Art. 1º Créase un Fondo de Reparación para la provincia de Mendoza por un monto de

PESOS DOS MIL MILLONES ($ 2.000.000.000.-), tendientes a reparar el perjuicio sufrido por esa jurisdicción como consecuencia del lucro cesante generado por la aplicación de los regímenes de promoción industrial a las provincias de San Juan, San Luis, La Rioja y Catamarca.

Art. 2º Dicho Fondo se incrementará en la suma de PESOS DOSCIENTOS MILLONES ($ 200.000.000.-), anuales, hasta tanto se mantengan vigentes los regímenes de promoción enunciados en el artículo anterior.

Art. 3º El Fondo creado por el artículo primero, y sus incrementos por el artículo segundo, serán destinado exclusivamente al financiamiento de construcción de escuelas y equipamiento escolar dentro del territorio de la Provincia de Mendoza.

Art. 4º De forma.

Señor presidente:

A principios de los años 80 comienzan a surgir nuevos puntos de crecimiento industrial en el país, localizados principalmente en la provincia de San Luis, sur de San Juan, Norte de La Rioja y sur de Catamarca.

Estos nuevos focos de industrialización se explican principalmente por los regímenes de promoción industrial.

En contraposición a estas provincias, Mendoza atravesó un periodo de completo estancamiento e incluso periodos de gran declinación en su actividad industrial, cuyo motivo principal resulta el hecho de su ausencia, a diferencia de San Luis, San Juan, Catamarca y La Rioja, en los beneficios del régimen de promoción industrial.

El diferimiento impositivo, que postergaba el pago de impuestos nacionales hasta la fecha de inicio de la producción de los nuevos emprendimientos agrarios, y la promoción industrial, que otorgaba facilidades fiscales a los proyectos fabriles que se instalaran, provocó una relocalización industrial que fue el motor principal del crecimiento de las provincias incluidas en el régimen, pero esto se realizó a costa de grandes pérdidas para la provincia de Mendoza.

Si analizamos el mapa regional, la relocalización de industrias hacia las provincias promocionadas, perjudica principalmente a Mendoza, en detrimento de su economía por el traslado de las industrias locales provincias vecinas.

Al comparar los empleos creados, mientras que entre 1973 y 1993 Mendoza perdió 4700 empleos industriales, en las cuatro provincias se crearon 31.728 puestos.

En Mendoza se estimó en 210 el número de empresas mendocinas que cerraron sus puertas o se trasladaron a raíz de la promoción industrial, según un informe de 2003 de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia.

Este régimen selectivo, no solo relocalizó industrias hacia esas provincias, sino también atrae a sus economías inversiones que de otra manera irían indudablemente a Mendoza.

Al análisis deberían sumarse los altísimos costos sociales en los que incurre el pueblo mendocino, que ve familias deteriorarse por las pérdidas laborales, el aumento en la pobreza, como consecuencia de un régimen de promoción sectorial, que favorece a intereses provinciales en total perjuicio de otras provincias de la Nación, y a la ausencia de una ley de promoción industrial ecuánime para todo el país, analizada de forma integral y estratégica, en pos del crecimiento de la economía y el pueblo argentino.

Por lo expuesto anteriormente, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley