Su beneplácito por el crecimiento que viene registrando la industria algodonera en nuestro país, cuya producción podría crecer un 20 % durante 2006 con respecto al año anterior, e incluso con mejores perspectivas para 2007, dejando atrás la fuerte crisis que sufrió en años anteriores.

Señor presidente:

Hace una década, Argentina era el quinto exportador mundial de algodón. Sin embargo, la crisis que azotó al país a fines de los años noventa obligó a que en 2002 se haya necesitado importar este producto para abastecer al mercado interno.

Sin embargo, gracias a la nueva energía que está teniendo actualmente el Estado Nacional fomentando las actividades productivas, la negociación ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), el tipo de cambio favorable y el buen precio internacional, han posibilitado que durante 2006 la industria algodonera registre un incremento del 20 % con respecto al año anterior.

Según datos oficiales, durante el período de 1995-1996 la cantidad de hectáreas sembradas fue de 1.010.550, y la producción en bruto alcanzó 1.347.000 toneladas. Luego, en la etapa 2002-2003 las hectáreas sembradas registraron apenas 158.260, con una producción de 201.550 toneladas.

Esta decaída se debió, entre otros factores, a la imposibilidad de competir con Estados Unidos, que utilizaba la artimaña de fijar precios por debajo del costo de producción (el denominado "dumping"), además de los tasas altas de importación que fija ese país y los subsidios que otorga a los productores (4 mil millones de dólares anuales). No obstante, la OMC falló a favor de la reducción de esas contribuciones en un 25 %, mejorando la posición de los competidores, como el caso de nuestro país.

Así, entonces, la siembra que se realizará a fines de octubre de 2006, prevé para fines de este año una cosecha de 400 mil hectáreas, lo cual representa un aumento del 20 por ciento respecto a 2005. En este sentido, debe destacarse la importancia del proyecto de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentaición (SAGPyA) que destinaría 50 millones de pesos para impulsar la producción.

En suma, esta "resurrección" de la industria del algodón, como tantas otras actividades productivas de nuestro país, ratifican y abren esperanzas para el sostenimiento a largo plazo del crecimiento de la economía nacional.

Por todo lo antes expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.