JUSTICIA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 423
Secretario Administrativo DRA VILLARES MARIANA
Jefe DRA. FARIAS NATALIA MICAELA
Miércoles 16.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2418 Internos 2418/17
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Reunión del día 14/08/2018
- CONJUNTA
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Buenos días. Damos comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Industria y de Economía. Junto con el señor diputado Kicillof queremos agradecerle mucho su presencia hoy. Todos sabemos el difícil momento que estamos pasando, sobre todo las pequeñas y medianas empresas. Por eso, redoblamos el agradecimiento por estar con nosotros en este momento difícil.
Como indicó el señor diputado Kicillof en la convocatoria, queremos analizar lo que está pasando y cuál es el rol del Congreso en esta situación que estamos atravesando. Quiero también valorar su presencia porque cada vez que lo hicieron y pudieron hablar ante los legisladores de todos los bloques, que siempre los escuchamos, se pudo avanzar. No es lo mismo tener conocimiento de las cosas cuando se las lee en el diario que cuando se habla con los actores concretos del día a día. Es cierto que este es el Parlamento, y las acciones que tenemos son concretas y limitadas a través de dictar leyes o pedidos de informes, pero quiero que sepan que estas dos comisiones del Congreso -como estoy seguro de que muchas otras, como la de Legislación del Trabajo- están dispuestas a poner todas esas herramientas en forma urgente para cambiar la situación que los ha traído hasta acá. Asimismo, hay que preservar los activos productivos, porque sabemos que construir cuesta mucho y destruir es muy rápido. Es muy difícil imaginarse una posición de recuperación de la economía si muchos de los actores que están en esta mesa se encuentran debilitados o ausentes. Ese es nuestro compromiso: hacer todo lo que esté al alcance como legisladores para mejorar esa macroeconomía, que sabemos que es clave, pues es imposible corregir por la micro cuando los problemas son macro. Pero, como decía, en el mientras tanto debemos tomar medidas necesarias desde nuestro rol como legisladores.
Su presencia ha tenido un impacto fundamental para sancionar leyes -más allá de que luego la norma no nos satisfizo-, como las de pymes, de autopartes y de ART. Su presencia en el Congreso gravitó mucho.
A esta reunión han sido invitados todos los bloques parlamentarios. Si algo tenemos claro es que la Comisión de Industria hace política industrial y no partidaria, dado que queremos encontrar soluciones para los sectores.
Con el señor diputado Kicillof pensamos que hay cuestiones transversales que conocemos, como las tasas de interés, además de cuestiones muy puntuales de cada sector. Nos gustaría que en tres minutos cada sector nos explique en específico su problema y lo que necesita remover urgentemente.
Tiene la palabra el señor diputado Kicillof.
Como indicó el señor diputado Kicillof en la convocatoria, queremos analizar lo que está pasando y cuál es el rol del Congreso en esta situación que estamos atravesando. Quiero también valorar su presencia porque cada vez que lo hicieron y pudieron hablar ante los legisladores de todos los bloques, que siempre los escuchamos, se pudo avanzar. No es lo mismo tener conocimiento de las cosas cuando se las lee en el diario que cuando se habla con los actores concretos del día a día. Es cierto que este es el Parlamento, y las acciones que tenemos son concretas y limitadas a través de dictar leyes o pedidos de informes, pero quiero que sepan que estas dos comisiones del Congreso -como estoy seguro de que muchas otras, como la de Legislación del Trabajo- están dispuestas a poner todas esas herramientas en forma urgente para cambiar la situación que los ha traído hasta acá. Asimismo, hay que preservar los activos productivos, porque sabemos que construir cuesta mucho y destruir es muy rápido. Es muy difícil imaginarse una posición de recuperación de la economía si muchos de los actores que están en esta mesa se encuentran debilitados o ausentes. Ese es nuestro compromiso: hacer todo lo que esté al alcance como legisladores para mejorar esa macroeconomía, que sabemos que es clave, pues es imposible corregir por la micro cuando los problemas son macro. Pero, como decía, en el mientras tanto debemos tomar medidas necesarias desde nuestro rol como legisladores.
Su presencia ha tenido un impacto fundamental para sancionar leyes -más allá de que luego la norma no nos satisfizo-, como las de pymes, de autopartes y de ART. Su presencia en el Congreso gravitó mucho.
A esta reunión han sido invitados todos los bloques parlamentarios. Si algo tenemos claro es que la Comisión de Industria hace política industrial y no partidaria, dado que queremos encontrar soluciones para los sectores.
Con el señor diputado Kicillof pensamos que hay cuestiones transversales que conocemos, como las tasas de interés, además de cuestiones muy puntuales de cada sector. Nos gustaría que en tres minutos cada sector nos explique en específico su problema y lo que necesita remover urgentemente.
Tiene la palabra el señor diputado Kicillof.
SR. KICILLOF No voy a repetir lo que ya dijo el "Vasco" De Mendiguren. Sobre toda la hojarasca y la cantidad de cuestiones mediáticas, de información, de temática y de agenda hay un punto que claramente no está, que es la situación de las pymes argentinas. No está en la agenda y no es una preocupación. La gente no está esperando al día de mañana para ver cuántas pymes cierran o cómo cambia determinada variable que beneficie al sector. Hemos visto -y lo comentábamos con el "Vasco", con quien nos tocó recorrer la Argentina- que la situación es muy generalizada, es decir, que es muy difícil encontrar un sector que ande bien -y no digo mejor que hace dos años y pico sino con buenas perspectivas y estabilización-, sino que hay una especie de escenario inclinado en un tobogán que no termina y no hay mucha claridad en cuanto a dónde estaría el plateau al que se va a llegar.
Vinimos a escucharlos, y por eso no me voy a extender. Al final diremos algunas palabras de caracterización, de perspectiva y lo que vemos nosotros, pero las comisiones de Economía y de Industria vemos esto con preocupación y tenemos un interés muy claro en dar visibilidad al problema y poner a disposición los instrumentos que tiene el Parlamento, que no son ni suficientes ni demasiado efectivos pero pueden funcionar como un paliativo o por lo menos como una forma de darle más importancia de la que hoy parece tener este problema. Para nosotros es una enorme preocupación y queremos escucharlos a ustedes en esas breves exposiciones.
Agrego una inquietud que me parece importante, porque está poco presente en el debate y es difícil de recopilar: ¿cuál fue la caída de la demanda en el sector en términos de volumen? Así también podremos tener una perspectiva sectorial y regional. Fuera de eso, el compromiso que tenemos es que ambas comisiones van a impulsar las medidas y propuestas que salgan de esta reunión. Después veremos qué destino tienen, pero para nosotros depende mucho de la presencia y del compromiso que pongan los dirigentes y sectores empresariales, porque a nivel de los diputados ya dijimos reiteradas veces que lo hemos hecho oír en la Cámara y lo hemos planteado al oficialismo y a los diferentes Ministerios. Pero las normas que se sancionaron fueron por un apoyo determinante del sector que obviamente se convierten en interlocutores muy importantes.
Después de sus intervenciones trataremos de poner en común algunos instrumentos para dar impulso a esta situación.
Vinimos a escucharlos, y por eso no me voy a extender. Al final diremos algunas palabras de caracterización, de perspectiva y lo que vemos nosotros, pero las comisiones de Economía y de Industria vemos esto con preocupación y tenemos un interés muy claro en dar visibilidad al problema y poner a disposición los instrumentos que tiene el Parlamento, que no son ni suficientes ni demasiado efectivos pero pueden funcionar como un paliativo o por lo menos como una forma de darle más importancia de la que hoy parece tener este problema. Para nosotros es una enorme preocupación y queremos escucharlos a ustedes en esas breves exposiciones.
Agrego una inquietud que me parece importante, porque está poco presente en el debate y es difícil de recopilar: ¿cuál fue la caída de la demanda en el sector en términos de volumen? Así también podremos tener una perspectiva sectorial y regional. Fuera de eso, el compromiso que tenemos es que ambas comisiones van a impulsar las medidas y propuestas que salgan de esta reunión. Después veremos qué destino tienen, pero para nosotros depende mucho de la presencia y del compromiso que pongan los dirigentes y sectores empresariales, porque a nivel de los diputados ya dijimos reiteradas veces que lo hemos hecho oír en la Cámara y lo hemos planteado al oficialismo y a los diferentes Ministerios. Pero las normas que se sancionaron fueron por un apoyo determinante del sector que obviamente se convierten en interlocutores muy importantes.
Después de sus intervenciones trataremos de poner en común algunos instrumentos para dar impulso a esta situación.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Tiene la palabra el señor Ariel Aguilar.
SR. AGUILAR Muchísimas gracias por la convocatoria de ambas comisiones y del resto de los diputados presentes. Soy el presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines y miembro de la Confederación General Empresaria de la República Argentina. Puntualmente, para dar números concretos, nuestro sector tiene una suba de importaciones de un 49,5 por ciento de unidades, comparado con el primer semestre del año anterior. Las encuestas de nuestra Cámara arrojan una caída real del consumo del 30 por ciento promedio en unidades; es decir, tenemos un 30 por ciento de caída de ventas a los comercios. Acá no se promedia sino que es un dato del sector. Por supuesto -como lo dirán todos los sectores-, además tenemos los problemas de tasas y de tarifas.
Una preocupación de nuestro sector es la caída del consumo del 30 por ciento en un año, porque si tomamos los dos años anteriores las importaciones subieron un 75 por ciento acumulado en comparación con 2016 y 2017. La caída del consumo en esos dos años sumó un 40 por ciento. Como sector nos preocupa la firma del Tratado Unión Europea-Mercosur, que resigna básicamente toda posibilidad de sostén y de crecimiento de cada una de nuestras industrias, porque el gobierno planteó bajar los aranceles de los productos industriales también a nuestro sector. En ese sentido, una de las propuestas de CGERA es la creación de una Comisión Mixta con las cámaras de administración del comercio exterior para monitorear exportaciones y tratar este tema de los tratados de libre comercio, porque hay que tener claro que si este Congreso no ratifica este Tratado, no se firma. Para nosotros es fundamental que ustedes escuchen esto.
También tenemos un problema de primarización como parte del proyecto político que se está llevando adelante, que plantea que, como hace doscientos años, los cueros crudos se exporten sin manufacturar, solo en estado salado. Esto no solo primariza la economía como país sino que directamente nos deja sin cueros en el mercado, o bien los deja a precios muy altos. La propuesta de la CGERA fue la creación de esta Comisión Bicameral y una moratoria urgente para todos los sectores productivos. Les dejaremos todos los datos que necesita la mayoría de los sectores. Es una medida coyuntural y no estructural, pero es urgente. Estamos hablando de una moratoria impositiva puesto que tuvimos 250.000 embargos de AFIP durante 2017, reconocido por el secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer. Esta es la consecuencia de las políticas que se tomaron. Una moratoria en este momento básicamente estiraría y sostendría los puestos de trabajo. Nuestra cadena de valor perdió 13.000 puestos de trabajo en estos dos años, 3.000 en manufacturas, otra parte en calzado y otra parte en la curtiembre. Además, se cerraron 70 fábricas.
Algunas otras propuestas de CGERA las harán otros compañeros de la mesa. Muchísimas gracias.
Una preocupación de nuestro sector es la caída del consumo del 30 por ciento en un año, porque si tomamos los dos años anteriores las importaciones subieron un 75 por ciento acumulado en comparación con 2016 y 2017. La caída del consumo en esos dos años sumó un 40 por ciento. Como sector nos preocupa la firma del Tratado Unión Europea-Mercosur, que resigna básicamente toda posibilidad de sostén y de crecimiento de cada una de nuestras industrias, porque el gobierno planteó bajar los aranceles de los productos industriales también a nuestro sector. En ese sentido, una de las propuestas de CGERA es la creación de una Comisión Mixta con las cámaras de administración del comercio exterior para monitorear exportaciones y tratar este tema de los tratados de libre comercio, porque hay que tener claro que si este Congreso no ratifica este Tratado, no se firma. Para nosotros es fundamental que ustedes escuchen esto.
También tenemos un problema de primarización como parte del proyecto político que se está llevando adelante, que plantea que, como hace doscientos años, los cueros crudos se exporten sin manufacturar, solo en estado salado. Esto no solo primariza la economía como país sino que directamente nos deja sin cueros en el mercado, o bien los deja a precios muy altos. La propuesta de la CGERA fue la creación de esta Comisión Bicameral y una moratoria urgente para todos los sectores productivos. Les dejaremos todos los datos que necesita la mayoría de los sectores. Es una medida coyuntural y no estructural, pero es urgente. Estamos hablando de una moratoria impositiva puesto que tuvimos 250.000 embargos de AFIP durante 2017, reconocido por el secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer. Esta es la consecuencia de las políticas que se tomaron. Una moratoria en este momento básicamente estiraría y sostendría los puestos de trabajo. Nuestra cadena de valor perdió 13.000 puestos de trabajo en estos dos años, 3.000 en manufacturas, otra parte en calzado y otra parte en la curtiembre. Además, se cerraron 70 fábricas.
Algunas otras propuestas de CGERA las harán otros compañeros de la mesa. Muchísimas gracias.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Tiene la palabra el señor Hutin.
SR. HUTIN Muchas gracias por la invitación. Todos sabemos cuál es la situación. Desde 2010 a la fecha, la luz aumentó 2.700 por ciento para todos los sectores. Yo soy Raúl Hutin, representante de la Central de Entidades Empresarias Nacionales y también miembro de la mesa directiva de Proteger. Creo que hoy el problema ya no es sectorial. Por más que cada uno queramos mostrar lo peor que estamos, todos estamos peor. Hoy el problema lo tenemos todos; es absolutamente general. Entonces, hablar de los aumentos de la luz, el gas y el combustible y de la pobreza y el hambre que hay, no tiene más sentido, como tampoco hablar de los 200 desocupados que estamos produciendo por día ni de la cantidad de empresas que están cerrando cada día. No tiene más sentido seguir insistiendo en que los créditos están por las nubes y en que no se puede trabajar de esta manera. No tiene más sentido seguir hablando de que está cortada la cadena de pagos, ni seguir diciendo una y otra vez hasta aburrir a la gente que los cheques vienen rechazados a montones. Yo llevo cincuenta años al frente de mi empresa y esto ya lo conozco; ya lo vivimos cinco o seis veces, y sabemos que esto solo termina estresándonos.
Señores diputados, colegas: esto llegó a su fin. Tenemos que pensar ya en la reconstrucción de una Argentina democrática, libre y soberana distinta a la de hoy. Está fallando el modelo, y las medidas que se toman deben darse vuelta como una media. Necesitamos basarnos en la producción concreta del país. La industria textil está funcionando al 55 por ciento de su capacidad instalada; por lo tanto, tenemos la energía necesaria y suficiente para ponerla en marcha para un nuevo país. Hay dinero que han ganan los bancos y capital disperso por ahí, pero no existe la confianza necesaria; debemos empezar la construcción de un nuevo país, basado fundamentalmente en la construcción, en la equidad y en la condición igualitaria frente a la ley. Si no hay confianza y no hay ley, no tenemos ninguna posibilidad de seguir adelante. Gracias.
Señores diputados, colegas: esto llegó a su fin. Tenemos que pensar ya en la reconstrucción de una Argentina democrática, libre y soberana distinta a la de hoy. Está fallando el modelo, y las medidas que se toman deben darse vuelta como una media. Necesitamos basarnos en la producción concreta del país. La industria textil está funcionando al 55 por ciento de su capacidad instalada; por lo tanto, tenemos la energía necesaria y suficiente para ponerla en marcha para un nuevo país. Hay dinero que han ganan los bancos y capital disperso por ahí, pero no existe la confianza necesaria; debemos empezar la construcción de un nuevo país, basado fundamentalmente en la construcción, en la equidad y en la condición igualitaria frente a la ley. Si no hay confianza y no hay ley, no tenemos ninguna posibilidad de seguir adelante. Gracias.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Les informo que se está grabando la reunión de hoy para que más personas tengan información sobre sus exposiciones.
Tiene la palabra Luciano, de la Fundación Protejer.
Tiene la palabra Luciano, de la Fundación Protejer.
SR. GALFIONE Gracias, señores diputados, por la posibilidad que nos dan. Soy Luciano Galfione, secretario de la Fundación Proteger, que nuclea a la industria textil en su conjunto, a toda la cadena de valor.
Voy a ser sintético. Trataré de dar algunos datos y concentrarme básicamente en las propuestas que tenemos y que venimos acercando hace ya mucho tiempo al gobierno y en todos los ámbitos posibles. Seguimos aguardando que esas propuestas sean tratadas y llevadas adelante.
En primer lugar, solo para dar unos datos, el nivel de actividad sectorial de la industria textil en lo que va de 2018 cayó un 7,5 por ciento respecto del año anterior, que ya venía con una acumulación del 17 por ciento desde 2015, con lo cual estamos aproximadamente un 25 por ciento por debajo del nivel de actividad.
Dentro de los sectores industriales, el textil es uno de los segmentos más golpeados, y creo que es de público conocimiento. La capacidad ociosa y el nivel de capacidad instalada que tenemos en la actualidad rondan el 55 por ciento, según mediciones hechas al mes de junio, con lo cual se hace casi insostenible este nivel de actividad. La persistente presión importadora, que casi dinamita nuestra capacidad de producción, aumentó un 11 por ciento entre 2015 y 2017, pero lo que más se ha incrementado fue la importación de los productos del final de la cadena textil.
Desde 2015 las prendas de vestir subieron más del 88 por ciento en kilos, mientras que las confecciones para el hogar se incrementaron un 68 por ciento en kilos. Esto hace dinamitar toda la cadena de valor, puesto que cuando uno importa un producto terminado, no trabaja nadie en toda la cadena, siendo una de las cadenas de producción más largas y más atomizadas del sector industrial. También subió el rubro de tejidos planos, en más del 35 por ciento. Eso contrasta con la compra de insumos textiles, que bajaron un 14 por ciento en materias primas, un 8 por ciento en hilados y un 7 por ciento en tejidos de punto. A eso le sumamos una estimación de consumo de prendas de vestir de turistas por más de 2.500 millones de dólares en 2017, con lo cual estamos haciendo una exportación de consumo. Quizás con este ajuste del tipo de cambio, eso merme un poco, hasta que nos atrasemos de vuelta.
En lo que va del primer semestre de 2018, las importaciones totales de la cadena de valor acumulan 825 millones de dólares y 138.000 toneladas, lo que significa un aumento de 10 por ciento en dólares y 10,4 en toneladas respecto de 2017. Con lo cual, seguimos aumentando las importaciones a pesar de que nuestra actividad baja cada vez más.
Sintéticamente, esto provoca un desplome en las exportaciones. Entre los años 2015 y 2017 las exportaciones, medidas en kilogramos, cayeron un 18,3 por ciento. Esto representa un 14 por ciento en toneladas y un 1,6 por ciento en dólares.
Este es un resumen sintético. Además, tenemos estadísticas que luego podemos acercar a los señores diputados para que cuenten con mayor información sobre los estudios que realizamos en forma continua. Esto los ayudará a realizar un diagnóstico bien acertado con todos los números que se necesiten.
A partir de ahora me quiero concentrar en las propuestas que le acercamos al gobierno y que necesitamos con urgencia. Están divididas en cinco párrafos: materia impositiva, administración del comercio exterior, energía, financiamiento productivo y cargas laborales.
En materia impositiva estamos proponiendo que se autorice un descuento del 75 por ciento al impuesto a los créditos y débitos bancarios para aquellas empresas que no cuentan con el beneficio del ciento por ciento.
En relación con la compensación de los beneficios perdidos por la derogación del decreto 814/01 para las empresas del interior de la provincia de Buenos Aires y del resto del país, puedo precisar lo siguiente: esto tiene que ver con la compensación en los aportes.
Además, hay que mencionar la solicitud a la AFIP de una moratoria impositiva por 60 meses para las empresas con actividad principal en el sector industrial; una reforma del plan de facilidades de pago permanente -donde se aumenten a 12 las cuotas vigentes para las obligaciones impositivas, previsionales y aduaneras-, es decir, aumentar la cantidad de planes de pago vigentes a un mínimo de ocho; eximir por el plazo de seis meses a las empresas industriales de los sistemas de retención y percepción de impuestos nacionales y provinciales. Las pymes vivimos trabajando para el Estado y hacemos la tarea que corresponde realizar a otros. Nosotros nos deberíamos concentrar en producir y no en trabajar para el Estado.
Respecto del comercio exterior, solicitamos una vez más que se vuelvan a publicar las estadísticas respectivas. La idea es contar con la información necesaria a fin de continuar con el seguimiento del sector, identificar prácticas de competencia desleal y realizar propuestas de política e inserción internacional.
A continuación me voy a referir a la reversión de las concesiones en materia de acceso al mercado local relativas al sector manufacturero en el marco de los tratados y acuerdos de comercio que integran la actual agenda de negociaciones económicas internacionales. Pedimos la elaboración de un régimen de percepción para el sistema de seguridad social en operaciones de importaciones definitivas de productos textiles, confecciones, prendas, calzados y marroquinería aplicables a los empleados bajo convenio colectivo de los sectores. Básicamente, esto es una percepción al momento de importar sobre los aportes relativos con el formulario 931.
Queremos que el país produzca y no que importe desde un escritorio con dos empleados. Proponemos una gestión de política comercial externa que determine una administración de las importaciones acorde con la sustentabilidad de la producción nacional e incentivando a los canales comerciales (RIT) a proveerse de productos nacionales.
Asimismo, proponemos la elevación de los reintegros a la exportación de las manufacturas de origen industrial. Incrementar en tres puntos adicionales los reintegros permitiría dinamizar la exportación del sector manufacturero, que hoy cuenta con dificultades para competir; en buena medida, por la fuerte presión tributaria.
También proponemos la aplicación de los alcances de lo dispuesto por el artículo 18 del acuerdo del GATT. Esto permitiría actualizar la política arancelaria de los sectores industriales.
En materia de energía, proponemos beneficios basados en un descuento del 20 por ciento en las tarifas de electricidad y de gas por el término de seis meses para nuestras industrias.
Con respecto al financiamiento productivo, proponemos recomponer la línea de créditos para la inversión productiva, líneas para cambio de cheques y capital de trabajo y la extensión de los acuerdos "Ahora 3", "Ahora 6" y "Ahora 12", que se caen.
En lo relativo a las cargas laborales, proponemos el adelanto del mínimo no imponible a las contribuciones patronales pautado por la reforma tributaria recién para el año 2022. La propuesta consiste en aplicar la totalidad del mínimo no imponible lo más rápido posible con el objetivo de reducir los costos laborales no salariales y mejorar la competitividad del sector.
Estas son las propuestas que necesitamos sean resueltas con mayor urgencia. Todo el arco político del gobierno las conoce. Pedimos a los señores diputados que nos acompañen en este pedido. Estamos dispuestos a participar de toda mesa a la que se nos convoque. Queremos trabajar, señores diputados.
Aclaro que tuvimos muchas reuniones. Se hizo la mesa textil pero cayó a mediados del año pasado o antes. Hubo un cambio de ministro. Esperamos la convocatoria a la mesa sectorial. Esta mesa iba a ser conducida por Martín Etchegoyen pero ya no está más. Las urgencias son ahora. No podemos esperar a la política. Tenemos que pagar sueldos todos los meses. Por eso necesitamos que nos acompañen y nos den una mano en este sentido.
Voy a ser sintético. Trataré de dar algunos datos y concentrarme básicamente en las propuestas que tenemos y que venimos acercando hace ya mucho tiempo al gobierno y en todos los ámbitos posibles. Seguimos aguardando que esas propuestas sean tratadas y llevadas adelante.
En primer lugar, solo para dar unos datos, el nivel de actividad sectorial de la industria textil en lo que va de 2018 cayó un 7,5 por ciento respecto del año anterior, que ya venía con una acumulación del 17 por ciento desde 2015, con lo cual estamos aproximadamente un 25 por ciento por debajo del nivel de actividad.
Dentro de los sectores industriales, el textil es uno de los segmentos más golpeados, y creo que es de público conocimiento. La capacidad ociosa y el nivel de capacidad instalada que tenemos en la actualidad rondan el 55 por ciento, según mediciones hechas al mes de junio, con lo cual se hace casi insostenible este nivel de actividad. La persistente presión importadora, que casi dinamita nuestra capacidad de producción, aumentó un 11 por ciento entre 2015 y 2017, pero lo que más se ha incrementado fue la importación de los productos del final de la cadena textil.
Desde 2015 las prendas de vestir subieron más del 88 por ciento en kilos, mientras que las confecciones para el hogar se incrementaron un 68 por ciento en kilos. Esto hace dinamitar toda la cadena de valor, puesto que cuando uno importa un producto terminado, no trabaja nadie en toda la cadena, siendo una de las cadenas de producción más largas y más atomizadas del sector industrial. También subió el rubro de tejidos planos, en más del 35 por ciento. Eso contrasta con la compra de insumos textiles, que bajaron un 14 por ciento en materias primas, un 8 por ciento en hilados y un 7 por ciento en tejidos de punto. A eso le sumamos una estimación de consumo de prendas de vestir de turistas por más de 2.500 millones de dólares en 2017, con lo cual estamos haciendo una exportación de consumo. Quizás con este ajuste del tipo de cambio, eso merme un poco, hasta que nos atrasemos de vuelta.
En lo que va del primer semestre de 2018, las importaciones totales de la cadena de valor acumulan 825 millones de dólares y 138.000 toneladas, lo que significa un aumento de 10 por ciento en dólares y 10,4 en toneladas respecto de 2017. Con lo cual, seguimos aumentando las importaciones a pesar de que nuestra actividad baja cada vez más.
Sintéticamente, esto provoca un desplome en las exportaciones. Entre los años 2015 y 2017 las exportaciones, medidas en kilogramos, cayeron un 18,3 por ciento. Esto representa un 14 por ciento en toneladas y un 1,6 por ciento en dólares.
Este es un resumen sintético. Además, tenemos estadísticas que luego podemos acercar a los señores diputados para que cuenten con mayor información sobre los estudios que realizamos en forma continua. Esto los ayudará a realizar un diagnóstico bien acertado con todos los números que se necesiten.
A partir de ahora me quiero concentrar en las propuestas que le acercamos al gobierno y que necesitamos con urgencia. Están divididas en cinco párrafos: materia impositiva, administración del comercio exterior, energía, financiamiento productivo y cargas laborales.
En materia impositiva estamos proponiendo que se autorice un descuento del 75 por ciento al impuesto a los créditos y débitos bancarios para aquellas empresas que no cuentan con el beneficio del ciento por ciento.
En relación con la compensación de los beneficios perdidos por la derogación del decreto 814/01 para las empresas del interior de la provincia de Buenos Aires y del resto del país, puedo precisar lo siguiente: esto tiene que ver con la compensación en los aportes.
Además, hay que mencionar la solicitud a la AFIP de una moratoria impositiva por 60 meses para las empresas con actividad principal en el sector industrial; una reforma del plan de facilidades de pago permanente -donde se aumenten a 12 las cuotas vigentes para las obligaciones impositivas, previsionales y aduaneras-, es decir, aumentar la cantidad de planes de pago vigentes a un mínimo de ocho; eximir por el plazo de seis meses a las empresas industriales de los sistemas de retención y percepción de impuestos nacionales y provinciales. Las pymes vivimos trabajando para el Estado y hacemos la tarea que corresponde realizar a otros. Nosotros nos deberíamos concentrar en producir y no en trabajar para el Estado.
Respecto del comercio exterior, solicitamos una vez más que se vuelvan a publicar las estadísticas respectivas. La idea es contar con la información necesaria a fin de continuar con el seguimiento del sector, identificar prácticas de competencia desleal y realizar propuestas de política e inserción internacional.
A continuación me voy a referir a la reversión de las concesiones en materia de acceso al mercado local relativas al sector manufacturero en el marco de los tratados y acuerdos de comercio que integran la actual agenda de negociaciones económicas internacionales. Pedimos la elaboración de un régimen de percepción para el sistema de seguridad social en operaciones de importaciones definitivas de productos textiles, confecciones, prendas, calzados y marroquinería aplicables a los empleados bajo convenio colectivo de los sectores. Básicamente, esto es una percepción al momento de importar sobre los aportes relativos con el formulario 931.
Queremos que el país produzca y no que importe desde un escritorio con dos empleados. Proponemos una gestión de política comercial externa que determine una administración de las importaciones acorde con la sustentabilidad de la producción nacional e incentivando a los canales comerciales (RIT) a proveerse de productos nacionales.
Asimismo, proponemos la elevación de los reintegros a la exportación de las manufacturas de origen industrial. Incrementar en tres puntos adicionales los reintegros permitiría dinamizar la exportación del sector manufacturero, que hoy cuenta con dificultades para competir; en buena medida, por la fuerte presión tributaria.
También proponemos la aplicación de los alcances de lo dispuesto por el artículo 18 del acuerdo del GATT. Esto permitiría actualizar la política arancelaria de los sectores industriales.
En materia de energía, proponemos beneficios basados en un descuento del 20 por ciento en las tarifas de electricidad y de gas por el término de seis meses para nuestras industrias.
Con respecto al financiamiento productivo, proponemos recomponer la línea de créditos para la inversión productiva, líneas para cambio de cheques y capital de trabajo y la extensión de los acuerdos "Ahora 3", "Ahora 6" y "Ahora 12", que se caen.
