CREACIÓN DE LA COMISIÓN NACIONAL PARA LA ELABORACIÓN E INSTRUMENTACIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO INTEGRAL PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD AGROINDUSTRIAL EN LA REPUBLICA ARGENTINA

ARTÍCULO 1: Créase en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional la Comisión Nacional para el desarrollo del Plan Estratégico de naturaleza integral que abarque a la totalidad de la actividad agroindustrial en el ámbito de Republica Argentina.

ARTÍCULO 2º: La Comisión Nacional constituida en el artículo 1º tendrá por objeto elaborar, sistematizar y diseñar los lineamientos generales y particulares que garanticen un crecimiento sustentable de la actividad agroindustrial, estableciendo las pautas de políticas públicas que rigan la actividad por un periodo no menor a cinco (5) años.

ARTÍCULO 3º: La Comisión Nacional estará presidida por el Jefe de Gabinete de Ministros, siendo la coordinación realizada por parte del Secretario de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, estando conformada en calidad de miembros permanentes por:

a) Un (1) representante de cada provincia designado por sus autoridades respectivas.

b) Un (1) representante elegido por parte de CONFEDERACIONES RURALES ARGENTINAS (C.R.A), CONFEDERACIÓN INTERCOOPERATIVA AGROPECUARIA (CONINAGRO), FEDERACIÓN AGRARIA ARGENTINA (F.A.A). y SOCIEDAD RURAL ARGENTINA (S.R.A.).

c) Un (1) Representante, con rango no menor a Secretario de Estado, designado por sus respectivas autoridades de los ministerios de Economía, Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y de Educación Ciencia y Tecnología.

ARTÍCULO 4º: En razón de su incumbencia y a solicitud fundada por parte de los miembros permanentes de la Comisión, podrán incorporarse en carácter de miembros transitorios:

A) Representantes de municipios que dispongan de una Agencia Regional de Desarrollo Productivo.

B) Representantes de cada uno de los organismos integrados al Sistema Tecnológico Nacional.

C) Representantes de las Universidades Nacionales, seleccionados a través del Consejo Ínteruniversitario Nacional (C.I.N.)

D) Representantes de Cámaras empresarias que agrupen al sector Industrial.

E) Representantes de la Confederación General del Trabajo de la Republica Argentina y de la Central de Trabajadores Argentinos.

ARTÍCULO 5º. La Comisión tendrá todas las atribuciones necesarias e indispensables para cumplir con el objetivo enunciado en el articulo 1º, siendo objeto de su abarcacion el diseño de políticas públicas que comprendan entre otras a:

- Diseñar un régimen impositivo simplificado para la actividad agropecuaria en su conjunto.

- Establecer nuevas modalidades de fraccionamiento y comercialización de cortes de carnes bovinas dotándolas de mayor valor agregado, permitiendo así mejorar la comercialización garantizando el acceso de la población al consumo de los mismos, a valores adecuados.

- Impulsar el desarrollo de programas de gestión abocados a la búsqueda de la implementación y optimización de cadenas de mayor valor agregado en toda producción, tanto de naturaleza agropecuaria como industrial de cada región, promoviendo la articulación con las restantes actividades relacionadas existentes.

- Fomentar la rotación de cultivos de cereales y oleaginosas preservando las propiedades de la tierra, garantizando la sustentabilidad de la producción en el mediano y largo plazo. Implementando a valores lógicos el uso de fertilizantes y nutrientes en calidad y cantidad suficientes para el mantenimiento de dicha sustentabilidad.

- Elaborar un régimen de regularización dominial sobre la propiedad de la tierra, en beneficio de explotaciones familiares.

- Delinear los marcos normativos de una nueva Ley de Arrendamiento rural.

- Establecer un sistema de subsidios y reintegros para los pequeños y medianos productores. Los cuales se aboquen prioritariamente a la producción en origen.

- Delinear un programa sustentable de la producción lechera a fin de establecer pautas de crecimiento que signifiquen un aumento en el volumen de producción en un plazo no menor a cinco (5) años.

