Comisiones » Permanentes » Comisión Permanente de Industria » Reuniones » Versiones Taquigráficas »

INDUSTRIA

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P01 Oficina 106

Miércoles 12.00hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2107 Internos 2107/06/68

cindustria@hcdn.gob.ar

  • RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
  • MERCOSUR
  • INDUSTRIA
  • COMERCIO

Reunión del día 06/11/2001

- REUNIÓN CONJUNTA CON MERCOSUR E IND Y COMERCIO - INVITADOS DEL SECTOR SIDERÚRGICO DE CANCILLERÍA Y DE SECR DE IND Y COM POR MEDIDAS DE EEUU CONTRA EXPORTACIÓN SIDERURG ARG

  • FINANZAS

Reunión del día 28/08/2004

- REF. SECTOR AGROPECUARIO - BNA

En Buenos Aires, a los seis días del mes de noviembre de 2001, a la hora 17 y 27:
SR. PRESIDENTE RAIMUNDI Queda abierta la reunión conjunta de las comisiones Parlamentaria Conjunta del Mercosur, de Relaciones Exteriores y Culto, de Industria y de Comercio.

Ante todo quiero comunicarles que la versión taquigráfica de esta reunión será luego editada y enviada a ustedes, de modo de contar con un material que pueda perdurar en el tiempo más allá de lo que dure esta reunión.

Deseo agradecer la presencia de nuestros invitados a esta reunión conjunta de diferentes comisiones vinculadas con el tema comercial en general, y con el de la siderurgia en la Argentina en particular. Esta reunión surgió en la comisión que presido a iniciativa de la señora diputada Beatriz Nofal, quien había tenido un encuentro con representantes del sector como consecuencia de los problemas originados por las medidas adoptadas por los Estados Unidos contra las exportaciones siderúrgicas argentinas.

Por lo tanto, decidimos convocar a las comisiones involucradas a efectos de recibir a distintas autoridades del sector siderúrgico, de la Cancillería y de las secretarías de Industria y de Comercio, por lo que considero que se puede producir un intercambio de ideas muy provechoso. Comenzaremos con la presentación que efectúe el ingeniero Carlos Leone, presidente del Centro Industrial Siderúrgico, y seguiremos con la proyección de las transparencias que han preparado. Luego abriremos el intercambio de opiniones, y si hay algún tema que resolver con la participación de los funcionarios del gobierno, les daremos la posibilidad de participar. De lo contrario, pasaremos a las preguntas de los señores diputados, siempre con el objetivo de lograr el mayor consenso posible en defensa del sector siderúrgico ante el problema ya mencionado.

En todas las comisiones de esta Cámara, frente a temas que son centrales a los intereses nacionales, nos hemos movido con un criterio de políticas de Estado, sin distinción de fuerzas políticas. Aquí se exponen las opiniones con mucha sinceridad y buena fe, pero sin que en ningún momento sean teñidas por las banderas partidarias. Eso es algo que puede ayudar mucho a la unidad de criterio que se necesita para generar un consenso más importante a nivel legislativo, con el fin de dar mayor fuerza a la posición argentina desde este Congreso, mediante los mecanismos que nuestras facultades nos otorguen.

Tiene la palabra el ingeniero Carlos Leone.

SR. LEONE Agradezco muy sinceramente que se haya armado esta reunión conjunta de las comisiones Parlamentaria Conjunta del Mercosur, de Relaciones Exteriores y Culto, de Industria y de Comercio porque semanas atrás Estados Unidos tomó unilateralmente una medida de protección de su industria siderúrgica en la que se ve involucrada la Argentina de dos maneras. En primer lugar, por aquellos productos que nuestro país exporta a los Estados Unidos y, en segundo término, por el desvío de comercio que esta medida puede generar en el mundo y los serios inconvenientes que puede acarrear a la Argentina.

Deben tener en cuenta que esta medida proteccionista que Estados Unidos ha tomado tiene que ver con el comercio de acero de la Argentina hacia aquel país, el cual representa menos del 3 por mil del consumo aparente americano y menos del 1 por ciento de las importaciones siderúrgicas de Estados Unidos. Aun así, coloca a la Argentina en la lista de países sobre los cuales va a realizar una investigación.

Creo que del esclarecimiento que entre todos hagamos de esta cuestión surgirá -como decía el diputado Raimundi- una política de Estado que genere una respuesta frente a medidas tomadas contra la siderurgia pero que también han sido adoptadas contra otros productos argentinos que se exportan a Estados Unidos, como ocurrió hace muy poco con la miel.

El ingeniero Novegil va a hacer una presentación que se expuso en Lima hace exactamente quince días y que cuenta con el consenso de la siderurgia latinoamericana, desde México hasta la Argentina. Si ustedes leyeron algún matutino de buena circulación el lunes de la semana pasada, habrán visto una solicitada de la siderurgia latinoamericana referida a cómo pensamos nosotros que se debe realizar el comercio en las Américas.

SR. NOVEGIL Soy director de Siderar en la Argentina, director del Instituto Latinoamericano del Hierro y del Acero, que es la entidad que nuclea a los productores siderúrgicos latinoamericanos, y director del International Iron and Steel Institute, que es la entidad que agrupa a los productores siderúrgicos de todo el mundo.

La siderurgia está pasando por una crisis que no tiene precedentes en la historia registrada. Esta crisis se ve reflejada en una enorme caída de los precios siderúrgicos a nivel mundial y también en una difícil situación financiera de cada una de las empresas productoras en diferentes lugares del planeta. Esto sucede a tal punto que la situación de la industria se está transformando en una cuestión de Estado y preocupa a los gobiernos, los que están encarando algunas soluciones -como después vamos a ver- en el ámbito de la OECD, que es la organización que agrupa a los países en desarrollo.

En Estados Unidos la industria siderúrgica está pasando una crisis muy particular. De hecho, el 60 por ciento de la oferta norteamericana de productos siderúrgicos está en convocatoria de acreedores, es decir, en default de pago de intereses. Ante esta situación, el presidente Bush el 22 de junio del corriente año inició una acción de salvaguardia general denominada Acción 201.

Al contrario de lo que ocurre con las denuncias de dumping, la acción de salvaguarda tiene sólo que probar la existencia del daño, no importa la causalidad entre competencia desleal y daño. Probada la existencia de daño a la industria local se entra en una etapa en la cual el presidente, junto con sus asesores, busca remedios a esta situación de dumping.

Entonces, la Acción 201 comienza el 22 de junio y se abre una etapa en la cual tiene que probarse que la industria norteamericana fue dañada. El 22 de octubre ITC encuentra que efectivamente hubo daño en aproximadamente el 80 por ciento de las importaciones de acero que se realizaron en Estados Unidos. Ahora se abren dos etapas: la recomendación al presidente de qué medidas puede implementar para paliar el daño que se encontró en la acción del 22 de octubre y, la segunda, la decisión presidencial de qué medidas se implementan para solucionar esta cuestión de daño. Esto va a transcurrir en los próximos cuatro meses.

El 22 de junio comenzó un proceso que termina el 18 de febrero con la imposición de alguna solución a las dificultades que tiene la industria siderúrgica.

Esta crisis internacional que estaba mencionando hace que en la actualidad veinte empresas norteamericanas, que representan aproximadamente el 60 por ciento de la oferta total de productos siderúrgicos, esté en situación de chapter 11, que es el equivalente a nuestra convocatoria de acreedores.

En la determinación del daño que realiza el 22 de octubre el ITC se analizan las importaciones de los diferentes productos siderúrgicos. Como mencioné al comienzo de la presentación, Estados Unidos determina que el 80 por ciento de las importaciones realizadas está dañando a la industria siderúrgica local. Voy a entregar carpetas con la información y en el gráfico podrán observar cada uno de los productos siderúrgicos.

Para esta Acción 201 Estados Unidos divide al mundo en tres regiones: Canadá, México y el resto del planeta. Hace esta división porque Canadá y México forman parte del espacio común del NAFTA. Entonces, Canadá aparenta no hacer daño en la gran mayoría de los productos, sólo se encuentra daño de Canadá en las barras de acero, perfiles y en las barras terminadas en frío, que son productos largos, fundamentalmente utilizados por la industria de la construcción. Sin embargo, Estados Unidos encuentra que México sí daña con sus exportaciones a la industria siderúrgica norteamericana en los productos planos, que son los que en Argentina produce Siderar. El resto del planeta Tierra daña a los Estados Unidos en casi todas las cosas que hoy está exportando.

- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, doctor Marcelo Stubrin.
SR. NOVEGIL Cuando la Acción 201 entra en la etapa de remedio puede terminar en tres tipos de acciones, es decir que el presidente Bush puede determinar tres tipos de acciones para compensar a la industria siderúrgica norteamericana de la existencia de un daño que le estaría infringiendo el resto del planeta Tierra. Estas medidas, de acuerdo con la ley norteamericana, pueden ser: un aumento de arancel, la fijación de una cuota que limite la importación de productos siderúrgicos a un determinado volumen o una combinación de ambas soluciones. La ley no contempla otro instrumento más que estos tres que he mencionado. Repito: el aumento de aranceles de Estados Unidos a importaciones siderúrgicas, la determinación de una cuota, es decir una restricción cuantitativa, o una combinación de ambas acciones.

La medida tiene una duración de cuatro años y se puede extender por una vez, esto es, si persiste la situación de crisis en la industria siderúrgica norteamericana. Entonces, el efecto de la Acción 201 puede dañar a la Argentina por un período aproximado de ocho años.

La Acción 201 significa para la Argentina fundamentalmente dos cosas. En primer lugar, se cierra el mercado norteamericano para nuestras exportaciones, es la consecuencia más inmediata. El segundo efecto indirecto, y tal vez más grave que el anterior, es que Estados Unidos es el país que más importa productos siderúrgicos del mundo. Estados Unidos consume alrededor de 120 millones de toneladas de acero por año, produce sólo 84 millones de toneladas, entonces, tiene una importación necesaria del orden de los 36 millones de toneladas -cifra que importó en el 2000-, es decir, el equivalente a diez veces la producción y el consumo total de la Argentina.

En el gráfico de abajo vemos que los Estados Unidos importan aproximadamente 11 millones de toneladas de Europa, 9 millones de Asia, 7 millones de América latina y 5 millones de Canadá y México. Asimismo importa muy poco de Africa y Oceanía.

En definitiva, el hecho de que se cierre el mercado norteamericano a las importaciones de 36 millones de toneladas de acero implica que la Argentina tiene el enorme riesgo de que se desvíe una parte de este comercio y termine desplazando producción local eficiente en nuestro país.

Entonces, la Acción 201 de los Estados Unidos tiene dos impactos importantes. Primero, nos cierra la posibilidad de exportar a ese mercado, que para nosotros es importante, y segundo, nos expone al tremendo riesgo de que se desvíen las toneladas que hoy están siendo importadas y terminen aterrizando en la Argentina, dañando a nuestra industria nacional.

¿Qué ha hecho el mundo ante esta acción de los Estados Unidos? Hasta ahora la mayoría de los países ha reaccionado en dos vectores. Por un lado, se defienden de los Estados Unidos para tratar de encontrar soluciones que los dejen fuera de la restricción de importación. Por ejemplo, México y Canadá aducen que al formar parte de un espacio económico de libre comercio con los Estados Unidos, que es el NAFTA, no tendrían que estar cubiertos por la Acción 201. Esa es la acción defensiva de México y Canadá tratando de dejar sus exportaciones de los Estados Unidos fuera de la cobertura de la Acción 201.

Y por el otro, la mayoría de los países se están cubriendo del desvío del comercio derivado de la Acción 201 de los Estados Unidos subiendo sus aranceles, aceitando los mecanismos de la defensa de la competencia mediante imposiciones de derechos antidumping y antisubsidios y, como en el caso de Tailandia, implementando sobrearanceles y medidas de certificación de calidad en forma previa a las importaciones. Por ejemplo, México, hace aproximadamente un mes, subió los aranceles al 25 por ciento. El nivel de protección arancelaria de ese país previo a la Acción 201 era del 13 por ciento; hoy es del 25 por ciento. Y en la actualidad consideran que ese valor del 25 por ciento no es suficiente y están pidiendo al gobierno mexicano que se eleve al 35 por ciento, que es el máximo que permite la Organización Mundial del Comercio. Venezuela, por ejemplo, también le está pidiendo al gobierno que se incrementen los aranceles hasta un máximo del 35 por ciento, que también es permitido por la Organización Mundial del Comercio.