En lo relativo a las cargas laborales, proponemos el adelanto del mínimo no imponible a las contribuciones patronales pautado por la reforma tributaria recién para el año 2022. La propuesta consiste en aplicar la totalidad del mínimo no imponible lo más rápido posible con el objetivo de reducir los costos laborales no salariales y mejorar la competitividad del sector.
Estas son las propuestas que necesitamos sean resueltas con mayor urgencia. Todo el arco político del gobierno las conoce. Pedimos a los señores diputados que nos acompañen en este pedido. Estamos dispuestos a participar de toda mesa a la que se nos convoque. Queremos trabajar, señores diputados.
Aclaro que tuvimos muchas reuniones. Se hizo la mesa textil pero cayó a mediados del año pasado o antes. Hubo un cambio de ministro. Esperamos la convocatoria a la mesa sectorial. Esta mesa iba a ser conducida por Martín Etchegoyen pero ya no está más. Las urgencias son ahora. No podemos esperar a la política. Tenemos que pagar sueldos todos los meses. Por eso necesitamos que nos acompañen y nos den una mano en este sentido.
SR. FACCIANO Mi nombre es Juan Facciano y soy representante de la Cámara de Empresas PYME Regionales Elaboradoras de Biocombustibles.
Quiero agradecer la invitación formulada por las comisiones de Industria y de Economía, y en especial al señor diputado Grandinetti por habernos permitido estar aquí.
Antes de explicar la situación actual del sector me gustaría comentarles quiénes somos los pequeños y medianos productores de biodiesel. Cuando uno escucha la palabra "biodiesel", lo primero que se le viene a la cabeza son las grandes aceiteras y el complejo agroexportador que está en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Eso es verdad. De los 4,5 millones de toneladas de capacidad instalada con que cuenta la República Argentina, 3,5 millones y un poco más pertenecen a ese sector de la industria. Pero hay un millón de toneladas distribuidas en veinticinco o veintiocho plantas que se encuentran a lo largo y a lo ancho de todo el país. Puntualmente, están ubicadas en las provincias de Santa Fe, San Luis, La Pampa, Entre Ríos y Buenos Aires, donde está nucleado el sector de los pequeños y medianos productores. El ciento por ciento de su actividad la destinan al mercado interno. Estas industrias nacieron por y para una política de Estado y de alcance federal que fue creada a partir de la ley 26.093. El ciento por ciento de nuestra actividad está destinada a este mercado.
La contribución que estamos haciendo es diversificar la matriz energética. Por ejemplo, en el año 2016 nuestro sector ahorró, en sustitución de importaciones, la cifra de 600 millones de dólares, partiendo de la base de que Argentina es importadora de gasoil. El volumen que volcamos al mercado interno destinado a la mezcla es un volumen que se evita importar.
En lo relativo a preservación del medio ambiente, una tonelada de biodiesel genera un ahorro superior al 70 o 75 por ciento de emisión de gases de efecto invernadero versus la misma tonelada de un combustible fósil.
Los otros dos pilares fundamentales en nuestro sector son: por un lado, la industrialización de la producción primaria, porque estamos volcando al mercado interno un producto que se evita exportar, que es el poroto de soja, con el valor agregado que eso significa, y por el otro, el desarrollo de economías regionales.
En algunos casos, nuestras plantas están ubicadas en lugares donde nunca antes hubo una industria. Puedo citar algunos lugares de la provincia de Santa Fe, como Piamonte, Calchaquí y Sa Pereira, que está cerca de Rafaela. También puedo mencionar a San Luis y La Pampa.
Con respecto a la situación actual, nuestro mercado está regulado en lo que se refiere a la venta del producto. Esto está determinado por el Ministerio de Energía y Minería en función de una fórmula de precios. Las petroleras tienen la obligación de comprarlo. El problema con el que nos encontramos ahora es un congelamiento de precios de nuestra parte hacia la industria petrolera. Eso no se refleja en un congelamiento de la industria petrolera hacia el precio del surtidor. Además, hay un panorama muy incierto producto de una serie de comentarios, novedades y rumores acerca de la finalización del régimen tal como está concebido o la modificación del mismo.
Este es el momento de señalar qué es lo que proponemos. Por un lado, proponemos que las comisiones de Industria y de Energía y Combustibles de esta Cámara de Diputados exijan un relevamiento acerca de cuál es la política que el Ministerio de Energía tiene desde acá hacia la finalización del régimen. Por otro lado, la idea es trabajar con ambas comisiones en la posibilidad de prorrogar el régimen, mejorarlo y ver más allá del período 2012/2023, en que culminará el mismo.
Finalmente, quiero mencionar que como sector pyme recibimos muchos ataques hacia nuestra industria cuando dicen que lo que ellos hacen es más eficiente. Es así porque son los dueños de la materia prima y representan el polo agroexportador. Eso va en contra de la política de Estado que creó el régimen. Nosotros nacimos por y para. Ninguna de las plantas de biodiesel de los pequeños y medianos productores existía antes de la sanción y reglamentación de la ley, es decir, del decreto 107 de 2007. Nosotros nacimos por y para este régimen.
No estamos en contra de la libertad de mercado. Tampoco estamos en contra de ser más eficientes, y para eso trabajamos. Estamos en contra de que se transforme en la ley de la selva y no exista igualdad de condiciones.
Básicamente, eso es lo que vemos, sentimos y pensamos. Entendemos que la participación de estas comisiones en la supervisión de lo que está haciendo el Estado y poder trabajar en un proyecto de ley es un punto de partida muy importante.
Quiero agradecer la invitación formulada por las comisiones de Industria y de Economía, y en especial al señor diputado Grandinetti por habernos permitido estar aquí.
Antes de explicar la situación actual del sector me gustaría comentarles quiénes somos los pequeños y medianos productores de biodiesel. Cuando uno escucha la palabra "biodiesel", lo primero que se le viene a la cabeza son las grandes aceiteras y el complejo agroexportador que está en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Eso es verdad. De los 4,5 millones de toneladas de capacidad instalada con que cuenta la República Argentina, 3,5 millones y un poco más pertenecen a ese sector de la industria. Pero hay un millón de toneladas distribuidas en veinticinco o veintiocho plantas que se encuentran a lo largo y a lo ancho de todo el país. Puntualmente, están ubicadas en las provincias de Santa Fe, San Luis, La Pampa, Entre Ríos y Buenos Aires, donde está nucleado el sector de los pequeños y medianos productores. El ciento por ciento de su actividad la destinan al mercado interno. Estas industrias nacieron por y para una política de Estado y de alcance federal que fue creada a partir de la ley 26.093. El ciento por ciento de nuestra actividad está destinada a este mercado.
La contribución que estamos haciendo es diversificar la matriz energética. Por ejemplo, en el año 2016 nuestro sector ahorró, en sustitución de importaciones, la cifra de 600 millones de dólares, partiendo de la base de que Argentina es importadora de gasoil. El volumen que volcamos al mercado interno destinado a la mezcla es un volumen que se evita importar.
En lo relativo a preservación del medio ambiente, una tonelada de biodiesel genera un ahorro superior al 70 o 75 por ciento de emisión de gases de efecto invernadero versus la misma tonelada de un combustible fósil.
Los otros dos pilares fundamentales en nuestro sector son: por un lado, la industrialización de la producción primaria, porque estamos volcando al mercado interno un producto que se evita exportar, que es el poroto de soja, con el valor agregado que eso significa, y por el otro, el desarrollo de economías regionales.
En algunos casos, nuestras plantas están ubicadas en lugares donde nunca antes hubo una industria. Puedo citar algunos lugares de la provincia de Santa Fe, como Piamonte, Calchaquí y Sa Pereira, que está cerca de Rafaela. También puedo mencionar a San Luis y La Pampa.
Con respecto a la situación actual, nuestro mercado está regulado en lo que se refiere a la venta del producto. Esto está determinado por el Ministerio de Energía y Minería en función de una fórmula de precios. Las petroleras tienen la obligación de comprarlo. El problema con el que nos encontramos ahora es un congelamiento de precios de nuestra parte hacia la industria petrolera. Eso no se refleja en un congelamiento de la industria petrolera hacia el precio del surtidor. Además, hay un panorama muy incierto producto de una serie de comentarios, novedades y rumores acerca de la finalización del régimen tal como está concebido o la modificación del mismo.
Este es el momento de señalar qué es lo que proponemos. Por un lado, proponemos que las comisiones de Industria y de Energía y Combustibles de esta Cámara de Diputados exijan un relevamiento acerca de cuál es la política que el Ministerio de Energía tiene desde acá hacia la finalización del régimen. Por otro lado, la idea es trabajar con ambas comisiones en la posibilidad de prorrogar el régimen, mejorarlo y ver más allá del período 2012/2023, en que culminará el mismo.
Finalmente, quiero mencionar que como sector pyme recibimos muchos ataques hacia nuestra industria cuando dicen que lo que ellos hacen es más eficiente. Es así porque son los dueños de la materia prima y representan el polo agroexportador. Eso va en contra de la política de Estado que creó el régimen. Nosotros nacimos por y para. Ninguna de las plantas de biodiesel de los pequeños y medianos productores existía antes de la sanción y reglamentación de la ley, es decir, del decreto 107 de 2007. Nosotros nacimos por y para este régimen.
No estamos en contra de la libertad de mercado. Tampoco estamos en contra de ser más eficientes, y para eso trabajamos. Estamos en contra de que se transforme en la ley de la selva y no exista igualdad de condiciones.
Básicamente, eso es lo que vemos, sentimos y pensamos. Entendemos que la participación de estas comisiones en la supervisión de lo que está haciendo el Estado y poder trabajar en un proyecto de ley es un punto de partida muy importante.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Tenemos una lista extensa de oradores. Me gustaría escuchar conceptos vinculados con el nivel de actividad de cada sector.
Tiene la palabra la señora Carolina Carragal, representante de ADIMRA.
Tiene la palabra la señora Carolina Carragal, representante de ADIMRA.
SRA. CARRAGAL Agradezco la invitación. Soy coordinadora del Departamento de Estudios Económicos de ADIMRA. La idea es hacer una reseña del diagnóstico acerca de lo que sucede con esta actividad desde hace dos años y medio.
En estos últimos dos años y medio el sector todavía no ha recuperado los niveles de 2015. Estamos en un 11 por ciento por debajo de los niveles que teníamos en 2011. En los últimos años la actividad venía estancada y se había empezado a recuperar para el promedio metalúrgico a comienzos de 2017. Pero hoy ya tenemos signos que indican una fuerte retracción de la actividad traccionada por maquinaria agrícola, que en junio cayó un 16,5 por ciento; el sector de autopartes metalúrgicas cayó un 12,4 por ciento y el resto de los sectores también está cayendo.
El impacto es transversal y está liderado por estos dos sectores. Concretamente, estos dos sectores, junto con lo que es la cadena de la construcción, eran los que estaban traccionando el mayor crecimiento desde el año pasado. El de la maquinaría agrícola venía siendo el único sector que tenía un crecimiento importante desde 2016 de la mano del sector agropecuario. El sector de la maquinaría agrícola, que inició su caída en marzo, está vinculado a lo que sucede con la sequía.
Hasta el momento, el impacto en los puestos de trabajo desde 2015 representa una caída de 12.400 puestos de trabajo, en base a los datos que tenemos de asalariados registrados. Estos son datos provenientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Cabe aclarar que aquí no consideramos lo que representan los insumos básicos, la siderurgia, la actividad de las terminales y la informática. De hecho, estos sectores tuvieron una caída importante.
Con respecto a las exportaciones podemos precisar que venían estancadas. Si bien podemos decir que se estaban recuperando levemente en el sector automotriz, sus niveles son similares a los de 2001. Habían llegado a 7.000 millones en 2008, constituyendo un récord. Hoy estamos cerca de los 2.000 millones de dólares. Por ende, cualquier impacto que tengan las exportaciones es mínimo en términos de ver la serie larga.
Con respecto a las importaciones, veníamos apreciando un fuerte crecimiento, con lo cual se le estaba quitando espacio al mercado interno. Venía creciendo al 22 por ciento anual, incluso las posiciones que están sujetas a licencias no automáticas. Ahora, en junio, sorprende el hecho de que se hayan desacelerado y notamos una fuerte caída. La reacción fue muy rápida. De todos modos, quiero aclarar que los grandes traccionadores de la importación de bienes de capital iban dirigidos a maquinaría agrícola -sector primario- y, por otro lado, a construcción e infraestructura. No había signos de que toda esa importación de bienes de capital estaba yendo a una reconversión industrial o a una transformación productiva. Lo decimos para que no haya confusión. Muchas veces se dice que es inversión. Era una tracción de lo que es la obra pública, la construcción y el agro.
Quiero mencionar datos específicos del mes de junio. Esperamos que haya una reacción fuerte en el empleo. El 37 por ciento de las empresas afirmó que redujo horas extras, y un 14 por ciento está reduciendo la jornada laboral. Se trata de una reacción mucho más fuerte de la que tuvimos a principios de 2016. Esperamos que el impacto sea mucho mayor a futuro.
De cara al futuro, dentro de las medidas de corto plazo nos interesa restablecer la cadena de pagos y que las medidas estén dirigidas hacia ese lado. Por otra parte, a mediano y largo plazo al sector le preocupa cuáles serán los traccionadores de la demanda. La obra pública es uno de los ejes esenciales, el campo es otro, y todo lo que es energía, petróleo y gas -bienes con alto nivel agregado- hoy se encuentra estancado.
En estos últimos dos años y medio el sector todavía no ha recuperado los niveles de 2015. Estamos en un 11 por ciento por debajo de los niveles que teníamos en 2011. En los últimos años la actividad venía estancada y se había empezado a recuperar para el promedio metalúrgico a comienzos de 2017. Pero hoy ya tenemos signos que indican una fuerte retracción de la actividad traccionada por maquinaria agrícola, que en junio cayó un 16,5 por ciento; el sector de autopartes metalúrgicas cayó un 12,4 por ciento y el resto de los sectores también está cayendo.
El impacto es transversal y está liderado por estos dos sectores. Concretamente, estos dos sectores, junto con lo que es la cadena de la construcción, eran los que estaban traccionando el mayor crecimiento desde el año pasado. El de la maquinaría agrícola venía siendo el único sector que tenía un crecimiento importante desde 2016 de la mano del sector agropecuario. El sector de la maquinaría agrícola, que inició su caída en marzo, está vinculado a lo que sucede con la sequía.
Hasta el momento, el impacto en los puestos de trabajo desde 2015 representa una caída de 12.400 puestos de trabajo, en base a los datos que tenemos de asalariados registrados. Estos son datos provenientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Cabe aclarar que aquí no consideramos lo que representan los insumos básicos, la siderurgia, la actividad de las terminales y la informática. De hecho, estos sectores tuvieron una caída importante.
Con respecto a las exportaciones podemos precisar que venían estancadas. Si bien podemos decir que se estaban recuperando levemente en el sector automotriz, sus niveles son similares a los de 2001. Habían llegado a 7.000 millones en 2008, constituyendo un récord. Hoy estamos cerca de los 2.000 millones de dólares. Por ende, cualquier impacto que tengan las exportaciones es mínimo en términos de ver la serie larga.
Con respecto a las importaciones, veníamos apreciando un fuerte crecimiento, con lo cual se le estaba quitando espacio al mercado interno. Venía creciendo al 22 por ciento anual, incluso las posiciones que están sujetas a licencias no automáticas. Ahora, en junio, sorprende el hecho de que se hayan desacelerado y notamos una fuerte caída. La reacción fue muy rápida. De todos modos, quiero aclarar que los grandes traccionadores de la importación de bienes de capital iban dirigidos a maquinaría agrícola -sector primario- y, por otro lado, a construcción e infraestructura. No había signos de que toda esa importación de bienes de capital estaba yendo a una reconversión industrial o a una transformación productiva. Lo decimos para que no haya confusión. Muchas veces se dice que es inversión. Era una tracción de lo que es la obra pública, la construcción y el agro.
Quiero mencionar datos específicos del mes de junio. Esperamos que haya una reacción fuerte en el empleo. El 37 por ciento de las empresas afirmó que redujo horas extras, y un 14 por ciento está reduciendo la jornada laboral. Se trata de una reacción mucho más fuerte de la que tuvimos a principios de 2016. Esperamos que el impacto sea mucho mayor a futuro.
De cara al futuro, dentro de las medidas de corto plazo nos interesa restablecer la cadena de pagos y que las medidas estén dirigidas hacia ese lado. Por otra parte, a mediano y largo plazo al sector le preocupa cuáles serán los traccionadores de la demanda. La obra pública es uno de los ejes esenciales, el campo es otro, y todo lo que es energía, petróleo y gas -bienes con alto nivel agregado- hoy se encuentra estancado.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Quiero aclarar que los oradores anotados para hacer uso de la palabra son los siguientes: Tomás Canosa -UIA-, Mosqueto, Daniel Rosato -IPA-, Sellaro, Diego Navarro, Meloni y Marcelo Girard. Les comento que también tendremos una videoconferencia con alguien que está en la ciudad de Rosario. Esta es una nueva metodología de trabajo dirigida a aquellos sectores del interior del país que no pueden venir a la Capital, a fin de que también los podamos escuchar.
Tiene la palabra el señor Canosa.
Tiene la palabra el señor Canosa.
SR. CANOSA Mi nombre es Tomás Canosa. Soy jefe del Departamento Pyme de la Unión Industrial Argentina.
Voy a hacer una pequeña reseña con cinco ejes; no me refiero a temas sectoriales sino a nivel de lo que sucede con las pymes industriales.
El primer eje está asociado a lo que sucede con la actividad económica. Hace algunos meses ya decíamos que la industria venía creciendo a tres velocidades: algunos venían creciendo de manera dinámica, otros venían creciendo relativamente poco, y otros se estaban contrayendo.
Durante los últimos tres meses esas tres velocidades se desaceleraron y la tendencia es hacia la baja. Las estadísticas del mes de junio marcan que la producción industrial cayó más del 8 por ciento. El acumulado sigue teniendo números positivos -poco más del cero por ciento-, pero las proyecciones para los próximos meses no son muy favorables.
En términos de financiamiento, quiero señalar que este es un problema de larga data para la economía en general y la industria en particular. El acceso al financiamiento del sector privado es relativamente escaso: está en torno al 14 por ciento del PBI. Y para las pymes es del 3 por ciento del PBI. Este es un problema muy acuciante en un contexto en el cual aumentan las tasas de interés, se generan mayores tensiones en la cadena de pagos y los plazos de los créditos están bajando. A mediados del año pasado el plazo promedio de créditos a las pymes era de 93 días, mientras que ahora es de 87 días. Si vemos cuál es la participación de los créditos a las pymes en el total de los créditos al sector privado no financiero, notamos que también cayó según las últimas estadísticas del Banco Central. Eso es un reflejo de la situación por la que se está atravesando.
En este contexto, una situación que serviría muchísimo a las pymes -como comentaba la gente de Proteger- es retomar la línea de crédito productivo del Banco Central. Uno de cada dos pesos que se prestan a las pymes era impulsado por la línea de crédito productivo del Banco Central. Es un instrumento perfectible y mejorable pero algo indispensable en cuanto al financiamiento y que mes a mes va perdiendo cupo.
En materia tributaria podemos mencionar algunos temas que se trataron activamente desde el Congreso. Uno de ellos tiene que ver con la ley pyme. Hay muchos beneficios asociados a inversiones productivas que vencen este año. Sería importante ver de qué manera se pueden prorrogar. Analizando los números, si vemos cuál era el presupuesto original o cuánto se estimaba que se iba a dejar de recaudar por la ley pyme, advertimos que en la práctica se terminaron utilizando muchos menos recursos de los que originalmente estaban presupuestados.
Otro punto central asociado a la ley pyme se vincula con la posibilidad de tomar el impuesto a los débitos y créditos a cuenta del impuesto a las ganancias, del IVA y de las cargas patronales. Esto evitaría esa prociclicidad que termina generando el actual esquema. Muchas pymes no tienen ganancias. Entonces, tienen que pagar el impuesto al cheque pero no tienen la posibilidad de que se tome a cuenta del impuesto a las ganancias.
Otro proyecto que se trató activamente es la ley de financiamiento productivo. Me refiero a la factura de crédito. Se trata de una iniciativa respecto de la cual esperamos que se pueda llegar a la reglamentación en los próximos meses. En este contexto de tasas altas no es una solución mágica, pero es otro instrumento más de financiamiento que serviría.
Otro punto central a mencionar son los embargos. En el primer semestre se iniciaron ochenta mil juicios por embargos. En este sentido, el gobierno hizo anuncios que apuntan a mejorar un poco la situación. Con respecto a los planes de pago también hubo anuncios.
Voy a hacer una pequeña reseña con cinco ejes; no me refiero a temas sectoriales sino a nivel de lo que sucede con las pymes industriales.
El primer eje está asociado a lo que sucede con la actividad económica. Hace algunos meses ya decíamos que la industria venía creciendo a tres velocidades: algunos venían creciendo de manera dinámica, otros venían creciendo relativamente poco, y otros se estaban contrayendo.
Durante los últimos tres meses esas tres velocidades se desaceleraron y la tendencia es hacia la baja. Las estadísticas del mes de junio marcan que la producción industrial cayó más del 8 por ciento. El acumulado sigue teniendo números positivos -poco más del cero por ciento-, pero las proyecciones para los próximos meses no son muy favorables.
En términos de financiamiento, quiero señalar que este es un problema de larga data para la economía en general y la industria en particular. El acceso al financiamiento del sector privado es relativamente escaso: está en torno al 14 por ciento del PBI. Y para las pymes es del 3 por ciento del PBI. Este es un problema muy acuciante en un contexto en el cual aumentan las tasas de interés, se generan mayores tensiones en la cadena de pagos y los plazos de los créditos están bajando. A mediados del año pasado el plazo promedio de créditos a las pymes era de 93 días, mientras que ahora es de 87 días. Si vemos cuál es la participación de los créditos a las pymes en el total de los créditos al sector privado no financiero, notamos que también cayó según las últimas estadísticas del Banco Central. Eso es un reflejo de la situación por la que se está atravesando.
En este contexto, una situación que serviría muchísimo a las pymes -como comentaba la gente de Proteger- es retomar la línea de crédito productivo del Banco Central. Uno de cada dos pesos que se prestan a las pymes era impulsado por la línea de crédito productivo del Banco Central. Es un instrumento perfectible y mejorable pero algo indispensable en cuanto al financiamiento y que mes a mes va perdiendo cupo.
En materia tributaria podemos mencionar algunos temas que se trataron activamente desde el Congreso. Uno de ellos tiene que ver con la ley pyme. Hay muchos beneficios asociados a inversiones productivas que vencen este año. Sería importante ver de qué manera se pueden prorrogar. Analizando los números, si vemos cuál era el presupuesto original o cuánto se estimaba que se iba a dejar de recaudar por la ley pyme, advertimos que en la práctica se terminaron utilizando muchos menos recursos de los que originalmente estaban presupuestados.
Otro punto central asociado a la ley pyme se vincula con la posibilidad de tomar el impuesto a los débitos y créditos a cuenta del impuesto a las ganancias, del IVA y de las cargas patronales. Esto evitaría esa prociclicidad que termina generando el actual esquema. Muchas pymes no tienen ganancias. Entonces, tienen que pagar el impuesto al cheque pero no tienen la posibilidad de que se tome a cuenta del impuesto a las ganancias.
Otro proyecto que se trató activamente es la ley de financiamiento productivo. Me refiero a la factura de crédito. Se trata de una iniciativa respecto de la cual esperamos que se pueda llegar a la reglamentación en los próximos meses. En este contexto de tasas altas no es una solución mágica, pero es otro instrumento más de financiamiento que serviría.
Otro punto central a mencionar son los embargos. En el primer semestre se iniciaron ochenta mil juicios por embargos. En este sentido, el gobierno hizo anuncios que apuntan a mejorar un poco la situación. Con respecto a los planes de pago también hubo anuncios.
SR. CANOSA Ochenta mil en los primeros seis meses del año.
SR. En el informe yo tengo doscientos mil.
SR. CANOSA Yo me fijé iniciados.
SR. Está bien. Después chequeamos. Nosotros tenemos iniciados.
SR. En el 2017 lo informó la Jefatura de Gabinete.
SR. CANOSA Sí, la Jefatura de Gabinete de Ministros, primer semestre.
SR. Ah, primer semestre.
SR. CANOSA Sí, primer semestre.
Con respecto a los planes de pago también hubo anuncios que fueron en el sentido correcto. El problema que se terminó generando es actualmente con la incorporación del scoring, que también termina produciendo mucha "prociclicidad". Las pymes que tienen mayores dificultades son las que tienen la posibilidad de acceder a menos planes y con tasas más altas.
Además, compartimos los problemas que genera en términos administrativos el régimen de retención y percepción. Otro punto central que también estaba asociado en la ley pyme era la devolución de los stocks de IVA. También sería importante avanzar en eso.
Esta situación de actividad compleja, con un financiamiento que termina siendo una de las principales piedras en el zapato para los sectores productivos y con una estructura tributaria que no termina de acompañar del todo, obviamente se traduce en un impacto en el mercado laboral. Si nos fijamos cuánto es el empleo en la industria hoy por hoy con respecto a la variación en los últimos doce meses, veremos que hay veinte mil puestos menos.
La importancia que tiene el empleo industrial es que en promedio nuestros sueldos son un 20 por ciento mayores a los del resto de la economía. Entonces, si bien el empleo total en la economía creció, se perdieron muchos puestos de trabajo de calidad -como acá estuvieron mencionando- en algunos sectores.
El último punto a plantear está asociado al comercio exterior: la importancia de avanzar no solamente con los antidumping y los reglamentos técnicos, sino también con la publicación de las estadísticas, para poder monitorear la evolución del comercio exterior, las importaciones y las exportaciones.
El último punto coyuntural -tuvimos que hacer un ajuste hoy por la mañana- está asociado a los reintegros a las exportaciones. En la Argentina hay menos de diez mil empresas exportadoras; menos del 1,5 por ciento de las empresas argentinas exportan. Además, la mayoría de las empresas que exportan son pymes. Hay ocho mil seiscientas empresas pymes que exportan y que van a ver reducido lo que cobran en concepto de reintegros a las exportaciones.
Cualquier información adicional después se la compartimos. Estamos a su disposición.
Con respecto a los planes de pago también hubo anuncios que fueron en el sentido correcto. El problema que se terminó generando es actualmente con la incorporación del scoring, que también termina produciendo mucha "prociclicidad". Las pymes que tienen mayores dificultades son las que tienen la posibilidad de acceder a menos planes y con tasas más altas.
Además, compartimos los problemas que genera en términos administrativos el régimen de retención y percepción. Otro punto central que también estaba asociado en la ley pyme era la devolución de los stocks de IVA. También sería importante avanzar en eso.
Esta situación de actividad compleja, con un financiamiento que termina siendo una de las principales piedras en el zapato para los sectores productivos y con una estructura tributaria que no termina de acompañar del todo, obviamente se traduce en un impacto en el mercado laboral. Si nos fijamos cuánto es el empleo en la industria hoy por hoy con respecto a la variación en los últimos doce meses, veremos que hay veinte mil puestos menos.
La importancia que tiene el empleo industrial es que en promedio nuestros sueldos son un 20 por ciento mayores a los del resto de la economía. Entonces, si bien el empleo total en la economía creció, se perdieron muchos puestos de trabajo de calidad -como acá estuvieron mencionando- en algunos sectores.
El último punto a plantear está asociado al comercio exterior: la importancia de avanzar no solamente con los antidumping y los reglamentos técnicos, sino también con la publicación de las estadísticas, para poder monitorear la evolución del comercio exterior, las importaciones y las exportaciones.
El último punto coyuntural -tuvimos que hacer un ajuste hoy por la mañana- está asociado a los reintegros a las exportaciones. En la Argentina hay menos de diez mil empresas exportadoras; menos del 1,5 por ciento de las empresas argentinas exportan. Además, la mayoría de las empresas que exportan son pymes. Hay ocho mil seiscientas empresas pymes que exportan y que van a ver reducido lo que cobran en concepto de reintegros a las exportaciones.
Cualquier información adicional después se la compartimos. Estamos a su disposición.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Antes de ceder la palabra al señor Moschetto, ya que estamos en línea probaremos hacer la videoconferencia con el señor Damián Sottile. Esperamos que esto salga bien.
SR. KICILLOF Estamos acá para escucharte. Así que en un espacio de tres a cinco minutos podrías hacer una explicación sobre la situación para que todos los sectores la escuchen.
SR. SOTTILE Mi nombre es Damián Sottile. Soy director ejecutivo de la Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario. Nosotros agrupamos todo el espectro productivo de la ciudad y de su región, por lo cual toda la exposición de situación y las propuestas serán en carácter general.
En la ciudad no escapamos a la caída generalizada del consumo interno, a los costos financieros y a los ajustes tarifarios. Por ello, concuerdo que abundar en eso no tiene demasiado sentido. Se agravó fuertemente en nuestra área por la sequía; realmente eso nos ha golpeado muchísimo. Desde ya, también las importaciones en un mercado chico tienen una mayor presencia para las pymes locales.