- Fomentar las iniciativas regionales destinadas a desarrollar emprendimientos relacionados al comercio exterior que valoricen a todo producto regional y/o local, con el fin de dotar de mayor valor a los bienes y servicios generados.

- Proponer modificaciones al esquema de derechos de exportación de productos de origen agropecuario comprendidas en el Código Aduanero.

- Fomentar la interacción entre los sujetos productivos y las Universidades nacionales e Institutos Terciarios de orientación tecnológica de las diferentes jurisdicciones.

ARTÍCULO 6º. La Comisión establecerá sus pautas de funcionamiento y organización, con el fin de garantizar una gestión eficaz y sistemática de la concreción de los objetivos de la presente Ley.

ARTÍCULO 7º. Desde la promulgación de la presente Ley, y en un plazo perentorio de ciento ochenta (180) días hábiles, la Comisión Elevará al Honorable Congreso de la Nación las conclusiones del trabajo delineado en la propuesta de "PLAN ESTRATÉGICO INTEGRAL PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD AGROINDUSTRIAL EN LA REPUBLICA ARGENTINA".

ARTÍCULO 8º. La Comisión Nacional podrá, para el cumplimiento del objeto constitutivo, afectar en carácter extraordinario por el periodo previsto en el artículo 7º a todo personal que revista en la planta funcional del personal agrupado en el escalafón del Personal Civil de la Nación.

ARTÍCULO 9º: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

La situación deviniente de la crisis que evidenció nuestro país los últimos meses la cual trascendió los limites de un conflicto de naturaleza sectorial para convertirse en un disparador que se generalizó a toda la Argentina, tuvo su clímax en el abordamiento por parte de este Congreso de la Nación de la propuesta de Ley que el Ejecutivo Nacional giró para su tratamiento legislativo. Ahora bien desde ese momento surge manifiesto la notoria ausencia de lineamientos de políticas de estado abarcativas y estratégicas que nos permitan aprovechar la oportunidad histórica que nuestro país dispone para poder concretar nuestro postergado salto hacia delante.

Hace falta señalar que nuestra Argentina se enfrenta a una oportunidad única de índole histórica la cual refleja un cambio sustancial en el paradigma vinculado a la concepción sobre la matriz de nuestro desarrollo. Esto mismo a partir del cambio en los conceptos relativos a los términos de intercambio que nuestra nación puede y debe aprovechar para consolidar su crecimiento y convertirlo realmente en sustentable y sostenido en el tiempo. El mundo de la actualidad presenta una coyuntura totalmente diferente a la que durante los últimos 60 años predominó, el eje del intercambio mundial concentrado preponderantemente en los mercados tradicionales de Europa Occidental y América del Norte con más la preponderancia de Japón en el continente asiático, ha variado desde el pasado decenio. Hoy debemos agregar por ejemplo, la consolidación en el escenario global de naciones como Brasil, India, China cuyas economías en volumen y proyección se convierten en los próximos gigantes del intercambio, Básicamente la magnitud de la densidad demográfica que juntas estas naciones reúnen equivale a aproximadamente un tercio de la población económica del planeta. Semejante magnitud también implicó que millones de seres humanos que por décadas vivían bajo una mera economía de subsistencia se incorporen como nuevos consumidores de todo tipo de bienes y servicios, particularmente de alimentos y derivados de mayor calidad proteica, elementos básicos que más allá de magnitudes de orden geográfico no pueden abastecer en las cantidades elementales y suficientes para afrontar la demanda sostenida que tienen de alimentos y derivados.

