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Reunión del día 15/09/2004

- VARIOS

- En Buenos Aires, a los quince días del mes de septiembre de 2004, a la hora 10 y 39:
SR. PRESIDENTE BROWN Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Industria del día de la fecha.

Como el señor ministro de Infraestructura de la Nación hoy se encuentra en la Cámara asistiendo a otra reunión de comisión, en la que junto con unos setenta u ochenta diputados se está tratando el tema de Enarsa, creo que nos va a costar obtener un mayor número de legisladores.

En cuanto al temario de esta reunión, hay un proyecto de ley, cuyo tratamiento dejaremos para la semana que viene, y cinco proyectos de resolución y de declaración que pasaremos a la firma de los señores diputados dado que ya han sido analizados por nuestros asesores.

Este martes hubo una reunión conjunta de las comisiones de Recursos Naturales y de Legislación Penal. Nosotros no concurrimos porque no tuvimos tiempo de hacer las notificaciones pertinentes, pero quiero avisarles que se ha convocado a una nueva reunión conjunta para el 21 de septiembre a las 15 y 30 horas en la sala 4 del 3º piso, a efectos de tratar el proyecto de ley de los señores diputados Jalil y Accavallo. Por este motivo, le pediré a los asesores que hoy nos brinden su opinión para poder considerar ese tema el día martes.

En esto quiero ser muy cuidadoso porque es un proyecto de ley muy complicado. Aquí tenemos a señores empresarios, y si supieran las cosas que le les pueden pasar si no cumplen con los recursos naturales... Van presos. (Risas.)

De manera tal que este es un proyecto de ley respecto del cual tenemos, desde un primer momento, una opinión negativa. Lo digo públicamente porque ya lo he expresado. Pero la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano está impulsando esta iniciativa con mucha intensidad y nosotros vamos a ir a expresar nuestro pensamiento. Es un proyecto de ley que quiero analizar cuidadosamente. Y creo que la mayor parte de los integrantes de esta comisión vamos a tener una posición no muy favorable a ese proyecto, sin perjuicio del análisis que se realice. En consecuencia, vamos a solicitar a los asesores que en el día de hoy se aboquen al estudio de esa iniciativa.

Se encuentra presente el señor presidente de Basso S.A. y de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Repuestos para Motores, ingeniero José Luis Basso, quien ha venido acompañado por el director, el asesor y el secretario General de AFYDREM, señor Rodolfo Scaglione, ingeniero José Gariotti y licenciado Pedro Martín, respectivamente, como así también por el licenciado Ezequiel Dayar, de Comunicación Basso S.A.

Tiene la palabra el ingeniero Basso.

SR. BASSO Señor presidente: para nosotros es un honor estar en esta casa. Desde hace un tiempo nos están uniendo jornadas de trabajo; hemos compartido con ustedes diferentes circunstancias. Pero estamos muy emocionados de ver que en nuestro país se recuperó la vigencia del trabajo argentino. Entendemos que ahora sí estamos en la buena senda.

Quiero contarles brevemente qué es Basso S.A., porque ustedes han invitado al presidente de esta empresa. Y además quiero contarles qué es AFYDREM, porque ustedes también invitaron a un conjunto de empresarios amigos y colaboradores que conforman su Consejo Directivo.

Decía en Calafate que soy el orgulloso presidente de una pyme argentina que está ubicada en el interior del interior y que exporta el 90 por ciento de su producción, que es tecnología pura. Lamentablemente, el hecho de encontrarnos un poco tan distantes nos provoca todos esos problemas que poco a poco fuimos solucionando.

Hoy Basso S.A. posee tres plantas. En una, la principal, tiene 545 empleados; en otra, 200, y en la tercera, en el parque industrial donde se está instalando aquella famosa fábrica que compramos en los Estados Unidos, sólo tiene 50 o 60 empleados, pero como realmente estamos creciendo seguramente va a tener muchos más.

Decía que exportamos el 90 por ciento de la producción porque en los años 80 -o un poco antes, cuando me incorporé- tenía la suerte de provenir de una fábrica automotriz europea, donde había entendido que la Argentina, como tal, tenía poco futuro en materia de fabricación porque no se defendían principalmente los objetivos, que estaban dados por la conformación nata de la industria automotriz genuina con trabajo argentino.

Entonces nosotros buscamos nuestro destino y fuimos creciendo a través de círculos concéntricos. Primero crecimos y exportamos a países limítrofes. Eso nos llevó a que hoy exportemos el 90 por ciento, lo cual no nos satisface, porque sabemos que ninguna empresa puede estar cimentada solamente por un trabajo de exportación. De ese modo estamos sometidos a muchos avatares que no podemos dominar, como por ejemplo las políticas generales del país. Consideramos que tenemos que trabajar y recuperar el mercado doméstico, y por eso estamos en esta lucha de creer -lo dije el viernes a quienes nos acompañaron en la cena de FISFE- que no vamos a ser conocidos porque le vendamos válvulas a Ferrari. Nosotros debemos ser conocidos y famosos porque hace 40 años que estamos creciendo continuamente, trabajando tres turnos durante seis días por semana y también muchos domingos.