Hoy en día, respecto del comercio en la ciudad de Rosario, por ejemplo, en el área central de la ciudad, nosotros hemos detectado que interanualmente se ha producido una vacancia de los locales que ha aumentado en un 20 por ciento entre 2018 y 2019, revirtiendo una tendencia que tenía sobre diciembre de ir mejorando los guarismos.
La sensación que tenemos en la ciudad de Rosario y desde la Federación Gremial del Comercio e Industria es que nos han pedido a todas las pequeñas y medianas empresas de la ciudad y de nuestra región que nos readaptemos a una nueva estructura económica en poco tiempo.
Entonces, nuestra propuesta va en el sentido de que consideramos que también tenemos que readaptar la legislación igual de rápido. Nuestra idea es que se promueva la discusión sobre un régimen laboral diferenciado para las pequeñas y medianas empresas, donde realmente se discuta si los institutos tradicionales del derecho laboral son aplicables enteramente a la realidad de un pequeño empresario, que se aceleren los beneficios de las reformas impositiva y laboral para que el mínimo no imponible, por ejemplo de contribuciones patronales, sea efectivo ya mismo y que eso reduzca los costos laborales no salariales.
Asimismo, que se restituya el crédito fiscal que se daba en el impuesto al valor agregado del decreto 814/2001, dado que eso tenía en cuenta las diferentes realidades de empleo que hay en las distintas áreas de nuestra República Argentina.
Nosotros creemos también que hay que discutir la indexación en el impuesto a las ganancias. La inflación no puede ser tomada como ganancia. Consideramos que el revalúo es una "sábana corta" que servirá para algunas empresas, pero no para la finalidad y no para las pequeñas y medianas empresas.
Finalmente, consideramos que hay que atacar el problema del financiamiento promoviendo la colocación de la cartera crediticia que está en manos de los bancos en el sector productivo para que se pueda empezar a despegar de esta situación de baja actividad.
Eso es todo por mi parte. Muchas gracias.
En la ciudad no escapamos a la caída generalizada del consumo interno, a los costos financieros y a los ajustes tarifarios. Por ello, concuerdo que abundar en eso no tiene demasiado sentido. Se agravó fuertemente en nuestra área por la sequía; realmente eso nos ha golpeado muchísimo. Desde ya, también las importaciones en un mercado chico tienen una mayor presencia para las pymes locales.
Hoy en día, respecto del comercio en la ciudad de Rosario, por ejemplo, en el área central de la ciudad, nosotros hemos detectado que interanualmente se ha producido una vacancia de los locales que ha aumentado en un 20 por ciento entre 2018 y 2019, revirtiendo una tendencia que tenía sobre diciembre de ir mejorando los guarismos.
La sensación que tenemos en la ciudad de Rosario y desde la Federación Gremial del Comercio e Industria es que nos han pedido a todas las pequeñas y medianas empresas de la ciudad y de nuestra región que nos readaptemos a una nueva estructura económica en poco tiempo.
Entonces, nuestra propuesta va en el sentido de que consideramos que también tenemos que readaptar la legislación igual de rápido. Nuestra idea es que se promueva la discusión sobre un régimen laboral diferenciado para las pequeñas y medianas empresas, donde realmente se discuta si los institutos tradicionales del derecho laboral son aplicables enteramente a la realidad de un pequeño empresario, que se aceleren los beneficios de las reformas impositiva y laboral para que el mínimo no imponible, por ejemplo de contribuciones patronales, sea efectivo ya mismo y que eso reduzca los costos laborales no salariales.
Asimismo, que se restituya el crédito fiscal que se daba en el impuesto al valor agregado del decreto 814/2001, dado que eso tenía en cuenta las diferentes realidades de empleo que hay en las distintas áreas de nuestra República Argentina.
Nosotros creemos también que hay que discutir la indexación en el impuesto a las ganancias. La inflación no puede ser tomada como ganancia. Consideramos que el revalúo es una "sábana corta" que servirá para algunas empresas, pero no para la finalidad y no para las pequeñas y medianas empresas.
Finalmente, consideramos que hay que atacar el problema del financiamiento promoviendo la colocación de la cartera crediticia que está en manos de los bancos en el sector productivo para que se pueda empezar a despegar de esta situación de baja actividad.
Eso es todo por mi parte. Muchas gracias.
SR. KICILLOF Muchísimas gracias. Tomamos nota. Es muy importante para nosotros que sectores de todo el país puedan participar de las reuniones que hacemos en las comisiones para dar también más conocimiento a la sociedad en general de los pedidos al gobierno.
SR. Quiero agradecerte también y creo que sirve que podamos tener una línea de contacto permanente con el interior de la República. Este es el Congreso de la Nación. Muchas veces resulta muy difícil que los representantes de la producción o de las pymes, particularmente de toda la Argentina, vengan hasta la Capital Federal, así que muchas gracias por su testimonio y vamos a seguir con esta metodología de trabajo.
SR. SOTTILE Gracias. Estamos a disposición.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Tiene la palabra el señor Moschetto.
SR. MOSCHETTO Buenos días. Mi nombre es Horacio Moschetto. Soy secretario de la Cámara de la Industria del Calzado y coordinador del Departamento de Comercio Exterior del Calzado. Muchas gracias, señores diputados, por recibirnos y por escuchar nuestras inquietudes.
Me gustaría plantear cuál es la visión del empresario pyme en cuanto a la participación de la Argentina en las negociaciones internacionales.
Lo primero que quiero decir es que desde hace dos años nosotros salimos y tenemos el lema de la integración inteligente en el mundo. Eso lo llevamos como bandera en un momento que es llamativamente particular, donde el Reino Unido y Londres salen del Brexit, donde Estados Unidos le pone aranceles a China e inclusive a la propia Europa, donde el nuevo presidente español sale a apoyar las medidas tomadas por el propio Estados Unidos, y donde Grecia declara abiertamente haber fracasado con las recetas del FMI para recuperar y proteger su mercado interno y su propia industria pyme; lo mismo pasa con Haití.
Además, ya entrando directa y específicamente en la negociación Unión Europea-Mercosur, sabemos que Francia e Irlanda protegen fuertemente sus mercados, que los países del Este son sumamente protectores, y ni hablar de la propia Italia, que con las IG y la identificación geográfica defiende a ultranza todo lo que son las zonas geográficas en casos específicos, sobre todo en los alimenticios con nombres como el parmesano, el reggiano o todo esto.
El contexto general es de una absoluta cautela, porque inclusive el propio pueblo europeo exige a sus autoridades tomar medidas de cautela; creo que nosotros vamos y avanzamos en un acuerdo donde no tenemos no la suficiente garantía sino las mínimas garantías. El problema no es la inserción inteligente sino las condiciones en las que accedemos a esas inserciones.
Fui a las negociaciones en Bruselas, nunca jamás los empresarios argentinos tuvimos un next door; sí tenemos reuniones con parte de la Secretaría de Comercio y de la embajada.
Pero también tengo que reconocer que los sectores pymes tenemos infinitamente mucha menos posibilidad de acceso. Tengo que reconocer acá que la Cámara de la Industria del Calzado desde hace muchos años le da un profundo interés y un profundo seguimiento, tanto desde la Argentina como en las negociaciones en la propia Europa, porque trabajamos mucho y tenemos mucha relación, por ejemplo, con la Cámara de Brasil y con la propia Cámara Europea.
Entonces, particularmente siento que la representación de los sectores sensibles, más chicos y pymes es bastante exigua. Sé que se discuten sectores seguramente que son más poderosos como el automotriz, el acero, la pesca. En cambio, los sectores manufactureros tienen menor representación.
Sin embargo, los europeos sí le dan mucha trascendencia, primero porque el acceso a esas condiciones... No quiero adentrarlos en el caso del calzado, pero les quiero poner como ejemplo el caso del calzado donde los europeos para entrar en esta negociación pueden traer un zapato casi armado de China: la capellada con la suela por un lado y la suela por el otro, lo pegan y sale "made in Italy". Eso es lo que hoy por ejemplo piden los europeos.
Aunque a lo mejor hoy no tenemos tanta representación, nosotros defendemos también y queremos tener excluida la parte del calzado de cuero que es nuestro fuerte, lo que más mano de obra da, lo que nos representa en el mundo. Hay constantes manifestaciones de la jefa de negociación de la Unión Europea, Sandra Galina, instando a que se abra el sector del calzado de cuero, e incluso esta semana ha salido una publicación de la comisaria general de la Unión Europea, Anna Cecilia Malmström, pidiendo por favor que no seamos restrictivos con los temas de calzado con las condiciones de regla de origen que exigen los europeos.
Señores diputados, simplemente les quería dar la visión de las empresas pymes. La negociación con la Unión Europea no es la única que se está encarando. Vemos la seriedad con la que ellos defienden la parte alimenticia: Francia, Irlanda, Italia. Creo yo que también podríamos hacer una defensa más enérgica desde estos sectores que a lo mejor tienen menos representatividad, sobre todo con las condiciones absolutamente desmedidas que quieren imponer los europeos.
Me gustaría plantear cuál es la visión del empresario pyme en cuanto a la participación de la Argentina en las negociaciones internacionales.
Lo primero que quiero decir es que desde hace dos años nosotros salimos y tenemos el lema de la integración inteligente en el mundo. Eso lo llevamos como bandera en un momento que es llamativamente particular, donde el Reino Unido y Londres salen del Brexit, donde Estados Unidos le pone aranceles a China e inclusive a la propia Europa, donde el nuevo presidente español sale a apoyar las medidas tomadas por el propio Estados Unidos, y donde Grecia declara abiertamente haber fracasado con las recetas del FMI para recuperar y proteger su mercado interno y su propia industria pyme; lo mismo pasa con Haití.
Además, ya entrando directa y específicamente en la negociación Unión Europea-Mercosur, sabemos que Francia e Irlanda protegen fuertemente sus mercados, que los países del Este son sumamente protectores, y ni hablar de la propia Italia, que con las IG y la identificación geográfica defiende a ultranza todo lo que son las zonas geográficas en casos específicos, sobre todo en los alimenticios con nombres como el parmesano, el reggiano o todo esto.
El contexto general es de una absoluta cautela, porque inclusive el propio pueblo europeo exige a sus autoridades tomar medidas de cautela; creo que nosotros vamos y avanzamos en un acuerdo donde no tenemos no la suficiente garantía sino las mínimas garantías. El problema no es la inserción inteligente sino las condiciones en las que accedemos a esas inserciones.
Fui a las negociaciones en Bruselas, nunca jamás los empresarios argentinos tuvimos un next door; sí tenemos reuniones con parte de la Secretaría de Comercio y de la embajada.
Pero también tengo que reconocer que los sectores pymes tenemos infinitamente mucha menos posibilidad de acceso. Tengo que reconocer acá que la Cámara de la Industria del Calzado desde hace muchos años le da un profundo interés y un profundo seguimiento, tanto desde la Argentina como en las negociaciones en la propia Europa, porque trabajamos mucho y tenemos mucha relación, por ejemplo, con la Cámara de Brasil y con la propia Cámara Europea.
Entonces, particularmente siento que la representación de los sectores sensibles, más chicos y pymes es bastante exigua. Sé que se discuten sectores seguramente que son más poderosos como el automotriz, el acero, la pesca. En cambio, los sectores manufactureros tienen menor representación.
Sin embargo, los europeos sí le dan mucha trascendencia, primero porque el acceso a esas condiciones... No quiero adentrarlos en el caso del calzado, pero les quiero poner como ejemplo el caso del calzado donde los europeos para entrar en esta negociación pueden traer un zapato casi armado de China: la capellada con la suela por un lado y la suela por el otro, lo pegan y sale "made in Italy". Eso es lo que hoy por ejemplo piden los europeos.
Aunque a lo mejor hoy no tenemos tanta representación, nosotros defendemos también y queremos tener excluida la parte del calzado de cuero que es nuestro fuerte, lo que más mano de obra da, lo que nos representa en el mundo. Hay constantes manifestaciones de la jefa de negociación de la Unión Europea, Sandra Galina, instando a que se abra el sector del calzado de cuero, e incluso esta semana ha salido una publicación de la comisaria general de la Unión Europea, Anna Cecilia Malmström, pidiendo por favor que no seamos restrictivos con los temas de calzado con las condiciones de regla de origen que exigen los europeos.
Señores diputados, simplemente les quería dar la visión de las empresas pymes. La negociación con la Unión Europea no es la única que se está encarando. Vemos la seriedad con la que ellos defienden la parte alimenticia: Francia, Irlanda, Italia. Creo yo que también podríamos hacer una defensa más enérgica desde estos sectores que a lo mejor tienen menos representatividad, sobre todo con las condiciones absolutamente desmedidas que quieren imponer los europeos.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Como tenemos casi treinta personas anotadas para hacer uso de la palabra, voy a reiterar si podemos cumplir con los tres minutos si nos es posible.
Tiene la palabra el señor Daniel Rosato.
Tiene la palabra el señor Daniel Rosato.
SR. ROSATO Soy presidente de Industriales Pymes Argentinos. Representamos a la industria manufacturera de pyme industrial.
Con respecto a todo lo que se ha comentado veo que todos planteamos lo mismo, tenemos los mismos problemas: la presión tributaria, el problema energético, el financiamiento, las importaciones. En cierta forma, todos los problemas se concentran en estos cuatro ejes.
Como en una oportunidad lo hemos hablado el año pasado en el Congreso, donde debatimos la ley de ART que ha sido aprobada para tratar de amortiguar la problemática que teníamos con los juicios laborales por accidente, de la misma manera creo que esto se soluciona a través de una nueva ley pyme que defienda y proteja al sector industrial.
Es decir, el sector industrial permanentemente se encuentra con el problema de la inflación, los aumentos constantes de la energía que hacen que nuestros costos realmente sean inviables y tornen imprevisible saber cuáles son.
Por eso, desde el IPA planteamos congelar el costo de la energía por un tiempo determinado, por seis meses; primero, porque necesitamos hacer una proyección que hoy no la podemos hacer y, segundo, porque sabemos muy bien que en la Argentina el costo de la energía es el más alto de Latinoamérica y prácticamente del mundo. Para lo que es intensiva estamos teniendo un costo de kilovatio de 12 centavos y va a 20 de dólar el kilovatio, y en otros países -y países vecinos- es la mitad. Por eso es que para tratar de amortiguar y de saber realmente cuáles son nuestros costos pedimos un congelamiento del precio de la energía.
El segundo tema son las importaciones. No podemos seguir con esta política totalmente abierta cuando el mundo no es abierto, es decir, la economía, el comercio internacional. Tenemos el caso de Estados Unidos, Europa y China. Hoy se habla de una guerra comercial, que ha hecho que estos países del Primer Mundo se hayan vuelto proteccionistas.
Entonces, nosotros no podemos pensar en una economía abierta cuando el mundo no la tiene. Tenemos que comenzar a proteger nuestra industria, pensar en nuestras pymes industriales, porque hasta el momento no hay ninguna medida que diga que esto va a mejorar, que nosotros pensemos que de acá a seis meses podamos ver un cambio en nuestras industrias. No vamos a generar ningún cambio si no tomamos nuevas medidas.
Para eso creemos conveniente y estamos totalmente convencidos de que desde el Congreso nos pueden ayudar muchísimo con la sanción de leyes que realmente nos protejan, que pongan límites a estos abusos que hoy sufrimos las pymes industriales y que muchos de nosotros todavía creo que no hemos tomado toda la conciencia de lo que nos puede ocurrir dentro de un tiempo si no generamos un cambio, si no pedimos un cambio en la política industrial. No hay un proyecto industrial, no hay una estrategia, y justamente tenemos que pedirla. Necesitamos de una estrategia industrial, de un proyecto industrial.
Por eso, les pedimos a los diputados una nueva ley que realmente limite estos abusos en temas de energía, impositivos y de importaciones. Así es imposible pensar a largo plazo. Tenemos los ejemplos más prácticos, como el de los Estados Unidos, cuyo producto bruto interno creció un 7 por ciento; se está desarrollando industrialmente, han bajado los impuestos y han subido el salario mínimo.
Quiere decir que hace un tiempo tomamos como ejemplo las políticas de comercio abiertas que tenía el resto del mundo. Hoy esto se dio vuelta. Si no miramos al Primer Mundo ni lo que está haciendo el resto del mundo, es difícil que podamos salir adelante. Creo que estamos entrando en un pozo muy profundo, sin retorno. Por eso es que acá se requiere de un cambio estratégico.
Quiero agradecer al señor presidente, diputado De Mendiguren, y a todos los diputados presentes esta invitación que nos han hecho, y su preocupación. Asimismo, les pedimos que trabajen específicamente en una nueva ley que nos proteja.
Con respecto a todo lo que se ha comentado veo que todos planteamos lo mismo, tenemos los mismos problemas: la presión tributaria, el problema energético, el financiamiento, las importaciones. En cierta forma, todos los problemas se concentran en estos cuatro ejes.
Como en una oportunidad lo hemos hablado el año pasado en el Congreso, donde debatimos la ley de ART que ha sido aprobada para tratar de amortiguar la problemática que teníamos con los juicios laborales por accidente, de la misma manera creo que esto se soluciona a través de una nueva ley pyme que defienda y proteja al sector industrial.
Es decir, el sector industrial permanentemente se encuentra con el problema de la inflación, los aumentos constantes de la energía que hacen que nuestros costos realmente sean inviables y tornen imprevisible saber cuáles son.
Por eso, desde el IPA planteamos congelar el costo de la energía por un tiempo determinado, por seis meses; primero, porque necesitamos hacer una proyección que hoy no la podemos hacer y, segundo, porque sabemos muy bien que en la Argentina el costo de la energía es el más alto de Latinoamérica y prácticamente del mundo. Para lo que es intensiva estamos teniendo un costo de kilovatio de 12 centavos y va a 20 de dólar el kilovatio, y en otros países -y países vecinos- es la mitad. Por eso es que para tratar de amortiguar y de saber realmente cuáles son nuestros costos pedimos un congelamiento del precio de la energía.
El segundo tema son las importaciones. No podemos seguir con esta política totalmente abierta cuando el mundo no es abierto, es decir, la economía, el comercio internacional. Tenemos el caso de Estados Unidos, Europa y China. Hoy se habla de una guerra comercial, que ha hecho que estos países del Primer Mundo se hayan vuelto proteccionistas.
Entonces, nosotros no podemos pensar en una economía abierta cuando el mundo no la tiene. Tenemos que comenzar a proteger nuestra industria, pensar en nuestras pymes industriales, porque hasta el momento no hay ninguna medida que diga que esto va a mejorar, que nosotros pensemos que de acá a seis meses podamos ver un cambio en nuestras industrias. No vamos a generar ningún cambio si no tomamos nuevas medidas.
Para eso creemos conveniente y estamos totalmente convencidos de que desde el Congreso nos pueden ayudar muchísimo con la sanción de leyes que realmente nos protejan, que pongan límites a estos abusos que hoy sufrimos las pymes industriales y que muchos de nosotros todavía creo que no hemos tomado toda la conciencia de lo que nos puede ocurrir dentro de un tiempo si no generamos un cambio, si no pedimos un cambio en la política industrial. No hay un proyecto industrial, no hay una estrategia, y justamente tenemos que pedirla. Necesitamos de una estrategia industrial, de un proyecto industrial.
Por eso, les pedimos a los diputados una nueva ley que realmente limite estos abusos en temas de energía, impositivos y de importaciones. Así es imposible pensar a largo plazo. Tenemos los ejemplos más prácticos, como el de los Estados Unidos, cuyo producto bruto interno creció un 7 por ciento; se está desarrollando industrialmente, han bajado los impuestos y han subido el salario mínimo.
Quiere decir que hace un tiempo tomamos como ejemplo las políticas de comercio abiertas que tenía el resto del mundo. Hoy esto se dio vuelta. Si no miramos al Primer Mundo ni lo que está haciendo el resto del mundo, es difícil que podamos salir adelante. Creo que estamos entrando en un pozo muy profundo, sin retorno. Por eso es que acá se requiere de un cambio estratégico.
Quiero agradecer al señor presidente, diputado De Mendiguren, y a todos los diputados presentes esta invitación que nos han hecho, y su preocupación. Asimismo, les pedimos que trabajen específicamente en una nueva ley que nos proteja.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Tiene la palabra el señor Alberto Sellaro.
SR. SELLARO Quiero agradecer la posibilidad de compartir esta reunión con los señores diputados. Soy Alberto Sellaro, presidente de la federación que nuclea la producción de calzado a nivel nacional, y presidente de la Cámara de la Industria del Calzado.
Simplemente deseo efectuar una breve reflexión. A fines de 2015, con el gobierno anterior, nosotros habíamos finalizado con un ingreso total de 21 millones de pares, pero el sector producía 125 millones de pares.
Después de que asumió este nuevo gobierno hemos tenido infinidad de reuniones en la Secretaría de Industria planteando un sinfín de posibilidades de objetivo para corregir el ingreso indiscriminado de importaciones. Hemos planteado alguna vez por qué un productor no podía traer una pequeña cantidad, un productor -como aquí se dijo- con un formulario F.931 importante, una empresa mediana importante.
Nos dijeron que era discriminatorio porque las importaciones no son un ilícito.
En el año 2016 el gobierno se comprometió con un ingreso por todo tipo de producto y origen de 24 millones de pares. Esto fue en el marco de una reunión indiscriminada con el ministro de Producción anterior, Cabrera, con el jefe de Gabinete y con Nacho Pérez Riva. Voluntad vimos siempre, como también realidades incumplidas.
Entonces, en 2016 entraron 27.400.000 pares, 30 por ciento más que el año anterior. En 2017 ingresaron 34.800.000 pares -un tema no menor-, acompañados por un mercado interno que la verdad hoy no existe.
Simplemente deseo efectuar una breve reflexión. A fines de 2015, con el gobierno anterior, nosotros habíamos finalizado con un ingreso total de 21 millones de pares, pero el sector producía 125 millones de pares.
Después de que asumió este nuevo gobierno hemos tenido infinidad de reuniones en la Secretaría de Industria planteando un sinfín de posibilidades de objetivo para corregir el ingreso indiscriminado de importaciones. Hemos planteado alguna vez por qué un productor no podía traer una pequeña cantidad, un productor -como aquí se dijo- con un formulario F.931 importante, una empresa mediana importante.
Nos dijeron que era discriminatorio porque las importaciones no son un ilícito.
En el año 2016 el gobierno se comprometió con un ingreso por todo tipo de producto y origen de 24 millones de pares. Esto fue en el marco de una reunión indiscriminada con el ministro de Producción anterior, Cabrera, con el jefe de Gabinete y con Nacho Pérez Riva. Voluntad vimos siempre, como también realidades incumplidas.
Entonces, en 2016 entraron 27.400.000 pares, 30 por ciento más que el año anterior. En 2017 ingresaron 34.800.000 pares -un tema no menor-, acompañados por un mercado interno que la verdad hoy no existe.
No se alcanzan a percibir las palabras del orador.
SR. Bueno, justamente quería mencionar eso. A fines de 2017 nosotros lo planteamos en una conferencia de prensa al gobierno nacional. ¿A qué persona del gobierno nacional le interesa que se hayan perdido 20 millones de pares de producción nacional? Hoy estamos debajo de los 100 millones.
Las cifras de este año indican que a partir de julio, agosto, septiembre y octubre, época de ingreso masivo por ser temporada de verano, vamos a estar en 37 millones de pares, 40 por ciento del producto terminado y 25 por ciento entre partes y terminado.
Lo más interesante de esto es que teníamos cuatro o cinco socios muy importantes que producían. A una gran empresa que hoy trae dos millones de pares, el gobierno anterior le daba seiscientos mil pares por año de ingreso y hoy desarmó diez fábricas con treinta puestos de trabajo. Es decir, fueron desarmando esas pequeñas fábricas que complementaban lo que necesitaban estas grandes marcas para el mercado interno.
Las cifras de este año indican que a partir de julio, agosto, septiembre y octubre, época de ingreso masivo por ser temporada de verano, vamos a estar en 37 millones de pares, 40 por ciento del producto terminado y 25 por ciento entre partes y terminado.
Lo más interesante de esto es que teníamos cuatro o cinco socios muy importantes que producían. A una gran empresa que hoy trae dos millones de pares, el gobierno anterior le daba seiscientos mil pares por año de ingreso y hoy desarmó diez fábricas con treinta puestos de trabajo. Es decir, fueron desarmando esas pequeñas fábricas que complementaban lo que necesitaban estas grandes marcas para el mercado interno.
No se alcanzan a percibir las palabras del orador.
SR. Esa empresa importaba seiscientos mil pares. Tenía un acuerdo con el gobierno anterior y hoy importa más de dos millones.
Lo que notamos es que más allá del valor del dólar, las importaciones no aflojan. El que ganó un lugar en el mercado tiene la intención de seguir presionando para que los que nos quedamos con menos mercado, terminemos no teniendo nada. La verdad es que es una gran preocupación. Nosotros seguimos negociando y luchando, pero estamos realmente jaqueados.
Quiero comentar que en estos últimos seis meses la cámara que represento perdió cincuenta socios. Todas las semanas en comisión directiva hay socios que se retiran del gremio. Hablo de empresas con quince, veinte o treinta años de antigüedad. Es lamentable tener que llegar a esta situación solo por el hecho de no tener un poco de criterio en el control del ingreso de las importaciones.
No hay más canal rojo, no hay más observación de aduana y no hay más etiquetado. Con este gobierno no hay control de la Aduana de ningún tipo de producto respecto del sector calzado.
Por último, me gustaría pedir a futuro que de ser posible podamos tener una reunión sobre la cadena del cuero, una cadena muy importante. Ojalá podamos compartir una reunión acotada específicamente sobre este asunto.
Lo que notamos es que más allá del valor del dólar, las importaciones no aflojan. El que ganó un lugar en el mercado tiene la intención de seguir presionando para que los que nos quedamos con menos mercado, terminemos no teniendo nada. La verdad es que es una gran preocupación. Nosotros seguimos negociando y luchando, pero estamos realmente jaqueados.
Quiero comentar que en estos últimos seis meses la cámara que represento perdió cincuenta socios. Todas las semanas en comisión directiva hay socios que se retiran del gremio. Hablo de empresas con quince, veinte o treinta años de antigüedad. Es lamentable tener que llegar a esta situación solo por el hecho de no tener un poco de criterio en el control del ingreso de las importaciones.
No hay más canal rojo, no hay más observación de aduana y no hay más etiquetado. Con este gobierno no hay control de la Aduana de ningún tipo de producto respecto del sector calzado.
Por último, me gustaría pedir a futuro que de ser posible podamos tener una reunión sobre la cadena del cuero, una cadena muy importante. Ojalá podamos compartir una reunión acotada específicamente sobre este asunto.
SR. En primer lugar, agradezco que nos inviten a participar porque representamos a los panaderos de Buenos Aires y del país, y nunca fuimos considerados.
Tal vez la panadería nunca fue un motor industrial porque representa una superficie de poca gente en un lugar, pero cuando uno lo ve a lo largo y ancho del país y se da cuenta de que hay cuarenta mil panaderías que generan cuatrocientos mil puestos de trabajo, uno mira el espacio que realmente ocupa.
Es muy bueno escuchar sobre asuntos de importación y exportación -lo que cuesta por ahí es mover distintos motores productivos-, pero la panadería nunca tuvo la posibilidad de tener un espacio donde plantear sus necesidades.
Para que una panadería funcione, primero tiene que funcionar un molino. Hoy, con el avasallamiento que tuvo la panadería con los molinos, con los acopiadores de trigo y con el campo que produce trigo, el campo genera 18 millones de toneladas de trigo en la Argentina. Entonces, los 12 millones que exporta, lo exporta en blanco. Es decir, lo cambian a dólares y lo dejan afuera. Sin embargo, de los seis millones que se utilizan en la Argentina, cuatro millones lo venden en negro.
Por eso, la denuncia que nosotros traemos y queremos demostrar es que lo que se produce en la Argentina se evade, cuando lo que exporta se trabaja en blanco. Entonces, en mi caso, que represento a la Cámara de los Panaderos, ¿cómo hago para registrar el trabajo en negro? ¿Cómo hago para demostrar que el puesto de trabajo existe, que es genuino?
Mucho se habla del puesto de trabajo genuino. La panadería genera muchos de estos puestos, pero no en blanco. El empleado trabaja en forma marginal. Entonces, ¿cómo hacemos para contradecir eso? Me refiero a que solamente el 20 por ciento del trabajo de la panadería está en blanco y el otro 80 está en negro. Para que esta disparidad ocurra tiene que haber sectores monopolizados como el campo, o empresas como Cañuelas, que realmente abarcan todos esos sectores. Venden a la Argentina totalmente en negro y exportan en blanco.
Como cámara, a nosotros se nos hace muy difícil poder imponernos, poder llegar o ir a los distintos ministerios. La realidad es que uno hace las denuncias y como respuesta hacen oídos sordos porque ven que es mucho trabajo, mucho despliegue.
Por estas razones estoy muy agradecido con Axel Kicillof, con el señor de Mendiguren y con la diputada Estévez, que están trabajando con nosotros desde el silencio, sin que nadie lo sepa, pero nos están ayudando y guiando. Sabemos que el camino es difícil y que llegar acá es el primer paso.
