INDUSTRIA
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- INDUSTRIA
Reunión del día 01/06/2005
- PRODUCCIÓN DE MEDIOS PARA LA DEFENSA
En Buenos Aires, al primer día del mes de junio de 2005, a la hora 10 y 35:
SR. PRESIDENTE BROWN Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Industria convocada para el día de hoy a efectos de escuchar al ingeniero Carlos Pavón, gerente de la Cámara Argentina de Productores de Equipamiento para la Defensa y Seguridad -Caprodes- y al señor José Luis Fabris, presidente de Industrias Marcati, sociedad comandita por acciones productora de armas.
Tiene la palabra el señor Pavón.
Tiene la palabra el señor Pavón.
SR. PAVÓN Señor presidente: oportunamente, antes del tratamiento del proyecto de ley de producción de medios para la defensa -que cuenta con sanción de la Cámara de Diputados y ahora se encuentra en el Senado-, solicitamos una reunión con los miembros de esta comisión.
En su momento nuestra cámara no fue consultada acerca de la redacción de esa iniciativa; por eso hoy estamos trabajando junto con los señores senadores para poder expresar nuestra opinión al respecto.
Como ese proyecto de ley están surgiendo otros que afectan a la industria de producción de equipamientos para la defensa. Esas iniciativas, como la que propicia la creación de un ente único de control de armas, se encuentran en el Senado y oportunamente serán analizadas por esta comisión.
En su momento nuestra cámara no fue consultada acerca de la redacción de esa iniciativa; por eso hoy estamos trabajando junto con los señores senadores para poder expresar nuestra opinión al respecto.
Como ese proyecto de ley están surgiendo otros que afectan a la industria de producción de equipamientos para la defensa. Esas iniciativas, como la que propicia la creación de un ente único de control de armas, se encuentran en el Senado y oportunamente serán analizadas por esta comisión.
SR. FABRIS Se trata de un ente superior al RENAR y dependiente del Ministerio de Defensa que tendría a su cargo el control del registro y producción de armamentos.
SR. PAVÓN Cuando ello ocurra nos gustaría estar presentes y expresar nuestra opinión como entidad.
SR. PRESIDENTE BROWN ¿Es un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo o que se inició en el Congreso?
SR. PAVÓN Fue remitido por el Poder Ejecutivo y ahora se encuentra en el Senado.
SR. PRESIDENTE BROWN O sea que ingresó por el Senado.
SR. PAVÓN Exactamente.
Pienso que sería interesante que los señores legisladores escuchen la opinión de quienes todos los días producimos equipamientos para la defensa y seguridad en las distintas plantas instaladas en el país.
Caprodes es una entidad de reciente formación surgida de una serie de necesidades de las pequeñas y medianas industrias que producen materiales para la defensa, materiales que cuentan con algún grado de tecnología dado que en general ésta fue destruida en los años anteriores.
Los que quedamos estamos tratando de organizarnos y expresar que nuestras industrias son importantes no sólo por lo que producen sino también desde el punto de vista estratégico, porque brindan la posibilidad de tener una capacidad instalada que satisfaga las necesidades de la defensa, de la seguridad y de actividades afines vinculadas con el mantenimiento de industrias que, por lo general, son metalmecánicas. Como ejemplo podemos citar a Industrias Marcati, Bersa, Rexio, grupos de aplicaciones tecnológicas que producen plantas potabilizadoras de agua y hoy se encuentran en Haití, etcétera.
Como industria nacional tenemos algunos inconvenientes serios en lo que respecta a la importación y exportación de material bélico secreto. Hoy día, los materiales bélicos ingresan como materiales bélicos secretos exentos de impuestos para las fuerzas armadas y de seguridad. Nosotros, como cámara industrial, observamos qué ocurre en el resto de los países y advertimos que cuando estos logran que los materiales para la defensa se produzcan dentro de su territorio limitan su ingreso desde el exterior.
Como esta cuestión no fue contemplada en el proyecto de ley de producción de medios para la defensa solicitamos que en algún momento sea tenida en cuenta en el marco de la exportación e importación de material bélico secreto.
Un caso particular es el de la industria brasilera. El reglamento de incorporación de material bélico y sensitivo de Brasil establece que todo aquel material que sea producido en el país tendrá restringida su importación, que sólo podrá ser autorizada por el Ministerio de Defensa, por el Ejército, en el marco de un análisis especial. Esta es la posición de Brasil como país en lo que respecta a la importación de materiales para la defensa.
Si hablamos de las plantas potabilizadoras de agua debemos decir que los materiales son incorporados como material bélico secreto y que los fabricantes no pueden entregar sus productos porque los que provienen del exterior están desgravados.
Pienso que sería interesante que los señores legisladores escuchen la opinión de quienes todos los días producimos equipamientos para la defensa y seguridad en las distintas plantas instaladas en el país.
