SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO NACIONAL QUE INFORME, A TRAVÉS DE LA AUTORIDAD DE CUENCA MATANZA- RIACHUELO- ACUMAR -, SOBRE EL AVANCE Y CUMPLIMIENTO DE LOS PLAZOS PREVISTOS PARA EL SANEAMIENTO DE DICHA CUENCA.

Señor presidente:

Conforme surge de informaciones públicas, por caso La Nación de Buenos Aires, edición del 5 de febrero de 2014, el P.E.N. cambió la estructura de la ACUMAR, pero es muy escasa la información acerca de los avances en el saneamiento de la cuenca.

Todos sabemos que es literalmente vergonzoso el estado de situación que sobrelleva la cuenca Matanza-Riachuelo desde hace más de seis décadas. La contaminación es constante. Para colmo, se sanea parcialmente y al mismo tiempo se la sigue envenenando con el vuelco de efluentes prohibidos.

Mediante decreto 2104/2013, publicado el 12 de diciembre de 2013, ACUMAR dejó de depender de la Secretaría de Ambiente para pasar a integrar el organigrama de Planificación Federal. ACUMAR es un organismo interjurisdiccional en que el Estado nacional es parte. De allí la pertinencia de este pedido de Informes al P.E.N.

El presidente de ACUMAR subió de rango: ahora tiene jerarquía de secretario de Estado. Pero lo que no ascendió es el trabajo efectivo de saneamiento.

En esta cuestión existe de por medio muchos recursos. En efecto, ACUMAR administra un préstamo del Banco Mundial por la buena suma de us$840 millones. Se sabe que cuando existe tanto dinero y la información y control públicos son casi nulos, la tendencia es a apropiarse de esos fondos en detrimento de la plasmación de las obras. En el historial de estos préstamos hay demasiados antecedentes en ese nefasto sentido.

Por eso es menester que la Cámara controle a partir de estar informada debida y oportunamente.

Hay que sanear el Riachuelo y toda la cuenca. Es un derecho humano aquí y ahora, actual. Debemos asegurar ese derecho. Recursos hay. Lo que falta es buena y eficaz administración y logros.

Por lo expuesto solicito el respaldo del cuerpo.