Hacer un verdadero despliegue o desarrollo de cómo está hoy el sector panadero es muy difícil porque es un sector artesanal. Hay panaderías en centros comerciales o sobre avenidas que están muy bien posicionadas, pero cuando entrás en el interior del país, cuando te metés en los barrios, cuando vas a las provincias -hablo del Chaco, Jujuy, Catamarca, Formosa, Misiones, Entre Ríos-, ves la verdadera Argentina.
Allí la realidad es muy distinta a la de Capital Federal, adonde nos gusta venir y pasear. Se puede decir, incluso, que el primer y segundo cordón de la provincia de Buenos Aires es medianamente elegante, pero cuando uno pasa Merlo y Luján empieza la verdadera Argentina. Allí el país se hace mucho más duro y difícil.
Creo que faltan políticas de industria, de Estado y de desarrollo. Se hace muy difícil para los dirigentes, me refiero a los que tenemos la vocación sana de salir a caminar el territorio y de hacer las cosas bien, poder llegar y tener un resultado.
Ojalá que esto sirva para darnos cuenta de qué país queremos y a dónde queremos estar. Cuando tengamos que tomar la decisión de elegir a quienes serán los que nos gobiernen, ojalá seamos realmente conscientes y pensemos que nosotros trabajamos todos los días por un país mejor, que no vivimos todos del Estado, como se dice, porque el que trabaja para su empresa no tiene tiempo de dedicarse a la política.
Tal vez la panadería nunca fue un motor industrial porque representa una superficie de poca gente en un lugar, pero cuando uno lo ve a lo largo y ancho del país y se da cuenta de que hay cuarenta mil panaderías que generan cuatrocientos mil puestos de trabajo, uno mira el espacio que realmente ocupa.
Es muy bueno escuchar sobre asuntos de importación y exportación -lo que cuesta por ahí es mover distintos motores productivos-, pero la panadería nunca tuvo la posibilidad de tener un espacio donde plantear sus necesidades.
Para que una panadería funcione, primero tiene que funcionar un molino. Hoy, con el avasallamiento que tuvo la panadería con los molinos, con los acopiadores de trigo y con el campo que produce trigo, el campo genera 18 millones de toneladas de trigo en la Argentina. Entonces, los 12 millones que exporta, lo exporta en blanco. Es decir, lo cambian a dólares y lo dejan afuera. Sin embargo, de los seis millones que se utilizan en la Argentina, cuatro millones lo venden en negro.
Por eso, la denuncia que nosotros traemos y queremos demostrar es que lo que se produce en la Argentina se evade, cuando lo que exporta se trabaja en blanco. Entonces, en mi caso, que represento a la Cámara de los Panaderos, ¿cómo hago para registrar el trabajo en negro? ¿Cómo hago para demostrar que el puesto de trabajo existe, que es genuino?
Mucho se habla del puesto de trabajo genuino. La panadería genera muchos de estos puestos, pero no en blanco. El empleado trabaja en forma marginal. Entonces, ¿cómo hacemos para contradecir eso? Me refiero a que solamente el 20 por ciento del trabajo de la panadería está en blanco y el otro 80 está en negro. Para que esta disparidad ocurra tiene que haber sectores monopolizados como el campo, o empresas como Cañuelas, que realmente abarcan todos esos sectores. Venden a la Argentina totalmente en negro y exportan en blanco.
Como cámara, a nosotros se nos hace muy difícil poder imponernos, poder llegar o ir a los distintos ministerios. La realidad es que uno hace las denuncias y como respuesta hacen oídos sordos porque ven que es mucho trabajo, mucho despliegue.
Por estas razones estoy muy agradecido con Axel Kicillof, con el señor de Mendiguren y con la diputada Estévez, que están trabajando con nosotros desde el silencio, sin que nadie lo sepa, pero nos están ayudando y guiando. Sabemos que el camino es difícil y que llegar acá es el primer paso.
Hacer un verdadero despliegue o desarrollo de cómo está hoy el sector panadero es muy difícil porque es un sector artesanal. Hay panaderías en centros comerciales o sobre avenidas que están muy bien posicionadas, pero cuando entrás en el interior del país, cuando te metés en los barrios, cuando vas a las provincias -hablo del Chaco, Jujuy, Catamarca, Formosa, Misiones, Entre Ríos-, ves la verdadera Argentina.
Allí la realidad es muy distinta a la de Capital Federal, adonde nos gusta venir y pasear. Se puede decir, incluso, que el primer y segundo cordón de la provincia de Buenos Aires es medianamente elegante, pero cuando uno pasa Merlo y Luján empieza la verdadera Argentina. Allí el país se hace mucho más duro y difícil.
Creo que faltan políticas de industria, de Estado y de desarrollo. Se hace muy difícil para los dirigentes, me refiero a los que tenemos la vocación sana de salir a caminar el territorio y de hacer las cosas bien, poder llegar y tener un resultado.
Ojalá que esto sirva para darnos cuenta de qué país queremos y a dónde queremos estar. Cuando tengamos que tomar la decisión de elegir a quienes serán los que nos gobiernen, ojalá seamos realmente conscientes y pensemos que nosotros trabajamos todos los días por un país mejor, que no vivimos todos del Estado, como se dice, porque el que trabaja para su empresa no tiene tiempo de dedicarse a la política.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Disculpe, tengo una pregunta.
SR. Sí, adelante.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN ¿Sabe cuánto cayó la demanda de consumo?
SR. Cayó un 50 o un 60 por ciento.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN ¿Y cuántas cerraron?
SR. Tenemos datos sectoriales. Rosario, que tiene datos oficiales, tiene entre ochenta y cien panaderías cerradas. En la Zona Oeste hay noventa y en Lanús, ochenta. No tenemos datos estadísticos oficiales porque somos un sector monopolizado y las cámaras no están totalmente desarrolladas, como sí lo están otros sectores más industriales.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN La panadería es uno de los sectores de mayor empleo. ¿Cuál es la cantidad de empleados que manejan?
SR. Una panadería chiquita puede tener hasta cinco empleados y una mediana, diez.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN En total, ¿pueden ser cuatrocientos mil puestos?
SR. Efectivamente, cuatrocientos mil en todo el país. La provincia de Buenos Aires tiene once mil panaderías.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Muchas gracias por sus respuestas.
Tiene la palabra Juan Uccelli, titular de la Mesa Nacional Productiva Porcina.
Tiene la palabra Juan Uccelli, titular de la Mesa Nacional Productiva Porcina.
SR. UCCELLI Gracias por la invitación.
En el año 2012 o 2013 el consumo de carne de cerdo en la Argentina rondaba los cuatro o cinco kilos per cápita. El año pasado cerramos con dieciocho kilos, es decir, hemos aumentado de una forma espectacular a costa de muchas inversiones, de poner mucha plata y de generar mucha mano de obra. Hoy estamos casi en cuarenta mil puestos de trabajo en todo el país.
Sin embargo, nos encontramos con algunas cosas que nos complican. Nos entusiasmamos con la "góndola del mundo", pero la entendimos mal porque solo funciona acá en la Argentina. Estamos recibiendo bondiolas y otros cortes de Dinamarca, de Brasil y próximamente de nuestros amigos de Estados Unidos. ¿Cómo puede entrar carne a la Argentina cuando acá se produce?
Los argentinos fuimos criados con carne fresca, para eso están las carnicerías. A los argentinos nos gusta la carne fresca. Ahora bien, la carne importada viene congelada, pero acá algún piola -que siempre los hay- la descongela y la vende como fresca. Eso es engañar al público, al mismo tiempo que genera un problema de salud, que es mucho más grave. Esta práctica está prohibida en el Código Alimentario Argentino, pero lamentablemente no se cumple.
Todo ello genera una caída en la producción local y una salida de productores. Cuando uno empieza la zaranda, lo que cae primero es el grano más chico. Entonces, de cinco mil productores que teníamos inscriptos -hay muchos más que no lo están y eso me compara con nuestros amigos panaderos en términos de que lamentablemente hay mucho que está fuera del sistema-, este año se fueron mil. O sea, es una salida y estamos hablando de productores que cerraron sus criaderos y tuvieron que irse a la ciudad o a algún pueblo a ser pobres.
Estamos ante una situación muy crítica: importamos productos que no necesitamos y tenemos funcionarios que están más preocupados por abrirle el mercado argentino a Estados Unidos que abrir mercados internacionales para la Argentina.
Además, mientras lidiamos con este conflicto nos tratan de ineficientes. Nos cambian el IVA del 21 al 10,5 pero seguimos comprando todo al 21. Estamos buscando al señor "bonete" porque nos dijeron que él tiene la respuesta, pero no lo encontramos.
Comparto la gran tristeza que hay acá. Somos un país que debería estar produciendo y no dando lástima. Lamentablemente, vinimos acá justamente a hacer eso. Hay gente que se está yendo de sus lugares de trabajo sin tener cómo seguir adelante.
Agradezco a los diputados. Creo que hay un montón de cosas que se pueden implementar desde acá. Estamos trabajando en proyectos que pronto llegarán a distintas comisiones.
Por último, repito lo que digo siempre: para nuestro sector, la culpa nunca es del chancho. (Aplausos.)
En el año 2012 o 2013 el consumo de carne de cerdo en la Argentina rondaba los cuatro o cinco kilos per cápita. El año pasado cerramos con dieciocho kilos, es decir, hemos aumentado de una forma espectacular a costa de muchas inversiones, de poner mucha plata y de generar mucha mano de obra. Hoy estamos casi en cuarenta mil puestos de trabajo en todo el país.
Sin embargo, nos encontramos con algunas cosas que nos complican. Nos entusiasmamos con la "góndola del mundo", pero la entendimos mal porque solo funciona acá en la Argentina. Estamos recibiendo bondiolas y otros cortes de Dinamarca, de Brasil y próximamente de nuestros amigos de Estados Unidos. ¿Cómo puede entrar carne a la Argentina cuando acá se produce?
Los argentinos fuimos criados con carne fresca, para eso están las carnicerías. A los argentinos nos gusta la carne fresca. Ahora bien, la carne importada viene congelada, pero acá algún piola -que siempre los hay- la descongela y la vende como fresca. Eso es engañar al público, al mismo tiempo que genera un problema de salud, que es mucho más grave. Esta práctica está prohibida en el Código Alimentario Argentino, pero lamentablemente no se cumple.
Todo ello genera una caída en la producción local y una salida de productores. Cuando uno empieza la zaranda, lo que cae primero es el grano más chico. Entonces, de cinco mil productores que teníamos inscriptos -hay muchos más que no lo están y eso me compara con nuestros amigos panaderos en términos de que lamentablemente hay mucho que está fuera del sistema-, este año se fueron mil. O sea, es una salida y estamos hablando de productores que cerraron sus criaderos y tuvieron que irse a la ciudad o a algún pueblo a ser pobres.
Estamos ante una situación muy crítica: importamos productos que no necesitamos y tenemos funcionarios que están más preocupados por abrirle el mercado argentino a Estados Unidos que abrir mercados internacionales para la Argentina.
Además, mientras lidiamos con este conflicto nos tratan de ineficientes. Nos cambian el IVA del 21 al 10,5 pero seguimos comprando todo al 21. Estamos buscando al señor "bonete" porque nos dijeron que él tiene la respuesta, pero no lo encontramos.
Comparto la gran tristeza que hay acá. Somos un país que debería estar produciendo y no dando lástima. Lamentablemente, vinimos acá justamente a hacer eso. Hay gente que se está yendo de sus lugares de trabajo sin tener cómo seguir adelante.
Agradezco a los diputados. Creo que hay un montón de cosas que se pueden implementar desde acá. Estamos trabajando en proyectos que pronto llegarán a distintas comisiones.
Por último, repito lo que digo siempre: para nuestro sector, la culpa nunca es del chancho. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN ¡Hay que apretar al chancho para que aparezca el dueño!
SR. Disculpe, señor presidente. Yo soy uno de los oradores anotados, pertenezco a la industria frigorífica. Mi intención no es alterar el orden de la lista pero si me permiten el uso de la palabra puedo dar continuidad a lo dicho por el señor Uccelli.
No se alcanzan a percibir las palabras del orador.
SR. Yo fui el autor de la Ley de Promoción de la Industria del Software, presentada en 2002. La aprobamos en esta Cámara en 2003, fue sancionada en 2004 por el Senado y promulgada por el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, un gran impulsor de la ley. Asimismo, soy autor del plan estratégico que armamos en aquel momento, el cual contempló el período 2004-2014.
Como la ley vencía en el 2014, tres años antes, en el 2011, se le dio vigencia por unanimidad hasta el 31 de diciembre del año que viene.
La importancia de la ley radica en su objetivo: generar un círculo virtuoso de competitividad en el sector. Las empresas que aplican a sus beneficios tienen que certificar calidad de nivel internacional, así como realizar un porcentaje de exportaciones, investigación y desarrollo en relación con su facturación. Esto generó un círculo virtuoso que hizo que el sector se viniera duplicando cada cinco años, con un crecimiento anual del 13 o 14 por ciento. Para que tengan una idea, en el 2004 el sector exportaba 70 millones de dólares y empleaba a diecisiete mil personas. El año pasado exportó 1.700 millones de dólares y empleó a 96.400 personas.
Durante el primer año de este gobierno, precisamente en septiembre de 2016, el Ministerio de Economía realizó un informe del sector donde destacaba todo lo que estoy mencionando. Incluso, destacaba la cuestión de la balanza comercial, un sector que el año anterior había exportado por 1.500 millones y exportado por 500 millones. Es decir, teníamos una balanza comercial en dólares superavitaria en 1.000 millones de dólares en un país donde de existir un problema estructural, sin duda sería la cuestión de qué sectores son los que generan divisas.
Si bien la vez anterior se renovaron los beneficios de la ley tres años antes de que perdiera vigencia, este gobierno -el mismo que en 2016 realizó este informe y creó el Plan 111 Mil para formar cien mil nuevos técnicos, programadores y demás- abandonó todas estas políticas en el 2017. Les dio nivel de subsecretaría, luego el tema pasó a la dirección y finalmente abandonó la política de promoción de nuevas capacidades tecnológicas. Hoy no tiene ninguna intención de renovar la ley.
¿Cuál es el problema concreto? La vez pasada hubo una prórroga por tres años porque el sector está basado en las exportaciones. Hoy la ley vence dentro de un año y medio, por lo que cualquier previsión que se haga de aquí en adelante se ve afectada porque no se sabe qué sucederá a partir del 31 de diciembre. Por lo tanto, el sector ya está afectado.
La verdad es que no se entiende el accionar del gobierno porque está demostrado todo lo que digo. No tengo tiempo de plantearlo ahora en profundidad, pero los beneficios que se otorgan al sector, es decir el costo fiscal de dichos beneficios, está ampliamente equilibrado por el enorme aumento de empleo por año, como también de exportaciones y del superávit en la balanza comercial. Quiero decir que lo que se da por un lado, se equilibra por el otro.
Como la ley vencía en el 2014, tres años antes, en el 2011, se le dio vigencia por unanimidad hasta el 31 de diciembre del año que viene.
La importancia de la ley radica en su objetivo: generar un círculo virtuoso de competitividad en el sector. Las empresas que aplican a sus beneficios tienen que certificar calidad de nivel internacional, así como realizar un porcentaje de exportaciones, investigación y desarrollo en relación con su facturación. Esto generó un círculo virtuoso que hizo que el sector se viniera duplicando cada cinco años, con un crecimiento anual del 13 o 14 por ciento. Para que tengan una idea, en el 2004 el sector exportaba 70 millones de dólares y empleaba a diecisiete mil personas. El año pasado exportó 1.700 millones de dólares y empleó a 96.400 personas.
Durante el primer año de este gobierno, precisamente en septiembre de 2016, el Ministerio de Economía realizó un informe del sector donde destacaba todo lo que estoy mencionando. Incluso, destacaba la cuestión de la balanza comercial, un sector que el año anterior había exportado por 1.500 millones y exportado por 500 millones. Es decir, teníamos una balanza comercial en dólares superavitaria en 1.000 millones de dólares en un país donde de existir un problema estructural, sin duda sería la cuestión de qué sectores son los que generan divisas.
Si bien la vez anterior se renovaron los beneficios de la ley tres años antes de que perdiera vigencia, este gobierno -el mismo que en 2016 realizó este informe y creó el Plan 111 Mil para formar cien mil nuevos técnicos, programadores y demás- abandonó todas estas políticas en el 2017. Les dio nivel de subsecretaría, luego el tema pasó a la dirección y finalmente abandonó la política de promoción de nuevas capacidades tecnológicas. Hoy no tiene ninguna intención de renovar la ley.
¿Cuál es el problema concreto? La vez pasada hubo una prórroga por tres años porque el sector está basado en las exportaciones. Hoy la ley vence dentro de un año y medio, por lo que cualquier previsión que se haga de aquí en adelante se ve afectada porque no se sabe qué sucederá a partir del 31 de diciembre. Por lo tanto, el sector ya está afectado.
La verdad es que no se entiende el accionar del gobierno porque está demostrado todo lo que digo. No tengo tiempo de plantearlo ahora en profundidad, pero los beneficios que se otorgan al sector, es decir el costo fiscal de dichos beneficios, está ampliamente equilibrado por el enorme aumento de empleo por año, como también de exportaciones y del superávit en la balanza comercial. Quiero decir que lo que se da por un lado, se equilibra por el otro.
No se alcanzan a percibir las palabras del orador.
SR. El año pasado, 96.400. Además, el mundo está en la industria 4.0, en la robótica, en la inteligencia artificial y en las redes neuronales. Es decir, estamos hablando de un sector que además de la importancia que tiene como sector, le agrega competitividad a toda la economía y no tiene ningún costo. Por eso digo que no se entiende la lógica de este gobierno.
SR. KICILLOF ¿Ya les plantearon que no habrá renovación? Porque en la práctica no se ve ningún interés, nosotros estuvimos averiguando al respecto. Lo que no sé si a ustedes les plantearon formalmente que no habrá renovación.
SR. Las cámaras del sector vienen reuniéndose hace un año con el gobierno, pero no hay ningún avance.
Para no quitarle el tiempo en el uso de la palabra a mis compañeros, voy a referirme a nuestra propuesta concreta. Acá se puede plantear un proyecto de ley que contenga un solo artículo que diga: "Prorrógase hasta el año 2026 los beneficios de la Ley de Promoción de la Industria del Software". Nuestra propuesta no incluye ningún otro artículo porque complicaríamos todo si nos ponemos a discutir otras cuestiones. Simplemente planteamos la prórroga por seis años de los beneficios de la ley. Esto podría aprobarse hoy porque contamos con los números acá en Diputados y también en el Senado.
Una vez aprobado el artículo, sería interesante considerarlo en la agenda pública, que hoy no está. Y si el gobierno no está de acuerdo, que por lo menos tenga el costo político de vetarlo, que no le resulte gratis. Porque así como el sector vino creciendo un 13 por ciento anual y duplicándose cada quince años, lo que va a pasar a partir de este año y del que viene es el proceso inverso. Va a empezar a decrecer y vamos a volver a la situación que afrontábamos en 2004. Esto es así de simple.
Si en esto hubiera acuerdo con el Senado, no parecería muy complicado sacar una ley con un artículo y que después el gobierno se vea obligado a pronunciarse.
Para no quitarle el tiempo en el uso de la palabra a mis compañeros, voy a referirme a nuestra propuesta concreta. Acá se puede plantear un proyecto de ley que contenga un solo artículo que diga: "Prorrógase hasta el año 2026 los beneficios de la Ley de Promoción de la Industria del Software". Nuestra propuesta no incluye ningún otro artículo porque complicaríamos todo si nos ponemos a discutir otras cuestiones. Simplemente planteamos la prórroga por seis años de los beneficios de la ley. Esto podría aprobarse hoy porque contamos con los números acá en Diputados y también en el Senado.
Una vez aprobado el artículo, sería interesante considerarlo en la agenda pública, que hoy no está. Y si el gobierno no está de acuerdo, que por lo menos tenga el costo político de vetarlo, que no le resulte gratis. Porque así como el sector vino creciendo un 13 por ciento anual y duplicándose cada quince años, lo que va a pasar a partir de este año y del que viene es el proceso inverso. Va a empezar a decrecer y vamos a volver a la situación que afrontábamos en 2004. Esto es así de simple.
Si en esto hubiera acuerdo con el Senado, no parecería muy complicado sacar una ley con un artículo y que después el gobierno se vea obligado a pronunciarse.
No se alcanzan a percibir las palabras del orador.
SR. PRESIDENTE DE MENDIGUREN Para cerrar, tiene la palabra el señor... Luego harán uso de la palabra el señor Navarro, de CAME; el señor Meloni, de IPA y, por último, el señor Eduardo Fernández, de APYME.
SR. Gracias, señores diputados. Seré breve.
Me pone muy contento que haya muchos colegas y compañeros participando en esta reunión y buscando soluciones.
Veinte días atrás tuve que cerrar las puertas de mi industria frigorífica de carne vacuna. Mi empresa tenía ciento treinta empleados hace unos años y hoy solamente tiene siete. El trabajo está parado, por lo que ando con la incertidumbre de cómo voy a pagarles el sueldo durante los próximos meses.
No todo pertenece al análisis meramente económico. También hay aspectos que resultan importantes y que tienen que ver con nuestra propia vida, con las emociones que sentimos al vivir estas situaciones, tanto los trabajadores como nosotros. Nos pasan cosas serias. Nunca imaginé que en estos meses me sucederían las cosas feas que me han sucedido. Nos baja la autoestima.
Me pone muy contento que haya muchos colegas y compañeros participando en esta reunión y buscando soluciones.
Veinte días atrás tuve que cerrar las puertas de mi industria frigorífica de carne vacuna. Mi empresa tenía ciento treinta empleados hace unos años y hoy solamente tiene siete. El trabajo está parado, por lo que ando con la incertidumbre de cómo voy a pagarles el sueldo durante los próximos meses.
No todo pertenece al análisis meramente económico. También hay aspectos que resultan importantes y que tienen que ver con nuestra propia vida, con las emociones que sentimos al vivir estas situaciones, tanto los trabajadores como nosotros. Nos pasan cosas serias. Nunca imaginé que en estos meses me sucederían las cosas feas que me han sucedido. Nos baja la autoestima.
SR. CUDINA Creemos que nos convertimos, por así decir, en estúpidos, por no encontrar las soluciones a nuestros propios problemas. Si reflexionamos, veremos que los que hoy estamos en situación de quebranto somos los mismos estúpidos que hace algunos años éramos empresarios exitosos. Entonces, creo que está claro dónde está el problema. Como dijo Raúl Hutin, no tenemos que buscar las soluciones en los asuntos personales o sectoriales. El problema es de conjunto. Es un problema de modelo.
Por eso, solamente a manera de aporte, propongo que la comisión escuche todas las intervenciones y las sintetice en cuatro, cinco o seis puntos antimodelo, porque ese es el problema que tenemos los empresarios.
Para completar los tres minutos, ya que mi intervención fue corta, voy a cederle la palabra a mi compañero José Di Vanni. Él va a leer nuestra propuesta de siete puntos antimodelo.
Por eso, solamente a manera de aporte, propongo que la comisión escuche todas las intervenciones y las sintetice en cuatro, cinco o seis puntos antimodelo, porque ese es el problema que tenemos los empresarios.
Para completar los tres minutos, ya que mi intervención fue corta, voy a cederle la palabra a mi compañero José Di Vanni. Él va a leer nuestra propuesta de siete puntos antimodelo.
SR. DI VANNI Buenas tardes y gracias. Mi nombre es José Rodolfo Di Vanni, y represento también a ENAC.
Siguiendo la línea que planteaba José Cudina, quiero llamar a la reflexión en el siguiente sentido: hacemos muy bien en plantear los problemas básicos de cada sector y de cada situación en particular, pero creo que esto nos excede de manera brutal a niveles mayores.
Particularmente, quiero mencionar dos puntos, que de alguna manera ya se han transitado aquí. El primero tiene que ver con la incertidumbre. Estamos viviendo una incertidumbre muy pocas veces vista en nuestras largas historias empresariales. No sabemos para qué estamos haciendo los esfuerzos ni para qué nos estamos desangrando, en el sentido de que todas nuestras capacidades están orientadas a pagar la luz del mes que viene o el aguinaldo en cuotas. Esto significa que estamos siendo denigrados en cuanto a nuestras capacidades humanas.
Todos sabemos que somos grandes reparadores de problemas, pero en este momento tenemos la incertidumbre de que no sabemos para qué lo estamos haciendo. Nos estamos desangrando y no sabemos si es porque hay alguien que necesita una transfusión o porque simplemente alguna corporación quiere hacer morcilla con nuestra sangre. Este es el concepto general: necesitamos ver rápidamente hacia dónde vamos y para qué.
Echar luz sobre esta incertidumbre es lo primero que debemos exigirles a nuestros legisladores, al Ejecutivo y a nosotros mismos, porque nosotros también somos responsables de esta situación. No es cuestión de tirarnos dardos porque sí, pero lo cierto es que hemos hecho muy poco esfuerzo como empresariado nacional para reclamar, en tanto sujeto que somos, el lugar que merecemos, y así ser protagonistas, evitando ser usados en cada emergencia política. Nosotros somos un sujeto que exige estar en las mesas de negociación a partir de este momento.
Eso, por un lado. Otra cosa que nos denigra como empresarios son las brutales tasas de interés que se están pagando en todas sus manifestaciones, desde las LEBAC hasta la renovación de una tarjeta de crédito. Eso es no solo denigrante en términos empresariales sino para la dignidad humana. No puede ser que alguien desde atrás de una pantalla, porque tiene simplemente el dinero para hacerlo, nos someta de esta manera a quienes estamos pensando en producir, mejorar y buscar horizontes más amplios. Estos dos conceptos que he mencionado son los que debemos tener como objetivos comunes.
Como dijo José, como en la Asociación de Empresarios Nacionales solemos decir que no tenemos más espacio para usar estos lugares como comunidad terapéutica, ya que todos tenemos algo para decir, y necesitamos generar comunidades de acción, establecimos nuestros siete puntos. No los voy a desarrollar en su totalidad, sino que solamente los voy a enumerar.
El primero es trabajar arduamente en el concepto de consumo interno. Todos vivimos de él. No puede ser que no tengamos en consideración este elemento como algo primordial.
El segundo punto tiene que ver con la administración inteligente del comercio exterior. "Administración" e "inteligente" del comercio exterior.
En tercer lugar, está la promoción de créditos productivos. Esto es fundamental en el marco de lo que decía antes: la denigración de lo que significa que alguien por el solo hecho de tener dinero valga mucho más que nosotros, que tenemos horizontes e historias muy distintos.
El cuarto punto refiere a la desdolarización de los servicios públicos. Esto es fundamental. ¿Cómo puede ser que trabajemos y vivamos en pesos pero tengamos tarifas atadas al dólar, un dinero foráneo? Es indigno. No se trata de una mera cuestión monetaria o económica sino de dignidad. Hacia allí tenemos que apuntar las cosas.
Como quinto punto, planteamos una reforma impositiva. Esta reforma debe redireccionar las distorsiones. Tenemos impuestos sumamente distorsivos.
En sexto lugar, debemos propender a la mayor inclusión de todos los sectores. El empresariado nacional no puede estar divorciado de sus empleados u operarios, que es en definitiva su familia.
El séptimo punto es la eliminación de la patria financiera. Hay que desarticular el concepto de patria financiera para que de una vez por todas seamos parte, por nosotros, por nuestros hijos y por nuestros nietos, de una patria productiva y de desarrollo.
Creo que por ahí pasa la cosa. Los invito a todos a sentir que este es el eje de nuestras discusiones, más allá de que está muy bien que cada uno plantee su cuestión personal. (Aplausos.)
Siguiendo la línea que planteaba José Cudina, quiero llamar a la reflexión en el siguiente sentido: hacemos muy bien en plantear los problemas básicos de cada sector y de cada situación en particular, pero creo que esto nos excede de manera brutal a niveles mayores.
Particularmente, quiero mencionar dos puntos, que de alguna manera ya se han transitado aquí. El primero tiene que ver con la incertidumbre. Estamos viviendo una incertidumbre muy pocas veces vista en nuestras largas historias empresariales. No sabemos para qué estamos haciendo los esfuerzos ni para qué nos estamos desangrando, en el sentido de que todas nuestras capacidades están orientadas a pagar la luz del mes que viene o el aguinaldo en cuotas. Esto significa que estamos siendo denigrados en cuanto a nuestras capacidades humanas.
Todos sabemos que somos grandes reparadores de problemas, pero en este momento tenemos la incertidumbre de que no sabemos para qué lo estamos haciendo. Nos estamos desangrando y no sabemos si es porque hay alguien que necesita una transfusión o porque simplemente alguna corporación quiere hacer morcilla con nuestra sangre. Este es el concepto general: necesitamos ver rápidamente hacia dónde vamos y para qué.
Echar luz sobre esta incertidumbre es lo primero que debemos exigirles a nuestros legisladores, al Ejecutivo y a nosotros mismos, porque nosotros también somos responsables de esta situación. No es cuestión de tirarnos dardos porque sí, pero lo cierto es que hemos hecho muy poco esfuerzo como empresariado nacional para reclamar, en tanto sujeto que somos, el lugar que merecemos, y así ser protagonistas, evitando ser usados en cada emergencia política. Nosotros somos un sujeto que exige estar en las mesas de negociación a partir de este momento.