Eso es lo único que queda. El resto es un intercambio monetario que va y viene y seguro que nos reemplazan por quien lo haga más barato. Este ha sido un pequeño resumen de quién es Basso.

Ahora bien, Afydrem, es una asociación de fabricantes de partes de motor que nació en 1985 al influjo de entender que los que pertenecíamos a otras cámaras, que en ese momento se llamaban CIFARA y CAIA, no nos veíamos representados por la actividad del mercado de reposición. Nadie se acordaba del mercado del repuesto en aquel momento de euforia de las fábricas automotrices.

Quiero decir, señor presidente, que el mercado de reposición de autopartes es muy importante. Y fíjese cuán importante es que en la reunión de ayer evaluamos que se fabrican y se reparan entre 25 mil y 30 mil motores mensuales, que usan válvulas igual que los otros, cuando en la Argentina se fabrican 2 mil en todas las fábricas automotrices, es decir que el mercado de reposición consume doce veces más de nuestros productos. Evidentemente, el influjo de ese mercado era muy pujante y nos concatenaba con los países que nos rodean.

En el mercado de reposición trabajamos Juntas Meyro, Sintermetal, GKN, que antes se llamaba Dunkan, Federal Mogul, Taranto, Edival y entre los años 1990 y 1991 empezamos a ver una realidad: nos quedábamos sin fábricas de motores en la Argentina. Perdonen la pedantería, si a lo mejor soy un poco falto de términos políticos, no quiero ser agresivo pero nunca nos defendieron cuando los motores se iban de la Argentina. Parecía ser, y así se lo expresábamos cuando nos atendían los funcionarios, que Brasil era el lugar. Nos llegaron a decir que el destino nuestro era instalarnos en Brasil.

Comentábamos con el secretario, que hace muchos años que me acompaña -él también autopartista-, que a los que vivimos en el interior nos cuesta mucho más irnos. Por eso creímos que defender la fabricación argentina seguía siendo importante. Lamentablemente, esta lucha no siempre tuvo buenos resultados. También dije en una de mis charlas que no alcanzábamos a regresar a nuestra asociación que ya nos habían cambiado el secretario, el ministro de Industria o el de la Producción pero decidimos seguir luchando y en ella todavía hoy estamos enancados.

Nos llena de orgullo y de placer que nos reciban en esta comisión porque estamos tratando de dejar nuestro granito de arena en cada lugar. Sabemos que soplan vientos diferentes porque el presidente de la Nación ha dicho que lo que pasa en el rubro de las autopartes no es válido.

Ayer el señor canciller concurrió a la reunión que mantuvimos en la Unión Industrial Argentina, cuyo comité ejecutivo tengo el honor de integrar, y nos comentó que en la mañana del domingo había conversado con el canciller Amorin porque las autopartes iban a ser desenganchadas pues nadie imaginó que la Argentina tenía que quedarse sin industria automotriz o por lo menos sin fabricación de motores, que es lo que nos preocupa.

Quiero comentar, veo que muchos saben tanto o más que yo, que estar enganchados con los motores no es sólo vender partes. En la división ingeniería de la terminal en la que me tocó trabajar había 96 personas; era una generación de ideas, allí nació gente que hizo muy bien a toda la rama de la industria. La industria automotriz, fundamentalmente la de ingeniería y la de desarrollos, han sido fuente de alimentación de toda la industria.

El viernes el señor subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Federico Poli, dijo que si Roque Vasalli hubiera nacido en Estados Unidos hubiese sido Henry Ford. Hay muchos que si hubieran nacido en otros países hubiesen tenido mucha mejor acogida que la que han tenido en su propio país.

Consustanciándonos con lo que hicimos en Afydrem, -decían que éramos del mercado de reposición y salimos a defenderlo-, quiero comentarles que tuvimos el mismo problema en el mercado de reposición. ¿Saben qué hicimos? En 1984, cuando acá se creía que era mejor comprar productos de otro lado, cualquiera fuera antes que los nuestros, salimos a decir: "Se puede" y creamos una campaña que se llamó: "Sí al desafío". Seguramente que algunos de todos estos empresarios habrán estado con las alas bajas en ese momento porque veían lo que se venía y pertenecían a multinacionales que se achicaban, pero nosotros pudimos salir y estamos en plena actividad.

Por eso, como decía en mi Rafaela querida, era imposible que nos quisieran hacer comer queso francés, que regaláramos flores de Colombia, que el Kiwi viniera de países lejanos.

Esto no es política -reiteo que nunca me dediqué a la actividad política partidaria, sino a la política empresaria- pero es lo que creímos durante esos años. Claro, hoy parece una buena palabra, pero quizás, si pudiéramos remontarnos unos años atrás algunos de ustedes admitirían que no fue tan defendido de esta manera.

En relación con el tema de los motores, que venimos a presentar, en la anteúltima y última páginas de los gráficos que ustedes tienen, se muestra una realidad incontrastable. Si usted observa la última página podrá apreciar que la industria automotriz tuvo vaivenes de todo tipo -es decir, creció y bajó-, mientras que la de los motores nunca dejó de decrecer, llegando hasta la actualidad, en que la actividad es prácticamente nula. Se fabrican mil motores por mes; dos mil, ahora que la industria está creciendo.