Caprodes es una entidad de reciente formación surgida de una serie de necesidades de las pequeñas y medianas industrias que producen materiales para la defensa, materiales que cuentan con algún grado de tecnología dado que en general ésta fue destruida en los años anteriores.
Los que quedamos estamos tratando de organizarnos y expresar que nuestras industrias son importantes no sólo por lo que producen sino también desde el punto de vista estratégico, porque brindan la posibilidad de tener una capacidad instalada que satisfaga las necesidades de la defensa, de la seguridad y de actividades afines vinculadas con el mantenimiento de industrias que, por lo general, son metalmecánicas. Como ejemplo podemos citar a Industrias Marcati, Bersa, Rexio, grupos de aplicaciones tecnológicas que producen plantas potabilizadoras de agua y hoy se encuentran en Haití, etcétera.
Como industria nacional tenemos algunos inconvenientes serios en lo que respecta a la importación y exportación de material bélico secreto. Hoy día, los materiales bélicos ingresan como materiales bélicos secretos exentos de impuestos para las fuerzas armadas y de seguridad. Nosotros, como cámara industrial, observamos qué ocurre en el resto de los países y advertimos que cuando estos logran que los materiales para la defensa se produzcan dentro de su territorio limitan su ingreso desde el exterior.
Como esta cuestión no fue contemplada en el proyecto de ley de producción de medios para la defensa solicitamos que en algún momento sea tenida en cuenta en el marco de la exportación e importación de material bélico secreto.
Un caso particular es el de la industria brasilera. El reglamento de incorporación de material bélico y sensitivo de Brasil establece que todo aquel material que sea producido en el país tendrá restringida su importación, que sólo podrá ser autorizada por el Ministerio de Defensa, por el Ejército, en el marco de un análisis especial. Esta es la posición de Brasil como país en lo que respecta a la importación de materiales para la defensa.
Si hablamos de las plantas potabilizadoras de agua debemos decir que los materiales son incorporados como material bélico secreto y que los fabricantes no pueden entregar sus productos porque los que provienen del exterior están desgravados.
SR. FABRIS O sea que no se puede competir.
SR. PAVÓN Estos son fundamentalmente los problemas que hoy debemos afrontar. Problemas en el plano del comercio exterior y del comercio interior y también la existencia de regulaciones asimétricas en lo que respecta a importación. Nuestros fabricantes, para poder colocar un producto en el mercado -fundamentalmente armas- deben cumplir con una serie de requisitos impuestos por el RENAR y otros organismos. En cambio el importador presenta una solicitud de importación al RENAR, éste da el visto bueno, va a la Aduana y el material ingresa al país a precios viles.
Nosotros sabemos qué valores se manejan. Para dar un ejemplo claro, en el resumen de importaciones hay armas por cincuenta dólares provenientes de los Estados Unidos, de Brasil o de China, un valor que realmente no es factible de conseguir si tenemos en cuenta los materiales y la mano de obra. O sea que es una verdadera subfacturación.
Esto es, en términos generales, lo que queríamos expresar.
Nosotros sabemos qué valores se manejan. Para dar un ejemplo claro, en el resumen de importaciones hay armas por cincuenta dólares provenientes de los Estados Unidos, de Brasil o de China, un valor que realmente no es factible de conseguir si tenemos en cuenta los materiales y la mano de obra. O sea que es una verdadera subfacturación.
Esto es, en términos generales, lo que queríamos expresar.
SR. PRESIDENTE BROWN ¿Qué nivel de producción de armas existe en el país? ¿Podrían ustedes darnos algunos datos al respecto?
SR. PAVÓN Para que los señores diputados puedan formarse una idea, Bersa está fabricando armas que se exportan a dieciocho países. Su producción anual está en el orden de las treinta mil o cuarenta mil armas.
SR. FABRIS Se trata de pistolas: calibre 45, 9 milímetros, etcétera.
Bersa es una empresa orientada al mercado externo, lo que le ha permitido sobrevivir a la crisis de los años noventa.
Bersa es una empresa orientada al mercado externo, lo que le ha permitido sobrevivir a la crisis de los años noventa.
SR. PAVÓN Luego tenemos el caso de Fabricaciones Militares. Aunque no es una entidad socia de la cámara puedo decir que ha dejado de hacer el FAL y ahora hace pistolas. Tiene una capacidad de producción del orden de las diez mil pistolas por año. Antes tenía una capacidad mucho mayor, pero al cerrar la planta de la Fábrica Militar de Armas Portátiles "Domingo Matheu" y trasladarse las máquinas a la Fábrica Militar "Fray Luis Beltrán" quedó con la que tiene actualmente. Su producción está dirigida en parte al mercado interno y en parte al externo. También fabrica carabinas calibre 22.