Eso, por un lado. Otra cosa que nos denigra como empresarios son las brutales tasas de interés que se están pagando en todas sus manifestaciones, desde las LEBAC hasta la renovación de una tarjeta de crédito. Eso es no solo denigrante en términos empresariales sino para la dignidad humana. No puede ser que alguien desde atrás de una pantalla, porque tiene simplemente el dinero para hacerlo, nos someta de esta manera a quienes estamos pensando en producir, mejorar y buscar horizontes más amplios. Estos dos conceptos que he mencionado son los que debemos tener como objetivos comunes.
Como dijo José, como en la Asociación de Empresarios Nacionales solemos decir que no tenemos más espacio para usar estos lugares como comunidad terapéutica, ya que todos tenemos algo para decir, y necesitamos generar comunidades de acción, establecimos nuestros siete puntos. No los voy a desarrollar en su totalidad, sino que solamente los voy a enumerar.
El primero es trabajar arduamente en el concepto de consumo interno. Todos vivimos de él. No puede ser que no tengamos en consideración este elemento como algo primordial.
El segundo punto tiene que ver con la administración inteligente del comercio exterior. "Administración" e "inteligente" del comercio exterior.
En tercer lugar, está la promoción de créditos productivos. Esto es fundamental en el marco de lo que decía antes: la denigración de lo que significa que alguien por el solo hecho de tener dinero valga mucho más que nosotros, que tenemos horizontes e historias muy distintos.
El cuarto punto refiere a la desdolarización de los servicios públicos. Esto es fundamental. ¿Cómo puede ser que trabajemos y vivamos en pesos pero tengamos tarifas atadas al dólar, un dinero foráneo? Es indigno. No se trata de una mera cuestión monetaria o económica sino de dignidad. Hacia allí tenemos que apuntar las cosas.
Como quinto punto, planteamos una reforma impositiva. Esta reforma debe redireccionar las distorsiones. Tenemos impuestos sumamente distorsivos.
En sexto lugar, debemos propender a la mayor inclusión de todos los sectores. El empresariado nacional no puede estar divorciado de sus empleados u operarios, que es en definitiva su familia.
El séptimo punto es la eliminación de la patria financiera. Hay que desarticular el concepto de patria financiera para que de una vez por todas seamos parte, por nosotros, por nuestros hijos y por nuestros nietos, de una patria productiva y de desarrollo.
Creo que por ahí pasa la cosa. Los invito a todos a sentir que este es el eje de nuestras discusiones, más allá de que está muy bien que cada uno plantee su cuestión personal. (Aplausos.)
SR. NAVARRO Buenos días, y gracias por hacerme partícipe de esta reunión.
Como han dicho los anteriores oradores, evidentemente la situación general es muy delicada. En algunos lugares del país hablan de la tormenta perfecta, donde muchas pymes están en grave riesgo. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa hemos estado planteando muchas cosas. Aclaro además que adherimos a todas las problemáticas que se han mencionado aquí, para no repetirlas.
Una de las cosas que estamos visualizando en esta coyuntura para poder salir adelante tiene que ver con el tema del financiamiento. Sabemos que en el financiamiento hoy en día hay tasas que van desde el 50 por ciento hasta más del ciento por ciento, dependiendo de la operación de que se trate. Nosotros entendemos que la tasa especial del 29 por ciento que se ha establecido para créditos vinculados con las pymes también es alta. Solicitamos que para el crédito la tasa orille el 20 o 21 por ciento, produciendo esos fondos desde lo que tiene que ver con los encajes bancarios. A partir de julio, a los bancos se les ha permitido utilizar parte de los encajes con el tema de las LETES. Por ende, están teniendo una rentabilidad muy importante. La idea sería que una parte se aplique a este tipo de préstamos a las pymes. Hoy en día las pymes tienen 490.000 millones de pesos de endeudamiento en el sistema. Proyectado 2018, las pymes van a pasarle al sistema bancario 150.000 millones de pesos en concepto de intereses. Estamos hablando de cifras importantes, que hacen a la problemática que tienen las pymes. Las pymes seguramente ya estaban con problemas, pero esta suba de tasas sorpresiva de los últimos meses ha hecho que su situación se complique mucho más.
Otra problemática que queremos plantear tiene que ver con el tema AFIP. Más allá de lo que podamos decir -si son 120.000, 150.000 o 200.000 las empresas que tienen problemas con la AFIP-, la realidad es que no podemos tener tasas del orden del 4,5 al 5,5 por ciento por mes para los planes de refinanciación de las deudas. Esto es realmente una locura. Lo que planteamos es que las tasas estén adecuadas a este 21 por ciento que estamos pidiendo como tasa de financiación, o caso contrario, que se actualice por inflación, que siempre va a ser mucho menor a la cifra de que se está hablando.
Si bien es cierto que ahora han corrido el plazo y que para el embargo se puede pasar de veintinueve a sesenta días, creemos que por la situación que están viviendo las pymes en este momento es imprescindible que no se embargue al menos hasta fin de año. La situación es muy delicada. Son muchas las pymes que están en esta situación. Cada vez que una pyme entra en un embargo, no es porque agarró la plata y se puso a jugar a la timba o porque le sobra y se pasó a las LETES, a las LEBAC o a lo que sea. Va pagando lo que puede pagar, y lo que no puede pagar es la parte impositiva. Esta es la realidad.
Otro tema que deberíamos poner en cualquier norma sí o sí es el del costo de los abogados de AFIP. Los contribuyentes ya les pagamos un sueldo muy importante a los señores abogados de AFIP: más de 100.000 pesos por cabeza. Y todo lo que utilizan se lo pagamos nosotros. Estamos notando que esto es una joda. Esa plata no va para el Estado, no va para las necesidades de la Argentina. Va para el bolso corporativo de los abogados de AFIP. Están cobrando el 5 por ciento por solamente presentar un papelito al juez. Eso es por normativa, y en todo el proceso ese porcentaje llega al 12,83. Pero hay lugares del país en donde se hacen los idiotas, los tontos y los estúpidos y agarran a las pobres pymes y les dicen: "Mirá, para solucionar esto me tenés que pagar a mí el 20 por ciento". Esto no figura en ningún lado. Es un abuso. (Aplausos.)
Señor presidente: mal va a estar la Argentina si no hacemos políticas de Estado, pero políticas de Estado que estén en las leyes, y no que sean únicamente expresiones de deseo. La única forma que hay de hacer políticas de Estado es que en las leyes se contemple lo que significa la palabra "Estado". Para que se modifiquen las normas de competitividad económicas del sector que está aquí presente, debemos ser partícipes de la definición de esas normas. Por obligación de la ley tiene que haber una comisión para que cada vez que cambia un funcionario y quiera cambiar algo porque se le da la gana tenga que convocar a los actores que representan al sector. Si no, no vamos a salir nunca.
Hace poco Rajoy, del PP, voló de España, pusieron al señor Sánchez, del PSOE, pero no se modificó una sola cosa del sistema. ¿Por qué? Porque tienen políticas de Estado. Y esas políticas de Estado constan en las normas. Normas de las que nosotros acá solamente hablamos sobre políticas de Estado pero no exigimos que estén incorporadas en las leyes. Es muy necesario hacer esto.
Tengo muchas cosas más para decir, pero quiero cumplir con la brevedad que el presidente me ha pedido. Luego mando por mail lo que me faltó decir.
Como han dicho los anteriores oradores, evidentemente la situación general es muy delicada. En algunos lugares del país hablan de la tormenta perfecta, donde muchas pymes están en grave riesgo. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa hemos estado planteando muchas cosas. Aclaro además que adherimos a todas las problemáticas que se han mencionado aquí, para no repetirlas.
Una de las cosas que estamos visualizando en esta coyuntura para poder salir adelante tiene que ver con el tema del financiamiento. Sabemos que en el financiamiento hoy en día hay tasas que van desde el 50 por ciento hasta más del ciento por ciento, dependiendo de la operación de que se trate. Nosotros entendemos que la tasa especial del 29 por ciento que se ha establecido para créditos vinculados con las pymes también es alta. Solicitamos que para el crédito la tasa orille el 20 o 21 por ciento, produciendo esos fondos desde lo que tiene que ver con los encajes bancarios. A partir de julio, a los bancos se les ha permitido utilizar parte de los encajes con el tema de las LETES. Por ende, están teniendo una rentabilidad muy importante. La idea sería que una parte se aplique a este tipo de préstamos a las pymes. Hoy en día las pymes tienen 490.000 millones de pesos de endeudamiento en el sistema. Proyectado 2018, las pymes van a pasarle al sistema bancario 150.000 millones de pesos en concepto de intereses. Estamos hablando de cifras importantes, que hacen a la problemática que tienen las pymes. Las pymes seguramente ya estaban con problemas, pero esta suba de tasas sorpresiva de los últimos meses ha hecho que su situación se complique mucho más.
Otra problemática que queremos plantear tiene que ver con el tema AFIP. Más allá de lo que podamos decir -si son 120.000, 150.000 o 200.000 las empresas que tienen problemas con la AFIP-, la realidad es que no podemos tener tasas del orden del 4,5 al 5,5 por ciento por mes para los planes de refinanciación de las deudas. Esto es realmente una locura. Lo que planteamos es que las tasas estén adecuadas a este 21 por ciento que estamos pidiendo como tasa de financiación, o caso contrario, que se actualice por inflación, que siempre va a ser mucho menor a la cifra de que se está hablando.
Si bien es cierto que ahora han corrido el plazo y que para el embargo se puede pasar de veintinueve a sesenta días, creemos que por la situación que están viviendo las pymes en este momento es imprescindible que no se embargue al menos hasta fin de año. La situación es muy delicada. Son muchas las pymes que están en esta situación. Cada vez que una pyme entra en un embargo, no es porque agarró la plata y se puso a jugar a la timba o porque le sobra y se pasó a las LETES, a las LEBAC o a lo que sea. Va pagando lo que puede pagar, y lo que no puede pagar es la parte impositiva. Esta es la realidad.
Otro tema que deberíamos poner en cualquier norma sí o sí es el del costo de los abogados de AFIP. Los contribuyentes ya les pagamos un sueldo muy importante a los señores abogados de AFIP: más de 100.000 pesos por cabeza. Y todo lo que utilizan se lo pagamos nosotros. Estamos notando que esto es una joda. Esa plata no va para el Estado, no va para las necesidades de la Argentina. Va para el bolso corporativo de los abogados de AFIP. Están cobrando el 5 por ciento por solamente presentar un papelito al juez. Eso es por normativa, y en todo el proceso ese porcentaje llega al 12,83. Pero hay lugares del país en donde se hacen los idiotas, los tontos y los estúpidos y agarran a las pobres pymes y les dicen: "Mirá, para solucionar esto me tenés que pagar a mí el 20 por ciento". Esto no figura en ningún lado. Es un abuso. (Aplausos.)
Señor presidente: mal va a estar la Argentina si no hacemos políticas de Estado, pero políticas de Estado que estén en las leyes, y no que sean únicamente expresiones de deseo. La única forma que hay de hacer políticas de Estado es que en las leyes se contemple lo que significa la palabra "Estado". Para que se modifiquen las normas de competitividad económicas del sector que está aquí presente, debemos ser partícipes de la definición de esas normas. Por obligación de la ley tiene que haber una comisión para que cada vez que cambia un funcionario y quiera cambiar algo porque se le da la gana tenga que convocar a los actores que representan al sector. Si no, no vamos a salir nunca.
Hace poco Rajoy, del PP, voló de España, pusieron al señor Sánchez, del PSOE, pero no se modificó una sola cosa del sistema. ¿Por qué? Porque tienen políticas de Estado. Y esas políticas de Estado constan en las normas. Normas de las que nosotros acá solamente hablamos sobre políticas de Estado pero no exigimos que estén incorporadas en las leyes. Es muy necesario hacer esto.
Tengo muchas cosas más para decir, pero quiero cumplir con la brevedad que el presidente me ha pedido. Luego mando por mail lo que me faltó decir.
SR. MELONI Mi nombre es Marco Meloni. Soy vicepresidente de IPA y vicepresidente de la Fundación Protejer. Por ende, soy textil.
Sinceramente, no quiero abundar sobre lo que nos pasa a las pymes, a la industria manufacturera y a todos los que estamos acá, porque creo que ya fue muy bien expresado. Más bien, quiero hablar de lo que sentimos, y lo que sentimos realmente es impotencia. Es impotencia porque nosotros estamos acostumbrados a tomar decisiones importantes en nuestras empresas -por nuestro entorno, por nuestros trabajadores-, y no podemos hacer nada con lo que está pasando con el mercado interno, con las tasas, con las importaciones, con las tarifas, con las moratorias que no se dan, con la inestabilidad del tipo de cambio, con la gente que no puede consumir. No podemos hacer nada. Por eso yo quiero hablar sobre lo que sentimos.
El señor José lo dijo muy bien. Lo peor que podemos hacer es bajar los brazos. Sin embargo, sentimos que perdemos expectativas, mercados y -nos pasa a muchos- esperanza. Las pymes perdemos la alegría, porque nosotros hacemos nuestros emprendimientos con alegría. Una vez lo dije acá. Nos están enfrentando con nuestros trabajadores. Quieren que les paguemos lo menos posible para que se vayan y luego ellos nos saquen lo más posible a nosotros. Después gana el tercero, con juicios injustos.
Sin embargo, las pymes somos amigas de nuestros trabajadores. El ejemplo del sector textil, completando la excelente exposición del ingeniero Galfione, indica que perdimos 35.000 amigos, 35.000 trabajadores. Y esto recién empieza.
Sentimos que lo mejor ya pasó. ¿Qué quiere decir esto? Que lo que viene es mucho peor.
Son cosas duras las que estoy comentando. Pero las pymes tenemos que ser pragmáticas y ver las variables que nos dan. Cambian de ministro y nos dan nuevas expectativas, pero yo me pregunto: ¿van a bajar las tasas, va a haber más mercado interno, va a haber administración de comercio exterior, va a haber menos presión impositiva? Creo que no. Tal vez el problema sea el modelo.
A los diputados de esta comisión que hoy nos han recibido queremos decirles que tenemos imaginación y resiliencia. Pasamos once años de genocidio industrial durante los años noventa y aún estamos acá. Estoy seguro de que todos los industriales que están acá presentes padecieron esa época y la recuerdan. Si no, están los hijos y sus padres se lo contaron.
Tenemos memoria, coraje y un corazón que la va a pelear hasta el final. Pero, atención: ¿con quién la vamos a pelear? La tenemos que pelear con ustedes. Son ustedes los que nos tienen que dar el lugar para que consensuemos entre todas las asociaciones -que son alrededor de diez- cinco puntos en los que todas coincidamos. Son ustedes los que nos tienen que dar el lugar necesario para que eso se concrete. (Aplausos.)
Sinceramente, no quiero abundar sobre lo que nos pasa a las pymes, a la industria manufacturera y a todos los que estamos acá, porque creo que ya fue muy bien expresado. Más bien, quiero hablar de lo que sentimos, y lo que sentimos realmente es impotencia. Es impotencia porque nosotros estamos acostumbrados a tomar decisiones importantes en nuestras empresas -por nuestro entorno, por nuestros trabajadores-, y no podemos hacer nada con lo que está pasando con el mercado interno, con las tasas, con las importaciones, con las tarifas, con las moratorias que no se dan, con la inestabilidad del tipo de cambio, con la gente que no puede consumir. No podemos hacer nada. Por eso yo quiero hablar sobre lo que sentimos.
El señor José lo dijo muy bien. Lo peor que podemos hacer es bajar los brazos. Sin embargo, sentimos que perdemos expectativas, mercados y -nos pasa a muchos- esperanza. Las pymes perdemos la alegría, porque nosotros hacemos nuestros emprendimientos con alegría. Una vez lo dije acá. Nos están enfrentando con nuestros trabajadores. Quieren que les paguemos lo menos posible para que se vayan y luego ellos nos saquen lo más posible a nosotros. Después gana el tercero, con juicios injustos.
Sin embargo, las pymes somos amigas de nuestros trabajadores. El ejemplo del sector textil, completando la excelente exposición del ingeniero Galfione, indica que perdimos 35.000 amigos, 35.000 trabajadores. Y esto recién empieza.
Sentimos que lo mejor ya pasó. ¿Qué quiere decir esto? Que lo que viene es mucho peor.
Son cosas duras las que estoy comentando. Pero las pymes tenemos que ser pragmáticas y ver las variables que nos dan. Cambian de ministro y nos dan nuevas expectativas, pero yo me pregunto: ¿van a bajar las tasas, va a haber más mercado interno, va a haber administración de comercio exterior, va a haber menos presión impositiva? Creo que no. Tal vez el problema sea el modelo.
A los diputados de esta comisión que hoy nos han recibido queremos decirles que tenemos imaginación y resiliencia. Pasamos once años de genocidio industrial durante los años noventa y aún estamos acá. Estoy seguro de que todos los industriales que están acá presentes padecieron esa época y la recuerdan. Si no, están los hijos y sus padres se lo contaron.
Tenemos memoria, coraje y un corazón que la va a pelear hasta el final. Pero, atención: ¿con quién la vamos a pelear? La tenemos que pelear con ustedes. Son ustedes los que nos tienen que dar el lugar para que consensuemos entre todas las asociaciones -que son alrededor de diez- cinco puntos en los que todas coincidamos. Son ustedes los que nos tienen que dar el lugar necesario para que eso se concrete. (Aplausos.)
SR. GIRARD Voy a ser muy breve. De hecho, el documento que tengo se los voy a dejar por escrito. Simplemente, voy a dar unos datos relativos a nuestro sector.
Mi nombre es Marcelo Girard. Soy presidente de la Cámara Gremial de Fabricantes de Tintas Gráficas y tesorero de la Confederación General Empresaria de la República Argentina. También fui nombrado secretario de Industria de la Federación Económica de la Provincia de Buenos. Pero ante todo soy gráfico y fabricante de tintas desde hace cuarenta y siete años, y ejerzo como tal.
Voy a hablar de las causas del problema: el ingreso aluvional de productos envasados -alimentos, golosinas, snack, etcétera- resintió absolutamente el consumo de productos elaborados y consecuentemente envasados localmente; el ingreso de material flexible -film de polietileno, polipropileno, papel, etcétera- para envases previamente impresos destinados a envasar los productos que se elaboran en nuestro país; la importación de tintas gráficas y barnices; la caída general y sustancial de la demanda afectando a todos los rubros de la actividad económica general, y al sector gráfico en particular.
Estas causas nos han llevado a que hoy estemos produciendo y vendiendo el 50 por ciento de la producción anual de 2015. Esta es la razón por la cual el sector está en una situación muy crítica.
Fíjense la debilidad que estamos teniendo. Éramos dieciocho fábricas de tintas, pero la devaluación del 15 de mayo me llevó cuatro fábricas, dos de ellas con más de sesenta años en el mercado. O sea que hoy somos catorce. No sé qué va a pasar con el dólar y por tanto no sé cuántas empresas más me va a llevar la corrida que estamos viviendo actualmente.
Voy a dejarles estos datos por escrito.
Queremos pedir como medida urgente que se sancione la ley de emergencia de las pymes, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Hay un pedido del Frente Renovador para que se trate el jueves. Luego, se podría trasladar a todo el país.
Esa sería una primera medida. Lo demás lo vamos a ir viendo después. Tengan en cuenta que los tiempos de las pymes no son los tiempos de la política. Nosotros no tenemos tiempo. (Aplausos.)
Mi nombre es Marcelo Girard. Soy presidente de la Cámara Gremial de Fabricantes de Tintas Gráficas y tesorero de la Confederación General Empresaria de la República Argentina. También fui nombrado secretario de Industria de la Federación Económica de la Provincia de Buenos. Pero ante todo soy gráfico y fabricante de tintas desde hace cuarenta y siete años, y ejerzo como tal.
Voy a hablar de las causas del problema: el ingreso aluvional de productos envasados -alimentos, golosinas, snack, etcétera- resintió absolutamente el consumo de productos elaborados y consecuentemente envasados localmente; el ingreso de material flexible -film de polietileno, polipropileno, papel, etcétera- para envases previamente impresos destinados a envasar los productos que se elaboran en nuestro país; la importación de tintas gráficas y barnices; la caída general y sustancial de la demanda afectando a todos los rubros de la actividad económica general, y al sector gráfico en particular.
Estas causas nos han llevado a que hoy estemos produciendo y vendiendo el 50 por ciento de la producción anual de 2015. Esta es la razón por la cual el sector está en una situación muy crítica.
Fíjense la debilidad que estamos teniendo. Éramos dieciocho fábricas de tintas, pero la devaluación del 15 de mayo me llevó cuatro fábricas, dos de ellas con más de sesenta años en el mercado. O sea que hoy somos catorce. No sé qué va a pasar con el dólar y por tanto no sé cuántas empresas más me va a llevar la corrida que estamos viviendo actualmente.
Voy a dejarles estos datos por escrito.
Queremos pedir como medida urgente que se sancione la ley de emergencia de las pymes, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Hay un pedido del Frente Renovador para que se trate el jueves. Luego, se podría trasladar a todo el país.
Esa sería una primera medida. Lo demás lo vamos a ir viendo después. Tengan en cuenta que los tiempos de las pymes no son los tiempos de la política. Nosotros no tenemos tiempo. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor Eduardo Fernández, de APYME.
SR. FERNÁNDEZ En primer lugar, quiero ratificar que lo que se están llevando ustedes es un mapeo de la realidad. Faltan sectores aquí. Falta el sector de comercio, el de servicios, el de las economías regionales. Puedo asegurar que muchos de los aquí presentes estamos en actividad y creemos que el panorama que estamos viviendo es igual o peor al de otras épocas. Es por eso que los colegas se han manifestado. Nosotros vamos a dejar nuestra posición por escrito.
No obstante, me gustaría decir que necesitamos una legislación de emergencia que reconozca esta situación y que faculte a los Poderes Ejecutivos a tomar medidas respecto de lo fiscal, de lo financiero y de la protección de nuestra industria nacional.
Hay un eje conductor: somos pymes, vivimos del mercado interno. No hay comercio, servicios o producción si no hay mercado interno.
Ese hilo conductor nos lleva a un modelo económico que es profundamente anti pyme y anti industria, porque fundamentalmente le ha sacado a nuestro pueblo, a los consumidores -como los llaman los economistas ortodoxos-, la posibilidad de consumir.
Se ha ido hacia sectores concentrados de la economía mientras nosotros estamos contando los establecimientos que cierran. Un relevamiento que hicimos arrojó que, en la ciudad de Córdoba, cierran cinco comercios por día. Pero todos los números quedan atrás cuando uno empieza a recorrer su sector, la ciudad y las avenidas.
Mientras nosotros vemos la imposibilidad de recurrir al sector financiero, leemos los balances que empiezan a aparecer de las grandes empresas, y vemos que Ecogas, en el primer semestre de este año, aumentó las utilidades en un 328 por ciento.
Por eso decimos que no a todos les va mal. Este es un problema que queremos reflejar aquí, señores diputados.
Aplaudo que exista este recinto, que es el de la democracia, porque los que se benefician con los negocios quieren destruir la credibilidad de la política. Porque sin política, sin partidos políticos y sin discusiones, a ellos les va muy bien. Quieren destruir la política. Por eso nosotros queremos saludar esta iniciativa y pedirles que cuando se trate el presupuesto nacional, estas comisiones y otras, nos citen.
Hay muchas cifras que inciden en todo lo que hemos pedido acá. Sobre todo, lo que se va a usar en promoción, en cómo se va a controlar la cadena de valor y en cómo va a ser el sistema impositivo. Digo esto porque nosotros vamos a volver a nuestras provincias y nos van a decir que Nación les está sacando y que por ello no pueden bajar impuestos e incluso hasta los tengan que aumentar o hacer aumentos de emergencia.
Es por eso que en esta oportunidad quiero recordar que, dentro de dos días, exactamente el 16 de agosto, aprobado por esta misma Cámara y el Senado de la Nación, se celebra el Día del Empresario Nacional. Creo que esta reunión es un buen festejo, donde podemos plantear nuestra preocupación, como decía Marco recién, pero sin bajar los brazos. Por eso es que queremos hablar de pymes en serio.
Ayer se publicaron en el Boletín Oficial los nuevos montos para la calificación de las pymes. Queremos denunciar eso, señores diputados, para cuando se legisle. Las medianas empresas del tramo dos se llevan casi toda la asistencia financiera, ya que el sistema financiero prefiere a esas empresas que son las que mejor están.
Desde la resolución 154, que se dictó en mayo, a la que salió ayer, han elevado un 27 por ciento el requisito del monto de facturación. Ahí sí reconocen la inflación de costos.
Sin embargo, pensar que puede ser tratada como pyme una empresa que factura 1.431.200.000 pesos por año -recordemos que éste es el promedio de los tres años anteriores y no el de este año-, me parece que es una burla.
Por eso queremos conformar una mesa para discutir una ley pyme en serio, donde el Estado juegue su rol, donde recuperemos el mercado interno y donde defendamos la industria nacional. (Aplausos.)
No obstante, me gustaría decir que necesitamos una legislación de emergencia que reconozca esta situación y que faculte a los Poderes Ejecutivos a tomar medidas respecto de lo fiscal, de lo financiero y de la protección de nuestra industria nacional.
Hay un eje conductor: somos pymes, vivimos del mercado interno. No hay comercio, servicios o producción si no hay mercado interno.
Ese hilo conductor nos lleva a un modelo económico que es profundamente anti pyme y anti industria, porque fundamentalmente le ha sacado a nuestro pueblo, a los consumidores -como los llaman los economistas ortodoxos-, la posibilidad de consumir.
Se ha ido hacia sectores concentrados de la economía mientras nosotros estamos contando los establecimientos que cierran. Un relevamiento que hicimos arrojó que, en la ciudad de Córdoba, cierran cinco comercios por día. Pero todos los números quedan atrás cuando uno empieza a recorrer su sector, la ciudad y las avenidas.
Mientras nosotros vemos la imposibilidad de recurrir al sector financiero, leemos los balances que empiezan a aparecer de las grandes empresas, y vemos que Ecogas, en el primer semestre de este año, aumentó las utilidades en un 328 por ciento.
Por eso decimos que no a todos les va mal. Este es un problema que queremos reflejar aquí, señores diputados.
Aplaudo que exista este recinto, que es el de la democracia, porque los que se benefician con los negocios quieren destruir la credibilidad de la política. Porque sin política, sin partidos políticos y sin discusiones, a ellos les va muy bien. Quieren destruir la política. Por eso nosotros queremos saludar esta iniciativa y pedirles que cuando se trate el presupuesto nacional, estas comisiones y otras, nos citen.
Hay muchas cifras que inciden en todo lo que hemos pedido acá. Sobre todo, lo que se va a usar en promoción, en cómo se va a controlar la cadena de valor y en cómo va a ser el sistema impositivo. Digo esto porque nosotros vamos a volver a nuestras provincias y nos van a decir que Nación les está sacando y que por ello no pueden bajar impuestos e incluso hasta los tengan que aumentar o hacer aumentos de emergencia.
Es por eso que en esta oportunidad quiero recordar que, dentro de dos días, exactamente el 16 de agosto, aprobado por esta misma Cámara y el Senado de la Nación, se celebra el Día del Empresario Nacional. Creo que esta reunión es un buen festejo, donde podemos plantear nuestra preocupación, como decía Marco recién, pero sin bajar los brazos. Por eso es que queremos hablar de pymes en serio.
Ayer se publicaron en el Boletín Oficial los nuevos montos para la calificación de las pymes. Queremos denunciar eso, señores diputados, para cuando se legisle. Las medianas empresas del tramo dos se llevan casi toda la asistencia financiera, ya que el sistema financiero prefiere a esas empresas que son las que mejor están.
Desde la resolución 154, que se dictó en mayo, a la que salió ayer, han elevado un 27 por ciento el requisito del monto de facturación. Ahí sí reconocen la inflación de costos.
Sin embargo, pensar que puede ser tratada como pyme una empresa que factura 1.431.200.000 pesos por año -recordemos que éste es el promedio de los tres años anteriores y no el de este año-, me parece que es una burla.
Por eso queremos conformar una mesa para discutir una ley pyme en serio, donde el Estado juegue su rol, donde recuperemos el mercado interno y donde defendamos la industria nacional. (Aplausos.)
SR. Gracias señores diputados y diputadas por esta invitación que nos han hecho porque me parece fundamental ya que esta es la casa de la democracia. Esta gimnasia de encuentros deberíamos llevarla adelante más a menudo.
Digo esto porque no cabe duda que todo lo que acá se expresó tiene una matriz central, que es el modelo macroeconómico neoliberal, que es el que nos está llevando a esta situación.
Esto no es producto de un gobierno sino de un proyecto político económico neoliberal que llevó, tanto a las pymes como a los trabajadores, a la situación en la que hoy estamos.
En este sentido, lo que se expresó acá plantea claramente dos escenarios. Uno es el de la emergencia pyme. Creo que es fundamental resolver toda esta problemática que acá se ha planteado, porque llegar al 2019 va a ser muy difícil con todas estas cuestiones que hoy estamos afrontando, que se plantearon claramente aquí y que no voy a repetir porque sería redundante.