Pues bien más allá de este breve análisis efectuado, entiendo que el escenario que se nos presenta obliga a que de una buena vez podamos delinear los conceptos necesarios para definir como propia una política de estado que convierta las oportunidades presentes en pautas de desarrollo y diversificación productiva para poner a la Argentina en el sitial de las naciones que mejor puedan adaptarse a esta realidad, esta afirmación la podemos concebir de esta manera dado que la naturaleza hizo de nuestra tierra un sitio privilegiado para lograr el salto cuantitativo y cualitativo en lo que refiere a la producción agrícola y por consecuencia agroindustrial. Por eso concebimos indispensable la construcción de un espacio real de articulación con objeto en el diseño de políticas abocadas a la elaboración de una Plan Estratégico para el Crecimiento en los cuales se planifique con proyección de futuro el aumento de los volúmenes de producción agrícola integral y derivadas, con más la búsqueda de optimización de las cadenas de valor para dotar a los saldos exportables de mayor valor agregado vinculado al sector primario con la industria y básicamente con la investigación.

Puntualmente en el articulo 5º de la presente iniciativa enunciamos una serie de objetivos de carácter general en donde se encuentran comprendidos lo que concebimos debe reunir cualquier acción estratégica destinada a tal fin, no siendo estas premisas de carácter excluyente sino por el contrario orientativas de otras medidas a impulsar que perfeccionen el objetivo que se pretende conseguir. Asimismo no debemos entender que estas acciones solo se enmarcan en el mero propósito de apuntar al mercado externo, al contrario al tener pautas generales de un plan integral, su primer elemento es duplicar la producción para garantizar antes que nada el acceso de nuestra población al consumo de su producción, sin tener que caer en medidas limitativas que a largo plazo solo desalientan la producción y por consiguiente dificultan que en un futuro próximo, generaciones de compatriotas tengan una dieta equilibrada y correctamente balanceada en sus componentes ya que de lo contrario terminaremos siendo meros importadores de productos otrora orgullo de nuestra tierra. Solo el ejemplo de que nos demuestra la coyuntura del sector lácteo nos alecciona sobre esta posibilidad concreta si no actuamos con la premura necesaria.

Del reciente conflicto con el sector agropecuario el cual se inició con la medida que modificó el esquema de los derechos de exportación, surge una cuestión sectorial vinculada con la apropiación de una renta genuina por parte del Estado Nacional, una serie de disparadores que hasta ese momento nunca se habían exteriorizado mas allá de ámbitos específicos internalizando en el conocimiento de la sociedad Argentina varias aristas que la

gran mayoría ignoraba y que desnudaron la ausencia de una política integral de la actividad, patrimonio, esta ausencia de políticas, de todos los sectores políticos de la República.

La discusión sobre la problemática ganadera en cuanto al estancamiento del rodeo nacional, que casi sin diferencia se encuentra en los mismos volúmenes que hace 30 años, la desaparición de la actividad tambera en vastas regiones de muchas provincias en donde frente a la rentabilidad de la producción de oleaginosas como la soja, productores que por generaciones se especializaron en aquella se volcaron raudamente a éste cultivo al amparo de políticas no coherentes para garantizar la sustentabilidad de su trabajo, inversión e innovación de años aplicada a la actividad lechera con el consiguiente desmedro de la misma.

En el mismo sentido se evidenció la confirmación de una tendencia a nuestro juicio preocupante, la que viene asociada al fenómeno de la concentración de la tierra y la producción de productos de menor inversión y mayor rentabilidad en el corto plazo que garantizan el rápido retorno de tasas de interés superiores a cualquier otra actividad. Sin embargo debemos aclarar que no renegamos de la inversión privada al contrario, se debe fomentar, pero bajo criterios y normas que garanticen la libre concurrencia de los pequeños y medianos productores como de la actividad en densidad mas pequeña como lo es la producción familiar, que frente a estos precios fueron en vastas regiones abrumados por la competencia sin igual. A esto solo podemos evitarlo pautando reglas claras y constantes que regulen tanto el dominio como el arrendamiento rural. No existe estado en el mundo que no fomente el desarrollo regional como método de crecimiento demográfico y social equilibrado en donde se direccionan las políticas para evitar el éxodo de la población económicamente activa del interior a los centros urbanos, los cuales terminan en muchos casos, al carecer de oportunidades, en un aumento sensible de la marginalidad, contradictoria de una sociedad que todos queremos que sea justa.

