo y le prendieron fuego, mientras estaba estacionada dentro del patio, a escasos metros de la puerta de entrada de la casa construida en madera; "si no fuera porque un vecino nos alertó del incendio, el auto podría haber explotado o las llamas alcanzar la casa (de madera) y hubiera muerto; gracias a Dios que no estaba ninguno de mis hijos", le relató Adela GOMEZ a la Agencia de Noticias OPI SANTA CRUZ.

Adela Gómez es una activa periodista que se desempeña como movilera de Radio 21, más precisamente del programa Vamos que Venimos que conduce Javier Rivarola en aquella emisora; socialmente muy comprometida y, en su vocación por la prensa libre, Adela ha investigado varios temas sensibles al poder local, entre ellos el último estaba relacionado con el fallecimiento de un abuelo en el hogar de ancianos que fue sepultado como N.N. por instrucciones de las máximas autoridades municipales.

El aberrante hecho ocurrió precisamente mientras el poder se ufanaba de conmemorar el día de la Memoria; fue entonces cuando por un paro cardio-respiratorio falleció en el Hogar de Anciano de Caleta Olivia, Estanislao Orellana, quien, ante el desconcierto de los empleados de la casa, fue rápidamente sepultado como N.N. sin que se extendiera el certificado de defunción correspondiente y por orden directa del responsable de la Secretaría de Desarrollo Humano de la Municipalidad, Dr Juan José Naves, se llevó el cuerpo en total reserva al cementerio local, trasladándolo en una morguera de los Bomberos.

Sr. Presidente:

La intolerancia gubernamental frente a cualquier crítica, de cualquier entidad y cualquier procedencia está arrastrando a los argentinos, en general, y los santacruceños, en particular a épocas que por el bien de la democracia y el valor de la República, se hace indispensable superar.

En un sistema democrático de gobierno la crítica de la prensa libre no sólo no es dañosa, sino que es imprescindible. "La libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática." Así lo expresa la Cláusula Primera de la DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN, aprobada por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En un gobierno que califica como "destituyente" a los medios y los periodistas que, en cumplimiento de su noble misión, no hacen otra cosa que investigar, informar y cuestionar la conducta de los hombres públicos, la Libertad de Prensa es un bien a conquistar.

La periodista santacruceña Adela Gómez se ha convertido en el símbolo, en el testimonio de esta lucha, dada en una provincia, en un país en donde la intolerancia lleva a que José Luis Cabezas sea asesinado casi todos los días.

Es por ello que solicito a mis pares acompañen la emisión parlamentaria de la presente declaración.