Luego podemos citar la fábrica Rexio, que produce escopetas para las fuerzas de seguridad y exporta revólveres. En este momento no cuento con datos exactos para ofrecer a los señores diputados.
Asimismo podemos mencionar a Industrias Marcati. Si se me permite cederé la palabra al señor Fabris para que explique su situación.
Luego podemos citar la fábrica Rexio, que produce escopetas para las fuerzas de seguridad y exporta revólveres. En este momento no cuento con datos exactos para ofrecer a los señores diputados.
Asimismo podemos mencionar a Industrias Marcati. Si se me permite cederé la palabra al señor Fabris para que explique su situación.
SR. FABRIS Industrias Marcati fabrica carabinas calibre 22 y alrededor de setecientas escopetas de calibre chico -14 y 12, que equivalen al 32 y 36 respectivamente- por año. La producción argentina es muy baja y recién estamos comenzado a avanzar.
He traído a esta reunión una revista de los años setenta donde se menciona una cantidad de establecimientos que ya no existen, como por ejemplo Establecimientos Venturini y Centauro.
He traído a esta reunión una revista de los años setenta donde se menciona una cantidad de establecimientos que ya no existen, como por ejemplo Establecimientos Venturini y Centauro.
SR. PRESIDENTE BROWN Si no me equivoco también había un establecimiento en Tandil.
SR. PAVÓN En Tandil estaba TALA -Talleres de Armas Livianas Argentinas-, que cerró su producción y compró la planta de una compañía que es socia de nuestra cámara. Me refiero a la planta de producción de bombas, que primero perteneció a la fuerza aérea y después a un consorcio español; cuando éste último quebró fue comprada por TALA, una empresa que se ocupa de la carga de bombas de aviación.
SR. FABRIS Como venía diciendo, hoy en la Argentina es más fácil importar que producir.
Respecto de las armas, tema que a veces puede sonar antipático, la política del Estado es la siguiente: o se permite la venta de armas a la gente o se la prohíbe. Luego, en caso de que se permita, la pregunta es quién tiene prioridad: si la industria nacional o los productos importados.
En la Argentina se llegaron a producir quinientas mil armas por año tanto para el mercado nacional como para el externo. Creo que hoy no llegamos ni siquiera a las cincuenta mil.
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Industria
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Debe ser mucho menos, sobre todo con Fabricaciones Militares, que ha dejado de producir armas largas.
Entre las cosas que ha dejado de producir la Argentina están las municiones; el latón o la vaina de cobre que se usa para las balas se importan en su totalidad. La fábrica ECA fue privatizada, comprada por los chilenos, desmantelada y cerrada. Hoy la Argentina depende del exterior para la provisión en este sentido, tanto para las fuerzas de seguridad como para las fuerzas armadas, lo cual estratégicamente es un disparate, porque este debe ser uno de los pocos países del mundo que no produce armas largas de uso militar, como el FAL. En cuanto a las armas livianas, los que estamos fabricando carabinas 22 somos nosotros, el establecimiento que por ahora presido yo, Mahely que elabora el viejo rifle de aire comprimido, que es conocido y está empezando a producir en forma artesanal, Fabricaciones Militares y nadie más.
¿Cuál es el problema que tenemos? Cualquier empresa argentina que quiera producir tiene que pagar, lo cual es insólito. ¿Qué es lo que tenemos que pagar? Si yo quiero producir mañana una carabina o un fusil para caza mayor a cerrojo, que son armas de caza, antes tengo que pagar.
Aquí hay que separar las armas que se pueden utilizar para asalto -que se vincula con la problemática de la violencia en el país- y las armas de caza o armas largas, que nunca se van a secuestrar en un asalto, como un máuser, y tampoco es lo mismo la temática urbana que la rural. Aquí se ha mezclado todo con una serie de leyes, por el efecto Blumberg, y se ha complicado la cuestión.
Volviendo al tema, si quiero fabricar un fusil para caza mayor, calibre 765, tengo que llevar planos de detalle del elemento, proceso de fabricación, modelo del material, munición para los ensayos, tengo que pagar casi 2.000 pesos, y llevar yo las municiones. Además el RENAR, por ser esta una fábrica de armas, además de los impuestos me cobra una tasa de 700 a 1.000 pesos por año, según el establecimiento, para tener la habilitación legal todos los años.
Es decir que para producir un nuevo modelo de arma en la Argentina hay que pagar: tengo que mandarlo a un establecimiento -lo cual me parece bien-, que en el caso de las fuerzas armadas es CITEFA o la Escuela Superior Técnica, donde se hacen las pruebas de si el arma sirve, si no es peligrosa, y se hacen pruebas de tiro. Pero además, si a un modelo existente lo quiero modificar, tengo que mandar dos armas y ellos las envían a hacer ese test, y tengo que pagar por formulario aproximadamente 2.500 pesos.