Hay dos foros en los cuales se está discutiendo en este momento la problemática de la crisis siderúrgica y sus consecuencias sobre las industrias nacionales. Dicha crisis tiene su efecto en una caída violenta de los precios. Esta última está afectando la rentabilidad de las compañías y hace que ellas tengan la necesidad de entrar en convocatoria de acreedores. ¿Cuál es la causa de la caída de los precios? Un exceso de la capacidad productiva en relación con el consumo. Hay un aumento del consumo relativo a la demanda, y este exceso de la producción relativo a la demanda es el que provoca la caída de los precios. Entonces, la Acción 201 aparece como una herramienta válida para luchar contra esa crisis siderúrgica.

Y la segunda es el Foro de la OECD, que se reunió el 19 de septiembre próximo pasado en la ciudad de París. Los países que forman parte de este foro llegaron a la conclusión de que la siderurgia, efectivamente, está en crisis, que el efecto o consecuencia de esa crisis es una caída de precios y que la causa es un exceso de producción relativo a la demanda. En consecuencia, ese exceso de capacidad relativo a la demanda provoca la aparición de prácticas distorsivas del comercio y de medidas regulatorias en los países que afectan la competencia leal.

La Argentina no es miembro estable de la OECD, pero ante la importancia que tiene la siderurgia en nuestro país el gobierno pidió ante dicho foro que nuestro país sea incluido como observador en las reuniones de la OECD. La OECD atendió la demanda argentina, y mientras tramitaba la aceptación de nuestro país como observador nos invitó a participar de la reunión del 19 de septiembre. En esa reunión participamos el subsecretario de Industria, doctor Antonio Assef, y yo, en representación de los sectores público y privado, respectivamente.

Las próximas reuniones de la OECD tendrán lugar el 8 y 9 de noviembre, oportunidad en la que se analizará qué hacer con aquellas empresas obsoletas que tienen que cerrar capacidad productiva y quién va a pagar los costos de salida de esa capacidad obsoleta. Y habrá una nueva reunión el 18 y 19 de diciembre en la que se analizarán las problemáticas del exceso de capacidad.

El objetivo de esas reuniones de la OECD es detectar dónde se encuentra el exceso de capacidad y qué soluciones se avizoran frente a ese problema, o quiénes son los que tendrían que reducir capacidad.

Existen dos criterios para disminuir la capacidad excedente una vez que es detectada. En primer lugar, se puede decir que existe capacidad excedente cuando la capacidad de producción es mayor que la de consumo en un mercado doméstico. Sin embargo, esa no es la posición de la Argentina. La postura de nuestro país es que el exceso de capacidad necesariamente tiene que estar correlacionado con la ineficiencia para producir acero, y eso se detecta cuando la capacidad de producción por encima de las necesidades del mercado resulta ineficiente u obsoleta.

En tal sentido, en los últimos años la Argentina ha recorrido un camino muy importante en cuanto al aumento de su eficiencia. De hecho, toda la siderurgia argentina es privada y está sometida a un fuerte proceso de inversión, al tiempo que cuenta con estándares de productividad y de competitividad mundiales, sin que cuente con ninguna asistencia estatal ni subsidio que pueda indicar que es ineficiente.

Vamos a ver seguidamente qué es lo que ocurre en la relación comercial entre la Argentina y los Estados Unidos.

La Argentina tiene con los Estados Unidos un déficit crónico que en los últimos años ha ascendido a cerca de 2.000 millones de dólares anuales. Esto significa que las exportaciones que realiza nuestro país a los Estados Unidos son menores que las importaciones provenientes de ese país, en el monto indicado.

Por otra parte, las exportaciones de la Argentina son insignificantes en términos del comercio exterior de los Estados Unidos, pues apenas alcanzan al 1 por ciento de las importaciones de este país.

En el gráfico que estamos viendo podemos apreciar que las importaciones de los Estados Unidos en materia siderúrgica provienen en un 24 por ciento de Europa, un 37 por ciento de Asia -incluida la ex Unión Soviética-, un 14 por ciento de Canadá y un 20 por ciento del resto de América latina. Repito que la Argentina representa algo menos del 1 por ciento de las importaciones norteamericanas en este rubro.

Es interesante ver cuán importante son para la Argentina las exportaciones siderúrgicas en relación con el total de exportaciones a los Estados Unidos. En el próximo gráfico podemos apreciar que este es el tercer o cuarto rubro macroeconómico en términos de nuestro comercio con los Estados Unidos. En efecto, la Argentina ha exportado a ese país combustibles -incluidos aceite mineral y destilados del petróleo- por un monto de 991 millones de dólares en el año 2000, sobre un total de 3.000 millones de dólares de exportaciones a los Estados Unidos. El segundo rubro es el de pieles y cueros, con 300 millones de dólares; luego sigue el aluminio y manufacturas de aluminio, seguido de cerca por el acero, con 120 a 125 millones de dólares.

Con estos datos queremos poner de relieve que la Argentina tiene un importante déficit comercial con los Estados Unidos. No hay muchas cosas que la Argentina produzca con la suficiente eficiencia como para colocar en ese mercado, y dentro de las pocas cosas que podemos hacer en forma eficiente para ingresar a los Estados Unidos, la siderurgia -repito- es el tercer o cuarto rubro macroeconómico por la importancia de su volumen.

En el gráfico que estamos proyectando ahora se puede advertir que las exportaciones argentinas de acero representan un pequeño porcentaje dentro del monto de las importaciones norteamericanas; es menos del 1 por ciento de lo que importa Estados Unidos en acero, y como decía el ingeniero Leone, aproximadamente el 0,3 de las importaciones relativas al consumo aparente de acero en los Estados Unidos.

Ahora bien, además de la Acción 201, en materia siderúrgica la Argentina sufre una enorme variedad de restricciones en su relación con los Estados Unidos. Por ejemplo, existen derechos antidumping para tubos sin costura, para tubos soldados, para chapa laminada en caliente y para productos destinados a la industria del petróleo, así como subsidios para chapa laminada en caliente.

En la actualidad, además de la Acción 201, que restringe el comercio genérico de todo el mundo con Estados Unidos, la Argentina está enfrentando nuevas acciones de subsidio y de dumping.

En resumen: el acero es importante para nuestro país; la Argentina tiene un déficit comercial crónico con Estados Unidos; si Estados Unidos cumple la promesa de dar sustentabilidad a la Argentina en lo relativo al desarrollo de su política económica para poder hacerla viable en el largo plazo, debería tener alguna consideración hacia nuestro país respecto de aquellos pocos productos en los que tenemos capacidad, eficiencia mundial y posibilidades de exportar.

En definitiva, hoy como país tenemos algunas posibilidades para enfrentar este problema con Estados Unidos: la primera consiste en llevar adelante una negociación con dicho país sobre una base continental. En este sentido, una vez que se prueba el daño, la Acción 201 entra en la etapa de determinación de remedio. Esta determinación de remedio y el hecho de encontrar una solución al problema de Estados Unidos tienen una componente discrecional muy fuerte: depende de la voluntad de príncipe del presidente de dicho país, quien va a iniciar con cada uno de los países que supuestamente dañan la industria siderúrgica una instancia de negociación o de conversación para ver cómo se limita este daño que se le produce.

En cuanto a esta mesa de negociación que se va a abrir entre Estados Unidos y cada país, la Argentina tiene posibilidades de afrontarla en tres vectores. El primero de ellos es a nivel continental. La Argentina puede explicar a Estados Unidos que si dentro de su política exterior el ALCA es importante, el hecho de favorecer al continente americano con la posibilidad de vender sus productos en Estados Unidos podría ser un excelente antecedente para que se acelere o de alguna manera se catalice la posibilidad de ir adelante con el ALCA entre Estados Unidos y Latinoamérica.

De hecho, la Comunidad Económica del Carbón y del Acero fue un antecedente de la Comunidad Económica Europea, representando un espacio de complementación continental en Europa en cuanto a la producción siderúrgica. Entonces, nuestro país podría usar una instancia parecida a la que se utilizó en Europa en los años 40, es decir, explicar a Estados Unidos que si dentro de su política es importante el aceleramiento del ALCA, éste puede ser un leading case en el cual la siderurgia anteceda al ALCA y forme un espacio de complementación continental entre Estados Unidos y el resto del continente. Sería el vector de negociación argentina dentro del contexto del resto de las empresas latinoamericanas y dentro de un anticipo de lo que sería el ALCA.

El segundo vector en el cual nuestro país puede negociar con Estados Unidos una solución para las exportaciones argentinas de acero a ese país es el denominado "cuatro más uno", es decir, juntarse con Brasil, Paraguay y Uruguay y dentro del Mercosur negociar con Estados Unidos un status o una plataforma de negociación donde se encuentre alguna solución para el Mercosur. En las actuales circunstancias de ciertas dificultades para encontrar con Brasil un diálogo adecuado dentro del Mercosur, este es un ámbito que puede llegar a tener ciertas demoras. De hecho, Brasil es un país que compite con el nuestro en la producción de acero y tiene una capacidad instalada del orden de siete u ocho veces la nuestra.

El tercer vector, que es el que creemos que puede llegar a ser más efectivo, tiene que ver con una negociación bilateral de Argentina con Estados Unidos en lo que respecta al acero. Actualmente no existe una mesa bilateral de comercio entre nuestro país y Estados Unidos; no se ha formado. Existió en el pasado pero se disolvió.

Brasil tiene un mecanismo de consulta bilateral con Estados Unidos donde coloca en la mesa de negociación los temas de trade o de comercio que le preocupan y allí se discuten bilateralmente.

Entonces, creemos que así como Brasil se aparta del Mercosur, además de la negociación del "cuatro más uno", afronta con realismo la vinculación con Estados Unidos y tiene su propia mesa bilateral, Argentina podría pedir diplomáticamente que se forme una mesa parecida, es decir, una mesa bilateral de negociación de trade entre Argentina y Estados Unidos en la cual el acero comparta la problemática con otros bienes, como pueden ser la miel o algunos otros productos para los que el mercado americano represente una oportunidad y un desafío.

Por otro lado, consideramos que es importante que Argentina implemente medidas temporales para proteger su propio mercado doméstico productor de acero, porque si el país más importante y económicamente más fuerte del mundo lanza la Acción 201, resguardando a las empresas siderúrgicas de su país de la crisis siderúrgica, México sigue el mismo criterio, Venezuela lo está haciendo, al igual que Europa y Tailandia, creemos que Argentina debería seguir una política semejante. Es decir, enfrentar el problema de la crisis siderúrgica con realismo y observar qué medidas puede implementar a los efectos de evitar el daño de desvío de comercio sobre nuestro país.

Además, nos parece importante que el gobierno y los privados trabajemos juntos. Creemos que aquí no hay conflicto de intereses sino que se trata de defender a un sector que es valioso para la Argentina y, en este sentido, no tenemos observaciones significativas que realizar. Estamos encontrando una muy buena receptividad en el gobierno nacional a nuestras inquietudes y sólo pedimos que siga recreándose este espacio de trabajo conjunto entre gobierno y privados, que los brasileños durante mucho tiempo han ejercido con mucha eficacia.

Otro tema vinculado con esta cuestión es que aquí está corriendo un taxímetro muy acelerado, antes del 18 de febrero tenemos que encontrar la posibilidad de formar esta mesa bilateral con Estados Unidos, colocar allí la problemática del acero como un tema importante para la Argentina y, además, encontrar una solución que nos deje a los industriales nacionales con la posibilidad de poder seguir exportando a ese país.