Se incorpora a la reunión el señor diputado Francisco Virgilio Gutiérrez.
SR. BASSO Me pongo muy contento de que haya venido a esta reunión el señor vicepresidente de esta comisión, porque es metalúrgico. Y por todo lo que yo dije los integrantes de ese sector perdieron 200 mil puestos de trabajo. No todos fueron autopartistas, pero en aras de defender lo que es, creo que estará de acuerdo respecto de lo que nos pasó en la última década, en el sentido de que se han perdido puestos de trabajo y los autopartistas realmente hemos sido golpeados. Y los que quedamos no necesitamos tecnología, crédito ni nada, sino mercado. En otras palabras, se necesita entender que una industria automotriz -que todos defendimos- no es tal si no tiene el motor.

SR. PRESIDENTE BROWN ¿Me permite una interrupción, ingeniero?

SR. BASSO Sí, señor presidente.

SR. PRESIDENTE BROWN Quisiera saber si son ciertas las manifestaciones de FIAT y de Peugeot en el sentido de que empezarán a fabricar motores. En el caso de la primera, los motores que está produciendo en Milán los fabricaría en Córdoba. Asimismo quisiera saber cuánto representará esto.

SR. BASSO Es muy correcto. Cristiano Ratazzi y Luis Ureta son compañeros míos en la Unión Industrial Argentina. El primero está tratando de traer nuevamente los motores que se llevó, y me parece muy bien; aquí hay que tratar de ver hacia adelante y no hacia atrás. El otro día, en la Unión Industrial Argentina, me dijo que estaba luchando con el sindicato por si allá se sacaban puestos de trabajo. Y yo le pregunté: "¿Qué te dijeron cuando te los llevaste?" El se los llevó a Betín, en Brasil. Nosotros, los autopartistas, estábamos negociando para producir mil motores por día. Y nos quedamos con cero. Mil motores por día significan entre 230 mil y 240 mil motores anuales, que es lo que queremos recuperar.

SR. BORSANI ¿Cuántos puestos de trabajo representan?

SR. BASSO No tenemos aquí ese dato, pero depende del grado de integración. Yo estoy hablando solamente del motor, porque el tema del automotor se lo dejo a la AFAC, que evidentemente lo hace muy bien.

Y traje como asesor invitado al ingeniero Gariotti, que como todos ustedes saben fue secretario de Industria en la provincia de Santa Fe y, cuando estaba del otro lado, otorgó a General Motors una serie de prebendas para que se instale en esa provincia. Entre esas prebendas le pidió que fabricara motores.

SR. PRESIDENTE BROWN Por eso no se instaló en la provincia de Buenos Aires. (Risas.)

SR. BASSO Así es, señor presidente, y en ese momento usted era el ministro de la Producción de la Provincia de Buenos Aires.

SR. PRESIDENTE BROWN Me la sacaron del buche. (Risas.)

SR. GIORGETTI Ustedes se quedaron con Toyota y nosotros con General Motors.

SR. PRESIDENTE BROWN Reutemann siempre nos "factura" que nos quedamos con Toyota.

SR. GIORGETTI Hasta el 10 de diciembre tenemos al ministro de la Producción, que es el ingeniero Ricardo Fragueiro, quien me está diciendo que participó directamente.

SR. BASSO Sí, el ingeniero Fragueiro es el que firmó. Yo diría que utilicemos al señor diputado Giorgetti y al señor presidente de la Cámara para que cumplan lo que firmaron. Porque firmaron que iban a fabricar motores.

Perdóneme que me exprese con énfasis. En la vida empresaria puse toda mi fuerza. Como Basso S.A. nos va muy bien. Toda la producción de este año y la del próximo la tenemos vendida, y planificamos un crecimiento del 18 por ciento. Hemos incorporado en los últimos tiempos 150 personas; pero esta es una lucha de conjunto. Pero no todos estamos igual. No todos podemos crecer.

Por eso, quiero transmitirles lo siguiente: Basso, aunque tenga 600 empleados, en su cuadro de dirigentes, en su forma de trabajar, sigue siendo una empresa mediana. Antes de ir a una reunión a las diez de la mañana el presidente va a ver la fábrica. Pero no puede mandar cuatro o cinco ingenieros a Peugeot, a Fiat o a John Deere para ver cómo va a ser el modelo de 2007. Necesitamos fuentes de generación de ingeniería en Argentina; así me formé yo.

No quiero aburrirlos con mi exposición; me interesa que cada uno pueda manifestar su opinión. Solamente quiero reiterar lo que dije al principio. Somos orgullosos productores argentinos que día a día queremos crear más trabajo argentino. A la mayoría de quienes estamos acá nos va muy bien. No necesitamos crédito, no necesitamos nada.

Sólo les quiero contar una anécdota para demostrarles cómo cada país defiende su industria automotriz a su manera. Los coches Polo de Volkswagen, que exportamos a México, tienen el motor mexicano porque si no tienen menos ventaja para incorporarlos a su parque. Por supuesto que si no le ponían el motor mexicano le ponían el brasilero; nosotros no perdemos nada.