Pero creo también que debemos empezar a pensar el futuro. Esto no puede quedar sólo en la emergencia.
Los que quedemos en pie -espero estar dentro de ese grupo- debemos pensar el futuro. En este sentido, creo que tenemos que pensar una matriz productiva, que pueda superar los tremendos desequilibrios de una estructura productiva desequilibrada que nos lleva necesaria y permanentemente a restricciones externas.
Me parece que tenemos que sentarnos trabajadores, empresarios y políticos a buscar una ley pyme o a consagrar todo esto que hoy se está planteando acá en una nueva constitución para evitar que estos ciclos se sigan reproduciendo.
Aquí se habló incluso de la segmentación. Ustedes legislan. Pero no hay peor inequidad que legislar igual para desiguales. Las leyes están hechas igual para todos: para Benito Roggio, para Paolo Rocca y para todos los que estamos acá sentados, y no somos iguales, somos total y absolutamente distintos. Tenemos características distintas, problemáticas distintas y, la verdad es que la ley impositiva, financiera, etcétera, no contempla esto. Recién se hablaba de la calificación de las medianas empresas tramo dos. La verdad es que este gobierno mete a las grandes empresas como medianas tramo dos. Es algo inconcebible.
Me parece que tenemos que buscar alguna fórmula, que no solo sea por los niveles de facturación en la clasificación de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas -a las grandes hay que llamarlas así porque son grandes-, sino que hay que ver también el número de empleados, el consumo energético. Es decir, una polinómica que nos permita ubicar exactamente cuál es cada uno de los sectores.
Para terminar, creo que pymes, trabajadores y la política tenemos que empezar a construir una unidad, porque este modelo, si no lo trabajamos y si no lo vencemos entre todos, va a ser muy difícil de poder quebrar.
Este problema es absolutamente de modelo y no hay otra alternativa. El neoliberalismo nos llevó por delante. Lo tuvimos también en los 90, aunque comenzó en los 70. Entonces, me parece que debemos avanzar en reformas estructurales que permitan que nunca más volvamos a modelos macroeconómicos neoliberales. (Aplausos.)
Digo esto porque no cabe duda que todo lo que acá se expresó tiene una matriz central, que es el modelo macroeconómico neoliberal, que es el que nos está llevando a esta situación.
Esto no es producto de un gobierno sino de un proyecto político económico neoliberal que llevó, tanto a las pymes como a los trabajadores, a la situación en la que hoy estamos.
En este sentido, lo que se expresó acá plantea claramente dos escenarios. Uno es el de la emergencia pyme. Creo que es fundamental resolver toda esta problemática que acá se ha planteado, porque llegar al 2019 va a ser muy difícil con todas estas cuestiones que hoy estamos afrontando, que se plantearon claramente aquí y que no voy a repetir porque sería redundante.
Pero creo también que debemos empezar a pensar el futuro. Esto no puede quedar sólo en la emergencia.
Los que quedemos en pie -espero estar dentro de ese grupo- debemos pensar el futuro. En este sentido, creo que tenemos que pensar una matriz productiva, que pueda superar los tremendos desequilibrios de una estructura productiva desequilibrada que nos lleva necesaria y permanentemente a restricciones externas.
Me parece que tenemos que sentarnos trabajadores, empresarios y políticos a buscar una ley pyme o a consagrar todo esto que hoy se está planteando acá en una nueva constitución para evitar que estos ciclos se sigan reproduciendo.
Aquí se habló incluso de la segmentación. Ustedes legislan. Pero no hay peor inequidad que legislar igual para desiguales. Las leyes están hechas igual para todos: para Benito Roggio, para Paolo Rocca y para todos los que estamos acá sentados, y no somos iguales, somos total y absolutamente distintos. Tenemos características distintas, problemáticas distintas y, la verdad es que la ley impositiva, financiera, etcétera, no contempla esto. Recién se hablaba de la calificación de las medianas empresas tramo dos. La verdad es que este gobierno mete a las grandes empresas como medianas tramo dos. Es algo inconcebible.
Me parece que tenemos que buscar alguna fórmula, que no solo sea por los niveles de facturación en la clasificación de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas -a las grandes hay que llamarlas así porque son grandes-, sino que hay que ver también el número de empleados, el consumo energético. Es decir, una polinómica que nos permita ubicar exactamente cuál es cada uno de los sectores.
Para terminar, creo que pymes, trabajadores y la política tenemos que empezar a construir una unidad, porque este modelo, si no lo trabajamos y si no lo vencemos entre todos, va a ser muy difícil de poder quebrar.
Este problema es absolutamente de modelo y no hay otra alternativa. El neoliberalismo nos llevó por delante. Lo tuvimos también en los 90, aunque comenzó en los 70. Entonces, me parece que debemos avanzar en reformas estructurales que permitan que nunca más volvamos a modelos macroeconómicos neoliberales. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Quedan unos 10 oradores para hacer uso de la palabra. Si les parece, les pedimos que den el presente en un minuto para después pasar a hacer una breve conclusión y unas propuestas para todos. Propongo esto como para no dejar a nadie afuera. Pero a quien esté en condiciones de no hacer uso de la palabra, le agradecemos.
SR. DE MENDIGUREN Las cosas que son horizontales, que ya se han dicho, quédense tranquilos que están apuntadas.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Si faltó algún dato de cierre de comercios o de establecimiento o caída de actividad, agréguenlo.
Tiene la palabra el señor Gabriel Muñiz, de la UIA de Moreno.
Tiene la palabra el señor Gabriel Muñiz, de la UIA de Moreno.
SR. MUÑIZ Gracias a todos.
Ahora que están de moda los cuadernos y las fotocopias por la denuncia de las obras públicas quería marcar algunas cosas.
Hoy en día existe una cartelización importantísima de lo que es la obra pública. Nuestro sector había participado directamente en el 2015 en las obras públicas, con el 70 por ciento. Hoy participa solamente en el 40 por ciento. Esto es producto de que las grandes empresas han cooptado el mercado, han masificado las obras y contratan a las empresas pymes prácticamente como mano de obra esclava, y nos impiden el desarrollo de todas las obras que podríamos hacer, sin ningún tipo de miramiento.
¿Existen soluciones para esto? Sí. Desde este lugar se podría empezar, como se hizo en el 2015, a segregar las obras, de manera tal que las pymes puedan ser partícipes directas de cada uno de los proyectos nacionales donde el Estado empieza a ser partícipe de cada uno de estos desarrollos.
Si hoy no existiera ese tipo de problemáticas, las pymes podríamos estar siguiendo y desarrollando ARSAT, Atucha y muchos otros tipos de cosas que hoy en día está tomado por megaempresas y subcontratado a nosotros a valores que son más que incómodos.
Una parte de esto que quisiera documentar es que en el gobierno anterior -no es por defenderlo porque uno criticó muchas cosas- solo entraba a través de un bono lo que era a YPF, para poder hacer desarrollo. Si nosotros nos nucleamos y podemos hacer que la participación total de nuestras empresas pueda centralizarse para formar proyectos conjuntos y desarrollarse, podemos competir abiertamente con las megaempresas que están desarrollando este sistema. Porque este sistema no solamente vino a gobernar, sino que vino a hacer negocios para sus propios intereses y en detrimento de todas nuestras empresas.
Como dato concreto, 70 licitaciones se han caído por montos menores a 20 millones de pesos. Hoy en día, los bancos tienen esa sustentabilidad como para poder formar la diferencia y sostener el desarrollo de esa diferencia dineraria para poder ponerla a producir en forma inmediata. Esto es simplemente 280 millones de pesos que entrarían al mercado, y todas las licitaciones que estoy diciendo que se cayeron en el último tramo de los últimos ocho meses, podrían ser directamente puestas en funcionamiento y adjudicadas a las pymes para que puedan generar trabajo genuino.
Les pedimos a los bancos que financien o que se haga un proyecto para poder desarrollar esto. Que se subdividan las obras para que podamos entrar las pymes y que sea importante la devolución del crédito fiscal que tiene la AFIP para que no nos ahogue financieramente.
Quiero formar parte de una estructura pyme donde podamos desarrollar todo nuestro sistema empresario nacional, en un desarrollo que sea hegemónico, corporativo, cooperativo, solidario y sustentable en el tiempo.
En plena etapa electoral, las pymes estamos en boca de todos. Después de un tiempo, estamos en el cuerpo de muy pocos y, pasado el tiempo, quedamos tristemente en manos de los bancos que nos despedazan.
Acá, un compañero nuestro, nos estaba diciendo que estaba muy caído y que era responsabilidad prácticamente de nosotros lo que estaba ocurriendo, producto de que nos están pasando por arriba.
Quiero dejar una idea. Antes, cuando te iba bien, era producto del desarrollo individual. Ahora, que te va mal, es producto de la problemática que dejó el gobierno anterior. Bueno, gente, se les ha caído el cerebro para todo este tipo de cosas.
Tengo toda la esperanza de que, si somos capaces de nuclearnos y desarrollar, sostener y llevar adelante este proyecto, podemos llevar adelante una estrategia de desarrollo mucho más sustentable de la que tenemos ahora. (Aplausos.)
Ahora que están de moda los cuadernos y las fotocopias por la denuncia de las obras públicas quería marcar algunas cosas.
Hoy en día existe una cartelización importantísima de lo que es la obra pública. Nuestro sector había participado directamente en el 2015 en las obras públicas, con el 70 por ciento. Hoy participa solamente en el 40 por ciento. Esto es producto de que las grandes empresas han cooptado el mercado, han masificado las obras y contratan a las empresas pymes prácticamente como mano de obra esclava, y nos impiden el desarrollo de todas las obras que podríamos hacer, sin ningún tipo de miramiento.
¿Existen soluciones para esto? Sí. Desde este lugar se podría empezar, como se hizo en el 2015, a segregar las obras, de manera tal que las pymes puedan ser partícipes directas de cada uno de los proyectos nacionales donde el Estado empieza a ser partícipe de cada uno de estos desarrollos.
Si hoy no existiera ese tipo de problemáticas, las pymes podríamos estar siguiendo y desarrollando ARSAT, Atucha y muchos otros tipos de cosas que hoy en día está tomado por megaempresas y subcontratado a nosotros a valores que son más que incómodos.
Una parte de esto que quisiera documentar es que en el gobierno anterior -no es por defenderlo porque uno criticó muchas cosas- solo entraba a través de un bono lo que era a YPF, para poder hacer desarrollo. Si nosotros nos nucleamos y podemos hacer que la participación total de nuestras empresas pueda centralizarse para formar proyectos conjuntos y desarrollarse, podemos competir abiertamente con las megaempresas que están desarrollando este sistema. Porque este sistema no solamente vino a gobernar, sino que vino a hacer negocios para sus propios intereses y en detrimento de todas nuestras empresas.
Como dato concreto, 70 licitaciones se han caído por montos menores a 20 millones de pesos. Hoy en día, los bancos tienen esa sustentabilidad como para poder formar la diferencia y sostener el desarrollo de esa diferencia dineraria para poder ponerla a producir en forma inmediata. Esto es simplemente 280 millones de pesos que entrarían al mercado, y todas las licitaciones que estoy diciendo que se cayeron en el último tramo de los últimos ocho meses, podrían ser directamente puestas en funcionamiento y adjudicadas a las pymes para que puedan generar trabajo genuino.
Les pedimos a los bancos que financien o que se haga un proyecto para poder desarrollar esto. Que se subdividan las obras para que podamos entrar las pymes y que sea importante la devolución del crédito fiscal que tiene la AFIP para que no nos ahogue financieramente.
Quiero formar parte de una estructura pyme donde podamos desarrollar todo nuestro sistema empresario nacional, en un desarrollo que sea hegemónico, corporativo, cooperativo, solidario y sustentable en el tiempo.
En plena etapa electoral, las pymes estamos en boca de todos. Después de un tiempo, estamos en el cuerpo de muy pocos y, pasado el tiempo, quedamos tristemente en manos de los bancos que nos despedazan.
Acá, un compañero nuestro, nos estaba diciendo que estaba muy caído y que era responsabilidad prácticamente de nosotros lo que estaba ocurriendo, producto de que nos están pasando por arriba.
Quiero dejar una idea. Antes, cuando te iba bien, era producto del desarrollo individual. Ahora, que te va mal, es producto de la problemática que dejó el gobierno anterior. Bueno, gente, se les ha caído el cerebro para todo este tipo de cosas.
Tengo toda la esperanza de que, si somos capaces de nuclearnos y desarrollar, sostener y llevar adelante este proyecto, podemos llevar adelante una estrategia de desarrollo mucho más sustentable de la que tenemos ahora. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Hay muchas personas que no han hecho uso de la palabra. Pero les propongo que escuchemos a Jorge Cavanna, de CADIEEL, a Sergio Hilbrecht, de Plásticos, y a Eduardo Wydler de la cámara de la industria curtidora, a quienes pedimos que sean breves.
Después haríamos el cierre, excepto que haya alguien más que quiera hablar.
Tiene la palabra el señor Jorge Cavanna, de CADIEEL.
Después haríamos el cierre, excepto que haya alguien más que quiera hablar.
Tiene la palabra el señor Jorge Cavanna, de CADIEEL.
SR. CAVANNA Soy Jorge Luis Cavanna, presidente de CADIEEL, Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas. Nuestra cámara agrupaba a 3.300 empresas pymes, en su mayoría. Hoy no tengo con certeza la cantidad de empresas que agrupa porque han bajado unas cuantas.
La iluminación es uno de los sectores de nuestra cámara, que abarca energía, iluminación, electrónica y baja tensión. En particular, el tema de la electrónica es una lágrima en toda la cámara porque evidentemente se ha dejado de lado todo proyecto que pueda impulsar la industria electrónica, a pesar de que el futuro es la electrónica. Todos sabemos y todos manejamos algún elemento electrónico y sabemos que la electrónica es básica para la automatización industrial.
Con el fin de ser breve voy a ceder el uso de la palabra al ingeniero José Tamborenea, que es el presidente de la comisión de iluminación.
La iluminación es uno de los sectores de nuestra cámara, que abarca energía, iluminación, electrónica y baja tensión. En particular, el tema de la electrónica es una lágrima en toda la cámara porque evidentemente se ha dejado de lado todo proyecto que pueda impulsar la industria electrónica, a pesar de que el futuro es la electrónica. Todos sabemos y todos manejamos algún elemento electrónico y sabemos que la electrónica es básica para la automatización industrial.
Con el fin de ser breve voy a ceder el uso de la palabra al ingeniero José Tamborenea, que es el presidente de la comisión de iluminación.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Muchas gracias.
SR. TAMBORENEA Buenos días: soy José Tamborenea, presidente de la comisión de iluminación de CADIEEL. Voy a sintetizar algunos puntos que me parecen interesantes.
Quiero recalcar el tema de los abogados, que adicionalmente les cuesta regular sus honorarios y eso tarda mucho tiempo en pasar. A las empresas que comercializamos con el Estado, nos piden la documentación o los libre deuda, y es imposible conseguirlos. A pesar que en la AFIP están todas pagas, cuando uno va a imprimir, aparecen las deudas viejas. Ni siquiera tienen tiempo para procesar eso, teniendo en cuenta que todos nosotros trabajamos para ellos, haciendo su trabajo de precepciones, retenciones y liquidaciones. Esto, como si no tuviéramos nuestras propias cargas.
Lo que estamos necesitando sectorialmente nosotros, que abastecemos al Estado, es que éste cumpla con sus plazos de pago. Que nos paguen en tiempo y forma y no nos sigan bicicleteando con estas tasas, porque terminan arruinando a las pymes.
Los municipios no nos pagan. Algunos llevan más de 5 meses sin pagarnos, con tasas del 45 por ciento como la de hoy.
Este problema lo tienen que bajar todos ustedes a todos los intendentes, sin importar el signo político, porque se habla mucho, pero cuando llegamos a los hechos concretos, nos encontramos que hay cantidad de intendentes que trabajan la plata, que incluso les giran los ministerios. Esto lo decimos por las licitaciones de iluminación que se efectuaron en el último trimestre del 2017, por las que no hemos cobrado el 50 por ciento.
Es urgente e imperioso. El dólar estaba en 17,50 y hoy está a 30, y todavía está sin cobrar. ¿A qué industria nacional vamos a llegar con eso cuando tenemos 70 por ciento de los costos dolarizados?
Otra cosa que necesitamos es que no se caiga el 931. Por favor, diputado Kicillof, porque donde dejamos de pagar las cargas sociales, otra vez entran los abogados y nos meten la regulación de honorarios y nos traban todos los procesos.
Necesitamos que se cumplan las leyes que existen en cuanto a importaciones. En nuestro caso, entran luminarias y algunos otros elementos sin cumplir la norma IRAM. En esto ni siquiera reflejamos las estadísticas. No tenemos para llevarlas adelante. Eso es necesario sí o sí.
El 50 por ciento de las licitaciones del año pasado del plan de ahorro de eficiencia energética las ganaron importadores, que entraron no cumpliendo las normas.
Las leyes, como dijeron acá varios compañeros del sector productivo, están para ser cumplidas. No importa quién ni cómo. Tienen que cumplirse, como la ley que dictaron ustedes y que terminó de perfeccionar el Senado con el tema de las compras públicas. Necesitamos que figuren en todas las licitaciones y que adhieran todas las gobernaciones y todas las intendencias.
Los municipios tienen que llevar eso adelante porque todos están recaudando en toda la coparticipación y hace falta defender la industria nacional. No sirve que la defienda uno solo. Necesitamos que todos se comprometan y que también lo apliquen las provincias.
Es un mensaje que tiene que bajar para todos.
Para que se hagan una idea, en la provincia de Buenos Aires se nos practican retenciones y percepciones a todos los que fabricamos con alícuota cero. Nosotros hacemos retenciones y percepciones cuando les vendemos a los demás. Nos cobran punitorios e intereses desastrosos para todo lo que nosotros tenemos que pagar, pero no nos condonan ni podemos balancear una cuenta con la otra. Nos deben cuatro veces más de lo que tenemos que pagar, pero lo nuestro es neto a tasa cero, mientras por lo demás nos cobran intereses y punitorios. Es una vergüenza. Eso no puede seguir así. Tenemos que poder compensar de una o que nos den un papel donde todos nuestros clientes no nos practiquen esa retención.
Estoy hablando de medidas concretas y claras para llevar adelante ahora, en la coyuntura.
Les recuerdo que en el caso de nuestra cámara estamos hablando de alrededor del 40 por ciento de caída en volumen.
Otra de las cosas que necesitamos es una moratoria urgente, imperiosa, ya, sobre todo para el tema impositivo.
Les cuento que estuvimos en una reunión con la gente de San Martín, distrito donde está el 4,5 por ciento de la industria nacional. No pudo venir hoy Enrique Mora, que es el presidente de la Cámara Empresarial del Distrito Tecnológico de San Martín, y entonces me pidió que enumere una cierta cantidad de hitos. Algunos de ellos son comunes, como la moratoria y la administración del comercio exterior con la devolución de las estadísticas que se habían dejado de dar.
Necesitamos la reconversión a todo el acceso local; hay que movilizar el mercado interno, y por favor, tengan en cuenta lo que se habló del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Necesitamos elevar los reintegros a las exportaciones, porque en nuestro caso estamos hablando de 48,7 por ciento de cargas sociales e impositivas. Entonces es una distorsión enorme; así nunca vamos a llegar a competir internacionalmente.
Hay que recomponer la línea de crédito -que ya lo saben- y la tasa diferencial. (Aplausos.)
Quiero recalcar el tema de los abogados, que adicionalmente les cuesta regular sus honorarios y eso tarda mucho tiempo en pasar. A las empresas que comercializamos con el Estado, nos piden la documentación o los libre deuda, y es imposible conseguirlos. A pesar que en la AFIP están todas pagas, cuando uno va a imprimir, aparecen las deudas viejas. Ni siquiera tienen tiempo para procesar eso, teniendo en cuenta que todos nosotros trabajamos para ellos, haciendo su trabajo de precepciones, retenciones y liquidaciones. Esto, como si no tuviéramos nuestras propias cargas.
Lo que estamos necesitando sectorialmente nosotros, que abastecemos al Estado, es que éste cumpla con sus plazos de pago. Que nos paguen en tiempo y forma y no nos sigan bicicleteando con estas tasas, porque terminan arruinando a las pymes.
Los municipios no nos pagan. Algunos llevan más de 5 meses sin pagarnos, con tasas del 45 por ciento como la de hoy.
Este problema lo tienen que bajar todos ustedes a todos los intendentes, sin importar el signo político, porque se habla mucho, pero cuando llegamos a los hechos concretos, nos encontramos que hay cantidad de intendentes que trabajan la plata, que incluso les giran los ministerios. Esto lo decimos por las licitaciones de iluminación que se efectuaron en el último trimestre del 2017, por las que no hemos cobrado el 50 por ciento.
Es urgente e imperioso. El dólar estaba en 17,50 y hoy está a 30, y todavía está sin cobrar. ¿A qué industria nacional vamos a llegar con eso cuando tenemos 70 por ciento de los costos dolarizados?
Otra cosa que necesitamos es que no se caiga el 931. Por favor, diputado Kicillof, porque donde dejamos de pagar las cargas sociales, otra vez entran los abogados y nos meten la regulación de honorarios y nos traban todos los procesos.
Necesitamos que se cumplan las leyes que existen en cuanto a importaciones. En nuestro caso, entran luminarias y algunos otros elementos sin cumplir la norma IRAM. En esto ni siquiera reflejamos las estadísticas. No tenemos para llevarlas adelante. Eso es necesario sí o sí.
El 50 por ciento de las licitaciones del año pasado del plan de ahorro de eficiencia energética las ganaron importadores, que entraron no cumpliendo las normas.
Las leyes, como dijeron acá varios compañeros del sector productivo, están para ser cumplidas. No importa quién ni cómo. Tienen que cumplirse, como la ley que dictaron ustedes y que terminó de perfeccionar el Senado con el tema de las compras públicas. Necesitamos que figuren en todas las licitaciones y que adhieran todas las gobernaciones y todas las intendencias.
Los municipios tienen que llevar eso adelante porque todos están recaudando en toda la coparticipación y hace falta defender la industria nacional. No sirve que la defienda uno solo. Necesitamos que todos se comprometan y que también lo apliquen las provincias.
Es un mensaje que tiene que bajar para todos.
Para que se hagan una idea, en la provincia de Buenos Aires se nos practican retenciones y percepciones a todos los que fabricamos con alícuota cero. Nosotros hacemos retenciones y percepciones cuando les vendemos a los demás. Nos cobran punitorios e intereses desastrosos para todo lo que nosotros tenemos que pagar, pero no nos condonan ni podemos balancear una cuenta con la otra. Nos deben cuatro veces más de lo que tenemos que pagar, pero lo nuestro es neto a tasa cero, mientras por lo demás nos cobran intereses y punitorios. Es una vergüenza. Eso no puede seguir así. Tenemos que poder compensar de una o que nos den un papel donde todos nuestros clientes no nos practiquen esa retención.
Estoy hablando de medidas concretas y claras para llevar adelante ahora, en la coyuntura.
Les recuerdo que en el caso de nuestra cámara estamos hablando de alrededor del 40 por ciento de caída en volumen.
Otra de las cosas que necesitamos es una moratoria urgente, imperiosa, ya, sobre todo para el tema impositivo.
Les cuento que estuvimos en una reunión con la gente de San Martín, distrito donde está el 4,5 por ciento de la industria nacional. No pudo venir hoy Enrique Mora, que es el presidente de la Cámara Empresarial del Distrito Tecnológico de San Martín, y entonces me pidió que enumere una cierta cantidad de hitos. Algunos de ellos son comunes, como la moratoria y la administración del comercio exterior con la devolución de las estadísticas que se habían dejado de dar.
Necesitamos la reconversión a todo el acceso local; hay que movilizar el mercado interno, y por favor, tengan en cuenta lo que se habló del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Necesitamos elevar los reintegros a las exportaciones, porque en nuestro caso estamos hablando de 48,7 por ciento de cargas sociales e impositivas. Entonces es una distorsión enorme; así nunca vamos a llegar a competir internacionalmente.
Hay que recomponer la línea de crédito -que ya lo saben- y la tasa diferencial. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Por supuesto que todo lo que nos puedan pasar por escrito, ahora o más adelante, lo vamos a agregar. Con todo este material, luego vamos a dar unas propuestas para hacer.
A continuación, tiene la palabra Sergio Hilbrecht, en representación de la industria del plástico.
A continuación, tiene la palabra Sergio Hilbrecht, en representación de la industria del plástico.
SR. HILBRECHT Soy de la Cámara Argentina de la Industria Plástica, que es la industria de la transformación. La cadena de valor es petroquímica, transformación de productos plásticos, y abastecemos al resto de los sectores industriales: envases, packaging de todo tipo, construcción, autopartismo, campo, electrónica, electricidad y demás.
Es básicamente de consumo interno; se exporta poco porque hay mucho aire en el medio y entonces se exporta otro tipo de producto. Históricamente nunca ha alcanzado más de un 10 por ciento.
El sector transformador del plástico aporta un 1,7 por ciento del PBI nacional y cerca del 10,5 por ciento del PBI industrial. Hay unas 2.800 empresas a nivel nacional, de las cuales el 94 por ciento tiene entre 1 y 50 trabajadores; es netamente pyme.
Actualmente hay unos 54.000 puestos de trabajo que estamos tratando de conservar en conjunto con el sindicato plástico.
En los últimos años viene cayendo la producción. Desde 2015 a la actualidad ha caído un 12 por ciento, y la importación ha subido más de un 16 por ciento. O sea, como comentaban acá, no hay control sobre las importaciones. Hay productos que sabemos -y lo hemos denunciado- que no están aprobados para estar en contacto con alimentos y, sin embargo, entran las bobinas y films sin ningún tipo de control.
Además existe un problema arancelario. Sabemos que aquí se encuentra representado el sector petroquímico. La materia prima tiene un 14 por ciento de arancel -lo vemos bien, no estamos en contra de la protección de la industria nacional sino todo lo contrario-, pero lo que pasa es que el eslabón que sigue, el semielaborado y terminado plástico, tiene un 14 por ciento y llega a un 16. Entonces, con esos 2 puntos, difícilmente podamos defender el valor agregado nacional.
Entre esta situación y que el insumo está dolarizado, con un comportamiento regional muy parecido -es decir, acá no se distingue dónde está radicada una u otra multinacional-, difícilmente se pueda trasladar ni absorber. Con lo cual, de persistir esta tendencia, difícilmente estas 2.800 pymes nacionales puedan seguir en pie.
Gracias y dejamos la información estadística del sector. (Aplausos.)
Es básicamente de consumo interno; se exporta poco porque hay mucho aire en el medio y entonces se exporta otro tipo de producto. Históricamente nunca ha alcanzado más de un 10 por ciento.
El sector transformador del plástico aporta un 1,7 por ciento del PBI nacional y cerca del 10,5 por ciento del PBI industrial. Hay unas 2.800 empresas a nivel nacional, de las cuales el 94 por ciento tiene entre 1 y 50 trabajadores; es netamente pyme.
Actualmente hay unos 54.000 puestos de trabajo que estamos tratando de conservar en conjunto con el sindicato plástico.
En los últimos años viene cayendo la producción. Desde 2015 a la actualidad ha caído un 12 por ciento, y la importación ha subido más de un 16 por ciento. O sea, como comentaban acá, no hay control sobre las importaciones. Hay productos que sabemos -y lo hemos denunciado- que no están aprobados para estar en contacto con alimentos y, sin embargo, entran las bobinas y films sin ningún tipo de control.
Además existe un problema arancelario. Sabemos que aquí se encuentra representado el sector petroquímico. La materia prima tiene un 14 por ciento de arancel -lo vemos bien, no estamos en contra de la protección de la industria nacional sino todo lo contrario-, pero lo que pasa es que el eslabón que sigue, el semielaborado y terminado plástico, tiene un 14 por ciento y llega a un 16. Entonces, con esos 2 puntos, difícilmente podamos defender el valor agregado nacional.
Entre esta situación y que el insumo está dolarizado, con un comportamiento regional muy parecido -es decir, acá no se distingue dónde está radicada una u otra multinacional-, difícilmente se pueda trasladar ni absorber. Con lo cual, de persistir esta tendencia, difícilmente estas 2.800 pymes nacionales puedan seguir en pie.
Gracias y dejamos la información estadística del sector. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra Eduardo Wydler, de la Cámara de la Industria Curtidora Argentina.
SR. WYDLER Para ser breve, quería señalar tres puntos para desarrollar.
Nuestra industria es una de las más tradicionales e históricas del país y se constituye por pequeñas, medianas y grandes empresas. Su desarrollo se ha producido a través de fuertes inversiones y tiene presencia tanto en el mercado local, a través de la cadena de cuero, así como también con el mundo, mediante exportaciones -con valor agregado- de cueros vacunos industrializados a más de cuarenta países.