Del mismo modo se deben conformar política integrales que apunten a simplificar y transparentar el esquema impositivo reinante a los fines de lograr una fiscalización que evite situaciones que configuren conductas lesivas para el fisco en toda operación que se efectúe. Por consiguiente y mas allá de estos breves enunciados, reiteró la urgencia de poder delinear el objeto de un programa de alcance nacional, pero por primera vez alejado de señoríos o derechos de autor propios. Muy por el contrario, debemos apuntar a interactuar entre el sector público y el privado. Esto redundará en el hecho incuestionable y virtuoso) de que las conclusiones resulten englobadoras de las diferentes visiones.

Bajo este propósito es que la conformación de la Comisión Nacional que proponemos debe contemplar para la construcción del consenso necesario la inclusión de todos los actores de la vida del país vinculados a la actividad agropecuaria y agroindustrial, en consonancia con la participación prioritaria de los Gobiernos Provinciales y Municipales.

Por lo expuesto, entendiendo la necesidad acuciante de lograr los consensos que nos eviten reiterar los errores que nos aparejó el conflicto que padeció el país en los últimos meses, solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente Proyecto de Ley. Hace falta señalar que nuestra Argentina se enfrenta a un oportunidad histórica la cual, refleja un cambio sustancial en el paradigma vinculado a la concepción sobre la matriz del desarrollo, esto mismos a partir del cambio en los conceptos relativos a los términos de intercambio que nuestra nación puede y debe aprovechar para consolidar su crecimiento y convertirlo realmente en sustentable y sostenido en el tiempo. El mundo de la actualidad presenta una coyuntura totalmente diferente a la que durante los últimos 60 años predominó, el eje del intercambio mundial concentrado preponderantemente en los mercados tradicionales de Europa occidental y América del norte con mas la preponderancia de Japón en el continente asiático, ha variado en el pasado decenio, hoy debemos agregar por ejemplo la consolidación en el escenario global de naciones como Brasil, India, China cuyas economías en volumen y proyección se convierten en los próximos gigantes del intercambio, básicamente la magnitud de la densidad demográfica que juntas estas naciones reúnen equivalen a aproximadamente un tercio de la población económica del planeta. Semejante magnitud también implico que millones de seres humanos que por décadas vivían bajo una mera economía de subsistencia se incorporen como nuevos consumidores de todo tipo de bienes y servicios, en lo particular de alimentos y derivados de mayor poder proteico, elementos básicos que mas allá de su naturaleza de orden geográfico no pueden abastecer en las cantidades elementales para afrontar la demanda sostenida que tienen de alimentos y derivados.

Pues bien mas allá de este breve análisis efectuado, entiendo que el escenario que se nos presenta obliga a que de una vez podamos delinear los conceptos necesarios para definir como propia una política de estado que convierta las oportunidades presentes en pautas de desarrollo y diversificación productiva para poner a la Argentina en el sitial de las naciones que mejor puedan adaptarse a esta realidad, esta afirmación la podemos concebir de esta manera dado que la naturaleza hizo de nuestra tierra un sitial privilegiado para lograr el salto cuantitativo y cualitativo en lo que refuerte a la producción agrícola y por consecuencia agroindustrial. Por eso concebimos indispensable la construcción de un espacio real de articulación con objeto en el diseño de políticas abocadas a la elaboración de una Plan Estratégico para el Crecimiento en los cuales se planifique con proyección de futuro el aumento de los volúmenes de producción agrícola integral y derivadas, con mas la búsquedas de optimización de las cadenas de valor para dotar a los saldos exportables de mayor valor agregado vinculado al sector primario con la industria y básicamente con la investigación.

