Expresar su beneplácito por la decisión de la empresa automotriz italiana FIAT de reabrir su planta fabril en nuestra Provincia de Córdoba, con la finalidad de retomar la producción de su modelo SIENA, a partir de Enero de 2008, con una inversión inicial de U$S 60 millones.-

Señor presidente:

Recientemente hemos conocido la decisión de la empresa automotriz FIAT de reabrir su planta fabril en la Provincia de Córdoba, luego de cerrarla parcialmente a pocos años de su inauguración.

Para este emprendimiento la empresa prevé una inversión inicial de US$ 60 millones, con la posibilidad de otros US$ 80 millones para la producción de un nuevo modelo de Pick - Up, además de la potencial incorporación de un tercer modelo que se encuentra en etapa de negociación con la Casa Matriz.

Todos quienes creemos que la inversión industrial es el mayor motor para el desarrollo social, presente y de las futuras generaciones, debemos celebrar medidas de este tipo, que no sólo aportan empleos genuinos a nuestra economía sino que además agregan valor a las exportaciones.

A pesar del período de crecimiento económico que atraviesa nuestro país no es frecuente desatacar acontecimientos de esta clase. Debido, en parte, a la falta de crédito para la industria, como también a la inseguridad jurídica e institucional fomentada por el Poder Ejecutivo Nacional con medidas que no hacen más que retraer inversiones o espantarlas hacia países vecinos que ofrecen condiciones más seguras para la actividad industrial.

La planta de FIAT de próxima reapertura generará dos mil puestos de trabajo formales aproximadamente.

La generación de empleo formal no es un dato menor en nuestro país que sufre escandalosos niveles de empleo en negro, trasformándose en un flagelo que atenta contra la distribución equitativa del ingreso, la cual, según datos oficiales, ha empeorado en el último año.

De igual modo que la economía argentina ya no crea tanto empleo como en los años posteriores a la gran crisis del año 2001. Los niveles de generación de empleo han crecido exponencialmente desde el año 2002, desacelerándose el último año y finalizando así un período sin precedentes en décadas.

Por ello es indispensable estimular toda clase de iniciativa tendiente a traducir el crecimiento económico en un verdadero desarrollo social, aunque sin dudas este proyecto, y ningún otro, logrará reemplazar los estímulos que pudiera ofrecer el Poder Ejecutivo si tuviera la voluntad de hacerlo.

Por todo lo expuesto, que solicitamos el acompañamiento de los señores y señoras miembros de esta Honorable Cámara a fin de lograr la aprobación del presente Proyecto de Declaración.-