Entonces, haciendo un gran resumen, deseo expresar que la industria siderúrgica está pasando una crisis mundial que no tiene antecedentes en la historia. El reflejo de esta crisis es que el 60 por ciento de la oferta siderúrgica norteamericana está en chapter 11 o en convocatoria de acreedores. El gobierno de los Estados Unidos ya admite que ese no es un problema privado sino de Estado. Lanza una acción llamada 201 que le implica a la Argentina dos grandes problemas: el primero, la imposibilidad de exportar a Estados Unidos y, el segundo, la posibilidad de que hoy se desvíe lo que está siendo importado, que son 36 millones de toneladas, y termine en nuestras costas, invadiendo nuestro país de productos siderúrgicos.

El resto del planeta Tierra o de los gobiernos también admite que este es un problema de Estado y forman un comité del acero en la OECD, se están haciendo una serie de reuniones aceleradas de las cuales la Argentina está participando como país y como sector privado.

Asimismo, la Acción 201 de Estados Unidos tiene un componente discrecional importante, cuando digo discrecional hablo de un componente de negociación significativo de Estados Unidos con el resto de los países. Nosotros creemos que Argentina tiene que recorrer las tres vías posibles, es decir, la de ir junto con los países latinoamericanos a una negociación continental, la de ir junto con Brasil a poner en la agenda del "cuatro más uno" la problemática siderúrgica y, con una cuota de realismo importante, nos parece que sería conveniente que la Argentina forme una mesa de negociación bilateral con Estados Unidos, colocando el acero como un producto de importancia en nuestro país. Como vimos antes, es el tercer rubro en importancia y nuestras exportaciones a Estados Unidos son deficitarias.

Tengo una adenda de la presentación donde desarrollamos en detalle la cuestión de por qué es posible un acuerdo continental con Estados Unidos que anteceda al ALCA.

Creemos que en el caso del acero, como dije antes, se puede producir un interesante antecedente del ALCA y que los Estados Unidos pueden ver, en este ejercicio de la Acción 201, una oportunidad importante para encontrar un sector significativo de la actividad macroeconómica que movilice, acelere o catalice el proceso del ALCA, como lo fue la comunidad económica del acero y del carbón de los Estados Unidos a la Comunidad Económica Europea.

Esa es una presentación de cinco o seis hojas. Pero para no agobiarlos podemos dejar un espacio para la formulación de preguntas y después, si les interesa, ingresamos al análisis de la estrategia continental.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Quiero dar la bienvenida a la señora ministra Miriam Fraschini, quien se encuentra en representación de la República Oriental del Uruguay. Para nosotros es un gran honor tenerla aquí y poder intercambiar ideas con total camaradería y confianza sobre temas tan delicados como los que estamos tratando en esta mesa, que afectan no solamente al comercio mundial sino también a una buena parte de nuestro empleo, producción y perspectivas de mediano plazo. Me parece saludable su incorporación a la reunión.

Quiero decirle que en este Parlamento el trabajo en comisión significa que todo el mundo puede expresarse y solicitar el uso de la palabra cuando lo desea y en el momento en que lo considera adecuado.

Tiene la palabra el señor subsecretario de Industria, doctor Antonio Assef.

SR. ASSEF Señor presidente: simplemente quiero comentar las dos reuniones en las que me tocó participar. La primera fue la del Comité del Acero, que mencionó el ingeniero Novegil y que se celebró en septiembre en Francia. Es un comité que se reúne semestralmente. La Argentina nunca había participado en él y por primera vez fuimos invitados a hacerlo. Ello se debió a una acción de la Cancillería argentina a través de un pedido del Ministerio de Economía. Y en diciembre se realizará en forma especial una nueva reunión que no estaba programada, teniendo en cuenta la forma de trabajar que tiene el Comité del Acero, que de hecho se reúne semestralmente. Y en este semestre habrá dos reuniones. El 8 y el 9 habrá una reunión de trabajo en la que se va a empezar a avanzar sobre este tema, estando la Argentina representada a través de la consejería económica.

En esta reunión quedó muy en claro que el sector siderúrgico internacional está atravesando una crisis profunda, fruto de un exceso de capacidad que de algún modo se tiene que reestructurar.

La segunda reunión en la que me tocó participar fue la del Instituto Latinoamericano del Acero y del Hierro, que se llevó a cabo hace unos días en Lima. Como resultado de esa reunión se publicó una solicitada -esto fue mencionado por el ingeniero Novegil- en los principales diarios de América latina a través de la cual el sector planteó una serie de puntos y advirtió sobre otros.

En el ámbito del Ministerio de Economía, por un lado, se está haciendo un seguimiento de todo lo que está ocurriendo, sobre todo a nivel de reuniones multilaterales, y en particular de las decisiones que en este sentido viene tomando el gobierno de los Estados Unidos. Y por el otro se está trabajando en la adopción de medidas que tiendan a preservar la industria siderúrgica en la Argentina.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Es de destacar que pagamos las crisis propias y las ajenas.

Tiene la palabra el señor director de América del Norte de la Cancillería argentina, ministro Mallea.

SR. MALLEA Señor presidente: me parece que quizás el momento más oportuno para hacer un comentario sería cuando entremos en la segunda parte de la exposición del ingeniero Novegil, es decir, en la exposición más concreta que él se ofreció a hacer respecto del approach continental de la solución del problema, porque lógicamente en esta primera aproximación al tema hemos visto distintos andariveles de negociación como medidas de solución.

Se ha hablado del ALCA, del esquema del "cuatro más uno" y, además, del esquema específicamente bilateral. Tengo entendido que el ingeniero Novegil va a efectuar un mayor desarrollo de lo que entiende que podría ser el marco continental de aproximación para la solución del tema, por lo que estimo que en ese momento podré hacer algunos comentarios más pertinentes.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el señor diputado Briozzo.

SR. BRIOZZO Señor presidente: como aquí se ha dicho, entre los requisitos que plantea el acuerdo de subvenciones de la Organización Mundial del Comercio se menciona el tema de la existencia del daño. Pero además se requiere que en los últimos tres años haya habido un incremento sustancial de las importaciones. Es decir que se fija como requisito un período concreto en el cual se advierta un aumento sustancial de las importaciones.

Quisiera saber entonces si en el caso de esta Acción 201, y por la evaluación que hacen ustedes, ese período de tres años anteriores a la acción está cumplido.

En segundo lugar, quisiera hacer una sugerencia. Frente a las posibles acciones a tomar, y para el caso de que ninguna de las aquí planteadas tuviere éxito, estimo que deberíamos estar evaluando la posibilidad -obviamente con las consideraciones políticas derivadas de la situación que viven la Argentina y el mundo- de aliarnos con otros países para presentar consultas y paneles en la OMC en relación con esta Acción 201, así como muchas veces lo han hecho con la Argentina frente a medidas de dumping-salvaguardia implementadas por nuestro país.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el licenciado Adrián Makuc, director nacional de Política Comercial Externa de la Secretaría de Comercio.

SR. MAKUC Señor presidente: quisiera efectuar una precisión en relación con lo que acaba de manifestar el señor diputado preopinante.

El tema de la Organización Mundial del Comercio estaba mencionado en algunos de los gráficos que vimos recién, pero no fue tenido en cuenta en lo que se ha planteado. Mi comentario inicial frente a lo que acaba de señalar el señor diputado Briozzo es que hay una instancia previa a la de los paneles. Si bien la legislación de los Estados Unidos tiene algunas particularidades que la apartan de lo que es el Acuerdo de Salvaguardia de la Organización Mundial del Comercio, ese país es miembro de esta organización y tiene que respetar el citado acuerdo, que además del período representativo anterior indica que tiene que haber un aumento de las importaciones en el período más reciente.

Por otro lado, luego de llevar a cabo este procedimiento de determinación del daño y antes de aplicar una medida definitiva, el país que está haciendo esto -en este caso, los Estados Unidos- tiene que ofrecer consultas a las naciones afectadas, contemplando una compensación equivalente al efecto que tiene una medida de remedio como la que podría llegar a tomar los Estados Unidos, sea a través de un derecho de importación, una cuota o una combinación de ambos, como recién señalaba el ingeniero Novegil.

Lo que quería señalar es que antes de llegar a la instancia del panel -a la que siempre se puede arribar- deberíamos pensar en estos otros pasos previstos en el Acuerdo de Salvaguardia, que la Argentina tiene derecho a recurrir como país miembro de la OMC.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el ingeniero Leone.

SR. LEONE Señor presidente: estoy totalmente de acuerdo con la posibilidad de recurrir a esos mecanismos. Ahora bien, de todas maneras, demostrando que existe daño en un sector de su industria, Estados Unidos aplica en forma unilateral, a través de la Acción 201, una serie de medidas que generan problemas por desvío de comercio o porque de una u otra manera no podemos enviar determinados productos a ese país, salvo que incurramos en el riesgo de tener serios inconvenientes.

Considero que deberíamos dividir este tema en dos cuestiones.

Uno es que estoy totalmente de acuerdo con usted en llevar adelante ese procedimiento, pero también hay que tener en cuenta cómo protegemos la industria siderúrgica de nuestro país de una situación seria del libre comercio. No es que eso va a ocurrir, sino que ya sucedió.

SR. RIAL De acuerdo con lo que dijo el ingeniero Leone, creo que sería importante como primera medida que el gobierno tome una decisión lo más rápido posible con respecto a la protección de la industria siderúrgica desde el punto de vista del desvío que puede haber desde el comercio. Entiendo que este Congreso, particularmente las comisiones, podrían dar una señal positiva brindando esa apoyatura. Este es el primer paso que se debe dar.

Por otro lado, independientemente de todas las acciones, de todo lo que podamos interpretar de la Organización Mundial del Comercio y de todas las prácticas que se lleven adelante, también deberíamos tener una alerta respecto de estas decisiones dada la difícil situación por la que está atravesando la Argentina en un sector tan importante como es el siderúrgico.

Por lo tanto, creo que esto atenta contra todo el libre mercado y todo tipo de asociación, máxime cuando desde Estados Unidos se pretende acelerar los procesos del ALCA con respecto al Mercosur. Es decir que estas son señales totalmente negativas en ese sentido. A veces algunos decíamos que no nos debíamos apresurar, pero sí avanzar en lo relativo a aquellas distorsiones o medidas paraarancelarias muy claras como ésta, porque si bien Estados Unidos tiene un 60 por ciento de su industria siderúrgica con dificultades y aplica la Acción 201, también nuestra industria tiene dificultades que alcanzan ya no el 60, sino el 80 y en algunos casos el 90 por ciento de los sectores, razón por la cual deberíamos aplicar la Acción 201 a todos ellos. Por eso considero que debemos enviar una señal bastante concreta desde este Congreso.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Quisiera hacer un breve comentario antes de dar la palabra al ingeniero Novegil para que continúe con el desarrollo de su exposición.

Si el 11 de septiembre hubo una conmoción en el mundo, lo que estamos discutiendo no puede ser indiferente a ese hecho. Me parece que el nuevo escenario debe ser incluido en la consideración, sobre todo en los cursos de acción y en la etapa diagnóstica, porque si bien no está relacionado con los problemas del acero de Estados Unidos, la capacidad de juntar fuerzas y armonizar la perspectiva de distintos países va a dar una fortaleza mucho mayor al reclamo. Dicho de este modo, parece algo elemental, pero ejecutado tiene matices y complejidades, porque se trata de mercados altamente competitivos donde por lo general las reglas son un poco salvajes.

No quería dejar de incluir la idea de que el mundo está convulsionado por otras razones y las respuestas, en la medida en que tengan el respaldo de una fuerza social, política y demográfica mayor, seguramente tiendan a ser más escuchadas. Digo esto como hipótesis de trabajo.

SR. FRYDMAN Quisiera formular una pregunta.

Con respecto a lo manifestado anteriormente por el ingeniero Leone sobre la protección a la industria nacional y la posibilidad del desvío de comercio, quisiera saber si se llevaron adelante gestiones ante Brasil como para realizar una acción conjunta para la solicitud del arancel externo.

Es evidente que el aumento de la protección también va a tener repercusión sobre los precios internos, y esto es algo que también debería considerarse.