En cambio, las armas brasileras, chinas o norteamericanas -sobre todo las dos primeras, que están destruyendo la industria nacional-, no solamente no tienen que pagar ningún tipo de arancel, porque ingresan sin arancel, sino que no cumplen con aquellos requisitos.
Los fabricantes pensamos que dentro de poco el RENAR se va a llamar Registro Nacional de Armas Importadas, porque con este tipo de diferencias es imposible competir.
En segundo término, yo no estoy pidiendo que se trabe la importación sino que por lo menos cumplan con los requisitos que nos exigen a nosotros. Es insólito que estos recaudos no se pidan a Brasil, que subsidia la producción de armas y todo lo que se refiera a la Argentina está doblemente subsidiado. El proyecto hegemónico de Brasil es controlar todas las industrias en Latinoamérica y ser el representante; por eso Lula ha dicho que hay que tener mucha paciencia con la Argentina.
Si nosotros queremos vender armas a algún organismo de seguridad de Brasil tenemos que ir ante el Ministerio de Defensa, obtener un permiso, de ahí concurrir al organismo técnico que controla las armas. Ese permiso vence a los treinta días, y si el organismo no nos atiende en ese lapso, tenemos que pedir otro permiso.
Entre todos estos trámites se demoran cinco años en aprobar un arma argentina. No existe ninguna posibilidad de que en las licitaciones de las fuerzas de seguridad brasileras entre ni siquiera un alfiler ajeno; no digo armas ni cartuchos, es imposible.
En cambio, en nuestro país las armas brasileras compiten de igual a igual. Yo muestro acá la revista "Mágnum", donde la mejor marca de seguridad es Taurus, todo en base a armas brasileras. Todas las fábricas argentinas desaparecieron por la importación irrestricta: fábrica de revólver Tanque, la escopeta Centauro, que alguna gente relacionada con la caza habrá conocido.
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Así que además de no poder ingresar esas armas al mercado, los brasileros ingresan sin ningún problema al mercado argentino y el RENAR no tiene ningún tipo de disposición que lo frene.
La ley del RENAR, número 20.429, establece que ese organismo ejerce el control sobre las armas de guerra y las armas importadas, sobre lo que es exportación e importación. Entonces, lo mismo que nos piden a nosotros para la fabricación en cuanto a los aspectos técnicos, lo pueden exigir respecto de las armas importadas. Hemos tenido con el ingeniero Pavón una audiencia con el director del RENAR, quien nos dijo que ellos no pueden hacer eso. En mi opinión -yo soy abogado- está equivocado porque la autoridad de aplicación de la ley 20.429 es el Registro Nacional de Armas. Si a mí me piden por un arma que se vende en la Argentina todos esos requisitos y gastos, es absurdo que nos cobren para producir y Brasil esté subsidiando y exportando a la Argentina un doble subsidio. Entran las armas terminadas a 50 dólares, una escopeta chica, un revólver.
Respecto de las armas, tema que a veces puede sonar antipático, la política del Estado es la siguiente: o se permite la venta de armas a la gente o se la prohíbe. Luego, en caso de que se permita, la pregunta es quién tiene prioridad: si la industria nacional o los productos importados.
En la Argentina se llegaron a producir quinientas mil armas por año tanto para el mercado nacional como para el externo. Creo que hoy no llegamos ni siquiera a las cincuenta mil.
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Debe ser mucho menos, sobre todo con Fabricaciones Militares, que ha dejado de producir armas largas.
Entre las cosas que ha dejado de producir la Argentina están las municiones; el latón o la vaina de cobre que se usa para las balas se importan en su totalidad. La fábrica ECA fue privatizada, comprada por los chilenos, desmantelada y cerrada. Hoy la Argentina depende del exterior para la provisión en este sentido, tanto para las fuerzas de seguridad como para las fuerzas armadas, lo cual estratégicamente es un disparate, porque este debe ser uno de los pocos países del mundo que no produce armas largas de uso militar, como el FAL. En cuanto a las armas livianas, los que estamos fabricando carabinas 22 somos nosotros, el establecimiento que por ahora presido yo, Mahely que elabora el viejo rifle de aire comprimido, que es conocido y está empezando a producir en forma artesanal, Fabricaciones Militares y nadie más.
¿Cuál es el problema que tenemos? Cualquier empresa argentina que quiera producir tiene que pagar, lo cual es insólito. ¿Qué es lo que tenemos que pagar? Si yo quiero producir mañana una carabina o un fusil para caza mayor a cerrojo, que son armas de caza, antes tengo que pagar.
Aquí hay que separar las armas que se pueden utilizar para asalto -que se vincula con la problemática de la violencia en el país- y las armas de caza o armas largas, que nunca se van a secuestrar en un asalto, como un máuser, y tampoco es lo mismo la temática urbana que la rural. Aquí se ha mezclado todo con una serie de leyes, por el efecto Blumberg, y se ha complicado la cuestión.