Es importante encontrar la forma de que el motor, que constituye el 40 por ciento del costo del automóvil -sumado a la caja y a la transmisión representa el 55 por ciento del valor de un auto- tenga el mismo componente argentino que todas las otras partes. No queremos que se cambie nada, solamente que se cumpla la ley. Están los decretos 939/04 y 660/00. Es muy simple.

Se trata de generar trabajo argentino. De la industria automotriz salieron los Berta, los Maldonado, los que están en la industria. Generaban fábricas de chasis, de acoplados, de estructura. La industria automotriz mide la capacidad adquisitiva que tiene un pueblo y también su capacidad de generar riqueza. En Argentina fabricábamos 250 mil motores y ahora 20 mil. En México fabricaban 600 mil y ahora 2 millones. Todos fueron creciendo. Se me ocurre que es una buena oportunidad para defender nuestro producto.

SR. PRESIDENTE BROWN Muchas gracias por su exposición. Realmente fue muy interesante. Si bien tuve oportunidad de hablar con el señor Basso en varias oportunidades y también recibí una información que trajo a la comisión, me quedé impactado porque si bien hay cosas que uno sabe, al analizarlas detalladamente la situación cambia.

Desde esta comisión acompañaremos todos estos reclamos.

Es más: me parece que sería interesante que planteáramos alguno de estos temas al Poder Ejecutivo como una preocupación de la Cámara. Personalmente voy a propiciar, a través de mis asesores, un planteo de esta naturaleza, vinculado con esta presencia de ustedes. Y lo voy a someter a la consideración de los integrantes de la comisión, para ver si nos quieren acompañar.

Además, me pareció positivo lo que se dijo recién, en el sentido de que FIAT está reviendo lo que alguna vez hizo y de que Peugeot está analizando esa posibilidad. Son cosas muy importantes.

SR. BASSO John Deere también está fabricando motores.

SR. PRESIDENTE BROWN Correcto, pero esto tendría que ser algo de mayor intensidad.

Pasamos a la ronda de formulación de preguntas por parte de los señores diputados.

Tiene la palabra el señor diputado Merino.

SR. MERINO Señor presidente: como ex funcionario de una empresa que mencionó el ingeniero Basso -y creo que actualmente tiene también un funcionario que perteneció a Volkswagen-, quisiera decir que a lo mejor es cierto lo relativo al tema de los motores. Nosotros, en la planta de Córdoba, hacíamos algo de motores. Pero dentro de las decisiones que la compañía tomó en aquel momento estuvo la de efectuar una distribución de lo relativo a las autopartes. En ese sentido dijo lo siguiente: "Dentro de la planta de Córdoba vamos a hacer transmisiones, no solamente para lo que se produce aquí sino también para el Mercosur y resto del mundo". Y lógicamente se decidió que los motores se fabricaran en Brasil.

Quiero mencionar que la planta de Córdoba, por ejemplo, en este momento está fabricando 2 mil transmisiones por día, con la posibilidad de crecer en mil más en los próximos dos años. Es decir que dentro de su distribución dijo: "Transmisiones vamos a hacer solamente en Córdoba y motores en Brasil". O sea que esa fue una decisión.

Lógicamente, también las multinacionales estaban en función de la estrategia de cómo veían el futuro del país. Hubo muchos cambios. Y como bien dijo el ingeniero Basso, por suerte hay una cierta tendencia a volver a fabricar muchas cosas aquí. Creo que el proyecto de FIAT, por lo que tengo entendido, está bastante avanzado. Es un proyecto importante que puede comenzar a dar sus frutos en el próximo año. La propia Volkswagen anunció también que iba a comenzar con una nueva plataforma de vehículos.

De manera tal que afortunadamente se están registrando algunos cambios. Y creo que la industria automotriz tiene que retomar un poco el poderío que tuvo en la Argentina.

Quería aclarar este tema, como así también el vinculado con la exportación de automóviles Polo a México. Lógicamente, aquí no hay fábricas de motores, por lo que de algún lado había que sacarlos. Ojalá realmente se puedan empezar a fabricar motores y se empiece a integrar el auto, como ocurría originariamente.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Francisco Gutiérrez.

SR. GUTIÉRREZ (F.V.) Señor presidente: si bien escuché la última parte de la exposición del ingeniero Basso, comparto el diagnóstico. Nosotros hace diez años que venimos discutiendo el tema automotriz en la UOM. Usted, señor presidente, nos conoce porque sabe que hemos estado luchando a brazo partido para que la industria no se vaya de la Argentina, por ejemplo, a Brasil. Tenemos que recuperar la industria. Actualmente el presidente está planteando esta discusión en el ámbito del Mercosur. Me parece que debemos aportar ideas acerca de cuál es el marco de recuperación que podemos tener. Yo siempre insistía en que la Argentina no tenía un auto popular o económico. Incluso durante el gobierno del presidente Menem se dictó un decreto por el que peleamos mucho y que fue derogado durante el gobierno del doctor De la Rúa. De esa manera nos quedamos sin ese decreto para la industria.