En segundo lugar está la cuestión de las etapas que se pueden plantear con Estados Unidos. Una etapa importante es la que va desde la recomendación del ITC al presidente hasta que éste dictamine cuáles son las medidas que se van a tomar. Esa es una etapa evidentemente política, y allí es importante la acción conjunta del "cuatro más uno" que se lleva adelante en la Comisión de Industria para que se plantee esto seriamente al gobierno de Estados Unidos.

Incluso, debemos tener en cuenta lo que en su momento dijo el secretario del Tesoro cuando se refirió a las exportaciones de Argentina y a la necesidad de desarrollo sustentable. En esas declaraciones sostuvo que las exportaciones argentinas tenían poco valor y que era necesario asegurar a nuestro país un desarrollo sustentable sobre la base del incremento de importaciones.

SR. NOVEGIL En primer lugar, voy a responder la pregunta formulada por el señor diputado Briozzo, ya que el licenciado Makuc se refirió a la Organización Mundial de Comercio.

Cuando surgió la Acción 201 los siderúrgicos tomamos dos decisiones. En primer lugar, contratar un bufete de abogados que nos defienda dentro de esa acción cumpliendo todas las formalidades y tratando de llevar nuestro caso adelante. Contratamos a White and Case, uno de los tres estudios más grandes de abogados de los Estados Unidos.

La segunda decisión, por primera vez en la historia de nuestro sector, fue que también contratamos a una firma de lobbistas en Estados Unidos porque, como explicaba el doctor Frydman, determinado el daño -nosotros sabíamos que iban a determinarlo positivamente porque esa era la decisión política-, a partir del 22 de octubre, empezaba un período político discrecional de negociación entre partes. En consecuencia, creímos importante que alguien nos ayudara a poder tener acceso en los Estados Unidos tanto al gobierno cuanto a los legisladores en el momento de explicar nuestro caso; fuimos a la ITC, USTR, DOC y a hablar con legisladores explicando nuestra posición.

En este sentido, analizada la denuncia de la Acción 201, a la luz de la lupa de la OMC, se han producido algunas irregularidades en el proceso, sobre todo en lo que se relaciona con la entrega de documentación por parte de los supuestos damnificados que podrían dar lugar a un panel de la OMC. Sin embargo, nosotros elegimos el camino de la negociación política con Estados Unidos por una cuestión de practicidad. Sabíamos que los tiempos de la Acción 201 eran muy acelerados y que los paneles de la OMC prácticamente llevarían la solución de las cuestiones, en el mejor de los casos, a través del tiempo. Además, conocíamos que nos veríamos dañados por dos vectores: por el desvío de comercio instantáneo y por la imposibilidad de vender en los Estados Unidos en el momento. Es decir que elegimos un camino distinto, el de entrar en la etapa de remedio para sentarnos a negociar con ellos, sobre la base de las expresiones de O'Neill con respecto a la importancia de dar sustentabilidad a la economía argentina.

Nuestra posición en Estados Unidos ante la ITC, USTR, DOC y los legisladores fue: la Argentina es un país que no hace todo, no hace autos muy sofisticados o computadoras que pueda vender en ese país, hace pocas cosas, pero hay algunas cosas que podemos hacer en forma eficiente porque hicimos todos los deberes de la Organización Mundial de Comercio, de los países desarrollados, abrimos nuestros mercados, privatizamos, desregulamos, acabamos los subsidios, los industriales han hecho su esfuerzo, han invertido, existe productividad, eficiencia y competitividad mundial. Entonces, si en esos productos somos perseguidos, es muy difícil encontrar en qué puede la Argentina ser sustentable.

Nosotros estamos tratando de colocar el acero, que es un ejemplo de sustentabilidad de la Argentina, es un bien en el que hicimos todo lo que nos dijo el mundo, donde el gobierno hizo lo que tenía que hacer y los industriales hicimos lo que debíamos, lo único que requerimos es competir y no necesitamos ayuda de nadie pero pedimos acceso libre a los mercados. Ahora la cuestión es encontrar un ámbito adecuado de negociación.

Considero que si nosotros marchamos por la alternativa del ALCA vamos a generar receptividad política en los Estados Unidos. He hablado con integrantes del Departamento de Estado y del Consejo Nacional de Seguridad, allí hay una persona llamada John Maisto quien prácticamente tiene a cargo los asuntos hemisféricos, todavía no se nombró un responsable del área, iban a designar a Otto Reich pero un senador rechazó el nombramiento.

Entonces, la persona que informalmente está a cargo de esto es John Maisto, quien se encuentra muy cerca del presidente.

Considero que la cuestión del ALCA tiene un perfil político en los Estados Unidos. Posee una receptividad política adecuada y ellos lo ven como un elemento interesante. Pero no creo que sea algo que pueda caber en los tiempos de la Acción 201; estos son muy acelerados y el tren viene muy rápido.

Entonces, me parece que con la discusión del ALCA nosotros, seriamente, por más que aceleremos esta cuestión, podemos estar hablando de dos años o dos años y medio en el mejor de los casos. Pero esta es una apreciación personal; no tengo muchos elementos técnicos para decir que pueden ser dos años o menos.

Por la puerta del "cuatro más uno" con Brasil, junto con Uruguay y Paraguay, me parece que podríamos meternos. No sé si es lo mejor desde el punto de vista del interés nacional, porque la Argentina, sin lugar a dudas, no va a dañar a los Estados Unidos; no tiene capacidad instalada ni producción excedente. Si nuestro país recupera su mercado doméstico como tendría que hacerlo en los tiempos que vienen, ni siquiera tendrá excedentes de exportación importantes. En consecuencia, la Argentina no es un daño ni una amenaza de daño y tampoco puede representar nada relevante para los Estados Unidos.

Por lo tanto, creo que los Estados Unidos, razonablemente, tendrían que darle un espacio adecuado. No estoy tan seguro de que ese sea el caso de Brasil, en términos de capacidad instalada y de excedentes de productos siderúrgicos. Me parece que desde el punto de vista de la celeridad, de la practicidad y de la situación -haciendo leverage sobre la situación particular por la que atraviesa la Argentina- el mejor camino es el bilateral. Brasil no tenía ese camino y lo abrió por la Acción 201, poniendo sobre la mesa varios temas para rellenar esa acción.

Pero la cuestión número uno de la agenda bilateral de Brasil es la de la Acción 201 y están negociando desde hace dos meses. El mecanismo se denomina "mecanismo de consulta". Tengo la resolución por la cual se formó -tengo entendido que eso ocurrió en julio- y puedo darles copia de ella, a la que conocí en Washington. No parece ser un procedimiento imposible de lograr. Se trata de establecer una negociación bilateral de la Cancillería con su par americano, de formar esa mesa y, después, de incluir esa negociación en la agenda de esa mesa. Y ahí vamos a tener la oportunidad de tener una vía de entrada oficial en los Estados Unidos, porque lo que notamos es que se nos hace un poco difícil ir a ese país a golpear puertas como representantes del sector privado. La primera vez nos atienden, la segunda nos atienden un poco menos y la tercera ya somos cargosos, porque no hay nada oficial de por medio. Consecuentemente, creo que una mesa de discusión bilateral nos daría un ámbito muy adecuado de discusión oficial.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el señor director de Asuntos Económicos y Comerciales del Mercosur, ministro Felipe Frydman.

SR. FRYDMAN Señor presidente: quisiera efectuar una aclaración respecto de la mesa formada entre los Estados Unidos y Brasil. Si la memoria no me falla esa mesa se formó a raíz del problema de los medicamentos genéricos. Brasil decidió fabricar medicamentos genéricos, lo que constituía una violación de la ley de patentes. Como en ese momento por el problema del SIDA los Estados Unidos aceptaron la posición de Brasil, para poder disfrazarla delante de su sector privado se creó este mecanismo para discutir, a efectos de que los temas de patentes también estén en esa mesa de discusión, con el compromiso de Brasil en el sentido de no perjudicar a las empresas americanas. O sea que se creó ese mecanismo conjunto en el que se puso todo. Pero digamos que esto ha surgido a partir de la decisión brasileña de producir medicamentos genéricos con patentes norteamericanas.

Por lo tanto, no creo que haya que exagerar la efectividad de este mecanismo bilateral creado entre ambos países. Me oriento a decir que hay una decisión conjunta en el "cuatro más uno", en el sentido de discutir los temas comerciales. La efectividad va a quedar registrada por los hechos.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el ingeniero Novegil

SR. NOVEGIL Señor presidente: el antecedente de origen que ha mencionado el ministro Frydman es técnicamente correcto, ya que se trata del tema de los medicamentos genéricos y del (ATE). Lo que nosotros creemos, por lo que averiguamos en Washington, es que ese tema no tenía una masa crítica suficiente como para formar una mesa de trade en relación con los problemas del acero.

No sé si es el mejor mecanismo. La perspectiva que nosotros tenemos es que en la actual circunstancia argentina, haciendo leverage sobre la particular situación que estamos viviendo, por ese lado podríamos adelantar.

Los industriales siderúrgicos brasileños le asignan a esta mesa bilateral una importancia tremenda. De hecho, están yendo a todas las reuniones, están siendo muy prolijos, están juntando todos los elementos y prácticamente están viviendo en Washington. Y aclaro que ingresaron por esta mesa y no por la del cuatro más uno. En efecto, ellos están negociando el tema del acero en la mesa bilateral.

De todos modos, es posible que podamos participar en las dos, porque la una no excluye a la otra.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el ministro Mallea.

SR. MALLEA Señor presidente: evidentemente existen distintos ámbitos de negociación.

Con respecto al tema hemisférico continental del ALCA, en la reunión ministerial de comercio de abril de este año, celebrada en Buenos Aires, se efectuó una propuesta de calendario y de fechas para la finalización de las negociaciones y para la entrada en vigor del ALCA, que básicamente sería el 1° de enero de 2005 y el 31 de diciembre, respectivamente, fechas que a su vez fueron convalidadas y consagradas por los jefes de Estado y de gobierno del hemisferio en la reunión celebrada en Quebec en abril de este año.

Cabe aclarar que frente a la eventual participación del Mercosur en el proceso del ALCA, la Argentina no trabaja ni negocia en forma individual o autónoma, sino que lo hace desde el Mercosur, teniendo una voz unívoca sobre la base de la Presidencia in tempore que está ejerciendo en este momento, manteniendo por lo tanto posiciones de negociación consolidadas por parte de los cuatro socios en el marco del plenario de los 34 miembros negociadores del ALCA.

Todo esto hace que no exista un incentivo como podría pensarse desde un punto de vista periodístico. Se sostenía que Estados Unidos podría tener un interés especial en acelerar el proceso del ALCA, y también a nivel de opinión en la prensa y en medios oficiales de países que participaron de la negociación del ALCA se hablaba de la posición de algunos países que querían acelerar los plazos para que el ALCA entrara en vigor en 2003 o 2004, mientras que otros entendían que no, que había que mantener la fecha inicial fijada en aquella cumbre hemisférica de Miami de 1994 que inició este proceso y que hablaba del año 2005 sin especificar si sería el año de entrada en vigor del acuerdo o de la finalización de las negociaciones.

De manera tal que una vez consolidado el proceso negociador a nivel hemisférico, ya acordado y consensuado, no encuentro mucho ese atractivo. Hay un sex appeal en los Estados Unidos, pero creo que se ha ido perdiendo y desgastando por la propia evolución de la negociación. A partir de la reunión de Quebec y a partir de las fechas fijas de finalización de las negociaciones y de entrada en vigor del acuerdo pienso que ha disminuido mucho ese sex appeal.

Por otra parte, evidentemente esta es una negociación que en definitiva se está manejando en otros campos. También es un problema de duración en el tiempo. Aunque nosotros logremos terminar en 2005 dentro del grupo especial de negociación de subsidios, antidumping y derechos compensatorios, estamos hablando de una época totalmente remota respecto de las urgencias que nos acaban de explicitar aquí en la exposición. Resulta evidente que tenemos un deadline; estamos hablando de febrero o marzo del año próximo.

