Dirigirse al Poder Ejecutivo para que a través de los organismos correspondientes se sirva informar:

1) Si se ha dispuesto la realización de una investigación ante los resultados del trabajo difundido por el Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que advierte sobre la presencia de residuos de plaguicidas en productos lácteos destinados al consumo infantil;

2) En caso afirmativo informe cuales son las medidas a implementar por parte de las autoridades competentes en relación al tema en cuestión y puntualmente aquellas destinadas a asegurar que quienes tienen a su cargo la producción de lácteos destinados a bebés y niños, en especial de leches infantiles, tengan la cautela de seleccionar partidas de materias primas libres de tóxicos para elaborar dichos productos

3) En el supuesto de que no se proyecte tomar medidas al respecto, expresen las razones que fundamentan tal decisión.

Señor presidente:

El Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires ha difundido un trabajo de investigación que advierte sobre la presencia de residuos de plaguicidas en productos lácteos destinados al consumo infantil.

Dichos estudios fueron realizados por un equipo de investigadores de la cátedra de Toxicología y Química Legal, quienes detectaron residuos de plaguicidas en leches maternizadas, yogures y postres que consumen bebés y niños. De acuerdo a lo expresado del análisis de 50 muestras de leches maternizadas y 51 muestras de yogures y postres disponibles en el mercado, solo el 10 por ciento de ellas estaba libre de plaguicidas, aclarando que se trata de tóxicos que fueron prohibidos hace ya tiempo en nuestro país.

De acuerdo a lo informado en la investigación se analizaron un conjunto amplio de componentes de diversos plaguicidas, centrando la atención en los organoclorados, conocidos por las siglas POC, que son extremadamente persistentes y se acumulan en la cadena alimentaria. La sustancia en cuestión, el DDT, prohibido en la Argentina hace más de una década por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) sigue dejando rastros en diversos alimentos, pero principalmente en la leche humana y la vacuna. Los POC son tan persistentes que pueden seguir apareciendo en alimentos aun 40 años después de que ya no se utilicen.

Por su parte en declaraciones periodística, la doctora Edda Villaamil Lepori, directora del equipo de investigación que realizó el estudio expresó que: "La leche es una vía de eliminación de los POC, pero es también, y primordialmente, una vía de exposición de los bebés y niños a estos potentes tóxicos. De hecho, el grupo más sensible son los recién nacidos y los niños de corta edad, y recién después los adultos".

Esta situación se da en razón que los lactantes y niños consumen más calorías por unidad de peso corporal que los adultos. Pero, más grave aún, consumen una variedad muy restringida de alimentos. Tanto es así que, para los lactantes, la única fuente de nutrientes es la leche materna o las fórmulas infantiles elaboradas sobre la base de leche vacuna. Para los chicos de seis meses en adelante, que comienzan a consumir dietas mixtas, la leche y otros productos lácteos, como yogures y "postrecitos" siguen siendo componentes mayoritarios de la dieta. Entonces, si se considera que la leche materna y de vaca constituyen vías de eliminación privilegiadas de plaguicidas organoclorados, puede comprenderse cabalmente la gravedad del problema. "Los bebés y niños están expuestos 10 veces más que los adultos a los efectos de estos residuos tóxicos", conforme lo refiere la especialista mencionada.

Asimismo se hace mención a advertencias realizadas por El International Life Science Institute (ILSI) en el año 2001 que destacaban que la exposición prenatal y de niños pequeños a los POC está relacionada con deficiencias en el desarrollo neurológico y con la frecuencia de bajo peso corporal.

Sin dudas noticias como las aquí analizadas producen una gran preocupación y alarma , ante ello creemos conveniente que el poder ejecutivo a través de los organismo correspondientes informen sobre los pasos a seguir en relación a la cuestión, a fin de asegurar que quienes tienen a su cargo la producción de de lácteos destinados a bebés y niños, y en especial de leches infantiles, tengan la cautela de seleccionar partidas de materias primas libres de tóxicos para elaborar dichos productos.

Por lo expuesto y en virtud de la relevancia del tema en tratamiento solicitamos a los miembros de esta H. Cámara acompañen con su voto afirmativo la presente iniciativa.-