En 1991 el régimen automotriz nacional terminó desvirtuándose. Perdimos el régimen y se lo cedimos a Brasil. Se lo regalamos, porque ese país ni siquiera tenía un régimen aceptado por la OMC. Se tuvo que asociar con nosotros para que pudiera ser aprobado el régimen automotriz común del Mercosur.

De manera tal que nosotros, que teníamos el régimen aprobado, se lo regalamos a Brasil y nos quedamos sin industria. Parece cosa de locos, pero es así.

SR. BASSO Pero no para el sindicato.

SR. GUTIÉRREZ (F.V) Hicimos una marcha conjunta con empresarios autopartistas y la UOM pidiendo que se revirtiera esa situación y en ese momento entendieron que la globalización implicaba que desapareciera la industria porque éramos supuestamente ineficientes y de baja calidad, cosa que no es cierta.

Ahora estamos en el debate de la recuperación de la industria del sector metalmecánico porque hay que incorporar chapa, motores, conjuntos mecánicos. Entonces una propuesta era el régimen que está establecido, buscar la forma de que los componentes tengan una participación cierta porque hay un sistema de 40-60, o que del 60 por ciento, 50 por ciento tendría que ser nacional; siempre estamos en el 50 nacional y nunca sabemos cómo se mide, si pieza sobre pieza, conjunto sobre conjunto, valor auto; al final no sabemos cuánto es. Hoy no hay una estadística.

En esta comisión hemos solicitado un pedido informes y todavía no tenemos respuesta pero me parece que hoy hay una posibilidad de discutir el tema. Debemos incorporarnos en el foro de competitividad de la industria automotriz y hacer un planteo del sector autopartista, del sistema de medición de componentes, para el auto en general y el motor, a fin de que exista una medición clara, concreta y definitiva. Quizás tengamos que elaborar una ley específica, porque no hay otra manera.

De otro modo, todos sabemos, las terminales diseñan la política automotriz a nivel mundial, no la diseñan en la Argentina y dentro de ese diseño somos los últimos. Corresponde al Estado y quizás a nosotros como legisladores tener una ley para que la Argentina no termine perdiendo definitivamente su industria, porque la verdad es que si el año que viene hubiese libertad de mercado entre Brasil y Argentina, la industria automotriz desaparece; esto es claro y concreto, nos quedaríamos sin industria.

Por ese motivo el presidente, con buen tino, ha dicho que se tiene que postergar el régimen. Hay que aprovechar esta situación para que nosotros podamos elaborar una propuesta de medición y una legislación que impulse también plataformas de autos chicos, como tiene Brasil.

El 60 por ciento de los autos que se venden en Brasil son pequeños, importamos motores y nosotros no tenemos fabricación. La especialización no ha existido y esta es la verdad. Quiero decir que estamos dispuestos a aportar y a impulsar. Estamos trabajando con varios colegas, con los asesores de la comisión y con las cámaras empresarias para elaborar un proyecto de ley sobre la industria automotriz.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor Basso.

SR. BASSO Usted dijo, y es cierto, que las automotrices diseñan a nivel mundial y yo le agregaría que en todos los casos que conozco, en todos los países del mundo, se adaptan a las leyes locales.

SR. GUTIÉRREZ (F.V) Por eso dije que el Estado debe crear la ley.

SR. BASSO El Estado debe marcar los límites y ellos lo diseñan.

Una vez le dije a un ex presidente: "Le pido un solo favor, usted hable del contenido". Algún día vamos a pedir que se cumplan las leyes. Cuando uno dice eso, les entra miedo.

SR. GIORGETTI Deseo agradecer a los señores presidente y vicepresidente de la comisión y a mis colegas diputados que hoy participan de este encuentro, porque en la sala contigua se está llevando a cabo una reunión de alto voltaje, entre el ministro de Infraestructura y legisladores pertenecientes a cuatro comisiones. Nosotros también debiéramos estar allí, y por eso les agradezco el acompañamiento y el haber escuchado las inquietudes de nuestros invitados.

Quiero comentar que comparto el planteo del señor diputado Gutiérrez con respecto a que tenemos una ley. Nosotros ya redactamos el proyecto de resolución, el presidente y todos los miembros de esta comisión lo acompañaron con su firma, donde planteamos que debía cumplirse el decreto. Ya está y fue aprobado pero pareciera ser que no nos alcanza.

Entonces, como todos los presentes coincidimos en que queremos que los que generan puestos de trabajo en este país sean declarados ciudadanos ilustres, porque es lo que necesitamos en esta pelea contra la pobreza, vamos a llevar adelante y a habilitar el tema que creo debiera terminar siendo ley.

En estos últimos treinta segundos deseo plantear que como rafaelino me siento muy orgulloso de nuestra industria local. El señor Basso no lo dijo pero ellos exportan por 8.500 dólares la tonelada, eso es valor agregado, eso es plata en el bolsillo de los rafaelinos; son sueldos.

Entonces, se trata, también, de una pequeña parte de la estrategia, porque a veces la gente no sabe cuáles son las cosas que se pueden lograr desde la política y dice que los legisladores hacen poco. Hoy están aquí el legislador de la región, el ingeniero Rubén González -que además fue intendente de Sunchales pero que viene en representación de su centro comercial e industrial para llevar también esta inquietud a su ciudad-, el ex secretario de Industria -a quien no mandamos a retiro, sino que sigue trabajando en Rafaela- y a nuestro ministro de la Producción, que también está colaborando en este equipo para que se sancionen mejores leyes.