De modo que, hablando de las negociaciones del ALCA, aunque logremos disciplinar en el marco de las negociaciones el objetivo en cuanto a la reglamentación y el ordenamiento de las medidas de defensa comercial, de la exageración o el abuso de su utilización por parte de los Estados Unidos, y aunque podamos tener un acuerdo hemisférico que regule esto que ya está costando un poco el desarrollo específico de este grupo de negociación, ello va a servir para otras cuestiones, y lógicamente en forma muy diferida en el tiempo.

Esto es un poco lo que podríamos decir en relación con el proceso del ALCA.

En cuanto al proceso del "cuatro más uno", evidentemente es un renacer del acuerdo Rose Garden de 1991. Se trata de un campo específico que permite tener en este Comité de Comercio e Inversión un foro de discusión de temas que lógicamente interesen a las cuatro partes del Mercosur.

Aquí se está planteando que la capacidad instalada y la sobreproducción del Brasil son totalmente diferentes de las de nuestro país. Personalmente no creo que podamos visualizar una presentación en forma expresa del tema siderúrgico, con viabilidad de éxito, en el marco del "cuatro más uno", si tenemos en cuenta que existe una importante asimetría en el tema acero entre Brasil y la Argentina en forma específica.

No obstante ello, el camino está abierto y el puente existe. De hecho, de los cuatro grupos que se decidió crear en este ámbito, uno se refiere a los productos agrícolas, tema sobre el cual ya hubo una reunión en Montevideo el 16 y 17 de octubre. La próxima reunión se realizaría en Washington durante este mes de noviembre -todavía no está la fecha definida- y el tema a tratar sería el de los productos industriales. Las otras dos áreas temáticas que en principio se conformaron dentro del esquema del "cuatro más uno" se refieren al desarrollo de inversiones, por un lado, y al tema del comercio electrónico, por el otro.

Existe un acercamiento y un enfoque bilateral que, como bien dijo el señor Frydman, son factibles. El otro asunto tuvo un origen muy definido y específico, y luego el tema siderúrgico entró como caballo de Troya en el marco global de los dos problemas consistentes concretamente en los medicamentos genéricos y el tema del sida.

Evidentemente, estamos viendo siempre un enfoque de la cuestión, y ese enfoque es el problema de perder o no el mercado estadounidense, pero también está el otro enfoque, que además es prácticamente notorio. Nuestras exportaciones a Estados Unidos son mínimas en comparación con las importaciones de ese país. Tenemos calidad, precios y tecnología, pero un volumen muy acotado.

Debemos tener en cuenta cómo se va a resolver el otro punto, porque aquí hay dos problemas: por un lado ustedes y nosotros estamos trabajando en esta cuestión con los lobbies, con el acercamiento al gobierno y teniendo una conducta oficial, lo cual me parece absolutamente razonable y recomendable, pero esto va a resolver un aspecto de la cuestión. El otro aspecto, que es el desvío del comercio, no se va a resolver aunque podamos intervenir en la discrecionalidad del Ejecutivo estadounidense cuando justamente le haga las recomendaciones -esto lo va a determinar el ITC en la decisión de octubre- y empecemos a tratar de buscar alguna forma de morigerar las decisiones que tome el Ejecutivo estadounidense respecto de las recomendaciones que puedan hacerse.

Creo que la vía bilateral es sustantiva. No sé si ustedes tomaron contacto con nuestra embajada en Washington cuando estuvieron allí en este último viaje y cuál fue la vía de apoyatura, porque de hecho tenemos un contacto muy afiatado y una defensa en conjunto con el sector público y el privado, la gente de nuestra embajada y la del estudio jurídico White and Case. No sé si solamente ha habido contactos oficiosos con el sector privado -léase abogados o lobbistas- o si en estas reuniones del sector público de Estados Unidos, del departamento de Comercio -como se mencionó- o del ITC también tuvo participación gente de nuestra embajada. Considero que se puede explorar, aunque en la idea del "cuatro más uno" evidentemente hasta ahora la señal del USTR no ha sido la de tratar temas que representen una suerte de freno de la Acción 201.

Entiendo que en Estados Unidos la Acción 201 se está tomando como una política de Estado; ha tenido un apoyo de gran parte de los congresistas, quienes elaboraron una declaración en el mes de junio. Además, ha sido un punto fundamental dentro de la propia campaña del presidente Bush cuando ha estado en los Estados siderúrgicos. Eso no significa que no podamos intentar tener un conducto abierto sin perjuicio de que los resultados a primera vista podrían parecer de una viabilidad absoluta. Me parece que el único camino que tenemos desde ahora hasta febrero consiste más en explorar esta vía que las otras mencionadas.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra la señora diputada Nofal.

SRA. NOFAL En primer lugar, quiero agradecer la concurrencia a esta comisión de los integrantes del Centro Industrial Siderúrgico porque creo que es sumamente importante que el Congreso escuche cuál es la situación de la industria argentina, sobre todo en lo que se refiere a su inserción en el mundo, tanto por las oportunidades como por los desafíos que ello representa.

En segundo término, quiero pedirles disculpas por mi tardanza pero sucede que el presidente de mi bloque me solicitó que lo acompañara a una reunión en el Ministerio de Economía.

Hace unos minutos el señor ministro Mallea dijo que, previo a la Acción 201, los congresistas de los Estados Unidos resolvieron apoyar el tema, entonces, como miembro del Parlamento me parece muy importante preguntar qué podemos hacer desde el Congreso para apoyarlos en mantener el mercado americano lo más abierto posible para las importaciones de la industria siderúrgica argentina. Digo esto porque nuestras exportaciones representan el 3 por mil de las importaciones de los Estados Unidos, somos totalmente irrelevantes en términos de daño, sólo se puede probar daño si nos meten en un paquete en el que se sumen importaciones de otros orígenes.

En consecuencia, deseo conocer qué podemos hacer nosotros como parlamentarios, además de las acciones que está implementando el Poder Ejecutivo, para apoyar a la industria siderúrgica en mantener abiertos los mercados exportadores.

Finalmente, quiero formular una pregunta porque aquí se sugirió conformar una mesa bilateral no sólo con los Estados Unidos y con el marco del "cuatro más uno". En este sentido, Brasil tiene un mecanismo bilateral que es mucho más importante que un método de consulta. Deseo pedir a los representantes de Cancillería que nos expliquen cuál es el mecanismo de cooperación o de consulta en materia de comercio que Brasil tiene en este momento, una vía bilateral abierta bastante significativa.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Acabamos de cerrar ese tema. La información que dio el ministro Frydman es que el espacio bilateral que obtuvo Brasil lo logró a partir del conflicto con los genéricos y las patentes. Ahora estamos analizando los distintos cursos de acción estratégica.

SR. NOVEGIL Deseo responder al doctor Mallea que primero estuvimos en contacto con el embajador González y con Alicia Barrios Barón, tuvimos una enorme asistencia en Washington, fui el primero en hablar con ellos, después lo hicieron los abogados, luego nos ayudaron los lobbistas, lo saben por la información de las acciones que realizamos, los pusimos en contacto con White and Case y con los lobbistas y estamos trabajando mano a mano con ellos en equipo. Nos han aconsejado bien, nos han ayudado, hemos tenido una muy buena asistencia. De hecho, y por iniciativa de ellos, nosotros contactamos a los doctores Sánchez y Assef, entramos al foro de la OECD como observadores y la Argentina ahora participa con un nuevo status, como recién se dijo.

Con referencia al ALCA coincido con usted en que diferentes motivos le han hecho perder un poco de impulso a esa asociación; hace tres meses era una cosa, hoy es distinta y, sobre todo, es otra después del 11 de septiembre. Creo que ha bajado muchos escalones en las prioridades de los Estados Unidos y me da la sensación de que la posibilidad de entrar al ALCA hoy es más fácil; me parece que era mucho más difícil antes del 11 de septiembre. Yo estuve antes y después del 11 de septiembre y creo que hoy el ALCA tiene un atractivo distinto.

Con respecto a la pregunta realizada por la señora diputada Nofal deseo contestar que nosotros le pedimos al Congreso que, junto con Cancillería, nos dé una mano para lo que creemos es un mecanismo práctico, es decir, que Argentina tenga con los Estados Unidos una mesa de negociación bilateral en la cual el acero sea uno de los productos importantes.

Luego que se forme esa mesa la Acción 201 requerirá un esfuerzo de lobby importante que en este momento estamos financiando.

También pediríamos al Congreso que nos acompañe en ese esfuerzo de lobby contactando a los congresistas americanos en las zonas en que están radicadas las empresas siderúrgicas, por ejemplo, en la medida en que ustedes tengan vinculaciones personales en la USTR, en el DOC o en el ITC. Se abre una instancia esencialmente política y discrecional en la que ustedes pueden tener mucho más juego y experiencia que nosotros, por lo que conocen el paño mucho más de lo que lo podemos conocer nosotros. Además, es la primera vez en nuestra vida en que ingresamos a un proceso que tenga esta connotación política.

SRA. NOFAL ¿No ayudaría el hecho de que el Congreso haga una declaración formal, señor presidente?

SR. PRESIDENTE STUBRIN Hay muchas cosas que pueden hacerse.

Tiene la palabra el ingeniero Leone.

SR. LEONE señor presidente: quisiera agregar que en realidad, en esta situación particular, desde el primer día en que salió el esquema de la Acción 201 nos hemos sentido apoyados por los distintos estamentos del gobierno, tanto del Poder Ejecutivo, a través de la Cancillería y de las secretarías de Industria y de Comercio, como del Legislativo, mediante inquietudes de los distintos diputados. O sea que creo que si lográsemos encaminar esta discusión en los Estados Unidos estaríamos haciendo un excelente trabajo de equipo entre grupos privados y de gobierno de los distintos sectores, es decir, tanto del Poder Ejecutivo como del Parlamento.

De manera tal que estamos muy agradecidos por la posibilidad de discutir esto abiertamente, como lo hemos hecho en el día de hoy. En definitiva, esta es un poco la contrapartida de lo que ocurre en los Estados Unidos cuando algún grupo, como en este caso el siderúrgico, obtiene, en comisiones de este tipo, posiciones de apoyo o defensivas de parte del gobierno aprovechando la legislación que tiene ese país, que no es necesariamente igual a la nuestra y que en muchos casos, como todos vemos, es bastante más restrictiva desde el punto de vista del comercio.

Por lo expuesto, quisiera expresar mi agradecimiento a todos por el apoyo que nos están brindando. Y sepan que trataremos de trabajar en estrecho contacto para armar un team. Consecuentemente, también sería bueno que consiguiéramos, por parte de esta comisión parlamentaria, que se nombre a un miembro de contacto para mantenerlo permanentemente informado. Me parece que desde el punto de vista del sector siderúrgico sería muy razonable para no tener que estar tratando de informar a un grupo de gente.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra la señora representante de la República Oriental del Uruguay, ministra Miriam Fraschini.

SRA. FRASCHINI Señor presidente: simplemente quisiera agradecer la invitación que se ha cursado a la embajada para asistir a esta reunión. Estamos a las órdenes y vamos a participar con mucho gusto de las próximas reuniones.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el señor representante del Centro Industrial Siderúrgico, ingeniero Marcelo Basigalup.

SR. BASIGALUP Señor presidente: soy director de Planeamiento de Siderar y pertenezco al CIS, al IISI y a un grupo de estudios económicos.

Lo que quiero plantear, focalizando la presentación del ingeniero Novegil respecto de las oportunidades y amenazas que tiene la Acción 201 para la siderurgia y la Argentina en particular, es la posibilidad de tener, como tuvimos hoy, un momento de reflexión con ustedes por el problema que tenemos en la cadena de valor aguas abajo, referido a los subsidios -sobre todo metalmecánicos- que se presentan en Brasil por parte de los Estados de ese vecino país.

Este es un problema muy grave, a tal punto que muchos de nuestros clientes han desaparecido. El fundamento de una siderurgia eficiente también radica en la existencia de un mercado doméstico vigoroso. Estamos teniendo amenazas profundas a la continuación de un crecimiento que se interrumpió allá por 1997 o principios de 1998, en este proceso de desinversión y cierre de empresas.

