Expresar el beneplácito por la conmemoración del “Día de la Industria”, a celebrarse el próximo 2 de septiembre, en homenaje a la primera exportación realizada desde el puerto de Buenos Aires.

Señor presidente:

La política industrial de un país es muchísimo más que la elección aleatoria de un modelo posible: es el único camino para alcanzar un desarrollo económico y social sostenible en el tiempo. Ante una nueva celebración del día de la industria en nuestro país, resulta imperioso debatir a fondo el rumbo que Argentina debe transitar durante este siglo. Y para que ese debate tenga sentido, primero hay que comprender de manera integral cómo está compuesto nuestro entramado industrial y cuáles son los desafíos que presenta.

El entramado productivo argentino tiene una densidad pyme que necesita de promoción e incentivos para fortalecerse. ¿Por qué? Porque las pymes son el actor de la economía que hace arrancar al país y permite sostener la marcha a través de la inversión y la generación de empleo. Un dato que no es menor: el 50% del empleo formal depende directamente de las pymes.

A su vez, ningún desarrollo es completo si no tiene en su núcleo duro al equilibrio territorial como prioridad. Actualmente, Argentina se encuentra atravesada por un problema grave de macrocefalia: el 80% de la población está en el 2% del territorio. Y en términos netamente económicos, la comparación se vuelve más preocupante: el PBI per cápita de la Capital Federal es siete veces el de Formosa y seis veces el de La Rioja. La industria cumple un rol clave a la hora de pensar estrategias que solucionen este dilema, a través de una integración territorial que tenga como ejes a las economías regionales y a las pymes industriales.

La industria nacional es la principal fuente de empleo formal en nuestro país, siendo además quien mayores capacidades detenta para generar empleo de manera indirecta en otros sectores de la economía. Teniendo a casi el 40% de la población económicamente activa con problemas para insertarse de manera plena al mercado de trabajo, no existe alternativa viable para erradicar de manera definitiva la pobreza que no implique llevar a cabo todas las transformaciones necesarias para potenciar nuestro desarrollo industrial.

Volver a poner a la valorización productiva como eje de la política macroeconómica constituye el primer paso. El endeudamiento desmedido, y sin condicionantes que vuelquen sus fondos a un mayor desarrollo de las fuerzas productivas, no es más que un paliativo temporal para los problemas que afrontamos, y que más tarde o más temprano terminará indefectiblemente agravándolos.

Pero nuestra historia muestra que un contexto macroeconómico favorable es una condición necesaria para el desarrollo, pero no suficiente. La mayor industrialización de nuestra economía no se dará nunca de manera espontánea: requiere definir el rol que pretendemos cumplir en la división internacional del trabajo, e implementar políticas de largo plazo que procuren una transformación estructural de nuestra matriz productiva. Para ello, lograr el consenso de todos los actores de nuestra sociedad en torno al modelo de país al que aspiramos, resulta prioritario.

En otras palabras, que Argentina alcance objetivos postergados en el tiempo como pobreza cero o el fin de la restricción externa requiere establecer los ritmos y prioridades de un plan de desarrollo, con la idea de agregar valor en el país a nuestras materias primas como eje. Los ejemplos internacionales son incontrastables: no existe país desarrollado en el mundo que no sea un país industrial, como así tampoco países que no hayan aprovechado sus recursos naturales para apalancar un proceso de desarrollo nacional.

A 430 años de aquel 2 de septiembre, la vigencia del sector industrial y su protagonismo para construir un futuro con más empresas, inversión, empleo de calidad y desarrollo sostenible nos invita a trabajar desde la industria por el país, teniendo al futuro como horizonte.

Por los motivos expuestos, solicito a las Señoras y Señores Diputados, acompañen el presente Proyecto de Declaración.-