Nuestra industria tiene capacidad para procesar todos los cueros disponibles como oferta vacuna en la Argentina. Indudablemente, como es una materia prima escasa -es un subproducto de la explotación ganadera-, aquí y en todo el mundo hay una gran preocupación porque una parte importante de este desarrollo se hizo como consecuencia de una política de desaliento a la exportación de materia prima. Dicha política se ha ido manteniendo por razones que se justifican plenamente, en virtud de que también esos regímenes de aliento o de estímulo se incorporan en las políticas de los países productores en el mundo. Eso nos genera preocupación, por la escasez y por una fuerte presión que existe en algunos sectores -que quizá no identifiquen correctamente los intereses generales- para que esa materia prima se exporte sin ningún tipo de desaliento. De hecho, en el año ya se fueron más de 800.000 cueros sin industrializar, lo que seguramente generará un faltante.
En consecuencia, esta es una preocupación del sector. Habría que ver en conjunto la manera de desarrollar una expectativa favorable en el sentido de que esto no se modifique.
Por otra parte, también nos interesa analizar la posibilidad de trabajar en una legislación que pueda identificar correctamente el término cuero. Lamentablemente, a través del tiempo se ha ido utilizando la palabra "cuero", que es exclusivamente para productos que surgen de un animal vivo, para producciones de carácter sintético, que muchas veces ganan espacio con la confusión del público.
En consecuencia, tal como ocurre en otros países, también creemos oportuno establecer con claridad el uso de la palabra cuero, para evitar los términos "cuero ecológico", "ecocuero" o "símil cuero", que no son cueros ni tampoco ecológicos. Con lo cual, creemos importante hacer esa diferencia. Con ello no quiero decir que no podamos complementarnos en muchos de los productos que se desarrollan, pero creemos conveniente que se establezca una clara identificación.
Por otra parte, para ser muy breve, como también lo planteó el representante del calzado consideramos que en la cadena se debe trabajar en conjunto. Creo que tenemos que aprovechar, de un extremo al otro, las eficiencias de cada uno de los eslabones.
Nuestra industria es una de las más tradicionales e históricas del país y se constituye por pequeñas, medianas y grandes empresas. Su desarrollo se ha producido a través de fuertes inversiones y tiene presencia tanto en el mercado local, a través de la cadena de cuero, así como también con el mundo, mediante exportaciones -con valor agregado- de cueros vacunos industrializados a más de cuarenta países.
Nuestra industria tiene capacidad para procesar todos los cueros disponibles como oferta vacuna en la Argentina. Indudablemente, como es una materia prima escasa -es un subproducto de la explotación ganadera-, aquí y en todo el mundo hay una gran preocupación porque una parte importante de este desarrollo se hizo como consecuencia de una política de desaliento a la exportación de materia prima. Dicha política se ha ido manteniendo por razones que se justifican plenamente, en virtud de que también esos regímenes de aliento o de estímulo se incorporan en las políticas de los países productores en el mundo. Eso nos genera preocupación, por la escasez y por una fuerte presión que existe en algunos sectores -que quizá no identifiquen correctamente los intereses generales- para que esa materia prima se exporte sin ningún tipo de desaliento. De hecho, en el año ya se fueron más de 800.000 cueros sin industrializar, lo que seguramente generará un faltante.
En consecuencia, esta es una preocupación del sector. Habría que ver en conjunto la manera de desarrollar una expectativa favorable en el sentido de que esto no se modifique.
Por otra parte, también nos interesa analizar la posibilidad de trabajar en una legislación que pueda identificar correctamente el término cuero. Lamentablemente, a través del tiempo se ha ido utilizando la palabra "cuero", que es exclusivamente para productos que surgen de un animal vivo, para producciones de carácter sintético, que muchas veces ganan espacio con la confusión del público.
En consecuencia, tal como ocurre en otros países, también creemos oportuno establecer con claridad el uso de la palabra cuero, para evitar los términos "cuero ecológico", "ecocuero" o "símil cuero", que no son cueros ni tampoco ecológicos. Con lo cual, creemos importante hacer esa diferencia. Con ello no quiero decir que no podamos complementarnos en muchos de los productos que se desarrollan, pero creemos conveniente que se establezca una clara identificación.
Por otra parte, para ser muy breve, como también lo planteó el representante del calzado consideramos que en la cadena se debe trabajar en conjunto. Creo que tenemos que aprovechar, de un extremo al otro, las eficiencias de cada uno de los eslabones.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor Gustavo Martínez.
SR. MARTÍNEZ Mi nombre es Gustavo Martínez, de la Cámara Argentina de la Indumentaria.
Para ser breve, si bien quedamos para lo último, tenemos las mismas urgencias de quienes fueron hablando antes.
La realidad es que no somos un sector a reconvertir, como nos tildaron desde hace algunos años. Hoy en día, junto con la industria textil, el sector está empleando a 270.000 personas, de las cuales 260.000 son de confección y manufactura y el 80 por ciento son mujeres.
No vemos que sea un sector de fácil reconversión, o que los puestos de trabajo no valgan, por lo cual nosotros necesitamos defendernos de toda la problemática que estuvieron mencionando.
La gente de la Fundación proteger -como Meloni y Galfione- lo mencionó claramente, pero para dar unos datos, con respecto al año 2015 hay una caída del volumen de aproximadamente un 30 por ciento y un incremento de las importaciones del 150 por ciento. Con lo cual, la producción nacional bajó sustancialmente porque no solo hay ataque por el lado de la baja del consumo, sino que la torta está repartida con mucho más producto importado que antes.
Estos valores son los más grandes de la serie desde 2001, y por otro lado, también estamos mal parados desde las exportaciones. La Argentina, que es un país que necesita dólares, está exportando cinco veces menos manufactura e indumentaria que en 2001.
También hay una caída del empleo del 17 por ciento, con el riesgo o con la problemática de la precarización, que sabemos que existe en nuestro sector. Se invirtió mucho en los últimos años, y creo que con reglas claras y un proyecto industrial, como mencionaron, somos los primeros que vamos a estar para invertir.
Es muy importante la inversión extranjera pero no hay que olvidar que también hay muchos argentinos que están dispuestos a invertir y que después consumen, gastan y viven en este país.
Para ser breve, si bien quedamos para lo último, tenemos las mismas urgencias de quienes fueron hablando antes.
La realidad es que no somos un sector a reconvertir, como nos tildaron desde hace algunos años. Hoy en día, junto con la industria textil, el sector está empleando a 270.000 personas, de las cuales 260.000 son de confección y manufactura y el 80 por ciento son mujeres.
No vemos que sea un sector de fácil reconversión, o que los puestos de trabajo no valgan, por lo cual nosotros necesitamos defendernos de toda la problemática que estuvieron mencionando.
La gente de la Fundación proteger -como Meloni y Galfione- lo mencionó claramente, pero para dar unos datos, con respecto al año 2015 hay una caída del volumen de aproximadamente un 30 por ciento y un incremento de las importaciones del 150 por ciento. Con lo cual, la producción nacional bajó sustancialmente porque no solo hay ataque por el lado de la baja del consumo, sino que la torta está repartida con mucho más producto importado que antes.
Estos valores son los más grandes de la serie desde 2001, y por otro lado, también estamos mal parados desde las exportaciones. La Argentina, que es un país que necesita dólares, está exportando cinco veces menos manufactura e indumentaria que en 2001.
También hay una caída del empleo del 17 por ciento, con el riesgo o con la problemática de la precarización, que sabemos que existe en nuestro sector. Se invirtió mucho en los últimos años, y creo que con reglas claras y un proyecto industrial, como mencionaron, somos los primeros que vamos a estar para invertir.
Es muy importante la inversión extranjera pero no hay que olvidar que también hay muchos argentinos que están dispuestos a invertir y que después consumen, gastan y viven en este país.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Para cerrar, tiene la palabra el señor Rodolfo Liberman, de APYME, quien quería insertar un comentario sobre el INTI, si no me equivoco.
SR. LIBERMAN Así es. Creo que todo lo general ya está dicho. Compartimos espacio con la Cámara de la Indumentaria. Además de ser miembro de APYME, soy presidente del Comité Ejecutivo del Centro de Investigaciones Textiles del INTI y voy a poner un botón de muestra.
Se nos tilda a muchos de los industriales -Marco, vamos a tener una esperanza- de ineficientes. Nosotros tuvimos oportunidad de hacer comparaciones de costos contra producción china. Cuando los costos los medimos en unidades físicas insumidas -horas-hombre, kilo-calorías, kilowatt-hora-, en el total de insumos, en la cadena textil indumentaria tenemos eslabones más eficientes que los chinos. Ocurre que cuando al lado le ponemos el signo monetario, esto no va. Puede que existan rubros en los cuales tenemos problemas de eficiencia.
El INTI, que fue creado en 1957 como ente para guiar la metrología, todos los controles y centros de investigación para cada rama de la industria, tiene las herramientas y puede brindar el apoyo. Ninguna de las cámaras o de los rubros que se mencionaron hoy tiene un centro en el INTI. Claro que esto no va a ocurrir con las actuales autoridades porque responden a este modelo, que es nefato para nuestro país, que es antiindustrial. Esto no lo digo yo, sino que lo dijo el presidente Macri: "Nuestro país es agropecuario y de servicios; los productos manufacturados los podemos traer de afuera más baratos". Es mentira, nuestros productos son más baratos medidos en unidades físicas, entre nuestro costo y el valor monetario tiene que haber un Estado regulando.
No digo nada más, porque me pidieron que hablara treinta segundos, pero quedo a disposición.
Hay que fortalecer el INTI y tener en cuenta este criterio, para defenderlo, si somos eficientes. Y si no lo somos, el INTI es la herramienta que nos puede ayudar a todas las ramas de la industria. Aquí no hay ninguno: ni el biodiesel, ni la culpa es del chancho, ni los frigoríficos. Hay centros para todas las ramas de la industria.
Se nos tilda a muchos de los industriales -Marco, vamos a tener una esperanza- de ineficientes. Nosotros tuvimos oportunidad de hacer comparaciones de costos contra producción china. Cuando los costos los medimos en unidades físicas insumidas -horas-hombre, kilo-calorías, kilowatt-hora-, en el total de insumos, en la cadena textil indumentaria tenemos eslabones más eficientes que los chinos. Ocurre que cuando al lado le ponemos el signo monetario, esto no va. Puede que existan rubros en los cuales tenemos problemas de eficiencia.
El INTI, que fue creado en 1957 como ente para guiar la metrología, todos los controles y centros de investigación para cada rama de la industria, tiene las herramientas y puede brindar el apoyo. Ninguna de las cámaras o de los rubros que se mencionaron hoy tiene un centro en el INTI. Claro que esto no va a ocurrir con las actuales autoridades porque responden a este modelo, que es nefato para nuestro país, que es antiindustrial. Esto no lo digo yo, sino que lo dijo el presidente Macri: "Nuestro país es agropecuario y de servicios; los productos manufacturados los podemos traer de afuera más baratos". Es mentira, nuestros productos son más baratos medidos en unidades físicas, entre nuestro costo y el valor monetario tiene que haber un Estado regulando.
No digo nada más, porque me pidieron que hablara treinta segundos, pero quedo a disposición.
Hay que fortalecer el INTI y tener en cuenta este criterio, para defenderlo, si somos eficientes. Y si no lo somos, el INTI es la herramienta que nos puede ayudar a todas las ramas de la industria. Aquí no hay ninguno: ni el biodiesel, ni la culpa es del chancho, ni los frigoríficos. Hay centros para todas las ramas de la industria.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra la señora diputada Donda Pérez.
SRA. DONDA PÉREZ Simplemente quiero saludar y agradecer que se hayan acercado hasta acá a explicar la situación que, si bien la conocemos, siempre es mejor escucharlo a través de las palabras de los y las protagonistas. Creemos fundamental escuchar a todos los sectores que construyen una sociedad mejor.
Evidentemente hay quienes no opinan lo mismo. Aquellos que pensamos que hay que fortalecer a los hombres y mujeres de trabajo de nuestro país tenemos que juntarnos y empezar a reunir esfuerzos para hacerle frente a lo que viene, que evidentemente es muy difícil y por eso también el ánimo de todos.
Evidentemente hay quienes no opinan lo mismo. Aquellos que pensamos que hay que fortalecer a los hombres y mujeres de trabajo de nuestro país tenemos que juntarnos y empezar a reunir esfuerzos para hacerle frente a lo que viene, que evidentemente es muy difícil y por eso también el ánimo de todos.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor diputado Carlos Selva.
SR. SELVA Yo no pertenezco a esta comisión, por eso pido disculpas por llegar un poco tarde, porque hay otras reuniones de comisión.
En función de las reuniones en las que hemos participado -"El Vasco" ha tenido contacto con ustedes y con Axel para organizar esta-, hay que entender que esta es una base de sustento a muchas de las discusiones que se dan en este ámbito. Como bien dijo la diputada Donda, más allá de que conocemos el diagnóstico, realmente es bueno traer a esta casa la profundidad de la problemática para dimensionar y darnos voz con algunos legisladores que quizá -y esta no es una chicana- necesitan de los voceros directos, que son ustedes.
Más allá de lo técnico, que está muy bien llevado por la comisión, en esta reunión también ha habido definiciones políticas, que no son partidarias. A mí realmente me interesa escuchar definiciones políticas de este sector, porque es donde realmente ponemos en valor.
Cuando el sector marca claramente una problemática a partir de la cual es necesario llegar a un consenso para revertirla, tiene mucho más peso que nuestra voz, por más que seamos lo que somos o que pretendamos representar lo que representamos. En ese sentido, gracias por esas definiciones, que fueron muy claras.
En función de las reuniones en las que hemos participado -"El Vasco" ha tenido contacto con ustedes y con Axel para organizar esta-, hay que entender que esta es una base de sustento a muchas de las discusiones que se dan en este ámbito. Como bien dijo la diputada Donda, más allá de que conocemos el diagnóstico, realmente es bueno traer a esta casa la profundidad de la problemática para dimensionar y darnos voz con algunos legisladores que quizá -y esta no es una chicana- necesitan de los voceros directos, que son ustedes.
Más allá de lo técnico, que está muy bien llevado por la comisión, en esta reunión también ha habido definiciones políticas, que no son partidarias. A mí realmente me interesa escuchar definiciones políticas de este sector, porque es donde realmente ponemos en valor.
Cuando el sector marca claramente una problemática a partir de la cual es necesario llegar a un consenso para revertirla, tiene mucho más peso que nuestra voz, por más que seamos lo que somos o que pretendamos representar lo que representamos. En ese sentido, gracias por esas definiciones, que fueron muy claras.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor diputado Abel Furlan quien, como ustedes saben, también es representante de la UOM.
SR. FURLÁN Muchísimas gracias a todos por estar hoy acá. Sin duda compartimos que tenemos un problema de modelo, pero fundamentalmente es un problema político.
Efectivamente, creo que no hay que bajar los brazos; tenemos que estar unidos en defensa de lo que es la producción nacional y el modelo que todos compartimos, que es lo que nos va a llevar a resolver el problema. No nos hagamos ilusiones de que la actual gestión vaya a resolver algunos de los temas que hoy fueron planteados acá.
Está en nuestras manos poder generar las mayorías para defender un país inclusivo, para defender un país que privilegie la producción nacional. Seguramente en ese aspecto los trabajadores y los empresarios vamos a estar en la misma vereda, como lo hemos estado en otras oportunidades. (Aplausos.)
Efectivamente, creo que no hay que bajar los brazos; tenemos que estar unidos en defensa de lo que es la producción nacional y el modelo que todos compartimos, que es lo que nos va a llevar a resolver el problema. No nos hagamos ilusiones de que la actual gestión vaya a resolver algunos de los temas que hoy fueron planteados acá.
Está en nuestras manos poder generar las mayorías para defender un país inclusivo, para defender un país que privilegie la producción nacional. Seguramente en ese aspecto los trabajadores y los empresarios vamos a estar en la misma vereda, como lo hemos estado en otras oportunidades. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Voy a decir algo breve y algo operativo sobre algunos temas que surgieron, aunque podríamos conversar más tiempo, y luego va a hacer el cierre "El Vasco".
Sobre la cuestión operativa, la idea que teníamos nosotros es sacar un breve comunicado de prensa mencionando aspectos generales de lo que se charló acá. Creo que la sensación que nos llevamos todos es que, al hablar cada uno de sus problemas, aparecieron las mismas cuestiones, que las voy a sintetizar: problemas de demanda, problemas de crédito, problemas de costo tarifario y problemas de importaciones y comercio exterior.
Esos cuatro aspectos son los que nosotros hemos mencionado varias veces como los factores de esta tormenta perfecta para las pymes, porque además, ellas enfrentan estos problemas sin una política focalizada ni específica para los pequeños establecimientos. De forma que esto que le ocurre al sector industrial y comercial en su conjunto, en el caso de las pymes productivas es más fuerte.
Además, hemos visto que esta situación las cruza transversalmente: hay pymes que tienen que ver con cuestiones tecnológicas y otras que se dedican a la elaboración de productos agropecuarios, como un eslabón de la cadena agroindustrial. Es decir que afecta absolutamente a todos los sectores.
Después mencionaríamos algunos puntos de manera textual acerca de lo que se planteó como problemáticas sectoriales. Ese sería un comunicado de prensa conjunto de las dos comisiones y también van a estar invitados a firmarlo y a refrendarlo. Vamos a ser delicados con las cuestiones textuales, pero de todas maneras lo vamos a circular para la firma como para que sea una exposición del sector.
En ese camino, varios de los diputados que estamos acá -y varios más, para hacer justicia- venimos planteando que la política macroeconómica que aplica el gobierno es el primer y principal problema para el sector industrial, particularmente para el sector industrial pyme, y más todavía, para el pyme orientado al mercado nacional.
Si bien esto lo venimos planteando hace tiempo, y lo hacemos también en programas de televisión -o sea, ante la opinión pública-, creemos que otra de las debilidades del sector pyme es que, más allá de los esfuerzos de varias de las cámaras y de las asociaciones de representación del sector pyme -que son varias-, falta una voz pyme unificada para que quede la problemática plasmada de cara a la sociedad.
Como es de público conocimiento -y me parece que también es parte del modelo-, esto tiene el agravante de que hay un ataque a determinadas representaciones políticas opositoras. Incluso hay ciertos sectores dentro del oficialismo que deberían encarnar más claramente la defensa de la industria nacional. Entonces creo que tiene muchísimo valor la voz directa y sin mediaciones de los representantes empresarios.
Yo lo quiero decir en primera persona. A veces uno va y dice: "Estoy representando a las pymes que están muriendo hoy en la Argentina", pero empiezan con la política, con tal cosa del gobierno anterior y se pierde el reclamo. Entonces a veces cobra más legitimidad el representante directo, pero en el caso pyme, está bastante fragmentado, y entonces, no aparece. Los empresarios nacionales tienen voces muy fuertes, pero el sector queda más extranjerizado y concentrado, y esto es así.
¿Hoy quiénes son los empresarios de la Argentina? Uno hace la lista y le aparecen -sin calificar directamente- Paolo Rocca, Rattazzi y algunos grandes empresarios, que todos los conocen como empresarios, pero que no son precisamente la representación del sector pyme nacional. Ese es un gran problema, porque en este camino vamos a seguir perdiendo empresas, pero parece que es un tema de la política, que lucha pero sin estar mostrando a actores sociales, políticos o económicos. Entonces, esa es una problemática muy grave en la situación actual. A veces, atacando la política se pierde de vista que hay un actor social que sí está sufriendo.
La segunda propuesta, hacia adelante, es hacer una reunión más, convocando también a algunos representantes que no han podido venir, para así avanzar en la línea de un manifiesto del sector pyme. Sé que no es estrictamente una responsabilidad de los diputados, o tal vez no sea ni siquiera su función, pero si hay un acuerdo, nosotros convocaríamos a todos los sectores desde la Cámara de Diputados a ver si se puede avanzar en un manifiesto del sector pyme en el corto plazo.
También invitaríamos a la Comisión de Legislación del Trabajo, porque como ha ocurrido en otras épocas de emergencia -se habló acá de una emergencia pyme-, obviamente también se han presentado varias propuestas de emergencia del sector del trabajo. Entonces invitaríamos a la Comisión de Legislación del Trabajo para ver si podemos confluir, aunque sin grandes objetivos que puedan resultar inalcanzables. Aquí no podemos recorrer un camino que tal vez se tendría que haber recorrido antes, pero sí tal vez, en el corto plazo, la semana que viene podríamos hacer una convocatoria y ver si redactamos un manifiesto del sector pyme, que se pueda firmar.
En ese caso, en lugar de que nosotros redactemos un comunicado que acompañen las pymes, como ocurriría hoy, habría ya un manifiesto del sector pyme que acompañaríamos los diputados, donde el sujeto más fuerte sean las diferentes cámaras de las pymes. Por supuesto, deberíamos tener en cuenta lo que ya vimos, en el sentido de que todos están en contacto y en diálogo con el gobierno, que se necesitan medidas del gobierno y que sería muy malo que esto quede como una iniciativa opositora. Entonces, lo haríamos como legisladores de todos los bloques, para no ponerle una bandera política, sino la bandera de la industria pyme nacional, que es lo que está en juego.
Lo último que quiero decir, antes de pasarle la palabra a El Vasco, es que me preocupa un poco -y por eso la idea de traer al sector pyme- el siguiente tema. Todos hablan de problemas con las tarifas, con los bancos, con el financiamiento, etcétera. Todos hablan de la apertura importadora, y a veces aparece la cuestión impositiva y el costo de la mano de obra.
Quiero decir que lo he pensado mucho y, simplemente como una propuesta personal, me parece que cuando van mal las ventas, cuando aumentan mucho las facturas y los costos, cuando al mismo tiempo es imposible encontrar financiamiento, todos creen que esto se arregla bajando los impuestos.
No comparto esa idea. Lo he hablado con varios representantes del sector pyme, y no porque los impuestos estén bien o estén mal; creo que los deberíamos segmentar entre los grandes y los pequeños, en eso estamos todos de acuerdo. Pero si vamos a ir contra los impuestos, casi creo que algún neoliberal nos daría la razón, porque esto destruye el Estado. Entonces, después no hay INTA, no hay ningún tipo de control porque el Estado está desfinanciado, porque le hemos perdonado a todo el mundo todos los impuestos.
Entonces, estoy de acuerdo con que habría que revisar la cuestión impositiva, pero me encontré con la sorpresa de que se plantea bajar los impuestos y resulta que después no hay plata para nada, se acaba el Estado y el motor de la demanda del Estado, el compre nacional, no se puede poner en marcha porque no hay un mango en el Estado. Entonces, esto termina erradicando al Estado.
Lo que yo pido -lo hago como planteo personal- es que pensemos esta cuestión. Entiendo que aparezca como primera demanda, porque uno tiene al funcionario y le dice: "Sacame los impuestos", pero después no hay hospitales, no hay escuelas, no hay compre nacional, no hay obra pública, no hay infraestructura, no hay nada y se acabó el país.
Yo estoy de acuerdo con discutirlo porque el sistema impositivo argentino está muy mal planteado, es regresivo, le cobra más al que menos tiene, y particularmente al empresario más pequeño. Todo bien, pero si vamos por la vía de terminar con los impuestos, nos vamos a quedar sin Estado y después no vamos a tener a quien pedirle nada. Este es un comentario que obviamente da para discutirlo con más profundidad y más detalle.
La segunda cuestión es la de los trabajadores. Es obvio que una vez que el Estado no nos da nada, vamos contra el costo laboral. El costo laboral son los salarios de los trabajadores, que después no están cuando hay que vender. El salario en la teoría económica lo conocemos muy bien. Hay dos teorías económicas: una que dice que el salario es el principal costo, y entonces, hay que bajarlo; y otra, como la que yo sostengo, que considera que el salario es de dos caras: el costo para el empresario individual y la demanda para todo el conjunto de los empresarios.
Entonces, vamos a tirar al bebé con el agua sucia: bajamos el salario, bajan los costos, vos decís: "Bien, me aumentan las ganancias"; pero no, porque no tengo a nadie a quien venderle y me caen las ventas.
Esta también es una cuestión a discutir, pero creo que llevándose puesto al Estado y llevándose puesto al trabajador no vamos a resolver el problema de las pymes.
El otro día planteaba que los impuestos son los mismos que en 2015, pero en 2015 te iba bien, o más o menos o a algunos muy bien, o a alguno peor, pero con los mismos impuestos. Es decir que el problema no es la estructura impositiva argentina ni los salarios. El problema es el modelo económico. En cuanto a esos salarios, puedo entender probablemente un gran productor que usa a la Argentina como un enclave y quiere tener maquila acá para exportar. Entonces pide que bajen los salarios. A todos se nos ocurre el mismo nombre. Pero para los que venden en el mercado interno, les aseguro que bajar los salarios y bajar los impuestos, que parecen soluciones que están a la mano, va a terminar matando del todo la industria nacional junto con los instrumentos que nos permiten potenciarla.
Coincido en que haya impuestos, si se gastan bien, y que haya buenos salarios, que además, en el marco de un modelo de crecimiento con inclusión social funciona, excepto que tengamos buenos salarios para abrir las importaciones y que funcionemos como poder de compra para el importado, que es un poco lo que está ocurriendo hoy.
Estos eran los comentarios que quería compartir; son para discutir más tiempo, pero no quería dejar de mencionarlos. Muchas gracias. (Aplausos.)
Sobre la cuestión operativa, la idea que teníamos nosotros es sacar un breve comunicado de prensa mencionando aspectos generales de lo que se charló acá. Creo que la sensación que nos llevamos todos es que, al hablar cada uno de sus problemas, aparecieron las mismas cuestiones, que las voy a sintetizar: problemas de demanda, problemas de crédito, problemas de costo tarifario y problemas de importaciones y comercio exterior.
Esos cuatro aspectos son los que nosotros hemos mencionado varias veces como los factores de esta tormenta perfecta para las pymes, porque además, ellas enfrentan estos problemas sin una política focalizada ni específica para los pequeños establecimientos. De forma que esto que le ocurre al sector industrial y comercial en su conjunto, en el caso de las pymes productivas es más fuerte.
Además, hemos visto que esta situación las cruza transversalmente: hay pymes que tienen que ver con cuestiones tecnológicas y otras que se dedican a la elaboración de productos agropecuarios, como un eslabón de la cadena agroindustrial. Es decir que afecta absolutamente a todos los sectores.
Después mencionaríamos algunos puntos de manera textual acerca de lo que se planteó como problemáticas sectoriales. Ese sería un comunicado de prensa conjunto de las dos comisiones y también van a estar invitados a firmarlo y a refrendarlo. Vamos a ser delicados con las cuestiones textuales, pero de todas maneras lo vamos a circular para la firma como para que sea una exposición del sector.
En ese camino, varios de los diputados que estamos acá -y varios más, para hacer justicia- venimos planteando que la política macroeconómica que aplica el gobierno es el primer y principal problema para el sector industrial, particularmente para el sector industrial pyme, y más todavía, para el pyme orientado al mercado nacional.
Si bien esto lo venimos planteando hace tiempo, y lo hacemos también en programas de televisión -o sea, ante la opinión pública-, creemos que otra de las debilidades del sector pyme es que, más allá de los esfuerzos de varias de las cámaras y de las asociaciones de representación del sector pyme -que son varias-, falta una voz pyme unificada para que quede la problemática plasmada de cara a la sociedad.
Como es de público conocimiento -y me parece que también es parte del modelo-, esto tiene el agravante de que hay un ataque a determinadas representaciones políticas opositoras. Incluso hay ciertos sectores dentro del oficialismo que deberían encarnar más claramente la defensa de la industria nacional. Entonces creo que tiene muchísimo valor la voz directa y sin mediaciones de los representantes empresarios.
Yo lo quiero decir en primera persona. A veces uno va y dice: "Estoy representando a las pymes que están muriendo hoy en la Argentina", pero empiezan con la política, con tal cosa del gobierno anterior y se pierde el reclamo. Entonces a veces cobra más legitimidad el representante directo, pero en el caso pyme, está bastante fragmentado, y entonces, no aparece. Los empresarios nacionales tienen voces muy fuertes, pero el sector queda más extranjerizado y concentrado, y esto es así.
¿Hoy quiénes son los empresarios de la Argentina? Uno hace la lista y le aparecen -sin calificar directamente- Paolo Rocca, Rattazzi y algunos grandes empresarios, que todos los conocen como empresarios, pero que no son precisamente la representación del sector pyme nacional. Ese es un gran problema, porque en este camino vamos a seguir perdiendo empresas, pero parece que es un tema de la política, que lucha pero sin estar mostrando a actores sociales, políticos o económicos. Entonces, esa es una problemática muy grave en la situación actual. A veces, atacando la política se pierde de vista que hay un actor social que sí está sufriendo.
La segunda propuesta, hacia adelante, es hacer una reunión más, convocando también a algunos representantes que no han podido venir, para así avanzar en la línea de un manifiesto del sector pyme. Sé que no es estrictamente una responsabilidad de los diputados, o tal vez no sea ni siquiera su función, pero si hay un acuerdo, nosotros convocaríamos a todos los sectores desde la Cámara de Diputados a ver si se puede avanzar en un manifiesto del sector pyme en el corto plazo.