SR. PRESIDENTE STUBRIN Sería conveniente contar con un pequeño informe o con un cuadro de situación al respecto y con las sugerencias sobre el curso de acción a seguir. En tal sentido, sugeriría que lo acercaran al señor diputado Rial, que se encuentra a cargo de la Comisión de Industria.

SR. BASIGALUP Con mucho gusto, señor presidente.

SR. PRESIDENTE STUBRIN No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.

- Es la hora 18 y 45.
En Buenos Aires, a los veinticuatro días del mes de agosto de 2004, a la hora 17 y 44:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Finanzas a fin de analizar el proyecto de ley del señor diputado Borsani y otros sobre refinanciamiento de la deuda del sector agropecuario con el Banco de la Nación Argentina.

A tal fin, y ante la novedad del día de ayer en que se anunció el nuevo plan de refinanciamiento al sector agropecuario, hemos invitado a funcionarios de esa institución: el director Marcelo Quevedo Carillo, el gerente general señor Fábrega -quien ya nos ha visitado en otras oportunidades- y el subgerente general, señor Luis Ponce.

Estuvimos analizando el proyecto del señor diputado Borsani con otros legisladores y entidades agropecuarias, que nos transmitieron sus opiniones y preocupaciones. Nos interesa conocer acerca del programa que el banco tiene en vigencia, para poder compararlo con el proyecto y ver en qué aspectos es similar o mejor que la propuesta que estamos trabajando.

Tiene la palabra el señor Fábrega.



T.2

SR. FABREGA Señor presidente: casualmente ayer el banco resolvió poner en marcha el plan de reprogramación de pasivos del sector agropecuario, programa que involucra a los pocos productores agropecuarios que a la fecha están en la cartera irregular.

Me permito hacer un pequeño comentario inicial adelantando que en abril de 2002 había 38.119 productores agropecuarios en mora por un monto de 2.400 millones de pesos; mientras que al 31 de julio la cifra desciende a 13.592 productores agropecuarios en mora por una suma de 1.219 millones. O sea que hemos cobrado el 50 por ciento del monto de la mora y hemos bajado de 38.119 clientes a 13.592 clientes del sector agropecuario. Evidentemente este hecho marca una importante gestión en los últimos dos años.

El banco ha retomado el camino con los productores implementando distintos programas. El banco está usando distintos programas para acercarse a los productores agropecuarios y tratar de que cancelen sus pasivos. Entendemos que razonablemente hemos logrado el objetivo, pero aun nos queda una porción de deudores, los 13.592 clientes por un monto de 1.219 millones que evidentemente no pudieron atender sus pasivos con los programas existentes a la fecha. En virtud de esto hicimos una segmentación de la cartera y decidimos atender la mayor cantidad de productores agropecuarios. Dividimos la cartera. Por un lado, por sumas hasta 200 mil pesos de saldo contable, actualizada la deuda de cada deudor, tenemos el 89 por ciento de créditos; o sea que 12.178 clientes tienen el 54 por ciento del total de la deuda. De esos 1.219 millones, representan 663 millones de pesos los adeudados por el 89 por ciento de los créditos. Por otro lado, aquellos que tienen deudas por encima de los 200 mil pesos de saldo contable, me refiero a los grandes deudores que suman 1.414 y representan el 11 por ciento de los deudores y tienen el 46 por ciento de la deuda. O sea que el 11 por ciento de los deudores tiene el 46 por ciento de la deuda y el 89 por ciento de los deudores tiene el 54 por ciento de la deuda. Este programa es para resolver el caso de la mayoría de los productores agropecuarios, o sea los 12.178 clientes que deben 663 millones de pesos.

Queremos adelantarles que de los 12.178 clientes hay aproximadamente un 40 por ciento que ya hicieron un arreglo con el banco y están pagando; hay un número importante de clientes que está atendiendo sus pasivos.

Hemos creado una norma independiente para quienes no alcanzaron ningún arreglo. A través de un fideicomiso funcionamos junto a las provincias. Está el Banco de la Nación Argentina y Nación Fideicomiso S.A. -empresa del Banco de la Nación Argentina- controlando las ventas del productor. El productor tiene que canalizar todas las ventas a través del fideicomiso con el objetivo de poder retener el monto de la cuota anual que le corresponda pagar.

¿Quiénes están comprendidos de los 12.154 clientes? Aquellos que al 30 de junio de este año tengan treinta meses de mora.

T.3

Concretamente, aquellos que estaban en mora al 31 de diciembre de 2001. Esta fecha no es casual, sino que tiene que ver con un hecho importantísimo en lo que representa este sector, el agropecuario, habida cuenta de que su rentabilidad ha cambiado de manera significativa.

Por lo tanto, estamos tratando a aquellos clientes que tenían una situación irregular, de mora, al 31 de diciembre de 2001. Y que se sostienen en mora a esta fecha.

También hemos convenido con algunas provincias, con las que nos hemos sentado a conversar -falta que lo hagan algunas otras-, que se va a definir qué es la unidad económica, para ver quiénes son los que pueden ingresar. La idea de este programa es llegar a la gente que realmente necesita un apoyo del Banco de la Nación Argentina. Como dije, el programa alcanza al 89 por ciento de los deudores.

También hemos hecho una invitación muy especial a las provincias que van a conformar el fideicomiso y van a ser fiducientes y controladoras de las ventas de estos productores. En algunas, como por ejemplo la de Río Negro, esto está en marcha. Y hay algunas otras con las cuales estamos conversando.

Hemos previsto cuatro cosas importantes. La primera es cómo actualizamos la deuda de este productor agropecuario. Creo que este es el problema más crítico que hay con los deudores, en cuanto actualizamos la deuda y nos damos cuenta de que el productor que hace siete, ocho, nueve o diez años que debe se encuentra con una deuda abultada.

Para esto hemos tomado una decisión importante. Primero determinamos el origen de la deuda y luego la calculamos nuevamente según la tasa de cartera general del banco. Y a esa deuda no le aplicamos una capitalización, como normalmente tiene el banco para todos sus créditos, es decir, se trae desde el origen sin capitalizar.

Pero además se dispone una tabla especial para subsidiar o bonificar la tasa de interés compensatoria. O sea, cuando tenemos calculados los intereses que le liquidamos, esos intereses que hemos traído desde el origen sin capitalizar los traemos con una tabla que hace referencia a los plazos: diez, siete o cuatro años. Y de acuerdo con eso se le aplica esa tabla.

Esta tabla está preparada para los créditos que se tomaron en dólares y también para los que se tomaron en pesos. ¿Por qué hemos establecido esta diferencia entre dólares y pesos? Simplemente porque aquellos clientes que decidieron tomar sus créditos en origen en pesos y no cambiarlos nunca a dólares tuvieron una tasa mucho mayor que los que los tenían en dólares. Esto motivó que realmente aquellos que habían hecho el esfuerzo de tomar los créditos en pesos no se vieran perjudicados por los que tomaron la decisión de contraerlos en dólares.

Por lo tanto, tratamos de equiparar lo que representaba la tabla de pesos con la tabla de dólares. Para un cliente que hace diez años tomó un crédito en pesos, de acuerdo con el nivel de garantías, si éstas son superiores al 120 por ciento de la deuda actualizada le vamos a hacer una reducción del 65 por ciento de sus intereses; si su garantía es menor al 120 por ciento le haremos una reducción del 68 por ciento. Esto es para los deudores más pequeños, es decir, aquellos cuyas deudas están comprendidas entre 10 mil y 20 mil pesos. En el caso de los que tienen deudas comprendidas entre 20 y 50 mil pesos el cambio es solamente de 64 y 66 por ciento. Y si la deuda está comprendida entre 50 mil y 200 mil pesos la bonificación es del 62 y 65 por ciento.

¿Además qué hemos hecho? Esta tabla se aplica. Tiene una bonificación en la liquidación de intereses -que, en definitiva, termina representando una quita para el deudor- mayor para el que tomó la deuda antes. Es decir que mientras más vieja es la deuda más grande es la bonificación de la tasa; en tanto que si la deuda es más pequeña la bonificación resulta menor.

Después de haber calculado esta deuda conforme les acabo de expresar, lo que estamos haciendo es dar las alternativas de pago.

T.4

El dato es el siguiente: 10 por ciento de la deuda al contado, y diez años para que el cliente pueda pagarla.

Por supuesto que lo vamos a atar al flujo de fondos, y si se diera un caso de algún cliente cuyo flujo no permita pagarlo en diez años -porque demuestra claramente que no puede hacerlo-, trataremos de buscarle el plazo que sea adecuado para que pueda abonar. La historia es así de simple: no vamos a salir a cobrar una cosa que el cliente no puede pagar. Eso no tendría mucho sentido; la idea es tratarlo.

Lo que sí quisiéramos hacer con un plan de esta naturaleza es ponerle un marco, y el marco es un plazo máximo de diez años. Para que ustedes tengan una idea, los clientes comunes del banco tienen plazos de cinco años para este tipo de reprogramación de pasivos. Esto se ha duplicado a diez años.

Para aplicar las tablas exigimos el 10 por ciento de pago. En cualquier caso, todos los programas anteriores indican que el cliente tiene que pagar el 50 por ciento. En este caso, estamos hablando de abonar el 10 por ciento. A partir de ahí viene la amortización, y sin lugar a dudas el tema más preocupante es cómo se calculan los intereses hacia futuro.

Aquí el banco tomó la decisión para estos 12 mil y tantos casos en particular de aplicar la tasa de cartera general hacia futuro bonificada en un 30 por ciento. A esto se suma la decisión de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de incorporarle una bonificación adicional de 3 puntos, y estamos invitando a las provincias a que suscriban el convenio, es decir, a que pongan 3 puntos adicionales.

El banco junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos va a dejar el crédito al 10 por ciento, y si las provincias se suman a este esfuerzo el cliente va a tener una tasa cercana al 7 por ciento.

Cuando hablamos de un crédito a diez años de plazo en pesos con una tasa de interés del 7 por ciento, entendemos que dicha tasa hoy prácticamente no existe en el mercado. Así que estamos haciendo en esta materia un esfuerzo importantísimo.

Por supuesto que este programa conlleva un esfuerzo fuertísimo del banco. Claro está, contiene dejar de cobrar intereses desde que se calcula la deuda sin capitalización, prevé la aplicación de la tabla y el esfuerzo adicional hacia futuro con una bonificación del 30 por ciento que hace el banco. A esto se suma el esfuerzo de los 3 puntos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos -como ya dije- y ojalá el de las provincias con otro 3 por ciento.

Pensamos que este es un programa razonable. ¿Por qué es razonable y por qué deberían las provincias involucrarse en esto? Nosotros miramos qué cantidad de deudores tenemos en mora. Si tomamos una provincia cualquiera nos damos cuenta de que, por ejemplo, en Catamarca los deudores del sector agropecuario son 73. Entonces, nos preguntamos por qué el gobierno no hace un esfuerzo por esto.

Por supuesto que hay una provincia importante, que es la que más deudores en mora tiene. Me refiero a Chaco, con 1.966. Después, vienen Chubut con 121, Córdoba con 856, Corrientes con 560, Entre Ríos con 550, Formosa con 291, Jujuy con 114, La Pampa con 187 y La Rioja con 137. Les estoy leyendo la totalidad de los deudores del sector agropecuario. Inclusive, aquí estoy dando un número de productores por encima de lo que comprende el programa porque yo les había dicho que están fuera los deudores de más de 200 mil pesos. Acá están involucrados la totalidad de los deudores.

Cuando uno mira esto se da cuenta de que la posibilidad de que se involucren las provincias es bastante razonable porque no comprende un monto muy fuerte por año de bonificación en tasa.

Entendemos que el banco está haciendo un esfuerzo importantísimo para poder resolver el problema del rezago de deudores del sector agropecuario que le quedó. Consideramos que tuvieron situaciones muy complejas entre los años 1990 y 2002, pero no tenemos ninguna duda de que la situación actual en una mayoría importante está cambiando su ecuación de rentabilidad. Esto también lo podemos valorar y analizar.