Volviendo al tema, si quiero fabricar un fusil para caza mayor, calibre 765, tengo que llevar planos de detalle del elemento, proceso de fabricación, modelo del material, munición para los ensayos, tengo que pagar casi 2.000 pesos, y llevar yo las municiones. Además el RENAR, por ser esta una fábrica de armas, además de los impuestos me cobra una tasa de 700 a 1.000 pesos por año, según el establecimiento, para tener la habilitación legal todos los años.
Es decir que para producir un nuevo modelo de arma en la Argentina hay que pagar: tengo que mandarlo a un establecimiento -lo cual me parece bien-, que en el caso de las fuerzas armadas es CITEFA o la Escuela Superior Técnica, donde se hacen las pruebas de si el arma sirve, si no es peligrosa, y se hacen pruebas de tiro. Pero además, si a un modelo existente lo quiero modificar, tengo que mandar dos armas y ellos las envían a hacer ese test, y tengo que pagar por formulario aproximadamente 2.500 pesos.
En cambio, las armas brasileras, chinas o norteamericanas -sobre todo las dos primeras, que están destruyendo la industria nacional-, no solamente no tienen que pagar ningún tipo de arancel, porque ingresan sin arancel, sino que no cumplen con aquellos requisitos.
Los fabricantes pensamos que dentro de poco el RENAR se va a llamar Registro Nacional de Armas Importadas, porque con este tipo de diferencias es imposible competir.
En segundo término, yo no estoy pidiendo que se trabe la importación sino que por lo menos cumplan con los requisitos que nos exigen a nosotros. Es insólito que estos recaudos no se pidan a Brasil, que subsidia la producción de armas y todo lo que se refiera a la Argentina está doblemente subsidiado. El proyecto hegemónico de Brasil es controlar todas las industrias en Latinoamérica y ser el representante; por eso Lula ha dicho que hay que tener mucha paciencia con la Argentina.
Si nosotros queremos vender armas a algún organismo de seguridad de Brasil tenemos que ir ante el Ministerio de Defensa, obtener un permiso, de ahí concurrir al organismo técnico que controla las armas. Ese permiso vence a los treinta días, y si el organismo no nos atiende en ese lapso, tenemos que pedir otro permiso.
Entre todos estos trámites se demoran cinco años en aprobar un arma argentina. No existe ninguna posibilidad de que en las licitaciones de las fuerzas de seguridad brasileras entre ni siquiera un alfiler ajeno; no digo armas ni cartuchos, es imposible.
En cambio, en nuestro país las armas brasileras compiten de igual a igual. Yo muestro acá la revista "Mágnum", donde la mejor marca de seguridad es Taurus, todo en base a armas brasileras. Todas las fábricas argentinas desaparecieron por la importación irrestricta: fábrica de revólver Tanque, la escopeta Centauro, que alguna gente relacionada con la caza habrá conocido.
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Así que además de no poder ingresar esas armas al mercado, los brasileros ingresan sin ningún problema al mercado argentino y el RENAR no tiene ningún tipo de disposición que lo frene.
La ley del RENAR, número 20.429, establece que ese organismo ejerce el control sobre las armas de guerra y las armas importadas, sobre lo que es exportación e importación. Entonces, lo mismo que nos piden a nosotros para la fabricación en cuanto a los aspectos técnicos, lo pueden exigir respecto de las armas importadas. Hemos tenido con el ingeniero Pavón una audiencia con el director del RENAR, quien nos dijo que ellos no pueden hacer eso. En mi opinión -yo soy abogado- está equivocado porque la autoridad de aplicación de la ley 20.429 es el Registro Nacional de Armas. Si a mí me piden por un arma que se vende en la Argentina todos esos requisitos y gastos, es absurdo que nos cobren para producir y Brasil esté subsidiando y exportando a la Argentina un doble subsidio. Entran las armas terminadas a 50 dólares, una escopeta chica, un revólver.
SR. PRESIDENTE BROWN ¿A qué valores venden ustedes en el mercado interno y cómo hacen para competir en el mercado externo, por ejemplo con Bersa?
