Expresar preocupación ante la situación de la empresa Molino Cañuelas, una de las principales productoras de alimentos del país, ante el pedido de quiebra por parte del banco Macro, entendiendo la importancia de la misma en la cadena de valor del trigo, en el abastecimiento de productos de consumo masivo y en las exportaciones del sector.

Señor presidente:

Esta empresa, comenzó su recorrido en el año 1931 cuando la familia Navilli adquirió un molino harinero en la ciudad de Laboulaye, para luego expandir su producción. La expansión continuó en 1955 con la adquisición del Molino Adelia María y en 1974 con la compra de una Fideera en Río IV, todos ellos en la provincia de Córdoba. En 1977 la familia amplió los horizontes y compró un molino en la Ciudad de Cañuelas, Provincia de Buenos Aires, y desde entonces ha venido experimentando un crecimiento sostenido.

Con el tiempo, se convirtió en una de las compañías líderes en producción de harinas, con más de 80% de ese mercado. Hoy en día, cuenta con 21 plantas industriales distribuidas entre la Argentina, Brasil y Uruguay. Allí, se fabrican productos de marcas muy presentes en la vida cotidiana como las harinas “Pureza”, los bizcochos “9 de Oro”, los aceites “Cañuelas”, las premezclas para bizcochuelos y rebozadores “Mamá Cocina” y las pastas secas “San Agustín”. Se estima que emplea a unas 3.000 personas. También, exporta a más de 60 países.

La crisis económica golpea no solo a trabajadores y pymes: el actual modelo de especulación financiera, desempleo y alta inflación, perjudica seriamente también a las grandes empresas. Al pedido de Procedimiento Preventivo de Crisis de Coca Cola le siguió a los pocos días la industria Fate y hoy piden la quiebra de la principal harinera de la Argentina, Molino Cañuelas.

Banco Macro en el mes de marzo, fue quien solicito la quiebra de la compañía alimenticia Molino Cañuelas. La razón, una deuda acumulada que tiene la harinera con la entidad financiera de USD 10 millones.

La empresa está atravesando desde hace meses una delicada situación financiera. De hecho, mantiene una deuda que supera los USD 1.350 millones, con 30 grandes bancos y otras entidades financieras internacionales.

Más allá de las dificultades del mercado interno, la crisis económica se agravó a mediados del año pasado cuando tuvo que desistir de su intención de abrir su capital a la Bolsa. Desde la compañía esperaban obtener alrededor de USD 333 millones. Una parte de esos ingresos serían destinados al pago de las deudas.

La falta de capital nuevo precipitó la situación actual. A principios de febrero, Molino Cañuelas se reunió con los bancos para tratar de lograr un refinanciamiento de los vencimientos, obtener más plazo de pago y bajar las tasas en dólares.

Es menester tener en cuenta que en 2018 Molino Cañuelas despidió a 40 trabajadores de su planta en Tucumán, luego que la empresa retire su planta de ese lugar; por lo tanto, de decretarse la quiebra y usar los bienes de la empresa para pagarle a los bancos, las 21 plantas y sus respectivos trabajadores corren peligro, como así también el abastecimiento de productos de consumo masivo.

Por todo lo expresado es que solicito a mis pares me acompañen con este proyecto de resolución.