T.5

cab

fin

Además, no se olviden que nosotros hacemos los análisis de los clientes que están en la cartera activa, que por supuesto sabemos cómo cambió su composición de ingresos y por lo tanto su rentabilidad.

Esto es en general lo que tenemos preparado.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En el caso de una deuda de 100 mil pesos en el sector, a la que se le aplican los intereses normales y no van capitalizados, ¿tiene un ejemplo en mente sobre cómo sería la refinanciación?

SR. FÁBREGA Si tomáramos un cliente que hace diez años contrajo una deuda por 100 mil dólares -los casos no son todos iguales porque hay que ver en qué momento se dejó de pagar-, si no pagó nada, hoy debería adeudar 300 mil pesos -correspondiente a los 100 mil dólares-, más la actualización, lo que por los cauces comunes representaría alrededor de 850 mil pesos.

Con este programa, hoy posiblemente esa deuda no supere los 200 mil pesos, y va a tener la posibilidad de pagar ese 10 por ciento y el resto en diez años con esta tasa de interés de entre 7 y 10 por ciento.

SR. ZIMMERMAN En pesos sería mucho menor.

SR. FÁBREGA Nosotros hemos tratado de equilibrar. Aproximadamente va a dar una cifra como esta, un poco más o menos, pero estamos hablando de alguien que tomó un crédito hace diez años y no lo pagó y le estamos dando la oportunidad hoy de tener diez años de plazo a futuro porque tiene una explotación rentable. Está claro que la oportunidad hay que dársela ahora que tiene esa explotación rentable. Evidentemente este es un esfuerzo que hacemos, porque los costos financieros de fondo del banco están por encima del 7 por ciento.

Lo que quiere el banco, habiendo pasado de 38 mil deudores a 13 mil, es ver cómo hace para terminar con esta ecuación y que toda esta gente pueda seguir produciendo y trabajando. Nuestro particular interés es ese.

SR. ZIMMERMAN ¿Ustedes tienen información, del total de clientes en mora, cuántos están comprendidos por este programa y cuántos quedan afuera?

SR. FÁBREGA Sí, como dije antes, están comprendidos en este programa 89 por ciento del total de los deudores, como figura en la segunda hoja del informe distribuido. De los 13.592 deudores, 12.178 clientes tienen acceso a este programa, que equivale al 89 por ciento de los deudores y al 54 por ciento de las deudas.

SR. GONZÁLEZ (R. A.) ¿El programa ya está implementado?

SR. FÁBREGA Sí, está aprobado y puesto en marcha, ayer fue anunciado y estará en vigencia en el transcurso de la semana.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Un planteo lógico de las distintas regiones es que generalmente con un banco grande como el Banco de la Nación Argentina se da una situación en la cual ustedes tienen una batalla permanente, que es cómo se asesora a los gerentes zonales y locales para que cuando se presenta un cliente le digan: acá está el programa. Este es un tema de todos los días.

SR. FÁBREGA Es verdad. Pedimos comprensión teniendo en cuenta que este banco tiene 671 sucursales. Con que el 10 por ciento de los gerentes no capte adecuadamente este programa ya tenemos un gran lío, porque serían 60 o 70 sucursales con problemas. Confiamos que nuestra gente, con el ejercicio que ha venido haciendo en los últimos dos años para poder llevar esta cartera irregular a los niveles que hoy planteé, realmente esté a la altura de los acontecimientos. Vamos a hacer el máximo esfuerzo para poner este programa en funcionamiento.

SR. ALONSO La bonificación de 3 puntos por parte de la Secretaría de Agricultura, ¿es un tema definido?

SR. FÁBREGA Es un tema definido. Ayer fue anunciado formalmente en la Secretaría de Agricultura. Lo que nosotros decimos claramente en esta materia es lo siguiente: el subsidio de tasa se mantiene por el tiempo en que la Secretaría y/o la provincia acompañen. Lo que no puede el banco es asumir más que esto.

SR. ALONSO Está claro, por eso pregunto, porque conozco que es así. Hay un compromiso de la Secretaría por un período determinado de acompañar la bonificación de 3 puntos. Por lo que usted dijo, respecto de las provincias es un acto soberano de cada una sumarse o no.

SR. FÁBREGA Es verdad.

T.6

SR. FABREGA Es verdad.

SR. ALONSO Dentro del universo de deudores del banco la provincia de Córdoba tiene 800 y pico de casos. ¿Tiene el dato de la cifra total de deuda de esos productores? Pregunto eso porque quisiera saber qué esfuerzo significaría para mi provincia.

SR. FABREGA Son 57 millones de pesos.

SR. ALONSO Habiendo 3 puntos de bonificación de tasa, ello representa 1.700.000 pesos por año y esa no es una cifra significativa.

SR. FABREGA Eso es en el supuesto de que la totalidad de los deudores ingresen al programa.

SR. ALONSO La idea es plantear como cordobés al gobierno provincial que se sume a la iniciativa. Si fuese una cifra significativa realmente, por más que uno lo plantee, la respuesta la conoce de antemano, pero tratándose de 1.700.000 pesos anuales para el universo de productores, ella no es una cifra significativa como para no sumarse a la iniciativa.

SR. FABREGA Esos 57 millones seguramente tienen la misma proporción después del 54 y del 46 por ciento de la deuda. Y posiblemente no sea 1.700.000 sino un millón.

SR. ALONSO Aunque así fuera, no es una cifra imposible de definir.

SR. GONZÁLEZ (R.A.) ¿Cuál es el monto de deuda de Chaco?

SR. FABREGA Chaco tiene 170 millones de pesos. En ese caso no todos van a entrar al programa porque hay varios grandes deudores.

SR. CISTERNA ¿Y el monto de deuda de Chubut?

SR. FABREGA Chubut adeuda 12 millones de pesos.

SR. BORSANI ¿Y Mendoza?

SR. FABREGA Esa es mi provincia y hay 562 productores que adeudan 50 millones de pesos.

SR. ESAÍN ¿Y cuánto representan los grandes productores para descontarlos de la cifra total?

SR. FABREGA En este trabajo no tengo dividido a los grandes productores, pero podemos hacer la proporción. Recién decía que el 54 por ciento de la deuda la tiene el 89 por ciento de los productores. Si hiciéramos esta proporción, que más o menos es así porque después se repite en las provincias, más o menos el 60 por ciento para decir que sobre esos 30 millones de pesos hay que poner. Habría que hacer el ejercicio por el 60 por ciento.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Una pregunta sobre el mismo tema. Si una persona tiene una deuda original de 200 mil pesos, ¿entra en esta variante o ya superó el monto?

SR. FABREGA Depende de lo que pagó, es muy probable que si pagó esté por debajo. La persona pudo haberse endeudado por 200 mil pesos pero en el camino pudo haber pagado; depende de la situación del cliente.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Ese límite va a ser importante. Ustedes van a tener problemas porque siempre que hay un límite hay problemas.

SR. FABREGA Sí, siempre.

SR. ZIMMERMANN No se trata de deuda de origen.

SR. FABREGA No se toma la deuda de origen sino la deuda contable del banco. Voy a aclarar qué significa deuda contable. La deuda contable es la deuda que figura en la contabilidad del banco; si vamos por debajo de ella no tendríamos poco problema porque si el banco hiciera quitas por debajo de la deuda contable tendríamos que modificar los resultados de los ejercicios anteriores.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Y mandarlo a pérdida.

SR. FABREGA Claro.

SR. CISTERNA ¿Cómo es el juego de las garantías?

SR. FABREGA Es muy simple, nosotros tomamos un solo parámetro. Hay una tabla que señala claramente que si el deudor tiene garantías por encima del 120 por ciento de la deuda actualizada la tabla que se aplica es un poco menor. Para un caso de diez años de un cliente chico, 65 y 68; no cambia mucho cuando pasa al de 200 mil, la relación pasa a ser 62 y 65; y no es que sea relevante.

T.7

Nosotros, con grandes deudores, no tenemos pocos problemas. El banco tiene algunos deudores que deben 500 mil o 600 mil pesos y que tienen garantías de 2 millones pesos. Cuéntenme por qué el banco no hace una custodia adecuada de su patrimonio. Si tiene garantías para cobrar, la verdad de la historia es que a ese cliente se le pueden dar todos los plazos habidos y por haber. Pero parecería que para el banco no es saludable cobrar menos de lo que corresponde.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Señor presidente: en la comisión estamos tratando un proyecto que hemos puesto en consideración de la Honorable Cámara y que justamente se relaciona con lo que el banco, en el día de ayer, lanzó como su propuesta de refinanciación. Y esta iniciativa legislativa de alguna manera viene a llenar un vacío que se observaba en el sector, que era el de tratar de refinanciar -por lo menos en el ámbito del Banco de la Nación Argentina- los pasivos agropecuarios de estos 13 mil y pico de productores que están en una situación realmente muy difícil.

Queríamos saber por qué el banco ha demorado tanto tiempo en proceder a lanzar esta solución, porque realmente nos estuvo llamando la atención el tiempo que se ha tomado el banco para acceder a esta solución, que por otro lado saludamos porque realmente es una buena idea que de alguna manera viene a solucionar en buena parte la problemática del pasivo agropecuario -por lo menos, del vinculado con el Banco de la Nación Argentina-, habida cuenta también de las bajas tasas pasivas que existen en el mercado. Estas últimas también nos inducirían a pensar -si bien nuestro proyecto también estaba dirigido a medianos y pequeños productores- que quedaría evidenciada la situación de inequidad que se va a producir al día siguiente con aquellos productores que por quedar con un peso por encima no quedan al 7 por ciento -como va a quedar la tasa subsidiada por la provincia más la Secretaría y lo que aporta el Banco de la Nación Argentina- sino al 18,75 por ciento y sin ninguna quita.

Este tema tampoco era preocupación de nuestro proyecto, sino que nosotros también apuntábamos al 89 por ciento que hacía al grueso de la problemática y a la cuestión social, porque indudablemente veíamos que muchos de esos productores hasta vivían en ese campo que podía ser rematado y demás.

También saludamos la intención de evitar cualquier tipo de ejecución en un momento el que el campo está saliendo adelante y seguramente va a poder hacerse cargo de la deuda.

Tenemos algunas dudas para plantear. Nosotros, desde el análisis que hicimos, entendemos que con diez años, si bien ustedes plantean alguna flexibilidad en relación con el flujo que pueda tener cada empresa agropecuaria -y allí habría alguna tolerancia-, eso debería estar bastante más explícito. Porque seguramente después, cuando cada una de las sucursales lo analice, van a ver que de acuerdo con los ingresos que tengan las explotaciones rurales el plazo de diez años va a resultar corto.

SR. FÁBREGA Simplemente me permito decirle lo siguiente, señor diputado: si usted no pone un número y eleva la cifra a veinte, todas las reprogramaciones que se hacen son a veinte. Estas experiencias ya han sido registradas por el banco con anterioridad. Así que tomamos el recaudo de incluir en la norma la posibilidad de que se extienda cuando el flujo no da. Pero establecer un marco.

SR. BORSANI Es decir, poner un límite.

SR. FÁBREGA Imagínese que hablar de una tasa subsidiada al 7 por ciento en más años que estos, implica hablar de un tema complejo. Cuando miremos las cifras nos vamos a dar cuenta de que estamos refiriéndonos a un número muy grande.

T.8

Usted me preguntó por qué hemos demorado tanto. Mire, yo no sé si ustedes aquí en el Congreso han recibido datos, pero justamente el haber pasado de 38 mil deudores a 13 mil se debe a que este es el cuarto plan que el banco pone en vigencia y se va adaptando en función de lo que quedó. Pero el banco emitió una resolución el 8 de agosto que también contenía un programa de cancelación; el 20 de febrero de 2003 produjo otra norma, y el 4 de septiembre sacó el recálculo para los restantes deudores que ya está en marcha, con un pago distinto del que estoy mencionando.

Yo dije que este programa con esta tabla tiene un pago inicial del 10 por ciento, y los que estaban hasta ahora funcionaban con un esquema similar a éste pero con el pago del 50 por ciento.