También invitaríamos a la Comisión de Legislación del Trabajo, porque como ha ocurrido en otras épocas de emergencia -se habló acá de una emergencia pyme-, obviamente también se han presentado varias propuestas de emergencia del sector del trabajo. Entonces invitaríamos a la Comisión de Legislación del Trabajo para ver si podemos confluir, aunque sin grandes objetivos que puedan resultar inalcanzables. Aquí no podemos recorrer un camino que tal vez se tendría que haber recorrido antes, pero sí tal vez, en el corto plazo, la semana que viene podríamos hacer una convocatoria y ver si redactamos un manifiesto del sector pyme, que se pueda firmar.
En ese caso, en lugar de que nosotros redactemos un comunicado que acompañen las pymes, como ocurriría hoy, habría ya un manifiesto del sector pyme que acompañaríamos los diputados, donde el sujeto más fuerte sean las diferentes cámaras de las pymes. Por supuesto, deberíamos tener en cuenta lo que ya vimos, en el sentido de que todos están en contacto y en diálogo con el gobierno, que se necesitan medidas del gobierno y que sería muy malo que esto quede como una iniciativa opositora. Entonces, lo haríamos como legisladores de todos los bloques, para no ponerle una bandera política, sino la bandera de la industria pyme nacional, que es lo que está en juego.
Lo último que quiero decir, antes de pasarle la palabra a El Vasco, es que me preocupa un poco -y por eso la idea de traer al sector pyme- el siguiente tema. Todos hablan de problemas con las tarifas, con los bancos, con el financiamiento, etcétera. Todos hablan de la apertura importadora, y a veces aparece la cuestión impositiva y el costo de la mano de obra.
Quiero decir que lo he pensado mucho y, simplemente como una propuesta personal, me parece que cuando van mal las ventas, cuando aumentan mucho las facturas y los costos, cuando al mismo tiempo es imposible encontrar financiamiento, todos creen que esto se arregla bajando los impuestos.
No comparto esa idea. Lo he hablado con varios representantes del sector pyme, y no porque los impuestos estén bien o estén mal; creo que los deberíamos segmentar entre los grandes y los pequeños, en eso estamos todos de acuerdo. Pero si vamos a ir contra los impuestos, casi creo que algún neoliberal nos daría la razón, porque esto destruye el Estado. Entonces, después no hay INTA, no hay ningún tipo de control porque el Estado está desfinanciado, porque le hemos perdonado a todo el mundo todos los impuestos.
Entonces, estoy de acuerdo con que habría que revisar la cuestión impositiva, pero me encontré con la sorpresa de que se plantea bajar los impuestos y resulta que después no hay plata para nada, se acaba el Estado y el motor de la demanda del Estado, el compre nacional, no se puede poner en marcha porque no hay un mango en el Estado. Entonces, esto termina erradicando al Estado.
Lo que yo pido -lo hago como planteo personal- es que pensemos esta cuestión. Entiendo que aparezca como primera demanda, porque uno tiene al funcionario y le dice: "Sacame los impuestos", pero después no hay hospitales, no hay escuelas, no hay compre nacional, no hay obra pública, no hay infraestructura, no hay nada y se acabó el país.
Yo estoy de acuerdo con discutirlo porque el sistema impositivo argentino está muy mal planteado, es regresivo, le cobra más al que menos tiene, y particularmente al empresario más pequeño. Todo bien, pero si vamos por la vía de terminar con los impuestos, nos vamos a quedar sin Estado y después no vamos a tener a quien pedirle nada. Este es un comentario que obviamente da para discutirlo con más profundidad y más detalle.
La segunda cuestión es la de los trabajadores. Es obvio que una vez que el Estado no nos da nada, vamos contra el costo laboral. El costo laboral son los salarios de los trabajadores, que después no están cuando hay que vender. El salario en la teoría económica lo conocemos muy bien. Hay dos teorías económicas: una que dice que el salario es el principal costo, y entonces, hay que bajarlo; y otra, como la que yo sostengo, que considera que el salario es de dos caras: el costo para el empresario individual y la demanda para todo el conjunto de los empresarios.
Entonces, vamos a tirar al bebé con el agua sucia: bajamos el salario, bajan los costos, vos decís: "Bien, me aumentan las ganancias"; pero no, porque no tengo a nadie a quien venderle y me caen las ventas.
Esta también es una cuestión a discutir, pero creo que llevándose puesto al Estado y llevándose puesto al trabajador no vamos a resolver el problema de las pymes.
El otro día planteaba que los impuestos son los mismos que en 2015, pero en 2015 te iba bien, o más o menos o a algunos muy bien, o a alguno peor, pero con los mismos impuestos. Es decir que el problema no es la estructura impositiva argentina ni los salarios. El problema es el modelo económico. En cuanto a esos salarios, puedo entender probablemente un gran productor que usa a la Argentina como un enclave y quiere tener maquila acá para exportar. Entonces pide que bajen los salarios. A todos se nos ocurre el mismo nombre. Pero para los que venden en el mercado interno, les aseguro que bajar los salarios y bajar los impuestos, que parecen soluciones que están a la mano, va a terminar matando del todo la industria nacional junto con los instrumentos que nos permiten potenciarla.
Coincido en que haya impuestos, si se gastan bien, y que haya buenos salarios, que además, en el marco de un modelo de crecimiento con inclusión social funciona, excepto que tengamos buenos salarios para abrir las importaciones y que funcionemos como poder de compra para el importado, que es un poco lo que está ocurriendo hoy.
Estos eran los comentarios que quería compartir; son para discutir más tiempo, pero no quería dejar de mencionarlos. Muchas gracias. (Aplausos.)
SR. DE MENDIGUREN Creo que fue una reunión muy rica. Tenemos diferencias entre los distintos sectores dentro de la Cámara, pero estamos dispuestos a escuchar.
Lo que hace falta -y todos coincidimos en eso, estamos seguros, porque somos mayoría los que lo defendemos- es un proyecto de integración, un proyecto de valor agregado, porque no hay otro camino.
Desde que el mundo es mundo, las guerras son por dónde se agrega el valor. Este es el abecé del mundo. Antes eran guerras, se tomaban países. Así fue la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, la discusión de poner o no un 15 por ciento de protección a los aranceles. ¿Cómo se resolvió? Se resolvió con una guerra que llegó a un millón de muertos. ¡Miren de lo que estamos hablando! La macana es que en Sudamérica ganó el Sur. En los Estados Unidos ganó el Norte y se desarrollaron. Acá entregamos todo.
Entonces, el primer tema es tener claro que esto que queremos encarar -y hoy se dijo acá- no es una fiesta de quince. Se trata de cambiar una estructura productiva. Ya tenemos claro que el mundo nos quiere como proveedores de materias primas y de recursos naturales. Si nosotros creemos que alguien en el mundo tiene el mandato de velar por el interés de los argentinos, estamos muy confundidos. Esto lo debemos tener claro todos los argentinos.
Transformar esto no es gratis; uno afecta profundos intereses que están atados a la vieja estructura. Nadie puede discutir en la Argentina que en vez de exportar poroto de maíz hay que exportar proteínas; nadie puede dudar de eso. Sin embargo, ¿por qué no lo hacemos? Porque hay cuestiones más poderosas, por ejemplo, un señor Cargill, que tiene como negocio de atracar un barco al puerto, llenarlo de cereales y "tradearlo" en el mundo. A todo loco que quiera bajar un grano de maíz del barco, para hacer un cerdo o un litro de leche, lo matan. ¿Está claro?
El mundo quiere que nosotros exportemos algodón e importemos ropa; que exportemos cuero e importemos zapatos; que exportemos trigo e importemos fideos; nos quieren en eso. Claro, una tonelada de trigo se importa a 200 dólares, una de pasta y galletitas a 2.000; una tonelada de maíz ¿a cuánto se exporta? Ahora, ¿puede ser que nadie se dé cuenta? ¿Puede ser que estemos descubriendo la pólvora? No, hermano.
Cuando un europeo ve un camión de maíz, ¿qué piensan que ve? ¿Un granito? Lo que ve es cuánto negocio hay ahí, cuánta proteína, cuánto biocombustible. ¿Y tienen la plata para hacerlo? Claro. ¿Tienen la plata para transformar eso en proteína? Claro. ¿Qué es lo único que no tienen y nunca van a poder tener? El grano, porque es tierra y agua.
Ahora, ¿cómo alguien puede entender que el que tiene lo que los demás nunca podrán tener se lo entrega al otro para que lo transforme, teniendo 33 por ciento de pobreza e indigencia? Es muy loco, ¿no? ¿Qué nos pasa a los argentinos que, cada tanto, cinco personas, por supuesto, con mucho poder económico, pero reportando a esos intereses, nos llevan puestos a todos? Esto es lo primero sobre lo que tenemos que reflexionar. ¿Somos capaces de unirnos, con nuestras diferencias? Yo siempre trazo una línea: primero, ¿estamos o no en el campo nacional? ¿Queremos un modelo que pague salarios europeos? Este es el primer tema que nos tiene que unir; el primero: entender.
Hoy hablamos de un montón de cosas, pero quedó claro que es el modelo. Ustedes me pueden decir que vamos a podar el árbol. El problema está en el tronco. Lo que no funciona es el tronco. Si yo tengo una macroeconomía que no es por producción, olvidate. No hay esfuerzo; es como que tengas el mejor submarino sin agua. Olvidate.
Yo les digo a los del campo: en el año 2001 tenían la situación ideal microeconómica: no tenían retenciones, manejaban la tecnología más moderna del mundo, la siembre directa, y además estaban produciendo su segunda cosecha récord histórica. Yo era director del Banco Nación. ¿Saben cuál era el resultado económico de esa situación micro ideal? El resultado eran 13 millones de hectáreas hipotecadas y 200.000 productores quebrados. Era el 1 a 1. Nada de todo lo nuestro se puede hablar si la macroeconomía no es prodesarrollo.
Entonces, siempre me pregunto frente a esto qué pasa; cómo, siendo mayoría, pensando, podemos discutir tanto otras cosas y no nos podemos poner de acuerdo; y luego tan poca gente nos lleva a ese modelo que el mundo de los países centralizados quiere para nosotros.
¿Cómo puede ser que Chile exporte 15.000 millones de dólares en cobre y nosotros 5 millones? ¿Vieron lo que es Chile? Un ladrillo de canto, los aviones aterrizan de Norte a Sur porque de Oeste a Este se chocan con la Cordillera.
Y esto se repite en las cifras que ustedes quieran. La Argentina sigue exportando a 400 dólares la tonelada e importando a 1.600.
En conclusión, algo nos pasa. Reflexionemos. Primero miremos el problema central. Acá se dijo: en la Argentina faltan dólares, y cada que faltan dólares, que es cada diez años, ante ese problema viene la crisis. A la crisis le respondemos siempre con los dos clubes: el club de los devaluadores, que dicen que esto se arregla devaluando -imaginen una ridiculez-, o el club de los endeudadores, que está ahora, que dice que esto se arregla con crédito externo. Sabemos que el crédito no es ni bueno ni malo; es como un cuchillo: podés comer o te podés matar. Si el crédito lo usas para corregir el problema -que hoy lo dijeron: es la estructura productiva desequilibrada, es el subdesarrollo-, ya estás tomando un crédito sin capacidad de repago. Lo dijimos cuando arrancó este gobierno, que impuso la bicicleta financiera. Fuimos a pedalear al banco. Ya era anunciado: esto era la ruta 2, terminaba en Mar del Plata. Decíamos que no, y pasábamos Chascomús, y decíamos no. Sturzenegger un día me llamó y me dijo: "No, vamos por otro camino". ¿Qué otro camino? Esta es la ruta 2. Terminamos abrazados al lobo marino en Mar del Plata. No podía ser de otra forma.
Muy bien. Hoy acá, ¿qué es lo importante? ¿Qué podemos hacer frente a esto? Por supuesto, lo que acá estamos saben que no ganamos las elecciones. Lamentablemente, perdimos. Es decir, no cogobernamos.
Ahora bien, tenemos que ver qué podemos hacer desde donde estamos cada uno de nosotros, porque igual, aunque un día ganemos las elecciones y podamos gobernar... No importa quién, que quede claro. Acá no tratamos de hacer política partidaria, sino política industrial, porque eso nos une a todos.
Lo que ustedes dijeron hoy acá, yo les aseguro que el 90 por ciento de los diputados, y hasta algunos radicales que no saben dónde ponerse para sostener esto, coincidirían con nosotros.
Entonces, lo que se me ocurre como hecho concreto, después de todo lo que escuchamos, es que saliera un testimonio concreto, para lo cual me gustaría ver la desgrabación de esta reunión, como decía Axel.
Un día estaba en la UIA, cuando asumí la segunda Presidencia, creo que fue en 2010, y la UIA no era la unanimidad industrial argentina. Está claro que yo con Rattazzi mucho que ver no tengo. Las pymes con algunos no tenemos casi nada que ver, diría. ¿Entonces qué hice? Como sabíamos que las pymes éramos mayoría, junté a nuestro equipo económico nuestro -porque Dieguito Coatz es un chico que piensa como nosotros; después si lo dejan o no, tiene que negociar, pero que piensa bien, piensa bien- y juntos escribimos lo que era para nosotros una visión de largo plazo, una macroeconomía para el desarrollo y cuáles eran las condiciones básicas.
A partir de ahí, yo salí y dije lo que quería, y cuando Rattazzi me discutía, yo le decía: "Hermano, andá y corregí el papel". Y pudimos avanzar como institución.
Creo que hoy sería bueno obtener un documento que diga la realidad, basado en sus testimonios, porque acá nadie está haciendo política partidaria. Observen que estamos los distintos sectores, con nuestras diferencias. Esto es lo que hoy nos tiene que unir al campo nacional. Vamos a ver si está grabado y cómo están las desgrabaciones, para ver, como dice Axel, cómo podemos juntar eso y sacar un documento señalado lo que le pasa a las pymes hoy.
Por lo que veo, hoy están muchos sectores y regiones representados. No sé si hoy hay un foro con tanta representatividad sectorial y regional en la Argentina.
Veamos si somos capaces de tener un documento, y que ese documento, que surge de la problemática concreta del sector, lo pueda recibir el Parlamento. Acá hay que hacer mucha docencia. ¿Saben por qué? Porque el neoliberalismo logró instalarnos a nosotros como los malos de la película. Somos prebendarios, nos llevamos la plata afuera, cobramos la indumentaria más cara que todo el mundo. Eso se instaló y no es un tema menor. Cuando se instala, la gente no nos quiere, y si la gente no nos quiere, para la política sos "pianta votos".
Entonces, lo que tenemos que hacer es poner en blanco sobre negro lo que pensamos los industriales, los pequeños y medianos, y traerlo al Parlamento. Les aseguro que vamos a obligar, al que esté en contra de esto tan obvio, a que se exprese.
Vamos a lograr -eso nos gustaría- que aquel que está de acuerdo con lo que ustedes están trayendo, adhiera. Eso sería para mí lo novedoso. Ya veo que desde las entidades es difícil, porque te vas y te aprietan. Hay muchos que dicen: "Bueno, fui pero me prometieron que van a darme una licencia..." ¿Qué te van a dar? Ya te estrellaste. A vos te dicen que este es un roble. ¿Querés podarlo? Un roble es de crecimiento lento, pero como es un árbol piola, lo espero. Pero esto es un pino. Es imposible que se transforme en roble, por más que le des tiempo y resoluciones chicas o grandes.
Perdón que me extendí mucho. Me gustaría ver si nosotros somos capaces de avanzar en un manifiesto, como dice Axel. Un manifiesto tiene fuerza. Esto lo hice en 2001, cuando era presidente de la Unión Industrial y nos íbamos derecho a la dolarización de la economía; no sé si ustedes se acuerdan. Emilio Cárdenas iba a ser ministro de Economía, traían 15.000 millones para reforzar reservas. Íbamos a la dolarización. Fui a ver a Cavallo. Me junto con él, los cuatro que fuimos, y le dijimos: "Mirá, Mingo, acá en el diario Página 12 hay un cable de Reuters que dice que Emilio Cárdenas es el próximo ministro de Economía, que vamos a reforzar reservas, que vamos a la dolarización". En ese momento, Mingo dice: "Si la Argentina tiene que ir a la dolarización, lo puede hacer..." -esto fue un 10 de diciembre- "...porque la base monetaria para respaldar el circulante está". Entonces, le dije: "La dolarización divide aguas, hasta acá llegábamos". Nos fuimos; nos echó.
Llegué a mi despacho de la UIA, llamé a Abel Posse, que es una persona que tiene una pluma nacional extraordinaria, y escribimos un manifiesto en contra de la dolarización. Llamé a Moyano, lo firmó; llamé a todo el movimiento obrero, lo firmó; el titular del Centro Interuniversitario Nacional lo firmó; llamé a los bancos nacionales y lo firmaron; hasta Escasany -que se había dado cuenta de que se iban a quedar con el banco de él, que estaban al borde de matarlo- lo firmó.
El campo nacional salió, se expresó y les dijo a todas las privatizadas que querían seguir con el 1 a 1, a los bancos y a las petroleras que no querían retenciones, "Estamos juntos".
Entonces, creo que deberíamos lograr redactar un manifiesto a partir de lo que aquí hemos grabado, de expresiones concretas -no políticas- de cada uno de los sectores de ustedes, que las ha habido desde técnicas hasta emotivas.
No nos podemos permitir bajar los brazos. ¿Saben por qué? Porque ya saben cómo termina este modelo, si es que pudiera seguir: absolutamente extranjerizado, y lo que quieren -como ya pasó en la década de los 90- es que acá haya 300 empresas multinacionales exportadoras de materia prima y recursos naturales. Ese es el modelo donde termina esto.
Lo que hace falta -y todos coincidimos en eso, estamos seguros, porque somos mayoría los que lo defendemos- es un proyecto de integración, un proyecto de valor agregado, porque no hay otro camino.
Desde que el mundo es mundo, las guerras son por dónde se agrega el valor. Este es el abecé del mundo. Antes eran guerras, se tomaban países. Así fue la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, la discusión de poner o no un 15 por ciento de protección a los aranceles. ¿Cómo se resolvió? Se resolvió con una guerra que llegó a un millón de muertos. ¡Miren de lo que estamos hablando! La macana es que en Sudamérica ganó el Sur. En los Estados Unidos ganó el Norte y se desarrollaron. Acá entregamos todo.
Entonces, el primer tema es tener claro que esto que queremos encarar -y hoy se dijo acá- no es una fiesta de quince. Se trata de cambiar una estructura productiva. Ya tenemos claro que el mundo nos quiere como proveedores de materias primas y de recursos naturales. Si nosotros creemos que alguien en el mundo tiene el mandato de velar por el interés de los argentinos, estamos muy confundidos. Esto lo debemos tener claro todos los argentinos.
Transformar esto no es gratis; uno afecta profundos intereses que están atados a la vieja estructura. Nadie puede discutir en la Argentina que en vez de exportar poroto de maíz hay que exportar proteínas; nadie puede dudar de eso. Sin embargo, ¿por qué no lo hacemos? Porque hay cuestiones más poderosas, por ejemplo, un señor Cargill, que tiene como negocio de atracar un barco al puerto, llenarlo de cereales y "tradearlo" en el mundo. A todo loco que quiera bajar un grano de maíz del barco, para hacer un cerdo o un litro de leche, lo matan. ¿Está claro?
El mundo quiere que nosotros exportemos algodón e importemos ropa; que exportemos cuero e importemos zapatos; que exportemos trigo e importemos fideos; nos quieren en eso. Claro, una tonelada de trigo se importa a 200 dólares, una de pasta y galletitas a 2.000; una tonelada de maíz ¿a cuánto se exporta? Ahora, ¿puede ser que nadie se dé cuenta? ¿Puede ser que estemos descubriendo la pólvora? No, hermano.
Cuando un europeo ve un camión de maíz, ¿qué piensan que ve? ¿Un granito? Lo que ve es cuánto negocio hay ahí, cuánta proteína, cuánto biocombustible. ¿Y tienen la plata para hacerlo? Claro. ¿Tienen la plata para transformar eso en proteína? Claro. ¿Qué es lo único que no tienen y nunca van a poder tener? El grano, porque es tierra y agua.
Ahora, ¿cómo alguien puede entender que el que tiene lo que los demás nunca podrán tener se lo entrega al otro para que lo transforme, teniendo 33 por ciento de pobreza e indigencia? Es muy loco, ¿no? ¿Qué nos pasa a los argentinos que, cada tanto, cinco personas, por supuesto, con mucho poder económico, pero reportando a esos intereses, nos llevan puestos a todos? Esto es lo primero sobre lo que tenemos que reflexionar. ¿Somos capaces de unirnos, con nuestras diferencias? Yo siempre trazo una línea: primero, ¿estamos o no en el campo nacional? ¿Queremos un modelo que pague salarios europeos? Este es el primer tema que nos tiene que unir; el primero: entender.
Hoy hablamos de un montón de cosas, pero quedó claro que es el modelo. Ustedes me pueden decir que vamos a podar el árbol. El problema está en el tronco. Lo que no funciona es el tronco. Si yo tengo una macroeconomía que no es por producción, olvidate. No hay esfuerzo; es como que tengas el mejor submarino sin agua. Olvidate.
Yo les digo a los del campo: en el año 2001 tenían la situación ideal microeconómica: no tenían retenciones, manejaban la tecnología más moderna del mundo, la siembre directa, y además estaban produciendo su segunda cosecha récord histórica. Yo era director del Banco Nación. ¿Saben cuál era el resultado económico de esa situación micro ideal? El resultado eran 13 millones de hectáreas hipotecadas y 200.000 productores quebrados. Era el 1 a 1. Nada de todo lo nuestro se puede hablar si la macroeconomía no es prodesarrollo.
Entonces, siempre me pregunto frente a esto qué pasa; cómo, siendo mayoría, pensando, podemos discutir tanto otras cosas y no nos podemos poner de acuerdo; y luego tan poca gente nos lleva a ese modelo que el mundo de los países centralizados quiere para nosotros.
¿Cómo puede ser que Chile exporte 15.000 millones de dólares en cobre y nosotros 5 millones? ¿Vieron lo que es Chile? Un ladrillo de canto, los aviones aterrizan de Norte a Sur porque de Oeste a Este se chocan con la Cordillera.
Y esto se repite en las cifras que ustedes quieran. La Argentina sigue exportando a 400 dólares la tonelada e importando a 1.600.
En conclusión, algo nos pasa. Reflexionemos. Primero miremos el problema central. Acá se dijo: en la Argentina faltan dólares, y cada que faltan dólares, que es cada diez años, ante ese problema viene la crisis. A la crisis le respondemos siempre con los dos clubes: el club de los devaluadores, que dicen que esto se arregla devaluando -imaginen una ridiculez-, o el club de los endeudadores, que está ahora, que dice que esto se arregla con crédito externo. Sabemos que el crédito no es ni bueno ni malo; es como un cuchillo: podés comer o te podés matar. Si el crédito lo usas para corregir el problema -que hoy lo dijeron: es la estructura productiva desequilibrada, es el subdesarrollo-, ya estás tomando un crédito sin capacidad de repago. Lo dijimos cuando arrancó este gobierno, que impuso la bicicleta financiera. Fuimos a pedalear al banco. Ya era anunciado: esto era la ruta 2, terminaba en Mar del Plata. Decíamos que no, y pasábamos Chascomús, y decíamos no. Sturzenegger un día me llamó y me dijo: "No, vamos por otro camino". ¿Qué otro camino? Esta es la ruta 2. Terminamos abrazados al lobo marino en Mar del Plata. No podía ser de otra forma.
Muy bien. Hoy acá, ¿qué es lo importante? ¿Qué podemos hacer frente a esto? Por supuesto, lo que acá estamos saben que no ganamos las elecciones. Lamentablemente, perdimos. Es decir, no cogobernamos.
Ahora bien, tenemos que ver qué podemos hacer desde donde estamos cada uno de nosotros, porque igual, aunque un día ganemos las elecciones y podamos gobernar... No importa quién, que quede claro. Acá no tratamos de hacer política partidaria, sino política industrial, porque eso nos une a todos.
Lo que ustedes dijeron hoy acá, yo les aseguro que el 90 por ciento de los diputados, y hasta algunos radicales que no saben dónde ponerse para sostener esto, coincidirían con nosotros.
Entonces, lo que se me ocurre como hecho concreto, después de todo lo que escuchamos, es que saliera un testimonio concreto, para lo cual me gustaría ver la desgrabación de esta reunión, como decía Axel.
Un día estaba en la UIA, cuando asumí la segunda Presidencia, creo que fue en 2010, y la UIA no era la unanimidad industrial argentina. Está claro que yo con Rattazzi mucho que ver no tengo. Las pymes con algunos no tenemos casi nada que ver, diría. ¿Entonces qué hice? Como sabíamos que las pymes éramos mayoría, junté a nuestro equipo económico nuestro -porque Dieguito Coatz es un chico que piensa como nosotros; después si lo dejan o no, tiene que negociar, pero que piensa bien, piensa bien- y juntos escribimos lo que era para nosotros una visión de largo plazo, una macroeconomía para el desarrollo y cuáles eran las condiciones básicas.
A partir de ahí, yo salí y dije lo que quería, y cuando Rattazzi me discutía, yo le decía: "Hermano, andá y corregí el papel". Y pudimos avanzar como institución.
Creo que hoy sería bueno obtener un documento que diga la realidad, basado en sus testimonios, porque acá nadie está haciendo política partidaria. Observen que estamos los distintos sectores, con nuestras diferencias. Esto es lo que hoy nos tiene que unir al campo nacional. Vamos a ver si está grabado y cómo están las desgrabaciones, para ver, como dice Axel, cómo podemos juntar eso y sacar un documento señalado lo que le pasa a las pymes hoy.
Por lo que veo, hoy están muchos sectores y regiones representados. No sé si hoy hay un foro con tanta representatividad sectorial y regional en la Argentina.
Veamos si somos capaces de tener un documento, y que ese documento, que surge de la problemática concreta del sector, lo pueda recibir el Parlamento. Acá hay que hacer mucha docencia. ¿Saben por qué? Porque el neoliberalismo logró instalarnos a nosotros como los malos de la película. Somos prebendarios, nos llevamos la plata afuera, cobramos la indumentaria más cara que todo el mundo. Eso se instaló y no es un tema menor. Cuando se instala, la gente no nos quiere, y si la gente no nos quiere, para la política sos "pianta votos".
Entonces, lo que tenemos que hacer es poner en blanco sobre negro lo que pensamos los industriales, los pequeños y medianos, y traerlo al Parlamento. Les aseguro que vamos a obligar, al que esté en contra de esto tan obvio, a que se exprese.
Vamos a lograr -eso nos gustaría- que aquel que está de acuerdo con lo que ustedes están trayendo, adhiera. Eso sería para mí lo novedoso. Ya veo que desde las entidades es difícil, porque te vas y te aprietan. Hay muchos que dicen: "Bueno, fui pero me prometieron que van a darme una licencia..." ¿Qué te van a dar? Ya te estrellaste. A vos te dicen que este es un roble. ¿Querés podarlo? Un roble es de crecimiento lento, pero como es un árbol piola, lo espero. Pero esto es un pino. Es imposible que se transforme en roble, por más que le des tiempo y resoluciones chicas o grandes.
Perdón que me extendí mucho. Me gustaría ver si nosotros somos capaces de avanzar en un manifiesto, como dice Axel. Un manifiesto tiene fuerza. Esto lo hice en 2001, cuando era presidente de la Unión Industrial y nos íbamos derecho a la dolarización de la economía; no sé si ustedes se acuerdan. Emilio Cárdenas iba a ser ministro de Economía, traían 15.000 millones para reforzar reservas. Íbamos a la dolarización. Fui a ver a Cavallo. Me junto con él, los cuatro que fuimos, y le dijimos: "Mirá, Mingo, acá en el diario Página 12 hay un cable de Reuters que dice que Emilio Cárdenas es el próximo ministro de Economía, que vamos a reforzar reservas, que vamos a la dolarización". En ese momento, Mingo dice: "Si la Argentina tiene que ir a la dolarización, lo puede hacer..." -esto fue un 10 de diciembre- "...porque la base monetaria para respaldar el circulante está". Entonces, le dije: "La dolarización divide aguas, hasta acá llegábamos". Nos fuimos; nos echó.
Llegué a mi despacho de la UIA, llamé a Abel Posse, que es una persona que tiene una pluma nacional extraordinaria, y escribimos un manifiesto en contra de la dolarización. Llamé a Moyano, lo firmó; llamé a todo el movimiento obrero, lo firmó; el titular del Centro Interuniversitario Nacional lo firmó; llamé a los bancos nacionales y lo firmaron; hasta Escasany -que se había dado cuenta de que se iban a quedar con el banco de él, que estaban al borde de matarlo- lo firmó.
El campo nacional salió, se expresó y les dijo a todas las privatizadas que querían seguir con el 1 a 1, a los bancos y a las petroleras que no querían retenciones, "Estamos juntos".
Entonces, creo que deberíamos lograr redactar un manifiesto a partir de lo que aquí hemos grabado, de expresiones concretas -no políticas- de cada uno de los sectores de ustedes, que las ha habido desde técnicas hasta emotivas.
No nos podemos permitir bajar los brazos. ¿Saben por qué? Porque ya saben cómo termina este modelo, si es que pudiera seguir: absolutamente extranjerizado, y lo que quieren -como ya pasó en la década de los 90- es que acá haya 300 empresas multinacionales exportadoras de materia prima y recursos naturales. Ese es el modelo donde termina esto.