SR. FABRIS Bersa compite porque tiene el mercado norteamericano y en el resto de los países se ha impuesto por precio, porque una pistola 9 milímetros que se está vendiendo a las fuerzas de seguridad argentinas, acá puede llegar a salir 200 dólares, y en Estados Unidos debe estar en 250 o 300 dólares, contra la Smith & Wesson norteamericana que en Estados Unidos vale 600 dólares. O sea, tiene un nicho por precio y por calidad; son armas de muy buena terminación, tienen la última tecnología. Yo conozco la fábrica porque me ha invitado el dueño y me he quedado asombrado porque tiene absolutamente la última tecnología, con tornos controles numéricos, tornos automáticos, los controles de calidad son excelentes. Ese tipo de controles se piden obligatoriamente para entrar en el mercado norteamericano. La ATF exige que toda arma que ingresa a los Estados Unidos cumpla una serie de controles técnicos y requisitos que son elevados, y tienen que decir -otra cosa que no tienen en nuestro país, por ejemplo, las armas importadas, incluidas las norteamericanas- "importado por la empresa tal". De esa forma, si hay algún problema, el juez sabrá quién es el responsable.
Acá no solamente entran armas nuevas sino también usadas. La Argentina importa armas usadas de todo tipo, sin ningún control técnico.
Una cosa puede ser una política liberal que propenda a que la industria compita, pero otra cosa es la destrucción sistemática y el riesgo que significa importar armas usadas.
Acá no solamente entran armas nuevas sino también usadas. La Argentina importa armas usadas de todo tipo, sin ningún control técnico.
Una cosa puede ser una política liberal que propenda a que la industria compita, pero otra cosa es la destrucción sistemática y el riesgo que significa importar armas usadas.
SR. PRESIDENTE BROWN ¿Qué piensan ustedes que podemos hacer como legisladores para ayudarlos?
SR. FABRIS Nosotros estamos pidiendo acá, no la protección para cerrar las fronteras para la industria nacional, sino la igualdad, primero con el Mercosur, con nuestros socios, que no sé si lo son -particularmente tengo una opinión negativa del Mercosur-, pero por lo menos que la Comisión de Industria le diga a los organismos, a la autoridad de aplicación -Ministerio de Defensa y RENAR- que reglamente la ley respecto de las armas importadas, de la misma forma que lo hace para nosotros, y que se prohíba la importación de armas usadas, que es una cosa absolutamente disparatada. Se pueden importar con fines de colección, pero no para uso común.
SR. PRESIDENTE BROWN La competencia institucional en este tema es el Ministerio de Defensa.
SR. FABRIS Así es, y como somos industriales venimos a la Comisión de Industria para que se impida la utilización por parte de las fuerzas de seguridad de material bélico secreto. Por ejemplo, hay una licitación de escopetas, que ahora es el arma típica de la policía, porque es un arma de corto alcance y gran efectividad.
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Todas las policías y fuerzas de seguridad del país han dejado de usar ametralladoras. En la época de la subversión se las utilizaba porque son armas de gran capacidad de fuego y muy efectivas. Como hoy día la policía no puede usar armas largas -si tira con una ametralladora o un FAL a un kilómetro puede matar a un peatón-, utiliza escopetas calibre 12/70 que son de gran capacidad.
En todas las licitaciones se presentan compañías brasileñas y también China, con la empresa Norinco. Como los productos son considerados material bélico secreto o, como en el caso de Brasil, no pagan aranceles es imposible competir. A esto debemos agregar que el Ejército brasilero, además de ser el organismo de control, es dueño de un porcentaje de las acciones de las fábricas privadas de ese país.
Es decir que además de recibir subsidios para la fabricación de materiales para la defensa y seguridad no se les cobra nada, cuando a nosotros sí nos cobran. Cuando los productos son para la Argentina, por una cuestión de copamiento del mercado tienen mayores subsidios. Hoy, cualquiera que vaya a una armería se encontrará con que hay más armas importadas que nacionales.
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Todas las policías y fuerzas de seguridad del país han dejado de usar ametralladoras. En la época de la subversión se las utilizaba porque son armas de gran capacidad de fuego y muy efectivas. Como hoy día la policía no puede usar armas largas -si tira con una ametralladora o un FAL a un kilómetro puede matar a un peatón-, utiliza escopetas calibre 12/70 que son de gran capacidad.
En todas las licitaciones se presentan compañías brasileñas y también China, con la empresa Norinco. Como los productos son considerados material bélico secreto o, como en el caso de Brasil, no pagan aranceles es imposible competir. A esto debemos agregar que el Ejército brasilero, además de ser el organismo de control, es dueño de un porcentaje de las acciones de las fábricas privadas de ese país.
Es decir que además de recibir subsidios para la fabricación de materiales para la defensa y seguridad no se les cobra nada, cuando a nosotros sí nos cobran. Cuando los productos son para la Argentina, por una cuestión de copamiento del mercado tienen mayores subsidios. Hoy, cualquiera que vaya a una armería se encontrará con que hay más armas importadas que nacionales.
SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Esaín.
SR. ESAÍN Señor presidente: como no conozco bien el tema quiero preguntar si hay una ley nacional de armas que regule esta actividad.
