Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional de manera inmediata reglamente la Ley Nacional Nº 25.872 (Programa de Apoyo al Empresario Joven), herramienta importante de progreso para nuestros jóvenes emprendedores.

Señor presidente:

La Ley 25.872, se sancionó en el mes de diciembre del año 2003, por la que se establecieron diversas medidas de fomento a la actividad empresarial de los jóvenes de nuestro país. Dichas medidas, sólo enunciadas en la Ley, deberían ser implementadas por el Poder Ejecutivo de la Nación. Entre ellas se encuentran exenciones impositivas, líneas de crédito accesible, apoyo tecnológico y de investigación, otorgamiento de avales del Estado, premios en dinero, etc.

La Ley aprobada por el Honorable Congreso de la Nación, constituye una herramienta de enorme valor para los jóvenes que recién inician en las lides del mercado, deben ser principalmente protegidos, para que se preserve su natural originalidad y para que el ímpetu propio de los comienzos no sea sofocado por la imposición de cargas que a veces ni siquiera pueden soportar las empresas consolidadas.

La Ley es especialmente beneficiosa para provincias como la nuestra, dado que en su Art. 8º se establece que en el otorgamiento de los beneficios se priorizarán los proyectos presentados por emprendedores de economías regionales en los que los índices de pobreza o de desempleo sean superiores a la media nacional.

Esta consideración especial de la Ley demuestra que en su espíritu rige la convicción de que existe la necesidad de crear empleo genuino. Para ello, nada mejor que fomentar el espíritu empresario.

El artículo 14 de la Ley establecía que el Poder Ejecutivo de la Nación debía reglamentarla en un plazo de 90 días. Ya han pasado casi tres años y la Ley sigue sin reglamentar, es

decir, sin adquirir carácter operativo. Se está desperdiciando de este modo una importante herramienta de progreso que ya había logrado el consenso en el Congreso Nacional, y que el Estado está en inmejorables condiciones de aplicar, dado el ciclo favorable que atraviesa nuestra economía.