Eso nos hace sentir orgullosos. Nosotros disfrutamos los espacios, y cada vez que sale un viaje hacia algún lado en el que podemos motorizar nuestra industria -como ocurrió, por ejemplo, hace dos meses en Venezuela- siempre hay uno de nosotros -en ese caso fui yo- que va para observar cuál es la "movida", a fin de transmitir rápidamente dónde están las oportunidades comerciales que permitan posicionar a nuestra región en el mundo.

Eso es lo que quería decirles, porque no siempre hay oportunidad de hacerlo. Y creo que lo que está ocurriendo en el día de hoy constituye un ejemplo que indica claramente las ganas que tenemos de seguir generando industrias fuertes y puestos de trabajo.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Señor presidente: estoy realmente complacido porque la información que nos dieron desde la Cámara ha sido muy consistente y esclarecedora. En mi caso provengo de una provincia donde de algún modo no tenemos contacto con la industria automotriz porque no se fabrican autopartes. Pero de todas maneras, al igual que el resto del país, sentimos lo que ha significado la década pasada en términos de pérdida de puestos de trabajo. Y estamos muy preocupados porque esto, de algún modo, se repite bastante seguido en esta comisión, cuando escuchamos lo que pasa en los distintos sectores de la economía que, obviamente, están especialmente vinculados con la industria.

Yendo al tema que me preocupa, básicamente quisiera preguntar a nuestros invitados cuáles fueron los principales motivos -obviamente, más allá de las variables macroeconómicas, como por ejemplo el tipo de cambio- que han hecho que dejáramos de producir el 90 por ciento de los motores que se requieren para los automotores que se fabrican en nuestro país. Como decían nuestros invitados, de 260 mil motores que se fabricaban actualmente se están produciendo algo más de 20 mil.

Me gustaría saber cuáles son los principales motivos por los que ha ocurrido esto, qué deberíamos hacer para recuperar esa posición y, además, cómo tendríamos que actuar para generar un plan estratégico que nos permita posicionar la Argentina, a los efectos de ser tenidos en cuenta como país en este diseño al que se refirió el señor diputado Francisco Gutiérrez, que en definitiva es internacional.

En otras palabras, las automotrices, que son internacionales, tienen un diseño a mediano y largo plazo de cómo va a funcionar esa industria en todo el mundo. Y deben tener en cuenta qué es lo que pasa en los distintos países para que éstos estén incluidos en ese desarrollo.

SR. BASSO Posteriormente el secretario quisiera decir algunas palabras al respecto. Pero yo le voy a responder, señor diputado.

SR. BORSANI Si me permite, ingeniero, quisiera agregar algo: el tipo de cambio se modificó y sin embargo no volvimos a producir 200 mil y pico de motores. En otros ámbitos de la industria ese tipo de cambio generó una sustitución de importaciones y, además, exportaciones. Y en el caso de los motores seguimos más o menos en esos niveles.

SR. BASSO Cuando llevamos adelante toda esta lucha o trabajo empresarial tuvimos diferentes propuestas. Por supuesto que el ex gobernador Reutemann me llamó y me dijo: "José, vamos a hacer los motores nosotros". Los motores no los podemos hacer nosotros. No nos falta capital, señor diputado. Pero esto está vinculado con una política. En una parte de mi alocución manifesté -no sé si entendió porque lo dije rápido- que nuestros ingenieros están en Francia y Canadá diseñando el motor del 2008. Son ingenieros de Basso S.A.

Esa es una política de la empresa; la empresa sabe cuál es el motor, como así también los materiales que se van a utilizar. No podemos hacer un motor para vendérselo a Peugeot.

Sí le podemos vender 4 millones de válvulas anuales a Peugeot Francia para esos motores.

Cuando se empezaron a ir comenzamos a luchar. A veces hasta mis propios compañeros bajaban los brazos. Parecía que trabajar en Argentina no tenía sentido. Parecía que defender y legislar para defender el trabajo argentino era inútil.

En ADIMRA dicen -yo no lo medí- que perdimos 300 mil puestos de trabajo en la industria metalmecánica. Somos capaces y baratos; el operario argentino tiene una capacidad y vocación tremenda; que alguien me explique por qué en Ford ponen el motor hecho en Bélgica, donde cobran 20 euros la hora. Nosotros no tenemos una respuesta. Creo que faltó un Galioti, un Giorgetti en la industria automotriz, alguien que se sienta argentino. Ustedes me podrían preguntar por qué no voy a vender a Brasil. Yo voy, pero en Brasil me dicen: "¿por qué te voy a comprar a vos? Le compro a los brasileros." Acá no pasaba lo mismo. Acá todo lo importado era lo mejor. Esto nos llevó a una gran decadencia.

Cuando Autolatina se separó les pregunté quién se quedaba con la línea de motores y me dijeron que no lo habían pensado. Y no se la quedó nadie. No se fabricaron más motores. Era más negocio traerlos.

Algunos vehículos entran a 2.700 dólares. Lo sabe el secretario de Industria. Esto no es nuevo. Esta es la Argentina que se viene.

Si vamos a dar batalla hagámoslo en forma. Somos capaces de producir. Somos orgullosos productores argentinos. Quienes estamos aquí -y me cuento entre ellos- caminamos las fábricas, vemos las máquinas, estamos presentes en todo el proceso.

SR. MARTÍN Agradezco ante todo el poder estar aquí con ustedes, que son los que en definitiva trataran el tema y llevarán a una mejora de esta problemática.

Pertenecemos al sector pymes. Creemos que las pymes pertenecen a la sociedad; son bienes sociales. La mayoría de quienes tenemos pymes así lo entendemos. Desde muy joven participé fundamentalmente en el tema de autopartes. Muchos amigos que me enseñaron hoy no están y ninguno se llevó los ladrillos.

Cuando se firma el Protocolo Nº 21 con Brasil y comienza la amenaza Argentina-Brasil, el presidente de nuestra asociación, que es quien nos lleva a esta lucha y trabajo, el padre del señor José Luis Basso, Juan Basso, fue el único que dijo que sí a la asociación con Brasil. Fue el único -aunque acompañado lógicamente con un mismo pensamiento- que apoyaba esa asociación, contra todo el resto que quería la protección. Cuando le preguntaban por qué decía que entre perder un 5 por ciento y arriesgarse a ganar un 20 por ciento, prefería arriesgarse y ganar. Era muy cierto.

Creo que hoy nuestra asociación se forma por la necesidad de enfrentar las dificultades y no ceder hacia la apertura económica. Está en la famosa globalización e integración. Decidimos apoyar la apertura y luchar contra lo que venía. El mercado de reposición se desenvuelve por medio de distribuidores. Esos distribuidores tuvieron esa oportunidad por el hecho de importar los mismos productos que nosotros fabricábamos. Es ahí cuando Afydrem dice sí al desafío que implicaba, continuando con la atención de nuestros clientes para no perder esos mercados. Aceptamos las reglas. Eso es lo que hoy nos permite estar acá y poder decir que el sector de Afydrem está muy bien y por eso viene a plantear el futuro. El futuro debe plantearse cuando se está bien, no cuando se está mal.

Queremos que ustedes sepan que detrás de esta asociación encontrarán el respaldo a las propuestas y defensa que hagan del trabajo argentino.

Voy a manifestar un pensamiento que expresé en el año 2001, en plena crisis de nuestro país, cuando la Argentina aparentemente no encontraba un rumbo. En una reunión celebrada en un país europeo, el presidente de una caja muy importante de ese continente y director de la asociación o federación de cajas europeas -que como ustedes saben son las que en este momento mayor concentran la mayor cantidad de depósitos de ciudadanos europeos- manifestó que la Argentina era el único país considerado potencialmente como que podía pagar la deuda externa.

Como se imaginarán, en el año 2001, con los sustos que uno tenía, lo primero que hice fue preguntar por qué. Entonces me dijo algo fundamental: que los países se desarrollan bajo dos grandes megavariables, que son las riquezas natural y la humana. Y era así. En una cena realizada con motivo del cumpleaños de mi esposa me dijo que la Argentina tenía esas dos megavariables, es decir, riquezas naturales y una riqueza humana que no había en toda Latinoamérica.

En base a eso, que comentamos con nuestros colegas, seguimos adelante. Hoy estamos trabajando en los sectores de partes y de motores. No lo estamos haciendo a full, porque algunos tenemos capacidad para realizar un segundo turno. Durante los últimos tres años todos hemos crecido en lo relativo a nuestro personal. Logramos frenar muchísimo la importación de partes. Y es lo que yo digo: ¿cómo puede ser que fuimos competitivos en el mercado de reposición y no podíamos serlo en lo que respecta a la fabricación de motores? O sea, ¿las autopartes para armar el motor en otros países eran competitivas y no lo eran en la Argentina? ¿O había otras razones que hacían a eso?

Creemos que vamos a luchar por esto porque tenemos la oportunidad de colaborar en el problema que realmente tiene hoy la Argentina, un país que he adoptado como mío no siendo argentino y teniendo la posibilidad de estar en otro.

Tenemos la posibilidad y la obligación de mejorar el aspecto social de nuestra sociedad. De una vez por todas debemos entender que todos integramos una sociedad con diferentes responsabilidades, pero que todos necesitamos de ella. Nosotros, los miembros de la AFYDREM, hemos decidido que vamos a colaborar para que así sea.

Cuando ayer planteábamos los desafíos que se nos pueden presentar, con un sí al motor argentino, hubo una pregunta que fue muy importante: ¿podremos responder a esos desafíos? No tengan la menor duda de que sí. ¿Y por qué vamos a responder a ellos? Porque hay una diferencia que hoy, si se quiere, se ha igualado en el mundo: antes, a nosotros, a una pyme, se nos hacía muy difícil competir con una multinacional. No teníamos tecnología ni conocimientos para hacerlo. Hoy la tecnología y los conocimientos están en la Argentina. Lo que las multinacionales no tienen es la capacidad de decisión, la de estar a las seis de la mañana en la planta, la de diseñar rápidamente lo que sea y la de brindar un servicio completo.