Hemos tratado de encontrar un mecanismo para todos los que no pudieron entrar ahora, después de que tenemos prácticamente saneada una porción importante de la cantidad de deudores.

SR. BORSANI En este caso y luego de esta explicación con aproximaciones sucesivas, entiendo que el banco ha ido reduciendo su número de deudores y que esta será -esperemos- la última operatoria, por lo menos en el próximo tiempo, a los efectos de tratar de cerrar esta herida que hay con el sector.

Ahora bien, creo que está quedando pendiente probablemente la parte más sensible, aquella que aun en la época de bonanza por la que está pasando el campo no puede ponerse al día. Y no puede ponerse al día debido a las condiciones en las que tomó el préstamo y a las situaciones que tuvo que atravesar, ya sea por una emergencia agropecuaria, por tratarse de alguna producción regional que ha sido especialmente castigada por las condiciones macro nacionales o internacionales por precios de commodities, etcétera, por la propia ineficiencia de esa economía regional o como queramos llamarlo.

En definitiva, son algunos productores de distintas provincias o regiones que están especialmente golpeadas y que requerían de un análisis especial.

Entonces, cuando nosotros planteamos esta condición de excepcionalidad, la emparentamos fundamentalmente con dos o tres cuestiones generales. Por un lado, la recesión. Esto de algún modo ya está referenciado; cada uno de nosotros sabe que se inicia aproximadamente en 1998 con la crisis de los precios agrícolas. Por otra parte, la convertibilidad más las emergencias agropecuarias que en distintas condiciones han ido golpeando a los productores en diferentes lugares.

Estas cuestiones hacen que a algunos se les haya sumado o superpuesto una, dos o tres de estas condiciones adversas y se encuentren en esta situación.

Nosotros decíamos, entonces, que a estas condiciones excepcionales también había que ofrecerles desde el Estado y desde el Banco de la Nación Argentina -que es el banco de fomento- una solución de carácter excepcional reconociendo antecedentes en otros ámbitos del tema crediticio, tal como ocurrió en otra época, hace más de veinte años, con los deudores hipotecarios mediante la circular del Banco Central 1.050, según la cual tuvieron que optar por un sistema parecido al que estamos planteando. Por eso hago referencia a esto de los veinte años; lo de los veinte años no era a veinte años sino que podía llegar a veinte años conforme el flujo que pudiera pagar el productor.

En definitiva, quiero decirles que me alegra mucho la actitud que ha asumido el banco. Me hubiese gustado que se asumiera antes, pero de todas maneras sirve, y nuestra intención en todo caso va a ser mejorar y contribuir a que esta herida realmente se termine de suturar para queden los productores nuevamente en carrera y sigan trabajando. Esta es realmente nuestra intención.

Otros temas que nos preocupan son, por ejemplo, la amplitud que tiene el tenor de la quita, esto que va entre el 12 y el 68. Me parece que es un ámbito de mucha discrecionalidad.

T.9

cab

fin

SR. FÁBREGA No, se lo voy a explicar. Esto trata de tener un equilibrio en función de cuándo tomó la deuda el cliente. Si a un hombre que hace diez, once o doce años que no paga no se le hace una quita muy importante, nunca va a llegar a cumplir. En la medida que la deuda es más chica, está más reciente, se llega con porcentajes más bajos, porque el peso de la actualización de la deuda no es tan importante; si tiene menos tiempo, la actualización de la deuda tiene mucho menos peso. El problema del peso fuerte está dado justamente en la gente que tomó el crédito hace mucho tiempo.

Para ser claro, este programa que está vigente desde el 4 de septiembre de 2003, que tiene una característica similar pero llega para aquellos que pueden pagar el 50 por ciento, se pensó justamente con este esquema y tuvo estos resultados que le comento, que son realmente muy positivos. Esto tiene que ver fundamentalmente con cómo hacemos para actualizar esta deuda. Si no le damos más facilidades al que tiene deuda más antigua, es muy difícil que la pueda pagar.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Es una tabla difícil de entrar, y es discrecional.

SR. FÁBREGA No, no es discrecional.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Es discrecional la tabla, no el que la aplica.

SR. BORSANI El rango es muy amplio.

SR. FÁBREGA Esto es como que me pregunte por qué se da a uno y no a otro; eso también es discrecional.

SR. BORSANI Usted habrá evaluado la carpeta de uno y otro cliente cuando dio el crédito.

SR. FÁBREGA Hay muchas cosas que este banco no tuvo la oportunidad de evaluar. Yo tengo treinta y seis años en el banco y ustedes saben que hubo momentos en la Argentina donde el Banco Nación tuvo que salir a comprar cartera irregular de otros bancos mediante las cédulas hipotecarias rurales y no tuvo elección ni posibilidad de analizar los clientes. En una gran mayoría esos son los que hoy tienen problemas, y también estamos encontrando una solución a aquellos deudores que ya tenían una mora en otro banco que el Banco Nación compró y hoy le encontramos una salida a diez años; y quizás dentro de cinco años nos vemos encontrando una salida a quince años, porque es el Banco de la Nación Argentina.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En el año 1995, cuando se produjo el efecto tequila, el Banco Central no podía salir a actuar como banco de última instancia, y le dejó esa función al Banco Nación -el Banco Provincia de Buenos Aires también participó en algo, porque eran los bancos que tenían solidez- y tuvo que comprar cartera para salvar al resto de la banca.

Creo que el Banco Nación puede cometer errores, continuamente da créditos y no ejecuta; no existen ejecuciones del Banco Nación. Creo que si hay un defecto o crítica al Banco Nación es lo amplio que es y a veces en las sucursales locales no hay una respuesta acorde al menú de opciones que se tiene.

Cuando se le pide a cualquier banco que varíe algo que está contabilizado, lo que quita lo tiene que mandar a pérdida, y lo que se resiste es a mandar a pérdida. Está sufriendo la crisis que sufrió y tiene que hacer quitas, manda a pérdidas. Si en un crédito donde no tiene garantías le pagan con dos carretillas de porotos, las acepta, porque precisamente no hay garantías. Cuando tiene garantías se tiene que aferrar a ésta y no largarla, porque es lo único que tiene para cobrar, y no la ejecuta. Esta es la realidad que se vive en el banco: al que no tiene garantía se le hace una quita de lo que sea. Ahora, cuando le dieron el crédito, qué mal se lo dieron.

También es cierto que cuando en 1998 llega el efecto de la crisis rusa, no hubiera existido la cosecha en la Argentina sin la banca pública. Todas las cosechas de ese año fueron financiadas por la banca pública; la banca privada se fue. Este es un tema de diálogo permanente acerca de lo que ocurrió en distintas épocas.

Todos queremos al Banco Nación, no queremos que desaparezca. Cuando tomamos medidas no es para que desaparezca sino para ver cómo adecuarlo. Me parece correcto lo que decía el señor diputado: me alegra mucho que el Banco Nación presente esta propuesta.

SR. BORSANI Nuestro planteo tenía como principal objetivo que el Poder Ejecutivo, a través de la herramienta del banco, reaccionara. Creo que hemos logrado en buena medida el efecto que estábamos persiguiendo. Yo me preguntaba por qué se demoraba tanto, sé que en definitiva son temas que se tienen que estudiar y analizar en profundidad.

T.10

Estamos hablando de recursos muy importantes de los que el Estado tiene que disponer.

Nuestra preocupación, entre otras, era no desfinanciar al banco porque entendemos que es una herramienta fundamental para el desarrollo del sector agropecuario. El banco ahora también cumple roles en el fomento industrial y en el crecimiento de la construcción de viviendas. Además, como el banco ocupa todos los espacios de la banca pública nacional, consideramos que es una herramienta fundamental a cuidar. Por ello desde nuestra visión legislativa estamos planteando una solución, que tendría que ser sustentable, que resuelva los problemas del sector agropecuario cuidando esta herramienta.

Estamos conformes con el anuncio, sabemos que esto se tiene que terminar de cubrir y que no está todo vertebrado ni funcionando porque todavía no están los reglamentos. Por ejemplo, el gerente de la sucursal de Mendoza todavía no tiene el reglamento relativo al refinanciamiento a los productores.

Quiero expresar a los miembros de la comisión que vemos con agrado esta iniciativa y que la vamos a ver funcionar. De todos modos, me parece que tenemos que seguir analizando las iniciativas planteadas.

Reitero que veremos de qué modo se pone en funcionamiento la iniciativa y si el sistema resiste las necesidades del sector. En principio, todas las iniciativas son bienvenidas en la comisión.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Sería bueno invitar a los gerentes de todas las sucursales del Banco Nación a una jornada para explicarles el método.

SR. FABREGA Los gerentes zonales están viniendo para poner en marcha este sistema.

SR. PRESIDENTE FRIGERI También hay que comunicárselo a los gerentes locales; digo esto porque es una de las críticas. Por ejemplo, al Chaco -representado por el señor diputado Rafael González, quien está sentado a mi lado- no llega.

SR. FABREGA Nosotros tenemos que ir.

SR. GONZÁLEZ (R.A.) Si me permite, voy a comentarle un caso.

A veces se hace historia. Consta en las versiones taquigráficas que un presidente del Banco Nación dijo que estaban implementando un programa radial porque esa era una buena metodología de comunicación. De ese modo, por Radio Nacional, todos los gerentes se enterarían de las medidas que se iban tomando y de esa forma no existiría más la desinformación habitual. Reitero que ello consta en la versión taquigráfica; me reservo el nombre del presidente.

SR. FABREGA Aunque parezca jocoso lo que voy a decirle, a la hora de tomar los créditos se interiorizaban bien porque es la provincia que más créditos tomó.

SR. BORSANI Me parece que queda pendiente encontrar la manera de solucionar de un modo definitivo el hecho de que no siga habiendo créditos con tasas del 18,75 por ciento para fomentar la agricultura, independiente del rango en el que esté situado el productor. Esto no entra en ninguna escala y tiene que ver con los costos y la eficiencia del banco. De esto puede hablarnos el señor diputado Frigeri porque sabe mucho.

SR. FABREGA Lo que quiero decir es que la tasa del 18,85 por ciento del banco es de referencia.

Ningún cliente que pague su deuda abona esa tasa porque todas están bonificadas. Quien paga el día del vencimiento tiene una bonificación del 20 por ciento. Además hay créditos con tasas que nacen del 7,46 por ciento y llegan al 15 por ciento de bonificación si se pagan al día. De no ser así, estamos hablando de un moroso y por ello nos referimos del 18,85 por ciento. Hay muchos créditos con tasas muy bajas que están funcionando bien.

En los últimos nueve meses el banco ha colocado 155 mil créditos por 2.319 millones de pesos. Es cierto, tal como mencionaba el señor presidente, que no se advierte un crecimiento de la cartera, pero si usted mide la cartera en su conjunto, vemos que hemos cobrado mucha deuda, 1.100 millones de pesos, pero no se advierte porque colocamos nuevamente mil millones.

T.11

Pero quiero decir es que el esfuerzo de este banco es muy grande y está cumpliendo, por lógica, un rol importantísimo.

Tenemos algunos créditos a una tasa del 5 por ciento y respecto de los cuales hemos trabajado con algunas provincias. En Mendoza tenemos también algunos créditos al 7 por ciento. Los tenemos compartidos con la provincia, estamos haciendo buenos números y le dan buen resultado a Mendoza y al banco.

SR. ALONSO Dentro de la cartera general de préstamos, ¿qué porcentaje tiene actualmente como destinatario al productor agropecuario?

SR. FÁBREGA Aproximadamente entre el 35 y el 40 por ciento corresponde al sector agropecuario.

SR. ALONSO Más o menos un tercio.

SR. FÁBREGA Más o menos.

SR. ALONSO ¿Y hace un par de años?

SR. FÁBREGA Hace ya un buen tiempo que se mantiene ese porcentaje.

SR. PRESIDENTE FRIGERI ¿Podemos sacar fotocopias de este material?

SR. FÁBREGA Sí.

SR. PRESIDENTE FRIGERI No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.



Es la hora 18 y 31.