SR. FABRIS Sí, señor diputado. Se trata de la ley 20.429, en la que se establece que todo aquello referido al material clasificado como "arma de guerra" será controlado por el Registro Nacional de Armas. Como consecuencia de la subversión, del comienzo de la guerrilla, el Estado Nacional dictó esta ley en el año 1973 -creo que era la época de Lanusse- y se quedó con el control de las armas de guerra y la importación y exportación de armas.
En la actualidad las provincias fiscalizan las armas de uso civil, lo cual me parece de buen criterio.
En la actualidad las provincias fiscalizan las armas de uso civil, lo cual me parece de buen criterio.
SR. ESAÍN Si me permite quisiera preguntarle cuál es, a su modo de ver, la parte de esa norma que no está funcionando o qué faltaría para que pueda ser llevada a la práctica sin inconvenientes.
SR. FABRIS Pienso que para los importadores debería regir la misma reglamentación que rige hoy para la industria nacional en cuanto a fabricación y exportación. En otras palabras, deberían llevar las armas al RENAR y recibir el mismo tratamiento técnico que nosotros. Por ejemplo, a Brasil se le deberían aplicar las mismas condiciones que se nos aplican a nosotros.
SR. ESAÍN O sea que no es cuestión de la ley de fondo sino de la reglamentación.
SR. FABRIS Sí.
SR. BORSANI Si se me permite, creo que podríamos avanzar en un trabajo un poco más meduloso incluso con la ayuda de los asesores.
Hay una cantidad de decretos y resoluciones que impiden el desarrollo de la industria nacional y favorecen la importación de productos extranjeros que compiten con ella.
En todo caso, sería interesante que quienes asesoran a la cámara que hoy nos visita se pongan en contacto con nuestros asesores para que veamos con mayor profundidad la situación del sector. Luego convocaríamos a una reunión con las autoridades nacionales del área para manifestarles nuestra preocupación. Tengamos en cuenta que en muchos casos no se trata de leyes que podamos modificar.
Hay una cantidad de decretos y resoluciones que impiden el desarrollo de la industria nacional y favorecen la importación de productos extranjeros que compiten con ella.
En todo caso, sería interesante que quienes asesoran a la cámara que hoy nos visita se pongan en contacto con nuestros asesores para que veamos con mayor profundidad la situación del sector. Luego convocaríamos a una reunión con las autoridades nacionales del área para manifestarles nuestra preocupación. Tengamos en cuenta que en muchos casos no se trata de leyes que podamos modificar.
SR. PRESIDENTE BROWN Es decir que en el ámbito del Ministerio de Defensa, quien tiene competencia en el tema es el RENAR.
SR. FABRIS Sí, el Registro Nacional de Armas.
SR. PRESIDENTE BROWN Es decir que luego de tener un cuadro de situación, como decía el señor diputado Borsani, el organismo al cual debería citar la Comisión de Industria es el RENAR.
SR. FABRIS Sí... Al Ministerio de Defensa o a la dependencia encargada del área. No sé si existe alguna secretaría.
SRA. CASSESE Hay un funcionario nuevo, un hombre de José Romero.
SR. PRESIDENTE BROWN En la misma línea del señor diputado Borsani, creo que sería interesante analizar toda esta cuestión. A lo mejor la solución no es una ley, porque la norma ya se sancionó, sino por un planteo de la Comisión de Industria a las autoridades sobre la necesidad de cambiar algunos decretos reglamentarios en defensa de la industria nacional.
Para ello es necesario conocer muy bien el tema, que nuestros asesores tengan un cuadro general de la situación y citar al RENAR. Luego, la Comisión de Industria podría dictar una resolución y hacer llegar al Registro Nacional de Armas un pedido en defensa de la industria nacional.
Para ello es necesario conocer muy bien el tema, que nuestros asesores tengan un cuadro general de la situación y citar al RENAR. Luego, la Comisión de Industria podría dictar una resolución y hacer llegar al Registro Nacional de Armas un pedido en defensa de la industria nacional.
SR. PAVÓN Si el señor presidente me permite, una de las cuestiones que podría haber sido tratada y solucionada es la del proyecto de ley de producción de medios para la defensa, que cuenta con sanción de la Cámara de Diputados. No fue así y lo que hoy tenemos es una ley marco.
Tengamos en cuenta que ese proyecto de ley tardó casi dieciocho años en ser elaborado, pese a que la ley de defensa nacional establece que en un término no mayor de 365 días debía dictarse una ley orgánica de producción para la defensa. Pasaron casi dieciocho años y ahora se dicta una ley marco, que estimo tardará otro tanto en ser reglamentada.
Tengamos en cuenta que ese proyecto de ley tardó casi dieciocho años en ser elaborado, pese a que la ley de defensa nacional establece que en un término no mayor de 365 días debía dictarse una ley orgánica de producción para la defensa. Pasaron casi dieciocho años y ahora se dicta una ley marco, que estimo tardará otro tanto en ser reglamentada.