Y les voy a comentar otra anécdota que para nosotros fue muy positiva y que nos llevó a ser lo que hoy somos. Cuando se abren estos mercados las pymes no molestamos a las grandes empresas. Entonces vienen y hacen dos cosas: se asocian o nos compran. Primero, antes, estaba el royalty, que ya no les resulta favorable porque significa competencias posteriores. Asociarse tampoco, porque realmente quieren ser dueños y señores de las decisiones. Entonces terminan comprando.

Imagínense que en ese momento algunas empresas tenían que tomar la decisión de decir sí o no. Como las pymes, en general, son nuestra fuente, ya no de trabajo, sino de vida -para el empresario argentino una pyme es una fuente de vida más que de trabajo, y si no que se lo digan a un empresario que tiene 72 años de edad y todavía no se quiere retirar de la empresa-, entonces dijimos lo siguiente: "Entre tener unos dólares en el banco y seguir con la actividad, vamos a hacer esto último".

Entonces, un importante funcionario, que para el producto que nosotros fabricamos representaba a uno de los más grandes del mundo, nos manifestó que tuviéramos cuidado con la decisión porque si nosotros no vendíamos la planta era muy probable que esta firma viniera a la Argentina y nos quedáramos sin la empresa. Yo le dije que eso lo habíamos pensado pero que todo dependía de dónde iba a darse la batalla y puse un ejemplo muy sencillo. Si usted está en un portaaviones, nosotros en un gomón fuera de borda y salimos a enfrentarnos en Mar del Plata, tenga cuidado, porque si viene una ola y nos acerca al Río de la Plata usted va a encallar. Esa política es la que aplicamos las pymes y que hoy nos hacen altamente competitivas porque tenemos calidad, precio y servicio.

Entonces, ¿qué es lo que pedimos y lo que pide siempre nuestro presidente? Igualdad de condiciones. Porque ese desafío nos obligó a perfeccionarnos y la exigencia lleva a mejor resultado. Nosotros hoy estamos de acuerdo con el mercado común pero que sea mercado común para vender y para invertir, que las asimetrías sean iguales y que las acciones fiscales de los países sean iguales. Los motores no se fueron de la Argentina porque las autopartistas no fueron capaces de competir, los motores se fueron de la Argentina porque se los premió con beneficios fiscales. Entonces, pedimos que nos pongan igualdad de condiciones, aceptamos el desafío como lo aceptamos, como dijo nuestro presidente, y no les quepa la menor duda que eso va a significar automáticamente una mejora -este es el tema que debe preocupar al diputado Gutiérrez- para que vuelva a existir trabajo genuino. Porque nosotros suplantamos la alta tecnología de punta, que no es aplicable en los mercados pequeños, con un crecimiento directo de la mano de obra.

En estos momentos estamos en condiciones de duplicar nuestro personal de aquí a dos años, con o sin motores. Lo que pedimos es que se fabrique el motor en la Argentina para generar trabajo argentino, además de lo que ha expresado el ingeniero, para mejorar el problema social. Para AFYDREM es importantísima la capacitación y en definitiva la búsqueda de una solución social al problema que nos apena a todos.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor Gariotti.

SR. GARIOTTI Quiero contar una anécdota que es muy representativa de la situación.

Cuando estuvimos en función de gobierno buscábamos inversiones y Honda era una de las que nosotros intentábamos traer a la Argentina. Ustedes saben que prácticamente todas las motos en la Argentina son Honda, entonces nos entrevistamos con la dirigencia de esa empresa y muy pragmático el "japonesito" nos dijo: "Tu país no me exige nada que realice industrialmente. Dejame que yo comercialice solamente, es más barato y puedo traer mi mercadería". Hoy la moto viene de Manaos y nosotros no le pusimos ninguna condición de mercado para que venda su producto en la Argentina, porque ello significaría un grado de valor agregado nacional. Yo creo que esto es lo que tenemos que buscar: cuál es el grado de valor agregado.

SR. BASSO Son motores también. Son cien mil o doscientos mil por año y usan válvulas, juntas y pernos.

SR. GARIOTTI Los otros días, con el tema de Caracoles, nos enfrentamos a la misma situación. ¿Cuál es el valor agregado nacional que tenemos que incorporar a cualquier obra que se realice en la Argentina?

SR. PRESIDENTE BROWN Agradezco la presencia de todos ustedes.

Deseo que conozcan que estamos trabajando. En este sentido, omití comentarles, luego de un agregado que hizo el señor diputado Giorgetti, que se realizó un pedido de informes sobre el cumplimiento de componentes nacionales. Fue firmado por todos los diputados, fue aprobado por la Cámara y en estos momentos se encuentra en el Poder Ejecutivo.

SR. BASSO Yo logré que en el día de ayer la Unión Industrial Argentina publicara una carta -observen los avances- felicitando al presidente por lo que dijo respecto del tema de las autopartes. No olviden que Ratazzi, Larrizabal y Ureta están en esa mesa.

SR. PRESIDENTE BROWN Pero ahora Ratazzi está cambiando. (Risas.)

No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.

Es la hora 11 y 31.