Puntualmente en el articulo 5º de la presente iniciativa enunciamos una serie de objetivos de carácter general en donde se encuentran comprendidos lo que concebimos debe reunir cualquier acción estratégica destinada a tal fin, no siendo estas premisas de carácter excluyente sino por el contrario orientativas de otras medidas a impulsar que perfeccionen el objetivo que se pretende propender. Asimismo no debemos entender que estas acciones solo se enmarcan en el mero propósito de apuntar al mercado externo, al contrario al tener pautas generales de un plan integral, su primer elemento es duplicar la producción para garantizar antes que nada el acceso de nuestra población al consumo de su producción, sin tener que caer en medidas limitativas que a largo plazo solo desalientan la producción y por consiguiente dificultan que un futuro próximo generaciones de compatriotas tengan una dieta equilibrada y proteica ya que terminaremos siendo netos importadores de productos otrora orgullo de nuestra tierra, solo el ejemplo de los lácteos nos alecciona sobre esta posibilidad concreta sino actuamos con la premura necesaria.

Del reciente conflicto con el sector agropecuario el cual se dispara con la medida que modificó el esquema de los derechos de exportación, surge de una cuestión sectorial vinculada con la apropiación de una renta genuina por parte del Estado Nacional, una serie de disparadores que hasta ese momento nunca se habían exteriorizado mas allá de ámbitos específicos internalizando en el conocimiento de la sociedad Argentina varias aristas que la gran mayoría ignoraba y que desnudaron la ausencia de una política integral de la actividad, patrimonio esta ausencia de políticas de todos los actores políticos de la República.

La discusión sobre la problemática ganadera en cuanto al estancamiento del rodeo nacional, que casi sin diferencia se encuentra en los mismos volúmenes que hace 30 años, la desaparición de la actividad tambera en vastas provincias en donde frente a la rentabilidad de la producción de oleaginosas como la soja, productores que por generaciones se especializaron en ella se volcaron raudamente a este cultivo al amparo de política coherentes para garantizar la sustenabilidad de su trabajo, inversión e innovación de años aplicada a la actividad lechera.

En el mismo sentido se evidenció la confirmación de una tendencia a nuestro juicio preocupante, la que viene asociada al fenómeno de la concentración de la tierra y la producción de productos de menor inversión y mayor rentabilidad en el corto plazo que garantizan el rápido retorno de tasas de interés superiores a cualquier otra actividad. Sin embargo debemos aclarar que no renegamos de la inversión privada al contrario se debe fomentar pero bajo criterios y normas que ganaticen la libre concurrencia de los pequeños y medianos productores como de la actividad en densidad mas pequeña como lo es la producción familiar, que frente a estos precios fueron en vas tas regiones abrumados por la competencia sin igual. A esto solo podemos evitarlo pautando reglas claras y constantes que regulen tanto el dominio como el arrendamiento rural. No existe estado en el mundo que no fomente el desarrollo regional como método de crecimiento demográfico y social equilibrado en donde se direccionan las políticas para evitar el éxodo de la población económicamente activa del interior a los centros urbanos, los cuales terminan en muchos casos al carecer de oportunidades en un aumento sensible de la marginalidad, contradictoria de una sociedad que todos queremos que sea justa.

Del mismo modo se deben conformar política integrales que apunten a simplificar y transparentar el esquema impositivo reinante a los fines de lograr una fiscalización que evite situaciones que configuren conductas lesivas para el fisco en toda operación que se efectué. Por consiguiente y mas allá de estos breves enunciados, reiteró la urgencia de poder delinear el objeto de un programa de alcance nacional, pero por primera vez alejado de señoríos o derechos de autor propios, al contrario debemos apuntar a interactuar entre el sector público y el privado esto redundará en el hecho incuestionable que las conclusiones resulten englobadoras de las diferentes visiones.

Bajo este propósito es que la conformación de la Comisión Nacional que proponemos debe contemplar para la construcción del consenso necesario en todos los actores de la vida del país vinculados a la actividad agropecuaria y agroindustrial en consonancia con la participación prioritaria de los Gobiernos Provinciales y Municipales.

Por lo expuesto entendiendo la necesidad acuciante de lograr los consensos que nos eviten reiterar los errores que nos aparejo el conflicto que padeció el país en los últimos meses, solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente Proyecto de Ley.