SR. PRESIDENTE BROWN En realidad la ley todavía no ha sido sancionada y el proyecto se encuentra en el Senado.
SR. PAVÓN Así es; la iniciativa está en el Senado. Por eso estamos tratando de explicar la situación por la que está atravesando la industria nacional.
SR. PRESIDENTE BROWN Pero mientras tanto ustedes se manejan con un decreto reglamentario.
SR. BORSANI Y resoluciones del RENAR.
SR. PAVÓN Como dije antes, también se encuentra en el Senado un proyecto de ley por el que se modifica la ley 20.429.
SR. BORSANI ¿Es un proyecto del Poder Ejecutivo?
SR. PAVÓN Sí, que ingresó por el Senado.
SR. FABRIS También hay un proyecto de ley en la Cámara de Diputados. O sea que existen dos iniciativas similares. No recuerdo con exactitud el nombre de la senadora que elaboró la iniciativa...
SRA. CASSESE Entonces ese proyecto no es del Poder Ejecutivo.
SR. FABRIS No.
SR. CASSESE Sólo quería saber si se trataba de una voluntad del Poder Ejecutivo.
SR. FABRIS Es una iniciativa que está siendo analizada por la Comisión de Defensa Nacional.
SR. PAVÓN El RENAR, organismo dependiente del Poder Ejecutivo, ha trabajado en la elaboración del proyecto de ley que mencioné. Luego fue enviado al Congreso e ingresó por la Cámara de Senadores.
Nuestro pedido consiste en dar facultades al RENAR, o al organismo del Ministerio de Defensa que corresponda, para que los materiales que ingresan al país tengan el mismo tratamiento que reciben los nuestros cuando son exportados. No pedimos ventajas ni nada por el estilo. Tengamos en cuenta que hablamos de un sector particularmente sensible, porque no hay política de defensa ni logística de las fuerzas armadas que puedan sustentarse si no hay una industria nacional que las apoye. No podemos hablar de una dependencia absoluta en lo que respecta a la defensa nacional si no tenemos una industria capaz de abastecer al esfuerzo militar.
Nuestro pedido consiste en dar facultades al RENAR, o al organismo del Ministerio de Defensa que corresponda, para que los materiales que ingresan al país tengan el mismo tratamiento que reciben los nuestros cuando son exportados. No pedimos ventajas ni nada por el estilo. Tengamos en cuenta que hablamos de un sector particularmente sensible, porque no hay política de defensa ni logística de las fuerzas armadas que puedan sustentarse si no hay una industria nacional que las apoye. No podemos hablar de una dependencia absoluta en lo que respecta a la defensa nacional si no tenemos una industria capaz de abastecer al esfuerzo militar.
SR. PRESIDENTE BROWN Creo que el panorama está bastante claro y que podemos hacer lo siguiente.
El jefe de asesores de la Comisión de Industria, doctor Fernando Rosas, y todos los asesores quedan a la espera de que Caprodes se ponga en contacto con ellos para entregarles la totalidad de la documentación: decretos, resoluciones, leyes, reglamentaciones, los proyectos sancionados tanto por la Cámara de Diputados como por el Senado y también las iniciativas que mencionaron en el transcurso de la reunión, con el detalle de sus correspondientes giros.
Luego, en función de ello esta comisión prepararía un trabajo y organizaría una reunión con las autoridades del RENAR, reunión a la que creo que también debería asistir Caprodes.
El jefe de asesores de la Comisión de Industria, doctor Fernando Rosas, y todos los asesores quedan a la espera de que Caprodes se ponga en contacto con ellos para entregarles la totalidad de la documentación: decretos, resoluciones, leyes, reglamentaciones, los proyectos sancionados tanto por la Cámara de Diputados como por el Senado y también las iniciativas que mencionaron en el transcurso de la reunión, con el detalle de sus correspondientes giros.
Luego, en función de ello esta comisión prepararía un trabajo y organizaría una reunión con las autoridades del RENAR, reunión a la que creo que también debería asistir Caprodes.
SR. FABRIS Con mucho gusto, señor presidente.
SR. PRESIDENTE BROWN De esa manera nos formaremos una opinión sobre el tema y a partir de allí podrá haber un pedido de informes al Poder Ejecutivo firmado por los diputados de la Comisión de Industria o bien una solicitud nuestra a la autoridad administrativa de que modifique ciertas disposiciones reglamentarias vinculadas con la defensa de la industria nacional, tema que nos compete.
SR. FABRIS Totalmente de acuerdo, señor presidente.
SR. PRESIDENTE BROWN La Presidencia agradece al señor José Luis Fabris y al ingeniero Carlos Pavón su presencia en esta reunión y, de esta manera, la declara finalizada.
- Es la hora 11 y 5.